Viviendo el Sueño (Nick Jonas) 2da Temporada [TERMINANADA]

Cap. 19

POV Hanna

Duramos algunos minutos abrazados bajo la luz de la luna, Nick levanto mi barbilla y me miro con infinita dulzura mostrando una sonrisa llena de ternura, sus dedos se pasearon de manera cariñosa sobre mis mejillas, donde luego de unos segundos dejo un beso. El no tenía idea de lo que ocasionaba en mí, todas esas muestras de cariño llegaban directamente a mi corazón.

- vamos dentro – dijo el indicándome la capilla con un ligero movimiento de cabeza, yo le di una sonrisa mientras asentía, deshice el agarre de mis brazos en su cuello, descendí lentamente al piso, pues Nick aun me tenía tomada de la cintura, envolví una de sus manos entre las mías y lo jale hacia la pequeña iglesia – veo que estas entusiasmada – expreso divertido mientras me seguía.

- claro que lo estoy – admití con una sonrisa... por dentro daba saltitos de felicidad…estaba emocionada y sumamente feliz, me iba a casar con el hombre que amaba…. Un sueño echo realidad.

- ven aquí! – dijo el riendo cuando ya estábamos ingresando a la capilla. Me jalo del brazo y me rodeo por los hombros y para así caminar abrazados – ahora si bonita, lista para ser mi esposa – dijo él en tono galante.

- mas que lista Nick – le respondí yo resplandeciente. Dimos unos últimos pasos antes de detenernos ante el altar… el sacerdote era… raro… por así decirlo, encontrar una palabra que lo pudiera describir era casi imposible. El hombre vestía un simple pañal tapando las partes sucias, un arco adornaba su espalda y una cinta con corazones rojos coronaba su cabeza. Había escuchado algunos rumores acerca de las bodas que sucedían en Las Vegas… pero siempre me nombraban a Elvis como sacerdote… en esta ocasión Cupido seria el maestro de la ceremonia - … esto será épico – susurre yo haciendo que Nick soltara una carcajada.

- buenas ‘‘reverendo’’ queremos contraer matrimonio – dijo Nick sonriendo mientras apretaba un poco mi mano… esto de normal no tenía ni un pelo, pero la verdad es que era bastante entretenido… tenía que admitir que me gustaban las cosas fuera de lo normal y será divertido comentar esto dentro de un par de años… una buena historia para contarle a mis hijos.

- necesito sus identificaciones y el pago de la licencia señor – dijo él con voz cantarina… gay… pensé… el tipo se veía raro… pero nunca imagine que también lo fuera… bueno una persona que viva casando gente con ese disfraz no podía tener mucho de normal cierto? Nick le entrego nuestros ID’s y un billete de cien dólares, el hombre embozo una amplia sonrisa. Busco un papel bajo el pequeño pulpito, coloco papel carbón debajo del documento y escribió las informaciones que brindaban nuestros permisos – firmen aquí y aquí – dijo indicándonos dos rayas con una X, Nick como todo un caballero me sonrió y me paso el lapicero para que firmara primero, después lo tomo él y escribió su nombre… Cupido nos paso nuestras identificaciones y le entrego a Nick el contrato quedándose el con una copia – por el poder que me confiere el estado de Las Vegas, Nevada Los declaro marido y mujer… puede besar a la novia – menciono el antes de irse. No era una chica convencional… por eso ame el hecho de que la ceremonia fuera corta y sin vestido de novia… de hecho amaba la ropa que traía puesta, cómoda y funcional.

- qué locura – susurren antes de que él me apretara contra su cuerpo, sus brazos me rodeaban con calidez y su dulce aliento me acariciaba el rostro. Mis ojos se cerraron lentamente mientras disfrutaba de la cercanía de mi esposo… que bien sonaba eso, Nicholas Jerry Jonas Miller era MI marido.

- la mejor locura de mi vida – dijo antes de estampar sus labios contra los míos amoldándose a la perfección. Su calidez me rodeaba y su boca jugaba con la mía sin dar un solo descanso. Mi lengua lo acariciaba con dulzura mientras envolvía la de él en la más delicada de las caricias, cada choque de nuestros labios, el roce de nuestras lenguas… me sentía volar, fue un beso diferente… algo glorioso… nuestro primer beso de casados – MI esposa… – murmuro Nick contra mis labios con una amplia sonrisa, su frente reposaba sobre la mía y ambos respirábamos agitados.

