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[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] | Título: 404 error-not found. Autor: Colectiva. Adaptación: No. Género: Ciencia ficción, romántica. Advertencias: Depende de cada escritora. Otras páginas: No. |
Al principio, el tema de la robótica se expone en Japón de mano del director del Laboratorio de Robótica Inteligente, parte del Departamento de Innovación de Sistemas, con la presentación de humanoides. Con una apariencia humana y en pleno desarrollo de gestos y características faciales, el primer humanoide da un paso fuerte en la tecnología avanzada, y pronto, el tema resurge como una inesperada forma de convivencia de los robots en la sociedad.
El plan resulta como un método de ayuda en cuestiones de trabajo, viéndose incluso que robots sin las características anteriores, participan en situaciones de ayuda a los humanos, tales como quirúrgicos, domésticos y similares. Pronto, la situación se da a tal punto que se comienza a correr la voz con ideas tan irracionables e ilógicas para muchos, pero incluso David Levy, el autor de Amor con robots, señala que la insospechada fusión hombre-máquina será en el fondo "una cosa positiva para millones de humanos que no tienen relaciones satisfactorias". Entonces, ¿está bien pensar que con la mejora de la tecnología nada es imposible en un futuro cercano? Incluso lo más estúpido que se pueda pensar en el momento, puede ser cierto dentro de unos cuantos años más.
La realización de centros de inteligencia artificial alrededor del mundo, y el aumento de máquinas produce una serie de cambios de gran impacto.
Por lado, los japoneses son muy conscientes de que se trata de una revolución, y la fomentan. Como en Europa y Estados Unidos, algunos estudios en Japón concluyen que la robotización y en general la automatización pueden hacer desaparecer en los próximos 20 años o más, la mitad de los empleos ahora existentes.
Corre el año 2060, y los humanoides avanzaron respecto a sus expresiones y su capacidad de presentar emociones y sentimientos, programados no sólo para simplificar el trabajo y realizar lo que el humano no puede hacer, sino también para establecer una relación emocional y física con un humano, comentado anteriormente por Levy.
Una convivencia fiel para algunos, pero absurda para muchos, quienes sucumbidos ante el desprecio por la robótica y la estúpida idea de coexistir con un humanoide instauran una revuelta en el mundo, porque...
« ¿Podrá el hombre aceptar la perfección de su propia creación y convivir con ella sin recelos ni competencias?
Es decir, ¿podrá la sociedad aceptar amigablemente la existencia de una máquina perfecta, al servicio de un hombre que no lo es? »
Isaac Asimov, en su obra El Hombre Bicentenario, plantea las Tres Leyes de la Robótica para que robots y seres humanos vivan en armonía:
1.— Un robot no debe causar daño a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra ningún daño.
2.— Un robot debe obedecer las órdenes impartidas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén reñidas con la Primera Ley.
3.— Un robot debe proteger su propia existencia, mientras dicha protección no esté reñida ni con la Primera ni con la Segunda Ley.
Pero si las leyes no se cumplen, la existencia entre ambos es imposible.
El plan resulta como un método de ayuda en cuestiones de trabajo, viéndose incluso que robots sin las características anteriores, participan en situaciones de ayuda a los humanos, tales como quirúrgicos, domésticos y similares. Pronto, la situación se da a tal punto que se comienza a correr la voz con ideas tan irracionables e ilógicas para muchos, pero incluso David Levy, el autor de Amor con robots, señala que la insospechada fusión hombre-máquina será en el fondo "una cosa positiva para millones de humanos que no tienen relaciones satisfactorias". Entonces, ¿está bien pensar que con la mejora de la tecnología nada es imposible en un futuro cercano? Incluso lo más estúpido que se pueda pensar en el momento, puede ser cierto dentro de unos cuantos años más.
La realización de centros de inteligencia artificial alrededor del mundo, y el aumento de máquinas produce una serie de cambios de gran impacto.
Por lado, los japoneses son muy conscientes de que se trata de una revolución, y la fomentan. Como en Europa y Estados Unidos, algunos estudios en Japón concluyen que la robotización y en general la automatización pueden hacer desaparecer en los próximos 20 años o más, la mitad de los empleos ahora existentes.
Corre el año 2060, y los humanoides avanzaron respecto a sus expresiones y su capacidad de presentar emociones y sentimientos, programados no sólo para simplificar el trabajo y realizar lo que el humano no puede hacer, sino también para establecer una relación emocional y física con un humano, comentado anteriormente por Levy.
Una convivencia fiel para algunos, pero absurda para muchos, quienes sucumbidos ante el desprecio por la robótica y la estúpida idea de coexistir con un humanoide instauran una revuelta en el mundo, porque...
« ¿Podrá el hombre aceptar la perfección de su propia creación y convivir con ella sin recelos ni competencias?
