Re: Simplemente no quiero extrañarte esta noche [ Joe Jonas y Tú ] ♥ 2da TEMPORADA .

por **MaleeJonas** Sáb 02 Jun 2012, 12:49 pm

Awwwwwwwwww... Cada vez son mas tiernos... SIGUELAAAAAA

por **DannyD'Jonas** Sáb 02 Jun 2012, 12:51 pm

MaleeJonas escribió:Awwwwwwwwww... Cada vez son mas tiernos... SIGUELAAAAAA

:)

por **@ntonella** Dom 03 Jun 2012, 8:00 pm

AWWW

Simplemente no quiero extrañarte esta noche [ Joe Jonas y Tú ] ♥ 2da TEMPORADA . - Página 2 450641

me encantaaaaa....
tienes que seguirla pronto...
quiero saber que pasara luego :)

por **fernanda** Dom 03 Jun 2012, 8:29 pm

AWWWWWWWWWWWWWWWW :arre:
ese joe en un tierno baba

síguela POR FAVOR!

por **DannyD'Jonas** Lun 04 Jun 2012, 5:41 pm

CAPITULO SIETE ,

¿Desayuno? ¿Podía ser más hermosa?, ella decía que yo era cursi, pero a ella a veces le gustaba también tener sus propias cursilerías, aunque no veía esto como cursi, me regaló la posibilidad de probar algo hecho por ella y hacerlo con ella.
Me apresuré un poco, si me estaba esperando desde las siete, posiblemente preparó el desayuno antes y debe tener hambre; reí un poco, _____ preparando algo de comer, levantándose temprano y todo sólo por mí. Sin duda la amaba demasiado.
Salí de la ducha, secándome con la toalla azul marino que había comprado hace un par de meses, sentí el roce cálido en mi espalda y me apresuré a secarme. Me vestí en seis minutos, pero el cabello me costaría un poco más de tiempo. Lo arreglé obligando a mis dedos a moverse rápido y quedó tan igual que siempre. Bajé con las mismas zancadas que las del día anterior.
-¿No desayunas?-me reprochó mamá.
-Sí, en casa de _____-dije a prisas y salí; sólo pude escuchar la risa burlona de mi madre detrás de mí antes de cerrar la puerta.
Corrí a través de la calle y llegué a la acera de enfrente, llamé a la puerta un par de veces hasta que la belleza de _____ me deslumbró como el sol en la mañana.
-Lo siento-dije.
-No importa, pasa.
-Así que me preparaste el desayuno-sonreí.
-Sí, pero no te burles. Tú sabes que no soy… una experta-torció el gesto.
-No reiré, lo prometo.
Me hizo la seña de que me sentara a su mesa, una mesa rectangular de roble con un mantel bordado blanco. Llegó y colocó un plato con tres Hot-cakes en el y me puso la miel de Maple a un lado. Luego colocó un tenedor, un cuchillo y un trocito de mantequilla sobre un plato pequeño.
-Feliz día de san Valentín-se agachó un poco para quedar a mi altura y me besó en la mejilla.
Le sonreí, sabía que _____ nunca había celebrado un San Valentín, y a pesar de eso, lo estaba haciendo de maravilla. Se sentó en frente de mí en aquella mesa y se sirvió su plato, con un Hot-cake menos que el mío.
-¿Tenemos planes?-preguntó, curiosa.
-Sí-sonreí y me llevé a la boca un bocado de aquel desayuno-Está delicioso.
-¿Tú crees?-dijo mirando el pedazo de Hot-cake enterrado en su tenedor antes de comerlo.
-Sí-reí-No eres un cero a la izquierda en la cocina después de todo-bromeé.
-Gracioso. Bueno, ¿y los planes son…?
Mi celular sonó al momento de que le iba a contestar, lo tomé y miré el nombre que se dibujaba en la pantalla.
-Es Kevin-mascullé.
-Contesta-me instó, relajada.
Apreté el botón verde del teclado del celular y me llevé el móvil a la oreja.
-¿Dime?
-Joe, discúlpame si tienes planes con _____ esta noche, pero te pido que los rehagas.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Bueno, no precisamente rehacerlos. Verás, hice una reservación en el restaurante Ralph Lauren para pedirle matrimonio a Andrea; pero quiero que toda la familia esté presente.
-Pero Kevin…
-Por favor, Joe. Te necesito hermano. Tienes que traer a _____ también.
Suspiré de alivió.
-Está bien. ¿A qué hora es la reservación?
-A las nueve de la noche.
-De acuerdo, allí estaremos. Adiós, suerte.
Colgué el teléfono y miré a _____.
-¿Estaremos?-preguntó.
-Kevin hizo una reservación en Ralph Lauren para…-me obligué a devolver la mitad de la frase hacia el interior de mi garganta-para hoy en la noche-y terminé por componerla de otra forma.
-¿Para todos?
Asentí con la cabeza una sola vez.
-Pero no te preocupes-dije-nuestros planes no se ven interrumpidos, no si recorremos la hora un poco. ¿Recuerdas? ¿Película y palomitas?
Me sonrió, complacida.
Terminamos de comer y salimos en busca de alguna película para mirar en la sala de _____. Llegamos hasta un video club cercano y _____ se dirigió inmediatamente hacia las películas románticas, seguro ya tenía una en mente. La seguí a paso largo, entre sus manos tenía una película llamada ‘The notebook’.
-¿Me creerías si te digo que nunca la he visto completa?-torció el gesto.
-Veámosla entonces-até mi brazo a su cintura y ella me dio instantáneamente una sonrisa.
No era muy fanático de las películas románticas, prefería algo más cómico. Pero un deseo de _____ para mí era una orden.
Nos dirigimos hasta el mostrador para pagar la renta de la película.
-Por un día, por favor-le señalé al joven situado tras el mostrador.
Recibió mi dinero y me dio el cambio junto con la película embolsada en una bolsa de plástico con el nombre de la tienda grabado.
-¿Hasta qué hora tenemos?-preguntó al salir de la tienda.
-Kevin hizo la reservación a las nueve de la noche, creo que sería buena idea terminar hasta las ocho; así te alcanzas a arreglar. Si a eso te refieres.
Asintió con la cabeza y se quedó pensativa por un segundo.
-¿Arreglar? ¿Es un restaurante elegante?-hizo un mohín.
-Sí.
-Genial-resopló-Volveré a usar vestido.
Solté una carcajada.
-No recordaba que no te gusta usarlos; pero ¿sabes? Te veías hermosa en aquel vestido violeta que usaste la noche de nuestra primera… cita.
Me miró de prisa y en sus mejillas apareció esa pincelada rosa que tanto me gustaba.

