ESTOY AQUÍ [Harry y Tu] TERMINADA

Habían pasado 2 días y ya era la hora de perder lo que se encontraba en mi vientre, me peiné y fui en marcha a casa de Sophia, estaba algo nerviosa, más bien muy nerviosa. Sentía que las personas me observaban en el camino, probablemente era el deseo de culpa que cargaba en esos momentos. Toqué la puerta de mi amiga.
Hola -abrió algo tímida.
Tanto como yo, estaba nerviosa por lo que pasaría.
¿Y bien? -Pregunté.
Aquí está -me mostró una bolsa negra, supuse que adentro se encontraba todo.
Gracias -comenté.
¿Estás segura? -Volvió a preguntarme, era como la décima vez que lo hacía.
Claro que sí Sophi -dije insegura.
Aquí tienes la factura, suerte -objetó y trancó la puerta.
Estaba de regreso a casa pero todavía no me sentía preparada para lo que iba hacer, la muerte para mí era también una de mis probabilidades, así que decidí irme a casa de Harry, él siempre me hacía sentir confiada.
Hola -me saludó él ofreciéndome un cálido abrazo.
Yo le correspondí y me adentré a la casa.
¿Y Mari? -Pregunté extrañada, era raro no verla allí.
Salió a averiguar en el instituto donde piensa estudiar.
Mmm ¿y qué va a estudiar?
Sociología... creo... ¿y a qué se debe tu visita? -Preguntó sonriente.
Me dijiste que podía venir el día que quisiera y a la hora que sea.
Es verdad -sus manos acariciaron mi larga cabellera.
Mis mejillas se tornaron de un color rojizo, él me miró sonriente con aquellos ojos que me volvían loca, era hermoso. ¿Qué es eso qué llevas ahí? -Frunció el ceño mirando mi gran bolsa negra.
Ah... es un medicamento natural para mi mamá. Harry no quedó muy convencido con mi respuesta, yo era una persona nada experta en mentiras. Sin embargo ignoró mi comentario.
Tengo algo que mostrarte -tomó de mi mano y fuimos a su habitación. Justo cuando entramos la soltó para tomar una bola de cristal, la verdad no me acordaba de su nombre, solo sabía que eran aquellas que al sacudirlas se iba formando algo, las más comunes eran de navidad pero ésta era diferente, empezando porque no era una bola sino un corazón de cristal. Ven -el ruloso se sentó en la cama para mostrarme mejor el artefacto.
Era hermoso, al sacudirlo iban cayendo lentamente estrellas doradas que al llegar abajo iban formando un I love you.
¡Qué linda! -exclamé.
Sí, es hermosa... la encontré en unas cajas viejas de recuerdos, era de mi madre, mi papá se la regaló cuando ella estaba enferma para que se sintiera mejor viéndola -una lágrima corrió por sus mejillas.
Mis ojos estaban postrados en los de él, prestando atención a cada palabra que decía.
¿Qué tenía tu madre? -Pregunté algo curiosa.
Ella... -sentí como se formó un gran nudo en su garganta- cuando estaba embarazada de mí se encontraba enferma, le dijeron que iba a tener grandes problemas si me tenía pero mi mamá hizo caso omiso y quiso luchar por mí, fue entonces cuando mi padre le dio este obsequio -las manos de Harry levantaron el gran corazón de cristal.
Fue un gesto muy lindo por parte de tu padre.
Cuando mi mamá iba a tenerme -continuó hablando- se complicó todo, el parto tuvo problemas y la mandaron a escoger entre mi vida y la de ella -su voz se tornó más ronca a medida que lo contaba.
Eso es admirable -comenté.
Las palabras de Harry me habían dejado avergonzada por completo, su madre sin duda era un ejemplo a seguir, mientras ella prefirió morir para salvar a su pequeño yo iba a matar al mío.
De pronto comencé a llorar en silencio, Harry notó mis sollozos y me miró. No tienes que ponerte así -pasó su gran pulgar por mis mejillas.
Soy algo sensible -reí de forma forzada.
Mejor hablemos de otra cosa ¿si? -se levantó de la cama tratando de cambiar el tema, sabía que me había afectado pero lo que no sabía era por qué. En eso me entró una llamada de Sophia, por un momento me había arrepentido pero al ver su llamada decidí continuar lo que había decidido, mi amiga lo compró y no iba a dejar que gastara su tiempo y dinero por gusto. Justo cuando estaba apunto de contestarle trancó.
Mi madre me está repicando, creo que debería irme a casa -le comenté a Harry.
Mmm ¿segura? ¿por qué esa cara?
«¿Por qué cara'jos no sé mentir?»
Todo está bien, no te preocupes -objeté.

