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Memoria del olvido - Nick & tú -
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 4 de 21. • 1, 2, 3, 4, 5 ... 12 ... 21
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
Continuación
Pero esa tampoco era la razón para casarse con Chet. Y sobre todo después de que le hubiera mentido de aquella manera.
-Cuando te dije que no quería apresurar las cosas, me describiste con todo lujo de detalles la alegría con la que había aceptado tu petición y la prisa que tenía por casarme contigo. Te lo investaste todo.
-Fue un malentendido. Este polícia se ha estado aprovechando de tu situación. No sé por qué lo ha hecho, pero lo averiguaré –afirmó con un brillo de hielo en sus ojos azul claro-. Lo que no entiendo es por qué piensas que vas a salirte con la tuya.
-Tú no puedes detenerme.
-El problema es que no estás bien –pronunció con tono persuasivo-. Lo hemos intentado todo, pero tu comportamiento durante todo este último vez ha dejado mucho que desear. Has dejado de comportante racionalmente. Necesitas que alguien de confianza esté pendiente de ti y te asesore de todo...
-Soy una persona adulta. Puedo cuidar perfectamente de mí misma.
-Por desgracia, hay muchas más cosas en juego aquí que los caprichos de una joven como tú. Eres copropietaria de una empresa. Si te equivocaras en tus decisiones, no sólo pondrías en peligro tu patrimonio sino también la estabilidad económica de esta población. Quizá ha llegado la hora de pedirle a un juez que nombre un tutor para que vele por tus intereses hasta que recuperes tu salud mental...
Tn_______ se estremeció. ¿Un juez podía declararla incompetente? Tal vez no pudieran obligarla a casarse, pero sí cerrarla en una institución psiquiátrica. La perspectiva la aterraba.
Se acercó a Nick. Era su amigo, y además policía. Sólo esperaba que no hubiera cambiado de idea acerca de su decisión de ayudarla. Por suerte, sus siguientes palabras no pudieron ser más reconfortantes:
-La señorita Marshall está bajo mi protección. Si ella quiere marcharse, está en su perfecto decho. ¿Quiere hablar con un juez? Perfecto. Mi madre trabajo en un despacho de abogados. Nos aseguraremos de que Tn______ esté conveniente y efizcamente defendida.
-Recuerdo que usted era su novio –señaló Gene-. Podría estar aprovechándose de su debilidad en beneficio propio.
-¡Oh, por el amor de Dios! –estalló Tina-. Ni ella está loca ni Nick ha venido aquí a engañarla.
-Tú no te metas en esto –le ordenó su hermano.
-¿Por qué? ¿Qué te va a ti en todo este asunto, por cierto?
-Dejemos las discusiones familiares para después, ¿de acuerdo? –Chet parecía decidido a impedir que la conversación se desviara de su curso-. Llevamos mucho tiempo juntos –le dijo a Tn_________-. Cuando te lo propuse, se que tenías intención de aceptar. Lo que pasa es que simplifiqué la explicación en el hospital porque necesitabas que alguien cuidara de ti. ¿Qué hay de malo en ello?
Tn__________ se alegraba de que hubiese renunciado a las amenazas. Pero seguía maravillándose de su habilidad para tergiversar los hechos.
-Lamento haberte decepcionado, pero no tiene sentido seguir discutiendo.
-¿Vas a lagarte y a dejar a tu madre con todo este lío? –insistió Chet-. ¿Eres consciente del disgusto que se va a llevar?
Su inovado intento por acorralarla la irritó aún más.
-Creo que conozco a mi madre mejor que tú.
-Por eso me pediste que hiciera lo de intermediario con ella durante todos estos meses, ¿verdad? Creo no tienes ni la menor idea del calvario que ha estado pasando.
Tn__________ pensó en su padre. Andrew Marshall jamás habría permitido que un empleado suyo, incluso un director ejecutivo, le hablara de esa manera.
-Mira, llevo soportanto a mi madre des mucho antes de que tú entrases a trabajar para nosotros. Puedo manejarme con ella perfectamente sin tu ayuda, gracias.
Chet se quedó sin habla por un momento. Y ella aprovechó la situación.
-Vamonos –y agarró a Nick del brazo.
