Moments (Niall) [Terminada]

Capítulo 25. The break up
—Todavía no puedo creerlo—decía el rubio mirando una y otra vez la foto. Obviamente había sido tomada a distancia, pero se podía ver claramente lo que allí pasaba. Luego de cortar la comunicación con la chica rubia había recibido la foto que ella misma le había enviado, asegurándole que solo lo hacía por su bien, porque aún lo amaba y lo último que quería era herirlo.
—¿Tú crees que sea cierto, Nialler?—preguntó Louis frente a él, luego de haberle echado un vistazo a la foto.
—Yo… yo no lo sé…
—¿De qué estás hablando, Jillian?—preguntó él con el ceño fruncido.
—Iba caminando cerca de un café, y los vi… vi a Denisse y a su ex juntos. Y de pronto se besaron… fue todo demasiado natural para ellos, como si ella no estuviera en una relación contigo. Es… ella es lo peor. Y tengo pruebas de lo que estoy diciendo… cien por ciento ciertas.
—Ella no sería capaz d engañarme, Jillian. Mira, estoy ocupado ahora…—él estaba a punto de colgar.
—¡No miento, Niall! Ya verás que no—ella colgó y al instante él recibió un mensaje. Una foto, la cual abrió y observó con ojos desorbitados al reconocer a su Denisse besando a Ethan en el café.
—Yo no creo que nada de eso sea cierto, Niall. Yo confío en Denisse. Además, ¿por qué ella no envió la foto a alguna revista para que se hiciera público? ¿Por qué no ponerla en ridículo si la odia tanto?
—Porque tal vez la quería proteger, no hacerla ver como infiel ni hacerme ver como el tonto engañado—replicó el rubio.
—¡Tienes que confiar en ella…!
—¡Pero esta foto dice muchas cosas Louis! ¿Y si se hartó de mí y…?
—¡Tú piensa lo que quieras, Niall, pero mi hermanita no es ninguna perra que engañaría a alguien que ella ama demasiado!—exclamó furioso el mayor de los cinco para luego salir de la habitación, dando un portazo que hizo que los demás allí presentes se sobresaltaran.
—Deberías hablar con ella… debe haber una explicación—dijo razonablemente Liam, tratando de calmar las aguas.
Los demás se retiraron lentamente, dejando al rubio pensativo y solo.

—La primera parte está lista… solo falta la segunda, y Niall será todo mío—murmuró para sí misma mientras veía la foto que le había enviado Stephanie el en club besando a Niall.
—Pasajeros del vuelo 4012, con destino a Los Ángeles, favor de pasar por la puerta 7—escuchó aquella voz femenina proviniendo de los parlantes y se apresuró, tomando sus maletas y sonriendo.
—Espera Niall, pronto estaré allí—murmuró antes de formarse en la fila junto con los demás pasajeros.

—Tienes que levantarte, ya dimos el último examen y todos están celebrando y yéndose de fiesta desde temprano—dijo Destiny saliendo del baño vestida con unos pantalones ajustados blancos y una blusa violeta mientras se abrochaba un colgante con dije en forma de estrella. No le respondí, ella abrochó la prenda y me miró con las manos en sus caderas. Resopló.—¿Ni siquiera me responderás? ¡Por Dios, Denisse! ¡Olvídate de eso! Fue un error lo que pasó y se lo hiciste saber, no es tu culpa para nada.
—Pero… ¿y si alguien nos vio? ¿Y si alguien le dice?
—Creo que están un tanto paranoica, hermanita—ella respondió negando con la cabeza.
—Pero…
—¡Pero nada Den! Vamos a salir con los chicos—me animó.
—Yo paso esta vez Des, estoy cansada—mentí mientras abrazaba una almohada.
—Pues tú te lo pierdes—ella se encogió de hombros, aunque aún podía ver la preocupación en su rostro. Tomó su bolso y su chaqueta y se dirigió hacia la puerta, la cual abrió. Se giró antes de salir—. Sabes que puedes llamarme si necesitas cualquier cosa, ¿cierto?
—Sí, claro—asentí levemente mientras la veía marcharse.
Tenía que hablar urgentemente con Niall y decirle lo que había pasado. Tal vez nadie nos había visto, pero quería ser honesta totalmente con él, para evitar futuros problemas. El único problema por ahora era que él no contestaba su teléfono; hacía horas que lo estaba llamando y él no contestaba.

Niall, necesito hablar contigo, por favor llámame tan pronto como puedas.

—Den

.

