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Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
dios mio ellos estaran
corriendo
un grande
peligo con ese tipo suelto
nah tienes q seguir muro de
curiosidad de saber q haran dios siguela
corriendo
un grande
peligo con ese tipo suelto
nah tienes q seguir muro de
curiosidad de saber q haran dios siguela
ElitzJb
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
Nicholas tan pero tan cuidadoso y no se percato de eso D:
ahora el tipo va a por el y por ella. Menos mal Nicholas es super sexy y se salvaran JAJAJA.
Me encanta. Siguela.
ahora el tipo va a por el y por ella. Menos mal Nicholas es super sexy y se salvaran JAJAJA.
Me encanta. Siguela.
Creadora
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
aranzhitha escribió:ahh maldtito ripo traiciono al de la ONU
Y ahora va por mi Nicki :(
Siguela!!!
:$ sii es un hijo de &$$$&% :caliente: :caliente2:
ya la sigo! :D
X
ya la sigo! :D
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
Belencita escribió:uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh el malo pero maloooooooo malo malo llego
ahhhhhhh y sabe donde buscar
eso si es un GRAN problema
nos leemos pronto xoxo
así es, hizo su aparición! u.u
:caliente2: :enfadado:
esperemos que el Nicho este preparado
para lo que viene! :pale:
nos estamos leyendo! :D
X
:caliente2: :enfadado:
esperemos que el Nicho este preparado
para lo que viene! :pale:
nos estamos leyendo! :D
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
Taescaab escribió:La Duchaaaaaa :twisted:
gallo malo :enfadado:
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :love:
La ducha! :twisted:
si llego el malo! u.u
ya la sigo! :D
X
si llego el malo! u.u
ya la sigo! :D
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
ElitzJb escribió:dios mio ellos estaran
corriendo
un grande
peligo con ese tipo suelto
nah tienes q seguir muro de
curiosidad de saber q haran dios siguela
siii, & ni enterados que estan! u.u
ya la sigo! :D no desesperes! ;)
X
ya la sigo! :D no desesperes! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
Stefany escribió:Nicholas tan pero tan cuidadoso y no se percato de eso D:
ahora el tipo va a por el y por ella. Menos mal Nicholas es super sexy y se salvaran JAJAJA.
Me encanta. Siguela.
Lo sé, se le fue ese pequeño detalle! ;)
JAJAJ es más que sexy! :twisted:
ya la sigo! :) que bueno que te gusta! :D
X
JAJAJ es más que sexy! :twisted:
ya la sigo! :) que bueno que te gusta! :D
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
• CAPITULO 4 (PARTE 1) •
Summerville
Oh, mío, pensó _____(tn) , mirando a través de amplio arco cómo Nicholas bajaba rápidamente las escaleras y cruzaba de una zancada por el atrio del comedor. Había una rara, una definitivamente agitación muy femenina en su pecho.
Chico, se había aseado muy bien.
El desaliñado había desaparecido, con un aire si afeitar, de un hombre que había estado viajando dura y brutalmente. Se había lavado el pelo y atado de nuevo. Brillando en un intenso color negro.
Estaba embutido en unos pantalones vaqueros ajustados y un suéter negro de cuello alto. Aunque la ropa era informal, tenía el curioso efecto de parecer que llevaba un elegante traje de noche. La ropa también mostraba su cuerpo, fuertes músculos en el pecho y los bíceps marcados bajo su suéter.
Había estado claro en la librería que Nicholas Jonas era un hombre alto y fuerte, pero la preocupación de _____(tn) había estado demasiado ocupada sobre si debía aceptarlo como huésped y luego sobre si iban en realidad a llegar a casa con vida como para fijarse en su cuerpo.
Pero ahora estaban seguros en casa, no estaban muertos, la caldera no había muerto, y él no se parecía a un asesino en serie. Ahora podía fijarse en él. Lo observó mientras colocaba la última pieza de la vajilla y encendía las velas.
Raras veces había visto un espécimen tan perfecto de hombre. Era algo más que estar cachas. Estar cachas era algo normal hoy en día. Incluso Sanders iba al gimnasio. Era algo más que eso—poder puro masculino, sin adulterar y sin adornos.
Sus ojos se encontraron con los suyos mientras él bajaba rápidamente por las escaleras y entraba en el comedor. Pasó una expresión por su cara, que ella no pudo precisar, cuando vio la mesa del comedor.
¿Había exagerado?
Ella revisó la mesa, vestida con su mejor vajilla de Villeroy & Boch, que sus padres se habían comprado en su luna de miel en París hacía treinta y dos años. Todavía tenía cuatro copas de cristal de Waterford intactas y aún tenía algunas piezas de plata de la familia. Lo suficiente, seguramente, para poder poner una elegante mesa para dos.
Había encendido la última vela cuando él se detuvo en el umbral. Se quedaron mirando el uno al otro en el silencio absoluto de la sala. Él tenía unos ojos increíblemente magnéticos. Se quedaron sosteniendo los suyos. Su mirada era tan irresistible que ella no pudo apartarla... Con una exclamación de dolor, _____(tn) apagó el fósforo que le había quemado los dedos. Dolía. Miró hacia abajo, al punto rojo furioso sobre su dedo índice.
En un segundo, estaba a su lado, con un ceño profundo entre sus cejas. Levantó su mano y la examinó con cuidado.
—No es nada—, le dijo, tirando de su mano para liberarla. No funcionó. Le sostuvo la mano en un apretón sin dolor perfectamente irrompible. Que estúpida, quemarse el dedo con una cerilla por mirar fijamente a un hombre.
Se podría pensar que nunca había visto a un hombre antes, por el modo en que lo había estado mirando a él fijamente.
Un rubor de vergüenza se elevó profundamente dentro de ella. Había sido maldecida con la piel de una pelirroja, y sabía que sus mejillas estaban sonrosadas y que el rubor se extendía hasta sus pechos.
Él estaba de pie muy cerca, tan cerca que podía olerlo. Había usado el jabón que dejaba a todos los huéspedes, pero su olor, el que había sido impreso en su cerebro, en sus terminaciones nerviosas en el coche, —anulando el de la esencia a rosas. Tal ver era la combinación de olores femeninos y masculinos mezclados juntos lo que tenían ligeramente mareada.
Por un momento se sintió aturdida, y se habría balanceado si él no hubiera estado sosteniendo su mano con tanta fuerza.
—Tienes la piel delicada No querrás tener una ampolla. —Pasó por delante de ella y cogió un cubito de hielo de un vaso—. Toma. Mantenlo contra la quemadura durante unos minutos. —Él sostuvo el cubito contra su dedo y rodeó su mano alrededor de las suyas
No se distanció, como ella hubiera esperado, pero se la quedó mirando en silencio, con su mano rodeando la suya. _____(tn) era consciente del latido de su corazón, lento y fuerte, y del increíble calor de su mano. Ella no sabía qué hacer. Por supuesto, debería retirar su mano de la de él, pero por alguna razón sus músculos no le obedecían, por lo que simplemente se quedó en silencio, observándolo. Su iris era oscuro, profundo, casi indistinguible de las pupilas.
Una gota de agua derretida resbaló de su puño cerrado e hizo plaf en el suelo de mármol, sonando ruidosamente en el silencio. Fue como si el pequeño chapoteo la hiciese despertar de un sueño profundo. Respiró profundamente y flexionó los dedos bajo los suyos.
