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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
||"Invisible" ||Justin Bieber||
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1, 2, 3 ... 11 ... 21
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Vie 04 Oct 2013, 6:29 am
jajaj claro que noHimmel_Horan escribió:WHAT? ACASO ____ ES ASCESINA O QUE? eh okno eh ..djfher jajaj wow... aaww tan lindo Justin pero caca sus amigos ... xbhsuivgy siguela
Leiluu Horan
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Vie 04 Oct 2013, 5:46 pm
“Invisible”
Capitulo VIII:
“El espejo puede mentir, no muestra lo que esta dentro - Demi Lovato.”
Mi mamá se queda por un momento allí hablando con ________, aunque no va a sacarle mucha información, la dejo que le haga algunas preguntas. Enciendo la cortadora y sigo con lo mío. Le pregunta la edad, le dice que le gusta su corte de cabello, que es linda, que yo soy muy buen amigo y ______ coincide con ella, le dice que podía quedarse a cenar con nosotros y luego le pregunta si no tiene calor, si no quiere quitarse el buzo. ______ se tensa, se tensa mucho, demasiado. Y tengo que acudir en su rescate.
-¿Quieres pasar?
-Entra tú, mamá. Luego vamos –interrumpo la conversación.
______ alza la vista al cielo cuando un trueno nos sobresalta a todos y mi mamá aprovecha para guiñarme un ojo y encaminarse hacia la casa.
-Es medio insoportable, pero te juro que es buena.
Se ríe y acomodó las mangas sobre su mano.
-Me cae bien.
-Tenemos una relación muy cerrada, vivo con ella desde siempre y no veo mucho a mi padre.
Ella asiente comprendiendo. ¿Por qué siento que puedo contarle todo? Aún así ella no me cuenta todo, tiene secretos.
-Te quiere mucho –murmura.
-Como toda madre a su hijo.
Me sonríe y pega un saltito cuando una gota cae en la punta de su nariz. Me río y apago la cortadora.
-Se va a largar a llover en serio –observa el cielo-. Ve adentro, tengo que guardar esto.
Ella parece tener una lucha interna y luego asiente lentamente. Se va y entra en la casa. Las gotas comienzan a perlar mi cabello así que me apresuro con aquello para guardar la cortadora.
-Así que tienes tres hermanos –dice mi mamá justo cuando yo entro en la sala-. Justin tiene dos medio hermanos, son hermosos.
Niego con la cabeza dando a entender que mi mamá está algo emocionada con que traiga una chica a casa. Es que está acostumbrada a verme con Ryan y Chaz o de última Shay, pero nunca nadie más viene a casa.
-¿En serio no te quieres quitar el buzo?
-No, no, estoy bien –niega rápidamente con la cabeza.
Me acerco a ellas y le hago una seña a ______ para que venga conmigo. Ella se levanta de la silla junto a mi madre y veo que mi mamá me sonríe antes de meterse en la cocina.
-Esta es mi habitación –digo cuando entramos.
Ella me sonríe levemente y observa un poco. Es curiosa, lo sé porque me lo ha contado y lo he comprobado varias veces. Lo primero que le llama la atención son los posters de jugadores de hockey y luego el cuadro grande lleno de fotos.
-¿Eres tú?
-Tenía tres años –le explico.
-Ow, eras hermoso.
-¿Era? ¿Es en serio? ¿Era?
-Cállate –me dice sonriendo.
-Ese es Jaxon hace un par de meses y esa es Jazzy el año pasado en las Bahamas.
-Ow, son muy tiernos. ¿Y este es tu papá?
Asiento y ella sigue viendo las pequeñas fotos en el cuadro.
-Esa es Erin, la esposa de mi papá. Y esos son mis abuelos.
-¿Todos viven en Canadá?
-Así es.
Sigue contemplando foto por foto y de repente me veo pensando en ella de pequeña. ¿Habrá tenido ese mismo cabello lacio? ¿Esos ojos marrones claros y esa linda sonrisa?
-¿Algún día vas a invitarme a tu casa? –Se me escapa decirle.
-Cuando no haya nadie en casa, quizá –masculla.
-Te oí. ¿A qué te refieres?
-No quiero que conozcas a mi familia.
-¿Por qué no?
-No quiero hablar de eso –dice y se queda en silencio un momento-. Así que te gusta el hockey, no sabía.
-Bueno, de pequeño jugaba en un equipo con Chaz y Ryan, de ahí los conozco.
Mi mamá le insiste a _______ que se quede en casa por lo menos hasta que la lluvia cese y luego le ofrece llevarla hasta su casa. Ella se niega al principio poniendo excusas, pero al final acepta a las lastimosas súplicas de mi madre. Así que mi mamá hice carne asada con patatas al horno para la cena. Si ________ no se hubiera quedado con nosotros, de seguro me decía que me preparara un sándwich, pero no la culpo ella siempre está cansada.
-Amo la lluvia –admite ______ mientras cenamos.
Sonrío de lado.
-A mí me gusta muy poco, eso de que te caiga agua del cielo es espantoso.
Ella se ríe y toma del zumo de su vaso.
-A mí me da igual –opina mi madre sonriente.
En serio mi mamá piensa que _____ y yo tenemos algo más que una amistad. Si bien ella es hermosa y dulce, no me gusta. La quiero como a una amiga y me acerqué con el propósito de ayudarla, aunque al principio había sido solo curiosidad. Ella ya es una amiga más, ella ya forma parte de mi vida, quiera o no. Y sigo aquí para ayudarla, cuando esté dispuesta a contarme por qué se autolesiona y no se quiere ni un poco.
-La comida está muy buena, Pattie –le dice _______.
Mi mamá levanta la vista y le sonríe.
-¿En serio? Casi siempre la carne se me pasa de cocción y Justin se queja.
_______ se ríe sonoramente y me deleito con el sonido de su risa, es hermosa, no sé porque nunca se ríe así en público.
-Pasa que no me gusta cenar carbón, mamá.
______ y mi mamá se ríen divertidas.
Ha sido una cena amena, aunque noto la lentitud de _____ al comer y cuando vacila al llevarse la comida a la boca. Ese es otro enigma a resolver, el tema de la comida. Como ese día que llegó al colegio destrozada, su estómago rugía. O como cuando le ofrecí galletas mientras hacíamos el trabajo y debatió durante largo tiempo antes de negarse. Tiene cierto problema con la comida, algo que no la deja comer, que le hace alejar un plato de su vista.
La lluvia sigue cayendo a cántaros, pero mañana es un día escolar y ______ quiere irse a casa. Me dice que no quiere que la lleve yo con el auto de mi mamá, sino que quiere irse en colectivo o taxi. No me gusta para nada la idea. La última vez que se fue sola, tuve que soportar verla llena de moretones y magulladuras por todo el cuerpo.
-Déjame que te lleve, no tengo problema.
-Tienes que irte a la cama –dice negando con la cabeza-, puedo tomar el autobús.
-_____, me quedo más tranquilo llevándote a casa por mi cuenta.
-No pasa nada.
-Si que pasa. No quiero volver a verte como hace tres semanas atrás.
Ella baja la mirada y alza los hombros con desgano. ¿A qué se refiere?
-¿Qué es ese gesto?
-¿Qué importa si me sucede algo?
Frunzo el ceño y retrocedo un paso para observarla. Alza la mirada y la posa sobre mis ojos. ¿Qué le pasa?
-¿De qué hablas?
-No interesa lo que me pase, Justin. A nadie le importa. ¿Crees que en casa se dieron cuenta mi estado?
Me quedo callado y trago sonoramente. Pobre de ella. Su vida es un martirio.
-Me voy sola.
Quiere darse la vuelta para salir por la puerta principal y la tomo de la muñeca. Oh, no, mala mía.
-¡Mier.da, Justin!
La suelto de golpe por su grito y en la mirada veo que se arrepiente de haberme gritado. Niega con la cabeza y abre la puerta.
-No vas a irte sola.
-No quiero que me acompañes. No finjas que te importo.
-Jo.der, ______, si me importas.
En sus ojos brilla la esperanza, sonríe levemente y sus pestañas se perlan en lágrimas. ¿Qué escondes, niña? No me gusta verte llorar.
Le tomo la mano sin pensarlo dos veces y tomo el paraguas del tarrito. Ella no dice nada, solo sale de la casa cuando le doy un leve empujón. Abro el paraguas y lo coloco sobre ambos, ella se pega a mi costado y saco la alarma del auto. Nos movemos rápidamente hasta el vehículo y le abro la puerta para que entre. Cuando está en la seguridad del auto negro de mi mamá, lo rodeo y me subo al asiento del piloto. Tiro el paraguas en el suelo trasero del auto y lo pongo en marcha.
-Dime donde vives –le digo quitándome la capucha.
Ella asiente y dice la dirección de su casa. Queda como a media hora de la mía.
La mitad del trayecto es en silencio, ella no habla, yo no hablo. Todavía tengo en la mente el brillo de sus ojos al decirle que me importa. ¿Es que nadie se preocupa por ella? Tengo miles de preguntas para hacerle, pero no quiero abrumarla. Esconde mucho, pero tiene poco. Odio sus lágrimas, adoro su sonrisa.
-Y… ¿en qué vas al colegio?
-Caminando.
Y vuelven las respuestas secas de su parte. Odio esto, es un maldito infierno.
-Ay, mier.da.
La veo arremangarse el buzo y pasar la mano por su muñeca. ¿Le he hecho daño? Creo que al agarrarla por la muñeca la he lastimado más de lo que estaba.
-¿E…estás bien?
-Siempre estoy bien –susurra-. Si, Justin.
No entiendo a que se refiere. Con el limpiaparabrisas en marcha, vamos recorriendo las desoladas calles de Georgia, cuando llego a la calle que ella me ha indicado, disminuyo un poco más la velocidad.
-¿Tienes un pañuelo descartable?
¿Qué?
-Busca allí –le señalo.
Ella abre la pequeña puerta y revuelve con su mano derecha, tuerce la izquierda a un lado y se me disparan los ojos. Tiene cortes por todo el antebrazo hasta la parte interior del codo. El volante se me descontrola y presiono el freno lo más fuerte posible. _______ que se encontraba inclinada en el asiento, se golpea la frente.
-¡Justin! –Me grita.
Trago saliva y me tiemblan las manos. ¿Cómo una persona es capaz de hacerse aquello?
Ella se remueve en el asiento y voltea para ver si vienen más autos detrás de nosotros, al no descubrir ningún otro se vuelve a su lugar y respira profundo.
-¿Qué pasó?
No puedo articular palabra. No sé qué decirle. No sé como actuar. Tenso mis músculos y presiono con toda mi fuerza mis manos al volante. Ella me observa.
-Justin, ¿estás bien?
No le respondo, no quiero hacerlo. No sé por qué tengo miedo de dejarla en su casa, en la soledad de su habitación. Voy a sentirme culpable si ella se hace daño esta noche, si ella se corta aún más la piel, si ella llora antes de quedarse dormida. Tengo miedo, se me retuercen las entrañas y me arden los ojos.
-Justin –susurra.
Y cae en la cuenta de que tiene el buzo arremangado. Susurra algo que no soy capaz de comprender y se baja el buzo, sin importar que de sus cortes aún broten pequeñas gotas de sangre.
Estamos en medio de la calle, un auto nos toca el claxon y nos adelanta. Pero no puedo mover el auto a un lado, no puedo moverme. No quiero llegar a la casa de ella. No quiero dejarla sola.
-No me odies.
Y cierro los ojos. ¿Cómo cree que puedo ser capaz de odiarla? ¿Qué es lo qué le pasa?
-No podría odiarte por eso –murmuro.
Ella se pone de lado y me observa. Yo sigo con las manos al volante, el auto sigue con el freno pero en marcha.
-¿Estás bien?
