Lo que la distancia ocasiono (Harry Styles)

Lo vi ir se de mi casa con Louis, sabía que no me iba a decir “te extrañe igual” o algún “te quiero”. Él ahora me odiaba. Tuve que fingir que no me acordaba de su cara, jamás podría olvidar sus ojos verdes que siempre he amado.

Me costo mucho verle a los ojos y decirle que lo extrañe arriesgándome a no recibir alguna respuesta amable de su parte. No sabía que podía actuar tan bien.

—Hannah disculpado, al parecer tu llegado le chocó o no sé —comentó Gemma un tanto decepcionada de su hermano.

—No te preocupes, tú no tienes la culpa —sonreí, era lo único que podía hacer.

—Bueno, bueno olvidemos lo que acaba de pasar y hay que seguir con lo nuestro —nos interrumpió Paul haciéndonos reír con un baile extraño.

—Y tú —dijo señalándome —, me debes una gran explicación.

Sabía que me iba a decir eso luego de verme actuar como si no conociera a Louis y él a nosotros.

Llego la noche y todavía seguía la fiesta, pude conocer a la novia de mi hermano. Se llama Carla, es una persona muy adorable y amable. Mi hermano no hizo mal en tenerla como novia. ¿Harry? no sabía nada, solo sé que estaba en su casa con Lou o eso era lo que pensaba yo.

Como dijo Paul teníamos una charla por lo que paso con Harry y Louis, él aún seguí sin entender nada pero le explique todo.

Louis-.

La cara de Harry al ver a Hannah no fue tan buena. Cuando ya estamos en su habitación comenzamos hablar, y sí, al verla muchos sentimientos de él se encontraron. Algo que al parecer solo ella causaba.

—Fuiste muy duro con ella —dije sacando mi celular, iba a enviarle un mensaje y preguntarle como estaba, tenía que hacerlo con sumo cuidado para que mi amigo no me descubriera.

—Me dolió volverla a ver ¿acaso eso no cuenta? ¿estás de su lado o del mío? —por dios, Harry a veces podría ser tan idiota con sus preguntas.

—Pregunta estúpida Styles. No estoy de parte de ella ni de ti pero tampoco era para que la trataras de esa forma. Ella recién llega, te trato bien y tú lo que haces es comportante insoportable, vamos rulos —dije ya cansado, cada vez que me habla de ella lo dice con tanto rencor.

—Puede que me haya comportado como imbécil, pero lo que hizo ella conmigo no lo cambia nada, ella me cambió —dijo dirigiéndose hacia su ventana, sacó un cigarrillo de su bolsillo y dio un absorbo a este.

El trabajo de Hannah de volverlo a cambiar le será muy difícil.

—Esta acá, no creo que se vuelva a ir, se verán quieras o no, sí no hablas con ella no entenderá todo lo que sientes y has sentido. Es más, tu tampoco sabes por qué ha vuelto o cómo se debe de sentir ahora —dije detrás de él —habla con ella por más difícil que sea Harry, fue tu amiga de infancia —no recibí respuesta alguna por parte de él, solo permaneció en silencio con su cigarro en la mano, mirando detenidamente la casa de al frente, estaba seguro que pensaba en ella.

***

Me levante por gritos que se escuchaban en el pasillo. Camine hacia la puerta y eran Harry y Gemma, peleando como siempre. Son hermanos ¿por qué se tratan así? todos nos hemos peleado con nuestros hermanos, pero la forma en la que lo hacían ellos era espantoso. Anne no estaba, porque si estuviera ellos no estarían de esa forma. Hice un intento por detener y callar a mi amigo, mientras que Gemma ya se encontraba llorando.

—¡Harry, ya basta! —exclamé para poder calmarlo, estaba muy alterado al igual que su hermana pero ella ya estaba llorando.

—Déjalo Louis, pensé que con el regreso de Hannah iba a intentar de cambiar, volver a ser el mismo niño que era antes, pero no, sigue siendo el mismo estúpido… extraño al Harry de antes —dijo en grito secándose con furia las lágrimas que corrían por su mejilla, me partía el corazón ver a Gemma en ese estado.

—Tienes un mal concepto de mi hermanita, con una recién llegada no pienso cambiar, ¿acaso no sabes todo el daño que me causo? sufrí mucho por ella ¿no entiendes eso? no puedo verla, no puedo —Harry intento zafarse de mi amarre pero no lo logró. No es que le vaya a pegar, temía a que haga una locura con sigo mismo.

