Wn: Encantada (Logan Lerman & Abigail)

Nombre:Encantada
Autor: Catalina
Adaptación: No
Género: Drama y Romance
Advertencias: Violencia, muerte de personajes y... eso :D
Páginas: No

La lluvia golpeaba las ventanas del salón de literatura. Al frente de este una mujer de mediana edad, lentes y falda intentaba llamar la atención de sus estudiantes elevando la voz sin éxito. En la primera fila de asientos y mesas se encontraba un grupo de muchachos, todos de cabellos oscuros, tez blanca y narices respingadas; en la segunda fila se encontraba un grupo de chicas algunas blancas y otras morenas, todas se sonreían la una a la otra demostrando la complicidad que se logra con años de amistas; la tercera era más variada, chicos y chicas cuchicheaban entre si riendo por lo bajo y lanzando pequeños pedacitos de papel en forma de balón; por ultimo la cuarta fila solo se encontraba una chica de cabello marrón, observando como las gotas de lluvia se deslizaban en la ventana.


-¿Abby? –Preguntó la profesora llamando su atención, los ojos oscuros de la muchacha recorrieron el
rostro demacrado de la mujer con aburrimiento, deseando estar en otro lugar y no en aquella clase -¿Dime porqué Romeo y Julieta no podían estar juntos?


Una pregunta fácil, pensó Abby sonriendo, sin embargo una idea más osada se formaba en su cabeza haciéndole difícil contestar la simple pregunta, siguiendo sus impulsos, Abby salió del salón causando gran revuelo, por lo general ella era él tipo de personas que nunca se hacía notar, sus compañeros la denominaron “señorita invisible” por qué la presencia de Abby en algún lugar era tan fácil de olvidar que nadie nunca se recordaba de que ella estaba presente. Fuera del salón Abby saltó de alegría, esa mañana no se sentía como siempre, algo dentro de su ser se sentía listo para romper el cascarón y enseñarle al mundo quien era Abby realmente. En si, toda esa mañana fue extraña para la muchacha se despertó con una sensación de felicidad interior que jamás había sentido antes, salió de su casa con una sonrisa e incluso su madre se sorprendió al verla por primera vez tan radiante, ¿el por qué? Abby aun no hallaba la respuesta concreta pero esperaba que el sentimiento de autosuficiencia y felicidad no desapareciera fugazmente.


-¿Qué hace fuera del salón señorita Wilson? –Abby se volteó para ver como una mujer de unos 30 años de edad cambiaba su peso de un pie al otro -¿Ha escuchado mi pregunta señorita Wilson?


-Claro, señorita Rojas –respondió Abby maquinando una buena excusa en su cabeza –me duele la cabeza.


La risita de la señorita Rojas irrito a Abby.


-¿Alguna mejor excusa señorita Wilson?


-No –se aventuro a decir, los ojos oscuros de Abby brillaron como nunca lo habían hecho, la señorita Rojas se impresiono por la convicción que escucho en la voz de una de sus estudiantes preferidas.


-Como me agradas hare como si nunca te hubiera visto –La muchacha de cabello marrón asintió mientras la profesora giraba sobre sus tacones y se alejaba de ella meneando las caderas provocando que parte de su corta falda enseñara algo más.


_..._


Los delgados dedos de Abby acariciaban el papel algo desgastado del antiguo libro que sostenía, lo había encontrado la semana anterior cuando intentaba encontrar un libro de algebra para la clase de matemáticas, lo que llamó su atención fue el nombre del libro “El libro de los hechizos”, se prometió a si misma leerlo la próxima vez que volviera a la biblioteca y ahí estaba. Sentada en un rincón oscuro, poco iluminado, ocultándose de los profesores que se paseaban por los pasillos del lugar buscando a los chicos que se saltaban las clases.