Narrador
La chica al pararse no se dio cuenta cuando se le cayó la factura. Harry tampoco la vio... ambos se dirigieron a la puerta. Invitado se despidió de un abrazo.
El camino se le hizo eterno o tal vez eran los nervios lo que hacían que sus pies marcharan lento, por todo el viaje estuvo pensando en lo que iba a hacer.
Al llegar no se encontró con su madre, lo que le dio más chance de hacer lo que pensaba, preparó un té con aquella planta, le pareció extraño que su amiga Sophia solo le hubiese repicado, pero no tenía el saldo suficiente como para llamarla, decidió saber la cantidad con que su amiga pagó, pero al revisarse insistentemente los bolsillos no encontró ni rastro.



Hola primo -entró la castaña sonriendo.
Harry se encontraba en el mueble confundido leyendo la factura que se le había caído a Invitado en su cuarto.
Repito, ¡Hola Harry! -Gritó ésta vez.
Disculpa -siguió mirando el papel- es que a Invitado se le cayó ésto en mi cuarto ¿sabes qué es? -Se lo mostró.
Una factura daah -respondió cortante.
Yo sé, pero éste nombre de remedio no me suena.
A ver -se lo arrebató. La chica se quedó perpleja al leer el nombre de aquella planta.
¿Y bien? -Preguntó ansioso el ruloso.
¿Invitado te dijo qué era un remedio?
Sí ¿qué es?
Primo... esto es una planta abortiva.
Se rió. Ay no creo -su mente se quedó pensando- ¿eso era lo que tenía que decirme?
No puedo creerlo -comentó la chica sorprendida aventándose en el mueble.



Como bien decía las indicaciones, Invitado se tomó aquella planta en el baño hirviendo totalmente, sentía como su garganta se quemaba a medida que tomaba la sustancia.

Harry entendió porque Invitado se había ido tan repentinamente, reaccionó al instante y corrió a su auto.
¿Te acompaño? -Preguntó la castaña asomándose por la puerta.
Tú quédate aquí -ordenó Harry.
El chico llegó en cuestión de minutos.
Tocó insistentemente la puerta pero nadie abría, fue a meterse por la ventana de su cuarto pero no la vio allí, un grito fuerte de Invitado alteró los nervios de el chico, al ver la ventana cerrada rompió el vidrio y se metió en la casa. Otro grito por parte de la chica se volvió a escuchar. Ese ruido provenía del baño, Harry al entrar pudo verla en la ducha temblando. Pero ¿qué ra...? -la alzó inmediatamente, mientras ella sentía fuertes punzadas en su vientre.
Harry -susurró apenas.
El chico la tomó en sus brazos.
Estoy mojada -dijo la chica.
Harry miró a sus piernas que estaban completamente rojizas por la sangre.
¡Me duele! -Gritó Invitado y de impacto soltó la taza que quedó esparcida por todo el piso.
Harry estaba nervioso. Como pudo la montó en su hombro y para su mala suerte la chica estaba totalmente inconsciente.
La montó en su auto y se fue velozmente al hospital.

Al cabo de 2 horas llegó la madre de Invitado a casa, le pareció extraño no ver a su hija, así que le marcó pero se extrañó aún más al darse cuenta que el teléfono de ella estaba en su casa, más preciso en el mueble. Allí fue cuando se comenzó a preocupar, agarró el teléfono de Invitado y le marcó a Sophia, lo más probable es que estuviera con ella.

