"Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|

Heyyy! Cap please! que sean dos caps! :)

Si paso de pagina pones cap?

Es Facinantee!

SandyJonas escribió:Bieeen!! He pasado de páginaa! ^^

Sisi Gracias! wjaojskajska *-* xd.
Yo me paso por tu nove :¬w¬:

Siguela!
Me gusta esta nove! :)

nueva lectora
nueva lectora :D

me fascina esta nove siguela esta genial adoro todo lo q tenga q ver con kevin siguela lo mas pronto posible please :D

Sigueeeeeeeeeeee

Wjoajsoasjao espero que les sgute el cap :DD
Las amoooo♥

Capitulo 11:

________ Scott:

— ¿Me has llamado neandertal?

Baje mi falda y di media vuelta.

— ¿Le extraña? Puede que sus modales cavernícolas le hayan dado resultado en los negocios, pero olvídese de eso en la cama conmigo.

Pude ver como sus ojos echaron chispas.

— ¿Se te ha olvidado que has sido tú quien estaba casi desnuda en mi cama y que has sido tú quien ha accedido a convertirse en mi amante? ¿Qué te hace pensar que tienes derecho a opinar?

Lo mire con altanería.

— He accedido, pero eso no significa que tenga que gustarme.

La expresión de Kevin mostró que había tomado mis palabras como un desafío.

— Si lo que quieres es disfrutar, te prometo que vas a disfrutar.

De nuevo, se acerco a mí, pero unos golpes en la puerta detuvieron su avance.

— ¿Señorita Scott? —dijo una voz al otro lado de la puerta, aquella cerrada con llave—. La reunión…Los empleados están esperando.

— Ahora mismo vamos…—respondí.


La reunión fue una tortura; sobre todo, cuando Kevin anunció que yo dejaba el cargo de manager para “ayudarle” en sus deliberaciones mientras estudiaba el negocio del hotel. En ese momento, todos los ojos se clavaron en mí.
¿Qué estarían pensando? No cabía duda de que los rumores comenzarían.
Pero entonces Kevin anunció que, hasta que no tomara una decisión definitiva, las cosas seguirían como hasta ese momento, noté que la atención de los empleados volvía a centrarse en el con curiosidad y alivio. Y casi me alegré de la decisión que había tomado.
Casi.
Hasta que alguien preguntó cuánto tiempo llevaría el proceso de deliberación y Kevin contesto:

— Una semana, dos a lo sumo.

En ese momento, me di cuenta de lo poco que valía para Kevin. Dos semanas para deshacerse de mí. Dos semanas durante las cuales iba a utilizarme y a devorarme para luego dejarme tirada.

Kevin me miro entonces con los ojos llenos de oscuras promesas, temblé al darme cuenta de lo que había en esos ojos: deseo.

Mi cuerpo no pudo evitar responderle; me moví en la silla incomoda por el fuego que sentía.

¿Cuánto tiempo iba a tardar en poseerme de nuevo? Ya había demostrado ser un hombre con un gran apetito sexual.

Una o dos semanas era lo que Kevin Jonas había calculado que yo duraría. Pero tras el despertar sexual que había experimentado la noche anterior, no creía que dos semanas fueran suficientes para mí.

— Haz tu equipaje —dijo Kevin cuando la reunión acabó y todos los empleados volvieron a sus tareas.

— ¿Qué?

— Nos vamos. Después del almuerzo.

— Pero…no había dicho nada respecto a…

— No puedo abandonar mis negociones, tengo que ir a donde los negocios me lleven.

“Mientras que tu, como mi amante, puedes ir a cualquier parte”, fueron las palabras no pronunciadas, pero implícitas. Y sin decir nada, lo había dejado todo muy claro. No obstante, había accedido. Kevin me había puesto la etiqueta de prostituta y, en ese momento, no tenía más remedio que asumir ese papel.

— ¿A dónde vamos? —pregunte.

— Primero, a Miami; después, a San Francisco. Tengo que cerrar un trato con urgencia.

Si lo que trataba era de impresionarme, no había funcionado.

— Supongo que deberíamos sentirnos halagados de que haya empleado parte de su tiempo para venir a vernos —dije sarcásticamente.

Kevin me miro fijamente, con esos ojos que hacia minutos habían mostrado deseo; ahora, de repente, reflejaban un dolor casi palpable.

— Este ha sido un asunto personal —respondió cerrando sus ojos, para cuando volvió abrirlos, ya no se veía nada en ellos.

Kevin saco una tarjeta de su billetera.

— Llama a mi secretaria para darle tu información personal —hizo una momentánea pausa—. ¿Tienes pasaporte?

Desee no tenerlo, pero asentí.

— Nos marchamos a las dos. Tienes que estar lista para entonces. —dijo y dio media vuelta para irse.

— ¿Tengo otra alternativa? —pronuncie. Él volteo la cabeza y respondió.

— No.


La niebla había comenzando a espesar cuando me adentre en el camino que me llevaba a mi vieja casa de piedra. Metí el auto en los antiguos establos, que ahora servían de garaje, y mire el reloj. El trayecto había sido lento, pero aun tenía tiempo para pedirle a la señora Monroe, mi vecina, que le diera de comer a Misty durante mi ausencia, y también para buscar mi pasaporte, llamar a mis padres y meter alguna ropa en la maleta.

De repente, como si acabara de darme cuenta de lo que estaba a punto de hacer, baje la cabeza y la apoye en el volante del auto. Durante las últimas veinticuatro horas, había tenido el más increíble contacto sexual con mi jefe, había descubierto que el hotel estaba a punto de ser destruido, había perdido mi trabajo y me había convertido en la amante de mi jefe. Un día totalmente normal.

¡Que estaba pasando!

Por fin, salí del auto y me dispuse a hacer lo que tenía que hacer.

Lo más fácil fue arreglar lo de mi gata.

Lo más difícil era la llamada a mis padres. ¿Cómo iba a decirles que me habían despedido y que, a pesar de ello, me iba a un viaje de negocios? No soportaba mentirles a mis padres, pero había cosas que no podía decirles.

Sobre todo, cuando me preguntaron qué pensaba hacer con el hotel y su nuevo dueño. Sabía que me lo iban a preguntar. Mis padres se habían casado en Ashton House. Tenían buenos recuerdos de ese lugar y celebraban su aniversario todos los años en el restaurante con sus amigos.

— Aun no se sabe —conteste con toda honestidad—. Quizá pronto tengamos buenas noticias.

Media hora más tarde estaba con el armario abierto contemplando la última tarea mientras Misty daba vueltas alrededor de mis piernas como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.

— Dime, ¿Cómo va vestida una amante? —pregunte a mi amiga felina, pero Misty se tumbo de espalda, moviéndose de un lado a otro. Suspire. Fuera lo que fuera, no iba a impresionar a nadie

:O kevin es tan....tan....
ahhh.....Sigueeeeee Please