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Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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berenice_89
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
PASEN X ESTA NOVE ES NUEVA Y NECESITA LECTORAS Juego de Seduccion Kevin Jonas y tu
ojo mañana maraton de 3 capitulos
ojo mañana maraton de 3 capitulos
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
sisisisisi Maraton *.*
DanieladeJonas
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
II TEMPORADA
MARATON 1/4
Capítulo 6
MARATON 1/4
Capítulo 6
Encontré a Kevin apoyado en un palo de billar en una de las mesas cerca
del frente. Se encontraba estudiando la propagación de las bolas cuando me
acerque.
–¿Encontraste un cajero automático? –Le pregunté, mientras lanzaba mi
chaqueta húmeda al respaldo de una silla metálica plegable que estaba contra la
pared.
–Si, pero no antes de que me trague diez galones de lluvia– levantó el
sombrero hawaiano y tiro el agua para dar énfasis.
Tal vez encontró un cajero –pero no hasta que terminó lo que sea que
estuviera haciendo en el callejón– y por mucho que me hubiera gustado saber
que era lo que hacía, probablemente no lo averiguaré pronto. Perdí mi
oportunidad cuando Joe me alejó para decirme que todo estaba en mi cabeza
y que debería volver a casa.
Apoyé mis manos en el borde de la mesa de billar despreocupadamente,
esperando lucir como si estuviera en mi ambiente, pero la verdad era, que mi
corazón latía desbocado. No solo acababa de tener una discusión con Joe, si
no que nadie de alrededor lucía remotamente amigable, y por más que trataba,
no podía alejar de mi mente la imagen de alguien sangrando en una de las
mesas. ¿Acaso fue en esta? Quite mis manos de ahí y las sacudí para limpiarlas.
–Estábamos a punto de empezar un juego–dijo Kevin –cincuenta dólares y
estas dentro, toma un taco.
No estaba de humor para jugar y hubiera preferido sólo observar, pero
una rápida mirada al lugar me dejo ver que Joe se encontraba sentado en una
mesa de póker en la parte de atrás. Aunque su cuerpo no estaba directamente
hacia mí, sabía que estaba observándome. Estaba observando a todos en la
habitación. Joe nunca iba a ningún lado sin hacer una evaluación cuidadosa y
detallada del entorno.Sabiendo esto, intenté poner la sonrisa más deslumbrante que tuviera en
ese momento dentro de mí.
–Me encantaría–respondí.
No quería que Joe supiera que tan molesta estaba ni cuanto me dolía.
No quería que creyera que me estaba aburriendo con Kevin, pero antes de que
pudiera mirar hacia el bastidor, un hombre bajo con gafas y chaleco se situó
junto a Kevin. Todo en él lucía fuera de lugar –lucia arreglado, sus pantalones
planchados y sus mocasines pulidos. Le preguntó a Kevin en voz apenas
audible.
–¿Cuánto?
–Cincuenta– respondió Kevin un poco irritado–, lo mismo de siempre.
–El juego tiene un mínimo de cien.
–¿Desde cuándo?
–Déjame reformular, para ti tiene un mínimo de cien
Kevin se puso rojo del rostro, tomo su bebida del borde de la mesa y la
bebió de un sorbo. Entonces tomó su billetera, saco un fajo de billetes y lo puso
en el bolsillo de la camisa del hombre.
–Ahí hay cincuenta, te pagaré el resto después del juego, ahora quita tu
mal aliento de mi cara para que pueda concentrarme.
El hombre se puso un lápiz contra el labio.
–Tendrás que arreglar primero tu cuenta con Dew, se esta poniendo
impaciente. El ha sido muy generoso contigo y tú no le has devuelto el favor.
–Dile que tendré el dinero para el final de la noche.
–Eso mismo dijiste hace una semana.
Kevin se acercó más, acorralando al hombre.
–No soy el único que le debe un poco a Dew.
–Pero eres el único que le preocupa que no vaya a pagarle.
El hombre sacó el dinero que Kevin había puesto en su bolsillo y lo tiro al
suelo.
–Como dije, Dew se esta poniendo inquieto– Le dio una mirada
significativa y después se alejó.
–¿Cuánto le debes a Kevin? –le pregunté, solo me miró.
Okey, siguiente pregunta.–¿Cómo está la competencia? –dije casi susurrando, mientras veía a los
otros jugadores reunirse en las mesas de alrededor. Dos de cada tres estaban
fumando. Tres de cada tres tenían tatuajes de cuchillos, pistolas y otras armas
subiendo por sus brazos. Cualquier otra noche hubiera estado aterrada, o al
menos incómoda, pero Joe seguía en la esquina. Mientras él estuviera aquí,
estaba a salvo.
Kevin resoplo.
–Estos tipos son novatos, podría vencerlos en mi peor día, la verdadera
competencia se encuentra allá– dirigió su mirada hacia un corredor que
separaba el área principal. El pasillo era estrecho y oscuro y se dirigía hacia una
habitación que tenia una luz naranja. Una cortina de cuentas colgaba sobre el
marco de la puerta. Una mesa de billar tallada que se encontraba justo en la
entrada.
–Allá atrás podría ganar en un juego lo que gano aquí en quince juegos.
Por el rabillo del ojo vi a Joe dirigir su mirada hacia mí, pretendí no
notarlo, llevé mi mano a mi bolsillo y me acerqué un paso a Kevin.
–Necesitas cien para el próximo juego ¿verdad? Aquí hay… cincuenta –,
dije mientras rápidamente contaba los dos billetes de veinte y el de diez que
Joe me había dado. No era fanática de las apuestas, pero quería probarle a
Joe que Z no iba a comerme viva y escupir mis restos. Podía encajar. O al
menos no ser relegada. Y si parecía que coqueteaba con Kevin en el proceso, que
así sea. Púdrete, pensé atreves de la habitación, aun sabiendo que Joe no
podía escucharme. Kevin pasó su mirada entre el dinero y yo – ¿Es una broma?
–Si ganas dividiremos el total – Kevin miró el dinero con una codicia que
me tomó desprevenida, él necesitaba el dinero. Él no estaba en Z esta noche por
el entretenimiento. Apostar era una adicción.
Tomó el dinero y corrió hacia el hombre bajo con el chaleco, cuyo lápiz
estaba escribiendo furiosamente números y balances para los jugadores.
Di un vistazo a Joe para ver su reacción sobre lo que acababa de hacer,
pero sus ojos estaban concentrados en el juego de póker y su expresión era
indescriptible.
El hombre del chaleco contó el dinero de Kevin, alineándolos hábilmente
para que todos estuvieran hacia el mismo lado, cuando terminó le dio una
sonrisa forzada a Kevin. Al parecer estábamos dentro.
Kevin regresó y puso tiza a su taco.
–Sabes lo que dicen de la buena suerte, tienes que besar mi taco– dijo
poniéndolo frente a mi rostro.
Di un paso hacia atrás.
–No voy a besar tu taco – Kevin movió sus brazos como si fueran alas
mientras hacia sonidos de gallina.
Mire rápidamente hacia el rincón, esperando que Joe no estuviera
viendo la escena de humillación, y fue cuando vi a Marcie Millar paseándose
detrás de él, inclinándose y enredando sus brazos en su cuello.
Mi corazón cayó hasta mis rodillas.
Kevin estaba hablando, golpeteando el taco contra mi frente, pero sus
palabras pasaron desapercibidas para mí.
Luché por recuperar el aire y concentrarme en la pared, intentando
recuperarme de la sorpresa y traición. ¿Así que a esto se refería el cuando dijo
que las cosas con Marcie eran estrictamente de negocios? ¡Porque seguro que
eso no es lo que me pareció a mí! ¿Y qué esta haciendo ella aquí justo después
de haber sido apuñalada en Bo? ¿Se sintió segura porque estaba con Joe? En
una vacilación de un segundo, me pregunte si él hacia esto para ponerme
celosa. Pero si ese fuera el caso, él tendría que haber sabido que yo estaría en Z
esta noche, cosa que él no sabía. A menos que me hubiera estado espiando.
¿Acaso ha estado más cerca estas últimas 24 horas? ¿Más de lo que yo creía?
Enterré mis uñas en mis palmas, luchando por concentrarme en ese dolor.
Y no en los humillantes y sorpresivos sentimientos que crecían dentro de mí.
Me quedé ahí, adormecida y aguantando las ganas de llorar, hasta que mi
atención se dirigió hacia la puerta del corredor. Un chico con una camiseta roja
se paro junto al marco. Algo estaba mal con un pedazo de piel en su garganta,
casi lucía deformada. Antes de que pudiera mirar con mas detenimiento, fui
paralizada por un Deja vu. Algo en él lucía muy familiar, incluso aunque sabia
que jamás lo había conocido. Sentí la urgencia de salir corriendo, pero al mismo
tiempo estaba abrumada por la necesidad de tener que ubicarlo.
Tomó la bola blanca de la mesa de billar más cercana a él y la lanzó
perezosamente unas veces al aire.
–Vamos– dijo Kevin agitando el taco de un lado a otro frente a mí. Los otros
tipos que de alrededor empezaron a reírse–Hazlo (tn), solo un pequeño
vistazo para la buena suerte– deslizó el taco por el borde de mi blusa y lo
levanto.
Lance el taco lejos–¡Ya basta! –. Vi un movimiento del chico de la camiseta roja, paso tan
rápido, que me tomó dos latidos darme cuenta que pasaría. Doblo su brazo y
lanzó la bola blanca atreves de la habitación. Un instante después, el espejo que
estaba en la pared más alejada quedó destrozado, trozos de vidrio cayeron al
suelo.
El lugar quedó en completo silencio excepto por la música de los
altavoces.
–¡Tú!– el hombre de la camiseta roja, apuntó al hombre del chaleco con un
arma de fuego en su mano– Dame el dinero–, le hizo un gesto con el arma–
Mantén tus manos donde pueda verlas.
Junto a mi, Kevin avanzo al frente de la multitud.
–De ninguna manera, ese es nuestro dinero– unos cuantos gritos de
acuerdo sonaron de la multitud.
El tipo de la camiseta roja continúo apuntando con el arma al hombre del
chaleco pero desvió su mirada a Kevin, sonrió mostrando los dientes
–Ya no.
–Si tomas ese dinero te mataré– hubo una furia calmada en la voz de Kevin,
sonó como si lo dijera en serio. Me quede congelada en mi lugar, apenas
respirando, aterrada por lo que podría pasar luego, porque ninguna parte de mi
dudo que el arma estuviera cargada.
El hombre del arma sonrió
–¿A sí?
–Nadie aquí va a dejarte marchar con nuestro dinero– dijo Kevin– Hazte un
favor y baja el arma.
Otro murmullo en acuerdo sonó de la multitud. A pesar del hecho que
parecía que la temperatura del cuarto había aumentado, el hombre de la
camiseta rojo se rascó perezosamente la parte trasera del cuello con el cañón del
arma. No parecía estar para nada preocupado. Apuntando ahora a Kevin con el
arma dijo.
–Ponte en la mesa.
–Piérdete
–¡Ponte en la mesa!El hombre sostenía el arma con ambas manos apuntando directamente al
pecho de Kevin.
Kevin levanto sus manos al nivel de sus hombros y retrocedió hasta la mesa
–No saldrás vivo de esta, te superamos en número de treinta a uno.
El hombre se acerco a Kevin en tres pasos, parándose un momento frente a
él, sus dedos se posaron sobre el gatillo, una gota de sudor recorrió el rostro de
Kevin. No podía creer que él no alejara la pistola. ¿Acaso no sabia que él no
podía morir? ¿Acaso no sabia que era un Nefilim? Pero Joe había dicho que él
pertenecía a una sociedad de sangre de Nefilims.- ¿Cómo podría no saberlo?-
–Estás cometiendo un grave error– la voz de Kevin sonaba fría, pero con un
toque de pánico.
