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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
Oh hola
no pasaba hace un tiempo
pero quiero decirte que me encantó :twisted:
debes seguirla
es muy buena la nove
y me encanta
chau
xoxo
<3
no pasaba hace un tiempo
pero quiero decirte que me encantó :twisted:
debes seguirla
es muy buena la nove
y me encanta
chau
xoxo
<3
MenizdeJonas
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
Su descarga salobre roció su lengua y la parte posterior de la garganta. Tragó una vez, dos veces, la lengua seguía moviéndose por encima de él. Él chorreó en su boca otra vez y ella bebió codiciosamente, su corazón latía como si hubiese corrido una carrera.
La respiración de Kevin era arrítmica cuando con delicadeza se retiró de su boca un momento después y soltó el agarre sobre su pelo. Lo alisó con una caricia de la mano, calmando el cuero cabelludo con un masaje tierno.
Los ojos de Kevin se entornaron de repente y le pasó un dedo por la comisura de la boca, luego lo sostuvo en alto para la inspección de ella. Otra gota de semen cubría la punta del dedo.
—Abre. Dije cada gota.
Lentamente, ella abrió los labios.
—Saca la lengua. Quiero ver.
La excitación ardió a través de ella una vez más. ¿Podía mojarse más? ¿Podría desearse a un hombre más de lo que ella deseaba a Kevin?
Ávidamente sacó la lengua. Él le colocó la yema del dedo bien en el medio y ella saboreó tanto la sal de su piel como de su semilla.
—Chúpalo.
Inmediatamente obedeció, cerrando los ojos para paladear el sabor de él una vez más.
Él gimió.
—Excelente. ¿Cómo está tu mandíbula?
—Un poco dolorida —admitió con una sonrisa—. Así también están mis rodillas.
—Mmm. —Su expresión era una que ella le había visto muchas veces. Tenía algo en la manga y ella nunca adivinaría qué—. No estoy dispuesto a moverte aún. Quédate ahí.
Para Kevin, un poco de incomodidad no era nada.
—Sí, señor.
—Tan dulcemente sumisa. Lo estás haciendo bien. —Dejó caer un beso sobre su hombro, su mejilla, mientras deslizaba la palma de la mano hacia abajo por la línea de la columna vertebral. Su otra mano se zambulló por debajo de ella para acariciarle los pechos—. Mira hacia abajo. Obsérvame tocarte.
Miró. Su piel se veía pálida contra la mano bronceada y la imagen la excitó insoportablemente. ______ cerró los ojos con fuerza, tratando de contener un delicioso suspiro mientras él le acariciaba los montículos de los pechos con el máximo cuidado, luego le pellizcó los pezones bruscamente. La sensación se trasladó como una flecha directamente entre sus piernas.
—Tienes los pechos más increíbles. Muchos Doms, al igual que sus sumisas, los desnudan en todo momento en la intimidad de su hogar, pero tú necesitas sostén.
Lo haría. Estar desnuda para Kevin sonaba divino, pero no había manera de ir sin sujetador sin hacerse daño.
—Sé lo que necesitas. Una vez que te lo envíe, lo usarás cuando te lo pida.
En su interior, ella se regocijó con el deseo de él y lloró por no poder aprovecharlo.
—Sí, señor.
Nuevamente, su mano le cubrió por completo el pecho antes de pellizcarle un pezón, luego el otro, deslizando calor a través de su sangre. Luego arrastró un dedo hacia abajo por el abdomen, zambulléndose en su ombligo. Con una sonrisa apenas perceptible, bordeó su ombligo cóncavo unas pocas veces. Incapaz de controlarse, ella soltó una risita.
—¿Tienes cosquillas?
—Sin posibilidad de evitarlo.
Cuando le levantó la barbilla para que su mirada se encontrara con la de él, ella se sorprendió por la calidez y la sonrisa persistente.
—Otra razón para adorarte.
Se inclinó y le besó la punta de la nariz, presionó la frente contra la de ella y cerró los ojos por un instante. Ella hizo lo mismo, sintiendo la reverencia del momento.
—Estás más allá de todas mis fantasías. Te amo —susurró él contra su boca.
Kevin nunca decía nada que no quisiera decir. El corazón de ______ se detuvo mientras la alegría y el asombro se deslizaban a través de ella. Había tenido la esperanza, pero nunca se atrevió a imaginar que él se sentía así con respecto a ella. De ninguna manera podría negarle nada ahora. Tener esta gran parte de él y no el resto sería una tortura insoportable. Sin duda, intimar con un amigo y con su jefe le traería problemas, pero se preocuparía por eso mañana. Había esperado años por este momento. No iba a esperar más.
