Lo que la distancia ocasiono (Harry Styles)

No puedo creer que la vaya volver a ver después de 10 años, la he visto por fotos y por skype. Mi pequeña Hannah volvía a casa, el lugar donde jamás debió ir se. Pedí a mi novia que me ayudará a prepararle una sorpresa, ella aceptó. Yo tenía que viajar a Londres a recogerla, nos quedaríamos allí una noche, ya que íbamos a conocer un poco más de la capital.

Salí de casa y vi a Harry Styles, él ex mejor amigo de mi hermana peleando con las llaves de su casa. Desde que se fue, él cambio mucho, al parecer le cayó mal su partida. Recuerdo cuando venía todos los días a casa a jugar con Hannah, era simpático, me caía bien. Pero cuando se fue mi hermana, él cambió, se volvió una persona grosera y malcriada, a la edad de 9 años llevaba a varias niñas a su casa, cada fin de semana una distinta. Su hermana Gemma me decía que esas niñas eran sus “novias”. Fue creciendo y siguió igual, pero estaba vez la chicas no se iban hasta el día siguiente. Al principio yo lo saludaba pero él me despreciaba. No entendía su odio hacia mí. Yo igual le empecé a tomar cierto desprecio.
Le avisé a Gemma que mi hermana llegaba, ella se alegro y dijo que le iba avisar a Harry. A pesar de todo, él fue amigo de mi hermana.
Cuando Harry se dio cuenta que estaba ahí, me miro con odio e hice lo mismo. Subí a mi auto y partí hacia Londres.

Hannah-.

Estaba tan tranquila durmiendo, hasta que sentí que me movían, me desperté y era el chico que estaba a mi lado. Era lindo, ojos azules, labios delgados rosados, cabello castaño y un tanto alborotado.

—Eh sí… ¿qué paso? —pregunté adormilada mientras me acomodaba en el asiento del avión.

—Perdón por despertarte, es que tu celular no deja de sonar hace bastante tiempo. Trataba de dormir pero tu celular… —rió por lo bajo. Me uní a él pero con una risa estúpida.

—Oh lo siento… —dije avergonzada. Sentí como mis mejillas empezaron a calentarse, poniéndose de un color muy rojo —tengo el sueño muy pesado —admití.

—Me di cuenta, pero no te preocupes —sonrió. — Fíjate quién era.

—Oh sí, gracias —volví a sonreírle. Saqué mi celular y vi que era mensajes de mi hermano. Los leí y todos eran de ‘Ya te quiero ver’ ‘Te he extrañado mucho’ ‘Ya estoy viajando a Londres para recogerte, me imagino que debes estar haciendo lo mismo’ ‘Te quiero enana’ y muchos más. Estaba tan emocionado de volverme a ver.
Le conteste los mensajes, después de hacerlo guarde mi celular.

—Oye, muchas gracias por avisarme —le dije amablemente al chico de al lado.
—No te preocupes —sonrió —, por cierto soy Louis, Louis Tomlinson —me extendió su mano y no dude en responderle.

—Mucho gusto Louis, yo soy Hannah Sandler —le sonreí y respondí a su saludo.

—Lindo nombre Hannah —me sonrió tímido.

—Igual Louis —susurré. A lo que él me salió con una pregunta inesperada.

—¿Eres británica cierto? —me preguntó con intriga.

—Sí ¿tú también, no? —le pregunté igual.

—Sí, el acento, ya sabes… —dio algunas carcajadas al igual que yo, comenzaba a caer bien.

—Sí, aunque yo perdí un poco mi acento —admití. Después de estar 10 años en Italia era obvio que cambiaría mi acento.

—Lo pude notar, es una mezcla de inglés británico con acento italiano, algo raro pero muy lindo —me volvió a sonreír. Louis era un chico muy halagador.

—Gracias Louis —sonreí tímida con la cabeza agachada.

—De nada, ¿te quedarás en Londres? —preguntó curioso.

—Solo una noche, de ahí me iré a Holmes Chapel, de ahí vengo ¿tú? —pregunté.

—¡YO TAMBIEN IRÉ ALLÍ! —gritó un tanto ‘emocionado’. Todos los pasajeros voltearon a vernos. No me pude contenerme y reí. Sonó a un tanto afeminado, fue graciosa su expresión —lo siento —se disculpó y se ruborizó, algo que me pareció muy tierno.

—No te preocupes, pero tengo que decir que sonaste a una mujer —volví a estallar en risa, no pude olvidar su cara de emoción.