Releí el mensaje dos veces más. Tenía miedo de responderle siquiera. Había notado que en los últimos mensajes que había dejado no había escrito un “te amo”, un “te quiero”, “un beso”, como solía hacer al final de cada mensaje. Entonces la cosa se volvía seria. ¿Y si quería terminar conmigo? No podía prepararme mental ni emocionalmente para eso… simplemente no podía.
Como por quinta vez en el día, ignoré otro de sus mensajes.
—Niall, estás muy distraído. ¿Estás pensando en ella, verdad?—preguntó Jillian. La miré, sin responder nada.
Nos habíamos encontrado hacía unos minutos en el hotel. No tenía idea de cómo la habían dejado entrar, pero cuando nos vimos en el lobby, dijo que había viajado hasta aquí para acompañarme durante lo que ella catalogaba como “duro momento”. Igualmente me había dado un discurso de alrededor diez minutos donde se disculpaba por todo lo que había hecho y que había venido a mí en son de paz.
Estábamos comiendo en un restaurante cercano al hotel y yo no había despegado la vista de la ventana, la cual estaba empapada por la fuerte lluvia de afuera. Habíamos sido sorprendidos por las gotas incesantes de la lluvia y preferimos quedarnos hasta que calmara.
—Discúlpame un momento Jillian, voy al baño—me levanté y caminé hacia el baño.

—Niall… cada vez me facilitas más las cosas—murmuró ella para sí misma cuando vio como Niall se alejó hacia el baño. El gorro que tenía puesto ocultaba en parte su identidad, de modo que la poca gente allí presente no tenía en cuenta quién era el joven irlandés en realidad. Cuando lo perdió de vista, Jillian se apuró y con naturalidad tomó el teléfono que él había dejado minutos antes sobre la mesa. Gran error.
Envió una foto desde su teléfono al del rubio y envió un único mensaje. Borró la foto que había quedado grabada en el celular de Niall, así mismo como eliminó el mensaje que había enviado y dejó el teléfono nuevamente sobre la mesa, justamente cuando Niall reapareció frotando sus manos. Le dio una sonrisa desganada y señaló hacia afuera. La lluvia ya había parado.
Volvieron al hotel en silencio, el rubio no quería hacer nada y tenía que ir a ensayos en media hora, y ella no quería molestarlo, pero sonreía porque su plan había marchado mejor de lo que había pensado. Entraron rápidamente sintiendo los flashes sobre ellos y siendo atropellados con preguntas de las fans y camarógrafos que estaba fuera del edificio.
Justo en ese momento la modelo rubia y arrepentida cómplice de Jillian salió del elevador dispuesta a irse del hotel rumbo a Italia. El viaje había sido pospuesto y eso le había dado un día y medio de descanso.
Había terminado con Nick la misma noche en que tomó la foto besándose con Niall en el club porque había descubierto que la engañaba con una modelo que ella alguna vez le había presentado. Se sentía mal, y eso de alguna manera la había hecho pensar en lo que estaba haciendo Jillian, y cómo ella había ayudado a eso. Tan solo esperaba que su plan haya salido mal y no lo haya logrado.
Como por arte de magia los vio en el lobby, a los dos juntos. ¿Qué hacía ella ahí?
Por el semblante de él, Stephanie supuso que las cosas no andarían bien con Denisse, puso manos en acción para tratar de remediar lo que había hecho; o en lo que al menos había ayudado. Dejó las maletas en recepción y aprovechó que Niall la había dejado sola.
—¿Qué haces aquí, Jillian?—preguntó la modelo.
—Creo que la pregunta aquí va para ti, Stephanie.
—Mi vuelto se pospuso, pero eso no interesa ahora…
—Por cierto, no pude agradecerte por tu ayuda. Mi plan ha ido de maravilla y pronto estaré con Niall. Lamento que nunca pudo terminar contigo, Stephanie, sé que lo quisiste en su tiempo, pero espero que no te moleste que ahora vaya a estar conmigo—dijo Jillian muy soñadora. Estaba loca, loca y obsesionada.
—¿Qué hiciste, Jillian?—preguntó preocupada. Jillian le narró la última parte de su plan, que había llevado a cabo minutos antes.—¿Sabes? Creo que mejor debería deshacer todo esto, dejar que estén juntos. No puedes obligar a nadie a estar contigo, y si él se entera, te odiará de verdad…
—¿De qué lado estás, Stephanie? Y si no se te olvida, me ayudaste con esto. Se supone que eres mi amiga…—ella exclamó.
«No, Jillian, éramos amigas» pensó la modelo.
—Está bien, haz lo que quieras—ella hizo el ademán de alejarse, pero regresó—. Jillian, me he quedado sin batería, ¿me prestas tu teléfono para hacer una llamada? Tengo que irme pronto.
—Toma—ella se lo tendió recelosa—. Iré un momento a pedir una bebida al bar—se alejó al trote mientras Stephanie sonreía de oreja a oreja. Cuando la perdió de vista buscó lo que necesitaba. Vio las dos fotos, una de Ethan y Den; la otra de ella misma besando a Niall. Las eliminó. Fue hacia donde estaba Jillian y le tendió el teléfono.
—Gracias, Jillian. Hasta nunca—se dio la vuelta y se dispuso a hacer toda la rutina de salida, necesitaba volver a Londres rápido.

