Viviendo el Sueño (Nick Jonas) 2da Temporada [TERMINANADA]

Hanna estaba acostada en una de las camas del hospital, su respiración acompasada y sus facciones relajadas reflejaban paz. Había perdido la consciencia hace media hora en el salón de sonografias y aun no despertaba. Cuando me vio entrando simplemente se desvaneció sobre la camilla. Les diré algo… fue la situación más rara que eh vivido. Apenas llegue al hospital comencé a sentir muchísimas emociones juntas, como si algo importante estuviera a punto de acontecer, recuerdo haber subido por el elevador y detenerme en la puerta que una de las enfermeras me había indicado.

Creo haber tragado en seco cuando me tope con la imagen de mi princesa en esa fría cama de hospital, inconsciente y con algo azul colocado en el vientre. Aun repaso en mi cabeza cuando mire a Kate de una manera muy particular cabe decir, después al doctor y por último la pantalla que había frente a mis ojos… con los ojos desorbitados y la boca abierta a más no poder… Dios!! No era tan ignorante, solía estudiar con Hanna, y ya me había acostumbrado a algunas cosas, hasta entendía conceptos que la gente normal no manejaba, todo por la carrera de mi esposa… aunque no veía nada concreto en esa imagen (nunca entendería como los sonografistas interpretaban esas imágenes) pero sabía lo que era…

Nadie me preparo para lo que aconteció después… mi raciocinio solo me dio para entender que Hanna estaba embarazada… pero de 1 bebe… segundos más tarde me entere que NO… Sería papa de 2 bebes… si… como lo oyen! la sorpresa me embargo, después me sentí muy dichoso y bendecido. De repente mis fuerzas me abandonaron y tuve que sostenerme del mueble más cercano, mis niveles de glucosa bajaron de golpe… demasiadas emociones en un día según dijo el doctor que me sostuvo antes de estrellarme contra el suelo.

Yo… estaba preocupado, ansioso, eufórico y feliz… si, justo como lo oyen. No todos los días te enteras de que tu esposa llevaba mellizos... si bien Kate (una de las compañeras de mi esposa) me dijo que era algo normal que Hanna reaccionara así ante ciertas situaciones impactantes… pero era imposible no impacientarme, moría por ver sus ojos brillantes de emoción, quería escuchar de sus labios todos los acontecimientos… haría lo que fuera por perderme en sus labios y no dejarla ir de mi lado NUNCA. Suspire derrotado con el paso de los minutos, ella no hacia amago de querer despertar, tome una de sus manos entre las mías y comencé a rozar sus dedos con mimo, mi anillo de pureza reposaba sobre su dedo anular. Me incline levemente y bese su mano derecha, coloque la silla más cercana junto a la camilla y me dispuse a esperar.

No pude evitar colocar una de mis manos sobre su vientre, aún plano. Pero ya me la imaginaba... con una enorme barriga… Se vería hermosa... Ella siempre estaba perfecta, sin importar lo que se pusiese, si bien cuando quería podía ser la chica más sexy y hermosa sobre toda la faz de la tierra, la mayoría del tiempo ella era terriblemente bonita, con su sonrisa picara, sus agudos comentarios y sus ojos… tan verdes como las esmeraldas. No pude evitar pensar en ambos con dos pequeños revoleando por todos lados, ahora tendría una familia propia a la cual cuidar y la verdad era que se sentía listo para afrontar la responsabilidad.

- ehh… donde estoy! – mascullo ella de repente, incorporándose con rapidez.

- gatita, deberías de tomarlo con calma! – dije yo reprendiéndola… Seria todo un reto mantenerla tranquila los próximos meses… sonrió ante tal pensamiento, alargue mi mano hasta su rostro y acune su mejilla. Hanna me miro a los ojos… estaban llenos de vida… emocionados… pero también había un atisbo de preocupación – hey! Quita esa cara, estoy muy contento por la noticia sabe? – le dije yo besándola sorpresivamente. Fue un beso suave, dulce y lleno de amor, solo quería transmitir la dicha que tenia, lo mucho que la quería por hacerme semejante regalo y fue ahí, justo en el momento que nuestros labios se movían sobre los del otro que me di cuenta que nunca más podría amar a una persona como la amo a ella – te amo muchísimo bonita – susurre contra sus labios.