—Suele pasarme, pero ya no te burles —decía como un niño pequeño.

—Está bien, trataré de olvidar tu cara de “YO TAMBIEN IRÉ ALLÍ” —lo imité y volví a reír agarrándome la barriga que me comenzó a doler de tanta risa.

—Entendí, entendí —reclamó él acomodándose en su lugar.

—Es que fue gracioso ver a un hombre con esa actitud —solté pequeñas carcajadas.

—Normalmente suelo hacerlo, pero no delante de chicas… —se volvió a ruborizar al admitir su actitud de hace un rato.

—Ok me calmaré —dije más tranquila aún con las manos en la barriga.

—Así me gusta ¿irás de visita a Homel Chapel? —me preguntó, era muy curioso.

—No, me quedaré ahí. Hace 10 años que me fui de acá para irme Italia, ¿y tú? —respondí tranquila, quería ver a mi hermano de una vez, me había hecho mucha falta.

—Yo también vivo allí, pero soy de Doncaster. Me fui a Milan de visita con mi familia hasta que mi amigo me llamo, me dijo que me necesitada, por eso volveré —dijo muy triste y preocupado mientras posaba su cabeza en la ventana del avión.

—¿Qué tiene? —pregunté. Me preocupo verlo así, de seguro su amigo no estaba pasando por un buen momento.

—Aún no lo sé, solo me pidió que vaya y eso hago —dijo mientras volteaba su cabeza para dirigirme una sonrisa de lado.

—Eres una gran amigo Louis, cuando te vea verás que se pondrá mejor —le sonreí mostrándole una de mis sonrisas más sinceras.

—Gracias linda —me sonrió— y dime, ¿por qué te fuiste a Italia?

—Por cosas familiares. Mis padres tienen un trabajo allá, por eso me tuve que ir con ellos –mis primeros días en Milán era grises, no comía, no jugaba, no quería hacer absolutamente nada.

—Entiendo ¿y cuántos años tienes?

—Uhm… ¿cuánto me pones? —dije con una voz y mirada desafiante.

—Tienes cara de una chica de 18 años —dijo firme a su respuesta.

—¿Eres brujo cierto? —bromeé, él tenía sonrisa triunfadora.

—Já, lo sabía —dijo el chico muy feliz por su victoria.

—No te me emociones mucho eh —le advertí. No era tan bueno que comenzará a desafiarme.

—Uy ¡que miedo tengo! —me dijo en un tono retador.

—Así me gusta baby, tenme miedo —sonreí pícara, el no podría ganarme.

—Graciosa –rió. —Eres muy simpática Hannah.

—Tú igual Louis. Y debes de tener unos 20 años —dije.

—Estás en lo cierto —lo dijo en un tono muy normal.

—Ves, no eres el único adivinador —reímos ambos ante mi comentario.

Luego de charlas con Louis y contarnos algunas cosas, la azafata nos dijo que faltaba poco para llegar a nuestro destino, tan solo era 3 horas de vuelo y no faltaba casi nada para aterrizar.

Estaba en mi cama pensando en todo lo que me había pasado esta semana. Terminé con mi novia Chelsea, no es que me importe mucho, pero ha sido con la que más he durado. Mi mamá tenía problemas con mi papá. Yo no dejaba de pelear con Gemma, porque me dijo que Hannah volvía, no sabía si creerle o no. Varias veces me ha dicho lo mismo. Aunque esta vez me dijo que Paul iba a Londres a recoger a Hannah que regresaba de Milan, que él le iba hacer una fiesta sorpresa por la tarde y quería que vaya.
Cuando Hannah se fue me dijo que me iba a llamar pero nunca lo hizo, sufrí mucho por su partida. Por ella soy quien soy, la persona negra de mi casa.
El único que me entendía era Louis, él sabía mi situación. Por eso lo llamé, quería estar con él. Lo había conocido un año después que Hannah se fue. Ha sido una gran ayuda para mí. Él llegaba mañana al igual que Hannah.
Tocaron mi puerta y era Gemma.

—¿Qué quieres Gemma? —grité desde mi cama. Mis ganas de no hacer nada, era más que normal.

—¿Piensas ir a la casa de los Sandler mañana? —preguntó ella entrando a mi habitación sin mi permiso.

—Ya te dije que no voy a ir, me importa poca que venga ella, me hizo mucho daño. A parte Louis llega mañana —respondí tranquilo mientras jugaba con mis dedos.

—Contigo no se puede Harry, ¿por qué has cambiado tanto? —preguntó decepcionada.