Niego con la cabeza lentamente y pestañeó varias veces antes de incorporarme en el asiento.
-¿Por qué lo haces? –Pregunto por lo bajo.
Ella traga saliva y sus ojos se llenan de lágrimas.
-No puedes entenderlo.
-Déjame intentarlo.
-Vas a alejarte de mí.
-No voy a alejarme de ti, _______. Si me necesitas, aquí estaré.
Ella parece pensarlo una y mil veces. Aún estamos en medio de la calle. Son las ocho y media de la noche, la oscuridad está sobre Atlanta y la lluvia no ha cesado.
-No merezco vivir. Me odio a mí misma.
___
Lo que sigue puede ser algo “fuerte”. Espero les guste.
#Leila
Capitulo VIII:
“El espejo puede mentir, no muestra lo que esta dentro - Demi Lovato.”
Mi mamá se queda por un momento allí hablando con ________, aunque no va a sacarle mucha información, la dejo que le haga algunas preguntas. Enciendo la cortadora y sigo con lo mío. Le pregunta la edad, le dice que le gusta su corte de cabello, que es linda, que yo soy muy buen amigo y ______ coincide con ella, le dice que podía quedarse a cenar con nosotros y luego le pregunta si no tiene calor, si no quiere quitarse el buzo. ______ se tensa, se tensa mucho, demasiado. Y tengo que acudir en su rescate.
-¿Quieres pasar?
-Entra tú, mamá. Luego vamos –interrumpo la conversación.
______ alza la vista al cielo cuando un trueno nos sobresalta a todos y mi mamá aprovecha para guiñarme un ojo y encaminarse hacia la casa.
-Es medio insoportable, pero te juro que es buena.
Se ríe y acomodó las mangas sobre su mano.
-Me cae bien.
-Tenemos una relación muy cerrada, vivo con ella desde siempre y no veo mucho a mi padre.
Ella asiente comprendiendo. ¿Por qué siento que puedo contarle todo? Aún así ella no me cuenta todo, tiene secretos.
-Te quiere mucho –murmura.
-Como toda madre a su hijo.
Me sonríe y pega un saltito cuando una gota cae en la punta de su nariz. Me río y apago la cortadora.
-Se va a largar a llover en serio –observa el cielo-. Ve adentro, tengo que guardar esto.
Ella parece tener una lucha interna y luego asiente lentamente. Se va y entra en la casa. Las gotas comienzan a perlar mi cabello así que me apresuro con aquello para guardar la cortadora.
-Así que tienes tres hermanos –dice mi mamá justo cuando yo entro en la sala-. Justin tiene dos medio hermanos, son hermosos.
Niego con la cabeza dando a entender que mi mamá está algo emocionada con que traiga una chica a casa. Es que está acostumbrada a verme con Ryan y Chaz o de última Shay, pero nunca nadie más viene a casa.
-¿En serio no te quieres quitar el buzo?
-No, no, estoy bien –niega rápidamente con la cabeza.
Me acerco a ellas y le hago una seña a ______ para que venga conmigo. Ella se levanta de la silla junto a mi madre y veo que mi mamá me sonríe antes de meterse en la cocina.
-Esta es mi habitación –digo cuando entramos.
Ella me sonríe levemente y observa un poco. Es curiosa, lo sé porque me lo ha contado y lo he comprobado varias veces. Lo primero que le llama la atención son los posters de jugadores de hockey y luego el cuadro grande lleno de fotos.
-¿Eres tú?
-Tenía tres años –le explico.
-Ow, eras hermoso.
-¿Era? ¿Es en serio? ¿Era?
-Cállate –me dice sonriendo.
-Ese es Jaxon hace un par de meses y esa es Jazzy el año pasado en las Bahamas.
-Ow, son muy tiernos. ¿Y este es tu papá?
Asiento y ella sigue viendo las pequeñas fotos en el cuadro.
-Esa es Erin, la esposa de mi papá. Y esos son mis abuelos.
-¿Todos viven en Canadá?
-Así es.
Sigue contemplando foto por foto y de repente me veo pensando en ella de pequeña. ¿Habrá tenido ese mismo cabello lacio? ¿Esos ojos marrones claros y esa linda sonrisa?
-¿Algún día vas a invitarme a tu casa? –Se me escapa decirle.
-Cuando no haya nadie en casa, quizá –masculla.
-Te oí. ¿A qué te refieres?
-No quiero que conozcas a mi familia.
-¿Por qué no?
-No quiero hablar de eso –dice y se queda en silencio un momento-. Así que te gusta el hockey, no sabía.
-Bueno, de pequeño jugaba en un equipo con Chaz y Ryan, de ahí los conozco.
Mi mamá le insiste a _______ que se quede en casa por lo menos hasta que la lluvia cese y luego le ofrece llevarla hasta su casa. Ella se niega al principio poniendo excusas, pero al final acepta a las lastimosas súplicas de mi madre. Así que mi mamá hice carne asada con patatas al horno para la cena. Si ________ no se hubiera quedado con nosotros, de seguro me decía que me preparara un sándwich, pero no la culpo ella siempre está cansada.
-Amo la lluvia –admite ______ mientras cenamos.
Sonrío de lado.
-A mí me gusta muy poco, eso de que te caiga agua del cielo es espantoso.
Ella se ríe y toma del zumo de su vaso.
-A mí me da igual –opina mi madre sonriente.
En serio mi mamá piensa que _____ y yo tenemos algo más que una amistad. Si bien ella es hermosa y dulce, no me gusta. La quiero como a una amiga y me acerqué con el propósito de ayudarla, aunque al principio había sido solo curiosidad. Ella ya es una amiga más, ella ya forma parte de mi vida, quiera o no. Y sigo aquí para ayudarla, cuando esté dispuesta a contarme por qué se autolesiona y no se quiere ni un poco.
-La comida está muy buena, Pattie –le dice _______.
Mi mamá levanta la vista y le sonríe.
-¿En serio? Casi siempre la carne se me pasa de cocción y Justin se queja.
_______ se ríe sonoramente y me deleito con el sonido de su risa, es hermosa, no sé porque nunca se ríe así en público.
-Pasa que no me gusta cenar carbón, mamá.
______ y mi mamá se ríen divertidas.
Ha sido una cena amena, aunque noto la lentitud de _____ al comer y cuando vacila al llevarse la comida a la boca. Ese es otro enigma a resolver, el tema de la comida. Como ese día que llegó al colegio destrozada, su estómago rugía. O como cuando le ofrecí galletas mientras hacíamos el trabajo y debatió durante largo tiempo antes de negarse. Tiene cierto problema con la comida, algo que no la deja comer, que le hace alejar un plato de su vista.
La lluvia sigue cayendo a cántaros, pero mañana es un día escolar y ______ quiere irse a casa. Me dice que no quiere que la lleve yo con el auto de mi mamá, sino que quiere irse en colectivo o taxi. No me gusta para nada la idea. La última vez que se fue sola, tuve que soportar verla llena de moretones y magulladuras por todo el cuerpo.
-Déjame que te lleve, no tengo problema.
-Tienes que irte a la cama –dice negando con la cabeza-, puedo tomar el autobús.
-_____, me quedo más tranquilo llevándote a casa por mi cuenta.
-No pasa nada.
-Si que pasa. No quiero volver a verte como hace tres semanas atrás.
Ella baja la mirada y alza los hombros con desgano. ¿A qué se refiere?
-¿Qué es ese gesto?
-¿Qué importa si me sucede algo?
Frunzo el ceño y retrocedo un paso para observarla. Alza la mirada y la posa sobre mis ojos. ¿Qué le pasa?
-¿De qué hablas?
-No interesa lo que me pase, Justin. A nadie le importa. ¿Crees que en casa se dieron cuenta mi estado?
Me quedo callado y trago sonoramente. Pobre de ella. Su vida es un martirio.
-Me voy sola.
Quiere darse la vuelta para salir por la puerta principal y la tomo de la muñeca. Oh, no, mala mía.
-¡Mier.da, Justin!
La suelto de golpe por su grito y en la mirada veo que se arrepiente de haberme gritado. Niega con la cabeza y abre la puerta.
-No vas a irte sola.
-No quiero que me acompañes. No finjas que te importo.
-Jo.der, ______, si me importas.
En sus ojos brilla la esperanza, sonríe levemente y sus pestañas se perlan en lágrimas. ¿Qué escondes, niña? No me gusta verte llorar.
Le tomo la mano sin pensarlo dos veces y tomo el paraguas del tarrito. Ella no dice nada, solo sale de la casa cuando le doy un leve empujón. Abro el paraguas y lo coloco sobre ambos, ella se pega a mi costado y saco la alarma del auto. Nos movemos rápidamente hasta el vehículo y le abro la puerta para que entre. Cuando está en la seguridad del auto negro de mi mamá, lo rodeo y me subo al asiento del piloto. Tiro el paraguas en el suelo trasero del auto y lo pongo en marcha.
-Dime donde vives –le digo quitándome la capucha.
Ella asiente y dice la dirección de su casa. Queda como a media hora de la mía.
La mitad del trayecto es en silencio, ella no habla, yo no hablo. Todavía tengo en la mente el brillo de sus ojos al decirle que me importa. ¿Es que nadie se preocupa por ella? Tengo miles de preguntas para hacerle, pero no quiero abrumarla. Esconde mucho, pero tiene poco. Odio sus lágrimas, adoro su sonrisa.
-Y… ¿en qué vas al colegio?
-Caminando.
Y vuelven las respuestas secas de su parte. Odio esto, es un maldito infierno.
-Ay, mier.da.
La veo arremangarse el buzo y pasar la mano por su muñeca. ¿Le he hecho daño? Creo que al agarrarla por la muñeca la he lastimado más de lo que estaba.
-¿E…estás bien?
-Siempre estoy bien –susurra-. Si, Justin.
No entiendo a que se refiere. Con el limpiaparabrisas en marcha, vamos recorriendo las desoladas calles de Georgia, cuando llego a la calle que ella me ha indicado, disminuyo un poco más la velocidad.
-¿Tienes un pañuelo descartable?
¿Qué?
-Busca allí –le señalo.
Ella abre la pequeña puerta y revuelve con su mano derecha, tuerce la izquierda a un lado y se me disparan los ojos. Tiene cortes por todo el antebrazo hasta la parte interior del codo. El volante se me descontrola y presiono el freno lo más fuerte posible. _______ que se encontraba inclinada en el asiento, se golpea la frente.
-¡Justin! –Me grita.
Trago saliva y me tiemblan las manos. ¿Cómo una persona es capaz de hacerse aquello?
Ella se remueve en el asiento y voltea para ver si vienen más autos detrás de nosotros, al no descubrir ningún otro se vuelve a su lugar y respira profundo.
-¿Qué pasó?
No puedo articular palabra. No sé qué decirle. No sé como actuar. Tenso mis músculos y presiono con toda mi fuerza mis manos al volante. Ella me observa.
-Justin, ¿estás bien?
No le respondo, no quiero hacerlo. No sé por qué tengo miedo de dejarla en su casa, en la soledad de su habitación. Voy a sentirme culpable si ella se hace daño esta noche, si ella se corta aún más la piel, si ella llora antes de quedarse dormida. Tengo miedo, se me retuercen las entrañas y me arden los ojos.
-Justin –susurra.
Y cae en la cuenta de que tiene el buzo arremangado. Susurra algo que no soy capaz de comprender y se baja el buzo, sin importar que de sus cortes aún broten pequeñas gotas de sangre.
Estamos en medio de la calle, un auto nos toca el claxon y nos adelanta. Pero no puedo mover el auto a un lado, no puedo moverme. No quiero llegar a la casa de ella. No quiero dejarla sola.
-No me odies.
Y cierro los ojos. ¿Cómo cree que puedo ser capaz de odiarla? ¿Qué es lo qué le pasa?
