Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 4:34 pm

~Sol_^AnGhEl..°° escribió:
Bohemian Rhapsody escribió:Jajajajaja yo tambien le hago bromas asi a mi hermana me escondo en el baño y la asusto xD y tambien la he asustado con que nos han entrado a robar xD Jajajajaa ya por eso es tan miedosa creo yo pero por lo menos sigue viva :B Jajajajajaj xD me caes muy bien skdfjasdlk tenes twittaaah?? :B pasamelo x un mensaje privado :B Besoooos

PD: yo tambien quiero el cap de jaz :c

jajaja si, mi hermana tambien es un poco miedosa...Pero a veces se merece mis bromas, porque ella tambien me las devuelve, son peleas mutuas ^.^
See ya se que...yo le caigo bien a todo el mundo!
Todos me amam...Como no amara aesta hermosura de mujer(? jajaja mentiras.
Tambien me caes muy bien...
Y no, no tengo twitter, simplemente porque me dio peresa abrir uno(? jaja bueno, tenia...Pero tuve mis razones para dejarlo XD

CAP! estoy muriendo por leer un cap!

tranquilidad (?) lo estoy editando D:

por **Ⓢвrєαkdσwn** Vie 10 Ago 2012, 4:38 pm

MalikLove escribió:Xzncb,asbckjasbcsavkjbsak llegue :D Sol ame tu Cap!! Y yo pensaba en mi hermano, porque es igual, así de fiaca, mujeriego (?) E idiota, pero aun así si le pasa algo muero T.T aunque acabe de pasar de niño idota a adulto boludo xD si, no leí el cap porque ese mismo día mi hermano cumplía 18. En fin, eso que importaba, no? Chicas, no le hagan bromas a sus hermanas, menos si son menores, porque les dejan un trauma :o mi hermano paso toda su vida asustandome, se escondía atrás de la cortina, adentro del armario, abajo de la cama, ahora entra por la puerta y ya me asusto :evil: y por su culpa ahora también tengo un trauma con pelotas, cada vez que jugabamos a ya sea basket , futbol, padel, o simplemente con una pelota hecha de medias, me pegaba en la cabeza T.T hasta creo que tengo la cara deforme ya .___. Bueno, sigaaaaaaaan

P.D: no se porque siempre empiezo a contar cosas de mi vida e.e perdón :jeje:

Me alegra que te gustara...
jaja yo realmente no se en quien me inspire...ah ya se!...No, no se Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 167695056

...Bueno dile a tu hermano que una chica desconocida llamada Sol le manda a decir feliz cumpleaños retrasado...(?) jaja pensara que estas loca
Mi habito de hacer bromas es dificil de dejar...jajaja pero lo del trauma es cierto, pero es mi venganza! En mi caso somos 4 hermanos! y las bromas no paran hehe

por **•Unhappy•** Vie 10 Ago 2012, 4:43 pm

~Sol_^AnGhEl..°° escribió:
MalikLove escribió:Xzncb,asbckjasbcsavkjbsak llegue :D Sol ame tu Cap!! Y yo pensaba en mi hermano, porque es igual, así de fiaca, mujeriego (?) E idiota, pero aun así si le pasa algo muero T.T aunque acabe de pasar de niño idota a adulto boludo xD si, no leí el cap porque ese mismo día mi hermano cumplía 18. En fin, eso que importaba, no? Chicas, no le hagan bromas a sus hermanas, menos si son menores, porque les dejan un trauma :o mi hermano paso toda su vida asustandome, se escondía atrás de la cortina, adentro del armario, abajo de la cama, ahora entra por la puerta y ya me asusto :evil: y por su culpa ahora también tengo un trauma con pelotas, cada vez que jugabamos a ya sea basket , futbol, padel, o simplemente con una pelota hecha de medias, me pegaba en la cabeza T.T hasta creo que tengo la cara deforme ya .___. Bueno, sigaaaaaaaan

P.D: no se porque siempre empiezo a contar cosas de mi vida e.e perdón :jeje:

Me alegra que te gustara...
jaja yo realmente no se en quien me inspire...ah ya se!...No, no se
...Bueno dile a tu hermano que una chica desconocida llamada Sol le manda a decir feliz cumpleaños retrasado...(?) jaja pensara que estas loca
Mi habito de hacer bromas es dificil de dejar...jajaja pero lo del trauma es cierto, pero es mi venganza! En mi caso somos 4 hermanos! y las bromas no paran hehe

Jajajajaa es verdad hacer bromas es adictivo yo tengo 1 hermana, 1 hermano y Viene uno/a en camino, seremos 4 y seré la mayor xD amo asustar a mi hermana (la que me sigue que tiene 12) quedó re traumada una vez que le dije que habia ladrones cerca de la casa y se la creyó, ahora se xq es sonámbula cuando mi mamá se va xD

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 4:48 pm

{#}capítulo treinta y uno.
l o s c u a t r o m u r o s

Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 Tumblr_m7s2fi4w4S1qigj88o1_500_large

Liam Payne

Desperté, con un aire frío y purificado jugando por mi cara. Aún después de despertar, mantenía mis ojos cerrados. No quería abrirlos y ver la realidad del mundo, no quería ver un mundo donde Katie no estaba con un plato de habas y jugo de naranja en lata en sus pequeñas manos. O tal vez sería algún tipo de granos, aunque existía la posibilidad de que sólo sea un poco de maíz, aun así, variaba bastante en el día. Aún recordaba el día en el que le enseñé a abrir latas de granos deshidratados, cuando sus dedos se habían cortado y me enojé porque tal vez eso atraería a zombies. La razón de enseñarle era porque lo más probable, yo no sobreviviría, ya que soy muy impulsivo y me gusta pelear con los muertos vivientes, mientras su pequeño cuerpo escurridizo se escondía bajo escombros. Ella tendría que ver por si sola, lo fundamental era enseñarle como sobrevivir.

—¿Cómo haces eso?—ella preguntaba intrigada, mientras me veía abrir una lata de frutos deshidratados con un cuchillo—Enséñame.—demandó
Mi mirada en ella no era la más cordial, pero tampoco era mala. Giré los ojos y asentí, mientras le mostraba un simple movimiento con las navajas de cocina, que siempre las mantenía a salvo en mi automóvil.
—¿Quieres intentarlo?—ella dice que sí, que sería perfecto, mientras yo le ofrecía el cuchillo. Después de eso, tratando de abrir la lata, se cortó el dedo índice de su mano derecha y mi enojo se asomó. Creo que fue básicamente el estrés, era apenas el primer mes desde la infección y la mitad de la gente que conocía, se encontraba pudriéndose o en un estado idiota.

Dejando ese tema atrás y eliminando el recuerdo de mi difunta hermanita, abrí los ojos y sentí ese el aire fresco jugando en mis narices. Lo mejor de todo era que no había ese indescriptible olor a saliva cayendo por las bocas de zombies o cadáveres en descomposición.

