Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)

por **Thalassa Deméter.** Vie 22 Jun 2012, 5:50 am

Srita. Aly Greengrass escribió:
Thalassa Deméter. escribió:
Srita. Aly Greengrass escribió:Jolin, ya quiero ser Holly!! Quiero ser tu mentora Thalassa.

y yo quiero que lo seas!
oye, ¿tienes correo? creo que todavia tengo la ficha de holly, podria enviartela, (y si te leiste los antiguos caps de holly) podrias comenzar a escribir, total, todas estamos de acuerdo, yo empezaría a escribir de las entrevstas o así, sino, será un cap demasiado largo! ajja, pero si quieres hacerlo desde que nos abandonó, genial! no problem

Que buena idea! Mi correo-msn es AliciaPeaceLoveandImagination@hotmail.com sería genial que me la enviases y también los capítulos de Holly sino es mucho pedir porque sabes, estoy hecha un lío con todas las novelas colectivas, las mias propias y mi deficiencia en el orden. Tengo el ordenador peor que mi habitación. xDD Creo que empezaré a escribir desde las entrevistas así es más dinámico, no te parece? :)

claro! será mas dinámico! ahora mismo te busco los caps y la ficha, muchisimas gracias por ser holly de verdad! nos salvaste la vida!

por **Vanellope** Vie 22 Jun 2012, 2:50 pm

BUENO, Emm no tengo internet, estoy en un sitio publico, asi que subire cap hoy porque no se cuando pueda hacerlo. HEHE, ya para que puedan continuar ustedes y por peticion de val :) BIEN, entonces subo.

por **Vanellope** Vie 22 Jun 2012, 3:17 pm

“The Lovers”

Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre) - Página 24 Tumblr_m5ksc6gIjk1qzn5f0o2_250

"No les pertenezco, no soy una pieza mas de sus juegos, por lo tanto no pueden controlarme..."

Electrificándome con su mirada, al igual que ha hecho con ustedes.

¡Soy yo! ¡Esa chica soy yo! No cabe duda, y nadie parece dudarlo. TODOS SABEN QUE SE TRATA DE MI.
Las cámaras se enfocan en mí, me quedo boquiabierta y bastante sorprendida, no sé cómo actuar y no sé qué debería hacer.

-Vaya, eso sí que es mala suerte –dice Caesar, y de verdad lo siente.
La audiencia suelta gritos de angustia y murmullos. Peeta tiene la cara cabizbaja
-Lo es, no es bueno –responde el coincidiendo
-Nadie te culpa Peeta… es inevitable no enamorarse de esa jovencita ¿Ella lo sabía?
Peeta vuelve la cara y se enfoca en mi, nos congelamos en un momento mirándonos a los ojos, sus ojos azules, pero aun estoy sorprendida, no sé qué decir, no sé si debería hablar, solo me quedo callada. Peeta regresa la mirada y niega con la cabeza.
-No, ella no lo sabía
Las mejillas me arden, la pantalla lo comprueba: Me he ruborizado.
-¿Les encantaría una respuesta de su parte? –El público afirma con gritos- Pero las reglas son reglas y el tiempo se ha terminado, te deseo la mejor de las suertes, Peeta Mellark, todo Paném incluyéndome, te llevamos en el corazón.
El ruido es ensordecedor. Comprueba que Peeta nos ha borrado a todos del mapa, ha borrado mi presentación como la de otros, el público se calla y el regresa a su asiento. Todos nos levantamos para el himno, levanto la cabeza por obligación, en las pantallas aparecemos nosotros dos, separados por pocos centímetros.
Que pareja trágica. Deben de pensar
Se trata de una mentira, es más que una mentira. Yo lo sé.
Noto las miradas de los mentores, Prudence parece satisfecha, se encuentra al lado de un hombre de mirada picarda, cabello castaño y piel apiñonada. Holly sorprendida y no puedo describir la expresión de Haymitch. Solo sé que quiero salir de aquí. Noto la mirada de Altair, me quema con su odio, irradia rabia, esta seria, quiere asesinarme, eso lo sé. ¿Por qué razón? No lo entiendo.
Después del himno, los tributos nos ponemos en fila para volver al vestíbulo. Todos comienzan a entrar en los ascensores, procuro no meterme en el mismo que Peeta, o Nyx o mucho menos Altair. La gente detiene a todo el equipo, logro atravesarlos y entrar al primer ascensor que se encuentra abierto. Suelto un suspiro, pero me doy cuenta de que no estoy sola. Vacilo un poco y echo un vistazo a mis espaldas, me encuentro con unos ojos verdosos azulados, es la chica del 4: Thalassa.

Las puertas se cierran antes de que pueda arrepentirme y comenzamos a bajar hacia la planta del 2. Cato se encuentra allí igual que su compañera, la chica feroz y altiva. El hombre que se encontraba con Prudence igual esta aquí. El silencio es incomodo, ni la amiga de Thalassa puede hablar, la chica de ojos azules.
Miro a Cato quien fija su mirada en mi, y recuerdo lo que me dijo cuando éramos compañeros durante el primer día de entrenamiento.

“Esto es despreciable”.
Regreso a la realidad de su mirada y entiendo que quizás, haya sido una farsa o una vaga ilusión de ser el primer profesional que hablaba algo negativo sobre los juegos. Esquivo su mirada, la de la chica del 2, la de todos y me fijo en el suelo.

4…3.
Las puertas se abren, ellos salen en silencio y desaparecen, las puertas se cierran a sus espaldas y comenzamos a subir. Solo quedamos cuatro.

2…3.

Las puertas se vuelven a abrir, lo último que veo es la mirada de Thalassa, veo una chica diferente a la de la entrevista, una vulnerable y temerosa de lo que ocurrirá mañana. Aprieto los labios y oprimo el botón del 12.No quiero verla ahora, las puertas se cierran y ella desaparece.

5…6…7.

