no llores por mi, lola. {novela.

+ título: no llores por mi lola.
+ autor: yo, camille, ceonella.
+ género: comedia y drama, generales.
+ adaptación: no.
+ advertencias: a veces voy a usar palabras del dialecto argentino, por ahí no se entienda pero para cada capítulo, una aclaración.
+ otras páginas: no.

Mi nombre es Lola, Lola Delmau y, me siento perdida.  Mas bien, no sé qué estoy sintiendo realmente. 16 años y no estoy en mi casa con, mi "familia". Me encuentro en capital, vivía en Rosario. Una historia muy larga, larga de explicar. No sé ni a dónde voy. A veces los humanos tomamos decisiones que no deberíamos tomar, o las tomamos en el mal momento. Quería respirar y ahora me falta el aire. Ser libre es dejar de depender de alguien para depender de todos, pero necesito que alguien dependa de mi, necesito ayuda. No es libre el que se ríe de sus cadenas, pero todo llega. Ojalá algún día, alguien pueda permitir que no caía miles de veces.

hi.:

Dejé una nota explicando todo en mi mesa de luz y por fin, decidí irme. Era un poco raro para una familia como la mía que pasaran estas cosas. Siempre tuve la idea de irme, mi relación con mis viejos no estaba bien, para nada bien si nos ponemos sinceros. Muy estúpido de mi parte dejar una nota pero, no soy capaz de más. 12:00 am, mi papá, Pablo "turco" Delmau, como le dicen, a estas horas ya iba por el quinto sueño. Al igual que mi mamá, Marielle. Mi hermano mayor, Facundo, quién sabe donde esta a estas horas. 
Mi novio Máximo, ya me estaba esperando afuera de mi casa, él me llevaría a Capital. No estaba muy de acuerdo conmigo, pero estaba decidida y no iba a dejar que nadie me frene. Ya afuera en las calles frías de Rosario, estaba Máximo frente a su auto, esperando.

—Hola amor.—trató de saludarme con un beso, pero simplemente lo esquivé.
—Hola Máximo.—
—¡Hey! ¿Qué pasó viejo?—
—Estoy un poco nerviosa, eso pasa.—
—Y bue, yo no estaría sonriendo y llorando de alegría porque me estoy escapando de mi casa. Todavía no entiendo como vas a dejar el barrio para irte a Capital, lo único que falta es que te hagas hincha de Rosario Central o de Boca, no sé.—
—¡Bueno! Es complicado.. en serio.. y no, voy a seguir siendo de Newells.—dije entre risas. Algo que siempre me discutía era con el fútbol, básicamente me obliga a ser de un equipo Rosarino. 
—Esta bien, mira que yo no estoy de acuerdo a que nos dejes con 16 años eh.—
—Y vos tenés 19 y ni siquiera estudias, ¿te lo reclamé alguna vez?—sonreí y lo miré con una mirada de "sí, esta la gané yo". Cruzó brazos y me sonrió, ya estaba todo bien.
—El viaje va a durar unas horas ¿si? Ponte cómoda, dormí si queres, cualquier cosa que necesites, me avisas. Llegamos a Buenos Aires y espero a que encuentres un lugar, después me voy ¿escuchaste?—siempre había sido un novio sobre-protector, pero de todas formas, lo amaba, sí.
—Sí papá..—dije bufando en chiste y subimos al auto.—Otra cosa.. em.. muchas gracias, en serio, gracias gracias.—
—Con un te amo va a estar todo tranqui Lola.—
—Te amo.—sonreí y caí dormida durante el viaje que cambiaría, mi vida.


Máximo me levantó, eran un poco de las 6 am y Buenos Aires estaba despertando, ¡que emoción! Le mentí que ya tenía un departamento asegurado, quería conseguirlo por mi parte y Máximo no se iba a ir hasta escuchar que le dijera que ya tenía un lugar para dormir. Luego de haber desayunado en un café del centro de la ciudad, él volvió a Rosario, ya era momento de conseguir una nueva vida. 
Comencé a caminar por todas las calles habidas y por haber, ya eran más o menos las 9 am y estaba repleto de gente. Me sentía un poco perdida pero, lo que necesitaba era conseguir un departamento a estas horas. La hora de todas formas no era el problema, sino la gente, ¡había mucha! 
Primer departamento, lleno, segundo, estaba que explotaba y tercero, tenías que pagar una cifra de dinero que ni el hombre más adinerado era capaz de pagar, tal vez. No, el dinero que tenía no era ni suficiente, jesús, ¿en qué me metí? 