- yo también – murmuro en un suspiro – estaba asustada… mucho la verdad – me admitió ella, las yemas de sus dedos acariciaban mi rostro mientras nuestras narices se rozaban con dulzura, eso y los besos que yo le daba cada cierto tiempo.

- temías que reaccionara mal? – le pregunte yo al tiempo que conectábamos las miradas.

- no a tu reacción… más bien al hecho de que son 2… digo ahora seremos 4 – comento Hani con diversión.

- si… eso me sorprendió – le dije con una sonrisa. La comencé a besar nuevamente, no había nada mejor que el contacto de sus ricos pliegues con los míos… quería hacerle tantas cosas… pero no creía que un hospital fuera el mejor lugar para eso.

- tienes buena puntería… Hércules es bastante bueno en su trabajo – regodeo ella muerta de la risa.

- la practica hace al maestro cierto? Y nosotros practicamos muchos pequeña! – dije yo siguiéndole el juego. La abrace con cariño, Hanna escondió su rostro en mi cuello y suspiro con alivio – te sientes cansada?

- agotada mentalmente… nos podemos ir a casa? – me pregunto ella con suplica.

- aun no, el doctor me dijo que cuando despiertes pasemos por su consulta, te va a indicar algunas cosas para el embarazo – informe, necesitaba saber qué hacer para cuidarla como ella merecía.

- es todo eso necesario – expreso ella con fastidio.

- sí lo es, buscare una silla para ti – dije mientras me paraba.

- silla de ruedas!! Estas consumiendo Jonas!!! Yo no pienso subirme a nada!!! – dijo ella saltando cual gallito y mirándome con desafío.

- puedes pelear todo lo que quieras Hanna, voy a buscar la silla y te subirás a ella PUNTO – y fue todo lo que le dije antes de salir y solicitarle a uno de los enfermeros la bendita adquisición.

CINCO MINUTOS DESPUES…

- estúpido Jonas – mascullo por decimocuarta vez Hanna mientras la llevaba por los pasillos en su silla de ruedas.

- yo también te amo – le conteste divertido, amaba hacerla rabiar… y créanme no había nada que no se arreglara en una cama… y no… no hablo de ir a dormí… sabia como convencerla… y también como quitarle el enojo.

- te odio!!! – mascullo de brazos cruzados al tiempo que me sacaba la lengua.

- JA! Quiero escucharte decirme eso más tarde… haber si te sale – lance yo dándole una mirada llena de picardía, como era de esperarse se sonrojo de los pies a la cabeza y miro en dirección contraria. A los pocos segundos entramos al consultorio.

- qué bueno que ya despertaste Hanna! – dijo Kate feliz mientras la abrazaba, Hanna le brindo una pequeña sonrisa y después me miro mal, yo solo le sonreí.

- señores Jonas tengo algunas indicaciones para ustedes! – Anuncio felizmente el Dr. Neoman – lo primero es que tendrá que tomar vitaminas y acido fólico para que los pequeños puedan desarrollarse normalmente – dijo él mientras escribía en un recetario – debe comer saludablemente, hacer ejercicio. Puede salir a caminar en la mañana, dar una vuelta a la manzana y tomar sol, a esas horas es muy saludable salir a pasear de paso obtiene un poco de vitamina e – comento él mientras seguía en su apogeo – no sé sobre exija! Evite las labores forzosas, no cargue cosas pesadas y no se desvele… me ha entendido? – Hanna no dejaba de asentir, aunque aun estaba algo enfurruñada – y eso implica los servicios en el hospital!!!

- QUE!!! – dijo ella parándose alarmada… que Dios me ayude con esta mujer!! – pero necesito aprobar mis materias y el servicio comunitario es parte de la practica!! – exclamo ella, yo la tome por los hombros y volví a sentarla en la silla.

- con calma! – le susurre acariciándole el cuello.

- pero Nick! – se quejo ella mirándome con ojos triste, sabía que esto la afectaría!