Definitivamente, a pesar de haber tardado horas en cambiar de ruta desde Texas a Idaho, esta había sido mi mejor decisión hasta ahora. En el camino, recordé que mi tía Anne había llamado uno de los primeros días del inicio del apocalipsis, diciendo que vayamos a su casa cuando queramos, ya que donde ella vivía (aunque básicamente no 'vivía' ya que viajaba muy a menudo) era un pueblo pequeño, donde había muy poco gente, y eso significaba que cuan más poca gente había, menos zombies se atravesarían en mi camino. Para la tía Anne, éramos su razón de ser quién era. No tenía hijos ni esposo, por lo cual se encariñó bastante con sus únicos sobrinos. Ella trabaja con en el gobierno y/o fuerza armada, así que tuvo que irse con su equipo, aunque lo más probable es que ya no esté en la Tierra, sino en el paraíso que tanto ansiaba. Dijo que había dejado las cabinas llenas con latas de comida deshidratada, ya que durarían mucho más. Lo más sorprendente aún era que había los servicios básicos que cualquier persona necesita para sobrevivir, con ayuda de la cisterna para recolectar agua de lluvia y un generador eléctrico. Sin duda, trabajar con el gobierno tenía sus beneficios.

Su casa era algo grande, que hasta me asustaba un poco la soledad que se sentía, pero estaba seguro aquí. Contenía muros de piedra de casi seis metros de alto alrededor del lugar, con una puerta de acero al igual de grande que las paredes, así que sería algo difícil para los zombies, siendo tan sin cerebros, entrar. Tenía un jardín en la parte trasera que afortunadamente no estaba desfalleciendo, ya que llovía bastante en el sector. Me serviría para tratar de cosechar vegetales, aunque no era muy probable ya que soy descuidado.
Había un ático lleno de viejos libros de leyes, algunos documentos y una mac que agradecí infinitamente que Anne haya dejado allí. No sabía si todavía existía conexión inalámbrica, lo más probable era que no, ya que había estado en lugares intactos, como librerías, donde había recolectado dos docenas de libros de desastres generales y seis de supervivencia, algunos de comedia, infantiles, ficción, terror y uno que otro romántico, que pertenecía a Katie. También en algunos departamentos que se veían relativamente caros, pero no había ninguna conexión, así que lo más seguro era que no.

Alado de la laptop, estaba el cargador y una caja, la máquina era nueva, seguramente se la iba a dar a mamá, ya que la suya había sido destruida por un condenado chico de dieciocho años, quien se hacía llamar Liam Payne, es decir yo. La situación económica no era la mejor, la mayoría del dinero era para alimentos, la renta del gran apartamento que mamá había elegido caprichosamente, la pensión mensual de mi escuela prestigiosa de música, tratamientos, medicamentos, ect., y así no volvió a comprar otra.

En síntesis, esto no podría ser mejor, y lo pienso sin sarcasmo. Esto es como el paraíso, un paraíso lleno de cosas materiales, mas sin lo que un humano común y corriente necesita, compañía. Creo que sin alguien con quien poder hablar, estaríamos locos, así que si eso es cierto, la paranoia me atacaría pronto. Pero que más da, tendría que intentar distraerme lo más posible, tengo un refugio satisfactorio, el aire purificado, un pueblo que parecía fantasma (obviamente desde la ventana polarizada de mi auto), provisiones, seguridad, algunos libros de ficción que me levantarán el ánimo y más que todo, me tengo a mí mismo, con eso bastará. Debo estar agradecido porque sigo sobreviviendo y para ser sincero, no sé como lo hago. En fin, algo malo tendría que haber aquí. Si es prácticamente bueno, toda cosa buena tiene su desventaja y lo más probable era que lo descubriría de la peor manera posible.

Tal vez sea uno de esos animales zombies que había escuchado en mi radio a baterías hace una semana. Un locutor aficionado sobreviviente solía transmitir desde su refugio, que era el studio de radio local donde siempre había soñado trabajar, él dijo que había tenido un enfrentamiento con su ex mascota, un sabueso. Lo describía como un animal casi sin pelaje, ojos con tonalidades grises, pupilas dilatadas, era fuerte y rápido. El olor corporal a descomposición que desprendían los zombies, también se presentaba en ellos. Sin duda, si algún perro zombie se encontrara cerca de aquí y no tenga tiempo de escapar, sacaría el revólver que mantenía en mi chaqueta y la apuntaría contra mi cabeza, apretaría el gatillo y lo último que escucharía sería el crujir de mi cráneo abriéndose.

El locutor no había transmitido hace dos días, ya que había decidido abandonar su studio para buscara un nuevo refugio, ya que se acababan las provisiones en su ciudad local. Tenía el presentimiento de que no había sobrevivido, así que no esperaba escuchar más de él, aunque había sobrevivido a un ataque contra aquellos animales infernales.

El chico que parecía rondar los veinte a veinticinco años debido a su forma de hablar y expresarse, sinceramente estaba demente. En este tiempo que ha durado el apocalipsis, la locura parecía se había adueñado de él. Hablaba de un Billy —quien era su amigo imaginario—, las cosas anormales que veía, como sentía que realmente estaba en un juego, mas no en la realidad. También era alguien con mucha fe, y más en su dios todo poderoso. Era como si estuviera en un cuento mágico, de princesas románticas que tanto le encantaban a Katie, parecía ser un maldito gay.

Después de un rato, salí de mis pensamientos. Decidí ir a la cocina, para revisar bien las cabinas y sus contenidos. Dejé salir un suspiro de alivio al ver las latas de alimentos allí, nadie había entrado. Todo seguía en el mismo estado en el que Anne siempre dejaba la casa; limpia y ordenada.

De pronto, una idea se cruzó por mis pensamientos. Sonreí instantáneamente y subí nuevamente al ático. Allí había una pequeña ventana, que me fue dificultosa atravesar. Una vez hecho, escalé hasta la cima de la casa de tres plantas y coloqué mis rodillas en los tejados color marrón, con algo de polvo y hojas del árbol que acompañó fielmente a Anne cuando seguía aquí que habían caído por el otoño que acababa de pasar. Me senté en el techo, admirando la nada. De hecho, no era tan malo, se sentía la tranquilidad pero a la vez soledad en el lugar. A pesar de eso, no me descuidaba. Me escondía detrás del gran árbol y seguramente tenía mi arma en el bolsillo de mi vieja chaqueta.

De pronto, escuché un sonido que podía haber reconocido en cualquier lado. El rodar de ruedas contra las adoquinadas calles del pueblo hacía algo de ruido. Un auto, era un maldito auto. Había personas, sobrevivientes y podía escuchar el sonar de sus botas contra el piso al bajar del auto.

—Parece que hiciste una buena elección, pequeña Marshall.—escuché la voz de un chico y la curiosidad se apoderó de mí, así saqué algunas ramas del árbol que cubría parte de mi vista y divisé a dos humanos, algo de felicidad entró en mí. Vi como un chico rubio revolvía la larga cabellera castaña de una chica, a quien no podía verle el rostro ya que estaba dándome la espalda.
—¡Por favor, siempre la tengo!—dijo ella con algo de narcisismo, aún así graciosa.
Él resopló y se llevó algo a la boca.