—Bueno Lola, pensa bien, cálmate, no va a pasar nada.. sí.. nada.—pensé en voz alta. Nada iba a pasar, nada malo. Eran las 10 am, las horas pasaban, pero por suerte me quedaba toda la tarde, ¿no?
6:00 pm, y no había conseguido nada, dios santo. Mientras cruzaba las calles, bajo el mismísimo Obelisco, habías jóvenes con varias guitarras, bastantes instrumentos para poder improvisar algo. Esta vez, aprovecharía lo que al menos sé hacer bien.


Al terminar la canción, no sólo los dueños de esos hermosísimos instrumentos, sino que las personas al rededor también aplaudieron. No había prestado atención a los demás que disfrutaban del pequeño, pero lindo show. 
Que linda que es la música ¿no? La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla. En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco. Estoy segura de que la buena música la vida alarga.

—Che muy bien lo tuyo eh, ¿nos podrías decir tu nombre? La verdad que tu voz es hermosa ¿te dedicas a esto?.—preguntó uno de los chicos que estuvo tocando en el momento que canté con ellos.
—Hum, no, la verdad que no me dedico a esto, es más como un hobbie y mi nombre es Lola.. Lola.—
—¿No te gustaría venir con nosotros a tomar algo? Unos vasitos o fernet, café, lo que vos quieras.
—Aceptaría, pero mi dinero es poco, lamentablemente.—reí leve.—Perdón por preguntar, pero, ¿cuál es tu nombre?—
—Yo me llamo Joaquín, estoy en esto de la música desde los 14 años, tengo 20 ahora.—a base de lo que me iba contando, sonreía, se veía buen tipo.—Voy de la mano con Euge, Mota, Fede y Ana, tratamos de hacer bastantes géneros, pero hoy se nos dio un tema de Fito por lo visto.—reímos los dos.—Che perdona que me meta no, pero vos pareces de otra ciudad, digo no tenes el acento de acá, lo tenes más.. ¿rosarino?—
—Sí, bueno sí, soy de Rosario, vine hoy a Capital.—
—No quiero ser molesto, pero los chicos ya guardaron todo en el auto de Fede, y son las 7 cayendo a 8, ¿no queres venir? Nosotros te invitamos ¿si?—
—Hum.. bueno, dale.—sonreí y comencé a caminar con ellos a un bar. Si mi papá, mi hermano o mi novio se enteraran de que estoy por tomar en un bar con gente que recién acabo de conocer, me matarían.

hi.:

Capítulo 001.
parte 2.

Una copa más, sólo una más. Dios santo mira como estoy quedando, me prometí a mi misma no tomar demasiado, no, viva la pepa, estoy en un estado pésimo. 
La música del bar resuena fuerte, me duele la cabeza y los amigos de Joaquín siguen tomando y disfrutando. De la nada, recordé que tenia un celular, porque comenzó a sonar dentro del bolsillo de mi pantalón. 
27 llamadas perdidas de papá, 15 de mi hermano y 6 de mi mamá, y bueno, unos cuantos mensajes. Ya en Rosario era oficial por lo que se ve y mi "familia" se había preocupado, después de tanto tiempo. 
"Llamada entrante, 'Máximo"
¿Ahora, justo ahora? ¿Qué hora es? ¿Cuánto tomé? 