Cierro los ojos y asimilo todo.
-Así que tu eres la saeta de luz ¿he? –escucho una voz masculina, me vuelvo hacia el recelosa.
-¿Quién es usted? –pregunto y él se echa a reír
-No me han mentido sobre ti, vaya que eres desconfiada –pone sus manos en jarras y muestra una sonrisa llamativa y atractiva.
-¿Le conozco?
-No, no me conoces. Pero yo a ti si
-No puede, bueno quizás con tanta locura si, -replico al saber que me han entrevistado y quizás todo el país me reconozca.
-Sí, Electra la saeta de luz, la chica de los preciosos y peculiares ojos violetas, la joven del once punto cinco, la enamorada trágica del distrito 12.
Me detengo en seco al escuchar lo que dijo. ¿Enamorados Trágicos?
-Oh sí, ya veo –continúo con la farsa y aprieto los dientes con enojo. Las puertas se abren, estoy en la planta de mi distrito.
-Hasta luego, Electra –se despide, y veo que me sonríe antes de salir, guiñándome un ojo.
Una rabia me invade el pecho, las puertas se abren y Peeta acaba de salir del ascensor, me acerco a él y le pego un empujón en el pecho, el pierde el equilibrio y se estrella contra una urna de flores artificiales. La urna se cae y se hace añicos en el suelo, Peeta aterriza encima de los pedazos y las manos empiezan a sangrarle de inmediato.
-¿Quién te crees que eres? –Exclamo molesta- ¡No tenias derecho! ¡No tenias derecho de hacer que todos se burlaran de mí!
-¿Qué te ocurre? –exclama, horrorizado.
Los ascensores se abren y entran los demás: Haymitch, Cinna, Effie, Altair, Portia, Nyx y Oxxe.
-¿Qué te ha pasado?-pregunta Effie en un chillido
-¡Peeta!-exclama Altair, lo sujeta del brazo y lo ayuda a levantarlo
-¿Lo empujaste, Electra? –me pregunta Haymitch
-¡Esto fue idea tuya! ¿No es verdad?
-Fue idea mía –interviene Peeta, mientras que con ayuda de Altair se quita trozos de cerámica de las manos- Haymitch solo me ayudo a desarrollarla
-¡Claro! El es una gran ayuda… ¡Para ti!
-Eres una idiota ¿Crees que esto te ha perjudicado? –interviene Haymitch
-¡Me ha hecho parecer una estúpida de la cual burlarse! –mascullo
-¡Te ha hecho deseable! –Interrumpe- solo piénsalo… los trágicos amantes del distrito 12 –su voz retumba, lo mismo había dicho el hombre del ascensor. Refunfuño y me pongo roja.
-¡El y yo no somos amantes! –digo con asco
-¿a quién le importa? Esto no es más que un espectáculo ¿no quieres patrocinadores? Si los conseguiste por tu milagro de entrevista, este chico te ha dado más oportunidades
-Tiene razón, Lec –dice Cinna, rodeándome con su brazo
-Me lo hubiesen dicho –me cruzo de brazos, mirando el suelo
-tu reacción ha sido más que perfecta –contesta Portia, sonriendo- se vio tan real
-Lo que le preocupa es el novio que tiene en casa- dice Peeta, malhumorado. Todos se quedan pasmados al ver mi reacción, Peeta se talla la mejilla enrojecida por la marca de mi mano.
-¿Estás loca? –exclama Altair
-¡Gale no es mi novio! –dejo en claro, mirándolo con enojo. El me mira, y me quedo pasmada. Un sentimiento incomprensible se refleja en sus ojos azules, no lo comprendo y no lo entiendo.
-¿Qué más da? –Responde finalmente, con una melancólica voz- Tú no has dicho que me querías, así que no deberías preocuparte. –dice secamente
Me paró en seco con sus palabras, un nudo invade mi garganta. No sé que duele más: saber que me han usado o saber que es una farsa que se ha incrementado con mi ayuda. Si fue una farsa ¿Porqué debería importarme? Esto no es más que un show, un circo. Ellos son los telespectadores y nosotros… bueno, nosotros solo somos un elenco de actores.
Un amor trágico.
Una farsa.
Una mentira.
Como quiera que le llamen. No es Real.
-En verdad, Electra –dice Oxxe- parecía que si estabas enamorada de Peeta –suspira soñadoramente, dirijo mi mirada hacia ella, un poco triste.
-¿Hablas enserio?
-si –interviene Portia- la manera en que ambos cruzaron las miradas, me dejaron sin aliento, literalmente hablando.
-¿Lo ves? –Dice Haymitch- vas a tener muchos patrocinadores
-¿Por qué no ha sido Altair?
-A diferencia de ti –escupe con ponzoña- no necesitaba ayuda, puedo arreglármelas sola, el publico me ama. –me sonríe con burla. Pero no tengo ganas de enojarme con ella, solo prefiero mantenerme allí, mirando la sopa de Nata que ha llegado a la mesa. Peeta no deja de sangrar, Portia se lo lleva. Me concentro en la sopa y cuando terminamos, ellos vuelven. Las manos de Peeta están envueltas en vendas y yo no puedo evitar sentirme culpable por haberlo herido, mañana comienzan los juegos y él me ha hecho un favor.
Como siempre, estoy en deuda con él.
Después de la cena, vemos la repetición de las entrevistas.
Altair se ve egoísta y presumida, pero todos le tienen que decir que se ve estupenda. Nyx, el se ve estupendo, tan reservado y tan silencioso, tan hostil. Con su cabello cayendo quebrado encima de su ojo, tan atractivo.
-¿Qué opinas Nyx? –Pregunta Caesar- ¿Cómo te definirías?
-Como un empedernido inconforme, que busca algo.
-¿y qué es eso?
Nyx se queda en silencio, mira la pantalla, me mira con sus ojos cálidos y pronuncia su pequeña entrevista. Dejándolos perplejos por sus pocas palabras, deseando más de él.
Todos dicen que ha hecho un gran trabajo, lo miro y me encuentro con su mirada, aprieto los labios y asiento.
-Bien hecho –concuerdo como todos. El asiente y esquiva mi mirada después de unos segundos. Me vuelvo a enfocar en la pantalla.
Parezco tonta y superficial, riendo y dejando todo a medias, aunque los demás me aseguran que soy una chica misteriosa que los deja en suspenso, “Encantadora” según ellos. Pero el que si esta encantador es Peeta, y después se vuelve irresistible en su actuación de chico enamorado. Y ahí salgo yo, ruborizada y totalmente perpleja.
Es cuando Caesar le pregunta si yo estaba enterada, y enfocan cuando él me mira, un momento que lo mires por donde lo mires, es imposible de olvidar.
Mañana nos levantaran al comienzo del alba, pues… Mañana comienzan los juegos.
Haymitch y Effie no estarán con nosotros, así que supongo que esta es la despedida.
Effie nos abraza a cada uno, con lágrimas en los ojos. Nos esa en la mejilla y por si fuera poco para arruinar el momento añade:
-¡No me sorprendería nada que el año que viene me promocionasen por fin a un distrito decente!
Su encanto dio fin con ese comentario.
Haymitch se cruza de brazos.
-¿Un último consejo? –pregunta Peeta
-no se acerquen a la cornucopia por nada del mundo, encuentren comida y una fuente de agua ¿entendido?
-¿y después? –pregunto
-Sigan con vida- responde. En ese momento, el no lo toma a broma.
Me voy a mi habitación, la cama está hecha pero no hay rastros de Kara, me doy una ducha, la pintura dorada se va por la coladera, al igual que el maquillaje y el aroma de la belleza. Lo único que dejo quedarse son las uñas con las flechas siendo consumidas por relámpagos, que me las dejo para recordarles al público que soy: Electra, La saeta de luz.

Me pongo un camisón grueso y unos shorts, y me acuesto. Pero tengo el presentimiento de que no podre pegar los ojos en toda la noche. No sirve de nada tratar, pasa una hora, luego dos, luego tres y es en vano, no dejo de llenar mi cabeza con preguntas: ¿Cómo será la arena? ¿Un desierto? ¿Un pantano? ¿Qué ocurrirá cuando estemos allá? ¿Lograre sobrevivir a la cornucopia? ¿Lograre sobrevivir las primeras horas?
Esas preguntas me atormentan, me quitan el aliento, mi corazón late acelerado y se me va la respiración. Me levanto por la ansiedad y los nervios, salgo de la habitación y corro por el vestíbulo hacia el tejado. La puerta esta entreabierta, eso me sorprende un poco. No está iluminado por la noche, pero en cuanto piso descalza el suelo de las baldosas, veo su silueta recortada entre las luces del capitolio. Hay muchos gritos en la calle, música, gente cantando y riendo.
Avanzo sin hacer ruido, cuando estoy cerca de él, le digo:
-¿No deberías estar durmiendo?
El da un respingo, pero no se vuelve para mirarme.
-No quería perderme la fiesta. Al fin y al cabo, puede que sea por nosotros
Lo miro escrutadoramente, y sin dejar de hacerlo me acerco hacia él, pegándome al balcón donde aun se escuchan los cantos de borrachos de la gente. El quizás note mi mirada, pero se limita a verme.
-Peeta –lo llamo. El trata de girar, pero no lo hace. Cuando finalmente lo hace, pongo mi mano en su mejilla, viendo la marca de la bofetada que le di.- Siento mucho lo de tus manos y lo de tu mejilla, enserio.
-No importa, Electra. No creo que hubiese hecho alguna diferencia, no iba a ganar de todos modos.
-No digas eso
-Es la verdad… aunque –vacila
-¿aunque qué?
-No sé cómo decirlo, pero quiero… quiero morir siendo yo mismo ¿entiendes?
Yo sacudo la cabeza. ¿Cómo va a morir siendo otra persona?
-No quiero que me conviertan en una especie de monstruo
-Entonces ¿no mataras a nadie?
-No. Cuando llegue el momento, estoy seguro de que no tendré más opción que hacerlo. Pero desearía poder encontrar una manera de… de demostrarle al capitolio que no le pertenezco, que soy algo más que una pieza de sus juegos.
Me quedo en silencio, asimilando lo que ha dicho y al final suelto un suspiro.
-No me permitiría el lujo de pensar así –lo miro seriamente- pero… ¿a quién le importa Peeta?
-A mi ¿Qué otra cosa me podría preocupar en estos momentos? –me pregunta enfadado. Mirándome con sus penetrantes ojos azules, exigiendo una respuesta.
-Preocúpate por seguir vivo –respondo cortante y totalmente irritada hacia su actitud
-Bien, gracias por el consejo, preciosa. –usa el tono condescendiente de Haymitch, eso me hace enojar.
-Haz lo que quieras –escupo con enojo- Pero si tú quieres planear tu muerte en el estadio, yo quiero pensar que regresare al distrito 12
-dale recuerdos a mi madre ¿sí? –me sonríe. Es como si me hubiese dado un bofetón.
-¡Cuenta con ello! –le doy la espalda y bajo del tejado. Los ojos se me humedecen del enojo que Peeta me ha hecho pasar, lo que más me molesta es que no debería importarme en lo más mínimo, me tumbo en la cama, aprieto los ojos e imploro poder dormir. Me muevo de un lado a otro, hasta que finalmente, pensando en Peeta y su estúpido sentimentalismo. Me quedo dormida.
.
Abro los ojos inmediatamente, como un síntoma de inercia. Lo primero en lo que me enfoco es en el techo, luego me giro hacia la ventana, viendo la neblina del capitolio. Trato de levantarme, pero es como si estuviera completamente adormecida. Abren la puerta y Cinna aparece.
-Ten, póntela que debemos irnos –dice, tirándome una túnica. Me la pongo encima y suelto un suspiro. Sigo a Cinna hasta el tejado, donde discutí con Peeta anoche, no veo a ninguno del 12. Nos dirigimos hacia un lugar llamado “Las catacumbas” que está ubicado debajo del estadio, para dar los últimos preparativos.
Un aerodeslizador surge de la nada y deja caer una escalera de mano. Pongo las manos y los pies en el primer escalón y me quedo paralizada hasta que me ayudan a subirme al interior.
Me quedo helada al ver que aquel hombre del ascensor se acerca a mí con una jeringa.
-¿Qué es eso? –pregunto con recelo. Sin dejar de mirarlo.
-Es tu dispositivo de seguimiento, Electra. –Explica- mientras menos te muevas, mas fácil será ponértelo.- Me quedo quieta, siento un dolor agudo en el antebrazo. Ahora los vigilantes podrán localizarme en todo momento. Nos traen los aperitivos, estoy tan distraída que como lo primero que agarro, incluso podría estar comiendo musgo de rocas y no me daría cuenta.
-¿Cómo estás? –pregunta el hombre con curiosidad. Me encojo de hombros
-No sé cómo debería estar en esta situación –respondo cortante. Pero en su mirada veo ese sentimiento de comprensión, de que no soy la única que odia todo esto y si pudiera, se opondría. – no me ha dicho su nombre
-Ah, que impertinencia de mi parte –extiende su mano- me llamo sesshomaru
-Tu nombre es raro –le estrecho la mano
-Lo mismo digo –me guiña el ojo, haciéndome sonreír un poco.-¿Cuál será tu movida, Saeta de Luz?
Niego con la cabeza.
-Es secreto.
-Me matas –sonríe burlonamente. Usando el tono condescendiente de Caesar Flickerman. Este hombre comienza a agradarme, aunque aun no confió en el.
-¿Nos dirigimos a las catacumbas, cierto?
-sí, debajo del estadio.
Suspiro y me fijo en un punto inexacto en el suelo.
-Espero que Zeva esté bien, -sonrió soñadoramente.
-¿Tu hermana?
Asiento. El viaje dura media hora, me mantengo mirando el otro lado de la ventanilla, en silencio. Me cruzo de brazos, dándome calor y comienzo a cerrar mis ojos para no pensar que estoy caminando directo hacia mi muerte.

No te calles, Electra. No te calles.

Una voz conocida me invade la cabeza, abro los ojos de golpe. Miro a mí alrededor, pensando que se ha escuchado tan cerca, que puede que la tenga aquí. Una imagen aparece delante de mis ojos, una niña de una trenza se sienta en el regazo de una señora rubia y grande. Ella la arrulla, mientras le cuenta esas fantásticas historias de siempre.
-¿Qué quieres decir?

Habrá personas que te amenazara, que querrán matarte en silencio. Pero no te quedes callada, las injusticias son lo peor y una muerte silenciosa lo es aun más. Lucha por ello.

Suelto un bufido burlón, y quizás algo melancólico. Ella no estará aquí, no para verme morir.
-¿Estás bien, Electra? –la voz de Cinna hace que ese recuerdo se borre, me vuelvo hacia sus ojos verdes y asiento. Pero vamos, el sabe que no estoy bien, pero no hay otra opción para salir de aquí. Me pongo nerviosa cuando el cielo azul y despejado desaparece y la oscuridad toma su lugar.
El aerodeslizador aterriza y significa:
Estamos en el estadio.
-Buena suerte, Electra –se despide sesshomaru, asiento torpemente antes de que las puertas del aerodeslizador se cierren. Creo haber leído sus labios antes de que las puertas se cerraran. Creo que dijo:
Apuesto por ti.
Entramos a una sala, “El corral” es como le conocen en el 12. Lucho por no vomitar el desayuno mientras tomo una ducha y me lavo los dientes. Al salir, Cinna pone una crema en mi cabello que lo estiliza, lo alborota con sus dedos y le da forma, pareciendo una melena de un león.
Llega la ropa: Un par de pantalones negros, una blusa verde brillante y una fina chaqueta de cuero negro que me llega por encima de los muslos.
-El material de la chaqueta está diseñada para aprovechar el calor corporal, lo que significa que te esperara frio allá afuera –dice. Me pongo las botas, son de cuero suave con suela flexible de goma, perfectas para correr.
Cuando creo que ya hemos terminado, Cinna se saca del bolsillo la insignia del sinsajo dorado. Se me había olvidado por completo.
-¿Dónde lo encontraste? –pregunto
-En el traje morado que llevabas puesto en el tren –responde- es el símbolo de tu distrito ¿No? –asiento. Después de todo, soy del distrito 13, no del 12. Teóricamente, mi respuesta es correcta, aunque no lo sepa. – tienes suerte que lo aprobaran para que lo conservaras, la chica del 1 traía un anillo con una punta venenosa. –el me prende la insignia en la chaqueta. Aprieto sus manos, cuando una voz femenina nos anuncia que ha llegado el momento de prepararnos para el lanzamiento.
-Recuerda lo que dijo Haymitch: Corre y busca agua –asiento, no quiero soltarlo por nada en el mundo- No se me permite apostar, pero si pudiera, apostaría por ti.
-¿De verdad?
-De verdad –afirma, aprieta sus labios sobre mi frente, besándome.- buena suerte, saeta de luz.
Entonces me rodea un cilindro de cristal que nos obliga a soltarnos. Con terror, palpo el cristal. Cinna susurra que me mantenga fuerte.

Quince segundos después, comienza a elevarse. La oscuridad sucumbe debajo de mis pies, la luz me ciega cuando todo se ilumina. Cuando lo veo bien, el olor a pinos me inunda las narices, miro hacia mí alrededor.
Es cuando escucho la voz de Claudius Templesmith retumbar por todo el estadio:
-Damas y Caballeros ¡Que empiecen los septuagésimo Quintos Juegos del Hambre!

por **Hakuna Matata Bitch** Vie 22 Jun 2012, 8:07 pm

uff chicaaas! me encantaroooon sus caps! (perdonenme que no comentase sobre eso ayer , ando absorta en una sorpresa para ustedes, Y COOOMIENZAAAN LOS JUEGOS (ahora tengo que ver que cono voy a hacer pero bueno...) en fin! lindos los caps un beso mis ninas (PD: Noe i need la ficha de James)

por **Thalassa Deméter.** Sáb 23 Jun 2012, 6:33 am

OMG! me encanto noe!
dios mio! ahora mismo me pongo con el mio, aish, que emoción... madre mía!
y me encanto el cap :D tu tranquila, sube cuando puedas!
bsss
p.d: tranquila val :)

por **Vanellope** Sáb 23 Jun 2012, 11:33 am

Genial, si val luego te mando la ficha de James. ¿Okey? la estoy preparando :B

por **Hakuna Matata Bitch** Sáb 23 Jun 2012, 12:13 pm

chevere lindas, oigan les gusta mi firma?

por **Thalassa Deméter.** Sáb 23 Jun 2012, 12:30 pm

XXMadnessIsGeniusXX escribió:chevere lindas, oigan les gusta mi firma?

siiii! hermosos gifs! y el escrito *-*

por **Vanellope** Sáb 23 Jun 2012, 12:39 pm

XXMadnessIsGeniusXX escribió:chevere lindas, oigan les gusta mi firma?

Si, a mi si me gusta.

por **Thalassa Deméter.** Sáb 23 Jun 2012, 5:20 pm

Chapter 10: The Beggining
Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre) - Página 24 Tumblr_m62pioIFUM1rov9rdo8_250

...Sus palabras me asustan... Me hacen temblar de miedo... Pero lo que más miedo me da, es el saber que lo dice enserio... Que es perfectamente capaz de hacerlo...

Entro al primer ascensor que se abre, sin ver si alguien más entra conmigo o si estoy sola. Me cruzo de brazos y me apoyo en la pared, mirando un lado, hacia afuera, viendo por la pared de cristal, ahora está oscuro, estamos bajo tierra, no hay demasiado que ver. El aparato arranca su camino ascendiente y es cuando me digno a mirar a mis compañeros presentes. Se me para el corazón un momento, no creía que hubiera tanta gente. Está Adara, que justo a mi lado se examina las uñas con interés y evidente nerviosismo, un hombre, creo que el tal Seshormaru, veo a Thera me estaba mirando y cuando nuestros ojos se cruzan me estremezco un poco, la verdad, me da bastante miedo sobretodo la mirada encendida en cólera que me manda, se agarra al brazo del chico que tiene al lado, levanto un poco la mirada y veo a Cato, que observa a la chica que también nos acompaña. La enamorada del 12, la chica de ojos violetas, la saeta de luz, o también, Electra Crown. Ella también le mira y yo regreso la vista al túnel negro que se ve por la pared transparente. Decido que no me apetece reparar en la presencia de nadie, para mi son invisibles y estoy sola en el ascensor. No necesito a nadie en estos momentos, así que no voy hablar-le a absolutamente nadie. Ni siquiera a Adara, la cual sigue con sus uñas, seguramente, apeteciendo mordérselas debido a los nervios y a la preocupación.
Casi no me doy cuenta cuando se abren las puertas por primera vez, y oigo dos pasos saliendo. No me giro y sigo observando la ciudad en silencio. Seguramente, Cato y Thera ya se encuentran fuera porque de nuevo se cierran las puertas y seguimos subiendo. No puedo evitar sentir mucha rabia. Mi entrevista me fue genial, brillé como me había prometido, había conseguido varios patrocinadores, seguro, un puñado seguro que tenía, ñero ahora por culpa de los enamorados del 12, me quedé sin nada, de lo único que se acordarían sería de los sonrojos de esos dos y de las palabras tiernas de él. Suena infantil y egoísta, pero odio que me pasen por encima en un momento tan crucial como este, miro a Adara, si ella muere me muero con ella, quizás físicamente o sino, del disgusto y de la pena. Suspiro y sigo mirando, hasta que por fin se detiene en nuestra planta. Me pongo recta y camino a la salida, sin mirar a nadie, solo con la mirada al frente, no puedo mirar a la chica de ojos violetas y no mirarla con odio y con rabia. Necesito los patrocinadores mucho más de lo que parece, voy a depender de ellos. Incluso para mi supervivencia, solo se pescar, y conozco algunas plantas comestibles, nada más. Y supongo que no me será difícil buscar agua, aunque lo mio es el agua salada… Y esta… no puede beberse… Suspiro y salgo del ascensor, pero miro de reojo un momento a Electra. No me extraña que ella y su compañero de distrito, Peeta, con el que compartí una sesión de entrenamiento nos eclipsaran a todos. Vuelvo a suspirar, demasiados suspiros de frustración, estoy harta de todo.
Se oye la puerta cerrarse y enseguida nos reciben Saik y Holly. Evan e Ian ya están sentados en la mesa, mirándonos con expectación, seguramente, esperándonos.
-¡Chicas! ¡Estuvieron espléndidas! ¡Perfectas! ¡me encantaron! -miro con muy mala cara a Saik y resoplo, dirigiéndome a la mesa. Me siento de mala gana en una silla, junto a Ian.
-¿De que sirve si todo el protagonismo se lo llevaron los del 12? –pegunto con rencor. El bocanea, intentado decir algo cuando Holly interviene.
-No se llevaron todo el protagonismo… -le miro mal. Adara debe sobrevivir, ellos me robaron los patrocinadores y ella, ¿va y me miente?
-Tranquila Assa, ya verás como no será tan malo. –no dijo nada, y me muerdo, literalmente, la lengua con tal de no gritarle obscenidades a Saik, a Holly y a todo el mundo que se me ponga por delante.
Comenzamos a comer en silencio, yo la verdad, ni hambre tengo, me dedico a observar la comida de mi plato con el entrecejo fruncido. Entonces, Adara interrumpe el silencio con una voz débil y algo triste.
-¿Qué pasará si todos los patrocinadores se los llevaron los del 12? –me levanto de la mesa y mirándola dijo.
-Pues que ellos sobrevivirán y nosotra moriremos. –me encamino sin decir nada más, ni una mirada ni nada hacia mi habitación. Estoy sacando las cosas de quicio, me estoy pasando y estoy haciendo una montaña de un grano de arena. Lo sé y soy consciente de ello. Pero necesitaba descargar rabia acumulada, solo espero no haber hecho llorar a Adara, ya me disculparé con ella en la arena o en donde sea. Necesito soledad y pensar, solo necesito pensar.
Entro a mi habitación justo cuando se oye la musiquilla del capitolio, y gente levantándose de sus sillas. La voz de Claudius y cierro con un portazo sonoro la puerta. Están dando las malditas repeticiones. Miro la televisión de mi habitación y la enciendo. Marvel está hablando animadamente con el presentador. Me perdí las de Deo y Glimmer, tampoco me importa. Pasan el chico y la chica flacucha del 1 y el 2, correspondientemente, ahora es el turno de Thera. Me voy cambiando mientras oigo su asquerosa voz alabando los juegos, Clove con el mismo patrón que su compañera, Cato. Le miro un momento antes d girarme y quitarme la ropa para dejar caer sobre mi cuerpo el camisón de seda azul que encuentro en el primer cajón que abro primero. Ni ganas tengo de buscar nada más. Me voy al baño oyendo como una chica del tres ríe estrepitosamente. Me peino el cabello y cuando salgo Evan ya está en pantalla. Le miro con rencor, imaginándome lo que le pasará por la cabeza a tan sádico chico. Ian, está encantador, encanta al público y al presnetador, Adara, linda y perfecta, también gusta. Me veo saliendo y alguno que otro silbido se escucha, me voy al baño de nuevo paa no tener que verme. Me limpio los dientes y me lavo la cara. El maquillaje del rostro cede y deja ver a la verdadera Assa. Una chica nada sexy, ni guapa ni atractiva ni provocadora, solo una chica normal tirando a feúcha insegura y atemorizada por las perspectivas del futuro cercano.
Me siento cada vez más estúpida al salir del baño y ver la última chica del 5, pelirroja y con pinta astuta. Van pasando lso demás mientras yo me abrazo las piernas y miro por la ventana, oyendo a Claudius y a los tributos, sin prestar demasiada atención. Las lágrimas van saliendo de mis verdes ojos, veo mi reflejo en el cristal. Mis ojos verdes, tan verdes como esmeraldas se ven brillantes y aguosos, mi piel blanca hace contraste con los labios temblorosos y rojos. Y el sedoso cabello rubio cae sobre mi espalda y un mechón sobre mi cara. No se donde está la chica sexy, segura y provocativa de la entrevista, ahora solo veo a una chica enclenque, asustada y triste, bastante penosa. ¿Cómo habré pensado que tengo posibilidades de llegar más allá de la cornucopia? ¿Cómo e creído que tengo la capacidad de salvar a Adara? Soy una chica inútil, lastimera, fea, sin patrocinadores y flacucha, lo único que se hacer es tirar cuchillos y hacer trampas, pero no puedo vivir del cuento, ¿y si nos meten en una arena sin lagos o ríos? ¿Y si es un desierto? ¿Qué haré yo en un desierto? Necesito el agua, para sobrevivir, no me bastaría con una botella de agua, necesitaría una superficie con agua habitada. ¿Y si es un bosque con la única fuente de alimento quelas típicas de susodicho lugar? Yo no sé reconocer plantas que no sean acuáticas. Lloro, me dedico a llorar, mientras que ahora en pantalla sale Electra, gimo más y oigo un golpeteo en la puerta. Levanto la mirada asustada, no quiero que nadie me vea llorar, nadie puede verme así…
-Assa… -gimo otra vez y apago el televisor cuando Peeta confiesa su amor. Me lavanto secándome burdamente las lágrimas con el reverso de la mano. Abro la puerta y mi amiga se abalanza sobre mí, yo también la abrazo y noto como llora. Me siento tan mal que vuelvo a llorar yo, espero que ninguno de nuestros dos rivales nos vea en semejante situación. Si rivales, desde hoy Ian lo es igual, no puedo permitirme que sea un amigo, ya no más, solo es un chico que intentará matarme cuando me de la vuelta.

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-Vamos, tranquila… Adara… Tranquila… Venga… Passa… -dijo deshaciéndome delicadamente de sus brazos y cerrando la puerta, dejándonos a las dos dentro. Ella está sentada en la cama, me siento junto a ella.
-Adara… No llores mas por favor… -le suplico al ver sus ojos rojos e hinchados, me limpio mis lágrimas.
-Tú también lloras… -puntualiza ella sin dejar de sollozar.
-Sí, pero… ¡Mira! Ya no lo hago, así que por favor, deja de llorar, todo se arreglará ya verás… -le prometo. Ella me mira y yo me siento con las camas cruzadas enfrente de ella.
-No me mientas. No voy a ganar, moriré y…
-No vas a morir Adara, te lo prometo, ¿bale? –le dijo con los ojos cristalinos, y reprimiendo las lágrimas.
-Pero si yo no muero tendrás que morir tú… -la voz le tiembla y se le quiebra. Ella comienza a llorar, y yo la sigo.
-Por favor… Adara… No llores más… No vas a morir…
-Yo no quiero morir, no quiero que mueras, yo no quiero ir a la arena, no quiero ir, Assa no quiero ir… -comienzo a llorar mas fuerte, me siento impotente, es abrumador, es horrible. Los sollozos, las lágrimas no cesan, no soy capaz de detener el llanto.
-No morirás Adara, no morirás… -sollozo abrazándola con fuerza. Ella hunde su cara en mi pecho y sigue llorando, mojándome el camisón, pero no me importa. Intento retener las lágrimas por ella, tengo que mostrarme fuerte para ella… No soy capaz, es superior a mí, todo esto me supera.
Ella sigue llorando y sollozando en mi pecho y yo derramo lagrimas silenciosas, hasta que parecen agotárseles las lágrimas, hasta que parece que ya a llorado todo lo que puede, todo lo que es capaz de derramar. Me mira con los ojos más rojos e hinchados que antes.

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-Adara… -ella rompe de nuevo en llanto, y niega con la cabeza, para que no siga hablando, se levanta y sale de la habitación dando un traspiés.- Adara… -susurro, pero ella ya ni me oye. Me tumbo boca arriba en la cama. Durmiéndome al fin, cansada y reventada. Notando el peso húmedo de las lágrimas de Adara en el cuerpo…

...

Cuando despierto, todavía no ha salido el sol, pero no me veo capaz de volver a dormirme. Me incorporo en la cama, y noto en mi cara restos salados de las números lágrimas derramadas ayer por la noche. Me estremezco y me levanto. Mientras me visto voy pensando que a lo mejor no me quedan ni 24 horas de vida, que seguramente no me queda más de una semana para reunirme con mi madre. No lo sé, como dije en mi entrevista, aunque refiriéndome a otro tema, eso no es una ciencia exacta, no sé cuando voy a morir hasta que me encuentre en la situación. Pero algo me dice que Thera se encargará de que no tarde en ocurrir. Me vuelvo a estremecer mientras camino al baño para peinarme. Entonces me fijo en que me puse unos jeans negros y una camiseta negra, como de funeral, a lo mejor mi mente ya crea por si misma una situación funeraria.
Suspiro y salgo de la habitación y me encamino al comedor. No hay nadie, ni comida ni nada, no me lo esperaba la verdad. En realidad mi verdadero destino es el sofá, donde esperaré a Kalonice para que me lleve a las catacumbas. Cuando me siento, distraída en el sofá oigo un gruñido. Acabo de sentarme sobre alguien y le e despertado. Me levanto rápidamente y algo asustada, no me esperaba a nadie, y menos, sentarme sobre ese alguien.
Miro y veo que Evan me sonríe con picardía, algo adormilado.
-¿Cómo me despiertas a estas horas? ¿Esta juguetona gatita? –le miro con muy mala cara.
-No digas estupideces, McAuliffe, y no me llames “gatita”. –exclamo con veneno, sentándome en una butaca. Haciendo caso omiso de su presencia y del hecho de que se haya sentado en la butaca de mi lado.
-¿Se le a pasado a la nena el berrinche de ayer? –ni le miro, ni le hago el mínimo caso.- ¿O sigue enfadada porque se quedó sin patrocinadores? –le miro con odio.
-Cállate McAuliffe y ve a molestar a otro. –el ríe.
-Es que molestarte a ti, es más divertido. –le fulmino con la mirada.
-Vete a paseo. –le escupo con odio.
-Si te vienes conmigo me lo pienso. –dice con una sonrisa de burla.
-Ja-ja-ja, muy gracioso. –exclamo sarcástica.
-¡Oh vamos! ¿Por qué no admites que estás loca por mi y que no puedas vivir sin mi y por eso siempre estas buscándome? –le miro indignada.
-Si eres tú el que no para de buscarme.
-Yo no te desperté. –Dice con una sonrisa medio de burla medio de triunfo,- Pero tranquila, no me enamoré de ti… -me mira despectivamente de arriba abajo- Tengo mejores perspectivas.
Le fulmino de nuevo con la mirada y curvo una sonrisa, momentánea, de cinismo.
-¿Y que hacías durmiendo en el sofá? ¿No sabes que existen camas? –pregunto fingiendo que me importa, cuando lo único que pienso es en como estrangularle de una manera lenta y dolorosa. Incluso no me sorprendo al saber que tengo pensamientos sádicos contra el chico, aunque se perfectamente que jamás sería capaz de matarle, bueno, eso depende… En la arena si intenta matar a Adara… Muevo la cabeza ligeramente para despejar esos pensamientos turbulentos de mi mente.
Pues que fui el único que se quedó a ver todas las repeticiones, la mayoría se marcho cuando acabaste tú y los que quedaban se fueron cuando salió el chico del 12 y confesaba su amor. –Sonríe cínicamente- ¿No te parece estúpido el chico ese?
-No, no lo es. –dijo con tranquilidad.
-Si lo es, acaba de verse débil, hará lo que sea por proteger a esa chica.
-Es solo un espectáculo. –dijo con frialdad, aunque no lo crea. Yo de verdad pienso que el chico siente algo por ella, algo que ella a lo mejor también siente pero que no reconoce. Y sé perfectamente que si en verdad hay algo entre ellos, él hará lo que sea por protegerla.
-Si tú lo dices… -se encoje de hombros y me mira con sus sádicos ojos castaños.- Me pregunto, ¿Cómo eres tan infantil? Enfadarte por no tener patrocinadores, ayer lo único que te faltaba era patalear y llorar de rabia. –Él ríe y yo noto un nudo en mi garganta- Eres más estúpida y débil de lo que creí, ese 11.5 seguramente te lo dieron para hacerte parecer peligrosa y que quisiéramos terminar contigo. Bien, lo consiguieron, pero… -se acerca más a mi, retrocedo, pero su aliento sigue chocando con mi rostro- lo que me incita querer acabar contigo no es tu 11.50… Eres tú la que hace que tenga ganas de descuartizarte… -abro los ojos asustada, intento retroceder más, pero no puedo. Sus palabras me asustan... Me hacen temblar de miedo... Pero lo que más miedo me da, es el saber que lo dice enserio... Que es perfectamente capaz de hacerlo…
Entonces, para mi alivio se oyen voces y el ascensor abriéndose, el chico se separa y vemos entrar a Kalonice y a tres personas más, evidentemente, los estilistas de cada uno. Al vernos se detienen.
-¿Qué hacían a oscuras? –pregunta con un evidente tono pícaro un hombre con pinta de fuerte y bruto.
-Nada, ¿nos vamos ya? –le pregunta, seguramente será su estilista, el hombre asiente y el chico se levanta, me sonríe con sadismo y brutalidad y sigue al estilista con las manos en los bolsillos del pantalón. Se van todos menos Kalonice y yo.
Ella me mira interrogante, y yo sacudo la cabeza.
-Vamos Assa… -murmura con voz débil y triste. Me levanto y la sigo. Nos dirigimos arriba, al tejado y cuando llegamos, no hay nadie, más que un aerodeslizador, pero me fijo mejor y veo a Evan, me estremezco y entramos. Nos dirigimos por pasillos hasta una gran sala con una mesa y varias sillas en ella. También hay sofás y butacas. Entramos y me siento en un sofá, enfrente del ventanal grande que hay. Mi estilista se sienta junto a mí, y delante de la mesita de café dejan varios aperitivos, no quiero comer, no tengo hambre…
-Come algo Assa… Por favor… -asiento, sin ganas de replicar y me llevo un puñado de cacahuetes a la boca. Me encantan, en casa no hay, los descubrí en el capitolio, un verdadero lujo para mi paladar.
Me voy metiendo diferentes aperitivos en la boa, sin prestar atención y Kalonice me mira maternal, al notar mis crecientes nervios.
-Tranquila Assa, todo estará bien… -asiento y recuesto la cabeza en su hombro. Ella me acaricia el cabello y me adormezco un poco, sin dejar de comer, no sé cuando volveré a hacerlo, pero el nudo de mi estómago y de la garganta –el último creado por Evan- no me dejan comer mucho más y me detengo. Para después dormirme…
Me despierto con la voz de Kalonice, susurrándome con voz dulce.
-Assa… Assa… Hemos llegado… -me comunica, asiento y me incorporo y me espabilo. Ya es de noche, bueno, este sueño me habrá venido suerte, esta noche a lo mejor no tendré sueño y podré mantenerme despierta. Suspiro y casi ni me doy cuenta cuando estamos caminando bajo tierra por largos y oscuros pasillos. Cuando llegamos a una puerta metálica. Entramos y la mujer me indica un sofá y me siento, algo abatida. Me siento con pesar en el sofá, dejándome caer sin ganas de nada, solo quiero dormir, y no despertar más.
Noto como ella se para enfrente mío, se agacha y me coge de la cara levantándola, y auqe, la mantenía baja, me obliga a mirarla a los ojos.
-Assa… Esúchame… Estate tranquila, ¿bale? Todo saldrá bien, ya verás, estoy segura de que conseguirás lo que quieres y si no… Por favor, no te estanques, sálvate tú.
-Pero… -replico.
-Nada de peros, ¿de verdad crees que sería agradable de ver para mí, para Holly, para tus hermanos, tu hermanita, tu padre y todos lo que te quieren, ver como no haces nada por salvar tu vida? –me pregunta ella, con un rastro de dolor en la voz. Desvío la mirada, no puede entender que no soy capaz, que no soy más que una niña tonta y débil.- Vamos, tienes que vestirte ya casi es la hora… -se le quiebra la voz y ambas nos levantamos, ella me recoje el cabello en una coleta alta anudada con una goma morada y me enseña una chaqueta color azul oscuro con unos pantalones del mismo tono y una camiseta color turquesa.
-Son impermeables y te guardaran del frío, no temas, también son resistentes. –me dice con amabilidad mientras me visto. Al terminar, me da unas botas, no estoy acostumbrada a llevar calzado pesado, pero tendré que acostumbrarme a correr con ellos. Ella saca mi pulsera de un bolsillo y me la anuda a la muñeca, la cubre con la manga de la chaqueta y me sonríe, yo bajo la mirada al bulto donde se encuentra la pulsera.
-No tenía veneno… -se limita a decir antes de añadir- Él todavia lleva tu amuleto. –la miro, justo cuando suena un pitido. Ella suspira y yo noto lágrimas en mis ojos, cuadno la abrazo. Odio las despedidas, se me hace tan difícil decir adiós…
-Bueno, adiós Kalonice, y muchas gracias por lo que hiciste por mi, muchas gracias de verdad, por todo. Todo. –le dijo abrazándola, vuelve a sonar el –itido y ella me empuja hacia el tubo, mientras dice.
-Me a encantado conocerte, te deseo lo mejor Assa, tanto si vuelves como no. Pero no olvides que puedes, eres capaz, solo ten confianza en ti y ya sabes… Brilla. –se la aguan los ojos, mientras se cierra la puerta y el tubo transparente nos separa, aislando el sonido.
Lo último que veo de ella es una sonrisa y una palabra formada en sus labios “Suerte, Assa, suerte…” Me siento un momento atrapada, hasta que vuelve la luz, cejadora un momento, y una brisa golpeándome. Observo a los demás, nadie parece ir del mismo color, así que busco con la mirada a los que lleven un traje como el mio. Que serán Ian, Evan y Adara. Localizo a los tres, pero miro a Adara y con los ojos señalo el bosque. Ella asiente un momento antes de mirar algo cerca de la Cornucopia y sonreír.
La voz de Claudius, me saca de mis pensamientos y de Adara, desconcertándome un momento, antes de que entiendo sus palabras…
-Damas y Caballeros ¡Que empiecen los septuagésimo Quintos Juegos del Hambre!

por **Vanellope** Sáb 23 Jun 2012, 7:10 pm

Me gusto muchisimo. Evan malvado, ¿como puede hablar asi de Peeta? Envidioso,el no es debil. ¬¬ pero bueno, pobre Adara, espero puedan sobrevivir :c

Ya van a comenzar los juegos. Me gusto tu capitulo mucho, Assa.

¡Que la suerte este siempre, siempre de su parte!

