The beggining of something (Novela colectiva)

mmm la parte que te mande, la hago yo, no? :D
Bueno... Me encanto, estuvo recontra hermoso, Wuuu Payton! jejeje

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh LO AME LO AME LO AME LO SUPER MEGA AME
ESTUBO SUPER ICREIBLE !!
Angie me das miedo ahora en sueños hay nooo sabes tengo una idea asombrosa
que podemos hacer ya que tu ahora bueno lo sabes
SABES MI SECRETO o.o! :| esto esta mal muy mal ahora que hare
Tendre que hablar contigo,,, Payton si esa chica es mas fria que el agua
DESCUBRISTE MI SECRETO O.O
Jajajaja Emm si te lo merecias como vas a decir que te quieres morir
MI SECRETO O:
Amm Belle Jones como puedes hablar asi recuerdame no hablar de nada cuando no estes de animo
MI SECRETO :pale:

Hahaha, Tu secreto, ¬¬ no fue mi culpa Jen,, nisiquiera tenia planeado meterme a tu mente, solo fue algo que ocurrio, por algo suceden las cosas, tanto que huias de mi,... muahahaha

Paytoon mas fria que el agua xD me gusto esa zabini LOL
Noemi me dejas ablando sola -.-
atte yo quiero luego el cap de ainhoa

