When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)

Me estaba preguntando... Ustedes (Y no hablo solo de Nella, Ailuu, Paula y Yass) si tuvieran el poder de algunos de los elementos.
¿Cual creen que tendrían?
Yo creo que tendría el viento, siempre me gustaron los elementos. El agua me hacía sentir completa, siempre ame la tierra y hundirme mis manos en ella (Tal vez por eso soy tan ecologista). El Fuego me llama la atención de una manera sobrenatural siempre lo miro fascinada puedo recordarlo de los campamentos en la fogatas y hasta cuando prendo fuego para cocinar. Pero sin dudas, yo diría que mi elemento sería el aire y aveces pensé que me siento tan apegada a él por que mi signo es géminis y su elemento es el aire. Y es que nunca vi algo tan placentero como el viento soplándote en la cara, amo ir por la carretera y bajar las ventanillas aun a pesar de que el viento es tan fuerte que te corta la respiración, siempre me gusto. La forma en que los árboles se mueven cuando el viento las arrastra, como aprecio cada soplo de viento, como siempre lo menciono en mis escrituras como algo hermoso, la forma en que me encantan las tormentas, y los intrigantes que son para mi los huracanas y los tornados. Si dan miedo, pero no me da el miedo que le da otras personas, es casi... casi de respeto. Y supongo que eso le pasa a casi todo el mundo, pero igualmente es como si algo en mi me lo dijera que su tuviera que elegir entre uno ese sería el mio.
Uf, hoy estoy toda filosófica (?)

Bueno cami, no quisiera copiarte pero debo admitir como buena geminiana que soy, el Aire es uno de los elementos que mas me gusta. Yo creo que es porque me encanta estar a aire libre y sentir como el viento me despeina toda, ver las hojas que vuelan de los árboles en pleno otoño o como vos dijiste, ir en auto o lo que sea y que el aire que entre por la ventanilla y te deje hasta con los ojos llorosos. Además no se si te pasa pero... cuando corro y hay viento o mismo cuando voy rápido en auto por la carretera, con la ventanilla baja, me da una sensación como de adrenalina. Yo también amo las tormentas y mas cuando hay viento fuerte, es la mejor forma de dormirse jajajajaj
La Tierra siempre me gustó porque me encanta estar al aire libre tal como dije, amo los animales y si fuera por mi, no viviría en la ciudad. Me gusta la tranquilidad, el verde, escuchar los pájaros cantar a las seis de la mañana (suena medio bobo pero me encanta), los espacios abiertos... porque digamos que les tengo fobia a los lugares cerrados y mas si hay mucha gente. No digo que no me guste ir a un shopping o a un restaurant, es solo que no acostumbro hacerlo y tampoco me desespero como mis amigas si no puedo ir. En si me da igual tanto como ir a bailar. Me sofoca, me falta el aire y realmente no me gusta estar encerrada entre cuatro paredes. Nací para estar afuera, me encanta la aventura... si de vacaciones me tengo que ir al medio de un monte, no me importa yo voy loca de la vida. Soy la clásica chica amante de la naturaleza que no le importaría vivir en medio de la nada... no se me hace sentir libre, es como si me relajara.
El Agua siempre me gustó porque desde chiquita tenía fascinación por la playa y me dan ataques cada vez que me voy a la casa que tenemos en la costa. El simple hecho de imaginar la arena bien blanca y las olas... o ese gustito a sal que te queda es simplemente encantador, al menos para mi. Y al igual que como dije antes, es como si me renovara, me hace sentir libre.
El Fuego es una cosa bastante interesante para mi también, es algo hermoso y también me encanta sentarme a admirar las llamas cuando alguien está haciendo una fogata en un campamento o cuando mi padre o mi abuelo hacen asado. Si bien lo veo como algo poderoso, yo creo que no sería lo mío... al menos creo que es con el que menos me identifico.
Ahora que releí todo esto que escribí, yo creo que si tuviera que elegir el poder de alguno de los elementos, sin duda elijo el de la Tierra. Creo que es el que mas define quien soy y como soy.

es divertido leer de ustedes ninguno ha elegido al elemento que su personaje domina XD

NellaSparksFly escribió:

DebbiePayne escribió:es divertido leer de ustedes ninguno ha elegido al elemento que su personaje domina XD

DEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEBBIEEEEEEEEEEEEEEEE!!! HOLAA!!! :D Qué tal?
JAJAJA VERDAD!!? yo también pensé lo mismo! Cuando Cammi hizo esa pregunta simplemente pensé: "Sin duda yo soy fuego, soy una Rose total... Aunque Vicky no puede ser nada más que el agua porque es perfecta para ella, pero yo soy el fuego" y además leer que Cammi escogió el aire y Yass el agua... fue simplemente como: "Soy Rose, Cammi es Kate y Yass es Vicky... Solo falta que Ailu diga que le gustan todos los elementos, entonces sería Ryan y si Paula dice que le gusta la tierra sería Devonne, entonces ninguno seríamos nuestro personaje" (?) jajajaja

holaaaaaaaaaa!! Cómo estás Nella?
Yo bien esperando a un amigo que trabaja enfrente a casa y que dijo vendría a molestarme :@ jjajajajajajaja
Ninguno sería su personaje, verdad! La única que se salva soy yo jajajaja

Primero, antes de ir por los elementos, ¡amé el capítulo Nella! De principio a fin. Siempre me gusta leer sobre los hermanos y ¡pobre Dawn! Aunque, bueno, explica la relación Vicky/Alice. Y todo Eustace ahsdmgjdghakjsdhgajdskghasdgdgsdghj. Lo odio y lo quiero al mismo tiempo, jajaja. Vicky en Hogwarts con Eliox y Eustace visitando a Alice. ¡Y el final! OMG no me lo creo. ¡Lo amé!

Bueno, ahora, los elementos. Yo AMO el agua. Me siento completa estando en ella y creo que si tuviera la oportunidad de poder respirar bajo el agua, viviría en ella. Es por eso que tardo horas en bañarme y siempre estoy más de tres horas metida en la pileta y cuando voy a la playa, lo primero que quiero hacer es llegar a un lugar, dejar las cosas y meterme al mar. Es raro porque el elemento de Libra es el aire, aunque también me gusta el aire. Me encanta que me de de lleno en la cara cuando estoy viajando o me gusta sentir la brisa.
La tierra. Mmm, me gusta mucho, cuando voy de viaje, observar los árboles que veo en la ruta. La naturaleza me inspira. Me encanta recostarme en el pasto y quedarme ahí, un rato, mirando el cielo. Como yo vivo en la ciudad y me sofoco fácilmente en el mundo de gente, me gusta estar al aire libre, rodeada de verde y poder respirar aire no contaminado...Mhm, el fuego me gusta. Hay veces que me quedo mirando las llamas y tardo rato, me quedo como tarada mirandolo, aunque no es mi favorito.
En fin, creo que el agua sería mi favorito. Me llevo muy bien con ella xd

