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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Isolated Key Motel.
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Re: Isolated Key Motel.
Enterrada en libros el fin de semana hago un gran espacio para esta nc
Kurisu
Re: Isolated Key Motel.
Luuuuuu, morí con el capítulo, te juro que en serio me encantó, yo en el caso de Rainbow mato a Aspen, y qué sucede con migración que ve que la muchacha va medio muerta y es como, claro, pase, pase. O sea, qué le sucede
Todo el capítulo está hermoso sí, lo puse a propósito
Espero el de Teph
Todo el capítulo está hermoso sí, lo puse a propósito
Espero el de Teph
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: Isolated Key Motel.
- Yellow(?:
- Hooola bien aquí dejando el capítulo por fin. Espero que les guste ya que bueno, me gusto escribir esto aunque se que no es el mejor, pero que va, IKM es lo más genial Perdonen si hay incoherencias o faltas de ortografía etc etc, no he tenido tiempo de revisarlo a fondo, por lo que pronto tendrá una ligera edición el fin de semanaC:
Les deseo una semana increíbleo lo que queda de ella depende de cuando me leany las veo pronto cuando tenga sus comentarios listos estoy trabajando en ellos
Love Xx.
P.D. La canción que "cantan" Dustin y Charlie es la de Yellow de Coldplay, eso por si no es conocida o idk.
Capítulo 07
Darrel Kingslet, Dustin Aldridge, Charlie Hastings, Miles Hawkins & Samantha Highmore || escrito por Tessa || Sigue: Angie.
¿Qué posibilidades tenía Darrell de encontrar señal en ese lugar perdido? Una en un millón.
No podía creer que después de todas las travesuras que ha hecho en su vida, lo hayan dejado en medio de la nada por algo tan simple, bueno, quien diría que gritarle “mal parido calvo y obeso” al director de la escuela haya sido una buena idea.
Al ver que sus padres habían estacionado el auto enfrente del motel, hizo que casi saliera corriendo y en verdad lo intentó, aunque los deportes nunca fueron lo suyo por lo que estaba con la cara enterrada en el barro a menos de un metro del auto de sus padres. Y ahora, tenía a Olivia recordándole lo miserable que era, además del tal Evan que vio todo el regaño de sus padres.
— Me sorprende que tus padres no te hayan confiscado también el celular – comento Liv mientras sonreía burlonamente.
— No, según esto porque podía estar en aprietos, pero estoy casi seguro de que bien me pueden estar matando una manada de lobos y ellos no tomarían la llamada.
— Exagerado…Pero en serio, dime que pensabas estudiar.
— ¿Eso es una pregunta? Sonó como a una orden.
— Porque lo es – asintió Olivia a la vez que Darrell bufaba.
— Bien, estaba pensando en…artes.
— ¿Qué?
— Ya lo dije – hablo levantándose del sillón de un salto y corriendo lejos de la recepción.
Olivia hizo el intento de seguirlo, más no pudo al escuchar que Caleb estaba preguntándole algo, una ayuda que Darrell le agradeció mentalmente al chico que apenas conocía.
Estaba cansado de las personas que solo lo consideraban un “rostro bonito”, claro, no se podía quejar de ello después de todo, ya que en el instituto eso le garantizo almuerzos gratis la mayoría de los días que paso en ese lugar, pero lo que sucedía, era que sus familiares consideraban su vida como de dominio público.
Que si Darrell debería ser actor, que si debería ser abogado por tener una personalidad dura de roer. Estaba harto de que todos opinaran sobre lo que debería hacer.
Y ahora que lo pensaba detenidamente, no estaba del todo mal que lo hayan abandonado, tenía tiempo para pensar lo que les iba a decir a sus padres sobre querer estudiar música, ya vería como se las arreglaría para hablar de ello sin salir medio muerto en el intento, después de todo, sus padres querían que estudiara medicina.
Ya arreglaría eso, ahora lo primordial en su mente, era conseguir señal a cualquier costo.
Charlotte Hastings ha vivido siempre a base de una simple frase “las personas deberían encontrar la felicidad pase lo que pase”, pero justo en ese momento, se sentía a punto de desfallecer. Su hermano Noah se había ido a “explorar” dejándola a ella a un lado a pesar de haber sido su idea la de ir a ese sitio.
Después de todo, había huido gracias a los malos comentarios que siempre ha recibido; ver a su hermano ser consumido por la presión de la prensa y de él mismo, hacía que ella también perdiera las esperanzas, odiaba que toda su vida se haya basado en los medios de comunicación, ya que siempre iba a ser la hermana torpe y sin talento, de la estrella internacional. Siempre.
Busco entre sus contactos observando la bandeja de entrada, llena de mensajes de sus amigos falsos, aquellos que solo se acercaron a ella con tal de conseguir un pequeño momento con la estrella, vaya que fue cansado soportar todo eso.
Salió de la habitación ligeramente más positiva, con la esperanza de no encontrarse a Connor por los alrededores, después de todo, estaba verdaderamente impresionada que se hayan encontrado en semejante lugar.
Connor. El solo hecho de pensar su nombre le provocaba una sensación extraña donde no sabes si son nervios o nauseas, claro que lo había querido demasiado en su momento, posiblemente, fue la persona con la que tuvo la confianza suficiente para ser ella misma; pero las cosas nunca fueron de color de rosa con él.
Problema tras problema se fueron alejando y aunque quedaron como amigos, ella sabía que no podía verlo a los ojos sin sentirse terriblemente mal, aunque en verdad, ese no fue el único motivo por el cual se encontraba en ese lugar.
Finalmente, y sin que quisiera, se encontraba en el desolado jardín lateral. Nunca en su vida se había sentido tan tranquila al ver que no estaba en la ciudad, que en realidad, se encontraba lejos de todas las personas que una vez considero sus amigos y su familia. Tal vez…
— ¡Oye! – escucho a alguien gritar a sus espaldas logrando que pegara un salto.
Aquel susto hizo que se tambaleara e intentara no pisar ninguna flor en el lugar, no quería deshacer el trabajo de los jardineros, por lo que, evitando cada pequeña planta, fue a dar a la piscina que justamente se encontraba a unos pocos metros. Al principio olvido todas las clases de natación que había recibido, por lo que comenzó a patalear como si fuera el fin del mundo, hasta que sintió como sacaba sus brazos del agua y pegaba un salto desde el fondo de la piscina.
— ¿En serio? – escucho a alguien más no pudo distinguirlo por la enredadera de cabello que se había puesto en sus ojos – esa piscina no tiene ni dos metros de profundidad, entonces eres…un…duende de jardín.
— Oh vaya, y en lugar de ayudarme, te quedas viendo como me ahogo – grito hacia el chico rubio que la miraba sin expresión en el rostro.
— Solo iba a interferir si te llevabas una maceta a la piscina, después de todo, debemos dejar seguir el curso del destino – vio cómo se encogió de hombros y se alejaba del lugar.
— Oye – volvió a gritar saliendo del agua, haciendo que chorreara mientras caminaba tras el rubio – quiero una disculpa.
— No tienes por qué recibirla – contesto aun sin expresión mientras verificaba su trabajo para continuar.
— ¿Qué?
— Estabas pisando una planta – explico simplemente a la vez que comenzaba a trabajar.
— ¿Y?
— No debes de pisarlas.
— Vaya, eres un tipo de muchas palabras.
— Lo sé.
Charlie pego un grito al cielo a la vez que intentaba no salirse de sus casillas con el chico, verdaderamente le irritaba su forma de ser tan despreocupada y sobre todo, tan…fría.
Se dio la vuelta dispuesta a punto de irse del lugar – y tal vez poner una queja –, hasta que vio a Connor doblar la esquina del motel, posiblemente buscándola, quien sabe.
Pego un salto a la vez que corría hasta quedar a las espaldas del jardinero, provocando que el rubio diera un salto al sentir el contacto físico de la chica.
— ¿Qué demonios…?
— ¿Qué quieres a cambio de llevarme a mi habitación sin que nadie se dé cuenta? – pregunto observando como Connor se quedaba en la esquina de la casa a la vez que intentaba llamar a alguien por su celular.
— Me estas mojando – hablo el rubio separándose considerablemente de Charlie – así no se puede trabajar – hablo en voz baja a la vez que caminaba por el sendero que llevaba hacia adentro del motel.
— Espera rubio oxigenado – llamo intentando correr tras él.
