Más allá de las miradas |One Direction| TERMINADA

– ¡Qué bello eres! ¡Te amo! –le di un gran beso. Estar con él hacía que me olvidara de todas las personas, al despegar mis labios de los suyos pude notar a todos los del vagón viéndonos– ¡Qué pena! –Dije para mis adentros. Ellos solo nos compartieron una sonrisa tímida, hundí mi cabeza en el hombro de Harry mientras él con sus dedos acariciaba mis cabellos. Todo el trayecto estuvimos callados debido al espectáculo que yo había comenzado.
– Llegamos sanos y salvos –comentó Harry al bajarse.
– No seas tonto –le repliqué– eso no es la gran cosa.
– Si tú lo dices que eres la experta –se encogió de hombros y luego me agarró por la cintura para darme un beso tierno.
– ¿Quieres divertirte? –Me mordí los labios, ansiosa.
– Claro –dijo dudoso. Lo jalé fuerte llevándolo a la pista de patinaje.
– ¿Qué se supone…? –Iba a decir algo pero lo interrumpí al instante.
– Shh –le tapé la boca con mis dedos. Me acerqué a la recepción donde daban los patines y cobraban por entrar–. Disculpen, 2 patines por favor.
– ¿Qué talla? –Preguntó el muchacho.
– 38 –respondí por mí– ¿y tú Harry? –Lo señalé.
– Creo que en Londres no es igual que aquí –soltó una risilla.
– A ver, dame los Zapatos que tienes puestos –le ordené, luego de que me los pasara se los mostré al chico que inmediatamente me dijo que eran talla 42, mis ojos se abrieron como plato ante tal talla, vaya que era "patón". Nos pusimos nuestros respectivos Patines, recordé la cara del señor al escucharme como hablaba perfectamente el inglés con Harry y luego el español con él. Esperamos nuestro turno, por suerte habían pocas personas y ninguna chica con cara de ser fan de ellos, luego de un rato nos montamos, Harry era algo torpe, yo tan solo me reía de él, no habíamos dado dos vueltas cuando ya se había caído en el piso tres veces y ni contar los momentos que medio se resbaló.
– No te rías –me comentó– te voy agarrar –trató de llegar hacía donde estaba, pero simplemente no iba a poder nunca.
– Si puedes –lo reté. Estaba muriéndome a carcajadas viendo a Harry tratando de alcanzarme, mientras él se agarraba por el borde, yo patinaba por el centro. Al dar una vuelta pude notar la cara de enojo de Harry, lo miré pero al darme cuenta de cómo sus ojos torcieron los míos intenté patinar rápido hacía donde estaba él–. Disculpa Harry –le dije con voz baja, pero volteó la cara para el otro lado– mírame –le supliqué. Sus manos se posaron en mi cintura velozmente e hizo que me resbalara al verme yo misma casi tirada en el suelo me enganché de Harry, lo que originó que se cayera justo encima de mí.
– Te caíste –dije entre risas. Mis manos rodearon su cuello y le planté un suave beso.
– Sabes que hay gente alrededor viéndonos ¿no? –Me advirtió. Mis ojos se alarmaron y me levanté al instante y en efecto, veía a todo el mundo, pero mi sorpresa fue al observar a chicas que se encontraban gritando y llorando ¿de dónde había salido tanta gente? hace rato el lugar estaba solo y ahora estaba lleno de cientos de fans, esto era una locura.
– ¿Cómo me atreví a salir sin Paúl? –Comentó Harry algo asustado. Algunas trataron de pasarse por el muro que dividía la pista del pasillo donde uno se colocaba el patín. Estaba asustada por lo que fuera a pasar. No sé como hicimos pero salimos de aquél lugar en menos de una hora, con ayuda claro, Harry saludo y se tomó fotos con algunas fans. Llegamos a mi casa cansados, subimos lentamente las escaleras y lo conduje a mi cama, estaba intacta como para arruinarla en este instante. Posé mis manos en su cuello y comencé a repartir besos en sus suaves labios, inmediatamente tomó mi lengua con la suya y nos dejamos llevar por el momento, su mano tenía perfectamente agarrada mi cintura y la bajaba lentamente para luego introducirla por debajo de mi camisa, comenzó a recorrer mi espalda de arriba abajo, lo jalé de la camisa y me puse encima de él, repartí besos en su cuello mientras dejaba una pequeña lamida en él, nuestros besos se intensificaban cada vez más, ahora eran más rápidos y salvajes, me dejaba pequeñas mordeduras mientras una de sus manos subía mi camisa, me dejó completamente en sostén, yo proseguí a hacer lo mismo y lo levanté de modo que quedáramos sentados, me levantó un poco para ponerse él encima, sus manos recorrieron mi estómago hasta bajar a la parte baja de esta, se detuvo allí y comenzó a desabrocharme el cinturón lentamente, logró quitarme el pantalón, estaba excitada, era una forma inexplicable la que tenía ese ruloso en seducirme, bajó poco a poco mis pantis, mientras yo con mi mano me desabrochaba el sostén, rozó su dedo contra mi feminidad para luego mirarme y lamerlo de arriba abajo–. Sabes genial –dijo con voz ronca. Jadeé al escucharlo. Ahora tocaba lo mejor, me miraba fijamente, esos ojos matadores para provocarme, sabía que lo hacía a propósito y me encantaba, eché la cabeza atrás mientras sentía la punta de su lengua recorrer toda mi zona íntima, esto era lo mejor del mundo, gemía sin parar, Harry me tapaba la boca a medida que subía la intensidad de los movimientos rítmicos de su lengua, me retorcía del placer, estaba a punto de llegar, Harry iba a provocar que me corriera en ese mismo instante, al verme tan desesperada introdujo su lengua completamente, lo que hizo que acabara por completo, pegué un grito que se escuchó ahogado gracias a la mano de Harry que tapaba mi boca, mi respiración ya estaba volviendo a su naturalidad, Harry se acostó al lado mío y me sonrió.
– No pensarás que habrá acabado –me mordí los labios para luego montarme encima de él y bajarle todo el pantalón.
– Haremos lo que yo quiera –me miró retadoramente y me cargó para pegarme contra la pared, sus manos apretaban fuertemente mis glúteos mientras se introducía dentro de mí. No podía existir algo mejor que eso.