Su mente divagaba en las palabras escritas en el libro, alguna de ellas estaban en latín, pasó a las páginas siguientes buscando alguna señal de español en las hojas amarillentas que parecían quebrajarse con el delicado movimiento al ser pasadas la una a la otra. Casi al final del libro Abby encontró unas páginas en español, las leyó con detenida atención para reírse al terminar de leer. El libro estaba dedicado a “hechizos” antiguos, la última sección (la cual estaba en español) era para los enamorados, las palabras escritas no tenían sentidos. Eran esos típicos hechizos de películas o series de televisión, fáciles de recordar y obviamente poco creíbles. Cerró el libro con cuidado, al intentar guardarlo en su mochila, una pequeña bolsa de tela sucia cayó al suelo dejando ver su contenido, Abby la recogió y observó con atención su contenido; enterró su dedo índice y este se cubrió con un polvillo rojo. Recordó el único “hechizo” que llamó su atención.










Con una sonrisa dibujada en su rostro, Abby cerró los ojos, respiro profundamente como cuando lo hacía en sus clases de yoga, relajo cada musculo de su cuerpo y despejo su mente, concentrándose en las tontas palabras del libro.


Primero, pensar en su nombre. Los recuerdos de la muchacha de cabello marrón se dirigieron rápidamente a un chico de cabellos claros como el color del sol, piel bronceada y ojos tan oscuros como la noche sin estrellas. Su nombre, Jared, el estudiante de intercambio que solo se quedaría por un semestre para aprender español, muchas chicas gustaban de él, sin embargo, Jared las ignoraba a todas por igual, provocando chismes sobre su orientación sexual.


Segundo, ¿lo quieres? , claro que Abby lo quería, cada vez que Jared caminaba frente a ella o le preguntaba si quería la última manzana de la cafetería el corazón de ella latía con fuerza
dentro de su pecho.


Tercero, desear estar con él. La sonrisa de Abby creció en su rostro, si deseaba estar con Jared con toda su alma, por las noches soñaba sobre un futuro juntos en algún lejano lugar en Australia (el país natal de Jared)


Cuarto, sopla el polvo de pétalos de rosas secas, inhalo todo el aire que sus pulmones le permitieron y soplo con delicadeza, provocando que el polvo de pétalos se alejara de la tela, provocando pequeños destellos en el ambiente, parecían brillar gracias a la poca luz pero estas no desaparecieron rápidamente si no que flotaron alrededor de Abby.


Lentamente la imagen de la biblioteca con todos sus estantes y libros pareció distorsionarse como lo hacen los canales de televisión cuando tienen mala señal para desaparecer. Abby quedo en oscuridad, una desesperante, grito e incluso unas lágrimas corrieron por sus pálidas mejillas, hasta que sintió como su cuerpo y rostro caían sobre lodo.


¿Qué demonios? Pensó Abby sintiendo como el lodo le congelaba los dedos de las manos, ¿Dónde estaba? Hace unos minutos en la biblioteca de su colegio porque había salido de su clase de literatura, ahora estaba en algún lugar extraño por decir un hechizo cursi pensando que solo eran bobadas de un autor muy malo. Levantándose del suelo enlodado pudo ver que estaba rodeada de frondosos árboles, solo veía una pequeña luz a lo lejos pero no se sentía segura de seguirla. El relinchar de un caballo la obligo a girar sobre sus talones y gritar de la sorpresa, frente a ella se encontraba un muchacho mucho menor que ella, de quizás unos 14 años, de cabello rubio y ojos azules, este la miraba extrañado, como
si fuera un bicho raro, una mirada que ninguno de sus compañeros le había dirigido antes porque estos siempre la ignoraban.


-¿Disculpe usted que esta haciendo aquí y a estas horas?


-Me perdí –Abby le sonrió enseñando sus dientes manchados con lodo, el muchacho lo notó y desvió la mirada.


-Espero que usted quiera acompañarme a mi casa, una de mis criadas la ayudara con su apariencia y le entregara las ropas adecuadas. Nunca había visto a una criada con pantalones. –Revelo el chiquillo sonriéndole con soberbia, como muchas veces Abby se sintió pequeña –Sígueme.


