Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)

Nombre: Safe & Sound

Autor(es): Noemi ,Ainhoa, Annie & Valentina.

Adaptación: La trilogía de los "Juegos del Hambre" de la autora Suzanne Collins

Genero: General, Romance, Aventura, Acción, etc.

Advertencias: Algunas narraciones pueden ser violentas respecto al tema,

Otras páginas: No.

¡AH Genial! bueno entonces. ¿Subo el primer capitulo? :-) Se aceptan lectoras, es un fanfic sencillo entre dos personas.

Subbeeeee! Me muero por leer la historia de Electra!
Bss by Thalassa

Todo estaba oscuro, y las sombras se veían lúgubres, aferrándose a sus talones, escapando junto con ellas, la luz de la pequeña lámpara titubeaba al moverse, se escuchaban los chapoteos de sus pisadas y había un aroma a tierra húmeda, de sus bocas salían jadeos constantes, aquellos que se desvanecen al tocar el aire, huían… huían de todo.

-¡Corre! –Exclamo la chica de estatura más grande, sujetando la mano de la otra con firmeza. Atravesaban un túnel oscuro, bajo tierra, no sabiendo que había sobre sus cabezas; siguieron corriendo, escapando de sus sombras.

La mas joven intento mirar de reojo hacia atrás, esperando no arrepentirse para regresar, cuando la otra tiro de su brazo.

-No mires hacia atrás –le pidió con voz ronca, quitándose unos mechones rubios que invadían su rostro- por favor, -le suplico. La joven trago saliva, más regreso su vista hacia el frente, aun corriendo.

-¿Cuándo saldremos de aquí? –pregunto, impaciente

-pronto, la salida no esta tan lejos –respondió

Sus piernas estaban desvaneciéndose, y la vista se nublaba por tanta tierra y polvo en sus rostros, allí adentro no se respiraba el oxigeno, sino una combinación de humos, era un riesgo huir de allí, sin embargo, habían logrado llegar lejos de lo que las expectativas sugieren. Al final se lograba percibir un poco de iluminación, La mayor sonríe al pensar que han logrado escapar, la esperanza invade con fervor su pecho, y sigue corriendo con mas adrenalina a pesar de su cansancio, una suave brisa hace alborotar los mechones sueltos y le hace respirar algo fresco en sus rostros húmedos; se detienen, entre el silencio y los jadeos, aquel hoyo, su esperanza de salir esta sobre sus cabezas.

-Subiré yo primero, luego te ayudare a ti –dice la joven rubia, la niña la mira y asiente, entonces la joven engancha las uñas entre las enredaderas que se aferran a la tierra, y con un gran esfuerzo logra subir hacia su nueva vida que se encuentra sobre sus cabezas, entonces recupera el poco aliento que le faltaba, y mira hacia su alrededor, pero lo primero que ve es un mito para ella, algo que no creía que existía, las estrellas sobre su cabeza, miles de ellas, una sonrisa aparece en sus labios y se inclina sobre sus rodillas para sacar a su hermana del túnel, la sujeta como a su misma vida y la ayuda a salir. Los pulmones necesitan recuperarse, ambas caen rendidas sobre el suelo, mirando el cielo estrellado con una sonrisa incrédula.

-¿Dónde estamos, Zeva? –Pregunta su hermana, entonces Zeva levanta el rostro y mira hacia su alrededor, un escalofrió recorre su cuerpo, y niega con la cabeza, rodeadas de arboles y sintiendo la hierba entre sus dedos descalzos, llenos de ampollas, tierra y heridas sangrantes, pero parece silencioso y tranquilo, pero el miedo las invade, aquel silencio se llena de los sonidos atemorizantes de la noche, Zeva se levanta inmediatamente

-Debemos salir de aquí –habla, con una voz temblorosa y titubeante que no se entienden del todo sus palabras, un aullido se escucha entre el eco y parece temblar- ahora –dice con autoridad, la oscuridad asecha como un silencioso asesino a sus espaldas, la pequeña se aferra mas a Zeva, se escucha el cantar de los grillos, los ojos brillantes de las zarigüeyas se reflejan entre los arboles como curiosos huéspedes mirando a las extrañas que están en su bosque, una marmota pasa sobre sus pies, haciendo que la castaña suelte un grito ahogado y se lleve ambas manos directo hacia sus ojos, cubriéndolos como un velo oscuro.

