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Pasiones Ocultas (Así te conocí)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Muchas gracias *------------* que linda eres, ahora en un rato subo el otro capitulo me alegro mucho que te guste :D :D
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Me observó durante unos segundos como procesando las palabras, no esperaba que yo respondiera algo así, me conocía como la chica tímida, y lo era, ni siquiera entendía cómo podía comportarme así delante de él, y en un momento así; pero a pesar de que sentía vergüenza el deseo no dejaba que pudiese razonar que en realidad quizá el me veía como una loca desesperada, ¿importaba? Estaba loca por él aunque eso tuviese consecuencias y aunque luego de esta noche todo se arruinara entre nosotros, no me iría, no lo detendría tampoco porque quería esto quizá como nunca había querido algo.
-Párate…- me dijo finalmente y luego de unos minutos que se me hicieron eternos y con un tono de voz tranquilo pero con esa mirada que dejaba claro lo que quería. Hice lo que me pidió y me paré al costado de la cama, él se levantó de donde se encontraba y caminó hasta llegar detrás de mi puesto que los botones de mi vestido estaban ahí. -¿De verdad quieres que lo saque?- susurró contra mi oído y su respiración en mi piel me estremeció por completo acelerando mi respiración.
-Quiero…- respondí entrecortadamente y sentí la sonrisa en sus labios; sus manos deslizaron despacio el cierre de mi vestido y el simple roce contra mi piel me provocó un escalofrío; luego deslizó sus manos por mis brazos suavemente erizando mi piel al instante. Por la ventana corría una brisa fresca con olor a océano, la cuál se mezclaba con las sensaciones que él estaba generando en mi piel y cerré los ojos durante unos segundos solo para dejarme llevar por ello.
Se movió quedando frente a mi y sus ojos buscaron los míos, ¿podía existir mirada más perfecta? Solo mirarlo hacía que mi mente quedara libre de cualquier tipo de pensamientos; con un hábil y rápido movimiento deslizó los tirantes de mi vestido y el mismo cayó al piso dejándome de ropa interior delante de él y agradecía que al menos llevaba un conjunto que me gustaba y que no tenía ningún corazoncito rosa o alguna de esas cosas con las cuales saldría corriendo antes de permitir que me viera. Se apartó de mi sentándose en la cama nuevamente y comenzó a recorrerme con sus ojos muy despacio, desde mis pies hasta mis ojos nuevamente.
Me excitaba tener sus ojos en mi, pero no mi vergüenza fue un poco mayor y me abracé cubriéndome un poco y sintiéndome una idiota; por unos segundos recordé todas las veces que Douglas buscaba defectos en mi y me los decía, ¿qué tal que yo no le gustara a él? ¿o que hiciera lo mismo? Porque con el idiota de Douglas podía tolerarlo pero por Alex estaba sintiendo cosas fuertes e imposibles de controlar y el estar así me hacía sentir mucho más sensible de lo normal.
-¿Qué sucede? No debes ocultar tu cuerpo, eres hermosa- me dijo mientras yo desviaba la vista unos segundos y luego volvía a mirar sus ojos, ¿cómo sus palabras tenían tanto efecto en mi? Le creía pero aunque dejé mis brazos a un lado temía no ser suficiente para él, quién seguro sabía de todo y yo a penas si tenía experiencia. –Ven…- me dijo.
-Alex… yo… no tengo casi experiencia con nada- dije más como una advertencia para que no esperara mucho de mi y no terminara luego decepcionándose, realmente esto me estaba haciendo sentir incómoda; pero me miró algo confundido y enarcó una ceja.
-A mi eso no me afecta ni me cambia en nada-dijo y sentí un peso menos encima, de verdad no creía que me dijera algo así; se levantó acercándose a mi y besando despacio mi cuello. –Puedo enseñarte lo que sea necesario si así lo deseas- dijo acelerando de nuevo mi respiración con sus palabras y son sus cálidos labios sobre mi cuello los cuales se volvieron algo más intensos recorriendolo suavemente, pasando su lengua a medida que depositaba cortos besos en mi.
Se apartó de mi solo unos segundos para que me sentara en su cama y se colocó sentado detrás de mi con una pierna a cada lado; sus labios volvieron a besar mi cuello mientras sus manos acariciaban mi espalda generándome mil sensaciones con su contacto; mis ojos comenzaron a pesar y dejé que se cerraran entregándome al placer que comenzaba a sentir mientras sus manos desprendían mi sostén y lo quitaban por lo que al fin pude sentir su piel en la mía sin interferencias.
Tomó mis pechos acariciándolos y presionándolos suavemente, trazando círculos en la zona más sensible y suspiré sin poder controlarme, mi mente solo buscaba y esperaba sentir más de eso, que me tocara más, buscaba el placer de sus caricias como nunca antes. A los pocos minutos deslizó una de sus manos entre medio de ellos pasando por mi abdomen y llegando finalmente a mi sexo dónde toco sobre la fina tela de las bragas e intensificando su toque lo que generó una descarga de excitación a través de mi cuerpo y moví mis caderas buscando un poco más.
Sentí su respiración más acelerada en mi oído y su mano finalmente se metió dentro de mi ropa interior para poder tocarme, estimulándome despacio, haciéndome retorcer de placer y queriendo cada vez más de él; tiré mi cabeza hacia atrás apoyándola en su hombro, envuelta en sus acciones y esperando un poco más mientras me movía acompañando sus movimientos, sus dedos moviéndose en círculos alrededor de mi haciéndome explotar en mil sensaciones que atravesaron mi cuerpo y llenaron mis sentidos durante esos segundos extremos en los que me dejé ir.
Mis músculos se aflojaron luego de la liberación y se movió de la cama levantándose y desprendiendo su pantalón mientras yo lo observaba aún estremecida por lo acontecido; mi cuerpo lo reclamaba, quería tenerlo en mi con urgencia y él se veía jodidamente sexy, podría mirarlo así para siempre, también debía admitir que mi nivel de excitación en ese momento era máximo a pesar de que había tenido un orgasmo hacía minutos atrás. Tras colocarse protección volvió a la cama y abrió mis piernas metiéndose en medio de ellas y sobre mi para besarme intensamente y despertando de nuevo mi fuego interior.
-Si algo te molesta solo me dices que me detenga y lo hago, ¿si?- dijo contra mis labios pero esperando a que asintiera con la cabeza antes de entrar en mi despacio por lo que mis músculos se contrajeron; sentía un poco de dolor, y me era inevitable recordar al infeliz con el que había estado esas pocas veces pero que habían bastado para que odiara el sexo por el dolor. –Aflójate cariño… o va a doler más- susurró rozando mis labios y sus palabras lograron que me relajara dejando que mis músculos y mi cuerpo se aflojara y permitiendo adaptarme a él para que finalmente estuviese dentro de mi.
