INOCENCIA, VENGANZA Y UN AMOR PROHIBIDO_SKANDAR Y TU

Nos encontrábamos los cinco en la velación, yo miraba como lloraba mi madre y Margaret con Federico Montgomery su esposo y su pequeño bebe de tres años Richard, estaban junto el ataúd de mi padre Gregory.
Quería salir corriendo de ese lugar, los comentarios que lograba oír con mis finos oídos y los que escuchaba en mi mente con cada roce que daba con una persona, me mataban; no solo de culpa, si no que era la mera verdad, pero frente a ellos me acompañaba una gran verdad que no podía contar a mis padres y mucho menos a mi “querida” hermana, era como pegarme yo misma un puñal en la espalda a sabiendas de que no moriría, pero si seria perseguida.

*-todo es culpa de su hija menor, ___T/N___; cuando desapareció; Gregory, no comía, no dormía y no iba a su trabajo, solo la buscaba –dijo una señora realmente bajo
-si es verdad, pero ante ellos no quieren aceptar que se fue con el joven Keynes, es más que obvio –comento una muy obvia de un simple rumor que de seguro ella había inventado
-tú lo crees, de pronto un secuestro o algo parecido, no crees. –pregunto un señor un poco más reservado
-pues es más que obvio, después de que la querida ___T/N___ desapareció, al poco tiempo Skandar Keynes también se fue, es obvio que se fueron juntos y Quien sabe a dónde eso pecadores engendros de Satán –volvió a hablar aquella mujer entrometida, quien sería el engendro de Satán *

Me moría de la cólera que tenia de lo que esas personas decían, como podían creer que me había ido con ese despiadado, que lo único que había hecho era sucumbirme en una desgracia, la peor de todas, la que nunca jamás existirá por siempre.
-padre, padre no me dejes sola te lo pido –musito en un hilo de voz Margaret llena de lagrimas.
Su esposo la trataba de calmar pero le era imposible no paraba, y a decir verdad mi madre se encontraba mejor que ella, estaba un poco más calmada que ella, pero en su rostro demacrado se alcanzaba a ver un inmenso dolor no solo por la muerte de mi padre sino también por mi desaparición, de la que en su vida me encontrarían.
-vamos a ir a darles nuestro más sincero pésame –mascullo Gustav mirándome muy detenidamente.
Se hizo un gran nudo en mi garganta por el hecho de tener que acercarme a mi antigua familia a dar una condolencia por la muerte de Gregory.

Nos acercamos lentamente mientras nos hacíamos camino de entre las personas hasta llegar al ataúd, Margaret, su esposo y mi madre.
Al llegar Gustav musito:
-mis condolencias Señora Hurts. –Dijo él dándole un pequeño abrazo a mi madre –de parte de nuestra familia le damos nuestro más sincero apoyo incondicional.
Ella nos volvió a mirar pero cuando me vio sus ojos brillaron en un tono de esperanza, quería tocarle para saber que pensaba, y así lo hice:
-mi pésame –dije cogiendo su mano en forma de apoyo
**___T/N___, se que eres tú, lo sé sinceramente, mi instinto de madre no me puede mentir, lo eres hija y aunque hayas cambiado, mi amor por ti nunca cambiara**
Me solté rápidamente de ella y en cambio ella me miro transparentemente a como sabiendas de que sabia mi gran secreto.
-gracias, se lo agradecemos mi hija y yo, señor Novacheck –dijo agradecida pero mirándome fijamente a mi.