-Me quiero ir –exclama con voz quebrada, su hermana, una chica de cabellos rubios que se pegan a su rostro humedecido por el sudor y la tierra, se inclina hacia ella y sujeta su rostro

-calma, calma –le dice, su voz temblorosa ahora parece dulce y suave como una crema azucarada, la mira hacia sus ojos y con el pulgar acaricia la piel de la mejilla de su hermana- estaremos bien, te lo prometo

-estaríamos mejor en casa –le replica, sin abrir los ojos, apretándolos fuertemente para no ver- con mamá y papá

-no –le dice con un siseo arrullador, acariciando sus cabellos con sus dedos tan blancos como la nieve- sabes que no es así, esto ha sido lo mejor para ambas, ¿escuchaste? –ella asiente, e inmediatamente enreda sus brazos alrededor del torso de Zeva, abrazándola

-no me dejes sola, Zeva –le pide, de manera suplicante

-Nunca, nunca lo haría –susurra, al fin su hermana abre sus ojos, mirándola entre la oscuridad, y lo siguiente es continuar, terminar con lo que ya han comenzado, sujetadas de las manos, siguen caminando para encontrar una salida, cuidando sus pasos de cualquier peligro.

-¡Zeva! –Exclamo su hermana- ¡mira! –señala algo en lo alto de la colina, reflejándose entre los frondosos arboles, habían encontrado una alambrada, resbalándose en la suave tierra de la colina, sus uñas quedan sucias por aferrarse a la tierra, las rodillas de sus pantalones negros y rotos quedan igual, frente a ellas, la alambrada es inmensa, la pequeña con una sonrisa satisfecha en su rostro lleno de tierra húmeda, esta a punto de acercarse cuando Zeva la detiene.

-Espera –le advierte, examina la alambrada de arriba hacia abajo, sin guardarse ningún detalle, mirando con recelo y cautela, camina unos cuantos pasos, y se inclina hacia el suelo sujetando una vara seca y delgada, decidiendo lanzarla hacia las cuerdas que sujetan la enrejada, entonces al hacer contacto, sale una lluvia de chispas, la varita se desintegra desprendiendo un olor pútrido a quemado, su color se ha vuelto negro ceniza, ambas miran aquello con terror y decepción, su única esperanza ha desaparecido.

-Esto no…- Zeva comienza a balbucear, la rabia mezclada con su miedo recorren su pecho, sus labios frambuesa comienzan a crisparse, se lleva ambas manos, sujetando su cabello lacio y rubio en muestra de desesperación y odio, tumbándose sobre sus rodillas, su hermana mira como las lagrimas amargas se deslizan por el pálido rostro de Zeva, y como si fuese poco sus sollozos son desgarradores como el frío sepulcral de un día de invierno rojo, tenia la esperanza de escapar, de darle una mejor vida a su hermana, de tener mas libertad de la que se podían permitir en casa.