Desde luego, le debía una disculpa a Alice. Un torrente de adrenalina circulaba por sus venas mientras atravesaba el vestíbulo, salía del edificio y continuaba por el sendero que llevaba a la ala este, donde su madre tenía alquilada una suite. El elgante club de campo, levantando dieciséis años atrás por Marshall Company, incluía un extenso y precioso jardín. A Tn__________ le encantaba su exuberante vegetación. Ese día, sin embargo, no estaba de humor para admirar las flores.
Nick le lanzó una sonrisa cargada de admiración:
-¿Sabes? Me ha encantado la manera que has tenido que deshacerte de él.
-Pues estaba asustada. Creo que habría sido incapaz de hacerlo si tú no hubieras estado a mi lado.
-No te subestimes a ti misma.
-¿Crees que Chet tenía razón?
-¿Sobre que?
-Llevo un mes entero fuera del hospital. Nadie me obligó a hacer nada. Pude haber roto con él mucho antes. Sinceramente, no sé por qué lo hice.
-El informe de Tustin hablaba de amnesia y estrés postraumático.
-Sí, ése fue el diagnóstico del médico...
-¿Te importaría describirme los síntomas?
-He tenido pesadillas, y dificultades para pensar con coherencia. A veces tengo la sensación de estar rodeada de extraños, incluida mi madre. Cuando se lo dije a Chet, no saqué nada en claro, pero me figuré que sería algo temporal. ¿Por qué no reconocí que no lo amaba? Ahora me parece tan obvio...
-Las víctimas de un trauma a menudo se distancian de sus propios sentimientos –le dijo Nick-. ¿Se corresponde eso con tus síntomas?
-Las verdad es que hasta el día de hoy... no me había sentido viva de nuevo. Pero dudo que me sirva de excusa.
-Tú siempre has dudado de ti misma. En el instituto, cuando tus padres intentaban controlarte y manipularte, necesitabas que alguien te diera un pequeño empujón de seguridad: sólo así podías empezar a confiar en tus propios instintos. Entre el trauma y la falta de confianza, Chet te manipuló a su capricho.
-¿Crees que lo hizo a propósito?
-Si quieres mi opinión, ese hombre es capaz cualquier cosa. Aunque ya sabes que no soy precisamente un admirador de los políticos.
-Parecía convencido de que yo lo ofendí...
-Y quizá lo esté. Desde su punto de vista, cualquiera que no responde a sus expectativas, lo ofende.
-Creo que tienes razón. Siempre has tenido el don de poner las cosas en su justa perspectiva.
-Y tú siempre has tenido el don de la bondad natural. Le ofreces al mundo tu corazón en una bandeja. El problema es que el mundo es un lugar muy duro, Tn________.
-Yo no quiero ser dura.
-Ni yo quiero que lo seas –repuso con tono suave-. Pero puede que tengas que serlo, para tu propia protección.
Mientras caminaban por el sendero, tropezó y se apoyó en él. El contacto tuvo el efecto de una descarga eléctrica, y de repente tomo conciencia de algo. Recordaba su aroma. El aroma de un bosque en primavera, húmedo por las primeras lluvias.
Cuando llegaron a la suite de su madre, Tn_______ vio que las cortinas estabas echadas y supuso que debía de haber enfermado de nuevo. La noticia iba a sentarle muy mal. Alice siempre había sido una mujer fuerte, intimidante, pero desde la muerte de su padre resultaba obvio que su firme apariencia exterior ocultaba una íntima debilidad, una crónica desconfianza en sí misma.
Al primer golpe en la puerta asomó la cabeza Brandy Schorr, el ama de llaves.
-¿Ya va empezar la ceremonia, señorita? Le enviaré a su madre ahora mismo.
-No, gracias. Necesito hablar con ella –declaró Tn________.
Brandy miró a Nick. Ni siquiera intentó disimular su antipatía.
-¿Qué está haciendo este hombre aquí?
-Ayudando a la señorita Marshall –respondió el aludido-. A petición suya.
-El señor Bolding me dijo que el caso estaba cerrado. Y que no quería que se acercara para nada a su señora.
-No ha venido aquí por lo de su accidente –le explicó Tn_________-. Me está acompañando –y entró en la suite, ignorando las protestas de Brandy. Aunque no había tenido ninguna queja de su trato durante el último mes, no la unía ningún lazo especial con aquella mujer. Además, sólo llevaba unos pocos meses trabajando para os Bolding. Al parecer Lance había echado a su predesora.
-No puedo permitir que... –Brandy dejó a medias la frase, silenciada por la mirada que le lanzó Tn__________.