Él abrió su mano inmediatamente, y ella miró hacia abajo El hielo había obrado el truco. El enrojecimiento casi había desaparecido.
—Gracias—, murmuró, dando un paso atrás. Alejarse de él era más difícil de lo que debió haber sido, como si ese gran cuerpo ejerciese su propia gravedad, un pequeño planeta hecho de calor, hueso y músculos.
—De nada. Aquí. —Excavó en el bolsillo de sus pantalones vaqueros y sacó un sobre normal blanco—. Deberíamos terminar con esto cuanto antes.
Ella lo sostuvo, alzando la vista hacia él. Aunque no era de ninguna manera un hombre hermoso o incluso bien parecido, tenía una cara extraña…elegante, larga y delgada, con una estructura ósea fuerte ya no empañada por la barba. Profundos surcos en las comisuras de su boca.
El papel crujió entre sus dedos.
—¿Qué es esto?
—Quinientos dólares para el primer mes de alquiler, más un depósito de otros quinientos dólares. Si me aceptas, tengo la intención de quedarme un tiempo. Te pagaré el veinticuatro de cada mes, si estás de acuerdo con ello.
Wow. Eso era maravilloso para ella. Los mil dólares irían directamente al banco le lunes por la mañana.
_____(tn) abrió un cajón de secreter donde guardaba sus extractos del banco, y lo dejó allí, y lo cerró con un movimiento de su cadera.
Había estado increíblemente depre todo el día, sola en la librería, con sólo una casa vacía a la que volver al hogar, esperándole un largo y solitario fin de semana de navidad. Pero ahora parecía que las cosas estaban mejorando.
Sonrió mientras caminaba hacia la cocina. Se había superado a sí misma con la cena, tal vez para celebrar que ya no estaba tan sola. Nicholas Jonas era un huésped, cierto, pero se había convertido en algo bueno. ¿Quién sabe? Tal vez incluso tendría conversación. Tal vez—
—¿_____(tn) —? Su voz era baja y profunda, una nota interrogante en ella. Se dio la vuelta. En la cocina sonó una campana. El asado estaba listo.
—¿Si?
Apuntó con un dedo largo hacia el secreter.
—¿No vas a contar eso?
Ella lo miró fijamente.
—¿Contar qué?
—El dinero. Quiero que lo cuentes.
Ella lo miró, luego al cajón. Ella medio sonrió.
—Pero—pero confío en ti.
Él inclinó la cabeza gravemente.
—Escucharlo es tranquilizador. Y saberlo. Pero debes contarlo, de todas formas.
—Pero el asado.
—No se quemará, sólo te llevará un minuto comprobar que todo el dinero está allí. Compláceme. Por favor—.
Parecía que ese rostro duro no existían las súplicas en su repertorio. La palabra había sido pronunciada con bastante suavidad, pero en su cara estaba escrito que no utilizaba esa palabra a menudo. Y definitivamente no era un rostro al que se le podía decir que no.
Bueno, alguien tan grande y fuerte como él, un ex soldado, probablemente no necesitaba pedir por favor muy a menudo. Probablemente tenía lo que quería.
Después de todo así era cómo funcionaba el mundo.
_____(tn) había chocado su cabeza repetidas veces contra aquellos más poderosos que ella, y había perdido, todas las veces. El poder en su mundo era por lo general el dinero y las conexiones, no la fuerza física, pero como no tenía nada de eso —ni dinero, conexiones o poder físico—era la que tenía de llevarse la peor parte.
Él no se movió, y no dijo nada más, así que suspirando, se dio la vuelta y abrió el cajón. El sobre no estaba cerrado—la solapa estaba metida como una tarjeta de Navidad.
Dentro había diez billetes de cien dólares muy nuevos y crujientes. Los contó, uno por uno, dejando cada uno sobre la superficie de la mesa con una pequeña palmada, y luego, cuando los hubo terminado de contar, los metió de nuevo en el sobre y los colocó de nuevo en el cajón.
Había sido una farsa, pero tal vez había tenido razón al obligarla a comprobarlo. La sensación de los billetes crujientes era tan tranquilizadora. El mes de enero iba a salir bien, en cuanto al dinero. La caldera no había fallado todavía. E iba a cenar con un hombre atractivo.
El hombre con el que se iba a enrollar.
_____(tn) se volvió hacia él. Parecía que él no se había movido una sola pulgada. Nunca había conocido a nadie, hombre o mujer que pudiese mantenerse así. —Ahora a menos que ese dinero sea falso, y si lo es, lo sabré el lunes por la mañana cuando lo deposite en el banco, te sugiero que te sientes y nos sirvas una copa de vino.
Estaré de vuelta.
Cuando ella volvió a entrar en el comedor, ya estaba sentado y había servido a los dos media copa de vino. Se puso de pie inmediatamente en cuanto ella cruzó el umbral.
_____(tn) dejó el asado y se sentó, notando que él no se sentó hasta que ella lo hizo. Esa regla había salido con los dinosaurios, aunque al parecer Nicholas Jonas no se había enterado.
La mirada oscura de Nicholas se posó en la mesa, y luego, en ella. —Esto parece absolutamente maravilloso.
Gracias a ti. No soñé cuando llegué que tendría una cena tan elegante esta noche. Pensé que me registraría en un hotel y trataría de encontrar un restaurante en alguna parte.
_____(tn) sonrió, complacida, mientras le servía. Si, había puesto una bonita mesa. Y esta noche se había superado a ella misma en la cocina. Era un viejo truco. Cuando estás deprimida—un brochazo de más maquillaje, ponerse su blusa más bonita, poner algo de música. Al igual que siempre y cuando no costaba dinero que no tenía, _____(tn) conocía todos los trucos.
El comedor era hermoso en sí mismo. Cuando sus padres vivían, estaba pintado de un amarillo canario que combinaba maravillosamente bien con el color del cálido cerezo del comedor de estilo Art Decó.
Un año después del accidente, en una de las pocas ocasiones en que en realidad había logrado mantenerse de pie, Toby se había resbalado y golpeado la cabeza contra la esquina picuda del buffet, y luego contra la pared, dejando un rastro de sangre de color rojo brillante.
_____(tn) había estado horrorizada y afligida ante la vista de la sangre de su hermano sobre la pared, el siguiente fin de semana había pintado las paredes de aburrido, soso verde menta que era sólo una sombra del color caqui del hospital.
Este era el único color que tenían el día que había ido a la ferretería local.
Aparte de eso, la habitación estaba como había estado en los buenos tiempos, cuando los Lakes entretenían a senadores, jueces, escritores famosos y artistas. Hasta el momento, no había tenido el corazón para vender el juego de comedor, aunque si Toby hubiese vivido mucho más tiempo, el conjunto de comedor habría tenido que irse, junto con el último cuadro y tarde o temprano, la casa.
La mesa de madera de cerezo estaba pulida y brillante. Las llamas de las velas se reflejaban profundamente en la madera, al igual que las copas de cristal, casi tanto como si la mesa fuese un espejo.
Las llamas de las velas se reflejaban en los oscuros ojos de Nicholas , también, pequeños destellos de luz en la oscuridad. Había otra clase de luz en sus ojos también, inconfundible.