El chiquillo rubio la obligo seguirlo trotando tras el caballo, más de tres veces Abby cayó sobre lodo, manchando aun más sus viejos jeans azules y su camiseta rosa preferida. El chico sobre el caballo se detuvo frente a una gran puerta de madera (las típicas puertas dobles medievales), lo demás parecía una gran muralla de piedras sin ventanas u otras puertas.


-Muévete –ordeno el muchacho como si este fuera su jefe, quiso replicar pero el rostro del niño no le permitió, Abby se quedo en silencio caminando tras de él y evitando los desechos
del caballo.


Una mujer de edad avanzada y cabello cano se acercó a ella con los ojos entrecerrados, observando su ropa, esta vestía con un vestido desgastado color marrón como el cabello de Abby, sobre el vestido vestía un delantal que era blanco ya que ahora estaba decorado con pequeños círculos de comida.


-Dorothy, hazte cargo de esta, será nuestra nueva mucama o la doncella de mi hermana.


-Pero… señorito ¿Qué dirá su padre o su hermano?


-Hablaré con ellos, una criada más, una boca más que alimentar… no creo que les importe mucho.


El muchachito se alejó con su caballo dejando a Abby confundida y a la tal Dorothy con la misión de bañar a la muchacha, entregarle un nuevo vestuario y enseñarle a hacer su nuevo trabajo.


-Acompáñeme…


-Abigail.


-Abigail - Repitió Dorothy –Sígueme –ordenó-.

Wow me encanto!
Primera y nueva lectora!
Esttuvo super interesante
O sea regreso en el tiempo?
Me encanto me encanto <3
Sigela pronto enserio :D!

2DA LECTORA! Que interesante que esta! Tienes que seguirla pronto! Aunque ella regreso en el tiempo no? El toque es porque al decir el hechizo ocurrio algo totalmente distinto? Jaja

me encanto el capitulo!
aunque nme perdi un poco
ella solamente desperto en 1450
es demasiado tiempo..
jaja muchoo
sigela pronto porfavor!

Wuaw 1450!! Y jaja a Logan algo le gusto de ella! Y que incomodo que una extra;a te mire asi desmuda y todo eso jaja! Bno siguela pronto!:D

Es lindo tener dos lectoras, de verdad! :D <3
Chicas si no entienden algo, no se preocupen porque todo lo explicare en los proximos capitulos, ahora estoy escribiendo el capitulo dos y este se me esta recistiendo un poquito. Eso si lo unico que explicare ahora es que pretendo hacer una historia oscura y una relación enfermiza... algo así como amores imposibles, muertes y cosas así, ojo no pondre nada mayores de 18 x3
Piensen que es el verdadero cuento de hadas y no esas historias casi perfectas x3 eso hasta ahora :D

hola :D me llamo giuliana pero me dicen giu o nash ( natasha es mi segundo nombre) , seguila!! me encanto! :D

Hola Nash un gusto :D

Nueva y fiel lectora! talvez no te acuerdes de mi pero aun asi me presento otravez soy Andrea y me tendras molestando con comentarios todoo el tiempoxD hahaha y SIGUELA que esta intenso quiero ver como se desarrollara su historia ademas que no estaba con Jared y ahora con Logan y eso es ineterante hahaha ... aunque como fue que llego ahi ..y Logan la desea uuh! hahaha bueno SIGUELA y cuidate y adioos![:

Hey hola Cata jaja! queria saber si tenias twitter ya sabes para seguirte y que me sigas! Y bno si o cualquier otra lectora!:)

Pilii si tengo pero deja acordarme de mi cuenta hahah siempre se me olvida u.u y Andrea si me acuerdo de ti :D gracias por ser mis lectoras hoy subo cap si o si :D

Ah ok! Jaja a mi tamb me pasa eso!XD

Capitulo 2:



Abby camino por el pasillo perdida, Logan le había ordenado dejar su despacho sin siquiera decirle cual era el dormitorio de su hermana Catherine. Aun la idea de viajar por el tiempo gracias a un hechizo mal escrito le hacía sentir que estaba viviendo solo una extraña y retorcida pesadilla. Dejo el largo pasillo en penumbras para llegar a un pequeño cuarto con tres puertas de madera y otro largo pasillo esta vez mejor iluminado por antorchas que colgaban en la pared de piedra, una de las puertas de madera se abrió para dejar ver a una chica de aproximadamente de 20 años, cabello rubio y regordeta, esta la observo por cortos minutos antes de presentarse y preguntarle el nombre.