Entonces se movió afuera muy despacio y volvió a entrar en mi estremeciendo mi cuerpo por completo y el pequeño dolor simplemente desapareció, sustituido por el placer que comenzaba a apoderarse de cada parte de mi y de cada una de mis terminaciones nerviosas; al principio lo hizo suave y luego tomó ya un ritmo más constante. Mis manos se aferraron a su espalda con fuerza a medida que el placer aumentaba también; sentía fuego en mi, sus labios besaban los míos con pasión, sus manos sujetaban mis caderas con fuerza mientras entraba y salía de mi una y otra vez hasta que volví a sentir como me llevaba con él en el intenso éxtasis dando paso a una nueva liberación en la que esta vez me acompañó él estrechándome más contra su cuerpo y hundiéndose con más fuerza en mi.
Lo último que recuerdo en mi fase de somnolencia fue que me envolvió en sus brazos cubriéndome con una de las mantas en su cama y luego cerré mis ojos dejándome ir en un profundo y placentero sueño junto al hombre con el que quería estar y no permitiría que esa noche mi mente pensara en los problemas en los que estaba metida por haberme enamorado completamente de él.
-Párate…- me dijo finalmente y luego de unos minutos que se me hicieron eternos y con un tono de voz tranquilo pero con esa mirada que dejaba claro lo que quería. Hice lo que me pidió y me paré al costado de la cama, él se levantó de donde se encontraba y caminó hasta llegar detrás de mi puesto que los botones de mi vestido estaban ahí. -¿De verdad quieres que lo saque?- susurró contra mi oído y su respiración en mi piel me estremeció por completo acelerando mi respiración.
-Quiero…- respondí entrecortadamente y sentí la sonrisa en sus labios; sus manos deslizaron despacio el cierre de mi vestido y el simple roce contra mi piel me provocó un escalofrío; luego deslizó sus manos por mis brazos suavemente erizando mi piel al instante. Por la ventana corría una brisa fresca con olor a océano, la cuál se mezclaba con las sensaciones que él estaba generando en mi piel y cerré los ojos durante unos segundos solo para dejarme llevar por ello.
Se movió quedando frente a mi y sus ojos buscaron los míos, ¿podía existir mirada más perfecta? Solo mirarlo hacía que mi mente quedara libre de cualquier tipo de pensamientos; con un hábil y rápido movimiento deslizó los tirantes de mi vestido y el mismo cayó al piso dejándome de ropa interior delante de él y agradecía que al menos llevaba un conjunto que me gustaba y que no tenía ningún corazoncito rosa o alguna de esas cosas con las cuales saldría corriendo antes de permitir que me viera. Se apartó de mi sentándose en la cama nuevamente y comenzó a recorrerme con sus ojos muy despacio, desde mis pies hasta mis ojos nuevamente.
Me excitaba tener sus ojos en mi, pero no mi vergüenza fue un poco mayor y me abracé cubriéndome un poco y sintiéndome una idiota; por unos segundos recordé todas las veces que Douglas buscaba defectos en mi y me los decía, ¿qué tal que yo no le gustara a él? ¿o que hiciera lo mismo? Porque con el idiota de Douglas podía tolerarlo pero por Alex estaba sintiendo cosas fuertes e imposibles de controlar y el estar así me hacía sentir mucho más sensible de lo normal.
-¿Qué sucede? No debes ocultar tu cuerpo, eres hermosa- me dijo mientras yo desviaba la vista unos segundos y luego volvía a mirar sus ojos, ¿cómo sus palabras tenían tanto efecto en mi? Le creía pero aunque dejé mis brazos a un lado temía no ser suficiente para él, quién seguro sabía de todo y yo a penas si tenía experiencia. –Ven…- me dijo.
-Alex… yo… no tengo casi experiencia con nada- dije más como una advertencia para que no esperara mucho de mi y no terminara luego decepcionándose, realmente esto me estaba haciendo sentir incómoda; pero me miró algo confundido y enarcó una ceja.
-A mi eso no me afecta ni me cambia en nada-dijo y sentí un peso menos encima, de verdad no creía que me dijera algo así; se levantó acercándose a mi y besando despacio mi cuello. –Puedo enseñarte lo que sea necesario si así lo deseas- dijo acelerando de nuevo mi respiración con sus palabras y son sus cálidos labios sobre mi cuello los cuales se volvieron algo más intensos recorriendolo suavemente, pasando su lengua a medida que depositaba cortos besos en mi.
Se apartó de mi solo unos segundos para que me sentara en su cama y se colocó sentado detrás de mi con una pierna a cada lado; sus labios volvieron a besar mi cuello mientras sus manos acariciaban mi espalda generándome mil sensaciones con su contacto; mis ojos comenzaron a pesar y dejé que se cerraran entregándome al placer que comenzaba a sentir mientras sus manos desprendían mi sostén y lo quitaban por lo que al fin pude sentir su piel en la mía sin interferencias.
Tomó mis pechos acariciándolos y presionándolos suavemente, trazando círculos en la zona más sensible y suspiré sin poder controlarme, mi mente solo buscaba y esperaba sentir más de eso, que me tocara más, buscaba el placer de sus caricias como nunca antes. A los pocos minutos deslizó una de sus manos entre medio de ellos pasando por mi abdomen y llegando finalmente a mi sexo dónde toco sobre la fina tela de las bragas e intensificando su toque lo que generó una descarga de excitación a través de mi cuerpo y moví mis caderas buscando un poco más.
Sentí su respiración más acelerada en mi oído y su mano finalmente se metió dentro de mi ropa interior para poder tocarme, estimulándome despacio, haciéndome retorcer de placer y queriendo cada vez más de él; tiré mi cabeza hacia atrás apoyándola en su hombro, envuelta en sus acciones y esperando un poco más mientras me movía acompañando sus movimientos, sus dedos moviéndose en círculos alrededor de mi haciéndome explotar en mil sensaciones que atravesaron mi cuerpo y llenaron mis sentidos durante esos segundos extremos en los que me dejé ir.
Mis músculos se aflojaron luego de la liberación y se movió de la cama levantándose y desprendiendo su pantalón mientras yo lo observaba aún estremecida por lo acontecido; mi cuerpo lo reclamaba, quería tenerlo en mi con urgencia y él se veía jodidamente sexy, podría mirarlo así para siempre, también debía admitir que mi nivel de excitación en ese momento era máximo a pesar de que había tenido un orgasmo hacía minutos atrás. Tras colocarse protección volvió a la cama y abrió mis piernas metiéndose en medio de ellas y sobre mi para besarme intensamente y despertando de nuevo mi fuego interior.
