Shut up and love me |Niall Horan & Tu| Parte 1.

C’mon C’mon and dance with me baby. Sonaba de fondo mientras el grupo de cinco bailarinas hacíamos los pasos de baile. Paso, paso, cruce vuelta, brazos arriba abajo y luego al suelo y la canción terminaba, a la vez que todas las luces del escenario se apagaban.

-¡Excelente chicas! – nos felicitó Liam

Nos encontrábamos en la prueba de sonido, mientras ellos cantaban y hacían el tonto moviéndose de un lado al otro, nosotras teníamos que estar haciendo las coreografías. Hace ya un mes que nos encontrábamos de gira, todos los días con conciertos muy poco tiempo libre, pero no importaba. Amaba mi trabajo de sobremanera, algo que me apasionaba era bailar, desde pequeña siempre lo había practicado y ahora ser parte del grupo de bailarinas de un grupo tan importante era genial.

-Yo no entiendo como pueden memorizar tantos pasos, hacen como mil coreografías distintas en todo el concierto – comentó Harry con cara de desconcierto. Nos habían dado un descanso de 15 minutos, me encontraba en el suelo estirando un poco mi cuerpo para evitar lesiones, y tomando algo de agua.

-Y yo no entiendo como memorizas tantos números de chicas – le sacó la lengua Niall, mientras todos soltábamos una carcajada

-Horan 1, Styles 0 – marcó Zayn con sus dedos

-Ya me vengare duende – lo apuntó con el dedo mientras reía – Y tengo tu punto débil, ¿Cierto _______?

-Hey, no me metan a mí en sus asuntos – dije riendo, para tomar algo más de agua

-Con mi novia no te metas Styles – se quejó Niall mirándonos fijamente.

-Mira como lo hago – se acercó rápidamente a mí y deposito un beso en cada una de mis mejillas

En un segundo Harry salió corriendo y detrás de él Niall mientras se gritaban un montón de incoherencias. Nosotros del escenario simplemente nos dedicábamos a mirarlos y reír con las tonterías que decían, era como ver a Tom persiguiendo a Jerry, y luego detrás de ellos iba Paul, como la dueña de Tom.

Llevaba trabajando casi un año junto a One Direction, había sido uno de las primeras bailarinas que los chicos habían tenido, al principio habíamos sido dos, pero luego quisieron agregar tres más por que había ciertos bailes en que los chicos participaban con nosotros, y tenía que haber una chica para cada chico.  Siempre con Niall habíamos tenido una química especial, pero hace tan solo cinco meses esa química se había transformado en un noviazgo. El era un chico genial, y con los pequeños detalles que había hecho se había ganado mi corazón, quería muchísimo a ese pequeño Irlandés.

-No-o, puedo respirar – llegó Niall a mi lado tirándose en el suelo y respirando agitado, Harry estaba en condiciones parecidas, estaba tirado sobre un amplificador.

-Eso te pasa por ser un revoltoso – lo empuje un poquito, haciendo que el soltara una pequeña carcajada.

-No, me pasa por defender lo que es mío – comentó algo más tranquilo y poniendo su mano sobre mi rodilla y acariciándola suavemente.

- Lo que tu digas – negué con la cabeza risueña, mientras empezaba acariciar su pelo y el empezaba a relajarse y su respiración igual.

Este chico era un de las razones por que me levantaba cada día, siempre con su sonrisas, su abrazos y sus besos te hacía sentir tan bien, tan protegida. Desde el momento que lo vi a los ojos, me quede enganchada de ellos, el era una persona especial y me encantaba tenerlo a mi lado, la gran mayoría del tiempo.

-Vuelvo en un segundo – le dije mientras depositaba un beso en su mejilla. Me levanté rápidamente y fui al camarín que compartíamos todas las bailarinas.

Una llamada perdida de Iván.

Marcaba mi celular, al segundo deslice mi dedo por sobre la pantalla del celular y lleve este a mi oído, le puse el seguro a la puerta mientras escuchaba los timbres en el oído.

-Hasta que te dignas a llamar – habló la voz de Iván desde el otro lado

-Lo siento, estaba en ensayo – explique - ¿Qué sucede?

- Tienes sesión con Julián esta noche, a las 12 – me comunicó

-¿De nuevo? ¡Pero si ayer le di su sesión! – me queje, mientras pasaba mi mano por mi pelo desordenándolo.