-No podría odiarte por eso –murmuro.
Ella se pone de lado y me observa. Yo sigo con las manos al volante, el auto sigue con el freno pero en marcha.
-¿Estás bien?
Niego con la cabeza lentamente y pestañeó varias veces antes de incorporarme en el asiento.
-¿Por qué lo haces? –Pregunto por lo bajo.
Ella traga saliva y sus ojos se llenan de lágrimas.
-No puedes entenderlo.
-Déjame intentarlo.
-Vas a alejarte de mí.
-No voy a alejarme de ti, _______. Si me necesitas, aquí estaré.
Ella parece pensarlo una y mil veces. Aún estamos en medio de la calle. Son las ocho y media de la noche, la oscuridad está sobre Atlanta y la lluvia no ha cesado.
-No merezco vivir. Me odio a mí misma.
___
Lo que sigue puede ser algo “fuerte”. Espero les guste.
#Leila
Leiluu Horan
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Someone Sáb 05 Oct 2013, 11:28 am
Ay,,, :c Dios mio, pobre Justin... osea joder¡ espero que la sigas,te espero con ansias c: me haras llorar c':
Someone
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Lenna González Sáb 05 Oct 2013, 1:00 pm
Oh Dios!!!! Siguela por favor!!! Es muy buena y me encanta!! La seguiré leyendo para siempre jamás!
Tu lectora
-Lenna
Tu lectora
-Lenna
Lenna González
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Valeria Bieber Sáb 05 Oct 2013, 5:22 pm
Nueve y fiel lectora , me llamo valeria. ¿Sabes? En cierta forma me siento identificada con rayis, pero eso no importa.
Síguela es hermosa
Síguela es hermosa
Valeria Bieber
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Sáb 05 Oct 2013, 9:59 pm
“Invisible”
Capitulo IX:
“Porque no sabes el dolor que se siente al perderlo todo, me encerré en la habitación y en un rincón me puse a llorar –Porta”
-No tienes porqué odiarte.
-Justin –susurra-, no me conoces.
Bajo la mirada y ella se acomoda en el asiento.
-Yo sé –susurro-. Pero quiero ayudarte.
-Nadie puede ayudarme. Esto depende de mí. Yo me corto porque me hace bien.
-No es la solución, ______ -le digo sintiéndome impotente.
-Yo sé eso, Justin. Pero no me duele al hacerlo, tengo la culpa de lo que me pasa, me merezco esto.
-¿Qué cosa te mereces?
-El estar así. Los cortes.
-¡No!
Sin querer el grito sale de mi boca, no lo controlo. Me molesta que ella piense así, me siento impotente por no poder ayudarla a pasar sobre esto, por no poder detenerla al hacerlo.
-Yo estoy bien.
-No me mientas –murmuro casi enojado.
Nos quedamos en silencio. Ahora que estoy un poco más conciente del movimiento de mi cuerpo y las manos ya no me tiemblan, muevo el auto a un costado. Pero aún tengo miedo de dejarla en su casa.
-Me odias.
Volteo a verla. La lluvia sigue cayendo sobre el auto, al igual que las lágrimas ruedan por las mejillas de su redondito rostro.
-No te odio, _______. ¿Por qué te cuesta tanto dejarte querer? Nena, tú me importas.
-No puedo importarte si hace casi un mes que nos conocemos. No es nada, Bieber.
-No me llames por mi apellido –digo con los dientes apretados-. Me acerqué a ti porque la curiosidad me mataba, si lo acepto. Pero luego me di cuenta de que tienes algo más que eso. Tus mangas siempre en las manos me intrigaban, que desaparecieras siempre. Tenía curiosidad, pero ahora sé que quiero ayudarte. Ya no es solo curiosidad.
Ella baja la mirada a sus manos y niega lentamente con la cabeza.
-No tengo remedio.
-Tú no quieres aceptar la ayuda.
-Oh, vamos, Justin. ¿Qué puedes hacer tú? Las cuchillas me llaman, odio la noche, me tengo miedo a mí misma. Entiende, no merezco vivir, he nacido para sufrir.
-No digas esas cosas.
Estoy apretando los dientes como si eso me enfureciera, pero no quiero darme cuenta de que en verdad me hace daño a mí también.
-Prométeme que no lo harás de nuevo.
-Ya te dije una vez y te lo repito, yo no hago promesas.
-Por favor –susurro.
Ella sigue con la cabeza gacha y vuelve a negar con la cabeza. Dios, santo, ¿por qué me hace tan mal verla así?
-No llores, ______.
Ella sigue así, no se mueve ni un poco. Siento los ojos arder y sé que la situación me supera. He sabido de estos casos, pero nunca me hubiera imaginado que fueran así. Ella se autolesiona, se odia, tiene la autoestima por el suelo y aún así, está siempre sonriendo.
-¿Y si te pido que me prometas intentarlo?
-Voy a estar sin hacerlo por dos semanas y luego caeré de nuevo, y será peor. Porque tendré todo el dolor acumulado y a la primera cosa que me haga estallar, voy a terminar cortándome con fuerza.
-¿No te duele?
-Más me duele ver las cicatrices.
Nuevamente me quedo sin palabras. Pero sigo sosteniendo que no seré capaz de dejarla en su casa esa noche, no quiero hacerlo tampoco. Me mata verla así. Por más que seamos amigos desde hace muy poco y ella se abra casi nada a mí, la quiero. Siento la necesidad de ayudarla, como si Dios me dijera que debo hacer algo para ayudarla, porque sino, ella terminará con su vida.
-¿Eres suicida?
La pregunta se me escapa y rápidamente me doy cuenta de que no quiero saber esa respuesta. Voy a sentirme demasiado culpable si algo le ocurre en las próximas 24 horas.
-No me considero suicida, pero si estuviera cruzando la calle y un auto se acerca a mí a toda velocidad, no me movería.
Se me forma un gran nudo en la garganta y mis ojos arden nuevamente. Cuántas veces la gente dice, “las apariencias engañan” y es claramente cierto. Lo he comprobado con mis propios ojos, una experiencia que tengo enfrente mío.
-Yo… yo… -balbuceo sin moverme-. ______, yo te quiero.
Ella hace un sonido sordo con la garganta como si le hubieran dado un golpe, como si le hubieran infringido dolor y se echa a llorar de nuevo. ¿Qué he hecho? ¿He dicho algo malo? No quiero lastimarla más de lo que ya está.
-No, no llores –susurro.
-Justin, no me mientas –suplica.
Y sin pensarlo me acerco a ella y abrazo su vulnerable cuerpo. ¿Cómo puede odiarse? Es hermosa, es buena, tierna, inteligente, tiene un gran futuro. ¿Cómo es que puede hacerse tanto daño? Pero claro, yo eso no puedo entenderlo y no me esforzaré por hacerlo porque no estoy bajo su pellejo, porque no estoy en sus zapatos, no sé que se siente vivir todo aquello por lo que ella ha pasado. Lo que sí sé y si quiero, es ayudarla. Siento que tengo que ayudarla, hay algo que me obliga a hacerlo.
-En serio te quiero, créeme.
Ella vuelve a hacer ese sonido con la garganta y sigue llorando. Alargo la mano para acariciar su espalda, de arriba hacia abajo y ella descansa su cabeza sobre mi pecho. Su cuerpo se mueve violentamente mientras derrama más lágrimas sobre mi abrigo. No puedo verla así.
-Ya está. Todo va a estar bien.
-No, no me mientas. –Vuelve a decir.
¿Estoy mintiendo? Dejo caer mi cabeza sobre su cabello y ella sigue llorando y convulsionándose violentamente. Mierda esto es tan complicado.
-Nada va a estar bien, por más que quieras ayudar.
-_____ -murmuro y beso su pelo.
Ella necesita de un abrazo, necesita de promesas cariñosas, necesita de alguien que la escuche, alguien que intente comprenderla. Y necesita alguien que la saque de aquello, alguien que pueda ayudarla. Y no sé porqué extraña razón, siento que ese alguien soy yo.
-Puedes intentar alejarme las veces que quieras, pero voy a quedarme aquí. Ahora que más o menos sé lo que pasa, menos vas a moverme de tu lado. Acostúmbrate, ______ Miller, me importas, te quiero y voy a intentar ayudarte.
Ella alza la cabeza y se me queda mirando a los ojos. La poca luz que hay me deja ver lo rojos que están, sorbe su nariz y esboza una pequeña y tímida sonrisa. Si, la quiero mucho.
-¿Me dejas ayudarte?
Asiente levemente y su mirada conecta con la mía.
-Déjame ver eso –le digo en un susurro refiriéndome a sus cortes.
Ella lo piensa unos segundos y decide confiar en mí. Apoya su frente contra la mía y baja la mirada mientras se arremanga el buzo. Los cortes van siendo cada vez más largos. Cada uno tiene más de cuatro centímetros y están por todas partes, distribuidos en todo su antebrazo. Contengo mis ganas de pasar un dedo por allí y me doy cuenta de que los observo fijamente y ______ espera mi reacción. Alzo la mirada y me encuentro con la suya. Estamos muy cerca.
-¿Cómo puedes hacerte esto?
Ella baja la mirada a los cortes y luego vuelve a observarme.
-Los merezco. Merezco cada uno de ellos –susurra.
Negando con la cabeza, tomo su barbilla y me acerco lentamente, dejando claras mis intenciones. Ella no se aleja y uno mis labios con los suyos. Bajo las manos y la tomo por las muñecas para pasar lentamente mis pulgares por sus finos cortes. Ella se estremece, pero mientras profundizo el beso, se deja llevar.
___
#Lei
Capitulo IX:
“Porque no sabes el dolor que se siente al perderlo todo, me encerré en la habitación y en un rincón me puse a llorar –Porta”
-No tienes porqué odiarte.
-Justin –susurra-, no me conoces.
Bajo la mirada y ella se acomoda en el asiento.
-Yo sé –susurro-. Pero quiero ayudarte.
-Nadie puede ayudarme. Esto depende de mí. Yo me corto porque me hace bien.
-No es la solución, ______ -le digo sintiéndome impotente.
-Yo sé eso, Justin. Pero no me duele al hacerlo, tengo la culpa de lo que me pasa, me merezco esto.
-¿Qué cosa te mereces?
-El estar así. Los cortes.
-¡No!
Sin querer el grito sale de mi boca, no lo controlo. Me molesta que ella piense así, me siento impotente por no poder ayudarla a pasar sobre esto, por no poder detenerla al hacerlo.
-Yo estoy bien.
-No me mientas –murmuro casi enojado.
Nos quedamos en silencio. Ahora que estoy un poco más conciente del movimiento de mi cuerpo y las manos ya no me tiemblan, muevo el auto a un costado. Pero aún tengo miedo de dejarla en su casa.
-Me odias.
Volteo a verla. La lluvia sigue cayendo sobre el auto, al igual que las lágrimas ruedan por las mejillas de su redondito rostro.
-No te odio, _______. ¿Por qué te cuesta tanto dejarte querer? Nena, tú me importas.
-No puedo importarte si hace casi un mes que nos conocemos. No es nada, Bieber.
-No me llames por mi apellido –digo con los dientes apretados-. Me acerqué a ti porque la curiosidad me mataba, si lo acepto. Pero luego me di cuenta de que tienes algo más que eso. Tus mangas siempre en las manos me intrigaban, que desaparecieras siempre. Tenía curiosidad, pero ahora sé que quiero ayudarte. Ya no es solo curiosidad.
Ella baja la mirada a sus manos y niega lentamente con la cabeza.
-No tengo remedio.
-Tú no quieres aceptar la ayuda.
-Oh, vamos, Justin. ¿Qué puedes hacer tú? Las cuchillas me llaman, odio la noche, me tengo miedo a mí misma. Entiende, no merezco vivir, he nacido para sufrir.