-Soy Abigail y estoy perdida –reveló la muchacha bajando la mirada algo cohibida, la rubia le sonrió con complicidad-.


-Te entiendo, la primera vez que llegué aquí me sentí igual de abrumada pero te acostumbrarás –la mano de la rubia se apoyó en la espalda de Abby –Dime ¿Qué estas haciendo en esta casa?


Abby quería responder que ella no era ninguna criada, que venía del futuro por leer un estúpido libro de hechizos que nunca pensó que fueran reales, pero el miedo de ser colgada en la horca o quemada por bruja o quizás loca hacia que aquellas palabras se quedaran atascadas en su garganta.


-Soy la nueva doncella de Catherine –respondió la muchacha mordiéndose las paredes de la boca – ¿la conoces? –La rubia asintió con mirada sería-.


-Si pero no debes llamarla Catherine, debes decirle Señorita Plantagenet o simplemente señorita –los labios de la rubia se acercaron al oído de Abby –si nuestro Señor te escucha hablando de esa manera sobre la señorita, te castigara hasta que prometas llamarla como una criada debe hacerlo, es por eso que su doncella anterior ya no trabaja con él –reveló la rubia –yo soy la doncella de la señorita Isabella, supongo que tendré que enseñarte tu trabajo –le sonrió con una sonrisa cálida-.


-Gracias Beth –agradeció Abby con sinceridad –.


Beth guio a Abby a unas pequeños dormitorios bajo tierra, no eran un lujo ni menos dormitorios habitables, pero parecía que aquellos pobres hombres se conformaban con muy poco, las ratas paseaban entre los pies de Abby provocando que soltara pequeños gritos de histeria, odiaba los ratones. Ambas llegaron al final donde Beth le señalo su dormitorio, era una habitación pequeña con una cama de colchón de paja, dos cobertores de algodón del mismo grosor de la tela de su vestido y una almohada de plumas algo usada. En una pequeña mesita de madera había una vela bien gastada pero aun alumbraba, aunque muy poco, Beth le dijo que esa sería su dormitorio.


-¿enserio? –Pregunto Abby tragando con fuerza-.


-Estos son los dormitorios de los empleados, mañana te traerán ropa adecuada para una doncella, vestirás lindos vestidos de muselina aunque sencillos.


-¿Cómo puedes vivir así?


-Es la vida Abby, algunos nacen con sangre azul mientras que otros solo para la servidumbre y ese es nuestro puesto hasta que nuestros días se acaban, cuando la vida se nos va de las manos –Dijo con tristeza Beth –mi madre era la doncella del rey, pero murió de peste hace tres años, es por eso que trabajo con el señor Plantaganet y créeme es muy bondadoso.


-¡Bondadoso! –exclamó Abby señalando a su alrededor -¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Vives en una pocilga!


-¡No hables de esa manera o alguien te oirá! –le rogo Beth tapándole la boca con una de sus manos –si alguna de sus queridas te escucha terminaras con una buena azotaina que te dolerán por semanas.


-¿Qué dices? –Abby se sentó en lo que sería su cama, sus
manos temblaban imaginando como los golpes de un látigo de cuero sobre su espalda –Los tratan como animales.


-Así es la vida niña –Los ojos de Beth se oscurecieron- si no puedes probar que tienes sangre noble estas destinada a ser una simple empleada, mi único consejo es si… -Beth acerco sus labios al oído de Abby – deseas ser tratada de una manera diferente, tendrás que entrar a los aposentos de nuestro señor y entregarte a él.


Abby abrió los ojos sorprendida ante ese “consejo”, se alejó de Beth para mirarla estupefacta, ¿de verdad le había recomendado hacer eso? ¿Cómo podía?


