No Toques ✕ (Niall Horan y Tú) [TERMINADA]

— No estoy enamorada, Liam. —Suelto después de un minuto en absoluto silencio.
Mi frente se arruga de lo confundida que estoy, no puedo estar enamorada, ni si quiera siento que llegaría a eso. Puede gustarme Niall pero eso no significa que el amor llegue casi al instante, ¿Verdad? No… yo, no sé qué hacer.
Liam niega con su cabeza y se rasca su –ya creciendo- cabello, cierra los ojos aspirando un poco de aire y luego lo suelta para mirarme un poco avergonzado.
— Yo sé lo que sientes, ____.
“Me ha llamado por mi nombre”
— Cada vez que miras a esa persona se te acelera el corazón o tienes angustia cuando no estás a su lado pensando en qué estará haciendo. Si es que te extraña o si lleva consigo los mismos sentimientos que tú le ocultas. —Se acerca un poco—. Yo también tengo a alguien así.
Esto no está ocurriendo.
Liam enrojece a más no poder y se cruza de brazos enfadado.
— ¿Quién es esa persona, Liam?
Mira hacia afuera de la puerta, vuelve hacia mí y dice—: Danielle.
Ahora sí que me encuentro confundida.
— ¿No están juntos? —Pregunto.
Niega con su cabeza y por un segundo mi mente queda en blanco, luego le sonrío y suelto una pequeña carcajada.
Sin lugar a dudas es demasiado tímido.
— ¿Pero no es acaso lo mismo que sucede con ustedes? Digo, si por mí fuese han estado saliendo desde que atravesaste la puerta del salón para presentarte.
— ¿De qué estás hablando? —Retrocedo y choco con el marco del lavamanos.
— Harry dijo que cuando caminaste hacia el frente, fuiste la única persona que hizo levantar la mirada de Niall interesándose en alguien. Aunque pienso que yo hubiese hecho lo mismo si no tuviera a Danielle. —Sonríe con vergüenza.
Me hizo sonrojar.
Si de verdad estoy enamorada de Niall, la única forma de saberlo es si es que él siente lo mismo por mí. Y para eso debo disculparme antes de que desaparezca mi valentía.

Liam llamó a Harry para saber su paradero, no les comentó sobre nuestro encuentro y al terminar la llamada, me llevó en su auto.
Lía y Braun intentaron encontrarme por todos los rincones del instituto y logramos salir por una de las puertas traseras de la biblioteca hasta llegar al estacionamiento. Me senté en la parte de atrás, simplemente porque aún recordaba mi fobia hacia su toque.
Pasamos por varias calles, no logré contarlas con exactitud pero creo que fueron unas veinte calles. Finalmente nos encontrábamos en el centro de Londres, Niall había dicho que tenía su departamento por ahí.
Nos detenemos en un alto edificio de casi diez pisos de alto, bajamos dejando el vehículo junto a un portero que nos abre la puerta con suma educación y Liam llama hacia el piso nueve.
— ¿Liam? —Escucho a Harry detrás del citófono.
— Ábreme ya, está helando acá afuera. —Le responde.
La puerta es abierta y mi fuerza se esfuma.
¿Qué voy a decir? ¿Por qué desapareció alejándome todo el día? ¿Podré si quiera verlo directamente a los ojos?
Subimos con un poco de rapidez y nos detenemos en la puerta número 92.
— Recuerda relajarte un poco. —Sonríe forzosamente.
Le asiento y me enfrento al cambio de todo.
De todo lo que ha ocurrido durante este poco tiempo que estuve con él.
Me estoy enfrentando a los recuerdos.
Me enfrento a Niall.
Y lo más importante, me enfrento a mí misma.
La puerta se abre y lo primero que veo son los rizos del chico de ojos verdes, luego una gran mueca en su rostro y mis ojos se dirigen hacia su espalda.
— Niall… —Murmuro.

