Re: Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA)

por **aranzhitha** Sáb 28 Abr 2012, 11:51 am

ahhhh que feo que Joe tuvo que matar a su hermano :(
Pense que de esta no salian vivos,
malditas brujas desgraciadas hipocritas si su amante era un vampiro
Awww anda siguela!!!!

por **berenice_89** Sáb 28 Abr 2012, 2:01 pm

AUUUU

QUE MAL QUE JOE MATO A SU PROPIO HERMANO

PERO ERA LO MEJOR

por **andreita** Sáb 28 Abr 2012, 4:23 pm

estupodas brujas esas...
pobre el hermano de joe :(

y la rais esta bn
joe quiere a la rayis 8)

por **chelis** Sáb 28 Abr 2012, 7:45 pm

ESAS BRUJAAAASSS!!!!!!..
Y ESE ERA HERMANO DE JOOOOEEEEEE?????!!!!
WUUUUAAAUU TIENES QUE SEGUIRLAAA PORFIIISSS

por **aranzhitha** Dom 29 Abr 2012, 2:47 pm

siguela!!!!

por **aranzhitha** Dom 29 Abr 2012, 2:49 pm

wiii pase de pagina meresco doble capi :)

por **chelis** Dom 29 Abr 2012, 5:50 pm

pooorrrfiiisss

por **ElitzJb** Dom 29 Abr 2012, 6:08 pm

Capítulo 10: Primera Parte

Rojo y Rosado

Tentación y Seduccion I y II temporada Joe Jonas & Tu (TERMINADA) - Página 11 Manzanadelatentacion

Atrápenlo! –escuché gritar a una mujer cazadora.
Todos ellos iban por Joe, de improviso sentí unas manos halando mi brazo, creí que alguien quería hacerme daño pero eché un vistazo hacia lo alto y vislumbré a Darius. Me ayudó a ponerme de pie, desvié mi atención a la aglomerada multitud de fanáticos caza vampiros que se encimaron en Joe, ahora no podía verlo entre toda esa muchedumbre, busqué con mi mirada a Darius reiteradamente, y este misterioso chico ya había desaparecido entre la masa de cazadores. Me adentré entre las amontonadas personas, los empujé con furia para llegar a Joe.
–¡________! ¡Joe! –nos llamaban las voces del resto de nuestros amigos.
–¡Hermano, háblame! –decía Joe con voz quebrada, estaba de rodillas junto al cuerpo pálido de su hermano–. ¡Christian, dime algo!
Christian estaba muerto, Joe se veía descorazonado, su voz se quebraba al hablar.
–¡Joe! –le llamé cuando estuve cerca–. Joe, déjalo, vámonos, nos van a hacer trizas.
Jalé de su brazo tratando de hacerlo venir conmigo antes de que los fanáticos nos exterminaran, él no se movía de su lugar.
–Vamos, Joe –sonó de pronto la voz de Alan de cerca.
Alan apareció y diestramente arrastró a Joe con los demás, yo los seguí. Joe estaba siendo tirado por la camisa pero no aislaba la vista de su hermano fallecido.
Adolph nos esperaba junto con Nick y Nina en el vehículo. Alan arrojó a Joe dentro del auto y yo subí con ellos. Nuestro cabecilla, Adolph, aceleró a toda prisa y abandonamos atrás a nuestro numeroso público. A toda velocidad nos despedimos de Deadly Hall y del Forets Hall, nos encaminábamos de vuelta a la ciudad, al centro de New York. Joe estaba sentado a mi lado, con los ojos cerrados y la mano en el pecho sobre su contusión.
–¿Estás bien? –le cuestioné a Joe.
Asintió en silencio, pero no estaba bien, estaba sangrando mucho y parecía endeble, su camiseta estaba salpicada de su sangre y mordía sus labios con fuerza.
De forma brusca Adolph frenó el auto en alguna oscura calle.
–Bajen del auto. Síganme –indicó Adolph.
Los seis bajamos del auto y arrancamos a correr detrás de Adolph, Joe iba atrás de todos, cada vez escuchaba su respiración más lejos, me volví hacia mis espaldas y distinguí que a unos distantes metros Joe se había quedado varado, estaba reclinado con sus manos apoyadas en sus rodillas, jadeando sin aliento. Los demás continuaron corriendo y yo di vuelta atrás para auxiliar a Joe, cuando estuve cerca de él lo ayudé a erguirse y asenté una de mis manos en su espalda.
–Joe, ¿qué tienes? –me preocupé–. Déjame ver esa herida.
Comencé a alzarle la camisa y vi esa profunda magulladura en su pecho, mi cara delató lo mal que se veía.
–¿Cuántas veces tengo que decirte que no me toques? –gruñó Joe agarrándome ambas muñecas.
–¿Qué? ¿Por qué...? –no finalicé la oración porque Joe se acercó más a mí y me tomó el rostro con ambas manos.
Creí que me besaría, o tal vez yo soñaba con que me besara.
–Porque cuando tú me tocas siento que te quiero y no soy yo, maldita seas, maldita sea lo que me haces, porque por ti asesiné a mi propio hermano, por tu culpa lo maté, ¿entiendes? –Joe gritaba exasperado–. Para salvarte a ti tuve que matar a mi hermano y lo hice, no entiendo porque me importas tanto, ¡NO LO ENTIENDO! ¡A la mierda con todo esto, maldita sea!
Yo estaba enmudecida y patidifusa. Joe estaba mirándome con furia y sus suaves manos seguían descansadas en mis mejillas. Sin cavilar lo abracé fortuitamente, lo rodeé con mis brazos con fuerza pero intentando no hacerle daño a su herida en el pecho. Él rezagó algunos segundos antes de reaccionar, meticulosamente me retiró de su cuerpo.
–Vamos –apuntó en voz baja.
En despótico silencio abordamos a transitar entre las calles y la ciudad noctámbula. En los muros y en los postes de luz alcancé a ver unos cuantos anuncios: "comunícate con nosotros si has visto a esta chica," decían los folletos con mi fotografía, mi nombre y el número de teléfono de mis padres. Más adelante atendí a una casa que se me hacía familiar, una vivienda hermosa y espaciosa, con un pequeño jardín y un pequeño porche, con flores, una bonita entrada y un auto deportivo aparcado en el garaje, ésa era mi casa, mi viejo hogar. Sin poder evitarlo me alejé de Joe para adentrarme en el jardín de mi casa, necesitaba ver a mi familia. Al asomarme por la ventana de vidrio me desconcerté por completo, mi madre sollozaba discutiendo con mi padre y sostenía mi fotografía en su mano, ellos contendían sobre quien tenía la culpa de mi desaparición. Los alaridos, el llanto y los sollozos se escuchaban a lo lejos desde donde yo estaba, mi hermanita menor, Serenity, merodeaba desde el pasillo con el rostro calado de angustia. Yo era la única culpable de esa desgracia familiar, sentí deseos de tocar esa noche a la puerta y darles un cálido abrazo, pedirles perdón y que mamá me sirviera chocolate caliente como las veces que llegaba a casa empapada por haberme bañado en la lluvia cuando era una niña. Las lágrimas brotaron sin mi consentimiento, mi rostro estaba empapado.
–Lo lamento –oí murmurar a Joe.
–¿Qué cosa? –escudriñé con voz quebradiza y aguda.
–Lamento tanto haberte hecho esto, nunca debí convertirte en uno de nosotros. Soy tan egoísta, por favor perdóname, _______ –Joe sonaba tan sincero que mi corazón se quebrantaba aún más.
No le dije nada pero apoyé mi cara en su clavícula y sollocé con ganas, me sentí reconfortada y segura cuando me envolvió de forma cálida con sus macizos brazos, también lo abracé.
–Joe, quiero que se acabe esta pesadilla, quiero de una vez a mis padres y a mi hermana, a mis amigos, ¡quiero mi vida de vuelta! –susurraba yo al tiempo que sollozaba endeblemente.
Joe profirió un suspiro.
–¿Me perdonas? –me pidió él.
No le contesté pero lo abracé más fuerte, él acarició mi cabello, yo me sentía perdida, confundida, derrocada y no sabía que pensar. Los cálidos y suaves labios de Joe besaron mi frente. Fue reconfortante y ameno, me obligué a dejar de llorar y a soltar a este Joe que yo no conocía, un Joe sentimental, que pide perdón, que demuestra cariño y que da cálidos abrazos.
–¿Dónde están los demás? –indagué, desvié mi vista de mi hogar, pretendí borrar esos pensamientos y remembranzas acerca de lo que acababa de ver. Ahora yo era diferente, era otra, no debían de interesarme mis sentimientos ni los de los demás, ni nadie, ni nada. Porque... yo era un repugnante monstruo, incluso sin darme cuenta me estaba tornando más despiadada a medida que el tiempo transcurría.
–Estoy seguro de que fueron a hablar con Erick –contestó Joe–. Un viejo amigo nuestro que puede ayudarnos a conseguir refugios para vampiros jóvenes como nosotros. Si caminamos rápido podremos alcanzarlos, pero esta condenada estocada me duele a horrores. ¿Por qué no mejor esperamos en el auto?
No pude evitar los malos pensamientos, lo pensé una y otra vez con expresión dudosa, es decir, Joe y yo, nosotros dos solos en un auto. ¡Dios! La idea era tentadora. Sacudí mis pensamientos tan rápido como los vi llegar.
Regresamos al automóvil, no asentamos en el asiento trasero, Joe largó un gruñido de dolor por su pecho lacerado.
Hubo silencio. Yo estaba a su lado sentada y me estimulaba el simple hecho de que el brazo de Joseph jonas tocara el mío, sentía sus poderosos músculos templándose, mi hombro cerca de suyo, su calor corporal. ¡Oh por Dios! Deja de pensar en Joe, me dije, gestionando de convencerme de hacer algo que no quería.
–Ustedes... –rompí el silencio–. Tu hermano y tú eran cazadores, ¿cierto? Me preguntaba si… ¿ustedes crecieron en Deadly Hall?
Joe negó con la cabeza.

–Nosotros nacimos al oeste de Canadá, luego nos mudamos acá, cuando yo tenía dieciséis y Christian trece los vampiros asesinaron a nuestros padres, yo vi cuando lo hicieron, una noche entraron a casa un clan de vampiros, nuestros padres nos obligaron a ocultarnos, yo y Christian vimos todo a través de las ranuras de las puertas del armario en el que nos ocultamos, vimos como mataban a mi hermana mayor, a mi madre y a mi padre, y ni siquiera fui capaz de hacer algo. Desde entonces mi hermano y yo estuvimos completamente solos hasta que encontramos a un grupo de cazadores y nos unimos a ellos, a partir de entonces pasábamos nuestra adolescencia matando a chicos como nosotros, corríamos riesgos, como es de esperarse, y bueno, el resto es historia, hace más de un año me vi envuelto en problemas mayores, me enfrenté con un vampiros peligrosos en terrenos peligrosos y mi hermano creyó haberme visto morir cuando peleaba contra un vampiro, fui mordido y estuve por desangrarme, pero no estaba muerto, fui salvado y me marché de la vida de mi hermano y del mundo de los cazadores hasta que hace unos meses fui transformado.
–¿Cómo pasó? ¿Cómo te transformaron? –curioseé.
–Eso no te importa –refunfuñó Joe.
Suspiré con frustración. ¡Qué chico tan terco y odioso!
–Bueno, es una larga historia –dijo Joe finalmente.
–Bien, no me digas si no quieres –gruñí.
Joe tomó mi rostro sin la menor delicadeza, giró mi cara hacia él obligándome a mirarlo.
–Te ves muy sexy cuando te enfadas –espetó sonriendo ampliamente.
Frunciendo el ceño me zafé de sus manos, despojé sus manos de mi rostro y me separé de él sin dejar de mostrar mi enojo.
–Pervertido, depravado –le repugné.
–¿Yo? –me dijo, seguidamente sonrió–. ¿Y qué hay de ti?
¿Yo? Sí, claro, pensé con sarcasmo.

La espera se había vuelto incómoda después de un momento más de silencio en el que yo me negaba a hablarle a Joe. Pero me rendí.
–Hey –departí–. ¿Conoces a un tal Darius Ross?
Él me miró extrañado.
–¿De qué hablas?
–Darius Ross –repetí–. ¿Te suena ese nombre?
–No, ¿por qué?
–Por nada –contesté–. Es un chico que conocí.
De improviso oí pasos aproximarse a lo lejos, a juzgar por el sonido supuse que eran varias personas, imaginé que eran los chicos y Nina, y así era. A lo lejos se manifestaban de vuelta nick , Nina, Adolph y Alan desde un estrecho callejón por el que a duras penas entraba una persona a la vez, era por eso que no habían llevado el auto, lo comprendí demasiado tarde.
Los cuatro vampiros volvieron corriendo, se subieron al coche en un santiamén.
–Vamos a casa –enunció Adolph–. Erick no está por aquí.
De vuelta a casa, a ese pequeño refugio en la calle de vampiros. Yo estaba en el sofá junto a Joe, él no tenía su camisa puesta debido a que yo estaba curándole aquella grotesca abertura en el pecho.
–Tomé clases de primeros auxilios –expliqué a todos cuando me miraban admirados y Joe se quejaba adolorido.
Me ignoraron y también a Joe.
–Alan Black, creo que nos debes una explicación –aseguró indeliberadamente Nina–. ¿De dónde diablos obtuviste todas esas habilidades?
–No creo que quieran saberlo –respondió Alan.
–Habla ahora, Alan –instó Adolph.
–Bueno yo... Soy hijo de Zephyrs –declaró Alan. Hubo perpetuo silencio, incluso Joe dejó de quejarse–. Y no tengo catorce años, tengo dieciocho, como sabrán vine aquí cuando tenía catorce, pero sí he crecido, la verdad no sé como nunca se dieron cuenta, ya saben que los hijos de Zephyrs crecen sólo hasta los dieciocho años.
Y eso explica muchas cosas.
–Alan, nos has engañado todo este tiempo –proclamó Nina en voz baja–. ¿Qué pasó con tu historia de que fuiste convertido en una pelea en un club?
–Lo inventé para estar en su grupo. Lo siento –se excusó Alan.
–Pero, o sea que, ¿eres hijo de vampiros? –intervino nick–. Pensé que los vampiros no podían tener hijos.
Adolph se aclaró la garganta.
–Algunos Zephyrs si han conseguido tener hijos. Hasta donde sé, no es tan fácil –intervino Adolph con voz fría y seca–. Alan, ¿Quiénes son tus padres?
–Eso no importa, la cosa es que yo me escapé de casa hace muchos años y ya que no me dieron importancia jamás pienso volver, espero que me entiendan –rogó Alan.
–¿Por qué no me lo dijiste? ¿Después de tantos años es ahora cuando empiezo realmente a conocerte? –la voz de Nina emanaba furia.
–Nina. Perdóname pero... –Alan empezó a hablar al tiempo que se acercaba a su novia pero ella se alejó y se fue a sentar en su cama.
–De acuerdo, ¿alguien más tiene algo que confesar? Porque justo ahora es cuando me doy cuenta de que nos conocemos menos de lo que imaginé –Adolph sonaba severo y enojado.
Todos estuvimos callados, en silencio terminé de limpiar la herida de Joe y de vendarla, con inmensos deseos de besar su pecho desnudo y... ¿Qué estoy diciendo?
Hablando de confesiones... Recordé.
–nick, quiero hablar contigo –mascullé en voz baja.
A mí me preocupaba la privacidad, si iba a hablar con nick en ese lugar todos los demás sabrían sobre qué conversábamos, aunque era una amplia habitación pero
incluso si nos íbamos a la otra esquina ellos podrían escuchar con su oído súper desarrollado.
–Ven –me llamó nick.
Me agarró de la mano y me condujo hasta afuera con él, como permanecía siendo de noche la fiesta recién empezaba en aquella calle, nos adentramos en la multitud, salimos ilesos, llegamos a la siguiente calle que se encontraba sola y vacía.
–Ahora sí, pregúntame lo que quieras –expresó Nick y me di cuenta de lo guapo que se veía esa noche a la luz de la luna, con sus manos en sus bolsillos, caminando con elegancia.
–Joe me dijo lo que haces –farfullé con la mirada puesta en el asfalto.
–Eso lo sé.
–Tengo algunas dudas –comencé–. Primero, ¿debes hacer eso todo el tiempo? ¿O sólo lo haces por gusto?
–La mayoría de las noches lo hago, pero es por gusto, no es algo que tenga que hacer para vivir –reconoció Nick.
–¿Matas a todas las mujeres con las que te acuestas? –curioseé luego.
–No, bebo su sangre nada más.
–¿Lo haces más de una vez con la misma mujer? Es decir, ¿regresas alguna vez a su cuarto después de haberla visitado con anterioridad?
–Sí, algunas veces regreso con alguna conocida.
–¿Y haces eso de las películas? Tú sabes, ¿controlas los sueños de las mujeres?
Nick soltó una risita.
–Hmmm, no exactamente, cuando paso las noches con ellas y las muerdo suelen pensar que es un sueño, a menos que haya visitado a la mujer varias veces y es cuando ellas empiezan a sospechar –¡JA! Qué fácil era hablar con mi novio de las mujeres con que se acuesta–. Pero no tengo poderes para controlar sus sueños ni nada parecido.
Asentí levemente, no sé porqué, pero lo que Nick hacía no me gustaba para nada.
–¿Eres un adicto sexual? –solté al fin.
Nick se sorprendió ante mi comentario y luego contuvo una leve carcajada.
–_______ –detuvo su andar y posó sus manos en mis hombros–. ¿Qué clase de enfermo crees que soy? Tal vez soy asesino, chupasangre, te dejo llamarme incluso ladrón, pero hasta ahora nunca me he considerado un adicto sexual.

continuara...

por **DanieladeJonas** Dom 29 Abr 2012, 6:55 pm

awww pobre Joe!!! casi lloro en la parte donde intenta despertar a su hermano.... y que feo que le echara la culpa a la rayis!! espero que ya no lo haga..y que acepte que ama a la rayis hehe!!! siguela pronto!! y que la rayis este con Joe y no vuelva con Nick porfis!!!

por **ElitzJb** Dom 29 Abr 2012, 7:26 pm

Chicas si quieren pasen x esta nueva novela q estare montando

El sabor de la pasion

es de Kevin y tu espero q les guste

por **chelis** Dom 29 Abr 2012, 7:43 pm

wwwuuuaaauuuu!!!!!
yo tambien quiero confeeesaaaaarrrrr!!!!!!!!
¬¬! me jor nop
jejejejej
siguela porfaaaaa

por **aranzhitha** Dom 29 Abr 2012, 9:52 pm

awwww yo quiero confesar.....
que amo a Nick y a Joe y que no puedo elegir entre los dos por eso mejor me quedo con los dos baba

Llore cuando Joe llamaba a su hermano y que feo que le hechara la culpa a la rayiz y Nick me mato con lo de adicto sexual, Nick aqui estoy yo jajaja okno ahora yo soy la adicta acosadora jajajaa :risa:
Siguela pronto

por **berenice_89** Dom 29 Abr 2012, 9:55 pm

JOE LA KIERE¡¡¡POBRECITO

Y NICK ADICTO SEXUAL???

MMM ESO SE OYE BIEN HEHE

por **andreita** Lun 30 Abr 2012, 3:06 pm

wao joe le pidio perdon que hermosoo
no quiero que la rayis siga con nick
quiero que este con joe !!!!!!!!!!!!!!

por **chelis** Lun 30 Abr 2012, 8:46 pm

PORFIISS

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