-¿Mamá? –a pesar de lo luminoso del día, el salón estaba a oscuras. Sólo había una pequeña lámpara encendida, al lado del sofá-. Necesito hablar contigo.
-¿Qué pasa? –inquirió una familiar voz ronca antes de que Alice se materializara entre las sombras-. ¿Sucede algo malo?
Durante semanas, a Tn___________ le había preocupado ver cómo su madre se desdcuidaba, adelgazando a ojos vista. Su melena rizada, de un tono rubio cobrizo, enfatizaba su rostro demacrado, huesudo. Su vestido de color melocotón, con su corta chaqueta bordada de perlas, revelaba una figura demasiado delgada.
-Mamá, he cancelado la boda.
-¿Qué? –Alice, se había quedado mirando a Nick con expresión desconfiada, volvió a concentrar todo su atención en su hija.
MichelleWilliams♥JB
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
HOLA!!! Siguelaaaaaaaaa!!!!!!! :) Ya no me caso!!! SII!!
Pamm Jonas
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
WUUUUAAAUUU QUE CAAAPIIISSSSS
AAAII LA TIENES QUE SEGUIRRR POOORFIIISSS!!!
YA QUIERO SABER QUIEN LA INTENTO MAAATAAARRRR!!!!!
AAAII LA TIENES QUE SEGUIRRR POOORFIIISSS!!!
YA QUIERO SABER QUIEN LA INTENTO MAAATAAARRRR!!!!!
chelis
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
¡Nick es un amor! :love:
Y Chet un infeliz que solo busca dinero y poder.
Espero que Alice no se ponga muy melodramática y pueda entender...
SIGUELAAAAAAAA :D !
Y Chet un infeliz que solo busca dinero y poder.
Espero que Alice no se ponga muy melodramática y pueda entender...
SIGUELAAAAAAAA :D !
Dayi_JonasLove!*
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
Continuación...
-No puedo casarme con Chet. No lo quiero –las palabras le salieron solas-. En realidad, yo nunca acepté su propuesta de matrimonio. Si confié en él fue porque no podía confiar en mí misma. Es una verdader suerte que haya descubierto la verdad a tiempo.
Se preparó para recibir un explosivo reproche. Sabía perfectamente que la flor y nata de Sundown Valley se había reunido para asistir a la ceremonia.
-¿Se lo has dicho a Chet? –le preguntó Alice.
-Por supuesto.
-Ya –se volvió hacia Nick-. ¿Qué está haciendo este policía aquí?
-Tenía que hacerle unas cuantas preguntas a su hija –respondió él.
-Mamá, lo siento –continuó Tn__________-. Ahora mismo sería incapaz de enfrentarme con toda ese gente. ¿Habría alguna manera... de que otra persona...?
Alice suspiró.
-Lance se encargará de ellos. Tú vente a casa con nosotros, cariño. Te cuidaremos bien.
Se abrazó a su madre y se puso a llorar.
-Gracias –debió haber imaginado que su madre no le fallaría en aquellos momentos.
-Todo se arreglará –la triste sonrisa que esbozó desmentía su tono animado.
Tn__________ se apartó para poder mirarla detenidamente. Tenía un aspecto tan frágil... Aunque sólo tenía cuarenta y nueve años, los sucesos de los últimos meses le habían pasado factura.
Lance era el culpable. No podía consentir que Alice continuara quedándose a solas con él.
-No, no volveré a casa. Y tú tampoco.
-Por supuesto que sí.
-No es segura –dijo Tn_______-. Piensa en lo que nos sucedió a las dos. Los accidentes.
-Las dos hemos tenido mala suerte, pero todo ha pasado ya –Alice volvió a recuperar su aire altivo, arrogante-. Sabes que tu padre jamás aprobaba que la gente huyera de sus problemas. ¿Qué pensaría de ti si te viera ahora mismo?
A Tn__________ se le subió el corazón a la garganta cuando escuchó unos pasos a su espalda. Su padrasto salía del dormitorio, ajustándose la pajarita del esmoquin con gesto irritado. Aunque durante las últimas semanas había sido un dechado de cortesía, en esa ocasión parecía encontrarse de mal humor.
-He oído voces. ¿Qué diablos está pasando aquí?
-Tn_________ acaba de cancelar la boda –le informó Alice-. La acompaño un policía.
Lance esbozó una expresión tan furiosa que Tn___________ retrocedió hasta el umbral de la suite, sobrecogida.
