Sin Hogar (Homeless) • Larry Stylinson

Harry nunca terminó la secundaria, estaba muy ocupado bebiendo y viviendo su vida. Pensó que se volvería famoso o que inventaría algo que lo hiciera millonario, pero en vez de eso se volvió un alcohólico, drogadicto, y actualmente vive en las calles de Londres, pidiendo limosna a la gente para comprar un poco de comida, pero termina por gastarse el dinero en otra botella de whisky. Louis es un egresado de la universidad, con las notas más altas de su clase, ahora es un abogado muy exitoso, que vive en uno de los más lujosos apartamentos de Londres, es amado y envidiado por muchos. Aunque hay mucha gente que lo quiere, sin mencionar todo el dinero que tiene, siente que le falta algo importante en su vida. O tal vez le falta ALGUIEN en su vida...

Un chico de cabello rizado que lucía demacrado estaba sentado en una esquina, parecía como si hubiese tenido una vida muy dura, a pesar de lo joven que era. Sus ojos se veían fríos y apagados, como si toda su luz se hubiese esfumado. Se sentó en el piso, con una botella de whisky en la mano.
Eran apenas las dos de la tarde, pero parecía que ya había bebido bastante. Había una lata alado de él, ya había tratado de juntar dinero pero se rindió, en vista de que no había tenido suerte con ello. Puso la tapa a la botella de whisky, guardándola para más de rato, y se tapó con su andrajoso abrigo enrollándose en él, cerrando sus ojos para una siesta en la tarde.

En el otro lado de la ciudad, un hombre que se veía muy ocupado caminaba por el edificio donde trabajaba, viéndose más estresado que feliz. Unas arrugas se formaron en su frente, su cabello castaño seguía cayéndole en la cara pero lo quitaba de forma distraída, determinado en terminar su trabajo. Finalmente llegó hasta su escritorio, que era largo y marrón, se sentó y justo llegó un hombre mayor dejando cinco sobres manila en el escritorio,

“Louis, necesito que termines éste papeleo, necesita ser archivado para mañana.” El chico, llamado Louis, se llevó las manos a la cabeza y miró al hombre,

“Señor, no puedo terminar todo esto, tengo que escribir los casos de tres clientes para ésta noche. ¡No puedo hacer todo ese papeleo también!” El hombre le dirigió una mirada fría,

“Bien, supongo que tendrás que arreglártelas tú solo.” Caminó rápidamente fuera de la oficina de Louis, dejándolo con la cabeza apoyada en el escritorio de madera.

El de cabello rizado ahora caminaba solo en las oscuras y vacías calles de Londres. Bueno, vacías excepto por él y otro hombre. Louis caminaba cautelosamente por las oscuras calles de Londres, usualmente no salía a las calles en la noche, pero había salido tarde del trabajo tratando de terminar algunas cosas.

Estos dos caminaban en el frío aire de octubre, venían de dos mundos diferentes. Y jamás vinieron venir esto, algo haría cambiar su forma de pensar el uno del otro. Algo que cambiaría su forma de ver el mundo. Harry caminaba con pasos lentos, yendo a ningún lugar en específico, sólo buscaba un buen lugar para dormir esa noche. Louis caminaba un poco rápido, tratando de llegar a su departamento antes de que la gente mala lo viera y le hiciera algo, pero parece que no llegó a tiempo...

"¡Hey niño rico!" Un hombre alto salió de un callejón oscuro, luciendo verdaderamente aterrador a comparación del otro que era más pequeño. Louis trató de caminar más rápido pero se detuvo cuando sintió como alguien lo tomaba del brazo,

"Te estoy hablando. ¡Es descortés ignorar a las personas!" Louis trató de zafarse del agarre del hombre pero falló miserablemente en el intento cuando aquel hombre alto y musculoso lo tomó de la otra mano, y lo estampó contra la pared de ladrillos del edificio más cercano a ellos. El hombre se acercó al rostro del otro, haciendo chocar su aliento caliente contra la cara de Louis.

"Dije, es jodidamente descortés." Espetó.

"Lo si-siento, sólo quiero ir a casa." Aquel hombre soltó una profunda y amenazadora carcajada,

"Puedes irte a tu lujoso palacio después de que me des algunas cosas. Necesito dinero." Miró a Louis de arriba hacia abajo,

"No tengo nada, lo juro." El maleante se burló de nuevo, pero sin causarle ninguna gracia la respuesta del chico,

"Mientes." Comenzó a hurgar entre los bolsillos de Louis, y éste comenzó a gritar,

"¡Ayuda, alguien! ¡Por favor ayúdenme!" El hombre lo calló de inmediato, tapando la boca de Louis con su mano,

"Será mejor que te calles el puto hocico antes de que te pase algo." Estiró su mano hasta su bolsillo trasero, sacando algo. Louis dirigió su mirada a la mano de su asaltante y miró un cuchillo, sus ojos se abrieron como platos mientras cesaba de gritar.

