ιѕ тreacherous {Nicholas Jonas & Tú]

 XXXVII

 

Intento concentrarme el libro que tengo que leer, pero ante las miradas de mis compañeros de colegio aun soy muy interesante. Cierro el libro de golpe y me levanto de la banca en que estaba. Caminó a mi casillero y tomó mi mochila, no quiero quedarme aquí. En la próxima hora tengo una charla educativa que no me interesaba. Le envió un mensaje a Nick y camino a la salida, le miento a la secretaria diciéndole que tengo que ir al dentista y logró salir. Mi siguiente destino es el departamento de Nick. 
-¡No dejan de mirarme! -le digo en cuanto abre la puerta. Besa mis labios cortamente y me hace pasar. -Ya ha pasado más de una semana... ¡No lo superan! -me siento en el sofá cruzándome de brazos. 
-Lo siento. -se disculpa sentándome a mi lado.
-No es tú culpa, lo sabes... Ya hablamos sobre eso. -tomó su mano y recuerdo no decir más sobre el tema. 
Nos quedamos en silencio. Disfrutando de nuestro tiempo juntos, sus ojos se encuentran cerrados por el cansancio de su entrevista a las 6 a.m. Apoyo mi cabeza en su pecho y cierro los míos también. Pasa un largo rato hasta que abro mis ojos, creo haberme quedado dormida. Me giro para ver a Nick, quién esta durmiendo tranquilamente. Me levanto porque mi estomago comienza a reclamarme por no haber comido algo. Me preparó un té y un sándwich con queso. Vuelvo al comedor, me siento frente a la gran ventana y embullo mi emparedado y bebo el té a grandes tragos. El teléfono de mi novio comienza a vibrar en la mesa, lo tomo y veo que es de alguien importante, tiene un * en el nombre. 
-Nick... tú teléfono. -lo muevo para que despierte, se queja. -Alguien importante. -extiende su mano y toma el teléfono. Voy a dejar mi taza junto a los platos a la cocina, los dejo en el lava vajillas. 
Cuando vuelvo, Nick esta sentado en el sofá con el teléfono en la mano. -¿Pasa algo? 
Me mira y me invita a sentarme a su lado. -Era el productor de la película. -ordeno mi cabello. -Tengo que viajar hoy en la noche.
Asiento, las grabaciones se adelantaron. -Entonces... ¿Te ayudó con tú maleta? 
El sonríe, mirando el suelo. Una de sus manos toma mi pierna y la acaricia. -Eso estaría bien.
Pasamos toda la mañana ordenando su maleta, o bueno... él lo hace. Dice que yo... "Solo tiro la ropa dentro de la maleta" Estoy sentada en su cama viéndolo ordenar su ropa de forma perfecta. 
-¿Sabes que puedes pedir que te planchen la ropa en el hotel, cierto? -lo molesto, el deja la última camisa en la maleta y se tira en la cama junto a mi. Me atrae a su cuerpo y me abraza, dejo descansar mi cabeza en su pecho. 
-Es un mes. -asiento. 
-¿Estarás para....? 
-Sí. Llego un día antes, no te preocupes. -me sonríe y besa mi mejilla y luego mis labios largamente. 
Horas más tarde estoy aun entre sus brazos sin querer irme. Si me voy, el tomará otro taxi con destino al aeropuerto. No quiero que se vaya. No quiero. Me había acostumbrado a ver a Nick la mayoría de los días. A besarlo, a abrazarlo. Era algo que no me podría permitir por un largo mes. Siento sus labios en mi cuello y río. 
-Sí sigues haciendo eso no te dejaré ir. -Paso una de mis manos por su cabello que esta dejando crecer. Al fin podré tocar sus rulos. Sube sus labios hasta que están cerca de los míos, sin tocarse. -Te extrañare. 
-Y yo a ti. Mucho. -sonrío ampliamente, besa mis labios cortamente. 
-¿No mirarás a nadie, cierto? -el se ríe en mi cara. 
-¿A alguna bella actriz? Hmmm... -golpeo su brazo. -Tengo todo lo que necesito frente a mi. 
