Él, ella, el |STYLINSON|

—Y... ¿se conocieron?—pregunto con una voz simpáticamente fingida.

—Mientras tu no llegabas, nos ahorramos todo. Amigo, apresúrate a la próxima—dijo Zayn bebiéndo de ese café que anteriormente era de Harry.

Apuntado mentalmente.

Era obvio, llegué tarde y ellos aprovecharon para hablarse, hacerse amigos... tal vez para quedar en algún lado sin el amigo Louis, no.

Yo lo invité y es MI invitado, me he arrepentido de esta 'genial' idea de traerlo junto al idiota de Zayn, que coqueteaba con TODOS. Una vez lo hizo con Eleanor, me enojé y el dijo que ella había empezado; le grité que nunca lo perdonaría y claramente fallé, es mi mejor amigo, pero que tonto es.

—Si, hubo unos problemas con... Eleanor.

Fue lo único que se me ocurrió.

—¿Enserio, viejo?—mencionó con fastidio—, corta con ella, es una molestia.

—Pero Niall está saliendo con Josh—Niall me miró pero no dijo nada.

—Josh es un buen amigo, es amigable, y Eleanor es un asco—se mostró despreocupado ante sus palabras.

Lo miré entrecerrando los ojos, pero no aceptaría que en ese hecho tuviera razón. Lo sabía, Eleanor era terrible, salía cuando se le daba la gana—no como yo—, y aparte me llamaba siempre para que 'estuviera con ella', a veces invitaba a Max, su 'amigo', me daba ganas de golpearlo cada vez que lo veía, era feo y un nerd, iugh,

—Neh, no es tan mala—dije.

—¿Que no es tan mala? Uhf—esta vez habló Niall.

—Si amigo, hazlo por nosotros.

Solo Zayn y Niall hablaban. Harry se quedaba callado escuchando nuestra plática sobre 'Leonora'.

—No, lo siento—ambos hicieron un sonido de frustración.

En ese momento sonó el celular de Niall. Tocó en 'contestar'.

—Si, ¿hola?...¿Josh?...Si, ahora voy. Nos vemos ahí—dijo antes de colgar.—Lo siento, chicos. Quedé con Josh a las seis.

¿YA ERAN LAS SEIS? Woow.

—¡¿Que hora es?!—exclama Zayn.

—Eh... cinco y media—contesta Niall confundido—, ¿por qué?

—Tengo que irme, nos vemos chicos. Tengo prisa, una cena con mi madre. ¡Dios, Trisha me matará! Adios—dice tomando su cafe. Pero antes vuelve sus pasos y menciona a Harry:—fue un gusto conocerte, Harry. Espero que algún día podamos salir.—Sale apresurado por fin sin antes guiñarle un ojo a Harry.

¡LE GUIÑÓ EL OJO! El muy imbécil. ¿Salir? No, no. MÍO.

Ví salir a Zayn corriendo en dirección contraria a la que yo había venido, por ahí quedaba la casa de su madre que estaba cerca, según recuerdo. El sol comenzaba a ocultarse y la nieve seguía cayendo poco a poco.

—Lo siento, chicos—dijo Niall antes de guardar su teléfono y salir al igual que Zayn, dejándome solo junto a Harry.

Genial.

—¿Desde cuando conoces a Niall y Zayn?—el rompe el silencio que se había formado.

—Desde la la secundaria—digo—, pero a Niall lo conocemos desde el segundo año de preparatoria.

—Ah—dice—, son muy lindos y simpáticos.

LINDOS.

—Si...

—Supongo que ya es tarde y debo-

Mi celular suena. ¿Es muy común que te interrumpan? Primero Niall y luego yo. Contesto.

—¿Si?—escucho la voz de Eleanor al otro lado—, ¿Eleanor?

Harry que anteriormente estaba mirando a otro lado, volteo y tomó mi teléfono al colgar.

—¡¿Qué te ocurre?!—exclamo aunque me haya salvado de todo el gritadero de Eleanor.

—No soporto a esa vieja—dijo al apagar mi teléfono—, ten.

—Ni siquiera la conoces—tomo mi teléfono.

Se encoje de hombros.

Pasan tres segundos y pregunto—¿Celoso?

—Para nada—dice enojado.

Río y eso parece hacerlo enojar más.

—Me iré—dice levantándose—, házte a un lado.

Estaba a un lado de el, y no podía pasar a menos que me levantara.

—No.

—Es enserio.

—¿Es verdad?—pregunto.

—Que no.

Río de nuevo. El se cansa y se tira al suelo para pasar por debajo de la mesa.

—Adios—dice seco al salir.

—¡Te visitaré algún día! ¡Tal vez mañana!—grito pero me ignora y sale fastidiado.

Tomé mi cafe y me levanté igual. Vi que caminaba un poco mas lejos que yo.

El estaba obvio celoso de que tenga novia y me haya llamado. Me he dado cuenta hasta ahora porque... no lo se, pensé. Además de que no tenga otras cosas mas que hacer que venderse en un bar y eso sonó demasiado vulgar. Rimas.

Subí a la camioneta y decidí que lo visitaría mañana, ya era tarde y no había nada mas que las luces de las calles.

Seguía nevando y era un fastidio que la nieve opacara el parabrisas. Odio esa parte del invierno.

Paré en un alto y me dispuse a fijarme alrededor; Harry caminaba en la calle de enfrente, y la verdad recuerdo que su casa esta un poco lejos de acá. Cuando el semáforo se puso en verde aceleré una calle más y conducí por la banqueta.

—¡Hey!—le llamé mientras me ignoraba y seguía caminando ahora mas rápido—, ¿te llevo?

Pregunto cordialmente. El no era para nada fácil de convencer,

—¡Sube!—grito ahora.

—¿Por qué lo haría?—pregunta sin verme aun.

—Porque no tienes de otra.

En ese momento mira al montón de nieve que se encuentra en las calles y luego a la camioneta. Entra después de mirarme fastidiado.

—¿Bien, ahora?

—Te llevaré a tu casa—digo.

Se cruza de brazos e intenta mirarme lo menos posible.

—¿Estás enojado conmigo?—pregunto.

Era patético que lo estuviera cuando realmente no sé la razón.

Murmura un 'si' casi incomprendible.

—¿Se puede saber la razón?

—Solo hablas de Eleanor, todo es ella—responde.

—Eso no es-

—ELEANOR ELEANOR ELEANOR

Me interrumpe antes de que termine.

—Ya no hablaré de ella si eso es lo que quieres, celoso.

—No estoy celoso.

—Ajá—río.

Bufa antes de volver a voltearse.

Podía hablar de Eleanor todo el día pero solo era para decir cosas malas de ella sin contar las cualidades buenas que tiene y que bastantemente le faltan. Aunque la conocí en el primer año de preparatoria, no podía decir que es un ángel porque no lo es. Ha sido una chica creída desde el jardín de niños, en donde se supone que íbamos juntos, aunque ella es un año menor que yo, es mucho mas viva y molesta.

—Llegamos—dije frenando y volteándo a verlo.

—Gracias—dijo demasiado bajo para ser entendido.

Mas bien el estaba esperando a que me fuera, me miraba cada vez que habría el cancel de la entrada y ponía las llaves en la puerta.

Me quedé viéndolo un buen rato y simplemente me bajé de la camioneta y entré antes de que cerrara la puerta.

—Que lindo todo—dije viendo alrededor.

—¿Que haces?, ¡vete!

Lo ignoré al comenzar a besarlo.

El sexo nunca falla para una reconciliación.