— Que graciosa – contesto sarcásticamente a la vez que seguía caminando.
— Tú empezaste, me dijiste duende de jardín.
Charlie se emparejo al lado del chico mientras intentaba que la mirada de Connor no la afectara tanto, aunque a pesar de haber llegado a su habitación sana y salva, no pudo evitar quitarse de encima la mirada de confusión de encima suyo.
No había mejor sensación, que la de sentir el aire mientras vas acompañada de amigos. Y Sam, lo sabía.
Su vida no era “modelo” ni estaba cerca de serlo, pero de lo que si estaba completamente segura, era que estaba haciendo las cosas que más le gustaban. Viajar de un lado a otro por el mundo, vivir experiencias inimaginables y sobre todo, guardando recuerdos para cuando volviera a su rutinaria vida, después de todo, no podía olvidar las responsabilidades que le había dejado a su padre.
— Gracias por traerme – hablo bajando de la camioneta a la vez que devolvía el sombrero de paja.
— Sammie, llámanos para cualquier cosa – la señora que no recordaba su nombre, dijo con un marcado acento sureño a la vez que agitaba la mano a forma de despedida.
Samantha Highmore, de lejos la persona modelo, pero sí de cerca, la chica con el espíritu más libre de la historia. Pero a pesar de querer seguir dentro de la aventura, lo primero que tenía que hacer, era pasar unas pequeñas vacaciones antes de su última parada, el solo pensar en eso, le provocaban unas terribles ganas de echarse a correr y seguir con todo lo que había logrado, pero no había vuelta atrás.
Sus amigos de… ¿Misuri? Le había hablado de Isolated Key Motel, un nuevo lugar que al parecer no se veía costoso, después de todo, no era la mejor ubicación para poner un hotel.
Cerro los ojos e intento respirar todo el aroma a naturaleza del lugar, sobre todo, el espacio abierto donde se encontraba, sin duda era el motel indicado para ella.
Ya estaba deseando con ganas correr hacia el bosque y explorarlo hasta el corazón del mismo, en verdad quería hacerlo. Hasta que vio a un chico rubio de camisa a cuadros roja, colgado de un árbol con la mano extendida hacia el cielo.
Camino directamente a la base del árbol donde se encontraba y vio que en efecto, ese chico estaba buscando señal, un desperdicio de tiempo en un lugar perfecto como aquel.
— No sé qué es peor – comento viendo como el muchacho casi suelta su teléfono del susto – que estés intentando encontrar señal, o que estés a punto de caer porque esa rama está quebrándose.
— No voy a…
Y antes de que terminara la oración, el rubio estaba cayendo de la rama a la vez que Samantha se hacía hacia atrás dejando que cayera de lleno en el suelo, cosa que provoco que saliera el aire de sus pulmones.
Sam vio mucho mejor al chico e intento no paralizarse del puro miedo que le provocaba su rostro tan parecido al de Urie, alguien que deseaba enterrar, el motivo de su viaje interminable y el comienzo de todos sus problemas. Deseaba con gusto regresar a la camioneta de los chicos que la trajeron a ese motel.
— Por suerte, no estabas a una altura considerable – dijo sin mucha emoción en la voz a pesar de querer reírse hace un segundo. Extendió su mano y lo ayudo a levantarse.
Incluso su estatura era idéntica a Urie, las semejanzas estuvieron a punto de marearla.
— ¿Quién rayos eres? – pregunto intentando respirar.
— Nadie.
Los dos caminaron lentamente hasta entrar a la recepción, Sam lo dejo caer en los viejos asientos sin piedad alguna haciendo que estos chirriaran ligeramente, aunque pensó que el chico ni si quiera estaba tan pesado para que se quebraran.
— Bienve… - empezó a decir la recepcionista antes de que sus ojos se posaran en el maltrecho rubio – mierda, ¡Darrell! – chillo caminando a paso firme hasta llegar a su lado - ¿Qué paso?
— Estaba intentando encontrar señal arriba de un árbol – explico Sam sin expresión en la voz.
— Idiota – mascullo la chica antes de asestarle un golpe en la cabeza, provocando que Darrell pusiera sus manos en la zona golpeada y se cayera al piso – exagerado, no fue tan fuerte – bufo la pelinegra observando como el chico seguía en el suelo – lo siento por las molestias.
— La verdad es que venía a ocupar una habitación – hablo mordiéndose la lengua para no reírse, olvidándose de sus pensamientos un momento.
— Oh claro, ¿Cómo te llamas?
— Samantha Highmore.
— Lindo – escucho hablar a Darrell desde el suelo, provocando que la recepcionista le diera otro golpe en las piernas.
— Entonces no te dolió, eres peor que una mujer – bufo caminando hasta su lugar en la recepción.
Samantha tardo más en darle los datos a Olivia, que ella en rellenar la solicitud y darle las indicaciones, al parecer ya lo había hecho varias veces para saberse el proceso de pies a cabeza.
Estuvo un momento en la recepción, hasta sintió cuando Darrell llego detrás de ella y puso su barbilla en la cabeza de la pelirroja, obviamente más baja, aunque para sorpresa de Darrell y Olivia, Sam ni si quiera se quejó de ello, incluso estaba recordando viejas memorias que creía enterradas, de los buenos recuerdos. Al terminar de rellenar los datos, recibió su llave y se dispuso a investigar un poco el bosque del que se había enamorado a primera vista.
— ¿Sabes? – empezó llamando la atención de Darrell – te pareces demasiado a alguien, por eso no te golpee – sonrió ladeando la cabeza y saliendo del lugar.
Mientras que por otro lado, Darrell se quedó estático en medio de la recepción, viendo como Sam salía a explorar.
— Estas viendo a mi futura esposa – declaro embobado provocando que Olivia le diera un golpe en el hombro.
— Como digas, ahora recoge el desastre de tierra que trajiste contigo.
— Amaneciste muy agresiva, querida – comento Darrell partiendo a buscar una escoba sin dejar de pensar en la pelirroja.
Pero lo que no sabía el rubio, era que él se parecía demasiado a alguien que Sam deseaba olvidar. Aunque después de todo, no puedes odiar a alguien, porque solo necesitas un buen recuerdo para no hacerlo , y eso, se aplicaba en Samantha.
Miles nunca se llegó a imaginar que luego de que su empresa tuviera una increíble falla, y terminara en la quiebra, él fuera a parar en medio del bosque con maletas en sus manos para registrarse.
La idea no fue suya, claro está. Ya que si fuera por él, estaría justo en ese momento arreglando los problemas que al parecer, ya no tenían solución por donde se miraran. Después de todo, su madre había sido muy firme con la idea de que abandonara su estresante forma de vivir, de la situación económica se encargaría su padre.
Dio pasos firmes avanzando hacia el motel a la vez que entraba en la recepción que se encontraba impecable mientras se trataba de convencer que no estaba desperdiciando tiempo.
— Lo siento, estábamos ocupados, mi nombre es Caleb ¿En qué te puedo ayudar? – pregunto llegando apresurado, seguramente hubo un problema y él fue el responsable.
— Quisiera…rentar una habitación – hablo robóticamente a la vez que comenzaba a dar sus datos.
Recibió la llave y comenzó a caminar hacia el lugar donde le habían indicado para comenzar a dejar sus cosas e intentar llamar a su madre para informarle de su situación.
Pero en cuanto dio un paso lejos de la pequeña recepción, alguien choco con él y cayó al suelo, Miles solo dio dos pasos hacia atrás y se mantuvo de pie volteando hacia abajo donde se encontraba su pequeño encuentro desafortunado.
Y en cuanto sus ojos hicieron contacto, se puede afirmar que había vuelto a aquellas vacaciones, a la playa y en el momento donde su vida no era tan ajetreada como lo era habitualmente. Sobre todo, al lado de aquella persona que más lo había envuelto en tranquilidad, y la única en dárselo en mucho tiempo.
— Mira donde nos volvemos a encontrar, Olivia.
— Se supone que soy el jardinero, no limpio desastres – se quejó Dustin a la vez que limpiaba el error de Caleb en la cocina.
— Calla y ayuda – suspiro Edik a su lado.
Dustin ni si quiera le respondió, puesto que siempre prefería guardar energías antes de gastarlas hablando con personas a las que no quería hablarles. Y no es que Edik le cayera mal, ni si quiera estaba seguro de que fueran “amigos” más bien, eran…conocidos…por un Caleb en común.