—Ehh.. Hola ¿si? Che si es la cuota del celu yo para vueltas no estoy, así de una.—
—¿Lola? Soy yo Máximo, ¿qué te pasa?—
—¿Máximo? ¡¿Máximo?! ¡Ay no me muero!—y comencé a reírme, dios, los efecto que me deja el alcohol.—Yo no conozco a ningún Máximo, salvo el de la novela viste esa nueva que salio con el flaco..—
—Lola Lola, para un poco, ¿vos tomaste? ¡¿Cuántas veces te dije que no tomaras, ni gastaras la poca plata que tenés en eso?! ¡16 años nena! Si seguís así voy ya a Capital y te llevo a Rosario de las mechas, ¿escuchaste?—
—Bue bue bueno viejo, ¿andamos ortiva? Tome un poquitito.. sí poquitito.—dije entre más risas por el otro lado de la línea.—Un fernancho y vasitos, nada más.—
—Ay dios.. yo te mato eh, nunca más por favor eh, anda a tu departamento y descansa ¿si?—¡el departamento! ¡lo olvidé! Ahora, a dormir en cartones, ¿o no?
—Em sí sí ¡cómo no el depa! Sí, chau chau loco.—
—Ay Lola Lola.—corté.

Después de la bizarra llamada con Máximo, Joaquín me dijo que podía quedarme en el departamento de ellos, y acepté, estaba muy cansada. Cerré los ojos con tal de soñar ya acostada en una suave cama. 
Que lindo es dormir y soñar, no entiendo como hay gente que se asusta de esto. Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos. Mi papá decía que el hombre cuando duerme es un alma, por fin, en paz. Que buscamos como última solución, dormir. No sólo nosotros descansamos, el alma también. 


Desperté incómoda, y sobre algo seco y tieso. ¿Dónde estaba? Comencé a cobrar el sentido y noté un fuerte dolor de cabeza. Resaca hermano. 
Al fin despierta, me di cuenta en donde estaba.. ¡En una plaza! ¡Estaba durmiendo en una plaza! Ah no, seguro fue el flaco de ayer que me dejó tirada acá, aprovechó que estaba en pedo y no tenía ni el sentido de la vista. Ya lo voy a agarrar, y ¡me va a conocer! 
Por "suerte" al menos tenia sabido que casa no tengo y plata, poca. Mis pocos bolsos con ropa, gracias a Dios, se encontraban a mi lado. Bueno viejo, a ver si le metemos ganas, que de acá salimos. Espero poder hoy conseguir techo, aunque sea. Sí, 16 años y sola ando por las calles de Buenos Aires. De todas formas estaba segura que no era la única que se animó a un viaje, así. Conozco a un croata, groso el tipo eh, que dejo Croacia a los 13 años para venirse a Argentina, solo. Genio total, yo a los 13 años por suerte sabia cocinar algo ¿no? Vagando en mis pensamientos me di cuenta de que habían sido interrumpidos por una señora que me estaba, consultando algo. 

—Nena, ¿estas bien?—preguntó amablemente. 
—¿Quiere la verdad o la mentira?—
—La verdad, si se puede saber.—apenas la conocía pero por alguna razón sentía la necesidad de contarle.
—Y bueno.. esta difícil che. Tengo 16 y vengo de Rosario, me escapé de casa y nada.. acá ando, sin techo, parezco nómade.—dije entre algunas risas, sin saber que podría opinar la mujer, que era anciana, por lo visto. 
—¡Oh mi amor! ¿Sabes qué? Yo vivo solita en La Boca, mis hijos ya son grandes y algo de compañía necesito. Si querés, quedate en casa hasta que consigas la tuya. ¡No sabes las milanesas que hago!—
—Ah no, señora usted es una capa, una genia ¡gracias barba por traer gente así! Listo, pipi cucú, con usted me quedo.—dije segura y ella reía.—Va obviamente si vos querés ¿no? Ya veo que me estoy mandando..—
—No no mi vida, no me molesta, vamos ya a casa. ¿Cómo es tu nombre?—
—Lola Delmau—sonreí.—Y ¿el tuyo?—
—Guillermina Torres.—
—Mira que nombresuli eh, ¡muy bueno lo suyo!—y Guillermina reía, esta señora me cae de diez.

Prendimos viaje a su casa, en el barrio La Boca. Máximo se llega a enterar de que estoy en el barrio del Club Atlético Boca Juniors, me mata. De todas formas me gustaba más este que Newells, pero eso nunca se lo dije, no estaba preparada para que me enterrara viva. 
Me mostró la casa apenas llegamos, muy linda por cierto. Todavía no caía en que una mujer se acercó y me trató tan bien. Ahora mi duda existencial es, ¿en tan mal estado estaba para que ella se preocupara así?


