Re: Simplemente no quiero extrañarte esta noche [ Joe Jonas y Tú ] ♥ 2da TEMPORADA .

por **@ntonella** Miér 13 Jun 2012, 10:46 am

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh....
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **JB&1D2** Miér 13 Jun 2012, 1:26 pm

Siguelaaa, mujer no puedes dejar eso asi ah
quiero saber quien es la tipa que osa hablarle a mí Joseph

por **DannyD'Jonas** Jue 14 Jun 2012, 5:17 pm

CAPITULO CATORCE.

Me giré y la miré, sostenía entre sus manos un cuaderno rojo que sostenía fuertemente contra su pecho.
-Dime, Clare-dije al reconocer los rizos rubios que llegaban hasta los hombros de la chica.
-Me preguntaba si… tienes algo que hacer mañana por la tarde, lo que pasa es que no entiendo muy bien lo de…
-Lo siento, Clare-la interrumpí amablemente, sabía a dónde quería llegar con su proposición-Estaré ocupado, tengo planes con mi novia.
-Oh-vi cómo la facción de su rostro cambió totalmente, pasó del nerviosismo a la decepción-¿Tu novia?
-Sí-aseguré.
-No sabía que tenías-apretó con más fuerza el libro entre sus brazos.
-No me gusta hablar mucho de mi vida privada, además ella no estudia en esta universidad.
-Oh...-volvió a musitar, esta vez pensando algo que no logré deducir-Bueno, esta bien, cuídate. Hasta mañana-se despidió con un saludo de mano y se alejó.
Subí a mi auto y reí para mis adentros. Clare era una chica muy linda, de estatura promedio y cuerpo delgado, rubia como lo mencioné antes y sus ojos verdes agua me vigilaban desde el primer momento en que puse un pie en este instituto. Me halagaba que yo fuera de su agrado, pero sinceramente no era mi tipo. _____ lo era.
Encendí el motor haciéndolo rugir bajo, el frío lo había paralizado un poco. Luego seguí el camino que todos los días seguía para llegar hasta mi casa. Pasé velozmente las calles mojadas de humedad oyendo las llantas de mi auto rodar sobre ellas hasta que llegué a casa. Justamente Nick dejaba a _____ en la puerta. Bajé de prisa y ni siquiera me metí a mi hogar, me dirigí en dirección de _____ primero.
-Hola, Joe-me saludó Nick.
-Nick, hola-saludé igual-¿Cómo estuvo su día?-pregunté, de forma plural.
-Aburrido-dijo _____ con un mohín en su rostro.
-Maravilloso-musitó Nick.
Lo miré curioso, preguntándole con mis ojos cuál era la razón del adjetivo que había contradecido al de mi novia. Pero luego sonreí divertido y burlón, era más que obvio.
-Déjame adivinar-dije-Lola.
-Para no hablar mucho entre nosotros, me conoces bien-admitió y luego rió.
-No sé por que no le has preguntado-se quejó _____.
-No puedo llegar de la nada a decirle ‘Hey, Lola; ¿te gustaría ser mi novia?’-se encogió de hombros, frustrado-Tengo que prepararme.
-¿Prepararte?-inquirió incrédula y con aire de ironía-Nicholas Miller llevas más de cinco meses preparándote-recalcó la palabra con comillas en sus dedos-¿y aun no estás listo?
-¿Por qué no le dijiste ayer?-dije-Fue un día perfecto.
-¿San Valentín?-hizo una mueca-No quiero ser tradicionalista… sin ofender a Kevin. Por cierto, felicítalo de parte mía.

CAPITULO QUINCE.

-Lo haré-aseguré.
-La verdad es que no sé cuanto más pueda resistir sin preguntarle-musitó Nick pero me pareció que hablaba más consigo mismo que con nosotros dos.
-No pierdas el tiempo y pregúntale-Lo animé-Llévala al cine mañana por la tarde o algo así.
-No le gusta el cine-dijeron ambos al unisón.
-Vaya, por algo son amigas ¿no?-miré a _____ que me sonreía-Entonces llévala a pasear al parque o algo por el estilo.
-Hum… no creo que sea mala idea-pensó-Me tengo que ir chicos, los veré mañana y les cuento lo que decidí-se despidió de _____ con un beso en la mejilla y de mí con un amigable golpecito en el hombro-Adiós-y subió a su Mustang negro.
Una vez solos miré a mi novia y le sonreí.
-Si esos dos no terminan juntos, tendremos que hacer algo para que lo estén-dijo frunciendo el ceño, pensativa.
Reí.
-¿Ahora juegas a ser cupido?-pregunté.
-No. Sólo me estoy vengando.
-¿Vengando? ¿De Nick?-pregunté, confundido.
Ella me miró con cara de enfado.
-¿Recuerdas la historia que te conté? Cómo es que Nick me hostigaba tanto en encontrarte… Adam-sonrió.
-Oh…-musité recordando todo aquello que ella me había dicho el primer día de nuestro noviazgo. Luego fruncí el ceño-¿Vengando?-volví a repetir-Pero no hizo nada malo-excusé a Nick.
-No seas tonto, Joseph-rió-Lo digo en el buen sentido de la palabra. Además, le haré el favor.
Acaricié con delicadeza su cabello suelto y sonreí.
-Cambiando de tema, ¿qué harás hoy?-pregunté.
-Tengo que ir a casa de Leslie, tenemos que hacer una tarea juntas-se encogió de hombros.
-¿Te llevo?-ofrecí.
-Claro-me sonrió con esa bella sonrisa que se apoderaba de su rostro, tímida y alegre, justo mi favorita-En unas horas te veo, tengo que comer algo y luego vamos, ¿sí?
-Como quieras, amor-besé su frente-Me llamas, ¿está bien?
-De acuerdo-me sonrió por última vez antes de entrar a su casa.
Me dirigí a la mía recordando que no había siquiera llegado, luego de abrir la puerta el delicioso aroma de la comida que preparaba mamá me golpeó con suavidad el rostro. Las tripas me gruñeron y salí directo a la cocina donde se encontraba mi madre.