Salí de la ducha que había decidido tomar para relajarme y me tiré en mi cama con mi pijama puesta. Tenía un mensaje nuevo. Mi corazón latió rápido al ver que era de Niall, así que no perdí más tiempo en abrirlo. Pero me congelé al ver la foto que venía adjunta, y me dio miedo leer las palabras escritas.

Me enteré de todo. Sé lo del beso con Ethan, y la verdad es que nunca creí que me harías algo como eso Den. Yo confiaba en ti. ¿Cuántas veces más me romperás el corazón? Estoy harto de esto, de seguir queriéndote y que a ti no te importe ni un poco. Olvida todo lo que ha pasado, lo mismo he hecho ya, como habrás notado en la foto. Por favor no me llames ni me respondas el mensaje, borra mi número y dejémoslo hasta aquí.

—Niall.

Capítulo 25. The truth
—Vamos Den… sal de la cama. Estás malgastando las pocas vacaciones que tenemos.
—Lo dices porque a ti no te está pasando—dije de mala gana.
—¡Tienes una semana sin salir de esta habitación! Si crees que seguiré trayéndote de comer estás totalmente equivocada, Denisse!—exclamó Destiny.
—¡Déjame en paz!—lloriqueé, gritándole de vuelta.
—¡Me tienes harta! Ni siquiera te reconozco. Dices ser inocente, que lo que pasó con Ethan no fue más que un error del que tú fuiste solo una víctima, ¡pero no te has parado a solucionarlo! No, porque crees que es más fácil quedarse en cama sollozando por uno de los tantos problemas que sufrimos todos a diario, un problema que deberías resolver y arreglar, al menos poner las cosas en claro. ¿Sabes qué? ¡Haz lo que te dé la gana!—salió de la habitación, dando un portazo detrás de ella.
Me dolía el mensaje de Niall. Me dolía tanto después de una semana. Me dolía lo que me había dicho Destiny. Pero sobre todo me dolía porque todo lo que ella había dicho era verdad.

—Niall… amigo, anímate—dijo Liam, casi rogándole—. No puedo verte con esa cara.
—¿Qué cara, Liam?—preguntó el rubio distraídamente.—Esta es la cara con la que nací, por si se te olvida…
—No eres gracioso, y sabes a lo que me refiero. En vez de estar aquí lamentándote, deberías arreglar las cosas, hablar con ella y no dejar tu teléfono apagado como lo has estado haciendo los últimos días. Ya se corren los rumores de que han roto, y vaya a saber quién esparció el rumor.
Liam había estado tratando de animarlo los últimos días. Era raro ver a Niall más serio de lo normal durante un concierto, cuando normalmente brincaba de un lugar a otro mientras tocaba su guitarra y hacía lo que más le gustaba hacer, cantar.
—Tengo miedo, Liam—admitió el rubio con un tenue rubor en las mejillas.
—Entiendo, pero nada ganas aquí sentado haciendo nada, solo hundiéndote en tu pena más y más. Dime, ¿no te vas a arriesgar por lo que más quieres, por Denisse?—y se levantó, palmeó el hombro de su irlandés amigo y se marchó, dejándolo más pensativo que nunca.

