Re: "La música del amor".Nicholas Jonas y ______(Tu) Stanislaski. ADAPTACIÓN

por **Little Butterfly** Jue 12 Jul 2012, 6:58 pm

10/10

por **Little Butterfly** Jue 12 Jul 2012, 6:58 pm

bUENOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO pase 2 paginas haci que sube el maraton *-* Porfavor............

por **~M.DevoneJonas~** Vie 13 Jul 2012, 7:56 am

Alee'jandra Horan, perdoname!

Esque bueno tengo problemas familiares por eso no eh podido subir nada. Falleció la esposa de mi primo D:

Te subo un pedazo de la cita. Va? Espero y te guste. Esta dedicado a ti. Alejandra Horan ;) Disfrutalo.

por **~M.DevoneJonas~** Vie 13 Jul 2012, 7:59 am

Annie tenía razón, pensaba ______ más tarde, sentada en su cama. Estaba de mal humor y distraída. Y tenía miedo. No de Nick, se aseguró. Jamás volvería a tener miedo de ningún hombre. Pero sí de los sentimientos que podía remover. Sentimientos que había olvidado y que no quería volver a recordar.

¿Eso significaba que ya no iba a ser capaz de controlar sus sentimientos? No. ¿Y significaba acaso que tendría que actuar irracional e impulsivamente sólo porque el deseo había decidido irrumpir de nuevo a su vida? Definitivamente no.

Sólo tenía miedo porque todavía tenía que probarse a sí misma, pensó ______, mientras se acercaba al armario. De modo que aquella noche iría a cenar con el insistente profesor Jonas, para demostrarse que era una mujer fuerte, perfectamente capaz de resistirse a una fugaz atracción y volver después a la normalidad.

______ contempló su guardarropa con el ceño fruncido. Con un nervioso movimiento, sacó un vestido de color azul con un cinturón de plata. No era que quisiera arreglarse para él. En realidad, Nick era totalmente irrelevante. Pero aquel era uno de sus vestidos favoritos y rara vez tenía oportunidad de ponerse algo que no fuera la ropa de trabajo.

Nick llamó a su puerta a las siete y veintiocho minutos. Y ______ se odió a sí misma por la ansiedad con la que había estado mirando el reloj durante toda la tarde. Se había pintado los labios dos veces, había revisado en más de una ocasión el contenido de su bolso y había deseado fervientemente haber tardado algo más en arreglarse.

Se estaba comportando como una adolescente, se dijo mientras caminaba hacia la puerta. Aquello era sólo una cena, la primera y última que pretendía compartir con él. Y Nick sólo era un hombre, añadió mientras abría la puerta.

Un hombre sobrecogedoramente atractivo.

Estaba maravilloso, fue lo único que ______ pudo pensar al verlo con el pelo peinado hacia atrás y esa media sonrisa en los ojos. A ______ jamás se le había ocurrido pensar que un hombre pudiera estar tan devastadoramente sexy con traje y corbata.

--Hola –Nick le tendió otra rosa.

______ estuvo a punto de suspirar. Era una pena que aquel traje gris no le diera un aire más magistral. Tomó la rosa y se la acercó a la mejilla.

--No han sido las rosas las que me han hecho cambiar de opinión.

--¿Sobre qué?

--Sobre cenar contigo –retrocedió, comprendiendo que no le quedaba otra opción que permitirle pasar mientras ponía la flor en agua.

Nick sonrió, exasperándola con aquel aspecto encantador y presuntuoso al mismo tiempo.

--¿Y qué ha sido lo que te ha convencido?

--Tengo hambre –dejó una chaquetilla de terciopelo en el brazo del sofá-. Voy a poner la flor en agua. Siéntate si quieres.

No iba a ceder ni un ápice, pensó Nick mientras la veía alejarse. Extrañamente, aquello sólo servía para instigar su interés. Tomó aire y sacudió la cabeza. Era increíble. Justo cuando acababa de convencerse de que no había otra fragancia más atractiva que la del jabón, ______ se ponía un perfume que le hacía pensar en la medianoche y en música de violines.

Decidiendo que estaría más a salvo si pensaba en otra cosa, estudió la habitación. A ______ le gustaban los colores vivos, se dijo, fijándose en los cojines de color esmeralda de descansaban en un sofá de color zafiro. Había un enorme jarrón de cobre a su lado, lleno de sedosas plumas de pavo real. Por toda la habitación había velas de diferentes formas y tamaños, desprendiendo una romántica fragancia a vainilla, jazmín y gardenia. En una estantería colocada en una esquina, se apretujaba un amplio espectro de libros, que iban desde la literatura popular de ficción, hasta los más consagrados clásicos, pasando por los autores locales menos conocidos.