-Si algo te molesta solo me dices que me detenga y lo hago, ¿si?- dijo contra mis labios pero esperando a que asintiera con la cabeza antes de entrar en mi despacio por lo que mis músculos se contrajeron; sentía un poco de dolor, y me era inevitable recordar al infeliz con el que había estado esas pocas veces pero que habían bastado para que odiara el sexo por el dolor. –Aflójate cariño… o va a doler más- susurró rozando mis labios y sus palabras lograron que me relajara dejando que mis músculos y mi cuerpo se aflojara y permitiendo adaptarme a él para que finalmente estuviese dentro de mi.
Entonces se movió afuera muy despacio y volvió a entrar en mi estremeciendo mi cuerpo por completo y el pequeño dolor simplemente desapareció, sustituido por el placer que comenzaba a apoderarse de cada parte de mi y de cada una de mis terminaciones nerviosas; al principio lo hizo suave y luego tomó ya un ritmo más constante. Mis manos se aferraron a su espalda con fuerza a medida que el placer aumentaba también; sentía fuego en mi, sus labios besaban los míos con pasión, sus manos sujetaban mis caderas con fuerza mientras entraba y salía de mi una y otra vez hasta que volví a sentir como me llevaba con él en el intenso éxtasis dando paso a una nueva liberación en la que esta vez me acompañó él estrechándome más contra su cuerpo y hundiéndose con más fuerza en mi.
Lo último que recuerdo en mi fase de somnolencia fue que me envolvió en sus brazos cubriéndome con una de las mantas en su cama y luego cerré mis ojos dejándome ir en un profundo y placentero sueño junto al hombre con el que quería estar y no permitiría que esa noche mi mente pensara en los problemas en los que estaba metida por haberme enamorado completamente de él.
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
OH POR DIOSSS!! no la dejes ahi, eres muy buena escritora, siguela cuando puedas por favorrrrrrr :D
_ForeverHazza1D
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
:D *-----------------* muchas graciaaaaaas!! me alegra mucho que te guste lo que escribo, mañana ya podré poner el otro capítulo, de verdad gracias por leer gfklgfdklgnd *-*
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Para quienes lean, que ando liada con el estudio, trataré de subir capítulo entre hoy y mañana e.e
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
no hay problema, me imagine que te habia pasado algo porque no apareciste, te deseo suerte en los estudios y sube cuando puedas :D
_ForeverHazza1D
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
GRACIAS POR LA PACIENCIA JAJAJAJA Y POR LEER CLARO! :D AQUÍ DEJO OTRO CAPITULO ESPERO SEA DE AGRADO *-----*
#Capitulo7 #
Cuando abrí los ojos me costó reaccionar y enfocarme en el sitio dónde me encontraba, porque claramente no estaba en mi cama, sino en la de él y entre sus brazos; mi cabeza estaba apoyada en su pecho y sinceramente no quería moverme de ahí por varios motivos: primero porque me sentía super cómoda, y segundo y principalmente porque ahora si que sentía vergüenza por lo sucedido anoche, ¿habría estado mal? Seguro no le había gustado, él tenía mucha experiencia con todo y yo era un completo desastre; no era como las chicas que él solía frecuentar y eso me hacía querer desaparecer. Lo peor es que era uno de esos momentos en los que no quería moverme ni un poquito para que no se diera cuenta de que estaba despierta pero sentía la pierna acalambrada y en algún momento tendría que moverme; sobre todo porque su mano acarició mi espalda y me di cuenta de que estaba despierto.
Finalmente y porque no aguanté más quedarme quieta me moví apenas un poco con la esperanza de que no lo notara, aunque era un comportamientos estúpido de mi parte; así que tomé coraje e intenté comportarme de manera normal, apoyé mi barbilla en su pecho y miré esos hermosos ojos azules.
-Buenos días- me dijo.
-Hola…- respondí con un poco de vergüenza.
-¿Cómo te sientes?-me preguntó
-Bien…- dije sintiendo ya mis mejillas algo sonrojadas.
-¿Duele algo?- dijo y quise que la tierra me tragara, ¿cómo se suponía que sabía eso? Bueno… tonta pregunta la mía, claro que lo sabía, era yo la que no tenía idea de nada de esto a no ser lo que me había sucedido con el idiota de Douglas meses atrás.
-…Algo…- contesté con más vergüenza que antes.
-¿Sucede algo?- preguntó con un poco de curiosidad, ¡claro que si! Seguro para él todo lo de anoche había sido como una actividad habitual mientras que yo me sentía literalmente en las nubes por haber estado con el hombre del que me había enamorado y no debía… pero no podía decirle nada de eso, a no ser saber por lo menos qué pensaba él de lo acontecido.
-¿Anoche… pasaste bien? Quiero decir… a pesar de mi poca experiencia en estas cosas…- dije con un poco de torpeza y algo entreverada al hablar, ¡Dios! Como me odiaba cuando sucedían estas cosas.
-¿Te preocupa saber cómo pasé yo?- dijo con una expresión divertida, ¡genial! Ahora se estaba riendo de mí, no respondí porque era quedarme callada o salir corriendo y estaba desnuda… moriría de la vergüenza así que simplemente mantuve la boca cerrada. –Eres hermosa, y el que no tengas experiencia en realidad me hace sentirte más mía, a demás eres muy sensible y receptiva y eso me encanta- dijo derritiéndome como un caramelo al sol, ¿de verdad me había dicho eso? Era más de lo que podía esperar y querer, ¿ser sensible era algo bueno? Pues si él lo decía entonces así sería, ignoraba lo que sucedería después de todo esto, pero de momento prefería quedarme con las buenas sensaciones que había tenido y con este fuerte sentimiento que no debería dejar que saliera de mi cabeza o podría verdaderamente arruinar las cosas con él.
Esa tarde salí a la playa con Sheila, quién ya me había hecho unas mil preguntas sobre dónde y con quién había pasado la noche y cuando se lo dije no paró de preguntarme cada mínimo detalle, que por supuesto no le di del todo, solo lo elemental y lo que se le podía contar a una amiga.
-¿Te trató bien?- quiso saber mientras daba casi saltos por la arena, a veces no entendía cómo podía tener tanta energía, era increíble, yo jamás podría estar así todo el día.
-Muy bien… pero no quiero pensar demasiado, ya sabes, él tiene un estilo de vida libre y yo… no quiero involucrarme- más de lo que estoy… me falto agregar.
-En eso tienes razón, si él se pusiera un poco más serio contigo sería genial pero hay que tener presente que no es así y tampoco seria bueno que te lastimara, soy tu amiga… sabes que solo fue sexo- me dijo con sinceridad como siempre me había dicho las cosas, y yo lo sabía aunque mi mente se negara a pensarlo, lo sabía.
