Estoy ciego pero tu eres todo lo que veo {One Direction, Zayn Malik y tu}

Capítulo 56.


Por suerte esta noche había podido conciliar el sueño rápidamente. Solo esperaba que las ojeras desaparecieran para mañana por la mañana. Sería algo embarazoso aparecerme así.


- Vamos, hora de despertar-dijo mi madre-. Ahora que no tienes el celular yo seré tu alarma.
- No quiero...-me quejé-. ¿Tendrías un poco de piedad en dejarme faltar?
- No, esta madre no tiene piedad de nadie-bromeó.


Al ver que mi madre se encontraba de buen humor se me subió el animo. Tenía que aprovechar lo más que podía, no sabía cuando podría pasar algo. Me duché y luego me miré al espejo. Las ojeras no habían desaparecido del todo pero se encontraban menos notorias. Si alguien me veía podría pensar que me habían golpeado en el ojo la semana pasada.


- ¿Maru pasará por ti?-preguntó mientras me servía el desayuno.
- Creo que sí, debe estar aquí.
- Efectivamente lo está, ya estacionó su auto te convendría apurarte.


Desayuné a las apuradas y con una tostada en la mano salí para encontrarme con Maru. Le diría que me había recuperado, las ojeras que tenía me ayudarían un poco.


- Hola-la saludé con entusiasmo-. ¿Cómo estás?
- Yo bien pero tu no pareces estarlo-comentó riendo-, tu actitud no combina con tu apariencia.
- Lo sé-dije algo apenada-. ¿Han echo algo ayer?
- Pensaba salir con Antonella pero me canceló diciendo que Niall la había invitado a una cena pero Harry apareció para salvarme.
- ¿Fueron a cenar?
- Sí-contestó-. ¡Oye tengo que decirte algo sobre la fiesta del sábado!


Oh dios, yo no quería escuchar ni saber nada sobre el sábado. Sin duda había sido uno de los peores días de mi vida.


- A que no adivinas a quien vimos llorando en el baño con el vestido lleno de bebida.
- ¿A Tracy?-concluí.
- ¡Sí, no lo podía creer!-exclamó-, fui con Antonella al baño para arreglarme el delineado y nos la encontramos secándose las lagrimas.
- ¿Sabes porqué lloraba?
- Sí, logramos escuchar algo haciéndonos las distraídas-confesó-. Según ella una chica la vio bailando muy cerca de su novio y le derramó la bebida frente a el. Lloraba porqué se le había ensuciado el vestido.
- Ni que le faltara el dinero para comprarse otro-comenté-, además ¿qué tanto lío? si debe tener un montón de vestidos.
- Bueno la cosa es que alguien más le dio su merecido. Tendrías que haber visto su cara cuando nos vio entrar al baño. ¡Se quería morir!
- Dejando el tema de Tracy de lado ¿cómo la pasaron?-quise saber.
- ¡Genial! aunque al principio nos tenías bastante preocupados, ya eran la una y no habías llegado. Harry te estaba llamando al celular como loco pero no le contestabas-suspiré-, por suerte luego me llamaste a mi número. Descontando esa parte la pasamos genial.
- Me alegra que se hayan divertido. ¿Había que entregar algún trabajo hoy?-pregunté.
- No, ya no. ¿Es que no lo recuerdas?
- ¿Recordar que?
- ¡Hoy nos dicen las notas finales estúpida!-me recordó-, hoy nos dirán si pasamos de curso.
- ¡Verdad!-exclamé. Todo este lío me había echo olvidar que hoy nos dirían si habíamos pasado. Estaba segura de que mis notas eran buenas y que iba a pasar pero hasta no verlo no podía afirmar nada. Lo único malo era que por más que nos dieran hoy las notas tendríamos que seguir asistiendo a clases hasta que termine la semana. Luego del baile las vacaciones habrían comenzado oficialmente.


Entramos a la escuela cinco minutos antes. Encontramos a Antonella en la puerta ya que ella siempre llegaba temprano. Al parecer hoy todos se encontraban de un humor excelente y descontando mi aspecto yo también debía estarlo. No dejaría que nada arruinara mi humor. Por más que tuviera en cuenta que estando con Zayn nadie podría hacerme daño tenía un peso encima que no se iría hasta que sienta que todo se encuentra realmente bien.