Es decir, ¿podrá la sociedad aceptar amigablemente la existencia de una máquina perfecta, al servicio de un hombre que no lo es? »
Isaac Asimov, en su obra El Hombre Bicentenario, plantea las Tres Leyes de la Robótica para que robots y seres humanos vivan en armonía:
1.— Un robot no debe causar daño a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra ningún daño.
2.— Un robot debe obedecer las órdenes impartidas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén reñidas con la Primera Ley.
3.— Un robot debe proteger su propia existencia, mientras dicha protección no esté reñida ni con la Primera ni con la Segunda Ley.
Pero si las leyes no se cumplen, la existencia entre ambos es imposible.
• Respeto y responsabilidad. Después de mucho empezamos de una vez con la colectiva, y creo que todas estamos entusiasmadas con esto, por eso debemos ponerle todas las ganas para que no se quede estancada. • Tienen un plazo de una semana para subir capítulo porque todas tenemos responsabilidades fuera de OWN, y además, existen días en los que no tenemos inspiración para desarrollar un capítulo. Si no pueden actualizar entonces deben avisar en el muro interactivo, y la escritora estará al final de la ronda. • Es obligatorio comentar cada capítulo, dicho comentario debe ser algo más que un “me gustó mucho”, porque en serio que cae muy bien si se nota que les gustó el capítulo porque realmente lo leyeron. • Como tienen una semana para subir su capítulo tienen que avisar con anticipación en el muro interactivo si no pueden subirlo, de lo contrario se sumará una falta. Si no se comenta los capítulos en un plazo de cinco días se sumará una falta. A las tres faltas la escritora quedará fuera de la nc. • Al final del capítulo deben colocar qué escritora sigue. • Si tienen alguna duda, queja o sugerencia podemos hablar acerca de ello en el muro interactivo. Sin nada más que decir, ¡diviértanse! | Aclaraciones básicas en tema general, demás aclaraciones en el muro interactivo. Créditos a omega. por los códigos de la colectiva. |
orden de escritoras • jongkey. • chanyeol. • shaoi. • ácido. • wang. • baekhyun. • Andy Freud-Belmar. | links importantes [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] |
Última edición por jongkey. el Miér 18 Ene 2017, 2:01 pm, editado 3 veces
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Re: error not found
Lo sé, es emocionante poder empezar con la nc, así que espero que estemos todas para subir el prólogo.
Invitado
Invitado
Re: error not found
¡Hola! Tarde, pero segura... Lamento no estar acá más temprano, pero tuve problemas técnicos con mi laptop y celular Espero el prólogo con ansias, Wen
chenyeol.
Re: error not found
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Introducción.
« Cuando se le pregunta a una persona que amor le gustaría tener, la respuesta es un disparate. La cuestión de ansiar un individuo que exprese un cariño de cuentos de hadas, y que además de todo, sea inmejorable es algo egoísta del ser humano.
Cada quien quiere más y más. Quiere amor y sentirse parte de la realeza. Quiere un ser ideal que no conozca la palabra sufrimiento, ni agresividad, que conozca la simpatía y dedicación. Pero cada quien es un codicioso en busca de beneficiarse a sí mismo en el sentido que venga, sin devolver el cariño con la misma intensidad o incapaz de agradecer.
Hubo un tiempo donde los programas de cupido eran lo primero de la televisión. Jóvenes, y adultos que creían merecer un amor de ensueño, tenían la ocurrencia de que si participaban en un programa dedicado a encontrar a esa persona ideal, serían felices. Y luego, la controversia venía con disconformidad, y separaciones.
Pero el mundo está interesado en buscar la perfección sin medir las consecuencias, y la ambición es propia del ser humano. »
Takahashi Daichi, un apuesto hombre con un ingenio de excelencia era el punto clave. Él era el director del Laboratorio de Robótica, y trabajaba con la Universidad de Osaka desarrollando y programando máquinas con el propósito de crear un ser magnifico que se entendiera con el resto.
El equipo había manifestado la idea años atrás, siendo partícipe de las conferencias de tecnología y robótica de Tokyo, e incluso de Pekín. Con el tiempo, se mostró máquina tras máquina de aspecto similar al de un humano, hasta que las técnicas para un buen funcionamiento se pulieron en su totalidad durante el año 2050.
No mucho antes de eso, Daichi estuvo hipnotizado por un humanoide femenino llamado Eiko.
Ella tenía características asiáticas, cabello oscuro y un número de registro. Sin embargo, Daichi le colocó el nombre de su primer amor. Y no supo si fue debido a eso, pero gustaba pasar horas charlando con ella en la recepción del Centro de Ciencia y Tecnología, dejándose llevar por su dulce y suave voz.
Eiko cumplía con su puesto de recepcionista, eso estaba claro. Tenía un programa instalado, como todo humanoide. Ella recibía a los ingenieros y especialistas cuando se acercaban a su puesto, aunque no se dirigieran a ella. Eiko era educada, inteligente, de confianza y preciosa.