- si – susurre apenas, me sentía en las nubes… totalmente ausente del mundo exterior. Nick dejo un suave beso sobre mi mejilla y me miro divertido.

- jajaj Hani, Hani, Hani… te deje sin palabras eh? – pregunto el juguetonamente. Y no solo sin palabras pensé, también me había dejado sin poder asimilar algo con coherencia, El debería de tener advertencia de dosificación… graves efectos secundario a altas ingestas.

- ahí Jerry cállate! – le respondí yo mientras le daba un pequeño golpe en el hombro, Nick soltó una carcajada y me tomo del brazo.

- Tenemos que irnos peque, ya es tarde – susurro en el en oído luego de observar su reloj, yo solo lo mire y asentí. Salimos de la pequeña capilla en un cómodo silencio, disfrutando de la compañía del otro. De vez en cuando Nick acariciaba mi mano con su dedo pulgar y me miraba con ojos llenos de satisfacción y orgullo. Me acababa de casar… en Las Vegas… sin que nuestras familias se enteraran… Ahí Dios mío!!!!! Nuestras madres nos matan!!!! Danielle, Jesie y All… algunas cabezas rodarían.

Llegamos hasta la entrada del hotel en absoluto silencio, No había ni un alma rondado por los pasillos, la recepción estaba ocupada por 2 personas a punto de caer rendidas al suelo, caminamos con parsimonia y nos subimos al ascensor, ambos nos miramos a los ojos con una sonrisa.

- Nick… que haremos con nuestra familia – le pregunte un poco preocupada, recordando de repente mi dilema interior… no es que fuera algo TAN grave… solo que no les avisamos… mis amigas armarían todo un revuelco cuando se enteren…

- ahí bonita! Yo creo que lo mejor es decirles… - dijo Nick jugando con una de mis manos antes de suspirar – quizás se molesten un poco por cometer la imprudencia de casarnos sin decirles, pero de ahí no pasa.

- yo también opino lo mismo… tenemos que buscar el momento correcto para hablarles a todos – medite yo antes de que las puertas del ascensor se abrieran – no te preocupa la prensa?

- amor, ellos son los que menos me preocupan – dijo el mirándome con calidez – olvidémonos de eso por ahora, de acuerdo? – me sugirió el con una sonrisa tranquilizadora, cuando llegamos frente a la puerta de mi habitación, se inclino un poco y beso mi frente – buenas noches – dijo el…

- adonde piensas ir Nick??? – pregunte jalándolo por la mano. No lo dejaría irse. A partir de ahora se quedaría conmigo siempre.


- a mi habitación – respondí sonriendo juguetón… la verdad era que jugaba con Hanna, lo que menos quería era alejarme de ella… tan pronto nos besamos en aquella capilla luego de aceptar la unión perpetua de nuestras vidas, mi imaginación se disparo de manera primitiva… no pueden culpar a un pobre hombre de 21 años recién casado, el desear a su esposa… teníamos demasiado tiempo queriendo estar juntos. Necesitaba expresarle cuanto la amaba. Las palabras, los besos y las caricias ya no eran suficientes para transmitirle todo lo que sentía por ella. Necesitaba que nuestros cuerpos y almas se expresaran todo lo que nuestras bocas callaban.

- ni lo sueñes!!!!!! – Me dijo con advertencia – quiero dormir contigo – murmuro haciendo pucheros y mordiendose el labio inferior de manera dulce… ella me tentaba de maneras que pensé imposibles…. Podían llamarme pervertido, pero esta mujer me encendía hasta con la más simple de sus sonrisas y mientras ella mordía su labio de manera inocente, mi cabeza iba maquinando todo lo que quería hacer con esa deliciosa boquita.

- dormir suena excelente – dije persuasivamente antes de rozar su mejilla con uno de mis dedos, la sentí estremecerse, su carita comenzó a adquirir un precioso sonrojo.

- … tienes mucho sueño? – pregunto ella traviesamente, sus ojos me miraban… llenos de amor y deseo… ambos queríamos lo mismo. Mi cuerpo comenzó a reaccionar ante sus insinuaciones… me había encantado el tono con el que había dicho eso... quizás demasiado.

- un poco… aunque quizás podrías mantenerme despierto – sugerí yo acorralándola contra la puerta, nuestros cuerpos entraron en absoluto contacto y la temperatura pareció elevarse de repente. Posee mis manos sobre la parte trasera de sus pantalones y apreté sus nalgas antes de sacar la tarjeta de su bolsillo trasero.