—Eso no te importa y vete de mi habitación —le ordené y ella rodeo los ojos para luego bufar.

—Eres un imbécil —me grito y tiró la puerta.

Lo que menos me importaba era lo que pensaba Gemma, más me importaba mamá que estaba sufriendo. Trataba de hacerme el duro, pero todas las noches lloraba por mamá y ella, que a pesar que la odiará, algún día quisiera que vuelva.

Louis-.

Llego la hora, el avión empezó aterrizar. Salí junto a ella y empezó a buscar a su hermano. Estaba muy contenta de estar de vuelta acá. Cuando lo entró fue corriendo hacia él, se lanzó a sus brazos y él no dudo en corresponderle el abrazo y la cargo. Una escena muy tierna, lo mismo me paso a mí un tiempo con mis hermanas.
Empezaron hablar, en eso veo que se empiezan acercarse donde yo me encontraba.

—Hola —salude amablemente a aquel chico. Dejé mi maleta a un costado para seguir lo que recién empezaba.

—Hola, ¿tu eres? —preguntó intrigado por saber mi nombre.

—Paul él es Louis, un amigo. Louis él es Paul, mi hermano —interrumpió Hannah dándonos a conocer a cada uno.

—Mucho gusto Louis —me estrechó su mano. Sonrío y su sonrisa era muy idéntica a la de Hannah.

—Igualmente Paul —sonreí. —Hannah me ha hablado mucho de ti.

—Gracias. Que bueno que te haya hablado de mi. Pero no sé nada de ti, como verás después de 10 años que la veo.

—Lo conocí en el avión, empezamos hablar y de ahí saliste tú –nos volvió a interrumpir Hannah.

—Eso quiere decir que fui el tema de conversación. Muchas gracias por los halagos hermanita –dijo en tono egocéntrico. Su hermana solo rodeo los ojos.

—Bájate de tu nube hermanito, solo fue por estaba vez —dijo seria Hannah.

—Uy ok —dijo Paul —amargada —susurró a lo que ambos escuchamos.

—Sigues siendo él mismo bobo que piensa que me enojo —ríe —, jamás cambiarás bobo, te extrañe mucho. —se lanzo sobre su hermano.

—Eso es bueno ¿no? en cambio hay otros estúpidos que si cambiaron —ahora el serio era Paul, no entendíamos a lo que el quería referirse.

—¿A qué te refieres? —preguntó Hannah separándose de él.

—Pronto lo sabrás —dijo aún serio.

—Eso espero Paul —dijo dudosa, algo había pasado.

—Y Louis ¿te quedarás acá o irás a otro lado? –me preguntó Paul.

—No, iré al mismo lado que ustedes a Homes Chapel —sonreí.

—Que bueno, ¿te parece viajar mañana? para ir nos los 3 juntos —dijo invitándome, fue muy amable de su parte.

—Claro, no tengo problema —volví a sonreí.

—Perfecto, entonces mañana viajaremos los 3 para allá —dijo Hannah muy contenta y sonriente.

Luego de esa conversación y arreglar para ir nos los 3 a Homes Chapel, fuimos por nuestras maletas. Yo llevaba 1 maleta, Hannah tenía 2 maletas, eran grandes. Pero cualquier chico pensaría “Viene a vivir a Inglaterra y ¿solo trae 2 maletas? es una chica, puede traerse todo su closet” pero ella no era así. Trajo lo esencial de allá, luego se compraría más ropa, eso fue lo que me dijo.
Llegamos al auto de Paul y nos dirigimos a un hotel a dejar las maletas. Luego de almorzar, empezamos hacer un poco de turismo, no conocíamos mucho de Londres. Así que fuimos a las Casas del Parlamento, siempre quise estar ahí, todo era una locura.

Ya estábamos en Londres, mañana viajaría con Louis y Paul a Homes Chapel.
Ahora nos encontrabas en las Casas de los Parlamentos, solo había visto ese reloj por fotos, jamás pensé en tenerlo a metros de mí, saqué mi cámara y saque algunas fotos. Luego nos dirigimos a Trafalgar Square, la gran plaza de Londres, allí se encontraba una gran pileta donde había mucha gente. Varios niños jugaban con el agua, lo cual me causo mucha ternura. Había un niño y una niña, ambos se veían tan contentos corriendo alrededor de la pileta. De causalidad salieron ellos en una de mis fotografías, fue una gran toma. Ellos me hacían recordar tanto a él, lo extrañaba demasiado. Desde que llegué acá Paul no me ha hablado nada de él.