Las mesas estaban abarrotadas de recuerdos, fotos enmarcadas, ramos de flores secas y un grupo de caprichosas figuras inspiradas en los cuentos de hadas. Había una casita de caramelo no más grande que la palma de su mano, una Caperucita Roja, un cerdito asomando la cabeza por la ventana de una casita de paja y una hermosa mujer sosteniendo un zapatito de cristal.

Instalaciones prácticas, colores vivos y cuentos de hadas, reflexionó Nick, acaricio el zapatito de cristal. Una combinación tan intrigante como la propia ______.

Al oír que regresaba a la habitación, Nick se volvió.

--Son preciosas –comentó, señalando una de las figuras-. A Nessie le encantarían.

--Gracias, las hace mi hermano.

--¿Las ha hecho tu hermano? –fascinado, Nick tomó la casita de caramelo y la estudió de cerca. Estaba tallada en madera pulimentada y tan cuidadosamente pintada que cada caramelo o piruleta parecía comestible-. Es increíble. Rara vez se encuentras artesanías de tanta calidad.

Fueran cuales fueran sus reservas, ______ sintió una inmediata simpatía hacia él. Cruzó la habitación y se sentó a su lado.

--Se ha dedicado a esculpir y a tallar madera desde que era niño. Algún día, sus obras estarán en los museos.

--Deberían estar ya.

La sinceridad de su voz atacó el punto más vulnerable de ______: el amor de la joven hacia su familia.

--No es tan fácil. Es muy joven, cabezota y orgulloso, así que continúa dedicándose a la carpintería, en vez de dedicarse a tallar madera. Pero algún día… -miró sonriente su colección-. Éstas las hizo especialmente para mí, por lo mucho que me esforcé para poder leer el inglés en ese libro de cuentos de hadas que estaba en una de las cajas que nos dieron en la iglesia cuando llegamos a Nueva York. Los dibujos eran tan bonitos que yo estaba desesperada por conocer las historias a las que se referían.

Se interrumpió, avergonzada por haber hablado tanto de sí misma.

--Creo que deberíamos salir.

Nick se limitó a asentir, decidido a continuar indagando hasta que ______ le contara algo más sobre su vida.

--Deberías ponerte la chaqueta –la levantó del sofá-. Está haciendo frio.

El restaurante que había elegido Nick estaba a muy poca distancia, situado en una de las colinas que se cernían sobre Potomac. Si ______ hubiera tenido que imaginar qué tipo de restaurantes frecuentaría el profesor, habría supuesto que Nick elegiría un lugar tranquilo, elegante y con un servicio rápido y discreto como aquél. Después de la primera copa de vino, se dijo que debía relajarse y disfrutar.

--Nessie ha estado hoy en la tienda.

--Ya me he enterado –divertido, Nick alzó su copa-. Quiere tener el pelo rizado.

La estupefacción inicial de ______ dio paso a una sonrisa. Tomó la copa con las dos manos.

--Oh, es tan dulce.

--Para ti es fácil decirlo. Yo acabo de llenarle el pelo de trenzas.

Para su sorpresa, ______ se imaginó a Nick trenzando pacientemente los lacios y frágiles cabellos de Nessie.

--Es preciosa –volvió a su mente la imagen de la niña sentada en el regazo de Nick-. Tiene tus ojos.

--no me mires ahora –musitó Nick-, pero creo que acabas de hacerme un cumplido.

______ levantó la carta, sintiéndose terriblemente torpe.

--Para suavizar el ambiente –repuso-. Estoy a punto de pedir la cena y te advierto que hoy me he saltado la comida.

Como si quisiera confirmar sus palabras, pidió generosamente. Mientras estuviera comiendo, imaginó ______, sería más fácil controlar la situación. Durante los aperitivos, procuró dirigir la conversación hacia temas que habían tratado en clase. Estuvieron hablando cómodamente sobre la música de la última parte del siglo XV, sus diferentes armonías y sus músicos viajeros. Nick apreciaba la curiosidad y el interés sincero de ______, pero estaba decidido a conducir la conversación hacia temas más personales.

--Háblame de tu familia.

