Fanboys (N.C)

El olor a alcohol y cigarrillo estaba impregnado en el aire, la familia Albarán estaba de paseo aquel día, dejando a cargo la casa en manos de su castigada hija mayor, la cual había organizado una fiesta hasta la noche, cuya fiesta terminó cuando la familia había llegado, viendo aquel desastroso lugar, al cual, llamaban hogar. La rubia menor estaba abraza a los pies de su otra hermana mayor, aquella familia consistía de 5 hijos, Jacob de 21 el cual estaba en la universidad, luego cuatro hembras, la más mayor Aylin de 19 otra que por igual estaba en la universidad, Jullieth de 15  la cual estaba en secundaria, y era por así decirlo la oveja negra de la familia Albarán, Rain de 13 años y para finalizar Blue de 2 años de edad.

Si pudieran describir en estos momentos, la reacción de los mayores, la palabra enojo quedaría pequeña ante sus expresiones, enfado quizás, o decepción, aquella era una oportunidad para que esta pudiera ir al día siguiente a aquel concierto deseado por ella, pero al parecer, su desea de conocer a sus amados estaba a cien kilómetros sobre el cielo. La mujer de ojos azules mira a su hija con decepción y niega con la cabeza, todos habían salido de la casa cuando el hombre gritó “¡Salgan ahora mismo de mi casa antes de que llame a la policía!” y ninguno quería ir a la calce, por lo que corrieron como leopardos en busca de una salida que no sea cerca del río. EL hombre gira con rudeza hacia su hija mayor, la cual lo mira con temor, temor a su castigo.

-¡Es todo, ya me harté de tu inmadurez! Nunca pensé decir esto, pero es mejor que empaquen sus cosas, nos iremos a Roma.-declara el hombre con enfado, su mujer abre los ojos como platos, mientras que la oji azul negaba con la cabeza.

-Papá, no me quiero ir de aquí, por fin tengo una amiga, y no sé hablar romano.-dice la pequeña Rain, la cual suplicaba con la mirada, su padre la mira y suaviza un poco su rostro al verla.

-Perdón cariño, pero para que tu hermana Jullieth mejore su forma de ser, lo mejor es irse de aquí. Así quizás cambia de actitud y recapacita.-su voz y mirada ahora eran dirigidas a la rubia de ojos mieles que miraba a su padre con lágrimas en los ojos.

Sin nada más que hacer ni que decir, todos se van a sus respetivas habitaciones, aquella casa hecha todo un desastre iba a ser dejada y olvidada una vez que todos se vayan a Roma, la ojimiel observa con cuidado la habitación de su hermana menor, Rain, la cual recogía sus cosas con una cascada de lagrimas que caían sobre sus mejillas, la mayor agacha la cabeza y suspira suavemente mientras se acerca a la rubia. Unos pasos acercarse la hiso dejar de doblar su ropa y meterla en la maleta, al ver quién era, la mira duramente y frunce sus labios.

-¿Qué quieres?-pregunta secamente, su hermana siente una punzada de dolor al escuchar aquel tono empleado por la menor. “Es tu culpa.” Le reprende la conciencia, y su corazón por igual se lo dice.

-Rain…Yo, perdón.-comenta vagamente, la oji azul la mira y niega con la cabeza, esto era demasiado, ya había pasado el límite.

-¡Por fin hago una amiga que me entiende, siempre piensas en ti, eso fue muy egoísta de tu parte!-le grita en susurros, sabía que si elevaba la voz, su padre escucharía y el castigo sería peor, amaba a su hermana mayor, pero lamentablemente impidió algo en ella. Ese algo que esperaba por años, después de lo sucedido, no esperaba encontrar otra amiga.

-¡Rain, ya dije que lo sentía y te pedí perdón! Entiende que no lo hice con intención de herirte y que pierdas tu amistad con Elena.-responde adolorida, en parte era cierto, no quería herir a su hermana, era impulsiva, y ahí su defecto.

-¡Pues no perdono, ya es suficiente, perdí a Jacqueline por tu culpa, y ahora perderé a Elena! ¿Sabes lo gracioso? Por tu culpa igual.-las lagrimas vuelven a salir, mira a su hermana con dolor para luego añadir.-Esperaba por algo, pero tú hiciste que se fuera.-dicho aquello, se da la vuelta y continua con lo suyo, recoger sus cosas.

Aquellas palabras significaban algo, algo que en un pasado fueron dichas por la mencionada, Jacqueline, la primera amiga de la rubia, todo fue hace dos años, antes de que naciera la pequeña de la casa, Blue, aquellos dos años fueron hermosos para la rubia y la pelirroja, lamentablemente todo terminó cuando la mayor  hizo que ambas se volvieran enemigas por culpa de un chico, y esta al enterarse que todo fue culpa de su hermana no dudó en declararle la ley de hielo, la cual no duró mucho, ya que a pesar de todo se amaban, pero todo aquel amor se fue yendo por el caño por lo ahora sucedido.

La mañana siguiente estaba repleta de nubes blancas y un cielo azul, el sol brillaba como si la alegría  brotara de él, una alegría que muy pocos tenían, el carro familiar estaba fundido por un enorme silencio, la carretera no estaba tan repleta de autos, dándole facilidad para llegar más temprano al aeropuerto, ni siquiera se pudieron despedir de sus amigas, “por suerte Jacob y Aylin no sufren esto.” Pensó Rain mientras rodaba los ojos, la pequeña Blue estaba sentada en medio de sus dos hermanas mayores, mirándolas con inocencia, mientras se preguntaba por qué ninguna cantaba la canción que en esos momentos sonaba en la radio. La hermosa melodía de aquellas voces angelicales inundaba el auto, lamentablemente cada quien estaba metido en sus pensamientos como para siquiera prestar atención a la canción armónica y llena de energía, “La mejor canción de todas” hubiera gritado Rain con entusiasmo, mientras que Jullieth hubiera comentado ante eso con algo de diversión  “Sin duda alguna Niall”  pero sus ánimos no estaban para eso, y menos la oji azul, la cual quería que de la nada Patch se acercara a ella y se la llevara volando por los aires sacándola de aquella miseria.

El aeropuerto estaba repleto de personas, las que llegaban a  New york a pasarse unas vacaciones de invierno, mientras otras salían para librarse de aquel frío invernal, ya casi era Enero, en el cual ella y Elena habían prometido pasarlo juntas el 30 de diciembre, lástima que esa promesa no se pueda cumplir. Aquella familia  abordó el avión con destino a Praga, una ciudad de Roma, una nueva ciudad, nuevos principios y reglas, y un idioma al cual desconocen, lo divertido será ver como estos aprenden de una cultura desconocida.