- Hanna encontraremos una solución a esto si? – le dije con una sonrisa a lo que ella asintió poco convencida –debemos de pensar en los bebes y en tu salud – le recordé a lo que ella adquirió una mirada llena de culpabilidad - escuchemos al doctor y después veremos ok!

- ok – susurro derrotada y hundiéndose en su asiento.

- le daré un reporte médico para que la lleve a la universidad, puede terminar este semestre! Y hacer las practicas luego de las clases… pero tiene que cuidarse y evitar todo tipo de percances, aun puede ayudar a los demás sin sobre esforzarse – la animo el Dr. Neoman, Hanna suspiro totalmente rendida – También debe evitar emociones fuertes. Puede que durante las mañana y el resto del día experimente nauseas y por ende cuadros de vomito, el normal, por lo que no se alarme si le pasa, solo se da durante el primer trimestre – dijo mirándome directamente a mí con una sonrisa divertida – también tendrá antojas a todas horas… y puede que sean de cosas no muy convencionales, aparte de eso, todo puede continuar de manera normal en su vida – exclamo esta vez mirándonos con picardía, al no entender lo que trataba de decir mire a mi esposa.

- habla del sexo – dijo ella como si nada mientras miraba el techo. Mis mejillas se sonrojaron… yo no era nada puritano… pero teníamos a una compañera de Hanna en la habitación y también al doctor… me sentía cohibido con sus presencias aquí.

- pueden mantener relaciones sexuales, pero nada de posiciones extrañas ni practicas que pongan en peligro la vida de los bebes, nada de fustas, golpes o algo de esa índole – él hablaba del tema como si fuera la cosa más normal sobre el planeta… por el amor de Dios yo nunca practicaría sexo masoquista.

- claro como el agua – mascullo Hanna al borde de la risa.

- tendrán su próxima revisión el mes que viene y recuerde que puede que los bebes no completen los 9 meses de embarazo, no abra suficiente espacio para los dos en el útero – dijo el doctor, yo asentí religiosamente! Y así terminamos con las indicaciones del doctor, nos dio la receta y me lleve a Hanna hasta el auto, nuevamente en la silla de ruedas. La coloque en el asiento delantero del mustang, le puse el cinturón y le di un beso en los labios antes de cerrar la puerta y dirigirme hasta el otro lado del coche.

El camino a casa fue tranquilo, aunque Hanna se exalto bastante al pasar por uno de los establecimientos de Dunkin Donuts, prácticamente me obligo a comprarle una caja de 6 para ella sola y claro, un enorme cappuccino de caramelo y chocolate. No pude decirle que no, menos cuando me coloco esa tierna carita. Tan pronto llegamos a casa deje las cosas de Hanna sobre la mesa de la sala y prendí el televisor para poner su programa de caricaturas, había una maratón de ‘‘La pequeña Lulu’’ y sabía que Hanna amaba ese programa en sus tiempos de niñez. La deje comiendo donuts antes de ir al baño y ducharme, cuando regrese me la encontré terminando su café… había barrido con todo el comestible.

- que? – me pregunto mientras me daba una escaneada rápida, deteniéndose especulativamente sobre mi pecho desnudo. Solo me había puesto los bóxers y ella parecía estar disfrutándolo.

- se nota que tenían hambre – dije yo refiriéndome a los 3 juntos, Hanna me brindo una sonrisa llena de ilusión y ternura y se paró a besarme con efusividad – diré cosas como esa mas seguido – bromee yo mientras acariciaba su cintura – ve a bañarte bonita, mientras yo recojo la sala y apago las luces, es tarde y quiero que descanses! – mi esposa me obedeció extrañamente sin decir media palabra… existen los milagros pensé.

Asegure la puerta de la entrada, limpie la sala, apague el televisor y todas las luces del departamento. Me fui hasta a nuestra habitación y prendí una de las lamparitas de noche que había junto a la cama. Introduje mi mano en el bolsillo de mi chaqueta y me encontré con un pequeño sobre, sonreí al conocer el contenido, saque los impresos que habían dentro y me recosté en el edredón a contemplarlo. No había que entender mucho la fotografía, yo sabían que mis hijos estaban ahí y para mí era suficiente. Saque rápidamente mi teléfono y le hice una fotografía, me sentí tentado a subirla a Twitter o instagram y que todos fueran testigos de mi felicidad, pero me conforme con colocar ‘‘El día mas feliz de mi vida, me siento bendecido’’ deje el celular sobre la mesita de noche y seguí contemplando la imagen del ultrasonido.

