Entre Zanahorias & Diamantes: ¡Valerie! [Louis&Tú] |TERMINADA|

Awwwwwwww.. :D MAS CHUU!!
Sigue pronto!! :)

PD: Mori con tu vos de Barbie.. :3

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" Uno de mis cuentos... "

LO PUBLICO MIENTRAS SE VIENE LA INSPIRATION CON LA DE LOU ESPERO DISFRUTEN!! -LAU.

Canción Recomendada: Just a Kiss-Lady Antebellum.

Samantha metió sus cosas en el compartimiento que le correspondía. Subió las pequeñas escalerillas del tren, miró una vez más su pueblo, del que ahora partiría, lanzó un beso a su humilde madre y entró al tren que la llevaría a su nuevo destino, se sentó en el asiento que le tocaba, miró su ventanilla, estaba empañada por la lluvia de hace unos momentos. Esperó un rato, sin querer seguir en esa parte del mundo, se puso sus grandes audífonos y los conectó a su iPod, buscó una canción indicada y la encontró: Just a Kiss de Lady Antebellum, no supo cuando comenzó a tomar un rumbo el tren que la transportaba lejos del hogar en el cual había crecido. Tan solo se dejó llevar por la música, como tantas veces y se durmió…

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espero sus comentarios! ;)

Canción Recomendada: If I Die Young-The Band Perry

Se despertó anonadada. El tren seguía su curso, se frotó los ojos y se quitó los audífonos, no se dio cuenta que alguien estaba sentado a su lado, era un chico. Guapo, bastante. Estaba en un estado muy grogui, así que pensó que aquel chico era producto de un sueño, ella siempre tenía sueños muy reales, bastante vivos y pensaba que en aquel momento, era un buen sueño, vaya sí. Parpadeó un par de veces pero el chico seguía ahí. Ella lo miró con mayor atención, era pelinegro, moreno, de ojos miel, y dientes blancos. Lo miró demasiado, tanto que el chico capturó su mirada. La de él era suficientemente penetrante.
-¿Se te perdió algo?-preguntó el chico amablemente.
-No, no. Para nada-Samantha se sonrojó. Y se volteó hacia la ventana.
-Es una vista exquisita-admitió el chico. Empezando una conversación más coherente.
-Sí, es magnifica, daría bastante por poder tomar una fotografía.
-Ah. Eres fotógrafa.
-No, no-rió histérica, siempre le pasaba cuando estaba frente a un chico lindo-Soy dibujante profesional, vengo de un pequeño pueblo. Y pues, espero lo aproveche.
-¿Y para dónde vas?
-A los Ángeles. No sé, creo que sería un buen lugar por el cual comenzar. Estrellas, ya sabes.
-Que curioso, yo también me dirijo para allá.
-¿Enserio? Vaya.-ella sonrió un poco apenada.
-¿Y cuál es tu nombre?
-¿Yo?
-No veo a nadie más por aquí.-bromeó el chico. Se le aceleró el corazón, se creía estúpida.
-Me llamo Samantha. ¿Y tú?
-Sean, un gusto-le tendió la mano a Samanta.
-Igualmente-su mano era cálida, le recordó esas veces en las que estaba tirada en uno de los prados más grandes del pueblo, como recibía el sol de cara. Llenándola de vida, de felicidad.
Se ruborizó con más intensidad. No, aquel no era su momento. Sean le sonrió, una sonrisa bastante electrizante. Se obligó a perderlo de vista. No podía creer, escuchaba un bum bum bum, constante. Lo detectó, era su corazón, apunto de salirse de su pecho.
-¿Cuántos años tienes?-le preguntó Sean.
-Diecinueve ¿y tú?
-Veintitrés. Recién cumplidos.-Le guiñó un ojo. No, iba en decaída, de mal a peor. ¿Hacía calor? ¿O era ella? Comenzó a hiperventilar, aquello iba de horrible a embarazoso-¿Te sientes bien Samantha?
-Uff. Eso creo.-Que pena, era lo que pensaba la pobre agitada Samantha.
-Mmm. Y dime… ¿qué te motivó a viajar?
-Creo que…mi padre. Nuestro sueño siempre fue superar fronteras, como una especie de lista.
-¿Lista?
-Ya sabes, una lista de cosas que quiero hacer si muero joven.
-Vaya, es una idea un poco…
-¿Rara?
-Iba a decir planeada.
-Oh, vale. Es que mi mejor amiga siempre me dijo que estaba loca. Que nunca pensará feo, que eso era pensar mal.
-No, yo lo pienso más como, querer vivir el presente, nunca pensar que algo nos puede parar, ni siquiera la muerte.-Le guiñó nuevamente el ojo. Vaya, ese chico parecía conocerla muy bien.
-Vale, esto es extraño. Yo pensaba exactamente lo mismo de mis planes.
-Almas gemelas-susurró Sean. Ella sonrió avergonzada mientras que a Sean le parecía no ser tan mala idea.
El tren siguió su curso, mientras aquellos jóvenes reían y hablaban, como si fueran el uno para el otro…

Canción Recomendada: We Found Love- Rihanna.