CAPITULO DIECISEIS .

Cuando _____ me llamó, la llevé hasta la puerta de la casa de Leslie Massen, una chica que se veía se llevaba muy bien con mi novia; y en lo poco que la conocía –ya que _____ me la había presentado antes- era una chica muy lista y alegre. Luego de dejarla me fui de nuevo a casa, subí a mi habitación y decidí adelantar algunos trabajos que tenía para el fin de semestre. Con el trabajo papá casi no estaba en casa, y Kevin por su parte, teniendo la boda ahora en pie, estaba tan estresado como Andrea, aunque la boda sería dentro de cuatro meses.
Llegada la noche fui con _____, lo cierto era que se me dificultaba dormir sin desearle buenas noches.
-Mis padres llamaron…-dijo, mirando las escasas estrellas que había en el cielo esa noche mientras yacíamos sentados en el filo de la pequeña banqueta de la puerta de su casa.
-Siempre llaman, ¿no?-pregunté, confundido. Sin saber aun a lo que se refería.
-Sí, pero me pidieron algo esta vez-hizo un mohín.
-¿Qué te pidieron?-inquirí más asustado de lo normal, imaginando ya una conversación con Richard acerca de mí.
-Mañana vendrá mi primo a vivir conmigo por un tiempo.
-¿Primo?-remarqué la palabra haciendo referencia en la última vocal de esta.
-Sí, en realidad hace muchísimo tiempo que no sé nada de él.
-¿Qué tanto tiempo?
-Un año.
-Y, ¿a qué vendrá?-repentinamente me sentí curioso.
-Vacaciones, en su país ya lo están. No es justo, aquí aun nos faltan tres meses para eso-torció el gesto.
-Tres meses-repetí-¡Cierto! Oí eso de que le quitaron un mes al semestre-dije recordando el aviso que se nos había dado en la mañana y al cual difícilmente le puse atención.
-En fin-dijo-mañana tendré que ir al aeropuerto a recoger a Alex.
-¿Alex?
-Mi primo, así se llama.
-Oh… ¿te molesta si te llevo? No dejaré que pagues un taxi, dos veces.
-Gracias, Joe-sentí la presión de sus suaves labios sobre los míos, un beso corto.
-Duerme-me levanté de la gradilla junto con ella-Que tengas dulces sueños-y me despedí con otro beso de mi parte.
-Buenas noches-musitó ruborizándose.
Crucé hasta mi casa suspirando enamorado. Subí a mi habitación a obedecer a la luna, dormir era mi objetivo ahora.
Me recosté sobre mi cama una vez que me puse un pijama de las tantas que tenía.

por **@ntonella** Vie 15 Jun 2012, 1:22 pm

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
me encantaron los Caps :D

por **DannyD'Jonas** Lun 18 Jun 2012, 10:07 am

CAPITULO DIECISIETE.

Me tapé con la cobija y miré hacia la ventana, la luz de la luna que se dejaba entrever por las orillas de la cortina me provocó una molestia en el interior. Algo incómodo en mí pecho, como un dolor agudo arraigado sin motivo allí. Miré al oscuro techo, preocupado, ¿qué era esto? Sentía como si algo iba a salir mal, un presentimiento no del todo bueno. ¿Era acaso la noticia que _____ me había dado hace unos minutos? La venida de su tal primo Alex, ¿eso me traería a mi algún problema? Los celos eran algo que no podía evitar, sin embargo hasta yo sabía que esta vez eran estúpidos; él era su primo, no su amigo o un ex novio. Reí burlándome de mi mismo. Ignoré aquel incómodo malestar en mi pecho y me dormí.