NellaSparksFly escribió:

DebbiePayne escribió:

NellaSparksFly escribió:

DebbiePayne escribió:es divertido leer de ustedes ninguno ha elegido al elemento que su personaje domina XD

DEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEBBIEEEEEEEEEEEEEEEE!!! HOLAA!!! :D Qué tal?
JAJAJA VERDAD!!? yo también pensé lo mismo! Cuando Cammi hizo esa pregunta simplemente pensé: "Sin duda yo soy fuego, soy una Rose total... Aunque Vicky no puede ser nada más que el agua porque es perfecta para ella, pero yo soy el fuego" y además leer que Cammi escogió el aire y Yass el agua... fue simplemente como: "Soy Rose, Cammi es Kate y Yass es Vicky... Solo falta que Ailu diga que le gustan todos los elementos, entonces sería Ryan y si Paula dice que le gusta la tierra sería Devonne, entonces ninguno seríamos nuestro personaje" (?) jajajaja

holaaaaaaaaaa!! Cómo estás Nella?
Yo bien esperando a un amigo que trabaja enfrente a casa y que dijo vendría a molestarme :@ jjajajajajajaja
Ninguno sería su personaje, verdad! La única que se salva soy yo jajajaja

sajkfbaskdjbfjs bien!! acabo de llegar del instituto, estoy cansada, no quiero estudiar más, de mayor seré una roca (?) Jajajaja
Jajajaja que agradable tu amigo! ocupa su tiempo libre en... chanchán... molestarte. xD jajajaja
sdilghaskgfd Bueno, Dawn sería algo así como la protectora de los hermanos... y, si no me equivoco... tú eres la mayor así que... serías algo así como nuestra protectora (?) jajaja así que no te salvas... (?)

Seamos rocas las dos!! jajajaajaj en serio :|
Aclaro, no me molesta que el venga... es solo que sabe como desesperarme en cuestión de segundos y no exagero.
alksdgaghsjhhdasdghhahsdgsgh por ser la mayor mas que protectora, parezco la madre JAJAJAJAJAJAJAAJAJ

Debbie, casi todo lo que dijiste me sentí identificada. Como vos lo de los lugares cerrados y todo, aparte soy claustrofobica, tienen que ver cuando me quedo encerrada o cuando me quieren dejar encerrada como broma, empiezo a gritar como desesperada, respiro con dificultad y lloro. Me agarra un ataque de locura, aun aunque sé que es una broma. No puedo evitarlo.
Nella, no me parece malo lo de prender fuego a las personas con el pensamiento... jajaja deberías ver las cosas que pienso yo cuando me enojo con alguien. (Pero creo que es más porque tengo un problema con la ira, así que suele descontrolarme y prefiero pensar que estoy dañando a alguien con la mente que ir y hacerlo en la vida real)
Yass y Ailuu son el agua, todos tenemos los elementos cambiados, pero la verdad es que puedo imaginarlos a ustedes con esos elementos. Puedo imaginarme a Debbie con el poder de manejar la tierra, a Nella con el fuego, a Yass y Ailuu con el agua, y a mi con el aire :B

¡Estamos en Peligro! La verdadera batalla comienza.

"Si quieres saber la verdad, solo la tienes que buscar". Sabias palabras de Ryan. Hasta ese día, Eliox se daba cuenta de cuán importante se había hecho en su vida aquel fantasma "copia caras", como lo llamaba Iox. Si bien no sabía de sus amigos, pues hasta esos momentos no había recibido ninguna carta de ellos, se sentía feliz, pues sabía que muchos estaban descansando y compartiendo con sus familias.
Pero tampoco era que Iox se estaba aburriendo en Hogwarts. Había hecho tantas cosas, como ayer cuando estaba en la Biblioteca y a Ryan se le ocurrió hacer comentarios "sanos" acerca de Madame Pince. O cuando se detuvo a hablar y contarle de su vida al Sauce Boxeador, y este, muy lejos de golpearlo, parecía como si lo estuviera escuchando atentamente.

Hasta esos momentos Eliox se daba cuenta de lo extraña que era su vida. Iox siempre había sentido un cariño especial por aquellas criaturas mágicas que eran despreciadas o que asustaban a las personas, ejemplos son los elfos, su hámster y el episodio del Sauce. Pero lo que más le sorprendía era que estas criaturas (o la mayoría de ellas) lo trataban de una manera especial. Era una de las pocas veces que Eliox no era Eliox Fretiur, el chico que no hablará mal de nadie ni que será menos preciado y mucho menos se quedara callado observando, sino seria Iox, el chico de ojos desiguales que será una agradadable compañía. Y se sentía feliz por eso.
Feliz por comenzar a sentirse alguien en el mundo.
En momentos como ese, se ponía a pensar, ¿qué importa si me tratan mal? ¿qué importa si en el tima del amor no era un experto? ¿Qué importa si allá afuera hay personas que quieren hacer daño? ¿Que importa si hay personas que quieren cazarlo?
Era como si aquella venda que tenía en los ojos fuera desprendida y en cambio de encontrarse son el horrible paisaje que esperaba encontrarse, se encontrara con un paisaje hermoso, como el color de sus ojos.
Comprendía que no tenía por qué sentirse mal por todas esas cosas. Comprendía que tenia personas que se preocupaban por él, lo comprendía perfectamente. Pero aun así no podía evitar sentirse mal, pues su vida no era fácil, en ningún sentido de la palabra. Como ahora, que tenía que planear un escape luego de que las chicas se escaparan y todos entraran a la cueva, difícil movimiento, ¿no?
Pero era Iox, y el siempre encontraba una salida a cualquier problema, a como dé lugar lo haría.

Distraídamente toco el collar que colgaba en su cuello. Lo sostuvo entre sus manos y miró el objeto atentamente. Aquel artefacto no se había despegado de su cuello desde que lo encontró y se lo colgó hace seis días.
De vez en cuando, cuando tenía que ir al baño no dudaba en quedarse observando el dichoso objeto a través del espejo. Había llegado a la conclusión de que aquel collar pertenecía a una familia Sangre Pura, pues al ser piedras mágicas, era imposible que una familia muggle lo obtuviera. Quería que alguien lo reclamara pronto, pues si se quedaba con el más tiempo, al final acabaría por no devolverlo.
Suspirando y con un peso menos de encima, se levantó de la nieve, anaranjada por los últimos rayos de sol que se posaban sobre ella. Recogió a Terry del suelo y se marcho de allí. Al fin había podido reflexionar, ya podría cerrar un capítulo de su vida y comenzar otro. Estaba contento, pues ya podía seguir adelante, pues ese peso que cargaba había desaparecido. Se marcho, con una sonrisa sincera y la frente en alto, orgulloso de sí mismo.