Me pregunté porque nadie había echo un movimiento para ayudarlo.
Como Kevin había dicho, la multitud lo superaba en número. Pero había algo
vicioso y aterradoramente poderoso en él, algo…de otro mundo. Me pregunte
si ellos estaban tan asustados de él como yo. También me pregunté si ese
sentimiento incomodo dentro de mi significaba que él era un ángel caído, o un
Nefilim.
Entre todos los rostros de las personas, de pronto me vi cruzando miradas
con Marcie, ella miraba a través de la multitud con lo que solo podría describir
como desconcertada fascinación escrita en todo su rostro. En ese momento supe
que ella no tenia idea de lo que iba a pasar. Ella no se había dado cuenta que
Kevin era un Nefilim y que tenia más fuerza en una mano de lo que un humano
tenia en todo su cuerpo. Ella no había visto a Chauncey, el primer Nefilim que
vi, destrozar mi celular con su mano. Ella no había estado ahí la noche en que
me persiguió por los pasillos de la escuela. ¿Y el chico de la camiseta roja? Ya
fuera un ángel caído o un Nefilim, era igual de poderoso. Sea lo que sea que
fuera a pasar, no era una mera primera pelea.
Debió de haber aprendido su lección en Bo y quedarse en casa. Y yo
también debí de haberlo echo.
El chico de la camiseta roja empujo a Kevin con el arma y éste cayó sobre la
mesa. A pesar de la sorpresa y el miedo, Kevin toma a tientas el taco y el chico se
lo arrebató. Sin dudarlo ni un segundo, salto sobre la mesa y apunto el taco
sobre la cara de Kevin y enterró el taco en la mesa a unos centímetros de la oreja
de Kevin. El taco bajó con tanta fuerza que atravesó la superficie de la mesa, doce
pulgadas de él eran visibles bajo la mesa.
Me callé un grito.La manzana de Adán de Kevin tembló.
–Estás loco –dijo
De pronto un taburete de la barra atravesó el aire golpeando al chico de la
camiseta roja en un costado, tuvo que saltar de la mesa para mantener el
equilibrio.
–Atrápenlo –alguien en la multitud grito.
Algo así como una guerra de gritos estalló y más hombres tomaron
taburetes de la barra para lanzarlos. Me arrodille en el suelo sobre mis manos y
gateé entre el mar de piernas buscando por la salida mas cercana. Un par de
cuerpos más adelante un hombre tenía una pistola amarrada en su pierna, él la
tomo y segundos después una lluvia de disparos comenzó.
Lo que siguió no fue silencio si no un alboroto: maldiciones, disparos y
golpes sonando contra la piel. Me puse en pie y corrí en cuclillas hacia la salida
de atrás.
Apenas había salido por la puerta cuando alguien me tomó de la pretina
de mis pantalones y me arrastró en vertical. Joe.
–Toma el jeep –me ordenó, poniendo las llaves de su auto en mi mano.
Una pausa precipitada – ¿Qué estas esperando?
Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero parpadeé furiosamente alejándolas.
–Deja de actuar como si fuera un gran inconveniente. ¡Nunca pedí tu
ayuda!
–Te dije que no vinieras esta noche, no serias un inconveniente si hubieras
escuchado, este no es tu mundo, es el mío. Estás tan decidida en probarlo que
harás algo estúpido y terminarás muriendo.
Me molestó eso, así que abrí mi boca para decírselo.
–El hombre de rojo es un Nefilim –Joe dijo para callarme antes de que
protestara–, la marca significa que esta con la sociedad de sangre de la que te
hable antes, él ha jurado lealtad a ellos.
–¿Marca?
–Cerca de su clavícula.
¿La deformidad era por una marca? Mire hacia la ventana que daba al
interior, los cuerpos abundaban sobre las mesas de billar, golpes eran lanzados
en todas direcciones. Ya no vi al hombre de rojo, pero ahora entiendo porque lo
reconocí. Él era un Nefilim. Él me recordó a Chauncey en una forma en que
Kevin no se había ni acercado.Un fuerte ruido parecía que reventaría mis tímpanos, Joe me tumbó al
suelo, fragmentos de vidrio cayeron alrededor de nosotros. La ventana de la
puerta trasera había sido disparada.
–Vete de aquí – dijo Joe empujándome en dirección a la calle.
Me gire hacia él
–¿A dónde vas?
–Marcie sigue adentro, regresaré por ella.
Mis pulmones parecieron cerrarse, nada de aire podía salir o entrar
–¿Qué hay de mí? Eres mi ángel guardián.
Joe me miró directamente a los ojos.
–Ya no más Ángel.
Antes de que pudiera discutir con él, se deslizó por la puerta,
desvaneciéndose entre la multitud violenta.
En la calle abrí el jeep y acomodé el asiento delantero
¿Ya no era mi ángel guardián? ¿Hablaba en serio? ¿Sólo porque le dije que
así era como lo quería? ¿O lo dijo sólo para asustarme? ¿Para hacer que me
arrepintiera por decir que no lo quería? Bueno, si él no era mi ángel guardián
era porque yo estaba tratando de hacer lo correcto, estaba tratando de hacer
esto más fácil para ambos. Estaba tratando de mantenerlo a salvo de los
arcángeles. Le dije exactamente porque lo había hecho y él se molestaba
conmigo, como si todo el desastre fuera de alguna forma mi culpa. ¡Como si yo
quisiera que esto pasara! Esto era más su culpa que mía.
Sentía la urgencia de regresar y decirle que yo no era una inútil. Que no
soy un peón en su malvado y gran mundo. Y que no estoy ciega, que podía ver
bastante bien que algo ocurría entre él y Marcie. Es más, estoy segura que así es.
Olvídalo, me dije, estoy mejor sin él. Es un tonto, un imbécil, un imbécil no
confiable. No lo necesito- para nada-.
Me detuve frente a la granja, mis piernas aún temblaban y mi respiración
se sacudía un poco cuando exhalaba. Estaba conciente del silencio alrededor. El
jeep siempre había sido como un refugio; esta noche se sentía extraño y aislado,
demasiado amplio para una sola persona. Recosté mi cabeza en el volante y
comencé a llorar. No pensé en Joe llevando a Marcie a su casa en su auto, solo
deje que el aire caliente de la ventilación rodeara mi piel y aspiré el aroma de
Joe.Me quede así, encorvada y sollozando, hasta que la aguja de la gasolina
llego a la mitad, me seque los ojos, soltando un suspiro largo con problemas.
Estaba a punto de apagar el motor cuando vi a Joe parado en el porche
recargado en una viga.
Por un momento pensé que él había venido a ver como estaba y lágrimas
de alivio surcaron mis ojos. Pero yo conducía su jeep. Seguro vino a recogerlo.
Después de la forma en que me trato esta noche, no podía creer que hubiera
otra razón.
Camino por el asfalto y abrió la puerta del conductor
–¿Estás bien? – Asentí rígidamente. Hubiera dicho que sí, pero mi voz
aun estaba escondida en algún lugar de mi estómago. El Nefilim de mirada fría
seguía grabado en mi mente, y no podía dejar de preguntarme, qué había
pasado cuando me fui de Z. ¿Había salido Kevin? ¿Y Marcie? Claro que sí, Joe
parecía decidido a asegurarse de que ella saliera.
–¿Porque el Nefilim de la camiseta roja quería dinero? –pregunté mientras
me cambiaba al asiento de pasajero, aún estaba lloviznando y aunque sabia que
Joe no podía sentirlo, se sentía de alguna forma incorrecto dejarlo parado ahí.
Después de un momento, se sentó detrás del volante, encerrándonos
juntos en el jeep.
Dos noches atrás ese gesto se hubiera sentido intimo, ahora se sentía muy
incomodo.
–Estaba juntando fondos para la sociedad de la sangre, ojala tuviera una
mejor idea de lo que están planeando. Si necesitan dinero lo más seguro es que
sea para recursos. Es eso o para comprar ángeles caídos. Pero cómo, quién y por
qué, no lo sé –negó con la cabeza– Necesito a alguien de adentro, por primera
vez ser un ángel me pone en desventaja. No dejarán que me acerque ni a una
milla de la operación.
Por un segundo creí que me estaba pidiendo ayuda, pero yo difícilmente
era un Nefilim. Tenía una infinitesimal parte de Nefilim corriendo en mis venas
que podía rastrearse atreves de cientos de años hasta mi ancestro Chauncey
Langeais. Para todos los fines, yo era humana. No iba a llegar adentro más
rápido que Joe.
–Dijiste que Kevin y el chico de rojo estaban con la sociedad de la sangre,
pero ellos no parecían conocerse, ¿Estás seguro que Kevin está involucrado?
–Él está involucrado.
–¿Entonces como es que no se conocen?–Mi suposición es que quien sea que dirige la sociedad, esta separando a
los miembros para mantenerlos en la oscuridad, sin solidaridad, las
posibilidades de una captura bajan aún más. Si ellos no saben que tan fuertes
son, los Nefilim no pueden filtrar información a los enemigos. Los ángeles
caídos no pueden obtener información si los miembros de la sociedad no lo
saben tampoco.
No sabía de qué lado estaba yo, parte de mí aborrecía la idea de ángeles
caídos poseyendo los cuerpos de Nefilims cada Jeshván. Una parte menos noble
de mí, se aliviaba que los blancos fueran Nefilims y no humanos, no yo, ni
nadie a quien amo.
–¿Y Marcie? – dije tratando de mantener mi voz neutra
–Le gusta el Póker– dijo sin comprometerse.
Puso el jeep en reversa.
–Debería irme, ¿Estarás bien esta noche? ¿Está tu mamá?– Me giré en el
asiento para quedar frente a él.
–Marcie tenia sus brazos a tu alrededor.
–La idea de Marcie sobre el espacio personal es inexistente.
–¿Así que ahora eres un experto en Marcie?
Sus ojos se oscurecieron, y supe no debería ir por ese rumbo, pero no me
importó, yo iría ahí.
–¿Qué sucede entre ustedes dos? Lo que yo vi no parecían negocios.
–Estaba en medio de un juego cuando ella llegó por detrás, no es la
primera vez que una chica hace eso y probablemente no será la última.
–Pudiste haberla alejado de ti.
–Tenía sus brazos a mí alrededor por un segundo y al siguiente el Nefilim
lanzó la bola de billar. No estaba pensando en Marcie, corrí a chequear el
perímetro en caso de que el Nefilim no estuviera solo.
–Regresaste por ella.
–No iba a dejarla ahí.
Me quedé en mi asiento un momento, el nudo de mi estomago se achicó
tanto que dolió, ¿que se supone que debía creer? ¿Qué él regresó por Marcie por
cortesía? ¿Un sentido del deber? ¿O algo completamente diferente y más
preocupante?
–Tuve un sueño acerca del papá de Marcie anoche –No estaba segura
porque dije eso, probablemente para que Joe viera que mi dolor era tan
grande que había alcanzado mis sueños. Una vez leí que los sueños era unaconciliación de lo que pasaba en nuestras vidas, y si eso era verdad,
definitivamente era una forma de decirme que yo no estaba a gusto con lo que
pasaba entre Joe y Marcie. No si soñaba con ángeles caídos y Jeshván. No si
soñaba con el padre de Marcie.
–¿Soñaste con el padre de Marcie? –la voz de Joe sonaba igual de
calmada que siempre, pero algo en la forma en que me miró, me hizo pensar
que estaba sorprendido por la noticia, incluso quizás desconcertado.
–Creí que estaba en Inglaterra, desde hace mucho tiempo.
El papá de Marcie era perseguido por el bosque, sólo que no podía huir
porque su capa se había atorado en los árboles. No dejaba de decir que un ángel
caído intentaba poseerlo.
