Los Ojos del Demonio (Harry Styles)

Después de que Zayn le dejara en su hogar, Dina se dispuso a subir hasta su habitación. Era demasiada noche, y el viento soplaba más fuerte que nunca. Las ramas del árbol que daba afuera de su hogar chocaban contra su ventana. Unos pasos en el pasillo le hicieron más temerosa. Dos pequeños toques a ventana y brinco del susto, pero después se dio cuenta que un cuervo había tocado con su pico. Se levanto de la cama abriendo la puerta del balcón, el cuervo le observaba atento, movía la cabeza de lado a lado.

-¿Zayn? – susurro, el cuervo hizo un fuerte sonido.

Dina se hizo hacia atrás entrando un poco a la habitación. El cuervo entro posicionándose en el suelo. Segundos después un hombre alto y de complexión delgada estaba frente a ella. Dina sonrió un poco al ver de quien se trataba. Cerró de inmediato la puerta del balcón junto con las cortinas.

-Si mi mamá te ve aquí…

-No te preocupes, ella esta durmiendo ahora – el moreno se movió revisando la calle por la ventana. - ¿no has visto a nadie allí afuera? – Dina negó observándole. Zayn se volvió hacia ella – deberías dormir, mañana nos espera un largo día – murmuro acercándose a la cama y palmándola.

-No creo poder dormir, no después de todo esto… - Zayn hizo una mueca. Dina fue hasta la cama, el moreno le arropo recostándose a su lado también.

-Debiste haber bebido el té – la chica le miro mal por sobre las pestañas.

-¿y no saber que alguien quiere matarme? – él sonrió girándose en la cama para quedar frente a ella. - ¿Por qué yo?

-Me encantaría responderte esa pregunta, pero no tengo la mas mínima idea – Dina le miro soltando un suspiro. – Descansa, todo estará bien – El moreno le acaricio los cabellos castaños, ella cerro los ojos intentando dormir.



El canto de los pájaros anunciaban un nuevo día, la luz del sol ilumino el rostro de Harry haciéndole levantarse de un brinco. Los pasos duros de Zayn en el ático y el aura de la chica le hicieron subir. No sabia como es que de repente le había defendido y se había sentido preocupado por la chica. Sabia que estaba bien, pero sus pasos fueron apresurados al subir por las escaleras, quería ver su rostro y saber que era lo que le tenía perturbada.

-Buenos días – susurro Zayn al sentir la presencia de Harry en el ático. La mirada de Harry busco inmediatamente la de Dina, que a pesar de que ella no podía ver sus ojos, le miro sin decir nada.

-¿Qué es lo que han averiguado? – pregunto intentando saber la preocupación de ella.

-Nada, no sabemos nada – susurro Dina mirando sus pies. Zayn se mantenía leyendo uno de los libros que tenían sobre la mesa, buscaba algún hechizo para poder encontrar a brujos cerca.

-Muy bien, supongo que estaré en mi habitación – murmuro el rizado comenzando a caminar hacia las escaleras.

-¿Qué es lo que pasa contigo? – protesto Dina mirando la espalda de Harry. El chico se volvió topándose con un ceño fruncido y una mirada amenazante, llena de preocupación y rabia.

-¿Me hablas a mi? – fingió asombro. El tono de voz de la chica le hizo estremecerse, nadie aparte de Gemma le había hablado de aquella manera.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo que alguien quiere matarme? – Dina abría sus fosas nasales respirando rápidamente, la sangre le hervía.

-Si alguien quiere matarte no es mi problema – arrastro las palabras. Zayn alzo la mirada observando la discusión. No comprendía las palabras de Harry, la noche pasada se notaba preocupado cuando le llamo por celular.

-Entonces no sirve de nada que estés aquí, largo – le dijo Dina haciendo movimientos con las manos. Harry se molesto, frunció el ceño aspirando por la boca – vienes y solo preguntas, si no vas a ayudar mejor no te acerques…

-¿Crees que esto es fácil?- murmuro el rizado controlando su nivel de voz. Bien sabía que cazar a su propia hermana no era nada fácil.