-No digas esas cosas.
Estoy apretando los dientes como si eso me enfureciera, pero no quiero darme cuenta de que en verdad me hace daño a mí también.
-Prométeme que no lo harás de nuevo.
-Ya te dije una vez y te lo repito, yo no hago promesas.
-Por favor –susurro.
Ella sigue con la cabeza gacha y vuelve a negar con la cabeza. Dios, santo, ¿por qué me hace tan mal verla así?
-No llores, ______.
Ella sigue así, no se mueve ni un poco. Siento los ojos arder y sé que la situación me supera. He sabido de estos casos, pero nunca me hubiera imaginado que fueran así. Ella se autolesiona, se odia, tiene la autoestima por el suelo y aún así, está siempre sonriendo.
-¿Y si te pido que me prometas intentarlo?
-Voy a estar sin hacerlo por dos semanas y luego caeré de nuevo, y será peor. Porque tendré todo el dolor acumulado y a la primera cosa que me haga estallar, voy a terminar cortándome con fuerza.
-¿No te duele?
-Más me duele ver las cicatrices.
Nuevamente me quedo sin palabras. Pero sigo sosteniendo que no seré capaz de dejarla en su casa esa noche, no quiero hacerlo tampoco. Me mata verla así. Por más que seamos amigos desde hace muy poco y ella se abra casi nada a mí, la quiero. Siento la necesidad de ayudarla, como si Dios me dijera que debo hacer algo para ayudarla, porque sino, ella terminará con su vida.
-¿Eres suicida?
La pregunta se me escapa y rápidamente me doy cuenta de que no quiero saber esa respuesta. Voy a sentirme demasiado culpable si algo le ocurre en las próximas 24 horas.
-No me considero suicida, pero si estuviera cruzando la calle y un auto se acerca a mí a toda velocidad, no me movería.
Se me forma un gran nudo en la garganta y mis ojos arden nuevamente. Cuántas veces la gente dice, “las apariencias engañan” y es claramente cierto. Lo he comprobado con mis propios ojos, una experiencia que tengo enfrente mío.
-Yo… yo… -balbuceo sin moverme-. ______, yo te quiero.
Ella hace un sonido sordo con la garganta como si le hubieran dado un golpe, como si le hubieran infringido dolor y se echa a llorar de nuevo. ¿Qué he hecho? ¿He dicho algo malo? No quiero lastimarla más de lo que ya está.
-No, no llores –susurro.
-Justin, no me mientas –suplica.
Y sin pensarlo me acerco a ella y abrazo su vulnerable cuerpo. ¿Cómo puede odiarse? Es hermosa, es buena, tierna, inteligente, tiene un gran futuro. ¿Cómo es que puede hacerse tanto daño? Pero claro, yo eso no puedo entenderlo y no me esforzaré por hacerlo porque no estoy bajo su pellejo, porque no estoy en sus zapatos, no sé que se siente vivir todo aquello por lo que ella ha pasado. Lo que sí sé y si quiero, es ayudarla. Siento que tengo que ayudarla, hay algo que me obliga a hacerlo.
-En serio te quiero, créeme.
Ella vuelve a hacer ese sonido con la garganta y sigue llorando. Alargo la mano para acariciar su espalda, de arriba hacia abajo y ella descansa su cabeza sobre mi pecho. Su cuerpo se mueve violentamente mientras derrama más lágrimas sobre mi abrigo. No puedo verla así.
-Ya está. Todo va a estar bien.
-No, no me mientas. –Vuelve a decir.
¿Estoy mintiendo? Dejo caer mi cabeza sobre su cabello y ella sigue llorando y convulsionándose violentamente. Mierda esto es tan complicado.
-Nada va a estar bien, por más que quieras ayudar.
-_____ -murmuro y beso su pelo.
Ella necesita de un abrazo, necesita de promesas cariñosas, necesita de alguien que la escuche, alguien que intente comprenderla. Y necesita alguien que la saque de aquello, alguien que pueda ayudarla. Y no sé porqué extraña razón, siento que ese alguien soy yo.
-Puedes intentar alejarme las veces que quieras, pero voy a quedarme aquí. Ahora que más o menos sé lo que pasa, menos vas a moverme de tu lado. Acostúmbrate, ______ Miller, me importas, te quiero y voy a intentar ayudarte.
Ella alza la cabeza y se me queda mirando a los ojos. La poca luz que hay me deja ver lo rojos que están, sorbe su nariz y esboza una pequeña y tímida sonrisa. Si, la quiero mucho.
-¿Me dejas ayudarte?
Asiente levemente y su mirada conecta con la mía.
-Déjame ver eso –le digo en un susurro refiriéndome a sus cortes.
Ella lo piensa unos segundos y decide confiar en mí. Apoya su frente contra la mía y baja la mirada mientras se arremanga el buzo. Los cortes van siendo cada vez más largos. Cada uno tiene más de cuatro centímetros y están por todas partes, distribuidos en todo su antebrazo. Contengo mis ganas de pasar un dedo por allí y me doy cuenta de que los observo fijamente y ______ espera mi reacción. Alzo la mirada y me encuentro con la suya. Estamos muy cerca.
-¿Cómo puedes hacerte esto?
Ella baja la mirada a los cortes y luego vuelve a observarme.
-Los merezco. Merezco cada uno de ellos –susurra.
Negando con la cabeza, tomo su barbilla y me acerco lentamente, dejando claras mis intenciones. Ella no se aleja y uno mis labios con los suyos. Bajo las manos y la tomo por las muñecas para pasar lentamente mis pulgares por sus finos cortes. Ella se estremece, pero mientras profundizo el beso, se deja llevar.
___
#Lei
Leiluu Horan
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Someone Dom 06 Oct 2013, 10:16 am
Dios...mio santicimo. Es hermoso c': me hiciste llorro c: Es muy bueno lo de Justin ya que necesitamos ayuda con todo esto...ah.Puedes seguirla?espero que si.Te admiro mucho
Someone
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Emily Styles Dom 06 Oct 2013, 2:59 pm
Nueva lectoraaaaa me encanta tu novelaaaa me has hecho llorar!! :''( siguelaaaaa porfavooor
Emily Styles
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Lun 07 Oct 2013, 6:09 pm
Mañana capitulo nuevo :3
Leiluu Horan
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Emily Styles Lun 07 Oct 2013, 11:29 pm
Siiiiiii nueva capiiii :)))
Emily Styles
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Mar 08 Oct 2013, 7:42 am
“Invisible”
Capitulo X:
“Si vieras todo lo que yo veo entenderías porque te quiero -One Direction.”
Me separo lentamente de ella, pero sigo acariciando sus cortes. Siento las gotas de sangre sobre mis pulgares pero no me importa en lo más mínimo. Ella cierra los ojos como si no quisiera verme, como si le doliera demasiado hacerlo.
-Te quiero, ¿oyes eso?
Su boca traza una mueca parecida a una sonrisa y vuelve a sollozar. Apoya su frente sobre la mía, aún con sus ojos cerrados y junta sus labios en una fina línea.
-¿En serio?
-En serio, ______. No seas insegura, confía en mí. Eres linda, inteligente, dulce, buena, lo único que puedo calificarte como un defecto es ese poder de autodestrucción que tienes.
Ella ahoga un sonido en su garganta y de repente la encuentro robándome un beso.
-Dime que me quieres.
-Te quiero.
¿Por qué le suena tan extraño que la quieran? De repente intento ponerme en su lugar y me doy cuenta de que ella necesita mucho afecto. Tiene una familia, numerosa por lo que se ve, pero no encuentra el cariño que necesita. Sus hermanos no se lo dan, su madre tampoco, no tiene amigos, excepto a un pesado compañero de trabajo en clase, o sea, yo.
-Otra vez –murmura.
-Te quiero.
-Creo que nadie me lo ha dicho desde mis diez años.
Mi corazón se encoje y mi estómago se retuerce levemente. Caigo en la cuenta de que eso no va a durar mucho tiempo, que tengo que dejarla irse a su casa.
-Acostúmbrate porque voy a decírtelo cada una hora.
-¿Una hora? –Hace una mueca.
-¿Cada menos?
Me sonríe tiernamente. Alargo la mano para secarle las lágrimas y beso tiernamente sus labios. Ella vuelve a sonreírme y nos vemos interrumpidos por el sonido de su móvil. Se separa de mí y me enderezo en el asiento del piloto. Ella saca el móvil de su bolsillo y aprieta los dientes antes de atender.
-Mamá.
Se aleja el móvil del oído y cierra los ojos lentamente.
-Voy de camino a casa.
Y vuelve a alejarse el móvil del oído. Se puede escuchar la voz de su madre a través del móvil y ella sigue con sus ojos cerrados.
-Bueno, mamá.
Cuelga y lo mete en su bolsillo. Se queda observando sus brazos y luego me lanza una mirada rápida. Le sonrío levemente y ella se baja las mangas del buzo.
-¿Vamos?
Ella asiente lentamente y se apoya contra el asiento. Respira profundamente mientras pongo el coche en marcha. El motor emite un suave rugido y lanzo una mirada a la calle para ver si viene algún otro automóvil. Al estar la calle vacía, me incorporo en la calle y enciendo el limpiaparabrisas.
Entonces sé que el momento ha acabado y tengo que dejarla sola en su casa. Ahora sé que le teme a la noche, que se tiene miedo a si misma y comprendo que ella se corta por las noches, cuando está sola, por eso es que le tiene miedo a ambas cosas.
-La última casa donde termina la calle –dice.
Asiento y agudizo la vista para ver hacia donde me dirijo. Doy la vuelta en un puente y luego me estaciono frente a la casa de ella y dejo que mis manos resbalen hasta la parte baja del volante. Ella se quita el cinturón de seguridad.
-Llévate el paraguas para no mojarte.
-Correré –me dice.
Me quito el cinturón de seguridad mientras ella intenta abrir la puerta, pero el seguro interno del coche está puesto. Busco el paraguas en el piso de la parte trasera del coche y cuando lo encuentro se lo entrego. Ella rueda los ojos y lo toma.
-Buenas noches.
Quito el seguro interno del coche y ella abre la puerta con facilidad. Alzo la vista y veo que me esta observando fijamente. Una sonrisita asoma en sus labios, se inclina y le planto un beso en la boca. Ahora se ríe tiernamente.
-Buenas noches, Justin.
Abre el paraguas fuera del auto y luego sale. Corre delante del auto para luego ir a la puerta principal de su casa y golpear. La puerta se abre pero no veo a nadie allí. Ella entra y me saluda con la mano, luego cierra la puerta. Suspiro y vuelvo a ponerme el cinturón de seguridad. Mierda, me ha dado en que pensar como para no dormir por una semana completa. Tomo mi móvil y selecciono para crear un nuevo mensaje.
“Que sepas que cuentas conmigo para lo que sea que necesites. Cualquier hora, cualquier día, donde sea que sea. –Justin “
Dejo el móvil en el asiento a mi lado y pongo la primera para salir de allí. Salgo de la calle de ella y me incorporo al escaso tráfico a estas horas. Mi cabeza va dando vueltas, procesando ciertas cosas e hilando otras, atando cabos sueltos y encontrando respuestas que ella ha dejado explícitas. Mi móvil suena cuando estoy entrando el auto al garaje.
“Gracias, Justin. Tú también puedes contar conmigo, aunque yo esté peor, siempre podré ayudarte. -______. “
Apago el motor del auto y salgo de allí adentro. Cuando me meto en la casa, el clima es cálido, mamá ha encendido la calefacción y no la culpo, el invierno está llegando. Subo las escaleras bajo la tenue luz de la sala y luego me meto en mi habitación. Cierro la puerta y me siento en la cama.