-¡Le dije que no quería verlo más! –le espetó a Nick-. Usted no tiene ningún derecho a presentarse aquí el día de la boda de mi hija.
-Ya no es el día de mi boda –lo corrigió Tn__________.
-Ella solicitó mi ayuda para comunicárselo al novio –afirmó Nick, haciendo frente común con ella.
-Tn________, reflexiona... –le pidió Lance-. Si tienes algún problema con Chet, estoy seguro de que lo superarás...
-Ya lo he superado –replicó, y se volvió hacia su madre-: Mamá, ven con nosotros.
Alice soltó una corta, amarga carcajada.
-Yo estoy bien, créeme.
-Señora Bolding, si necesita ayuda, yo... –empezó Nick.
Pero Lance se interpuso entre su esposa y él, cruzándose de brazos.
-No necesita ayuda de ninguno de los dos. Tn____________, puede que no te guste, pero yo soy el marido de Alice y estoy cansado de tu actitud. En el futuro, cuando quieras hablar con ella, tendrás que hacerlo a travéz de la secretaria del consejo de administración de Marshall Company.
Y los hechó de la suite, subrayando su ira con un portazo. Tn________ se quedó paralizada, demasiado asombrada para moverse. Su padrasto acababa de prohibirle hablar directamente con su madre... y Alice no había dicho ni una sola palabra. Desesperada, se volvió hacia Nick:
-Evidentemente está aterrada. ¿Puedes hacer algo?
-No si no podemos demostrar de que se trata de un caso de maltrato.
- ¡Pero si estuvo apunto de ahogarla!
-Eso no pude demostrarlo yo, y créeme, lo intenté –la tomó del brazo y se alejaron del edificio-. Mientras él no haga algo muy evidente o ella pida ayuda, es muy poco lo que podemos hacer.
A Tn_________ le costaba alejarse de allí, consciente de que estaba abandonando una vez más a su madre.
-Ella siempre fue tan fuerte... hasta que mi padre murió- No sé qué puede haberle sucedido.
-Nunca se pueden prever las reacciones de la gente ante la pérdida de un ser querido.
Rodearon del recinto mientras se dirigían hacia el aparcamiento, evitanto a los invitando con los que pudieran cruzarse.
-Yo creí que mi madre se moriría de pena cuando mi padre falleció en la prisión –continuo Nick-, pero al final volvió a su trabajo como abogada y logró reconstruir su vida.
Denise Jonas había sido una madre modelo, dedicada por entero a su familia. Sufrió mucho cuando el alcoholismo de su marido acabo con su carrera de policía. Lo apoyó durante el proceso de rehabilitación y lo animó a solicitar un empleo en Marshall Company, dónde alcanzó e puesto de jefe de seguridad.
Luego, durante el último año de Nick en el instituto, su padre fue acusado de robo y asesinato: falsamente, según pensaba la propia Tn________. Ella misma intentó solidarizarse con la familia, pero Nick se lo impidió, cortando toda relación.
-Me alegro de que esté bien –comentó, sincera. Denise siempre se había portado muy bien con ella-. Para mi madre, en cambio, la muerte de papá fue como la gota que acabó colmando el vaso. Supongo que debí haberla apoyado más, pero fui egoísta. Me tomé un mes de descanso y después volví al trabajo.
-Nes egoísta crecer y madurar –repuso Nick-. Tú no podías haber previsto lo que sucedería.
Tn_________ ansiaba aferrarse a aquella absolución, pero seguía viendo la butal imagen de Lance avasallando a su madre. ¿De que le servía ser millonaria cuando se veía incapaz de proteger a la persona que más quería en el mundo?
Nick había dejado su viejo sedán en el aparcamiento.
-Supongo que habrá llamado bastante la atención entre tanto coche lujoso –le abrió la puerta.
Una vez dentro, Tn________ se relajó. Con Nick a su lado se sentía segura, a salvo.
-Pasemos por casa de tus padres –le propuso él-. Así podrás pasar a recoger tus cosas, aprovechando que están afuera. Luego ya me dirás a dónde quieres que te lleve.
-No tengo ni idea.
-No hay prisa. Ya te lo pensarás.
Tn________ se quedó en silencio mientras salían del recinto, entre los campos de golf. Detrás, en lo alto de una loma, se alzaba la gran mansión en la que había crecido. Su padre la había mandado edificar allí para disfrutar de la espectacular vista. Le echaba de menos, aunque se alegraba enormemente de que Lance Bolding nunca hubiera llegado a poseerla. Actualmente pertenecía al Doctor Ray Van Fleet y a su esposa Jean, antiguos amigos de sus padres. Probablemente en aquel momento estarían en el gran salón, esperando a que comenzara la ceremonia...