-¿Tu crees que es fácil irme a dormir cuando sé que hay alguien ahí afuera queriendo matarme? Ni siquiera te puedes imaginar lo que paso sabiendo que hay alguien que me odia sin algún motivo… tal vez los tenga pero no los se… - Dina sintió una lagrima salir de sus ojos, la limpio rápidamente sin apartar la vista de Harry. Zayn se mantenía en silencio mirándolos a ambos.

-No tengo ánimos de conversar con alguien como tu – le dijo volviendo a girarse, pero de inmediato Dina le golpeo por la espalda, los lentes obscuros cayeron al suelo dejando a un Harry con ojos malditos frente a ambos.

La quijada del chico se tenso, Dina le miro algo asustada, la mirada de Harry le atravesaba hasta el alma, podía sentir la furia mostrándose en cada parte de su cuerpo.

-Yo…yo… - comenzó pero Harry ya la tenia agarrada del brazo mirándole con furia, Dina se quejo haciendo un fuerte sonido.

-Harry… - la voz de Zayn no interrumpió aquel momento entre aquellos chicos. Harry parecía no prestar atención más que a la presencia de la chica, mientras que Dina solo veía aquel par de ojos ennegrecidos. La palma de la mano del rizado comenzó a encenderse, haciendo que el brazo de Dina comenzara a arder por el calor del fuego.

-Suéltala – firme y segura era la voz de Louis, quien acababa de entrar en el ático con el libro que Dina había encontrado en manos. Harry se volvió hacia Louis, después volvió la mirada a Dina quien se quejaba debido al dolor, de inmediato aparto la mano de su brazo haciéndose hacia atrás. -¿Qué le has hecho? – bramo el castaño caminando hacia la chica.

El brazo de Dina ahora mostraba de un tenue rosa la mano plasmada de Harry en su brazo. Louis fulmino con la mirada a su amigo.

-No dolerá – susurro Louis poniendo la mano sobre la herida, de pronto el agua sobre la palma del castaño hizo desparecer de apoco el dolor. Aunque la marca le quedaría. Louis miro de nuevo a Harry quien veía a ambos con el ceño fruncido, recogió sus lentes obscuros poniéndolos en su lugar.

-¿Encontraste algo? – pregunto Zayn, pero el castaño negó suspirando.

-Gemma – dijo Harry dirigiéndose hacia la mesa, donde estaban todos los libros regados sobre esta. Zayn no comprendió y miro a Louis, volvió la mirada hacia Harry esperando que hablara de nuevo. – Ayer, Gemma estuvo aquí… - susurro.

-Creí que ella había muerto

-Nosotros creímos lo mismo, hasta que ayer se hizo presente amenazándonos y proclamando la muerte de Dina. – comento Louis.

-No se puede hacer nada – Zayn frunció el ceño al escuchar a Harry.

-Es tu hermana, la puedes detener – murmuro.

-Esta Gemma no es mi hermana, es diferente – Louis asintió ante lo dicho por su amigo. Harry se giro hacia Dina mirándole – Ella esta dispuesta a matarte.



Harry sintió el frio de su obscura habitación, sabia que Gemma le estaría observando desde algún lugar. Su presencia la podía sentir ahora, después de tantos años podía sentir a su hermana. Acaricio la perla de Huenia en su cuello, aun traía puesta la de Gemma. Dio un fuerte suspiro.

-Se las razones de Gemma – la voz de Louis hizo desaparecer el silencio en la habitación. El castaño lanzo el libro sobre el abdomen de Harry en la página correcta. El rizado leyó el manuscrito sobre las viejas hojas amarillentas. Cada palabra que estaba escrita en lituano era bien definida por la cantidad de conocimientos de Harry.

-Ella tenía razón – susurro Harry.

-¿Ahora nos aliaremos a el lado frio? – murmuro el castaño observando a su amigo.

-Si esta es nuestra única salida, lo haremos, no importa a quienes dañemos…

-Este es solo el comienzo – comento Louis con una mueca.