- eso es bastante sencillo para lo que tengo pensado…– susurro ella contra mi oído, su nariz rozaba toda la extensión de mi cuello. Hanna quería matarme pensé para mi antes de abrir la puerta con rapidez. Nos introduje a ambos dentro de la habitación, cerré la puerta de un trancazo y me le quede mirando a los ojos. La amaba más que a nadie en el mundo, ella era la que inspiraba mis canciones, la única que hacia latir mi corazón con rapidez e intensidad, Mi amiga, Mi novia, Mi compañera y dentro de poco mi amante.

- estás segura princesa… si quieres podemos esperar, no quiero presionarte – le dije acariciando uno de sus pómulos, no quería hacerle daño, la amaba demasiado para eso. Sabía que la primera vez podía dolerle y yo no quería obligarla a hacer algo que ella no quería, sería feliz de dormir a su lado si así ella me lo pedía.

- ya hemos esperado demasiado amor – pronuncio ella con dulzura… era la segunda vez que Hanna me llamaba con apelativos tiernos… y me encantaba – has cumplido tu promesa y yo logre la mía… ahora solo deja de pensar y bésame – dijo ella con una sonrisa invitadora… el calor me consumía, mi cuerpo pedía a gritos tocarla, besarla, acariciarla, hacerla mía, sentir el contacto de nuestros cuerpos sin ropa de por medio… era posible sentir tanto amor hacia una persona? la estreche fuertemente contra mis brazos y la bese, mis labios buscaron los suyos con desesperación. Nuestras bocas se besaban con impaciencia, mis dientes atraparon su labio inferior y comencé a darle pequeños mordiscos, sus manos se enredaron en mi cabello y el cuarto comenzó a llenarse de suspiros de placer… esto era mejor que ir al cielo.

- no sabes cuánto te deseo – susurre ronco contra su oído, ella me besó en el cuello y tirando un poco de la sudadera descubrió mi clavícula para deslizar sus dientes sobre ella… se sentía tan bien, un calor asfixiante me recorría todo el cuerpo, como un volcán a punto de hacer erupción, y mis pantalones… estaban demasiado apretados. Era casi imposible estar junto a ella sin que eso sucediera, las erecciones parecían estar en oferta cuando ella estaba cerca.

- umm se nota – murmuro ella jadeante contra mi piel – puedo sentirlo – dijo mirándome con sus preciosos ojos verdes, sentí una de sus manos acariciar mi torso y descender hasta mis pantalones, sus traviesos dedos se pasearon sobre mi erección, contorneándola, de arriba hacia abajo de manera lenta… era una tortura que yo catalogaría como algo dulce y delicioso. Ella mordía su labio inferior sin despegar su mirada de la mía, mis gemidos se escuchaban profundos e intensos, ella nunca había hecho eso antes, pero amaba el contacto de sus manos contra esa parte de mi anatomía.

- eres una traviesa – le dije yo con voz cargada de deseo. La agarre por las nalgas y la estruje contra mi miembro, Hanna comenzó a frotarse contra mi erección erráticamente, cada uno de nuestros embiste me hacían llegar al paraíso y anhelar con todas mis fuerzas, sentirla por completo – me deseas pequeña? – le pregunte al oído antes de succionar su lóbulo y acariciar su oreja con la punta de mi lengua, Hanna profería pequeños suspiros entrecortados… amaba los sonidos que salían de su boca, sus gemidos me volvían loco.

- s..s..si.i – murmuro ella con voz inteligible, le sonreí seductoramente antes de tomarla por la cintura y ponerla a mi altura. Sus piernas me envolvieron automáticamente, coloque algunos mechones de cabello tras su oreja sin dejar de mirarla a los ojos. Me acerque lentamente a sus labios hasta que comenzamos a besarnos nuevamente. Suspiré sin poder evitarlo y nos entregamos lentamente a ese juego de caricias y besos apasionados. Sus manos comenzaron a rozar mi espalda mientras su lengua exploraba lentamente mi boca haciéndome gemir y suspirar. Hanna era más inocente que yo en muchos aspectos, pero eso no le impedía volverme loco de deseo, su boquita succionaba mi lengua con sensualidad y sus dedos recorrían mi cuello con delicadeza, mis manos se paseaban por toda la longitud de su espalda y de vez en cuando arrullaba sus nalgas. La tenia estampada contra la pared y nuestros gemidos se intensificaban a cada segundo, caricia y beso. La mujer que tenia entre mis brazos era el mejor regalo de todos, tenerla a mi lado me hinchaba de felicidad.

