¡OYE NEY YORK!

por **twenty four** Vie 26 Dic 2014, 2:50 am

¡OYE NEW YORK!

Wylla Mae Anderson es una neoyorquina de toda la vida, pero que fue trasladada a Londres por motivos de trabajos. Dejando atrás a Louis Tomlinson, un veterano psicólogo, el cual fue su novio por un tiempo hasta que ella lo pilló acostándose con otro en su cama. Después de aquello ella quedó destrozada y se refugió en su mejor amigo Logan Lerman, un police londinense de pura cepa que esta secretamente enamorado de Wyll. Pero, ella no va buscando nada con él, solo su consuelo y su cariño incondicional, hasta que aparece Harry Styles, un matemático catedrático que se dedica en su tiempo libre a ayudar al prójimo.

Hola ^3^:

por **twenty four** Vie 26 Dic 2014, 3:12 am

Londres

Suspiro, es agotador. Acabo de colgar a mi estúpido jefe que no para de tirarme caña y pedirme que tomemos unas copas, y yo sé que lo que él quiere no son solo unas copas, no, Richard Müller nunca quiere solo unas copas si se trata de una mujer. Me recojo el pelo en un moño mal hecho y me aprieto el puente de la nariz, quitándome las gafas de vista antes. Me las pongo de nuevo y miro a mi alrededor, la casa esta hecha una poca mierda y no tengo ahora mismo ni tiempo ni ganas para arreglarla, así que me levanto, cojo la silla de ruedecitas y me pongo a hacer lo que el jefe me ha pedido. Hago todas las facturas y todos los pedidos como la buena secretaria que soy. Me voy directa a la ducha; allí no paso más de diez minutos y salgo. Me pongo crema, desodorante, y la ropa interior, salgo. Hoy es viernes y me apetece salir a despejarme de todo esto, llamaré a Logan y saldremos un rato, no me dirá que no a salir un viernes. Abro el armario y saco unos vaqueros ajustados azul vaquero oscuro y algo desgastados en las rodillas, los acompaño con una camiseta verde agua, que conjunta con mis ojos claros, y lleva un texto en el que pone: "Some infinities are bigger than other infinities" sonrío, fue un buen regalo, en mis pies me pongo unas botas bajas marrón café con leche y cojo mi gabardina del mismo tono que mis botas, la dejo sobre la cama y cojo el móvil. Desplazo el dedo por la pantalla para desbloquearlo y luego marco el número de Logan -el qual me sé de memoria-. Un pitido... Dos pitidos...

-¿Si?

-¿Londres, estás libre esta noche?-digo y luego muerdo mi labio inferior, que no es muy carnoso.

-Por supuesto, New York.

-Vale, pues paso a por ti en diez minutos, Londres. Un beso-cuelgo y me levanto. Cojo la gabardina y me la pongo. Salgo guardando el móvil, las llaves y el dinero en mis bolsillos y camino con las manos en los bolsillos de la gabardina hasta casa de Logan.

Toco al timbre del edificio donde vive mi amigo y su voz ronca contesta:

-¿Quién?

-Londres baja, te estoy esperando-digo sonriente.

-Voy-dice con voz cantarina y alargando la "O". Río y lo espero. En menos de dos minutos ya veo aparecer a mi apuesto amigo; él es un hombre de alta estatura -alrededor de 1,90-, que posee unos fuertes músculos y una espalda bastante ancha, su cabellera es medio ondulada y de color carbón, lo lleva muy corto, pero en él sienta bien. Sus ojos son dos pedazos de cielo que transmiten una tranquilidad y una fuerza de control y concentración descomunal. Su nariz es respingona y de puente recto. Sus labios no son muy rellenos, es más, el de arriba está mas carnoso que el de abajo. Posee una de las mejores sonrisas que he visto nunca, es tranquilizadora y sexy. Sí, mi amigo es todo un bomboncito londinense, pero por el contrario no lo veo como más allá de un hermano mayor o algo así. Hoy viste unos pantalones negros de cintura caída y los acompaña por una camiseta blanca de manga corta, pero por el frío lleva un abrigo negro hasta las rodillas y una bufanda gris alrededor del cuello. Besa mi mejilla y me sonríe.

-Buenas noches, New York.

-¿Qué hay de nuevo, Londres?

-Nada interesante, solo una hermosa mujercita enfrente de mí - río y golpeo su hombro en plan broma.