—Pues si, eres una mierda como persona ¿qué quieres que piense de ti? que eres el mejor hijo y el mejor hermano ¿eh? —esto iba a tardar mucho si ninguno de los dos cooperaba por parar.

—No quiero seguir hablando contigo, no sabes lo que dices Gemma —con tal brusquedad pudo soltarse de mi amarre e ir a su habitación tirándolo de una portazo.

—Ya no se que hacer con él por intentar que cambie y sea el mismo de antes —Gemma realmente estaba dolida, pero no estaba seguro de ayudarla, al parecer ni yo podría hacer que cambie.

—Tengo toda la intención por hacer que Harry cambie al igual que tú, pero ya no sé que hacer con él. Será mejor que vayas a tu habitación y descanses, necesito contarte algo pero tendrá que ser luego. Ahora saldré un rato, descansa y cuídate. No vayas a cruzarte con Harry, lo menos que quiero es peleas —dije para dar paso a la puerta de la casa de Harry y dirigirme a la casa de al frente.

Aún con sueño, comencé a buscar mi teléfono que no dejaba de sonar, di con él y lo agarré torpemente y conteste.

—¿Quién habla? —no me sentía con ánimos de hablar ni saber quién era la persona que llamaba. Con mi otra mano que estaba vacía termine por cubrirme toda la cara dando un gran bostezo.

—No llevas ni una semana en Inglaterra y ya te olvidas de nosotras —al escuchar su voz todo mi piel se erizó, me senté lo más rápido que pude al reconocer la voz de Francesca del otro lado del teléfono.

—No vuelvas a decir eso en tu puta vida, no sabes todo lo que me pasado estos dos días —dije en un todo de molestia y culpa por no haberlas llamado.

—Tranquila Hannah, nos lo imaginamos, pero esperábamos que sea un mensaje ¿no crees? —dijo mi otra amiga decepcionada, me sentía tan basura por olvidarme de llamarlas.

—En serio chicas, lo admito, me olvide de hacerlo. Me siento demasiado estúpida por haberlo hecho, les juró que no quise, pero me han pasado tantas cosas cuando llegue —dije muy mal.

—Ajá, pero ya cuéntanos ¿qué paso? ¿por qué te olvidaste de nosotras repentinamente? —volvió a decir Francesca, si seguía con esas preguntas terminaría cagándola peor.

—Ya les dije que no me olvidé de ustedes, y en resumen, en el avión conocí al mejor amigo de Harry, se llama Louis y me dijo que él ha cambiado mucho desde ese día en que me fui, y sí, cuando me vio yo tuve que actuar como si no lo conociera, me dolió demasiado tenerlo a centímetros y actuar así, pero el actuó peor.

—Oye ¿segura que no te hizo mal viajar? eres una estúpida, ¿por qué no hablaste con Harry en ese mismo instante? ¿eh? —dijo molesta, en situaciones como esta es cuando Francesca iba de un lado al otro dando vueltas que mareaba, pobre de Elisa.

—No es tan fácil como piensas Fran. Tengo un plan que más adelante les contaré —dije sonriendo de lado —oigan… ¿saben algo de Martin? él no me ha llamado, tampoco tengo ganas de hacerlo, tengo miedo y no sé por qué, lo extraño —finalice al escuchar golpes en mi puerta que venían de Paul —¿QUÉ QUIERES PAUL?

—Baja para tomar desayuno, son las 11 mongola, baja rápido —al escuchar la hora me sorprendí, tuve que dejar de hablar con las chicas. Me despedí diciéndoles que luego me comunicaría con ellas.

Termine por salir de la cama, caminé hasta el baño, me lave la cara y los dientes para poder bajar aún sin ánimos. Estando en los últimos escalones cuando vi a alguien entrar a casa, era ¿Louis? ¿qué hacía acá? si Harry lo ve acá lo mata.

—¿Louis? ¿qué haces acá? –dije mientras terminaba de bajar el último escalón.

—Buenos días Louis ¿cómo amaneciste? Muy bien Hannah ¿y tú? ¿no crees? —dijo tratando de imitar mi voz, pero no le salió en lo absoluto.