Joe reflexionó esto un momento, una vez mas su silencio me indicó que
había dicho algo que llamo su interés. Pero no podía adivinar que. Miró su reloj
y después a mí
–¿Necesitas que te acompañe dentro de la casa? –Miré hacia la oscuridad,
la combinación de la noche y la lluvia creaba un ambiente triste y poco atractivo
a todo alrededor. No podía decidir que era peor, ir adentro sola o quedarme
aquí afuera con Joe, asustada de que él continúe, que continúe con Marcie
Millar.
–Estoy dudando porque no me quiero mojar, además, obviamente tú
tienes que estar en otro lado –Abrí la puerta y saque una pierna del jeep –, eso,
y que nuestra relación se terminó, no me debes ningún favor –nos miramos a
los ojos, sólo había dicho eso para lastimarlo, pero era yo la que tenía el nudo en
la garganta. Antes de que pudiera decir algo para dividir más las cosas, caminé
hacia el pórtico cubriendo mi cabello de la lluvia con mis manos.
Adentro, me recargue contra la puerta principal y esperando escuchar
como Joe se alejaba en el Jeep. Mis ojos se inundaron de lágrimas, cerré mis
ojos, desee que Joe regresara. Lo quería aquí conmigo, quería que me
aprisionara contra él y me besara para alejar el frío. Sentí la soledad helarme
lentamente de adentro hacia fuera. Pero el sonido de neumáticos avanzando
por el asfalto húmedo jamás llego.
Sin advertencia, el recuerdo de nuestra última noche juntos, antes de que
todo colapsara, llegó. Automáticamente comencé a bloquearlo. El problema era,
que yo quería recordarlo, Necesitaba una forma de aún tener a Joe cerca.
Bajando la guardia, me dejé sentir sus labios sobre los míos, suave al
principio, después con más pasión. Sentí su cuerpo, cálido y sólido, contra mí.Sus manos estaban detrás de mi cuello, sujetando la cadena de plata,
prometiéndome que me amaría por siempre.
Puse el cerrojo, disolviéndose el recuerdo con un clic, ¡que se pudra!,
continúe repitiéndome tantas veces como fuera necesario.
En la cocina, las luces se encendieron con el switch, estaba aliviada de
tener electricidad.
El teléfono parpadeaba rojo, así que escuche los mensajes.
–(tn) –era la voz de mamá– tenemos toneladas de lluvia aquí en Boston, así
que decidieron reprogramar las subastas, voy camino a casa, así que estaré ahí alrededor
de las once, puedes enviar a Demi a casa si quieres, te amo y te veré pronto.
Revisé el reloj. Faltaban unos minutos para las diez, tenía sólo una hora
más para estar sola.
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
II TRMPORADA
MARATON 2/4
Capitulo 7
MARATON 2/4
Capitulo 7
A la mañana siguiente, me obligué a salir fuera de la cama, y luego de una
rápida pasada por el baño, que incluyó tratar de ocultar mis ojeras y echarme
revitalizante capilar para cabello rizado. Me dirigí hacia la cocina para
encontrar a mi madre ya en la mesa. Tenía una taza de té herbal entre sus
manos, su pelo estaba revuelto, tenía un look somnoliento, el cual era una
simpática forma de decir que ella parecía un puerco espín. Mirándome por
arriba de su taza, me sonrió.
—Buenos días.
Me deslicé en la silla de enfrente y me serví mi cereal de maíz en un bol.
Mi madre había sacado las fresas y una botella de leche, las que añadí a mi
cereal. Trataba de ser consistente con lo que comía, pero siempre me parecía
más fácil cuando mi mamá estaba en casa, haciendo comidas que de seguro
superarían lo que yo podría hacer en diez segundos.
— ¿Dormiste bien? —preguntó.
Asentí con la cabeza, recién había comido un poco de mi cereal.
—Me olvidé de preguntarte anoche —dijo mi madre—, ¿Al final le diste
un tour por la cuidad a Kevin?
—Cancelé —. Probablemente lo mejor sea dejarlo en eso. No estaba segura
de cómo reaccionaría si se enterara de que lo seguí hasta el muelle, luego pasé
la noche con él en un salón de pool en Springvale.
La nariz de mi madre se arrugo. — ¿Es… humo de cigarrillo lo que huelo?
Oh Dios.
—Encendí unas velas en mi habitación esta mañana—, respondí,
recordando que ni siquiera había tenido tiempo para ducharme. Estaba segura
de que Z se quedo en mis ropas, mis sabanas, mi pelo.
Ella frunció el ceño.
—Definitivamente es humo de cigarrillo lo que huelo—. Su silla se deslizó
hacia atrás, y comenzó a ponerse de pie, para poder ir a investigar.
Nada la detendría. Me froté mi ceja con nerviosismo.
—Lo cierto es que anoche fui a un salón de pool.
—¿Con Joe? —Hace algún tiempo habíamos dejado en claro una norma,
con la cual yo absolutamente de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia
tengo permiso para salir con Joe mientras mi mamá estuviera lejos.
—Sí, él estuvo ahí.
—¿Y?
—No fui con Joe. Fui con Kevin —por cómo reaccionó su cara, estuve lo
bastante segura de que eso fue peor—. Pero antes de que te enfades —me
precipite a decir—, sólo quiero decir que mi curiosidad me está matando. Me
está costando bastante duro ignorar el hecho de que los Parnell están haciendo
lo posible por mantener el pasado de Kevin en la oscuridad. ¿Por qué cada vez
que la Sra. Parnell abre su boca, Kevin está a dos metros de ella mirándola como
un halcón? ¿Qué puede tener él que ocultar que sea tan malo?
Estaba esperando que mi madre saltara en su puesto y me dijera que
desde el minuto que volviera a casa luego de la escuela esta tarde, estaría
castigada hasta el 4 de Julio, pero ella dijo—. También me he dado cuenta.
—Sólo soy yo, ¿o ella parece que le tiene miedo? —continúe, revelando
que ella parecía estar más interesada en la discusión sobre Kevin que mi castigo
por pasar la noche en un salón de pool.
—¿Qué tipo de madre estaría asustada de su propio hijo? —mamá
preguntó en alto.
—Creo que ella conoce su secreto. Ella sabe lo que él hizo, y él sabe que
ella sabe. —Quizás el secreto de Kevin sea tan simple como que él fuera Nefilim,
pero no lo creo. Basada en su reacción de anoche cuando fue atacado por el
Nefilim de polera roja, estaba comenzando a sospechar que él no sabía la
realidad de lo que era, o de lo que era capaz de hacer. Él se habrá dado cuenta
de su increíble fuerza o su habilidad para hablar en las mentes de las personas,
pero probablemente no sabe cómo explicarlo. Pero Kevin y su mamá están
tratando de ocultar su herencia Nefilim, ¿Qué están tratando de esconder? ¿Qué
ha hecho él en el pasado que necesita ser cubierto?
Treinta minutos después, entré a la clase de Química para encontrar a
Marcie en nuestro escritorio, hablando por celular, ignorando por completo la
señal en la pizarra que decía NO CELULARES, NO HAY EXCEPCIONES.
Cuando me vio, se volteó y cubrió su boca con una mano, claramente queriendo
privacidad. Como si me importara. Para ese entonces ya estaba en nuestro, la
única parte de la conversación que alcancé a escuchar fue un seductor…
—También te quiero.
Deslizó su celular dentro del bolsillo del frente de su mochila y me sonrió.
— Mi novio. Él no va a la escuela.
Inmediatamente tuve un momento de duda en mi interior,
preguntándome si Joe era quien estaba en el otro lado de la línea, pero él me
había jurado que lo que pasó anoche entre él y Marcie no tenía ningún
significado. Podía entrar en un estado de celosa frenética, o podía creer en él.
Asentí por simpatía.
—Debe ser duro salir con alguien de afuera.
—Ha, ha. Ya sabes, estoy enviando un texto luego de clases a todos los que
están invitados a mi fiesta anual de verano el jueves en la noche. Estás en la
lista—, dijo casualmente —. Mi fiesta es la forma más segura de sabotear tu
vida social… no te tienes que preocupar en sabotear algo que no tienes.
—¿Fiesta anual de verano? Nunca había escuchado sobre eso.
Ella sacó un estuche de maquillaje que tenía en el bolsillo trasero de sus
jeans, y se en polvoreó la nariz.
—Eso es porque tú nunca habías sido invitada
Está bien, espera un minuto. ¿Por qué Marcie me estaba invitando? A
pesar de que mi coeficiente intelectual era el doble que el de ella, ella debería
haber notado el hielo entre nosotras. Eso, y que no tenemos ningún amigo en
común. O intereses, para compartir.
—Wow, Marcie. Es genial de tu parte que me invitarás. Un tanto
inesperado, pero sigue siendo genial. Definitivamente trataré de ir.
Marcie se inclino hacia mí.
—Te vi anoche.
Mi corazón comenzó a latir más rápido, pero mantuve el control de mi
voz. Sin compromiso de responder.
—Sí, yo también te vi.
—Eso fue un poco… loco. —Dejó un momento la oración abierta, como si
esperara que yo completará la frase.
—Supongo.
—¿Supones? ¿Habías visto el palo de billar? No había visto nunca a
alguien hacer eso. Él lo arrojó a través de la mesa de pool. ¿Esas cosas no están
hechas de pizarra?
—Estaba en la parte de atrás de la multitud. No pude ver mucho. Lo
siento. —No estaba tratando de ser inservible propósito; esa era una discusión
que yo no quería tener. ¿Y esa era la razón por la cual me estaba invitando a su
fiesta? Para instalar una sensación de confianza y amistad a nuestra relación,
entonces así yo le tendría que decir, en todo caso, ¿sabía lo que había sucedido
la pasada noche?
—¿No viste nada? —repitió Marcie, una línea de duda cruzó por su frente.
—No. ¿Estudiaste para la prueba de hoy? Yo logré memorizar la mayor
parte de la tabla periódica, pero la línea del fondo me sigue costando.
—¿Alguna vez te llevó Joe a jugar pool a ese lugar? ¿Alguna vez viste
algo como eso?
La estaba ignorando, volteé y abrí mi cuaderno de notas.
—Escuché que tú y Joe han terminado —dijo ella, probando desde un
nuevo ángulo.
Tragué un poco de aire, pero algo tarde, ya que mi cara ya se sentía
caliente.
—¿Quién termino con quien? —preguntó Marcie.
—¿Tiene importancia?
Marcie frunció el ceño.
—¿Sabes qué? Si no vas a hablarme, puedes olvidarte de ir a mi fiesta.
—No iba a ir de todas formas.
Miró para otro lado.
—¿Estás enojada porque estaba con Joe anoche en el Z? Porque él no
significa nada para mí. Sólo nos estábamos divirtiendo. No es nada serio.
—Enserio, realmente se miraba de ese modo, — dije, dejando claro el
cinismo de la frase en mi tono de voz.
—No estés celosa, (tn). Joe y yo somos muy, muy buenos amigos. Pero
en caso de que estés interesada, mi mamá conoce una terapista de relaciones
muy buena. Hazme saber si necesitas una referencia. Déjame pensar un
segundo, es bastante cara. Quiero decir, sé que tu mama tiene un trabajo y
todo…
—Tengo una pregunta para ti, Marcie —mi voz sonó como un aviso, pero
mis manos se estaban moviendo en mi regazo—. ¿Qué harías si tu mañana
despiertas y descubres que tu padre ha sido asesinado? ¿Tú crees que el trabajo
de medio tiempo de tu madre en JC Penney pagará las cuentas? Para la próxima
vez, antes de que traigas mi situación familiar, ponte en mis zapatos por un
minuto, un mini pequeño minuto.
Ella sostuvo mi mirada por un largo rato, pero su expresión fue tan
inexpresiva que dudé el hacerla pensar dos veces. La única persona con la que
Marcie podía sentir empatía era consigo misma.
Luego de clases, encontré a Demi en el estacionamiento. Ella estaba
cruzando de forma desparramada por el capo del Neón, mangas sobre sus
hombros.