No podía creer todo el tiempo que le había costado llegar a la Academia. Tuvo unas pasarelas de último minuto, haciendo que su charla con Denisse se retrasara. En ese mismo instante se encontraba en la entrada de la Academia de baile, la cual estaba más vacía de lo habitual. Supuso que tendrían días libres de descanso.
Caminó ya con el conocimiento de dónde estaba su habitación. Había hablado anteriormente con su hermana luego de haber conseguido su número a través de un viejo amigo, que resultaba ser su novio, Riley. Cuando estuvo frente a la puerta de color gris, al igual que todas las demás del pasillo, tocó suavemente con los nudillos.
Una despeinada, llorosa—y con prominentes ojeras— y deprimida Denisse abrió la puerta. Parpadeó algunas veces para aclarar su vista y cuando notó que la que se encontraba del otro lado era la misma Stephanie, que había besado a Niall—o Niall la había besado a ella—estaba frente a su puerta. Estuvo a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero la rubia la detuvo y pasó a la desorganizada habitación sin siquiera preguntar si podía pasar.
—No sé a qué vienes, y no lo quiero averiguar. Así que por favor sal…
—No te precipites a las cosas—la cortó la rubia. Rebuscó algo en su bolso de diseñador y le tendió un sobre. Denisse, entre confusa y recelosa lo tomó y lo abrió. Había un boleto de avión y otros papeles.
—No solo besas a mi novio… bueno, ex, sino que también me quieres fuera del país para quedarte con él—dijo incrédula.
—No seas estúpida, eso sería absurdo. Primero que todo, Niall sigue siendo tu novio, y dos, te quiero fuera del país, pero te conviene.
—A ver, explícate—Den se cruzó de brazos.
—Hice lo que hice por un favor, no porque quise. Le debía algo a Jillian, y ella me puso en una situación un tanto incómoda, así que no me quedó de otra que ayudarla.
—No sé por qué no creo que seas de las de remediar lo malo que ha hecho—Dan la miró con ojos entrecerrados.
—Tienes razón, nunca he tenido la necesidad de hacerlo, nunca he tenido el remordimiento, porque nunca he hecho nada intencional que le haya hecho tanto mal y daño a alguien.
—¿Y cómo explicas el mensaje que me envió Niall? Me cortó prácticamente por un mensaje.
—Todo eso lo hizo Jillian—a continuación le contó detalladamente el plan macabro de la otra rubia para quedarse con Niall. La boca de Denisse se abría más y más mientras al relato avanzaba. Se sentía estúpida. ¿Cómo había caído en semejante trampa? Sentía decepción de ella, de él, de todo y de todos. Pero no podía evitar sentirse aliviada al saber toda la verdad. Que los dos habían sido víctimas de un plan para terminar con su relación.
También estaba él, Ethan. El había ayudado a Jillian. ¿Cómo podría mirarlo a la cara sin querer golpearlo hasta dejarlo inconsciente? Lo mataría, de eso podía estar cien por ciento segura. Se suponía que ella confiaba en él, que todavía eran amigos y que lo que había pasado en el café, el beso, había sido un completo error, una confusión por parte de él que no terminaría en nada más que eso, un error.
—No puedo creerlo…—dijo ella al terminar de escuchar el relato.
—¿No puedes creer que ella hizo todo eso para quitarte a Niall?—preguntó la rubia incrédula.
—O sea, sí lo creo, pero no puedo creer que hayamos caído así, y que ella haya usado a Ethan para eso. Dios… no sé cómo le voy a hablar de nuevo—se frotó el rostro. Y Niall… yo…
—Dame tu teléfono—dijo ella de repente, cortándola.
—¿Qué?
—Que me des tu teléfono—Stephanie permanecía con la mano extendida, esperando.
—¿Para qué?
—Voy a ayudarte. Voy a arreglar parte de lo que yo he ayudado a destruir—dijo Stephanie encogiéndose de hombros. Denisse, aún un poco desconfiada le tendió el aparato y la rubia buscó rápidamente en la agenda por el nombre del irlandés. Le dio al botón de llamada y escuchó los timbrazos.—Y más le vale contestar… ¡Niall!—casi gritó más de lo que sonó aliviada.—Más te vale escucharme atentamente y no cortar la llamada hasta que termine… oye… todo fue una trampa…

—¿Qué pasa con esa cara?—preguntó Liam cuando los dos salían de los ensayos en el estadio donde se presentarían aquella noche. Inmediatamente el rubio recordó toda la conversación que había tenido con Stephanie, contándole toda la verdad, la realidad de los sucesos tal cual como eran.
Seguía lamentándose, maldiciéndose, preguntándose qué había hecho mal cuando el teléfono sonó. Sin mirar si quiera quién era lo contestó. Se llevó una sorpresa al escuchar la voz de la rubia.
—¡Niall! Más te vale escucharme atentamente y no cortar la llamada hasta que termine.
—Pero…—estaba a punto de replicar, pero ella continuó hablando.
—Oye… todo fue una trampa. Jillian se las arregló para tenderles una trampa para que terminaran—y explicó todo lo que había pasado realmente, como Ethan había besado a Denisse para que Jillian pudiera tomar la foto, cómo ella misma había besado a Niall para que Nick, un amigo, tomara la foto y pudiera enviársela a Jillian, como ella había comenzado los rumores de que habían terminado. Todo.
—¿Por qué haces esto?—preguntó Niall al final del relato.
—¿Hacer qué?
—Contar todo esto, si tú misma la ayudaste.
—Le debía un favor. Y odio ver lo estúpidos y desconfiados que pueden llegar a ser las personas—y ella colgó, dejándolo más descolocado que cuando vio la foto del beso entre su chica y Ethan.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?—preguntó Liam, sorprendido.
—Me enteré hace un rato. No puedo creerlo—Niall se frotó los ojos, cansado.—¿Cómo es que no puede haber ni siquiera un momento de tranquilidad en todo esto?
—Déjale las cosas a Jillian en claro, de una vez por todas, y ve a por tu chica, Nialler.
—Gracias, Liam—él sonrió de lado, conmovido por el apoyo de su mejor amigo.

