El primer amor siempre duele - Liam Payne y tu

- ¿Tienes novia? – le preguntó y sin saber porque. Liam la miró y sonrió levemente.

- Mis asuntos con las mujeres no son los mejores.

- ¿Por qué?

- Según mi mamá soy ‘tímido’. Pero yo no lo considero así. Sino que no se como comportarme con ellas.

- Eres tímido – Dijo asintiendo. Liam rió – ¿Has tenido alguna novia?

- Si, una. Hace 2 años – Le dijo. _____ sintió una pequeña punzada en el estomago. Lo miró.

- ¿Y? ¿Qué pasó?

- No funciono. Ella era demasiado intensa para mí – Le dijo.

- ¿Cómo era su nombre?

- Tiffany.

- Y también con ese nombre, es como para no ser intensa – Dijo. Él volvió a reír. Pronto estuvieron en la casa de _____. Se bajaron – ¿Quieres pasar a tomar algo?

Liam miró hacia su casa y luego miró a _____. No pasaba nada si aun no llegaba a su casa, además tenía ganas de pasar un poco más de tiempo con ella. Conocerla.

- Porque no, golosa – Le dijo.

Ella sonrió y con ayuda de él entraron las bolsas de las compras de ella.

- Gracias a Dios no esta Ron – Dijo y entraron a la cocina.

- ¿Por qué lo odias tanto? – Preguntó divertido.

- Hoy discutí con él – Dijo sin pensarlo. Él la miró.

- ¿Por eso estabas llorando?

- Mmmmm, no…

- Vamos, _____ no soy un extraño idiota – Le dijo. Ella sonrió.

- Bueno, si. Era por eso.

- ¿Quieres contarme?

- No, no. Creo que si te cuento mis problemas te vas a espantar un poco.

- Todo el mundo tiene problemas, _____(tuapodo) – Dijo.

Ella lo miró porque la llamó así y sonrió levemente.

- Discutimos por lo mismo de siempre – Le dijo y le alcanzó un vaso con jugo – No quiere trabajar y mamá necesita ayuda con eso.

- ¿Qué sabe hacer tu hermano?

- Nada – Dijo y ambos rieron.

- No, de verdad. ¿Qué sabe hacer?

- Pues, creo que le gusta arreglar computadoras y todas esas cosas – Liam se puso a pensar.

_____ solo lo miraba. De verdad era extraño. Pero era un extraño……lindo.

- Puedo hablar con mi padre, para que le de trabajo – Ella lo miró sin poder creerlo.

- ¿Estás hablando enserio?

- Claro, ¿Me ves la cara de no hablar enserio?

- No, no es eso. Sino que ¡Nunca nadie ha querido darle trabajo a Ron! – Dijo y rió.

- Pues no te garantizo nada. Hablare con él y veremos – _____ caminó hasta él y buscó algo dentro de un cajón. Era chocolate. Liam la miró divertido.

- ¿Quieres chocolate extraño?

- ¿Tiene maní?

- Si, es mi favorito.

- Amo el chocolate con maní – Le dijo sin dejar de mirarla a los ojos.

- Igual yo – Le dijo ella.

No podían dejar de mirarse. Algo se había despertado dentro de ambos. Algo que nunca, nunca iban a poder olvidar en sus vidas. En las próximas semanas cosas buenas y malas iban a pasar entre ellos. Cosas que los iban a marcar para siempre. Tal vez terminara bien, tal vez terminara mal. Pero estaban seguros de que esto era el comienzo de algo nuevo. 

Ella quitó nerviosa la mirada de aquellos ojos, se alejó un poco y puso un metro de distancia entre ellos. No recordaba la vez en que había sentido esto estando con algún muchacho. Era extraño. Terminaron de comer el chocolate.

- Bueno golosa, creo que mejor me voy. Mamá ya debe estar preocupada porque aun no llegué y creo que la leche se me va a pudrir dentro de tu baúl – le dijo él divertido.

- Yo también lo creo – dijo ella.

Caminaron hasta la puerta y salieron para encontrarse con Ron. Él lo miro y luego miró a su hermana.

- Espero que tú no hayas tenido sexo con mi hermana en mi propia casa porque creo que tendré que matarte – le dijo a Liam.

El castaño rió por lo bajó. _____ lo miró sin poder creerlo.

