Te amaré, por siempre. {JessicaBauza&ZaynMalik} Terminada.

Mi teléfono sonaba exasperadamente en mi bolso, mientras caminaba por la acera de las calles de Sevilla. Cuando logré encontrarlo, miré el identificador de llamadas, era el código de Inglaterra, me extrañé por eso, las únicas llamadas que recibía de allá, eran las de mi mamá, pero su número ya estaba identificado en mi teléfono.
-¿Aló? –Hablé.
-¡Santo Dios! –Se escuchó un chillido a través de la línea, sin pensar mucho, supuse quien era.
-Katherina Payne. –Reí, junto con ella. Al parecer, ya había superado aquellos ataques por su nombre.
-No puedo creer que esté hablando contigo otra vez, amiga. –Decía.
-Ni yo, ¿Cómo estás? ¿Cómo están los chicos, Karen? ¿Y cómo está…
-Zayn. –Dijo obvia. –Yo estoy bien, al igual que los chicos, mamá ni hablar, está saliendo con un hombre. –Se detuvo y suspiró. –Y Zayn está bien, extrañándote cada segundo más.
-Kat.
-Es mi trabajo hacerte sentir mal, Jess. –Rió. –Y tú ¿Cómo estás? Ya has de haber terminado la universidad, al igual que nosotros aquí. –Subía hasta mi condominio, eran las tres de la tarde, rebuscaba las llaves del departamento en mi bolso, cuando algo me llamó la atención. Un nuevo vecino se estaba incorporando en mi piso, sus cajas se encontraban en el pasillo, y el cuidadosamente las metía a su departamento, sólo pude ver un poco su perfil… Y vaya que era guapo. – ¿Hola? ¿Jess sigues ahí?
-Sí, sí, ¿qué decías?
-Decía, ¿Qué si ya has logrado encontrar a otro chico?
-Ehm, no. –Me encontraba concentrada, tratando de ver el rostro del chico. –Tú sabes que no han cambiado las cosas desde hace tres años, Kat.
-Sí, Jess. Bueno, debo dejarte, Niall me llama, mañana te llamaré. –Colgó. En realidad, estaba tan enfocada tratando de descifrar las facciones de chico tan apuesto, que no le di importancia a Kat. Me acerqué a la puerta de mi departamento, y mi vecina Bonnie se encontraba igual o tal vez más impactada por la llegada del nuevo vecino.
-Todas están babeando por el nuevo. –Decía mi amiga. –Es tan apuesto. –Suspiró. Ella se catalogaba por ser tan ilusa, en el buen y mal sentido, así que tal vez, en este momento estaría imaginándose una vida con el chico.
-Sí, me he dado cuenta, ¿sabes quién es?
-Zayn Malik, es de Inglaterra, se dice que sólo estará poco tiempo. –En ese momento mi corazón dio un vuelco. ¿Zayn Malik? ¿Había escuchado bien o tal vez sería otro de mis sueños?
-¿Zayn Malik? –Pregunté con incertidumbre, tal vez mi corazón le explotaría alguna arteria haciéndome morir en este mismo instante, tal vez mi cerebro sufriría un colapso mental, o tal vez mis ataques de asma volverían y terminaría con un paro respiratorio. ¿Pero cuán dramática estaba siendo? Lo tenía justo aquí, nuevamente.
-Sí, tonta. ¿Acaso no limpiaste tus oídos esta mañana? Zayn Malik, deberías ir a hablar con él, hace mucho que no sales con un chico, desde ese tal…
-Zayn Malik. –Completé. Bonnie era mi única amiga, así que ¿por qué no contarle semejante historia?
-No puede ser, ¿es él? –Preguntó exaltada. –Debes ir a hablar con él, tonta. Ha venido por ti.
-Patrañas, ha de haberse olvidado de mí, Bonnie.
-Jessica, han pasado tres años, no un siglo. –Decía. –Si no vas tú, iré yo. –La miré de una manera en la cual jamás había visto a alguien, y ella rió. –Celosa, ve niña, ve. –Empujó mi cuerpo con fuerza, haciendo que la distancia para llegar hasta el departamento de Zayn fuera diminuta.