Ya lo tengo escrito!
Lo retoco!
Y subo!
Bss

``Besos, confesiones, predicciones y preguntas´´

Aquella mañana amaneció nublada, como mi estado de ánimo. Las chicas me acababan de levantar. Teníamos clase. Nos preparamos y cuando estuvimos listas bajamos tranquilamente al Gran comedor.
Me percaté de que Payton estaba triste y algo distante, le agarre por la muñeca y le alegué un poco de las demás para poder hablar con tranquilidad con ella.
-¿Que te ocurre Payton?
No tengo ni idea de como, pero una imágenes algo borrosas aparecieron en mi mente, eran recuerdos, pero no eran míos. Vi a Payton y a Harry sentados, el le cogía la mano, la imagen se desvaneció tan rápido como había aparecido, dejándome confusa.
-Nada, no te preocupes.
Me contestó fríamente y desvió la mirada, note mis ojos aguarse, pero contuve mi lágrimas de frustración, y encaré a Payton, de forma dulce, sí, pero al fin y al cabo, retándola.
-Si que te ocurre algo, y no me tomes por tonta, que sea dulce no quiere decir que sea idiota.
Mi voz no sonaba cargada ni rabiada, aunque, en mi interior una furia provocada por el echo de que nunca confiaran en mi se estaba encendiendo en mi interior.
-Bale, a lo mejor te lo contare otro día, todavía no me siento con fuerzas para contarte.
-¿Es por mi hermano, verdad?
Ella abrió los ojos sorprendida.
-Sí, bueno, en parte.
-Bale, cuando te veas preparada ya me contarás.
Le sonreí y ella hizo un gran esfuerzo por corresponderme. Fuimos al Gran comedor. El desayuno transcurrió con tranquilidad, con frecuencia sentía una mirada sobre mi, pero no despegaba la vista de mi desayuno.
La primera clase era Historia de la Magia, con el sórdido profesor Binns. Me la pasé tomando apuntes, mientras los demás menos Hermione y yo, estaban adormilados mirando por la ventana o en el caso de Harry y Ron jugando a el ahorcado* por debajo de la mesa. La clase por fin termino, y tengo que admitir que al final no soporte y acabe medio adormilada.
Nos dirigimos a la siguiente clase de el día, Adivinación. Hermione se separó de nosotras para irse a Aritmética.
Subimos la escalera de plata que conducía a la clase de la profesora Trewleney. Entramos y me senté en una butaca de los puffs y butacas que habían esparcidos alrededor de alguna esa, distribuidos sin ningún orden por toda la clase.
Una mujer que iba envuelta en chales, collares y pulseras que tintineaban a cada movimiento que
ella hacía y con una enormes gafas que agrandaban desmesuradamente sus ojos, haciéndole tomar el aspecto de una gran mosca.
-Bienvenidos queridos. Hoy nos centraremos en la lectura de las manos.
Fue paseándose entre los alumnos, mirándolos con ojo crítico, como examinando un menú, para escoger el mejor plato de la carta.
De repente se paro enfrente de nosotras, y una gran sonrisa de satisfacción se extendió por su rostro.
-Si son nuestras queridas nuevas alumnas, presiento que cada cual es mas interesante que la anterior. ¿Me permite su mano, señorita Snape?
-No.
-¿Cómo dice?
-No. No voy a permitir que se inmiscuía en mi vida.
La mujer hizo una mueca de disgusto y pasó a Payton, la cual la miro de tal forma como dándole a entender que conseguiría lo mismo que con Angie, la mujer hizo una mueca de disgusto todavía mayor y para mi desgracia yo estaba sentada seguida de Payton y no sería capaz de retarla, al fin y al cabo, era un profesora.
-¡Oh! ¡Si, es la señorita Potter! ¿Me permite su mano?
Mire a mis costados pidiendo ayuda a mis amigas, bueno, no se si podía llamarlas así, ya que cada cual se mostraba mas fría que la anterior, bueno eso no era del todo verdad, para ser justos hay que admitir que Priscila y Karem no.
La mujer agarro mi mano sin pedir mas permisos y se dispuso a examinarla con detenimiento.
-Mmm. ¿Que es lo que veo aquí?
Yo la miré asustada, tenía miedo por lo que era capaz de decir aquí en miedo.
-Veo que sufres pequeña.
¡Bien! Ya estaba echo.
-Pero también veo a unas chicas, que con el tiempo llegaran a ser muy amigas tuyas, no todas de tu misma casa, y también veo a un muchacho, un muchacho bueno que te ayudará a sacar esa sonrisa tan preciosa que tienes.
Yo no le sonreí, la mire asombrada, no podía creer que tuviera el valor para humillar a la gente de esa manera, delante de toda la clase, pero lo peor no había llegado todavía.
-También una difícil misión que intentarás afrontar tu sola, para que nadie inocente se haga daño, y...¿ que es lo que veo? ¡Sí! ¡No hay duda! Veo que debajo de esa faceta que das de cara al mundo eres mucho más...
-¡Callase!
-¿Porque? No es nada malo, querida.
-¡Sí que lo es, no sabe el daño que puede causarme si lo dice aquí!
Estaba tan furiosa que me había levantado y encaraba a una sorprendida profesora Trewnley.
-Tranquilizate Emmeline.
-¡No! ¡Acaba de decir, no sólo detalles de mi vida que a ninguno de los aquí presentes les interesa, si no que encima a tenido el valor de insinuar que...!
No continué la frase porque si no mis compañeros, se enterarían de lo que intentaba ocultar. Era la única que lo sabía, aparte claro está, de la profesora que me miraba entre atemorizada e indignada.
-Yo nunca diría algo que la pusiera en ridículo o le perjudicara. ¿Porque cree que no dije nombres?
-Sólo faltaba eso, encima. ¡Que hubiera dicho nombres! ¡Y si no le llegaba a detener, lo que iba a decir me hubiera perjudicado gravemente no solo a mí, si no también a muchos de los aquí presentes, y muchos de los que no están aquí!
Por supuesto la profesora no parecía darse cuenta de la gravedad de la situación. Cuando iba a replicar algo sonó el timbre, ya sonaba el timbre? Que raro.