-Anda, vamos, Londres- empiezo a caminar hacia el bar que tengo en mente para esta noche. Vamos hablando de todo y de nada; me cuenta que le han dado un nuevo caso en el que la mujer ha aparecido muerta en el apartamento del que se supone que era su amante, que este a la vez era el socio de su marido, y la encontró la asistenta del socio la mañana del jueves y ahora tienen que descubrir quién fue y cómo y todo eso. Me gusta escucharlo hablar de su trabajo es como un niño jugando a los detectives, sus ojos oscuros brillan al hablar sobre su profesión y yo sonrío, hay que tener mucho valor para hacer ese trabajo, realmente me sorprende, él es tan miedica a veces.

Llegamos al bar y entro, él entra detrás de mí y me siento en la barra, él a mi lado. Pido un ron con coca cola y el pide una ginebra con limón. Le sonrío y él me corresponde el gesto.

-¿Y tú, qué hay de nuevo, New York?

-Nada que se salga de lo normal, trabajo en la oficina, lloro por Louis, salgo contigo, vamos, lo normal-hago un gesto con la mano quitándole importancia.

-Vamos, New York, tiene que haber algo bueno-ríe un poco.

-Viene mi prima a pasar unos días-me encojo de hombros-, nada especial.

-¿Tu prima? ¿Lyss?

-La misma-río. Nos sirven las bebidas y el barman me otorga un guiño, ruedo los ojos. Oigo la risa de mi amigo de fondo-¿De qué te ríes?-alzo una ceja, divertida.

-Les has quitado todas las esperanzas al pobre chico-dice entre risas, me uno a las risas, hasta que nos calmamos y damos un trago. Empieza a sanar música y me muevo encima del taburete, es solo un leve movimiento, pero no puedo evitarlo, la música se mete en mis huesos y me los mueve. Siento que alguien toca mi hombro, me giro y veo a un chico, es más joven que yo lo más seguro, pero es muy apuesto.

-¿Bailas?-dice, su voz es algo chillona, extendiéndome la mano para cogerla. Miro a Logan y asiente divertido. Me levanto y cojo su mano, lo sigo a la pista cuando ya estamos allí, empiezo a moverme, a bailar con todos mis ánimos y él me sigue, empezamos a bailar y a cantar a pleno pulmón todas las canciones que suenan. Pasadas cinco canciones ponen una lenta y decidimos darnos un descanso, vamos caminando a la barra y me gira.

-Oliver, me llamo Oliver-sonríe y se le marca un hoyuelo en la mejilla izquierda. Sonrío.

-El mío es Wylla-sonrío sin dientes.

-¿Americana?

-Neoyorquina-río.

-Vamos, te invito a una copa-río y me siento en el taburete de antes, pero Logan no esta aquí. Lo busco con la mirada mientras Oliver pide dos margaritas. Lo encuentro saliendo del baño y lo saludo con la mano, me sonríe y le devuelvo el gesto. Dirijo mi mirada a Oliver después de perder a Logan entre las personas de la pista. Paseo mi mirada cristalina por todo él, desde su cabellera rubio platino, pasando por sus cejas gruesas y claras, sus ojos verdes esmeralda, rodeados por unas cortas pestañas rubias y graciosas. Más abajo, sus pómulos que parecen dos tomatitos cherries, al igual que el color que poseen sus finos labios, un rojo fuerte. Su cuerpo es esbelto, pero no es un hombre croissant, es más un hombre que se cuida, pero no hace mucho deporte. Porta unos vaqueros negros ajustados a sus piernas y una camiseta rosa con botones-como si fuera un polo-, y en sus pies unas zapatillas sport, negras con cordones de piel marrón, como la suela de estas. Noto su mirada sobre mí y lo miro a los ojos sonrojándome.

-Eres muy bella, ¿sabes?-dice dando un trago a su margarita, ofreciéndome una sonrisa y mi vaso. Yo río negando con la cabeza, acabando sonriendo.

-¿Cuántos años tienes, Oli?-lo miro dando un trago.

-Veinticinco, ¿y tú? - me sorprendo, parecía muchísimo más joven.

-Veintitrés, pareces más joven de lo que eres-ríe y niega con la cabeza.

-¿A que te dedicas?

-Soy secretaria de un pez gordo, viejo verde-le doy un trago tan largo, que me lo acabo todo.

-Wow-ríe a pleno pulmón y yo le sigo.

-¿Y tú?

-Soy el hijo de un pez gordo-se encoge de hombros. Río.

-¿Y quién es?

-Richard Müller-abro los ojos desproporcionadamente-. Has oído hablar de él, ¿no?

-Oh... Sí, sí, claro-sonrío. Y tanto que lo conozco...

-¿Y el chico ese, ...-duda en preguntar o algo así parece-... con el que estabas antes, es tu novio?-me descojono viva y niego repetidas veces con la cabeza.