-Lo haremos, pero aun no, no le comentaremos a los otros – Harry volvió la vista al libro que tenia en sus manos, repaso cada letra obscura con el ceño fruncido. Si esta era su única escapatoria entonces mataría sin piedad, incluso disfrutaría al hacerlo.

El imponente letrero de Durham estaba frente a ellos, una sonrisa curvada cruzo el rostro del chico rubio. La mujer a su lado sonrió también mostrando sus dientes por completo. Sabían que este seria un buen trabajo, uno que tal vez les seria bien visto por sus mayores.

La chica aparco el coche delante del letrero. Mientras que el muchacho hacia una llamada.

-Señor, hemos llegado – anuncio el chico.

-Muy bien, ahora solo queda seguir el plan – murmuro la voz del otro lado del teléfono, Fernin se comunicaba con ellos. – Procura que Fabela no cause estragos en el mundo de los mirtingasis – El rubio le echo un vistazo a su compañera y sonrió.

-Lo hare – murmuro por la bocina. La chica rodo los ojos, había podido escuchar la recomendación de su superior.

-Estamos en contacto – dicho esto, Fernin corto la llamada, dejando a dos chicos de aparentemente 19 y 22 años de edad en la carretera tramando el principio de su objetivo.

-Que la diversión comience – susurro la chica.

La rubia de nombre Fabela miro a su acompañante de “misión”, Gian, era el nombre del chico rubio. Ambos “hijos” de Nerky, con un solo objetivo en Durham, sacar de aquel lugar a Dina, y llevarla a las manos del ángel de las tinieblas.

Harry estaba leyendo el libro que Dina había encontrado. Estaba decidido a llevar el plan a cabo, aun sabiendo que Louis estaba en su contra y en cualquier momento abriría la boca para decir sobre sus planes.

Un ruido dentro de su habitación le hizo bajar el libro dejando su mirada libre, recorrió cada centímetro del lugar pero solo la ventana estaba abierta. Frunció el ceño dejando el libro sobre la cama, se levanto de esta para cerrar la ventana, sintió la presencia de alguien más.

-Que aburrido es esto – se volvió hacia la cama al escuchar la voz femenina, los ojos esmeralda de la chica examinaban el libro que segundos antes Harry leía.

-¿Qué haces aquí? – murmuro el rizado sin moverse de su lugar.

-Frio, calculador y arrogante – la chica ladeo la cabeza mirando ahora a Harry. – Viene a visitar a un viejo amigo – el acento italiano de la chica se podía notar, el rizado sonrió abriendo sus brazos, la chica con una velocidad increíble llego hasta él dándole un fuerte abrazo.

-Tu amigo debe estar muy feliz de tu llegada…

-Aunque no lo esta demostrando ahora – replico la chica. Le dio un ligero beso en la mejilla.

-Pero lo esta, y muy feliz – la sonrisa que Harry tenia ahora mismo era diferente a la que aparecía cuando estaba con Louis. Verónica era una chica que había conocido mientras Louis y él estuvieron en Italia, ella los encontró cuando Harry comenzó a hacer una masacre al este de Grosseto.

Verónica era una bruja que solo buscaba el bienestar de su pueblo, practicaba la magia blanca a pesar de ser una de las “hijas” de Nerky, jamás le tomo rencor a dicho demonio, al contrario de Harry, ella se sentía agradecida con el demonio, ya que sin ese pacto que su hermano hizo por ella, la chica hubiera muerto, puesto que tenia cáncer en el cerebro.

Ella había sido la causante de un cambio notario en Harry, incluso en Louis. Les había enseñado un poco de magia, cuando ellos no podían controlar la suya, aunque el problema fue cuando por las noches Harry sufría de fiebre debido al fuego que había en su interior y su cuerpo sin alma aun no se acostumbraba a las altas temperaturas.

Por otro lado Louis, había sido el que había aprendido a curar a su amigo, la frescura del agua le tenia frio por las noches, mientras que a Louis le facilitaba el no morir ahogado con su propio poder.