- ¿Qué cuentan chicas?-nos saludó Antonella-. ¿Te encuentras mejor ____? Maru me dijo que te sentías mal...
- Sí, ya estoy mejor-afirmé-. Sobre el tema de los vestidos, iremos a comprarlos esta semana ¿si? no les cancelare. Prometo que iré con ustedes aunque me digan que no.
- Claro no hay problema-dijeron ambas.


Nos separamos porqué teníamos los casilleros en diferentes lados. Dudaba mucho que vayan a darnos tareas en las clases ya que las notas estaban cerradas pero de todos modos teníamos que llevar los libros.


- ¿Cómo te encuentras hoy?- Zayn se apoyó en la puerta de su casillero esperando a que cierre el mio.
- Bien, solo que con estas ojeras no lo aparento. ¿Cómo me veo?
- Hermosa.
- Basta-me quejé-, quiero que me digas enserio como me veo. ¿Estoy tan destruida como creo?
- Te estoy diciendo la verdad-repitió-. ¿Para que mentirte?
- Ya, seguro que esto se lo has dicho a tus otras novias ¿cierto? Típico alago masculino.
- ¿Estás queriendo decir que somos novios?-preguntó alzando una ceja mientras me tomaba de la cintura.
- No, no quise decir eso-me corregí pero ya el error estaba cometido-, de todos modos entendiste lo que quise decirte.
- No, jamás le he dicho esto a ninguna novia. ¿Listo? ahora que lo sabes ya no tienes de que preocuparte ángel.
- Suéltame-le ordené ya que la gente en el pasillo se nos quedaba mirando.
- Oh rumores, rumores...-dijo con exageración-. ¿Te preocupa que nos vean así faltando una semana para las vacaciones?
- Sí, no me gusten que hablen de mi-hice una pausa-. Sabes bien que cada vez que te ven con una chica se entera todo el alumnado.
- ¿Enserio?-parecía sorprendido-, bueno estoy algo perdido con los chismes de la escuela.
- Deberías prestarle más atención-le recomendé.
- ¿Para que? simplemente se dicen estupideces que a veces molestan o lastiman, no me interesa.
- Eres raro.
- Simplemente tengo otro punto de vista para ver las cosas-me corrigió-, lo que tu también tienes para ver otras cosas.
- Si no nos dirigimos al salón dieciséis ahora el profesor nos pondrá una advertencia-le advertí.


Mientras Zayn me seguía molestando con cosas sin sentido me encaminé asía el aula. Por suerte a algunos no se les hacía raro vernos entrar juntos al salón. La única que pareció notarlo y me fulminó con la mirada fue Tracy pero decidí no darle importancia.


- Buenos días alumnos-nos saludó el profesor-, supongo que varios se preguntaran sobre las notas. ¿cierto?-un murmullo recorrió el salón-. No seré yo quien se las daré. Cada uno se enterará de su resultado al final del día.
- ¿Nos entregaran la libreta en la última clase?-preguntó Louis.
- Así es señor Tomlinson- el profesor se sentó en su silla y nos miró detalladamente a todos. ¿Qué le pasaba, se había vuelto loco?
- ¿Qué haremos hoy?-preguntó una voz en el fondo.
- Tendrán la clase libre-avisó-, tengo que terminar de cerrar algunas notas para las libretas así que mientras que permanezcan en silencio no tendrán tarea.
- Oh, genial-festejé con sarcasmo-. ¡Que divertido, ahora tenemos que hablar toda la clase!
- Si no me quieres hablar no me hables-dijo riendo-, aunque yo si quiero hablarte.
- Si te digo que quiero dormir ¿me dejarás?-pregunté.
- No, el profesor se enojará-respondió-. Nos dio la hora libre pero no para dormir.
- Te juego una pulseada-lo desafié. No había nada más interesante para hacer, supuse que perder el tiempo en ese juego sería algo divertido.
- ¿Quieres perder?-comentó riendo mientras apoyaba el codo sobre la mesa y estiraba su mano. Hice lo mismo-, uno... dos y tres.


Comencé a hacer fuerza para empujar su mano pero fue en vano. Igual era muy obvio que perdería. No tenía mucha fuerza y jamás había intentado jugar a esto o bueno sí, pero siempre perdía.


