Asuntos Pendientes {Joe Jonas & Tú}

por favor
tienes que seguirla
no puedo creerlo , las cosas van de mal en peor

la sigues :blabla:

wao el divorcio....
me dejo loca ...
sigue
ahora veremos como reaccionara joe ante esto
ojala y se de cuenta de una vez x toda q la quiere.....
quiero mas capitulo
lo dejaste en lo mejor de todo
sigue yaaaaa

nada que subes capi :crybaby:

Asuntos Pendientes

Capitulo 12

Sorprendido, Joe la miró fijamente. Jamás se hubiera esperado algo así. ¿Cómo había ocurrido?
—No te sorprendas —dijo Invitado, sarcástica—. Joe, tú sabes que esto no funciona. No somos felices.
—Yo soy feliz y pensaba que tú también lo eras —respondió Joe, que comenzaba a recuperarse. Estaba sorprendido e intentaba comprender lo que Invitado le decía.
—Intenté ser feliz —dijo Invitado y se rodeó las rodillas con los brazos—. De veras que lo he intentado esta vez, Joe. Pero es obvio que no soy la mujer que tú deseas. Yo te amo y pensé que podría lograr que tú me amaras también. Pero no lo he conseguido y para mí el amor es lo más importante. Por eso no puedo quedarme a tu lado.
—Pero nosotros nos llevamos muy bien —exclamó Joe —. Nuestra vida sexual es perfecta, los problemas familiares se están arreglando… ¡Diablos! Hasta hablé con mamá esta mañana porque sabía que tú querías que lo hiciera.

Ella sonrió tristemente y Joe se estremeció hasta lo más hondo.

—Me siento feliz de que hayas hablado con tu madre. Pero no se trata de la familia. Se trata de nosotros y de lo que no tenemos. Tu prima Charlotte llamó para decirnos que va a tener un bebé.
—¿Qué?
—Llamó hoy desde Francia. Será una niña y la va a llamar Lillian.
—Me alegro por ella —dijo Joe—. Pero ¿qué tiene…?
—Ella está construyendo una familia —Invitado sollozó y se enjugó las lágrimas—. Kevin y Cece siguen adelante. Nick y Dana están comprometidos. Bella se va a casar. Frank y Gwen viven felices en su rancho. Todos menos nosotros tienen la clase de vida que yo deseo. La clase de familia que yo quiero. La que nosotros nunca tendremos.
—Claro que podemos tenerla.
—No sin un amor recíproco, Joe —dijo Invitadoy sacudió tristemente la cabeza.
—¿Amor? —Joe soltó el aliento y se alejó unos pasos de ella, pero regresó inmediatamente—. ¿Se trata de amor? El amor está sobrevalorado, Invitado . Mira lo que les pasó a mis padres. El amor casi acaba con ellos. Su supuestamente sólido matrimonio casi se deshace porque estaba basado en el amor. ¿Es eso lo que quieres? ¿No es mejor tener una relación basada en la amistad y en el deseo verdadero?

Invitado se levantó de la butaca y se paró delante de él. Sus labios temblaban, pero hizo un esfuerzo para que no se notara.

—Pero por mi parte no es sólo deseo, Joe. Yo te amo. Y respecto al matrimonio de tus padres… ¿no te das cuenta? Va a funcionar precisamente porque se aman. El amor engrandece o empequeñece las cosas. Es lo que hace que la vida valga la pena.
—Te equívocas —murmuró Dev—. El amor es peligroso. No se puede confiar en él.
—Y mientras sientas eso, no tendremos nada verdadero —Invitado suspiró, cruzó los brazos y se los frotó con las manos de arriba abajo para darles calor—. Me quedaré a tu lado hasta después de los Oscar. Sé lo importante que es para ti tener a toda tu familia junto a ti esa noche. Pero cuando termine, me iré. Y esta vez será para siempre.

Joe sintió que el miedo le atenazaba la garganta. Invitado estaba triste, rota en mil pedazos.

Se iba a marchar. La iba a perder. Para siempre.

Era el final, lo presentía. No habría vuelta atrás.

—Me diste tu palabra aquel día cuando fui a buscarte para que regresaras a casa. Juraste que no te marcharías a menos que yo te lo pidiera —le recordó Joe—. Bien, no te lo pido.
—Sí que lo haces —dijo Invitado tristemente—. Simplemente, no quieres admitirlo.
—Eso no tiene sentido.
—Nada de esto lo tiene —exclamó Invitado —. Le estoy diciendo al hombre que amo que quiero el divorcio. ¿Es eso lógico?
—No te daré el divorcio.
—¿Por que? —preguntó Invitado con un destello de esperanza en los ojos.