No cabía duda que estaba apreciando algo más que la cena. No había dicho ni una palabra, pero el interés masculino era evidente y potente. No hizo nada tan grosero como mirarla arriba y abajo—sus ojos permanecieron clavados en su cara—pero _____(tn) había estado suficientes veces en el extremo receptor de la atención masculina como para saber muy bien cuando era dirigida a ella. Definitivamente, Nicholas Jonas estaba muy interesado.
Ella era bien parecida, lo sabía. Se había duchado y tomado un cuidado especial con su maquillaje y se había recogido el pelo, dejando algunos rizos sueltos acariciando sus hombros.
Llevaba un Armani de su madre. No habría ninguna manera en esta tierra de que se pudiese permitir un vestido de cóctel como el que vestía, nunca en un millón de años. Pero tenía todavía el guardarropa de su madre, que había sido rico y variado, también. Mónica Lake había tenido un gusto excelente, con un marido rico e indulgente que le gustaba agasajarla con regalos y presumir de ella en público.
En un esfuerzo por levantarse el ánimo, _____(tn) había decidido vestirse para la noche. Maldición, era Nochebuena, y en vez de pasarla sola en una casa fría, iba a pasarla con un hombre muy atractivo y maravilla de las maravillas, —la caldera no se había estropeado aún, por lo que ella podría ponerse un vestido de cóctel negro sin hombros sin parecer una idiota.
Esto casi parecía una cita.
¿Cuándo fue la última vez que había tenido una cita? Mucho antes de que ocurriera el colapso de Toby.
¿Septiembre, tal vez?
Ella había ido al banco de Jenna a recogerla para almorzar, y Jenna le había presentado al nuevo vicepresidente, George Bowen. Era rubio, guapo, treinta y algo, y él se enamoró inmediatamente.
Consiguió su número a través de Jenna y la llamó esa misma tarde para una cita.
George la llevó a un lujoso restaurante japonés, fresco y elegante. Era una maravillosa noche de septiembre, cálida y con maduras promesas. George era simpático, divertido, romántico. Una compañía encantadora. Sexy de una manera discreta. _____(tn) estaba pensando seriamente en dormir con él después de un par de citas, preguntándose cómo seria, cuando sonó su móvil. Era la enfermera de Toby. Toby estaba teniendo un ataque.
George insistió en acompañarla a casa y vio, horrorizado, cómo tuvo que manejar a Toby. Nunca volvió a tener noticias de George otra vez. Nunca lo volvió a ver. Era embarazoso el modo en que la evitaba.
Lograba no estar nunca cerca cuando iba a recoger a Jenna para almorzar, y nunca le respondió a los mensajes que le dejó en su contestador automático. _____(tn) no tenía que ser golpeada en la cabeza para entender que él no quería de ninguna manera formar parte de su vida. Su vida era demasiado dura para él.
Después de eso, ella y Jenna tomaban el almuerzo en su librería, Primera Página, turnándose para pagar la comida china para llevar. Era más fácil para todos así.
Nicholas dejó el tenedor y tomó un sorbo de vino.
—Wow. No puedo recordar una comida mejor. En realidad no puedo recordar mi última buena comida en absoluto. Definitivamente fue antes de Afganistán.
_____(tn) miró a Nicholas comiendo. Tenía modales excelentes en la mesa, aunque ella temblaba cada vez que él cogía su copa de vino. Sus manos eran grandes y de aspecto rudo. Sin embargo podían ser delicadas. Sus movimientos eran precisos y controlados. Tal vez su copa de vino estuviese a salvo, después de todo.
George había tenido manos pequeñas, suaves y blancas. Trató de imaginárselo como un soldado en Afganistán y fracasó estrepitosamente.
—¿Qué hacías exactamente en Afganistán?—, preguntó, acumulando más comida en el plato de Nicholas y sonriendo interiormente ante su gesto de agradecimiento.
—Estuve dos veces, una para el gobierno, y otra para la empresa. La primera vez fue para una rotación de seis meses justo después de conseguir mis galones de Ranger. Estábamos en una patrulla de invierno en la región de Hundu Kush. La segunda vez fue después de dimitir en mi comisión para ayudar a mi padre a dirigir su empresa.
Conseguimos un contrato para proteger Habib Munib. Acabo de regresar de allí hace un par de semanas.
_____(tn) parpadeó, con el tenedor a medio camino de su boca.
—¿Habib Munib? —_____(tn) parpadeó, el tenedor a mitad de camino a su boca—. ¿Habib Munib? No es el él… cielos, no es el presidente de Afganistán?
—Sí. Más o menos. Al menos en teoría, de todos modos. —La dura boca de Nicholas se levantó en una media sonrisa. Esto no suavizó sus facciones, pero él se suavizó un poco—. La verdad es que Habib en estos días no es el presidente de mucho más que el Palacio Presidencial en Kabul y sobre un radio de diez bloques alrededor de ello. Cualquier jefe militar de las montañas tiene más poder real —y sin duda más potencia de fuego— que Habib.
Y cada señor de la guerra del país—y créeme que hay muchos de ellos—está intentando cazarlo. Mantenerlo con vida…es un reto. Lo logramos principalmente mediante la creación de la capital de bolsa de arena del mundo que le rodea.
¡Ella debía haber visto fotografías de Nicholas ! Debía. Habib Munib salía a menudo en las noticias y las imágenes le mostraban rodeados por sus guardaespaldas americanos. Tipos grandes y fornidos, sobre todo, con barba y gafas de sol, sosteniendo armas negras alarmantemente grandes. Ella se había imaginado que eran agentes americanos, pero aparentemente no lo eran.
—¿Disfrutaste del reto?
Hizo una pausa para pensar.
—Sí, lo hice. Mucho. Teníamos que pensar en cosas bastantemente inventivas y seriamente desagradablemente malas. Ayudó que Habib fuera uno de los tipos buenos. Estudió en Cal Tech y consiguió un título de ingeniería que no pone en práctica y sólidas habilidades con el póker, cuando juega. El hombre tiene una buena cabeza sobre sus hombros. Es la mejor esperanza de su país para un futuro que no sea la pobreza extrema y fanáticos enloquecidos por las calles matando a la gente para mantener el país a salvo de mujeres que usan lápiz de labios y esmalte de uñas.
—Trabajamos realmente duro para mantenerlo con vida.
_____(tn) lo miraba a la cara mientras hablaba. Se había olvidado encender la lámpara de araña de arriba, por lo que la mayor parte de la luz procedía de las velas. Estas brillaban en su oscura piel curtida de un bronce profundo, las llamas oscilando vivas en sus ojos oscuros.
La casa estaba tibia en el mejor de los casos, pero _____(tn) no tenía frío. Estaba sentado perpendicularmente a ella, con los codos casi tocándose, y él parecía irradiar calor. Se sentía envuelta por él, las moléculas de aire entre ellos aceleradas y calientes.
—¿Si tanto te gustaba el trabajo, por qué te fuiste?
Me enteré de que mi padre estaba enfermo. Él no me dijo que se sentía mal, no quería que me preocupase. Me lo dijo su secretaria. Ella me llamó y me dijo que mi padre estaba vomitando sangre. Volé directamente de vuelta.