Sus muecas eran tan graciosas, desde un principio dije que era muy hermoso y gracioso. Estaba con un pantalón de color marrón que le quedaba perfectamente pegado a sus piernas mostrando lo ejercitadas que estaban, camisa manga larga verde jade en forma de u y unas simple toms. Tenía el cabello despeinado como la primera vez que lo conocí, haciéndolo más atractivo.

—Perdóname, es que si Harry o Gemma te ven acá estarás en problemas y no quiero eso —dije sonriendo de lado. Me acerqué a él y le di un abrazo en forma de “saludo” a lo que el correspondió.

—Con Gemma no hay problema, pienso contarle nuestro plan y bueno vine para ver como estabas. Hoy me iré a mi casa que está a 30 minutos de acá —dijo despegándose de mí, no estaría tan lejos de aquí, pero igual sería más complicado vernos, o eso era lo que pensaba.

Lo mire con tristeza al saber que estaríamos distanciados, en este poco tiempo le había tomado un cariño impresionante. Ese era uno de mis “defectos” porque para mí, era un defecto tener que encariñarme rápido con una persona, que puede que tarde o temprano me traicioné pero aún así el cariño que le tenía era inmenso.

—De seguro piensas que será más difícil vernos ¿cierto? —dijo como si me leyera la mente.

—¿Si? —dije para finalizar.

—Al contrario, nos será más fácil que estemos en otro lugar más seguro, tú saldrías a un punto fijo de la ciudad y yo te alcanzaría sin tener que mentirle a Harry —término con una dulce sonrisa, tenía razón, nos sería más fácil que el este en su casa, así él saldría sin ningún problema.

—Tienes razón Louis —interrumpió mi hermano que estaba ahí escuchando nuestra conversación, yo no me di cuenta que él estaba —boba tu desayuno esta servido, si está frio caliéntatelo, yo tengo que salir.

—¿A dónde irás? —Paul se me acercó y suavemente me dio un beso en la frente. Siempre habrá motivos para que me arrepienta de haber ido a Italia, me hubiera gustado disfrutar mi adolescencia al lado de mi hermano, me hacía tanta falta tenerlo de nuevo conmigo. A pesar de la distancia nunca perdimos comunicación, él estaba ahí para mí como yo para él. Puede que no sea el “mejor hermano” pero para mí si lo era y lo quería demasiado.

—Asuntos de la universidad boba, te dejó con Louis —dijo agarrando la llave de su auto que se encontraba en un perchero al lado de la puerta —y a ti… cuídala mientras estés acá ¿sí? Hannah ya me conto todo —Louis asintió, se sorprendió y me miro.

Mi hermano salió de casa y perdí vista de él. Suspiré hondo. Me dirigí a la cocina para poder tomar el desayuno que Paul me había preparado. Me quedé pensando exactamente 2 minutos en que cosa haría para poder establecer conversación con Harry y él no sea tan brusco conmigo, era un nuevo reto que debería cumplir, para eso tenía el apoyo de Louis que me ayudaría.

Louis se puso detrás de mí dando un grito muy fuerte. El maldito me asustó. Le pregunté si había tomado desayuno y me dijo que no. Saqué otra tasa para tomar el desayuno junto a él, después de todo no quería hacerlo sola.

—¿Té o café caballero? —dije poniendo un brazo delante de mi barriga y otro detrás de mi espalda, agachándome levemente hacia él que estaba ya sentado en la mesa.

—Mmm… ¿qué me recomienda usted señorita? —era muy bueno siguiéndome el juego que había empezado.

—En mi opinión, pienso que un café con leche estaría perfecto —le di dos opciones y opté por meter otra, así era yo, rara.

—Oye, no se vale, solo me dijiste té o café, no café con leche —dijo mientras me miraba a los ojos con los brazos cruzados.

—Lo siento hermoso caballero, opté por otra obsesión mejor —le sonreí dulcemente, él solo me miro por unos segundos fijo a los ojos, eso me puso incómoda, así que yo tuve que apartar mi mirada de él.

Paso 1 hora desde que Louis estuvo conmigo, él se tuvo que ir a casa de Harry, ya que se iba a ir a su casa de “30 minutos de acá”. Se despidió de mi y dijo que me llamaría mañana para ver algunas cosas que haríamos para el plan HESC (Harry Edwards Styles Cox) no se le pudo ocurrir un mejor nombre para nuestro plan a Louis.