Joe estaba respirando con dificultad, como si hubiera realizado una larga carrera y estuviera a punto de cruzar la meta, exhausto.

—Porque tú eres mía. Y no renuncio a lo que es mío.
—Así que no me amas, sino simplemente no quieres dejarme ir —suspiró Invitado.
—Tú me importas —dijo y la miró fijamente a sus ojos violeta, que brillaban con lágrimas contenidas—. ¿No es suficiente?
—No —respondió Invitado—. No lo es. Yo merezco algo mejor. Nosotros nos merecemos algo mejor. Lo siento tanto, Joe. Lo siento por lo que podríamos haber tenido. Por lo que nos hemos perdido.

Se alejó, pero él estuvo a punto de sujetarla.

Lo estaba volviendo loco. ¿No se daba cuenta de que lo que hacía era por el bien de los dos? El amor era una emoción inestable. No podían arriesgarse a construir una vida sobre algo tan intangible. ¿No comprendía que lo que él decía era lo correcto?

Ella se marchó, pero Joe siguió mirando fijamente la puerta del dormitorio durante un largo rato, con la mirada perdida. El vacío se apoderaba lentamente de la habitación en sombras y amenazaba con tragárselo a él también.

Si ella se iba de nuevo… No, no lo permitiría.

Tenía que hallar una forma de impedirlo. No podía perderla. No en ese momento.

Todavía estaba a tiempo. No se iría antes de los Oscar, lo que le daba por lo menos diez o doce días para hacerla cambiar de opinión. Sólo necesitaba encontrar las palabras adecuadas.



____

Se acerca el final chicas y próximamente nueva novela :)

nooooooooooo Joe no puede dejar que yo me valla!!! no lo permitas!! en serio se viene le final !! y la otra nove tambien es de Joe¿¿??

Zulencita González escribió:nooooooooooo Joe no puede dejar que yo me valla!!! no lo permitas!! en serio se viene le final !! y la otra nove tambien es de Joe¿¿??

si ya queda poco para el final ..y la otra nove tambien es dedicada a Joe

wiii sube otro capii por fis ahorita siii

ahhh Joe que tristez que no quieras amar :x
Espero hagas algo por recuperar a la rayiz
Siguela!!!

Me perdí un rato pero aquí estoy de nuevo .
No se por que siento que tratara de hacer lo que sea para que ella se quede, espero que ahora si se de cuenta de que el amor verdadero no daña si no , pobre de el!
siguela por fis

ahhhhhhhhhhhhhh dios mio como puedes dejarlo asi? me mueroooooo siguela

OMJ como que ya se acerca el final??
Esta nove cada vez se pone mejor
Y Joe cada vez se pone mas idiota
Cuando va a admitir lo que siente?!
Please SIGUELAAAAAA

Asuntos Pendientes

Capitulo 13

Joe sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y bajó las escaleras para entrar en el salón familiar de los Jonas. Necesitaba una copa del brandy que tomaba su padre.


—Tienes un aspecto horrible, hijo.

Joe se detuvo en el umbral de la puerta del estudio de su padre. Kevin Jonas estaba sentado frente a la puerta, con un libro abierto en una mano y un vaso de brandy en la otra. Parecía un actor en un plato de cine. Un hombre disfrutando de un rato de ocio, rodeado de estanterías llenas de libros.

Ambos se alegraban de verse.

—He tenido días mejores —admitió Joe y señaló el brandy—. ¿Puedes darme una copa?
—Sírvete tú mismo.

No esperaba encontrarse con su padre, pero eso era precisamente lo que necesitaba. Su padre había sido su modelo, su inspiración, así que ¿quién mejor que él para comprender su desesperación?

Joe se sirvió un trago de brandy francés. Puso una silla cerca de la de su padre y miró fijamente el líquido ambarino, como si buscara en él las respuestas a sus preguntas.

—Bien —le invitó su padre suavemente—. ¿Quieres hablarme de lo que te preocupa?
—No especialmente —dijo Joe con una risa entrecortada. Tomó un sorbo del licor y sintió cómo desaparecía la sensación que llevaba por dentro—. Pero creo que debo hacerlo.

Kevin cerró el libro y miró a su hijo.

—Dispara —le dijo.

Joe no sabía por dónde empezar.

—Tú y mamá —dijo abruptamente—. ¿Habéis arreglado las cosas?

Kevin frunció el ceño, tomó un sorbo de brandy y asintió.