—Lo amenacé hasta que fuimos a un doctor. —Una débil sonrisa arrugó su cara, un segundo y se fue, como una sombra de una sonrisa en lugar de una verdadera—. Mi padre era obstinado. Odiaba a los médicos. Me llevó algo de trabajo conseguir llevarlo a uno. Y cuando finalmente lo arrastré para hacerse pruebas, averiguamos que tenía cáncer de estómago. No podía dejarlo mientras estaba enfermo. El cáncer estaba muy avanzado. Sólo duró unas semanas. Después de su muerte, decidí hacer algo más.
_____(tn) apoyó la barbilla en su puño mientras lo miraba.
—¿Por qué?
Él apoyo su tenedor abajo, pensativo. Se tomó su tiempo para responder. Eso fue algo que a _____(tn) le gustó.
Él no hacía chistes fáciles, ni daba respuestas prefabricadas. Claramente luchaba para encontrar las palabras adecuadas. Era muy posible que las palabras no fueran su fuerte. Después de todo, era un soldado.
Cuando finalmente habló, su voz era tranquila y profunda.
—Mi padre fue un soldado durante toda su vida. Cuando se retiró, fundó una empresa en la que podía utilizar sus habilidades especiales. Disfruté de mi etapa en el ejército, pero ahora se, que en cierto modo, me alisté en el ejército para complacerlo. Cuando me necesitó para ayudarlo en su empresa, renuncié a mi comisión para ayudarle. Lo hice feliz. Si estuviera vivo, todavía estaría en Afganistán, aún con la empresa. Pero después de su muerte, comprendí—se detuvo, luchando con las palabras—yo comprendí que la empresa era su sueño. No el mío.
Yo tengo otros sueños, otro plan para mi vida. Y por mucho que lo echo de menos, la muerte de mi padre me dio la libertad para seguir.
La gran habitación se quedó en silencio. A través de un arco de la sala donde ella había encendido el fuego. Este crujió y reventó.
Él se sentía cómodo con el silencio. A _____(tn) le gustaba eso.
—Así que dime, ¿cuál es tu sueño? Él vaciló.
—Tengo—algunas habilidades especiales. Algunas las adquirí en el ejército, y he nacido con otras. Fueron útiles a mi padre, y yo estaba feliz poniéndolas a su servicio y al servicio de los clientes de la empresa. Pero él ahora se ido. Creo que quiero utilizar mis habilidades para otra clase de personas. La clase de personas que no pueden ir a una empresa de seguridad y resolver sus problemas comprando lo que necesitan—. Sus dientes estaban apretados, los músculos de fuerte mandíbula flexionados bajo su piel oscura. —Las empresas de Seguridad protegen a la clase de personas que ya tienen los medios para protegerse. Suelen ser por lo general ricos o al menos tienen el suficiente dinero como para pagar la protección de una empresa entera. Muchos tienen empresas propias, con empleados que se interponen entre ellos y el peligro. La contratación de seguridad adicional es a veces solo la guinda del pastel, y a veces, francamente, un símbolo de status. Creo que lo que realmente me gustaría es enseñar a las personas que lo necesitan habilidades de autodefensa. La gente que necesita saber defenderse pero no pueden permitirse personal de seguridad profesional.
—¿Y es eso lo que quieres hacer aquí? ¿Montar una—una qué? ¿Una escuela de autodefensa? ¿Aquí, en Summerville?
Él asintió.
—Quería un nuevo comienzo. Yo…pasé por aquí con mi padre cuando era un niño. Me gustó el lugar. Creo que siempre he pensado en una parte de mi mente que me gustaría vivir aquí.
—Hay peores lugares donde vivir. —Una gran ráfaga de viento agitó los cristales de las ventanas, y _____(tn) puso una sonrisa irónica—. Y por supuesto, desde luego, el clima es templado y agradable.
Él le devolvió otra medio sonrisa. —Confieso que no pensé en llegar en medio de una tormenta de nieve.
—Apuesto a que lo hiciste. Summerville es una ciudad bastante agradable, pero tengo que advertirte que los inviernos a veces pueden ser horribles. Los meteorólogos han pronosticado que este será particularmente largo y frío este año. ¿Te asustará esto?—No era completamente una pregunta ociosa. Sería una lástima que se fuese.
Iba a ser un huésped agradable, y el dinero estable sería muy bienvenido.
Él se quedó inmóvil, como si ella le hubiese dicho algo de una importancia trascendental.
—No, señora, —dijo en voz baja, mirándola a los ojos—. Un poco de frío no me va a asustar, créeme. He estado pensando en esto durante mucho tiempo, mucho tiempo.
_____(tn) se quedó en silencio, mirándolo mientras inclinaba la cabeza y se terminaba lo que quedaba de su tercera ración de patatas asadas. De manera constante, claramente, había ingerido una cantidad asombrosa de alimento. Al parecer, lo que había dicho era verdad, no había tenido una buena comida en meses.
—La comida estaba deliciosa, gracias.
—Me alegro que te haya gustado. Creo que hay que hacer un poco de esfuerzo extra para Nochebuena, ¿verdad? Y tengo una buena comida prevista para mañana. —Se secó la boca con una de las servilletas de lino de Pratesi que sólo usaba en ocasiones especiales—. Pero te advierto, no comerás así todos los días.
Él tomó un aliento profundo, claramente buscando las palabras adecuadas. _____(tn) se distrajo por un momento al posar la vista en su amplio pecho subiendo con la respiración. Podía ver sus pectorales a través del jersey. Probablemente tenía vello espeso en el pecho, a juzgar por el vello negro de sus antebrazos.
Una imagen repentina de ese pecho sin el suéter floreció en su mente, y una oleada de puro calor se disparó a través de ella.
Esto era tan diferente de ella, que casi miró a su alrededor para ver si alguien más se había puesto caliente con el pensamiento del pecho desnudo de un hombre en lugar de ella, _____(tn) Lake, la Señora frígida.
—No me quejaré, señora, —dijo finalmente—. Me he pasado siete años comiendo raciones de campaña y saben a comida de perro caducada desde hace años mezcladas con caucho. Masticadas en combate, también.
—Bueno, —respondió divertida—, no estoy demasiado segura de que las raciones de campaña—sean como una especie de arma, en realidad—, pero deben de ser terribles. Te trataré mejor que el ejército, eso seguro.
—Sí, señora. —Sus ojos oscuros se clavaron en ella—. Apuesto a por ello. Lo estoy esperando con impaciencia.
Oh, mío, pensó _____(tn) , mirando a través de amplio arco cómo Nicholas bajaba rápidamente las escaleras y cruzaba de una zancada por el atrio del comedor. Había una rara, una definitivamente agitación muy femenina en su pecho.
Chico, se había aseado muy bien.
El desaliñado había desaparecido, con un aire si afeitar, de un hombre que había estado viajando dura y brutalmente. Se había lavado el pelo y atado de nuevo. Brillando en un intenso color negro.
Estaba embutido en unos pantalones vaqueros ajustados y un suéter negro de cuello alto. Aunque la ropa era informal, tenía el curioso efecto de parecer que llevaba un elegante traje de noche. La ropa también mostraba su cuerpo, fuertes músculos en el pecho y los bíceps marcados bajo su suéter.
Había estado claro en la librería que Nicholas Jonas era un hombre alto y fuerte, pero la preocupación de _____(tn) había estado demasiado ocupada sobre si debía aceptarlo como huésped y luego sobre si iban en realidad a llegar a casa con vida como para fijarse en su cuerpo.