- umm bonita te gusta que te toque? – le pregunte mientras oprimía uno de sus pechos, Hanna asintió rápidamente mientras se frotaba contra mi mano, suspirando con ímpetu contra mi oído y susurraba mi nombre de una manera que debería de ser ilegal. Afirme el agarre en torno a su cintura y comencé a caminar hacia la cama. La deposite con delicadeza y la observe con detenimiento. Su cabello estaba suelto sobre el edredón, su carita estaba toda sonrojada, los labios estaban rojos y húmedos por la saliva, su ropa estaba desarreglada y su pecho subía y bajaba de manera rápida. Se veía hermosa y deseable, su cuerpo me llamaba a gritos pidiéndome que lo toque por todos lados y le demuestre todo el amor que siento por ella. Le saque el Jersey con delicadeza y lo lance en algún rincón de la habitación, mis ojos se dirigieron con deleite a la pequeña camiseta de tirante que llevaba mi mujer.

- otra vez andando sin sostén – dije divertido mientras mis ojos se paseaban por sus preciosos senos, era imposible no verlos… sus pezones rosados se transparentaban atreves de la tela blanca. No tenia ojos para nadie más, el paisaje frente a mi era el mejor que había visto y aseguraba que nunca encontraría algo más hermoso que esto.

- no me gustan – susurro ella sonrojada – son muy incómodos – dijo ella como niña pequeña. Hanna no solía usar sujetadores en casa… no después de esa vez que la toque sobre el sillón y cada vez que la veía pasearse sin ellos tuve deseos de quitarle lo que sea que llevara arriba…

- mientras estemos solos no te los pongas… De hecho si quieres puedes andar sin nada – le dije con picardía, ella enredo las manos en mis rulos y tiro un poco de ellos, haciéndome gemir con ganas.

- estás loco Jonas, pero así me encantas – dijo ella entre gemidos, incline mi rostro hacia el nacimiento de sus pechos y comencé a rozar mis dientes sobre la pequeña porción que dejaba al descubierto la camiseta – sabes tan bien umm – dije entre suspiros, me lengua salió al encuentro de esa delicada porción de piel y recorrió con agrado el medio de ambos senos. Recosté mi cabeza sobre esos preciosos montículos y dirigí mi mirada a su rostro – eres preciosa – le susurre con dulzura, Hani me sonrió apenada. Sabía que yo era el único hombre que la había visto de esa manera… yo había sido el primero en muchas facetas de su vida y eso me llenaba de orgullo.

Me separe un poco de ella y me quite el Jersey, dejando mi pecho al descubierto, mi princesa se sonrojo a más no poder y paso su traviesa lengua por encima de su labio inferior. Demasiada tentadora para su propio bien pensé mientras me inclinaba hacia su rostro y dejaba un beso sobre sus labios. Hanna capturo mis labios entre sus dientes y nos sumergimos en un intenso beso, nos dábamos suaves mordiscos y succiones entre cada contacto de nuestras bocas. Las manos de mi esposa deambulaban por mis brazos, espalda y abdomen… mis dedos se posaron sobre sus pechos friccionándolos por encima de la ropa, en el proceso me deshice de sus pantalones, las tenis y la odiosa camiseta… creí morir de taquicardia cuando la vi con tan solo unas bragas. Mi boca se seco de repente y mis ojos no podían despegarse de su exquisito cuerpo. Lo que me había perdido todo este tiempo. Hanna era bella al extremo. Sus pechos llenos y turgentes, eran del tamaño justo, con tan solo mirarlos podía asegurar que cabían en mis manos a la perfección. Su cintura era estrecha, sus cadenas redondeadas, tenía unas preciosas piernas que te invitaban a deslizar tus manos sobre ella, sus nalgas firmes y Su preciosa piel tostada y reluciente.

- simplemente perfecta – pude apenas susurrar.