— Lo siento – llego Caleb disculpándose con ambos – llego un nuevo huésped.
— Hombre, no olvides que hay que apuntar el extintor al fuego, no al suelo – regaño Edik al castaño mientras Dustin terminaba de limpiar.
— Dustin – llamo Caleb a la vez que le sonreía - ¿Seguro que estas bien en la jardinería?
— Ni creas que cocinare – corto sin si quiera considerarlo.
— Vamos – dijo de pronto su amigo – solo hasta que pueda conseguir cocinar algo decente…sin quemarlo.
— No – cruzo los brazos y ladeo la cabeza – me siento mejor rodeado del color verde.
— ¿Verduras? – pregunto Edik riéndose.
— No todas las verduras son verdes – contesto rodando los ojos – vuelvo a lo que estaba haciendo – se giró sobre los talones y comenzó a caminar tratando de evitar a Caleb.
— No huyas cobarde.
— Caleb, trata de no quemar nada más.
Dustin, al final de cuentas, era mejor en regar y cuidar, que en cualquier otra cosa de su vida, no quería contar el estudio entre sus ámbitos.
— Aris – hablo Noah intentando llamar su atención – ¿Me vas a decir que paso?
En cuanto Noah había entrado a la habitación, se encontró con nada más y nada menos que con Charlie enterrando su cara en la almohada, ella solía hacerlo cuando algo penoso le había ocurrido o cuando sucedía algo de lo que prefería olvidar. Como aquel día.
— Charlotte.
— No me llames por mi nombre completo – hablo ahogadamente por la almohada.
— Dime – insistió sentándose a su lado cruzando los brazos.
— Camine hasta el jardín pero el chico encargado de esa parte me sorprendió pisando una planta casi me ahogo y luego vi a Connor me escondí detrás del jardinero que no se su nombre e intente huir pero Connor me sorprendió y ahora le debo una disculpa al estúpido jardinero por arruinar sus plantas.
— No entendí nada – declaro Noah, ya que solo había escuchado murmullos por culpa de la almohada y todo lo había contado sin si quiera hacer una pausa.
— Pues no lo volveré a decir – contesto sonriendo, se sentía mejor decirlo todo, aunque su hermano la miraba con cara de querer zarandearla para que lo hiciera de nuevo– además, ¿Dónde estuviste todo el día?
— Por ahí – sonrió con malicia.
— Claro, dulce venganza – Charlie rodo los ojos y se sentó a su lado.
El silencio embargo la habitación e intentaron no hablar de temas incomodos para ambos, Charlie en verdad quería recuperar a su hermano, aquel que siempre la recibía con un abrazo luego de que ella estuvo enterrada en libros en la universidad. O al chico torpe que volvía a casa con ambas manos en la mochila, como si tuviera miedo a que se le cayera. Sin duda, Charlie extrañaba al Noah anterior, y estaba dispuesta a recuperarlo.
— Charlie…sobre…
— ¿Verdad que es impresionante? – pregunto interrumpiéndolo – este lugar es genial – sonrió – venga, iré a preguntar sobre cuando es esa fiesta de bienvenida a los huéspedes – se levantó de un salto y comenzó a caminar hacia la puerta – no te preocupes de nada ¿Vale? Es una idea loca el traerte aquí, pero verás que será divertido.
Vio como Noah asentía a la vez que intentaba darle una sonrisa, con lo cual, Charlie estuvo agradecida, no quería hablar de los malos recuerdos, quería hacer nuevos y mejores.
Dustin Aldridge, un problema o tal vez un misterio, muchos no sabían cómo catalogarlo, puesto que siempre había vivido en la sombra de su hermano, siempre el que estaba arreglando los problemas del otro. Hasta que decidió dejarlo todo.
No podía manejar la muerte de su padre, la de su abuela y el compromiso de su madre, en poco tiempo. Es decir, las situaciones lo sobrepasaron de manera increíble, y no pudo estar más agradecido con Caleb cuando le ofreció el trabajo de ir al motel a trabajar, por lo que sin decir nada a nadie, tomo sus cosas y salió de casa, pensó que tal vez, no necesitaba dejar una nota, puesto que al principio pensó que iba a ser temporal.
Siempre había sido el tipo de persona que se alejaba de todos cuando algo sucedía, por lo que en cierto punto, no tenía una lista de amigos que sobrepasaran de cinco. A lo largo de su vida, habían pasado dos cosas, ya sea que todos lo insultaran por nunca hablar y sacarse las calificaciones más altas del salón, así como recibir golpes de abusones que en realidad, buscaban a su hermano.
Y por eso mismo, Dustin se encerró en libros de estudio y el jardín de su abuela, el cual, era su lugar de escape y donde habitualmente lo encontraban los demás. Si querían encontrar a Dustin, el jardín era una buena opción, sino estaba en ese lugar, seguro estaba en la biblioteca.
— Look at the stars, look how they shine for you – canto suavemente mientras se dedicaba a ver las estrellas mientras se encontraba sentado en la roca más grande que pudo encontrar.
La luz de la luna resplandecía en el agua de la piscina y era una increíble vista, no podía pedir más tranquilidad de lo que estaba obteniendo.
— ¿Duermes entre plantas? ¿O cómo? – escucho hablar a alguien a la vez que sentía que se sentaban a su lado.
— Y aquí es cuando se va mi tranquilidad.
— Claro – hablo la chica mientras levantaba la vista – And it was all yellow – siguió la canción provocando que Dustin la observara de reojo - ¿Qué? La estabas cantando.
— Vaya, eres un duende acosador.
— No soy un duende – hablo con los dientes apretados – mi nombre es Charlotte.
— Bien, Lottie, no estoy de ánimos para hablar.
— ¿Y cuándo lo estas entonces?
Dustin bufo pero se limitó a quedarse observando las estrellas a la vez que rogaba que la pequeña chica se fuera de su lado, en verdad deseaba un poco de paz.
— Quería…pedirte una disculpa – Dustin giro hasta quedarse de frente a Charlotte – por pisar tus plantas y mojarte la camisa, supongo que…las plantas son como tus hijas.
El chico se echó a reír con ganas haciendo que Charlie lo observara detalladamente, sin duda se veía mejor cuando el chico no estaba con su cara de piedra todo el día.
— Y por cierto, hace un momento te vi cerca de la recepción, caminas rápido – comento luego de que Dustin dejo de reír.
— Lottie, he estado todo el día en el jardín, no sé a qué te refieres.
— Pero, era idéntico a ti.
Sintió como su cuerpo se tensaba de sobremanera y pensaba en la única posibilidad que se le paso por la mente, después de todo, siempre había tenido problemas con las personas por culpa de su hermano, pero que estuviera en ese lugar, era literalmente imposible. Ya tendría tiempo el día siguiente de averiguarlo a fondo.
— En fin, tengo que ir a hablar con alguien – dijo Charlie de pronto levantándose – además, tienes una admiradora que no deja de mirarme a morir – Charlie soltó una risa ligera haciendo que extrañamente, Dustin quisiera seguir hablando – hasta luego.
— Oye – hablo haciendo que Charlie se detuviera y volteara a verlo – me llamo Dustin – se presentó haciendo que Charlie sonriera y luego se fuera caminando a la vez que volvía a voltear hacia atrás.
Se despidió de ella con la mano a la vez que observaba hacia donde apunto la chica encontrándose con Scarlet, quien desapareció en cuanto su mirada reparo en su presencia lejana. Vaya que apenas llevaba poco tiempo en ese lugar y ya tenía dos cosas que investigar, Scarlet…y Carter.
— Ya será mañana – hablo en un susurro viendo de nuevo a las estrellas – And it was all yellow – repitió la misma parte que había cantado Charlie con la ligera sensación, de que ella lo hizo mejor que él.
Sin duda, ya estaba delirando.
En cuanto sus pies tocaron el sitio de la recepción, observo a la persona que antes había citado y que sin duda, la tenía ansiosa y nerviosa. Estaba consciente de que no podía retrasar el encuentro.
Aunque luego de hablar con Dustin – aunque había sido un poco – estaba segura de que prefería haberse quedado hablando con él en vez de estar de pie viendo como el chico reparaba en su presencia y todo el tiempo parecía hacerse pesado, como si de cámara lenta se tratara, volviendo las cosas al pasado, a uno del que Charlie detestaba recordar.