-Zeva…-susurra su hermana conmovida, entonces como un rayo surge una idea, sus ojos se iluminan en la oscuridad y las comisuras de sus labios comienzan a curvarse- ¡Zeva! ¡Zeva, mira! –exclama, señalando debajo de la alambrada, la joven rubia levanta su mirada enrojecida y brillosa por las lagrimas; un hoyo a medio cavar esta allí, esperando a ser terminado

-vamos –se levanta, con esperanza- comienza a cavar –su hermana se acerca hacia ella y ambas comienzan a cavar, con uñas sucias y dedos sangrantes y engarrotados, siguen con la sonrisa en sus labios y el sudor recorriendo su sien y bajando por su mejilla. Pero aquella esperanza constante desaparece cuando una sirena comienza a sonar estruendosamente retumbando como un eco en cada esquina y callejón oscuro- ¡Más rápido! –exclama Zeva con un grito desesperado, sus brazos no dejan de cavar y ya sienten el dolor en sus extremidades como horribles punzadas, la tierra se hunde entre sus dedos y el sudor recorre sus frentes

-¡Suficiente! ¡Suficiente! Con eso basta, ahora, pasa tu primero

-pero…-Zeva la interrumpe

-¡Ahora! –le ordena mordazmente, su hermana con todo cuidado pasa por debajo de la alambrada, llega al otro lado sana y salva, sus jadeos son ahogados por la sirena, a lo lejos se escuchan varias pisadas y voces

-¡Date prisa, Zeva! –le grita con voz aguda, Zeva intenta pasar pero ha quedado atorada, comienza a desesperarse y no queda mas alternativa

-vete tu,

-¡no! No me iré sin ti –su hermana la sigue jalando, con toda la fuerza, con las lagrimas desesperadas recorriendo sus mejillas, no la dejara, nunca lo haría.

-vete, ahora –le suplica su hermana, pero no se iría, no lo haría nunca, y con mas fuerza, logra sacarla de allí y se abalanza sobre ella, aferrándose a su pecho, con amor.

Esa escena es demolida por los ladridos de los perros y los gritos de aquellos hombres temibles, el detector las ha capturado, ha detectado su esencia humana, ha detectado que son las extrañas del lugar. Comienzan a correr a pesar de su cansancio, las jaurías de perros retumban entre sus oídos, las palpitaciones se escuchan con terror, y el aliento parece escapar de sus labios, pasan por una serie de casas casi destrozadas, las luces comienzan a prenderse dentro de ellas, Zeva sujeta aun mas fuerte a su hermana, pero ya nada responde, ni su aliento perdido, ni su cabeza llena de esperanzas nulas, se escuchan los gritos de los agentes de la paz, detectando su presencia, sus auras dañinas, entonces se detienen inmediatamente, y se esconden detrás de una pared, cubriendo sus bocas de cualquier jadeo y cualquier grito que pugna por salir.

-¿Sabe quienes son? –se pregunta uno, ambos tienen uniformes blancos y cubren sus ojos con mascaras de cristal transparente. Ambas están temblando al ver su apariencia, saben que están en problemas graves

-Zeva…

-shh –le calla, ambas miran, con ojos titubeantes hacia los uniformados, la joven castaña intenta retroceder, pero tropieza con algo y un ruido metálico desprende de aquel escondite oscuro, parece que pasa por desapercibido hacia los uniformados, quedan heladas cubriéndose las bocas con sus manos, con el terror en sus ojos, pero uno de ellos mira hacia esa esquina, apunto de abrir la boca, pero se queda congelado mirando a las dos chicas, que se ven vulnerables, y mirando el terror dentro de sus ojos, y fijándose las facciones de niñas detrás de la tierra y la humedad, siente su sufrimiento como una fragancia en el aire, sujeta con firmeza su arma, ambas sujetan sus manos, es el final… ahora si era el final, definitivamente.

-¿Ocurre algo, Darius? –pregunta un uniformado hacia el

-yo… -entonces él se vuelve hacia su compañero, mirando de reojo hacia donde las jóvenes están escondidas, un nudo cubre su garganta, aniquilando sus palabras- vi pasar algo… puede que sean los intrusos –dice, entonces las chicas están a punto de desvanecerse

-¿Dónde? –exige una respuesta su compañero, Darius extiende la mano y señala hacia la izquierda