-Lo sé, sé que no debo involucrarme, a demás no quiero que la amistad que tenemos se termine, o al menos el vínculo que teníamos- dije pensando en que si él cambiaba eso me daría un ataque.
-No creo que eso cambie, recuerda que él es bueno haciendo de cuenta que nada pasó, de lo contrario no hablaría con la mitad de las chicas que están en su grupo- dijo ella riendo. No quería pensar en Alex con otras chicas, no era algo que me agradara, de modo que prefería dejar esa realidad muy dentro de mi mente, en algún rinconcito oscuro donde no molestara.
Esa noche y como ya quedaban pocos días en la playa, se organizó otra de las grandes fiestas; habían pasado dos días en los cuales las cosas con él habían seguido su curso normal, no hubo comentarios al respecto y su trato para conmigo seguía siendo el de siempre pero tampoco hubo besos y mucho menos sexo, ¿de verdad le habría gustado estar conmigo? Porque quizá estuviera evitándome y yo no podía quedar como la desesperada en ir tras él a pedirle que me tocara o que me quitara la ropa… ¿por qué rayos estaba pensando en esto? Hasta hace unos días ni siquiera me gustaba el sexo, definitivamente mis hormonas no andaban bien y ya ver cuántas chicas al estilo barbia-rubia andaban a su alrededor me estaba desquiciando, más aún porque no podía decirle nada.
Para esa noche y en vista de que hacía calor, llevaba unos shorts cortos y una musculosa color blanco, había sujetado mi cabello en una coleta para que no me molestara y así pensaba quedarme, estando en ambiente de playa no se necesitaba mucho glamour. Iba saliendo de la habitación hacia la terraza cuando me encontré con él en el pasillo; llevaba un vaso con un trago y un cigarrillo en la otra, por lo que podía ver no andaba muy sano hoy.
Se recostó contra la pared dándole una calada al mismo y me recorrió con la vista de una forma que hizo que mis pensamientos se alteraran y me puse nerviosa.
-Hola…- dije en vista de que no me había dicho palabra.
-¿Dormimos juntos? Porque no me has saludado- me dijo en broma y con una media sonrisa; él sabía lo nerviosa que me ponía y lo peor era que le gustaba verme así. Me acerqué a paso torpe e intentando no tropezar con la alfombra y quedar de cara en el piso y ni bien estuve cerca sus ojos descendieron a mis labios.
-No te he visto en todo el día- fue lo único que me salió, ¿podía ser más tonta? Seguro que no, debía remediar esta situación de una vez si no quería que el pobre saliera corriendo de mi por ser hueca, mi idea era quitar la imagen de “chica-rosa-perfecta” que todos tenían de mi. De modo que me acerqué más a él hasta que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, sentía mi corazón latir con fuerza y él ni parecía alterado.
-¿Buscas algo en especial?- dijo jugando conmigo, ¿podía hacerme las cosas más complicadas? A mi mente le estaba por dar un colapso nervioso.
-Un poco más de ti…- respondí y su media sonrisa me hizo sentir mucho mejor con mi respuesta, creo haber respondido bien, aunque había sido de forma impulsiva y sin pensarlo mucho y quizá ese era mi problema, que pensaba demasiado las cosas.
Tomó el trago de su vaso de un solo sorbo y lo dejó sobre una mesita cercana para luego tomarme de la cintura y pegarme a su cuerpo; su mano presionó mis caderas contra las suyas y no pude evitar gemir suavemente.
-Bueno, yo quiero arrancarte la ropa… creo que podemos hacer algo con todo eso- dijo con sus labios pegados a los míos y acelerando más mi respiración.
Tomó mi mano y me condujo por el pasillo hasta su habitación, donde entramos y cerró la puerta tras de él; luego se acercó besándome de nuevo con pasión, de una forma más posesiva, no como la primera vez sino más duro, y más caliente también y no puedo explicar cuánto me gustaba eso.
Bastaban solo unos besos de esa manera para que mi deseo despertara y todo mi alrededor careciera de sentido porque los mismos estaban concentrados únicamente en él y en lo que me hacía sentir. Y todo parecía ir bien hasta que en cierto momento se apartó de mi observándome con esa oscura mirada encendida, ¡por favor! No podía calentarme de esa manera, mis instintos estaban fuera de si y si no se acercaba de nuevo a besarme juro que lo mataría.
-¿Qué…?- pregunté cuando vi que suspiró sentándose en la cama.
-El alcohol y yo no somos buenos juntos, hace que me descontrole y no quiero tratarte mal o ser demasiado rudo contigo- me dijo mientras yo lo miraba tratando de procesar la información, ¿qué significaba que podía ser rudo conmigo? –Y tu… me vuelves loco, no me es sencillo mantenerme dentro de los límites- dijo finalmente, ok… estaba jodidamente confundida ahora y me importaba poco el control que no pudiera mantener.
-No me importa…- dije antes de que la timidez me ganara.
-Importa si… no me conoces del todo Sam- dijo con seriedad, ¿estaba molesto? ¿por qué me costaba tanto entenderlo? No podía dejar que esta situación extraña se interpusiera entre nosotros, no esa noche, en un día volveríamos a la ciudad y no sabía si podría verlo de nuevo o si ya nunca más pasaría esto. De modo que me senté a su lado y lo besé nuevamente con todas las ganas del mundo. –Te lo advertí…- dijo rozando mis labios.
-Te deseo, no te detengas- dije sacando palabras de no se donde porque claramente solo me salían estando en esas situaciones pero era la verdad, poco me importaba que no se controlara, cualquier cosa era excitante con él.
Finalmente y porque no aguanté más quedarme quieta me moví apenas un poco con la esperanza de que no lo notara, aunque era un comportamientos estúpido de mi parte; así que tomé coraje e intenté comportarme de manera normal, apoyé mi barbilla en su pecho y miré esos hermosos ojos azules.
-Buenos días- me dijo.
-Hola…- respondí con un poco de vergüenza.
-¿Cómo te sientes?-me preguntó
-Bien…- dije sintiendo ya mis mejillas algo sonrojadas.
-¿Duele algo?- dijo y quise que la tierra me tragara, ¿cómo se suponía que sabía eso? Bueno… tonta pregunta la mía, claro que lo sabía, era yo la que no tenía idea de nada de esto a no ser lo que me había sucedido con el idiota de Douglas meses atrás.
-…Algo…- contesté con más vergüenza que antes.
-¿Sucede algo?- preguntó con un poco de curiosidad, ¡claro que si! Seguro para él todo lo de anoche había sido como una actividad habitual mientras que yo me sentía literalmente en las nubes por haber estado con el hombre del que me había enamorado y no debía… pero no podía decirle nada de eso, a no ser saber por lo menos qué pensaba él de lo acontecido.