______ se metió un pedazo de langosta empapada en salsa en la boca, disfrutando de su delicado y cas decadente sabor.

--Soy la mayor de cuatro hermanos –comenzó a decir, siendo bruscamente consciente de que Nick comenzaba a acariciarle la mano que había posado en la mesa. Alejó la mano de su alcance. Aquella maniobra obligó a Nick a levantar la copa para disimular su sonrisa.

--¿Todos erais espías?

Una chispa de genio unió a las luces que las velas llevaban a los ojos de ______.

--Por supuesto que no.

--Me lo preguntaba, por lo reacia que eres a hablar de ello –con el semblante serio, se inclinó hacia ella-. ¿No vas a decirme cuál era vuestra contraseña?

A ______ le temblaron los labios antes de estallar en una carcajada.

--No –se metió otro pedazo de langosta y lo masticó lentamente, disfrutando de su olor, de su sabor y textura-. Tengo dos hermanos y una hermana. Mis padres todavía viven en Brooklyn.

--¿Y por qué viniste a vivir aquí?

--Quería cambiar de ambiente –se encogió de hombros-. ¿Tú también?

--Sí –apareció un leve ceño entre sus cejas mientras la estudiaba-. Dijiste que tenías la misma edad que Nessie cuando viniste a Estados Unidos. ¿Tienes muchos recuerdos de aquella época de tu vida?

--Por supuesto –por alguna razón, ______ tenía la sensación de que estaba pensando más en su hija que en los recuerdos que ella pudiera tener de Ucrania-. Siempre he pensado que las impresiones que recibimos durante los primeros años de vida nunca se borran. Ya sean buenas o malas, nos ayudan a ser quienes somos –se inclinó hacia delante con una sonrisa-. Dime, ¿qué recuerdos tienes de cuando tenías cinco años?

--Me recuerdo sentado al piano haciendo escalas –era un recuerdo tan nítido que estuvo a punto de echarse a reír-. Disfrutando de la fragancia de las rosas del invernadero y observando la nieve caer a través de la ventana. Debatiéndome entre continuar haciendo los ejercicios de piano o salir a jugar al parque con mi niñera.

--Tu niñera –repitió ______, divertida, pero sin ninguna sombra de burla. Posó la barbilla en la mano y se inclinó hacia él, seduciéndolo involuntariamente con las sombras que el juego de luces proyectaba en su rostro-. ¿Y qué hiciste?

--Las dos cosas.

--Así que eras un niño responsable.

Nick deslizó el dedo por su muñeca, provocando un escalofrió. Antes de que _____ retirara la mano, Nick pudo sentir su pulso agitado.

--¿y qué recuerdos tienes tú de los cinco años?

Estaba tan enfadada por su forma de reaccionar a su caricia, que estaba decidida a no mostrarle nada. Se limitó a encogerse de hombros.

--mi padre traía leña para el fuego. Entraba con la cabeza y el abrigo cubierto de nueve. Recuerdo a un bebé llorando, mi hermano pequeño. El olor del pan que mi madre horneaba. Y cómo me hacia la dormida mientras oía a mi padre hablando a mi madre de escapar.

--¿Pasaste miedo?

--Sí.

Su mirada se turbó con los recuerdos, _______ no solía mirar al pasado, no tenía necesidad de hacerlo. Pero cuando lo hacía, los recuerdos no fluían de su mente con la borrosa cualidad de los sueños, sino con la nitidez del cristal.

--Oh sí, mucho miedo. Mucho más del que he pasado nunca.

--¿Me hablarás de ello?

--¿Por qué?

Los ojos de Nick parecían haberse oscurecido mientras los mantenía fijos en el rostro de ______

--Porque quiero comprenderlo.

______ quería cambiar de tema, a pesar de que las palabras se agolpaban en su mente. Pero la memoria permanecía demasiado viva para ignorarla.

--Esperamos hasta la primavera y sólo nos llevamos lo que podía caber en un carro. No se lo dijimos a nadie, a nadie en absoluto, y nos montamos en el tren. Mi padre dijo que nos íbamos a visitar a una hermana de mi madre que vivía en el oeste. Pero creo que había alguien que sabía la verdad, alguien que nos observó marcharnos con los rostros cansados y mirada asustada. Mi padre tenía unos documentos falsificados y también un mapa con el que quería evitar a los guardias de la frontera.

--¿Entonces sólo erais cinco?