-los vi por allá

-¡vamos! –ordena el uniformado, y los demás corren junto con sus perros hacia el lado izquierdo, Darius mira hacia las jóvenes quienes le dedican una cálida sonrisa de agradecimiento, él sonríe y se une junto con los demás. Parecen ya haberse alejado, aunque no hay que excluir los peligros y las posibilidades de que las encuentren

-corre –le dice Zeva a su hermana, entonces comienzan a correr aun mas rápido, sus corazones palpitan rápidamente, y golpean sus pechos con estruendo, sus jadeos se escuchan mas fuerte, sus respiraciones agitadas se pierden en el viento, aquellas casas viejas han sido sustituidas por unas con mas clase, la tierra y el carbón ha sido sustituido por un poco de vegetación mas convencible de que haya vida en esa tierra, las lámparas de los agentes intentan detectar a los escurridizos intrusos que se mueven por la oscuridad, parecen que están a salvo, solo sus sombras pisan sus talones. Hay unas cuantas luces prendidas en las casas de esa zona, y seguramente unas cuantas personas asomándose a través de su ventana, mirando detrás de las cortinas.

-Zeva, ya no puedo mas –dice su hermana, su velocidad ha disminuido

-Sigue corriendo, por favor no te rindas –le pide su hermana, entonces los gritos se escuchan mas cerca y los ladridos con mas estruendo

-¡Las veo! –exclama uno de los agentes de la paz, iluminando pobremente con su linterna, aun no saben de quien se tratan estos intrusos, su pecho esta a punto de estallar, y la joven castaña cae al suelo, los perros han sido soltados, y están a punto de llegar hacia donde ellas se encuentran

-¡Levántate! –exclama Zeva, con desesperación, pero ya las piernas de su hermana no responden, han quedado paralizadas por esforzarse tanto en una sola noche- por favor –grita desgarradoramente, su voz se esta yendo, y después de unos segundos cae sobre sus rodillas, el cansancio ha podido con ella, las lagrimas comienzan a resbalarse por sus pálidas mejillas y sin pensarlo, abraza a su hermana con todo su amor

-Gracias Zeva –susurra su hermana

-¿Por qué? –pregunta, tristemente y las lagrimas comienzan a caer sobre el cabello de su pequeña hermana

-por intentarlo –Zeva se conmueve y la abraza aun mas fuerte, una luz aparece a su alrededor, iluminando un poco su oscuridad, pero ya nada importa, ya nada importa realmente, ahora solo serán ellas dos, vivas o muertas… pero siempre juntas. Aprietan sus ojos con fuerza, y las voces se acercan más, las pisadas son mas fuertes y sonoras, si, no habían tenido en cuenta de que forma morirían, hasta ahora...Intentan recordar los buenos momentos y memorias, pero en ellos solo aparecen ellas mismas, no hay buenos momentos, ninguna buena memoria, todo ha sido frio, ha desaparecido entre las tinieblas, no hay felicidad, solo amor fraternal… la aferra mas a su pecho, esperando el final.

-¡Dense prisa! –exclama una voz de un joven, sujeta a Zeva del brazo y la levanta del suelo. Desaparecen por detrás de una casa, el patio es oscuro y se escuchan algunos ruidos de animales campestres, los labios de Zeva están temblando, y ya no importa quien es esa persona, esta tan cansada que podría morir en ese momento, las toxinas del túnel surgen un poco de efecto

-¡Entren! ¡Ahora! –señala una puerta debajo de un pórtico, su hermana entra primero, arrastrándose por el lodo y la tierra, luego sigue Zeva, se mueven a través de un túnel y una luz se refleja al final del túnel, no hablan, no preguntan nada, simplemente se mantienen en aquel silencio. Después de cruzar aquella luz, no vuelven a ver nada mas, todo queda oscuro y no sienten nada, simplemente el calor de una chimenea, y escuchan una dulce voz en sus cabezas, la pequeña castaña recuerda una canción dentro de su cabeza… que la hace desaparecer poco a poco, como un recuerdo reprimido de hace mucho tiempo.

.