CAPITULO OCHO .

Intentó levantar aquella prenda que vestía mi cuerpo, pero instantáneamente me separé de ella y la detuve.

-¿Qué haces?-pregunté, confundido.
-Te quiero-susurró.
-Yo también-musité sin entender aún.
Ella rió un poco y se acercó de nuevo a mis labios.
-Te quiero a ti-susurró, muy cerca de ellos.
Y entonces comprendí a lo que se refería. Me aparté, mirándola con reproche.
-Debes de estar bromeando-le dije y ella enseguida me miró confundida.

Se levantó de inmediato y se sentó de nuevo en el suelo. Con los brazos abrazando sus rodillas y hundiendo su mirada en un punto de la oscuridad.

-_____-me levanté también. Y articulé su nombre con la voz más dulce que pude hacer-¿Estas molesta?-pregunté, acercándome a ella.
-No-me dijo, tajante.
Suspiré.
-_____-volví a insistir-Discúlpame-hice que me mirara, atrayendo su rostro hacía el mío-Escucha, eres demasiado importante para mí, ¿comprendes eso? no haría nada que fuera una falta de respeto; eres demasiado especial y quiero que esto también sea especial y a su tiempo. Quiero hacer las cosas como Dios manda, por que me importas.
Le acaricié la mejilla y ella agachó la mirada.
-Soy tan tonta-masculló.
-______, ¿quieres dejar de hacer eso?-le insistí.
-¿Qué cosa?
-Culparte. Si supieras cuán difícil es resistir.
Ella soltó una risita dolida.
-Dímelo a mí-dijo con sarcasmo.
-Hagamos algo. Olvidémonos de este incidente, ¿sí? Terminemos de ver la película; recuerda que tenemos hasta las ocho-le acaricié la mejilla y besé la punta de su nariz.