--Estábamos a punto de ser seis –deslizó el dedo por el borde de la copa con expresión pensativa-. Mikhail tenía entre cuatro y cinco años, Alex sólo dos. Por la noche, cuando podíamos arriesgarnos a encender una hoguera, nos sentábamos alrededor de mi padre y él nos contaba cuentos. Aquellas noches eran las mejores. Nos quedábamos dormidos escuchando su voz y oliendo el humo del fuego. Cruzamos las montañas para llegar a Hungría. Tardamos cerca de noventa y tres días en llegar.

Nick no podía imaginárselo, ni siquiera cuando podía verlo claramente reflejado en sus ojos. _______ hablaba en voz baja, pero en ella se reflejaban toda la riqueza de aquella experiencia. Pensando en aquella pequeña niña, le tomó la mano y esperó a que ______ continuara.

--Mi padre lo había planeado durante años. Quizá llevara soñando con ello toda su vida. Tenía nombres de personas dispuestas a ayudar a los desertores. Aquello era una guerra, pero yo era demasiado pequeña para comprenderlo. Lo único que entendía era el miedo, el miedo de mis padres y de las personas que nos ayudaron. De Hungría nos llevaron furtivamente a Austria. Y la iglesia nos posibilitó la llegada a América. Pasó mucho tiempo hasta que dejé de temer que llegara la policía a casa para llevarse a mi padre.

por **~M.DevoneJonas~** Vie 13 Jul 2012, 9:05 am

Regresó de nuevo al presente, sintiéndose avergonzada por todo lo que había contado, y sorprendida al descubrir su mano firmemente atrapada en la de Nick.

--Son experiencias demasiado duras para una niña.

--También recuerdo el día que comí mi primer perrito caliente.

Sonrió y tomó la copa de vino otra vez. Jamás había hablado de aquello. Ni siquiera con su familia. Y en ese momento, mientras que lo hacía, sentía una necesidad desesperada de cambiar de tema.

--Y el día que mi padre llevó la televisión a casa –continuó-. Ninguna infancia, ni siquiera la de los que la viven rodeados de niñeras, es del todo segura. Pero todos crecemos. Ahora yo soy propietaria de un negocio y tú eres un respetado compositor. ¿Por qué ya no compones? –sintió que la mano de Nick se tensaba sobre la suya-. Lo siento –se disculpó rápidamente-. No tengo derecho a preguntártelo.

--No te preocupes –relajó nuevamente la mano-. No compongo porque no puedo.

_______ vaciló un instante, y casi inmediatamente dijo un impulso.

--Conozco tu música. Es imposible que algo tan intenso desaparezca.

--La verdad es que durante los últimos dos años no me ha preocupado mucho. Sólo últimamente a inquietarme otra vez.

--No deberías ser tan paciente.

Cuando Nick sonrió, ______ sacudió la cabeza con impaciencia. Nick le sujetaba la mano con fuerza.

--No, lo digo en serio. La gente siempre está buscando el momento indicado, el humor indicado y el lugar indicado, y así van pasando los años. Si mi padre hubiera esperado hasta ser mayor, todavía estaríamos en Ucrania. Hay cosas que no pueden esperar. La vida es muy, muy corta.

Nick podía sentir la urgencia en la manera en la que ______ se aferraba a su mano. Y podía ver la sombra del arrepentimiento en su mirada. Las razones de ambos sentimientos lo intrigaban como sus palabras.

--Quizá tengas razón –dijo lentamente, y se llevó la mano de _____ a los labios-. Esperar no es siempre la mejor respuesta.

--Se está haciendo tarde -______ liberó su mano y la posó, apretada en un puño, en su regazo. Pero eso no evitó el calor que se extendía por su brazo-. Deberíamos irnos.

Cuando Nick la acompañó hasta la puerta del restaurante, estaba relajada otra vez. Y durante el corto trayecto hasta su casa, Nick la hizo reír contándole las estrategias de Nessie para despertar el interés por los gatitos.

--Creo que lo de cortar fotografías de gatos de las revistas para hacerte un poster fue muy inteligente –se volvió para apoyarse contra la puerta de su casa-. ¿Vas a dejarle tener uno?

--Estoy tratando no parecerle tan facilón.

______ se limitó a sonreír.

--En las casas grandes y antiguas como la tuya, suele haber ratones en invierno. De hecho, creo que, con una casa de ese tamaño, lo más inteligente seria quedarse con dos de los cachorros de JoBeth.

--Si Nessie es capaz de convencerme de eso, podrá convencerme de cualquier cosa –enredó uno de los rizos de _____ en su dedo-. Y tú tendrías que someterte a un interrogatorio la semana que viene.

--¿Me está chantajeando, profesor Jonas?