—Sí. La he convencido para que me perdone.
—¿Le has pedido perdón? ¿Por qué motivo?
—¡Maldita sea! Eres igual que yo ¿no es así? — Kevin sacudió la cabeza—. No todo es blanco o negro, Joe. Yo cometí muchos errores al principio de mi matrimonio. Aunque amaba mucho a tu madre, nunca la dejé entrar en mi corazón.

Joe sintió un nudo en la garganta e intentó disimularlo con otro trago de brandy, pero su padre continuó, como si no hubiera advertido la sorpresa de su hijo.

—Siempre la mantuve a distancia. Pasaba mucho tiempo en el estudio y casi nunca estaba con la mujer que amaba tan locamente —soltó una risa ahogada y continuó con tristeza—. Estaba seguro de que hacía lo correcto al mantenerme alejado de ella. Era una manera de impedir que mi matrimonio se adueñara de mi vida. ¡Maldita sea! Lo que logré fue que tu madre buscara en otra parte el afecto que yo le negaba.
—Ella no debió traicionarte —murmuró Joe y sujetó la copa de brandy como quien se aferra a una tabla de salvación en un mar agitado.
—Yo la traicioné primero —dijo Kevin y puso los codos sobre sus rodillas—. La dejé fuera de mi corazón y me dije que era necesario. Cuando lo único verdaderamente importante en el mundo es el amor. Y la capacidad de darlo y de recibirlo.

Joe sacudió la cabeza. Nunca había imaginado que su padre fuera capaz de decir cosas como ésas, y cada una de sus palabras resonaba en su corazón una y otra vez.

¿Qué debía hacer?

—Joe, déjame decirte algo —dijo su padre suavemente—. Cuando seas viejo y eches un vistazo a tu vida, será más agradable recordarla con alguien a tu lado, porque si lo haces solo, querrá decir que tu vida ha sido un fracaso.

El silencio se adueñó de la habitación. Joe sólo podía escuchar el sonido de su respiración y el tictac del reloj de pared. Su mente volaba, su corazón latía fuertemente y sus pensamientos se sucedían uno tras otro, pero todos ellos tenían una sola cosa en común: Invitado.

—¿Cómo? ¿Cómo puedo hacerlo? —preguntó y miró a su padre, el hombre a quien había amado y admirado toda su vida—. ¿Cómo puedes confiar en alguien?
—Tú has encontrado a la mujer de tu vida, como yo. Date un respiro, hijo. Abre tu corazón antes de que lo pierdas todo. No seas como yo fui. Sé un hombre mejor. Más sabio.

Más sabio. El creía que era sabio al mantenerse alejado de su mujer. Pero ¿qué clase de sabiduría era ésa que le hacía sentir como si destrozara su propio corazón al estar sin ella?

— Denisse —exclamó Kevin y sonrió ampliamente
.
Joe se incorporó, giró hacia la puerta y vio titubear a su madre al verle allí.

¿Acaso esperaba que él la rechazara? ¿O que se alejara de ella? En fin ¿por qué no habría de pensarlo? Se había comportado como un imbécil durante las últimas semanas.

Joe dejó la copa de brandy sobre la mesa y fue a su encuentro. La abrazó y se estrechó contra ella como cuando era un niño, buscando el consuelo que sólo ella podía brindarle.

—Mamá, lo siento.

Denisse soltó un profundo sollozo, le devolvió el abrazo y le acarició la espalda como solía hacer cuando era pequeño.

—Oh, Joe, querido. Yo también lo siento.
—Lo sé —dijo Joe sonriente—. He sido un estúpido durante años. Pero creo que finalmente lo he entendido todo.

Ella ladeó la cabeza y le sonrió, comprensiva.

—¿Sabe Invitado algo de esto?
—Lo va a saber ahora —dijo, y corrió hacia la escalera—. Deséame suerte.
—Suerte —susurró Denisse mientras su esposo le prodigaba un tierno abrazo.


Invitado no podía respirar.


Abrió las ventanas del dormitorio que compartía con Joe y alzó su rostro al viento, pero no pudo lograrlo. Parecía como si el aire no pudiera entrar en sus pulmones, hechos añicos, como su corazón.

No podía creer que hubiera llegado hasta allí. Había tenido tantas ilusiones, tantos planes… Y amaba tanto a Joseph Jonas… ¿Cómo era posible que todo hubiera terminado tan rápida y dolorosamente?

—¡Invitado!
—Oh, Dios… —Invitado se frotó los ojos y se dispuso a afrontar lo que fuera que tuviera que pasar.

No importaba lo que él dijera. Ella no podía quedarse a su lado. No podía amarle sin esperar que él correspondiera a su amor.

Joe parecía correr de un lado a otro del apartamento, pero ella guardaba silencio. No quería que la encontrara así.