Me sonrió y se acomodó de nuevo en su lugar, me atrajo hacia si y se acomodó una vez más en mi regazo.
La película trascurrió proyectando cada escena en el televisor, ahora no tenía ni una pizca del sueño que antes se apoderaba de mí; estar a lado de _____ era lo suficientemente bueno como para desperdiciar el rato durmiendo. De vez en cuando sentía como el abdomen de _____ se inflaba debido a los suspiros que dejaba escapar al ver las románticas escenas de la película y cómo mi brazo al descansar arriba de este, subía también. Su cabello me quedaba cerca del rostro puesto que su cabeza descansaba sobre mi pecho, y el aroma a frutas de sus cabellos se infiltraba en mi nariz. Era como estar en un paraíso propio.

La hora pasó volando, y el reloj que _____ tenía sobre una de las mesas de cristal que se situaban a los lados de su sofá marcaban las ocho con dos minutos.
-Es hora de comenzar a prepararnos-dije, incorporándome del suelo.

-Aun no entiendo-musitó, levantándose también.
-¿Qué cosa?-exigí saber, mientras aventaba un cojín a una de las orillas del sillón.
-¿Por qué Kevin nos invitó a todos? Así, de última hora.
-Amm…-lo cierto era que sabía la respuesta a la pregunta que _____ había hecho; pero no podía decirlo, todos se enterarían de la propuesta de matrimonio en el momento que Kevin quisiera y no podía darme el lujo de robarle el derecho-Pues… no lo sé-dije al fin.

CAPITULO NUEVE .

Intentó levantar aquella prenda que vestía mi cuerpo, pero instantáneamente me separé de ella y la detuve.

-¿Qué haces?-pregunté, confundido.
-Te quiero-susurró.
-Yo también-musité sin entender aún.
Ella rió un poco y se acercó de nuevo a mis labios.
-Te quiero a ti-susurró, muy cerca de ellos.
Y entonces comprendí a lo que se refería. Me aparté, mirándola con reproche.
-Debes de estar bromeando-le dije y ella enseguida me miró confundida.

Se levantó de inmediato y se sentó de nuevo en el suelo. Con los brazos abrazando sus rodillas y hundiendo su mirada en un punto de la oscuridad.

-_____-me levanté también. Y articulé su nombre con la voz más dulce que pude hacer-¿Estas molesta?-pregunté, acercándome a ella.
-No-me dijo, tajante.
Suspiré.
-_____-volví a insistir-Discúlpame-hice que me mirara, atrayendo su rostro hacía el mío-Escucha, eres demasiado importante para mí, ¿comprendes eso? no haría nada que fuera una falta de respeto; eres demasiado especial y quiero que esto también sea especial y a su tiempo. Quiero hacer las cosas como Dios manda, por que me importas.
Le acaricié la mejilla y ella agachó la mirada.
-Soy tan tonta-masculló.
-______, ¿quieres dejar de hacer eso?-le insistí.
-¿Qué cosa?
-Culparte. Si supieras cuán difícil es resistir.
Ella soltó una risita dolida.
-Dímelo a mí-dijo con sarcasmo.
-Hagamos algo. Olvidémonos de este incidente, ¿sí? Terminemos de ver la película; recuerda que tenemos hasta las ocho-le acaricié la mejilla y besé la punta de su nariz.

Me sonrió y se acomodó de nuevo en su lugar, me atrajo hacia si y se acomodó una vez más en mi regazo.
La película trascurrió proyectando cada escena en el televisor, ahora no tenía ni una pizca del sueño que antes se apoderaba de mí; estar a lado de _____ era lo suficientemente bueno como para desperdiciar el rato durmiendo. De vez en cuando sentía como el abdomen de _____ se inflaba debido a los suspiros que dejaba escapar al ver las románticas escenas de la película y cómo mi brazo al descansar arriba de este, subía también. Su cabello me quedaba cerca del rostro puesto que su cabeza descansaba sobre mi pecho, y el aroma a frutas de sus cabellos se infiltraba en mi nariz. Era como estar en un paraíso propio.