De nuevo comenzaba la semana, el instituto había sido lo mejor el primer mes. La amistad entre Zayn y Dina se había solidarizado, repetidas veces él iba a su hogar entrando por la ventana en su forma animal y cuidaba de sus sueños. Él decía que era mejor eso a tenerla desprotegida, no quería que Gemma le hiciera daño, y mas sin saber como era la chica o que forma era la que utilizaba en el cambio de apariencia.

Dina caminaba por los infestados pasillos al lado de Apple, ellas ahora eran inseparables.

-Dina… - la voz de Zayn no era muy lejana, ambas chicas se volvieron mirando a Zayn correr hacia ellas. Al llegar su respiración era normal.

-¿Qué sucede? – pregunto Dina.

-Hoy habrá algo así como barra libre en “Rock Rio” me preguntaba si te gustaría ir, ya sabes… para apartar el estrés – la chica sonrió contenta mientras que la pelirroja frunció el ceño.

-Me parece buena idea – murmuro sonriendo.

-Paso por ti, ahora debo ir a mi primer clase – el moreno desapareció entre la multitud.

-¿Iras? – pregunto Apple mientras se dirigía a la misma aula que su amiga.

-Si, ¿Por qué no debería?

-No lo se, Zayn no me inspira confianza – mascullo mientras ambas se sentaban en sus respectivos lugares.

-Si aun piensas que él asesino al profesor, estas muy equivocada – Dina sabia perfectamente quien había sido, la hermana de Harry, la tal Gemma, la hechicera que ahora quería matarla a ella. Pero esto no se lo podía decir a Apple.

-Da igual si lo mato o no, él no es una buena persona.

-¿Cómo puedes saber eso? ¿Has intentado hablar más con él? Apple yo le conozco muy bien, a pesar de lo poco que llevo aquí… - Zayn se había abierto a Dina, ella sabía que no completamente pero siempre le mostraba su lado verdadero, el verdadero Zayn, el hechicero.

-No es sano discutir y menos antes de tener nuestra siguiente clase – ambas rieron, pues debate era su primera clase del día de hoy.

La hora se paso demasiado rápido, al igual que el día en el instituto. En la hora del almuerzo Dina no vio a Harry con los demás. Siempre se sentaban fuera del instituto en la ultima mesa de al fondo del jardín. Pregunto a Zayn por él pero su respuesta fue “No lo se, no lo vi salir de casa esta mañana”. Dina se sentía de cierta forma preocupada por él, sabía que su trato no era el mejor, pero sentía ganas de reconfortarlo y saber porque su carácter era tan prepotente.

La noche había caído en Durham. Dina se estaba preparando para salir con Zayn. Y como siempre él estaba puntual en su puerta esperando por ella.

-Buenas noches – sonrió el moreno a la madre de Dina, la señora le conocía, e incluso ya hablaba de un noviazgo entre ambos chicos, pero la chica se negaba a tal cosa. Dina se sentía tan bien al lado del chico cuervo, pero no le agradaba la idea de hacer una relación a su lado. Simplemente esto no funcionaba en ella.

-Buenas noches, Zayn… apenas es lunes y ustedes ya quieren irse por ahí a divertirse – sonrió la señora mas al decir esto. Dina se encogió de hombros caminando hasta Zayn, quien le dio un beso en la mejilla al tenerle cerca.

-Y por eso mismo prometo regresar temprano a Dina a su casa – y no solo Dina regresaría temprano esa noche, sino también Zayn, entraría por la ventana temprano para cuidar de la chica.

-Ya vámonos – la voz de Dina fue débil pero firme, comenzó a caminar hasta la puerta dedicándole una sonrisa de despedida a su madre.

Ambos cruzaron el umbral sin mirar atrás.

-¿Estas bien? – pregunto Zayn cuando ambos estuvieron arriba de su coche.

-Si – susurro mirando por la ventana.

-Todo estará bien… - dijo después de un breve silencio – no dejare que te haga nada, aun si los otros están en mi contra por proteger a alguien diferente a mi… - Dina soltó un suspiro mirando a Zayn. Tomo su mano libre esperando no distraerlo mientras conducía.