No me despertó el sol, o la luz que este irradiaba; lo que había provocado que mis ojos se abrieran era el incómodo malestar de la noche anterior, ahora se había elevado un poco, lo sentía más fuerte que ayer; era molesto. Aventé las sábanas a un lado y bajé los pies poniéndolos en el suelo. Tenía el leve presentimiento de que algo malo ocurriría. O quizá ya estaba paranoico, quizá solo eran los absurdos celos de ayer. Decidí quedarme con esa versión, no era que algo malo pasaría, sino que yo era lo suficientemente paranoico como para sacar una conclusión así.
Ignoré de nuevo el malestar interno colocado al lado de mi pecho y me vestí para ir a la escuela después de haber tomado la rutinaria ducha. Fui a recoger a _____ y al verla salir por la puerta, la molestia se intensificó un punto más. ¿Por qué? Era como si esta fuera la última vez que la vería… feliz. Quise arrancarme con mis propias manos esos pensamientos de mi cabeza, pero sólo podía limitarme a ignorarlos.
-Hola-le sonreí, como siempre.
-¿Te pasa algo?-ella notó la tensión en mi rostro.
-¿A mi? No, nada, ¿te pasa algo a ti?
-No…-musitó frunciendo el ceño, extrañada.
Besé su frente y la arruga entre sus cejas se desvaneció y en sus labios se pintó una bella sonrisa.
Subimos al auto y antes de dejarla en su instituto quise saber a qué hora iríamos al aeropuerto a recoger a su primo.
-En la tarde, mis padres dijeron que su vuelo llegaría a las cuatro-aseguró.
-Está bien, entonces a las tres treinta te vuelvo a ver-le sonreí.
Ella suspiró con su mirada bien fija en mí y me besó. Eso, aunque no mucho, me tranquilizó.

por **helado00** Lun 18 Jun 2012, 11:20 am

D:
oh oh!! que va a salir mal!?!? hay no!! porque siempr ela felicidad se tiene que desvanecer :(
anyway!! siguela!!

por **DannyD'Jonas** Lun 18 Jun 2012, 12:15 pm

helado00 escribió:D:
oh oh!! que va a salir mal!?!? hay no!! porque siempr ela felicidad se tiene que desvanecer :(
anyway!! siguela!!

Hola c: , Como te llamas ?
Gracias por leer la nove necesito mas comentarios y pongo una mega M A R A T O N :)

por **JB&1D2** Lun 18 Jun 2012, 1:02 pm

Oh siguela
apuesto que el primo es muy muy malo...
¿ que pasará ? quierp saberlo
y para saberlo la tienes que seguir
sube mas cap

por **@ntonella** Lun 18 Jun 2012, 4:53 pm

OMG...

Simplemente no quiero extrañarte esta noche [ Joe Jonas y Tú ] ♥ 2da TEMPORADA . - Página 3 3311530394

que pasara, por que JOE tiene ese presentimiento¿?
que pasara...
ahhhhhhhhhhhhhh
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
prontoooo............... :lol!: :lol!: :lol!:

por **MaleeJonas** Jue 21 Jun 2012, 1:33 pm

OMJ justo cuando todo esta perfecto?? SIGUELAAAAA

por **JB&1D2** Jue 21 Jun 2012, 3:17 pm

siguelaaaaaaaaaa

por **@ntonella** Vie 22 Jun 2012, 1:04 pm

sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

por **MaleeJonas** Vie 22 Jun 2012, 1:29 pm

siguelaaaaaaaaaaaa

por **DannyD'Jonas** Vie 22 Jun 2012, 4:37 pm

Maratón

Simplemente no quiero extrañarte esta noche [ Joe Jonas y Tú ] ♥ 2da TEMPORADA . - Página 3 15922909

CAPITULO DIECISIETE.

Me tapé con la cobija y miré hacia la ventana, la luz de la luna que se dejaba entrever por las orillas de la cortina me provocó una molestia en el interior. Algo incómodo en mí pecho, como un dolor agudo arraigado sin motivo allí. Miré al oscuro techo, preocupado, ¿qué era esto? Sentía como si algo iba a salir mal, un presentimiento no del todo bueno. ¿Era acaso la noticia que _____ me había dado hace unos minutos? La venida de su tal primo Alex, ¿eso me traería a mi algún problema? Los celos eran algo que no podía evitar, sin embargo hasta yo sabía que esta vez eran estúpidos; él era su primo, no su amigo o un ex novio. Reí burlándome de mi mismo. Ignoré aquel incómodo malestar en mi pecho y me dormí.

No me despertó el sol, o la luz que este irradiaba; lo que había provocado que mis ojos se abrieran era el incómodo malestar de la noche anterior, ahora se había elevado un poco, lo sentía más fuerte que ayer; era molesto. Aventé las sábanas a un lado y bajé los pies poniéndolos en el suelo. Tenía el leve presentimiento de que algo malo ocurriría. O quizá ya estaba paranoico, quizá solo eran los absurdos celos de ayer. Decidí quedarme con esa versión, no era que algo malo pasaría, sino que yo era lo suficientemente paranoico como para sacar una conclusión así.
Ignoré de nuevo el malestar interno colocado al lado de mi pecho y me vestí para ir a la escuela después de haber tomado la rutinaria ducha. Fui a recoger a _____ y al verla salir por la puerta, la molestia se intensificó un punto más. ¿Por qué? Era como si esta fuera la última vez que la vería… feliz. Quise arrancarme con mis propias manos esos pensamientos de mi cabeza, pero sólo podía limitarme a ignorarlos.
-Hola-le sonreí, como siempre.
-¿Te pasa algo?-ella notó la tensión en mi rostro.
-¿A mi? No, nada, ¿te pasa algo a ti?
-No…-musitó frunciendo el ceño, extrañada.
Besé su frente y la arruga entre sus cejas se desvaneció y en sus labios se pintó una bella sonrisa.
Subimos al auto y antes de dejarla en su instituto quise saber a qué hora iríamos al aeropuerto a recoger a su primo.
-En la tarde, mis padres dijeron que su vuelo llegaría a las cuatro-aseguró.
-Está bien, entonces a las tres treinta te vuelvo a ver-le sonreí.
Ella suspiró con su mirada bien fija en mí y me besó. Eso, aunque no mucho, me tranquilizó.