La hora pasó volando, y el reloj que _____ tenía sobre una de las mesas de cristal que se situaban a los lados de su sofá marcaban las ocho con dos minutos.
-Es hora de comenzar a prepararnos-dije, incorporándome del suelo.

-Aun no entiendo-musitó, levantándose también.
-¿Qué cosa?-exigí saber, mientras aventaba un cojín a una de las orillas del sillón.
-¿Por qué Kevin nos invitó a todos? Así, de última hora.
-Amm…-lo cierto era que sabía la respuesta a la pregunta que _____ había hecho; pero no podía decirlo, todos se enterarían de la propuesta de matrimonio en el momento que Kevin quisiera y no podía darme el lujo de robarle el derecho-Pues… no lo sé-dije al fin.

por **@ntonella** Lun 04 Jun 2012, 8:30 pm

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa......
me encantaron los cap :D

por **fernanda** Lun 04 Jun 2012, 8:57 pm

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! :cheers:
amo esta nove :D
SÍGUELA! :P

por **Jula_p** Mar 05 Jun 2012, 4:28 pm

Me encanto sigueee

por **DannyD'Jonas** Jue 07 Jun 2012, 10:00 am

CAPITULO DIEZ .

La hora pasó volando, y el reloj que _____ tenía sobre una de las mesas de cristal que se situaban a los lados de su sofá marcaban las ocho con dos minutos.
-Es hora de comenzar a prepararnos-dije, incorporándome del suelo.
-Aun no entiendo-musitó, levantándose también.
-¿Qué cosa?-exigí saber, mientras aventaba un cojín a una de las orillas del sillón.
-¿Por qué Kevin nos invitó a todos? Así, de última hora.
-Amm…-lo cierto era que sabía la respuesta a la pregunta que _____ había hecho; pero no podía decirlo, todos se enterarían de la propuesta de matrimonio en el momento que Kevin quisiera y no podía darme el lujo de robarle el derecho-Pues… no lo sé-dije al fin.
-Demonios…-masculló, pero para si misma en realidad.
-¿Qué pasa?
-No tengo vestido para ir-torció el gesto.
Reí y moví la cabeza negativamente.
-Sí, sí lo tienes-le dije-Recuerda que Alice te trajo un vestido de gala, blanco.
-Mamá…-bufó y volví a reír-Lo había olvidado.
-Claro, anda ve; no dudo que te verás hermosa-le sonreí y en sus mejillas apareció el tímido rubor que tanto me gustaba.
-¿Qué usarás tú?-preguntó.
-No lo sé aun. Ya veré que me encuentro-bromeé-Te veo en un rato-me despedí de ella besando su frente y salí de su casa.
Al cruzar la calle recordé lo que hace unos minutos había sucedido. En aquel momento, si no paraba sus delicadas manos, quizá no hubiera podido encontrar el pudor para detenerla. Claro que quería estar con ella, era lo que mi corazón venía deseando desde el primer momento en que ella se atravesó en mis ojos. Pero amaba su alma y cada fragmento de castidad en ella.
Llegué hasta mi habitación, busqué entre mi armario algo digno de esta noche. Encontré un traje de cuya tela desconocía el nombre, pero era suave; en color negro brillante, con el saco de solapas grandes; una camisa en el mismo tono y una delgada corbata amarilla. Puse todo sobre mi cama y antes de comenzar a vestirme miré curioso por mi ventana en dirección a la ventana de la habitación de _____, sus cortinas estaban cerradas. Reí un poco, sin tener muy en claro cuál era la gracia. Luego comencé a deslizar por mi cuerpo aquel elegante traje después de haberme quitado lo que llevaba puesto antes.
Me miré al espejo un par de veces antes de convencerme a mi mismo de arreglar mi cabello una vez más. La verdad es que la vanidad era algo que de vez en vez de me tomaba de la mano y me hacía caminar junto a ella. Retoqué mi cabello de forma rápida, faltaban veinte minutos para las nueve de la noche y Kevin gritaba mi nombre con una desesperación inigualable. No quise ser egoísta y me di prisa. Bajé con presteza teniendo cuidado con mi traje y mi cabello y me reuní con mi familia que ya esperaban por mí. Mamá como siempre, lucía tan joven con lo que sea que se pusiera; en esta ocasión llevaba un vestido negro con gemas incrustadas en él; una prenda que creo papá le había comprado hace un año en París. Papá iba formal, con un traje en tono grisáceo y una camisa azul celeste acompañada de una corbata en rayas horizontales de color azul rey y azul marino.
-Recuérdame que debo de darte más comida-observó mi madre, casi de broma, pero con un cierto punto de verdad.
-No estoy tan delgado mamá-puse los ojos en blanco. La verdad era que el traje se ajustaba a mi cuerpo con perfección que me hacía lucir menos de los sesenta y cuatro kilos que realmente pesaba.
-Sí, sí bueno. Discutamos los problemas de la anorexia de Joe mientras caminamos a la camioneta y Joe va por su novia-dijo Kevin apresurándonos a salir por la puerta.