--Puedes apostar.

--Pues me temo que tendré que soportar ese interrogatorio porque tengo la sensación de que Nessie sería capaz de convencerte de que te quedaras con la camada entera si se lo propusiera en serio.

--Sólo me quedaré con el gatito gris.

--Así que ya has ido a verlos.

--Un par de veces. ¿No vas a invitarme a pasar?

--No.

--De acuerdo –deslizó las manos por su cintura.

--Nick…

--Sólo estoy siguiendo tu consejo –susurró mientras acercaba los labios a su barbilla-. Estoy intentando no ser tan paciente –la estrechó contra él y buscó el lóbulo de su oreja con los labios-. Y tomar lo que quiero –le mordisqueó el labio inferior-, sin perder el tiempo.

Entonces apoyó los labios contra su boca. Saboreó la acidez del vino y supo que eso bastaría para emborracharlo. Los sabores de ______ eran ricos, exóticos, embriagadores. Al igual que la llegada del otoño, que se insinuaba en el aire, su sabor le hacía pensar en hogueras y nieblas espesas. Y su cuero estaba ya presionándose contra el suyo, en un instantáneo y mutuo reconocimiento.

La pasión no creció, no nació a partir de un susurro. Explotó de tal forma que incluso el aire que los rodeaba pareció estremecerse.

Aquella mujer lo convertía en un hombre imprudente. Sin saber siquiera lo que estaba susurrando, le recorrió el rostro con los labios, volviendo, siempre volviendo, a su boca hambrienta y ardiente. Con rudas caricias, deslizó las manos sobre ella.

A ______le daba vueltas la cabeza. Ojala pudiera creer que sólo se debía al vino. Pero sabía que era él, sólo él, el que le hacía sentir aquel aturdimiento, aquella desesperación. Quería ser acariciada. Por él. Con un gemido, echó la cabeza hacia atrás y sintió el trazo urgente de sus labios por su cuello.

Y sintió que aquello no estaba bien. Todos los miedos dudas se arremolinaban en su interior, dejando en ella huecos que suplicaban ser llenados. Pero cuando estuvieron llenos de aquel líquido y vibrante placer, el miedo creció.

--Nick –hundió los dedos en sus hombros; estaba librando una guerra terrible entre la necesidad de detenerlo y el deseo imposible de pedirle que continuara-. Por favor…

Nick estaba temblando tanto como ella. Al cabo de unos segundos, enterró el rostro en su pelo.

--cuando estoy contigo me ocurre algo extraño, no consigo explicármelo.

______ deseaba abrazarlo desesperadamente, pero se obligó a dejar caer los brazos a ambos lados del cuerpo.

--No puedo continuar. Esto no puede continuar.

Nick retrocedió, sólo lo suficiente para poder enmarcarle el rostro con las manos. El frio de la noche y el calor de la pasión habían llevado el color a sus mejillas.

--Aunque quisiera detenerlo, cosa que no quiero, no podría hacerlo.

______ continuaba mirándolo a los ojos, intentando no dejarse conmover por el delicado roce de sus manos.

--Quieres acostarte conmigo.

--Sí – no estaba seguro de si quería reírse o maldecirla por ser tan práctica-. Pero no es tan sencillo.

--El sexo nunca lo es.

Nick la miró con los ojos entrecerrados.

--No estoy interesado en disfrutar contigo del sexo.

--Pero acabas de decir…

--Quiero hacer el amor contigo. Eso es diferente.

--A mí no me interesa el romanticismo.

El enfado que relampagueo en sus ojos se desvaneció tan repentinamente como había aparecido.

--Entonces lo siento. Tendré que desilusionarte, porque cuando haga el amor contigo, sea cuando sea, te aseguro que va a ser muy romántico –antes de que ______ pudiera hacer nada para evitarlo, cerró la boca sobre sus labios-. Y ésa es una promesa que pretendo mantener.

FIN DEL CAPITULO 4

por **As I am** Sáb 14 Jul 2012, 7:57 pm

awwww m encanto el capitulo
en especial la ultima parte nick
es tannnn lindo
me encanto siguelaaaaaaaaaa

por **teenagers fan♥** Mar 17 Jul 2012, 12:53 am

Holaaa, nueva lectora :study: Me encanta tu nove, sinceramente es genial ,la ame :(L):
Me encanto el capitulo, en especial la parte de nick asdasdasda me enamoraaa :love:
Seguila plissss! Te pasas por mi nove?

por **~M.DevoneJonas~** Mar 17 Jul 2012, 10:48 am

teenagers fan escribió:Holaaa, nueva lectora :study: Me encanta tu nove, sinceramente es genial ,la ame
Me encanto el capitulo, en especial la parte de nick asdasdasda me enamoraaa
Seguila plissss! Te pasas por mi nove?

