hope is a dangerous thing for a woman like me to have

Me resulta raro que me abracen y los típicos besos en la mejilla, esto en cierto grado puede llegar a ser bastante normal. En muchos países (incluido reino unido, donde vivo) son gestos más reservados para un tipo de relaciones concretas. Sin embargo llego al punto que una palmadita en la espalda o apoyar la mano sobre mi hombro en señal de aprobación hace que me resulte extraño, es una mezcla entre alivio por recibir un comentario positivo, rareza en sentir el contacto físico y un pequeño nudo en la garganta y el estómago.

Tal vez sea el odio hacia mi propia persona lo que haya convertido el contacto físico en algo extraño y ajeno. Y pese a que no sea molesto al punto de ser desagradable si que me resulta extraño. Como si mi frialdad chocara contra el calor de una vela, o como cuando dos cables se repelen y causan una chispa, solo que no es ni irritante, peligroso o especial... es más bien extraño.

Supongo que será por que en cierto grado siento que no merezco ese contacto o el mínimo gesto de cariño.
He logrado sobrevivir mucho tiempo y he congelado mi corazón.

Y aun que a veces me levanto añorando esas muestras de afecto soy capaz de acostumbrarme a la ausencia de estas, controlando mis impulsos y adormeciéndolos.

Ya ni si quiera puedo escribir, o pintar.
Rozo las teclas y las golpeo levemente sin llegar a escribir con letras siguiendo el ritmo de la música, pero no me salen las palabras.
Sujeto los pinceles entre mis dedos pero no me atrevo a marcar los lienzos con pintura.

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