Dicen que espiar está mal, pero esto es muy interesante, en especial al oír conversaciones entre algo que pensaba que estaba extinto. Pero después, sentí aquel olor putrefacto jugar en mis narices, de nuevo él o ellos. Sabía que estaban por aquí, ya que a pesar de ser un pueblo pequeño, la peste se había extendido por todo Estados Unidos, pero no me esperaba encontrarlos por un rato más.
El olor a descomposición estaba a por lo menos veinticinco metros, pero mis narices ya lo percibían. Desde el inicio del apocalipsis, mi sentido de olfato se había desarrollado bastante, al igual que el de oír, tengo que estar en alerta siempre.

Sin duda, ellos podían arreglárselas por si mismos, así que no me preocupé, ya que aquellos grandes muros me bloqueaban de allí. Pero no fue así.

Al ver como dos pares de zombies se acercaban a ellos, los dos chicos que parecían rodear mi edad, se tensaron. No lo supe hasta ver sus facciones que cambiaban de ser aliviadas, a algo temerosas. La chica inmediatamente saco su arma y noté como el chico le cedía el paso, como si fuera un juego a ver quien asesinaba a más hijos de puta.

Vi como sus delgados y rojos dedos —debido a aquel liviano pero a la vez fuerte frío— se dirigían al gatillo, era como si estuviera en cámara lenta, ya que lo veía así. Tapé mis orejas para no tener que soportar la bala impactar contra el cuerpo y el gemido estremecedor e irritante de los zombie.

Pero tampoco fue así.

Nada, no había salido nada del revólver que divisaba. Ella había apretado el gatillo, pero.. nada. El rubio la miró desesperado, ella le correspondió. No pude oír lo que dijeron en unísono, pero sí leerles los labios, a pesar de mi distancia.

—Mierda—habían susurrado.

Sin nada más que decir o hacer, sentí como la necesidad de ayudarlos me comía, desde la piel hasta los huesos, justamente como se sentiría ser comido por esas bestias con olores repugnantes, aunque nunca lo había experimentado, pero si soñado varias veces.

Tenía un conflicto interno conmigo mismo. Si yo ayudaba, me verían y pedirían entrar, además de que los hijos de perra me tendrían en la mira.. y si no lo hacía, observaría como ellos se comían a los primeros humanos que veía en un largo tiempo, sin contar a mi hermana, obviamente.

Suspiré, buscando mi arma en mi chaqueta, mas mis manos no sintieron más que la tierna calentura en los bolsillos. Me tensé y busqué más rápido, pero nada, no había nada. Miré de nuevo a la pareja y al mal parido ese, la chica le discutía, el rubio al parecer estaba en un estado de shock y el zombie.. el zombie estaba a menos de 5 metros de ellos. No entendía como pudieron ser tan estúpidos discutiendo en vez de ir por un arma.

Bajé del techo rápidamente, pero mis pies fallaron al pisar el filo de la ventana por la que saldría y casi caigo, mas pude subir. Una vez adentro, vi mi arma en el suelo, tan hermosa y reluciente como siempre. La recogí del piso y volví a subir, miré como los dos luchaban con sus propias manos por sobrevivir, me pareció algo valiente pero obviamente insuficiente. Sin nada más que hacer, apunté a un zombie que atacaba a la chica de la linda cabellera castaña, justo en la cabeza. Tiré del gatillo y vi como la bala impactaba contra el cráneo del zombie, haciéndolo crujir. La castaña ahogó un grito y vio hacia mi dirección, algo asombrada. Quería pensar lo linda que era, pero el tiempo no me daba. Hice una señal con mi mano izquierda para que salga del camino y poder disparar hacia el muerto viviente que atacaba a el rubio. Después de que saliera —tardó unos segundos en reaccionar—, apunté y presioné el gatillo, nuevamente haciendo crujir el cráneo del hijo de perra. Sentí nuevamente aquel horrible hedor jugar por mis fosas nasales, maldecí los dos malditos cuerpos desfallecidos que se encontraban allí.

Estaba apunto de dejar de apuntar, cuando recordé que eran dos pares de zombies; sólo había matado a un par. Apunté a uno que se acercaba a la linda castaña y tiré, mas nada salió de allí. Nuevamente me asusté, ¿qué mierda me sucedía hoy? Había olvidado mi arma y mis recargas y/o cartuchos, seguramente el pensamiento de volver a respirar seguridad me había afectado.

Intenté nuevamente, nada aún. En ese momento no sabía que hacer, me desesperé un poco al poder ver venir la repugnante escena que podría atravesarse ante mis ojos.

Estaba apunto de volver a bajar por recargas, mas escuché un disparo desde los árboles que estaban al frente de la de Anne, un disparo fantasma. Vi como el cadáver del zombie se desfallecía y gruñía, sonreí ante eso, en serio disfrutaba ver a uno de esos ser destruido.

Nuevamente dispararon, contra a el último que restaba.
Suspiré, dándome cuenta de la realidad.

—Nunca se puede estar tranquilo—susurré con hostilidad.
Pensaba que había acabado, pensaba que ningún zombie se acercaría más por un rato, pero estaba muy equivocado.
A lo lejos —pero muy visible para todos los sobrevivientes que estábamos allí—, pude ver casi veinticinco acercarse. Los disparos los habían atraído, claro.
—Mierda—susurré, pude jurar que los dos chicos al frente de mi gran puerta, la persona desconocida que había disparado y yo habíamos dicho lo mismo, al tiempo exacto.
La persona desconocida salió entre los arbustos que lo cubrían y así supe que era un chico.
—Déjanos entrar—gritó él, viendo a el grupo de zombies acercarse rápidamente.
Yo no respondí. Para ser sincero, no sabía si abrirles las puertas sea la mejor idea. Ahora no se podía confiar en nadie, aunque sea por un rato.
—¡Hermano, déjanos entrar!—volvió a gritar, con simpatía pero a la vez desesperado.
Los dos chicos hablaban entre sí, hasta que voltearon a verme.
—¡Por favor!—gritó el chico rubio, suplicante.
La chica se había mantenido callada, con la mirada perdida, asustada, hasta se cansó.
—Maldita sea, ¡déjanos entrar!—exclamó frustrada.
No volví a responder, pero algo en ella me hacía sentir mal por dejarlos afuera.
—Mierda, hijo de perra, asqueroso cerdo, ¡déjame entrar!—sus insultos seguían & seguían, que llegaron a hacerme reír.