23 de Diciembre
En esos momentos, Eliox Fretiur se encontraba cociendo. Si, no han leído mal, estaba COCIENDO sus ropas. Todas las camisas muggles que tenían mangas largas y sus túnicas. Por órdenes de Ryan, debía hacerlo. Él le había explicado que uno de los errores de un mago en una batalla era que nunca tenía su varita al alcance. Según la historia de Ryan, el había cocido todos sus ropajes de modo que siempre tuviera la varita al alcance de su mano. Y eso es lo que Iox hacia.
Cocía por allí y por allá, principalmente sus túnicas.
Al término de esto, Iox tuvo que probarse todas ropas, en las túnicas y camisas, solo tenía que meter los cuatro dedos en la manga y obtenía sacar la varita sin más.
"Perfecto" aprobó Ryan, cuando Iox se probo la ultima vestimenta, su chaqueta favorita, era verde pantano con muchos bolsillos. Parecía que había pertenecido a un investigador muggle.
Eliox siguió haciendo sus cosas, pero en todo momento practicaba un poco para sacar la varita, pues no era tan fácil como se veía.

Se había encontrado con la directora McGonagall en uno de los pasillos del quinto piso. Ella le había pedido amablemente que lo acompañara a su despacho a su despacho. Iox se había extrañado, no era que la señora y él hablaran a cada momento del día, pero no dudo en acompañarla. En el camino le había preguntado de su estancia en Hogwarts y el con toda la sinceridad posible le contestaba.
Al llegar al despacho, el lo hizo sentarse en una de las sillas mientras se paraba delante de la ventana. Era de noche, como las siete para ser exactos.
- Es importante que todos seamos uno solo, señor Fretiur. - Comenzó diciendo ella, mirando el reflejo de la Luna.
- ¿A qué se refiere?
Eliox le pregunto extrañado y la señora suspiro.
- Durante años, los directores de Hogwarts se han enfrentado con la terrible visión de la desunión de sus alumnos. Es complicado ver como cada grupo mantiene cuatro ideas diferentes, pero no se dan cuenta de que todos estamos unidos indirectamente.
- ¿Y por qué me cuenta esto, profesora?
- Usted y yo sabemos muy bien todo lo que pasa a nuestro alrededor, señor Fretiur. Es importante tener en claro de qué lado estamos y a quien queremos proteger...
- Lo tengo claro, profesora.
- Eso es bueno Iox. - Ella le tuteo, mientras lo miraba - Cuando te vi entrar al Gran Comedor supe que eras diferente.
- Soy diferente, profesora. - Le respondió Iox, mirándola atentamente.
- Me refiero a que tu personalidad es diferente. Pero es tan parecida a la de un gran hombre que conocí, era director.
Iox sabía a quien se estaba refiriendo. A veces se preguntaba si el podría haber sido hijo de ese gran hombre, pero era prácticamente imposible. Si había alguien en el mundo, que hubiera sido mucho más bueno y sabio que él, ese era...
- Albus Dumbledore. - Dijo él, mirando la Luna.
- El profesor Dumbledore era una persona sabia y bondadosa, así como usted. Le apuesto a que fácilmente hubiera podido entablar una buena conversación con usted.
- Me hubiera gustado conocerlo.
En momentos como ese, a Iox le gustaría saber que habría pasado su hubiera entrado desde un principio a Hogwarts.
- No sé si usted sabe, pero uno de los deberes de directora es saber cómo fluye nuestro colegio...
Eliox la miro extrañado, no sabía de que hablaba.
- ¿Cómo?
- Es necesario que los directores sepamos cada cosa que hacen nuestros estudiantes, de día y de noche, a todas horas... - Eliox se susto, McGonagall sabía algo, algo importante.
El verdiazul trato de buscar las respuestas en su mente, y de momento, le pareció que esta lo golpeaba en la cara.
- Yo... profesora, no sé qué decirle... - Dijo él al fin, cuando logro articular palabra.
- No es necesario que diga nada, señor Fretiur. Sé que sus intenciones son buenas, pero solo le pediré que tenga cuidado.
Eliox intuía que McGonagall sabia de la intención de él al visitar la biblioteca y creía que sabia más cosas de él.
- ¿Quiere decir, que me está dando permiso para seguir, profesora? - La mujer lo miró calculadoramente, por encima de sus gafas.
- Yo nunca he dicho eso, señor Fretiur - Pero sus ojos decían que si.
Le sonrió con amabilidad a la directora, y se dedico a mirar el despacho. Eliox creía saber que aquel era el despacho de los directores, es decir, que todos los directores que habían liderado a Hogwarts debían haberlo hecho desde este despacho. El sitio no estaba mal, muchos libros adornaban el fondo, haciendo que el lugar pareciera más viejo de lo que era en realidad. A pesar de que parecía antigua, no tenía ese toque de polvo que hacía que un lugar pareciera mucho más antiguo, un poco más adelante de las estanterías estaba el escritorio del director, que se encontraba lleno de libros y pergaminos, y a un lado, una vela, que parecía que nunca se gastaba. Iox comenzó a repasar los libros, no eran más ni menos que libros muy avanzados, acerca de magia, y todo lo referente a ella. Historia, Pociones, incluso le pareció ver algunos libros muggles allí.

Examinando uno de los volúmenes de Historia de la Magia Experto III, encontró unos símbolos extraños, y al examinarlos más detenidamente, se encontró con los mismo símbolos que había encontrado con Valen en la Sección Prohibida de la Biblioteca.
- ¡Profesora! - Llamo la atención de la señora, que se encontraba revisando unos papeles. Esta sin mover la cabeza, poso sus ojos en el, mirándolo por encima de las gafas. - ¿Puedo pedirle un favor?
- Claro, Eliox.
- Ese libro... ¿me lo presta para llevármelo? - Pregunto señalando el libro.
La señora miro el libro, y luego lo miro a el, para descubrir sus intenciones. Y aunque no logró hacerlo, se paró de su silla y lo busco, para entregárselo.
- Gracias, profesora McGonagall. Se lo devolveré mañana.
- No te preocupes, Eliox.
Eliox le sonrió y se despidió, cargando el libro, pero antes de dar un solo paso más para salir de allí, oyó la voz de la directora llamándolo.
- Una última cosa, Eliox, debería considerar ser director de Hogwarts en un futuro. Seguro lo haría muy bien.
Iox giro su cabeza a la mitad y le dio una media sonrisa, para luego seguir su camino.