- Cállate Ronald. Él es Liam, nuestro nuevo vecino, y además es mi nuevo compañero de escuela. – le dijo ella. Ron lo miró bien.

- ¿Y que hacía aquí? – le preguntó. Ella revoleo los ojos.

- Bueno, _____. Ya me voy – le dijo él y tomó las bolsas del baúl – ¡Adiós Ronald! – se despidio desde el auto.

- Adiós – dijo él y volvió su mirada a _____ – Estoy esperando una explicación, _____.

- Y yo estoy esperando que dejes de ser un idiota y eso aun no sucede – le dijo ella y entró a la casa.

Liam vio como ella entraba a su casa, discutiendo con su hermano. Rió por lo bajo y entró a la suya. Su madre se acerco a él.

- ¿Por qué tardaste tanto? Ya me estabas preocupando – le dijo y tomó las bolsas.

- Lo siento, es que……me perdí un poco. Pero ya estoy aquí – dijo él.

- Bueno, la cena estará lista dentro de rato – dijo ella y entró a la cocina.

Liam subió a su habitación y se tiró a su cama. Volvió a sonreír como un idiota al pensar en ella. Esto era raro, esto era nuevo. Jamás había sentido una cosa así. ¿Qué era esto? Sacudió su cabeza y decidió ducharse. Tenía cosas que hacer.




Unas tres semanas pasaron rápidamente, desde la llegada del nuevo al instituto. Y como otro raro más del grupo quedó excluido junto a _____ y Ashley. Los tres entablaron una, por así decirlo, linda amistad. Pero para los demás no era así. Para todos Liam tenía una relación carnal con ambas y los tres tenían noches desenfrenadas de sexo. Aunque para algunos eso era asqueroso. Para otros Liam era todo un ganador por ello. Los tres reían divertidos al escuchar lo que decían. De verdad la gente podía llegar a tener una gran imaginación. De verdad las personas estaban mal. No les importaba para nada el daño, aunque no era el caso de ellos, que les podía hacer a las otras personas. Lo único que importaba era la popularidad, la belleza y la superficialidad. No importaba si la persona era buena, o si tenía buenas intenciones. Eso era lo de menos. De verdad estaban mal.

Liam se sentó al lado de _____ en la cafetería. Ashley había faltado ese día, estaba enferma. Hoy en la tarde irían a verla. Ella lo miró fijo y él también lo hizo.

- ¿Qué sucede? – le preguntó la morena. Liam sonrió levemente.

- Tengo una noticia para ti – dijo él. Ella lo miró bien.

- ¡Oh, dime que Taylor perdió el cabello! – dijo.

Liam rió por lo bajo y la miró sin dejar de sonreír.

- No cambias, ¿verdad? – dijo divertido. Ella hizo un gesto con los hombros.

- Anda, dime ¿Qué sucede?

- Conseguí un empleo para tu hermano – le dijo. _____ dejó de comer en seco. Lo miró, y muy despacio terminó de tragar.

- Lo siento, creo que no te escuche bien ¿Qué dijiste?

- Le conseguí un empleo a Ron – dijo él divertido.

Esto no podía ser cierto, pensaba ella. Lo miró bien, al parecer si era real. ¡Oh por dios! Llevó sus manos a su boca y sonrió divertida.

- ¿Me estás hablando enserio? – le preguntó sin poder creerlo.

- Claro que si – le dijo.

- ¡Dios, eres el extraño más buena onda que conocí en mi vida! – le dijo sin dejar de reír y lo abrazó en un impulso.

Todos se giraron a verlos. Liam sonrió levemente y le respondió el gesto, envolviéndola con sus brazos. _____ seguía abrazándolo con fuerza. No podía hacer otra cosa. Si él de verdad había conseguido un trabajo para el patán de Ron, ella estaba en deuda con él. Su corazón latía rápido, acelerado. Pensó que era por la noticia que él le había dado. Su masculino perfume entró por su nariz, para despertar algo más dentro de ella. Pronto vio que todo el mundo los miraba y cuchicheaba. Lentamente se alejó de él y lo miró sonrojada a los ojos.

- Lo……lo siento – le dijo ella. Liam negó levemente con la cabeza.

- No, no tienes porque – dijo él y miró a su alrededor – Además creo que me merecía eso por la gran noticia – agregó. Ella sonrió levemente.

