From Nothing To Something (One Direction) TERMINADA

Ojalá les guste :)
Besito, M


Capítulo 1

A pesar de ser de madrugada el aeropuerto estaba lleno de personas, por todos lados había gente arrastrando maletas, guardias vigilando las puertas, personas comprando, otras durmiendo y en unos asientos cercanos a un ventanal por el que se veía la luna, una joven delgada de cabellos castaños caminaba y caminaba en círculos sin poder estar quieta. Su madre una mujer joven quien estaba sentada en uno de los asientos la miraba con preocupación.

-Siéntate un rato, te vas a marear – La joven la miró, miró la maleta a sus pies y le dijo:
-Voy a estar sentada muchísimas horas en un avión así que prefiero estar de pie.

Gracias a un programa de intercambio en la universidad Melisa tenía la oportunidad de estudiar en el extranjero por un año, le reconocerían los ramos cursados y podría practicar el idioma.

Un año lejos de su familia parecía mucho tiempo, pero en realidad ella estaba muy emocionada, este era su sueño desde hace mucho, siempre había querido viajar y conocer otros lugares. Y ahora tenía la oportunidad, no sólo de conocer sino que de vivir un año afuera. Su primera opción había sido Francia, pero la universidad le había dado como destino Londres, uno porque ya manejaba el idioma y dos porque la universidad ahí tenía los cursos más adecuados para que ella tomara.

Melisa aún no podía creer que realmente estaba pasando y no podía esperar para subirse a ese avión y llegar a Londres, quería conocer la ciudad y a su nueva familia. Estaba tan ansiosa que no podía quedarse quieta. Sabía que iba a extrañar a su familia, pero un año se pasaría volando y pronto estaría de vuelta.

Por los altoparlantes una voz femenina anunció que el vuelo 5782 a Londres salía en veinte minutos y que los pasajeros debían abordar. La mamá de Melisa se acercó a ella y la abrazó – Ten cuidado ¿ya? – Melisa apretó sus brazos alrededor de su mamá e inhaló su perfume.
-Hablaremos cada día – le sonrió – Ahora amas el internet ¿eh mamá?

Su madre sonrió y la acompañó hasta la salida, la vio alejarse con una sonrisa en el rostro. Antes de desaparecer Melisa se volteó y le hizo adiós con su mano.

Melisa caminó por el pasillo y se ubicó en su asiento junto a una de las otras chicas que pertenecía al grupo de Programas Internacionales de la universidad.

-Eres Melisa ¿cierto? – le dijo la chica sonriendo. Era menuda y de pelo negro y lacio, llevaba una polera rosa y pantalones blancos, su cabello estaba recogido con broches y tenía una almohada con forma de oso en sus brazos.
-Soy Nicole – la chica continua – pero todos me llaman Nic. Culpa a mi mamá por ello – río la joven.

Melisa se revolvió incómoda en su asiento, había tenido la intención de escuchar música todo el viaje y quizás dormir un poco, pero esta chica estaba arruinando sus planes.

-Entonces ¿Qué estudias? – Preguntó Nicole - ¡Ah! ¿Y a dónde vas?
-Voy a Londres y estudio arte ¿Y tú? – pregunto Melisa por cortesía.
-¡Ah qué bien! Estudio ingeniería industrial y voy a Italia – ella siguió sonriendo – estuve esperando esta oportunidad por un año. El año pasado no califiqué, algo pasó con mis papeles, no sé nunca lo entendí – Nic río alegremente y miró su celular - ¡Oh Oh! Dame tu twitter ¿Tienes uno cierto? Es mejor que facebook…
-Sí… - Melisa miró su propio teléfono y dudó ¿Sería esto un error?
-Es melarev – finalmente dijo – ¿Cuál es el tuyo?
-¿Te dicen Mel? ¡Qué lindo! Te diré así… ¡Ah sí! El mío es shiny_nic – mientras introducía el twitter en su teléfono le preguntó a Mel - ¿Estás muy nerviosa?
-Más o menos, pero sobretodo cansada – respondió ella tratando de que la chica tomara la indirecta. Nic sin embargo siguió hablando y hablando, estaba emocionada y muy ansiosa por llegar. Poco a poco Mel se sumergió en la conversación y comenzó a disfrutar del viaje y de la compañía, hablaron un poco de las cosas en casa, de lo que les gustaba hacer y para cuando aterrizaron en España tras 13 horas de vuelo sin dormir, ambas chicas habían estrechado lazos y se despidieron con pesar.

-Espero que podamos vernos antes del próximo agosto – le dijo Nic abrazando a Mel una vez más.
-Si tenemos suerte puede que nuestras familias nos lleven cerca – le respondió Mel.
-Eso espero… ¡Ten un buen año! Y ojalá te toque una linda familia.
-¡Lo mismo digo! – gritó Mel ya alejándose. Nic vio a su nueva amiga caminar hacia su avión, observó su andar pausado, su pelo desordenadamente amarrado en un moño, sus pantalones anchos y estampados y su enorme polerón. Sonrió por ambas, por las aventuras que las esperaban y por los nuevos amigos. Agarró su cartera y se dirigió a su propia salida.

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Mel se miró en el reflejo de uno de los paneles del aeropuerto mientras se dirigía a buscar su maleta. Tenía unas ojeras gigantes y su pelo estaba enredado en un nudo en lo alto de su cabeza, su ropa estaba arrugada y estaba agotada. Pero aún así estaba emocionada de conocer a su familia, reconoció su maleta y la agarró, miró alrededor en busca de un cartel con su nombre.

Después de buscar un rato y de caminar en torno a la cinta transportadora de maletas se fijó en uno lejos en una esquina sostenido por un hombre alto con lentes. El cartel decía “Bienvenida Melissa. Aquí Familia Green” y tenía muchas caritas felices. Se acercó a ellos sonriendo ampliamente debido al cartel y dijo:

-Hola, soy Melisa.
La señora que se encontraba a su lado le sonrió y le dijo:
-Hola querida, soy Leane Green, este es mi esposo Doug y mi hija – apuntó a una chica joven y rubia de aproximadamente la misma edad que Mel, la cual sonreía ampliamente formando unos hoyuelos en sus mejillas – Sam. Nuestro hijo Alex tenía ensayo hoy día, estudia ballet – agregó la madre felizmente – así que no pudo venir. Pero te verá en cuanto lleguemos a casa.
-Sí, sí, sí, déjame llevar tus maletas. A propósito ¿Qué tal el cartel? ¿Estaba tu nombre bien escrito? - preguntó el Señor Green ansiosamente.
-Es un cartel asombroso – respondió Mel honestamente – Pero mi nombre solo lleva una s.
-Oh está bien – respondió el señor Green animadamente.
-Vayamos a casa, debes estar agotada – dijo su esposa.
-Sí, algo.

Caminaron rápidamente hacia el exterior del aeropuerto, estaba frío y el cielo estaba cubierto de nubes grises. Se subieron a un vehículo de tipo familiar y Sam empezó a preguntarle sobre su vida en casa y Mel se sintió a gusto y feliz con esta nueva familia. No podía esperar para llegar a casa y acostarse, pero por otro lado no quería que el día acabara tampoco.

Sonrió al pensar en que aún le quedaba un mes entero antes de que las clases empezaran en septiembre. Quería conocer y recorrer la ciudad, así como conocer los museos y la universidad, ya que después de todo era ese el porqué estaba en Londres de todos modos.