La boda. A esas alturas, se le antojaba irreal, lejana. Ahora se daba cuenta de que, durante las últimas semanas, había vivido como una sonámbula. Como si los preparativos y la propia boda fueran asunto de otra persona. Intentó pensar en un lugar adonde ir. Aunque Marshall Company poseía un gran número de apartamientos, no le gustaba la idea de que Chet pudiera conseguir la llave cualquiera de ellos. ¿Una habitación de hotel? Aún así podría sobornar a los empleados...
Nick le había preguntado si sabía de alguien que pudiera haber querido matarla. Si se trataba de una posibilidad real, necesitaría llevar cuidado. Mucho cuidado. Empezó a temblar. Todo el mundo en Sundown Valley podía suponer una amenaza. Excepto Nick, por supuesto. En cuanto a Tustin, no quería estar a sententa kilómetos de allí si algo le ocurría a su madre. Además, en Tustin habían atentado contra su vida...
Agarró con fuerza su bolso. No iba a ponerse histérica delante de Nick. Ya pensaría en algún lugar donde refugiarse. Pero sus siguientes palabras le quitaron aquella preocupación de la cabeza... para sustituirla por otra más inmediata.
-No te alarmes –le dijo-, pero creo que alguien nos está siguiendo.
Fin del capitulo 3
Cada vez se pone más interesante no creen?
MichelleWilliams♥JB
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
OMJ!!! SIGUELAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No la dejes ahí!! Ni así!! NOOO!! MUERO!!!!! OTRO CAPI!!!!! :)
Pamm Jonas
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
OMJ!! sigule no la dejes ahi quien los sigue???
si la verdad q se esta poniendo muy interesante...
ah y Nueva lectora... :study:
me encanta la nove :)
si la verdad q se esta poniendo muy interesante...
ah y Nueva lectora... :study:
me encanta la nove :)
zai
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
OOOOTRRRRROOOOOOO
POORFIIISSSSS
QUIERO SABER QUIEN LOS SIGUEEEEEE
POORFIIISSSSS
QUIERO SABER QUIEN LOS SIGUEEEEEE
chelis
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
Capitulo 4
-¿Qué?
Cuando Tn________ se volvió en su asiento, su rostro reflejo verdadero terror. A Nick no le gusto verla así. Se lo había dicho antes de que tuviera tiempo para pensar.
Había advertido la presencia del lujoso sedán cuando rodeaban el lago. Había salido disparado del Club de Campo hasta que los alcanzó.
-¿Lo reconoces? –le preguntó-. Pensé que quizá sería un amigo tuyo.
-No lo creo.
Había demasiadas curvas y árboles flanqueando la carretera para que pudiera ver la matrícula. El conductor parecía estar solo, aunque Nick no descartó la posibilidad de que hubiera alguien agachado detrás. Era demasiado pronto para dar aviso. No quería involucrar al departamento de policía en lo que podría ser simplemente una disputa familiar.
-Tal vez no sea nada. Quizá sólo se trate de un tipo que ha salido del campo de golf poco después de nosotros.
-Si tú crees que nos está siguiedo, mucho me temo que tienes razón –se retorció las manos.
Pasaron por Rainbow Lane, la carretera que llevaba a la antigua zona de pesca a la que solían escaparse Nick y sus amigos del instituto, para beber cerveza a escondidas. Pero el embarcadero hacia años que había sido declarado poco seguro, y él había dejado de beber después de que el alcholismo le costara el puesto de trabajo a su padre. Cuando enfilaron por Aurora Avenue hacia la finca de los Marshall, el lujoso sedán continuó hacia la autopista Puesta de Sol.
-Farsa alarma –anunció Nick.
-Me alegro –comentó ella.
Mirándola, se preguntó si sería consciente de su atractivo, con aquella mirada tan vivaz y aquella sonrisa tan fresca, tan natural. Tn________ jamás se había vanagloriado de su aspecto ni de su posición social. A veces Nick se olvidaba de que procedía de una familia millonaria. Cuando eran adolescentes no le había importado, pero hacia mucho tiempo que había aprendido que, de adultos, el asunto era muy distinto.