- De verdad, muchas gracias – le dijo aun un poco avergonzada.

- Deja de agradecerme porque sino tendrás que darme otro abrazo – le dijo.

Ella negó divertida y volvió a su comida.

Taylor los miró y luego miró a sus amigas, para luego mirar a su novio. Mathew hablaba entretenidamente con los chicos de baseball. Volvió su mirada a Liam y a _____, sonrió levemente. Algo acababa de pasar por su cabeza, algo que la divertiría mucho, mucho.

Corrió lo más rápido que pudo ya que había comenzado a llover. Amaba mojarse, pero estaba un poco desabrigada, no quería terminar como su amiga. Toco el timbre.

- ¡_____(tuapodo)! – escuchó una resfriada voz. La puerta se abrió.

- Hola – le dijo al verla.

- Hoda, cadiño – le dijo ella y la hizo pasar – Que suedte que llegaste a tiempo, pod poco y te mojas toda

- Lo se, lo se – dijo la morena y dejó sus cosas sobre el sillón – ¿Cómo te sientes?

- Mejod, pedo los malditos mocos me hacen hablard como Taylor – dijo aterrada. _____ rió por lo bajo. Entraron a la cocina – ¿Y Liadm?

- Dijo que venía dentro de un rato, tenía unas cosas que hacer – le dijo y recordó lo de la cafetería – ¡No sabes lo que ha hecho por mí!

- ¿Qué? – preguntó la rubia, mientras se servia una taza de té.

- Le consiguió empleo a Ronald – dijo emocionada.

Ashley comenzó a toser ya que se había ahogado con su té.

_____ se acercó a ella y palmeó su espalda.

- ¿Cómo dices que dijiste? – dijo calmando su tos.

- ¡Eso, eso, que le consiguió empleo a mi hermano! ¿Puedes creerlo? – dijo y tomó una galleta del plato.

- _____ ¿Liadm no quedrá adgo contigo? – dijo Ashley. Ahora la que se ahogaba era la morena. Comenzó a toser. Ash se acercó a ella y la palmeó – Tranquida, tranquida – le dijo divertida.

- Pero…pero…¿De donde sacaste eso? – le dijo sin dejar de toser aun.

- No lo se, solo lo pensé – le dijo ella.

_____ tomó un vaso y lo llenó con agua. Lo tomó lo más rápido que pudo y luego respiró profundamente.

- Pues, estás loca – dijo y se volvió a sentar en la mesa.

- Tranquida _____, solo lo pensaba – dijo pícara.

El timbre sonó. _____ se tensó. De seguro ese era él. Ash la miró y alzó una ceja.

- ¿Puedes atended tú? Necesito id al baño – le dijo y se puso de pie para subir las escaleras.
_____ se puso de pie y caminó hasta la puerta. No sabía porque estaba tan nerviosa, no debería estarlo, pero lo estaba. Abrió para encontrarse con un empapado Liam. Él entró y la miró. Ambos sonrieron divertidos.

_____ mordió levemente su labio inferior. Se veía sexy mojado. Miró hacia otro lado, ¿Qué demonios había pensado?

- Llueve………y mucho – dijo él nervioso.

- Me he dado cuenta – le dijo ella. Liam se quitó la campera y la coloco en la cocina.

- ¡Ashley! ¡¿Dónde están las toallas?! – le preguntó _____ desde abajo.

- ¡Fídjate en el admadio del labadedo! – dijo fuerte.

- ¡Oh, por dios! Dime que no tiene esa voz – le dijo él al escucharla.

- Déjame decirte que si la tiene – dijo ella y fue en busca de una toalla.

Liam rió divertido. _____ sonrió al escucharlo. Encontró las toallas y sacó una bien grande para que él se secara.

- Gracias – le dijo él al tomarla.

- De nada – contestó y se volvió a sentar en la silla.

- ¿Te molesta si me quito la camisa? Necesito secarme, porque o sino terminare con la voz como Ashley – le dijo. Ella sonrió y lo miró.

- Claro que no – le dijo.