—Yo también te amo.
La paz se apoderó de su rostro antes de oscurecerse de nuevo. En este instante, ella sabía lo que él estaba pensando, cómo pudo acostarse con uno de sus otros amigos si lo amaba. Eso sólo iniciaría una discusión que no iría a ninguna parte y les traería nada más que frustración y lágrimas.
Sabiendo que tenía escasos segundos para distraerlo, extendió la mano y envolvió los dedos alrededor de su pene.
Kevin se inmovilizó.
—______…
Era una advertencia, pura y simple.
—¿Has terminado conmigo, señor?
Continuó acariciándolo y él respiraba hondo mientras se endurecía y alargaba en su mano.
—Por supuesto que no.
______ le sonrió descarada, a continuación le recorrió la erección con la mirada, ahora igual de dura que antes.
—No parece.
—Gatita —masculló él—. De espaldas, las manos por encima de la cabeza.
La orden llegó con tanta rapidez que le tomó un instante a ______ procesarla. Kevin se calló disgustado y ella se apresuró a obedecer.
Asintiendo con la cabeza mientras ella se disponía en el escritorio, le acarició el vientre de nuevo.
—Las piernas sobre el borde, cariño, muslos y todo.
Ridículamente ansiosa, se apresuró a obedecer.
—Buena chica. Abre las piernas. Más abiertas. —El ceño en la voz se le reflejaba en la cara—. Más.
Le dio golpecitos en el interior de las rodillas hasta que abrió los muslos a su satisfacción. El interior de ellos ardía con el estiramiento y el esfuerzo mientras el aire frío le golpeaba la carne resbaladiza. Pero nada podría enfriar su rabiosa necesidad. Caliente, a punto de estallar, ella se retorcía ante la oscura intención en su mirada. Mientras sus manos resbalaban por los pechos, vientre y sexo, ella veía apretarse en el rostro de Kevin el anhelo masculino de dominar y conquistar.
Él apretó los dientes, luego se inclinó para recuperar la corbata. Rodeó el escritorio y se acercó a ella, sujetándole las manos. Con movimientos enérgicos, envolvió la corbata alrededor de las muñecas, luego aseguró los extremos a las abrazaderas de metal de la estantería, montado en la pared por encima de su cabeza. Cada músculo de sus hombros y antebrazos se estiró cuando anudó la corbata. Dos veces. Ninguna atadura fácil, ningún mero ornamento de esclavitud, esta sujeción se mantendría hasta que él la soltase.
—¿Demasiado apretado? —Su voz le advertía que no mintiese.
—No. —La voz de ______ temblaba, al igual que su vientre.
Ella estaba literalmente a su merced ahora. Racionalmente sabía que nunca la lastimaría. Pero se sentía tan indefensa y hambrienta. Kevin podría concederle placer o retenerlo. Un hecho del que él era adecuadamente consciente, habida cuenta de la sonrisa depredadora que le levantaba las comisuras de la boca.
—Recuerda, sin correrte hasta que yo lo diga.
Ella no tenía absolutamente ninguna práctica tratando de frenar su orgasmo y se preguntaba si sería capaz de hacerlo.
—¿______?
—Sí señor.
Le deslizó rápidamente los nudillos por su garganta, entre sus pechos, hasta su sexo empapado. Con una sonrisa malvada pasó rozando el clítoris. Una vez. La espalda de ella se arqueó y jadeó clavando con impotencia los ojos en su cara morena. No había duda de que él estaba pasando un buen rato.
—Todo tu cuerpo está temblando. Es hermoso saber que te tengo en la palma de mi mano. Puedo darte placer… o hacerte esperar.
Por favor, por favor, dame placer.
La respiración de Kevin era arrítmica cuando con delicadeza se retiró de su boca un momento después y soltó el agarre sobre su pelo. Lo alisó con una caricia de la mano, calmando el cuero cabelludo con un masaje tierno.
Los ojos de Kevin se entornaron de repente y le pasó un dedo por la comisura de la boca, luego lo sostuvo en alto para la inspección de ella. Otra gota de semen cubría la punta del dedo.
—Abre. Dije cada gota.
Lentamente, ella abrió los labios.
—Saca la lengua. Quiero ver.
La excitación ardió a través de ella una vez más. ¿Podía mojarse más? ¿Podría desearse a un hombre más de lo que ella deseaba a Kevin?