Pero ahora estaban seguros en casa, no estaban muertos, la caldera no había muerto, y él no se parecía a un asesino en serie. Ahora podía fijarse en él. Lo observó mientras colocaba la última pieza de la vajilla y encendía las velas.
Raras veces había visto un espécimen tan perfecto de hombre. Era algo más que estar cachas. Estar cachas era algo normal hoy en día. Incluso Sanders iba al gimnasio. Era algo más que eso—poder puro masculino, sin adulterar y sin adornos.
Sus ojos se encontraron con los suyos mientras él bajaba rápidamente por las escaleras y entraba en el comedor. Pasó una expresión por su cara, que ella no pudo precisar, cuando vio la mesa del comedor.
¿Había exagerado?
Ella revisó la mesa, vestida con su mejor vajilla de Villeroy & Boch, que sus padres se habían comprado en su luna de miel en París hacía treinta y dos años. Todavía tenía cuatro copas de cristal de Waterford intactas y aún tenía algunas piezas de plata de la familia. Lo suficiente, seguramente, para poder poner una elegante mesa para dos.
Había encendido la última vela cuando él se detuvo en el umbral. Se quedaron mirando el uno al otro en el silencio absoluto de la sala. Él tenía unos ojos increíblemente magnéticos. Se quedaron sosteniendo los suyos. Su mirada era tan irresistible que ella no pudo apartarla... Con una exclamación de dolor, _____(tn) apagó el fósforo que le había quemado los dedos. Dolía. Miró hacia abajo, al punto rojo furioso sobre su dedo índice.
En un segundo, estaba a su lado, con un ceño profundo entre sus cejas. Levantó su mano y la examinó con cuidado.
—No es nada—, le dijo, tirando de su mano para liberarla. No funcionó. Le sostuvo la mano en un apretón sin dolor perfectamente irrompible. Que estúpida, quemarse el dedo con una cerilla por mirar fijamente a un hombre.
Se podría pensar que nunca había visto a un hombre antes, por el modo en que lo había estado mirando a él fijamente.
Un rubor de vergüenza se elevó profundamente dentro de ella. Había sido maldecida con la piel de una pelirroja, y sabía que sus mejillas estaban sonrosadas y que el rubor se extendía hasta sus pechos.
Él estaba de pie muy cerca, tan cerca que podía olerlo. Había usado el jabón que dejaba a todos los huéspedes, pero su olor, el que había sido impreso en su cerebro, en sus terminaciones nerviosas en el coche, —anulando el de la esencia a rosas. Tal ver era la combinación de olores femeninos y masculinos mezclados juntos lo que tenían ligeramente mareada.
Por un momento se sintió aturdida, y se habría balanceado si él no hubiera estado sosteniendo su mano con tanta fuerza.
—Tienes la piel delicada No querrás tener una ampolla. —Pasó por delante de ella y cogió un cubito de hielo de un vaso—. Toma. Mantenlo contra la quemadura durante unos minutos. —Él sostuvo el cubito contra su dedo y rodeó su mano alrededor de las suyas
No se distanció, como ella hubiera esperado, pero se la quedó mirando en silencio, con su mano rodeando la suya. _____(tn) era consciente del latido de su corazón, lento y fuerte, y del increíble calor de su mano. Ella no sabía qué hacer. Por supuesto, debería retirar su mano de la de él, pero por alguna razón sus músculos no le obedecían, por lo que simplemente se quedó en silencio, observándolo. Su iris era oscuro, profundo, casi indistinguible de las pupilas.
Una gota de agua derretida resbaló de su puño cerrado e hizo plaf en el suelo de mármol, sonando ruidosamente en el silencio. Fue como si el pequeño chapoteo la hiciese despertar de un sueño profundo. Respiró profundamente y flexionó los dedos bajo los suyos.
Él abrió su mano inmediatamente, y ella miró hacia abajo El hielo había obrado el truco. El enrojecimiento casi había desaparecido.
—Gracias—, murmuró, dando un paso atrás. Alejarse de él era más difícil de lo que debió haber sido, como si ese gran cuerpo ejerciese su propia gravedad, un pequeño planeta hecho de calor, hueso y músculos.
—De nada. Aquí. —Excavó en el bolsillo de sus pantalones vaqueros y sacó un sobre normal blanco—. Deberíamos terminar con esto cuanto antes.
Ella lo sostuvo, alzando la vista hacia él. Aunque no era de ninguna manera un hombre hermoso o incluso bien parecido, tenía una cara extraña…elegante, larga y delgada, con una estructura ósea fuerte ya no empañada por la barba. Profundos surcos en las comisuras de su boca.
El papel crujió entre sus dedos.
—¿Qué es esto?
—Quinientos dólares para el primer mes de alquiler, más un depósito de otros quinientos dólares. Si me aceptas, tengo la intención de quedarme un tiempo. Te pagaré el veinticuatro de cada mes, si estás de acuerdo con ello.
Wow. Eso era maravilloso para ella. Los mil dólares irían directamente al banco le lunes por la mañana.
_____(tn) abrió un cajón de secreter donde guardaba sus extractos del banco, y lo dejó allí, y lo cerró con un movimiento de su cadera.
Había estado increíblemente depre todo el día, sola en la librería, con sólo una casa vacía a la que volver al hogar, esperándole un largo y solitario fin de semana de navidad. Pero ahora parecía que las cosas estaban mejorando.
Sonrió mientras caminaba hacia la cocina. Se había superado a sí misma con la cena, tal vez para celebrar que ya no estaba tan sola. Nicholas Jonas era un huésped, cierto, pero se había convertido en algo bueno. ¿Quién sabe? Tal vez incluso tendría conversación. Tal vez—
—¿_____(tn) —? Su voz era baja y profunda, una nota interrogante en ella. Se dio la vuelta. En la cocina sonó una campana. El asado estaba listo.
—¿Si?
Apuntó con un dedo largo hacia el secreter.
—¿No vas a contar eso?
Ella lo miró fijamente.
—¿Contar qué?
—El dinero. Quiero que lo cuentes.
Ella lo miró, luego al cajón. Ella medio sonrió.
—Pero—pero confío en ti.
Él inclinó la cabeza gravemente.
—Escucharlo es tranquilizador. Y saberlo. Pero debes contarlo, de todas formas.
—Pero el asado.
—No se quemará, sólo te llevará un minuto comprobar que todo el dinero está allí. Compláceme. Por favor—.
Parecía que ese rostro duro no existían las súplicas en su repertorio. La palabra había sido pronunciada con bastante suavidad, pero en su cara estaba escrito que no utilizaba esa palabra a menudo. Y definitivamente no era un rostro al que se le podía decir que no.
Bueno, alguien tan grande y fuerte como él, un ex soldado, probablemente no necesitaba pedir por favor muy a menudo. Probablemente tenía lo que quería.
Después de todo así era cómo funcionaba el mundo.
_____(tn) había chocado su cabeza repetidas veces contra aquellos más poderosos que ella, y había perdido, todas las veces. El poder en su mundo era por lo general el dinero y las conexiones, no la fuerza física, pero como no tenía nada de eso —ni dinero, conexiones o poder físico—era la que tenía de llevarse la peor parte.