—Necesitamos hablar—, dijo ella mientras me acercaba. Se apresuró a
sentarse y dejar caer sus lentes de sol al nivel de la nariz para tener suficiente
contacto visual. — Tú y Joe están en Ceparados, ¿Lo están?
Subí sobre el capo a un lado de ella.
—¿Quién te dijo?
—Nick. Por cierto, eso me dolió. Soy tu mejor amiga, y no debería
enterarme de estas cosas por medio del amigo de un amigo. O por medio del
amigo de un ex-novio —ella agregó, luego de pensarlo todo. Paso una mano
por mi espalda y preguntó —¿Cómo lo estás manejando?
Especialmente no muy bien. Pero fue una de esas cosas que estaba
intentando enterrar en el fondo de mi corazón, y no iba a poder mantenerla
enterrada si hablo sobre ella. Recosté mi espalda contra el parabrisas, levanté mi
cuaderno para tapar el sol.
—¿Sabes cuál es la peor parte?
—¿Qué yo estaba en lo que correcto todo el tiempo, y que debes estar
sufriendo por oírme decir, “Te lo dije”?
—Que graciosa.
—No es un secreto que Joe es un problema. Él tiene puesto lo de chico-
malo-en-busca-de-redención, pero lo raro es que la mayoría de los chicos malos
no quieren redención. Ellos se sienten bien siendo malos. Ellos aman el poder
que obtienen sembrando temor y pánico en los corazones de los demás en todos
lugares.
—Eso fue… insignificante.
—Cuando quieras, bebe. Y que hay sobre…
—Demi.
Agitó sus brazos.
—Escúchame. Estoy guardando lo mejor para el final. Estoy pensando en
que es tiempo que comiences a pensar en tus prioridades en cuanto a chicos. Lo
que necesitamos encontrar es un Boy Scout quien nos haga valorar tener un
buen hombre en nuestro lado. Mira a Nick, por ejemplo.
La mire con una cara de Tienes que estar bromeando.
—Reconozco esa mirada —dijo Demi—, resulta que Nick es un chico
decente.
Nos miramos una a la otra por largos 3 minutos.
— Está bien, quizás un Boy Scout es mucho —dijo Demi—. Pero el punto es
que puedes ser beneficiada con un chico bueno, un chico cuyo closet no sea solo
negro. A todo esto, ¿Qué le sucede? ¿Joe cree que es un comando?
—Vi a Marcie y Joe juntos la pasada noche —. Lo dije en un solo respiro.
Listo, lo dije.
Demi pestañeo unas veces, digiriéndolo.
—¿Qué? — dijo, con la boca abierta.
Asentí. — Los vi. Ella tenía los brazos alrededor de él. Ellos estaban juntos
en el salón de pool de Springvale.
—¿Tú los estabas siguiendo?
Quería decirle, Dame algo de crédito al menos, pero sólo armé una frase.
—Kevin me invitó a jugar pool. Fui con él, y juntos entramos. —Le quería
decir a Demi todo lo que había sucedido luego de aquel momento, pero como con
Marcie, había cosas que no podía explicar. ¿Cómo podría decirle sobre el
Nefilim con la polera roja? O ¿Cómo había él atravesado el taco de pool a través
de la mesa?
Demi me miró de forma que esperaba una respuesta.
—Bien, como iba diciendo, cuando ves la luz, nunca quieres volver atrás.
Quizás Nick sea bueno como amigo. Otro como Joe, eso es… —se
interrumpió con torpeza.
—No necesito un novio, necesito un trabajo.
Demi hizo una gran mueca
—Más trabajo, ugh. Aún no le encuentro el encanto.
—Necesito un auto, y para tener uno, necesito dinero. Por ende un trabajo.
—Tenía una larga lista de razones para comprar el Volkswagen Cabriolet en mi
mente: el auto era pequeño, y mucho más fácil de estacionar, y no gastaba tanta
bencina —un bonus, considerando que no iba a tener mucho dinero para
bencina luego de gasta más de mil dólares en el auto en sí. Y sabiendo que era
ridículo el sentir una conexión con algo inanimado y práctico como un auto,
estaba comenzando a verlo como una metáfora para cambiar mi vida. Libertad
para ir donde quiera ir, donde sea. Libertad para estar fresca. Libre de Joe, y
todas las memorias que compartimos que aún no me figuraba como dejarlas
detrás de una puerta.
—El amigo de mi madre es uno de los managers nocturnos en Enzo’s y
ellos están buscando meseras —sugirió Demi.
—No sé nada sobre cómo ser mesera.
Demi encogió los hombros. —Haces café, lo viertes. Lo llevas hasta cada
cliente. ¿Qué tan difícil puede ser eso?
45 minutos después, Demi y yo estábamos en la playa, caminando por el
borde costero, enfocándonos en nuestra tarea y no mirando las vitrinas. Desde
que ninguna de nosotros tiene un trabajo, y por consecuencia no tenemos
dinero, estamos perdiendo nuestras habilidades al vitrinear en las tiendas.
Llegamos al final del camino y nuestras miradas se centraron en una pastelería.
Prácticamente escuché la boca de Demi babear la ventana al apoyar su cara contra
el vidrio.
—Creo que hace más de una hora que no he comido —dijo—. Anillos
glaseados, aquí vamos. —Ya se encontraba a 4 pasos de ahí, empujando las
puertas.
—Creía que estabas intentando perder peso para la temporada de
natación. Pensé que eras de huesos grandes y que querías que pasaran cosas
con Nick.
—Tú si sabes cómo bajarme el ánimo. En fin, ¿No creo que un anillo me
afecte mucho?
Nunca había visto a Demi comerse sólo un anillo, pero prefiero mantener mi
boca cerrada.
Ordenamos media docena de glaseados y nos sentamos en una mesa cerca
de la ventana, cuando vi a Kevin al otro lado del vidrio. Él tenía su frente
apoyada en el vidrio y estaba sonriendo. Él movió su dedo; diciéndome que
saliera.
—Volveré enseguida —le dije a Demi.
Ella siguió mi mirada. —¿Ese no es “Kevini the Hot”?
— Deja de llamarlo así. ¿Qué le paso a “Kevini el insignificante”?
—Creció. ¿Sobre qué querrá hablarte? —Algo revelador paso por su
mente. —Oh, no puedes. No tienes permitido jugar con él. Él es problemas.
Vamos a encontrar un simpático Boy Scout, ¿Recuerdas?
Colgué mi bolso de mano en mis hombros.
—No estoy jugando con él. ¿Qué? —le dije en respuesta a la mirada que
me estaba dando—. ¿Esperas que me quede sentada y lo ignore?
Ella levantó las manos.
—Sólo apúrate o tu anillo pasará estar en la lista de especies en extinción.
Afuera, rodeé la esquina y caminé hasta donde había visto por última vez
a Kevin. Él estaba recostado en el asiento trasero de una banca en la acera, con
los dedos en los bolsillos.
—¿Sobreviviste a lo de anoche? — él preguntó.
—Sigo aquí, ¿No?
Él sonrió.
—¿Un poco más emocionada que antes?
No me acordaba que él había sido quien había estado atrapado en la mesa
de pool con uno de los tacos atravesado a centímetros de su oreja.
—Lo siento por haberte dejado sola —dijo Kevin—. Veo que pudiste
encontrar la forma de volver a tu casa, ¿verdad?
— No te preocupes —dije con molestia, no tengo problemas en ocultar mi
enojo—. Sólo aprendí a nunca más salir contigo.
—Hare que lo vuelvas a hacer. ¿Tienes tiempo para un rápido bocadillo?
—Apuntó su dedo hacia un restaurante para turistas abajo en el borde costero.
Alfeo’s. Yo había estado ahí hace algunos años atrás con mi padre y recordaba
que el menú era bastante caro. La única cosa que podía tener por menos de
cinco dólares era agua. Coca-Cola si es que tenía suerte. Tomando en
consideración los exorbitantes precios y la compañía —luego de todo, mi último
recuerdo de Kevin es de él tratando de burlase de mi blusa con su taco de
billar— sólo quería ir a terminar mi anillo.
—No puedo. Estoy con Demi —le dije a Kevin—. ¿Qué paso luego en el Z,
anoche? Luego de que me fui.
—Obtuve mi dinero de vuelta. —Algo sobre cómo me respondió me dejó
pensando sobre que eso no fue tan simple.
—Nuestro dinero —corregí.
—Tengo la mitad de tu dinero —dijo vagamente—. Lo desperdiciare esta
noche.
Sí, claro. Tenía el presentimiento de que él había quemado todo el dinero,
y algo más.
—¿Y el chico de polera roja? —pregunté.
—Se fue.
—Parecía ser bastante fuerte. ¿También te diste cuenta? Algo en el era…
diferente.
Lo estaba poniendo a prueba, para saber cuánto podría saber, pero su
único comentario fue…
—Sí, supongo. Mi madre me sigue diciendo que salga y haga nuevos
amigos. Sin ofender, Grey, no eres uno de los chicos. Más tarde que nunca voy a
tener que independizarme. Aw, no llores. Sólo recuerda los buenos momentos
que hemos compartido juntos, y estoy seguro de que te sentirás mejor.
—¿Me arrastraste hasta aquí para romper nuestra amistad? ¿Tanta suerte
tengo?
Kevin se rio.
—Pensé que conocería a tu novio. ¿Tiene un nombre? Estoy pensando a
creer que es tu amigo imaginario. Quiero decir, nunca los veo juntos.
— Nosotros terminamos.
Algo que dije le produjo hacer una sonrisa en su cara.
—Sí, eso fue lo que escuché, pero quería ver si tú lo decías.
—¿Escuchaste sobre mi y Joe?
—Una linda chica llamada Marcie me lo dijo. Me la encontré en la estación
de gas, y ella se presentó e introdujo ante mí. Por si querías saber, ella dijo que
eras una perdedora.
—¿Quieres un consejo? ¿Un genuino consejo de chico-a-chica? Olvida a
Joe. Avanza. Busca a un chico que este en la misma página que tú.
Estudiando, jugando ajedrez, coleccionando y clasificación moscas muertas… y
sinceramente piensa en teñirte el pelo.
—¿Perdón?
Kevin tosió dentro de su puño, pero me di cuenta de que era para ocultar
una sonrisa con su mano.
—Seamos honestos, las pelirrojas son responsables.
Entrecerré mis ojos.
—No tengo el pelo pelirrojo.
Él tenía una sonrisa completa.
—Podría ser peor, podría ser naranjo. Una bruja naranja.
— ¿Eres tan idiota con todos? Por eso es que no tienes amigos.
—Solo un poco en el límite.
Puse mis lentes de sol en mi cabeza e hice contacto directo con sus ojos.
— Para que lo sepas, No juego ajedrez y no colecciono insectos.
—Pero estudias. Sé que lo haces. Conozco las de tu tipo. El distintivo de tu
personalidad está definido por palabras. Obsesiva-molesta. Tu eres una más
de la lista de los caso de OCD desorden de personalidad obcesiva –compulsiva
Sentí mi boca abrirse.
—Está bien, quizás estudio un poco. Pero no soy aburrida, no de esa
aburrida.
—Al menos, espero que no.
— Obviamente tú no me conoces del todo.
— Correeectoo.
— Bien —dije a la defensiva—. ¿Qué cosa crees tú que nunca haría? Para
de reírte. Es enserio. Nombra una cosa.
Kevin se rascó su oreja.
—¿Alguna vez has ido a alguna batalla de bandas? Música fuerte,
improvisada, multitud ruidosa, rebelde. Mucho sexo escandaloso en los baños.
Diez veces más adrenalina que en Z.
—No —dije con un poco de duda.
—Te recogeré el domingo en la noche. Lleva una identificación falsa.
Con sus cejas arqueadas y su mirada triunfante me brindó una sonrisa
egocéntrica.
—Ningún problema —dije. Tratando de ocultar mi expresión de Oh-hum.