Ávidamente sacó la lengua. Él le colocó la yema del dedo bien en el medio y ella saboreó tanto la sal de su piel como de su semilla.
—Chúpalo.
Inmediatamente obedeció, cerrando los ojos para paladear el sabor de él una vez más.
Él gimió.
—Excelente. ¿Cómo está tu mandíbula?
—Un poco dolorida —admitió con una sonrisa—. Así también están mis rodillas.
—Mmm. —Su expresión era una que ella le había visto muchas veces. Tenía algo en la manga y ella nunca adivinaría qué—. No estoy dispuesto a moverte aún. Quédate ahí.
Para Kevin, un poco de incomodidad no era nada.
—Sí, señor.
—Tan dulcemente sumisa. Lo estás haciendo bien. —Dejó caer un beso sobre su hombro, su mejilla, mientras deslizaba la palma de la mano hacia abajo por la línea de la columna vertebral. Su otra mano se zambulló por debajo de ella para acariciarle los pechos—. Mira hacia abajo. Obsérvame tocarte.
Miró. Su piel se veía pálida contra la mano bronceada y la imagen la excitó insoportablemente. ______ cerró los ojos con fuerza, tratando de contener un delicioso suspiro mientras él le acariciaba los montículos de los pechos con el máximo cuidado, luego le pellizcó los pezones bruscamente. La sensación se trasladó como una flecha directamente entre sus piernas.
—Tienes los pechos más increíbles. Muchos Doms, al igual que sus sumisas, los desnudan en todo momento en la intimidad de su hogar, pero tú necesitas sostén.
Lo haría. Estar desnuda para Kevin sonaba divino, pero no había manera de ir sin sujetador sin hacerse daño.
—Sé lo que necesitas. Una vez que te lo envíe, lo usarás cuando te lo pida.
En su interior, ella se regocijó con el deseo de él y lloró por no poder aprovecharlo.
—Sí, señor.
Nuevamente, su mano le cubrió por completo el pecho antes de pellizcarle un pezón, luego el otro, deslizando calor a través de su sangre. Luego arrastró un dedo hacia abajo por el abdomen, zambulléndose en su ombligo. Con una sonrisa apenas perceptible, bordeó su ombligo cóncavo unas pocas veces. Incapaz de controlarse, ella soltó una risita.
—¿Tienes cosquillas?
—Sin posibilidad de evitarlo.
Cuando le levantó la barbilla para que su mirada se encontrara con la de él, ella se sorprendió por la calidez y la sonrisa persistente.
—Otra razón para adorarte.
Se inclinó y le besó la punta de la nariz, presionó la frente contra la de ella y cerró los ojos por un instante. Ella hizo lo mismo, sintiendo la reverencia del momento.
—Estás más allá de todas mis fantasías. Te amo —susurró él contra su boca.
Kevin nunca decía nada que no quisiera decir. El corazón de ______ se detuvo mientras la alegría y el asombro se deslizaban a través de ella. Había tenido la esperanza, pero nunca se atrevió a imaginar que él se sentía así con respecto a ella. De ninguna manera podría negarle nada ahora. Tener esta gran parte de él y no el resto sería una tortura insoportable. Sin duda, intimar con un amigo y con su jefe le traería problemas, pero se preocuparía por eso mañana. Había esperado años por este momento. No iba a esperar más.
—Yo también te amo.
La paz se apoderó de su rostro antes de oscurecerse de nuevo. En este instante, ella sabía lo que él estaba pensando, cómo pudo acostarse con uno de sus otros amigos si lo amaba. Eso sólo iniciaría una discusión que no iría a ninguna parte y les traería nada más que frustración y lágrimas.
Sabiendo que tenía escasos segundos para distraerlo, extendió la mano y envolvió los dedos alrededor de su pene.
Kevin se inmovilizó.
—______…
Era una advertencia, pura y simple.
—¿Has terminado conmigo, señor?
Continuó acariciándolo y él respiraba hondo mientras se endurecía y alargaba en su mano.
—Por supuesto que no.
______ le sonrió descarada, a continuación le recorrió la erección con la mirada, ahora igual de dura que antes.
—No parece.
—Gatita —masculló él—. De espaldas, las manos por encima de la cabeza.
La orden llegó con tanta rapidez que le tomó un instante a ______ procesarla. Kevin se calló disgustado y ella se apresuró a obedecer.
Asintiendo con la cabeza mientras ella se disponía en el escritorio, le acarició el vientre de nuevo.
—Las piernas sobre el borde, cariño, muslos y todo.