-Lo que has dicho me parece terrible, ¿quién haría eso?


Beth dudo si responder a su pregunta o no, pero al ver la mirada inocente de la muchacha se rindió.


-Josabeth, es la hija de la cocinera, se pasea por aquí como si fuera la futura reina, su madre piensa que ellos se casaran pero todos sabemos que el señor no se casaría con cualquiera.


-¿Ella es cualquiera?


-Si Abby, ella es la querida del señorito y su hermano, no el chiquillo que te encontró en el bosque –aclaró Beth-.


La cabeza de Abby daba vueltas con tanta información, ¿Cuántos hermanos tendría Logan? O mejor dicho ¿Su señor?


-Tiene 8 –respondió Beth leyendo la dirección de sus pensamientos –Él es el mayor de todos, Mckade es el segundo, Mary la tercera pero se casó con el duque de Norfolk, France and Joanne viven en Francia ambas casadas con unos condes franceses, Isabella y Catherine son gemelas y por ultimo Joseph.


-Es una familia muy grande –comentó sorprendida, en el siglo XXI las familias eran más pequeñas, ella era hija única mientras que los matrimonios como mucho tenían tres hijos.


Tres golpes llamarón la atención de ambas muchachas.


-El Señor necesita hablar con Abigail Wilson y Beth Jones–anuncio una voz masculina tras la puerta.


-…-


-¿Por qué nos ha llamado? –susurro Abby cerca del odio de Beth, esta se encogió de hombros, mirando a Logan quien las observaba con los ojos entrecerrados.


La puerta de su despacho se abrió, a la habitación entró una mujer pequeña, cabello oscuro y cuerpo normal, no tenía las mismas curvas que el delgado cuerpo de Abby o el hermoso cabello de Beth, era una mujer normal, con unos labios gruesos y brillantes, esta se acomodó en el regazo de Logan, sonriéndole a las dos muchachas con una sonrisa cruel y fría.


-Josabeth –murmuro Beth, los ojos oscuros de Abby se posaron en la diminuta mujer, un escalofrió recorrió su espalda –esto no es nada bueno Abby, lo peor de todo es que no te enseñe tu trabajo.


-Josabeth me a dicho que una de ustedes estaba hablando a mis espaldas –empezó a decir Logan sonriendo de medio lado, haciendo que sus ojos azules brillaran a pesar de observarlas fríamente – citando las palabras de ella una de ustedes ha dicho que trato a mis empleados como animales y que sus aposentos son una… pocilga –remarcó esa palabra, Josabeth a su lado ensanchó su sonrisa –Beth sabes las reglas, ninguno de mis empleados habla a mis espaldas de esa manera, es una falta de respeto para un noble como yo.


Beth tembló al lado de Abby.


-L-lo-s-se –tartamudeó intentado aclarar su garganta.


-Beth, eres una excelente empleada, no me gustaría hacer esto pero tendrás que recibir tu castigo –esto lo dijo con naturalidad, como si fuera una línea que decía a menudo, a pesar del miedo que había empezado a embargar a Abby esta camino dos pasos más dejando a tras a Beth y tapándola con su delgado cuerpo.


-Ella no ha dicho nada, fui yo –Aclaró la muchacha – y lo sigo pensando, ellos son personas, los trata como animales. ¡ANIMALES! Viven bajo tierra con colchones de paja y cobijas de algodón que no logran salvarlos del frio de la noche, viven con los ratones. ¿Cree usted que eso es bondadoso? ¡Claro que no lo es! ¡Ellos tienen derechos! ¡Son seres humanos como usted! –Lo señalo - ¡Usted es un ser cruel y malvado!


Josabeth se quedo de piedra cuando su trasero choco con el suelo, Beth a espaldas de Abby se tapo la boca con ambas manos, mientras que Logan se acercaba rápidamente hacia la muchacha, este le apretó el brazo con su mano izquierda, luego la tiro al suelo haciendo que las rodillas de Abby chocaran fuertemente con este.