—Eh… gracias por todo, Stephanie—se disculpó Denisse algo incómoda. La rubia solo se encogió de hombros.—Tengo que buscar a Destiny y decirle todo lo que me acabas de contar—desapareció rápidamente por el vestidor y se cambió de ropa, se cubrió las ojeras con un poco de maquillaje y las dos salieron de la habitación luego de asegurar la puerta.
Buscaron con la mirada a la hermana melliza de Denisse por entre los pocos estudiantes que había allí para esos días, tomando sol o relajándose en la piscina que había en el ala este, cerca de edificio de los chicos.
—Oh no, allí está Ethan—Denisse se detuvo de repente, lo último que quería era verlo o hablar con él.—Y viene hacia acá—y en menos de un parpadeo, desapareció de allí, dejando a la rubia sola. Ethan se acercó, con el rostro levemente descompuesto, triste, mirando por donde había desaparecido la castaña, escapando de él.
—Yo a ti te he visto—señaló Ethan, como si reparara en su presencia. Ella lo encontró hermoso. No lo hubiera reconocido ella misma, pero ahora veía el parecido con la foto, los cabellos negros y el perfil anguloso, era hermoso. Sus ojos eran de un color gris que la hacían perderse, mareándola, dándole vueltas.—¿Conoces a Denisse?
—Algo así. Soy Stephanie Dawson—ella le tendió la mano.
—Eso explica por qué te comparé con la chica en la portada de una revista. Eres esa Stephanie Dawson—él sonrió de lado.—Y tu nombre me suena de algo, pero no de eso…
—Soy amiga de Jillian. Los dos la ayudamos en su plan malévolo para separar a Niall de Denisse. Le he contado todo hace un rato.
—Eso explica por qué ha salido corriendo en cuanto me vio.
—Dale tiempo, te perdonará. Por lo que he escuchado, eres un buen chico—ella sonrió, y sintió lo que ni con Nick sintió, mariposas en el estómago.
—Yo iba a contarle, no podía con la culpa, y menos saber que ella sufría de esa manera por él. Me arrepiento de haberlo hecho, pero creo que comienzo a aceptar la idea de que ella no va a estar conmigo.
—Tiempo de avanzar, bien hecho—Stephanie sonrió. El le sonrió de vuelta. Y los dos se quedaron mirándose, ella perdida en los grises ojos de él, y él cautivado por los verde ojos de ella.
—Eh… ¿quieres tomar un café, o algo así?
—Eh, claro que sí, me encantaría, Ethan.

Capítulo 26. Love story
—Que no se entere, Zayn, por favor. Confío en ustedes—reí por lo bajo mientras escuchaba la voz de Zayn asegurándome que todo estaría bien, y que no tenía nada de lo que tuviera que preocuparte.—Está bien, adiós. También te quiero—y colgué la llamada.
—¿Todo bien?—preguntó Des sentada a mi lado, mirándose las uñas pintadas de un azul eléctrico.
—Sí, Zayn ya puso al tanto a todos de que voy hacia allá. Y han escondido el teléfono de Niall para que no pueda llamarme.
—Me alegra que todo comienza a ponerse en donde debe estar—ella sonrió. Asentí.
—Los pasajeros del vuelo número 73001 por favor dirigirse a la puerta seis—el llamado se repitió unas tres veces antes de callar definitivamente. Destiny se paró luego de mí y me abrazó cortamente.
—Buena suerte, y si te topas con la rubia teñida, no dudes en llamarme y entre las dos la matamos—sonrió.
—Te tomaré la palabra—reí—. Gracias por todo, Des, te llamo en cuanto llegue—la abracé de nuevo y tomé mi equipaje. Me alejé, al igual que otras personas, que comenzaban a formarse en fila delante de una mujer que mantenía bloqueada la puerta número seis.
Iría, le dejaría todo claro a Niall, y no iba a permitir que nada nos separara de nuevo. Nunca más.
Abordé el avión y me senté en mi sitio correspondiente, a mi lado había una chica de abundante cabello negro concentrada en su libro. Estaba a punto de apagar mi teléfono cuando vibró, había recibido un mensaje, con los únicas palabras que me removieron algo en el interior, pero que terminé leyendo, dejándolo sin respuesta, apagué el teléfono segundos después.

Lo siento.

–Ethan

—¡Esta fue la última Jillian! ¡Por favor vete y mejor no vuelvas a acercarte a mí!—exclamó Niall.
—Pero Niall… todo lo hago porque debemos estar juntos, ¡eso es lo que no terminas de entender! Debemos estar juntos, Nialler—ella se acercó a él. Lo había seguido hasta la prueba de sonido en Manhattan. Lo había seguido durante la última semana y media por toda la gira en América. Lo menos que Niall quería era gritarle a una mujer, pero ya le había colmado los nervios.
—¡Deja de decir estupideces, Jillian! Entiéndelo, ¡amo a Denisse! Estaré con ella por mucho tiempo y no voy a permitir que ni tú ni nadie nos vuelva a separar. Dejar de humillarte, deja de herir a otras personas para tener lo que quieras. Aunque al final todo te salió mal y la única que ha salido perjudicada aquí has sido tú—le espetó, furioso y con la cara levemente sonrojada por el enojo.
—Pero Niall…—ella estaba al borde del llanto.
—¡A mí no me vas a chantajear con tus lágrimas de cocodrilo! Vete a casa, Jillian. ¡Supéralo!—le gritó antes de darse la vuelta y dejarla sola.
Jillian se quedó allí, parada en medio de la calle, fuera del edificio, el cual no estaba abarrotado de personas, y se extrañó. Se sintió más sola que nunca. ¿Qué le quedaba? ¿Resignarse? ¿Superarlo? ¿Seguir adelante? Ella y Niall debían estar juntos… así lo pensaba ella al menos, pero él habiendo dejado todas las cosas en claro… ¿qué le quedaba por hacer? Callarse y mirar como continuaba la historia de amor de Nialler y Denisse.