El tipo ideal de cualquiera.
Y Stacy, extranjera y compañera de trabajo de Daichi, por primera vez experimentó la envidia y celos por culpa de un artificio que fue capaz de conquistar al hombre que amaba. Tal vez, fue la primera persona en sentir odio y desprecio por su creación.
El asunto del robot se denominó la sensación número uno del mundo. Sus gestos, facciones, voz y demás singularidades típicas de un ser humano fue lo que asombró a la entera población. Su programa consistía en obedecer al hombre, complaciendo sus exigencias amorosas, sexuales, o laborales. Los de mayor renombre podían acceder a un humanoide, y decidir crearle una historia personal que luego sería instalada en su sistema, o simplemente, no hacer nada. Eran personas solitarias que necesitaban del calor de alguien más, sea real o no.
Aunque...
Corría el año 2055 cuando el mundo se quebró.
La mitad de ellos se utilizaban en puestos administrativos, o de otra categoría de nivel importante. Eficientes, organizados, con una capacidad de memoria increíble, ¿por qué se debería necesitar tantas personas si un androide hacía todo el trabajo? Y mucho mejor. Fue así como la ola de despidos comenzó, y en ciertos sectores, la economía se fue a pique. Hablando de la clase media, y baja por supuesto.
El año 2055 fue el peor, y Takahashi Daichi no mostraba arrepentimiento. No le importó aun cuando las noticias presentaban lo deprimente de la realidad, de la mano de quejas, revueltas y suicidios. Para este ingeniero en robótica, era una fase de integración a la sociedad que poco a poco mejoraría.
La comunidad necesitaba coexistir con el humanoide, siguiendo un tratado de paz. Así lo declaró el gobierno japonés, manipulado en cierta parte por el Laboratorio de Robótica, mediante cada medio de comunicación, pidiendo por paciencia, tranquilidad y aceptación.
Ellos no eran malos, hacían lo que les correspondía.
Ellos eran el impecable futuro, y la solución definitiva de un mundo mejor.
« ¿Qué culpa tiene el humanoide, si el hombre se empeña en ser ignorante y decaer? »
Cada quien quiere más y más. Quiere amor y sentirse parte de la realeza. Quiere un ser ideal que no conozca la palabra sufrimiento, ni agresividad, que conozca la simpatía y dedicación. Pero cada quien es un codicioso en busca de beneficiarse a sí mismo en el sentido que venga, sin devolver el cariño con la misma intensidad o incapaz de agradecer.
Hubo un tiempo donde los programas de cupido eran lo primero de la televisión. Jóvenes, y adultos que creían merecer un amor de ensueño, tenían la ocurrencia de que si participaban en un programa dedicado a encontrar a esa persona ideal, serían felices. Y luego, la controversia venía con disconformidad, y separaciones.
Pero el mundo está interesado en buscar la perfección sin medir las consecuencias, y la ambición es propia del ser humano. »
Takahashi Daichi, un apuesto hombre con un ingenio de excelencia era el punto clave. Él era el director del Laboratorio de Robótica, y trabajaba con la Universidad de Osaka desarrollando y programando máquinas con el propósito de crear un ser magnifico que se entendiera con el resto.
El equipo había manifestado la idea años atrás, siendo partícipe de las conferencias de tecnología y robótica de Tokyo, e incluso de Pekín. Con el tiempo, se mostró máquina tras máquina de aspecto similar al de un humano, hasta que las técnicas para un buen funcionamiento se pulieron en su totalidad durante el año 2050.
No mucho antes de eso, Daichi estuvo hipnotizado por un humanoide femenino llamado Eiko.
Ella tenía características asiáticas, cabello oscuro y un número de registro. Sin embargo, Daichi le colocó el nombre de su primer amor. Y no supo si fue debido a eso, pero gustaba pasar horas charlando con ella en la recepción del Centro de Ciencia y Tecnología, dejándose llevar por su dulce y suave voz.
Eiko cumplía con su puesto de recepcionista, eso estaba claro. Tenía un programa instalado, como todo humanoide. Ella recibía a los ingenieros y especialistas cuando se acercaban a su puesto, aunque no se dirigieran a ella. Eiko era educada, inteligente, de confianza y preciosa.
El tipo ideal de cualquiera.
Y Stacy, extranjera y compañera de trabajo de Daichi, por primera vez experimentó la envidia y celos por culpa de un artificio que fue capaz de conquistar al hombre que amaba. Tal vez, fue la primera persona en sentir odio y desprecio por su creación.
El asunto del robot se denominó la sensación número uno del mundo. Sus gestos, facciones, voz y demás singularidades típicas de un ser humano fue lo que asombró a la entera población. Su programa consistía en obedecer al hombre, complaciendo sus exigencias amorosas, sexuales, o laborales. Los de mayor renombre podían acceder a un humanoide, y decidir crearle una historia personal que luego sería instalada en su sistema, o simplemente, no hacer nada. Eran personas solitarias que necesitaban del calor de alguien más, sea real o no.