En ese momento, reaccioné. No quería ver una carnicería humana afuera de mi casa. Bajé del techo y entré por la ventana. Recogí dos cartuchos nuevo de balas para mi revólver y corrí hasta la planta baja, abrí la puerta de la casa y seguí por el corredor de casi diez metros lleno de arbustos, hasta llegar a la puerta de acero. Una vez llegando allí, presioné el botón que abría la única salida que ellos tenían. La apertura de esto duró unos cuantos segundos, que me parecieron horas. Apenas estuvo abierta, ellos se lanzaron hacia dentro, incluso llegaron a hacerme caer. Vi a la calle, los zombies estaban a apenas diez metros.
—¡Ciérrala, ciérrala!—gritó el rubio.

Me levanté del suelo y presioné el botón, la puerta inmediatamente se cerró, dejando a cada hijo de perra fuera de mi lugar seguro. Suspiré aliviado y recuperando el aliento que me faltaba por lo que había sucedido.
Miré la puerta, y no pude despegar mi vista de allí. Me preguntaba, ¿qué hubiera sucedido si no la hubiera cerrado a tiempo? Seguramente la carnicería humana no conformaría sólo de los tres chicos, sino de mí también.

Nadie dijo nada, el silencio estremecedor invadía, mas sólo los gemidos y gruñidos de zombies hambrientos emitían un sonido.

—Vamos adentro—susurré, dándoles la cara. Empecé a caminar al frente, mientras ellos me seguían. Abrí la puerta y dejé que ellos entraran, después la cerré.
—Primero que nada, supongo que estarán en mi casa—dije—. Y si se van, tendrán que salir bien armados y matarlos, retirar cada cadáver y dejar limpio, ya que sería de mucha ayuda evitar enfermedades y el daño de las plantas que milagrosamente hay.—continué—Segundo, si van a estar aquí, tengo que imponer algunas reglas.
—Regla número uno y última: no enfrentamientos entre ustedes. Sólo pido eso, lo menos que necesitamos ahora son idioteces. Pueden comer, pero sólo lo necesario, nada en exceso. Hay baños y agua potable, báñense cuanto quieran, pero si ven que ya no hay agua en las cisternas, sólo lo esencial. La electricidad es libre, menos en las noches. Preferiría que las luces sean menores allí, sólo lámparas pero no tan brillantes. No tomen cosas que no son suyas, para evitar cada tipo de conflicto—dije y finalicé.

Los chicos asintieron, sin nada que decir. El silencio incómodo de nuevo se filtró en área, cosa que no soportaba, así que decidí poner la iniciativa yo mismo.
—Llámenme Lee, Payne, cualquiera de esos nombres.—dije.
El rubio respondió: —Atwood.
Después, el otro chico se introdujo con tanto entusiasmo que me sorprendió:—¡Soy Matthew Clawson!
—Idiota, se supone que no debes revelar tu nombre—habló la chica con rudeza.
—Linda, no tienes que ser tan grosera—Matthew la miró con algo de comprensión y haciendo aquel inmaduro puchero con los labios que solía hacer mi hermana cuando quería algo.
—Lo que sea—giró los ojos—Soy..—calló y pensó unos segundos—¡Qué les importa!
Excelente, que manera de empezar.. nótese el sarcasmo.
—Dejé claro que no quería problemas—afirmé de mala gana.
Ella volvió a rodear los ojos, hechos que me hacían dar a confirmar que lo hacía cuando estaba frustrada.
Después de unos segundos, sin que alguno dijera algo, Atwood intervino.
—Se llama Marie—la introdujo, esta lo miró mal—, pero díganle.. no lo sé. Creo que no hay algún nombre alternativo para este, así que mala suerte para ti, pequeña.—se burló, haciendo énfasis en el "pequeña". La chica no era baja de estatura, es más, medía casi lo mismo que el chico, sólo unos centímetros más abajo, así que no creo que sea por eso. Tal vez —o seguramente— era por su extraña inmadurez contra nosotros. Actuaba como una niña caprichosa de trece años, a la cual no le quieren comprar un maldito vestido corto que está de moda, para parecer una ramera como las chicas de su iniciante secundaria.
—Creo que pequeña está bien, sino le molesta, Sra. Grosería—dije, burlándome de ella y su cara de "jódanse" que había formado al escucharme.
—Sra. Grosería también me gusta, Lee. O tal vez pequeña Marshall, como la llamó Atwood al entrar a esta calle y atraer a esos bichos feos—respondió Matt asqueado.
—¡No! Sólo yo puedo llamarla así—masculló, mirándolo mal—, ella ya sabrá porqué—le guiñó un ojo, mientras ella volvía a girarlos.
—No digas idioteces, "chico malote"—respondió, haciendo comillas con sus dedos en el aire.
—Bueno, paren—intervine, antes de que empezara un conflicto más.
A partir de ese momento, nadie dijo nada. Lo último que dije fue un "síganme", mientras subía las escaleras para enseñarles el lugar donde se quedarían.

La casa de Anne tenía en realidad cuatro habitaciones, pero bastante espaciosas. Decidí darles dos, una para los chicos y la otra para Marshall. Las demás las ocuparía para guardar algunas cosas que estaban en la sala, ya que quería vaciarla un poco.

Dejé a la Sra. Grosera en su habitación, sin nada que decir. La verdad es que ella era la única que actuaba indiferente, sólo quería estar sola, a no ser que seas Atwood. Tenía ganas de saber por qué era así, aunque sabía la respuesta más obvia; zombies. Es verdad, decían que tener compañeros no era recomendado, es normal que se sienta mal por su familia, por lo que conocía, por todo, pero su actitud era fastidiosa. Aunque no me cabía la menor duda que era una chica buena, sólo algo afligida emocionalmente y reservada, imponía un gran muro de piedra para que nadie se atreviera a acercarse, tal como la casa de Anne y sus grandes muros protectores.

También tenía curiosidad —reitero, curiosidad— de saber qué pasaba con Atwood. No es que me molestara, es sólo que si tenía nuevos compañeros, quería saber de sus relaciones. Aunque juraba que si los encontraba compartiendo saliva, haciendo ‘cosas’ como en “Hagamos una porno” o simplemente cariñosos, los sacaría instantáneamente de aquí y serían carnicería para zombis, de eso no había duda.

Después de unos minutos, estaba en la habitación de los dos idiotas. Cuando estaba apunto de salir, Matthew llamó mi atención.
—Esperen, ¿dónde dormirá Billy? —preguntó
Lo miré extrañado, ¿de quién carajos hablaba? Me lo preguntaba, pero por otro lado, creí haber escuchado eso antes.
De pronto, como un flashback, el recuerdo que vagaba por mi mente volvió a pasar por mi conciencia.