-Recojan.
Agarre mis cosas y me dirigí realmente furiosa a mi última clase de la mañana, Cuidado de Criaturas Mágicas. Antes de llegar frente la cabaña de Hagrid, dónde se impartían dichas clases, una mano me agarro de el brazo. Empujándome a un rincón del pasillo, donde nadie oyera nada, la persona no era otra que Angie, en su cara se distinguían la curiosidad y un poco de, ¿preocupación? ¿Angie? No, me lo estaría imaginando.
-¿Que es lo que iba a decir la profesora?
Una extraña sensación, como si intentaran golpearme el interior del cráneo me sacudió, pero paso rápido y sin entender el porque Angie puso cara de fastidio y de sorpresa.
-No voy a decírtelo.
Esta vez era yo la fría, siempre igual, siempre tenía que ser la dulce Emmeline, y por una vez quería ser la fría Emmeline.
-¿Porque no?
-Es algo mío y sólo mío. De nadie mas.
-Sabes que no puedes hacer esto sola.
-¿El que?
-No te hagas la tonta, se perfectamente porque estás aquí.
-¿A sí? Y cual es tu teoría.
-Que tienes una especie de misión o algo por el estilo.
No quise demostrarle que tenía razón.
-No es verdad, estoy aquí por otros motivos.
Me encaminé a la cabaña de Hagrid, y justo después sonó el timbre que anunciaba el inicio de esa clase, Angie me siguió y las dos nos apuramos para no llegar tarde.
La clase pasó con normalidad, Priscila me miraba de a ratos preocupada, lo más seguro.
Después de esa clase nos fuimos a comer, yo anuncié que no tenía hambre y les dije que nos veríamos en pociones. Al llegar me senté en una mesa lejana a las demás y empecé a hacer los deberes de Astronomía, Adivinación, Transformaciones y Encantamientos.
No me percaté de que un chico se me había acercado, no me di cuenta hasta que se sentó a mi lado.
-¿Que tal Potter?
Me sobresalté de mala manera, el Slytherin se rió.
-No pretendía asustarte.
-No me asustaste, simplemente no te esperaba, nada más.
Me voltee para mirarle, pero nuestras miradas chocaron y no quise aguantarle la mirada, sus ojos azules verdosos me harían perder la concentración.
-¿Que haces?
-Nada los deberes. ¿Y tu?
-Nada, hablar contigo.
Esbocé una sonrisa que inmediatamente intenté disimular.
-No deberías estar comiendo.
Vi como un rubor se extendía por sus blancas mejillas.
-Sí, bueno, no tenía hambre. ¿Y tu?
-Igual.
-Sabes, eres muy misteriosa.
Me giré para mirarle, con una media sonrisa irónica en mis labios.
-¿A sí? ¿Y que te hace pensar eso?
-Tu, eso de la clase de Adivinación fue raro.
-No iba a permitir que esa mujer dijera a toda la clase algo que no les incumbe.
Estaba echo, ya me había perdido en su hermosa mirada, sus ojos azules con un destello verde me habían hipnotizado y me era imposible despejar los míos, esmeraldas, de los suyos.
En ese momento llegó alguien para interrumpir.
-¿Interrumpo algo?
Nos giramos bruscamente, era Priscila.
-No, yo ya me iba.
El chico me sonrió y se alejó, yo me quede mirando su elegante forma de caminar hasta que Priscila captó de nuevo mi atención.
-¡Eh! ¡Emmeline!
-¿Sí?
-¿Que rayos te ocurre? Te quedaste como embobada.
-¿Quien? ¿Yo? ¡No!
Ella me miro desconfiada.
-Bale. Como digas. Bueno no estoy aquí por eso. Me dejaste preocupada.
-No tienes porque estarlo.
-¡Igualmente! ¿Se puede saber que era eso tan terrible que no querías que la profesora dijera?
-No quieres saberlo.
-Si no quisiera saberlo no te preguntaría.
-Cierto. Pero no puedo decirte.
-¿Porque no? No puede ser tan terrible. Ella dijo que eras mucho mas... No puede ser algo malo.
-No es malo, es simplemente perjudicador para mi y para algunos planes, por así decirlos.
-Puedes confiar en nosotras.
-No es que no confíe, solamente, no voy a deciros.
Me alegue de ella y me fui a la clase de Snape, ubicada en las mazmorras. Cuando el profesor abrió la puerta me senté en el primer lugar que encontré. La clase pasó rápido hasta que me fije en cierta rubia que estaba como absorta, enfadada con algo y triste.
-Angie... ¿Estás bien?
La poca frialdad que me quedaba de mi encuentro anterior con ella desapareció completamente como el hielo en Agosto, exactamente igual, se derritió, dejando paso a la preocupación.
-Estoy bien, Potter. No te incumbe.
Me gritó, mis ojos se ahogaron en lágrimas, intenté no dejar escapar ninguna, porque tenía que ser tan débil? Tan sensible? Entonces al ver mi cara de disgusto, que intentaba ocultar, sin éxito, añadió.
-Lo... siento, es solo que... no es mi mejor día... Emmeline.
-No puedes permanecer así, Angie.
Le recriminé yo.
-Puedo si quiero... Lo resolveré...
-Eso espero.
Un repentino impulso me sacudió, y la abracé.
-No eres la única con problemas, Angie.
-Lo sé. Pero no es por mi causa.
-Nos veremos en la sala común.
La solté y me dirigí a la torre de Gryffindor cuando una chica vestida con el uniforme de Slytherin me paro.
-Ey, ¡Emmeline!
Me giré sorprendida a tal muestra de reconocimiento.
-Hola Natalia.
-¿Que tal estás?
Ahora entendía mejor, debía de sentirse intrigada por saber mi pequeño secreto.
-¿Bien, y tu?
-Fenomenal. Una pregunta, ¿sabes dónde esta Theo? Lo llevo buscando hace rato y no lo encuentro.
Ahora que lo decía tenia razón, me había fijado en que Theo no había aparecido en Pociones, una sensación de preocupación me sacudió.
-No, ¿porque tendría que saber dónde esta?
Lo pregunté tranquilamente, como si no me importara la respuesta, pero la verdad era que me intrigaba mucho.
-Por nada. Porque como se que estuvo contigo en la biblioteca pensé que a lo mejor sabrías algo.
Me sonrió pícaramente y no pude evitar sonrojarme. Ella se rió y se despidió de mi.