Técnicamente, me estaría comiendo mis propias palabras si saliera nuevamente
con Kevin, pero no iba a quedarme parada y dejar que me llamara aburrida. Y
definitivamente no iba a dejar que me llamara pelirroja. —¿Qué debería usar?
—Lo más normalmente elegante que puedas.
Casi me atragante.
—No sabía que eras tan grande en las bandas — dije, una vez que
recupere el aliento.
—Toqué el bajo en una banda llamada Geezer en Porland. Estoy
esperando ser visto por alguien local. El plan es esperar por la noche de talentos
del domingo.
—Suena divertido —mentí—. Cuenta conmigo. —Podría arrepentirme
luego. Un rápido mensaje se encargaría de ello. Todo lo que me preocupa ahora
es no permitir a Kevin una obsesiva-molestia en mi cara.
Kevin y yo nos separamos, y encontré a Demi esperando en nuestra mesa,
con la mitad de mi anillo comido.
—No me digas que no te advertí — dijo al ver que mi mirada estaba
posada en el anillo. — ¿Qué es lo que quería Kevini?
—Me invito a una batalla de bandas.
—Oh, dios.
—Por última vez, no estoy jugando con él.
—Lo que tú digas.
—¿(tn) Grey?
Demi y yo miramos hacia arriba para encontrarnos con uno de los
empleados de la pastelería parado en nuestra mesa. Su uniforme consistía en
una polera polo de color lavanda, y una etiqueta del mismo color con el nombre
que decía MADELINE. — Disculpen, ¿Eres tú, (tn) Grey? —me preguntó por
segunda vez.
— Sí— dije, tratando de pensar en cómo ella sabía mi nombre.
Ella estaba aferrando un sobre a su pecho, que ahora estaba
entregándome.
—Esto es para ti.
—¿Qué es? —pregunté, aceptándolo.
Ella se encogió de hombres.
—Un chico se acercó y me pidió si te lo podía entregar.
—¿Qué chico? —preguntó Demi, paseando la mirada por la panadería.
—Él ya se fue. Dijo que era importante que (tn) obtuviera el sobre. Pensé
que quizás él sería tu novio. Una vez un chico trajo flores por encargo para su
novia. Ella estaba en la meza de la esquina —Apuntó y sonrió—. Aun me
acuerdo.
Deslicé mi dedo dentro y miré su interior. Había un pedazo de papel,
junto con un largo anillo. Nada más.
Mire hacia Madeline, quien tenía restos de harina en la mejilla.
—¿Estás segura de que era para mí?
—El chico apunto hacia ti y dijo, ‘Dáselo a (tn) Grey’. Tú eres (tn) Grey,
¿No es cierto?
Comencé a revisar el interior del sobre, pero Demi puso su mano encima de
la mía.
—Sin ofender —le dijo a Madeline—, pero nos gustaría un poco de
privacidad.
—¿De quién crees que pueda ser? Le pregunte a Demi, una vez que
Madeline estaba lejos del alcance auditivo.
—No lo sé, pero se me puso la piel de gallina cuando ella te lo entregó.
A las palabras de Demi, escalofríos aparecieron en mi espalda.
—¿Crees que podría ser Kevin?
—No lo sé. ¿Qué hay dentro del sobre?
Movió su silla de tal forma que quedo cerca de mí para una mirada más de
cerca.
Saqué el anillo, lo inspeccionamos en silencio. A primera vista se podía
saber que el anillo quedaría suelto en mis dedos. Definitivamente es un anillo
de un hombre. Estaba hecho de acero, y la corona del anillo, donde
supuestamente va la piedra, tenía un sello de una mano. La mano apretaba una
lista. La corona del anillo era de carbón negro y aparentemente había sido
quemado en algún punto.
—¿Qué demo…? Comenzó Demi.
Se detuvo cuando saque el papel. Garabateado con Sharpie negro había
una nota:
ESTE ANILLO PERTENCE A BLACK HAND.
ÉL MATO A TU PADRE.
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
II TEMPORADA
MARATON 3/4
Capitulo 8.
MARATON 3/4
Capitulo 8.
Demi fue la primera en salir. La perseguí hacia la pastelería donde nos
cubrimos los ojos por la luz del sol y miramos ambos lados del muelle.
Corrimos hacia la arena de la playa con los ojos cubiertos de la luz del sol. La
gente estaba dispersa en la playa, pero no vi ninguna cara familiar.
Mi corazón palpitaba fuerte y le pregunté a Demi :
—¿Crees que fue una broma?
—No me estoy riendo.
—¿Fue Kevin?
—Quizás, después de todo estaba ahí.
—¡Oh!, ¿Marcie? —era la única persona imprudente que podría hacerlo.
Demi me miró fijamente.
—¿Cómo una broma? Quizás.
¿Pero Marcie era tan cruel?, ¿haría todo ese esfuerzo?, Esto era mucho más
que un comentario hiriente. La nota, el anillo, incluso el envío. Marcie parece la
clase de persona que se aburre después de cinco minutos de planear y esto tuvo
que ser planeado.
—Vamos a llegar hasta el fondo del asunto —dijo Demi caminando hacia la
pastelería, una vez dentro señalo a Madeline —Necesitamos hablar, ¿Cómo se
lucia el tipo? ¿Alto, Bajo, Castaño o rubio?
—Llevaba sombrero y lentes de sol —contesto Madeline lanzando
miradas furtivas a los trabajadores que comenzaban a mirar a Demi—. ¿Por que?
¿Que había en el sobre?
—Tendrás que hacerlo mejor que eso—dijo Demi—. ¿Qué es exactamente lo
que llevaba puesto?, ¿Cual era el logo del sombrero?, ¿Tenía algún vello facial?
—No recuerdo —tartamudeó Madeline—. llevaba un sombrero negro o
café creo que vestía uno vaqueros.
—¿Crees?
—Vamos —dije jalando el brazo de Demi—. ella no recuerda. Vi a los ojos a
Madeline
—Gracias por tu ayuda.
-¿Ayuda? —dijo Demi —. Eso no fue de ayuda, no puede aceptar sobres
de extraños y no recordar como eran.
—Ella pensó que fue mi novio —dije
Madeline asintió varias veces
—Así es, lo siento pensé que era un regalo ¿había algo malo en el sobre?,
¿Quieres que lame a la policía?
—Queremos que recuerdes como lucia ese sicópata —replicó Demi
—vaqueros negros —soltó Madeline de repente—, recuerdo que vestía
vaqueros negros estoy casi segura que eran negros.
—¿Casi segura? —dijo Demi
La arrastre fuera y bajamos al muelle.
Después de tener suficiente tiempo para calmarse dijo:
—Bebe, siento mucho esto, debí mirar el sobre antes. Las personas son
estupidas, quien quiera que les haya dado ese sobre era él más estupido de
todos. Felizmente seré una estrella Ninja si puedo…
Sabía que intentaba levantarme el ánimo, pero mis pensamientos estaban
5 pasos delante. Nunca más pensé sobre la muerte de mi padre. Llegamos a una
estrecha calle llena de tiendas, e interrumpí la caminata para meternos entre los
edificios.
—Escucha, necesito hablar contigo, ayer creí ver a mi padre, aquí en el
muelle.
Demi me miró pero no dijo nada.
—Era él, Demi era él.
—Cariño…—comenzó con escepticismo
—Creo que todavía está vivo. En el funeral de mi padre el cofre estaba
cerrado, quizás hubo un error, un malentendido y no era mi padre el que murió
esa noche.
Quizás sufrió amnesia y por eso no regreso a casa. Quizá alguien más… O
alguien…
—No sé como decir esto —dijo Demi mirando hacia todos lados excepto a
mi—, pero él no volverá.
—¿Entonces como explicas lo que vi? —dije a la defensiva, me dolió que
entre todos ella no me creyera. Las lágrimas abundaban mis ojos pero
rápidamente me las quite.
—Era otra persona alguien parecido a tu padre.
—No estabas ahí, yo lo vi —no lo quería decir tan brusco pero no me iba a
resignar de lo que vi, después de todo lo que pasé.
Hace 2 meses caí a las vigas del colegio y sabía
que estaba
muerta, no podía negar que recordaba esa noche. Y todavía…todavía estaba
viva.
Estaba la oportunidad que mi padre estuviera vivo también.
Ayer lo vi. Quizás trataba de comunicarse conmigo, enviarme algún
mensaje. Quería que supiera que todavía estaba vivo. No quería que renunciara
a el.
Demi sacudió su cabeza.
—No lo hagas.
—No renunciare a el no hasta que averigüé la verdad y sepa que sucedió
esa noche.
—No —dijo Demi con firmeza—. Deja que el fantasma de tú padre
descanse, excavar en esto no cambiara el pasado ni lo revivirá.
—¿Dejar descansar al fantasma de mi padre? ¿Qué hay sobre mí? ¿Cómo
se supone que descanse hasta saber la verdad? Demi no lo entiende a ella no le
arrancaron a alguien de manera inexplicablemente y violentamente, su familia
no se desmorono, todavía lo tiene todo.
Lo único que me queda es la esperanza.
Pasé la tarde del domingo en el restaurante Enzo’s en compañía de la tabla
periódica de los elementos.
Con toda mi concentración en la tarea tratando de no pensar en mi papá o
el sobre que recibí diciéndome que el responsable de su muerte fue Black Hand.
El sobre, el anillo y la nota alguien lo ideo todo, tenía que ser una broma cruel.
Quizás Kevin o quizás Marcie, pero honestamente no creo que haya sido
ninguno de los dos. Kevin sonaba sincero cuando ofreció sus condolencias a mi
madre y a mí. Y la crueldad de Marcie era casi siempre inmadura y espontánea.
Me senté frente al computador y escribí en el buscador de Internet Black
Hand. Quería probar que la nota no tenia valor, quizás alguien encontró el
anillo en una tienda de segunda mano llevando consigo el ingenioso nombre
Black Hand, me siguió al muelle y le preguntó a Madeline si me lo podía
entregar. Mirando hacia atrás no me importaba que Madeline no recordara
como era el tipo, por que lo más probable es que no estuviera detrás de la
broma, probablemente era un tipo cualquiera en el muelle al que le pagaron
algunos dólares por entregar el sobre.
Eso hubiera hecho, si fuera una enferma y retorcida que quiere herir a
otras personas.
En el monitor aparecieron varias páginas. La primera era una sociedad
secreta que informo el asesinato del Archiduque Franz Ferdinand de Austria en
1914, dando el inicio a la guerra mundial Europea, el siguiente link era el
nombre de una banda de rock, también era el nombre de un grupo de vampiros
en un juego de rol, finalmente una banda italiana que se tomo New York a
principios de 1900 apodada The Black Hand. No había ninguna imagen de un
anillo de hierro con un puño grabado.
—Ves —me dije—. Una broma.
Cerré el tema, se supone que no tengo que pensar en ello, puse los ojos en
la tarea delante de mí. Necesitaba obtener las formulas químicas y de la masa
atómica. Pronto tendría química en el laboratorio y con Marcie como
compañera me preparaba para lo peor si es que teníamos que pasar horas extras
fuera de la escuela y arrastrar su inutilidad. Pinché algunos números en la
calculadora y después transcribí la respuesta a la página de mi cuaderno
repitiendo la respuesta en mi cabeza, para bloquear a Black Hand de mis
pensamientos.
A las 5 llame a mi madre que estaba en New Hampshire.
—Listo —dije— ¿Cómo va el trabajo?
—Lo mismo de siempre ¿Y tú?
—Estoy tratando de estudiar en Enzo’s, pero el batido de mango me esta
llamando.
—Ahora me estas dando hambre.
—¿La suficiente para regresar a casa?
Me sirvió uno.