Él sonrió y comenzó a desabrochar los botones de su camisa. _____ tragó saliva y trató de no mirarlo, pero eso se le estaba haciendo imposible. La respiración se le fue del cuerpo cuando, un despreocupado Liam, se quitó la camisa por completo. Trato de no abrir la boca y mirarlo como una desquiciada. Pero él……él era increíble. Cada músculo de su cuerpo se marcaba bien. Cada definida línea de su cuerpo era gruesa y firme. Ahora sabía que cada hora que no dormía a la mañana valía la pena. Miró hacia otro lado, tenía que hacer otra cosa.

Liam la miró, mientras él se secaba bien. Ella inclinó la cabeza para buscar algo y su pelo largo y oscuro cayó hacia el otro lado, dejándole ver una parte de su nuca. Un pequeño dibujo se encontraba debajo de su oreja. Lo miró y sin pensarlo se acerco a ella.

- Oye, tienes un tatuaje – le dijo. _____ levantó la cabeza, para encontrarlo a pocos centímetros de ella. Trató de no respirar fuerte, iba a desmayarse si lo hacía.

- Si, si. Me lo hice hace……dos años – le dijo nerviosa.

Liam sonrió y levanto una de sus manos para tocarlo suavemente. La piel de _____ se erizó por completo. Tenía a un amigo frente a ella sin camisa, acariciando su tatuaje. Perturbador.

- Es lindo – dijo Liam y la miró a los ojos.
Como en casa de ella hace tres semanas, estaban cerca, demasiado cerca. Aun su pelo estaba mojado, así que las gotas caían por su rostro. _____ levantó una de sus manos y las secó.

- Gracias – le dijo suave y miró sus labios.
Era la primera vez que los miraba fijamente. Eran llamativos, atrevidos y muy tentadores. Como ya saben, él nunca había sido bueno con las mujeres y su condición de aun virgen le decía eso. Pero en este momento, tenía ganas de descubrir aquello con ella. Se alarmó un poco por sus pensamientos. _____ es su amiga, su nueva amiga. ¿Cómo demonios podía pensar una cosa así? Sin pensarlo inclinó un poco su cabeza hacia ella. _____ no se movió de su lugar, no podía moverse.

- Oidgan, ¿Pod que están tan……….callados? – preguntó deteniéndose un poco al entrar a la cocina y verlos tan cerca.

Ambos se alejaron nerviosos. Ashley levantó una ceja. Liam no traía puesta la camisa. Ninguno de los dos la miró a la cara.

El castaño tomó su bolso y sacó una remera seca para ponérsela. La rubia se acomodó la garganta.

- Hoda, Liadm – lo saludó.

- Hola teletuvi resfriado – le dijo él. _____ rió divertida y Ash también lo hizo.

- Oyed, que fea compadación – dijo divertida.

- Te traje algo, espero que no se haya mojado, pero es algo – le dijo y sacó una bolsa de su mochila. Ashley sonrió como una pequeña niña, esperando un gran regalo de navidad.

- ¡Ooh, son gadlletitas de lidmón! – dijo emocionada y se acercó a él a abrazarlo.

Liam rió divertido y _____ negó divertida.

- ¿Te gustaron? – le preguntó.

- Sid – dijo ella asintiendo – Hace mudcho, mudcho que nadie me hace un degalo.

- ¡Mentirosa! – dijo _____ al escucharla.

- Me defiero a un degalo de un amigo hombre – dijo ella.

Liam volvió a reír y miró fijó a _____, para negar divertido con la cabeza. La morena respiro levemente y quito su mirada de él.

- Voy…….voy a buscar algo en la sala, ya vengo – dijo el castaño.

- Trádeme la caja de tintuda que esta en el baño, pod favod – le pidió Ash. Liam asintió

Cuando se fue, Ashley se giro a verla fijamente. _____, sin prestarle atención, tomó una galletita de limón.

- Didme que no estaband pod tened sedxo en mi codcina antes de que yo entada – le dijo la rubia. La morena la miró bien.

- ¡Claro que no! – dijo ella sin poder creerlo.

- Pues, dédjame decidte que ustedes dos estaban teniendo sedxo con la midada – dijo ella.

- Ay Ashley, sabes que yo no soy Taylor. No voy a entregarle mi virginidad a cualquiera que se me cruce por el camino – le dijo. Liam entró y las miró.

- ¿De que hablan? – preguntó.

- De la importancia de usar una buena tintura – le dijo _____.

- Mentida, hablábamos de la impodtancia de una buena primeda vez – dijo la rubia.