Se escucha el crujir de la leña siendo consumida por el fuego, ella siente el calor de su propio cuerpo rodearla, al principio todo esta oscuro, hasta que comienza a abrir los ojos, lentamente… quizás este pensando que ya esta muerta, todo lo que ha sucedido ayer parece solo obra de una simple pesadilla, arrastra sus dedos en el suelo, es un poco terroso, mas suave y cálido, escucha un vaso caer contra el suelo y se levanta de golpe, comienza a respirar agitadamente, lo primero que busca es a su hermana, y solo comienza a toser todas las toxinas que había respirado en el túnel.

-Zeva, ¡Zeva! –comienza a desesperarse

-Ella… ella esta bien –le responde una voz, ella se gira y mira a un chico, no mucho mayor que ella, su cabello es color rubio ceniza y cae ondulado en su frente, es un poco mas alto que ella, y lo primero que ha notado es su dulce mirada color azul intenso, los mira detalladamente, escrutando lo bello de su interior

-¿Dónde esta ella? –pregunta, mirándolo como exigiendo una respuesta, el chico no contesta, señala hacia una esquina, inmediatamente encuentra a su hermana, con los ojos cerrados, su cabello rubio y lacio lleno de polvo cae sobre sus hombros, y parece tan vulnerable durmiendo, mira hacia su pecho que se infla… esta respirando, y un alivio recorre su cuerpo, se levanta un poco, sus piernas tiemblan, y esta a punto de caer cuando alguien la sostiene, aquel chico de mirada hipnotizaste ha evitado su caída.

-¿estas bien? –pregunta, y vacila por un momento

-lo… estoy –dice la chica con las mejillas sonrojadas a través del polvo, su orgullo la invade y se levanta, cruzándose de brazos, el chico sonríe un momento- no necesitaba que me ayudaras

-pues, parecía que te ibas a caer

-entonces has visto mal –le recrimina, pero aun así se ve tan lindo sonriendo, después de un silencio incomodo, él se acerca hacia una bandeja y sujeta un vaso

-¿Quieres? –le ofrece, pero la castaña lo mira con recelo –es solo agua -le dice como si fuese la cosa mas lógica del mundo, pero aun así sigue sonriendo dulcemente y un poco burlón

-lo sabia –dice, sujetando el vaso, después de unos segundos ella lo vuelve a mirar- gracias…-le dice, y después lleva el vaso hacia sus labios agrietados, y el agua refresca y quita aquel sabor de boca tan horrible, humo, tierra, sudor y sangre. El la observa escrutadoramente, con curiosidad, cuando en eso entra otro chico, es mas grande que el, su cabello es rubio, y su mirada parece estar triste, mas sus pupilas brillan como dos estrellas azules, se acerca con una sonrisa suave y delicada.

-veo que ya has despertado –le dice el muchacho, pero no responde, él se inclina hacia ella y le extiende la mano- me llamo Kineta… Kineta Mellark –ella no le responde y mira un momento su mano, después de un segundo se la estrecha y el pronuncia mas su sonrisa- bien, puedes esperar a que tu hermana despierte y luego les traeré algo de comer, debió de haber sido una noche muy agitada –la castaña asiente, el solo ríe un poco

-¿Zeva estará bien? –pregunta la castaña, preocupada- mi hermana…

-Zeva…-Kineta susurra su nombre, y mira hacia la chica dormida, regresa su mirada hacia la castaña y asiente- ella estará bien, ha hecho mucho por ti anoche

-lo se…-susurra y una pequeña sonrisa aparece en su rostro lleno de polvo- lo se…

-bien –el lleva su mano, sobre la cabeza de ella y se va de allí, solo el chico de ojos intensos permanece allí, mirándola fijamente, ambos cruzan miradas y él se queda pasmado al mirar sus ojos, la luz ilumina aquellos ojos peculiares, de un color purpura como las flores, su cabello ondulado cae sobre sus hombros.