Ya los días pasaban. Por lo que Máximo me contó, en casa todos estaban preocupados, y me impresionaba, mucho. De todos modos eso no me importaba tanto, sino la casa. Guillermina ya me estaba manteniendo mucho, sentí la necesidad de tener que irme, no podía seguir haciéndole esto. Eso sí, una relación hermosa hicimos. Me hizo hincha de Boca, y algunos valores que había olvidado, me los recordó. Sin duda una mujer excelente, que ya quiero como a una abuela. 
Hoy, ya se cumplía un mes y medio de que estaba con ella, tenía que irme. Le mentí, por primera vez, de que había conseguido casa. Así que hoy, era hora de irme. 

—Lolita, ¿estas segura de querer irte de casa? Yo no tengo problema y lo sabes muy bien. —dijo segura de sus palabras. 
—Sí sí lo tengo bien claro, pero siento que soy una molestia y ya es momento de que me vaya a mi nueva casa, ahí veré si hablo con mamá o con papá como me pediste.—
—Esta bien mi amor, pero cualquier cosa, sabes donde queda mi casa eh y espero saber la dirección de la tuya.—me dijo riendo y señalándome con el dedo índice, amo a esta mujer y la conocí en un mes básicamente. 
—¡Sí señora!—reí y ya, me fui.


Bien eh, de diez me esta yendo, wow, soy Miss Universo y vivo en un palacio. Bufé y volví a echarme en donde era mi cama. Sí, un pedazo de cartón dentro de lo que seria un callejón. Mi vida se basaba en hacer llamadas a Máximo por cabinas telefónicas ya que mi celular se había quedado sin batería. También en comer comida rápida y en quedarme sin plata de a poco. A veces iba a lo de Guillermina a bañarme con la escusa de que la ducha del departamento, que nunca tuve, estaba rota. Pero por suerte, estaba viva ¿no? No.
Estaba sentada en la maravillosa plaza de Mayo, la gente iba y venía pero yo me quedaba. Tantas ganas de salir a correr sin que me preocupara nada, y eso, iba a hacer ahora. Dejé todas mis cosas en su lugar y salí a correr y a saltar por la plaza. Me sentía, libre. 
Saltando por las fuentes, corriendo al rededor de la Pirámide de Mayo, por todos lados. Era tan divertido, hasta que alguien me detuvo. ¡Ya me iba a conocer!

—Em, perdona que te interrumpa, pero al mojarte con las fuentes puede que la gente lo tome mal además de que estas corriendo como loca.—dijo riendo, un hombre de, tal vez, unos 34 años de edad y de traje. 
—Ah mira vos flaco, che, escuchame, ¿vos te divertías de chico?—
—Eh.. obvio. ¿A qué va la pregunta? Digo, sólo te estaba ayudando.—sonrió tal vez tratando de ser amistoso.
—Sí sí y yo soy Madonna, si te importa, ya me tengo que ir.—
—¿No tendrías que estar en la escuela? ¿O en casa? Ya son las 12:00, hora del almuerzo.—sonrió, quizás, amablemente. Quién sabe quién es este loco, jum.
—No, no tengo casa.—
—Nah, ¿en serio? Podes venir a mi departamento, vivo con mi novia y Dana, la mujer que limpia y que me cuida desde chico.—Que buena onda que últimamente haya gente que se ofrezca con todo el corazón. De todas maneras, sigo desconfiando de este chico.
—Si que linda historia.. pero no viejo, sabes que no, no quiero ser más una molestia. Gracias, pero no, muchas gracias.—
—Dale, no me molesta para nada. Además, vos sos chica ¿no?—
—Si 16 años, ¿por?—
—A mi novia no le va a molestar, así que podes venir tranquilamente.—
—Bueno bueno, esta bien.—sonreí al escuchar las palabras del chico. Sí lo admito, es lindo, esta bien ¿no? No me mates Dios querido, es sólo una opinión, nada más eh. Ojos verdes y, una sonrisa, cálida. Me estaba  sintiendo segura, tal vez, querida.

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