— Sé que tienes preguntas…así que – respiro profundamente e intento concentrarse para no vomitar de nervios – no quiero responder a ninguna de ellas hasta que me sienta mentalmente lista, mientras...no sé...hablemos de otra cosa.
El chico asintió a la par que los dos comenzaban a caminar para salir del motel y poder hablar tranquilamente sin que los recuerdos se hicieran presentes, y eso, era algo muy difícil de lograr.
Kurisu
Re: Isolated Key Motel.
- Debs:
- Mujer, siento la tardanza ;-; pero, dejando eso de lado sólo un momento, quiero decirte que amo cómo escribís
Es tan natural, bello, simple pero con ese toque mágico, por así decirlo. ¡Como tus personajes! Que creo serán ese plus divertido y colorido de la novela porque son particularmente entretenidos. Bello, ello, debs
- Lucy:
- ME REÍ MUCHO. Dios, Aspen es tan añsndhña me daban ganas de ahorcarla, jesú. Yo, no sé, me enamoré de Rain y y y y, Aspen se une al team ledamosacaleb.
So, me encantan ese par, se llevaron toda mi atención, definitivamente. Escribís bello, lu, hermoso la espera valió todo
- hermana de mi vida:
- Y ahora, tenía a Olivia recordándole lo miserable que era, además del tal Evan que vio todo el regaño de sus padres.
Quién. Es. Evan. Wao. Amo a Darrell, osea, añdsh— ¿Eso es una pregunta? Sonó como a una orden.
— Porque lo es – asintió Olivia a la vez que Darrell bufaba.
¡MIRA! Osea, cómo no amarlos son nosotras, son, son tan beios juntos que me dan de todoodiaba que toda su vida se haya basado en los medios de comunicación, ya que siempre iba a ser la hermana torpe y sin talento, de la estrella internacional. Siempre.Connor. El solo hecho de pensar su nombre le provocaba una sensación extraña donde no sabes si son nervios o nauseas
Charlie, ouch, "nervios o nauseas", plz eso dolió en el cora mereció haber caído así al agua. Dios, cómo me reí en esa parte— Estabas pisando una planta – explico simplemente a la vez que comenzaba a trabajar.
— ¿Y?
— No debes de pisarlas.
— Vaya, eres un tipo de muchas palabras.
— Lo sé.
LO AMO. DUSTIN, MI AMOR. TE AMO. Dios, es tal cual pensé que sería su tono sarcástico es tan bello, su capacidad para cortarte el rostroEstuvo un momento en la recepción, hasta sintió cuando Darrell llego detrás de ella y puso su barbilla en la cabeza de la pelirroja, obviamente más baja, aunque para sorpresa de Darrell y Olivia, Sam ni si quiera se quejó de ello— Estas viendo a mi futura esposa – declaro embobado provocando que Olivia le diera un golpe en el hombro.
No esperaba que olivia apareciera tanto en tu cap, siendo honesta xd bt, eso no importa, lo que sí lo hace es que Sarrell (?) la rulea, yish me encantan esos dos tan beios y y y, se me ocurrió algo bello de lo que te hablaré luegoY en cuanto sus ojos hicieron contacto, se puede afirmar que había vuelto a aquellas vacaciones, a la playa y en el momento donde su vida no era tan ajetreada como lo era habitualmente. Sobre todo, al lado de aquella persona que más lo había envuelto en tranquilidad, y la única en dárselo en mucho tiempo.
Y que cito toda esa parte Miles, lo amo, lo amo. Dios, olivia pará ya, con todos está, bue. Ayyyy, es de las tramas que más amo, aunque en realidad amo con todo mi corazón nuestras tramas y a vos tambiénDustin Aldridge, un problema o tal vez un misterio, muchos no sabían cómo catalogarlo, puesto que siempre había vivido en la sombra de su hermano, siempre el que estaba arreglando los problemas del otro.
Carter ama a su hermanito por todos los golpes que ha recibido por él las rubias entre rubias se aman Dustin no puede escapar, nunca lo hará, poder gemelo, pls, pls.— Vaya, eres un duende acosador.
— No soy un duende
JAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA NO PUDE. SHORANDING. Fue mucho, de verdad, me reí fuerte bc me imaginé todo lo amo, ya.— Sé que tienes preguntas…así que – respiro profundamente e intento concentrarse para no vomitar de nervios – no quiero responder a ninguna de ellas hasta que me sienta mentalmente lista, mientras...no sé...hablemos de otra cosa.
Esto. Me. Está. Matando. ¿Es connor? ¡NO ME DIGAS QUE ES CONNOR! O sí, o no... o sí pero en secreto. No puedo con estos fils, además de que scarlet anda de acosadora ahí re normal.
Teph, sabes cuánto sufrí la espera mujer y valió la pena totalmente. Sabía que sería hermoso y lo fue, debemos seguir arreglando cosas y moviendo cartas xd so... Amo como escribes, ya te lo había dicho y ahora lo repito. Te amo mucho y... Espero el que sigue (?)
byers.
Re: Isolated Key Motel.
me faltan tres personajes para terminar el capitulo, pero estoy segura de que hoy lo subo
changkyun.
Re: Isolated Key Motel.
- hola:
- Lamento el retraso, lamento el hecho de que sea corto y no este lindo, escribí la mayoría sin inspiración, pero era necesario que lo suba ahora, la próxima semana comienzan las clases y hasta que me acomode no creo poder actualizar por una semana, por lo que me partí el coco en subir hoy. Espero que lamenten que esto este feo y corto las amo. Les doy los datos extras del capitulo para que entiendan.
Wons: billetes coreanos.
Canción que canta Stephanie: Beautiful de Amber Liu (representante de Stephanie)
Traducción: Agacho mi cabeza, intentando evitar el cielo, escondiéndome
Las noches se hacían interminables en mi corazón oscuro, yeah yeah
No podía abrir mis alas en este mundo tan pequeño como una jaula para pájaros
Con dificultad, te cantaré a ti y sé que vendras algún día a mí
Capítulo 008
Stephanie Washington; Dylan Race; Megumi Liers; Luke Sanders. || escrito por woozi. || Sigue: Kida
Había algo llamado amor, un sentimiento bonito para la mayoría de las personas, pero para Stephanie se había convertido en un sentimiento lleno de dolor; lleno de mentiras y no solo el amor de pareja, era el amor sobre todas las cosas al cual ella había comenzado a aborrecer. Una vez que se enteró que Adam, su novio, había comenzado a engañarla-por más de un año- se tomó la libertad de contárselo a su padre y ahí fue cuando se enteró que ese matrimonio lo había arreglado él; con su prima, por el dinero. Como siempre.
No lo odiaba, no a su padre, porque sabía que quería a su madrastra más que a nada en este mundo. Y más aún a su hermanastra, pero se había negado rotundamente a entregar más amor a las demás personas; se lo había negado a todos, hasta a sus amigos, los cuales había alejado de un momento a otro, sin explicaciones. Simplemente diciendo basta.
—Mierda…—Desespero la chica cuando vio que su bolso se había trabado en una de las rejas del balcón. Suspiro, tratando de calmarse aunque sea un poco, y pudo sacar el bolso ignorando los golpes de la puerta de su madrastra, gruñendo palabras como “si no sales, le diré a tu padre”. Como si él fuera a hacerle mucho, un hombre desinteresado que descuidaba todo, menos a su mujer, pero su hija mayor era como la mascota de una novela. Apenas la alimentaba cuando quería, no se acordaba de mimarla y muchas veces lo único que hacía era regañarla por algo que ella no había hecho.
Agitada, más que nada por el susto, Stephanie comenzó a correr lo más rápido que le proporcionaban las piernas, porque tenía que admitirlo, su condición física era la mejor que había en aquel lugar. La gran ciudad no era nada comparada a donde se estaba dirigiendo, pero por ello mismo lo había elegido; sus padres no la buscarían allí y menos su hermanastra que se había ido sin siquiera despedirse de ella, pero poco le molestaba ya; ya nada le molestaba diciéndolo en otras palabras.
A esas horas no creía conseguir ningún taxi, así que camino hacia la casa de su mejor amigo; donde había escondido su motocicleta. Hacia unos cuantos días que se la había comprado y como sabía que todo lo que ella hacía era una negación de su padre, decidió mantenerla escondida en el patio de su amigo, el cual había aceptado mantenerla porque no le era de ninguna molestia. Como pudo, saco su celular del teléfono y le envió un mensaje a Matthew.