-no me dijiste tu nombre –le dice ella, entonces el parece sonrojarse un poco y asiente, se acerca y extiende su mano

-Peeta Mellark –le dice, entonces ella lo mira un poco indiferente y quiere parecer amable, estrecha su mano, sintiendo por primera vez su calor, después de unos segundos ella abre los labios de color rosa durazno, y sus ojos violetas con encanto

-Me llamo Electra… Electra Crown.

WOW Noemi...
Estuvo genial!
Me encanto!
Es que me quede sin palabras, fue tan... lindo, espectacular, perfecto, sensible, sentimental, tierno, dulce, taaan... especial
Enserio me encanto, escribes muy bien, sabes como llegar a la gente. Eso si, es talento.
Bss

Capitulo 2

"The District 2"

Unas cortinas se descorrieron, y un rayo de sol, procedente del sol de primera mañana, me dio de lleno en la cara, haciéndome abrir los ojos lentamente.
-Buenos días Thalassa. Vamos, levántate y ven a desayunar, hoy tenemos que viajar al distrito 2. ¿Recuerdas?
-Si mama. Ahora bajo.
-Muy bien.
Mi madre, una mujer muy bonita, de cabello negro azabache y ojos azules se acercó y me dio un beso en la frente. Cuando salió de la habitación, todavía estuve unos minutos tumbada, hasta que decidí que era hora de levantarme. Bajé a la cocina, era la última en llegar.
-¡Buenos días enana!
Fulminé con la mirada a Zale, mi hermano mayor, que ya estaba vestido. Para tener solamente 9 años ya era muy guapo.
-Eres un tonto.
-Ya, niños, ya basta.
Mi padre, Soterios, intervino como siempre, para aportar calma a la situación.
-Venga Thalassa, desayuna.
Mi madre me puso un plato de comida en la única silla vacía, al lado de mi hermano Thanos. Tenía 8 años, y sus ojos azules ya eran impresionantes.
-¡Buenos días hermanita!
-¡Buenos días hermano!
-¿Qué tal has dormido?
-Bien, ¿y tu?
-Bien, como siempre.
Me sonrió y ambos desayunamos. De pronto un llanto de rabia nos sobresaltó a todos.
Entonces mi madre entró con Aure, nuestra hermanita de solo 4 años, cogida de la mano y con un vestido celeste.
-¿Qué le ocurre Sapphira?
-No le gusta el vestido.
Dijo con un bufido mi madre. Thanos y yo nos aguantamos la risa y seguimos comiendo.
…
Al cabo de unas horas ya estábamos todos listos y arreglados en el tren, dirección el distrito 2. Mi madre me había dado un vestido rosado y blanco, hasta las rodillas, y me había peinado mi cabello rubio con una media trenza y me había dejado el cabello suelto. Mis hermanos iban con una camisa blanca, unos pantalones negros y una chaqueta también negra. Jugamos todo el camino. Hasta que el tren se detuvo y nuestra madre, nos arreglo un poco antes de bajar. Ella levaba un vestido rojo.
-Muy bien, quiero que se comporten, que sean amables y que no hagan el tonto. Por favor. ¿Esta claro?
-Sí mama.
Dijimos los chicos y yo.
-Shi, mama…
Dijo Aure a destiempo.
Bajamos del tren, y la suave brisa agitó mis cabellos, aquí el aire no tenia olor a sal. Era más bien un aire seco.
Vimos a unas personas paradas frente a una casa grande, bonita y de aspecto caro. Al acercamos distinguimos a un hombre alto con gafas pero de aspecto letal, a una mujer mucho mas joven y muy bonita a su lado y a un chico rubio con aspecto de estar aburrido, con las manos en los bolsillos de los pantalones. El hombre le tendió una mano a mi padre, y el se la estrecho.
-¡Soterios! Cuanto tiempo.
-Un placer volver a verte Ajax.
-Esta es tu familia, ¿no?
-Sí, esta es Sapphira, mi mujer.
-Una mujer preciosa Soterios, te felicito.
Dijo besando la mano de mi madre, mientras ella le sonreía.
-Estos son mis hijos Zale y Thanos.
-¿Gemelos?
-No, Zale es mayor por un año, tiene 9 años.
-Un placer señor.
Dijo Zale y Thanos asintió.
-Estas son Thalassa y Aure.
-Que guapas son tus hijas. Encantado señorita.
-Un placer señor.