- Ha llamado, y ha pagado el doble…te conviene – me habló mi “jefe” desde el otro lado

- ¿El doble? – boquee sorprendida – Está bien, confirma la sesión.

- Muy bien _______, chicas así son las que necesitamos – soltó una risa burlona desde el otro lado

- Guarda tus comentarios Iván, Adiós – dije para cortar el llamado telefónico.

Me senté en el gran sillón que estaba al interior del camarín, y respire hondo varias veces para ayudar a mi corazón a volver a su ritmo normal. Tienes que ser fuerte ______, todo es por el me recordaba a mi misma, todo era por el, por mi hermano y su maldita enfermedad.

Hace dos años que mi hermano menor de tan solo 16 años estaba internado en la única clínica dónde trataban lo que el tenía, nadie sabía en ciencia cierta que enfermedad tenía, solo sabíamos que algo estaba afectando a sus huesos y uno que otro órgano. No podía mantenerse en pie por mucho tiempo y necesitaba de cuidados a cada momento, además de terapias intensivas diarias. Es por eso que se encontraba internado en la única y la mejor clínica de Londres, y claro esta no era gratis, la estancia en la clínica, más todos los tratamientos, los cuidados, su comida, todo salía muchísimo dinero, demasiado. Es por eso que mis padres se mataban trabajando para mantener a Simon en la clínica y también subsistir ellos, y yo ayudaba con otra gran parte gracias a mis dos trabajos.

-Te amo Simon, todo es por ti – susurré mientras miraba la foto que tenía de él en mi celular

Todos pensaban que yo solamente trabajaba para One Direction, en todo lo que es la parte de baile y que la paga que me daban, me servía en parte para mí subsistir mientras que otra gran parte la enviaba a la clínica de mi hermano. Pero nadie sabía de mi otro trabajo, era un secreto guardado bajo siete llaves. Cuando empecé a notar que tanto el dinero que ganaba yo junto con los de mis padres no estaba alcanzado para cubrir los gastos de la clínica, me vi obligada en buscar un trabajo que me permitiera estar de gira con One Direction y la vez cumplir con el otro, y lo había encontrado – no me sentía orgullosa de él – pero no me podía quejar, la paga era muy buena y me servía para cubrir completamente el gasto de mi hermano. Todas las noches, y otras veces tardes me desempeñaba como sexóloga vía teléfono, Iván era mi jefe – y mi mejor amigo - y era el que me coordinaba las sesiones diarias. No podía quejarme de nada, Iván me había dado todas las facilidades para cumplir con el trabajo, y además cuando estaba en Londres me daba trabajo como Stripper. No es lindo estar excitando a hombres vía teléfono mientras sientes como ellos se masturban por el otro lado, pero esos hombres pagaban bien, muy bien por tan solo 30 minutos de placer. Y en mi situación, todo ese dinero era necesario.

-¿_______, estas ahí? – me llamó Paul desde el otro lado

- Si Paul – conteste intentando que mi voz sonara lo mejor posible, debido al nudo que tenía en la garganta

- El ensayo empieza en cinco minutos, te están esperando – me informo

-Salgo en un segundo – me paré rápidamente del sillón, guarde mi celular en mi bolso y salí del camarín para ir a terminar el ensayo.

Las luces jugaban con nuestras vestimentas, las voces de los chicos se mezclaban con la de sus fanáticas que coreaban a todo pulmón cada una de las melodías, eran geniales. Nosotras nos movíamos de un lado al otro, mientras los chicos se cambiaban de ropa animábamos al público, simplemente amaba este trabajo, a diferencia del otro que solo lo hacia por necesidad.

-¡Démosle un fuerte aplauso a nuestras hermosas bailarinas! – dijo Louis al micrófono, y todas las chicas gritaron.

- ¡Charlotte, Christine, Jessica, Sarita y ________! – nos nombró Harry a cada una, nos tomamos de la mano e hicimos una pequeña reverencia para salir del escenario, el show había terminado por hoy.

En cuanto llegamos al hotel me fui a mi habitación, la cual compartía con Charlotte y Sarita. Me di una larga ducha para quitar todo el sudor de mi cuerpo después de la intensa jornada de trabajo. Mientras ponía shampoo sobre mi pelo, pensaba en que estrategia usaría hoy con Julián, uno de mis clientes más frecuentes. A el le gustaba que se empezara de forma suave, y finalmente terminar con más calentura. Ninguno de nuestros clientes conocía verdaderamente nuestro nombre, todas las que trabajábamos en esto teníamos seudónimos o nombres falsos, en mi caso mi seudónimo era Lottie Marchant la diosa de lo sensual – eso último lo había agregado Iván para darle un toque más caliente según él – yo simplemente lo encontraba estúpido.