“Sacare la motocicleta, mañana te llamare para explicarte.”
A los pocos segundos de caminata, sintió que el teléfono vibraba.
“La puerta del patio está abierta, más te vale una gran explicación; Stephianie.”
La chica bufo, sabía que su Matthew la tendría horas hablando porque así era su mejor amigo. Cuando estaba por guardar nuevamente su celular, sintió que vibraba otra vez; si, era otro mensaje del colorado.
“Mejor no me llames, dime a donde iras y te visitare cuando pueda.”
Prefirió no contestarle el mensaje y seguir con su camino; tenía un lugar fijo-El cual había encontrado en internet porque era lo único que se le había venido a la mente-Y no tardaría demasiado en llegar. Calculaba que en media hora o una hora como máximo llegaría, así que prefería hacerlo rápido porque sudaba mucho que su madrastra no hubiera llamado ya a la policía o, como siempre lo hacía, a su hermanastra.
Luego de unos minutos pudo divisar la pequeña casa de su amigo, y como había dicho su amigo, la puerta del garaje se encontraba abierta; por lo que al entrar diviso a su hermosa motocicleta azul. No era de las mejores, o al menos cuando la compro no la era, pero luego de unas cuantas reparaciones había quedado como nueva. Estaba completamente en estado, no le faltaba nada y cuando la prendió, diviso que tenía la gasolina suficiente como para hacer tres viajes. Sonrió, cuanto extrañaba la adrenalina de prender el motor de esta. Era un placer que nunca se le quitaba; y pensaba no dejarla nunca, hasta tenía pensado comprarse más cuando por fin pudiera librarse de sus padres.
Luego de unos quince minutos de ir a velocidad normal, la lluvia comenzó a caer. Había algo que amaba y eso era la lluvia, le encantaba pasar noches viéndola y desvelarse solo para escuchar caer las gotas en el balcón. Tenía dos cosas favoritas en sus manos y recién había salido de su casa, parecía que todo iba bien para ella, estaba más feliz que hacía unos cuantos minutos y aun no podía creerlo. Estaba fuera de su casa. Sin preocupaciones o corazones rotos. Ya no dependía de nadie. Solo era ella.
Cuando Stephanie vio que los carteles del motel se hacían más grandes, decidió parar a un costado de la calle y sacarse el casto, llevando su pelo rubio grisáceo hacia atrás y arrancar nuevamente hacia el puesto de los vehículos. Se sentía bien estar debajo del agua, pero soltó un suspiro de alivio cuando se pudo refugiar bajo el techo del motel. Camino, haciendo un sonoro ruido con sus zapatillas mojadas, hacia un pequeño lugar que supuso que era la recepción. Por la pequeña ventana de la puerta pudo divisar que un chico no mucho más alto que ella se encontraba detrás del mostrador; le parecía raro que a media noche aun hubiera gente dispuesta a quedarse a un motel, pero aun así suspiro y entro, haciendo que una pequeña campana sonara, demostrando que alguien nuevo había llegado al lugar.
—Una habitación; una persona y tiempo indefinido; Stephanie Washington. —Dijo la chica con semblante serio. Hacia unos segundos que el cansancio le había llegado de repente y cuando estaba de esa forma, nadie podía quitarle el mal humor.
—Sí, pues, la habitación diecisiete está disponible. —El chico le tendió una llave, mientras ella le dejaba el dinero en la mesada. —Puede darme solo la de los próximos tres días, por si cambia de opinión.
—Quédate con ese dinero, sé que es bastante como para una semana y media. Y no, no cambiare de opinión, el servicio de limpieza puede pasar luego de las cinco de la tarde, dos horas como máximo, gracias. —Y como toda hija de comerciantes se encamino por si sola hacia la habitación que segundos antes había cruzado. Y una vez que se adentró en ella, no pensó en nada más que dormir.
—Dylan, debes arreglar una la ducha de la habitación diecisiete, al parecer se trabo una de las canillas y no puede prender el agua caliente… Ve ahora, está siendo un poco o diría demasiado, urgente. —Caleb lo llamo mientras él tomaba un café en la recepción.
—En dos minutos estoy, ya termino mi café. —Mostro el poco humo que salía del vaso blanco, volviendo a tomar otro poco.
—Como sea, solo apúrate, al parecer tiene un humor de perros y solo acaba de llegar hace una hora más o menos. —El chico cerró la puerta, dejando al rubio con su café a punto de terminar.
Dylan era el tipo de chico que nunca faltaba el respeto y todos querían; así era como había conocido a Caleb; pero no era su única faceta, sino que tenía dos y su amigo conocía ambas partes de él. La buena, que era cuando estaba sobrio y la mala, que era cuando se pasaba de las cuatro botellas de cerveza. El chico tenía un gran problema de alcohol y por ello, Caleb había decidido ayudarlo luego de que se enterara la pobre vida del chico, que siempre terminaba buscando ayuda en lo malo, como las sustancias toxicas y alcohólicas.
Luego de un tiempo, Dylan supo cómo adaptarse y como resultado final, termino trabajando en el motel de su mejor amigo como parte del mantenimiento. Se sentía bien servir de algo en su vida, o por lo menos eso sentía, que servía de ayuda para alguien. Su vida estaba tan llena de “fracasaras y nunca ayudaras a tu familia” que ya se había resignado a todo, que nada de lo que hiciera alegraría a alguien, pero había llegado Caleb y todo había cambiado. Ahora tenía buenos compañeros y no un hermano que siempre lo opacara porque salía con la chica que a él le gustaba, tenía un mejor amigo y con eso le bastaba; de vez en cuando tenía la oportunidad de tocar el piano y con eso saciaba su sed por la música. Ocupaba siempre unos pequeños auriculares y un mp3 que utilizaba cuando debía arreglar cosas por mucho tiempo y no podía concentrarse, solo necesitaba la música para seguir y Caleb se lo había permitido.
Terminando su café, tomo su caja de herramientas y camino hacia la puerta, viendo que la lluvia había cesado un poco y donde se podían empezar a diferenciar unas hermosas estrellas que brillaban junto a la luna. El chico vio hacia la puerta marrón grisáceo y toco un par de veces, obteniendo un “Ya voy” del otro lado, que le resultaba más que conocido.
—Bueno, pues la tub… ¿Dylan?
— ¿Stephanie? ¡¿Qué… Qué diablos?! —La cara del chico había pasado por todos los colores, no podía creerlo.
La chica que él siempre había querido estaba allí, Dylan se había resignado a volver a verla y casi se había olvidado por completo de su existencia; pero allí estaba, con el cabello rubio, casi gris-Supuso que en algún momento había sido violeta-Y su forma de vestir, tan… Tan ella. Estaba un poco diferente a lo que era cuando salía con su hermano, ya no llevaba polleras como era obligada, sino que unos jeans rotos cubrían sus piernas, junto con una camisa manga larga muy suelta, hasta podría jurar que era de hombre.
Recordaba a Stephanie de la preparatoria. Era unos cuantos años mayor a ella, pero se habían conocido gracias a su hermano que solo la pasaba por un año; luego de un tiempo… Dylan supo aceptar que realmente sentía algo por ella, pero ya era demasiado tarde. Adam había llegado primero y eso, eso no lo supo controlar; el alcohol había comenzado a entrar a su anatomía y no pensaba dejarlo nunca, y de un día para el otro, el desapareció sin dejar rastro, algo que rompió a la chica porque pensaba en el como un hermano al cual no quería dejar.
Stephanie suspiro fuerte y abrió la puerta, dejando al chico entrar por completo a la habitación; donde se podían divisar una cama a medio hacer y solo una mochila abierta con unas cuantas camisetas. Dylan entro sin dudar, sabia como era la chica y decidió solo sentarse en el borde de la cama, sin querer aplastando unos papeles, que reviso con atención.
— ¿Sigues escribiendo canciones? Las últimas que leí tuyas eran increíbles. —El chico observaba la letra atentamente, podían verse algunas palabras tachadas y muchas otras borradas, dejando una pequeña marca.
— ¿Aquí era donde estabas metido? ¿Sabes todo lo que te busque, Dylan? —Steph ni se molestó en escucharlo, se mantenía parada mirándolo de una forma retadora, como era siempre que se preocupaba por alguien.