CAPITULO DIECIOCHO.

Me dirigí a mi instituto, frustrado hasta la última membrana de mi cuerpo por no saber qué era lo que me ocurría, aunque quería con todas mis fuerzas ignorarlo, la verdad es que no podía. Era algo muy fuerte, había tomado fuerza en el trascurso de la noche… sentía como si… la fuera a perder. Sacudí mi cabeza como si quisiera eliminar ese pensamiento de ella. Me estacioné en el mismo lugar del aparcamiento de la escuela y me detuve a respirar un poco. El aire frío no era muy alentador en este caso. Bajé, preocupado; y me encaminé al aula de mi primera clase. Las horas fueron una agonía para mí, tenía pensamientos incoherentes vagando por toda mi cabeza. ¿Cómo es que de la noche a la mañana todo se había trasformado dentro de mí? ¿Cómo es que de estar tranquilo pasé a estar preocupado? ¿Cómo es que pude formular el pensamiento de que… _____ ya no sería mía? El sólo hecho de imaginarme eso me causaba un dolor profundo. Estaba tan desesperado al no saber qué era lo que me ocurría que hasta ganas me dieron de llorar de puro coraje.
Terminó mi día de clases, y lo cierto es que daba igual si hubiese asistido o no, puesto que mi cabeza no prestó atención a ninguna de las palabras dichas en alguna clase; toda mi atención se concentraba en descifrar qué era esto.
Subí a mi auto con el dolor aun molestando mi pecho; no parecía ser algún malestar causado por alguna comida o de enfermedad, sino que me parecía tan profundo y poco común en mí. Partí a casa con la mente distorsionada de pensamientos sin solución, mientras mis manos casi querían traspasar en volante negro del coche.
Me apresuré a comer, entre tanto que mi mirada estaba perdida en alguna de las partículas del vidrio de la mesa que no alcanzaba a ver.
-¿Qué pasa, Joe?-me preguntó mamá.
Fijé mi vista inmediatamente en ella, su suave expresión de madre compresiva estaba preocupada.
-Nada, mamá. Estoy bien-le sonreí.
Me preguntaba que tan convincente resultaba mi sonrisa, si _____ lo notó, seguro mi madre lo notaría con mayor razón.
-Casi no has tocado tu plato, ¿te sientes bien?
Miré el plato que tenía delante de mí, lo cierto era que había hecho un picadillo de comida con el tenedor, sin casi probar alimento.

CAPITULO DIECINUEVE.

-Estoy bien, mamá-mentí de nuevo, aunque no me gustaba hacerlo con el ángel que Dios me había dado por madre-No tengo mucha hambre-miré el reloj que colgaba de la pared-Tengo que irme, le prometí a _____ que la llevaría a recoger a su primo al aeropuerto.
-¿Su primo?-preguntó mi madre.
-Sí, al parecer viene de visita y se quedará un tiempo aquí.
-Oh…-musitó mi madre y luego sonrió-¿Es por eso que estas así? ¿Estás celoso?-dijo con una sonrisa burlona.
-No-negué rotundamente, puesto que esta vez podía asegurar que los celos no eran el problema que me tenía inquieto.
Mamá pareció creerme, me disculpé de nuevo por no terminar mi comida y salí de casa tomando mi chaqueta para ir con _____.
Llamé a su puerta tratando de borrar todo atisbo de desespero y confusión en mi rostro.
-¿Lista?-pregunté.
-Sí, vamos.
Conduje hasta el aeropuerto de la ciudad a una velocidad perezosa, _____ me miraba con ojos acusadores al no acelerar debidamente. Lo cierto era que entre más me acercaba al aeropuerto, más se intensificaba esa extraña punzada en mi pecho.
-Joseph, apresúrate-me instó.
No dije nada, sólo pise en contra de mi voluntad el pedal para acelerar más. Me estacioné cerca de todos los taxis amarillos que se encontraban a la espera de ver a alguien que necesitara ayuda con el equipaje y el viaje a casa. Bajé con sumo recelo del auto negro y _____ lo hizo también, pero por supuesto, más normal que yo.
Nos introdujimos al grandísimo salón, donde como todo aeropuerto, la gente corría de un lado a otro de prisa. Esta vez había más personas que en otras ocasiones. Algo que por supuesto, no aliviano mi malestar.
-¿Qué hora es?-preguntó _____, con impaciencia.
Miré hacía una de las enormes paredes blancas donde un reloj digital a la vista de todos marcaba las tres con cincuenta y seis minutos.
-Faltan cuatro minutos para las cuatro-dije.
-Ven, esperemos sentados allí-me tomó de la mano y me guió hasta un par de bancas vacías a esperar el vuelo. Miré cómo la gente pasaba y pasaba de un lado a otro, cargaban maletas grandes y pequeñas y se apresuraban a su siguiente paso. Suspiré, aun angustiado.
-Espero aún poder reconocerlo-musitó su dulce voz, mientras su cabeza trataba de asomarse por encima de todas las personas, luego se levantó de su asiento.
Corrió entre la multitud hacia donde bajaban los pasajeros del vuelo proveniente de España y la seguí con un miedo repentino de perderla. Se detuvo a mirar cada rostro de las personas que salían del pasillo y me paré detrás de ella.
-¿Este es su vuelo?-pregunté.
-Sí, ¿no oíste acaso? Viene de España-dijo mientras se esforzaba más en elevar su cabeza para mirar mejor.
Lo cierto era que sí había oído la voz en el aeropuerto anunciando la llegada del vuelo; pero jamás supe que su primo venía de España.
Salió un grupo de personas más y entre ellas un chico de cabello rizado, delgado y de tez morena clara.