Gran show hoy junto a @OneDirection :) ¡Gracias Liverpool!– escribí en mi twitter rápidamente cuando salí de la ducha y me encontraba estirada en mi cama.

@______Sprouse, hoy junta en la pieza de Harry ¿Te sumas babe? – me mencionó Zayn en un tweet, ese chico últimamente pasaba mucho tiempo en twitter muy raro en él.

Claro que sí @zaynmalik , Nos vemos al rato…por cierto, buena caída hoy haha :) – escribí rápidamente mientras soltaba un carcajada, Zayn hoy se había tropezado con mi pie cuando nos tocaba bailar juntos, así que tuve que seguir los pasos solas mientras el se partía de la risa en el suelo.

@____Sprouse , Ja ja ¬¬ … mi pierna duele, y todo por tu culpa ¡Bad girl! – fue su respuesta, podía ver como muchas de sus fanáticas empezaban a comentar sobre nuestra mini pelea.

Volví a twittear dándole una “disculpa”, para luego levantarme y ponerme ropa cómoda, siempre que nos quedábamos en el hotel nos poníamos buzo o esas cosas para andar más cómodos. En eso Charlotte entró en la habitación  bastante pálida, hace días que se venía sintiendo mal.

-Es mejor que descanses por hoy, así mañana puedas estar bien para el concierto – le dije mientras la arropaba en la cama, era con la mejor de las bailarinas que me llevaban, lastimosamente se habían formado una especie de grupo, Sarita, Charlotte y yo éramos uno, mientras que las “víboras” como nosotras de broma llamábamos Jessica y Christine eran el otro.

-Si será lo mejor, discúlpame con los chicos y a Sarita igual, dijo que saldría con su novio – me comentó

-Tranquila, yo les digo – me despedí de ella y me dirigí a la habitación de Harry, en el pasillo me encontré con Niall.

-¿Y esta hermosa señorita dónde va? – me pregunto mientras rodeaba mi cintura

-A la pieza de Harry – reí, ya que Niall estaba dejando pequeños besitos por todo mi rostro y cuello, causándome cosquillas - ¿Ibas para allá?

-Yeeeeeeeeeep, tienen mucha comida, no podría no ir – comentó risueño, mientras me daba un pequeño beso en los labios y entrelazaba mi mano con la de él para caminar juntos a la pieza de Harry.

-Tan hambriento siempre, ¿Qué voy hacer contigo? – lo despeine un poco

-Quererme tanto como te quiero yo a ti – se paro al frente mío rozando su nariz con la mía

-Mm, puede ser una opción – susurré contra sus labios para unirlos lentamente con los míos, sus labios eran tan suaves me encantaban.

-Te quiero – me susurró cuando nos separamos

-Y yo a ti duendecillo, ahora vamos antes que se acaben la comida – tiré de su mano y fuimos a la pieza de Harry.

En cuanto entramos en esta Niall se tiro a la mesa con comida, y yo me fui a sentar junto a los chicos y Danielle que estaba acompañando a Liam por estos días. Una música agradable llenaba la pequeña habitación dónde nos encontrábamos un buen grupo de personas, entre ellos la banda que acompañaba a los chicos, Jessica y Christine, y uno que otro de los del Staff.

-¿Todo bien? – me preguntó Niall a mi lado cuando me vio mirando el celular

-Si, solo tengo que hacer una llamada a mi madre, vuelvo enseguida – le di un casto beso, y salí de la abarrotada habitación para ir a esas mini salas privadas que tienen los hoteles en cada piso, tranque la puerta con una silla y espere que me dieran las doce. A las doce en punto, empezó a sonar mi celular con un número desconocido, que tenía la codificación de la transferencia que hacía Ivan desde la “central” al número de cada una de nosotras. Tome una gran bocanada de aire, y tome el celular.

-Muy bien Julián, te daré una noche de placer tal como a ti te gusta cariño, imagíname caminando hacia a ti con tal solo una lencería negra, se que te fascina verme de negro– hablé con voz sensual para escuchar un gemido desde el otro lado del teléfono, la sesión iniciaba.