—No quiero hablar de eso ahora, Stephanie. —Suspiro el chico y volvió su vista a la rubia. — ¿Cómo va la melodía? Podría intentar acompañarte alguna vez con el piano si me dices.
La chica gruño y tomo la hoja de forma brusca, llevándose la mirada divertida del chico y rindiéndose con un soplido camino hacia una esquina de la habitación y aclaro su garganta; llenando sus pulmones y desatando la melodía que había estado pensando para su canción, que aunque fuera más rap que nada, ella había agregado unas cuantas líneas cantadas.
—Kogael sugin chae haneureul pihae sumji ; Eoduun maeun sok bameul haneoptji. —Canto, pronunciando palabras que el chico no entendia, ya que ella se había tomado el privilegio de pasar toda la letra al idioma natal de su padre, al coreano. —Yeah nalgaereul pyeol su eopbseosseo Jobeun saejang gatattdeon sesang ape Himgyeoun momjiseuro eonjenga chaja ol neol noraehae. —La chica termino de cantar la estrofa y miro al chico, cansada. —Creo que con eso ya debes saber cómo va la melodía.
—Pensé que ibas a cantarla en inglés, como lo decía allí. —Apunto Dylan con su dedo inicial. —Pero suena muy lindo, sería un placer crear una hermosa melodía para la canción.
—Sigues evitando el hecho de que te desapareciste por meses, Dylan; no sé si lo sabes pero eso me afecto; te fuiste cuando te necesitaba. —Stephanie caminó hacia la cama y dejo las hojas allí.
—Tenías a mi hermano, no me necesitabas.
—No, tu hermano no estaba para mí. Fue una de las principales razones por las que me fui, como el hecho de que se va a casar con alguien, y ese alguien no soy yo.
Megumi Liers era una chica llena de amigos, unos padres excelentes y una vida llena de libertades y aventuras. Bueno, eso era lo que le gustaba pensar en las noches cuando se suponía que tenía que estar rezando.
La verdadera historia de esta chica era una verdad demasiado aburrida. Sus padres, Samantha y Harry eran religiosos, pero al extremo, a tal punto de ellos mismos decidir qué cosas eran del diablo y eso abarcaba, pues casi todo; desde los programas de televisión hasta las personas que se cruzaran por su camino. Las diversiones de su casa eran la radio-que solo tenía una estación y era la de la misma iglesia-Y el ajedrez que jugaba con su padre pocas veces, exactamente cuando estaba exhausta de hacer tareas o de escuchar siempre las mismas palabras del cura cristiano.
En eso se había basado toda su vida, en las decisiones de sus padres. No sabía siquiera lo que era una película, un programa de televisión o algún nombre de un actor, nunca había salido a la casa de una amiga, no había besado a nadie o ido a una fiesta jamás; era como vivir realmente en una jaula; se sentía ahogada, no podía escuchar música que no fuera cristiana y eso le comenzaba a irritar, nadie se le acercaba porque pensaban que lo hacía a propósito, pero no pensaban que sus padres podrían llegar a tal punto de no comprarle un computador.
— ¡Mamá! ¡Duele, suéltame! —Gritaba Megumi mientras trataba de soltar su pelo de las manos de su madre. — ¡Mamá, estás loca, por favor suéltame!
— ¡Harry! ¡Ven aquí! —Grito Samantha, haciendo que su marido salga de su despacho asustado, observando la escena de su mujer tomando de los cabellos a su única hija. —Acabo de escuchar a tu hija cantando música del diablo ¡Del diablo! ¡Yo no le he enseñado estas cosas! ¡Es una pecadora!
— ¡Mamá, que me sueltes! —La chica observo que en una de las mesas cercanas se encontraba una de las tijeras de su madre, la cual aún se encontraba sujetando su cola de caballo. Rápidamente, sin que se dieran cuenta, tomo coraje y corto su cabello.
— ¡Megumi Sanhye Liers! ¡¿Qué es lo que acab…?! ¡Samantha, no! —Harry quiso tomar la mano de su mujer, pero fue demasiado tarde.
Megumi se había imaginado de todo de parte de sus padres, pero su paciencia había muerto en ese momento. La mano de su madre se encontraba marcada en la mejilla de la chica de dieciocho años, la cual se encontraba en total transe por la situación; había sido demasiado para unos cuantos minutos. Ella cantando una canción que todos sabían en su salón de clases, su madre escuchándola y arrastrándola por la habitación, haber cortado su cabello por sí sola, y que su madre le haya pegado. Todo le parecía irreal.
—Has dicho que yo canto canciones del diablo, pero tu cometes sus errores, madre…—Susurro la chica antes de correr por su mochila, tomando un abrigo cualquiera.
— ¡Megumi, vuelve aquí ya mismo jovencita!
A los segundos de solo haber salido de su casa, pidió un taxi, indicando que quería solamente ir al aeropuerto. No podía vivir más en esa opresión, ya todo le molestaba, ya no quería que le dijeran que tenía que hacer, podría ser una completa loca pero prefería ser eso, antes de una persona sin vida propia. El taxi demoraría más o menos unos veinte minutos de viaje hacia el aeropuerto, en los que Megumi se lo pasaba preguntándole al taxista que canciones pasaban en la radio, hasta al punto de tomar algunos nombres y guardarlos en su pobre celular, que había sonado unas cuantas veces ya, pero ella había renunciado a todas las llamadas.
—Llegamos, señorita. Serán cien wons. —El hombre asintió a la chica que se encontraba ya fuera del automóvil, mientras ella buscaba el dinero en su bolso.
—Muchas gracias, guarde el cambio.
Sin saber por qué su apuro, Megumi comenzó a correr para sacar su pasaje, teniendo su primera experiencia en un viaje a un lugar desconocido, completamente sola. Cuando llego, pudo ver a una mujer elegante y nadie en la fila, por lo que se apuró a tomar el dinero de su bolso y pronunciar unas palabras rápidas que siquiera ella entendió.
—Un vuelo que tengas ya mismo y que aun puedas vender, por favor.
—Calorina del Norte, en tan solo diez minutos. —Dijo la chica mientras anotaba algo en el computador.
—Bien, tome. —Agitada de tanto correr, Megumi entrego su tarjeta de crédito-Al fin la podía usar-y sus documentos, que ya tenía preparados desde que pensó en irse a estudiar al extranjero.
Unos treinta minutos después, la castaña se encontraba en el avión, acariciando su, ahora, corto cabello y pensando en lo que haría luego de llegar a un país extranjero. Había sido una decisión repentina, pero supo que era lo correcto, no se iba a arrepentir luego de ello, estaba segura. No estaba muy segura si lo que iba a hacer estaba fuera de los modales, pero de todas formas lo hizo.
—Perdón, señor. —Le llamo la atención a su compañero de asiento que, cansado, estaba por dormirse con su computador aun en brazos. —Puedo… ¿Puedo pedirle amablemente si me presta su ordenador? Debo buscar algo, aunque no estoy muy segura como hacerlo.
—Sí, claro. Puedo ayudarte si tienes problema.
— ¿Enserio? ¡Muchas gracias! Mi nombre es Megumi, por cierto.
—No debes decirme señor, no paso de los veintisiete. Mi nombre es Kim Seok Jin; dime Jin. —El chico sonrió, mostrando unos hermosos dientes blancos mientras abría su ordenador. — ¿Qué debes buscar?
—Un hospedaje aislado en Carolina del Norte, mejor si es en algún lugar perdido, no tengo intenciones de volver.
Luke Sanders era un chico que no todos llegaban a conocer a fondo. Muchos han temido cuando estaban por terminar de saber cómo eran sus facetas y, como siempre, se alejaban asustados de él; creando capas en Luke que nadie podía romper y así, creando al chico que todos conocían. Un gay para los que no lo conocían, alguien misterioso cuando ya sabían su nombre y como hablaba; y para él, solo era una persona más en un mundo gigante. No le parecía extraño nada de lo que hiciera, tampoco le parecía extraño que siendo italiano tuviera rasgos asiáticos como su padre, y menos que se hubiera criado en ese pueblo, donde había conocido a su única amiga, Ro.
Hacia media hora que se encontraba mirando las flores, cuidándolas de que el agua no las arruinara debajo del tejado del motel. Unos segundos después, sintió unos pasos venir de su lado derecho, no se dio vuelta a ver, no era necesario que lo hiciera, conocía muy bien a su amiga para saber cómo caminaba.