Me encontraba completamente sola, apreciando el collar que me había dado Martin antes de que venga a Inglaterra, estaba con la duda si llamarlo o no. Lo extrañaba mucho, pero tenía ese miedo, ese miedo que no sabía a qué se debía. Mi celular comenzó a sonar, antes de contestar miré la pantalla y era Martin, toda mi piel se erizó, sentía nervios, esos nervios que sentí la primera vez que estuve a solas con él. Llegué al tal punto que me comenzaron a sudar y temblar las manos, el celular sonaba y sonaba, ya tenía 3 llamadas perdidas de él así que decidida conteste el celular.

—¿Hola? —escuche por fin aquella voz que extrañaba, a mi primer amor, a la razón por la cuál me encontraba ahora nerviosa y sudosa.

—¿Martin? –estúpida, estúpida, estúpida, de mi boca solo pudo salir un “Martin” me sentía tan nerviosa de volver a escuchar su voz, poder escuchar su respiración al hablar.

—Hannah, mi amor, por dios no sabes la falta que me has hecho, te extraño. Lamento tanto no haberte llamado, de seguro tú lo has hecho y yo no he contestado. Mi celular lo dejé en casa de mi abuela Sam, ¿recuerdas lo lejos que está de aquí cierto? —aún no podía creer que me llamará “amor”, ya no éramos novios, pero todo el amor que hemos estado sintiendo estos años no podían desaparecer de la noche a la mañana. Él estaba hablando rápido, estaba igual de nervioso que yo, lo conocía a la perfección y sabía cuando estaba nervioso, y ahora lo estaba.

—Sí, si lo recuerdo, pero no te preocupes, yo no pude llamarte, tuve algunos problemas. Tenía pensando en hacerlo hasta que tú lo hiciste —escuchar de nuevo su voz me puso sentimental, de mi rostro cayo una lágrima que llego a mi boca.

—Entiendo, quería saber como estabas, pronto tendrás una sorpresa por parte mía, muy pronto amor.

Cansado de estar sentado en mi cama pensando, salí de mi habitación. Al hacerlo, pasé por la habitación de Gemma. Escuche sus sollozos, me dolía tener que pelearme con ella, pero siempre lo hacíamos y el problema de nuestra peleas tenía nombre y apellido “Hannah Sandler”. Por ella es que siempre me peleaba con Gemma, y aún así ella quiere que perdone todo lo que me hizo y sigue haciendo. Puede que no demuestre que quiero a mi hermana, pero la amo al igual que a mi madre, pero al parecer nuestras peleas seguirán. No tengo en mente recuperar la amistad que perdí con Hannah, no ahora.

Lo busqué por toda la casa, pero Louis no estaba. Ayer no le pude contar por qué lo necesitaba, por qué quería que este conmigo y me aconseje, no sabía donde se había metido mi querido amigo.

El aparato que tenía en el bolsillo trasero comenzó a vibrar, lo saqué y era Sarah, una de las tantas que tenía tras de mí. Tal vez distraerme y jugar con ella un rato no me haría mal. Hable con ella y vendría en 1 hora, perfecto. El salvaje Styles está de caza.

—Veo que no se mataron —dijo Louis dando un portazo. Se acercó y se sentó a mi lado.

—¿Dónde estabas? —Louis es un gran amigo, le agradezco por haberme separado de Gemma pero cada vez que salía, no me decía a donde iba, era todo un misterio.

—Fui a dar una vuelta a la zona, necesita respirar aire fresco —dijo sonriendo, la típica sonrisa de Tomlinson.

—¿Y por qué no me avisaste que salías? —no era necesario hacerle un interrogatorio, pero era algo incontrolable. Él solo me miraba sin entender, siempre he tenido la costumbre de hacer interrogatorios.

—No empieces con tus interrogatorios Edwards, no ahora quieres —me dijo casando, ese era un gran defecto en mí, algo que por más que tratará de cambiar se me hacía imposible.

—Oye lo siento, es algo natural y sabes que intento evitarlo —dije en defensa tratando de acomodarme en el sillón —Sarah vendrá y…

—Quieres la casa para ti solo, ya tenía planeado irme Harry, me llevaré a tu hermana para que no joda tu “caza”, no te preocupes —sabía que se iba a poner así, se puso de pie, dispuesto a irse, pero lo detuve, necesitaba contarle porque lo necesita, aunque pareciera que no lo hiciera, lo necesitaba más que nadie, y Sarah solo sería una distracción.