Sus ojos me analizaban intensamente y mi cuerpo temblaba de anticipación. Nick se acomodo sobre mi cuerpo y cubrió mis labios con los suyos, nos besábamos con entrega, nuestros cuerpos se amoldaban a la perfección al igual que nuestras bocas. Había perdido toda la consciencia del tiempo, solo era capaz de sentir su cuerpo contra el mío, sus manos en mi piel, sus labios, su lengua, sus dientes... mi cabeza daba tantas vueltas que temía desmayarme de un momento a otro.

Nick liberó mis labios para comenzar a besar mi cuello — Hanna —susurró contra la piel expuesta de mi pecho— deja de hacer eso… me estas provocando – dijo con voz ronca cuando comencé a pasar mi rodilla contra su masculinidad, me encantaba sentir como se estremecía cuando lo tocaba.

Sus ojos brillaban extrañamente, con pasión, dulzura y lujuria. Bajó su boca hasta uno de mis pezones erectos y sopló sobre él. La cabeza empezó a darme vueltas… nunca había sentido algo como eso. Nick pasó su rosada lengua por los labios antes de succionar mi cumbre. Solté un gemido más parecido a un grito mientras él sonreía con arrogancia.

- si te detienes, te mato Jonas!! – le dije yo al borde del colapso… estaba sumergida en un mundo de maravillosas sensaciones desconocidas hasta el momento.

- jajaj, con que eso te gusto… todavía tengo muchas cosas en mente – respondió travieso – y definitivamente no pienso detenerme – dijo con decisión antes de tomar mi pezón con uno de sus dedos, rozándolo con movimientos circulares y después pellizcándolos con sutileza… Sus manos enseguida fueron sustituidas por sus labios y yo no podía parar de retorcerme mientras gemía y suspiraba sin cesar ante cada succión y lamida que depositaba sobre mí. Sentía que todo ese calor se concentraba en un punto de mi cuerpo.

Una de sus manos se coló bajo mis bragas y apretó una de mis nalgas. Nuestras bocas volvieron a unirse en un apasionado encuentro mientras sus manos se pasaban por todo el contorno de mis piernas. Nick las separo lentamente y deslizo sus manos por mis muslos, hasta llegar al bode de mi ropa interior, mientras jugaba con el elástico de mis bragas, sus ojos y los míos se conectaron y sus labios dibujaron una sonrisa traviesa antes de que sus dedos se posaron sobre mi intimidad.

— Nick… —gemí cuando el separo los pliegues y propiciaba una caricia en mi sexo sobre la fina tela que lo cubría y que en ese momento estaba prácticamente empapada…. Había escuchado de miles de cosas, después de todo estudio medicina… pero una cosa era la teoría… y otra muy distinta la práctica. Nick me miraba con los ojos bañados de deseo, haciéndome gemir con más intensidad ante sus caricias. En ese momento no tenía tiempo para razonar, mis neuronas estaban adormecidas... tan sobreexcitadas que no podía pensar con claridad, el placer me consumía, hasta que llego un punto donde simplemente explote en un orgasmo… y pequeños espasmos de placer bañaban mi cuerpo, mis ojos se cerraron llenos de satisfacción. Nick se alejó un poco de mí y me miró a los ojos, acunó mi rostro y me besó con dulzura.

- Nunca olvidare la carita que pones cuando atraviesas el éxtasis – murmuro el con sensualidad contra mi oreja — te amo —comenzó a decir con dulzura— eres lo más importante para mí.

- Yo también te amo… mucho – respondí entre besos – Sabes… yo pensé que eras un buen músico… pero ya veo que tienes otras habilidades manuales muy buenas – dije bromeando en respuesta, Nick me miraba juguetonamente. Su rostro estaba bañado de entusiasmo y curiosidad como el que descubre un mundo totalmente nuevo. Nick se quito los pantalones y el calzado rápidamente, quedando en unos ajustados bóxers negros… ahí Dios mío! pensé mientras analizaba cada centímetro de su piel.