-Gracias, supongo que eres el más confiable en estos momentos. – una sonrisa curvo el rostro del moreno haciendo que se regocijara por dentro – aunque aun sigo con las mismas preguntas ¿Por qué me quiere a mí? A veces me pongo a pensar en mi abuelo, él murió creyendo en ustedes, los hechiceros, pero todos nosotros le internamos en un manicomio… pero él tenía razón…

-¿Cómo es que él sabia de nosotros? – Zayn trataba de recordar si ya había tenido esta conversación con Dina pero no, no recordaba nada. Dina se encogió de hombros antes de responder.

-De niña siempre me contaba sobre este tipo de historias, el como había personas diferentes escondidas en todas partes del mundo, yo deje de creer cuando crecí, le tomaba por loco y ahora me arrepiento, en su últimos meses de vida en aquel lugar en el que estaba, decía que dos hechiceros le visitaban por las noches, le hacían heridas en el cuerpo, marcas… - la voz de Dina comenzó a hacerse débil, sentía las lagrimas arder en sus ojos, queriendo salir y recorrer sus mejillas – yo le vi esas marcas, las mismas marcas o símbolos que había en el libro, e incluso esas mismas que había en la habitación de Harry, también Alden las tenia en su cuerpo, he estado creyendo que Gemma fue la que causo todo esto…

-Tal vez esto no tenga que ver contigo, tal vez todo comenzó desde antes, algo hizo tu abuelo para que ahora ella te siga, como también puede que Gemma no haya sido la causante, pero si dices que eran las mismas marcas entonces… - Zayn estaciono el coche en el aparcamiento trasero de al bar “Rock Rio”, se giro hacia Dina para continuar hablando – Cada hechicero tiene su propia marca a la hora de torturar o matar, hay muchos que solo matan sin dejar marca alguna, yo podría decirte que tengo una pero en verdad no la tengo, así como Liam o Niall, él único entre nosotros que marca a sus victimas es Harry, el suele poner sus iniciales marcándolas con las garras en su forma animal… esto lo se por Louis, y por las victimas que vi que mataba cuando lo conocí… -Dina frunció el ceño.

-¿Estas diciendo que Harry pudo haber matado a mi abuelo? – El moreno negó con la cabeza.

-No puedo decírtelo, deberías preguntárselo aunque dudo mucho que él te diga o recuerde el nombre de sus victimas. Pero así como puede ser él también podría ser cualquier hechicero o incluso Gemma, su hermana. – la chica suspiro haciendo su cabello hacia atrás. – Deberíamos bajar – el moreno bajo del coche llegando a una rápida velocidad hacia el otro lado, abriendo la puerta del copiloto.

-Gracias –dijo débilmente bajando del coche.

Ambos ingresaron en el local mirando a los estudiantes, algunos conversaban, otros simplemente jugaban en la mesa de billar o estaban el la barra bebiendo algo alcoholizante.

Zayn le condujo hasta una mesa, estaba demasiado cerca de las mesa de billar.

Harry se mantenía atento a los movimientos de Verónica, la chica era muy hábil en todo, y ahora estaba pateando su trasero al jugar billar. Hizo su movimiento dejando al rizado sorprendido, tres bolas habían sido metidas en los hoyos. Harry se preparaba para su tiro pero la chica comenzó a hablar.

-¿Quién es? – señalo con la mirada. Harry dejo de lado su palo mirando hacia donde lo hacia Verónica. Dina estaba con Zayn no muy lejos de ellos.

-Nadie – murmuro el rizado frunciendo el ceño.

-Puedo sentir un sentimiento en ella, uno que me dice porque nos ha estado observando desde que llego… - Verónica podía sentir los sentimientos de los demás, esta habilidad había tratado de enseñársela a su amigo, pero él jamás ponía de su parte, decía “¿De que me sirve saber sobre los sentimientos? No tengo alma, así que no me sirve de nada”.

-Es una mirtingasi, como cualquier otra – siseo algo irritado.

-Esta con otro hechicero, amigo tuyo – la chica sonrió comenzando a caminar.

-¿Qué haces? – pregunto Harry mirándole alejarse.