Pasaron por delante de un grupo de casas de campo. A lo lejos se levantaba el letrero de “No pasar”, allá donde la carretera pasaba a ser privada. Cuando la mansión de los Bolding apareció ante su vista, a Nick no le gustó más que la primera vez que la vio, seis meses atrás. Quizás incluso menos. Fue la noche en que Alice estuvo a punto de morir ahogada. Las luces de los coches de policía se reflejaban en el agua del lago. La mansión se levantaba en una hondonada, con su tejado de gran pendiente que le daba el aspecto de un gigantesto y siniestro jorobado.
Se preguntó una vez más cómo Lance Bolding habría logrado convencer a la aristocrática Alice Marshall de que renunciara a su palacio por aquella casa en el extremo más distante del lago, lejos de sus amistades y del club de campo. El edificio, construido en madera, tenía su propio embarcadero. Para Nick, al menos, la primera impresión no había podido ser más deprimente. Y la impresión no había cambiado mientras duró su investigación. Cuando se enteró del accidente de Tn_________ por los periódicos, le disgusto sobremanera imaginársela allí viviendo. Encontraba aquella atmósfera tóxica, en el sentido literal y figurado de la palabra.
Se detuvo en la puerta. En el porche con columnas había una pequeña mesa y una mecedora.
-Este lugar me recuerda a una casa de plantación de Lousiana decadente, abandonada...
-Es triste, ¿verdad? –Tn________ seguía sin bajar del coche-. Pero el lago es precioso.
-Eso depende –repuso pensando en lo que le había sucedido a su madre-. Tendrás una llave, espero...
-Sí –buscó en su bolso.
Nick salió para abrirle la puerta. Vio que la luz del sol arrancaba deslumbrantes reflejos a los diamantes de su diadema y de su gargantilla.
-Será mejor que dejes eso aquí, a no ser que sea tuyo –le aconsejó él-. No me gustaría que Lance nos pusiera una renuncia por robo.
-Es el regalo de bodas de Chet...
-¿Tanto dinero gana? –estuvo a punto de preguntarle cuánto le habían costado.
-El puesto de director ejecutivo está muy bien pagado. Se lo devolveré todo, por supuesto.
Al entrar en la casa, Nick reconoció el olor a mueble antiguo mezclado con la humedad del lago. Las cortinas mantenían el salón en penumbra.
Sabía que ningún asistente vivía en la finca. La única trabajadora a jornada completa era el ama de llaves. No contestó nadie.
-Espera aquí mientras echo un vistazo.
-¿Por qué? –frunció el ceño, extrañada-. Aquí no hay nadie.
-Compláceme, por favor –sacó su arma y revisó rápidamente una habitación tras otra. Era mejor tomar precauciones. Ya más tranquilo, volvió a reunirse con ella en el salón-. Adelante.
-Tengo que cambiarme. Me daré toda la prisa que pueda.
-¿Necesitas ayuda?
-¿Para cambiarme? –sonrió levemente.
-Yo no quería... –bajó a cabeza-. Estaba pensando que tu vestido debe ser muy complicado. Pero será mejor que no te ayude. Soy demasiado torpe...
-¡No hace falta que lo digas! ¿Te acuerdas de aquel disfraz de Santa Claus? Cuando te lo pusiste, la barba te nacía de una oreja...
-¡No es verdad!
-Sí que es verdad. Pero te quedaba muy bien...
Ladeó la cabeza. Por un instante volvió a tener quince años y él diecisiete. Nick no pudo soportarlo. Tenía que besarla.
Pero se detuvo. Ya no era un niño. Además, estaba allí para protegerla, no para divertirse.
-Oh –con un visible esfuerzo, recuperó la compostura-. No tardaré mucho –y se alejó.
Dado que había decidido continuar con la investigación pese a las órdenes del comisario, Nick se concentró en examinar la casa. En los hogares donde tenían lugar violentas discusiones de pareja era normal encontrar una lámpara derribada, alguna marca en la pared. No vio ningua.
Se dirigió hacia la parte que daba al lago. En la terraza se acumulaban los regalos de boda. Después de asegurarse de que no había ningún coche aparcado a ala entrada, esperó a Tn________ en el salón. No tardó en aparecer con una maleta y un saco de dormir. Se había cambiado el vestido de novia por unos vaqueros, un suéter rosa y un sencillo collar de perlas.
