El va ser mio |Harry Styles y tu| Terminada

Al escucharlo sentí que todo el color abandonaba mi cara, empecé a reír en un intento de ocultar mis nervios, él solo me miraba extrañado.
-¿De qué te ríeeeessss?- dijo arrastrando cada letra
-Tienes que irte a tu casa Hazza, estás diciendo cosas sin sentido-
-Te amo pero a la vez te odio…creo que no es normaaal-me dijo riendo como idiota
-Yo te quiero Harry, no olvides- le dije abrazándolo, lo sentí tensarse pero no lo tomé en cuenta.
-¿Sabes dónde vivo?-preguntó luego de unos minutos, me deshice del abrazo y lo miré divertida
-No debes seguir tomando así Harry-
-Llévame a casa-me dijo ignorando lo que le dije
-Vine con Logan, Harry-
-Déjalo, ven conmigo. Sé que no te gusta, tú me quieres a miii-me susurró en el oído, su aliento a alcohol me hizo toser.
-Estás loco, no puedo dejarlo solo. Dile a uno de tus amiguitos que te lleven a casa-
-No, no quiero a nadie. Solo a ti-dijo pasando sus brazos por mi cintura y enterrando su cara en mi cuello.
-Ya, para.-le dije tomando sus brazos e intentando que me soltara.
-________ ¿Qué pasa aquí?-sentí la voz de Logan enfadada
“Oh, mier$%” pensé
-Logan-le dije luego de por fin lograr que Hazza se soltara de mi-Harry está ebrio, no es lo que piensas-¿Por qué tengo que darle explicaciones a él?
-Creo que debería dejarlo en su casa-me dijo sonriéndome dulcemente.
-¿Enserio? ¿no te molesta?- le pregunté extrañada
-Tú y él están destinados a estar juntos ____, tienes que arreglar las cosas con él. Él te ama, a ti se te nota a mil kilómetros que lo amas. Además, hacen linda pareja-me dijo riendo
-Gracias Logan, eres genial- me tiré a sus brazos y me separé rápidamente de él y tomé a Harry del brazo para empezar a caminar con él hacia afuera.
-¿Me vas a vio…lar?- me preguntó riendo,
-No tienes tanta suerte Styles-le dije soltando una risa y ayudándolo a entrar al auto, me senté como piloto y pensé “Ok, no sé conducir demasiado bien, ojalá que las clases de que me ha dado mi hermano sirvan”
-No nos mates por favor-dijo Harry acurrucándose en su asiento
-Hare lo que pueda-
Puse las llaves de su auto y lo prendí, tomé la palanca y la moví de la forma que correspondía y haci estuve todo el viaje, lo bueno es que la casa de Harry quedaba cerca.
-Llegamos sanos y salvos, no sé porque no confiabas en mi Hazzita-le dije riendo, al no tener respuesta me volteé y me di cuenta que él dormía plácidamente contra la ventana, le acaricié la mejilla, era tan hermoso, jamás imagine enamorarme de alguien como él. Pero no me arrepentía de nada. Me bajé del auto y fue a su lado, abrí la puerta del copiloto y lo empecé a mover para que despertara.
-Harry, despierta-le decía y de repente el abrió sus ojos.
-Quiero dormir-me dijo somnoliento
-Ok, te llevaré a la cama pero ayúdame-
Se levantó un poco y yo lo intenté ayudar para que se levantara, luego de unos minutos lo conseguí. Cerré la puerta y lo llevé a la puerta de su casa.
-Tu llave-le dije
-En los bolsillos-me dijo recargando su cabeza en mi hombro. Reí y empecé a revisar los bolsillos de su pantalón, estaban. Abrí la puerta y estaba todo oscuro, prendí el interruptor de la luz y me di cuenta que todo estaba igual que la última vez que había entrado. Llegamos a su habitación y le saqué su chaqueta dejándolo con la delgada camiseta sin mangas, le saqué los zapatos y lo empujé a su cama.
-Me gusta dormir con boxers-dijo el sonriendo picaronamente.
-Eres un cochino- y reí.
-¿Te quedarás a dormir conmigo?-me preguntó esperanzado
-No lo sé, tengo que ir a casa-
-Por favor, quiero que duermas conmigo, por favor- y me hizo un puchero desde la cama.
-Solo una noche, a la mañana me iré- le advertí
-Sí, solo no me dejes solo-dijo y de repente sentí que él era un niño indefenso que necesitaba compañía. Me saqué los tacones y me acosté al lado de él, me puse en su pecho y sentí su brazos pasar por mi cintura.
-Eres tan hermosa- y besó mi cabeza
-Tú también eres bonito, lindo, tierno pero un poco gruñón-le dije riendo
-Gracias-dijo con sarcasmo
-De nada-le dije besando su mejilla
Me acurruqué un poco más en el pecho de Harry y sentí que su respiración se volvía acompasada, escuchando los latidos de su corazón me quedé dormida.