Él no se movió, y no dijo nada más, así que suspirando, se dio la vuelta y abrió el cajón. El sobre no estaba cerrado—la solapa estaba metida como una tarjeta de Navidad.
Dentro había diez billetes de cien dólares muy nuevos y crujientes. Los contó, uno por uno, dejando cada uno sobre la superficie de la mesa con una pequeña palmada, y luego, cuando los hubo terminado de contar, los metió de nuevo en el sobre y los colocó de nuevo en el cajón.
Había sido una farsa, pero tal vez había tenido razón al obligarla a comprobarlo. La sensación de los billetes crujientes era tan tranquilizadora. El mes de enero iba a salir bien, en cuanto al dinero. La caldera no había fallado todavía. E iba a cenar con un hombre atractivo.
El hombre con el que se iba a enrollar.
_____(tn) se volvió hacia él. Parecía que él no se había movido una sola pulgada. Nunca había conocido a nadie, hombre o mujer que pudiese mantenerse así. —Ahora a menos que ese dinero sea falso, y si lo es, lo sabré el lunes por la mañana cuando lo deposite en el banco, te sugiero que te sientes y nos sirvas una copa de vino.
Estaré de vuelta.
Cuando ella volvió a entrar en el comedor, ya estaba sentado y había servido a los dos media copa de vino. Se puso de pie inmediatamente en cuanto ella cruzó el umbral.
_____(tn) dejó el asado y se sentó, notando que él no se sentó hasta que ella lo hizo. Esa regla había salido con los dinosaurios, aunque al parecer Nicholas Jonas no se había enterado.
La mirada oscura de Nicholas se posó en la mesa, y luego, en ella. —Esto parece absolutamente maravilloso.
Gracias a ti. No soñé cuando llegué que tendría una cena tan elegante esta noche. Pensé que me registraría en un hotel y trataría de encontrar un restaurante en alguna parte.
_____(tn) sonrió, complacida, mientras le servía. Si, había puesto una bonita mesa. Y esta noche se había superado a ella misma en la cocina. Era un viejo truco. Cuando estás deprimida—un brochazo de más maquillaje, ponerse su blusa más bonita, poner algo de música. Al igual que siempre y cuando no costaba dinero que no tenía, _____(tn) conocía todos los trucos.
El comedor era hermoso en sí mismo. Cuando sus padres vivían, estaba pintado de un amarillo canario que combinaba maravillosamente bien con el color del cálido cerezo del comedor de estilo Art Decó.
Un año después del accidente, en una de las pocas ocasiones en que en realidad había logrado mantenerse de pie, Toby se había resbalado y golpeado la cabeza contra la esquina picuda del buffet, y luego contra la pared, dejando un rastro de sangre de color rojo brillante.
_____(tn) había estado horrorizada y afligida ante la vista de la sangre de su hermano sobre la pared, el siguiente fin de semana había pintado las paredes de aburrido, soso verde menta que era sólo una sombra del color caqui del hospital.
Este era el único color que tenían el día que había ido a la ferretería local.
Aparte de eso, la habitación estaba como había estado en los buenos tiempos, cuando los Lakes entretenían a senadores, jueces, escritores famosos y artistas. Hasta el momento, no había tenido el corazón para vender el juego de comedor, aunque si Toby hubiese vivido mucho más tiempo, el conjunto de comedor habría tenido que irse, junto con el último cuadro y tarde o temprano, la casa.
La mesa de madera de cerezo estaba pulida y brillante. Las llamas de las velas se reflejaban profundamente en la madera, al igual que las copas de cristal, casi tanto como si la mesa fuese un espejo.
Las llamas de las velas se reflejaban en los oscuros ojos de Nicholas , también, pequeños destellos de luz en la oscuridad. Había otra clase de luz en sus ojos también, inconfundible.
No cabía duda que estaba apreciando algo más que la cena. No había dicho ni una palabra, pero el interés masculino era evidente y potente. No hizo nada tan grosero como mirarla arriba y abajo—sus ojos permanecieron clavados en su cara—pero _____(tn) había estado suficientes veces en el extremo receptor de la atención masculina como para saber muy bien cuando era dirigida a ella. Definitivamente, Nicholas Jonas estaba muy interesado.
Ella era bien parecida, lo sabía. Se había duchado y tomado un cuidado especial con su maquillaje y se había recogido el pelo, dejando algunos rizos sueltos acariciando sus hombros.
Llevaba un Armani de su madre. No habría ninguna manera en esta tierra de que se pudiese permitir un vestido de cóctel como el que vestía, nunca en un millón de años. Pero tenía todavía el guardarropa de su madre, que había sido rico y variado, también. Mónica Lake había tenido un gusto excelente, con un marido rico e indulgente que le gustaba agasajarla con regalos y presumir de ella en público.
En un esfuerzo por levantarse el ánimo, _____(tn) había decidido vestirse para la noche. Maldición, era Nochebuena, y en vez de pasarla sola en una casa fría, iba a pasarla con un hombre muy atractivo y maravilla de las maravillas, —la caldera no se había estropeado aún, por lo que ella podría ponerse un vestido de cóctel negro sin hombros sin parecer una idiota.
Esto casi parecía una cita.
¿Cuándo fue la última vez que había tenido una cita? Mucho antes de que ocurriera el colapso de Toby.
¿Septiembre, tal vez?
Ella había ido al banco de Jenna a recogerla para almorzar, y Jenna le había presentado al nuevo vicepresidente, George Bowen. Era rubio, guapo, treinta y algo, y él se enamoró inmediatamente.
Consiguió su número a través de Jenna y la llamó esa misma tarde para una cita.
George la llevó a un lujoso restaurante japonés, fresco y elegante. Era una maravillosa noche de septiembre, cálida y con maduras promesas. George era simpático, divertido, romántico. Una compañía encantadora. Sexy de una manera discreta. _____(tn) estaba pensando seriamente en dormir con él después de un par de citas, preguntándose cómo seria, cuando sonó su móvil. Era la enfermera de Toby. Toby estaba teniendo un ataque.
George insistió en acompañarla a casa y vio, horrorizado, cómo tuvo que manejar a Toby. Nunca volvió a tener noticias de George otra vez. Nunca lo volvió a ver. Era embarazoso el modo en que la evitaba.
Lograba no estar nunca cerca cuando iba a recoger a Jenna para almorzar, y nunca le respondió a los mensajes que le dejó en su contestador automático. _____(tn) no tenía que ser golpeada en la cabeza para entender que él no quería de ninguna manera formar parte de su vida. Su vida era demasiado dura para él.
Después de eso, ella y Jenna tomaban el almuerzo en su librería, Primera Página, turnándose para pagar la comida china para llevar. Era más fácil para todos así.
Nicholas dejó el tenedor y tomó un sorbo de vino.
—Wow. No puedo recordar una comida mejor. En realidad no puedo recordar mi última buena comida en absoluto. Definitivamente fue antes de Afganistán.
_____(tn) miró a Nicholas comiendo. Tenía modales excelentes en la mesa, aunque ella temblaba cada vez que él cogía su copa de vino. Sus manos eran grandes y de aspecto rudo. Sin embargo podían ser delicadas. Sus movimientos eran precisos y controlados. Tal vez su copa de vino estuviese a salvo, después de todo.