-¿Anoche… pasaste bien? Quiero decir… a pesar de mi poca experiencia en estas cosas…- dije con un poco de torpeza y algo entreverada al hablar, ¡Dios! Como me odiaba cuando sucedían estas cosas.
-¿Te preocupa saber cómo pasé yo?- dijo con una expresión divertida, ¡genial! Ahora se estaba riendo de mí, no respondí porque era quedarme callada o salir corriendo y estaba desnuda… moriría de la vergüenza así que simplemente mantuve la boca cerrada. –Eres hermosa, y el que no tengas experiencia en realidad me hace sentirte más mía, a demás eres muy sensible y receptiva y eso me encanta- dijo derritiéndome como un caramelo al sol, ¿de verdad me había dicho eso? Era más de lo que podía esperar y querer, ¿ser sensible era algo bueno? Pues si él lo decía entonces así sería, ignoraba lo que sucedería después de todo esto, pero de momento prefería quedarme con las buenas sensaciones que había tenido y con este fuerte sentimiento que no debería dejar que saliera de mi cabeza o podría verdaderamente arruinar las cosas con él.
Esa tarde salí a la playa con Sheila, quién ya me había hecho unas mil preguntas sobre dónde y con quién había pasado la noche y cuando se lo dije no paró de preguntarme cada mínimo detalle, que por supuesto no le di del todo, solo lo elemental y lo que se le podía contar a una amiga.
-¿Te trató bien?- quiso saber mientras daba casi saltos por la arena, a veces no entendía cómo podía tener tanta energía, era increíble, yo jamás podría estar así todo el día.
-Muy bien… pero no quiero pensar demasiado, ya sabes, él tiene un estilo de vida libre y yo… no quiero involucrarme- más de lo que estoy… me falto agregar.
-En eso tienes razón, si él se pusiera un poco más serio contigo sería genial pero hay que tener presente que no es así y tampoco seria bueno que te lastimara, soy tu amiga… sabes que solo fue sexo- me dijo con sinceridad como siempre me había dicho las cosas, y yo lo sabía aunque mi mente se negara a pensarlo, lo sabía.
-Lo sé, sé que no debo involucrarme, a demás no quiero que la amistad que tenemos se termine, o al menos el vínculo que teníamos- dije pensando en que si él cambiaba eso me daría un ataque.
-No creo que eso cambie, recuerda que él es bueno haciendo de cuenta que nada pasó, de lo contrario no hablaría con la mitad de las chicas que están en su grupo- dijo ella riendo. No quería pensar en Alex con otras chicas, no era algo que me agradara, de modo que prefería dejar esa realidad muy dentro de mi mente, en algún rinconcito oscuro donde no molestara.
Esa noche y como ya quedaban pocos días en la playa, se organizó otra de las grandes fiestas; habían pasado dos días en los cuales las cosas con él habían seguido su curso normal, no hubo comentarios al respecto y su trato para conmigo seguía siendo el de siempre pero tampoco hubo besos y mucho menos sexo, ¿de verdad le habría gustado estar conmigo? Porque quizá estuviera evitándome y yo no podía quedar como la desesperada en ir tras él a pedirle que me tocara o que me quitara la ropa… ¿por qué rayos estaba pensando en esto? Hasta hace unos días ni siquiera me gustaba el sexo, definitivamente mis hormonas no andaban bien y ya ver cuántas chicas al estilo barbia-rubia andaban a su alrededor me estaba desquiciando, más aún porque no podía decirle nada.
Para esa noche y en vista de que hacía calor, llevaba unos shorts cortos y una musculosa color blanco, había sujetado mi cabello en una coleta para que no me molestara y así pensaba quedarme, estando en ambiente de playa no se necesitaba mucho glamour. Iba saliendo de la habitación hacia la terraza cuando me encontré con él en el pasillo; llevaba un vaso con un trago y un cigarrillo en la otra, por lo que podía ver no andaba muy sano hoy.
Se recostó contra la pared dándole una calada al mismo y me recorrió con la vista de una forma que hizo que mis pensamientos se alteraran y me puse nerviosa.
-Hola…- dije en vista de que no me había dicho palabra.
-¿Dormimos juntos? Porque no me has saludado- me dijo en broma y con una media sonrisa; él sabía lo nerviosa que me ponía y lo peor era que le gustaba verme así. Me acerqué a paso torpe e intentando no tropezar con la alfombra y quedar de cara en el piso y ni bien estuve cerca sus ojos descendieron a mis labios.
-No te he visto en todo el día- fue lo único que me salió, ¿podía ser más tonta? Seguro que no, debía remediar esta situación de una vez si no quería que el pobre saliera corriendo de mi por ser hueca, mi idea era quitar la imagen de “chica-rosa-perfecta” que todos tenían de mi. De modo que me acerqué más a él hasta que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, sentía mi corazón latir con fuerza y él ni parecía alterado.
-¿Buscas algo en especial?- dijo jugando conmigo, ¿podía hacerme las cosas más complicadas? A mi mente le estaba por dar un colapso nervioso.
-Un poco más de ti…- respondí y su media sonrisa me hizo sentir mucho mejor con mi respuesta, creo haber respondido bien, aunque había sido de forma impulsiva y sin pensarlo mucho y quizá ese era mi problema, que pensaba demasiado las cosas.
Tomó el trago de su vaso de un solo sorbo y lo dejó sobre una mesita cercana para luego tomarme de la cintura y pegarme a su cuerpo; su mano presionó mis caderas contra las suyas y no pude evitar gemir suavemente.
-Bueno, yo quiero arrancarte la ropa… creo que podemos hacer algo con todo eso- dijo con sus labios pegados a los míos y acelerando más mi respiración.
Tomó mi mano y me condujo por el pasillo hasta su habitación, donde entramos y cerró la puerta tras de él; luego se acercó besándome de nuevo con pasión, de una forma más posesiva, no como la primera vez sino más duro, y más caliente también y no puedo explicar cuánto me gustaba eso.
Bastaban solo unos besos de esa manera para que mi deseo despertara y todo mi alrededor careciera de sentido porque los mismos estaban concentrados únicamente en él y en lo que me hacía sentir. Y todo parecía ir bien hasta que en cierto momento se apartó de mi observándome con esa oscura mirada encendida, ¡por favor! No podía calentarme de esa manera, mis instintos estaban fuera de si y si no se acercaba de nuevo a besarme juro que lo mataría.
-¿Qué…?- pregunté cuando vi que suspiró sentándose en la cama.
-El alcohol y yo no somos buenos juntos, hace que me descontrole y no quiero tratarte mal o ser demasiado rudo contigo- me dijo mientras yo lo miraba tratando de procesar la información, ¿qué significaba que podía ser rudo conmigo? –Y tu… me vuelves loco, no me es sencillo mantenerme dentro de los límites- dijo finalmente, ok… estaba jodidamente confundida ahora y me importaba poco el control que no pudiera mantener.