-¡NUNCA NADIE ME A HABLADO DE ESA MANERA! –Rugió furioso, esta vez le agarro su hermoso cabello marrón y la obligo a levantarse -¡Tú me acompañaras a las mazmorras! –abriendo la puerta de una patada, la guio hacia fuera de su despacho violentamente, jalando su cabello mientras todos los criados veían la escena, ninguno de ellos tenía el valor para interrumpir lo que vendría, algunos bajaron la mirada para ignorarla.


-Suélteme –Ordeno Abby con valentía, sollozando por el dolor que le provocaba su fiero agarre, Logan la ignoro, jalando aun más fuerte su cabello, sentía que en algún minuto este se desprendería de su cabeza dejándola calva – por favor suélteme –esta vez le rogó con su voz rota, nunca nadie la había tratado como un animal, ese hombre era un monstruo.


Descendieron a las mazmorras por una escalera en forma de caracol que parecía interminable, los pies de la muchacha se enredaban en el vestido provocando que esta cayera, pero el agarre de su cabello nunca se aflojó. Las antorchas iluminaban el camino, era un lugar oscuro y lúgubre, dos hombres vigilaban la entrada, ambos con una lanza en sus manos y un cascó medieval en sus cabezas, estos la observaron por una fracción de segundos, abrieron la puerta y luego la cerraron.


-Esto te enseñara a respetarme –Rugió Logan lanzándola a la tierra y rompiendo la espalda del sencillo vestido, de su cinturón saco un látigo de cuero color negro y tres cristales en su punta, el primer golpe se sintió en su espalda provocando ardor, Abby sollozo, formando un puño con ambas manos. El segundo se sintió peor al igual que los 100 que siguieron, cuando el enojo de Logan termino la espalda de Abby ya no era como porcelana, ahora estaba roja mostrando sus músculos desgarrados, la sangre se deslizaba lentamente por los costados manchando la tela del vestido marrón.


Las lágrimas hacían que la tierra se transformara en lodo haciendo que esta ensuciara su rostro. Logan se apoyó en la pared y se deslizo por esta hasta quedar sentado observando a la muchacha que lloraba delante de él. Era menuda, delicada y hermosa, aunque aun no olvidaba sus ojos fieros mirándolo como si fueran iguales. ¿Quién se lo hubiera imagino? ¿Una simple criada observándolo de esa manera? 100 latigazos le darían una lección, de eso estaba seguro.


-Espero que esta vez te comportes.


Entre sollozos la chica contesto “eres un maldito bastardo, cerdo bruto”, el pie de este choco contra las costillas de la
muchacha provocando que esta gritara, un “crack” se sintió en la habitación. Una de las costillas de Abby se había quebrado, Logan se pasó las manos por la cabeza desordenado su cabello, esta era la primera vez que pateaba o golpeaba con sus propias manos a algún criado, algo en ella lo exasperaba.


El llanto se hizo aun mayor, esta vez era acompañado por quejidos de dolor y gemidos de angustia, Logan se arrodillo a su lado, susurrando miserablemente un “lo lamento”.


El dolor llevó a Abby a la inconciencia.


-…-


Beth aun seguía en el despacho de su señor, mirando con odio a Josabeth quien se reía de su expresión moviendo sus pies como una niña.


-¿Por qué has hecho algo así? Esa niña no lleva un día en este lugar y ya le estas haciendo la vida imposible. ¿Por qué?


Josabeth ladeó la cabeza.


-Odio a las criadas nuevas, tenía que enseñarle una lección, además la estúpida me dio una razón para que la castigaran.


-Eres una arpía –la insulto Beth-.


-Tengo que defender lo que me pertenece, esa niñita es una de las pocas que pueden ser una competencia para mí, recuerda Beth Logan es mío, solamente mío.


-Recuerda Josabeth, eres una simple criada –dijo Beth con desprecio- En Londres hay muchas nobles con una dote mucho más grande que la tuya.


La puerta se abrió y apareció Logan llevando en brazos a Abby, la sangre cayó en pequeñas gotas al suelo, Beth gritó al ver el cuerpo inerte de la muchacha, temió lo peor, se acercó a su señor olvidando quien era.