-Es descortés que no los invitemos a una partida – rio mordiendo su labio mientras regresaba la mirada a Dina y Zayn. –
Hola – susurro a los chicos. Dina le miro atenta, la chica era hermosa, incluso se sentía intimidada con su presencia.

-Hola – dijo Zayn sonriendo.

-Me preguntaba si aceptarían un juego de billar contra mi amigo y yo…

-¿Quién es tu amigo? – pregunto el moreno, la chica le señalo con la mirada a Harry sonriendo. - ¿Harry?

-El mismo – sonrió mirando como el moreno se levantaba de su lugar tomando por la mano a Dina.

-Sera divertido – anuncio siguiendo a Verónica hasta la mesa de billar.

-Sera divertido – anuncio siguiendo a Verónica hasta la mesa de billar.

Dina se notaba algo nerviosa cuando llego hasta Harry, él chico no le sonrió, solo le dedico una mueca de incomodidad. Siguió a Zayn para tomar un palo de billar y observo como el rizado hacia su movimiento sin pensarlo dos veces.

Llegada la media noche, Dina sabía que había llegado la hora de partir a su hogar. Después de una incomoda velada, tenía el presentimiento que la chica de ojos esmeralda se quedaría más tiempo del que a ella le hubiese gustado.

Los ojos de Harry no se podían ver debido a los obscuros lentes pero cuando Verónica hablaba se podía notar la felicidad en sus muecas, si la chica decía algo él inmediatamente le veía, cosa que le revolvió el estomago la mayoría del tiempo, pero después veía a su lado, Zayn estaba con ella, él era quien le cuidaba todas las noches y por quien debería sentirse mas que confiada, y no querer ser amable con alguien que solo le veía como alguien inferior a él.

Ambos se despidieron dejando atrás a los dos aparentemente jóvenes brujos que se divertían con las bolas de billar.

Zayn le dedico una mirada de preocupación al ver como tenia el ceño fruncido cuando salieron del Rock Rio, ella inclino la cabeza hacia adelante ocultando su rostro.

-Dina… - comenzó él estando en el coche ya, ella le miro por debajo de las pestañas esperando que hablara – Tal vez no sea buena idea que estemos tan cerca… - la chica le miro por completo con su expresión atónita – quiero decir… tal vez Gemma te esté siguiendo por nuestra culpa, tal vez quiera venganza por algo sobre su hermano…

-¿Qué estas queriendo decirme? ¿Me dejaras ahora que te necesito? – la chica sentía las lagrimas debatiéndose por salir.

-Yo… - el moreno miro hacia otro lado continuando – no quiero que te ocurra nada por mi culpa, y si esto implica apartarme de ti…

-No me digas nada, creí que podía confiar en ti, pero ahora me doy cuenta que no… - las lagrimas no fueron mas contenidas, salieron de sus ojos evitando que las palabras dejaran de salir – Me tendré que cuidar yo sola, no es que sea muy difícil, pero veo que para ti lo es, o no sé que es lo que pienses… - atropellaba las palabras mientras se alejaba de él.

-Dina, no es lo que parece…

-Esta bien, aléjate de mi, estoy acostumbrada a que todos lo hagan… - la chica comenzó a caminar en otra dirección, el moreno no hizo nada, solo le vio partir sintiendo que lo que le decía su cabeza seria una buena idea. Dejarla ir seria lo que cualquiera hubiera hecho, ella sabría como cuidarse, Dina no le necesitaba.



-Veo que la chica te pone algo tenso – Verónica bromeo mientras ambos se dirigían a la barra del lugar. Harry hizo una mueca de desagrado. – Bloqueas muy bien tus sentimientos… - mascullo después de pedir algo de beber.

-No los bloqueo, solo que no tengo – le dedico una sonrisa de satisfacción a lo que Verónica hizo una mueca.

-Sabes que los tienes al igual que yo, solo que ahora sabes como mostrarte arrogante y sin ellos… - ella sonrió tomando el pequeño vaso entre sus manos – pero eso no funcionara conmigo…

-La bruja con mas experiencia a hablado – dijo irónico.

-Aparte de eso, es que te conozco bien, Harry… no en vano pasaste 42 años en mi hogar en Italia – sonrió mas mostrando sus aperlados dientes. – por eso también me pregunto ¿Qué paso contigo? ¿Desde cuando te comportas de esta manera? Sabia que eras rudo y cerrado en tu mundo, pero ahora eres muy evasivo, ¿Dónde quedo el Harry que conocí hace más de doscientos años?

-¿Te has dado cuenta de la cantidad que has dicho? – Ella asintió – son los suficientes años como para cambiar, si los mirtingasis cambian en tan solo 10 años de 80 de su vida, ¿porque alguien como yo no pudo haberlo hecho también? – Verónica negó con la cabeza frunciendo el ceño.

-Ese no es el problema, has cambiado para mal, y tal parece que no te interesa nada, ¿Qué hizo que esto pasara? – ella le miraba con angustia.

-Simplemente me canse de estar en este mundo, me canse de vivir demasiado tiempo y no envejecer…

-Todos nos cansamos de eso alguna vez…

-Pero aun así tú sigues siendo tan alegre y te tomas todo tan a la ligera…

-Aprendí a disfrutar mientras este aquí, en el mundo de los vivos, cuando ambos sabemos que nosotros deberíamos estar en el infierno por ser hijos de… - Harry comprendió de quien hablaba asintiendo. – aparte esto me ha gustado demasiado, he visto como la ciencia ha incrementado, incluso he disfrutado de la tecnología, no me digas que tu no has disfrutado de todo esto… - Harry sonrió de lado al escucharle.

Esto era cierto, el chico había disfrutado tanto al ver como había evolucionado el medio de transporte, incluso había tomado una pasión por los coches y anhelaba pasar más tiempo en vida – si es que así le podría llamar – para que su colección de coches se hiciera más amplia.

-Lo he hecho, debo mostrarte mi colección de coches… - rio elevando su copa en manos para que su amiga hiciera lo mismo.

-Deberías… - la chica bebió un trago y sonrió después.

-¿te quedaras por mucho tiempo? – ella negó.

-Me quedare solo por un par de días, pero aquí no creo que pueda contarte el porque he venido…

-Marchémonos, se de un lugar donde podremos charlar sin ser escuchados – ambos sonrieron entre si, Harry pago al hombre del bar, para después salir dispuestos a pasar una buena noche.



Dina llevaba un buen tiempo caminando hacia su hogar, había pensado en que estaba perdida, pero después se dijo así misma que no lo estaba, ella estaba siguiendo el mismo camino que Zayn había tomado.

El aleteo de un ave le hizo espantarse, pero una sola imagen se le vino a su cabeza. Zayn Malik. Continuo a paso veloz por las solitarias calles, dedujo que se había arrepentido y había querido protegerla por dejarla ahora sola.

Sintió ahora la presencia de alguien, esta vez no era un ave quien le seguía.

-No quiero escucharte… - susurro mostrando estar molesta aun, pero una mano le tomo por el brazo sin dejarle apartarse.

-No lo pregunte, quiero ser escuchado – al momento en que Dina se volvió, noto que no era quien ella esperaba que fuera. Un chico rubio le miraba con una sonrisa en los labios.

-¿Te conozco? – murmuro algo espantada por como le estaba tomando por el brazo. Firme y sin apartar la mirada de ella.

-No, pero yo a ti si… - sonrió inclinándose un poco y tomando la mano de la chica para depositar un suave beso en el carpo de su mano. – El mundo es muy pequeño y debo decirte que mi superior te conoce muy bien…

-¿Tu superior? – pregunto mientras le veía muy poco por la poca luz que había.

-Ya pronto lo conocerás, necesita de tu visita e incluso te brindara protección, él quiere que vengas conmigo…

-No se a que…

-Pronto sabrás de lo que hablo, pero por ahora tengo que llevarte conmigo y protegerte de… una chica fastidiosa que ronda por este lugar… - el nombre de Gemma vino a su cabeza sabiendo que este chico no era un chico común.