«—¡Hola! ¿Qué tal amigos? Nuevamente soy yo, su locutor favorito y obviamente el único que escuchan, a menos que Charles de FM Radio nuevamente trata de vencerme. En fin, hoy fue un día demasiado lindo, claro, si viven en Georgia. El atardecer pintaba sus tres colores, ¡debieron estar allí! Aparte de eso, hoy me enfrenté con algo que nunca imaginé. Sam fue mordida, desgraciadamente, ¡trató de atacarnos! Incluso a Billy, a quien quería más.
«—Se preguntarán, ¿quién es Billy? Fácil, ustedes los llamarán amigos imaginarios. A decir verdad, no sé por qué les dicen así, o eso es lo que el Dr. Frydson decía. Aunque no lo crean, ¡sí existen! Sólo que se esconden de las personas corrientes, sin ofender.»
«—En fin, eso pasó hoy. Creo que no tuve otro enfrentamiento loco con esos bichos feos. Eso sí, ya se están acabando las provisiones aquí, además de que el lugar está infestado de zombis. Por eso, pronto tendré que salir de aquí, así que si alguien me quiere ofrecer posada o algún albergue que conozcan, ¡no duden en tratar de contactarme!»
«—Nos vemos pronto. Cambio y fuera, el locutor más sexy del planeta.»

Ahora encajaba todo perfecto, Matthew tenía aquella actitud optimista e inmadura, tal como “el locutor más sexy del planeta”. Que se despida así después de cada transmisión era algo irritante, además de narcisista, pero a la vez tenía algo de humor, que casi siempre nos faltaba a Katie y a mí. Nos informaba qué pasaba allá afuera, ya que salía diariamente a explorar desde la ciudad, hasta el bosque. ¿Tanta era su locura? Creo que sí.
“Nuestro locutor favorito” era Matthew Garfield, el que había salvado a la linda chica —es linda, lo tengo que admitir— y a su posible novio.
—¿Billy? —pregunté, mintiendo como si no tuviera idea de quién hablaba.
—Sí, mi mejor amigo en todo el planeta—respondió, haciendo énfasis en “planeta”.
—Matt, ¿eras tú el “locutor más sexy de la fase de la Tierra”? —pregunté, haciendo comillas con los dedos en el aire.
Su cara cambió de ser intrigada, a formar una gran sonrisa.
—¡Veo que me escuchabas! Al menos no le hablaba a la nada—respondió, mientras retiraba las gafas de lectura que acababa de ponerse— y sí, ¡soy sexy! —dijo, por un lado lleno de narcisismo, y por el otro, bromeando.
Giré mis ojos, tal como lo haría Marie.
—Lo que digas, sólo preguntaba.
—Está bien, pero vuelvo a repetirlo, ¿dónde dormirá Billy? Sería mejor que esté aquí, conmigo—respondió, mientras jugaba con sus navajas con las manos.
Lo miré mal, esperando que esté bromeando nuevamente.
—Estás consiente de que él no existe, ¿verdad? —pregunté
Él alzó los brazos hacia el cielo, de una forma dramática.
—¿Por qué todos dicen lo mismo? ¡Sí existe! Yo lo veo—respondió—, mis amigos del centro lo ven—continuó, afligido
Lo miré aún más extrañado que antes, ¿un centro? ¿De qué? Un lado de mí no lo sabía, pero el otro sí.
—¿un centro? ¿De qué? —Preguntó—¿mental? —bromeó con esta última y no pude evitar reír.
Pero Matthew no rio. Es más, bajó la cabeza, como si su comentario sí le hubiera afectado.
—No estoy loco—respondió simplemente, dejando su tono optimista y feliz que lo caracterizaba—, ¿por qué todos piensan lo mismo? Vamos, no tengo problemas, no tengo idea como terminé allí.

Atwood lo observó sorprendido, tanto como yo. Matthew era un chico algo extraño, sí, pero no tanto como para terminar en un centro mental. Pero no sabíamos casi nada de él, quién sabe.

Vi como la boca del rubio se abría para comentar algo más, pero la puerta se abrió de pronto.
Instintivamente, llevé mi mano al bolsillo de mi pantalón y saqué el arma, apunté a la silueta que se asomaba.

—¿Dónde está el baño?—bajé el arma, al ver que era Marshall.

Por un momento me enojé, me había asustado. Tenía suficiente con un grupo de zombies —que ya había aumentado— rodeando los cuatro muros, algunos golpeando la puerta de acero, mientras aquellos gemidos colectivos los acompañaban. Era sonido que no cesaba, podía ser una forma de arma psicológica mortal. Para mi suerte, tenía tapones de oídos, que los utilizaba cada noche.

Volviendo a lo que acababa de preguntar Sra. Grosería, el baño.. una muy buena pregunta. Apenas había venido tres veces aquí y sólo conocía un par de habitaciones, la cocina, el patio y la sala. Había un baño, seguramente, pero, ¿dónde? ¿Quién me asegura que el lugar está completamente seguro? Me pegué una bofetada mentalmente, susurrándome "idiota" repetidas veces.

Estaba nervioso. Muy nervioso. Si les digo que no había revisado bien el lugar, se enojarían, ocasionarían un caos, que era lo que menos quería.

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Marie Marshall

Sentí como el auto paraba su camino, ya que las llantas dejaron de impactar contra el suelo. Había sido un buen viaje, el rebote del carro por parte de los cadáveres aplastados, el crujir de los cráneos rotos, los suspiros frustrantes por parte de Ryan, ni sus movimientos rápidos con el freno de mano, nada de aquellos hechos que hacían cada ruta que tomábamos, incómodo.

Miré a Ryan, quién sacaba las llaves del auto y se dirigía hacia mí.

—Llegamos—comentó—, ten cerca tu arma.. claro, si no quieres que te arrebate a uno de esos malditos como en el otro pueblo—prosiguió, recordando cómo habíamos peleado porque yo quería matar al grupo de zombis que nos perseguían, mas el lo hizo.

Rodeé mis ojos y saqué mi revólver, salí del auto y pude sentir como un aire fresco jugaba por mis fosas nasales. No había algún olor a descomposición, es más, el aire estaba purificado. Si no había hedor, entonces ningún zombie se encontraba por la zona. Suspiré alviada, completamente satisfecha conmigo misma.

Ryan volteó a verme y se acercó.

—Parece que hiciste una buena elección, pequeña Marshall—dijo, mientras me revolvía el pelo. Quité sus manos de mi cabello y volví a girar mis ojos, pero esta vez, algo divertida.
—¡Por favor! Siempre la tengo—respondí, con narcisismo.

Él bufó y se llevó una galleta de chocolate a la boca. Para mi mala suerte, esa era la última que teníamos y él estaba apunto de comerla. En un estado salvaje, se la arrebaté de las manos y le sonreí, antes de comerla.
Vi como me fulminaba con la mirada.

Iba a reírme de su expresión, pero aquel singular hedor se metió por mis narices. De nuevo se me revolvió el estómago, realmente era algo espantoso.

Miré al horizonte y pude divisar un grupo de zombis acercándose, a pasos torpes pero algo rápidos.

—Mierda—dijimos en unísono.

Los habíamos atraído. Seguramente era el rodar de las llantas, mas el olor a carne fresca.