-No, es solo mi mejor amigo-sonrío de lado sin dientes.

-Oh...-se para pensativo un momento-Entonces, ¿me darías tu número de teléfono?-lo miro y a mi cabeza enseguida acude Louis Tomlinson, el maldito gilipollas que me rompió el corazón hace dos meses y el motivo por el cual decidí dejar Nueva York, bueno, por eso, y porque se me presentó una buena oferta de trabajo. Al recordar a Louis, todas las cartas y todas esas palabras de "amor" que me decía también vienen a mi mente y por un momento mi ojos pican, aún lo amo, y eso lo sé, pero no puedo seguir prendada por semejante gilipollas como me dijo bien dicho Logan hace unas semanas. Entonces, con toda la chulería plasmada en una sonrisa asiento diciendo:

-Por supuesto-sonríe victorioso-, déjame tu móvil y lo apunto-me lo da y lo apunto y guardo después de hacerme una perdida, miro la hora y frunzo los labios, es hora de volver a casa.

-¿Ocurre algo?

-Me tengo que ir, Oli-le sonrío algo apenada.

-Te acompaño a casa.

-No, yo... Logan me estará esperando - sonrío rascando mi nuca.

-De acuerdo-besa mi mejilla y se ruboriza él pareciendo la cosa más mona del mundo.

-Un gusto, Oliver-extiendo mi mano y él la aprieta. La suelto y me despido de él con la mano, caminando a la salida. Salgo y marco el número de Logan. Lo coge al tercer pitido, cuando estoy a punto de colgar.

-¿New York, algún problema?

-Tengo que volver a casa.

-Oh, espera, ¿dónde estas?

-En la puerta.

-Estoy ahí en zero coma.

-Okey, Londres-río y cuelgo. Dos minutos después sale del local un Logan realmente agitado y me sonríe.

-Ya estoy aquí-me pasa un brazo por los hombros y no me siento incómoda, es más, me siento protegida bajo él. Le sonrío y caminamos hasta mi casa, charlando sobre mi "ligue" según Logan. Llegamos a la puerta de mi edificio.

-Bueno, hasta aquí el billete, New York-sonríe, río un poco y beso su mejilla.

-Buenas noches, Londres-doy un pequeño bostezo y él me imita, a posta, golpeo su hombro.

-Buenas noches, New York-besa mi mejilla y entro en el edificio. Subo por el ascensor hasta la quinta planta, la segunda puerta a la derecha del ascensor y meto la llave dentro de la cerradura. La abro y me recibe el ya familiar aroma a vainilla al que huele el ambientador que uso en casa. Me desnudo poco a poco hasta llegar a la cama en ropa interior, me cambio el sujetador por uno que utilizo para dormir y me pongo mi pijama de una sola pieza que lleva una capucha con orejas de conejo y colita del mismo animal en el trasero. Me acuesto en la cama y enseguida me voy con Morfeo al planeta de los sueños.

por **Emma Scott** Vie 26 Dic 2014, 5:48 pm

Holaaa! He amado el capítulo ¡OYE NEY YORK! 1857533193

. Me ha sorprendido mucho has elegido la ropa que suelo llevar (excepto la camiseta, que me ha encantado). Logan es una amor, y oli también. Síguela cielo ¡OYE NEY YORK! 1676952631

.

por **Ainoah_Bon** Sáb 27 Dic 2014, 5:03 pm

Hola me gusto mucho el Cap, espero uno nuevo, saludos.

por **twenty four** Lun 29 Dic 2014, 9:58 am

Lyss

Doy media vuelta en la cama y sigo durmiendo. Mi móvil empieza a sonar y yo resoplo, lo descuelgo sin mirar.

-¿Si?

-¡¿Dónde se supone que estás?!-la voz estridente de mi prima suena alta por el móvil.

-En la cama, ¿y tú?

-¡Esperando a la idiota de mi prima en el aeropuerto! ¡Levanta el culo vaga y ven a por mí! -cuelga y yo rasco mi cabeza. Me levanto perezosa y me pongo lo primero que encuentro; unas mayas negras, una sudadera enorme blanca y mis converse bajas blancas, me pongo mi gorro con dos pompones negro en la cabeza y mis gafas de vista. Cojo las llaves, el móvil y salgo por la puerta. Subo al coche y voy hasta el aeropuerto lo más deprisa que puedo.