—Ro, sabes que no me podrás asustar nunca, no lo intentes.
—Eres un maldito aguafiestas, Luke. —Gruño la chica. — ¿Cuidando a las niñas?
—Mis niñas son muy importantes para mantener lindo tu motel, Ro; no las mires como si fueran cualquier cosa, al contrario, debes amarlas.
—Hay veces que no te entiendo, pero como eres mi mejor amigo te quiero. —La chica lo tomo de los hombros e hizo que la mirara a los ojos. —Pero, no queremos que las niñas se queden si padre así que vendrás a cenar con todos, Luke; como una persona normal y sociable.
—Sabes que personas y Luke no van en la misma frase ¿No es así? Prefiero cenar solo o contigo, pero más que eso, es multitud.
— ¡Luke! Vas a trabajar por bastante tiempo aquí, debes hacer amistades con las demás personas. A la única que conoces es a mí, y todo porque era tu única amiga en preescolar, pero Luke, es momento que comiences a conocer a otras personas y hables con ellas por bastante tiempo, como toda persona normal la cual establece una conversación.
—Debo tener mi tiempo para conocer a una persona, Ro. No creo poder superar esas cosas que me pasaron que tú llamas “traumas de la infancia”. Es muy difícil de superar, más cuando estuve varios meses internado por ello…
—Sí, bueno, supongo que tienes razón. —La chica rasco su cabeza. —Les avisare a los demás que cenare contigo hoy, pero mañana tendrás que hacerlo solo.
—Como digas, mamá. —Contesto el chico, rodando los ojos y prestándole atención otra vez a sus plantas.
Habían pasado unos cuantos minutos cuando vio que frente al motel paraba un taxi, donde bajo una chica corriendo a más no poder, cubriendo su cabeza con una mochila y a razón de esto, cubriendo su vista; ahí fue cuando Luke pudo ver como la chica pisaba-sin querer- sus plantas, las cuales se había pasado casi dos horas cuidando de que no se arruinaran.
Megumi suspiro cuando por fin pudo resguardarse debajo del techo del motel. Jin la había ayudado de mucho cuando por fin pudieron encontrar un pequeño pueblo con un motel que parecía el lugar perfecto para ella. Tenía lo que necesitaba y eso era desaparecer, quería ser alguien más o ser ella misma, porque ese era su objetivo: encontrarse.
— ¿Señorita?
— ¿Si? —Megumi se giró, encontrándose con unos ojos oscuros mirándola.
El chico la pasaba por, más o menos, una cabeza. Sus rasgos eran asiáticos, pero su acento no lo era; porque su inglés era quebrado, pero no llevaba ninguno de los acentos de Corea o siquiera China. Su cabello era oscuro, pero se podía notar que era marrón, y tenía mejillas que daban ganas de apretarlas hasta tal punto de dejarlas rojas. Megumi, sin razón alguna, se sonrojo, tratando de calmarse y por primera vez, poniendo el idioma en práctica.
— ¿Necesita algo? —Pregunto la chica, tratando de no ponerse nerviosa.
—No, no mucho. Solo quería decirle que acaba de pisar mi trabajo de cuatro horas. —El chico señalo las plantas, muertas, que ella había pisado anteriormente.
— ¡Hay, como lo lamento! De verdad que no fue mi intención pisarlas… Yo, yo solo venia corriendo y la lluvia no me dejaba ver, tampoco mi mochila y….
—No creo que importe de mucho, lo volveré a hacer mañana; solo es que… Si, está bien, soy jardinero simplemente comprare nuevas y las pondré de nuevo.
—Si me da la oportunidad, me gustaría poder comprarle yo las plantas, es mi deber… Yo fui la que las piso. —La chica hizo una reverencia, como estaba acostumbrada, y salió corriendo hacia la recepción.
—Que chica más rara. —Escucho que hablaban atrás tuyo.
— ¡Ro! ¡Casi me matas de un infarto! —Grito el chico, llevando sus manos al pecho.
— ¿Qué?... Espera, ¡Te acabo de asustar! ¡Lo hice, lo logre! Y además, ¡Entablaste una conversación con una persona! —La chica parecía una total niña, saltando alrededor de su amigo. —Ya entiendo el porqué de la lluvia, compremos ramen para festejar.
—Eres insoportable. —Gruño el chico, cruzado de brazos, dándose la vuelta y caminando hacia las cabañas.
—Luke… ¡Espera! ¡¿Qué hice ahora?! ¡Luke, no me dejes hablando sola!
changkyun.
Re: Isolated Key Motel.
Dai Evan es Edzra, solo que Darrell es un idiota y no recuerda los nombres fácilmente Hablemos por wsp, debemos de hablar lo demás MORI DE FILZ CON TU COMENTARIO ASÍ QUE AHORA ESTOY MURIENDO LENTAMENTE
PD. Angie, ame a Megumi es un amor de persona tu cap es hermoso
PD. Angie, ame a Megumi es un amor de persona tu cap es hermoso
Kurisu
Re: Isolated Key Motel.
Voy a paso lento pero seguro, chicas aquí el comentario de Deby dejaré los otros más adelante, PERO AME SUS CAPS OK, EN SERIO, LOS AMÉ TODOS
- DEBYYY:
- Debyyyy, amé mucho tu cap sabesss—¿Qué tienes, que esté saliendo ahora? —Le preguntó a la chica. Ella tecleó un par de veces en su computador y observó fijamente la pantalla.
—A Carolina del Norte, Estados Unidos, en media hora. Estocolmo, Suecia, en diez minutos y… San Pablo, Brasil, en cuarenta minutos. —Amelie analizó sus opciones en silencio mientras la joven la miraba expectante aún con sus sonrisa de propaganda brillando en su rostro, con el mal humor que tenía, comenzaba a ponerla nerviosa. Carolina del Norte le parecía la mejor opción, no tan lejos como Brasil, no tan cerca como Suecia.
—Uno para Carolina del Norte, por favor. —Respondió, entregándole la tarjeta de crédito y su documento de identidad.
—Que sean dos.
Me encantaría demasiado tener el dinero suficiente como para ir al aeropuerto y pedir un vuelo a donde sea que vayan en ese momento(? pero si tuviera tanto dinero como para pagarme un vuelo, lo usaría para la uni. En fin, ese no es mi punto xd A pesar de que Amelie esté enojada con Theo por aparecerse en el lugar y comprar un ticket para irse con ella, también creo que está agradecida. Digo, no es lo más sencillo de la vida viajar a quien sabe dónde cuando se está solo(?) al menos si vas con alguien y te matan, hay testigos
A Theo no le gusta decir groserías AJAJAJAJAJAJ que dulce dulce chico, ya me cae bien Además estaba todo ansioso y paranoico porque estan escapando. No, no lo creo Theo me cae demasiado bien ya, es demasiado hermosoSabía que su hermana no lloraba porque quería bajar de aquel avión o porque quería volver a casa. Lo sabía porque el mismo sentimiento que ella tenía, lo sentía él dentro de su corazón. Así que sin estar muy seguro de qué podía decir, se quedó en silencio, con la mirada al frente, mientras Amy dejaba correr sus lágrimas y las secaba a cada rato.
No sé, pero tengo el leve (grande) presentimiento que esos dos han pasado por más de lo que uno puede notar a primera instancia y eso me enoja la prueba es esa, que hayan tenido que escapar en vez de viajar a unas simples y relajadísimas vacaciones en algún lugar desconocido y exótico y que encima se pongan a llorar por esoEntonces una furia nació de él destrozando su tranquilidad habitual. Pero Theo no gritó, no necesitaba gritar.
—Perdonamos mucho, pero olvidamos poco. Algún día, cuando se den cuenta, lo van a lamentar.
Yo creo fielmente en aquella frase que dice que la peor furia es cuando viene de un hombre que usualmente es calmado. Además de esa furia fría y controlada y que te pone los pelos de punta. Nunca quiero ver a Theo furioso pero necesito saber quén onda con los padres de Amelie y Theo ¿qué paso? ¿por qué discutían? ¿desde cuándo? ¿pueden ser tan animales como para no ir detrás de sus HIJOS? en serio, tendré que darle una especie de charla educativa a algunos vejetes. No puedo creerlo. NECESITO SABER QUÉ PASÓ—Yo no, pero el GPS sí. Síguelo y llegaremos bien. —Respondió, sonando un tanto cortante. Theo soltó un largo suspiro.