"Eso pensé chico lindo, ahora veamos que tienes por aquí..." Comenzó a hurgar en los bolsillos de Louis de nuevo, mientras que los pensamientos de este eran demasiados, ¿qué podría hacer? No podía sólo estar ahí indefenso sin hacer nada, pero antes de que pudiera pensar algo coherente, vio como un manojo de rizos sucios agarró a su atacante y lo tiró al suelo. Aquel hombre parecía aturdido, pero no por mucho ya que unos segundos después sacó el cuchillo que le había mostrado a Louis hacía apenas un minuto.

Sin dudarlo, le encajó el cuchillo en la pierna al chico de cabello rizado, después de eso se levantó y corrió de ahí con la cartera, las llaves y el teléfono de Louis. El de ojos azules apenas podía respirar, y su corazón corría a un millón de millas por segundo. Éste vagabundo le acababa de salvar la vida, arriesgando la suya propia. Louis miró al chico de nuevo, dándose cuenta de que estaba gravemente herido.

"¡Necesitamos llevarte al hospital!" Louis se agachó y tomó al chico de los hombros, ayudándolo a ponerse de pie. Era algo difícil ya que Louis era más pequeño que él, pero de alguna manera se las arregló para levantarlo. El chico de cabello rizado aún se retorcía en dolor,

"No necesito ir al hospital." Dijo, haciendo una mueca por el dolor.

"¿Qué? Sí, ¡sí necesitas ir! ¡Tienes un cuchillo encajado en la pierna!"

"No necesito ir." Dijo rápidamente, Louis ignoró al chico y continúo ayudándolo a caminar hasta el hospital.

"Perdona que no vayamos en taxi, ese ladrón tomó todo mi dinero" Harry bufó,

"Es por eso que la gente rica debería estar en su casa, de ser así, no tendría un puto cuchillo encajado en la pierna."

"Lo siento mucho, no quería que eso te pasara y-"

"Cállate la puta boca, no necesito tus disculpas. Eso no ayudará a sanar mi pierna... y por cierto, ¿a dónde vamos?"

"¡Al hospital!"

"¡Te dije que no iría al maldito hospital! ¡No tengo dinero para pagar el maldito hospital! ¡Así que sólo déjame aquí, yo mismo me sacaré el cuchillo!"

"No te preocupes por eso, yo lo pagaré. Salvaste mi vida, después de todo."

"No necesito tu lástima ni tu asqueroso dinero. Puedo arreglármelas yo solo."

"¡No es por lástima!" Es en agradecimiento por haberme salvado la vida. Aquel hombre casi me mataba." Pronto llegaron al hospital mientas Harry aún seguía quejándose por el hecho de que Louis pagaría. Inmediatamente cuando llegaron a la sala de emergencias, sacaron una camilla para poner a Harry sobre ella, una vez que se había recostado, un hombre en uniforme azul comenzó a empujar la camilla hasta una habitación, y entonces Louis se dio cuenta de algo,

"¡Espera, espera!" El uniformado no se detuvo en su camino.

"¿Cuál es tu nombre?" Louis escuchó un suspiro y luego una voz gruesa,

"Harry."

Louis apenas y había visitado a Harry en los 3 días que estuvo en el hospital. Con tanto trabajo, era difícil agregar las visitas al hospital en su apretada agenda. Era finalmente el día en el que Harry saldría del hospital, Louis fue a recogerlo.

"Gracias Dr. Green." Harry sonrió,

"No hay problema Harry, te veré pronto para tus revisiones." Louis estaba ayudando a Harry a salir del hospital, usaba muletas pero le era difícil caminar porque nunca las había usado antes.

"¿Estás listo para irte, Harry?"

"Cuando quieras, niño rico." Louis rodó sus ojos, no importaba que tan amable tratará de ser con Harry, él siempre le respondía de manera cortante. Cuando llegaron al carro de Louis, le abrió la puerta a Harry. Se sentó en el asiento del copiloto y cerró la puerta, Louis tomó las muletas y las puso en la parte trasera del auto, para luego subirse él y encenderlo.

"¿Tienes hambre?" Preguntó Louis mientras salía del estacionamiento del hospital.

"Sí, tengo bastante hambre."