Ridículamente ansiosa, se apresuró a obedecer.
—Buena chica. Abre las piernas. Más abiertas. —El ceño en la voz se le reflejaba en la cara—. Más.
Le dio golpecitos en el interior de las rodillas hasta que abrió los muslos a su satisfacción. El interior de ellos ardía con el estiramiento y el esfuerzo mientras el aire frío le golpeaba la carne resbaladiza. Pero nada podría enfriar su rabiosa necesidad. Caliente, a punto de estallar, ella se retorcía ante la oscura intención en su mirada. Mientras sus manos resbalaban por los pechos, vientre y sexo, ella veía apretarse en el rostro de Kevin el anhelo masculino de dominar y conquistar.
Él apretó los dientes, luego se inclinó para recuperar la corbata. Rodeó el escritorio y se acercó a ella, sujetándole las manos. Con movimientos enérgicos, envolvió la corbata alrededor de las muñecas, luego aseguró los extremos a las abrazaderas de metal de la estantería, montado en la pared por encima de su cabeza. Cada músculo de sus hombros y antebrazos se estiró cuando anudó la corbata. Dos veces. Ninguna atadura fácil, ningún mero ornamento de esclavitud, esta sujeción se mantendría hasta que él la soltase.
—¿Demasiado apretado? —Su voz le advertía que no mintiese.
—No. —La voz de ______ temblaba, al igual que su vientre.
Ella estaba literalmente a su merced ahora. Racionalmente sabía que nunca la lastimaría. Pero se sentía tan indefensa y hambrienta. Kevin podría concederle placer o retenerlo. Un hecho del que él era adecuadamente consciente, habida cuenta de la sonrisa depredadora que le levantaba las comisuras de la boca.
—Recuerda, sin correrte hasta que yo lo diga.
Ella no tenía absolutamente ninguna práctica tratando de frenar su orgasmo y se preguntaba si sería capaz de hacerlo.
—¿______?
—Sí señor.
Le deslizó rápidamente los nudillos por su garganta, entre sus pechos, hasta su sexo empapado. Con una sonrisa malvada pasó rozando el clítoris. Una vez. La espalda de ella se arqueó y jadeó clavando con impotencia los ojos en su cara morena. No había duda de que él estaba pasando un buen rato.
—Todo tu cuerpo está temblando. Es hermoso saber que te tengo en la palma de mi mano. Puedo darte placer… o hacerte esperar.
Por favor, por favor, dame placer.
CariitoJonas15
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
ahhh Kevin que malo eres!
Dale placer!!
Siguela!!
Dale placer!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
GOOLOOOOOSSSOOOSSSS!!!!
JAJAJAJAJAJA SON GOLOSSOOSS LOS DOOOSSS!!!!
AAII SIGUELA PORFIISS
JAJAJAJAJAJA SON GOLOSSOOSS LOS DOOOSSS!!!!
AAII SIGUELA PORFIISS
chelis
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
dios q bueno eso si estuvo tambien super caliente y excitante
me fascino tienes q seguirla por favor sigue yaaaaa quiero mas
me fascino tienes q seguirla por favor sigue yaaaaa quiero mas
ElitzJb
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
—Algo así como que tú tenías la capacidad para escoger dar o negar sexo durante los últimos cuatro años.
Uh…oh. Ahora su verdadero castigo comenzaría. La zurra… un simple calentamiento.
—Veo que entiendes. ¿Crees que estos últimos años han sido fáciles para mí, ______?
—Para mí también han sido difíciles —insistió ella.
La mandíbula fuerte y cuadrada de Kevin se apretó.
—Pero dejaste que Joe o Nick pusieran fin a tu celibato.
Ella abrió la boca para explicar. Él levantó la mano y negó con la cabeza.
—No quiero detalles. Rompiste una promesa, una que yo me tomé muy en serio.
—No tuve intención —argumentó ella—. Además, no es como si tú hubieras estado sin tener relaciones sexuales.
La realidad de que ella casi lo había empujado a los brazos de otra mujer la llenó de pena enfermiza. En lugar de mantener a Kevin a distancia, podría haber estado con él.
Pero estaban sus relaciones con Nick y Joe…
—¿Alguna vez te fijaste cuántas de mis citas son pequeñas morenas con cabello rizado y figura exuberante?
Un desfile de sus novias anteriores marchó a través de su mente. Oh, Dios mío…
—Todas.
Él asintió con la cabeza.