“No tienes porqué agradecerme, me gusta ayudarte. Te quiero, no te olvides. –Justin”
Dejo el móvil sobre la mesa de noche y enciendo la lámpara. Me quito la ropa y me coloco el pijama de polar azul y la camiseta blanca. Salgo de mi habitación para ir al baño del pasillo. Me cepillo los dientes, hago pis y vuelvo a mi habitación. Cierro la puerta tras mis pasos y apago la luz. Tomo mi móvil y quito el cobertor de la cama.
“No sabes lo bien que me ha hecho descargarme contigo hoy. Yo también te quiero, no me falles. -_______.”
¿Fallarte? ¿Yo a ti, ______? Eso nunca. Ya puedo palpar el dolor interno que tienes, no sería capaz de hacerte más. Nunca le fallaría, de eso estoy seguro.
“Nunca voy a fallarte, _______. Que descanses. Y por favor, no faltes mañana al colegio. –Justin”
Me meto en la cama y observo fijamente la pantalla de mi móvil. Al ver que al cabo de unos minutos no responde, apago la luz de la lámpara y dejo el móvil sobre la mesa de noche. Cuando me dispongo a darme la vuelta, vibra haciendo ruido por el contacto en la madera.
“Iré solo por ti. Quiero que nos juntemos a terminar ese trabajo de historia. Que descanses tú también. -_______.”
Y ahora puedo dormir en paz.
Despierto a la mañana siguiente porque el despertador está sonando a todo lo que da. Maldigo en voz baja y me siento en la cama mientras me froto los ojos. Paro el despertador de un golpe y esté se queda en completo silencio. Oigo la lluvia repiquetear en el techo. ¿Es que aún no para de llover?
Mi subconsciente me dice que me quede durmiendo, calentito en mi cama con la colcha hasta el cuello. Pero niego con la cabeza, tengo que asistir al maldito colegio si quiero graduarme.
-¡Justin! –Mi mamá golpea la puerta de mi habitación.
-Estoy despierto, mamá.
Es todas las mañanas lo mismo. Ella sabe que me pongo el despertador, pero aún así quiere asegurarse de que me haya puesto de pie antes de que se me haga demasiado tarde.
-¿Quieres que te lleve al colegio? En la moto vas a morirte de frío y no quiero que te enfermes.
Asiento con la cabeza y luego me doy cuenta que ella no puede verme, que tengo que decirle mi respuesta en voz alta.
-Si, mamá, gracias.
Me pongo de pie y busco algo que ponerme. Cuando encuentro algo abrigado, salgo de la habitación y corro al baño. Me estoy haciendo pis encima y al llegar mi mamá está allí metida.
-Oh, mierda. ¿Vas a tardar mucho, mamá?
-Ya salgo, impaciente –dice bufando.
Me apoyo contra la pared y me da un escalofrío. Está helada, así que me alejo y quedo frente a la pequeña ventana al final del pasillo. La lluvia cae sin querer parar y el cielo está totalmente gris. Recuerdo que a mi chica invisible le gusta la lluvia.
-Todo tuyo. –Sale mi mamá del baño.
-Gracias –murmuro.
Entro al baño y enciendo la regadera. Me despojo de toda mi ropa mientras tarareo una canción y cuando estoy completamente desnudo, me meto bajo el agua caliente. Y sigo tarareando esa canción mientras me lavo el pelo, el cuerpo y luego me enjuago. Al apagar el agua me da un frío terrible y agarro la toalla y me envuelvo rápidamente.
-Gracias por el desayuno. –Beso la mejilla de mi mamá.
-De nada.
Un café con leche humeante y una tortilla caliente. Me siento al lado de mi mamá en la barra y comienzo a comer mi desayuno. En mi móvil suena un alerta de mensaje y lo tomo para fijarme que ha sido.
“No iré al colegio. Te veo más tarde. -_______”
Frunzo el ceño y soy consciente de que mi mamá me mira esperando algún comentario de mi parte.
“No puedes no ir, vas a reprobar el año. ¿Qué ocurre? –Justin”
Dejo el móvil a un lado y doy un sorbo a mi café con leche. Mmm… está delicioso. Tomo un pedazo de tortilla y me la llevo a la boca.
-¿Acaso es interesante verme comer? –Pregunto a mi mamá.
Ella se ríe divertida y me acaricia un brazo. Luego besa mi mejilla.
-¿Quién era? –Se pone de pie y va hacia la tetera.
-________.
Da vuelta la cabeza y me mira sugerente. Suspiro y vuelvo a llevarme la taza a los labios.
-Es tan linda esa chica.
Decido no hacer comentario alguno porque será tomado en mi contra. Mi móvil vuelve a sonar.
“¿Es que no has visto como llueve? Mi mamá ya se ha ido al trabajo y no tengo como ir. -______.”
Frunzo el ceño. ¿Es que no comprende la parte de <>?
-¿Podemos llevar a ______ al colegio?
-Si te apuras y nos vamos ya mismo, si. Sino, llegaré tarde al trabajo.
Me bajo de la banqueta y abrazo a mi mamá.
-Te quiero.
Corro escaleras arriba con el móvil en mano y marco el número de _______.
-¿Hola?
-Más vale que te hayas duchado y estés vestida porque vamos a buscarte.
-¿Qué? ¿Justin? –Bufa-. No molestes, no iré y punto.
-No seas vaga –arrastro las palabras.
-No soy vaga, apenas he salido de la cama.
-Corre a la ducha, ya.
-¿Es una orden?
-Claro que sí. Vamos a tu casa, es en serio. Y si no te dignas a salir, entraré por algún lado.
Se ríe tiernamente y luego la oigo suspirar.
-Está bien. Gracias.
-No hay de que, ¡Corre a la ducha!
Instantáneamente se corta la llamada y me río mientras la imagino corriendo al baño. Busco mis cosas en la habitación y luego me cepillo los dientes. Bajo las escaleras y veo a mi mamá abrochándose el abrigo.
-¿Pasamos a buscar a ________?
Asiento y abro la puerta de la casa con un paraguas en mano.
____
Himmel_Horan: "Dios...mio santicimo. Es hermoso c': me hiciste llorro c: Es muy bueno lo de Justin ya que necesitamos ayuda con todo esto...ah.Puedes seguirla?espero que si.Te admiro mucho" OMG enserio gracias hermosa, ¿enserio? ¿alguien admirándome? Esto no lo creo pero gracias, me sacaste una sonrisa
Valeria Bieber: "Nueve y fiel lectora , me llamo valeria. ¿Sabes? En cierta forma me siento identificada con rayis, pero eso no importa. Síguela es hermosa" Créeme que si importa, si necesitas algo aquí estoy...Y gracias
Lenna González: " Oh Dios!!!! Siguela por favor!!! Es muy buena y me encanta!! La seguiré leyendo para siempre jamás!" Gracias hermosa, enserio me alegra que te guste
Emily Styles: "Nueva lectoraaaaa me encanta tu novelaaaa me has hecho llorar!! :''( siguelaaaaa porfavooor" Hola, gracias hermosa...Siento que ya estabas en mis otras novelas jaja
Capitulo X:
“Si vieras todo lo que yo veo entenderías porque te quiero -One Direction.”
Me separo lentamente de ella, pero sigo acariciando sus cortes. Siento las gotas de sangre sobre mis pulgares pero no me importa en lo más mínimo. Ella cierra los ojos como si no quisiera verme, como si le doliera demasiado hacerlo.
-Te quiero, ¿oyes eso?
Su boca traza una mueca parecida a una sonrisa y vuelve a sollozar. Apoya su frente sobre la mía, aún con sus ojos cerrados y junta sus labios en una fina línea.
-¿En serio?
-En serio, ______. No seas insegura, confía en mí. Eres linda, inteligente, dulce, buena, lo único que puedo calificarte como un defecto es ese poder de autodestrucción que tienes.
Ella ahoga un sonido en su garganta y de repente la encuentro robándome un beso.
-Dime que me quieres.
-Te quiero.
¿Por qué le suena tan extraño que la quieran? De repente intento ponerme en su lugar y me doy cuenta de que ella necesita mucho afecto. Tiene una familia, numerosa por lo que se ve, pero no encuentra el cariño que necesita. Sus hermanos no se lo dan, su madre tampoco, no tiene amigos, excepto a un pesado compañero de trabajo en clase, o sea, yo.
-Otra vez –murmura.
-Te quiero.
-Creo que nadie me lo ha dicho desde mis diez años.
Mi corazón se encoje y mi estómago se retuerce levemente. Caigo en la cuenta de que eso no va a durar mucho tiempo, que tengo que dejarla irse a su casa.
-Acostúmbrate porque voy a decírtelo cada una hora.
-¿Una hora? –Hace una mueca.
-¿Cada menos?
Me sonríe tiernamente. Alargo la mano para secarle las lágrimas y beso tiernamente sus labios. Ella vuelve a sonreírme y nos vemos interrumpidos por el sonido de su móvil. Se separa de mí y me enderezo en el asiento del piloto. Ella saca el móvil de su bolsillo y aprieta los dientes antes de atender.
-Mamá.
Se aleja el móvil del oído y cierra los ojos lentamente.
-Voy de camino a casa.
Y vuelve a alejarse el móvil del oído. Se puede escuchar la voz de su madre a través del móvil y ella sigue con sus ojos cerrados.
-Bueno, mamá.
Cuelga y lo mete en su bolsillo. Se queda observando sus brazos y luego me lanza una mirada rápida. Le sonrío levemente y ella se baja las mangas del buzo.
-¿Vamos?
Ella asiente lentamente y se apoya contra el asiento. Respira profundamente mientras pongo el coche en marcha. El motor emite un suave rugido y lanzo una mirada a la calle para ver si viene algún otro automóvil. Al estar la calle vacía, me incorporo en la calle y enciendo el limpiaparabrisas.
Entonces sé que el momento ha acabado y tengo que dejarla sola en su casa. Ahora sé que le teme a la noche, que se tiene miedo a si misma y comprendo que ella se corta por las noches, cuando está sola, por eso es que le tiene miedo a ambas cosas.
-La última casa donde termina la calle –dice.
Asiento y agudizo la vista para ver hacia donde me dirijo. Doy la vuelta en un puente y luego me estaciono frente a la casa de ella y dejo que mis manos resbalen hasta la parte baja del volante. Ella se quita el cinturón de seguridad.
-Llévate el paraguas para no mojarte.
-Correré –me dice.
Me quito el cinturón de seguridad mientras ella intenta abrir la puerta, pero el seguro interno del coche está puesto. Busco el paraguas en el piso de la parte trasera del coche y cuando lo encuentro se lo entrego. Ella rueda los ojos y lo toma.
-Buenas noches.
Quito el seguro interno del coche y ella abre la puerta con facilidad. Alzo la vista y veo que me esta observando fijamente. Una sonrisita asoma en sus labios, se inclina y le planto un beso en la boca. Ahora se ríe tiernamente.
-Buenas noches, Justin.
Abre el paraguas fuera del auto y luego sale. Corre delante del auto para luego ir a la puerta principal de su casa y golpear. La puerta se abre pero no veo a nadie allí. Ella entra y me saluda con la mano, luego cierra la puerta. Suspiro y vuelvo a ponerme el cinturón de seguridad. Mierda, me ha dado en que pensar como para no dormir por una semana completa. Tomo mi móvil y selecciono para crear un nuevo mensaje.
“Que sepas que cuentas conmigo para lo que sea que necesites. Cualquier hora, cualquier día, donde sea que sea. –Justin “
Dejo el móvil en el asiento a mi lado y pongo la primera para salir de allí. Salgo de la calle de ella y me incorporo al escaso tráfico a estas horas. Mi cabeza va dando vueltas, procesando ciertas cosas e hilando otras, atando cabos sueltos y encontrando respuestas que ella ha dejado explícitas. Mi móvil suena cuando estoy entrando el auto al garaje.