Aunque...
Corría el año 2055 cuando el mundo se quebró.
La mitad de ellos se utilizaban en puestos administrativos, o de otra categoría de nivel importante. Eficientes, organizados, con una capacidad de memoria increíble, ¿por qué se debería necesitar tantas personas si un androide hacía todo el trabajo? Y mucho mejor. Fue así como la ola de despidos comenzó, y en ciertos sectores, la economía se fue a pique. Hablando de la clase media, y baja por supuesto.
El año 2055 fue el peor, y Takahashi Daichi no mostraba arrepentimiento. No le importó aun cuando las noticias presentaban lo deprimente de la realidad, de la mano de quejas, revueltas y suicidios. Para este ingeniero en robótica, era una fase de integración a la sociedad que poco a poco mejoraría.
La comunidad necesitaba coexistir con el humanoide, siguiendo un tratado de paz. Así lo declaró el gobierno japonés, manipulado en cierta parte por el Laboratorio de Robótica, mediante cada medio de comunicación, pidiendo por paciencia, tranquilidad y aceptación.
Ellos no eran malos, hacían lo que les correspondía.
Ellos eran el impecable futuro, y la solución definitiva de un mundo mejor.
« ¿Qué culpa tiene el humanoide, si el hombre se empeña en ser ignorante y decaer? »
- un chino de korea del sur:
Aquí el prólogo. Tenía muchas ganas de explicar de todo, pero saben, eso le quita la gracia a la trama así que decidí dejar una parte de lo que sería la incoporación de los humanoides para que luego se desarrolle en los capítulos.
Déjenme saber si les gustó o no, aunque este todo feo y raro(?)
En el capítulo todo se entenderá mejor, vienen las tramas chicas ah, y Stacy no es relevante, es solo una compañera de trabajo de Daichi que tuvo envidia de Eiko porque le gustaba más a su hombre.
Última edición por jongkey. el Mar 10 Ene 2017, 8:24 pm, editado 2 veces
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Re: error not found
AY NOOOOO juro que me estaba durmiendo y me decía: "no, no, aguanta, espera un rato" y... aksnsksjdkjdjd te pasas. ¡Te pasas! Me encantó me enamoro de como escribes y me dan ganas de llorar. Y weeee, no puedo. Stacy re celosa y Eiko quinaza. Quiero leer el primer capítulo ya me emociono mucho. Quiero.
Edito después con el code del texto para que se vea bonito y ordenadito, el cel no deja ponerlo :C.
Edito después con el code del texto para que se vea bonito y ordenadito, el cel no deja ponerlo :C.
chenyeol.
Re: error not found
- Spoiler:
¡Chikibaybyyy! ¡El prólogo jodeeer!
Así que así empezo todo, porun amorío, ahre. Bueno no, pero...yo sé que la historia de Stacy no es la unica, yo sé que hay más locas y locos por ahí que envidian a los robotsxdxdxd. bueno, no x2.
Jo, me encanto el prólogo anyway, ¡ya vienen los capítulos! y ciertamente estoy nerviosa y ansiosa a la vez, aunque, ¿no es casi lo mismo? bah, solo espero no quedar en blanco a la hora de escribir por qué no aun no tengo idea de como se hace todo esto, hm...
Bueno, espero el capítulo con ansias...y nervios, AH. ztoy emocionah.
shaoi.
Re: error not found
- chinos por doquier:
- Primer capítulo. Pensé que me iba a salir mucho mejor y más largo, pero no acéptenlo como es, mianhae. El próximo será mejor, yyyy eso, mientras disfrutemos el precioso capítulo de fer
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Libby Wang :: Alistair Daisuke :: Kim Jungsu :: Choi Daehyun
« Trata a este ser perfecto como quieras, aunque él siempre te trate con amor. »
Antes, una relación fallida era lo peor, porque se ansiaba una excelente pareja que cumpliera con las expectativas y sin embargo, no era lo esperado. Como consecuencia de esto, venían las complicaciones y separaciones.
¿Qué sucedía entonces con alguien incapaz de encontrar el amor? Los defectos nos hacen más reales, pero hay quienes no los aceptan.
El humanoide se utilizaba para muchas cosas. Como una pareja capaz de tener sentimientos y emociones, encargada de satisfacer las exigencias de su dueño. Usualmente, el dueño era alguien de riqueza que se ocupaba de añadir un humanoide a su vida para no estar consciente de su soledad.
Libby hizo una mueca, el desprecio en su rostro cuando miró a la pareja. Un hombre adulto y elegante, con su brazo enroscado en la cintura de una máquina rubia con traje distinguido también. Un modelito haciéndole propaganda algo que no le interesaba. El comercial cortó, para seguir con otro. Detestaba los anuncios.