—Esto es una locura, Amy. Una verdadera locura. —Theo negó levemente su cabeza mientras hablaba, como si no pudiera procesar el hecho de que estaban allí, dirigiéndose al medio de la nada.
—Lo sé. —Dijo ella, con una sonrisa en sus labios.
El GPS es vida, el GPS es la solución al 80% de los problemas, la tecnología lo puede casi todo *voz de chica de supermercado*Cuando Ced se había presentado como voluntario para trabajar de cocinero, no había pensado más allá de su capacidad de cocinar bien. Ahora, con Vennie haciéndose cargo en la cocina, echando humo cada vez que su amigo Edik jugaba una de sus bromas, sabía que implicaba más que experiencia. Implicaba responsabilidad, seriedad y organización… Pero aquellas tres características no lo definían demasiado bien.
—¿Qué están hacien…?—Un puñado de harina lanzado por Edik cayó sobre el rostro de Vennie. En ese momento Cedric supo que estaban jodidos.
—¡Era para él, lo juro! —Era notable que Edik quería mantener la seriedad pero le era imposible, y la verdad era que con el rostro de Vennie cubierto de harina contrastando con el rojo que tomaba al hervirle la sangre, era algo gracioso. Pero lo último que Ced quería era hacerla enojar, no después de ver de lo que era capaz. Así que antes de que ella pudiera ir sobre su amigo, se colocó en medio.
—¡Déjame! Voy a hacer que ese idiota madure de una buena vez.
AJAJAJAAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA CASI LA CITO TODA PORQUE BUENO, ME HIZO REÍR DEMASIADO PERO ME ABSTUVE
DEBY ME ENCANTÓ ESA PARTE MUJER Cedric ya me agrada mucho, ahora creo que va a ser el mediador de muchas peleas o casi-asesinatos entre Edik y Vennie Y el pobre, queriendo reírse de la cara de Vennie pero con miedo de que ella lo ataque a él por asociación—¿Disculpa? —Cedric puso una mano en su pecho y fingió ofenderse. —Entre los tres que estamos en esta cocina ahora mismo, soy parte de los mayores. —Vennie mostró una auténtica mueca de “¿Qué diablos estás diciendo?” —Sí, así que puedo garantizarte que a partir de este momento, seguiré trabajando, cero bromas, si prometes soltar ese palo de amasar.
AJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA NO LO PUEDO CREER POBRE CEDRIC; TE QUEDÓ PERFECTO OMG AJAJAJAJAJJAJJAJAJAJAJJAPero debía intentarlo por Caleb, sabía que a ninguno allí le convenía comenzar una guerra dentro de la cocina.
Caleb es el ancla de la cordura que hace que todos no se pasen de la raya, alabado seas(?)Sin embargo también sabía que no debía amargar sus días por este tipo de cosas. Cosas que pasan en la vida. Rechazos, abandonos, desamores. Seguro existen cosas peores. Rió en la soledad por pensar en una rima.
Cedric me intriga es todo risas y diversión y simpático y luego cuando lo dejan solo es como si bajaran el interruptor de la electricidad o algo por el estilo ¿quién era esa chica?
Cedric, querido, aguantar todo lo malo que te pasa no es bueno aunque creas que son cosas insignificantes, no es así—¿Nos volveremos a ver? —Preguntó Billy y por primera vez aquel día Zoey sonrió, aunque no genuinamente.
—No si tienes suerte, Bill. —Le guiñó un ojo antes de salir del dormitorio, buscó la puerta de entrada (aunque no fue muy difícil encontrarla en la pequeña casa) y salió al calor del día.
AJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJ que directa, Zoey al leer su parte y recordar nuestra trama me emocioné
Ro y Caleb son como el chicle que une a todos. Todos los aman y es hermoso—Tienes razón, es sorprendente, muy sorprendente, casi increíble. No entiendo cómo es posible… —Comenzó a jugar con ella, Ro se dio cuenta al instante.
—Bueno, bueno. Ya entendí, gracias por eso, eh.
Yo no sé si podría trabajar de limpieza en un lugar encima de gratis es que limpio mi casa porque bueno, es mi casa, pero ¿otro lugar? ¿el desastre de otras personas que no son mi familia? neeeeeeeh
Amé como se llevan Zoey y Ro, el sarcasmo es vida, Zoey—Eso es genial. —El chico sonrió, algo nervioso. —Soy Theo, ella es mi hermana… mi hermana…
—Amelie Woods, hola.
AJAJAJAAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA THEO GET A HOLD OF YOURSELF BOY AJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAA AY DIOS AME MUCHO ESO SABES
Era su forma de ser en su máxima expresión. Cuando comenzaba algo, no lo iba a dejar así como así. Y no se detendría hasta lograr lo que se había propuesto. Por supuesto, se había hecho la pregunta más de una vez: ¿Qué hacía allí, trabajando gratis? Su hermana menor, Lyla, tampoco comprendía muy bien el punto. Hasta le sorprendía que su hermano, tan deseoso de salir de aquel pueblo y dejar sus trabajos como jardinero, haya aceptado tal propuesta. ¿Qué le había respondido? Por Caleb, y solo por ese tonto.
¿Ves lo qu digo? Caleb y Ro son lo más. Ahora, Zachary me encanta. Esa pasión y terquedad que pone cuando comienza a hacer algo y no dse detiene hasta terminar, eafkahdakdakdjs no sé, me encanta. Además, no siempre uno se encuentra con chicos que sepan atender plantas adecuadament(? A mi seme olvida cuando mi mama no está
Sus padrs murieron eso no me lo espere ay dios, ahora quiero abrazarlo más—Disculpa, ¿trabajas aquí? —Le preguntó la joven cuando hubo llegado hasta él. Zac miró sus guantes de jardinería, su ropa sucia con barro y sus flores recién plantadas, secó el sudor de su frente con el dorso de una mano y la miró como diciendo ¿estás bromeando?.
AJAJAJAJAJA yo le habría dicho algo como "nooo, soy un huésped atendiendo las plantas del motel porque estoy obsesionado con la jardinería. Todo normal, viste" AJAJAJAJAJAJA—Brooklyn Seathes, Brooke. —Agitó su mano en un saludo amistoso antes de que él pudiera depositar un beso en ella. —Y tengo novio, Zachary James.
—Oh. —Fue todo lo que se le ocurrió decir, o más bien lo primero que salió de su boca sin pensar. Golpe bajo para su orgullo. —Claro, por supuesto. Eh… mi amigo… —Señaló al castaño en el mostrador, pero con su reciente metida de pata Zac no pensaba con claridad más que en la manera de no quedar peor.
—Caleb.
AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA POBRE ZAC AY AHAAHAHAHAAHAHAHAHAHAHAHAH
eso te pasa por asumir y estar de coqueto a los 0.0000001 segundos de conocer a alguienNo era la primera vez que hacía dedo para llegar a algún lugar en particular. Pero luego de que los imbéciles que se ofrecieron a llevarla hubieran intentado aprovecharse de su situación, prefirió quedarse allí, en medio de la ruta y caminar, antes de seguir viajando con ellos.
Brooke es demasiado valiente o demasiado loca porque yo no haría dedo nunca es como pedir "secuéstrenme, aquí, secuéstrenme" o tal vez soy demasiado paranoicaY sobre aquello de tener novio… Se rió sola, mirando el techo de la habitación. Ni siquiera sabía por qué le había dicho aquello.
JAJAJAJAJAJA menTISTE PICARONA pero admito que yo también quierosaber cuanto aguantará Zac o qué pasará si se entera que ella mintió Ameeeee mucho tu cap y ya quiero ver como siguen desarrollándose tus personjaes, Debs
hange.
Re: Isolated Key Motel.
Perdón por estar tan perdida en esta nc Ya me estoy poniendo al día leyendo los capítulos que me faltaban, en cuanto pueda comento
indigo.
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Re: Isolated Key Motel.
Chicas como Ally está muy ocupada con la uni, subiré yo en su lugar
indigo.
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Re: Isolated Key Motel.
Nenas, solo me quedan tres partes del capítulo que no son muy largas. Espero poder subirlo hoy. Besos
Y APAREZCAN
Y APAREZCAN
indigo.
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