-Zayn... –Habló una voz atrás de mí, todo mi ser se derritió por dentro, ya que no dudé ni un momento quien era la dueña de esa voz tan especial. Volteé hacia ella, y la miré; estaba más preciosa que nunca, más que cuando la conocí.
-Jessica. –Sonreí.
-¿Qué haces aquí? –Preguntó mientras rascaba su nuca. Estaba nerviosa, lo noté en la forma que mordía sus labios, y los orificios de su nariz se abrían constantemente. –Digo, ehm… Solo, ¿O estás acompañado? –Sonreí aún más ampliamente, seguía siendo toda una celosa.
-Estoy solo. –Decía. –Y vine por unas vacaciones, una chica un vez me contó que eres hermoso la ciudad de Sevilla.
-¿En serio? –Encarnó una ceja. –Entonces, ¿has venido a Sevilla, al mismo edificio que vivo, en el mismo piso, el mismo pasillo, y justamente tú departamento está a pocos del mío? Interesante. –Su voz sonaba lo suficientemente sarcástica, como para darme cuenta que tenía un indicio del porque estaba aquí.
-Sólo ha sido coincidencia. –Afirmé, claro que mintiendo.
-Coincidencia. –Susurró. – ¿Sólo por eso? –Sonrió. Mi mundo se vino abajo al ver su sonrisa tan resplandeciente, sentía que tal vez mi corazón latía más rápido que el mismísimo corre caminos, ¿cómo podía pasarme esto, después de tres años?
-Y porque te extrañé. –Solté, ya no podía llevar esta mentira más lejos.
-Zayn. –Susurró. –Pensé que me odiabas, y lo harías siempre, en serio.
-¿Odiarte? Jamás y nunca en esta vida. –Dije. –Yo te he extrañado muchísimo, y no he sabido hacer otra cosa que no sea pensar en ti.
-Sé que estabas dolido por la idiotez que hice. –Susurró una vez más.
-Lo estaba, pero fui un idiota por no ir por ti, por no contestar tus llamadas, por no querer arreglar las cosas ese mismo día, y lo siento muchísimo.
-No quería que fueses por mí. –Dijo con su voz temblorosa. – ¿Eso es lo único por lo que has venido? –Espetó. ¿Por qué debía ser tan fría conmigo, mientras yo me derretía cada que vez que hablaba? –Porque debo irme y…
-Te fuiste sin siquiera decir adiós. –Hablé.
-Eso ha sido lo mejor, Zayn. –Se cruzó los brazos, y volteó su cabeza, evitando mi mirada.
-¿Lo mejor para quién, Jessica? ¡Dime! –Decía exasperado. Tomé su mentón con mi mano obligándola a que me viera.
-Para los dos. –Susurró. –Te lo dije cuando nos conocimos. –Frunció el ceño. –Ya debo irme. –Dijo alejando mi mano de su cara tan suave. Ya no podía, no la perdería una vez más.
-No te irás, no hasta que obtenga lo que quiero. –Dije apretando sus brazos con fuerza.
-¿Qué es lo que quieres, Zayn? ¿Qué mierda es lo que quieres? ¿Sufrir más? –Preguntó al borde de las lágrimas.
-A ti. –Susurré. –Te quiero conmigo, como antes, todos los días, quiero tus abrazos, tus caricias, y sobre todo quiero tus besos. He venido aquí por ti, y no me iré satisfecho sin saber que aún me amas, tal cual como hace tres años, seis meses y dos semanas. Sólo quiero saber eso, y aunque no me vaya satisfecho, quiero la verdad, porque si no es así, si no me amas, haré todo lo posible por olvidarte.
-Una lágrima corrió por su mejilla, y la limpié con mi dedo índice, luego acaricié su mejilla con el dorso de mi mano. –Necesito que me digas Jessica, me hacer sufrir más de lo que ya lo he hecho. –Susurré cerca de ella, tan cerca que podía sentir su respiración entre cortada.
-Te amo, Zayn. Ya no tengo idea de cómo dejártelo en claro. –Susurró con una pequeñísima risa. Sentía que volvía a vivir, que mi corazón volvía a su eje de palpitación. Ella relamió sus labios, y yo sonreí. Rocé su nariz con la suya, y mordí su labio inferior, haciéndola reír, esto me encantaba, pasé mis manos su espalda, abrazándola y ella deslizó las suyas por mi cuello para hacer lo mismo. Besé sus tan tentadores labios con suavidad, de un lado a otro, el beso añorado por ambos en tanto tiempo. Besé su nariz, su comisura, su mejilla, su frente, su mentón, y toda su cara, mientras ella sonreía.
-Te amo, mi princesa. –Dije.
-Me fascina la idea volver a ser tu princesa. –Sonrió, besando mi mentón.
-¿Y quién te dijo que habías dejado de serlo? –Sonreímos, y la apretujé entre mis brazos, para que así no se fuese jamás.

Hola mis linduras, acá les dejo el capítulo final… Mierda ¡el último! Esto es deprimente, me recuerdo como si hubiese sido ayer cuando subí el primer capítulo, cuando Jessica llegó a Londres, ¡maldita sea! El tiempo se fue volando, al igual que la novela.

Quiero agradecerles por ser las lectoras más hermosas y atentas del mundo, no saben lo agradecida que estoy por tenerlas acá en la novela, que sin ustedes no la hubiese podido llevar a cabo.

Me gusta escribir, es parte de mi día a día, y ustedes me tendieron una mano al darme ese apoyo tan incondicional de lectoras, siempre adulando lo muy bien que escribo, aunque no siempre lo consideré de esa manera, ustedes están para apoyarme, así como yo estoy para ustedes, y no saben lo feliz que estoy.
Eso es todo, las quiero muchísimo, las veo en la otra novela {en mi firma está el link} Cuídense.