-Bueno hasta luego Emmeline.
-Adiós Natalia.
Seguí con mi camino. Me encontré con Karem que iba en la misma dirección que yo, mu pensativa.
-¡Karem!
Ella se paró, se volteo y me sonrió al reconocerme.
-¡Emmeline!
-¿Vas a la torre de Gryffindor?
-Sí, ¿vienes?
-Yo también tenía que ir.
Caminamos un rato en silencio hasta que no me aguante más y le pregunte.
-¿Porque estás tan preocupada?
-Nada, es que tengo un problema. Bueno esta resuelto. En teoría.
-¿Que ocurre?
-Tu sabes que Blaise me besó y me pidió que fuera su novia,¿no?
-Sí, creí que le habías dicho que no sentías nada por él.
-Si, bueno, es verdad. Pero me siento mal.
La abracé.
-No te preocupes, no es tu culpa, es mejor así, de esta forma no le engañas.
-Ya...
-Vamos sonríe.
Ella me miró divertida, así era yo, podría tener el peor día de el mundo, que yo seguiría transmitiendo ánimos a todos.
-Gracias.
-De nada.
En ese momento llego Priscila.
-Karem! ¡Puedes venir un momento!
-Sí. Hasta luego Emmeline.
-Adiós chicas.
Me sonrieron y se fueron medio corriendo pasillo arriba, continué con mi camino. Al llegar a la sala común me encontré a Harry en un rincón haciendo los deberes, me senté a su lado y los dos hicimos nuestro trabajo, normalmente tenía que ayudarle en según que cosas, por ejemplo tuve que dejarle mis apuntes y explicarle un poco sobre lo último que vimos en la clase de el único profesor fantasma, el profesor Binns, que daba la asignatura de Historia de la Magia, aunque la verdad, no me molestaba nada ayudarle.
Al cabo de un rato entró Angie y se sentó al lado de Harry, este se fijo en la mano de ella.
-¡Dios mío!¿Que te ocurrió?
-Nada, solo un accidente...
-Déjame ayudarte.
Le dije inmediatamente, fui a buscar el botiquín y humedecí un algodón con alcohol. Le pregunté.
-¿Que te ocurre Angeline? Un día terminaras matándote.
Le dije a regañadientes.
-Sería más útil.
Le apreté tanto la herida, que le hice gritar, me sentí un poco mal, pero me mantuve, ella me preguntó enojada.
-¿Qué demonios te sucede, Potter?
-No digas eso, eres una quejumbrosa -le miré realmente furiosa- tienes suerte de estar viva, otras personas mueren sin siquiera pedirlo... así que mejor déjate de estupideces y ¡cállate!
Aparte mi pulgar de su herida y seguí curando la herida. Le pregunté para desviar el tema.
-¿Has logrado realizar el trabajo de la profesora Sinistra?
-¿Las lunas de Júpiter? Eso es historia antigua, si quieres está sobre mi escritorio para guiarte...
-¿Lo has terminado ya?
Si nos lo habían dado ayer, y era un trabajo largo, yo sólo iba por la mitad.
-Sinistra suele ser muy exigente, si hago un mal movimiento, ella se lo dice a mi tío y él se asegurará de que Gryffindor se quede sin puntos, os lo aseguro...
Replicó.
-Me pregunto como debe ser tener un familiar en Hogwarts...
Suspiré. Ella pareció enfadarse.
-No creo que esa sea la pregunta correcta Emmeline, más bien seria ¿Cómo se siente tener un familiar que te desconoce por completo aquí en Hogwarts?
-No exageres... Ya está...
Nos fuimos durmiendo lentamente, me encontraba en un sueño, realmente aterrador, no por lo que aparecía en él, sino por su significado. Estábamos Harry y yo en un bosque, yo iba vestida con un camisón blanco hasta un poco mas arriba de las rodillas, y Harry llevaba una túnica negra. Una voz fría, silbante y que perforaba los tímpanos se extendió por aquella visión, era la voz de Lord Voldemort.
-Si no os rendís, lo que mas amáis morirá.
Payton rodó unos metros mas adelanté de dónde estábamos nosotros y una foto, una foto en la cual salía un lindo muchacho de 15 años, rubio, de ojos azules verdosos, alto, cuerpo trabajado por el quidditch y una bonita sonrisa, de nombre Theodore Nott, cayó a mis pies. La agarré y la presione contra mi pecho, una lágrima recorrió mi mejilla.
-No nos rendiremos!
Gritó Harry, intenté impedírselo, no lo hice a tiempo.
-Bien!
Voldemort rió antes de lanzar un Avada Kedrava a el cuerpo inconsciente de Payton. La luz verde impactó sobre su cuerpo la levantó unos segundos unos centímetros de el suelo, y volvió a caer, pero esta vez sin respirar, me eche encima de su cuerpo y Harry a mi lado. Entonces otro destello verde y nuestro cuerpos cayeron al lado de el de Payton.
A lo lejos oí una voz.
-¡Escuchen, ustedes! Es hora de la cena.
Era Payton.
-Los veo allá.
Nos dijo Angie, y esta salió corriendo después de la primera.
Cenamos todos en silencio, a nuestro alrededor conversaciones se alzaban en la sala. Cuando terminé de cenar me fui a mi habitación, incapaz de soportar la presión.
Estaba en ella, pensando en mis cosas cuando entró Angie.
-¡Que susto! No creí que hubiera nadie.
-Entonces, ¿Sorpresa?
Ella rió, poco, al cabo de un rato endureció la mirada como rectificando algún error. Yo aproveche la situación, para preguntarle lo que me rondaba por la cabeza desde hacía tiempo.
-¿Que hay entre Malfoy y tu?
Ella casi se cae de la cama y yo noté un peso en mi regazo, ese peso soltó un largo miau.
-Hola Afrodita.
Mi gata se acurrucó en mi regazo y empezó a dormirse, a cada exhalación soltaba un ronroneo.
-Nada, ¿porque preguntas semejante bobada?
-No es ninguna bobada.
-Que sí.
Parecía molesta, pero yo no me rendía tan fácil.
-¿Porque te empeñas en negarlo?
-Porque no es verdad.
-Entonces, ¿que son esas miradas?
-¿Que miradas?
-No te hagas la tonta Angie, a mí no me engañas. ¿Porque no lo admites?
Iba a responderme algo cuando la puerta se abrió y entraron, Payton, Karem y Prsicila. Cada una se puso su pijama y se metió entre las sábanas. Mi gata Afrodita se acurrucó en mis pies.