"¿Quieres ir a algún lugar para cenar? Yo también tengo bastante hambre..."

"Hmm, no sé. Creo que preferiría una cena en casa." Louis suspiró y luego esbozó una sonrisa falsa,

"Bien, puedo cocinar algo para los dos."

"¿Espagueti?" Harry preguntó, lamiéndose los labios.

"Espagueti será." Cuando llegaron al departamento, Harry quedo atónito de la magnitud del lugar donde vivía Louis.

"Este es el departamento más caro de Londres." Louis se ruborizó,

"¿Lo es?"

"¡Eres incluso más rico de lo que pensé!" Louis suspiró, salió del auto y ayudó a Harry a salir de él.

Ambos caminaron hacia el elevador y Louis apretó el botón con el "10", y el elevador comenzó a moverse y el aire se tensó. Louis tosió a propósito,

"Así que, ¿qué edad tienes?"

"¿Eso importa?"

"No, sólo me preguntaba, digo... te ves bastante joven."

"Tengo 25."

"Oh, eso es genial."

"Supongo." Replicó, las puertas del elevador se abrieron y Louis lo ayudó a salir. Llegaron hasta la puerta del apartamento de Louis, mientras trataba de encontrar la llave que había mandado a hacer el día anterior, desde que le habían robado la suya. La puso en la cerradura y la giró, después abrió la puerta dejando ver todo el apartamento, que tenía piso de madera en su plenitud. Cuando caminas, ves una ventana larguísima por toda una pared entera, y su vista te deja sin aliento.
Se puede ver toda la ciudad de Londres. Harry estaba boquiabierto, Louis esbozó una sonrisa dentro de sí, después ayudo a Harry a dejarlo en el sofá de la sala de estar. Y se dio cuenta de su vestimenta, era la misma que estaba usando el día en que se conocieron, estaba rasgada y manchada de sangre en la parte donde le habían enterrado el cuchillo.

"Necesitas otro cambio de ropa."

"¿Por qué? ¿Mi ropa no es lo suficientemente buena para tu departamento de niño rico?" Respondió rudamente,

"No, no, sólo que se ven sucias e incómodas."

"Pues, para mí están bien." Replicó. Louis suspiró,

"Iré por ropa, y la dejaré aquí por si la quieres usar."

"No la usaré." Dijo, cruzándose de brazos. Louis negó con la cabeza mientras caminaba hasta su cuarto, buscó entre su ropa hasta que encontró una playera que le quedaba algo grande, (Harry era más alto que él.) era una playera negra que decía "Ramones". También buscó entre sus pantalones y encontró unos pantalones deportivos grises que le iban largos. Tomó la playera y el pantalón, y caminó hasta donde estaba Harry. Dejó la ropa en la mesa,

"Aquí hay algunas prendas... por si te quieres cambiar, aquí van a estar. Sólo creo que sería un poco más cómodo para ti." Harry miró la vestimenta y luego volteó a ver a Louis.

"No lo creo."

"Bien, pero si cambias de opinión, aquí estarán. Yo estaré en la cocina, preparando el espagueti." Louis se fue de la habitación y Harry miró la ropa de nuevo, inspeccionándola y... tal vez sólo se la probaría... unos minutos después seguía mirando la ropa. Decidió probársela, se quitó la vieja y sucia playera blanca que traía, en eso Louis volteó a verlo,

"Harry, ¿quieres pan de ajo-" Louis miró el torso desnudo de Harry, sentía como si el aire se le hubiera acabado. Sus perfectos abdominales, casi se los imaginaba lamiéndolos. Louis se lamió el labio y luego se dio cuenta que Harry se percató de eso.

"¿¡Qué estás viendo!?" Gritó Harry. Louis bajó la mirada rápidamente hacia sus pies, ruborizado,

"Yo, uh, lo siento. Sólo quería preguntarte si querías pan de ajo con tu espagueti."

"Sí." Dijo cortantemente, se puso la playera de los Ramones, y tratando de mantenerse de pie, así podría cambiarse los pantalones, pero falló miserablemente, cayéndose de espalda al sofá. Suspiró algo avergonzado,

"Hey Louis..." Louis volteó a verlo,

"¿Puedes... uh, ayudarme a cambiarme los pantalones?" Las mejillas de Harry estaban coloradas, sentía que le ardían,

"Perdón, no te lo pediría pero yo-"