-No te preocupes, esta viva, la llevare al dormitorio que esta junto al salón de té, quiero que llames al doctor Ray –Beth asintió y paso por el lado de él a paso rápido, corrió por los pasillos para encontrar al ayuda de cámara de Logan –Josabeth quiero que le digas a tu madre que prepare una buena sopa de carne para dársela a Abby cuando despierte.


-¡No puedes atenderla así! ¡Ella… te insulto! –exclamó Josabeth cruzándose de brazos.


Logan cerro los ojos.


-Sal de aquí, por favor –masculló entre dientes, aun seguía enojado pero esta vez no con la pobre muchacha que sostenía en sus brazos, si no consigo mismo.





-…-





-Señor, el doctor ya esta aquí –anuncio Beth jugueteando con una costura de su vestido, un hombre de 50 años entró a la habitación, sosteniendo un maletín, se sentó al lado de la cama y observo a la muchacha que aun seguía inconsciente.


-¿Qué sucedió? –pregunto mientras abría su maletín y sacaba unos frascos con líquidos de distintos colores.


-Me sobrepase con el castigo –respondió Logan-.


El doctor alzo las cejas al mirarlo, al parecer ya había escuchado respuestas como esas antes pero nunca de él.


-Vamos a ver que has hecho – lo dijo en tono de reproche, haciendo que Logan se sintiera peor de lo que ya se sentía, el medico retiro las cobijas del cuerpo de Abby, aun seguía con su vestido marrón, al voltearla, observo su espalda, de su maletín saco una tela de color blanco, delgada y una pequeña botellita de agua, mojo la tela blanca, la paso delicadamente por su espalda limpiando las heridas con delicadeza. El paño se mancho rápidamente, haciendo que él volviera a mojarlo, repitió la misma acción por lo menos 10 veces hasta que la piel de la muchacha quedo sin rastro de sangre, al intentar vendar la herida, se escucho nuevamente el “crack” haciendo que el medico enarcara sus cejas.


-Las costillas están rotas –con ayuda de Beth volvieron a voltear a Abby y con cuidado este toco las costillas de la muchacha, tres de estas estaban rotas –tendré que vendarla con cuidado, si lo hago de otra manera las costillas no se sellaran bien al hueso –explico – Logan necesito su ayuda, ¿puede tomarla en sus brazos con sumo cuidado para yo vendarla correctamente?


Logan siguió las instrucciones del doctor, después de una hora este pudo hacer su trabajo correctamente, Abby aun seguía inconsciente algo que facilito el trabajo de vendar y curar sus heridas.


-Me gustaría poder darle algo para calmar el dolor pero la medicina no ha llegado a tanto desarrollo, aun es una ciencia en pleno desarrollo, lo lamento –se disculpo –si tiene algún problema no dude en llamarme.


El doctor se despidió.


-Beth, cuando despierte tráele algo de comer, te encargaras de ella hasta que despierta mientras este en cama enséñale todo lo que necesite para ser la doncella de Catherine.


-Esta bien Señor.


-Y… dile que de verdad lo siento.


Logan dejó el dormitorio rápidamente, dejando a Beth sorprendida, era la primera vez que escuchaba salir aquella palabra de la boca de su señor.

O.O ... sin comentarios... PERO ES QUE LOGAN ES UN ANIMAAL!!! por dioos como pudo hacer eso nadamas por un impulsooo!?!??! en que cabeza cabee!!! esque... esa faseta de Logan no la conocia pobre Abby espero que Logan valla y se disculpe como que se debe -.- huumm... "cerdo bruto" pero que razon tenia Abby en que cosas se fue a meter no, no hahhaha bueno dejando eso de lado
PERO ESQUE TU ECRIBES COMO DIOSA MUJER!! te juro que senti algo mientras leia me sosprendi completamente... no puedo esperar a que la sigas pronto o si no mandare a los elfos malvados por ti para que te lleven con el gran elfo wuahahahha bueno no tanto asi xD bueno SIGUELAA! que estes biien cuidate adioos![: