O W N
¡Conéctate y ven a divertirte con nosotr@s! :)
Si no estás registrado, hazlo y forma parte de nuestra gran comunidad.
¡La administración ha modificado otra vez el foro, y los Invitados ya pueden ver todas las secciones! Aún así, para comentar y crear temas debes tener una cuenta.

Cualquier duda, queja o sugerencia que quieras darle al staff, éste es nuestro facebook: https://www.facebook.com/onlywebnovels

¡IMPORTANTE!, los Mensajes Privados de los Invitados no serán respondidos por la administración. Te esperamos en nuestro facebook (:

Atte: Staff OnlyWns.

Unirse al foro, es rápido y fácil

O W N
¡Conéctate y ven a divertirte con nosotr@s! :)
Si no estás registrado, hazlo y forma parte de nuestra gran comunidad.
¡La administración ha modificado otra vez el foro, y los Invitados ya pueden ver todas las secciones! Aún así, para comentar y crear temas debes tener una cuenta.

Cualquier duda, queja o sugerencia que quieras darle al staff, éste es nuestro facebook: https://www.facebook.com/onlywebnovels

¡IMPORTANTE!, los Mensajes Privados de los Invitados no serán respondidos por la administración. Te esperamos en nuestro facebook (:

Atte: Staff OnlyWns.
O W N
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Últimos temas
» El comienzo (Damon Salvatore & tú)
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyMiér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22

» My dearest
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyLun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick

» Sayonara, friday night
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyLun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick

» in the heart of the circle
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyDom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.

» air nation
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyMiér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.

» life is a box of chocolates
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyMar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon

» —Hot clown shit
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyLun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw

» outoflove.
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyLun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.

» witches of own
Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 EmptyDom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.

novedades

00 . 01 Anuncios del mes febrero.
00 . 02 Actualización del PROTOCOLO, nueva medida obligatoria de avatares.
00 . 03 Remodelación del foro febrero del 2017.
00 . 00 Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit.
administradora
Rumplestiltskin. ϟ Jenn.
miembros del staff
Beta readers
ϟ hypatia.
aka Kate.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ dépayser
aka Lea.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae
aka .
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Stark.
aka Cande.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Baneo
ϟ Ariel.
aka Dani.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ ceonella.
aka Cami.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Ayuda
ϟ Ritza.
aka Ems.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Charlie.
aka idk.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Limpieza
ϟ Legendary.
aka Steph.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ chihiro
aka Zoe.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu
aka Teph.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Calore
aka idk.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Eventos
ϟ ego.
aka Kalgh/Charlie.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Asclepio.
aka Gina.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw
aka Alec.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Tutoriales
ϟ Kida.
aka Ally.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ Spencer.
aka Angy.
MP ϟ Ver perfil.
Equipo de Diseño
ϟ bxmbshell.
aka Mile.
MP ϟ Ver perfil.
ϟ yoongi.
aka Valu.
MP ϟ Ver perfil.
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.

Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.

Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Página 39 de 50. Precedente  1 ... 21 ... 38, 39, 40 ... 44 ... 50  Siguiente

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Lun 16 Jul 2012, 5:16 pm

:D
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por JB&1D2 Lun 16 Jul 2012, 6:16 pm

Por Dios chama de verdad esta nove es increible, subes novelas demasiado buenas
siguelaa
JB&1D2
JB&1D2


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Lun 16 Jul 2012, 8:14 pm

:D
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por DanieladeJonas Miér 18 Jul 2012, 6:22 pm

que si me gusta? que clase de pregunta es esa?!!
me fascina la nove!! no se si es posible que me pueda gustar mas...
lo que dijo Joe me estaba asustando, eso de que la odiaba
ya me iba a poner a llorar, pero no entendi terminaron o no? haha
si alguien penso que Jerry era gay merece un golpe!! que beso!!!
me da un poco de trsiteza su historia... wowow es hechicero? :O
Joe si mato a Nick :( quien lo trajo de la muerte!! estoy intrigada!!
espero la sigas pronto que me muero por seguir leyendo!!!
DanieladeJonas
DanieladeJonas


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Miér 18 Jul 2012, 7:34 pm

:D
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por ElitzJb Miér 18 Jul 2012, 7:55 pm

Mañana preparence para el maratón de 3 capítulos se q les gustara
ElitzJb
ElitzJb


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Miér 18 Jul 2012, 8:19 pm

OOKISSS
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por ElitzJb Jue 19 Jul 2012, 4:41 pm

Segunda Parte

Magia Negra


Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Scaled.php?server=163&filename=142nz

Ella me sonrió y asintió.
A eso se le llamaba estilo Nina, nada era igual a eso, nada se comparaba con esa personalidad tan alocada y temible.
–¿De qué no se debe enterar Adolph? –lancé mi segunda pregunta.
–De que me has mordido de nuevo y de que luego te has desmayado –confesó Jerry–. Él creerá que te hice daño a propósito. Aún no quiero comentarle que soy un hechicero mestizo. Debí advertirte los efectos secundarios de beber demasiada de mi sangre.
Me quejé con un gemido.
–¿Como cuáles?
–Como desmayarte –contestó Nina.
–¿No notaste que mi sangre es excepcionalmente más apetecible que la del resto de los humanos? –explicó Jerry–. Primero deseas beberla, luego te haces adicta, al beberla te sientes más fuerte y más poderosa, y cuando pasa el efecto, te sientes enferma, y cuando te excedes bebiendo, te desmayas. Esas son las consecuencias de morder a un chico que es mitad mago.
Consternada pensé en todo lo que Jerry acababa de decirme, recapitulando cada palabra. Sí, todo eso me había pasado, era como drogarse o algo parecido.
–¿Y por qué Nina sí puede saberlo? –inquirí. Considerando que ella tenía una relación con Adolph era probable que pudiera decirle en cualquier momento.
–Porque ella también bebe de mí.
Algo de sospecha me invadió.
–¿No estarás intentando matarnos o algo así, verdad? –le hablé a Jerry–. Sí, es eso, seguramente tu sangre nos envenena y quieres matarnos muy lentamente.
El chico se rió, Nina no.
–Tienes tanta imaginación, dulzura –me contestó Jerry como hablándole a una pequeña niña–. ¿Si quisiera envenenarte te diría los efectos que causa mi sangre? Muchos vampiros han bebido de mí, los efectos son pasajeros, te lo aseguro.
–¡Vaya! –suspiré y le hablé a Nina–. Bebes su sangre, ¿eh? Eso explica muchas cosas.
El humano-hechicero se encaminó hacia la puerta.
–Bellezas, tengo que marcharme –dijo él–. Sus novios estarán escupiéndome pestes muy pronto.
Él salió de la habitación, Nina me miró ansiosa y yo me levanté de su cama. Seguidamente busqué un espejo en alguna parte hasta encontré aquel frente a su tocador, que era una mesa rosada repleta de maquillaje y pelucas.
La imagen que hallé reflejada frente a mí era encarecidamente diferente a mi figura humana, me frustré al pensar en la frecuencia con la que extrañaba mi vida humana. Esta imagen en el espejo era aterradoramente más fría de lo que antes había sido, mis ojos eran más salvajes, profundos y oscurecidos, mis rasgos eran más angulosos y distinguidos. Incluso parecía mucho más bonita, en mi antigua vida hubiese tenido que ponerme mucho maquillaje para parecer tan temiblemente sensual e indómita; en la actualidad siempre olvidaba arreglarme, pero siempre parecía estar hermosa, ésa era una ventaja de ser un vampiro.
Retiré la vista súbitamente de mi maligno reflejo, Nina se había tumbado en su cama y observaba su mano atentamente, consecutivamente noté que no era su mano lo que ella miraba, sino el anillo dorado que ceñía uno de sus dedos. Di pasos hacia su cama.
–¿Es tu anillo de bodas? –solté.
Nina se sobresaltó y me lanzó una confusa mirada.
–¿Anillo de bodas? –repitió ella y se sentó encima de las sábanas de piel.
–Sí, de cuando te casaste con Adolph, ¿cierto?
Ella ensanchó los ojos.
–¿Quién te dijo eso?
–Todos saben que ustedes están juntos, bueno, Adolph confesó que te amaba en frente de todos –desvié la pregunta.
–Sí, ¿pero cómo sabes que estamos casados?
Vacilé, mordí mis labios con culpabilidad.
–Alan me lo dijo –admití.
–¡Oh! –exclamó, y luego más suavemente–. Oh, debí imaginar que él ya lo sabía. Bien, sí, es mi anillo de bodas. ¿Y qué hay del tuyo? ¿Dónde está? ¿Cuando piensas sacar la banderita blanca?
–¿De qué estás hablando? –resoplé nerviosamente.
–¡Oh, vamos! No te hagas la inocente conmigo –sus intensos ojos verdes me fulminaron–. Yo fui con Joe a comprar tu anillo, y tú lo rechazaste, niña malcriada.
Dudé unos segundos antes de continuar.
–No me reprendas por eso, cuando él me propuso matrimonio me sentí muy nerviosa, estaba aterrada –me justifiqué–. No es que no lo ame, ni que tuviera miedo al compromiso. Pero no quería que él dejara de amarme si se lo ponía tan fácil, pensé en todas las relaciones destruidas después del matrimonio, incluso pensé en ustedes, tú y Adolph, que estuvieron todos esos años casados y apartados uno del otro. Y de cualquier modo ya es tarde para aceptar su propuesta, no creo que esté dispuesto a hacérmela nuevamente, me odia y rompió conmigo. Todo se acabó.
–¿Te odia? –casi dio un grito–. Estás muy mal, ¿no has visto como te mira? Nunca he visto a un hombre más enamorado, nunca antes había visto a algún tipo que mire a una mujer de la manera que él te mira. Para él tu eres la mujer más hermosa de este planeta, cuando dice tu nombre te ama y te desea con locura. Debes estar muy ciega para no notarlo.
Esa chica vampiro con cabello plateado se escuchaba furiosa, como si yo hubiera dicho una insensatez terrible.
–Eso no fue lo que él me dijo –dije para mi defensa.
–A la mierda con lo que él dijo, si uno de ustedes no agacha la cabeza nada va a terminar bien –me riñó con ira y por último dejó escapar un suspiro–. Mira, ___tn diminutivo –¡genial! Ahora todos querían llamarme ___tn diminutivo–. Hazme caso, quiero mucho a Joe y también a ti, sé por experiencia propia que si ambos se declaran la guerra todo terminará hecho pedazos. No quiero ver sufriendo a ninguno de ustedes, por tu bien y el suyo, sigue mi consejo.
No era tan fácil.
–No es tan fácil –repetí en voz alta mis pensamientos–. Ojalá consistiera en rendirse y ya, esto es mucho más complicado, no lo entenderías, Nina.
Ella alzó una ceja.
–¿Estás segura? –objetó.
–Sí –hablé en voz alta y con firmeza.
Con inexplicable rabia salí de su habitación y di un portazo.
¡Oh sí! Claro, Joe esto, Joe lo otro, baja la guardia, lánzate a sus brazos, perdónalo. Todos estaban de su lado. ¿Qué querían todos que yo hiciera? ¿Que corriera y me echara a llorar a sus pies? Eso de ninguna manera sucedería, y aunque funcionara, nunca podría. Esto no era lo mismo, no podía compararse con la relación de Nina, porque Adolph no había regresado de la muerte siendo otra persona de vez en cuando.
Mis pasos furiosos se escuchaban pesadamente en el pasillo mientras me dirigía hacia la sala principal.
–Oye, creo que le has hecho un hoyo al suelo –habló casualmente Jerry cuando aparecí en la estancia.
Su tono de voz fue tan natural que tuve el reflejo de mirar hacia el piso para asegurarme de que no lo había roto y él tuvo el reflejo de reírse de mí. Se hallaba sentado en el sillón reclinable con los ojos puestos en su consola portátil de PSP, y naturalmente estaba jugando Resident Evil.
Oí el rugido de una motocicleta estacionarse afuera, luego de unos instantes Joe estaba allí, atravesando la puerta y haciendo su rutina de colgar sus llaves, su abrigo y empezar a quitarse la ropa.
Desapercibidamente Jerry desapareció de la habitación al ver a Joseph, que se encontraba portentosamente hermoso, agraciado, estupendo, pero parecía estar ignorándome.
¡Háblale! Me ordenó una voz en mi cabeza.
No lo haré, le contradije a mi otro yo irracional.
–Hola –me saludó Joe.
Mi corazón dio un respingo al oír su voz que naturalmente era sensual y espontánea, pensé que me pondría a tartamudear cuando respondiera.
–Hola –conseguí decir.
Nadie dijo nada más mientras él se desprendía de su ropa como solía hacerlo.
–Jerry no es gay –rompí el silencio.
Joseph se detuvo en el acto de desabrochar los botones de su camisa, mantuvo su silencio durante agónicos segundos que parecían ser eternos, se mantuvo apartado unos metros, se aclaró la garganta y se giró para mirarme a los ojos desde la distancia.
–¿Te acostaste con él? –preguntó en respuesta.
Asombrada ante su comentario negué categóricamente.
–No –vociferé–. ¡Oh! ¡Por supuesto que no! Él me besó, de nuevo, me dio un apasionado beso cuando le pregunté si era homosexual.
Después de otro silencio él agregó:
–¿Y por qué estás diciéndome esto?
Porque creí que te importaría al menos un poco, dije en mi mente.
Suspiré abatida.
–No fue agradable besar a otro hombre diferente a ti –pensé que las palabras saldrían más rebeldemente, pero éstas se escaparon de mis labios a borbotones–. Si te hace sentir mejor, me hubiera gustado que estuvieras allí para sacármelo de encima de un golpe.
–Es bueno saber eso –dijo después de otra pausa.
Lo miré con deseo cuando él continuó quitándose la camisa, yo esperaba ansiosa sin apartar la mirada, pude ver el inicio de su pecho desnudo y la camiseta de color negro que traía debajo. Casi inconscientemente mis pies se movieron hacia él. Quería decirle algo como: “Yo puedo ayudarte con eso”, pero me contuve.
Un recuerdo me sacudió violentamente, con tanta rudeza que tuve que decirlo.
–Recuerdo cuando te vi por primera vez –susurré para Joe, él me miró otra vez, sus ojos habían recuperado su picardía–. Era la noche de máscaras –le narré–, me saludaste, con tu profunda voz sensual, estabas sonriéndome con maldad, creo que ése fue el momento en me enamoré de ti, traías un bonito traje y un antifaz, y comenzaste a perseguirme, pero en lo más profundo de mi ser yo deseaba que me atraparas, y cuando lo hiciste… recuerdo tu peso aplastándome, tu aroma, tus labios tocando mi cuello, tus dientes hundiéndose en mi garganta y tu lengua saciándose de mi sangre –tenso como una roca Joe me correspondió acortando la distancia entre nosotros lo suficiente como para sentir su respiración sobre mi cara–. Nunca había visto a nadie con tanta seguridad y malicia, además de mí. Por eso estaba aterrada, pero ahora sé que en realidad me enloquecías.
–Estás haciendo muy mal al hablarme sobre eso –me dijo, sonaba jovial e incluso nervioso–. Porque yo recuerdo esa noche de otra manera. Puedo verte a ti, hermosa y sexy en un sensual vestido de gala, no podía evitar odiarme a mí mismo porque sabía lo que te iba a hacer, pero te quería fuera como fuera y rompí todas las reglas para tenerte. Recuerdo tu hermoso cuerpo cuando corrías descalza entre las calles, no sabes el placer que me causó tropezarme con tus zapatos esa noche cuando los dejaste caer en el asfalto, recuerdo desear tus labios y todo tu cuerpo cuando te atrapé debajo de mí, y tus pequeñas y delicadas manos empujando mi pecho inútilmente, tu aroma y el de tu sangre, tus pechos contra el mío y tus latidos fuertes y exaltados. Todavía siento tu respiración entrecortada rozando mi cuello, provocándome tensión en cada músculo de mi cuerpo –y eso era porque mi fanática respiración entrecortada golpeaba en su cuello mientras yo imaginaba y revivía cada segundo de mi primer encuentro con ese vampiro–. No podía esperar para saborearte, me pusiste tan caliente con tus pequeños gritos de terror y los insultos que me lanzabas. Tu piel suave se abrió al contacto con mis colmillos, jamás me olvidaría del sabor que tenía tu piel en contacto con mi lengua –cada palabra que él citaba me ponía más caliente y tensa. Toqué su brazo desnudo con una caricia y él palpó la columna de mi garganta con un dedo–. Cuando quedaste inconsciente yo te besé en los labios. De esta manera –se aproximó y presionó suavemente sus labios contra los míos, todo mi cuerpo estaba envuelto en cosquilleos–. Tú nunca lo supiste, pero lo hice, te besé, acaricié tu precioso cabello suelto como de costumbre, te tomé en brazos y te llevé a la guarida.
–¿Y a ti te gusta mi cabello suelto? –le pregunté poniendo una mano en su rasposa mejilla.
–Odiaría si lo llevaras de otra manera, me gusta suelto porque te hace ver más salvaje –él sonreía–. Y cuando estamos en la cama amo que tu cabello me haga cosquillas en el pecho.
Perdí el aliento abruptamente como si él me lo hubiera robado, aquellas confesiones eran demasiado para mí. Juré que haría que Joe me deseara con urgencia y con cada parte de su ser y de su alma. Pecaminosamente acaricié su pecho trazando su musculatura con mis dedos y le hice rodearme la cintura con sus brazos.
–¿Sabes lo que a mí me complace? –le susurré al oído en voz baja y sensual.
–Muero por escucharlo si estás dispuesta a decírmelo.
–Adoro cuando acaricias mi espalda desnuda con tus manos, que beses mi vientre, que hables cerca de mi oído –le incité a meter sus manos dentro de mi blusa.
Él tocó mi espalda por debajo de la tela y la acarició con sus cálidas, abrazadoras y fuertes manos.
–Creí que te gustaba que mordisqueara tus hombros –él mordisqueó mis hombros apartando de su camino los tirantes de mi camisa. Me conocía a la perfección–. Y tus labios.
Me puse de puntillas para recibir su beso, él agachó la cabeza y besó mis labios dándome afables mordisquitos, toqué sus colmillos puntiagudos con mi lengua.
–Eso me gusta –seguí–. Y me gusta sentir tu áspera y diminuta barba raspando mi cara.
Con una mano lo sujeté del rostro, froté mi cara contra la de él para sentir la fricción y lo rodeé con mis brazos apretadamente atrayéndolo contra mi pecho sólo para sentir su calor abrasándome. Él acunó mi cabeza contra su pecho.
Mis colmillos empezaron a dolerme demasiado en cuanto mi olfato se inundó del cálido aroma que manaba el cuerpo de Joe, su fragancia masculina a perfume, jabón y cuero.
–Te quiero, Joseph –le susurré–. Déjame beber un poco de ti.
Adosé mis labios en su cuello, aferré mis manos en su camisa, abrí mi boca deseosa por morderlo. Y él me apartó con tosquedad y crueldad, mis colmillos palpitantes me dolieron con más fuerza, respiré de manera agitada por lo alto.
–¡No! –exclamó en voz alta y firme–. No puedes beber mi sangre, no debes.

ElitzJb
ElitzJb


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por ElitzJb Jue 19 Jul 2012, 5:10 pm

Capítulo 15: Primera Parte

Imprudencia


Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Scaled.php?server=215&filename=57590990



Por qué? –cuestioné sobresaltada y sin respiración.
Sus ojos se oscurecieron, atrapados en una penumbra tan fuliginosa que su mirada se perdía en fugaces momentos. Lo supe, ya no era él. Inmovilizó mi cara con su vasta mano obligándome a mirarlo, estaba aferrándose a mi mandíbula con tanta solidez que me lastimaba.
–Siempre tienes que preguntar, ¿verdad? –murmuró entre dientes–. Luego lloriqueas cuando rompen tu corazón. No debes beber mi sangre porque no quiero que lo hagas, ¿entiendes?
Comprimiendo la mandíbula gruñí un poco. Era cierto, había algo siniestro ocupando el cuerpo de Joe, tenía tanto odio e ira en sus ojos, estaba embebido en sentimientos funestos que nunca antes había reconocido en él. Ése no era el mismo Joe al que yo amaba.
–Estás lastimándome, Joe –mi voz se escuchó ronca pero mi tonalidad era totalmente retraída, displicente y estragada.
–Ah, ¿sí? –dubitativo frunció el ceño–. No me di cuenta –pero sí se había dado cuenta, de hecho, ni siquiera me soltó–. Ven a la cama conmigo, mujer.
Hice una mueca de enfado, tenía miedo y pánico de ese ser sanguinario que se estaba apoderando de mi Joseph.
–No iré a ningún lado si no eres Joe –mascullé por lo bajo con los dientes apretados.
Él se movió velozmente y cerró sus puños en mis delgadas y huesudas muñecas desnudas, desnudó sus colmillos de manera provocadora, su mirada pintada con una máscara de acrimonia y sevicia. Enrojeció y maldijo en voz alta.
–Anduviste en las ramas seduciéndome, ahora dame lo que quiero, ___tn –me exigió.
Muy dentro de ese monstruo yo oía a Joe llamándome, el verdadero Joe. Una especie de alarma se activó en mi interior. Algo que me pedía a gritos que me alejara de él, experimenté una oleada de espanto y terror.
Corre, vete, sálvate. Esas palabras se reproducían una y otra vez en mi cabeza. Los rígidos brazos de Joe me rodearon, todo su cuerpo era duro por sus músculos perfectamente formados, me aprisionó contra su tórax con formidable fuerza y presión. No podía respirar con mi cara metida en su pecho y sus largos brazos estrujando mi cuerpo pequeño en contraste con en el suyo.
–Estuve seduciendo a Joe, no a la bestia salvaje –salió mi voz ahogada. Sabía casi con seguridad que me haría daño. Mis huesos dolieron cuando él me estrangulaba como una boa envuelta en todo mi cuerpo–. No… puedo… respirar –jadeé–. Me haces daño, suéltame.
–Te lo advertí, linda –acarició mi cabello con rudeza–. Te dije que te alejaras de mí, que debíamos romper, que yo no era yo mismo. Te lo dije de mil maneras y no lo entendiste. ¡No lo entendiste! –me gritó.
Su voz desapacible rasgó el aire y las vibraciones del sonido me causaron escalofríos. Él rodeó mi cuello y emprendió a ahorcarme, en pocos segundos comencé a toser y los huesos en mi garganta me dolieron, se flexionaron tanto con su agarre que juré que se quebrarían igual que trozos de delgado vidrio.
–¡Ahora es demasiado tarde para ambos! –continuó él a gritos.
Busqué sus ojos con los míos, que estaban iluminados con lágrimas de miedo. Debía encontrar a Joe en esa mirada plateada.
“Tienes que confiar en Joe, y apoyarlo, él jamás haría nada para lastimarte, puedes creerme cuando te lo digo. Joseph estará en una enredadera de problemas y tú no debes perder la fe en él, porque si lo haces él perderá la confianza en sí mismo. De ahora en adelante él te necesita mucho.”
La voz de Darius rebotó dentro de las paredes de mis pensamientos, pero no estaba segura de si era él o sólo su recuerdo.
–Joe, regresa –musité en un hilo de voz quebrada. Lo miré a los ojos. Él soltó mi cuello, después de toser agregué–: sé que éste no eres tú, el verdadero Joe no me lastimaría.
Tomé su rostro entre mis manos, su piel se sentía caliente contra mis palma, estaba lleno de furia y con las mejillas coloreadas en un matiz escarlata.
–¿Por qué no me escuchaste? ¡¿Por qué no me oíste cuando te dije que debíamos mantener distancia?! –siguió–. ¡Maldita sea! ¿Por qué demonios no me obedeciste?
–Mírame, Joe –le forcé manteniendo su cara entre mis manos–. Tranquilízate, yo estoy bien, no me has hecho daño aún. Sólo vuelve, por favor.
Sus ojos brillaron al mirarme, de repente estaban tersos, vidriosos y salpicados en miedo. Había vuelto, era él mismo. Ocultó el desconcierto que sintió al reconocerme, pude advertir que se sentía confundido, aturdido, ofuscado y desorientado. Y lo abracé aferrándome a su espalda y hombros, hundí mi rostro entre sus pectorales. Él me apartó con delicadeza y se puso de rodillas delante de mí, desde el suelo abrazó mis caderas y presionó su mejilla contra mi pelvis. Le acaricié el cabello.
–Mi amor –dijo Joe con agonía–, necesito… –su voz se quebró–. Debes prometerme que no me permitirás hacerte daño. Te lo ruego.
Le hice levantarse del suelo.
–Tú me necesitas –susurré–. Yo también te necesito, vamos a salir de esto, pero tengo que saberlo todo, necesito saber lo que te pasó, quiero ayudarte.
Él acarició mi rostro, el sufrimiento en su mirada hizo que el alma se me cayera a los pies.
–Nada va a sacarme de esto –dijo con seguridad–, no podremos estar más juntos, eso es todo lo que pasará.
Mi corazón se encogió, con dolor y cólera fruncí los labios.
Él se marchó por el pasillo, quería seguirlo pero algo en la forma que caminaba me decía que no debía acercarme. Tragué saliva cuando lo escuché dar un grito de furia y lo observé golpear la pared con su puño.
Toqué mi cuello que todavía me dolía por el aferre de Joe. Él no quería hacerme daño, pero algo se estaba apoderando de él y lo dominaba, o tal vez yo quería creer eso. Sea como fuera no pensaba dejarlo solo cuando él me necesitaba.
Me mantuve allí sola minutos y más minutos sin saber qué hacer, pensando en alguien que pudiera ayudarme con Joseph, alguien tenía que saber qué le sucedía y cómo revertirlo.
Con el ceño fruncido Adolph vino desde otra habitación y me miró severamente.
–¿Te pasa algo, pequeña? –me interrogó.
Negué.
–Adolph, tienes que ayudarme –propuse–. Llévame a ver a Kevin Ravenwood.
–¿Perdón?
–Ayúdame, con Joe –continué–. Algo le está pasando, no quiere decirme nada, Kevin tiene que saber algo, porque él me ofreció el alma de Joe luego de que murió, él debe saber algo.
–Joe acaba de hablarme –contestó Adolph–, me dijo con un ataque de rabia que lo echara de la casa porque te haría daño y a todos nosotros, pero tú sabes que yo no puedo hacerle una cosa así a él.
–Llévame con ese demonio –espeté–. Algo le está pasando a Joe, necesito saber que es.
–No –él negó–. No voy a llevarte con ese vampiro cuando sabes perfectamente que no confío en él.
–Iré yo misma de todos modos si no quieres llevarme.
–¡___tn! –se quejó.
Entrecerré los ojos para mirarlo duramente. Sí, yo era una chiquilla caprichosa, pero nadie competía contra mí. Me crucé de brazos.
–¡Adolph! –contradije en voz alta.
Él resopló, también cruzó los brazos en su pecho.
–¡Demonios! A veces eres tan insoportable –protestó.

Me subí al Impala y me puse el cinturón de seguridad con una sonrisa de victoria esbozada en mis labios.
–Siempre ganas, ¿eh? –masculló Adolph sentado frente al volante.
Me encogí de hombros mientras veía por las ventanillas el modo en que la noche caía triunfalmente y una luna eclipsada y plateada aparecía sobre mi cabeza y nos seguía todo el camino. Adolph no era muy conversador, se limitaba a mirar hacia el frente, elevó el volumen de la radio con canciones de los Beatles y U2.
Nos detuvimos frente a la gran mansión Ravenwood. Vislumbré el enorme jardín con fuentes y césped rodeando el sendero de asfalto que conducía hacia el enorme aparcamiento y las monumentales puertas dobles del frente. Una verja de enrejado negro cercaba el jardín. Adolph bajó las ventanillas del Chevy para llamar al intercomunicador, el aparato lanzó un zumbido cuando una voz femenina atendió al otro lado.
–Soy Crowley. Adolph Crowley –dijo Adolph.
La voz femenina respondió como enredados garabatos en el altavoz del intercomunicador, escuché con atención y curiosidad. Adolph asintió, las puertas eléctricas se abrieron para dar paso al anticuado Impala y aparcamos junto a un par de mordernos vehículos ostentosos.
–Espérame aquí –dijo Adolph tendiéndome un teléfono celular–. Yo iré a preguntar por Kevin , si algo te pasa marca asterisco y el número dos. Estaré a atento, si no puedes llamar por alguna circunstancia, grita.
Asentí un poco ruborizada.
–No me agrada la idea de esperar aquí, pero ya he discutido mucho esta noche, así que vete antes de que me arrepienta –le anuncié.
Él me dirigió una sonrisa juvenil y sus ojos verdes brillaron ligeramente, como si fuera un pequeño niño. Se fue dando pasos desgarbados y desapareció luego de atravesar el amplio pórtico de caoba. Pasaron minutos, primero cinco, luego diez, luego quince, y yo me retorcía en el asiento queriendo estirar las piernas, salir de ese vehículo, hacer algo, cualquier cosa. Odiaba tener que esperar, odiaba la intriga, la incertidumbre, las sorpresas. Cada vez que alguna criada atravesaba el umbral de la entrada yo ansiaba que fuera Adolph con noticias y salvación. Recorrí todas las estaciones de radio existentes una y otra vez en segundos, fisgoneé entre los CDs que guardaba Adolph bajo el asiento y cambié un par de veces la música sin poder decidirme por algo, estaba ansiosa por marcarle a Adolph y preguntarle por qué se tardaba tanto, sin embargo me contuve porque él podría preocuparse.
Inquieta abrí la guantera, revisé todo ociosamente, había algunas cosas allí, pañuelos, servilletas, un pasaporte, de Adolph. Le eché un vistazo a la pequeña fotografía envejecida. Adolph con el mismo rostro, los mismos risos encantadores castaños, aquellos ojos verdes. Pero la fecha, 1969. ¡Santos Cielos! Ese año había nacido mi padre, pero mi padre tenía más de cuarenta años en la actualidad, y en esa fotografía Adolph se veía exactamente igual que ahora, como si el tiempo jamás hubiera pasado. Todavía curiosa encontré algunas cosas que cualquier humano podría tener en su guantera, cupones de dos por uno para combos de hamburguesas, hilo dental, caramelos, y… ¿preservativos? Me sonrojé al darme cuenta de que estaba sosteniendo en mis manos una pequeña bolsita cuadrada de preservativos masculinos. Un cosquilleo recorrió mi estómago. ¿Quién necesitaba condones? Éramos vampiros. ¡Vampiros! No nos infectaríamos nunca con alguna enfermedad y no había riesgo de que alguien quedara embarazado. Dejé allí mismo la bolsita.
Entre algunos papeles conseguí un pequeño libro, polvoriento y pequeño, la cubierta estaba forrada en terciopelo verde oscuro, y únicamente tenía escrito al borde inferior el nombre de Adolph Peter Crowley en letras cursivas y doradas. Cuando lo abrí noté que era un cuaderno, un diario. Me sentí invadida por un nerviosismo profuso, pasé las páginas amarillentas rápidamente intentando no leer demasiado, los bordes de cada página estaban gastados, deteriorados y manchados en color marrón, la letra de Adolph era extravagante, hermosa, cursiva y en algunos párrafos temblorosa, en otros firme y gruesa. Podía notar manchas de vejes, tinta de bolígrafo corrida, y hasta lágrimas de emoción en cada hoja. Por más que intenté, las letras llamaban mi atención y estuve tentada a leer, comencé leyendo entre líneas cuando ciertas palabras captaban mi interés. Él mencionó su fecha de nacimiento, 1936. ¡Oh Dios! El diario empezó a ser escrito desde el 1952, advertí. Había aventuras plasmadas en cada línea, llenas de emoción, pasión, guerra. Todo escrito en un inglés muy anticuado, diplomático y literario. Adolph escribía con pasión sobre como batallaba en guerras y viajaba por el mundo, había vivido la segunda guerra mundial, describía crudamente las muertes que había presenciado y las personas que había asesinado para proteger su país, describía con voracidad y detalle el poder que sentía un hombre al estar detrás de sus armas de fuego y su deseo de morir luchando. Y había sido convertido en vampiro por una traición y por el mero poder de la seducción. Una mujer sensual lo había enamorado, lo metió a la cama y él había despertado varios días después siendo un chupasangre y sediento de sangre. Mencionó las apasionadas noches que había tenido con cientos de mujeres alrededor de su vida. Había sido un guerrero, un soldado, había estado en la cárcel, había luchado día y noche para defender a su familia amada. Casi lloré al leer las temblorosas letras en las que describía la muerte de sus familiares, sus hermanos murieron en guerra, su madre y sus hermanas habían envejecido y muerto también.
Secándome los ojos descubrí una división en el diario. “Mi vida después de Nina”. Se titulaba la segunda parte de sus escritos. Todo narrado con intensidad hacia la mujer que amaba.
“Yo no era más que un muerto en vida hasta el momento en el que la conocí a ella, Nina le Boursier. La vi danzando sensualmente para un público de borrachos y adictos al sexo. ¿Cómo era posible? ¡Era sólo una niña! Todavía había inocencia en sus ojos oscurecidos en sufrimiento. Le pagué a su padre por una noche con esa inocente y pequeña chica de quince años, jamás me hubiera atrevido a tocarla, no era más que una joven adolescente. Esa noche la recosté en la cama, le acaricié el cabello, y en el momento en que ella empezó a desnudarse con la cara llena de pánico yo la detuve, diciéndole que no debía hacer eso para mí. Los ojos de ella saltaron de alegría, ella me contó entre sollozos sobre la explotación de su padre, sobre la dolorosa muerte de su madre y sobre toda la humillación por la que había pasado. Nina confió en mí en el momento en que le dije que yo no le pondría un dedo encima. Desde entonces cada noche me dirigía al prostíbulo y pagaba por noches enteras para que nadie tuviera que poseerla nunca más. Pasamos noches enteras conversando hasta el amanecer y yo gastaba todo mi dinero para verla quedarse dormida a mi lado. Poco a poco la vi convertirse en mujer, sus pechos crecieron, su cuerpo se volvió voluptuoso y escultural, y cada vez era más difícil contenerse a tocarla. Cuando ella apoyaba su cabeza en mi pecho y yo olfateaba su aroma femenino, cuando se quedaba dormida tan cerca que su respiración me calentaba el alma, cada vez que me tocaba yo me quedaba sin respiración. Pero con ella también creció su deseo. Me percaté de que yo no era el único que estaba enloquecido de deseo, ella también me deseaba”
Adelanté algunas páginas con entusiasmo.
“Aquella fue la primera noche que me atreví a probar sus labios,” leí impacientemente. “Mi deseo de ella había estado reprimido tantos años, no pudimos evitar tocarnos, desnudarnos, hacernos el amor.”
Aquellos párrafos retrataban un profundo amor, él decía con copiosa intensidad cuanto la amaba. A mí se me atragantaba la garganta al leerlo, yo nunca creí que un hombre pudiera amar de esa manera, igual que una mujer, entregándose completamente a alguien, jamás había creído que un hombre podía quedarse pensando el resto de sus días y noches en la mujer que creía que era la única para él.
La Nina que él describía resultaba muy diferente a la que yo conocía, esta chica era frágil y estaba llena de sufrimientos, y Adolph la consolaba constantemente.
“Después de tantas noches juntos yo no podía seguir resistiéndome a morder su cuello, recuerdo su cara de terror, de miedo, de agonía, al verse ensangrentada, al ver mis colmillos. Ella estaba sollozando con la cara llena de cristalinas y saladas lágrimas. Nunca me perdonaría haberle hecho ese daño, ella me gritó que me alejara de su vida, que yo era un monstruo, y yo sabía dolorosamente que todo era cierto. Sin embargo, yo no podía vivir sin ella, y no podía permitir que otros hombres la tuvieran, ella era mía. Cuando Nina se dio cuenta de que también me necesitaba ella me aceptó. Nuestras noches se hicieron cada vez más apasionadas, pero una noche en especial en la que mordí su cuello por enésima vez, se transformó en lo que yo era. Me aterroricé.”
Continué adelantando páginas, sedienta de lectura.
“La noche que nos casamos ella estaba tan hermosa, sensual, sensible. Con lágrimas iluminando sus ojos verdes, yo le había pedido que llevara su cabello rubio, que era el que más me gustaba, su cabello liso y rubio natural que hacía una feroz combinación con sus felinos ojos verdes. Mis manos temblaban cuando le coloqué el anillo y sostuve su delicada mano dentro de la mía; mi voz se quebraba al pronunciar los votos. Cómo amaba a esa mujer. Pero nuestra noche de bodas había ido fatal, ni siquiera recuerdo la razón por la que empezamos a pelear, pero sé que después de eso ella estaba llorando, había cosas rotas lanzadas por todas partes, ella destruyó su vestido de novia con sus propias manos, yo estaba furioso y me odiaba a mí mismo.”
Lamentablemente esta historia no tenía un final feliz, mientras leía me daba cuenta de que su relación se había debilitado y se tambaleaba en una balanza con sus peleas y agresiones. Adolph comentaba con furia y pesar el sufrimiento que le causaba que ellos estuvieran envueltos en ese drama y que ella tuviera que sufrir igualmente por su culpa. Los dos eran temperamentales, posesivos, celosos y orgullos.
Los relatos más recientes eran de hacía un año, dónde la letra temblorosa y las manchas de gotas de agua que corrían la tinta me hacían imaginarme a un Adolph furibundo sollozando sobre un escritorio mientras escribía cómo Alan le había arrebatado a la única mujer que él amaba. Él había querido odiar a ese niño desde el primer día que coqueteó con su esposa, pero Alan era demasiado joven y sensato y se habían hecho amigos, porque todo ese tiempo Adolph y Nina le habían ocultado su relación.
–¿Qué estás haciendo? –percibí a Adolph hablarme desde la cercanía.
Salté y casi dejo caer el cuaderno, mi corazón latió apresurado en mi pecho cuando lo vi abriendo la puerta del automóvil y sentándose a mi lado. Me atrapó en flagrante delito.
–Adolph, yo… –me moví nerviosamente en mi asiento. Él dio un portazo y me arrancó el cuaderno de las manos. Bajé la cabeza para disculparme–. Lo siento, no quise…
–No importa –refunfuñó–, es mi culpa, no debí dejar mis cosas tan visiblemente si no quería que no fueran vistas.
–¿Y Kevin ? –pregunté al ver que Adolph encendía el motor del auto.
–No está en casa.
–¿Cómo? –mi voz fue casi un chillido–. ¿No podrías llamarlo a su teléfono celular? Yo de verdad necesito sacar a Joe de esto. No puedo permitir que…
–___tn –me interrumpió él mientras salíamos de la mansión–. Kevin es demasiado vetusto para tener un teléfono móvil. Pero no te preocupes, intentaré localizarlo mañana, te prometo que te voy a ayudar con esto, yo también aprecio mucho a Joseph, siento que algo va muy mal en él.
–Oh, ¡maldición! –exhalé con ira–. ¡Joder! ¡Maldita sea! Quería ayudar a Joe y ese bastardo hijo de…
–¡Hey! –Adolph me cortó–. Yo no te enseñé esas malas palabras, y no conoces a la madre de Kevin , así que no debería insultarla.
Él estaba sonriéndome, yo me reí ante su tono fingido de padre.
–Cualquier mujer que haya dado a luz a ese tipo no puede ser demasiado buena –repuse.
ElitzJb
ElitzJb


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Jue 19 Jul 2012, 8:44 pm

OOOOOOOOHHHH!!!!
PERO COMO AYUDARAN A JOOEEE?????
JAJAJAJAJAJA Y ADOLPH ES UN AAAMOORR!!!!!
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por JB&1D2 Vie 20 Jul 2012, 12:49 pm

Oh Adolph es un amor
Qué es lo que le pasa a Joseph
siguelaaa
JB&1D2
JB&1D2


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por andreita Vie 20 Jul 2012, 4:24 pm

ayyyy no pobre joe :/
casi mata a la rayis
esta tenporada es suepr fuerte siguea
andreita
andreita


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Vie 20 Jul 2012, 6:56 pm

:D
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por franch jonas Sáb 21 Jul 2012, 12:32 am

Nueva lectora!!! Uff Síguelaaaa plis!!!! :O debo saber que pasa!!!
franch jonas
franch jonas


Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por chelis Sáb 21 Jul 2012, 6:56 am

PORFIISSS
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

Volver arriba Ir abajo

Tentación y Seduccion I y II temporada  Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 39 Empty Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

Mensaje por Contenido patrocinado

Contenido patrocinado



Volver arriba Ir abajo

Página 39 de 50. Precedente  1 ... 21 ... 38, 39, 40 ... 44 ... 50  Siguiente

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba

- Temas similares

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.