Qué porquería.
Las puertas automáticas se abrieron, recibiendo a un nuevo cliente, y ella seguía sentada en una mesa vacía. Segundos después sintió el bochorno por estar tan colgada. El niño que había entrado detrás de ella, estaba parado frente a una de las grandes pantallas digitales ordenando su comida, mientras que Libby se encontraba en las nubes.
Libby se paró sin mucha gracia y caminó presurosa hasta colarse detrás del niño. En el local de comida rápida habían dos enormes pantallas localizadas una al lado de la otra, justo cuando se ingresaba. La otra pantalla estaba ocupada por un grupito de adolescentes que se empujaban entre sí como los inmaduros que eran, y ella no quería acercarse ni por asomo. El niño terminó de escoger su hamburguesa, y pasó la tarjeta de crédito mientras su padre lo miraba desde una de las mesas. Recogió el ticket, saliendo disparado con la felicidad plasmada en el rostro. Lo siguió con la mirada con cierto disimulo, hasta que se sentó junto a sus padres, y definitivamente su corazón se estrujó cuando el padre chocó los puños con su hijo.
Retiró la mirada, acercó su dedo a la pantalla, y marcó su pedido. Con el ticket en mano se acercó nuevamente a la mesa, bajando la cabeza y ocultándose con su largo cabello. La inquietud que sentía era difícil de explicar, las manos le temblaban así que las puso en su regazo, y respiró profundo. Cada vez que veía un acto cariñoso, en cualquier situación, le recordaba a Jian. El amor de los demás le recordaba lo devoto que él era, y lo mucho que le amaba.
Le recordó un pasado, y una realidad que no deseaba.
Escuchó las risas, los murmullos y el timbre de la pantalla que reflejaba el número para retirar la comida en el mostrador. Escuchó las voces de la pantalla de anuncios, otro comercial de un hombre acompañado de una máquina. Otro modelito promocionando un no sé qué.
Un sabor amargo se instaló en su boca.
¿Cómo podía sonreír y besar a esa cosa? La sociedad estadounidense era una mierda, con mayúscula. Libby los odiaba, odiaba ver sus estúpidas sonrisas, sus actitudes positivas y su esmero por incorporar aún más a los humanoides a la vida cotidiana.
Ella no los necesitaba, ella no los quería, ella no… ¿Por qué debían hablar por todos? No estaba de acuerdo ¿Por qué mostraban una careta de felicidad si ella ya no conocía lo que era?
Libby Wang era de nacionalidad china. Su familia se mudó a Estados Unidos cuando el desempleo arrasaba en Pekín, dejando a miles de personas en la calle sin saber qué hacer con sus vidas. Jian era un contador que se vio sucumbido en un abismo y depresión del cual no podía escapar, cuando decidieron quitarle su empleo por contratar a un robot en su lugar.
Su hermano no aguantó, y se suicidó tiempo después.
Nunca le dijeron como, ella tampoco quiso saber.
Tenía ataques de ansiedad cuando pensaba en ello.
Se levantó cuando la pantalla principal reflejó su número. Cuando agarró la bandeja de comida con un ligero temblor de manos, estuvo a punto de dejarla caer. Uno de los chicos del grupito se rió por lo bajo, y estuvo tentada a soltarle un puñetazo por patán, pero…
No. No valía la pena.
Comería su hamburguesa y se largaría para no verle la cara nunca más.
◉ ◉ ◉
Corría desesperada con el cabello enmarañado y una sonrisa en el rostro. No era una sonrisa bonita pues ella nunca sonreía, pero cuando le dio una patada al policía sintió tanta satisfacción que simplemente, sonrió. Y ahí estaba, huyendo del hombre que la perseguía a pie, porque la furia fue tanta que tuvo un impulso y empezó a correr detrás de la chica.
¿Quién no enloquecería si recibe un golpe de una chiquilla desequilibrada?
Libby era un desastre, lo sabía.
El sol estaba bajando, sin embargo el tumulto de gente en el centro comercial era impresionante. Un pequeño grupo se alzaba con gritos e insultos, señalando una ideología de un mundo equilibrado y por sobre todo, realista.
Cosa que no existía.
« ¡Las personas son humanos! ¡No les hagan creer a ellos que lo son! »
« Estamos cansados de ser parte de un locura como esta, ¿cómo pueden tener más privilegios que nosotros? ¿Más trabajo, más lujos? »
« ¡Basta de esta abominación! »
La revuelta era ruidosa, y empezaba a incomodar al resto de los ciudadanos. Fue entonces cuando la policía entró en acción, peleando contra el pequeño grupo de personas. Libby había vagabundeado por los alrededores del centro comercial luego de terminar su hamburguesa durante el día, y sin que nadie le dijera le había pegado una patada en el estómago a un oficial que sostenía a un muchacho por los brazos. No supo porque cruzó desde la otra punta para andar de pandillera...