— ¿Qué haces aquí? —Me pregunta Harry un poco molesto.
Me acerco hacia él y retrocede para no tocarme; se está controlando muy bien para ser él.
Liam se aclara la garganta y dice—: Déjala pasar, Hazza.
El nombrado suspira después de un instante y se aparta de la entrada. Niall está tumbado en un sillón blanco que se extiende por casi toda la sala de estar, está con todo el antebrazo tapando sus ojos y veo el respirar desde su pecho.
Se encuentra dormido.
Me logro relajar un momento y camino hacia él. Mi corazón está latiendo a mil por hora, no logro concentrarme. Con un temblor en mi mano derecha, mis ojos fijos en su rostro y la boca un poco entreabierta, quiero despertarlo. Pero justo cuando estoy por tocarlo… sucede.
Es exactamente lo mismo que sentía antes. El escalofrío por la espalda, el grito formándose desde la punta de mis pies recorriendo su camino hasta mi garganta. El miedo.
Estoy reaccionando ante mi fobia.
Doy dos pasos hacia atrás y veo a Liam junto con Harry observándome con el horror en sus rostros. No me percato en qué segundo mis piernas no responden y quedo desplomada en el suelo, con el temblor de mis brazos a segundos de devorarme.
Harry despierta a Niall en un segundo y mi corazón salta tan fuerte que comienza a doler, sus ojos me observan con tanta confusión que es lo único que puedo percibir, mis oídos no escuchan nada de lo que dice.
Quiere tocar mi hombro, yo retrocedo con miedo.
— ____ —Logro leer sus labios.
Le niego con la cabeza y siento caer las lágrimas por mis mejillas. Esto no es posible, solo él podía tocarme y ahora…
— Olvídate de esto. —Le escucho decir.
“Olvídate de todo, de todo lo que ha pasado”
No.
No quiero olvidar esta vez.
— Niall… —Susurro.
Puedo ver el deseo de querer borrar mis lágrimas desde sus ojos frente a mí, pero no puedo ver más allá. Más allá de lo que quiere expresar.
Porque yo lo amo. Y quiero decírselo.
— Niall… —Quiero hacerlo, pero mis palabras no salen.
Él frunce el ceño y les grita al par de atrás que llamen a alguien, no sé, estoy desvaneciéndome.
Cierro los ojos con fuerza cuando sus manos rodean mis mejillas y entreabro los labios, voy a gritar, voy a gritar, voy a gritar.
— Perdóname por lo que haré, ____. —Le escucho.
Tomo aire, suelto un chillido y mi vida entera se esfuma junto con el recuerdo del rostro de Niall acercándose al mío.




Me tiemblan los brazos.
El grito desaparece.
Mi espalda ya no siente ese escalofrío.
Y el miedo ya no existe.
¿Por qué? ¿Qué fue lo que me hizo tener esta maldita fobia? No logro recordar más allá de los últimos días con mis padres, hay un gran vacío que debo recuperar pero un alto muro me lo impide.
¿Y dónde estoy?
Oh, Es verdad… Niall acaba de juntar sus labios con los míos.
— Lo lamento… —Dice después de soltarme y volver a besarme—. No quería…
Mis lágrimas son borradas por sus pequeños besos esparcidos por mi piel, y aquello hizo que todo el miedo que había sentido antes desapareciera completamente. Volvía a ser él mismo.
Sus ojos se juntan con los míos y veo el perdón dentro de ellos. Lo amo, oh por Dios, yo lo amo.
— Niall… —Suspira aliviado y vuelve a inclinarse para juntar nuestras frentes.
— Pensé que te había perdido otra vez… —Murmura—. No quiero perderte, ____. No quiero…
“Te amo”, pensé.
Sus labios forman una gran sonrisa, justo después del momento en que recuerdo que todo lo que pienso frente a él, sale a la luz.
Mis mejillas enrojecen. Lo he dicho.
— Me amas. —Lo confirma—. He estado esperando por esa frase casi toda mi vida.
Vuelve a acercar sus labios y esta vez le respondo, cierro los ojos disfrutando por primera vez de una verdadera muestra de amor.
Una de sus manos baja por la espalda hasta llegar a mi cintura, la otra sigue sosteniendo mi nuca firmemente. Yo tampoco me quedo atrás y rodeo el cuello con las mías, entrelazando los dedos sobre su rubio cabello y un gruñido sale de su garganta al hacerlo.
Cuando separa nuestros rostros aún mantiene su mirada cerrada y sonríe.
— Yo te he amado desde que apareciste frente a mí en la entrada de tu casa. —Susurra—. Siempre, siempre te he amado, ____.
Mi pecho no lo soporta más y hace que mi corazón lata con mayor fuerza que nunca, apoyo mis labios sobre los suyos otra vez y el miedo de ser rechazada se desvanece completamente. Ahora ya no es miedo, ya no es fobia. Es amor lo que estoy sintiendo.