-Así que es como una aventura-dijo Samantha. Sean asintió.
Samantha estaba impresionada, los dos habían conocido mucho del otro. Ella sabía que Sean era un chico guapo, humilde, buena gente, adinerado (aunque fuese algo sin importancia) agraciado, solidario y paciente. Eso nunca se encontraba fácilmente. Mientras que él era un chico dorado. Ella era una granjera bastante humilde, con los ahorros de años había podido pagar su carrera de dibujante profesional.
-Ya está anocheciendo-apuntó Samantha mirando hacia la ventana.
-Sí, ya me está llegando el sueño. ¿Me acompañas a mi hospedaje?
-¿Tienes cuarto propio?-Ella sabía que era una pregunta estúpida, como no. Si se encontraba forrado de dinero.
-Sí, tengo uno-le respondió Sean.
-Vale, te acompaño-le dijo ella.
Caminaron un par de vagones, hasta que encontró su cuarto. Ella sabía que era de los más caros, había pensando en hospedarse en uno por que el viaje era bastante largo. Pero los costos eran exagerados. Ella no tenía tanto dinero como para darse el lujo de comprar un cuarto por una, máxime dos noches.
Se quedó mirando impresionada los detalles de las sábanas de la cama.
-Nos vemos mañana Sam-le había preguntado si podía decirle así.
-Claro.
-Oh, ¿qué modales? Te acompaño al tuyo.
-No es…necesario-respondió Samantha, su tono no era creíble.
-No tienes-afirmó él-perdóname por ser tan imprudente.
-No, tú que ibas a saber.
-Tengo una idea. Quédate esta noche aquí, conmigo.-ella se sorprendió.
-Yo…no, paso. Gracias pero no.
-¿Cuál es el problema?
-Que nos conocemos hace muy poco, literalmente. No acostumbro si quiera a hablar con extraños.
-No te haré nada. Mi palabra.-Sonrió
-¡Jajaja!-rió histérica-yo… lo sé…es vergonzoso.
-Hmmm… lo podríamos arreglar-le sonrió pícaramente y le tendió la mano. Ella aun indecisa. Ella era muy precavida, no era de ser tan descuidada. Mucho menos con hombres extraños. Al final, le tomó la mano y entró a la habitación. Dejaron la puerta cerrada tras de ellos…