Te esperamos Val.

por **Vanellope** Dom 24 Jun 2012, 3:09 pm

Ya quiero que Val suba capitulo n__n hahaha, LET THE GAMES BEGGINS.

por **Hakuna Matata Bitch** Mar 26 Jun 2012, 12:39 pm

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chapter 10: PART I:“Electra Crown ”

“de repente me doy cuenta de que aquella que me guia es la saeta de luz siempre me habia dicho a mi misma que eramos iguales y quizá tan solo quizá habia una conexión mas allá de eso?”

Tengo 14
-“Ella…Ella volverá verdad Prue?”-preguntaba mi inocente hermanita ,tome una bocanada de aire de aire tratando de no llorar –“ven aquí”-le tomo en mis brazos –“No Cassie…Cee no vovlera a casa”-la niña me mira sin entender –“pero no los ha prometido”-me muerdo el labio ya que se hace mas difícil mantener las lagrimas en mis ojos -“Veras Cassie, Mama y papa le han llamado, y le han dicho que fuese con ellos , que ya era tiempo”
-“Y no nos quieren a nosotras?”-pregunto
-“todavía tenemos cosas que hacer aquí cassie”-para mi sorpresa la niña me sonríe melancólicamente –“tu te quedaras conmigo verdad?”-yo suelto una risa amarga –“por supuesto”
-“siempre,siempre?”-pregunta levantando el menique –“promesa?”
Sonrio triste y enrredo mi menique con el suyo –“siempre , siempre, es una promesa”-Cassie me abraza

-“Prue …Prue”-se escuchan los sollozos de Holly y Kalonice , de repente el dolor vuelve a mi , con mayor intensidad y comienzo a sentir una textura de cuero en mis manos, me doy cuenta de que estoy acostada en alguna parte, siento manos sobre mi y oigo voces distorcionadas, fuera de las de Kanol y holly no reconozco mas
-“quieren una tila?”-dice una voz masculina desconocida
Luego se oyen pasos y pasos sigo sintiendo las manos sobre mi , y por un breve segundo recupero la movilidad de mi cuerpo, me incorporo, para darme cuenta que que hay muchos en la habitación , por un momento Holly y Kanol me abrazan miedosas de dañarme y cuando se alejan y el medico dice que estare bien , mi respiración vuelve a irse , siento como mi corazón a dejado de latir , me desplomo sobre el sofá , y de repente

Mis ojos se abren de nuevo , hace frio …copos de nieve caen a mi alrededor , oigo un chispoteo y miro abajo , de repente parezco mas baja , al ver el suelo y la lámpara a mi costado me doy cuenta de que llevo puesto un vestido morado oscuro y una capa negra ,mi cabello cae con gracia en elaboradas y hermosas ondas negras “pero si yo me teñí de rubio!?”-pense tomando la lámpara , pero de alguna manera resolvi que no importaba y segui caminando …me tomo un tiempo darme cuenta De que todo el pasadizo es un laberito…es mi arena las manos comienzan a temblarme aunque no hubiese sentido frio hasta ahora comiezo a correr desenfrenada buscando una salida el viento revuelve mi cabello y el laberito parece interminable hasta que
-“Por aquí…ven”-dice una voz aguda y dulce , acto seguido una niña aparece ante mis ojos me recuerda a alguien …aunque no se muy bien a quien
-“Quien eres?”-pregunto , la niña me mira con una sonrisa
-“soy lec”-frunzo el ceño un momento mientras que la niña me guía fuera del laberito a una puerta de madera , allí paramos
-“ábrela tu… yo no puedo”-dice mirando hacia abajo , yo rio a la dulzura de la niña y giro la perilla de la puerta nos encontramos en una sala con muchos cuadros , mas frente a nosotras hay un espejo , la niña sujeta mi mano mas fuerte, como si no quisiese dejarla ir levanto la vista y miro el espejo , me doy cuenta de que los reflejos no son los esperados, la prue del espejo tiene 18 años y la niña en el espejo es el reflejo de ‘la saeta de luz’ Electra Crown. Cuando estamos a sentimetros del espejo la niña se detiene
-“tu debes seguir , te esperan, yo no puedo pasar”-de repente me siento triste de deber apartarme de esa niña , ella me jala a su altura –“volveré a verte verdad?”-susurra en mi oído –“por supuesto”-le respondo y ella planta un beso en mi mejilla mientras me abraza fuerte luego me levanto –“Mantente fuerte , Saeta de luz”-le digo y cruzo por la puerta de cristal , para terminar en un hermoso jardín, la nieve se ha ido y solo hay sol
-“Prue!”-dice una voz-“estábamos esperándote! , vaya que siempre has tenido el mal habito de llegar tarde”-alguien se abalanza sobre mi y me abraza fuerte, de repente reconozco esa voz –“Cecilia!” –grito la figura se me quita de encima y me encuentro cara a cara con mi hermana
-“te he extrañado sabes?”-me dice sin soltarme
-“no tanto como nosotras a ti”-replico –“Las cosas no son lo mismo sin ti Cee, te necesitábamos allí lo sabes? , yo no he podido hacer ni la mitad del buen trabajo que tu pudiste haber hecho”-mi hermana ríe fuerte, y me doy cuenta de que me parezco a ella mas de lo que recordaba –“Prue…Has hecho un mas que estupendo trabajo! ,la cosa es que no te das cuenta de los que vales y de la mujerona en la que te has convertido , has criado a Cassie tu sola desde los 14 años y es una gran mujer hoy en día , tal como lo eres tu”
-“Siempre fuiste mas fuerte que yo Cee”-mi hermana niega con la cabeza
-“siempre fui mas prudente que tu , y vaya ironia que eso era dado tu nombre , pero siempre fuiste mas valiente y fuerte que yo Prue”-mira a mi muñeca-“Muy bonito anillo por cierto”-la miro sin entender para luego mirar abajo…y es cierto un hermoso anillo de diamantes reposa en mi dedo y estoy vestida de blanco
-“Mucha suerte”-Cee me guina el ojo y me abraza –“no podría estar mas orgullosa de ti Prudence”- todo se desvanece y una vez mas estoy de vuelta en el mundo real.
***
i know i know its very bad and short , but i have to go out love you all pongo la PART II mas tarde as quiero<33

por **Vanellope** Mar 26 Jun 2012, 12:47 pm

¡Genial! hahahaha, ¿yo de niña? Ay que bonito. Espero la segunda parte ;) Estoy haciendo un Clip, Ain me ayuda con el video

por **Thalassa Deméter.** Mar 26 Jun 2012, 12:53 pm

Oow *-*
que lindo cap, val.. me dio algo de pena, pero sobretodo ternura... sobretodo ternura... que lindas son cassie y lec de niña también *-*
enserio que a mi me gusto, sube la II parte cuando puedas, nosotras esperaremos :)

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