Hago un mohín. Nos miramos por largos minutos hasta que se que es momento de despedirme. Beso sus labios e intento impregnar de su olor mi blusa. -Parecerá tonto... -me sonrojo, el frunce su ceño. -¿Me das una de tus camisas? -el se levanta conmigo en brazos y va a su cuarto. 
-¿No tienes dos, ya? -Asiento. Tengo la que me presto cuando me quede por el huracán y la que use cuando dormí con el durante el tour. 
-Quiero otra. -sonríe levemente mirando su armario. Toma una azul con un logo de lobos y un par de motos que dice "Legends live where legends roam"
-Me encanta. -gimo quitándosela. Me acerca a su cuerpo y me besa, apoyándome contra la pared. No quiero decirlo, pero lo hago. -Tengo que irme. -susurro sobre sus labios, el asiente. -Te quiero, Nick. Cuídate. -beso sus labios nuevamente. Caminamos a la puerta principal de la mano.
-Te quiero, cariño. Te llamaré en cuanto aterrice. -asiento. -Cuídate, por favor. -río levemente. 
-Ten un buen vuelo. -abro la puerta, el me acompaña. -No me olvides. -susurro.
-¿Cómo podría hacerlo? -me tira nuevamente hacia él y junta nuestros labios. -En un mes, estaremos juntos. Te quiero mucho.
-También te quiero, Nick. 
No he sabido nada de Nick, cuando vuelvo del colegio al día siguiente. Entro a mi edificio desganadamente, mi entrenamiento me ha dejado exhausta. 
-Buenas tardes. -Saludo al conserje.
-¿Cómo va todo, _____? -me pregunta. Asiento sonriendo. -Tengo algo para ti. Se da vuelta y comienza a buscar algo en un cajón. -Llegó esta correspondencia a tu nombre.
-Gracias, nos vemos, Charlie. -Subo al ascensor con mi corazón colgando de un hilo. 
Mis cartas de admisión han llegado.
Lanzo lejos mi mochila contra el sillón. -¡Mamá! -grito, pero no hay nadie. Llamaría a Kate, pero esta en su jornada en la biblioteca. Esperaría a mi papá, pero no creo esperar tanto. Comienzo a abrir las cartas. Voy por la de Columbia, ahora más que nunca quiero quedarme en NY.
"… Lo sentimos, pero no ha quedado aceptada"
Quiero llorar. Busco entre las cinco que hay la de la UCLA. Rompo el papel y comienzo a leer rápidamente.
"...Felicitaciones, tiene una plaza esperando por usted aquí en la Universidad de California" 
Eso es todo. Al final del verano, me voy a Los Ángeles. 
Abro las otras cartas, ahora si lentamente... Estoy aceptada en cada una de ellas, pero no me importa. La UCLA es la mejor que de las que están ahí. Es mi futuro en juego y no me quedaré en una mala universidad solo por estar cerca de NY.
Envió un mensaje rápido a Nick, se que no responderá.
"Llegaron mis admisiones. " 
*
Muero mi hamburguesa durante el receso del primer día. No he parado. Desde que llegué al set -hace unas horas- he estado yendo de un lugar a otro. Desearía tener mi teléfono aquí y no en el camarín. Decido ir a buscarlo mientras como. Cuando lo tomó recuerdo que no llame a mi novia. Me comienzo a sentir mal. Hay un mensaje. 
La llamo por segunda ves, hasta que responde a último minuto. -Hey, lo siento. -escucho un sollozo. -¿Qué pasa, amor? 
-Nick... -gime y sigue llorando. Odio verla llorar, y ahora que tan solo la escucho y esta lejos mi corazón comienza a partirse.
-Cariño... ¿Qué ha pasado? -recuerdo su mensaje. -¿Es respecto a las admisiones?
Luego de unos cuantos sollozos puede hablar. -Sí...  Tendré que irme a L.A, Nick... Columbia no me acepto. 
Mi mundo se viene a bajo. -Oh... -abren la puerta de mi camarín de golpe. 
-¡Aquí estás! De vuelta a grabar. -dice una de las asistentes. Asiento. 
-Bebé, me tengo que ir... -comienza a sollozar de nuevo. -No llores, por favor... Te llamaré en cuanto pueda... por favor, no llores. Lo solucionaremos. ¿Está bien? 
-Claro. -dice con la voz quebrada.
-Te quiero mucho, bebé...