- que haces?? – pregunto Hanna mientras entraba con una de mis camisetas y el pelo algo húmedo. Se sentó a mi lado mientras secaba su cabello.

- el doctor me dio algunas copias del ultrasonido – le comente mostrándoselo – tu sabes donde están los bebes?? – pregunte curioso. Hanna se sentó a mi lado y miro la foto con detenimiento.

- umm el Jonas número 1 está aquí… y el 2 más abajo… míralo ahí! Son las dos manchas en forma de cacahuate – soltó ella entre risas mientras me los señalaba – son hermosos – soltó de repente mientras miraba la copia embobada… Sería una excelente madre para nuestros hijos.

- si lo son… y tu también lo eres princesa – le dije abrazándola – ahora a dormir, hemos tenido demasiadas emociones en un día, no lo crees? – a lo que ella asintió, coloque las copias sobre el buro y apague las luces. Eran apenas las 8 PM pero necesitábamos descanso.

Las horas pasaron rápidamente, pero no puede conciliar el sueño de manera profunda, Hanna se movía inquieta a mi lado y cada tanto que lograba dejar de pensar, ella volvía y se meneaba. Al final abrí los ojos y mire el reloj en la pared… 1:38AM.

- que pasa peque? – le pregunte colocándome de costado. Sus ojos miraban en mi dirección, se veía perturbada… preocupada tal vez. El cuarto estaba en penumbras pero podía discernir sus rasgos y expresiones a la perfección – no puedes dormir? – inquirí, ella se removió inquieta a mi lado y metió una de sus piernas entre las mías.

- estoy preocupada – admitió ella dando un suspiro – es que… nuestra vida está cambiando tan rápido… el año que viene tendremos una familia a nuestro cargo, tendremos que cuidarlos y ayudarlos , amarlos, enseñarles a ser buenas personas y a construir un carácter propio… yo… no sé si seré una buena mama… eso me asusta – acepto ella. Los temores de Hanna eran los normales en cualquier madre primeriza, sabía que estaba aterrorizada e insegura. Cuidar de un bebe no era trabajo fácil, muy al contrario requería tiempo y dedicación, pero teníamos lo más importante, queríamos a los mellizos, y crecerían dentro de una familia que los cuidaría y le brindaría todo el amor del mundo.

- yo creo que serás fabulosa – le dije con una sonrisa, extendí una de mis manos hasta su rostro y acaricie su mejilla – te contaran todo… lose porque tu siempre sabes cómo infundir confianza en las persona y nunca querrán separarse de ti, justo como yo… aprenderán a hacer lo correcto, sacaras lo mejor de ellos, como haces conmigo. Los llenaras de amor y los enseñaras a pensar las cosas antes de hacerlas, apuesto a que amaran tu comida y les dirán a todos sus amigos que tienen una madre fabulosa.

- Nick… en serio lo crees… - murmuro ella incrédula – soy demasiado despistada y se me olvidan las cosas.

- estoy seguro de eso, déjame que yo sea el responsable – le dije abrazándola – yo los cuidare a todos y me encargare de enseñarlos a jugar Baseball, a montar bici y si les gusta la música les enseñare todo lo que se… juntos podremos lograr que las cosas vallan bien en nuestra familia, recuerda que ambos nos complementamos perfectamente bien. Es más… creo que nada puede ir mal! A parte de nosotros los bebes tendrán muchas personas que estarán ahí para ellos mis padres y hermanos, Dani. Tu familia y los chicos… serán niños muy consentidos.

- ahí Nick! me gustaría pensar como tu…. Sé que serás el mejor padre que podrán tener… pero aun faltan tantas cosas que debo digerir… tenemos que decírselo a la familia… podremos ocultar una boda, pero mi panza crecerá bastante en los próximos meses y eso si que no se puede tapar con nada!!!...