-Espero no haber tardado demasiado. ¡Oh! –exclamó al descubrir los regalos en la mesa de la terraza-. Tendré que devolver todo esto. Y también debería escribir una carta a cada invitado...
-A no ser que quieras contratar un camión de mundanzas, te sugiero que dejes que tu madre se encargue de ello. Además, nadie espera que escribas cartasen tu estado actual.
-Pero es mi responsabilidad...
-¿Quién te nombró la persona más perfecta de mundo? –era una frase que había usado a menudo con ella, cuando eran adolescentes.
-Creo que tienes razón... –sin perder tiempo, le escribió a su madre una nota-. ¿Qué te parece esto? Le pido que devuelva los regalos y los diamantes a Chet. Podrá dejárselos a Betsy, la secretaria del consejo de administración de la oficina.
-Suena muy bien –se alegraba de que no se hubiera empeñado en devolverle los diamantes personalmente a Chet. Cuanto menos contacto mantuviera a apartir de ese momento, mejor para ella.
-Bueno, pues ya está –firmó la nota-. Mi madre podrá ponerse en contacto conmigo llamándome al móvil.
-¿Ya has decidido adónde vas a ir? –recogió la maleta y se dirigió a la salida.
-Aún no –después de cerrar, dejó la llave en el buzón de la correspondencia-. Supongo que antes tendré que hablar con Stanley Rogers, de la empresa, para saber cuánto puedo permitirme gastar. Además de dirigir el departamento de finanzas, maneja mi fondo personal. Y hasta que aparezca por la oficina el Lunes, me temo que no llevó mucho dinero encima.
-¿Perdón? –era multimillonaria... ¡y hablaba como si estuviera arruinada!
-Ya sé que suena un poco raro, pero así es –subió al coche y se recostó en el asiento.
Una vez adentro, de repente fue como si perdiese de golpe toda su energía. Debía de haberse mantenido en pie gracias a la adrenalina, pensó Nick mientras guardaba sus cosas en la maleta. Cuando se sentó al volante, Tn_________ retomó su explicación:
-El fondo me hace un ingreso trimestral en mi cuenta, y yo lo traspaso a la de la Fundación Amigo de un Amigo. Es un secreto, por cierto.
-¿Tú estás detrás de la esa fundación benéfica? –Nick sabía que aquella organización había donado una gran cantidad de dinero al centro de apoyo escolar que había fundado su madre y un gran amigo suyo, profesor del instituto.
-Ni siquiera Tina lo sabe.
-Ya lo supongo –Tina trabajaba de voluntaria en el cenro, por lo que era tan ignorante del asunto como todos los demás.
-Hasta ahora he estado viviendo de mi sueldo. Y, creéme, no me llega para mucho. Mi cuenta bancaria en Orenge County tendrá como mucho unos doscientos dólares. Por supuesto, cuento con mi tarje de crédito.
-¿Sólo tienes una?
-Ya te lo he dicho, vivo de mi salario. No estoy segura de cuándo será el próximo ingreso trimestral, pero quizá pueda conseguir un anticipio.
-Podrías llamar a ese tipo a su casa.
-No estoy tan desesperada –repuso Tn__________-. Y no me parece justo obligar a un empleado a sacrificar un día libre sólo por una capricho mío.
Mientras conducía, Nick reflexionó sobre las contradicciones de su actitud. Por un lado se veía a sí misma como una propietaria responsable, obligada a no abusar de su autoridad. Por otro lado, sin embargo, parecía cuestionarse su derecho a recurrir a su propio patrimonio incluso para un pequeño adelanto. Y eso cuando poseía la mitad de las acciones de Marshall Company.
En cualquier caso, esa decisión le correspondía a ella, no a él. Y lo que ella necesitaba de su antiguo amigo era apoyo emocional y protección física.
-Bueno, si todavía no has decidido dónde quedarte, puedo llevarte a mi casa.
Tn_________ no respondió.
-Si te parece bien –añadió él.
Seguía sin contestar. Lo único que hizo fue lanzarle una dulce y enigmática sonrisa...
-O podría dejarte en el centro comercial –continuó Nick con burlona solemnidad-. Teniendo en cuenta que es tuyo.
-Es un pensamiento tentador. Podría extender el saco de dormir en la sección del supermercado –le siguió la broma.
-¿Y bien?
-Me encantaría ir a tu casa, pero no quiero causarte molestias. Ni meterte en problemas. Has trabajado mucho para llegar a donde has llegado.