Era hermoso admirar aquella belleza natural que tenía el lago, a pesar de que muchas personas tuvieran miedo a acercarse al lago, Eliox pensaba que no había nada mejor en esos momentos que sentarse en la fría nieve blanquecina y admirar aquellas olas que se formaban con el frio, pero leve viento a causa de la estación del año en que se encontraba.
Las olas brillantes como solo el creador del planeta pudo hacerlas, algunas veces parecían bailar al ritmo de un compas lento, como si se trata de un vals y como si solo ellas tuvieras el derecho de bailar a ese ritmo. Otras veces parecía como si se estuvieran riendo, pero con una risa tan fuerte, una de esas de después de que tú mejor amigo te haya contado el mejor chiste de tu vida y tú no pararas de reír. Otras veces simplemente parecía como si estuvieran hablando, y bien era en susurros pues no querían que nadie más escuchara esa gran conversación que tenían, o simplemente hablaban en un idioma completamente diferente, un idioma que solo ellas conocían. "Las olas son hermosas" concluyo Iox, luego de un rato de meditar en silencio.
- ¿No es hermoso todo esto? - Le pregunto una voz a su lado.
- Bastante... - dijo sin pensar - ¡Ryan! ¿Cómo hiciste eso? - Pregunto mirándolo cuando reconoció la voz.
- No te emociones demasiado, en momentos así puedo salir de tu cabeza.
Iox arrugo la nariz.
- Tiene lógica, al fin y al cabo eres un fantasma...
- Supongo - Comento el restándole importancia, encogiéndose de hombros - Me he enterado de ciertas cosas, Eliox.
- ¿Qué clase de cosas?
- Yo ya te conté parte de mi historia, Fretiur - Iox levanto las cejas impresionado, Ryan nunca se había oído tan serio como ahora - Te dije que uno de mis errores fue que confié en todos, pero tú no debes hacer lo mismo. – A que se refería, ¿a McGonagall?
El fantasma hablaba con voz seria, pero a Eliox las malditas lágrimas invadieron sus ojos, así que se reprocho internamente por no ser lo suficientemente hombre como para detener la regadera de sus ojos.
- ¡Es que a mí nadie me dice nada! "Debes cuidarte, Iox. Debes descubrirte. No puedo decir nada. Tienes muchos secretos"... ¿qué demonios es esto? ¡YO NO QUIERO SEGUIR CON ESTO, FLETRUT! ¿OISTE? ¡¡NO QUIERO!!
Le reprocho con ira, una ira y tristeza que le salían hasta por los ojos. Ryan lo miro furioso.
- ¡NO ES TU DESICION! ¡Y NO TIENES DERECHO A HABLAR!
Y Eliox no resistió mas hasta que cayó de rodillas, no supo si fue por las palabras que había usado el fantasma o si eran los recuerdos que comenzaban a saltar de su mente.
Pero estaba seguro de algo... no se encontraba bien.

***Flash Back****
31 de Diciembre de 1989
Su noveno cumpleaños se acercaba, a solo veinte minutos de él, pues así como veían su cumpleaños solo duraba un minuto, ¿quien diría que un niño de ojos desiguales viviría para celebrar su cumpleaños solo un minuto? Eso era una locura, o así le habían enseñado sus padres a celebrar su cumpleaños, un solo minuto para sentirse feliz pues sabía que obtenía un año más de vida. Pero también era un minuto para sentirse infeliz, deseando que sus padres llegaran y lo abrazaran hasta asfixiarlo. Deseando que su madre no parara de darle besos por toda la cara como había leído millones de veces en los cuentos y lecturas. Deseando que su padre lo abrazara fuertemente y le dijera que estaba orgulloso de él. Pero solo con desear no lo hacía realidad... sus padres parecían olvidar el día mas importante de su corta vida, y si lo recordaban, parecía ignorarlo. ¿Y creen que Iox no intento pasar tiempo con sus padres? Pero cuándo lo hizo, "No es tu decisión, además estamos demasiado ocupados... ¡Y no intentes hablar, no tienes derecho!" era lo que había conseguido de su madre, tras una mirada fría de su padre.
Partió el pastel con media sonrisa, no estaba bien, definitivamente no se sentía demasiado bien, pero no quería echar a arruinar el pastel que con tanto esmero Rydol había preparado para el... a escondida de sus padres.

28 de Junio de 1990
¡Vacaciones! El profesor Jhyonra era su tutor, y a veces se avergonzaba cuando se descubría a si mismo pensando que lo quería mas que sus padres. A pesar de todo los quería, tenía que agradecerles que lo hayan traído a la vida. Pero solo eso... si se trataba de agradecimientos, Iox se hallaba escaso con referencia a sus padres. Así como no vería a Skyl Jhyonra hasta a principios de agosto, sus padres también estaban de vacaciones, descansando en casa de su trabajo, que Eliox no sabía cuál era ya que nunca ha tenido el coraje de preguntarles a sus padres por sus trabajos o algo personal de ese sentido. ¿Patético, no?
Aquel día era Jueves, y al ser vacaciones sus padres le habían dado las ordenes de que los Martes, Jueves y Sábados se le tenía terminantemente prohibido salir de su habitación, Rydol le llevaría la comida y se bañaría en el cuarto de baño de su habitación, como siempre. Pero aquel día hacia un calor insoportable, tanto así que ni siquiera la ducha de su habitación hacia la magia milagrosa de quitarle el calor.
Así que tuvo la maravillosa idea de subir a la copa de su árbol favorito, que en esos momentos ya tenía bastante altura, y de seguro había el mejor viento del mundo desde lo más alto. ¿Pero como escaparse? La puerta estaba cerrada así que opto por la única solución disponible, la ventana. Quince minutos después se encontraba en su habitación, su padre lo había descubierto y le había facilitado el mayor golpe de su vida. Diciéndole "Sabes que no tienes derecho a salir de aquí, ¡a ninguna hora del día!". Iox no había hecho más que llorar, no por el golpe, eso era lo de menos, sino por la frustración de no poder hacer nada ni siquiera en su casa.

31 de Octubre de 1990
¡Halloween! Un día muy feliz para todos los niños, muggles y magos. Aunque no para todos, Eliox Fretiur se encontraba estudiando en su mansión como siempre. Todos los Halloweens, por órdenes de sus padres, Skyl le pondría más deberes de lo usual, aunque él no quiera. Aunque aun no comenzaba con las enseñanzas mágicas, el profesor de ojos azul cielo y cabello grisáceo-azul le daba clases muggles, que bastantes conocimientos tenia de eso.
Eliox ya no les seguía insistiendo a sus padres de que tenía que pasar sus festividades como un niño normal, pues hablar con ellos era como hablar con una fotografía en movimiento.
Tenía que callar, por su bien físico y emocional, no pedía regalos en ninguna festividad. Siempre hacían lo mismo, le gritaban que no tenía derecho a ellos. Cuando alguien más le regalaba uno, siempre hacían lo mismo, lo tiraban el fuego, y Eliox tenía que soportar el olor a quemado de plástico, comida o cualquier otro material. Era horrible.