Me olvide por completo de lo que ella decía y me concentré en sus facciones, aunque la luz estuviera apagada podía ver sus rasgos a la perfección, la conocía demasiado bien, ella mordía sus labios y me miraba con esos ojos verdes que conspiraban con llevarme al abismo, no quería que se preocupara por cosas innecesarias, quería que disfrutara de estas experiencia al máximo y sonriera como lo hacía todos los días. La sujete con fuerza contra mi Cuerpo y la bese interrumpiendo su discurso. Cuando nuestros bocas se encontraba se creaba una atmósfera tan mágica que era algo prácticamente imposible no notarlo. Casi de manera instintiva mis manos viajaron hasta sus nalgas ahuecándolas contra mi sexo, quería tenerla totalmente contra mi anatomía, moría por sentir sus curvas sobre mi piel desnuda. La escuche jadear en medio de beso y sonríe, amaba el sonido del placer que emitían sus labios. La forma en la que se contorsiónala bajo mi cuerpo cada vez que la tocaba, su voz dulce y excitada pidiéndome más, todo ella me encantaba, las cosas que me provocaba y las que me ocasionaba hacerle.

- Nick... Umm que.. Estas haciendo? - me pregunto ello jadeante mientras mi lengua se deleitaba con el glóbulo de su oreja izquierda, sus piernas se habían enredado por completo contra las mías y su rodilla se frotaba contra mi erección, gruñí con fuerza al sentir como me atormentaba, de esa manera tan deliciosa que sólo ella sabía hacer.

- no quiero que estés nerviosa… tampoco que pienses en cosas que aun no han pasado - le dije al tiempo que mi mano derecha se colaba bajo su camiseta y coronaba uno de sus pechos. Lo sujete con fuerza y comente apretarlos con suavidad - no quiero que te preocupes! No te hace bien y tampoco a los bebés - susurre yo con voz ronca, Hanna no podía emitir palabra de momento, estaba bastante concentrada en sentir el roce de mis dedos contra su pezón, lo cogía constantemente jalándolos y acariciándolos con mis dedos.

Me coloque sobre ella, permitiéndome sentirla por completo y la mire con todo el amor que le profesaba – te amo bonita! Y sabes que amo escucharte… pero al menos que no sea para decir, ‘‘si Nick’’, ‘‘Mas Nick’’, ‘‘Duro Nick’’ o algo por estilo, mejor cierras esa hermosa boquita y la usas para besarme, tocarme y todo lo que se te ocurra… está claro – termine yo de decirle con una sonrisa picara… Hanna se sonrojo y se mordió el labio interior tratando de guardar el suspiro antes las palabras que dije. Ella cerro las piernas con fuerza y gimió ante el acto… moría por tocarla justo ahí… su pliegues debían de estar húmedos ante tanta provocación, sabía que cuando le hablaba sucio ella simplemente se encendía.

Quite su camiseta de un tirón y la observe desde arriba… como amaba ver su cuerpo al desnudo… aunque claro, aun debía de deshacerme de las bragas blancas de encaje que cubrían su intimidad. Asalte sus labios nuevamente y me rendí ante el encanto de su lengua, sus dientes y labios hacían maravillas contra mi boca. Ella sabia como hacer que deseara más, mi lengua penetraba en su cavidad justo como quería hacerle en… otras partes. Solté un ronco gruñido cuando sentí sus manos bajo la tela de mis bóxers, justo sobre mi trasero.

- umm quiero más Nick! – exigió mi esposa sobre mi oído. Me encantaban esas palabras!

- con gusto gatita – mordí su labio inferior antes de separarme un poco de su rostro y observarla con detalle. Como consecuencia de semejante festín caníbal, mi pequeña tenia los labios extremadamente rojos, brillantes y húmedos – verte así me provoca hacerte tantas cosas… - Admití, la verdad era que no había una sola hora donde no la deseara y en estas circunstancias mi hambre por ella incrementaba y también mi imaginación.