CAPITULO VEINTE.

-¡Alex!-gritó ____.
El muchacho miró haber quién era la persona que había dicho su nombre y cuando vio a _____ una sonrisa apareció en su rostro.
-¡Prima!-dijo efusivo y corrió a abrazar a _____, soltando así, el par de maletas que tenía en las manos.
Extrañamente, eso no me produjo ni una pizca de celos; sin embargo podía sentir como el raro dolor punzante se acrecentaba dentro de mí.
-Mira, Alex. Él es mi novio-dijo ____ señalándome.
-¿Novio?-preguntó sorprendido-¿De verdad?-me miró, maravillado-Pues, ¡me alegro muchísimo por ti! ¡Por ambos!-corrigió y lo sentí sincero. Él no era mi problema, mi problema era algo ajeno a él-Soy Alex-me dijo extendiéndome la mano.
-Joe-la tomé correspondiendo su saludo-Un placer-le sonreí.
-Vaya, _____. ¡Cómo cambiaste!-dijo dirigiéndose ahora mi novia-La verdad es que pensé encontrarte con todo menos con un novio; a menos de que fuera…
-¿Nick?-preguntó _____.
Alex se encogió de hombros.
-Era lo más probable-musitó.
-Bueno, ¿y qué me dices tu? ¿Alguna que te pretenda? No, no, espera-sacudió la mano para dramatizar-¿Alguna a la que pretendas?-corrigió y enseguida soltó una risita traviesa, tuve que reír también.
-Pues… para tu información-dijo-sí la hay.
-¿Quién es?-preguntó _____, curiosa.
-La chica que va allá-señaló hacía su izquierda, entre toda la gente.
-¿Sabes su nombre?-inquirió _____ buscándola entre la multitud.
-No-musitó con pesar.
-¡Oh! ¡Ya la vi! ¿La chica de la blusa verde?-dijo, ahora entusiasmada.
-¡Sí!
Tuve que mirar también, y a unos cuantos metros divise entre todos a una chica que vestía de verde, cabello castaño y lacio que llegaba un poco abajo de sus hombros.
-Espera, ya vengo…-me jaló de la mano y me arrastró con ella en dirección a la chica, mientras que Alex se quedaba confundido en el mismo lugar.
Pasamos entre todas las personas hasta llegar hasta donde aquella linda chica se encontraba; _____ se interpuso en su camino gentilmente y le sonrió.
-Hola-le dijo, amable.
-Hola-le sonrió la chica, confundida.
-Me llamo _____ y él es mi novio Joseph-le sonreí a la chica cuando me miró-Verás, a mi primo le pareces muy linda y quisiera saber tu nombre-dijo, me sorprendió la amabilidad que estaba usando.
-¿Tu primo?
_____ señaló en dirección a donde estaba Alex y el interpelado disimuló mirando a otro lado. La chica miró y sonrió.
-Me llamo Raquel, y dile a tu primo que es muy lindo-sonrió.
Las facciones de _____ dejaron ver una sonrisa de satisfacción.
-¿Vienes sola?-preguntó.
-Sí, viviré con una tía de ahora en adelante.
-¡Podemos vernos! Digo, ya que no conoces pues…-se encogió de hombros.
-Me encantaría-miró en dirección a Alex.
-¡Genial! Dame tu número y yo te doy el mío-sugirió mi novia.
-Claro.
Ambas se dieron el celular de la otra y grabaron su número allí, tecleando las teclas velozmente para luego regresárselos.
-Espero verlos pronto-comentó efusiva Raquel.
-Lo mismo digo.
Y se despidieron con un movimiento de mano y yo le sonreí. Después la chica, Raquel, se perdió entre toda la multitud.
-Si que te empeñas en ser cupido, ¿verdad?-bromeé.
-Alex me lo agradecerá-sonrió.
Reí junto con ella y la tomé de la cintura para encaminarla de nuevo hasta con Alex que nos esperaba ansioso. Caminamos tres pasos e inmediatamente _____ paró de pronto, sentí cómo su frágil cuerpo se tensó y la miré.
-¿_____? ¿Estás bien?-pregunté, preocupado; y la punzada de dolor invadió todo mi pecho.
Miraba congelada hacia su derecha, del lado contrario al que yo iba. Su respiración comenzó a volverse irregular y me asusté.
-¿_____?-pregunté de nuevo, soltándola de la cintura.
No obtuve respuesta alguna, así que seguí la trayectoria de su mirada. ¿Qué era aquello que la había paralizado de ese modo? Pude visualizar que su vista se fijaba en un chico, delgado y desgarbado; que también miraba a _____ casi de la misma forma.