Aló ¿cómo salió todo? -Contestó la rubia.
Es la mamá de Invitado ¿dónde está mi hija?
Sophia se puso nerviosa. Eh... ¿no está allí? ¿y en su cuarto?
Voy a ver -trancó.
A lo mejor si estaba en su cuarto -pensaba ella- pero como toda madre sentía que algo grave estaba pasando.
Su corazón le latió más fuerte al ver la ventana rota de la habitación de Invitado.
¿Dónde estás? -Gritó desesperada. Entró al baño y observó sangre derramada por todo el piso. Su opción fue Zayn, ella presentía que él tenía que ver en algo... salió en dirección a casa del moreno.



Invitado abrió los ojos lentamente y se asustó al no saber el lugar donde estaba. Volteó a su izquierda y pudo ver al ruloso.
¿Dónde estoy? -Preguntó aún adolorida.
En el hospital, te desmayaste ¿por qué no me lo contaste?
¿Qué pasó con el bebé?
A Dios gracia sobrevivió, pero ahora tienes que cuidarte un poco más.
Soy una terrible persona.
No digas eso -le acarició la frente.
Una vez más gracias -le dijo la chica.
No hay de que, te dije que iba a estar contigo pase lo que pase. Ella le compartió una sonrisa. Préstame tu teléfono.



Mientras tanto en casa del moreno la madre de Invitado tocaba insistentemente.
¿Quién es? -Abrió él gritando pero al ver que era su ex suegra bajó la guardia.
¿Dónde está mi hija? -Preguntó desesperada.
No sé de que me habla.
¿Qué hiciste con mi hija? -Lo agarró por la chaqueta.
Suélteme señora, yo no sé.
Una llamada desconocida interrumpió el momento.
Aló -contestó la Sra Raquel.
Aló ¿mamá?
¡Hija! -al menos escuchar la voz de su pequeña la alegraba un poco.

¿Dónde estás?
Estoy bien mamá, no te preocupes.
¿Dónde estás? dime…
En el hospital pero no te alarmes.
Ya voy para allá.
Apenas pudo hablar Invitado cuando su madre trancó.
La cara de preocupación por parte de su madre era terrible. El moreno al verla así se asustó un poco por Invitado.
¿Qué pasó? –Preguntó el moreno.
Ella está en el hospital, dijo que no me preocupara, pero igual iré.
¿La acompaño? –La detuvo el chico, justo cuando ella le iba dando la espalda para irse en camino al hospital.
Lo miró insignificante–. Haz lo que quieras –le contestó.
El chico se fue en camino con ella… no tardaron mucho en llegar a pesar que iban a pie, estuvieron preguntando por todo el lugar hasta que alguien les pudo responder lo que ellos querían saber.
Por aquí, síganme –dijo el doctor.
La Sra Raquel se emocionó al ver a su hija pero a la vez se preocupó por lo débil que se veía.
¿Qué le pasó a mi hija? -le preguntó al doctor.
Según lo que pude ver en los exámenes su hija intentó abortar pero a Dios gracia este jovencito –señaló al ruloso– llegó justo a tiempo.
El moreno lo miró con recelo.
Hija –la abrazó– ¿por qué hiciste eso?
Es que habían muchos problemas para tenerlo –miró inmediatamente a Zayn.
El moreno se sintió culpable.
El ambiente se sentía algo tenso.
Señora venga un momento –la llamó el doctor aparte dejando a Zayn, Harry y Invitado solos en aquella sala.
Hubo un silencio incómodo hasta que Harry emitió la primera palabra:
Todo saldrá bien –le acarició los sedosos cabellos.
¡No la toques! –Ordenó el moreno–. Harry hizo como si nadie estuviera en la sala y siguió enredando sus grandes manos en la hermosa cabellera de la chica.
¿NO ESCUCHASTE? –Alzó la voz.
¿Qué quieres Zayn? –Replicó la chica.
Necesito hablar contigo… a solas.
Todo lo que me tengas que decir me lo dices aquí.
¿Qué te pasa Invitado? Se suponía que todo estaba bien.
Sí, eso pensaba yo… pero ya me arrepentí.
¿Y el beso?
SOLO FUE UN ERROR ZAYN –le contestó bruscamente.
El moreno sentía que la ira le corría por las venas al escuchar eso–. Invitado por favor, quiero hablar contigo sobre lo que acabas de hacer –se acercó a ella.
Zayn, no quiero hablar.
Por favor, déjame tranquila.
Pero…
¿No la escuchaste? –Replicó Harry interrumpiendo lo que Zayn iba a decir.
Mira, no te hago nada porque estamos en una clínica pero deja que te vea solo y no estará esa niñita para defenderte «se refería a Mari» –se dio la vuelta y se fue violentamente.
Idi’ota –masculló Harry entre dientes.
Es mejor que no le hagas caso –la chica le sonrió tratando de calmarlo.
Se quedaron mirándose el uno al otro por un largo rato hasta que la madre de Invitado regresó.
Vas a quedarte aquí por una noche hasta que estés más fuerte ¿bien? –Dijo la madre entrando.
Pero mamá, ya quiero irme a casa –la miró casi suplicando.
No Invitado por favor, los doctores dicen que es necesario. Por poco te mueres desangrada.
Soy una estúp’ida –susurró.
Por lo menos todo está mejor aunque... –se quedó callada.
¿Qué pasó mamá? –Preguntó la chica al ver la cara de preocupación de la madre.
El bebé está en peligro, no puedes ir al colegio, yo pediré un permiso.
¿Qué pasó con el bebé?
Está delicado, eso implica a que no puedes hacer ningún tipo de movimiento brusco, pero si te quedas tranquila en la casa podrás tener el bebé sin ninguna complicación, por cesárea claro está.
Estoy arrepentida mamá –bajó la cabeza– si yo no hubiera hecho eso esto no estuviera pasando.
Pero lo hecho, hecho está.
La chica se sentía la peor persona del mundo, sabía que habían personas más malas pero lo que ella había hecho era imperdonable, quitarle la vida un hijo no era de una persona buena.
El ruloso se quedó con ellas hasta que cayó la noche, Invitado no se dio cuenta cuando él se fue… ni siquiera cuando los labios de el chico posaron su frente en son de despedida.
La noche fue algo incómoda, la chica temblaba del frío concentrado en la sala, debido al aire acondicionado.