- Buen intento, ángel. Suerte en la próxima-bromeó-. Te invito a tomar un helado luego del colegio-propuso luego de un silencio-. ¿Qué dices?
- No traje dinero-me excusé.
- No te preocupes por eso, el chico es el que paga en las citas.
- ¿Citas?-pregunté para asegurar lo que había escuchado-, no creo que estemos para citas.
- Verdad, tienes razón. Ya pasamos esta etapa-comentó-, bueno entonces no importa yo invito.
- Está bien-acepté-, pero tendré que decirle a Maru. Luego no te quejes si ella malinterpreta las cosas.
- Tu amiga me cae bien, no tengo de que preocuparme. Además si en algún futuro seremos algo tengo que llevarme bien con ella ¿no crees?
- ¿Cuánto crees que falte para ese futuro?-pregunté enarcando una ceja.
- No lo sé-respondió-, pero todo me conforma con tan solo estar a tu lado. ¿Sabes? he esperado a que te des cuenta de todo esto desde el principio. A veces hasta me enojaba tanto conmigo mismo que estuve a punto de contarte lo de Jack pero me controlaba y no lo hacía.
- ¿Me quieres?- pregunté confundida. Sabía que lo hacía pero me encanta escucharlo decir eso. Yo también lo amaba pero no podía tener nada con el, no hasta que todo esto pasara. Si por algún motivo me tenía que alejar de el sería mucho más difícil y sería aún peor si yo no quedara con vida.
- Te amo, ángel y creo que lo sabes- sonreí y lo miré a los ojos. El me devolvió la sonrisa-. Bien, quiero saber más sobre tus gustos. En realidad quiero saber que helado te gusta.
- Chocolate-respondí riendo-, nada del otro mundo.
- Oh cierto, recuerdo que no eres nada delicada con la comida-dijo-. Raro pero interesante.
- ¿Te parece raro que una chica pida una hamburguesa en vez de una ensalada?-pregunté riendo.
- Sí... demasiado-respondió-, pero viniendo de ti ya no me sorprende nada.
- Eso mismo me dijiste ese día-le recordé.
- Sí, lo sé pero me gusta repetirlo.
- Me he quedado con una duda-dije-. ¿Cómo te enteraste que Maru y yo entramos a la oficina del director para revisar tu archivo?
- Vi a Maru entrar al cuarto de limpieza y cambiar las llaves-comentó-, créeme que yo hice lo mismo varias veces para revisar el tuyo. Cuando Jack había comenzado el plan y me enteré de que vendrías a aquí lo primero que hice fue a revisar el archivo y efectivamente me resultó bastante útil.
- Entonces fue culpa de Maru...-murmuré-, la mataré.
- Ella no me vio, no fue su culpa-comentó-. Además habían varias personas en el pasillo cuando ella entro al lugar, solo que nadie sabía sobre esa llave.


La clase terminó. El día pasó aburrido pero traté de disfrutarlo al máximo. Tenía que avisarle a Maru que no tendría que llevarme a casa a la salida del colegio pero en la última nos tocaba separadas. Se lo tendría que decir a la salida. Estaba algo nerviosa ya que nos darían la nota final del año. La profesora de Historia era la encargada de hacerlo.


- ______, tu libreta-me levanté y me dirigí al escritorio.


Una sonrisa se formó en mi rostro mientras volvía a mi asiento. Había aprobado y tenía las vacaciones libres. Sin tarea ni materias que rendir. La nota final había sido un ocho en todas las materias. ¡Tenía que ver a Maru ya mismo! Quería saber que se había sacado. Estaba segura de que tendría la misma nota que yo ya que a todos los trabajos los hicimos juntas. A la salida me dirigí a la puerta, Maru todavía no salía y Antonella tampoco. Varios alumnos se abrazaban porqué ya habían pasado.


- ¡AAAAAH!-gritó Maru mientras corría asía mi con los brazos extendidos-. ¡Aprobé, aprobé!-le devolví el abrazo y comencé a reír.
- ¡Yo también!-exclamé-. Tenemos las vacaciones libres estúpida. ¿Sabes lo que eso significa?
- Oh si nena-dijo mientras se separaba de mi-, disfrutaremos estás vacaciones como nunca.
- ¿Antonella donde está?-pregunté.
- Se ha quedado hablando con uno de los profesores sobre un trabajo. ¿Vamos?
- Eh sobre eso...-hice una pausa-. Zayn me ha invitado a tomar un helado-sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
- ¡¿Y entonces que estás esperando?!-preguntó-. Te está esperando- me avisó mientras miraba por encima de mi hombro. Lo saludó con la mano y me giré.
- Nos vemos mañana Maru.
- Claro, luego llámame y me cuentas que ha pasado-me pidió-, quiero todos los detalles.