CAPITULO VEINTIUNO.

-______. Háblame, por favor-rogué con tono áspero-¿Quién era ese tipo?-fue entonces que me miró, sus oscuros ojos estaban llenos de lágrimas de dolor.
El silencio que se produjo por su falta de respuesta sólo duró un minuto, porque después y con el nudo que aun tenía en la garganta, habló.
-No es nadie-musitó, mirando el puño que había formado con sus dos manos.
-¿Nadie? ¿Y te pone así?-dije, incrédulo y con cierto matiz de ironía.
No levantó la mirada de nuevo, pero noté que aplicaba más fuerza en cerrar el puño, hasta que los nudillos se le tornaron de color blanquecino.
-No es nadie, Joe. ¿Está bien?-murmuró, ahora con voz dura-Te veo mañana-salió del auto así nada más, dejándome allí con una expresión insólita dibujada en mi rostro.
Era increíble como es que había aumentado el odio que sentía por ese tipo sin siquiera conocerle. Sentía la sangre hervir bajo mi piel y correr por mis venas en forma acelerada. Sabía que _____ me estaba ocultando algo, y eso era lo que más me tenía molesto. Ése tipo no era tan insignificante como ella quería que pareciera, la hizo llorar y ponerse tensa; ¡¿Cómo diablos pensaba que me lo iba a creer?! Sentí mi cara arder en calor, y los ojos me comenzaron a arder. Los cerré con furia y respiré hondo y profundo; el aire vagó por mis pulmones inflándolos y llenándolos de frescura. Traté de calmarme, mañana sería otro día y esperaba en realidad, que _____ estuviese mejor. Salí del auto y cerré la puerta con un azote; si estuviese en mis cabales, seguro eso era algo que no hubiera hecho, pero esta vez, dejarle algún desperfecto a mi auto era lo que menos me importaba.

El dolor de cabeza con el que desperté no me hizo sentir para nada mejor. Aquella extraña punzada en mi pecho había desaparecido, sin embargo, había dejado secuelas. Me senté sobre mi cama sin abrir los ojos y me llevé una mano a la cabeza enterrándola en mi alborotado cabello. Luego, miré la hora con los ojos entrecerrados; tenía el tiempo exacto para hacer lo que siempre hacía.
Bañarse, vestirse y peinarse. La rutina ahora me parecía intoxicante.
Salí de casa, seis veintidós. Miré hacía la ventana de la habitación de _____, las cortinas estaban cerradas. Fruncí el ceño y tomé mi celular, marqué su número, dos, tres, cuatro veces… ninguna me contestó.
La furia de ayer apareció repentinamente.
Me acerqué a la puerta y toqué el timbre un par de veces. Al minuto, Alex salió.

Capitulo veintidos.