George había tenido manos pequeñas, suaves y blancas. Trató de imaginárselo como un soldado en Afganistán y fracasó estrepitosamente.
—¿Qué hacías exactamente en Afganistán?—, preguntó, acumulando más comida en el plato de Nicholas y sonriendo interiormente ante su gesto de agradecimiento.
—Estuve dos veces, una para el gobierno, y otra para la empresa. La primera vez fue para una rotación de seis meses justo después de conseguir mis galones de Ranger. Estábamos en una patrulla de invierno en la región de Hundu Kush. La segunda vez fue después de dimitir en mi comisión para ayudar a mi padre a dirigir su empresa.
Conseguimos un contrato para proteger Habib Munib. Acabo de regresar de allí hace un par de semanas.
_____(tn) parpadeó, con el tenedor a medio camino de su boca.
—¿Habib Munib? —_____(tn) parpadeó, el tenedor a mitad de camino a su boca—. ¿Habib Munib? No es el él… cielos, no es el presidente de Afganistán?
—Sí. Más o menos. Al menos en teoría, de todos modos. —La dura boca de Nicholas se levantó en una media sonrisa. Esto no suavizó sus facciones, pero él se suavizó un poco—. La verdad es que Habib en estos días no es el presidente de mucho más que el Palacio Presidencial en Kabul y sobre un radio de diez bloques alrededor de ello. Cualquier jefe militar de las montañas tiene más poder real —y sin duda más potencia de fuego— que Habib.
Y cada señor de la guerra del país—y créeme que hay muchos de ellos—está intentando cazarlo. Mantenerlo con vida…es un reto. Lo logramos principalmente mediante la creación de la capital de bolsa de arena del mundo que le rodea.
¡Ella debía haber visto fotografías de Nicholas ! Debía. Habib Munib salía a menudo en las noticias y las imágenes le mostraban rodeados por sus guardaespaldas americanos. Tipos grandes y fornidos, sobre todo, con barba y gafas de sol, sosteniendo armas negras alarmantemente grandes. Ella se había imaginado que eran agentes americanos, pero aparentemente no lo eran.
—¿Disfrutaste del reto?
Hizo una pausa para pensar.
—Sí, lo hice. Mucho. Teníamos que pensar en cosas bastantemente inventivas y seriamente desagradablemente malas. Ayudó que Habib fuera uno de los tipos buenos. Estudió en Cal Tech y consiguió un título de ingeniería que no pone en práctica y sólidas habilidades con el póker, cuando juega. El hombre tiene una buena cabeza sobre sus hombros. Es la mejor esperanza de su país para un futuro que no sea la pobreza extrema y fanáticos enloquecidos por las calles matando a la gente para mantener el país a salvo de mujeres que usan lápiz de labios y esmalte de uñas.
—Trabajamos realmente duro para mantenerlo con vida.
_____(tn) lo miraba a la cara mientras hablaba. Se había olvidado encender la lámpara de araña de arriba, por lo que la mayor parte de la luz procedía de las velas. Estas brillaban en su oscura piel curtida de un bronce profundo, las llamas oscilando vivas en sus ojos oscuros.
La casa estaba tibia en el mejor de los casos, pero _____(tn) no tenía frío. Estaba sentado perpendicularmente a ella, con los codos casi tocándose, y él parecía irradiar calor. Se sentía envuelta por él, las moléculas de aire entre ellos aceleradas y calientes.
—¿Si tanto te gustaba el trabajo, por qué te fuiste?
Me enteré de que mi padre estaba enfermo. Él no me dijo que se sentía mal, no quería que me preocupase. Me lo dijo su secretaria. Ella me llamó y me dijo que mi padre estaba vomitando sangre. Volé directamente de vuelta.
—Lo amenacé hasta que fuimos a un doctor. —Una débil sonrisa arrugó su cara, un segundo y se fue, como una sombra de una sonrisa en lugar de una verdadera—. Mi padre era obstinado. Odiaba a los médicos. Me llevó algo de trabajo conseguir llevarlo a uno. Y cuando finalmente lo arrastré para hacerse pruebas, averiguamos que tenía cáncer de estómago. No podía dejarlo mientras estaba enfermo. El cáncer estaba muy avanzado. Sólo duró unas semanas. Después de su muerte, decidí hacer algo más.
_____(tn) apoyó la barbilla en su puño mientras lo miraba.
—¿Por qué?
Él apoyo su tenedor abajo, pensativo. Se tomó su tiempo para responder. Eso fue algo que a _____(tn) le gustó.
Él no hacía chistes fáciles, ni daba respuestas prefabricadas. Claramente luchaba para encontrar las palabras adecuadas. Era muy posible que las palabras no fueran su fuerte. Después de todo, era un soldado.
Cuando finalmente habló, su voz era tranquila y profunda.
—Mi padre fue un soldado durante toda su vida. Cuando se retiró, fundó una empresa en la que podía utilizar sus habilidades especiales. Disfruté de mi etapa en el ejército, pero ahora se, que en cierto modo, me alisté en el ejército para complacerlo. Cuando me necesitó para ayudarlo en su empresa, renuncié a mi comisión para ayudarle. Lo hice feliz. Si estuviera vivo, todavía estaría en Afganistán, aún con la empresa. Pero después de su muerte, comprendí—se detuvo, luchando con las palabras—yo comprendí que la empresa era su sueño. No el mío.
Yo tengo otros sueños, otro plan para mi vida. Y por mucho que lo echo de menos, la muerte de mi padre me dio la libertad para seguir.
La gran habitación se quedó en silencio. A través de un arco de la sala donde ella había encendido el fuego. Este crujió y reventó.
Él se sentía cómodo con el silencio. A _____(tn) le gustaba eso.
—Así que dime, ¿cuál es tu sueño? Él vaciló.
—Tengo—algunas habilidades especiales. Algunas las adquirí en el ejército, y he nacido con otras. Fueron útiles a mi padre, y yo estaba feliz poniéndolas a su servicio y al servicio de los clientes de la empresa. Pero él ahora se ido. Creo que quiero utilizar mis habilidades para otra clase de personas. La clase de personas que no pueden ir a una empresa de seguridad y resolver sus problemas comprando lo que necesitan—. Sus dientes estaban apretados, los músculos de fuerte mandíbula flexionados bajo su piel oscura. —Las empresas de Seguridad protegen a la clase de personas que ya tienen los medios para protegerse. Suelen ser por lo general ricos o al menos tienen el suficiente dinero como para pagar la protección de una empresa entera. Muchos tienen empresas propias, con empleados que se interponen entre ellos y el peligro. La contratación de seguridad adicional es a veces solo la guinda del pastel, y a veces, francamente, un símbolo de status. Creo que lo que realmente me gustaría es enseñar a las personas que lo necesitan habilidades de autodefensa. La gente que necesita saber defenderse pero no pueden permitirse personal de seguridad profesional.
—¿Y es eso lo que quieres hacer aquí? ¿Montar una—una qué? ¿Una escuela de autodefensa? ¿Aquí, en Summerville?
Él asintió.
—Quería un nuevo comienzo. Yo…pasé por aquí con mi padre cuando era un niño. Me gustó el lugar. Creo que siempre he pensado en una parte de mi mente que me gustaría vivir aquí.