Seguí tomando fotos, sabía lo hermoso que era Londres aunque solo lo haya tenido que ver por fotos.

Louis al igual que aquellos niños, esta corriendo, le tomé varias fotos. Era muy gracioso, le tomé un gran cariño en este cortísimo tiempo. Y mi hermano, bueno, él se miraba en el agua de la pileta como si fuera su espejo, pero también le tomé fotos. Sé las enseñé a Louis y me agradeció por las fotos que le tomé, según él salía muy “chulo”, no entendí esa palabra, me dijo que era una palabra en español y significa hermoso, bello, precioso y eso. Yo reí cuando me dijo su significado.
Le di a Paul mi cámara para que mirara las fotos que había sacado en nuestro transcurso.

—¿Con qué eres chulo no Louis? —pregunté caminando hacia él.

—Sí, soy muy chulo —afirmó él. Las cosas con las que te puede salir este chico.

—Eres un loco —reí y le di un leve golpe en su hombro. Salía con cada estupidez, era único, un gran amigo.

—También te quiero Hannah —me dio un abrazo por la espalda.

—Sí, yo también —me di la vuelta y lo abracé riendo.

—Pero que tiernos —dijo Paul y tomo una fotografía de nosotras abrazados.

—¡Oye! ¿Por qué tomaste esa fotografía? —gritó Louis y nos separamos.

—¿Por qué? ¿qué tiene? —pregunté.

—Es que nos tomo de perfil, eso quiero decir que saldrá mi enorme trasero —comentó Louis. Empecé a reír junto a Paul.

—Louis estas muy loco —dijo Paul riendo, se había puesto rojo de tanto reír.

—Tenemos que admitir que si tienes un enorme trasero —comenté riendo.

—No se burlen de mi trasero —dijo como un niño pequeño.

—Esta bien. Paul dame la cámara para ver la foto —pedí y me acerqué a él.

—¡Hannah Sandler! —gritó mi hermano y me asusté.

—¿Qué? No hice nada bobo —respondí, alejándome un poco.

—¿Cómo qué no? ¿qué es esta fotografía? —me enseñó la foto que le tome de él mirándose en el agua de la pileta.

—Ah bueno, era una escena tierna y deci… —me interrumpió mi hermano y le entrego la cámara a Louis.

—Mejor correr —me ordenó.

—Sí mi capitán —obedecí y empecé a correr alrededor de la pileta.
Louis no dejaba de reírse ante la situación, corrí lo más rápido que pude, casi choco con una señora y su bebé, pedí disculpas y seguí corriendo. Paul se empezó acercar. A lo lejos vi como Louis me tomaba fotos y por mirarlo a él, mi hermano me atrapo, haciendo que me cayera. Cuando logró su objetivo, empezó hacerme costillas, Louis se acerco a nosotros y nos seguía tomando fotos. Supliqué para que me dejara libre de su amarre, pero él no me hacía caso. Louis me ayudó a que Paul dejara de torturarme.

—Gracias por tu ayuda Louis —agradecí poniendo de pie.

—De nada, no quería que te orinarás frente de estos niños —sonrió pícaramente, solo por eso me ayudo.

—¡Oye! —exclamé.

—Buena esa Louis, dame cinco —mi hermano levanto su mano, pero él no se la chocó.

—No —contestó firme Louis.

—Que mal hermanito, te despreciaron el saludo —reí.

—Ya basta y miren las fotos que les tome, son muy lindas —me entregó la cámara.

Empezamos a verlas, tenía razón, las fotos eran lindas. Le dije a Paul que no iba a borrar su foto, él se molesto un poco, pero luego acepto. Cuando lleguemos a Homes Chapel las iba a revelar.

—¿Qué les parece si vamos a Abbey Road? —pregunté —, no está lejos, es un buen lugar para tomar fotos.

—¿En esa calle fue donde grabaron The Beatles? —dijo Louis emocionado.

—Algo así, Abbey Road Studio esta por ahí, en ese lugar grabaron su CD —sonreí —¿vamos?

—Está bien, uno de mis sueños ha sido ir a esa calle y tomarme una foto como The Beatles —comentó Paul feliz al igual que Louis.

—Genial, entonces vamos —dijo Louis muy contento. Nos encaminamos a la calle Abbey Road, una de las calles más conocidas y visitadas por varias personas en Londres.