por **@ntonella** Jue 07 Jun 2012, 8:53 pm

continuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..... please

por **Meliisa30** Vie 08 Jun 2012, 6:40 pm

siguela! porfavor

por **Cyntia Zepeda** Dom 10 Jun 2012, 9:47 am

Siguelaaa :D

por **@ntonella** Dom 10 Jun 2012, 1:04 pm

continualaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **DannyD'Jonas** Mar 12 Jun 2012, 2:39 pm

CAPITULO ONCE.

Corrí a llamar a la puerta de la casa de _____ y está vez; su belleza me deslumbró más que en otras ocasiones. Lucía el hermoso vestido blanco que Alice le había traído de su último viaje, éste se ajustaba a su cuerpo con tal encanto que de momento la mente se me desconectó, quedando fascinado por la belleza que tenía justo delante de mí. Su castaño cabello lucía ondulado y caía sobre sus hombros desnudos, el brillo del vestido refulgía con las lámparas de la acera.
-¿Demasiado?-preguntó, haciendo una mueca.
Negué con mi cabeza, aun embobado por completo.
-Perfecto-musité.
El rubor corrió por sus mejillas poco maquilladas. Eso era lo que me encantaba de _____, era bella al natural, lo único que se ocupaba en resaltar eran sus bellos ojos oscuros que ahora me reflejaban.
El exorbitante sonido de la bocina de la camioneta de Kevin me hizo pisar tierra de nuevo. Tomé a _____ de la mano y ella cerró la puerta tras de sí. Nos encaminamos hasta el vehículo y le dí la mano a _____ para ayudarla a subir primero, luego subí yo, colocándome a su lado en el asiento trasero.
Miraba por la ventanilla cómo las luces de las lámparas de la calle se volvían borrones brillosos al pasar rápido, busqué la mano de _____ y la tomé, luego seguí mirando a través del vidrio polarizado aquellos manchones de luz que dejábamos atrás.
Llegamos al dichoso lugar faltando exactamente cuatro minutos para las nueve. Miré por encima de las cabezas de mis padres y pude ver a Andrea acompañada de sus progenitores, esperando por nosotros. Bajamos todos. Ayudé a mi novia a bajar y ella cuidó de no pisarse el vestido.
El ballet parking se ocupó del vehículo entre tanto que íbamos al encuentro con la familia de Andrea. Miré la fachada del restaurante. Un lujo así no se le daba a cualquiera, sin duda Andrea era especial para Kevin. Los ladrillos del edifico eran de un bello color beige y los ventanales inferiores eran grandes en realidad, a través de ellos lo único que se podía observar eran las grises cortinas y la luz amarillenta de las lámparas del interior. Más abajo, en la entrada, arriba de la lona azul marino de terciopelo de la puerta, indicaban con letra en color oro el nombre del restaurante. Y la puerta era tan amplia como una sola de las paredes de mi habitación; tenía cristales y los filos de madera barnizada en un radiante brillo.
-Paul, Denisse-saludaron los padres de Andrea a los míos-Kevin, muchacho-le dieron un apretón de manos, cariñoso-Joseph y _____-y repitieron la acción con nosotros.
_____ y Andrea se sonrieron de oreja a oreja, y los ojos de ésta última tenían un brillo especial.
-¿Entramos?-sugirió Kevin.
Todos le seguimos. Tomé a _____ de la cintura y me apresuré a caminar junto con ella. Al parecer también se había quedado maravillada de la magnificencia del lugar. Al entrar, el ambiente refinado era algo hogareño. Nos escoltaron hasta una mesa rectangular con seis sillas forradas en piel color ciena tostada. La cristalería sobre el blanco mantel reflejaba toda aquella pequeña partícula de luz y justo en el centro de la mesa, un dorado jarrón sostenía seis rosas rojas que desprendían su delicioso aroma.
Ocupamos las sillas a los costados de la mesa, cuatro de cada lado. Mi madre, papá, _____ y yo nos sentamos en unas; y Kevin, Andrea y sus padres, en las del frente. Miré la pared llena de cuadros de personajes desconocidos para mí, mientras esperaba a que los demás se decidieran por algo del menú.
-¿Qué vas a pedir?-me preguntó _____ en un susurro.