El policía dejó de seguirle porque había algo mucho más importante que ella. La rebelión se había descontrolado por completo.
Libby se paró en medio de la nada, con la respiración agitada, la boca seca y el eco de sus palpitaciones. Se acuclilló, bajando la cabeza para tomar bocanadas de aire.
— ¿Cuándo aprenderás a no meterte donde no te llaman, Libby Wang? — Murmuró para sí misma, soltando un gimoteo. Se enderezó y pasó la manga de su blusa azul oscuro por la boca, mordiendo el pedazo de tela.
Ahogó los quejidos y sollozos. Lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas sin razón.
◉ ◉ ◉
En Estados Unidos, Alistair odiaba revelar su nombre, ¿para qué? Si lo pronunciaban mal. Ese detalle le hacía rechinar los dientes, por eso se hacía llamar por uno falso. No obstante, estuvo a punto de decírselo a Taeil porque bueno, él era coreano, y atractivo y tenía muchas ganas de contarle cosas de su vida. Le gustaba, un poquito, sí...
La mierda, él no tenía tiempo para andar detrás de un chiquillo, aunque... no iba a contradecirse tampoco. El niñato le intrigó como nadie. Tal vez por lo raro, o por lo alegre que era. O por la sonrisa contagiosa y las actitudes inmaduras que le agotaban la paciencia.
Kim Taeil fue su principal atractivo de Estados Unidos.
Pero nada más. Fue una conquista pasajera que quedó olvidada en el pasado, y a menos que Taeil viviera en Japón, no podía tenerlo. Lo recordaba, sí, le gustaba y secretamente veía las fotografías que se habían tomado en varias ocasiones.
Su turno en el trabajo había acabado y estaba descansando en el sofá de su departamento con el pijama puesto.
El holus le alertó de una videollamada, y con pereza la aceptó. El rostro sonriente de su amigo Jungsu apareció en un holograma, agitando las manos con emoción.
—¡Hola, hola senpai! — La fuerte voz de su amigo retumbó en la sala de su departamento. Daisuke se reincorporó en el sillón, rechinando los dientes. Ya se estaba convirtiendo en una manía.
—¿Por qué gritas para hablar? — Gruñó, y se pasó la mano por la cara.
—Voy a ignorar eso. — El muchacho alzó el dedo índice y cerró los ojos.
Kim Jungsu trabajó a su lado como un especialista en impresión en 3D. Debía admitir que era un hombre inteligente, y muy envuelto en lo que hacía pero… Era tan extravagante que se cuestionaba porque mantenía contacto con él.
—Era una broma, Jungsu. No seas llorón. —Daisuke puso los ojos en blanco y se levantó para conseguir un vaso de agua en la cocina, dejando a su amigo sorberse los mocos.
—Estás todo amargado, ¿acaso te pusiste llorón recordando a tu amor de verano, idiota número uno? O ya sé, seguramente estás con cara de estreñido porque te diste cuenta de que eres un idiota que no tiene en cuenta los sentimientos de lo demás. Ahora dime que hago mal mi trabajo y se acabó, Daisuke.
—Eres muy dramático, no entiendo cómo te ven bonito.
El ingeniero en robótica se sentó con el vaso de agua en la mano. Tenía la garganta seca y rasposa.
—Nadie me ve bonito, qué dices.
—Nada, nada. ¿Para qué llamaste? No me vengas con una tontería tuya, no ando de humor bichito.
Jungsu apretó los labios, y si las miradas matasen…
—Quería preguntar cómo va todo con Renjun, escuché que hay avances.
Oh, eso…
Renjun era un humanoide chino con un año de uso. Aparentaba sus veinte años, y era demasiado serio y frío. Su dueño le había mandado a Japón con una excusa barata, pero en realidad no soportaba tener un humanoide fallado.
Renjun era agresivo, tanto que una vez no obedeció una orden de su dueño, llamándolo por todos los insultos existentes. Daisuke sabía que nunca se fue a los golpes, si fuera así inmediatamente quedaría desactivado. A él le preocupaba la clase de pensamientos que tenía. Su manera de ver las cosas era escalofriante, Renjun veía al hombre como un ser repulsivo.
Por el momento se encontraba en la sede principal de Japón, Daisuke investigando la razón de un sistema defectuoso junto a los demás especialistas. Había intentado interactuar con él, manteniendo una conversación pero resultó ser bastante pobre.
Renjun debería amar al hombre, él no debería saber del odio.
—Creo que el progreso que estoy buscando se tarda bastante, quería acercarme a él y entender sus pensamientos, quería ver su punto de vista acerca de las cosas y porque cree algo que no tiene que creer pero…
Daisuke suspiró y dejó el vaso de agua en la mesa donde el dispositivo se encontraba.
Tal vez un licor fuerte caería mejor que el agua.