—Esta fuera de mi control —suspiro—. Ojalá pudiera. Estamos haciendo
waffles y batidos para el brunch del sábado
Demi llamó a las 6 y me convenció de ir a su sesión de spinnig en el
gimnasio. A las 7:30 me dejo en la casa de campo. Acababa de ducharme y me
encontraba frente a la nevera sacando la comida para freír que dejo mi mamá la
noche anterior a su partida. Cuando golpearon fuertemente la puerta principal.
Mire por la mirilla desde el otro lado de la puerta, Kevin Parnell hacia el signo
de paz
—Batalla de bandas —dije golpeándome la frente con la mano. Olvide
cancelarla, mire mis pantalones de pijama y gemí, después de un fallido intento
de arreglar mi cabello mojado, abrí la puerta y Kevin miro mi pijama.
—Lo olvidaste ¿Estas bromeado? He esperado todo el día, llegue solo un
poco tarde.
Apunte las escaleras sobre mi hombro.
—Me iré a cambiar, ¿Por qué no…calientas alguna comida? están en los
potes azules en la nevera.
Subí los escalones de a dos, cerré mi puerta y llame a Demi.
—Necesito que vengas ahora —dije—. Estoy camino a la batalla de bandas
con Kevin.
—¿Llamas para darme celos?
Coloqué mi oído en la puerta, oí como abría y cerraba los muebles de la
cocina, sabía que buscaba cerveza y recetas medicas, se decepcionará… al
menos que tenga la irrealista esperanza de drogarse con pastillas de hierro
—No estoy tratando de darte celos, no quiero ir sola.
—Entonces dile que no puedes ir.
—La cosa es… que quiero ir—no sé de donde vino el repentino deseo,
todo lo que sabía era que no tenia ganas de pasar la noche sola. Pasé todo el día
haciendo mi tarea seguida de una sesión de spinning y la última cosa que
quiero es quedarme en casa y revisar mi lista de tareas. He sido buena todo el
día y toda mi vida merezco algo de diversión. Kevin no era la mejor cita del
mundo pero tampoco era la peor
—¿Vienes o no?
—Tengo que admitir que suena mejor que conjugar verbos en español
toda la noche. Llamare a Nick y veré si quiere ir también.
Colgué e hice un rápido inventario de mi closet, me decidí por una camisa
pálida de Seda, una minifalda opaca y zapatos bajos, rocié perfume en el aire
esencia de pomelo. Me preguntaba por que estoy arreglándome para Kevin, él
no era nadie en mi vida, no teníamos nada en común y las pocas conversaciones
hemos tenido han incluido insultos, no solo eso, Joe dijo que estuviera alejada
de él y me di cuenta que las posibilidades eran nulas ya que me sentía atraída
hacia él por alguna profunda sicológica razón de rebeldía y venganza hacia
Joe.
Como lo veo pude hacer 2 cosas, quedarme en casa y dejar que Joe dirija
mi vida o tirar mi imagen de niña buena y tener un poco de diversión, aunque
no lo admita esperaba que Joe me encontrara con Kevin en la batalla de
bandas y la idea de mí con otro lo vuelva loco.
Con la mente clara. Bajé secando mi cabello lo suficiente para que los rizos
quedaran definidos y entre en la cocina.
—Lista —le dije a Kevin
Me miró por segunda vez, pero esta vez me sentí mejor conmigo misma.
—Te ves bien Grey —dijo
—Lo mismo para ti —sonreí, pero me sentí muy nerviosa lo que es
ridículo, se trataba de Kevin, somos amigos ni siquiera amigos. Conocidos.
—La entrada cuesta diez dólares.
Me quede allí un momento.
—Está bien, lo sabía ¿Podemos parar en un cajero automático en el
camino?
Todo lo que tenia eran quince dólares en mi cuenta por mi cumpleaños,
era el dinero para mi descapotable pero retirar diez dólares no matará a nadie.
Además como van mis ahorros no podría comprar un descapotable hasta que
cumpla veinticinco.
Kevin arrojó la licencia de conducir y una copia de mi foto del anuario al
mostrador.
—¿Lista Marlene?
—¿Marlene?
—No estaba bromeando sobre la identificación falsa ¿No estas pensando
en echarte hacia atrás o si?
Sonrío como si supiera exactamente como se disparó mi presión sanguínea
ante la idea de usar una identificación falsa y apostara todo su dinero a que me
retractaría en cinco segundos cuatro, tres, dos…
Saqué la identificación del mostrador
—Listo.
Kevin conducía el Mustang por el centro de Coldwater hacia el otro lado
del pueblo pasando algunas curvas y atravesando las vías del ferrocarril. Se
detuvo frente a un almacén de cuatro pisos invadido de malezas torcidas. Una
gran fila de gente se encontraba esperando frente a las puertas, por lo que podía
ver las ventanas estaban cubiertas con papel negro desde el interior y através de
las grietas de la cinta adhesiva vi una luz fluorescente. THE DAVIL’S
HANGBAG reposaba sobre las puertas en un cartel de neon con las letras
azules.
Había estado en esta parte de la ciudad una vez, en cuarto grado cuando
mis padres me trajeron con Demi a una casa embrujada para Hallowen, pero
nunca estuve en THE DEVIL’S HANGBAG. Estaba segura que mi mamá a
simple vista quiso que así fuera. La descripción de Kevin sobre el lugar llegó a
mi memoria, mucha música fuerte improvisada, multitudes revueltas y sexo
escandaloso en los baños.
¡Oh Dios!
—Te dejare aquí —me dijo Kevin dirigiéndose hacia la multitud—.
Encontrare buenos lugares en el centro cerca del escenario.
Fui atrás de la fila, honestamente nunca estuve en un club que requería el
cobro de entrada antes. Hace mucho que no estoy en un club, mi vida nocturna
consistía en películas y Baskin-Robbins con Demi.
Sonó mi celular con el ringtones de Demi
—Escucho música fuerte, pero todo lo que veo es la vía del tren y algunas
cajas abandonadas.
—Estas a una cuadras, ¿Estas en el Neon o a pie?
—En el Neon
—Iré a buscarle.
Seguí derecho por un minuto hasta que la corte al final de la cuadra y
rodeé la esquina, me dirigí por donde Kevin había manejado el Mustang para
llegar. La acera estaba agrietada y desigual por los años sin mantenimiento con
los postes de luz a mucha distancia el uno del otro, tenía que ver mis pisadas
para no engancharme y caer. Los almacenes de la cuadra estaban a oscuras y
através de las ventanas veía que estaban desocupados, luego se vieron casas de
ladrillos salpicadas de graffiti’s. Probablemente hace cien años este era el centro
de Coldwater pero ya no. La luna reflejaba una extraña luz traslucida en las
paredes de los edificios. Me abracé a mi cuerpo y caminé más rápido. Dos
cuadras después se materializo una forma en la oscura niebla.
—¿Demi? —llamé.
La figura continuó avanzando hacia mí, con la cabeza gacha y las manos
en los bolsillos, no era Demi sino un hombre alto, esbelto y de hombros anchos y
un caminar vagamente familiar. No me sentí especialmente confiada con un
hombre solo en la acera y mi celular en el bolsillo. Solo quería llamar a Demi y
saber donde estaba, cuando el hombre pasó bajo un poste de luz vi que llevaba
puesta la cazadora de cuero de mi padre.
Me detuve en seco
Completamente consiente de mi comenzó a caminar hacia la derecha y
desapareció dentro de una de las casas abandonadas, se me erizaron los pelos
del cuello
—¿Papá?
Rápidamente atravesé la calle corriendo, sin mirar el trafico sabia que no
había nadie. Cuando llegue a la casa estaba segura que el había entrado, trate de
entrar por las puertas sacudiendo las manillas de las puerta, se movieron pero
no abrió, cubrí mis ojos con las manos y mire una ventana cercana a la puerta.
Las luces estaban apagadas pero podía ver los muebles tapados con sabanas
claras. Escuchaba el latido de mi corazón en todo el lugar ¿mi papa estaba vivo?
¿Todo este tiempo ha vivido aquí?
—Papá —llamé a través de la ventana—. Soy yo (tn).
En la cima de las escaleras sus zapatos desaparecieron hacia el pasillo.
—Papá —grité golpeando el vidrio—, estoy aquí.
Me aparté y miré hacia las ventanas de segundo piso por si pasaba su
sombra.
La entrada de atrás
Los pensamientos salían a flote de mi mente e inmediatamente actúe, corrí
hacia las escaleras por un pasillo estrecho entre la casa abandonada y la otra, si
la puerta de atrás estaba abierta podría entrar por mi padre.
Sentí un toque frío detrás de mi cuello bajando por la columna
paralizándome al final del pasillo, con los ojos en el patio, los arbustos se
balanceaban con la brisa y las bisagras del portón chirriaban. Despacio me
aparte no por la quietud realmente no se trataba de creer que no estaba sola,
había sentido esto antes y siempre era señal de algo peligroso.
—No estamos solos, (tn), alguien mas esta aquí, ¡regresa!
—Papá —susurré, la cabeza me punzaba.
—Encuentra a Ve, tienes que irte, te encontrara de nuevo, date prisa”
No me importaba lo que dijera no me iría.
No hasta saber que pasa. No hasta verlo ¿como esperaba que me fuera? el
estaba aquí
Sentí una oleada de alivio y nervios dentro de mí eclipsando cualquier
temor.
—¿Papá donde esta?
Nada
—¿Papá? —traté de nuevo—, no me iré.
Esta vez tuve respuesta
—La puerta de atrás esta abierta.
Sujeté mi cabeza, sintiendo el eco de sus palabras, había algo diferente en
su voz ahora pero no lo suficiente para notarlo, quizás ¿Un poco más fría? ¿más
nítida?
—¿Papá? —susurré con voz más débil.
—Estoy dentro.
Su voz era mas alta ahora, un sonido real no solo en mi cabeza también en
mis oídos, me volteé hacia la casa, seguramente hablaba por la ventana posé mi
mano en la ventana quería desesperadamente estar con él, pero al mismo
tiempo la piel de gallina me advertía que era un truco, una trampa.
—¿Papa? —mi voz vacilaba—, tengo miedo.
Al otro lado del vidrio una mano se posó alineando los cinco dedos con
los míos. La sortija dorada de matrimonio reposaba en su dedo anular, mi
sangre bombeaba tanto que me sentí mareada, era el, estaba a unas pulgada de
mi, vivo.
—Entra, no te hare daño, ven (tn).
La urgencia en sus palabras me asusto, arañe la ventana tratando de
ver el seguro.
Necesitaba desesperadamente colocar mis brazos alrededor de él y
detenerlo para que no se fuera de nuevo, lágrimas caían por mis mejillas, pensé
en correr hacia la puerta de atrás, pero no me atrevía a dejarlo ni siquiera por
unos segundos, no podía perderlo de nuevo.
Esta vez estire mi mano a la ventana lo que más pude.
—Estoy aquí papá.
Sentí el tacto de las fibras de hielo que cruzaban como ramas el vidrio. Me
aparte por el frío repentino que llegó a mi brazo pero esta estaba pegado al
vidrio. Congelado.
Lloré tratando de liberarme con la otra mano. La mano de mi padre
atravesó la ventana y se cerro alrededor de la mía, sujetándome, no podía
correr, me tiró hacia delante, pegando los ladrillos a mi ropa, inexpiablemente
mi brazo desapareció dentro de la ventana, el reflejo sobre el miedo volvió, salió
un grito quedó cuando abrí la boca, el único pensamiento en mi cabeza era que
no podía ser mi padre.
—Ayuda —grité—. Demi ¿Puedes oírme? ¡AYUDA!
Traté de usar mi peso para liberarme golpeándome de un lado a otro
cuando sentí un dolor punzante en mi antebrazo y una imagen de un cuchillo
vino a mi cabeza era tan intensa que iba a partirme la cabeza en 2 ,un fuego
barrio mi antebrazo, me estaba abriendo.
—Para —chillé—, me haces daño.