-Gian, no te acerques a ella… - la voz enronquecida de Harry resonó detrás de ella, se giro de inmediato mirándole de pie, a su lado estaba Verónica mirando al rubio y moviendo los labios.

-Harry Styles – murmuro el rubio, segundos después rio ignorando a Dina. – ¿Protegiendo a un mirtingasi? – Harry se tenso apretando las manos en puños a sus costados.

-No es algo que te interese, deberías regresar por donde viniste…

-No me iré sin antes llevarme a la hermosa Dina – el rizado tenso la quijada dando un paso adelante pero Gian se puso en modo de ataque mirando divertido a Harry.

-No es buena idea que estés aquí – dijo Verónica cruzándose de brazos.

-Pasqualini – dijo el rubio sonriendo – hay una reunión de brujos en la ciudad y por lo visto de familia también… - dijo irónico. – ahora tomare por lo que vine y me iré – Gian dio un paso hacia Dina pero algo lo detuvo, un campo invisible de protección estaba sobre la chica. Verónica sonrió al ver el ceño fruncido y la ira en el rubio.

-Te lo dije, no es buena idea… - mascullo sonriente.

-No saben con quien esta tratando, él me envió por ella y no pienso irme de aquí sin la chica…

-Antes tendrás que matarme – el rubio sonrió ladeando la cabeza.

-Sabes que será fácil, demasiado… - murmuro. Posiciono ambos pies a distancia de sus hombros.

Las manos de Harry comenzaron a encenderse, el color cobrizo se hizo presente en estas, anunciando el fuego venir. Gian abrió su boca emitiendo un sonido catastrófico para los oídos de Dina e incluso los oídos de los otros dos brujos. Dichas ondas sonoras hicieron que Verónica cayera hacia atrás, pero Harry se apresuró a esquivarlas lanzando una esfera en llamas hacia el rubio, el chico no la esquivo, el fuego cayo en su hombro.

-Este abrigo era nuevo – después de decir esto volvió a emitir dicho sonido. Dina se cubrió los oídos con ambas manos.

Verónica camino hacia Gian mientras estaba distraído, lo tumbo con un golpe en el rostro.

-No me gusta que me griten – sonrió poniendo su pie sobre su pecho – y menos un pequeño brujo…

Harry se acercó con el fuego en su mano, se inclino hacia Gian sonriendo. Miro su mano encendida por las llamas y sonrió aun mas, el rubio le miro tensando el cuerpo.

-No suelo marcar antes de matar, pero esta vez estabas a punto de llevarte algo de mi pertenencia… - murmuro Harry y Gian o pudo evitar mirar hacia Dina – así que ahora sufre un poco las consecuencias… - sonrió poniendo su dedo índice sobre la mejilla del rubio formando una “H” con el fuego, la mejilla de Gian estaba siendo quemada y marcada, como solían marcar al ganado en las granjas.

El chico rubio emitió un fuerte gruñido de dolor queriendo retorcerse en el suelo, pero el pie firme de Verónica le sostenía. De inmediato una fuerte luz debajo de el pie de la chica se hizo presente, Gian había tomado ya su apariencia de halcón saliendo del lugar, o mejor dicho, huyendo.

Los tres vieron como aquella ave salía de sus vistas. Dina ni siquiera podía moverse debido al escudo que Verónica había puesto sobre ella.

-¿Estas bien? – pregunto la chica de ojos esmeralda mirando a Dina. La chica asintió mirándolos a ambos.

-¿Cómo me encontraron?

-No pienses que te seguimos, solo íbamos pasando por aquí… - dijo cortante el rizado dirigiéndose hacia su coche. – Ahora sube al auto, te llevaremos a casa… - Dina hizo caso, no supo si por el miedo o porque no quería tener una pelea con él.

Lo único que sabía es que las preguntas y que quería volver a ver a aquel chico estarían presentes. Él le había dicho que le brindaría protección, ahora que no tenia a Zayn, lo mas seguro es que tendría que confiar en alguien mas, o al menos intentar hacerlo. Y que mejor que alguien que ese tal Gian.