Hanna toco la cinturilla de mis bóxers en respuesta – quítatelos! – fue todo lo que me dijo, me pare por un breve segundo y me los saque, dejando a Hércules al descubierto apuntando hasta su dirección, mi esposa jadeo mientras me miraba – muy bonito… Hércules siempre está en excelente forma – dijo divertida mientras me miraba con pasión – podemos usar las esposas? – me pregunto con gesto inocente mientras me hacia ojitos… juro que al escuchar tremenda proposición sentí vibrar mi erección – pero esta vez… tu serás el sometido – aclaro, yo solo pude asentir ensimismado al verla acariciarse ella misma uno de sus pezones… estaba jodido! Esta mujer sabía cómo ponerme al límite.

Me indico que me sentara sobre la cama, mientras ella se paraba en toda su gloria dispuesta a buscar nuestro juguetito… para variar Joe había tenido una fabulosa idea, lo habíamos usado una sola vez y yo lo disfrute enormemente. Moría por saber lo que ella planeaba hacer conmigo.

- aquí están – dijo parándose frente al colchón… me miraba con malicia, con travesura… - acuéstate boca arriba Jonas y deja las manos sobre el respaldo de la cama – ordeno, yo estaba en trance, no podía dejar de observar sus pechos desnudos y la humedad que relucía sobre su ropa interior de encaje blanca y casi transparente… se veía tan mojada! Moría por meter mi lengua dentro de ella. Estaba tan perdido en las cosas que quería hacerle, que no sentí cuando se subió sobre mi pecho y comenzaba a colocarme las esposas – jajja… esto será MUY divertido – susurro ella provocativamente al tiempo que pasaba sus dedos sobre mi pecho desnudo…


Y así lo tenía… completamente a mi merced… esposado sobre un amplio colchón… acostado completamente al desnudo… y con el miembro erguido en todo su esplendor… debería de hacerle fotos y venderlas en internet… que digo, nunca lo haría, El era solo para mi uso exclusivo y nunca dejaría que alguien más lo viese de esta manera… aunque debía de ser sincera… me volvería millonaria… bueno MAS millonaria vendiendo una foto de Nick en estas ‘‘circunstancia’’… que chica se resistiría a algo como ESO… todo él era grande, escultural y firme!

- Hani… no pensaras quedarte ahí mirándome ASI toda la noche… muero por qué me toques!! Y si lo notas… no me puedo mover, de lo contrario estaría haciéndote el amor ahora mismo – exclamo él en tono urgido mientras llamaba mi atención… Nick estaba en su mayor punto… y lo sabía por que como estudiante que era podía notar algunas venas que sobresalían de su masculinidad y cierto liquido pre seminal se escapaba de la punta… quien quería tomar clases de anatomía si tenía a Nick para practica empírica, no se lo pondría tan fácil! Jugaría con el… tenia cosas que investigar esta noche y mi querido esposo seria el conejillo de indias.

- lo siento amor… solo estaba pensando en lo que iba a hacerte –le respondí en tono angelical, Nick trago en seco al notar el apelativo cariñoso y el tono… subí a la cama y me senté a horcajadas sobre él. Acaricie su cabellos, coloque mis manos sobre sus mejillas y lo bese con intensidad, sus labios tenían un sabor característico… como menta, chocolate y especias. Nuestras bocas se movían con maestría sobre la del otro. La habitación comenzó a llenarse de suspiros y sonidos llenos de placer y éxtasis, nuevamente nos sumergíamos en nuestros cuerpos y en lo que estábamos sintiendo. Pase la lengua por encima de sus labios antes de besar su barbilla, la mordí con suavidad y seguí bajando hasta su cuello.

Nick suspiraba y se movía bajo mi cuerpo, el respaldo de la cama sonaba cuando el intentaba soltarse de las esposas, sabía que moría por tocarme, pero lamentable era el caso, que en esta ocasión no podría hacerlo. La nuez que sobresalía de su cuello se vio presa de mis labias, sus gemidos roncos bañaron el lugar y mi nombre pronunciado por esos labios rojos sonó cual música contra mis oídos. Mis manos que hasta el momento acariciaban su cabello descendieron hasta su pecho, tocando cada pectoral y trícep que encontraba a su paso. Decían que el sexo era el mejor ejercicio y hoy lo rectificaba. Nick tenía una fisionomía a la mar de comestible y cada musculo estaba definido y listo para mi contacto.