"No te disculpes, es mi culpa de todos modos. Te ayudaré." Louis caminó hacia donde Harry estaba y lo ayudó a ponerse de pie, Harry tomó sus jeans de la cintura, se lo desabotonó y luego bajó el cierre. Los jaló hacia abajo tanto como pudo, pero sólo llegó hasta sus rodillas, para mirar a Louis pidiéndole ayuda. Louis le sonrió, tratando de hacer eso lo menos extraño posible. Harry se sentó mientras Louis le quitaba los pantalones, pasando por el yeso y después al final de sus piernas.
Tomó los pantalones deportivos y se los puso en las piernas, llegando hasta sus rodillas. Después Harry se estiró para alcanzarlos, Louis se volteó hacia Harry, y éste estaba viéndole directo a los ojos, con esas orbes verdes. Harry nunca había visto unos ojos más lindo en su vida. Se acercó un poco más, y su corazón empezó a palpitar más rápido. Louis podía sentir el aliento caliente en su cara, a unos cuantos centímetros más... "BEEP BEEP BEEP", ambos voltearon rápido, alejándose el uno del otro. Y Louis se rió de una forma extraña, Harry sólo terminó de subirse los pantalones.

"El uhh, pan de ajo ya está listo..." Dijo Louis, caminando fuera de la habitación tan rápido como le era posible. Se llevó las manos a la cara, avergonzado. ¿Cómo pudo siquiera pensar eso? Él ni siquiera conocía a éste chico, ¿qué pasa si Harry ni siquiera era gay? ¿Qué pasa si él sólo hace ésta situación peor? No importa que tan mal se pudiese poner ésta situación, él siempre la pondría peor.

~

Louis ayudó a Harry a llegar a la mesa, sentándolo y empujando la silla más cerca de la mesa y extendiéndole su plato enfrente de él, para que se le facilitara todo.

"Aquí tienes..." Louis le esbozó una sonrisa algo extraña, y luego se sentó él también. Harry automáticamente comenzó a enredar el espagueti en su tenedor como si no hubiera mañana, causándole al castaño soltar unas risitas.

"¿De qué te estás riendo?” Dijo, con su boca aún llena de espagueti,

"La forma en la que comes tu pasta..." Louis se rió más fuerte,

"Está muy buena..." Contestó, tragándose la pasta que traía en la boca,

"¡Vaya, gracias!" Sonrió orgulloso de sí, llevándose algo de espagueti a la boca. Rieron otro poco más al percatarse de que el único sonido que se oía en el departamento era el de sus tenedores golpeando el plato. Louis se aclaró la garganta,

"Creo que nunca te agradecí por haberme salvado, Harry. De verdad aprecio eso." Harry miró a su plato, sintiéndose algo extraño.

"No es nada, supongo." Dijo, "¿pero qué más se suponía que hiciera?, ¿dejar que ese tipo te golpeara y sólo caminar por ahí como si no hubiera visto nada?"

"Eso es lo que la mayoría hubiera hecho..." le respondió con un tono algo triste y empezó a enrollar más pasta en su tenedor,

"Pues yo no soy así."

"En verdad estoy muy apenado por lo que le pasó a tu pierna." Harry suspiró,

"Me gustaría que dejarás de culparte por eso. Sé que te culpe al principio, pero me arrepiento de haberlo hecho. No fue tu culpa, no del todo. Sólo pensé que eras otro niño rico insolente… quiero decir, en verdad te juzgue mal." El de cabello rizado levantó su mirada para ver a Louis a los ojos, estuvieron así por unos segundos hasta que el mayor habló y rompió el silencio que se había acumulado en el ambiente,

“De verdad aprecio que me digas eso. Yo también te juzgué mal. Pensé que eras un sucio vagabundo. Creo que ese tipo de cosas me hace un insolente y estúpido niño rico, ¿no? Pero ahora puedo ver que estaba equivocado." Harry sonrió levemente pero su sonrisa se desvaneció rápidamente,

"Esto no significa que ahora somos mejores amigos o algo por el estilo, niño rico. Así que no te pongas en ese modo de ‘amigo de todo el mundo’, tal vez ahora... pueda aguantarte un poco más." El otro sólo rió un poco,

"Está bien, estoy conforme con tus términos."

"Ahora dime dónde es mi habitación, y ayúdame a llegar ahí." Louis volvió a reírse y se puso de pie para ayudar a Harry a levantarse, caminaron hasta una de las habitaciones de huéspedes y el castaño retiró las sábanas para despejarle la cama al chico de rizos, después lo ayudó a subir. Le volvió a poner las sábanas encima y le sonrió levemente,

"¿Necesitas algo más?"

"No, creo que estoy bien por ahora." Sin dejar de sonreírle, caminó hacia afuera de la habitación,

"Espera, Louis..." El de ojos azules se detuvo y volteó a verlo,

"¿Dime?" Harry comenzó a mirar a todos lados hasta terminar suspirando,

"Uh, buenas noches."