“Gracias, Justin. Tú también puedes contar conmigo, aunque yo esté peor, siempre podré ayudarte. -______. “
Apago el motor del auto y salgo de allí adentro. Cuando me meto en la casa, el clima es cálido, mamá ha encendido la calefacción y no la culpo, el invierno está llegando. Subo las escaleras bajo la tenue luz de la sala y luego me meto en mi habitación. Cierro la puerta y me siento en la cama.
“No tienes porqué agradecerme, me gusta ayudarte. Te quiero, no te olvides. –Justin”
Dejo el móvil sobre la mesa de noche y enciendo la lámpara. Me quito la ropa y me coloco el pijama de polar azul y la camiseta blanca. Salgo de mi habitación para ir al baño del pasillo. Me cepillo los dientes, hago pis y vuelvo a mi habitación. Cierro la puerta tras mis pasos y apago la luz. Tomo mi móvil y quito el cobertor de la cama.
“No sabes lo bien que me ha hecho descargarme contigo hoy. Yo también te quiero, no me falles. -_______.”
¿Fallarte? ¿Yo a ti, ______? Eso nunca. Ya puedo palpar el dolor interno que tienes, no sería capaz de hacerte más. Nunca le fallaría, de eso estoy seguro.
“Nunca voy a fallarte, _______. Que descanses. Y por favor, no faltes mañana al colegio. –Justin”
Me meto en la cama y observo fijamente la pantalla de mi móvil. Al ver que al cabo de unos minutos no responde, apago la luz de la lámpara y dejo el móvil sobre la mesa de noche. Cuando me dispongo a darme la vuelta, vibra haciendo ruido por el contacto en la madera.
“Iré solo por ti. Quiero que nos juntemos a terminar ese trabajo de historia. Que descanses tú también. -_______.”
Y ahora puedo dormir en paz.
Despierto a la mañana siguiente porque el despertador está sonando a todo lo que da. Maldigo en voz baja y me siento en la cama mientras me froto los ojos. Paro el despertador de un golpe y esté se queda en completo silencio. Oigo la lluvia repiquetear en el techo. ¿Es que aún no para de llover?
Mi subconsciente me dice que me quede durmiendo, calentito en mi cama con la colcha hasta el cuello. Pero niego con la cabeza, tengo que asistir al maldito colegio si quiero graduarme.
-¡Justin! –Mi mamá golpea la puerta de mi habitación.
-Estoy despierto, mamá.
Es todas las mañanas lo mismo. Ella sabe que me pongo el despertador, pero aún así quiere asegurarse de que me haya puesto de pie antes de que se me haga demasiado tarde.
-¿Quieres que te lleve al colegio? En la moto vas a morirte de frío y no quiero que te enfermes.
Asiento con la cabeza y luego me doy cuenta que ella no puede verme, que tengo que decirle mi respuesta en voz alta.
-Si, mamá, gracias.
Me pongo de pie y busco algo que ponerme. Cuando encuentro algo abrigado, salgo de la habitación y corro al baño. Me estoy haciendo pis encima y al llegar mi mamá está allí metida.
-Oh, mierda. ¿Vas a tardar mucho, mamá?
-Ya salgo, impaciente –dice bufando.
Me apoyo contra la pared y me da un escalofrío. Está helada, así que me alejo y quedo frente a la pequeña ventana al final del pasillo. La lluvia cae sin querer parar y el cielo está totalmente gris. Recuerdo que a mi chica invisible le gusta la lluvia.
-Todo tuyo. –Sale mi mamá del baño.
-Gracias –murmuro.
Entro al baño y enciendo la regadera. Me despojo de toda mi ropa mientras tarareo una canción y cuando estoy completamente desnudo, me meto bajo el agua caliente. Y sigo tarareando esa canción mientras me lavo el pelo, el cuerpo y luego me enjuago. Al apagar el agua me da un frío terrible y agarro la toalla y me envuelvo rápidamente.
-Gracias por el desayuno. –Beso la mejilla de mi mamá.
-De nada.
Un café con leche humeante y una tortilla caliente. Me siento al lado de mi mamá en la barra y comienzo a comer mi desayuno. En mi móvil suena un alerta de mensaje y lo tomo para fijarme que ha sido.
“No iré al colegio. Te veo más tarde. -_______”
Frunzo el ceño y soy consciente de que mi mamá me mira esperando algún comentario de mi parte.
“No puedes no ir, vas a reprobar el año. ¿Qué ocurre? –Justin”
Dejo el móvil a un lado y doy un sorbo a mi café con leche. Mmm… está delicioso. Tomo un pedazo de tortilla y me la llevo a la boca.
-¿Acaso es interesante verme comer? –Pregunto a mi mamá.
Ella se ríe divertida y me acaricia un brazo. Luego besa mi mejilla.
-¿Quién era? –Se pone de pie y va hacia la tetera.
-________.
Da vuelta la cabeza y me mira sugerente. Suspiro y vuelvo a llevarme la taza a los labios.
-Es tan linda esa chica.
Decido no hacer comentario alguno porque será tomado en mi contra. Mi móvil vuelve a sonar.
“¿Es que no has visto como llueve? Mi mamá ya se ha ido al trabajo y no tengo como ir. -______.”
Frunzo el ceño. ¿Es que no comprende la parte de <
-¿Podemos llevar a ______ al colegio?
-Si te apuras y nos vamos ya mismo, si. Sino, llegaré tarde al trabajo.
Me bajo de la banqueta y abrazo a mi mamá.
-Te quiero.
Corro escaleras arriba con el móvil en mano y marco el número de _______.
-¿Hola?
-Más vale que te hayas duchado y estés vestida porque vamos a buscarte.
-¿Qué? ¿Justin? –Bufa-. No molestes, no iré y punto.
-No seas vaga –arrastro las palabras.
-No soy vaga, apenas he salido de la cama.
-Corre a la ducha, ya.
-¿Es una orden?
-Claro que sí. Vamos a tu casa, es en serio. Y si no te dignas a salir, entraré por algún lado.
Se ríe tiernamente y luego la oigo suspirar.
-Está bien. Gracias.
-No hay de que, ¡Corre a la ducha!
Instantáneamente se corta la llamada y me río mientras la imagino corriendo al baño. Busco mis cosas en la habitación y luego me cepillo los dientes. Bajo las escaleras y veo a mi mamá abrochándose el abrigo.
-¿Pasamos a buscar a ________?
Asiento y abro la puerta de la casa con un paraguas en mano.
____
Himmel_Horan: "Dios...mio santicimo. Es hermoso c': me hiciste llorro c: Es muy bueno lo de Justin ya que necesitamos ayuda con todo esto...ah.Puedes seguirla?espero que si.Te admiro mucho" OMG enserio gracias hermosa, ¿enserio? ¿alguien admirándome? Esto no lo creo pero gracias, me sacaste una sonrisa
Valeria Bieber: "Nueve y fiel lectora , me llamo valeria. ¿Sabes? En cierta forma me siento identificada con rayis, pero eso no importa. Síguela es hermosa" Créeme que si importa, si necesitas algo aquí estoy...Y gracias
Lenna González: " Oh Dios!!!! Siguela por favor!!! Es muy buena y me encanta!! La seguiré leyendo para siempre jamás!" Gracias hermosa, enserio me alegra que te guste
Emily Styles: "Nueva lectoraaaaa me encanta tu novelaaaa me has hecho llorar!! :''( siguelaaaaa porfavooor" Hola, gracias hermosa...Siento que ya estabas en mis otras novelas jaja
Leiluu Horan
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Someone Mar 08 Oct 2013, 5:37 pm
seh como lo oyes asdfghlñ ¡¡ jajaja aawww divinos siguela
Someone
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Emily Styles Miér 09 Oct 2013, 3:12 pm
Awwwww que bonitooo me encantaaaa es tan tierno Justin *-* siguelaaaaa
Emily Styles
Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||
por Leiluu Horan Jue 10 Oct 2013, 1:22 pm
“Invisible”
Capitulo XI:
“Naciste para ser real, no perfecta.”
El principio del pasillo del colegio está lleno de huellas de barro. _______ las esquiva y va contándome que al otro día es el cumpleaños de su prima más pequeña. Llegamos a su casillero y ella lo abre mientras sigue hablando. Creo que nunca la he visto más animada que hoy. Le sonrío aunque no sé ni de qué me está hablando.
-Voy por mis cosas, allí enfrente. –Señalo detrás de mí.
Ella asiente con una sonrisa en el rostro y luego doy media vuelta. Pongo la combinación en mi casillero y abro mi mochila para meter mis libros y dejar otros allí. Siento como me palmean la espalda y lanzo una mirada a mi hombro derecho, Chaz me sonríe.
-Hola, bro.
-Hola, amigo.
Un apretón de manos y una sonrisa de parte de mi mejor amigo y me doy cuenta de que debo disculparme con Chaz por haberlo tratado algo mal ayer. Y Shay… Bueno, Shay debería disculparse ella, yo solo la ignoré por un momento.
-¿Cómo va tu vida, Bieber? –Abre su casillero a mi lado y mete la cabeza allí adentro-. Frida me dijo que soy un inmaduro, zángano y que hago comentarios aburridos y tontos. No estoy a su altura, según ella.
Saca la cabeza de allí y hace una mueca. Junto mis labios en una fina línea mientras cierro mi casillero.
-Bien, bien. Bueno, Frida solo piensa en alisarse el cabello y maquillarse, no me sorprende que “no estés a su altura”. –Hago comillas con mis dedos.
-Buen punto. Pero pensé que teníamos química, que yo le gustaba, no sé. –Se encoge de hombros y baja la mirada.
-Las mujeres son mujeres, hermano. Si no fueran bipolares, no serían mujeres.
-¡Oye! –Una _____ con sus manos sobre la cadera me mira ceñuda.
-No precisamente tú. –Me río divertido.
-¿Entonces no soy mujer?
-Cállate, intento ayudar a un amigo –digo casi en un susurro.
Ella me sonríe levemente y luego nota la mirada de mi amigo. Baja la mirada hasta sus manos entrelazadas y su reacción me entristece. Ella no está acostumbrada a estar con mucha gente, a que la miren mucho, a que le hablen personas todos los días.
-Hola. –Chaz le sonríe.
Ella alza la mirada y hace exactamente lo que hizo cuando yo le hablé por primera vez. Se da vuelta y analiza a sus espaldas por encima de su hombro, luego se vuelve hacia mi mejor amigo y se señala.
-Si tú. –Hace una mueca divertida y le tiende la mano-. Chaz Somers.
Ella frunce los labios y toma la mano de él, obviamente, sin soltar la manga de su buzo blanco. Sonrío tiernamente al verla interactuando con otra persona más. Me siento orgulloso por un lado y creo que es hora de que ______ haga amigos, muchos amigos.
-Puedes decirle Charles, si gustas. –Me burlo.
Los ojos de ella se iluminan divertidos y suelta la mano de mi mejor amigo para cubrirse la carcajada. Me río y Chaz da la vuelta para golpearme en el hombro.
-Maldito.
_______ se sigue cubriendo la boca y ríe.
-No te preocupes Charles –dice riendo-, Drew es así.
Abro la boca impresionado por su comentario y ella ríe levemente. Chaz larga una risotada a la vez que cierra su casillero. Ahora mi amiga se muerde la lengua y se abalanza sobre mí.
-Estaba bromeando –dice en una carcajada.
Le palmeo la espalda y me río divertido. Creo que _______ ha ganado un amigo y que Chaz va a dejar de molestarme con que paso mucho tiempo con ella. Suspiro al tiempo que suena la campana.
-A clases –dice ______ en un cantito.