Él me observó, mientras me cedía el camino para poder apuntarle a aquellos monstruos. Sonreí victoriosa; sabía que no traía nada para defenderse. Una elección muy torpe de su parte, pero muy favorable cuando juegas a matar la mayor cantidad de zombis. No dude en sacar el revólver y apuntar al primer zombie que vi, apreté el gatillo y jadeé, mientras esperaba que el impactar de la bala contra la silueta que divisaba.
Pero nada, no salió nada. Miré extrañada al arma de fuego y volví a tirar, nuevamente nada. El pánico se inundó en mí, no sabía que hacer. Si mi estado de shock no hubiera sido tan grande, hubiera corrido al auto y recogería recargas para el maldito revólver.

No me moví, sólo mi mirada lo hizo hacia mi compañero. Él estaba algo igual, pero menos. Vi como recogía un escombro de madera del suelo y sacaba una navaja de su chaqueta, al parecer si traía algo. No hice nada, no escuché nada, sólo mi entrecortada respiración. Pensé en lo peor, en cómo se sentiría ser devorada por una de esas cosas. En cómo se pelearían por comerse mi piel, mi carne, músculos, huesos, órganos.. simplemente repugnante. Prefería suicidarme, antes que ser alimento o convertirme en esos. Pero recordaba que ellos antes fueron humanos, tal vez entre ese grupo se encontraban zombies que antes eran los que más amaba.

Antes de que me lo hubiera imaginado, Ryan ya se encontraba golpeando a los cuatro idiotas que nos atacaban. No había reaccionado, hasta que él me empujó detrás y caí en el frío y rígido suelo de el condado de Lewis. Miré hacia atrás, noté que había un gran muro de piedra y una puerta de acero. Si lográbamos salir de esas, podríamos inspeccionar qué había detrás de él —aunque seguramente era una de esas grandes casas que tanto envidiaba hace unos meses—, sería una gran protección para los dos.

De pronto, sentí como el hedor se hizo más presente y un descerebrado se abalanzaba sobre mí. Asco, solamente asco fue lo que sentí. Me asqueaba tener su rostro deforme tan cerca del mío. Observé sus dientes, llenos de saliva color carmesí y carne entre ellos. Yo llevaba mis manos hacia el pecho del nomuerto, alejándolo todo lo que podía. Cada vez se acercaba más a mí, que ya estaba pensando en la forma en la que moriría. Nunca había tenido tanta cercanía con uno de esos hijos de perra, definitivamente, el olor a descomposición era peor de lo que pensé. La piel de tonos pálidos y verdosos de este se desprendía a cualquier tacto que tenía contra su pecho, mis uñas se enterraban en él, recogiendo cada pisca de suciedad y carne putrefacta en ellas.
Pensé que todo había acabado, ya me estaba rindiendo, pero el estruendo de un disparo fantasma impactando con el idiota que me atacaba hizo lo contrario. El zombie desfalleció sobre mí, mientras las ganas de regresar la galleta que había comido entraba en mi organismo. Quité el cadáver rápidamente y me levanté, mientras inspeccionaba rápidamente el lugar. Al principio, supuse que el disparo provenía desde los arbustos que estaban al frente de la gran puerta y muro, pero venía de los árboles que ocultaban un techo, que también se encontraba cubierto por los grandes muros protectores. Pude divisar allí a un chico, con un arma de fuego. Él me miraba, al igual que yo. Sabía que no debía pensar que era muy lindo, pero mi mente no podía evitarlo. Sin cortar nuestro contacto visual, él hizo una seña que al principio no entendí, pero después reaccioné. Quería que me hiciera a un lado. Hice caso, sin nada más que decir. Él apuntó al zombie que atacaba a Ryan y disparó, pude jurar que mi compañero había ahogado un grito.

Para nuestra mala suerte, aún faltaban dos zombies más. Vi como el chico había apretado el gatillo varias veces, mas no salía nada, tal como a mí me había sucedido. Otra vez, pensé que no sobreviviría, cosa que aveces no me molestaba. Si moría, no tendría que escapar de esos malditos, ni sentirme culpable por asesinarlos, ya que alguna vez fueron humanos. Pero a la vez, no quería morir así, nadie quería hacerlo así.
Escuché dos disparos nuevamente y agradecí para mis adentros. Miré al chico, mas él no había sido. Inspeccioné el lugar y descubrí que había provenido de mi primera sospecha cuando el chico en el techo había disparado; los arbustos. En definitiva, les tendría que agradecer la vida a aquellos humanos.

Justamente cuando creí que todo había acabado, observé al horizonte. El hedor que ya habían dejado los cuerpos que yacían en el lugar se hacía más fuerte.

Un gran grupo de zombies, acercándose torpemente, pero rápido.

Escuché como los arbustos se movían, revelando a otra muy linda silueta. Un chico —que parecía rondar los veinte años— salió de allí, con la respiración entrecortada.

Eran muchos como para poder acabar con ellos con una sola arma, que le pertenecía a él.

—¡Déjanos entrar!—exclamó el chico de cabellos dorados oscuros. Era raro, pero no utilizó el tono demandante con el cual cualquiera lo hubiera hecho, sino suavamente—Hermano, ¡déjanos entrar!—volvió a gritar
—Tiene que dejarnos entrar—escuché a Ryan, quién se dirigía a mí.
—Lo sé—respondí
—¡Por favor!—gritó él

Vi cómo el chico se quedaba quieto, no movía ningún musculo de su cuerpo. La rabia me consumía, y demasiado. ¿Cómo era posible que él se quedara allí, viendo cómo seríamos alimento para zombis? Simplemente era enfermo y eso me enojaba más. Quería vivir, pero a la vez, no. Debido a mi indecisos pensamientos, dejé que mi instinto mi guiara y las palabras fluyeran por mi boca.

—¡Maldita sea, déjame entrar!

No recuerdo más que su cara viéndome con gracia, antes de que realmente me dejara fluir.

—Mierda, hijo de perra, cerdo, asqueroso, ¡déjame entrar!—grité, levantando mis brazos dramáticamente.

No era de llamar "hijo de perra" a personas desconocidas —a no ser que sea un zombie, pero ellos no eran personas—, mas mi instinto lo hizo, yo no. Me sentí mal, sólo un poco, pero al parecer mis groserías lo habían hecho volver a la realidad. Vi como bajaba del techo y entraba por un lugar que no destingí debido al gran árbol que cubría perfectamente el lugar. Suspiré «semi-aliviada», ya que si el chico llegara a abrir la gran puerta de acero color amargo, viviría un poco más.

Los sin cerebros se aceraban rápidamente hacia nosotros y la esperanza de ser rescatados disminuían. Por un momento pensé en correr hasta el auto y sacar una ballesta de él, pero no sería suficiente para acabar con ellos. El chico que había asesinado a los otros dos zombis disparaba, pero no eran suficiente para acabar con los treinta que calculaba.