—¡Zayn!—ella corrió tan pronto lo vio, lo apretujó entre sus brazos lo más que pudo. Había extrañado a su mejor amigo. Zayn la levantó del suelo unos segundos, casi dejándola sin aire por el apretado abrazo.
—Eh… está bien, no se preocupen, Louis se puede abrazar solo…
—¡Louis!—exclamó dándose la vuelta al ver a su primo, su otro mejor amigo. Lo recibió con brazos abiertos y se separó cuando Zayn le puso una mano en la espalda. Dos hombres fortachones, enormes y con gafas oscuras se acercaron, franqueándolos mientras avanzaban rápidamente entre la gente que comenzaba a amontonarse para recibir un autógrafo o tomarse una foto con los dos chicos. —¿Niall no sospecha nada?—preguntó.
—Nada de nada, sabes que el enano es muy despistado—dijo Zayn riendo con un brazo sobre sus hombros.—Cree que salimos a comprarle comida.
—Y lo hicimos, pero teníamos hambre—dijo Louis con una sonrisa traviesa.
Se subieron a un auto, los tres en la parte de atrás mientras los dos hombres fortachones ocupaban los asientos delanteros.
El corazón de la chica le latía a millón mientras atravesaban las calles de la ciudad. Había estado allí un par de veces, y sabía dónde quedaba el estudio, así que mientras los segundos pasaban y mientras más cerca estaban, su corazón latía a una velocidad inimaginable.
—Iremos por la parte de atrás, la entrada está abarrotada de personas—dijo firmemente uno de los guardaespaldas, el que iba al volante.
Se bajaron y entraron deprisa, ya que las chicas habían descubierto el auto yendo por la calle paralela hasta la parte trasera del auditorio y se aproximaban rápidamente. Al entrar, caminaron por los pasillos del auditorio donde sería el concierto esa noche en un par de horas. Entramos y ella pudo apreciar el enorme auditorio, con lo que parecía millones y millones de sillas, colocadas en varios niveles, los asientos privilegiados, los más cercanos a la tarima.
En ese momento, Harry, Liam y Niall estaban sobre la tarima, ensayando una de las canciones, y elevados a unos metros. La plataforma bajó lentamente y Niall fijó los ojos en los recién llegados.
—¡Ey! ¿Dónde está mi…?—la pregunta quedó en el aire tan pronto la vio… a ella… a su chica, allí parada y sonriéndole. Saltó de la plataforma cuando aún le restaba medio metro para bajar y bajó de la tarima corriendo por los escalones. Se quedó ahí, sin sabe bien cómo actuar o qué hacer.
Cuando ella le abrió los brazos, él corrió hasta donde se encontraba y la elevó del suelo, justo como había hecho Louis cuando la vio.
La bajó y tomó su hermoso rostro entre sus manos, y la besó. Atrapó sus labios con un beso casi desesperado, abriendo sus labios con los suyos. Sintió un cosquilleo por todos lados cuando las puntas de sus lenguas se tocaron. Escucharon sonidos de burlas, de risas, como esos típicos «¡Búsquense un cuarto!» «¡Vayan a un hotel!» que resonaron por todo el auditorio. Entre risas se separaron y él volvió a cerrar sus brazos en torno a su pequeño y delicado cuerpo, abrazándola, manteniéndola muy cerca de él, como si pudiera desaparecer de un momento a otro.
—Perdóname Denisse, nunca quise que nada de esto pasar. Fui un estúpido al creerme todo eso, no sé cómo pude desconfiar de lo que teníamos, porque tú nunca me harías algo así… Dios, no puedo creer que estás aquí—dijo todo tan rápido que por poco los presentes allí no comprenden lo que quería decir.
—Más despacio, Nialler, y déjala respirar—dijo burlón Liam detrás de ellos—, y hola Denisse.
—¿Todos ustedes sabían que ella iba a venir?
—Sí—dijeron todo en conjunto.
—Malditos—murmuró, pero aún sonriendo, mientras dejaba un beso en la frente de su novia.—Esto quiere decir que estamos bien, ¿verdad?—preguntó él preocupado.
—¿Tú qué crees?—ella le sonrió.—No…—se detuvo cuando notó que los otros cuatro seguían allí, mirando la escena como si fuera una telenovela.
—Eh, sí, tengo hambre, ¿quién tiene hambre? ¿Todos? ¡Vayamos por algo de comer!—dijo Louis mientras los sacaba, dejándolos solos. Niall y Denisse rieron, y volvieron a mirarse.
—No cometamos los mismos errores de nuevo, Nialler, no creo soportar lo mismo otra vez…
—Te amo, Denisse, de verdad te amo, y si alguna vez te lastimé, lo siento. Eres una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida, y perderte sería como perder a una parte de mí. Perdóname—dijo con sus ojos azules brillantes. Ella asintió, conmovida, y le acarició la mejilla.
Junto sus frentes.
—Seamos felices, y no dejemos que nadie se meta en esta relación, no de nuevo—murmuró la chica.
—Dalo por hecho, princesa. Solo somos tú y yo. Te amo—murmuró, para luego besarla suavemente.
—Cambiemos la página, aquí es donde comienza nuestra historia de amor.