-¿Joe?-preguntó al verme.
-¿Está _____?-mi tono de voz pareció hostil, y Alex pudo notarlo.
-Emm… sí, pero está dormida. Me pidió que te dijera que no irá hoy al instituto, creo que no se siente muy bien-se encogió de hombros, vacilante.
No pude evitar girar airado mi rostro; por supuesto, _____ no había mejorado, al contrario.
-Gracias, Alex-quise modular mi voz para evitar asustar al pobre chico, pero no funcionó del todo, seguía siendo intolerante.
Me giré sin esperar la respuesta del joven rizado y a decir verdad no puedo asegurar que haya dicho algo. Fui directo hasta mi auto y aceleré hasta el instituto; llegué con quince minutos de sobra, y decidí permanecer en mi auto mientras veía como los vidrios de éste se volvían opacos por el frío.
Permanecí sentado en silencio, oyendo solamente cómo los demás autos llegaban y acallaban el motor al estacionarlo; confundido y lleno de pensamientos incoherentes. Di un profundo suspiro, ése tipo significaba para _____ mucho más de lo que me temía y ella por supuesto, estaba más que negada a decírmelo. Entonces pensé en Nick, si alguien sabía quien era ése sujeto, era Nick. Salí del coche anhelando que las horas se pasaran rápido para poder al menos hablar con Nick cuando llegara a casa.
Conduje a casa a una velocidad más elevada de regular, la urgencia de contactar a Nick me hacía que mi pie pisara con fuerza el acelerador. Llegué y lo primero que hice fue ver hacía la casa de _____, las cortinas de su ventana estaban sólo un poco recorridas, lo suficiente como para que la escasa luz del sol que se dejaba entre ver por las espesas nubes se infiltrara por allí. Vacilé un poco, no sabía si ir a buscarle o introducirme a mí casa. Opté por la segunda opción, ya que al menos ayudaría a calmar un poco mis pensamientos incoherentes.
Estuve la mayor parte del día vigilando por la ventana de mi habitación, y sentí un gran alivio cuando vi aparecer a Nick buscando a _____. Aunque se me hacía raro que no llegara después de salir de clases, no le di mucha importancia. Ahora sólo tenía que esperar a que Nick saliera de la casa de _____ para poder hablar con él.
Pasó una hora y veinte minutos según mi reloj de buró, cuando vi salir a Nick por la puerta. Bajé a toda velocidad por las escaleras y casi caí en el último escalón. Abrí la puerta y corrí hacía el Mustang de Nick antes de que este se subiera.
-¡Nick!-grité.
-¿Joe? ¿Qué pasa?-pareció nervioso al verme.
-Eso es lo que yo quiero saber-dije-Y tú me vas a decir.
Abrió los ojos de par en par, Nick era demasiado listo y sabía ya a lo que me refería.

CAPITULO VENITITRES.