-No me importa…- dije antes de que la timidez me ganara.
-Importa si… no me conoces del todo Sam- dijo con seriedad, ¿estaba molesto? ¿por qué me costaba tanto entenderlo? No podía dejar que esta situación extraña se interpusiera entre nosotros, no esa noche, en un día volveríamos a la ciudad y no sabía si podría verlo de nuevo o si ya nunca más pasaría esto. De modo que me senté a su lado y lo besé nuevamente con todas las ganas del mundo. –Te lo advertí…- dijo rozando mis labios.
-Te deseo, no te detengas- dije sacando palabras de no se donde porque claramente solo me salían estando en esas situaciones pero era la verdad, poco me importaba que no se controlara, cualquier cosa era excitante con él.
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Me parece que alguien se esta enamorando de a poco :D, aaa por dios siguela, es una de las mejores novelas que he leido!!
_ForeverHazza1D
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
jajajaja 8) si que si jajaja gracias por leer, veré si mañana ya tengo el siguiente capitulo terminado! :D :D
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Bastaron esas palabras para que sus labios volviera a buscar los míos besándome y esta vez sin detenerse, sus besos solían ser siempre pasionales pero esta vez se volvieron más intensos haciendo que el calor se extendiera por cada parte de mi cuerpo y respondiera a él de inmediato. Necesitaba más cercanía con él, y mis impulsos parecían querer llevarme más rápido de lo que podía pensar, era como estar mirando desde el fondo de mi mente a una mujer que nunca antes había visto llena de ansias y con fuego en su piel.
Me quitó la ropa esta vez sin mucho cuidado, intenté quitarle algo a él pero negó con su cabeza para que no lo hiciera y aunque me pareció algo extraño no dije nada y dejé que continuara con sus manos en mí deshaciéndose hasta de la última prenda; recién luego de estar completamente desnuda y en su cama se levantó quitándose él mismo lo demás mientras me recorría con una ardiente mirada centímetro a centímetro estremeciéndome y haciendo que lo deseara más. Una vez listo se colocó entre mis piernas y volvió a besarme sujetando mis manos a ambos lados de mi cabeza y entrando en mi con fuerza; grité por la sorpresa y también porque sentía dolor pero ese dolor se mezclaba con el placer de tenerlo dentro de mi, de sentir sus labios en mi cuello los cuales intensificaron sus besos y mis pechos se excitaron más.
Juntó mis manos sobre mi cabeza sujetándolas y con la otra tomó mi rostro pasando su lengua por mis labios mientras comenzaba a moverse lentamente pero duro; era inevitable no sentir placer, el dolor se sustituyó únicamente por esas sensaciones que comenzaban a consumirme de a poco, elevando mi mente, haciendo que mis pensamientos se mezclaran dentro de mi, centrándome solo en la fricción de nuestros cuerpos, en la fuerza de sus manos sujetándome, en su agitada respiración dejando claro que esto le gustaba tanto como a mi y no se trataba de algo delicado sino por el contrario de algo totalmente diferente, ya que la primera vez había sido mucho más suave pero no podía explicar lo que sentía en ese momento porque todo se iba poniendo cada vez más intenso.
Su mano descendió de mi rostro a mi cuello donde presionó solo un poco mientras su velocidad aumentaba y a la vez me tenía inmovilizada bajo él y simplemente me dejé ir, no soporte más el torbellino de éxtasis que me envolvió liberándome en un orgasmo que aflojó cada músculo de mi cuerpo al igual que el de él.
Tras unos minutos se colocó de lado y me miró con una expresión algo preocupada, ¿había hecho algo mal? ¿no le habría gustado algo? Porque de lo contrario no tenía idea por qué se veía así y tampoco me gustaba, no después de esto, momento en el que me sentía demasiado sensible para ser verdad. Lo observé con un poco de curiosidad en mi mirada, esperando a ver qué era lo que me diría y un poco nerviosa también.
-Te gusta todo esto- dijo y no como pregunta sino como afirmación; lo miré consternada y confundida.
-¿No debería gustarme?- pregunté sin entender.
-No, al contrario solo que creí que eras un poco más… frágil- dijo, ¿frágil? Y ahí estaba otra vez su visión de mi como princesita-barbie que tanto odiaba.
-Bueno, no voy a romperme…- dije sintiéndome una idiota por haber dicho eso. –Quiero decir, no soy de cristal- me corregí sin mucho éxito.
-Eso veo…- dijo pensativo, ¿qué rayos pasaba? Sentía que había algo que no me estaba diciendo o quizá yo era demasiado pensativa, sea como sea, el sexo con él era genial, fuera como fuera, lento o duro, daba igual me encantaba, y si eso estaba mal pues mala suerte.
Luego de un largo rato regresé a la realidad y tomé una ducha en mi habitación; cuando salí Sheila quién se estaba peinando me miraba expectante y no pude evitar reírme.
-Tu ropa tiene perfume de hombre-me dijo y sonreí.
-Yo… si, es que me encontré con Alex en el pasillo- confesé con las mejillas sonrojadas.
-Y terminó entre tus piernas imagino- dijo riendo y luego me miró un poco más de cerca. -¿Qué te pasó en las manos? Tienes las muñecas rojas- me dijo y me miré algo sobresaltada, no me había dado cuenta de que me había sujetado con demasiada presión, tampoco era que se notara demasiado, así que traté de disimular antes de morir de la vergüenza.
-Nada… ¿vamos abajo con los demás?- dije y aunque no pareció muy convencida asintió y bajamos a la fiesta hablando ya de otras cosas.
Alex estaba con sus amigos y con un grupo de barbies alrededor de él, sé que n debería afectarme a estas alturas pero cada vez que veía a esas chicas con grandes escotes provocándolo me daban ganas de arrancarles los ojos; y a él parecía no molestarle estar rodeado por ellas. Suspiré y traté de no pensar ni mirar qué hacía; se que mi mente esperaba que él estuviese conmigo y que solo tuviese ojos para mi pero eso era algo que no sucedería y yo tenía que aceptarlo de una buena vez si no quería salir lastimada; solo era sexo… como tenía con otras seguramente y no me vería jamás como yo quería que me viera.
Mientras trataba de seguir el hilo de la conversación que tenía Sheila con otra de las chicas sobre vestidos de no se que, miraba de reojo hacia donde él estaba con una rubia que prácticamente le estaba bailando de forma sensual; ¿a él no le importaba? ¿no pensaba que quizá eso podía dañarme de alguna manera? Claro que no lo pensaba, porque asumía que yo solo quería acostarme con él y como me había dejado las cosas claras desde un principio no le importaba si me molestaba. Y yo estaba jodidamente enamorada de él y sin posibilidad de volver atrás para evitar sentir esas cosas; era frustrante y molesto sentirme así; reprimí las lágrimas que amenazaban con salir de mi y me enfoqué en al conversación unos minutos.