Y tenía que aguantarse, no le quedaba de otra puesto que si lo hacían, lo más probable es que puedan desheredarlo, y como máximo sacarlo de la casa, y un niño de diez años no sabía cómo subsistir solo, sin por lo menos un elfo que lo ayude.
Tiempo después, llego la preciada carta que había estado esperando, cumplió once años y, el 31 de julio de 1991, la carta de Hogwarts Colegio de Magia y Hechicería llego, pero sus ilusiones fueron rotas al saber que no asistiría, que sus padres prefirieron dejarlo en casa estudiando pues "no tenía derecho de ir a aquel prestigioso colegio, y mucho menos tenía derecho a hablar".
***Fin de Flash Back***

No lo aguantaba, toda su vida había tenido que protegerse solo y, de paso, sonreír dentro de ese caparazón para por lo menos encontrar algún lado bueno de la vida. Estaba acostado en la fría nieve, con sus brazos rodeaba sus rodillas y sollozaba en silencio, en posición fetal. No quería, pero no podía evitar recordar. Después de tanto insistir en dejarlo venir a Hogwarts, tuvo que pasar lo peor para que ellos aceptaran. El profesor Skyl falleció, dejando la semilla de la sabiduría que había adquirido en su vida en la cabeza de Eliox Fretiur. Con esto, su padre no encontró quien le enseñara, así que no tuvo de otra que mandarlo a estudiar a Hogwarts.
No sabía que había pasado de Ryan, solo podía sostenerse la cabeza fuertemente, tratando de arremeter en contra de los otros muchos recuerdos horribles que amenazaban con aparecer en su mente. Hasta que sintió que unos brazos casi deformes lo rodearon mientras se acostaba a su lado.
Sintió como el suelo ya no era la nieve fría en la que estaba acostado, sino era algo más blando, pero rígido a la vez. Algo que le hacía tener una sensación familiar. No era frio pero tan poco era caliente. Era justo como le gustaba, a temperatura ambiente.
Descubrió que se trataba del piso del Santuario de los Dragones, ¿como Ryan había hecho eso? No lo sabía, pero aun así no tomo importancia y siguió desahogándose, con Ryan abrazándolo.
- ¡Lo siento, Eliox!
Le decía el una y otra vez, de seguro sabía lo que cruzaba en su mente, si el mismo había estado allí para presenciarlo, además, ¿el lo sentía? Iox se pedía disculpas a sí mismo, reprochándose por ser tan débil. Si todo fue culpa de el al gritarle a Ryan.
Con dificultad se sentó allí estirando las piernas, con la cabeza gacha. No quería mirarlo a los ojos, de seguro el tampoco quería. Así era el estilo Fletrut/Fretiur.
- No pensé lo que decía, Iox. De verdad lo siento... es solo, que sabes que por lo menos para esto si no hay elección. - Comenzó el fantasma.
- No te preocupes... aunque es curioso, Rydol me decía que "Esta es mi vida, y solo yo decido, que es lo que quiero".
- Completamente de acuerdo, y estoy seguro que tu no querrías saber las consecuencias de lo que pasaría si no continuas con esto, estoy seguro que si te las diría, rápidamente aceptarías.
- ¿Y por qué no me las dices? - Ryan lo miro por fin, con una sonrisa tímida y con pena - Si, claro. Lo sé, "tienes que descubrirlo". Típico...
- No sé si sabes que yo más que nadie quiero que se sepas todo, pero no puedo Iox, y debes entenderlo. Algunas cosas tienen que suceder tal y como sucedieron en el pasado. Otras no son necesarias. - Claro, comprendo... aunque hay cosas que siempre he querido saber, ¿qué es exactamente lo que oculto? ¿Qué onda con todo ese tema de la Reencarnación?
- Bueno tal vez eso último pueda respondértelo...
- Adelante, entonces. - Dijo Eliox, mirándolo con curiosidad.
- ¿Recuerdas aquella vez que leíste en el libro que los semi-humanos se extinguieron, pero que tiempo después aparecimos nosotros? - Eliox asintió, recordando aquella parte del libro. -Bueno, resulta que nosotros no nacimos con estos poderes porque si. Hubo una razón, a mis hermanas y a mí nos habían encomendado una misión. Una misión que si bien estuvimos a punto de completarla, al final fallamos en el intento.
- Bien, lo entiendo, ¿y...?
- Aquí entran ustedes. Nosotros morimos sin completar la misión, y ustedes nacieron para terminar esa misión que se no has encomendado. Tengo que confesarte que al principio creí que ustedes reencarnarían siendo hermanos, pero esto confirma la teoría de que "nada sucede del mismo modo dos veces". - Ryan le sonrió, y Eliox asintió, dando a entender que hasta ahí entendía. - Por suerte para ustedes, mis hermanas y yo nos dimos cuenta a tiempo cuando todo iba mal, así que decidimos crear un mecanismo que nos pudiera mantener con "vida" y así poder ayudar a nuestros descendientes. Aquí entran todas las cosas que ustedes han hallado hasta ahora. El templo es una creación de mis hermanas y mía, con ayuda de nuestras mascotas de aquella época. El libro lo creamos mi pequeña hermana Devonne y yo, una pequeña recopilación de información de los libros de mi siglo.
- Bien, ¿y cuál es esa dichosa misión? - Ryan lo miro con los ojos entrecerrados, y Eliox le dio media sonrisa - No me mires así, yo soy el afectado en todo esto...
Ryan simplemente bufo y entorno los ojos, queriendo ahorcar a su... hermano menor... porque ya lo consideraba así.
Para él, aquel chico que comenzó siendo su pupilo ahora se había convertido en una especie de "hermano menor". No sabía si la razón de esto era que extrañaba a sus hermanas, o si extrañaba hablar con Devonne y Kate de las cosas que no le podían contar a Rose y Marie. Recordaba que era divertido molestar a sus dos hermanas mayores, recordaba cuentos millones de intentos fallidos por parte de las dos hermanas mayores por saber que tanto cuchicheaban los otros tres restantes. A diario, Rose y Marie trataban de entrar a la conversación privada de sus hermanos pero eso simplemente era cosa de tres.
En Eliox, Ryan pudo encontrar una especie de "reemplazo", pero nada parecido a uno. Hablar con Eliox era como hablar con el mismo, recordaba que antes se sentía un anormal por tener una "inteligencia mayor que la de un genio de lámpara", pero a diario veía como Iox tenía esa misma inteligencia que el. Además con Eliox hablaba de cosas que no hablaría con sus hermanas, por el simple hecho de que el es varón y ellas son hembras. Eliox era el "pequeño hermanito" de Ryan Fletrut.