—Hay peores lugares donde vivir. —Una gran ráfaga de viento agitó los cristales de las ventanas, y _____(tn) puso una sonrisa irónica—. Y por supuesto, desde luego, el clima es templado y agradable.
Él le devolvió otra medio sonrisa. —Confieso que no pensé en llegar en medio de una tormenta de nieve.
—Apuesto a que lo hiciste. Summerville es una ciudad bastante agradable, pero tengo que advertirte que los inviernos a veces pueden ser horribles. Los meteorólogos han pronosticado que este será particularmente largo y frío este año. ¿Te asustará esto?—No era completamente una pregunta ociosa. Sería una lástima que se fuese.
Iba a ser un huésped agradable, y el dinero estable sería muy bienvenido.
Él se quedó inmóvil, como si ella le hubiese dicho algo de una importancia trascendental.
—No, señora, —dijo en voz baja, mirándola a los ojos—. Un poco de frío no me va a asustar, créeme. He estado pensando en esto durante mucho tiempo, mucho tiempo.
_____(tn) se quedó en silencio, mirándolo mientras inclinaba la cabeza y se terminaba lo que quedaba de su tercera ración de patatas asadas. De manera constante, claramente, había ingerido una cantidad asombrosa de alimento. Al parecer, lo que había dicho era verdad, no había tenido una buena comida en meses.
—La comida estaba deliciosa, gracias.
—Me alegro que te haya gustado. Creo que hay que hacer un poco de esfuerzo extra para Nochebuena, ¿verdad? Y tengo una buena comida prevista para mañana. —Se secó la boca con una de las servilletas de lino de Pratesi que sólo usaba en ocasiones especiales—. Pero te advierto, no comerás así todos los días.
Él tomó un aliento profundo, claramente buscando las palabras adecuadas. _____(tn) se distrajo por un momento al posar la vista en su amplio pecho subiendo con la respiración. Podía ver sus pectorales a través del jersey. Probablemente tenía vello espeso en el pecho, a juzgar por el vello negro de sus antebrazos.
Una imagen repentina de ese pecho sin el suéter floreció en su mente, y una oleada de puro calor se disparó a través de ella.
Esto era tan diferente de ella, que casi miró a su alrededor para ver si alguien más se había puesto caliente con el pensamiento del pecho desnudo de un hombre en lugar de ella, _____(tn) Lake, la Señora frígida.
—No me quejaré, señora, —dijo finalmente—. Me he pasado siete años comiendo raciones de campaña y saben a comida de perro caducada desde hace años mezcladas con caucho. Masticadas en combate, también.
—Bueno, —respondió divertida—, no estoy demasiado segura de que las raciones de campaña—sean como una especie de arma, en realidad—, pero deben de ser terribles. Te trataré mejor que el ejército, eso seguro.
—Sí, señora. —Sus ojos oscuros se clavaron en ella—. Apuesto a por ello. Lo estoy esperando con impaciencia.
:) Capitulo más!
me da gusto que la nove les encante! ;)
se podrá mejor en los siguientes capis! :)
promise u;*
las leo después! :D
Lu wH!;*
X
me da gusto que la nove les encante! ;)
se podrá mejor en los siguientes capis! :)
promise u;*
las leo después! :D
Lu wH!;*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
El padre de Nicholas, oh dios cuando se enterara de la verdad? y como es que Nicholas se acuerda de ella y ella no?
Es un amor el, y tan oh-soy-sexy que asdasdds siguelaaa
Es un amor el, y tan oh-soy-sexy que asdasdds siguelaaa
Creadora
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
awwwww me encanta Nicholas
es tan caballeroso :arre:
sigula!!!!!
es tan caballeroso :arre:
sigula!!!!!
aranzhitha
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
OOOOOOOHHHHH!!!.. MALDIITTOOO.. DESGRACIAAADOOO!!!.... PEROO AAARRGGG!! QUIERO SER YO LA QUE LO DESPELLLEEEEJEEEEEE!!!
Y NO LLEGUE A NICK NI A ______!!
JAJAJAJAJAJAJA..
PERO SE QUE NIICKK NO SE VA A DEJAAARR!!!!!..
AAAII Y BUENOOO QUIEN NO TIRARIA BABAAAAA!! AL VER BAJAR A NICK ASI RECIEN BAÑAAADOOOOO!!!!!!!!!...
Y LUEGO CERNAR CON EL Y .........
AAAAAAAAII MEJOR ME AAAII LE DEJOOO!!!!..
JAJAJAJAJAJAJA
CREO QUE COMO _____ YA ME IMAGINOO COOSAAASSSS DE ESAAASSS!!
JAJAJAJAJJAJAJAJ
Y NO LLEGUE A NICK NI A ______!!
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Y LUEGO CERNAR CON EL Y .........
AAAAAAAAII MEJOR ME AAAII LE DEJOOO!!!!..
JAJAJAJAJAJAJA
CREO QUE COMO _____ YA ME IMAGINOO COOSAAASSSS DE ESAAASSS!!
JAJAJAJAJJAJAJAJ
chelis
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
aww me eencanta akmxjdcnkj
Siguela.
MeliGarcia
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
Stefany escribió:El padre de Nicholas, oh dios cuando se enterara de la verdad? y como es que Nicholas se acuerda de ella y ella no?
Es un amor el, y tan oh-soy-sexy que asdasdds siguelaaa
u.u ya verás! :)
bueno es que no lo reconoce, además usa otro nombre recuerdas! (? :D
JAJAJA más que sexy! :twisted:
ya la sigo! ;)
X
bueno es que no lo reconoce, además usa otro nombre recuerdas! (? :D
JAJAJA más que sexy! :twisted:
ya la sigo! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
aranzhitha escribió:awwwww me encanta Nicholas
es tan caballeroso :arre:
sigula!!!!!
Siiiiiiiiiii! :(L):
es todo eso & más! :)
ya la sigo! :D
X
es todo eso & más! :)
ya la sigo! :D
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Un Amante Peligroso - NicholasJ&Tu - (Adaptación) TERMINADA!
chelis escribió:OOOOOOOHHHHH!!!.. MALDIITTOOO.. DESGRACIAAADOOO!!!.... PEROO AAARRGGG!! QUIERO SER YO LA QUE LO DESPELLLEEEEJEEEEEE!!!
Y NO LLEGUE A NICK NI A ______!!
JAJAJAJAJAJAJA..
PERO SE QUE NIICKK NO SE VA A DEJAAARR!!!!!..
AAAII Y BUENOOO QUIEN NO TIRARIA BABAAAAA!! AL VER BAJAR A NICK ASI RECIEN BAÑAAADOOOOO!!!!!!!!!...
Y LUEGO CERNAR CON EL Y .........
AAAAAAAAII MEJOR ME AAAII LE DEJOOO!!!!..
JAJAJAJAJAJAJA
CREO QUE COMO _____ YA ME IMAGINOO COOSAAASSSS DE ESAAASSS!!
JAJAJAJAJJAJAJAJ
:caliente2: :caliente:
siii, yo también! se lo merece ese hijo de &%$#$%
JAJAJAJ siii todas!
ese es un espectáculo, por el cual pago por ver! ;)
:)
X
siii, yo también! se lo merece ese hijo de &%$#$%
JAJAJAJ siii todas!
ese es un espectáculo, por el cual pago por ver! ;)
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HeyItsLupitaNJ
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