-Yo le dije que color negro no me gustaba, que no estábamos en un velatorio- decía la chica refiriéndose a un vestido que le habían regalado.
-Pero el negro es lindo en algunas ocasiones, aunque claro que siempre depende puede tener detalles, ¿a ti te gusta Sam?- me dijo Sheila.
-¿Qué cosa?- dije distraída y me miró con cara de “¿es broma?”
-¿Qué sucede?-dijo.
-Nada, solo tengo algo de sueño- mentí.
-Pero s recién son las 12 de la noche- dijo la otra chica.
-Ya sabías cómo eran las cosas Sam… no dejes que te afecte- me dijo Sheila dándose cuenta de lo que me ocurría y porque el idiota de Alexander tenia tomada a la chica de la cintura mientras ella le decía vaya a saber uno que carajo al oído. Tenía que pensar en otra cosa o me daría un ataque, de modo que la siguiente media hora me esforcé al máximo por pensar en que nada a mi alrededor existía más que la conversación sobre vestidos negros y las fiestas a las que las chicas concurrían. Y justo cuando estaba a punto de lograr mi objetivo mi celular vibró con un mensaje de texto de él:
“¿Qué te sucede? Te noto algo seria, lo siento si hice algo que no te gustara”
¿Era una jodida broma? Casi doy el celular contra el piso pero me controlé y le respondí:
“¿Qué cosa sientes, haber tenido sexo duro, el estar casi apretando a una chica o los problemas que tienes con el compromiso con una sola persona?”
Lo envié y me arrepentí de inmediato, estaba enojada solo así me salía escribir estas cosas, es que esto de verdad estaba afectándome. A los minutos llegó otro:
“Ese tipo de sexo es el que más me gusta, no estoy apretando a nadie solo era una amiga y tampoco tengo problemas con el compromiso con una persona solo no me interesa, ¿qué quieres de mi?”
Mierda…
“No se notaba, solo les faltaba estar sin ropa y tienes problemas si, ¿qué quiero? Quiero mucho pero por lo que veo tendré que conformarme con lo que me das…”
Respuesta casi inmediata:
“¿No te basta con el sexo?”
De verdad esto me estaba desquiciando; suspiré y escribí:
“Quizá puedas buscarlo con alguna de tus amigas… no soy un juguete.”
Pasaron unos minutos y no respondió, había metido la pata hasta el fondo, yo sabía que Alex no quería nada serio, él siempre lo había dejado claro y sin embargo tenia que ser así de impulsiva y decirle todo por celular, porque frente a él no me animaba; a veces de verdad creía que era un entero desastre y si ahora él se enojaba y no quería hablarme más ¿qué iba a hacer?
Pasó un rato y entonces sentí su perfume inconfundible a mi lado, levanté la vista algo nerviosa y lo miré unos segundos… esos azules ojos en los cuales podía perderme, pero se veía algo molesto y eso me preocupó más.
-Creo que necesitamos aclarar unas cosas- me dijo bajo haciéndome seña para que lo siguiera. Me levante con las piernas algo temblorosas de los nervios y con un nudo del tamaño de un dinosaurio en el estómago y lo seguí hasta uno de los extremos de la amplia terraza donde no había mucha gente.
Una vez ahí me animé a mirarlo de nuevo y traté de articular alguna palabra coherente.
-¿Qué…?- se suponía que debía ser algo coherente pero en el estado en el que estaba y después de mis malditos impulsos con el celular ya no sabía ni dónde meterme y él no parecía estar de muy buen humor…que la suerte me acompañara.
Me quitó la ropa esta vez sin mucho cuidado, intenté quitarle algo a él pero negó con su cabeza para que no lo hiciera y aunque me pareció algo extraño no dije nada y dejé que continuara con sus manos en mí deshaciéndose hasta de la última prenda; recién luego de estar completamente desnuda y en su cama se levantó quitándose él mismo lo demás mientras me recorría con una ardiente mirada centímetro a centímetro estremeciéndome y haciendo que lo deseara más. Una vez listo se colocó entre mis piernas y volvió a besarme sujetando mis manos a ambos lados de mi cabeza y entrando en mi con fuerza; grité por la sorpresa y también porque sentía dolor pero ese dolor se mezclaba con el placer de tenerlo dentro de mi, de sentir sus labios en mi cuello los cuales intensificaron sus besos y mis pechos se excitaron más.
Juntó mis manos sobre mi cabeza sujetándolas y con la otra tomó mi rostro pasando su lengua por mis labios mientras comenzaba a moverse lentamente pero duro; era inevitable no sentir placer, el dolor se sustituyó únicamente por esas sensaciones que comenzaban a consumirme de a poco, elevando mi mente, haciendo que mis pensamientos se mezclaran dentro de mi, centrándome solo en la fricción de nuestros cuerpos, en la fuerza de sus manos sujetándome, en su agitada respiración dejando claro que esto le gustaba tanto como a mi y no se trataba de algo delicado sino por el contrario de algo totalmente diferente, ya que la primera vez había sido mucho más suave pero no podía explicar lo que sentía en ese momento porque todo se iba poniendo cada vez más intenso.
Su mano descendió de mi rostro a mi cuello donde presionó solo un poco mientras su velocidad aumentaba y a la vez me tenía inmovilizada bajo él y simplemente me dejé ir, no soporte más el torbellino de éxtasis que me envolvió liberándome en un orgasmo que aflojó cada músculo de mi cuerpo al igual que el de él.
Tras unos minutos se colocó de lado y me miró con una expresión algo preocupada, ¿había hecho algo mal? ¿no le habría gustado algo? Porque de lo contrario no tenía idea por qué se veía así y tampoco me gustaba, no después de esto, momento en el que me sentía demasiado sensible para ser verdad. Lo observé con un poco de curiosidad en mi mirada, esperando a ver qué era lo que me diría y un poco nerviosa también.
-Te gusta todo esto- dijo y no como pregunta sino como afirmación; lo miré consternada y confundida.
-¿No debería gustarme?- pregunté sin entender.
-No, al contrario solo que creí que eras un poco más… frágil- dijo, ¿frágil? Y ahí estaba otra vez su visión de mi como princesita-barbie que tanto odiaba.
-Bueno, no voy a romperme…- dije sintiéndome una idiota por haber dicho eso. –Quiero decir, no soy de cristal- me corregí sin mucho éxito.
-Eso veo…- dijo pensativo, ¿qué rayos pasaba? Sentía que había algo que no me estaba diciendo o quizá yo era demasiado pensativa, sea como sea, el sexo con él era genial, fuera como fuera, lento o duro, daba igual me encantaba, y si eso estaba mal pues mala suerte.