Al llegar al lugar, había gran cantidad de personas posando como The Beatles en su portada de CD. Nosotros íbamos hacer lo mismo, estamos tan emocionados. Tuvimos que esperar para tomarnos la foto, había varias personas. Cuando llegó nuestro turno, pedí a una chica que nos tomará la foto, ella gustosa acepto y lo hizo. Me entrego la cámara, estaba apunto de ver la fotografía cuando Louis me la quito. Lo vio y sus ojos brillaron. Me la entregó y vi que era muy buena la fotografía. Pensaba en mandarla agrandar y ponerla en mi habitación, será un lindo recuerdo.

Empezó anochecer, mi hermano dio la idea de irnos a London Eye. Era una rueda de la fortuna, desde ahí se podía ver toda la ciudad. De noche era más sorprendente, así que fuimos hacia allá. Dentro de nuestro óvalo había como 12 personas, lo máximo. Quise tomarme una foto con Louis desde lo más alto para que saliera la ciudad iluminada en la parte de atrás, mi hermano se ofreció a tomarnos la foto con mi cámara y también lo hizo desde el celular de Louis. Nos abrazamos y sonreímos.
Una nena de unos 6 años mas o menos, se nos acercó, nos pregunto si éramos novios, ambos lo negamos sonrojados e incómodos. Su mamá vino por ella, antes de ir se la señora nos dijo “Harían linda pareja” nos sonrojamos más ante su comentario. Luego me tomé una con mi hermano y salimos de ahí.

—“Harían linda pareja” —imitó mi hermano a la señora.

—Cállate Paul, Louis es solo mi amigo —dije caminando hacia el hotel, odiaba a mi hermano cuando hacía comentarios fuera de lugar.

—Ok enana —obedeció —Pero Louis ¿tú gustas de mi hermana cierto?

—No Paul, ella solo es mi amiga. La quiero pero como eso, una amiga —respondió Louis, sentí un gran alivio al escucharlo.

—Ahí tienes tu respuesta Paul —no sé a donde quería llegar con todo esto. Cuando se lo propone puede ser tan odioso. Pero me iba a escuchar cuando lleguemos al hotel. Paul rodeó los ojos ante mi comentario. Lo mire e hice lo mismo. Me molestaban sus actitudes. Nos dirigimos al hotel, cada uno en una habitación distinta, pero una al lado de la otra. Fui a la habitación de Paul que era la 305, me dejo pasar. Ahí se encontraba Louis con el teléfono en mano.

—Ya está, la pizza ya viene —dijo Louis mientras dejaba el teléfono en su lugar.

—¿De qué lo pediste? —pregunté yendo hacia él.

—De pepperonis —contesto alegre.

—Perfecto, moría de hambre —comenté y me senté a su lado.

—Hannah, toma —Paul me paso mi cámara.

—Gracias, por eso vine —dije y me levanté para agarrarla.

—Tienes excelente tomas ¿has pensado en ser fotógrafa? —me pregunto Louis.

—Si te digo que la mitad de mi maleta son de fotografías ¿me crees? —pues sí, en una de mis maletas la mitad son de puras fotografías que saqué de mis viajes por Italia.

—¿Me estás hablando en serio? —preguntó Louis muy sorprendido.

—Sí, desde que me regalaron la cámara lo único que hecho es tomar fotos a todos los lados que voy —sonreí mirando las fotografías que habíamos sacado el día de hoy.

—Y, ¿has llevado tus fotografías a un museo o algo? —preguntó.

—No, aún no. Siento que me falta mucho como para ponerlo a vista de todos —suspiré y me levanté para dirigirme a la venta de la habitación con mi cámara en manos.

—Tus fotografías son perfectas enana, piénsalo mejor —dijo mi hermano desde su cama. Tal vez solo dice eso porque soy su hermana.

—Claro —tomé una foto al lago que había en frente del hotel, tenía una gran vista.

—Lo tuyo es la fotografía, deberías seguir asistiendo a tus clases —dijo Paul. Tocaron la puerta. Era el servicio con nuestro pedido de pizza. Comimos la pizza, al terminarla Louis y yo nos fuimos a nuestras habitaciones. Llegué a mi habitación y me lance en la cama, hoy ha sido un día muy agotador.

Paul-.

A penas se fue mi hermana y Louis, llamé a novia preguntándole como le fue con la sorpresa. Ella me dijo que todo estaba listo, sería algo no tan grande, solo ella, Gemma, tal vez Harry, Hannah y algunos amigos de ella y míos que siempre preguntaban por Hannah. Hablamos durante 2 horas, apagué el celular y me puse el pijama.