—Vamos bro, te necesito a mi lado, Sarah solo será una distracción. Ayer no te pude contar todo lo que me ha pasado durante el tiempo que estuviste en Milán, ¿me escucharás? —al igual que yo, era terco. Pero él a pesar de mis actitudes, siempre me apoyaba y sabía que estaba vez no sería la excepción.

—Pues no parece Harry, pero te conozco bien, y sé que no me harías cancelar mi viaje por estupideces ¿cierto? —dijo sin mirarme, algo andaba mal en él.

—Desde que te fuiste mi mamá estuvo recibiendo llamadas del señor, no ha dejado de molestar, llamaba a cada rato. Mi mamá cansada decidió ir a verlo, yo la iba acompañar pero decidió ir sola. Ese señor quiere la patria potestad de Gemma y mía, está claro que mi mamá no se la va a dar, pero hay algo que le dijo. Ella ya no es la misma desde que se vio con él. Todas las noches llora, trata de ocultarnos el por qué lo hace, ¿sabes? ella es muy fuerte, nos ha educado y ha sabido salir adelante con nosotros dos, la valoro demasiado, pero el miedo y la triste de ver a mi mamá sufrir y llorar todas las noches me carcome el cuerpo, simplemente no puedo verla así Louis, no puedo —al terminar con eso, me abalancé sobre él, llorando, sufriendo por mi mamá, tengo miedo de perderla. Louis me correspondió el abrazo dándome pequeños golpes en la espalda, me decía “todo va a estar bien, llora, te hará mejor” sus palabras me hacían bien, sabía que si tenía un problema tenía que recurrir a él. Siempre ha estado, está y se qué estará ahí para mí cuando lo necesite.

—Pase lo que pase, Anne siempre va a estar con ustedes, no digo que él vaya a tener tú custodia, sino que ella siempre va a tratar de ser fuerte ante ustedes para que no sufran, pero lo que no sabe es que si lo hacen al ver a su madre sufrir. Trataré de hablar con ella, es fuerte y sabe sobreponerse —me dijo aún abrazándome, al escuchar lo que me decía lloré aún más. Louis es el amigo que todos quisieran tener, él no solo esta en las buenas, sino también en las malas, y cuando estaba en las malas, siempre sabía como reponer a la persona que se encontraba destrozada.

—Gracias, sé que a veces también me pongo insoportable contigo como hace un momento, pero con todo esto de mi mamá, Gemma y Hannah, me tiene loco e insoportable —me separé de el, en momentos como estos es donde me ponía sensible y decía todo lo que sentía. Él me miraba tiernamente, con esas miradas que el siempre solía mandarme en momentos como estos, de ayuda y fuerza.

—No tienes nada de que agradecer, sé bien como eres, ya no importa lo de hace un momento, lo que me importa es hacerte sonreír y ya no estés más así. Pero ah… el señor Harry está de caza hoy ladies —como siempre terminó por sacarme una sonrisa con sus comentarios.

—¿No quieres acompañar al cazador a jugar con su linda presa? —Sarah era una de las amigas de Chelsea, siempre estuvo detrás de mí, una de las chicas más deseadas en la universidad, sería mía hoy.

—Yo paso, sino ¿quién distrae a Gemma? —no sé que haría sin él, Sarah vendría en 50 minutos y la casa tenía que estar sola, no quería interrupciones —iré dónde Gemma, deberías pedirle disculpas —sería una mala idea ir en estos momentos donde ella, su rabieta duraría hasta mañana.

—Mañana lo haré, necesito que se calme bien, o tal vez comencemos a pelear, de nuevo…

—Arréglatelas tú con eso, iré por ella, adiós y lávate la cara —se fue dejándome solo, seguía pensando, esta vez no en mi madre, sino en Hannah. Ayer cuando la vi lucía tan distinta, tan cambiada. Era otra Hannah, el color de sus ojos han cambiado, los tenía más claro. Es obvio que no se iba a quedar con el mismo cuerpo de una niña de 8 años, ahora tiene 18 y podría decir que la chica que vi ayer no es Hannah Sandler, quisiera tenerla en mi cama, lo admito, pero por otro lado está mi orgullo, que impide acercarme a ella a toda costa.