24 de Diciembre
No era que su habitación estuviera mal, sino que prefería el silencio de la Biblioteca al silencio de su habitación.
Había cogido el libro de Historia de la magia que le había dado McGonagall y se había dispuesto a hojear el libro. Estaba dispuesto a hallar la información que buscaba acerca de los Cursell. Pero en ese libro no había mas que historias e historias del mundo mágico, era simplemente aburrido leer de cosas que ya sabía.
Hasta que en una de las últimas paginas dio con lo que buscaba. ¡Nombres! O debería decir apellidos. Y todos daban con la casualidad que comenzaban con A. Siguió hojeando, con la adrenalina a mil hasta a dar con el que buscaba, llego a la C y un poco más adelante la Cu, y ya no hace falta mencionar que completo el nombre con las letras mencionadas. En la página dedicada a los Cursell, decía una pequeña descripción de la familia y un árbol genealógico, que se agrandaba con magia.
Comenzó por leer la descripción, no se perdería ningún detalle.
"La familia Cursell se formo en 1789, con la unión matrimonial de Rossagne Laris y Damien Cursell. Desde esos momentos, la familia Cursell consiguió una buena posición social y fue catalogada como una de las familias más adineradas en esos tiempos. La familia Cursell ocupa un pasado oscuro desde 1800, y este poder se ha ido incrementando con el pasar de los años. Aunque las mujeres de esta familia se han casado con hombres y han perdido el apellido, en cada familia que una vez perteneció a los Cursell existe al menos un objeto de valor que representa a los Cursell. La mas resiente unión de una mujer Cursell se origino por eso del año 1975."
“1975”. Eliox recordaba que esa fecha para su familia era importante, pero no lograba recordar porque. Y casi al instante, la respuesta mucho más clara que el agua golpeo su mente. Abrió los ojos impresionado.
- No, no, no... ¡No! - Decía Iox desesperado mientras sacaba su varita de su manda. - ¡Engorgio!
El árbol genealógico se agrando a tal punto que toda la familia Cursell se veía claramente allí. Busco las últimas generaciones. Celine Bronwood se caso con Damien Cursell III en 1945, tuvieron dos hijos, el mayor Jhon F. Cursell y la menor... - Iox abrió los ojos. - Milagros E. Cursell. Jhon no se caso y Milagros se caso en 1975 con Sandro Fretiur... y estos tuvieron a... Eliox D. Fretiur Cursell....
- Eliox Damien Fretiur Cursell - Susurro el Verdiazul.
Nunca se había enterado de su nombre completo, pero enterarse de esta manera no le hacía sentirse mejor. El profesor Jhon Cursell, aquel profesor que irradiaba un aura de maldad a todos los alumnos, aquel profesor que era un cazador, ¿era su tío? ¿Era el hermano de su madre? De la familia de su madre nunca supo demasiado, ahora entendía porque. Ahora sabía porque le habían parecido tan conocidos los ojos del profesor Cursell ese día que se quedaron mirándose a los ojos en clase, ¡pero si esos ojos eran igualitos a los de su madre! Grises y llenos de maldad. Y si lo pensaba bien, también se parecía a su ojo gris nublado que había visto el día de la tortura.
Por dios, ¡su tío quería cazarlo a él y a sus amigas! ¡Era imposible!
Si se ponía a recordar, también había una segunda razón para que le pareciesen tan conocidos los ojos de Cursell ese día. Ahora recordaba, las veces que había visto a Cursell pasearse por la mansión Fretiur, pero que nunca le tomo importancia. ¿Se necesitaban más pruebas?
Para Eliox no, rápidamente tomo una pluma y un pedazo de pergamino de su bolsillo y escribió una dirección que había en la parte de abajo, debía ser la dirección de la mansión Cursell.

"Eres Eliox Damien Fretiur Cursell, pero eso no cambiara nada, Iox." Le dijo Ryan desde su cabeza, por supuesto que no lo hacía, pero no podía evitar pensar que todo aquello le desagradaba de sobre manera. ¿Por qué no podía tener una familia normal? ¿Una familia que lo quisiera? Desde ese día le había quedado más que claro que Cursell lo odiaba. ¿Sabrá Cursell que él es su tío?
Tenía que dormir, tenía que reflexionar, pero lo haría en sus sueños. Pero sus intenciones se vieron frustradas al reconocer una cabellera negra delante de la entrada a la Sala Común de Ravenclaw.
La chica se giro y lo miro, no tan sorprendida.
-¿Vicky?
La chica estaba llorando, y sin siquiera dar una señal de que los ratones no se le habían comido la lengua, lo abrazo afligida. Eliox abrió la sala común y entraron, allí se paso casi la mayoría de la tarde consolándola. El tema de los Cursell se le olvido rápidamente.

25 de Diciembre
Recordaba sus regalos que había enviado ayer en la noche a sus amigos. Los había estado preparando desde hace cuatro días, y habían sido lo más manuales posibles. Aunque no era por presumir, pero convivir con un elfo domestico lo hacía casi un experto en las manualidades.
Si Eliox se ponía a pensar, casi toda su vida se la debía a los elfos. Está bien que Skyl le haya enseñado todo este tiempo, pero la mayoría de su vida se la debía a esos elfos que habitaban en su casa, sin ellos, el no sería Iox.
Llego al enorme árbol de navidad de la sala común de Ravenclaw y simplemente abrió de mas los ojos cuando vio todo aquello. ¡El árbol estaba lleno de regalos! ¡Y desde lejos había vislumbrado su nombre en varios de ellos!
¿Cómo era posible? El nunca había recibido regalos, sus elfos dejaron de regalarle cosas cuando se dieron cuenta de que sus padres siempre descubrirían que le regalaban obsequios. Era como un sueño hecho realidad...
- No abras ninguno sin mí.
Iox se rió ante la risita de Vicky y sonrió ampliamente.
-Aún no he comenzado…
- ¡Pues entonces espérame!
La morena se sentó en el sofá delante de él y esperó ansiosa a que comenzase a abrir sus regalos.
- Ya puedes comenzar.
Comenzó a destapar los regalos, no quería dañar ninguno, por el simple hecho de que eran sus primeros regalos. No fue hasta que se dio cuenta de que ha Vicky le desesperaba que abriera sus regalos tan pacientemente, e internamente se rio y comenzó a hacerlo mucho más lento, casi sin aguantar la risa al ver que la morena ponía los ojos en blanco y fruncía el ceño. Ryan le decía que a el también le gustaba molestar a su hermana con este tipo de cosas. No le gustaría saber que la tradición se perdiera, ese era su momento de molestar a Marie, y el entusiasmo de Ryan llego a tal punto que casi duro diez minutos con el mismo regalo.
- Aquel es el mío - Informó Vicky sonriente, al ver que Iox ya llevaba tres regalos abierto. Eliox la miró igual.
- No tendrías que haberme regalado nada.
- Ya… pero sé que éste regalo te gustará… A ti y a Ryan.
La sonrisa de Victoria le confundió… ¿A él y a Ryan? ¿Qué podía haber detrás de aquel envoltorio que pudiese gustarle a ambos?
- Ábrelo, ya verás cómo te gusta.
Sonrió ansiosa mientras Eliox cogía el regalo y, antes de abrirlo le dirigió una mirada.
- ¿No deberíamos avisar a Emma, Sam y Beth de que ya has leído el libro?
- Emma lo sabe - Declaró Vicky - Lo leí estando en su casa…
El chico levantó las cejas divertido, así que había estado con Emma.
- Había olvidado contártelo…- Rió y apartó la mirada - Lo dices por la cueva ¿No?
Iox asintió mientras ella suspiraba.
- Supongo que sí, tendremos que avisarles y… decirles que debemos reunirnos para abrir la puerta de la cueva… Además, así podremos saber si a ellas las invitaron al baile y… Hablar con ellas del tema.
Ambos se miraron, Vicky preocupada, Eliox emocionado ante la perspectiva de tener por delante dos nuevas aventuras.