Le hice una media reverencia, mientras Aure saludaba contenta.
-Hola sentor…
El hombre río y se dirigió a los demás presentes.
-Les presento a Calantha, mi mujer.
-Un placer señora. También es preciosa Ajax.
-Gracias. Este de aquí es mi sobrino, Cato. Como sabía que tenías hijos, pensé que así no se aburrirían.
-Hola, señor.
Dijo el chico sacando las manos de sus bolsillos y poniéndose recto.
-¡Oh! ¡Genial! Todo un detalle Ajax.
-Nada, nada. Cato, llévalos dentro, los adultos tenemos que hablar de cosas importantes.
El chico asintió y se dirigió a nosotros.
-Por aquí.
Comenzó a caminar y le seguimos, cogí una mano a Aure y entramos dentro, caminamos por numerosos pasillos y entramos a una habitación llena de juegos. Había unos sofás y unas butacas esparcidas por la estancia.
Zale cogió a Aure y se la llevó a un sitio donde había juegos educativos para bebés. Thanos, se fue a leer unos libros, y yo me senté en un sofá. Poco tiempo después noté como alguien se sentaba a mi lado. Ninguno de los dos tocaba con los pies en el suelo. Me giré y vi al chico rubio mirarme con interés, me tendió una mano.
-Cato.
-Thalassa.
Le estreché la mano y una extraña sensación de calidez me recorrió el brazo. Nos soltamos las manos.
-Yo tengo 8 años, ¿y tú?
-7.
-¿Y de que distrito eres?
-Del 4.
-¿Ese del mar?
-Sí, de hecho mi nombre significa, del mar.
-¡Oh! El mio no sé que significa…
Dijo rascándose la cabeza. Yo me reí un poco y el me sonrió.
-Y bueno, Thalassa, ¿que es lo que te gusta hacer?
-Mmm…. ¿jugar?
-¿Te gustan las escondidas?
-¡Sí!
-Bien, pues… ¡escóndete ya! 1, 2, 3…
Sin pensarlo dos veces, me fui corriendo y me metí en un armario en la habitación de al lado.
-¡Ya voy!
Oí la voz de mi compañero de juegos, a lo lejos. Las pisadas, primero se oían distantes, pero cada vez se hacían más cercanas. Alguien abrió el armario.
-¡Aja! ¡Te pille!
-¡Eso nunca!
Salí corriendo, dando un empujón a la otra puerta del armario y el me persiguió.
-¡No corras Thalassa! ¡No sirve de nada! ¡Te voy a atrapar!
-¡No!
Dije riendo, entonces noté como él me tocaba la espalda, yo me paré y me giré, y el al no poder frenar se cayó, encima mio.
-¡Aush!
-¡Huy! ¡Lo siento! Pero te lo dije, te e pillado.
Levanté la mirada y me fijé en que tenía los ojos azules, pero no eran el mismo azul intenso de Thanos, sino uno más bien grisáceo. El también parecía absorto en mis ojos.
-¡Thalassa! ¡¿Dónde estas?!
Cato se levantó y me tendió una mano, yo se la coguí sonrojada y me levanté también. Volvimos al salón. Los adultos habían regresado
-¿Dónde estaban Cato?
Pregunto, el hombre de antes, que supongo que era el alcalde del distrito 2.
-Jugando a las escondidas, tío.
-Bien, bien. Pero ya se tienen que ir, tienen que visitar el distrito 1.
-Bale.
Los adultos salieron del salón y mis hermanos se despidieron del rubio. Yo fui la última.
-Adiós Cato. Ya nos veremos. Y gracias… Me lo e pasado muy bien jugando a las escondidas.
-Yo también. Adiós, Thalassa.
Volvió a pronunciar mi nombre con esa entonación tan particular.
-Adiós.
Me encaminé a la puerta. Pero en el último momento me giré, volví y besé suavemente su mejilla. Me saqué el collar de plata, que tenía mi piedra azul marina de la suerte. Se la deje en la mano, y se la cerré entorno al colgante.
-Así, me prometes que volveremos a vernos y… para que no me olvides.
Le susurré, el sonrió y se saco una pulsera de oro, con su nombre grabado en el interior.
-Así no me olvidas tu a mi.
Sonreí y una voz me sobresaltó.
-¡Vamos Thalassa! ¡Que no llegamos al 1!
Le sonreí a modo de despedida y seguí a mis padres y a mis hermanos hasta el tren. Nos despedimos del señor y la señora, y dejamos atrás con el tren, el distrito 2, mientras apretaba con fuerza la pulsera entre mis manos.