—Nunca me cansaré de esto—murmuró Harry regocijado. Se refería a la adrenalina, a la emoción antes de salir al escenario. La euforia de las chicas transmitiéndosela a los chicos, recorriéndoles las venas y cada terminación nerviosa de su cuerpo.
—¿Qué dijiste?—preguntó Eleanor, junto con los demás y las otras chicas detrás del escenario, haciéndoles compañía a los nerviosos chicos antes de salir—. Creo que me quedo más sorda cada vez—todos se rieron mientras ella solo se cruzaba de brazos, hablando muy en serio. Ella se giró hacia Louis, su novio desde hacía ya un par de años.—Lou, buena suerte, iré con Danielle hasta nuestros asientos—Louis asintió y la tomó dulcemente por el rostro, dejando un tierno beso en sus labios.
—Te quiero Ele.
—Yo también, amor—ella sonrió y se llevó a Danielle, tirándola por el brazo, la cual había estado besando a su novio, Liam, el cual llevaba una cara tonta de completo enamorado.
—Creo que yo también las seguiré—dijo tímidamente Jane, una chica rubia de ojos color miel, “amiga” de Harry.—Buena suerte, Harry—ella le dio un beso en la mejilla y el chico de rizos al instante se ruborizó, evitando la mirada burlona de sus demás amigos.
—¿Cuándo le pedirás que sea tu novia, Harry? ¿Cuánto tiempo hace que la cortejas? ¿Seis meses?—preguntó Denisse, que notaba que el uno se moría por el otro. No costaba darse cuenta, tan solo mirar sus obvias miradas y torpes actitudes para notarlo.
—¿Y qué si no quiere?—preguntó inseguro.
—No me digan gay, ¿ok? Pero Harry, tienes veintitrés, estás buenísimo, tienes a todas las chicas detrás de ti, y ella no es la excepción. Además, responde algo, ¿qué chica se te ha negado a algo alguna vez?—dijo elocuentemente Louis.
—Eh… Denisse—respondió Liam.
—¡Eso fue porque estaba tomado! Me pegó muy fuerte por eso—respondió Harry a la defensiva. El incidente ocurrió un par de meses atrás, cuando estaban todos juntos y claro, Jane no estaba allí. Harry había tomado de más y le había insinuado a Denisse, muy sensualmente tener una travesía rumbo a su habitación. Denisse lo golpeó muy fuerte, tanto que le bajó la borrachera rápidamente.
Todos rieron ante el recuerdo del accidente, como si se hubiera reproducido en las cabezas de todos a la vez.
—Louis… ¿qué demonios haces?—preguntó Niall, que se quedó mirando a Louis, que estaba abrazado a Zayn, mientras el moreno lo miraba con el ceño fruncido.
—¿No se nota? Dándole amor al Bad Boi, está muy tristón porque su hermosa Perrie no pudo venir ya que está de gira—puso cara triste mientras Zayn solo ponía los ojos en blanco y se despegaba a Louis, que lo tenía agarrado como una garrapata.
—¡Chicos! Salen en cinco minutos—anunció una chica que desapareció tan rápido como apareció.
—Bueno, me voy ahora, buena suerte—Denisse dejó un beso en cada mejilla y le dio un tierno beso en los labios a Niall. Niall la miró con ternura, acariciando su mejilla y sonrió, con sus perfectos dientes libres de aparatos desde hacía varios años ya.
Llevaban cuatro años y medio de relación, los mejores cuatro años de todas sus vidas. Se habían vuelto más inseparables que nunca, y a pesar de la distancia debido a la carrera del rubio, nada de eso había impedido que siguieran amándose, al contrario, había reforzado la relación más aún.
Antes de que pudiera salir de entre los brazos de su rubio novio, el se acercó a su oído y murmuró:
—Prepárate…
—¿Para qué?—ella lo miró confusa. El solo besó su frente y sonrió, sin darle otra respuesta. Ella salió de allí y se dirigió hacia sus asientos, entre Eleanor y Danielle.
Un par de minutos pasaron antes de que las luces se apagaran, siendo reemplazadas por unas luces de neón que bailaron por todo el lugar, aumentando la euforia en el ambiente. Los chicos salieron a escena e hicieron lo que mejor hacían, cantar.
Los ojos de Denisse no salían del cuerpo de su chico, que bailaba por todo el lugar mientras tocaba su guitarra sorprendentemente. Sonrió abiertamente. Ella le había regalado esa guitarra hacía dos semanas por su cumpleaños tan pronto se enteró que era la que él tanto quería, pero que no había tenido la oportunidad de comprar. El la abrazó tan fuerte aquella noche que pensó que se le saldrían los ojos. Luego los esperó una muy larga noche intensa en el departamento de ella.
Paró alrededor de cuarenta y cinco minutos antes de que apareciera la pantalla con mensajes que las fanáticas habían enviado, esperando su respuesta y su llamado para saludarlas.
Las preguntas fueron desde qué pasta dental usaban, hasta que bailaran la macarena, se había vuelto una especie de costumbre para ellos.
—Y esa fueron todas las preguntas, gracias a todas las que nos escribieron—dijo Liam haciendo un amplio saludo dirigido a todos los presentes.
—Pero hay algo más antes de nuestra próxima canción—dijo Niall.
—¿Qué será?—preguntó Eleanor sospechosamente.
—Suelta la boca, Eleanor, ¿qué es?—preguntó Denisse sobre todo el ruido de las fanáticas. No recibió respuesta, solo obtuvo una sonrisa cómplice por parte de las tres chicas, que la miraban fijamente.
—Quisiera decir unas cuantas cosas a alguien que ha formado una gran parte de mi vida. Y no, no me refiero a ti, Liam—dijo riendo cuando vio a Liam acercarse a él en broma, con los brazos extendidos como si fuera a abrazarlo. Liam se hizo el ofendido y se fue a abrazar a Zayn, el cual hizo como si lo consolara.—Hablo de una persona demasiado especial. Una persona que me conoce mejor de lo que yo me conozco a mí mismo, esa persona que me cuida con todo lo que tiene cuando me nota mal, la que me entiende con una sola mirada, la que sabe si algo me pasa al segundo de mirarme—las chicas gritaban y nombraban a Denisse.
»Es la persona a la que he llegado a amar cada día más, y me pregunto cómo es posible enamorarme más cada minuto que pasa. Te amo, Denisse—la miró a los ojos atentamente—, y quizás no seas perfecta, porque nadie lo es, pero eres todo lo que busco, lo que quiero y lo que necesito—ella ya tenía los ojos anegados en lágrimas. Ella sonreía a más no poder mientras él le sonreía de vuelta. Y fue cuando él señaló hacia arriba, sonriente. Todos miraron hacia arriba, incluso los chicos, sorprendidos.
Había un globo aerostático en forma de corazón, el cual llevaba enganchado un cartel que volaba con el viento, las luces lo apuntaron, haciendo legible lo que decía. Este rezaba en letras claras y negras AN MBEIDH TÚ AG POSADH LIOM?
Las letras negras eran claras, pero no podía entenderlas. La mayoría, confundida, lo miró de nuevo.
—¿Qué dices, Den? ¿Quieres casarte conmigo?
A partir de allí continuaba su historia de amor, sin mentiras, sin terceras personas, sin miedos ni inseguridades, ni los mismos errores de siempre.