27 de Diciembre
Despidió a Vicky esa mañana, prestándole su escoba de viaje y ofreciéndose para ayudarle, cosa que ella negó rotundamente. Filliph, el gato medio amargado de Vicky se había quedado con él, así que guio a Fill y a Terry hasta su habitación, esperaba que no pasara nada entre esos dos.
Llego hasta su habitación sintiéndose con un mal presentimiento, pero cosa que dejo pasar rotundamente. Eliox observo su habitación, y casi sonrió al ver sus regalos y no dudo en acercarse para analizarlos detenidamente, con Vicky allí no había podido analizar bien sus regalos, no queriendo dejar a la morena sola en ningún momento. Pero ahora estaba solo, y no tenía anda que perder.
Emma le había enviado un libro, acerca de las Estrellas, y algunos planetas. "Que curioso, es como si lo supiera...", le había dicho Ryan, y Eliox trato de saber que significaba aquello, pero Ryan no cedió. Beth le había obsequiado una colonia muggle, Eliox pensó que eso se trataba de una indirecta, ¿acaso olería mal o algo? No importaba, al fin y al cabo la intención era lo que contaba, ¿no? Vicky le había enseñado a usar el conjuro que le había obsequiado, no era tan difícil una vez que lo hacías. Se sorprendieron cuando hablaron con un Troll de los años 1500. Otros regalos, como Harry que le había obsequiado accerios de juego, y algunas ropas muggles para Terry.
- Parecerás una muñeca muggle, Terry - Le dijo con burla al animal que pareciera que lo miraba con los ojos entrecerrados, reprochándole.
Luna le envió un collar muy raro, diciendo que eran anti Nargles, y que se cuidara de los muérdagos, cosa normal en ella y que le encantaba.
Sabrina le había mandado una carta, con un par de joyas... ¿punk? Eliox había notado a Sabrina muy diferente estos últimos meses, no le había gustado el cambio tan radical que había dado su amiga, pero había preferido observar antes de hacer algo. La carta que le envió Valen era algo así:

Querido Eliox:
¿Cómo va tu estancia en Hogwarts? Con la imaginación que tienes, imagino que habrás echo cosas grandiosas. De solo imaginar a alguien como tú en un castillo tan grande como lo es Hogwarts, me dan ganas de ir hacia allí ahora mismo y que tú y yo planeemos nuestra próxima travesura. ¿Has hecho más investigaciones? Porque yo sí, ¿recuerdas que no hayamos nada acerca de esa tal familia Herredragen? Bueno, me quede con la intriga de saber más de ellos. Le pregunte a mi madre si sabia quienes eran esas personas, pareció confundirse, pero intento recordar algo, solo me dijo que recordaba ciertos actos que esa familia había hecho en el pasado, y no eran las mejores obras si se puede decir. Con mi hermano, buscamos la etimología de ese apellido. Herredragen significa "El señor de los Dragones", cosa difícil, pero que a mí me pareció que concuerda mucho con este tipo de cosas. ¿Crees que esta familia está implicada en nuestros recientes asesinatos? Te soy sincera y creo que sí, no me extrañaría encontrarme con una de esas personas en nuestras investigaciones. Tenemos que hacer una investigación, Iox, y ni siquiera sé por dónde empezar, ya buscamos en la biblioteca pero las probabilidades de que hallemos más información allí son escasas. ¿Has pensado en algún otro lugar donde podamos buscar? Recuerda que toda posibilidad es aceptada.
En fin, cambiando de tema, ¿cómo te fue en Navidad? ¿Qué has hecho? Y hablando de eso, espero que te haya gustado mi regalo, si no lo has abierto aun, de seguro te gustara. Así que sin más que decir, señor Fretiur, me despido aquí. ¡Ya ansió volver a verte!

Valeria Smith

Sin duda, le escribió todo lo que había encontrado a Valen, no omitió ningún detalle, ni de su vida ni de su investigación. Con Valen sentía que podía contarle las cosas que no se contaría con sus hermanas o con Harry. Era como, ¿su mejor amiga? Sí, eso podría ser.
Le hablo de que él era un Cursell y ni siquiera lo sabía. Le hablo de que el despacho de McGonagall era el siguiente sitio donde debían buscar, pero que esta vez no lo haría solo y la esperaría a ella. Le hablo de la charla que tuvo con McGonagall y de sus posibilidades para ser "Director de Hogwarts", claro que esto lo dijo con un poco de burla, hasta ese momento Eliox no había pensado en aquel tema, pero sin duda no le caería mal ser director. Le conto muchas otras cosas a su amiga, al fin y al cabo ella lo necesitaba saber. El regalo de Valen había sido unos lentes muy graciosos, eran grandes y ocupaban casi todos sus ojos, con el borde negro y de lejos parecía como que no tenia vidrios, pero si los tenia. Se los puso muy feliz, impondría una nueva moda en el colegio. El regalo de Sam había sido de lo más sencillo, un anillo que casi invisiblemente tenia grabadas las iniciales "S&E", también se lo coloco, eran sus primeros regalos, y estaba muy feliz por ello.
Sintió sueño casi al instante de terminar sus regalos, se había pasado la noche anterior hablando con Vicky, y ahora le afectaba. Se acerco a su cama y se acostó boca arriba, sintiendo los parpados pesados y finalmente, cayendo en brazos de Morfeo.