Me calcé la mochila y me dirigí hacía Zayn. El tenía la libreta en la mano y me sonreía radiante.


- ¿Has aprobado?-preguntó mientras me pasaba su brazo por los hombros.
- ¡Sí!-exclamé entusiasmada-. ¿Tu, que tal te ha ido?
- Bien, no me he llevado ninguna-comentó con desinterés.
- ¿Y así es como festejas?-pregunté contraída-, podrías estar un poco más contento.
- Festejaré contigo tomando un helado. ¿Te parece? nada mejor que eso para festejar que he pasado de año.


La heladería quedaba a unas cinco calles de la escuela. Varios alumnos solían ir luego de clases para tomar algo y más ahora que el verano había llegado. Definitivamente hoy estaba llena de gente. Todos los estudiantes habían venido a festejar que habían aprobado tomando un helado.


- Hay mucha gente ¿no podemos ir a otro lugar?-me quejé mientras hacíamos la fila-, hay un kiosco cerca. Podemos tomar uno de los helados que venden allí y nos sentamos en el parque.
- Parece ser una buena idea-afirmó-, vamos nunca nos atenderán aquí.
- Hasta que te das cuenta.


Fuimos al kiosco que se encontraba frente a la plaza y compramos los helados que vendían ahí. Prácticamente nos la pasamos molestándonos. Corrí a las palomas para pasar el tiempo ya que Zayn no quería levantarse. Debo admitir que me caí unas cuantas veces pero estuvo divertido.


- ¿Vamos?-preguntó el luego de unos minutos-, creo que los pobres animales ya te tienen miedo.
- ¿Miedo? me aman-bromeé.


Me acerqué a el y comenzamos a caminar hasta el coche. Si bien habíamos ido caminando el había llegado a la escuela en el Jeep. Zayn me tomó de la mano y entrelazo nuestros dedos. Soltó una risita y me miró.


- Tenía que hacerlo-admitió riendo-, ahora que ya sabes todo lo que siento no veo el problema.
- Dijimos que no estaríamos en nada hasta que todo se calmara-le recordé-, enserio será mucho más difícil si algo llegara a pasar poder separarnos.
- No pasará nada-dijo-, deja de verle el lado negativo a las cosas. ¿Y si algo fallara, luego no te arrepentirías de no haber disfrutado el tiempo que nos quedaba juntos?
- Tal vez pero el dolor no sería el mismo.
- Para mi sería aún peor ¿sabes?-me dijo-, pero bueno debo entenderte. De todos modos no pienso soltar mi agarre. ¿Crees que nos vemos bien juntos?
- No lo sé, Maru me dijo que sí-respondí riendo-. ¿Tu que crees?
- Que Maru tiene razón.


Zayn me llevó hasta casa. Era las siete treinta para ese entonces, mi madre llegaría en media hora. Me despedí de el y entré. Estar sola en casa me atemorizaba un poco. Debía pensar que nada pasaría y así sería. No iba a pasar nada, nunca pasó nada y tampoco tendría que pasar.


- Hola hija-mi madre cerró la puerta. Una ola de alivio recorrió mi cuerpo, ya no estaba más sola-. ¿Qué quieres comer?
- No lo sé, cualquier cosa-respondí.
- Pediré una pizza, no tengo ganas de cocinar-dijo-. ¿De que la quieres?
- La de siempre.


Subí a mi habitación, ahora que no estaba sola me sentí más tranquila. Esa media hora que estuve en casa me la pasé sentada en el sofá esperando a que mi madre llegara para poder moverme. Lo sé, es estúpido pero el echo de que en cualquier momento alguien podía entrar por la puerta con un arma me asustaba.


La verdad era que no tenía hambre. Extrañaba mi celular, siempre que estaba aburrida jugaba con los juegos o le mandaba mensajes a Maru molestándola. Ahora no podía hacer nada de eso. Ella me había pedido que la llamase para contarle como me había ido con Zayn pero para hacerlo tenía que usar el teléfono fijo y estaba segura de que mi madre estaría escuchando todo lo que le decía para luego interrogarme. Y no tenía muchas ganas de darle explicaciones sobre chicos.