Y sin esperarnos, echa a andar por el pasillo. Chaz la ve alejarse entre los alumnos y asiente con un ritmo divertido. Luego fija la vista en mí.
-Así que soy Charles para ella –se ríe.
-Era solo una broma.
-Parecía abrumada cuando la saludé.
-No interactúa con mucha gente, debes saberlo.
Comenzamos a caminar por el pasillo del colegio mientras todo se va vaciando. Y voy pensando que el humor de _______ se debe a la lluvia, ella ama la lluvia. Mi chica invisible ama las gotas de agua molestas que desprenden de las nubes grises. Entramos al salón y los alumnos están hablando como si nada, la profesora de biología no ha llegado a clases. Persigo a Chaz entre los asientos y me tiran del buzo. Veo a ______ sonriéndome tiernamente.
-¿Te sientas conmigo? –Pregunta y baja la mirada.
Chaz ya se ha ido al fondo, así que cuando veo a ______ moverse a la silla a su lado, me acomodo en la que ella ocupaba antes. Y cuando dejo los libros sobre la mesa, me doy cuenta del silencio en el salón.
-Odio esto –murmura.
Nos están mirando, todos. Literalmente todos. Ella se toma las mangas del buzo con fuerza y agacha la cabeza, mira el suelo. Ruedo los ojos y me muerdo el labio inferior. ¿Qué les llama tanto la atención? Solo somos dos personas normales que se han sentado juntas. Agacho la cabeza como ella y encuentra mi mirada.
-Hola –murmuro.
Se ríe levemente y desvía su mirada de la mía.
-No es chistoso.
-Todos siguen callados. Permíteme decirte que me gusta ser el centro de atención.
-A mí no –dice en un susurro.
Así que a mi chica invisible no le gusta… Me enderezo en mi silla y me apoyo contra el respaldo. No le parece divertido, a mí tampoco. Y debe de ser duro para ella que la miren tanto cuando está escondiendo tantas cosas y es tan frágil.
-¿Dónde está la atracción? –Pregunto observando al frente.
Nadie habla, en serio están más callados que cuando entra el director del colegio para darnos una mala noticia o reprendernos. Ahora se escuchan unos susurros.
-Ya déjenlo. ¿Qué hay de raro?
-Ella lo es.
Me doy la vuelta para ver a la morena de ojos celestes que acaba de hablar. Melody si mal no recuerdo.
-¿Ella es que?
-Ella es rara.
Siento un sollozo de ______ y se me seca la garganta. No, no te quiebres, ______ no te quiebres.
-No es rara –defiendo-. No la conoces, Melody.
Ella alza una ceja y se ríe. El chico a su lado sonríe de lado y alza los hombros.
-Es cierto que es rara.
-No es rara, Marco.
-Para mí también lo es –dice un chico de poca estatura.
Ese si que no sé quién corno es, pero está poniéndose en contra de ella. Maldito enano estúpido.
-No es rara.
-Parece que es lo único que sabes decir –dice Clara y se ríe con su mejor amiga.
Ruedo los ojos y me giro en mi asiento. Vuelvo a ponerme como recién, en la posición de _______. Veo las lágrimas suicidándose al suelo.
-Mierda, ______. No llores.
Ella sorbe su nariz y se seca las lágrimas con las mangas de su buzo. ¿Por qué la gente tiene que ser tan dura? Ella no es rara, no la conocen. Y de repente se pone de pie y se cuelga la mochila al hombro. Sale corriendo del salón y se me encoge el corazón. Me dejo caer sobre el respaldo de mi silla.
-Malditos putos –digo apretando los dientes.
Y los murmullos se hacen presentes.
Con lo que me cuesta mantener a _______ bien y confiando en mí. Estos estúpidos vienen a arruinar lo poco que he hecho en estas semanas. La sociedad es una basura, definitivamente. Eso la está matando a ella, más sus problemas personales. Así que tomo mis libros y me pongo de pie. Salgo del salón y golpeo la puerta a mis espaldas. Pueden irse bien a la mierda esas tres docenas de estúpidos.
-¿Dónde te has metido? –Me paso las manos por el cabello y corro hasta mi casillero.
Cuando llego allí la veo con la cabeza apoyada sobre el metal de los casilleros y se golpea constantemente, lentamente y casi sin fuerza. Sus uñas aprietan las palmas de sus manos, se clavan en su piel.
-No te acerques –murmura.
Vine a por ella, ¿por qué no voy a acercarme? Ya he dicho, mi deber es ayudarla. Me muevo unos pasos y veo como se clava más las uñas en la piel de sus palmas.
-No hagas eso –suplico en un hilo de voz.
-Vete de aquí.
Mi corazón cae a mis pies. Si antes he pensado que la he cagado acercándome a ella, ahora lo confirmo y entiendo por qué no me quiere a su lado.
-No quiero hacerte daño.
-Yo si.
¿Qué va a hacer? ¿Va a golpearme? Porque si eso la ayuda a descargarse, un par de golpes no me harían tan demasiado mal.
-Yo si quiero hacerme daño.
Sus uñas se siguen clavando en sus palmas. Sus ojos están cerrados y sigue golpeándose la cabeza con ese ritmo constante. Mierda ¿qué hago?
-No, no –susurro.
No sé si ella no me escucha o no quiere escucharme. Me está haciendo daño a mí también. Nos está matando a los dos. Y caigo en la cuenta de que a estas alturas, ella me importa demasiado. Y si le ocurriera algo, no podía vivir con aquello.
-Voy a acercarme, voy a abrazarte –le aviso en un susurro.
Los pasillos están completamente vacíos y agradezco por dentro. Así que ella sigue golpeándose la cabeza contra el casillero y ahora murmura algunas cosas incoherentes. Me acerco lentamente, con miedo de que ella sea capaz de mucho más de lo que creía y cuando llego a su lado, alargo una mano y la poso sobre su brazo. Es cuando ella no tarda ni dos segundos en colgarse de mi cuello y hundir su cabeza en mi pecho. A pesar de la impresión, la abrazo por la cintura y la atraigo a mí. Beso su pelo y susurro “todo va a estar bien, lo prometo”.
-No doy más, Justin no quiero vivir más esta mierda.
Solloza sobre mi hombro, retuerce mi buzo entre sus manos y yo le acaricio la espalda desde los hombros hasta la parte baja. Me mata verla llorar, odio verla sufrir. Pero aquí estoy. Prometí ser su amigo y por más que esto cueste, voy a hacer lo posible para sacarla de esto.
-Ya está, ______ ya está. Ellos no te conocen, no saben nada de ti. No tienen derecho a juzgarte.
-Pero lo hacen. Siempre encuentran algo por lo que criticarme, siempre, Justin.
-Ya está. Cálmate, así no llegaras a ningún lado.
-De todas maneras mi vida no llega a ningún lado.
-Vamos a darle un sentido a tu vida, en algún momento, ya verás.
Ella se aprieta más a mi cuerpo y llora sobre mi hombro por los siguientes cinco minutos. Mi móvil suena, pero no tengo intenciones de soltarla para atenderlo. Ella se aleja un poco de mí y me hace una seña.
-¿Por qué no vas a lavarte la cara? –Le seco las lágrimas.
Ella niega con la cabeza lentamente.
-No quiero estar sola.
Se tiene miedo, ella ya me lo ha dicho. Tomo mi móvil y veo que es mi papá. ¿Acaso no sabe que asisto al colegio regularmente? Este hombre está tocado de la cabeza.
-Papá.
-Hola, hijo. –Suena animado.
Me da lastima cortarle la llamada en un santiamén. Así que ruedo los ojos y siento como ______ me toma la mano para apoyar su cabeza sobre el costado de mi brazo. Necesita consuelo, protección.
-Mamá me avisó que ayer llamaste varias veces a casa, perdona. Se me ha pasado, sinceramente.
-Está bien. Solo quería avisarte que tengo que estar por allá en una semana y tus hermanos están insistiendo en que quieren verte.
Sonrío. Jazzy y Jaxon, mis pequeños diablillos. Los extraño bastante y me gusta compartir tiempo con ellos.
-Me alegro mucho de que me avises. ¿Cuánto van a quedarse?
-Dos semanas. Tengo un trabajo algo complicado por allá.
-Bueno –digo felizmente-. Entonces nos veremos.
-Claro que sí. ¿Estás en el colegio?
-En receso –miento.
-Ah, bueno. Te quiero, hijo.
-Yo a ti, papá.
Corto la llamada y meto el móvil en mi bolsillo. ________ se frota sobre mi brazo y sigue derramando una que otra lágrima. Le acaricio el pelo y decido que es mejor salir de allí.
-Vamos a saltarnos las clases.
-No.
-Si que lo haremos. No voy a dejarte volver a ese salón.
Ella no discute conmigo, sabe que no vamos a llegar a ningún lado. Así que sin soltar su mano, me inclino para tomar los libros que he dejado caer al suelo cuando el abrazo de ella me tomó por sorpresa. La conduzco hasta mi casillero y ahí meto mis libros. Vuelvo a darme la vuelta y ella se seca las lágrimas con la manga de su buzo blanco.
-Oye, ya no llores.
-Ellos me hacen mal.
-Lo sé, lo sé –murmuro.
-Tú me haces bien.
-Me alegra oír eso.
Está observando el suelo, no me mira a los ojos.
-Estoy llena de defectos –susurra.
-Todos lo estamos.
-No todos.
-Todos, _____, todos. Nadie es perfecto. Y tú naciste para ser real, no perfecta. Intenta que eso que dicen no te afecte demasiado. La gente que critica lo físico es porque no ha encontrado defectos en la personalidad.
___
Ooow, Rashita está sufriendo mucho. ¿Me dicen si les gusta? Espero muchos comentarios...Las quiero y gracias por leer.
#Leilu ( https://twitter.com/LeilaVargas ) Mandenme un tweet y las sigo...Dejenme sus twitters...Sí tienen alguna pregunta aca esta mi ask: http://ask.fm/LeilaaVargas
Capitulo XI:
“Naciste para ser real, no perfecta.”
El principio del pasillo del colegio está lleno de huellas de barro. _______ las esquiva y va contándome que al otro día es el cumpleaños de su prima más pequeña. Llegamos a su casillero y ella lo abre mientras sigue hablando. Creo que nunca la he visto más animada que hoy. Le sonrío aunque no sé ni de qué me está hablando.
-Voy por mis cosas, allí enfrente. –Señalo detrás de mí.
Ella asiente con una sonrisa en el rostro y luego doy media vuelta. Pongo la combinación en mi casillero y abro mi mochila para meter mis libros y dejar otros allí. Siento como me palmean la espalda y lanzo una mirada a mi hombro derecho, Chaz me sonríe.
-Hola, bro.
-Hola, amigo.
Un apretón de manos y una sonrisa de parte de mi mejor amigo y me doy cuenta de que debo disculparme con Chaz por haberlo tratado algo mal ayer. Y Shay… Bueno, Shay debería disculparse ella, yo solo la ignoré por un momento.
-¿Cómo va tu vida, Bieber? –Abre su casillero a mi lado y mete la cabeza allí adentro-. Frida me dijo que soy un inmaduro, zángano y que hago comentarios aburridos y tontos. No estoy a su altura, según ella.
Saca la cabeza de allí y hace una mueca. Junto mis labios en una fina línea mientras cierro mi casillero.
-Bien, bien. Bueno, Frida solo piensa en alisarse el cabello y maquillarse, no me sorprende que “no estés a su altura”. –Hago comillas con mis dedos.
-Buen punto. Pero pensé que teníamos química, que yo le gustaba, no sé. –Se encoge de hombros y baja la mirada.
-Las mujeres son mujeres, hermano. Si no fueran bipolares, no serían mujeres.
-¡Oye! –Una _____ con sus manos sobre la cadera me mira ceñuda.
-No precisamente tú. –Me río divertido.