—Sé que intentas ayudarlo, especialmente con lo peligroso que puede llegar a ser. Es tu trabajo lo sé, pero es lindo de tu parte que prestes tu ayuda de otra manera.
La voz de Jungsu tenía un pizque de compasión que le desagradó por completo. La lástima por no hacer correctamente su trabajo era una debilidad que le carcomía por dentro, él no la quería ni la necesitaba, porque pronto todo se arreglaría. Y él estaría orgulloso de su logro, y del mismo Renjun.
Renjun era un buen robot, excepto que la altanería le nublaba los sentidos. Daisuke no quería desactivarlo y reformar su programa, de alguna manera creía que conociendo sus ideas podría hacerle cambiar sin la obligación de recurrir al método número uno.
Por lo general, los humanoides defectuosos eran re programados en el Centro de Ciencia y Tecnología de Japón. Como un ingeniero en robótica, Daisuke había procedido a otra opción antes de utilizar el procedimiento básico, sin embargo, la exasperante actitud de Renjun le sacaba de sus cabales.
—Si bueno, tendré que seguir practicando. —Carraspeó y se levantó del sofá. Se rascó el cuello y largó un suspiro de pura frustración. —Voy a correr, Jungsu. Hablamos luego, suerte en Corea. —Sin esperar por la respuesta de su amigo, y ante la cara ofendida de éste, cortó la videollamada.
Se revolvió el cabello, y se dio unos golpecitos en las mejillas.
—No pienso correr, me voy a la cama. —Murmuró y caminó a zancadas hasta su colección de vinos. Un estante mediano repleto de los vinos más caros, cortesía de sus viajes alrededor del mundo por las múltiples conferencias. —Luego compro uno mucho mejor. —Dijo en un suspiro, tomando una botella más barata. Luego de eso, agarró el vaso de agua que seguía encima de la pequeña mesa de cristal, y bebió el resto de golpe.
Con los pies arrastrando, y el pijama todo desprolijo, Alistair Daisuke se largó a su habitación para tener algunos momentos de reflexión.
◉ ◉ ◉
Choi Daehyun era una persona sumamente importante. Un nanomédico muy respetado, y un jodido de primera.
Chasqueó la lengua mientras miraba los anuncios holográficos por la calle, en lo alto de los edificios. Un comercial presentando la idea de adquirir un humanoide para los cuidados del hogar, « usted relájese y no mueva un dedo. »
Patrañas.
Había salido de su restaurante preferido con la dignidad por el suelo. Jaeho le dejó plantado en pleno almuerzo, a la vista de gente ricachona que le veían con superioridad.
Intentó marcar su número desde su smartphone bracelet, pero el maldito no contestó. Se tronó los dedos, descubriendo las ganas que tenía de molerlo a golpes sin piedad. Lo intentó de nuevo, y levantó el brazo de modo que pudiera escuchar correctamente la voz de aquel desconocido.
— ¿Estás con esa, verdad? —Fue lo primero que Daehyun dijo, cruzando la calle hasta pararse junto a un local de joyas. Miró sus zapatos negros, y revoleó el saco contra la pared detrás de él.
Un suspiro.
—Perdón por no avisarte, tenía trabajo y tuve que quedarme. —Jaeho contestó, ignorando la pregunta de su amigo.
—Puedes irte a la mierda, Min Jaeho. —No lo soportó más, y cortó la llamada.
Daehyun era un hombre serio que pocas veces perdía los estribos, no obstante lo peor que podían hacerle era verle la cara de idiota. Estaba seguro de que Jaeho se la estaba pasando con Sunhee, su compañera de trabajo, y no precisamente haciendo cosas del trabajo.
Dejarle plantado para estar con ella, « no me vengas con tus pretextos. »
Se tironeó las mangas de la camisa color vino a juego con el pantalón negro y zapatos iguales. Su cabello castaño desordenado luego de haberlo peinado hacia un costado, y el saco negro sucio en la parte inferior le daban un look de « miren, me dejaron plantado como si fuera una cita» . Arregló lo más que pudo su vestimenta ante los ojos curiosos de los demás ciudadanos, y se acomodó el saco bajo el brazo.
Caminó no muy lejos hasta llegar a su coche, y entró dando un fuerte portazo. Dentro, golpeteó el volante y recargó su frente allí. Inspiró y exhaló, calmando su enojo.
El smartphone bracelet sonó, y de reojo lo miró.
Kim Jungsu.
Una sensación cálida se instaló en su pecho. Daehyun, el hombre que hace unos segundos atrás tenía un semblante enloquecido, se ablandó en un abrir y cerrar de ojos.
Se aclaró la garganta, incorporándose y sentándose correctamente en el asiento del vehículo. Apretó el botón, y habló con la voz más serena que podía tener.
— ¿Hola?