Abrió los ojos de par en par, Nick era demasiado listo y sabía ya a lo que me refería.
-Ven, hablemos en mi casa, aquí no.
Lo hice que me siguiera, aturdido y vacilante pero lo hizo. Le ordené que se sentara en los sofás color perla que mamá conservaba desde su antepenúltimo aniversario, y yo me senté justo enfrente de él. Le clavé la mirada.
-Quiero saber que pasa-articulé cada palabra con cierto matiz de autoridad.
-¿Qué pasa con qué?-preguntó Nick, más nervioso que hace unos minutos.
-Nick, tú sabes lo que le pasa a _____, es tu mejor amiga; sabes muy bien que es lo que le ocurre-evidencié.
-Joe, no sé si sea buena idea que yo te cuente-agachó su cabeza y la sacudió haciendo que su melena rizada se moviera densa.
-_____ no me quiere decir, Nick; y lo único que pretendo es poder ayudarla, por favor. Sé que sabes quien era el tipo que ella vio.
Inmediatamente levantó su mirada y la posó en mí.
-Por favor, Nick-supliqué.
-Sí, sé quien era-suspiró, resignado a contármelo. Se inclinó un poco hacía adelante y apoyó sus brazos en sus piernas, dejando sus manos juguetear nerviosas adelante-Verás, cuando _____ tenía dieciséis años se enamoró profundamente-dijo y sentí algo muy parecido al dolor, continuó-Ella conoció al chico, él parecía agradable y por supuesto tenía en cuenta que a _____ le atraía. La trató muy bien los primeros días, incluso sin llegar a ser nada, la hizo sentir especial. _____ se enamoró a tal grado que un día le confesó sus sentimientos, creyendo que él sentía lo mismo hacía ella. Pero no. La hizo llorar al decirle que él estaba enamorado de alguien más, que por ella no sentía absolutamente nada. Lo que más la destrozó fue que, de quien se enamoró el fue de una de sus mejores amigas, Sunny no sé que-movió la mano restándole importancia al apellido que no recordaba-Quien aseguró a _____ que ella haría lo posible por ayudarla con… él.
-¿El tiene nombre?-quise saber.
Nick silenció por un segundo y luego asintió ligeramente con la cabeza.
-Dan-musitó con un aire de rencor-El tipo la ilusionó, le hizo creer quien sabe cuantas cosas; _____ se enamoró y Sunny le prometió que le ayudaría con Dan, pero fue todo lo contrario. Destrozaron a _____, lloró día tras día y noche tras noche. Desde esa vez, ella prometió no volverse a enamorar, se volvió fría, poco sociable; hasta que llegaste tú y bueno, el resto de la historia ya la sabes.
-Entonces… el sujeto que ella vio en el aeropuerto era ése tal Dan…-musité, horrorizado.
Nick sólo asintió con la cabeza.
-Pero, ¿cómo? ¿Volvió? ¿A dónde se fue?-las preguntas se multiplicaron conforme se me otorgaban respuestas.
-No lo sé muy bien, yo creo que sí. Cuando le destrozaron el corazón a _____. Ellos dos se fueron a estudiar a alguna parte de California, sinceramente fue lo mejor que pudieron haber hecho después de lo que pasó. No se tuvieron más noticias de ellos puesto que entramos a la Universidad al año siguiente. Sin embargo, parece que él se atrevió a regresar.
-¿Con ella? ¿Con Sunny?
-Al parecer venía solo.
Maldije en mi fuero interno con toda la furia que a mis diecinueve años pude acumular. Así que eso era lo que la tenía tan mal, el idio’ta que le hizo daño en el pasado había vuelto, y sin su novia. Eso sin duda era un peligro.
-¿Cómo esta ella?-pregunté con un tono áspero, hundiendo mi mirada en la alfombra verde olivo de la sala.
-Mal, sinceramente-suspiró-Ha sido algo muy fuerte…
Levanté la mirada, incrédulo y ofendido a la vez. Nick notó mi mala cara y se interrumpió a sí mismo. Pero luego continuó.
-Sólo… apóyala, ¿sí?
-¿Apoyarla? ¿De qué forma?
-Sólo hazle saber que no está sola y que te tiene a ti.
¡Exacto! Me tenía a mí, ¿por qué rayos se sentía mal si ya tenía a alguien más en su vida? Excepto que… sacudí la cabeza, no. Ella no podía sentir nada por él, ya no, ¿verdad?
Me sentí mal ante la perspectiva de que ______ sintiera alguna especie de amor por ése tipo. ¿Y si ella no lo había olvidado? ¿Y si ella aun le quería? Las preguntas tropezaron unas con otras en el desorden de mi mente.
-Joe, hermano. ¿Estás bien?-me preguntó Nick, preocupado ante mi expresión de desconcierto.
¿Qué se supone que le tenía que decir? ¿Si?
-No, Nicholas… no estoy bien-dije con tono áspero.
-Tranquilo, ¿si?-se levantó del sofá y me palmeó la espalda-Tengo que irme.
Me quedé allí sentado, inmóvil, mientras que oí el rechinar de la puerta cuando Nick salió. Los pensamientos iban y venían en mi cabeza. Pensamientos para nada tranquilos. ¿Qué se suponía que yo tenía que hacer? ¿Ayudarla? ¿De qué forma? ¿Qué tipo de apoyo es el que ella necesitaba?
Me fui a mi habitación. No probé alimento alguno hasta que la noche se llegó e increíblemente, aun no le encontraba solución alguna a todo esto. Miré el reloj con impaciencia. Las nueve con treinta y dos minutos de la noche. Ninguna llamada por parte de _____. ¿Y si yo la llamaba? ¿Estaría eso bien? Resoplé frustrado. Genial. Ahora me cuestionaba a mi mismo si llamar a mi novia estaría bien.
Oí a lo lejos que Kevin había llegado a casa. Después del plan de la boda, se había convertido en un hombre muy ocupado y aunque viviéramos en la misma casa existían a veces días en los que no lo vislumbraba por ningún lado. Esperé a que saludara a mamá y a que subiera a su habitación. Cuando por fin pude distinguir sus pasos en el pasillo salí de mi habitación.
-Kevin-lo llamé.
Se giró antes de entrar a su habitación y me miró.
-¿Dime?
-Puedes regalarme un momento, ¿por favor? Necesito un… consejo-no sabía si la palabra ‘consejo’ era la adecuada, por que lo único que necesitaba era que alguien me escuchara, me entendiera; pero sabía que Kevin, dos años mayor que yo y con más experiencia terminaría por darme aquello que le pedí.
-Por supuesto-dijo y fijó toda su atención en mí.
Le hice seña de que pasara a mi habitación y después de que lo hizo cerré la puerta para tener más privacidad. Kevin se sentó en mi cama y yo me quedé de pie junto a el.
-No te ves muy bien-observó.
-No lo estoy-admití, frunciendo el ceño.
-¿Pasó algo malo? ¿Tuviste problemas con _____?-Kevin me conocía desde hace diecinueve años y conocía cada expresión que en mi rostro se dibujara. La mayor parte del tiempo acertaba, como hoy.
-No exactamente…-hice una mueca y me senté en la silla del escritorio que tenía-¿Tú sabes por qué _____ dejó de creer en el amor?
-Le hicieron daño, ¿no?
-Sí, y adivina qué… el idi’ota ése ha vuelto-dije y pude sentir la furia acumulada dentro de mí.
Mi hermano abrió sus ojos de par en par y el verde de sus pupilas se dilató ante la sorpresa.
-¿Vo… volvió?-repitió, incrédulo.
Me limité a asentir con la cabeza, furioso.
-¿Y _____, lo sabe?-preguntó.
-Ella lo vio, ayer. Hoy no ha salido de su casa y podría apostar que tampoco de su habitación… le afectó más de lo que dice-la voz se me desvaneció al final de la oración y bajé la mirada como un perdedor.
-¿Y el? ¿Quiere regresar con ella?
-No lo sé, y si lo quisiera no sería exactamente regresar… ellos nunca estuvieron juntos. Pero, ella lo…-me saqué fuerzas de donde no las tenía para intentar pronunciar lo que le seguía a la frase-quiso demasiado.

por **Yhosdaly** Vie 22 Jun 2012, 5:58 pm

Ssssss, no sabia que habia nueva temporada! :(
Siguelaaaa
Muero x saber que sigue!
Siguela piedad!
Att: tu fiel lectora!

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