Me atreví a ser espontanea y comencé a deslizar mis manos por su pecho, placiéndome con la suavidad de su piel. Disfruté la sensación del fino vello que cubría su tez enredándose en mis dedos... y cuando quise darme cuenta estaba sentada a horcajadas sobre él. Las manos de Nick estaban en mis nalgas y las mías sujetándome de sus hombros. Mis dientes atraparon su labio inferior y comencé a succionarlo con fuerza, mi lengua delineo todo el contorno de su boca y después lo bese con ímpetu. Me alejé de sus labios una vez más para poder respirar, exhalé con fuerza contra su cuello y me sorprendí al sentir como se estremecía. Era totalmente increíble lo que yo era capaz de conseguir, así que explorando un poco más mis límites, me incliné un poco hacia delante, para llegar a su oreja y poder mordisquear su lóbulo como él hacía conmigo. Pero no contaba con encontrarme con cierto bulto en la zona baja de su cuerpo… duro como una roca pensé. Gemí cuando se frotó contra mi centro y Nick también lo hizo apretando mis nalgas con fuerza… Volví a inclinarme hacia delante, esta vez con un objetivo diferente y volví a rozarme. Nick dejó caer su cabeza hacia atrás y yo aproveché para mordisquear su cuello, pareció volverse loco con eso.

— Hanna —gruñó casi sin aire.

- jajja si – respondí divertida mientras pasaba mi lengua por su cuello.

— Vas a volverme loco... – susurro ronco. Eso intento pensé para mí. Acaricie sus fuertes brazos, sus pectorales y su trabajado vientre, note como toda su piel se estremecía ante mis carcias. Gemí en respuesta y mi cuerpo entero tembló. Toque su miembro por encima de la ropa interior, Nick gruño en respuesta – quieres matarme? – pregunto el al sentir mis manos rodear su masculinidad

- umm muerto no me servirías de mucho – le conteste divertida mientras recorría la longitud con las yemas de mis dedos al tiempo que mis labios recorrían su cuello, apreté suavemente los testículos y el glande, Nick no aguanto mas y se colocó sobre mí, me besó con lentitud y pasión, dejándome saborear sus labios y provocando que mi cuerpo entero temblase, nuestras piernas estaba entrelazadas y nuestros pechos estaban unidos – si sigues tocándome así no podre resistir mucho – me dijo entrecortadamente antes de besarme nuevamente, pero esta vez con más urgencia, sus manos se movían por todos lados, nuestras respiraciones estaban aceleradas y nuestros cuerpos exigían una unión completa. Nick tomo el borde de mis bragas dispuesto a arrancarlas si fuera posible, yo solo le sonreí animándolo a continuar.

- HANNA!!!! Dentro de 1 hora nos vamos a aeropuerto – grito alguien a través la puerta, Nick solo me miro con incredulidad, nos quedamos congelados por lo que parecieron horas… Big sí que era inoportuno – estas hay???

- ehh si… si estaba… en el baño – dije rápidamente... no era una excusa muy buena… pero en estas circunstancias era imposible pensar en algo mejor

- podrías despertar a Nick!! Tengo como 5 minutos tocándole la puerta y no responde, parece que está muy cansado – dijo el crédulo de Big Rob… si el supiera donde se encontraba… no viviríamos para contarlo. Intercambie una pequeña mirada con Nick antes de contestar.

- Claro, iré en un rato – le dije sin mover ni un musculo.

- bien!! Los esperamos en la recepción dentro de una hora, iré a despertar a los demás – me informo el antes de irse. Tan pronto se hubo ido solté un gran suspiro de alivio… al menos no nos había descubierto. El pobre de mi esposo no había articulado ni media palabra en todo ese tiempo. Nick tenía el rostro enterrado en mi cuello sin emitir señales de vida – y a ti que te pasa? – pregunte preocupada.

- ahora entiendo lo que es estar frustrado sexualmente – dijo con pesar mientras me miraba a los ojos con infortunio.

- ahí Nick!! no seas exagerado – le dije yo tratando de que olvidara el asunto… aunque la verdad era que nos encontrábamos en igualdad de condiciones - Ahora que lo pienso… la interrupción de Big fue lo mejor – dije mientras él me miraba con incredulidad – no te confundas!! Me ha encantado estar contigo… pero no podíamos terminar… no tenemos protección – le dije suavemente mientras acariciaba sus pómulos, Nick me miraba sin entender ni pito ni flauta de lo que le decía… por el contrario me miraba los pechos con sumo interés… hombre tenía que ser!!!

- CONDON NICK!!! UN JODIDO METODO ANTICONCEPTIVO – dije un poco alterada tratando de llamar su atención… el no pensaba en las consecuencias… a veces parecía un niño– no tienes un condón verdad?

- lo siento… pero tenerte así me distrae mucho – dijo apenado antes de mirarme a los ojos – y pues… yo no había pensado en eso – admitió avergonzado… en realidad en el momento tampoco yo pensé en eso… pero ahora con la cabeza un poco más fría me era posible razonar sin problemas.

