Moments (Niall) [Terminada]

No impoooorta! te seguimos esperando ^.^ mucha suerte en los examenes! :D besos! y espero que la sigas pronto jojojo

Hola...eh..si, es algo tarde pero tienes nueva lectora (?) leí todo en un día (soy viciosa, amo leer, no me juzgues) así que ¡POR FAVOR SIGUE! M U E R O ¿ok? muero, eso, em, escribes de lo mejor, sigue así, jé.

Capítulo 15. Don't wanna end up here
—No puedo más con esto, Niall—musité separándome de sus labios, a la vez que nuestras frentes se tocaban—. Se supone que esto debería ser todo lo que he querido, desde un principio. Todo lo que he querido y anhelado tanto al alcance de mi mano, y sin embargo, no me siento bien.
—Es por Ethan, ¿verdad?—murmuró poniendo distancia para mirarme a los ojos. Sus manos me sujetaban por los antebrazos y sus ojos azules buscaban los míos, con un toque de tristeza aflorando en ellos.
—Sí—sus manos bajaron de mis brazos, posicionándose a sus costados.—Me siento culpable, siento que lo engaño… que nos estamos engañando—me senté en la cama suavemente, ocultando mi rostro entre mis manos—, no puedo seguir con esto sabiendo que es una mentira y que a la larga, sólo lastimará a todos.
—Tal vez me etiquetes de lento o retardado, pero, ¿podrías explicarte mejor?—la paciencia que tenía contenida se esfumó por completo.
—¡Que no puedo estar con Ethan sabiendo de sobra que te amo más que a nada Niall? ¿Así o más claro?—me había levantado, con la respiración agitada.
—No, así está más que claro—dijo con una sonrisa burlona.
—Eres imposible—dije soltando una risilla.
—Pero así de imposible parece que me quieres…
—Así de imposible y más. Por eso está mal, todo está mal.
—Vamos… no seas así—dijo acercando su rostro al mío nuevamente, pero corrí mi rostro y sus labios rozaron mi mejilla.
—Niall, déjame resolver todo esto antes. Por favor. Siento que por fin tenemos una oportunidad, así que déjame hacer todo bien para que no salga mal. Por favor…
—Está bien, haz lo que tengas que hacer, Den—sonrió de lado.
—Me voy, entonces—murmuré y acaricié suavemente su mejilla por cortos segundos.
—Ok, llámame pronto—sonrió melancólicamente. Se acercó y apoyó sus labios en mi mejilla, ejerciendo una suave pero firme presión.
Salí de la habitación y cerré la puerta detrás de mí. Me dirigí a la de Zayn y asomé la cabeza El se encontraba sin camiseta y mirando por la ventana, la cual estaba abierta. Se giró cuando me escuchó.
—Me voy.
—¿Cómo te fue?—sonrió de lado y se acercó, con las manos hundidas en los bolsillos de sus jeans que hacían equilibrio sobre sus caderas, dejando ver el elástico de sus bóxers.
—Muy bien, de hecho. Tengo que resolver un par de cosas, te llamo más tarde, ¿sí?
—Está bien. Pero si pasan de las tres de la mañana y me llamas, personalmente te mato—bromeó mientras me envolvía en un apretado abrazo. Dejó un beso en mi cabeza antes de apartarse.

Llevaba alrededor de cuatro minutos parada frente a la puerta de su habitación. Había subido la mano varias veces dispuesta a tocar, y la bajaba enseguida. ¿Por qué era tan difícil? No soportaría ver su carita destrozada, más de lo que se encontraba ahora, pero no podía seguir mintiéndole, mintiéndome, obligándome cada día a quererlo aunque sea la mitad de lo que quiero a Niall… pero parecía ser imposible.
Justo cuando me decidí a tocar la puerta, esta se abrió. El chico que iba saliendo se detuvo abruptamente al verme allí, y dedicándome una media sonrisa, pasó por mi lado y se alejó por el pasillo. Sentado en la cama estaba Ethan, dándome la espalda. Entré y cerré la puerta detrás de mí; Ethan se giró y me vio con leve sorpresa, para después sonreír, a medias.
—Ethan…
—Tenemos que hablar. Era eso lo que ibas a decir, ¿verdad? Comienza a volverse usual esa frase—suspiró.
—Pues sí, tenemos que hablar. Ethan, ya no puedo seguir haciéndonos esto. Te miento, me miento, nos estamos mintiendo.
—¿Cuál es el punto?—preguntó un tanto frío.
—No podemos seguir juntos. Te quiero Ethan, pero…
—Pero no como a él, ¿verdad? Porque a pesar de todo lo que te hizo, lo quieres más que a nada—no me miraba mientras hablaba, estaba absorto mirando algo en la pared.—No me quieres porque no soy él…
—¡Por Dios! ¡Lo último que quiero es comenzar a compararlos a los dos! Los dos son diferentes y los quiero, pero… no sé si lo nuestro va más allá de una relación amistosa.
—Lo que siento por ti no es nada amistoso, créeme.
—Ethan, lo menos que quiero hacerte sufrir, y lo haré si no detengo esto a tiempo—avancé unos pasos y me senté a su lado, manteniendo algo de distancia.
Dicho eso, nadie habló por unos minutos. Fueron los minutos de silencio más tortuosos de todos.
—No puedo hacer nada para hacerte cambiar de opinión, ¿verdad?—murmuró, con voz lastimera. Se sintió como si apretujaran mi corazón con fuerza.
—Creo que no, Ethan… lo siento… yo sólo quería que termináramos por las buenas…
—¡Pero yo no quiero! ¡No quiero que terminemos!—levantó la vista, sus ojos estaban cristalinos, mientras que los míos ya despedían lágrimas.
—¿Cómo crees que me siento yo, Ethan? ¿Cómo crees que me siento cada vez que estoy con Niall, sintiendo lo que siento por él, y sabiendo que estoy contigo y posiblemente engañándote? ¿Crees que se siente bien? ¡Pues no, se siente feo, muy feo! Y no quiero hacerte eso ni a ti ni a mí. Creo que esto es lo mejor…
—¿Lo mejor para quién? Claramente es lo mejor para ti—dijo y tensó la mandíbula.
Controlé mi respiración y me puse de cuclillas, frente a él, que estaba sentado en la cama y mirando el suelo. Yo estaba frente a él y buscaba sus ojos con los míos, pero él evitaba mi mirada. Tomé su rostro entre mis manos y con firmeza lo obligué a mirarme.
—Mira, Ethan, te quiero, y lo voy a hacer siempre, porque eres importante para mí. Te voy a apoyar, y voy a estar a tu lado cuando me necesites, pero como una amiga, como una compañera—sus manos se cerraron contra las mías, apretándolas contra su blanco rostro.
—No quiero perderte—su voz se quebró.
—No lo vas a hacer. No me perderás Ethan—lo abracé y él sólo lloró, escondiendo su rostro entre mi cuello. Nos quedamos así durante varios minutos, yo abrazándolo fuertemente y él sollozando en mi hombro. Me había sentado en la cama, a su lado, y me encontraba apoyada del espaldar de la cama, aún abrazando a Ethan.
Pude sentir su respiración acompasada chocar contra su cuello. Lo solté un poco y comprobé que sus ojos estaban cerrados, aún con rastros húmedos por sus pómulos.
Dejé un beso en su mejilla y lo dejé recostado entre las almohadas.
—Nunca estarás solo, Ethan.