¡Que encantador lo de la pulsera! ¡Me ha encantado! haha, ese Cato hahaha, me ha encantado el capitulo, me muero por leer el otro, :-) ¡SIIIIIIIIIIIII! fue tan divertido, Thalassa tiene un monton de hermanos, me doy cuenta hahaha.

Mis queridas niñas noemi y ainhoa, desde que ain me conto sobre que arian esta novela me encanto la idea *-*
ya que amo los juegos del hambre, y ustedes son unas geniales escritoras. Espero leer mas
Atte: que formal xD me encanta Adara *-* nose porque y sus personajes tmb me encantan *-*
PD: First Reader
PD2: Noemi ves que me tienes abandonada!

# Lunática escribió:Mis queridas niñas noemi y ainhoa, desde que ain me conto sobre que arian esta novela me encanto la idea *-*
ya que amo los juegos del hambre, y ustedes son unas geniales escritoras. Espero leer mas
Atte: que formal xD me encanta Adara *-* nose porque y sus personajes tmb me encantan *-*
PD: First Reader
PD2: Noemi ves que me tienes abandonada!

Haha, bienvenida Inna, pues no es una idea tan popular por ahora, pero veremos que sucede mas adelante :-) tequeremos.

# Lunática escribió:Mis queridas niñas noemi y ainhoa, desde que ain me conto sobre que arian esta novela me encanto la idea *-*
ya que amo los juegos del hambre, y ustedes son unas geniales escritoras. Espero leer mas
Atte: que formal xD me encanta Adara *-* nose porque y sus personajes tmb me encantan *-*
PD: First Reader
PD2: Noemi ves que me tienes abandonada!

Muchaas gracias Inna!
y ya sabes, Bienvenidisisisiisisisima!
Gracias por pasarte...
Adara si! es total! jaja, gracias! Yo personalmente amo a Aure, mi hermanita y al chico del distrito 8, son tan tiernos!
Ya veremos, seguiremos subiendo a ver que sucede :D
Bss

Bien, hola Noemi, hola Ainhoa...
Me paso para decirles, que me agrada que las chicas de la NC se junten de a grupos de dos para hacer una novela... Les haré publicidad...
Bss y cuidense:

Mar Lestrange <3

Mar Lestrange escribió:Bien, hola Noemi, hola Ainhoa...
Me paso para decirles, que me agrada que las chicas de la NC se junten de a grupos de dos para hacer una novela... Les haré publicidad...
Bss y cuidense:

Mar Lestrange <3

Oooooooow! Eres un amor Prisc!
Graciaaaaaaas!
Y bienvenidisisisiisisisma!
Gracias, enserio, por pasarte!
Bss

:$$$$ Jajjajaja, me pase... Aunque no entienda nada... No puedo ser lectora! Pero si puedo darles publicidad! ;)