Mierda... Ha terminado... Sí, ya termino... Pero... Tengo una duda...
¿QUÉ HAGO AHORA CON MI VIDA?
Ésta fue la segunda buena fic que leí, desde que entre al foro. Y... Sé que nunca fui de las que comentó mucho, fui más una fantasma pero... Quiero que sepas que esta novela ha acabado conmigo desde el primer capítulo, he llorado he reído y me he puesto a convulsionar en el piso. Tal vez no estuve desde el primer capítulo, aunque como ya dije aún así nunca comente mucho, pero aquí estoy hasta el final.
Escribes hermoso, esta fic fue completamente hermosa. Tal vez en un tiempo vuelva a leerla, y vuelva a experimentar todos los feels otra vez y cuando la termine de leer, veré este coment y tal vez me burlaré de como escribo o tal vez lloraré de la emoción de que fue como la primera vez. Y, a lo mejor, hasta deje otro comentario.
Pero, lo importante es que... Es una de las historias más lindas que he leído, quisiera que no acabara, pero supongo que no es posible.
Maybe youll love your fic like i love it.
Ah, me inspiré en tu firma. De cualquier forma...
Solo no sé que decir, you know, no soy buena con los finales de las fics que en verdad me han encantando...
No sé qué demonios decir porque quisiera que continuara por siempre y seguir llorando mientras sonrío, o insultando al personaje malvado
{Jillian, cariño, te odio más que cuando no hay comida.}
Y, creo que eso es todo lo que tengo para decir... Tal vez no sea el coment más lindo, y quizás sea uno de los pocos que deje pero...
Solo quería dejarlo porque... Bueno, es el comienzo del fin.
Sólo dejaré mis feels con esta novela, que de hecho está en la canción del título. Moments.

Heart beats harder, time scapes me. (...) And the tears stream down my face.