Mi espalda arqueó al escuchar del acero moviéndose despreocupada y rebeldemente, tal como la brisa del mar. Sin pensarlo dos veces, corrí hacia ella y entré, mientras caía en el frío suelo del lugar. Mire la gran casa que se encontraba, ¿acaso eso era un albergue? Uno pequeño, pero muy buen albergue.
Escuché a mi compañero y el otro chico caer en el suelo al igual que yo, mientras le gritaban a nuestro "rescatista" que cerrara la puerta.

-----------------------

Habían pasado tres días desde nuestro último encuentro con aquellos malditos. Apenas eran tres días y ya estaba harta. Después de ese momento, el chico que se había burlado de mis insultos decidió que lo mejor era que nos quedáramos allí. Obviamente, no estaba de acuerdo. No veía la hora de largarme, aunque Ryan me había dicho que prefería quedarse.

Había un chico con cabellos dorados oscuros, ojos marrones y alto. Su nombre era Matthew Clawson, según él lo había dicho, mas nadie lo llamaba así, se lo refería como Matt. Había escuchado que solía transmitir radio en otro estado para los sobrevivientes. Estaba otro, con cabellos castaños y ojos miel, un poco más alto que Clawson. Lo llamaban Lee o Payne, pero yo prefería Ele {L}. Luego, estaba Ryan, mi compañero que no paraba de quejarse de los insistentes gemidos provinientes de nuestros "amigos" los zombis.

Los tres chicos habían acordado llamarme Señorita Grosería —apodo que me molestaba más que los gruñidos hambrientos de los que alguna ve fueron humanos— o Eme {M}.

Eran realmente odiosos, sabía que sus idioteces me harían explotar pronto. Lo bueno de haber llegado allí era el agua, comida y seguridad que me brindaban, pero tenía que seguir mi camino.. ahora. Las provisiones se agotarían, los zombis no se irían hasta conseguir sus cuatros presas, los contantes arañazos y gruñidos nos volverían locos, tenía que irme antes de que todo eso sucediera, con Ryan o sin él.

Busqué mi gran mochila en la habitación que Ele me había otorgado y la encontré yaciendo en el piso. La tomé y metí todo lo que necesitaría para escapar; yodo y pastillas de purificación, una gran campera, una caja de té que lo tomaría apenas encuentre algo de paz, seis bastoncillos de luz química, unas cuantas latas de alimentos deshidratados, cinco botellas de agua, más antibióticos, unas navajas, un poco de ropa y veinte cartuchos para el rifle que había encontrado en el sótano.
El equipamento era sólo por si no alcanzara a correr hacia el auto, o si los malditos ya habían infestado el lugar.

Salí de la habitación sigilosamente, procurando no hacer ruido. En la habitación de los chicos, me encontré a tres concentrados Matt, Ele y Ryan tratando de armar un rompecabezas, rodeé los ojos.
Caminé rápidamente y esquivé ser descubierta, mientras festejaba en mi cabeza. Corrí al sótano y busqué la escalera que había hecho en los últimos tres días, en caso de irme. La saqué y me dirigí afuera, algo insegura.
Con cada paso que daba hacia el gran muro que nos dividía, el sudor frío corría por mi frente, mi respiración empezó a agitarse y el miedo entró en mí. El gemido de los nomuertos se intensificaba, los arañazos aumentaban y mis pasos se disminuían. Ya estaba afuera, había construido una escalera exclusivamente para el escape, no me podía retractar.

Apoyé la escalera contra el gran muro, asegurándome que no se movería. Di un último vistazo hacia la casa que me brindó protección y subí.

—No me falles ahora—susurré para mí misma, mientras subía con cuidado.

Una vez arriba, dejé que el aire saliera por mi boca, aliviada. Pero me di cuenta de que esa no era la peor parte.
Una gran oleada de zombis se encontraba allí, el hedor se metía por mis fosas nasales, provocando que mi estómago se revolviera y el desayuno que había comido quisiera regresar por donde había venido.
Me retracté, y feo. Quería volver, pero la escalera que había hecho ya estaba en el suelo gris del refugio, partida en dos. Si me lanzaba desde la cima del muro, que tenía un considerable grosor que me permitía sentar, nuevamente hacia la casa, tal vez me rompería un hueso. Si lo hacía hacia el otro lado, sería comida para zombis. Y si me quedaba allí, alguno de esos intentaría alcanzarme, el pánico me atraparía y lo más probable es que moriría. Tampoco podía acabar con ellos con tan sólo un rifle, ni podía pedir ayuda ya que los chicos no me escucharían.. es decir, no tenía opciones.

Por un momento, una vista a cómo moriría se cruzó por mi mente, y sentí un nudo en la garganta formarse. Yo me había buscado eso sola, de algún modo u otro, tenía que asumir mis consecuencias.

Mis ojos se nublaron por unas cuantas lágrimas saladas que amenazaban por salir, y no las sostuve, ya que mis órbitas se cerraron por unos cuantos segundos. Pude ver mi vida entera pasando por mi mente, desde mis primeros pasos, hasta mis últimos. Desde mi primera retada por parte de mis padres, hasta mi primer corazón roto. Desde mi felicidad, hasta la miseria que estaba viviendo.

De pronto, escuché el característico sonido de un revólver impactando con un cuerpo, y el gemido del cadáver..

-----------------------

Si ya terminaste de leer, puedes ver el spoiler.

Spoiler:

sigue, Aldi.

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 4:50 pm

~~asjdksad, escribí hasta cansarme, ya que tengo que esperar 1342348213534932 turnos hasta el mío. No me gustó, pero ya qué XD. Perdón por la tardanza.~~ Disfruten.

por **Ⓢвrєαkdσwn** Vie 10 Ago 2012, 4:51 pm

Jwow1D#Crew escribió:Holo!

Umm, después de mil millones de años(?) aqui estoy

1. Primero, no había podido conectarme desde el sabado en la tarde no es como si me desapareciera un mes

2. Segundo ¿Por qué asesinarme? .l.

3. NO ME JODAAAAAAAAAN!! Ni que yo haya asesinado a alguien, o violado D:

4. Han pasado MUCHISIMAS cosas por las que... bueno, Ya no estare aqui

6. Tal vez me pase a visitarlos unas dos veces a la semana

7. Definitivamente Jaz queda fuera, ¿Por qué? Porque me da la gana

8. LALALALALALALALA!!!

9. Al fin llegó mi pedido de moda Mostacho e.é

10. Aunque bueno, eso no importa

11. Adios Morrillas

12. Y morrillo

13. Verde Morado Azul Amarillo Rosa Rojo(?)

14. Levanta la mano(?) si notaste que no hay número cinco

15. Levanta la mano(?) si subiste la mirada para cmprobarlo xD

PEACE...