CAPITULO DOCE ,

-Amm…-la miré, las piedras de su vestido blanco brillaban en gran manera haciendo que se me dificultara un poco el respirar, teniéndola así de cerca-Este…-miré la carta del menú que tenía en sus manos-¿Tú qué quieres?
-Lo que sea que tú pidas, sabes que soy un cero a la izquierda en eso de los nombres elegantes de comidas poco apetitosas-musitó.
Reí ante su comentario.
-¿Quieres probar la langosta?-le pregunté e instantáneamente me hizo un mohín-De acuerdo no, qué tal…-examiné el menú buscando algo que fuera del agrado de _____-¿Carne de res?
-Eso está mejor, pídelo, sea lo que sea.
Reí de nuevo y le dije al mesero lo que queríamos. Luego, volví mi mirada a los cuadros. Me pregunté hasta qué momento daría Kevin la noticia. No sé él, pero yo estaba ansioso. Seguro antes de brindar, eso sería bueno, así, tendríamos una razón para hacerlo, aunque _____ y yo brindáramos con agua. Miré luego a Andrea, lo cierto es que se veía muy hermosa esta noche con el bello vestido en tono amarillo claro que usaba, su cabello suelto desprendía un brillo muy lindo que se reflejaba en los ojos verdes de Kevin. Sonreí. Andrea era una chica maravillosa, la chica que te entregaba su apoyo incondicional, la que te animaba cuando estabas en depresión, dulce, tierna y sencilla, la mejor amiga que siempre estaba allí; y eso era precisamente para mí, no sólo se convertiría en mi cuñada sino también, era mi mejor amiga y como una hermana para _____.
La comida llegó y se nos fue servida, de vez en cuando se me escapaban sonrisitas divertidas al ver a _____ mirar raro la comida de su plato. Trece minutos después –sí, los conté- Kevin se levantó de su asiento, tomó una copa de cristal y con un tenedor la golpeó levemente, atrayendo la atención de todos los que estábamos en la mesa, y también de uno que otro que no lo estaba.
-Mamá, papá, Jesús, Yasmira, Joe, _____; esta noche quiero hacerlos testigos del gran amor que le tengo a Andrea-la miró mientras ella le regalaba una mirada confusa con sus ojos miel-Está noche, Andrea…-se arrodilló ante ella y Andrea se llevó inmediatamente la mano a la boca, emocionada; mientras que _____ la abría desmesuradamente ante la sorpresa y emoción-Quiero confesarte que eres la chica más maravillosa que pude encontrar entre todo este mundo, la única que complementa mi otra mitad, con la que quiero despertar cada mañana, y cada noche, antes de irme a dormir, poder mirar tu rostro a mi lado. Quiero demostrarte que te amo, sin condición alguna, y quiero que pases el resto de tu vida… junto a mí-sacó la pequeña cajita aterciopelada y la abrió ante ella, mostrando un bellísimo anillo de oro blanco con un pequeño diamante al centro en forma de corazón y a cada lado, un par de piedras más pequeñas.
Andrea se llevó la otra mano a la boca, teniendo así las dos. Sus mejillas eran coloreadas por un rojo vivo que en realidad se le veía hermoso y sus ojos brillaban con una inmensa luz, llenos de lágrimas de emoción.