- ves… es muy pronto para ser padres Nick – le dije yo sonriendo.

- lo sé pero… solo quería tenerte entre mis brazos… lo demás se me fue de la cabeza – dijo excusándose con mirada apenada – tendré que esperar 2 semanas más para estar contigo? – dijo él con la frustración pintada en la cara – como voy a aguantar 2 semanas sin mi esposa – expreso mientras me abrazaba por la cintura y recostaba su cabeza en mi pecho.

- bueno Nick… pide por que el tiempo pase rápido – le dije consolándolo – de hecho… el proceso de separación comienza en 45 minutos, y aun nos quedan muchas cosas que hacer – dije con pesar – tenemos que arreglar las maletas y bañarnos.

- hablas de bañarnos juntos – sugirió el con la mirada ilusionada de repente... ahí Nicholas que haría contigo eh?.

- no!!!!!! – grite en respuesta un poco sonrojada – tu vas a tu habitación a ducharte y yo en la mía – dije con autoridad… aunque sentía que no servía de nada… estando con apenas unas bragas, en una cama y con Nick encima, no me hacía sentirme muy autoritaria la verdad.

- pero… - comenzó el a reprochar.

- Nick… si vamos juntos al baño en lo último que pensaremos será en asearnos… para la próxima si – le respondí con suplica.

- está bien!!! – expreso resignado, mientras se paraba de encima mía y comenzaba a recoger su ropa del piso… se coloco el pantalón de deporte a toda prisa y los tenis.

- y Nick!! Agua fría si ajaja – dije yo riéndome al ver la persistente erección que se notaba atreves de los pantalones.

- muy gracioso señora Jonas!!! – Respondió quejándose antes de colocarse el Jersey y pararse en la puerta – vengo en 15 minutos… y por tu bien espero que estés vestida o no me hago responsable de mis actos – dijo rendido, aunque me miraba con advertencia… hablaba en serio, sus ojos me lo confirmaba. Me brindo una sonrisa antes de salir por la puerta.


Tan pronto llegue a mi recamara, me desprendí de toda la ropa y me fui a la ducha… el agua fría recorría cada rincón de mi cuerpo… pero parecía no servir de nada!! No dejaba de pensar en lo que estuvo a punto de pasar… nuestros cuerpos unidos… mis labios sobre los suyos… mis manos tocándola en esos lugares que nadie había visto… AH!!!! Era imposible calmarme!!! Tuve que obligar a mi cerebro a pensar en cosas menos interesante… por ejemplo Joe en bikini… Big en traje de baño… homosexuales besándose… iught!! Definitivamente eso era asqueroso… pero al menos eso SI sirvió para aplacar mi ‘’pequeño’’ problema.

Me cambie de ropa rápidamente, guarde todas mis cosas en la maleta y las deje frente a mi cama para que el personal del hotel las llevara al lobbi. Peine mis rizos con las manos antes de salir en dirección al cuarto de mi esposa… al entrar me la encontré arreglando su equipaje y me di cuenta de que si seguía mirándola la ducha fría no habrá servido para nada.

- jajaj deja de mirarme así… no llegaras a nada con eso – me dijo ella acomodando una de sus camisetas.

- ya que seré desdichado estas 2 semanas, déjame ser feliz si!! Puedo mirarte cuantas veces quiera señora Jonas – dije dramáticamente mientras me acercaba por su espalda y la abrazaba por la cintura – te extrañare mucho – susurre yo antes de besar su mejilla.

- tú también me harás falta – respondió ella con tristeza mientras se apoyaba en mi pecho. Mi princesa termino de ordenar sus cosas y puso la valija en su lugar correspondiente me miro con una sonrisa y tomando mi mano dijo – nos quedan 15 minutos, bajamos? – me pregunto.

- vamos – le respondí. Salimos hacia el pasillo y cogimos el ascensor envueltos en un abrazo, enterré mi nariz en su cabello tratando de guardar su aroma en mi memoria. Al llegar a la recepción nos sentamos en uno de los sillones a esperar a los demás. Hanna estaba sobre mis piernas, acariciando mis mejillas con suavidad, de vez en cuando nuestros labios se rozaban con cariño y compartíamos sonrisas cómplices.

Odiaba tener que despedirme de ella…

Solo esperaba que las semanas pasaran volando…