Capture una de sus tetillas entre mis dientes y comencé a morderlo con ganas – JODER!! Hanna!! – Nick gritaba en todo lo alto mientras lo tocaba, tome sus manos y lo mire a los ojos, estaban tan negros como el carbón. Su expresión estaba bañada de deseo y excitación. Y justo bajo esa mirada fue que introduje uno de sus dedos en mi boca y comencé a chuparlo – muero por tocarte!! – mascullo con los ojos cerrados y la respiración agitada, reí con diversión ante su comentario y seguí degustando los demás dedos, cuando termine acaricie sus brazos y me senté frente a él, entre sus piernas, sobre el edredón.

- Nick… necesito investigar algo – exprese yo serenamente mientras paseaba mis manos por sus tonificadas piernas.

- umm… y tiene que ser ahora? – pregunto el soltando pequeños suspiros.

- si… es que veras… - comencé como el que no quiere la cosa, mis manos estaban bastante cerca de la cara interna de sus muslos, por lo que capte toda su atención y su respiración de volvió forzada – tenía una exposición hace unos días… y era acerca de la diabetes – susurre al tocar levemente sus testículos haciendo que Nick se sobresaltase, abriera las piernas de par en par haciéndome la vista mas ‘interesante’ y me mirara a los ojos hambriento. Inevitablemente sonreí… eso definitivamente era una invitación… aunque yo no la necesitaba – y descubrí algo muy interesante sabes… - uno de mis dedos acaricio la longitud de su pene. Lo sentí vibrar bajo mi toque y un gemido ronco salió de su garganta – sabias que el semen de los diabéticos es extremadamente dulce – le dije mirándolo directamente a los ojos ante de capturar su miembro con la mano – según investigue… el sabor se asemeja a la sandia… a veces a miel – a esta altura de juego ya lo estaba atormentando a mis anchas.

Mi mano subía y bajaba sobre ese fabuloso cuerpo eréctil, La piel bajo mis dedos se sentía cálida, suave y firme. Nicholas estaba sumergido en el éxtasis y aun intentaba escaparse de su encierro, el respaldo sonaba en cada uno de sus movimientos y sus caderas se movían bajo mi mano. Mis dedos estaban lubricados con su secreción, por lo que me arriesgue en el apogeo y lleve uno a mi boca… su esencia sabia dulce y suave al paladar… casi como a vainilla… quería degustarlo mejor, por lo que simplemente me lo lleve a la boca.

- DIABLOS!!! Haa..n..na – Nick abrió los ojos de par en par mirándome, yo tenía los ojos sobre el también mientras saboreaba a mi dulce Hércules. Mi lengua se movía sobre el glande de manera circular, las caderas del Jonas parecían querer seguir mi paso por lo que reí con su miembro en mi boca y Nick soltó un gruñido, fuerte y gatunal – tu sí que sabes hacer maravillas… - murmuro el cómo pudo al sentir que cambiaba el ritmo, lo succionaba con fuerza mientras mis manos acariciaba lo que no me cavia en la boca, Nick era lo bastante grande para eso… luego de algunos segundos me aparte de su masculinidad, justo antes de que el explotara en un orgasmo. Su simiente baño no solo las sabanas, sino también parte de sus piernas y miembro. Limpie lo que quedo de su pene con mi lengua, saboreándolo nuevamente… definitivamente había encontrado algo que sustituiría el chocolate de por vida... y era gratis.

- necesito que me sueltes – me suplico… prácticamente Hércules resucitaba mientras lo terminaba de limpiar…. El siempre era así de curioso, pensé.

- no lo creo! – exclame yo con una sonrisa – por qué quieres te suelte? – pregunte curiosa mientras me quitaba las bragas bajo su caliente mirada.

- quiero tocarte!... muero por besar tus pechos… y… Dios!! Hani piedad? – me pidió el en tono lastimero. Me senté sobre su pecho y lo mire desde arriba.

- quieres esto? – pregunte mientras tomaba mis senos con mis manos y se los mostraba, el solo asintió embelesado – y… esto? Te gusta también? – le cuestione sugestivamente mientras abría mis piernas y le mostraba mi feminidad… estaba siendo mala… mucho en realidad

- estas… Hanna!! Suéltame!! – volvió a replicar – agonizo por acariciarte! – admitió al tiempo que se relamía los labios y me miraba de pies a cabeza. No iba a torturarlo tanto, la verdad era que yo también moría por sentir sus manos sobre mi cuerpo, por lo que me acerque al cabecero para desesposarlo.