Ya era de día y el moreno seguía impaciente en su casa, estaba molesto, indignado… no se iba a permitir que una chica le hablara de esa manera, su orgullo machista estaba destrozado. Lo peor era que Isabella no le respondía las llamadas y eso lo ponía energúmeno, la puerta de su casa comenzó a sonar insistentemente, si se trataba de Chiqui iba a trancar la puerta en su cara, lo que menos quería en estos momentos era verla, lo tenía al borde de la locura, cada vez la soportaba menos, pero sabía que tenía que cargar con ella aunque no quisiese. Pero al abrirla pudo comprobar que no era ella, era Niall.
¿Qué pasó hermano? –Entró el rubio tan carismático como siempre.
Hola –saludó Zayn indiferente.
¿Qué tienes? –Preguntó Niall.
No estoy de buen humor ¿y a ti qué tal te va?
Algo preocupado.
¿Por qué?
Es que conocí una muchacha muy linda en la fiesta pero no sé nada de ella.
¿Te refieres a la qué el imbé'cil sacó ese día?
¿Qué imbé'cil?
La persona más entrometida que pueda existir.
Veo que no te cae muy bien.
Se quiere interponer entre mi relación con Invitado.
¿Cuál relación?
Zayn lo miró inmediatamente.
Digo… porque ustedes habían terminado ¿no?
Ella terminó conmigo, por ese idi’ota.
¿Y cómo sabes qué fue por él?
NIALL POR DIOS, hay que ser muy bruto para no darse cuenta.
Bueno disculpa.
¿Y por qué te preocupa tanto esa chica?
Es que me llama mucho la atención.
¿No me digas que ya estás embobado con ella?
No, por favor Zayn… solo quiero divertirme con ella un rato –se rió pícaramente.
Eres como yo, cuando no consigues lo que quieres haces todo lo posible por tenerlo –ambos chocaron sus puños.