Sentí que invadía mi cabeza con su propia visión, eclipsando la mía, había
sangre por todos lados, negra y extraída… de mí. La bilis subió por mi
garganta.
—Joe —grité a la noche donde no había nada más que terror y
desesperación.
La mano alredor de la mía desapareció y caí de espaldas al suelo,
instintivamente me apreté el brazo herido contra la camisa pero me asombre al
no ver sangre, ni un corte.
Tragando aire mire hacia la ventana, estaba intacta reflejando el árbol
detrás de mí que se balanceaba con el aire de la noche, me levante a tropezones
hasta llegar a la acera y corrí hacia THE DEVIL’S HANGBAG mirando hacia
atrás cada pocos pasos, esperaba ver a mi papá o que su fantasma apareciera
desde una de las casas abandonadas sosteniendo un cuchillo, pero la acera
quedo vacía.
Miré hacia delante para cruzar la calle y vi a una persona y en un abrir y
cerrar choqué con ella.
—Aquí estas —dijo Demi llegando hasta mí
Contuve el grito.
—Creo que nos perdimos entre las dos. Fui hasta The devils handbag y me
devolví para encontrarte ¿Estas bien? Parece que vas a vomitar.
No quería estar en la esquina de la calle, reflejando lo que había sucedido
en la casa abandonada, no dejaba de recordar cuando Chauncey me golpeó en
el Neon y momentos después volvió a la normalidad, sin dejar evidencias de lo
sucedidos. Pero esto era personal. Esta vez se trataba de mi padre, mis ojos
ardían y mi mandíbula estaba temblando cuando hable
– Cr..Creo que vi a mi papa de nuevo.
Demi me abrazó.
–Cariño…
–Lo sé, sé que no era real, no era real –me repetí tratando de
tranquilizarme, parpadeé varias veces, las lágrimas empezaban a empañar mi
visión, pero se sintió real, tan real.
–¿Quieres hablar de ello?
¿Qué iba a decir? que me estaban persiguiendo, había un desastre en mi
cabeza
Alguien jugaba conmigo ¿un ángel caído? ¿Nephil? ¿El fantasma de mi
padre? ¿O era mi mente traicionándome? Es como si fuera la primera vez que
imaginara ver a mi padre, pero quizás era un mecanismo de autodefensa en la
que mi mente proyecta cosas. Me reuso a aceptar que se han ido que eran
vacíos, por que así era mas fácil dejarlos ir.
Lo que sea que haya pasado haya, no era real, él nunca me haría daño…
me amaba.
–Volvamos a the devils handbag –dije exhalando, quería alejarme de la casa
abandonada lo mas rápido como fuera posible. Una vez más me dije que lo que
sea que haya visto no era mi padre.
El eco de la música, el sonido de la batería y la guitarra se hizo más fuerte
mientras mi pánico disminuía. Sentía mi pálpito más lento. Era tranquilizadora
la idea de meterme en un enjambre lleno de cientos de cuerpos en un almacén.
A pesar de lo sucedido no quería regresar a casa y estar sola, quería deslizarme
al centro de la gran multitud.
Demi tomo mi muñeca y me paró.
–¿Es quien creo que es?
A media cuadra Marie Miller subía a un coche, lucía descubierta con un
pequeño trozo de tela negra lo suficiente para cubrir el encaje de su liguero a la
altura de su muslo, unas botas negras altas a la rodilla completaban su atuendo,
pero no era eso lo que me llamo la atención era el auto, un brillante Jeep negro
Commander. Arrancó y dobló la esquina fuera de nuestra vista.
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
II TEMPORADA
FIN DEL MARATON 4/4
Capitulo 9
FIN DEL MARATON 4/4
Capitulo 9
―Santa mierda. ―susurró Demi― ¿Acaso acabo de ver eso? ¿Realmente vi
Marcie, subirse al Jeep de Joe? ―. Abrí mi boca para decir algo, pero sentí
que alguien había pasado sus uñas por mi garganta.
―Fui solo yo ―dijo Demi ― ¿O tú también pudiste ver la tanga roja
saliéndose por debajo de su vestido?
―Ese no es un vestido ―, dije inclinándome en el edificio, buscando
soporte.
―Estaba tratando de ser optimista, pero tienes razón ese no es un vestido,
sino un top elásticado, estirado por todo su huesudo cuerpo, lo único que lo
mantiene firme alrededor de su cintura es la gravedad.
―Creo que me enfermaré ―dije, sintiendo esa sensación de las uñas en mi
garganta pasando a mi estómago.
Demi presionó mis hombros, forzándome a que me sentara a un lado de la
acera. ―Respira hondo.
―Él va a salir con Marcie ―. Era demasiado horrorífico para creerlo.
―Marcie lo hace para irritarte ―dijo Demi― Esa es la única razón, es una
cerda, una rata.
―Él me dijo que no estaba pasando nada entre ellos.
―Joe puede ser muchas cosas, pero honesto no es una de esas.
Pestañeé mirando calle abajo, donde el Jeep había desaparecido. Sentí un
inexplicable impulso de seguirlos y con la esperanza de hacerles algo, como
estrangular a Marcie con su estúpida tanga roja.
―Esto no es tu culpa ―dijo Demi― Él es un idiota que se aprovechó de ti.
―Necesito ir a casa ―, dije con voz adormecida.
Justo en ese momento paró un auto de la policía cerca de la entrada del
club. Un alto y delgado policía de pantalones y camisa de vestir negra. La calle
estaba un poco oscura, pero lo reconocí inmediatamente. El Detective Basso.
Había caído bajo la jurisdicción de su trabajo antes y no tenia deseos de repetir
ese espectáculo. Especialmente desde que estaba bastante segura de que no
pertenecía a su lista de gente favorita.
El Detective Basso pasó a empujones hasta el principio de la fila,
mostrando rápidamente su insignia al guardaespaldas y caminando hacia
adentro sin detenerse.
―Whoa ―dijo Demi― ¿Ese era un policía?
―Sí y es muy viejo, así que ni siquiera lo pienses, quiero irme a casa,
¿Dónde estacionaste?
―No parece tener más de treinta, ¿Desde cuándo treinta es muy viejo?
―Su nombre es Detective Basso, me interrogó luego del incidente con
Jules en la escuela.
Me encantaba la forma en que me seguía refiriendo a eso como un
incidente y no como lo que realmente era: Intento de asesinato.
―Basso, me gusta eso; corto y sexy. Justo como mi nombre, ¿Acaso te
registró?
La miré de reojo, pero seguía mirando fijamente la puerta por donde el
detective había desaparecido.
―¡No! , solo me interrogó.
―No me importaría ser detenida por él, pero no le digas a Nick.
―Vámonos, si los policías están aquí, es porque algo malo va a suceder.
―Malo es mi segundo nombre ―dijo tomando mi brazo con el suyo y
llevándome hacia la entrada de la disco.
―Demi…
―Hay por lo menos dicientas personas ahí adentro, está oscuro. Él no te
va a elegir a ti entre toda esa multitud, si es que aun te recuerda. Probablemente
ya te olvidó. Además no te va a arrestar… no estás haciendo nada ilegal. Bueno,
dejando de lado lo de las identificaciones falsas, pero todo el mundo hace eso.
Incluso si realmente quisiera hacer una redada al lugar, debería haber traído
refuerzos, un policía no es nada en contra de esta multitud.
― ¿Como sabes que tengo una identificación falsa?
Ella me dio una mirada de “No soy tan tonta como parezco”
― ¿Estás aquí no es así?
― ¿Como planeas entrar?
―Igual que tú.
― ¿Tú tienes una identificación falsa? No puedo creerlo. ¿Desde cuándo?
Demi parpadeó...
―Nick es bueno para más cosas que solo besar. Entremos, vamos. Siendo
la buena amiga que eres, ni siquiera pensarás en preguntarme si es que me
escaparé de mi casa y violaré las condiciones de mi castigo por nada.
Especialmente ahora que ya llamé a Nick y él ya viene en camino.
Gruñí, pero no fue por culpa de Demi. Yo fui la que pensó que venir aquí
esta noche sería una buena idea.
―Cinco minutos solamente.
La fila se movía rápidamente, vaciándose dentro del edificio, y en contra
de mi buen juicio, pagué el cobro adicional del cover y seguí a Demi hacia la
oscuridad, a un húmedo y ensordecedor club. En un sentido me sentí raramente
bien de estar rodeada de oscuridad y ruido, la música estaba muy alta como
para pensar, lo que significaba que aunque lo quisiera, no podría concentrarme
en Joe y en lo que estaba haciendo con Marcie en este preciso momento.
Había una barra atrás, pintada de negro, con taburetes de metal y luces
pendientes que colgaban del techo, Demi y yo nos deslizamos hasta los dos
últimos taburetes vacios que quedaban.
― ¿Identificación? ―preguntó el chico detrás de la barra.
Demi movió su cabeza.
―Solo Coca-Cola de dieta, por favor.
―Yo quiero una bebida de cereza ―agregué.
Demi me dio un codazo en las costillas y se inclinó hacia mí.
― ¿Acaso Viste eso? Él pidió ver nuestras identificaciones. ¿Qué tan
increíble es eso?, Apuesto que sólo quería saber nuestros nombres, pero es muy
tímido como para preguntarlo.
El barman llenó dos vasos y los deslizó por la barra, donde pararon
directamente frente a nosotras.
―Muy buen truco ―le gritó Demi por sobre la música.
Él le levanto el dedo y se movió por el bar hasta el siguiente cliente.
―De todas maneras, él era muy bajito para mí ―dijo.
―¿Has visto a Kevin? ―le pregunté, levantándome un poco de mi asiento
para poder ver entre la multitud. Ha tenido demasiado tiempo para
estacionarse, pero no lo veo, quizá no quiso usar el parquímetro y condujo más
lejos para encontrar un estacionamiento libre. De todos modos. A no ser que
haya manejado dos millas de aquí, aunque no lo creo posible, ya debería estar
aquí.
―Oh. Oh. Adivina quien acaba de entrar ―Los ojos de Demi estaban fijos
sobre mi hombro, su expresión se endureció y frunció.
―Marcie Millar, esa es.
― ¡Pensé que se había ido! ―una repentina ira se apodero de mí― ¿Está
Joe con ella?
―Negativo.
Cuadré mis hombros y me senté más erguida
―Estoy calmada, puedo manejarlo, es como si no nos viera. Incluso si lo
hiciera, no se acercaría a hablarnos―. Incluso, aunque una parte de mí no lo
creyera. Agregué―. Existe alguna retorcida explicación por la que ella se subió
a su Jeep.
― ¿Así como existe una retorcida explicación de por qué está usando su
gorra?
Puse mis manos en la barra y las moví por encima de ella. Estoy segura
que Marcie está haciendo su camino por la multitud, su coleta rubio fresa
colgando de la gorra de béisbol. Como si no fuera suficiente evidencia de que
ellos estaban juntos, yo no sabía qué otra cosa podía ser.
―Voy a matarla. ―Le dije a Demi girándome hasta la barra y tomando mi
bebida de cereza, mientras un calor inundaba mis mejillas.
―Claro que lo harás y esta es nuestra oportunidad. Se dirige hacia acá.
Un momento después Marcie le ordenaba al tipo sentado a mi lado que se
moviera de su asiento y mientras ésta se subía al taburete, se sacó la gorra de
Joe y soltó su cabello, luego presionó la gorra en su cara e inhaló fuertemente.
― ¿Acaso no huele increíble?
―Hola, (tn) ―dijo Demi― ¿Acaso Joe no tuvo piojos la semana pasada?
― ¿Qué es esto? ―dijo retóricamente― ¿Césped recién cortado o un sabor
exótico? ¿O quizás menta?
Dejé mi vaso con un poco de fuerza en la barra, un poco de bebida cayó en
la barra.
―Eso es Eco-amigable de tu parte ―le dijo Demi a Marcie― Reciclando la
basura vieja de (tn).