En la cena hablamos sobre su trabajo. Traté de sacarle información sobre si se seguía hablando con Jack o su mujer y por lo que entendí solo lo hacían por trabajo y nada más. Me contó que hoy el no se había dirigido a la oficina ya que tenía asuntos sumamente importantes que atender. Ella no sabía que de que ''asuntos'' se trataba pero yo sí. Y eso quería decir que su plan estaba por comenzar muy pronto.


Me acosté a dormir, tenía algo de sueño así que suponía que no sería muy difícil. Soñaba que corría por un pasillo sin final, corría y corría. Había alguien atrás mio que me estaba siguiendo y tenía que escapar de el. Hasta que el pasillo termino y caí en un pozo.


- ¿Qué fue eso?-pregunté mientras me sentaba en mi cama.


Me fijé la hora y eran las dos de la mañana. Había tenido una pesadilla. Me pareció escuchar ruidos desde el living. El teléfono estaba sonando. Me levanté, de paso iría a la cocina por un vaso de agua. ¿Quién podría estar llamando a las dos de la mañana? Tal vez era Zayn y quería decirme algo importante. Bajé lo más rápido posible para que el llamado no se corte.


- ¿Hola?-saludé.
- ¡_____!-era Maru-. ¿Qué haces?
- Estaba durmiendo-le contesté confundida, su voz era rara-. ¿Qué pasa?
- Estoy en la escuela con Harry-contestó riendo-, ven a divertirte con nosotros.
- Maru no se puede estar en la escuela a esta hora, hay cámaras y se darán cuenta-le advertí. Todo esto era muy raro. Si bien esa era la voz de Maru conociéndola ella no estaría allí.
- Vamos, no seas agua fiestas-protestó-. Ven.
- Es que...
- Vamos, ven a jugar con nosotros-me interrumpió una voz masculina-. La estamos pasando bien.


De pronto el alma se me cayó al suelo. Jack había secuestrado a Maru en el colegio. No podía creerlo, no podía hacerle daño. No, no y no.


- Escucha, por favor... no le hagas nada-supliqué entre lagrimas-. Haré lo que quieras pero no la lastimes.
- Entonces ven a divertirte con nosotros, no haré daño si vienes- cortó la llamada.


Tuve un minuto para asimilar lo que había pasado. Tenía que llamar a Zayn esto era urgente y solo no podía.


- ¿Hola?-contestó el con voz adormilada.
- Zayn, ven rápido por favor-supliqué-, por favor Zayn.
- ¡Ya, tranquila, estoy camino a tu casa!-exclamó.


Corté la llamada y subí a mi habitación para vestirme. Me puse lo primero que encontré, estaba tan nerviosa que me costaba pasar las manos por el lugar correcto en la remera. Cinco minutos después piedras comenzaron a golpear mi ventana. Era Zayn. Le dije que me esperara en la puerta.


Bajé a los saltos, mis manos no dejaban de temblar. Me preguntaba como estaría Maru en este momento. Jamás me perdonaría que ese hombre le hiciera daño por mi culpa. Debí haber borrado los números de mi lista de contactos en mi celular o ponerles un nombre código. Seguramente se dio cuenta de que era mi mejor amiga por los mensajes. Abrí la puerta y lo primero que hice fue tirarme a los brazos de Zayn. El me devolvió el abrazo pero luego con ambas manos agarró mi cara y me besó. Estuvimos un minuto hasta que me quedé sin aire y reaccioné de que no podía perder más el tiempo.


- Necesitamos ir a la escuela-sollocé-, Jack tiene a Maru. No puedo hacer nada tengo que ir y entregarme.
- No podemos ir en el Jeep-concluyó mientras miraba a la calle-. ¿Ese auto es de tu vecino?
- Sí.


Zayn me tomó de la mano y corrió al auto. Se fijó que todo en la casa del frente estuviera en orden y sacó un clip de su bolsillo. Intentó abrir la puerta pero no pudo.


- Mierda, está con seguro-se quejó.
- ¿Qué haces? ¡No podemos robar un auto!-exclamé.
- Si hay algo que aprendí es que no debemos permanecer mucho tiempo en la escena del crimen.
- ¡No, no robaremos un auto!
- ¿Quieres salvar a Maru?-me echó en cara-. Además necesitamos este auto más que tu vecino.


Zayn agarró una piedra que estaba en el suelo y rompió el vidrio de la ventana del conductor. Abrió el seguro y se sentó esperando a que yo entrara por la parte del copiloto. Apenas estuve sentada puso el auto en marcha y a toda velocidad nos dirigimos a la escuela.