—He estado sustituyendo, abrigando la esperanza del verdadero objeto, esperando que tus sentimientos y deseos se desarrollen, que tu confianza crezca. Sé que estoy pidiendo mucho de ti… Sumisión, devoción. Quería que vinieras a mí.
______ se mordía el labio, las lágrimas apuñalando la parte de atrás de sus ojos.
—No lo sabía. Quiero decir, sabía que querías acostarte conmigo.
Él se mofó.
—¿Creíste que sólo quería sexo?
—Yo… yo… supongo.
La sorpresa destelló en su rostro antes de que él plantara las manos a ambos lados de su cuerpo y se inclinara sobre ella.
—Déjame disculparte por esa estupidez. Voy a hacer todo lo necesario para hacerte mía en todas las formas. Mi esposa, la madre de mis hijos, mi todo. Cumpliré treinta y ocho años en dos meses. He dedicado la mayor parte de mi vida adulta a mi carrera. Ahora, quiero dedicarme a ti.
______ lo miraba con los ojos bien abiertos y el corazón enloquecido. Las palabras escaparon de ella.
La firme resolución en el rostro de Kevin mientras le separaba más las piernas de nuevo. Ella contuvo un gemido y esperó. Pasó un instante, otro… Entonces él le acarició el interior de los muslos.
—Estás mojada. Mucho.
Y sonaba como que le agradaba.
Su mirada estaba pegada a la cara de ella mientras deslizaba dos dedos en su interior y atormentaba la pared frontal de su sexo. Oh… wow. Contuvo el aliento. Ese lugar. Lo había encontrado de inmediato. Luego ubicó el pulgar sobre el clítoris y lo frotó en círculos tortuosamente lentos.
Los ojos de ______ se abrieron más grandes mientras le observaba mirarla, la determinación implacable en todo el rostro. Tenía la intención de hacerla subir duro, a gran altura, rápido.
El cuerpo entero de ______ se tensó en el silencio recargado y se aferró a la corbata desesperada, abriendo los muslos aún más.
—Dios, te ves deliciosa. Te sientes increíble, tan apretada, tu dulce coño aferrándose a mis dedos, tu clítoris inflamándose.
Ningún hombre le había hablado nunca así. Aunque ella no podría explicar por qué, ______ lo amaba. La crudeza de su lenguaje, unido con la admiración en la voz y la ternura en sus ojos.
Y esos dedos mágicos e implacables.
El orgasmo comenzó a acercarse, el dolor aumentando entre sus piernas se convirtió en una aguda quemazón que crecía y aumentaba. Su crema empapaba los dedos de él, goteando hasta su entrada trasera. Ella apenas podía respirar. La expectativa era enorme. Luchar contra el clímax se volvió imposible.
Justo cuando sintió los primeros movimientos de su vientre apretarse, Kevin se retiró.
Moviéndose agitadamente, ella negó con la cabeza en señal de protesta.
—No. Por favor…
Él deslizó el más leve de los toques por el clítoris y ella levantó las caderas hacia el contacto. Él se apartó.
—Por favor, ¿qué?
—Te necesito.
—¿Para hacer qué? —Le rozó el clítoris de nuevo—. Sé específica. Convénceme de que me deseas.
______ clavó la mirada en él mientras los ojos de Kevin la taladraban con desnuda lujuria. Un millón de pensamientos atravesaron con rapidez su mente mientras él con lentitud rozaba la sensible y pequeña protuberancia una y otra vez, manteniendo el placer sobre el filo de la navaja. La estaba partiendo en dos, destruyendo su mente. Cada pedazo de ella ardía y se tensaba por él.
Él no iba a aplacarse o rendirse. No aceptaría nada menos que la rendición total.
Ella tragó y dijo una palabra que nunca había dicho en la vida.
—Fóllame.
Uh…oh. Ahora su verdadero castigo comenzaría. La zurra… un simple calentamiento.
—Veo que entiendes. ¿Crees que estos últimos años han sido fáciles para mí, ______?
—Para mí también han sido difíciles —insistió ella.
La mandíbula fuerte y cuadrada de Kevin se apretó.
—Pero dejaste que Joe o Nick pusieran fin a tu celibato.
Ella abrió la boca para explicar. Él levantó la mano y negó con la cabeza.
—No quiero detalles. Rompiste una promesa, una que yo me tomé muy en serio.
—No tuve intención —argumentó ella—. Además, no es como si tú hubieras estado sin tener relaciones sexuales.
La realidad de que ella casi lo había empujado a los brazos de otra mujer la llenó de pena enfermiza. En lugar de mantener a Kevin a distancia, podría haber estado con él.