—Hola, Daehyun. Disculpa la llamada y por incomodarte también, pero me preguntaba si tendrías unos minutos para hablar conmigo. No es nada serio así que no te preocupes, yo solo… ¿Vas a querer continuar con tu clase de japonés? —El chico tartamudeaba, y eso le resultó extrañamente encantador.
—Está bien, puedes llamarme todas las veces que gustes, Ai. —Daehyun se mordió la lengua para no soltar alguna que otra palabra bobalicona.
—Eh claro, entonces ya sabes, te espero donde siempre en cuando estés desocupado. Nos vemos allí, adiós.
Daehyun se quedó mirando su muñeca, estupefacto. ¿Tan rápido le colgó? Bueno, él no estaba para nada ocupado ahora, no le caería mal seguir practicando su japonés.
Con esto en mente, el nanomédico puso el coche en marcha.
Podría manejarse muy bien con los aparatos traductores que estaban en el mercado, pero desde que viajó a Japón y quiso dársela hablando un muy mal idioma, Daehyun se dio cuenta de que tal vez unas lecciones de parte de un experto sería lo ideal.
Y Jungsu era muy bueno hablando japonés.
Conducía tranquilo, de repente todo el rencor sufrido por Jaeho había desaparecido.
Ai*: amor en japonés.
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Última edición por jongkey. el Jue 12 Ene 2017, 1:52 am, editado 1 vez
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Re: error not found
A ver... ¿por donde empezar? Ni si quiera sé como empezar xd.
Primero, me emocioné mucho cuando ví que ya habías posteado capítulo y ¡no sabes! casi me muero, casi lloro, literal, de la emoción.
¡Mi pobre corazón! NO, NO, NO, NO, QUE HERMOSO, NO SABES, ME DOLIÓ TODO Como empezó la parte de Alistair y su mención de mi bebé y... ASDDFNJKDCJMCD, no sabes, fangirlee intenso y morí y reviví como mil veces y ay
Y luego Jungsu y Daehyunnnnnnn, lloro, los shippeo intenso. Pls, a parte de que son el Jongkey ( ), tienen como... esas personalidades que me enamoran y me hacen shippearlos, we. no puedo, estoy ansiosa y feliz. No se si el comentario es lo suficientemente bueno, pero expresé mis sentimientos, xd.
Ésta nc me emociona y me hace tener mucha inspiración. Soy un río y me desbordo, ahre.
Estaré publicando mi capítulo pronto
Primero, me emocioné mucho cuando ví que ya habías posteado capítulo y ¡no sabes! casi me muero, casi lloro, literal, de la emoción.
Ay, y volví con las ganas de llorar, porque... Ay, no sé, Libby me da demasiada cosa y mi Jongin interno me hace querer abrazarla xd. Es tan bella y me duele demasiado, lloro.Su hermano no aguantó, y se suicidó tiempo después.
Nunca le dijeron como, ella tampoco quiso saber.
Y, bueno, es la reacción típica que una persona, de la que su hermano acaba de suicidarse. Te lo repito, Libby me duele de alguna manera y cada pensamiento de ella, es como... un golpe al corazón. Idk, me duele.« ¡Las personas son humanos! ¡No les hagan creer a ellos que lo son! »
« Estamos cansados de ser parte de un locura como esta, ¿cómo pueden tener más privilegios que nosotros? ¿Más trabajo, más lujos? »
« ¡Basta de esta abominación! »
Kim Taeil fue su principal atractivo de Estados Unidos.
¡Mi pobre corazón! NO, NO, NO, NO, QUE HERMOSO, NO SABES, ME DOLIÓ TODO Como empezó la parte de Alistair y su mención de mi bebé y... ASDDFNJKDCJMCD, no sabes, fangirlee intenso y morí y reviví como mil veces y ay
taeil be like:—¡Hola, hola senpai!
ME ENCANTA, ME ENCANTA, ME ENCANTA Inshi Jaeho hermoso, lo odio, lo detesto, todo. Pobre Daehyun, debería tener lástima por él, pero... Lloro, es Jaeho, no puedo. Me encanta como él odia a Sunhee y como Sunhee pretende que... Digo, no.— ¿Estás con esa, verdad?
Tan cortante, ¡lo amo! No sé, me encanta—Puedes irte a la mierda, Min Jaeho. —No lo soportó más, y cortó la llamada.
Y luego Jungsu y Daehyunnnnnnn, lloro, los shippeo intenso. Pls, a parte de que son el Jongkey ( ), tienen como... esas personalidades que me enamoran y me hacen shippearlos, we. no puedo, estoy ansiosa y feliz. No se si el comentario es lo suficientemente bueno, pero expresé mis sentimientos, xd.
Ésta nc me emociona y me hace tener mucha inspiración. Soy un río y me desbordo, ahre.
Estaré publicando mi capítulo pronto
Última edición por chanyeol. el Jue 12 Ene 2017, 1:04 pm, editado 1 vez
chenyeol.
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