Asesinarte? Porqueee, existen muchas razones y no terminaria hoy....jhdfjhk jajaja mentiras...
Bueno me alegra que te reportaras. y vez la falta que nos hiciste por tres dias? :roll: por eso la paranoia...
Bueno y lastima que ya no vayas a estar tan seguido por aqui,
pero no te preocupes...Yo comprender
Recibire tus visitas con un cafe(?
Morillas....(? jajaja bueno aqui suena mas como una palabra bulgar que...bueno, no te pienso decir

14 & 15...{Mano levantada}

Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 Tumblr_m7dk6jo47r1ql7uh9

por **Ⓢвrєαkdσwn** Vie 10 Ago 2012, 4:53 pm

YEII!!! CAP!
Ahora mismo me pongo a leer

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 5:01 pm

~Sol_^AnGhEl..°° escribió:
Whatever. escribió:jajajajaja, ey , yo no mato a nadie D: akdjaksdjasd, okno, sólo aveces, pero es necesario (?). Nah, me gusta matar gente.. D:
JADKSADJAKSDA, daleee (?), así nos encontramos con sobrevivientes y casualmente ~~{NAAAAAAAAHH!}~~ mueren por una torpeza de personajes (?). Okyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ._.

jajaja vez! Matar gente es divertido
mmmm :suspect: Torpeza de personajes, puede pasar._.
Asi que chicos cuiden sus espadas, porque Mareeh y yo sobreviviremos y USTEDES NO!
Matar para vivir, es un buen lema(? jajaja bueno no

Lo sé XD, me gusta matar porque los personajes suelen sufrir y.. :twisted:

es divertido XD.

Matar para vivir..

Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 Tumblr_m2snreTXbu1qi9jjw

por **•Unhappy•** Vie 10 Ago 2012, 6:34 pm

Jajajaja MAREEEH AME TU CAP!! ASLKDJADKLJSKLDJASKLDJA VALIO LA PENA ESPERARLO!!! ASKLDJASKLDJALKDJ FUE MUY GENIAL AME TODO, ¿QUIEN ABRÁ SIDO LA PERSONA QUE EMPEZÓ A DISPARAR A LOS ZOMBIES AL FINAL? :cyclops: :P Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 167695056

yo si se lalalala y ustedes no (?) re burlesca yo okno no se quien es ~~(mentira si se pero soy muy mala que no les dire)~~ xD AHORA ME TOCA A MI, TENGO QUE EDITARLO NADA MAS :D PERO MI HERMANITO QUIERE LA COMPU Y NO TENGO WI FI TEMPORALMENTE :( (X SUERTE EN LA COMPUTADORA SI, LA LAP NO ME ENGANCHA EL WI FI :c) Termino de editarlo, mi hermano mas de las 11:00 pm (argentina) no lo dejan estar así que después de eso les sube su servidora (?) nanananana

Los amo(?) lkasjdaklsjdklsajd :B seeh ya... ando sentimentaaaaaaaaaaaal

tarararara HEY! tararara

Ahora mientras edito les dejo esta imagen de harry para que sufran y digan ¡NO LLORES HAZZA YO TE AMO! askdjaskldja lloré cuando vi eso :B lloren como yo gente (?)

Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 Harrysad

Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO - Página 46 Harrysad

Chau me fui a editar y HARRY YO NO TE ODIO!!! YO TE AMO!! ASKLDJASDKLASKLD

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 6:41 pm

Bohemian Rhapsody escribió:Jajajaja MAREEEH AME TU CAP!! ASLKDJADKLJSKLDJASKLDJA VALIO LA PENA ESPERARLO!!! ASKLDJASKLDJALKDJ FUE MUY GENIAL AME TODO, ¿QUIEN ABRÁ SIDO LA PERSONA QUE EMPEZÓ A DISPARAR A LOS ZOMBIES AL FINAL? :cyclops: :P yo si se lalalala y ustedes no (?) re burlesca yo okno no se quien es ~~(mentira si se pero soy muy mala que no les dire)~~ xD AHORA ME TOCA A MI, TENGO QUE EDITARLO NADA MAS :D PERO MI HERMANITO QUIERE LA COMPU Y NO TENGO WI FI TEMPORALMENTE :( (X SUERTE EN LA COMPUTADORA SI, LA LAP NO ME ENGANCHA EL WI FI :c) Termino de editarlo, mi hermano mas de las 11:00 pm (argentina) no lo dejan estar así que después de eso les sube su servidora (?) nanananana

Los amo(?) lkasjdaklsjdklsajd :B seeh ya... ando sentimentaaaaaaaaaaaal

tarararara HEY! tararara

Ahora mientras edito les dejo esta imagen de harry para que sufran y digan ¡NO LLORES HAZZA YO TE AMO! askdjaskldja lloré cuando vi eso :B lloren como yo gente (?)

Chau me fui a editar y HARRY YO NO TE ODIO!!! YO TE AMO!! ASKLDJASDKLASKLD

LALALALALALLALA, te afectó el alcohol? (?) xD ADJASKDJSA, gracias Aldeh, y no digas D:

YO TE AMO HAROLD T.T.

por **•Unhappy•** Vie 10 Ago 2012, 10:35 pm

Voy a subir mañana, ya que se me fue el humor D: la verdad no ando bien

Iré a dormir prometido para mañana si o si mi cap

por **Kit Walker** Vie 10 Ago 2012, 10:41 pm

Bohemian Rhapsody escribió:Tengo mi cap :B lo subo?? :P

MALVADAAAAAAAAAAA ¬¬ CONECTATE Y SUBE! (?)

por **•Unhappy•** Sáb 11 Ago 2012, 2:33 pm

Subiré mi cap en un ratito c:

por **Bart Simpson** Sáb 11 Ago 2012, 8:59 pm

Holoooooooooooooooo!!!!

Sol... tu cap estuvo tan DCIHFILJLSJLKSFJHFNKJDLA!!! Me gustó mucho ;)... Aunque me dio cosita con lo de su hermano T.T

Marí... el tuyo igual e.é fue emocionante Lee es NDOIWJSIJDLSAJDSLSDK claro que eso es algo que tu sabes...

Y bien... Chicas y chico Jazz ya ah faltado dos veces con su cap, además de que ni siquiera a pasado al tema así que me veo en la penosa(?) necesidad de sacarla de la nove :/

por **Kit Walker** Sáb 11 Ago 2012, 9:27 pm

Jwow1D#Crew escribió:Holoooooooooooooooo!!!!

Sol... tu cap estuvo tan DCIHFILJLSJLKSFJHFNKJDLA!!! Me gustó mucho ;)... Aunque me dio cosita con lo de su hermano T.T

Marí... el tuyo igual e.é fue emocionante Lee es NDOIWJSIJDLSAJDSLSDK claro que eso es algo que tu sabes...

Y bien... Chicas y chico Jazz ya ah faltado dos veces con su cap, además de que ni siquiera a pasado al tema así que me veo en la penosa(?) necesidad de sacarla de la nove :/

Gracias... niña.. (?) LALALALALALALALALALAA, pero yo prefiero a Matt xD okno, los dos son sexys a su manera! e.é
Jenn, ¿podrías editar los turnos si la vas a sacar? Para no confundirnos.. if you know what I mean e.é

cambio y fuera,
Burbuja. ~~{chicas superpoderosas T.T}~~

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