"Buenas noches, Harry." Salió de la habitación y cerró la puerta. Suspiró pensando que tal vez le gustaba Harry un poquito más de lo planeado.

Pasaron unas cuantas semanas, y la pierna de Harry estaba mejorándose poco a poco, y a su vez, se estaba encariñando un poco con Louis. Tal vez encariñándose bastante mucho. Cada que Louis se reía, su corazón se derretía, aquella sonrisa le iluminaba el mundo. Pero no podría decirle eso, él era sólo un vagabundo que vivía en las calles, y que ahora se estaba quedando en su departamento, nada más. Y por si fuera poco, seguía sin saber mucho de él. Sólo se conocían desde hace tres semanas, pero se sentía como una eternidad para Harry…

Era sábado por la mañana, y era día en que Harry tenía que ir al hospital para sus revisiones. Louis lo ayudó a salir de la cama, y le dejó encima unas prendas que le había comprado. Miró que era prácticamente lo que él hubiera escogido, una playera gris con cuello en forma de “V”, y unos jeans ajustados, con converse blancos. Justo su estilo, se volteó hacia el castaño y le sonrió,

“Gracias, Lou” casi desde el día en que comenzaron a vivir juntos, Harry había optado por usar un apodo… y no era “niño rico” o “millonario insolente”, ahora le decía “Lou”. Aún necesitaba ayuda para vestirse, pero con el transcurso de las semanas, eso se había vuelto menos extraño para ambos. A esas alturas Harry ya era capaz de quitarse la camisa por sí solo, así que lo hizo, dejando su torso desnudo. Louis tragó una bocanada de aire, tratando de no saltar encima de aquel chico que le parecía perfecto. Se mordió el labio tratando de controlarse, incluso si lo veía a diario, eso no significaba que el hecho de verlo así no lo excitaba. Se dio la vuelta mientras Harry se ponía bóxers nuevos. Por más que quisiera voltear a verlo, eso hubiese sido bastante extraño.

Harry ya podía ponerse los pantalones por su propia cuenta, pero eso era algo que jamás le diría a Louis. Cuando al fin termino de vestirse (con la ayuda de Louis, claro), el chico de orbes verdes tomó sus muletas, saliendo del departamento. El mayor cerró la puerta y ambos se dirigieron al elevador. Al bajar, fueron hasta el auto de Louis, y éste condujo hasta el hospital, una vez que llegaron a la oficina del Dr. Green, les dirigió una cálida sonrisa.

“Bienvenidos de nuevo, chicos, tomen asiento.” Ambos se sentaron y el Dr. Green les explicó que tenía que hacerle una radiografía a la pierna de Harry, para ver cuál había sido su progreso en la recuperación. Ambos chicos asintieron mientras que el doctor le daba una bata al chico, diciéndole que se cambiara. El doctor salió de la oficina para esperarlo, y Harry se sacó la playera, dejando sus abdominales desnudos de nuevo. El chico de ojos azules se lamía los labios mientras lo veía cambiarse. “Demonios, me tiene bajo su hechizo” pensó Louis. Cuando por fin terminó de cambiarse (con ayuda del otro, como de costumbre), el doctor entró,

“¿Ya estás listo?”

“Listo.” Fueron hacia otra habitación, para poder hacerle la radiografía a Harry mientras el otro esperó en la oficina del Dr. Green. Después de hora y media, regresaron.

“Bien, iré a recoger tus resultados. Regreso en un momento.” Ambos chicos asintieron, y el doctor dejó la oficina de nuevo. Unos minutos después, regresó con los resultados de la radiografía, los puso encima de un panel, y encendió la luz.

“Hmm, ¡tal parece que tu pierna está sanando más rápido de lo que pensé!” Los ojos del rizado se abrieron de par en par, él no quería que su pierna se sanara, sólo quería quedarse con Louis. El otro chico tragó saliva, sonaba mal pero no quería que la pierna de Harry sanara, quería que se quedara a vivir con él.

“¡Quizás podamos quitarte el yeso en unas dos semanas más, aproximadamente!” Dijo el Dr. Green entusiastamente. Harry esbozó una sonrisa falsa, esperando que se viera real.

“¡Yay!” Louis también sonrió falsamente,

“¡Eso es genial” El doctor les agendó su próxima cita para una posible última revisión, ésta sería dentro de dos semanas. Harry y Louis salieron de la oficina, ambos con lo mismo en mente: ¿cómo podrían separarse en tan sólo dos semanas?

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