-¿Entonces no soy mujer?
-Cállate, intento ayudar a un amigo –digo casi en un susurro.
Ella me sonríe levemente y luego nota la mirada de mi amigo. Baja la mirada hasta sus manos entrelazadas y su reacción me entristece. Ella no está acostumbrada a estar con mucha gente, a que la miren mucho, a que le hablen personas todos los días.
-Hola. –Chaz le sonríe.
Ella alza la mirada y hace exactamente lo que hizo cuando yo le hablé por primera vez. Se da vuelta y analiza a sus espaldas por encima de su hombro, luego se vuelve hacia mi mejor amigo y se señala.
-Si tú. –Hace una mueca divertida y le tiende la mano-. Chaz Somers.
Ella frunce los labios y toma la mano de él, obviamente, sin soltar la manga de su buzo blanco. Sonrío tiernamente al verla interactuando con otra persona más. Me siento orgulloso por un lado y creo que es hora de que ______ haga amigos, muchos amigos.
-Puedes decirle Charles, si gustas. –Me burlo.
Los ojos de ella se iluminan divertidos y suelta la mano de mi mejor amigo para cubrirse la carcajada. Me río y Chaz da la vuelta para golpearme en el hombro.
-Maldito.
_______ se sigue cubriendo la boca y ríe.
-No te preocupes Charles –dice riendo-, Drew es así.
Abro la boca impresionado por su comentario y ella ríe levemente. Chaz larga una risotada a la vez que cierra su casillero. Ahora mi amiga se muerde la lengua y se abalanza sobre mí.
-Estaba bromeando –dice en una carcajada.
Le palmeo la espalda y me río divertido. Creo que _______ ha ganado un amigo y que Chaz va a dejar de molestarme con que paso mucho tiempo con ella. Suspiro al tiempo que suena la campana.
-A clases –dice ______ en un cantito.
Y sin esperarnos, echa a andar por el pasillo. Chaz la ve alejarse entre los alumnos y asiente con un ritmo divertido. Luego fija la vista en mí.
-Así que soy Charles para ella –se ríe.
-Era solo una broma.
-Parecía abrumada cuando la saludé.
-No interactúa con mucha gente, debes saberlo.
Comenzamos a caminar por el pasillo del colegio mientras todo se va vaciando. Y voy pensando que el humor de _______ se debe a la lluvia, ella ama la lluvia. Mi chica invisible ama las gotas de agua molestas que desprenden de las nubes grises. Entramos al salón y los alumnos están hablando como si nada, la profesora de biología no ha llegado a clases. Persigo a Chaz entre los asientos y me tiran del buzo. Veo a ______ sonriéndome tiernamente.
-¿Te sientas conmigo? –Pregunta y baja la mirada.
Chaz ya se ha ido al fondo, así que cuando veo a ______ moverse a la silla a su lado, me acomodo en la que ella ocupaba antes. Y cuando dejo los libros sobre la mesa, me doy cuenta del silencio en el salón.
-Odio esto –murmura.
Nos están mirando, todos. Literalmente todos. Ella se toma las mangas del buzo con fuerza y agacha la cabeza, mira el suelo. Ruedo los ojos y me muerdo el labio inferior. ¿Qué les llama tanto la atención? Solo somos dos personas normales que se han sentado juntas. Agacho la cabeza como ella y encuentra mi mirada.
-Hola –murmuro.
Se ríe levemente y desvía su mirada de la mía.
-No es chistoso.
-Todos siguen callados. Permíteme decirte que me gusta ser el centro de atención.
-A mí no –dice en un susurro.
Así que a mi chica invisible no le gusta… Me enderezo en mi silla y me apoyo contra el respaldo. No le parece divertido, a mí tampoco. Y debe de ser duro para ella que la miren tanto cuando está escondiendo tantas cosas y es tan frágil.
-¿Dónde está la atracción? –Pregunto observando al frente.
Nadie habla, en serio están más callados que cuando entra el director del colegio para darnos una mala noticia o reprendernos. Ahora se escuchan unos susurros.
-Ya déjenlo. ¿Qué hay de raro?
-Ella lo es.
Me doy la vuelta para ver a la morena de ojos celestes que acaba de hablar. Melody si mal no recuerdo.
-¿Ella es que?
-Ella es rara.
Siento un sollozo de ______ y se me seca la garganta. No, no te quiebres, ______ no te quiebres.
-No es rara –defiendo-. No la conoces, Melody.
Ella alza una ceja y se ríe. El chico a su lado sonríe de lado y alza los hombros.
-Es cierto que es rara.
-No es rara, Marco.
-Para mí también lo es –dice un chico de poca estatura.
Ese si que no sé quién corno es, pero está poniéndose en contra de ella. Maldito enano estúpido.
-No es rara.
-Parece que es lo único que sabes decir –dice Clara y se ríe con su mejor amiga.
Ruedo los ojos y me giro en mi asiento. Vuelvo a ponerme como recién, en la posición de _______. Veo las lágrimas suicidándose al suelo.
-Mierda, ______. No llores.
Ella sorbe su nariz y se seca las lágrimas con las mangas de su buzo. ¿Por qué la gente tiene que ser tan dura? Ella no es rara, no la conocen. Y de repente se pone de pie y se cuelga la mochila al hombro. Sale corriendo del salón y se me encoge el corazón. Me dejo caer sobre el respaldo de mi silla.
-Malditos putos –digo apretando los dientes.
Y los murmullos se hacen presentes.
Con lo que me cuesta mantener a _______ bien y confiando en mí. Estos estúpidos vienen a arruinar lo poco que he hecho en estas semanas. La sociedad es una basura, definitivamente. Eso la está matando a ella, más sus problemas personales. Así que tomo mis libros y me pongo de pie. Salgo del salón y golpeo la puerta a mis espaldas. Pueden irse bien a la mierda esas tres docenas de estúpidos.
-¿Dónde te has metido? –Me paso las manos por el cabello y corro hasta mi casillero.
Cuando llego allí la veo con la cabeza apoyada sobre el metal de los casilleros y se golpea constantemente, lentamente y casi sin fuerza. Sus uñas aprietan las palmas de sus manos, se clavan en su piel.
-No te acerques –murmura.
Vine a por ella, ¿por qué no voy a acercarme? Ya he dicho, mi deber es ayudarla. Me muevo unos pasos y veo como se clava más las uñas en la piel de sus palmas.
-No hagas eso –suplico en un hilo de voz.
-Vete de aquí.
Mi corazón cae a mis pies. Si antes he pensado que la he cagado acercándome a ella, ahora lo confirmo y entiendo por qué no me quiere a su lado.
-No quiero hacerte daño.
-Yo si.
¿Qué va a hacer? ¿Va a golpearme? Porque si eso la ayuda a descargarse, un par de golpes no me harían tan demasiado mal.
-Yo si quiero hacerme daño.
Sus uñas se siguen clavando en sus palmas. Sus ojos están cerrados y sigue golpeándose la cabeza con ese ritmo constante. Mierda ¿qué hago?
-No, no –susurro.
No sé si ella no me escucha o no quiere escucharme. Me está haciendo daño a mí también. Nos está matando a los dos. Y caigo en la cuenta de que a estas alturas, ella me importa demasiado. Y si le ocurriera algo, no podía vivir con aquello.
-Voy a acercarme, voy a abrazarte –le aviso en un susurro.
Los pasillos están completamente vacíos y agradezco por dentro. Así que ella sigue golpeándose la cabeza contra el casillero y ahora murmura algunas cosas incoherentes. Me acerco lentamente, con miedo de que ella sea capaz de mucho más de lo que creía y cuando llego a su lado, alargo una mano y la poso sobre su brazo. Es cuando ella no tarda ni dos segundos en colgarse de mi cuello y hundir su cabeza en mi pecho. A pesar de la impresión, la abrazo por la cintura y la atraigo a mí. Beso su pelo y susurro “todo va a estar bien, lo prometo”.
-No doy más, Justin no quiero vivir más esta mierda.
Solloza sobre mi hombro, retuerce mi buzo entre sus manos y yo le acaricio la espalda desde los hombros hasta la parte baja. Me mata verla llorar, odio verla sufrir. Pero aquí estoy. Prometí ser su amigo y por más que esto cueste, voy a hacer lo posible para sacarla de esto.
-Ya está, ______ ya está. Ellos no te conocen, no saben nada de ti. No tienen derecho a juzgarte.
-Pero lo hacen. Siempre encuentran algo por lo que criticarme, siempre, Justin.
-Ya está. Cálmate, así no llegaras a ningún lado.
-De todas maneras mi vida no llega a ningún lado.
-Vamos a darle un sentido a tu vida, en algún momento, ya verás.
Ella se aprieta más a mi cuerpo y llora sobre mi hombro por los siguientes cinco minutos. Mi móvil suena, pero no tengo intenciones de soltarla para atenderlo. Ella se aleja un poco de mí y me hace una seña.
-¿Por qué no vas a lavarte la cara? –Le seco las lágrimas.
Ella niega con la cabeza lentamente.
-No quiero estar sola.
Se tiene miedo, ella ya me lo ha dicho. Tomo mi móvil y veo que es mi papá. ¿Acaso no sabe que asisto al colegio regularmente? Este hombre está tocado de la cabeza.
-Papá.
-Hola, hijo. –Suena animado.
Me da lastima cortarle la llamada en un santiamén. Así que ruedo los ojos y siento como ______ me toma la mano para apoyar su cabeza sobre el costado de mi brazo. Necesita consuelo, protección.
-Mamá me avisó que ayer llamaste varias veces a casa, perdona. Se me ha pasado, sinceramente.
-Está bien. Solo quería avisarte que tengo que estar por allá en una semana y tus hermanos están insistiendo en que quieren verte.
Sonrío. Jazzy y Jaxon, mis pequeños diablillos. Los extraño bastante y me gusta compartir tiempo con ellos.
-Me alegro mucho de que me avises. ¿Cuánto van a quedarse?
-Dos semanas. Tengo un trabajo algo complicado por allá.
-Bueno –digo felizmente-. Entonces nos veremos.
-Claro que sí. ¿Estás en el colegio?
-En receso –miento.
-Ah, bueno. Te quiero, hijo.
-Yo a ti, papá.
Corto la llamada y meto el móvil en mi bolsillo. ________ se frota sobre mi brazo y sigue derramando una que otra lágrima. Le acaricio el pelo y decido que es mejor salir de allí.
-Vamos a saltarnos las clases.
-No.
-Si que lo haremos. No voy a dejarte volver a ese salón.
Ella no discute conmigo, sabe que no vamos a llegar a ningún lado. Así que sin soltar su mano, me inclino para tomar los libros que he dejado caer al suelo cuando el abrazo de ella me tomó por sorpresa. La conduzco hasta mi casillero y ahí meto mis libros. Vuelvo a darme la vuelta y ella se seca las lágrimas con la manga de su buzo blanco.
-Oye, ya no llores.
-Ellos me hacen mal.
-Lo sé, lo sé –murmuro.
-Tú me haces bien.
-Me alegra oír eso.
Está observando el suelo, no me mira a los ojos.
-Estoy llena de defectos –susurra.
-Todos lo estamos.
-No todos.
-Todos, _____, todos. Nadie es perfecto. Y tú naciste para ser real, no perfecta. Intenta que eso que dicen no te afecte demasiado. La gente que critica lo físico es porque no ha encontrado defectos en la personalidad.
___
Ooow, Rashita está sufriendo mucho. ¿Me dicen si les gusta? Espero muchos comentarios...Las quiero y gracias por leer.
#Leilu ( https://twitter.com/LeilaVargas ) Mandenme un tweet y las sigo...Dejenme sus twitters...Sí tienen alguna pregunta aca esta mi ask: http://ask.fm/LeilaaVargas
Leiluu Horan
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