Canción Recomendada: It Girl-Jason Derulo

Entraron a la habitación, estaba bien adornada y hasta baño tenía, ahora Samantha entendía porque era tan caro. Sean se sentó en la cama y se quitó la camiseta. Samantha pudo admirar sus pectorales bien definidos. Su respiración se entrecortó con mayor rapidez.
-¿Me…prestas tu baño?-preguntó en un hilo de voz.
-Claro, ve.-ella se metió rápidamente al cuartito de baño. Menos mal traía su maleta. Se puso su pijama y se lavó la cara tantas veces como pudo. << ¿Es qué el tren era un asadero o era ella? >> Se preguntó. Inspiró lo más tranquila que pudo y salió.
-Yo dormiré en el sofá y tú tendrás la cama-le dijo Sean
-¿Qué? No, no, no. Has hecho suficiente por mí, yo puedo dormir en el sillón.
-Ah, pero dejarte dormir en un sofá no es de caballeros.-le hizo una reverencia contrayendo los músculos del abdomen. A Samantha se le incendiaba varias partes de su cuerpo.-Y yo me considero uno.-le guiñó un ojo.
-Ah, vale. Muy caballeroso de tu parte, Sean Wesley.
-Suena lindo que digas mi apellido Lady Samantha White.-Samantha sonrió.
-Vale, basta. No he podido leerme ni un solo libro de Shakespeare, no me obligues a volver al siglo XVIII. Por favor-él se rió bajo y sexy.
-Como digas Sam. Eh…entonces: tú la cama, yo el sofá.
-No.
-Si, es mi cuarto son mis reglas. Nunca he sido majo con una mujer
-¿Eso significa que eres un don juan?
-Eso significa que me han criado muy bien como para no irrespetar o hacer sentir mal una chica, sea o no de “nuestra sociedad”-hizo comillas con los dedos mientras ponía los ojos en blanco, recordando lo que ella le había dicho acerca de que la sociedad de él y la de ella no se mezclaban-Y dices que no sabes de Shakespeare y su época. Como piensas…no te creería.
-Ah, yo sé lo que te digo.
-Ah, yo también. Tú cama, yo sofá.-susurró muy despacio.
-No soy boba, entiendo el español-él sonrió.
-Lo sé, lo sé. Lo lamento, solo quería darle ambiente al lugar tan tenso.
-Bueno, está bien.-Ella se volteó para poder sacar su peineta. Cuando se viró hacia donde Sean, lo pilló mirando sus piernas.
-¿Se te perdió algo?-él negó.
-Que pena.-su corazón palpitó con fuerza, no quería pensar que aquel joven tan precioso en todos los sentidos la encontraba atractiva y a sus piernas, con aquella licra que mostraba más piel de la que a ella le gustara-Vaya-volvió a intervenir Sean-creo que me estoy retractando de lo que dije.
-Oh, tranquilo. Me puedo ir no hay…
-No Samantha, hablo de que no sé si podré no hacerte nada-ella se mordió el labio, ¿se estaba incendiando? Vaya, que ese chico la podía matar de los nervios en cualquier momento.
Escuchó una risa fuerte.
-Tranquila, Sam. Solo era un juego. Calma, yo no soy de esos.
-No, eso lo sé, o espero lo sea.
-Lo es-dijo muy seguro-solo era una cumplido, tienes muy bonitas piernas.-ella se estremeció.
Se metió en la cama y apagó la lámpara. Se escuchó un estruendo y ella se despertó. Sean estaba en el piso.
-Lo siento, es que no quepo. Disculpa por haberte despertado.
-¿Ves? Necesitas la cama.
-No, no, enserio.
-Duérmete al otro lado de la cama.
-No, no… ¿qué? ¿Es enserio?
-Pues si, es tuya.
-¿Pero te sentirás cómoda?
-Si-dijo en un hilo de voz.
-Vale-terminó él. Ella se volteó y apagó la luz, sintió como Sean se acostaba, necesitaba quitarse la cobija, su presencia tan cercana y semidesnudo la ponía más nerviosa de lo que debería. Mientras se quedaba dormida sintió que Sean la abrazaba por detrás. Se quedó tan quieta que del mismo modo le podía dar un espasmo-estás tensa-susurró seductoramente.
-Oh, estás despierto.
-¿Te molesta que…esté…tan cerca de ti?
-N…no.-alcanzó a articular.
Él se acurrucó más a ella.
-¿Segura? Te siento demasiado…tensa.
-He dicho que no-se volteó y sus rostros quedaron a centímetros. Él la miró con ojos demasiado brillantes, la cegaron por completo. Él acercó sus labios a los de ella y se besaron, él le acarició el rostro y ella prosiguió con el beso. Su corazón iba a mil por hora. Él la agarró más por la cintura. Y la apretó contra él, para después terminar ese tierno beso suavemente. Sean sonrió y le dijo en un pequeño susurro-Buenas noches, princesa.
Ella sonrió
-Buenas noches, príncipe.-él hizo el mismo gesto de ella y se abrazaron. Se quedaron dormidos muy juntitos y calentitos…

Canción Recomendada: Ass Back Home-Gym Class Heroes.

Samantha se despertó abruptamente, estaba en la misma silla en la que se había encontrado con Sean.
-¿Sean?-preguntó.
-¿Ah?-preguntó un chico rubio de ojos miel como los de Sean-¿Me conoces?-le dijo desde el otro asiento.
-No, ¿no has visto un chico pelinegro de ojos miel?
-No.
-Espera, ¿ya pasamos por Los Ángeles?
-No, falta medio camino.-dijo.
-Que extraño. Se llama Sean Wesley.
-Yo me llamo Sean Wesley. ¿Te encuentras bien chica?-ella se quedó pasmada, ¿qué había pasado?
-¿Hace cuánto estás aquí?
-Desde la segunda parada, has estado todo el tiempo dormida.
-¿Dormida?
-Si, decías cosas como, ya sé y no me hagas volver a siglo XVIII.
Un Oh, salió de los labios de Samantha. Sí, sabía que era un sueño.
-No puedo creerlo, esto es…vaya, estoy loca.
-Pero eres bonita-le dijo el chico llamado Sean Wesley.
-Gracias.
-¿Y para dónde vas?
-A los Ángeles.
-¡Guau!-sonrió el chico simpático-Igual yo.
Ella le sonrió, sintiendo en lo más profundo de su ser un extraño déjà vu.
Él se sentó a su lado. Y empezaron una conversación. Una experiencia extraña, un encuentro en un sueño, uno real. Y todo en un tren…
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Fin espero les haya gustado
Con mucho amor...

Awwww! Me gusto el cuento! :3
Sigue con la de Lou!!!
Ya quiero saber que pasaaaaaaaa!!

I'm sexy and I know it ;) escribió:Awwww! Me gusto el cuento! :3
Sigue con la de Lou!!!
Ya quiero saber que pasaaaaaaaa!!

ASFTJJI,LLLNFFXX GRACIAAAASSSSS LA SIGO PRONTOO, TU COMENT ME ANIMO EL DIAAAA