Pero estaban sus relaciones con Nick y Joe…
—¿Alguna vez te fijaste cuántas de mis citas son pequeñas morenas con cabello rizado y figura exuberante?
Un desfile de sus novias anteriores marchó a través de su mente. Oh, Dios mío…
—Todas.
Él asintió con la cabeza.
—He estado sustituyendo, abrigando la esperanza del verdadero objeto, esperando que tus sentimientos y deseos se desarrollen, que tu confianza crezca. Sé que estoy pidiendo mucho de ti… Sumisión, devoción. Quería que vinieras a mí.
______ se mordía el labio, las lágrimas apuñalando la parte de atrás de sus ojos.
—No lo sabía. Quiero decir, sabía que querías acostarte conmigo.
Él se mofó.
—¿Creíste que sólo quería sexo?
—Yo… yo… supongo.
La sorpresa destelló en su rostro antes de que él plantara las manos a ambos lados de su cuerpo y se inclinara sobre ella.
—Déjame disculparte por esa estupidez. Voy a hacer todo lo necesario para hacerte mía en todas las formas. Mi esposa, la madre de mis hijos, mi todo. Cumpliré treinta y ocho años en dos meses. He dedicado la mayor parte de mi vida adulta a mi carrera. Ahora, quiero dedicarme a ti.
______ lo miraba con los ojos bien abiertos y el corazón enloquecido. Las palabras escaparon de ella.
La firme resolución en el rostro de Kevin mientras le separaba más las piernas de nuevo. Ella contuvo un gemido y esperó. Pasó un instante, otro… Entonces él le acarició el interior de los muslos.
—Estás mojada. Mucho.
Y sonaba como que le agradaba.
Su mirada estaba pegada a la cara de ella mientras deslizaba dos dedos en su interior y atormentaba la pared frontal de su sexo. Oh… wow. Contuvo el aliento. Ese lugar. Lo había encontrado de inmediato. Luego ubicó el pulgar sobre el clítoris y lo frotó en círculos tortuosamente lentos.
Los ojos de ______ se abrieron más grandes mientras le observaba mirarla, la determinación implacable en todo el rostro. Tenía la intención de hacerla subir duro, a gran altura, rápido.
El cuerpo entero de ______ se tensó en el silencio recargado y se aferró a la corbata desesperada, abriendo los muslos aún más.
—Dios, te ves deliciosa. Te sientes increíble, tan apretada, tu dulce coño aferrándose a mis dedos, tu clítoris inflamándose.
Ningún hombre le había hablado nunca así. Aunque ella no podría explicar por qué, ______ lo amaba. La crudeza de su lenguaje, unido con la admiración en la voz y la ternura en sus ojos.
Y esos dedos mágicos e implacables.
El orgasmo comenzó a acercarse, el dolor aumentando entre sus piernas se convirtió en una aguda quemazón que crecía y aumentaba. Su crema empapaba los dedos de él, goteando hasta su entrada trasera. Ella apenas podía respirar. La expectativa era enorme. Luchar contra el clímax se volvió imposible.
Justo cuando sintió los primeros movimientos de su vientre apretarse, Kevin se retiró.
Moviéndose agitadamente, ella negó con la cabeza en señal de protesta.
—No. Por favor…
Él deslizó el más leve de los toques por el clítoris y ella levantó las caderas hacia el contacto. Él se apartó.
—Por favor, ¿qué?
—Te necesito.
—¿Para hacer qué? —Le rozó el clítoris de nuevo—. Sé específica. Convénceme de que me deseas.
______ clavó la mirada en él mientras los ojos de Kevin la taladraban con desnuda lujuria. Un millón de pensamientos atravesaron con rapidez su mente mientras él con lentitud rozaba la sensible y pequeña protuberancia una y otra vez, manteniendo el placer sobre el filo de la navaja. La estaba partiendo en dos, destruyendo su mente. Cada pedazo de ella ardía y se tensaba por él.
Él no iba a aplacarse o rendirse. No aceptaría nada menos que la rendición total.
Ella tragó y dijo una palabra que nunca había dicho en la vida.
—Fóllame.
CariitoJonas15
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
awwww me encanta Kevin!!!
Pero que va a pasar con Joe y Nick???!
Siguela!!
Pero que va a pasar con Joe y Nick???!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Sus Hombres de Fantasia (Jonas y tu) Adaptación TERMINADA
hola soy una nueva lectoraaa subeeee esta increible
balletlover224
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