Mientras tanto Invitado se estaba arreglando para ir de regreso a su casa, todavía estaba algo débil pero no tanto como el día anterior. Su cara era no muy agradable del todo, todavía le dolía el vientre por las intensas punzadas que había tenido, por suerte ya todo estaba mejor… tomaron un taxi y se fueron a casa. Invitado subió a su cuarto en compañía de su madre, su brazo le rodeaba el hombro, subió lo más lento posible y luego se posó en su cama, no pasaron ni 10 minutos cuando recibió una llamada de Frann.
¿Le dijiste mamá? –Preguntó la chica.
Sí, tenía que avisarle a alguien.
¿A nadie más le dijiste verdad?
Nada más a ella y a Louis… y a.
¿A quién?
A Li… am.
¡MAMÁ!
Pero le dije que te habías caído por las escaleras y por eso te llevamos al hospital.
Sí, pero de todas maneras ya saben que estoy embarazada.
De alguna forma u otra lo iban a saber hija, no tienes por qué ponerte así.
Tanto se tardó en responder la chica que trancaron.
Volverá a llamar –pensó Invitado.
Bueno hija te dejo sola para mayor comodidad –trancó la puerta.
La chica esperó unos segundos hasta que su amiga Frann volvió a llamar.

Aló –contestó.
Hola amiga ¿cómo estás?
Algo mejor.
Menos mal que todo salió bien, ahorita estoy en horario de almuerzo pero te visitó cuando salga.
¿Puedo pedirte un favor?
¿Cuál?
Vente sola.
Sabía que me lo ibas a pedir por eso no le dije nada a los muchachos, pero ellas están bastante preocupados Invitado.
Yo sé pero… en serio por los momentos necesito nada más de tu compañía.
Está bien, si así lo quieres, así será.
Gracias.
Frann pudo ver a los lejos que se acercaban sus amigos
Mira tengo que trancar, hablamos luego, te quiero.
Invitado se quedó un rato mirando su fondo de pantalla, era una foto de ella y su madre… recordó que la había cambiado cuando terminó definitivamente con Zayn. Le dio curiosidad por ver todas las fotos que aún no había borrado de su teléfono, habían fotos viejas de ellas con sus amigos, Francisca, Louis y Liam. Una foto de ella abrazada con Liam le revolvió miles de sentimientos, lo quería demasiado, era una de las personas más importantes para ella, no lo cambiaría por nada del mundo pero el problema era que él no la veía de esa misma forma y saber que no podía corresponderle la ponía muy triste. Siguió pasando las fotos y se encontró con una de Zayn y ella dándose un dulce beso, sintió un vació en el estómago y pensaba como algo de tanto tiempo se pudo convertir en nada pero también se preguntaba cómo pudo andar tan ciega ante él, ella creía que estaba enamorada sin saber que lo que en realidad tenía era una indescriptible obsesión. Se quedó dormida viendo las fotos, no sé dio cuenta en que momento se quedó dormida, solo una presencia la despertó.
Abrió lentamente los ojos y pudo ver a su amiga Frann con cara sonriente.
Ella le devolvió la sonrisa.
Gracias por venir –comentó.
Es lo menos que puedo hacer –se sentó a su lado.
Se quedaron un rato conversando hasta que el sonido de la puerta las interrumpió.
Invitado pensó que era su madre.
Pasa –gritó.
Pero se quedó perpleja al ver al hermoso chico de rulos. Las mejillas de la chica se tornaron rosadas y Frann estuvo en un momento de incomodidad.
Frann e-el es Ha-a-arry, Harry ella-a e-es Frann –tartamudeó.
Es un placer conocerte –comentó el de rulos.
El mío igual –dijo Frann– creo que mejor los dejo solos.
Invitado no se dio cuenta cuando su amiga se fue, solo se concentraba en aquellos ojos verdosos.
¿Y eso qué viniste?
Vine a traerte esto –le colocó el corazón de cristal en su mesita de noche.
¿Por qué lo trajiste?
Para que te cuide –la chica al escuchar eso no pudo evitar formar una sonrisa en sus labios.