―Sexy basura es mejor que basura gorda ―, dijo Marcie.
―Gordo es esto ―dijo Demi, tomando mi bebida para derramarla sobre
Marcie. Pero alguien de la multitud, golpeo por atrás a Demi haciendo que no
cayera sobre Marcie, sino que sobre las tres.
―Mira lo que hiciste ―dijo Marcie bajándose de su taburete, moviéndolo
de golpe, limpio la bebida en su regazo― Este Vestido es marca Bebe. ¿Sabes
cuánto Cuesta? Docientos dólares.
―Ya no vale más eso ―dijo Demi―Y no sé que tanto te quejas, apuesto que
es robado.
― ¿Así? ¿Cuál es tu punto?
―Contigo lo que se ve, es lo que consigues…Y lo que yo veo es barato,
nada dice más barato como robar.
―Nada dice gorda… como tener doble papada.
Demi entrecerró los ojos
―Estas muerta…me escuchaste… ¡Muerta!
Marcie miró en mi dirección.
―De todas maneras, (tn), me gustaría que supieras que Joe me dijo
que rompió contigo porque no eras lo suficientemente mujer14.
Demi le pegó a Marcie en la cabeza con su cartera.
― ¿Y eso por qué? ―gritó Marcie, agarrándose la cabeza.
Demi le pegó en su oreja. Marcie estaba pasmada y con su cabeza hacia
atrás, con sus ojos estrechamente confundidos.
―Tu pequeña… ―comenzó.
― ¡Deténganse! ―Grité poniéndome entre las dos y sosteniéndolas con
mis brazos. Obtuvimos la atención de toda gente, quien empezó a silbar
interesados en ver una pelea de gatas. No me importaba lo que le podía pasar a
Marcie, pero lo que le pasara a Demi era diferente. Las oportunidades eran que si
peleábamos el Detective Basso nos llevaría hasta la estación. Combinado con
que escapó de su casa. No creo que con un tiempo en la cárcel terminara bien
con sus padres―. Solo Vámonos de aquí. Demi, ve a la entrada, te encontraré ahí.
―Me llamó gorda, merece morir, tú misma lo dijiste ―Demi respiraba
agitadamente.
― ¿Como planeas matarme? ―se burló Marcie― ¿Sentándote encima de
mí?
Y fue ahí cuando todo se salió de control, Demi tomo su bebida desde la
barra y levanto su brazo para lanzarla. Marcie se giró para alejarse, pero en la
rapidez de su retirada se cayó su taburete perdiendo el equilibrio. Me giré hacia
Demi, esperando desvanecer cualquier rastro de violencia furtiva, cuando mi
rodilla fue golpeada desde atrás, me caí y lo siguiente que supe fue que Marcie
estaba sobre mí, golpeándome.
―Esto es por robarme a Tod Bérot en quinto grado ―dijo pegándome en
el ojo.
Grité y me tape el ojo― ¿Tod Bérot? ―Grité― ¿De qué hablas? Eso fue en
quinto grado.
―Y esto por pegar la foto con un grano gigante en mi mentón en la página
principal de Ezine el año pasado.
― ¡Esa no fui yo!
Este bien, quizás tuve que ver en la elección de la foto, pero no fui la única.
Además, Marcie me agarraba la cabeza―. Fue un año muy largo como para que
todavía me guardes rencor por eso.
Marcie gritó.
―Y esto es por tu…
―Loca ―grité, mientras bloqueaba el golpe y trataba de agarrarme de la
pata del taburete más cercano y lanzárselo a ella.
Marcie lo movió hacia un lado. Antes de que pudiera ponerme de pie de
golpe me tiró un trago de alguien cercano, mojándome con él.
―Ojo por ojo… me humíllaste ―Ella dijo― Y yo te humillaré a ti.
Me limpié la bebida de los ojos. Mi ojo derecho me ardió en el lugar en
que Marcie me había golpeado, sentí el moretón debajo de mi piel, tatuándome
de azul y purpura. Mi cabello goteaba lleno de bebida, mi mejor camisa estaba
mojada y me sentía desmoralizada, golpeada y marginada. Joe me había
olvidado con Marcie Millar, Marcie había puntualizado ese hecho.
Mis sentimientos no eran excusa para lo que hice después, pero fue
definitivamente un catalizador, no tenía idea de cómo pelear, pero cerré mis
manos y con mis puños le pegue a Marcie en el mentón. Por un momento su
expresión fue quedo congelada en sorpresa, respirando mi pequeña victoria me
dirigí hacia ella, pero me quede corta, porque alguien me tomo de los brazos y
me dejó erguida.
―Sal de aquí ahora ―dijo Joe en mi oreja, llevándome hacia la puerta.
―La matare ―dije tratando de zafarme de él.
Una creciente concurrencia nos envolvió, cantando. ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!
Joe los quitó del camino, mientras me llevaba a través de la multitud.
Detrás de él Marcie se había levantado mostrándome el dedo del medio, su
sonrisa era petulante, sus cejas se levantaban, su mensaje era claro:
― ¡Venga!
Joe me dejó con Demi y fue de vuelta y tomó a Marcie de un brazo. Antes
de que pudiera ver donde se la llevaba Demi forcejeó conmigo hasta la salida más
cercana, quedando en un callejón.
―Fue divertido verte con Marcie, pero me imagino que no vale nada al
pasar una noche en la cárcel ―dijo Demi.
― ¡La odio! ―mi voz todavía sonaba histérica.
―El Detective Basso se estaba haciendo camino entre la multitud cuando
Joe te sacó de allí, ese fue el momento en el que intervine yo.
― ¿Dónde se llevó a Marcie? Vi a Joe llevársela.
― ¿Acaso importa? Espero que los dos se hayan marchado de la ciudad.
Nuestros zapatos sonaban en la gravilla, mientras corríamos bajo el
callejón, hasta donde Demi había estacionado, las luces rojas y azules de un auto
patrulla pasando por el callejón, hicieron que Demi y yo nos apoyáramos a la
pared del Club.
―Bueno eso fue excitante ―dijo Demi, una vez que estuvimos dentro del
Neon.
―Oh, sí claro ―dije entre dientes.
Demi lamió mi brazo ―Sabes muy bien, haces que me dé sed, oliendo a
bebida de cereza y todo lo demás.
―Todo esto es tú culpa ―le dije ―Tú fuiste la que le lanzó la bebida a
Marcie, si no fuera por ti, no hubiéramos iniciado esa pelea.
― ¿Pelea?, tú te instalaste y la tomaste. Joe te enseño algunos
movimientos antes de que terminaras con él.
Mi celular sonaba y lo saque de mi cartera. ― ¡Que! ―Grité, cuando nadie
respondió, me di cuenta de que estaba tan enfurecida que había confundido el
sonido de un mensaje de texto, con el de una llamada.
Un mensaje desde un número desconocido. QUEDATE EN CASA ESTA
NOCHE.
―Eso da miedo ―dijo Demi. Inclinada hacia un costado para poder leer―
¿A quien le has estado dando tu número?
―Debe ser un error o quizás es para otra persona ―Claro estaba
pensando en mi casa, mi papá y la visión que había tenido de él cortando mi
brazo abierto.
Lancé mi celular a mi cartera abierta en mis pies y dirigí mi cabeza hasta
mis manos, me sentía asustada, sola, confundida, y al borde de llorar
incontrolablemente.
― ¿Quizás es de Joe? ―dijo Demi.
―Su número nunca había salido como desconocido ―Quizás sea una
broma. Si solo me pudiera obligar a creerla― ¿Nos podemos ir? Necesito
Tylenol.
―Creo que deberíamos llamar al Detective Basso, a los policías les encanta
esta mierda de los acosadores.
Demi trató de poner a Neon en marcha
―Estoy tratando de ser amable.
―Deberías haber tratado de ser amable hace diez minutos atrás, cuando le
lanzaste mi bebida a Marcie.
―Vale, al menos tuve las agallas.
Me giré en mi asiento, dándole todo el peso de mi mirada
― ¿Me estas acusando de no apoyarte en contra de Marcie?
―Robó tu no novio, ¿No es así? Él no es un dulce, pero si Marcie robara
mi novio, la llevaría hasta el infierno para que pagara.
Señale mi dedo hacia la calle.
― ¡Conduce!
― ¿Sabes qué? De verdad necesitas un nuevo novio, necesitas un besador
experimentado que sea dulce contigo.
― ¿Porque todos piensan que necesito un nuevo novio? Hasta ahora he
tenido suficiente por un tiempo, para lo único bueno que son los novios es para
hacerte trizas el corazón.
______________
hola mis lindas y bellas lectoras espero q estén super bien bueno espero q hayan disfrutado de este SUPER MARATON luego la seguiré para q se enamoren mas de la novela
q opinan de esta novela chicas ??? les gusta????
ahora es criban toooodo lo q creen de la nove ....
nos leemos despues q tengan buenas noches chicas hasta luego
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
hola!!!!! soy nueva lectora :)
esta nove la estab leyendo antes creo que se llamba i love the way you lie pero la chica nunca la sigui :(
me encanta que la estes subiendo!!!!
va super pero y joe tien algo con macie?? nunca amo a la rayis?? :/
esta nove la estab leyendo antes creo que se llamba i love the way you lie pero la chica nunca la sigui :(
me encanta que la estes subiendo!!!!
va super pero y joe tien algo con macie?? nunca amo a la rayis?? :/
andreita
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
andreita escribió:hola!!!!! soy nueva lectora :)
esta nove la estab leyendo antes creo que se llamba i love the way you lie pero la chica nunca la sigui :(
me encanta que la estes subiendo!!!!
va super pero y joe tien algo con macie?? nunca amo a la rayis?? :/
ah ok a lo mejor si se llamaba asi ...
bueno bienvenida es bueno saber q te pasaste x aqui
y bueno mas adelante sabrás xq joe esta con marcí no a de faltar mucho para q sepas y bueno e digo en todos los libros es asi siempre ponen en duda el amor entre ellos 2......
ElitzJb
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
ElitzJb escribió:andreita escribió:hola!!!!! soy nueva lectora :)
esta nove la estab leyendo antes creo que se llamba i love the way you lie pero la chica nunca la sigui :(
me encanta que la estes subiendo!!!!
va super pero y joe tien algo con macie?? nunca amo a la rayis?? :/
ah ok a lo mejor si se llamaba asi ...
bueno bienvenida es bueno saber q te pasaste x aqui
y bueno mas adelante sabrás xq joe esta con marcí no a de faltar mucho para q sepas y bueno e digo en todos los libros es asi siempre ponen en duda el amor entre ellos 2......
si :(
bueno gracias por la bienvenida
sioguela pronto me encanta
de esta nove falta otra temporada cierto?
andreita
Re: Un Ángel Caido y un Amor Prohibido (1.era y 2.da Tmprd) Terminada joe y _Tn
odio a marcie!!!! la odio!!! la odio!!!!
ahhhhh mis insultos hacia ella podrian hacer que me bloquearan del foro!!
ahhh y que onda con Joe?!!! como me entere que si sale con ella
no sede que sere capaz!!!
bueno dejando eso a un lado... amo la nove :3
es tan dios!!! suspenso!! la amo!!
aunque tal vez con la maldita estupida de Marcie saca a flote mi lado asesino!!
ok intentare calmarme!! pero no puedo la odio aghhhh!!!!
hahaha siguela pronto porfis!!
ahhhhh mis insultos hacia ella podrian hacer que me bloquearan del foro!!
ahhh y que onda con Joe?!!! como me entere que si sale con ella
no sede que sere capaz!!!
bueno dejando eso a un lado... amo la nove :3
es tan dios!!! suspenso!! la amo!!
aunque tal vez con la maldita estupida de Marcie saca a flote mi lado asesino!!
ok intentare calmarme!! pero no puedo la odio aghhhh!!!!
hahaha siguela pronto porfis!!
DanieladeJonas
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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