Al día siguiente me desperté temprano, aun siendo Sábado. No teníamos clases así que desayuno con tranquilidad. Saludé a Natalia con la mano cuando entró con demás Slyterins, entre ellos un rubio de ojos azules verdosos. Salí de el Gran comedor poco después. Iba caminando tranquilamente disfrutando de los últimos días de el verano cuando me dí cuenta de que alguien pronuncia mi nombre.
-Emmeline.
Me giré para encontrarme con los ojos color miel de Seamus.
-Hola, Seamus.
-Que tal?
-Muy bien, y tu?
-Genial. A dónde ibas?
-A la torre de Gryffindor, tu?
-Igual, te puedo acompañar?
Me lo pregunto tan avergonzado que me dio ternura.
-Claro, vamos.
Fuimos hablando por el camino, era simpático, me agradaba pero de repente el me paro y me atrapó en la pared.
-Seamus, que haces?
-Tenía que decírtelo
-El que?
-Lo que siento por ti.
-Lo que...
En ese momento comprendí, acaso Seamus estaba enamorado de mi?
-Desde el momento en que te vi, no pude dejar de pensar en ti, tus ojos esmeraldas, tus cabellos dorados y tus labios carnosos, tu forma de ser tan dulce, buena, inteligente y gentil. Estoy enamorado de ti desde que te conocí.
El me besó, lenta y tiernamente, pero yo no podía responder-le mi corazón ya tenía dueño de nombre Theodore Nott. El se separó de mi, yo solo tenía los ojos abiertos como platos y tenía una expresión de sorpresa en la cara, el me dijo.
-Quieres ser mi novia?
Abrí la boca, y oí unos pasos alejarse furiosamente, no vi quien era.
-Mmm, yo no sé, tengo que pensármelo.
-Bale, ya me dirás, tranquila, cuando lo sepas me lo dices, adiós linda.
Me dio un beso corto en lo labios y yo me quede dónde estaba, contra la pared, totalmente asombrada, y alucinando.
Entonces me percaté de que alguien se acercaba, era Karem.
-Que a pasado Emmeline?
Yo abrí la boca una vez, y otra, y al final me rendí y simplemente negué con la cabeza.