CAPITULO TRECE ,

Andrea se llevó la otra mano a la boca, teniendo así las dos. Sus mejillas eran coloreadas por un rojo vivo que en realidad se le veía hermoso y sus ojos brillaban con una inmensa luz, llenos de lágrimas de emoción.
Me ocupé en ver la expresión de cada uno de los que estábamos allí. _____ casi gritaba de la emoción; en mamá y papá refulgía el orgullo de un hijo como Kevin; y en los padres de Andrea, habitaba la sorpresa y fascinación. De los ojos de Andrea salieron lágrimas y como impulsada de su silla se levantó y alzó a Kevin que aun estaba de rodillas y ambos, se unieron en un fuerte abrazo. Eso parecía ser un sí, y todos nos alegramos al instante. Miré a _____, cuyos ojos se empañaban un poco, igual que los de mamá y Yasmira, la madre de Andrea. Kevin brilló de felicidad y Andrea estaba inconteniblemente radiando alegría.
-¡Sí!-expresó, articulando efusivamente la palabra.
Después y como momento mágico de película, mi hermano y su prometida se unieron en un beso tierno, demostrándose cuánto es que se amaban, dejándose en claro que ninguno de los dos podía vivir sin el otro. Eso me hizo recordar la película que había visto con _____ horas antes. Mis padres y los de Andrea se levantaron de su asiento, y yo, copiando el acto, lo hice también. Todos felicitamos a ambos, ______ abrazó a Andrea y ambas se soltaron a llorar de la emoción.
La cena trascurrió el resto de la noche hasta las diez treinta, y terminó con la maravillosa noticia de la boda de mi hermano y Andrea. Partimos a casa, y dejé a ______ en la suya, le agradecí por habernos acompañado y me despedí de ella con un tierno beso. Mañana sería de instituto y no podía dejar que se retrasara en sueño.

Amanecí cargado de pereza, la noche anterior había sido muy larga a pesar de que la había pasado bastante bien. Miré el reloj, se me hacía tarde para ir al instituto así que me levanté de prisa y me bañé en menos de cinco minutos para vestirme y arreglar el mojado cabello que tenía en la cabeza. Salí corriendo hacía la casa de _____, a pesar de haberme tardado más de lo debido, ella aun no bajaba a encontrarme; o quizá lo había hecho y al no verme se introdujo de nuevo a su casa para combatir el frió que hacía esa mañana. Miré la pantalla de mi celular para ver si acaso tenía una llamada perdida debido a eso, pero no; así que me tranquilicé y guardé de nuevo el móvil en el bolsillo de mi pantalón.
Segundos después la miré bajar y llegar hasta mí, lucía hermosa con la blusa azul que había elegido usar ese día. Mi color favorito.
-Buenos días-dije.
-Buenos días-me sonrió.
Le abrí la puerta del coche al cruzar la acera para que se introdujera a este. Luego subí yo por el otro lado, encendí el motor y nos dirigimos a su instituto para luego quedarme yo en el mío después.
Las seis horas de monótono aburrimiento pasaron tan lentas como el otro día, pero esta vez no había gotas de lluvia que me entretuvieran solo un aire gélido que bailaba en el exterior y se infiltraba por la ventana. Salí y me dirigí al auto negro del que era dueño pero antes de subir, una chica me obligó a que colocara mi atención en ella.
-Joe-musitó tímida detrás de mí.

por **Meliisa30** Mar 12 Jun 2012, 9:50 pm

Siguela♥

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