Después de todo lo que ella me había hecho con su boca y manos, yo moría por perderme en ella, aspirar su aroma y recorrer los lugares que solo yo había visto con mi lengua. Pero Hanna se negaba a soltarme! Después de suplicar por lo que parecieron años, mi traviesa princesa se acerco hasta la cabecera y mientras ella luchaba con la cerrada yo vi la perfecta oportunidad para saborear sus pezones, justo frente a mi rostros. Engullí uno en mi boca y comencé a chuparlo y morderlo con todas las ganas contenidas. Hanna Jadeo al sentir mi toque sobre su piel. Cuando sentí las esposas caer tras mi cabeza, la envolví entre mis brazos y la coloque debajo de mi.

- al fin… eres mía – le dije contra el oído, ella beso mi nariz y se abrazo a mí con fuerza. Me dispuse a besar todo su cuerpo, envolverlo entre mis caricias y deleitarme con los sonidos de su placer. Su cuerpo se tensaba junto al mío, mientras besaba su hombro, me vi rodeado por sus piernas, haciendo que nuestras intimidades se encontraran por primera vez en la noche. Su calidez me envolvió y esa exquisita corriente eléctrica me Recorrió de los pies a la cabeza. Mi cuerpo estaba prácticamente en aceite hirviendo.

Mientras Hani se retorcía como una gatita yo me deleitaba con su cuerpo, el sabor de su piel era como una droga y yo me declaraba adicto a ella. Metí mi lengua en su ombligo y seguí dejando un recorrido húmedo de besos hasta llegar al pequeño lugar entre sus piernas. Sus pliegues estaban más que mojados, deje un beso justo allí, antes de introducir mi lengua y jugar un poco con su clítoris. Amaba escucharla gritar, pidiéndome más. Deje una última caricia de mis dedos antes de subir hasta su boca y besarla con hambre.

- tengo que ser muy lento?? – le pregunte… me preocupan nuestro hijos y no sabía muy bien si les haría daño si era brusco con Hanna.

- no te preocupes Nick, nunca llegaras hasta donde están los bebes– susurro ella divertida pero con suavidad, ahueco una de mis mejillas con su mano y me miro como solo ella sabe hacerlo – hazme ver las estrellas esta noche – me pidió… yo la haría ver el universo y toda la vía láctea si fuera posible.

Tome sus labios con los míos y me adentre en su interior. Sus piernas me rodearon y comenzamos a movernos sobre el otro. Mis caderas empujaban con fuerza y mi sexo se adentraba en ella. Hanna era estrecha y cálida, perfecta para mí, éramos como piezas de un rompecabezas, ambos encajábamos a la perfección. Su cavidad ceñía mi miembro en cada embiste, Ella suspiraba sobre mi oído y se apretaba contra mí. Ambos estábamos bañados en sudor, pero no importaba, en realidad, no sabía donde comenzaba su cuerpo y donde terminaba el mío, solo sabía que este era MI lugar.

Nuestras entrepiernas se encontraron por Última vez explotando en un asombroso éxtasis. El orgasmo llego con fuerza para ambos, me derrame en su interior. La abrace con fuerza mientras ambos disfrutábamos del cumulo de emociones que experimentamos en cada convulsión. Hanna trataba de recobrar el aliento mientras se escondía en mi cuello.

- y… ya no estás preocupada cierto? – le pregunte cansado y con una enorme sonrisa.

- no… estoy demasiado reventada para eso – susurro, sus ojos estaban cerrados y por lo que a mí me parecía, a punto de entrar al mundo de los sueños – te amo… mucho…. Nick

Y fue todo lo que dijo antes de caer rendida, sonreí.

No había nada mejor que esto.

Coloque mis manos en su vientre y les di una suave caricia a los futuros bebes.

Mi vida no podía ser más perfecta.

Y con eso ultimo que pensé me sumergir en la oscuridad.