Luego de un largo rato regresé a la realidad y tomé una ducha en mi habitación; cuando salí Sheila quién se estaba peinando me miraba expectante y no pude evitar reírme.
-Tu ropa tiene perfume de hombre-me dijo y sonreí.
-Yo… si, es que me encontré con Alex en el pasillo- confesé con las mejillas sonrojadas.
-Y terminó entre tus piernas imagino- dijo riendo y luego me miró un poco más de cerca. -¿Qué te pasó en las manos? Tienes las muñecas rojas- me dijo y me miré algo sobresaltada, no me había dado cuenta de que me había sujetado con demasiada presión, tampoco era que se notara demasiado, así que traté de disimular antes de morir de la vergüenza.
-Nada… ¿vamos abajo con los demás?- dije y aunque no pareció muy convencida asintió y bajamos a la fiesta hablando ya de otras cosas.
Alex estaba con sus amigos y con un grupo de barbies alrededor de él, sé que n debería afectarme a estas alturas pero cada vez que veía a esas chicas con grandes escotes provocándolo me daban ganas de arrancarles los ojos; y a él parecía no molestarle estar rodeado por ellas. Suspiré y traté de no pensar ni mirar qué hacía; se que mi mente esperaba que él estuviese conmigo y que solo tuviese ojos para mi pero eso era algo que no sucedería y yo tenía que aceptarlo de una buena vez si no quería salir lastimada; solo era sexo… como tenía con otras seguramente y no me vería jamás como yo quería que me viera.
Mientras trataba de seguir el hilo de la conversación que tenía Sheila con otra de las chicas sobre vestidos de no se que, miraba de reojo hacia donde él estaba con una rubia que prácticamente le estaba bailando de forma sensual; ¿a él no le importaba? ¿no pensaba que quizá eso podía dañarme de alguna manera? Claro que no lo pensaba, porque asumía que yo solo quería acostarme con él y como me había dejado las cosas claras desde un principio no le importaba si me molestaba. Y yo estaba jodidamente enamorada de él y sin posibilidad de volver atrás para evitar sentir esas cosas; era frustrante y molesto sentirme así; reprimí las lágrimas que amenazaban con salir de mi y me enfoqué en al conversación unos minutos.
-Yo le dije que color negro no me gustaba, que no estábamos en un velatorio- decía la chica refiriéndose a un vestido que le habían regalado.
-Pero el negro es lindo en algunas ocasiones, aunque claro que siempre depende puede tener detalles, ¿a ti te gusta Sam?- me dijo Sheila.
-¿Qué cosa?- dije distraída y me miró con cara de “¿es broma?”
-¿Qué sucede?-dijo.
-Nada, solo tengo algo de sueño- mentí.
-Pero s recién son las 12 de la noche- dijo la otra chica.
-Ya sabías cómo eran las cosas Sam… no dejes que te afecte- me dijo Sheila dándose cuenta de lo que me ocurría y porque el idiota de Alexander tenia tomada a la chica de la cintura mientras ella le decía vaya a saber uno que carajo al oído. Tenía que pensar en otra cosa o me daría un ataque, de modo que la siguiente media hora me esforcé al máximo por pensar en que nada a mi alrededor existía más que la conversación sobre vestidos negros y las fiestas a las que las chicas concurrían. Y justo cuando estaba a punto de lograr mi objetivo mi celular vibró con un mensaje de texto de él:
“¿Qué te sucede? Te noto algo seria, lo siento si hice algo que no te gustara”
¿Era una jodida broma? Casi doy el celular contra el piso pero me controlé y le respondí:
“¿Qué cosa sientes, haber tenido sexo duro, el estar casi apretando a una chica o los problemas que tienes con el compromiso con una sola persona?”
Lo envié y me arrepentí de inmediato, estaba enojada solo así me salía escribir estas cosas, es que esto de verdad estaba afectándome. A los minutos llegó otro:
“Ese tipo de sexo es el que más me gusta, no estoy apretando a nadie solo era una amiga y tampoco tengo problemas con el compromiso con una persona solo no me interesa, ¿qué quieres de mi?”
Mierda…
“No se notaba, solo les faltaba estar sin ropa y tienes problemas si, ¿qué quiero? Quiero mucho pero por lo que veo tendré que conformarme con lo que me das…”
Respuesta casi inmediata:
“¿No te basta con el sexo?”
De verdad esto me estaba desquiciando; suspiré y escribí:
“Quizá puedas buscarlo con alguna de tus amigas… no soy un juguete.”
Pasaron unos minutos y no respondió, había metido la pata hasta el fondo, yo sabía que Alex no quería nada serio, él siempre lo había dejado claro y sin embargo tenia que ser así de impulsiva y decirle todo por celular, porque frente a él no me animaba; a veces de verdad creía que era un entero desastre y si ahora él se enojaba y no quería hablarme más ¿qué iba a hacer?
Pasó un rato y entonces sentí su perfume inconfundible a mi lado, levanté la vista algo nerviosa y lo miré unos segundos… esos azules ojos en los cuales podía perderme, pero se veía algo molesto y eso me preocupó más.
-Creo que necesitamos aclarar unas cosas- me dijo bajo haciéndome seña para que lo siguiera. Me levante con las piernas algo temblorosas de los nervios y con un nudo del tamaño de un dinosaurio en el estómago y lo seguí hasta uno de los extremos de la amplia terraza donde no había mucha gente.
Una vez ahí me animé a mirarlo de nuevo y traté de articular alguna palabra coherente.
-¿Qué…?- se suponía que debía ser algo coherente pero en el estado en el que estaba y después de mis malditos impulsos con el celular ya no sabía ni dónde meterme y él no parecía estar de muy buen humor…que la suerte me acompañara.
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Hola soy tu nueva y fiel lectora, please, please, please siguela, porfaaaaaa, me encantó, de verdad, solo siguela
bye
:)
bye
:)
lucy96
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
*O* Hola! que bueno que te haya gustado fgnjkgnjfdk *----* muchas gracias linda!! mañana ya veré si logro subir el siguiente capítulo, gracias por leer de verdad :D :D :bounce:
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Sos muy buena escribiendo! La verdad no soy de leer novelas hot, pero esta muy buena, sigue así y no la dejes please.
Invitado
Invitado
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
:(L): awwww muchas gracias! de verdad por leer y por lo que dices *----* me alegra te guste!! :D :D mañana subiré el siguiente capitulo, de verdad gracias a todas por pasar *-*
celeste smith
Re: Pasiones Ocultas (Así te conocí)
Holaaaaaaaaaaaaa he vuelto, espero que la sigassssssss, es genial como te digo siempre, suerte!!
_ForeverHazza1D
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