No es gran cosa, pero espero que les entretenga algo, por lo menos!
Bss

Omg!!
No es por nada pero yo te ubiera mandado a la mierda con la interrogacion de l mañana lol
Seamus o.o !! Nott?? Maldita sea
atte lol

Aww Seamus te ha besado Seamus te ha besado!!! (arre mala)
Me encanto tu capi Ain!!!

Me encanto! No se por que no han puesto mi coment 77!
Bueno, Natalia xD puedes hacer la parte en la que voy a ir, es que no se como vas a reaccionar xD

i got the move like jagger :D -silbidito-

AHHHHHHHHHHHHHHHHH AME EL CAP LO AME LO AMEEEEEEEEEE!!
ESTUBO INCREBILIDOSO!!
LO AME ENSERIO SEAMUS TE BESO o: sorpendente
Theo te vio?? quiero saber se me ocurrio algo
QUIERO QUE KAREM LA SIGA!

PD: No entendi Karem que parte??

(8) Daria lo que fuera por volverte a ver, por eso en la trinchera de mi soledad, tus ojos son mi luz y tu esplendor mi corazon, y si no fuera por ti yo no podria vivir, en el vacio en estos dias de no saber, y es que solo con saber que al regresar tu esperaras por mi, aumentan los latidos de mi corazon, VOLVERTE A VER ES TODO LO QUE QUIERO HACER, porque sin ti, mi vida yo no soy feliz (8)

A mi me toca, manana lo pongo, es que estoy cansada :S jajaja