Bienvenida! Gracias por leer. Mi nombre es Magdalena Devonne y el tuyo? Oh y claro que pasare por tu nove ;) Buenos te mando un calido saludo :) Nos andamos leyendo jejeje Ah por cierto pronto subire capitulo :)

por **Little Butterfly** Miér 18 Jul 2012, 2:50 pm

Me encanto todo asrdfghjkljhgfdsa Espero que la sigas pronto :*
-
Cambio&Fuera.

por **Little Butterfly** Miér 18 Jul 2012, 2:50 pm

SIGUELA-

por **As I am** Vie 27 Jul 2012, 3:09 pm

siguelaaaa

por **~M.DevoneJonas~** Sáb 28 Jul 2012, 9:27 am

Capitulo 5

--¡______! ¡Eh, ______!

Al ser tan bruscamente sacada de sus improductivos pensamientos, ______ alzó la mirada y miró a Terry. Llevaba una larga bufanda blanca con rayas amarillas para protegerse de la repentina bajada de las temperaturas que había cubierto la ciudad de escarcha. Mientras corría tras ella, iba apartándose torpemente la bufanda. Para cuando llegó a su lado, tenía las gafas en la punta de la nariz y la nariz enrojecida por el frío.

--Hola, Terry.

Aquella corta carrera lo había dejado sin respiración y tuvo que detenerse para no agravar su agitación.

--Hola. Estaba… te he visto dirigirte a clase –en realidad llevaba esperándola cera de veinte minutos. Owww esto me enterneció.

Sintiéndose un poco como una madre con un hijo algo patoso, le coloco las gafas y le ajusto la bufanda alrededor del cuello. Con su respiración agitada, Terry consiguió que se le empañaran los cristales de las gafas.

--Deberías haberte puesto guantes –le dijo, y le palmeó la mano helada.

Abrumado, Terry intentó hablar, pero sólo consiguió emitir un sonido estrangulado.

--¿Estás acatarrado? -______ buscó en su bolso, sacó un pañuelo y se lo ofreció.

Terry se aclaró ruidosamente la garganta.

--No –pero tomó el pañuelo y se prometió conservarlo hasta la muerte-. Me estaba preguntando si esta noche, después de clase, ya sabes… si no tienes nada que hacer… Bueno, entonces a lo mejor podríamos tomar un café. Dos cafés –se corrigió desesperado-. Quiero decir, que tú tomarás un café y yo otro –mientras lo decía, su rostro iba adquiriendo un sospechoso tono verduzco.

El pobre chico estaba muy solo, pensó _____, ofreciéndole una sonrisa ausente.

--Claro.

No le haría ningún daño pasar un par de horas con él, decidió mientras entraba en clase. Y así dejaría de pensar en…

Dejaría de pensar en el hombre que estaba esperando a la entrada de la clase, reflexionó _____ con el ceño fruncido; el hombre que la había besado dos veces hasta dejarla sin respiración y que en aquel momento reía con una llamativa rubia que no debía de tener ni veinte años.

Con una mueca malhumorada, se sentó en su pupitre y enterró la cabeza en el libro de texto.

Nick supo el momento exacto en el que ______ entró en el aula. Y sintió una más que pequeña gratificación al ver los celos reflejados en su rostro, antes de que la joven decidiera esconder la cara tras el libro. Aparentemente, el destino no se había portado demasiado mal al mantenerlo hasta arriba de tareas, tanto profesionales como personales, durante las dos últimas semanas. Entre la cañería agujerada, las reuniones de la asociación de padres y del grupo de exploradoras y las reuniones de la facultad, no había tenido ni una sola hora libre. Pero las cosas iban a tranquilizarse otra vez. Estudió lo poco que podía ver de la cabeza de _____. Tenía intención de recuperar cuanto antes el tiempo perdido.

Sentado en el borde del escritorio, inició una exposición sobre las diferencias entre la música sacra y la profana durante el barroco.

por Dayi_JonasLove!* Dom 29 Jul 2012, 10:02 pm

Que bello es Nick :')
Aunque ______ ya contó algo de su triste pasado, es obvio que aún falta por contar, y muero por saber que es D:
SIGUELAAAAAAAA

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