*****Sueño*****
Su casa era una casa hermosa, pero que poco a poco había perdido su encanto. A causa de sus padres. La mansión era grande, situada encima de una colina en un hermoso prado. Era la una casa por esos lados y desde que llegabas sentías un aire de protección y sigilo, combinado con algunos secretos hogareños guardados en su interior. Desde que llegabas, sabias que faltaba algo, pero no lograbas conseguir respuesta. Era muy espaciosa, tenia cientos de habitaciones y cientos de recamaras de muchas utilidades, fue catalogada como la segunda Mansión más grande en el mundo mágico luego de la Mansión Malfoy. Sin duda, los Fretiur no eran una familia que estuviera mal económicamente.
Un Eliox Fretiur de unos seis años se encontraba en la sombra del Árbol Blanco. Era viernes y leía una Novela Literaria que Skyl había mandado a leer. El sol solo llegaba a su cintura y a sus piernas, iluminando el libro que estaba apoyado en las rodillas del niño. A su corta edad, a Iox le encantaba leer y escribir relatos acerca de cuentos y criaturas mágicas, le encantaba ligar personas en una relación romántica, y le maravillaba de sobre manera los cuentos muggles de Terror, incluso su profesor le había facilitado un libro viejo acerca de este tipo de cuentos. La novela que leía era una Novela Romántica. Muy entretenida, si podía opinar, la pareja tenía que mantener su relación a escondidas y era magnifico leer como eran sus encuentros románticos.
Estaba tan absorto en sus pensamientos que casi no noto cuando una persona se posiciono delante de él, asiendo que le tapara la lectura y viéndose obligado a subir la cabeza. Vio a su visitante, y le pareció de lo más extraño. Un niño de unos nueve o diez años, ojos azules y cabello rubio se encontraba delante de él, mirándolo con una mirada investigadora, como estudiándolo. Eliox no le dio tanta importancia y bajo la cabeza nuevamente ensanchándose en su lectura, pero casi se vio obligado a subirla nuevamente al notar la intensa mirada del chico.
- ¿Se te ofrece algo? - Le pregunto Eliox al chico, de manera muy amable y con media sonrisa.
- Solo... trato de saber que tiene de interesante ese libro viejuco. Y debe ser muy interesante para hacer esa cosa con la ceja que haces.
Eliox lo miro confundido, hasta que noto que tenía una rara expresión en la cara y la relajo, cosa que hizo que su sonrisa fuera más notoria. Miro a las nubes tratando de buscar alguna respuesta, y las palabras salieron por si solas.
- Si algo te gusta... solo tómalo. El libro me gusta, así que sin importar que tan viejo sea lo estoy leyendo. - Lo miro a los ojos - Si algo te gusta, no debes dudar hacerlo tuyo y disfrutarlo al máximo.
Fueron las palabras salidas de tu boca, el libro era bastante viejo, pero como ya había dicho a él le gustaba mucho. En el momento en que sus miradas se chocaron, fue el momento en que la mirada del otro fue de pura curiosidad, la misma reacción que causaban sus ojos en las demás personas.
- No entiendo - Simplemente dijo el chico, mientras seguía mirándolo. Eliox se paro e ignoro la mirada del otro, comenzó a escalar su árbol, al llegar a la primera rama, se sentó allí.
- ¿Cómo te llamas?
- No puedo decírtelo. Supongo que eres él, y mi padre me dijo que no debía socializar contigo.
- No importa. Yo soy Eliox Fretiur, fue un gusto en conocerte, chico misterioso.
Y así sin más, Eliox subió hasta lo más alto del árbol, nada comparado con la actualidad, pero fue suficiente para ver como aquel chico entraba a la mansión nuevamente, de seguro era hijo de alguna visita de sus padres, pero como sea no tomo demasiada importancia y siguió con su lectura.
*****Fin de Sueño*****

"¿Que fue eso, Eliox?" le dijo Ryan cuando abrió los ojos, Eliox se incorporo y se restregó los ojos, recordaba su sueño.
- ¿Un sueño?
"Eso fue un recuerdo, Eliox. ¿Acaso lo olvidaste?..." Ryan se cayó de golpe, sin decir nada.
- ¿Ryan?
"¡Eliox! Levántate, ¡Vicky esta en problemas!"
- ¿¡QUE?! - Fue lo único que atino a decir mientras se incorporaba.
"Rápido, coge la chaqueta, y dirígete hacia afuera... ¡AHORA!"
Eliox no espero a que le fantasma se lo ordenara una tercera vez, se toco los ojos y se dio cuenta que allí tenia los lentes. Se acerco a su armario y saco su chaqueta Verde pantano y se la puso, en ella coloco en su manga la varita y salió corriendo sin más. Se había puesto un T-Shirt gris. Así que estaba de lo más cómodo, listo para cualquier cosa
- ¿Que ha pasado exactamente, Ryan?
"No lo sé, Iox. Simplemente dé repente sentí a Marie gritándonos ayuda a mis hermanas y a mí, y eso solo quiere decir que las circunstancias no son buenas. Tal vez no deba decírtelo ahora, pero es necesario. Vicky se llevo tu escoba y no tienes como llegar, y en el colegio no hay Red Flu así que... tienes que transportarte mediante las estrellas"
Eliox no entendió nada, y el fantasma siguió su explicación.
"No era la manera de enterarte, pero los descendientes de Statera somos poseedores de un quinto elemento, más conocido como el Ether. Significa que podemos interactuar con las estrellas, de ahí el nombre Statera. Luego te explicare más tarde si quieres, pero ahora no hay tiempo."
Eliox salió al patio y miro hacia el cielo.
- Ryan, es de día, ¡no veo estrellas!
"Que no las veas no quiere decir que no estén ahí, concéntrate en la energía del Plasma, Eliox. Es de lo que están hechas las estrellas, de Plasma. Si fijas tu curso, llegaras a la Mansión de los Slightouth mas rápido que la luz" Sin más, Eliox cerró los ojos, tratando de encontrar alguna estrella que lo ayudara, pero simplemente era como si estuviera quemando al fuego, no pasaría nada. "¡Concéntrate Eliox! Déjate fluir, ¡que ellas te transporten!" Entonces, fue como si Ryan lo ayudara, pues abrió los ojos y vio como su cuerpo brillaba, casi igual como aquella vez que se cayó del árbol en el Bosque Prohibido, solo que esa vez el no había hecho nada. Una luz Verdiazul lo cubrió, y casi instantáneamente fijo su curso a la mansión Slightouth.
Sintió cuando piso Tierra, y mareado, volteo hacia atrás, donde oyó pasos. Del bosque que se encontraba a sus espaldas, estaban Emma, Beth y Sam mirándolo con la boca abierta. Reaccionaron y se acercaron a él.
- ¿Como hiciste eso? - Le pregunto Sam, ahora que la veía, tenia algunos cuantos moretones en la cara. Eliox soltó una risotada.
- ¡No lo sé!
- No perdamos tiempo, ¡Vamos!
Rodearon la mansión por donde se oían los gritos de Marie, según los antiguos. Emma y él se acercaron a la pared, mientras el sacaba su varita de la manga, miro de reojo como Emma también sacaba la suya, ambos se detuvieron a una distancia prudente, con la misma idea en la cabeza.
Apuntaron a la pared y...
- ... ¡BOMBARDA MAXIMA!

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