No conocía los detalles, pero sospechaba los obstáculos que había tenido que superar para conseguir que lo aceptaran en la policía, para no hablar de su rápida promoción de inspector. Después de lo que le había sucedido a su padre, hubo gente que esperó y deseó su fracaso. Y tal vez todavía lo estuvieran esperando.
-Sólo será por este fin de semana –Nick enfiló hacia la antigua autopista del lago, la ruta más directa para llegar al pueblo-. Está demasiado aislada como para que te quedes también la semana siguiente, mientras yo estoy trabajando.
-¿Dónde vives exactamente?
-En el bosque.
-Siempre decías que querías estar cerca de la naturaleza –recordó Tn_________-. Si no recuerdo mal, en algún momento incluso quisiste hacerte ranger forestal.
-Soy demasiado cabezota para eso.
Tn__________ reflexionó sobre su respuesta.
-¿Quieres decir que si te hubieras hecho ranger y hubieras dejado el pueblo... la gente hubiera pensado que estabas huyendo?
-Exactamente.
-¿Y renunciaste a tu sueño para dejarle eso claro a los demás?
-Bueno, soy tozudo, pero no tanto. Me gusta la profesión de policía.
-Ah, por cierto, no tienes que convencerme de que eres un cabezota. Eso ya lo sabía.
-Supongo que lo dirás por mi comportamiento en los viejos tiempos...
Después de todo, se había gastado todos sus ahorros, duramente conseguidos cortando césped en otras casas, en películas y hamburguesas. Para no hablar de un par de trajes de etiqueta alquilados que a punto estuvieron de arruinarlo.
-Desde luego. Lo fuiste, excepto cuando rompimos –le recordó-. Yo quería que habláramos. Quería darle una oportunidad a lo nuestro. Pero tú te negaste, insistite en que no tenía arreglo...
-No me lo recuerdes. El pasado está muerto y enterrado, Tn_________. Si vas a quedarte en casa, tendremos que ponernos de acuerdo en eso.
No quería intimar demasiado con ella, aunque el simple hecho de estar tan cerca resultaba demasiado tentador. Hacía mucho tiempo que se había reconciliado con las injusticias de su pasado.
-De acuerdo –aceptó después de un largo silencio.
Se quedaron callados. Estaban a unos doces kilómetros para llegar al pueblo. El rítmico balanceo del coche, combinado con su propio cansancio, terminó por adormecerla. Un mechón suelto de su cabello castaño, largo hasta los hombros, se movía agitado por la brisa. Nick intentó imaginarse su delicioso contacto con su mejilla....
Era ridícula la sensación de naturalidad que estaba experimentando en aquel instante, a su lado, como si no hubiera pasado el tiempo... A esas alturas, lo lógico habría sido estar enamorado de otra mujer. Pero tras una cadena de relaciones frustadas, había atribuido sus fracasos a las exigencias de su trabajo como policía y a su incapacidad para confiar en la gente.
Volvió a concentrarse en la carretera. Cuando se internaron en el pueblo descubrió un lujoso sedán muy parecido al anterior, varios coches por detrás. Si los había seguido por la autopista, no se había dado cuenta. Hizo un par de giros y el coche desapareció. Suspiró aliviado. Quizá se tratara de un vehículo distinto.
Pero en Little Creek Lane volvió a verlo. No se lo había imaginado. Los estaban siguiendo. Tn______ abrió los ojos de repente.
-¿Qué pasa?
-Creía que estabas dormida. He sentido que acelerabas.
-Nos estan siguiendo de nuevo –al ver que se disponía a incorporarse, le pidió que se quedara medio tumbada en el asiento. No esperaba que el tipo se pusiera a disparar, pero tampoco podía estar seguro de que no lo hiciera.
Bienvenida a la nueva lectora & pues estoy Feliz por que mis Jonas ya sacaron un nuevo logo!! me emociono mucho!
MichelleWilliams♥JB
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
siguela, yo tambien estoy emocionada por el logo =) ,ya quiero que regresen
Dorin
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
WUUUUAAAUUU ESE NICK ES UN AMOOORRRR!!
Y SI YA I EL NUEO LOGOOOO!!!
Y SI YA I EL NUEO LOGOOOO!!!
chelis
Re: Memoria del olvido - Nick & tú -
SIGUELA!!! y si el logo está super duper!!
SIGUELAAAA!!!!!!!! :)
SIGUELAAAA!!!!!!!! :)
Pamm Jonas
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