Al llegar aparco en la puerta poniendo las luces de avería. Entro en el pequeño aeropuerto de Standsted y al lado del Burguer King, sentada en el CHANGE que hay ahí esta mi prima; una joven de diecinueve años, con el pelo castaño por debajo de los hombros, liso hasta la mitad y luego con tirabuzones-todo natural-, sus ojos son más azules y grandes que los míos, están rodeados por unas largas pestañas castañas que carecen de rímel, porque no lo necesita, sus labios son finos y de color sandía y tiene algunas pecas por las mejillas y la nariz. No es muy alta para su edad, y tiene algunas curvas, esta flaca y sus piernas son largas, su pecho es notorio, pero no tanto como el mío. La castaña se levanta y viene a mi con cara de pocos amigos.

-¡Menos mal que ya estás aquí, vaga!-dice y yo río.

-¡Ey! ¿No me vas a dar dos besos?

-No-dice cortante y río, beso yo sus mejillas.

-Vamos-le sonrío y voy hasta el coche. Subo su maleta y me subo, sube al coche y pone la radio. Los primeros acordes de piano de la canción "When I was your man" de Bruno Mars, empiezan a sonar en la radio. Conduzco a una cafetería, no he desayunado y tengo mucha hambre.

-¿Tienes hambre?

-Sí-asiento y aparco a unos metros de la puerta de la cafetería. Bajo y ella también, cierro el coche con seguro y entro en la cafetería, seguida por mi prima. Voy a la barra y pido un café con leche y mucho azúcar y un Cola Cao, en envases para llevar, mientras mi hermana se sienta en una de las mesas, en particular una que esta al lado de la ventana que da a la calle. Me entregan mi pedido y cojo uno en cada mano, los voy mirando para que no se me caigan. Pero por desgracia choco con alguien, el Cola Cao se queda intacto en mi derecha, pero mi café cae sobre la camisa de un hombre.

-Mierda, mierda, mierda.-dejo el Cola Cao en una mesa y cojo servilletas para intentar arreglar el estropicio- Lo siento, lo siento, lo siento.-unas grandes manos cogen las mías y las tapa por completo, miro arriba y me quedo embobada. Es un hombre, me saca una cabeza, la cual esta cubierta por una cabellera chocolate con rizos peinada hacia atrás en plan tupé. Tiene unos labios gruesos y rojizos. Miro a sus ojos y veo que me mira, me intimida con esos ojos color esmeralda que posee. Pestañeo deprisa y suspiro.

-Lo siento-vuelvo a decir.

-No se preocupe, iba distraído-tiene una voz grave y sensual.

-Yo también iba distraída-digo sin mirarlo. Camino a la mesa, pero algo me sostiene. Miro mi codo y subo la mirada, es él.

-Deja que te pague un café al menos-niego.

-No hace falta, señor, ya me lo pago yo-le sonrío de lado.

-¿Señor?-parece ofendido-Ni tan siquiera llego a los treinta-río.

-Señorito, entonces-sonrío y giro. Llego a la mesa y le doy el Cola Cao a mi prima.

-Mira que eres torpe-da un trago.

-Quería pagarme un café-sonrío.

-¿Y por qué no lo has aceptado?

-Porque no quiero la caridad de nadie.

-Era por ser amable, Wyll.

-De todas formas-me encojo de hombros. Mi prima se acaba el Cola Cao y cuando vamos a salir por el megafonillo dicen mi nombre y que acuda a caja. Miro desconcertante a mi prima y ella asiente en señal de que vaya. Voy y me entregan un café.

-Se lo ha dejado un señor pelirrojo diciendo que se lo entregara a una tal Wylla Anderson. También ha dejado esta nota-me entrega un postit. Asiento y voy al coche donde me espera mi hermana.

-¿Qué pasaba?

-El chico de antes, ha dejado esto a mi cuenta-solo le enseño el café.

-¿Y cómo sabía tu nombre y apellidos?-me encojo de hombros.

-Ni idea.

-¡Ay, a lo mejor es un mafioso!-dice medio cagada de miedo.

-No creo-río cerrando un ojo.

-Tú no lo sabes, podría seeeer-río a pleno pulmón-. Pero no te rías-me da un golpecito en el hombro y poco a poco voy calmando mi risa.

-No se le veía cara de mafioso, Lyss.

-La verdad es que estaba bien bueno.

-¡Ey!-le doy un empujoncito.

-¿Qué? ¡Es verdad!-reímos. Conduzco a mi casa.

-¿Dónde te vas a quedar?

-En casa de Logan, como acordamos.

-Como te toque lo mato eh. Tu llámame si pasa algo-ella se ríe y yo me río con ella, estaba medianamente en broma. Conozco perfectamente a mi mejor amigo y él ya conocía a mi prima de antes, y mi prima es demasiado guapa, atrae a muchos chicos y Logan es uno de ellos.

-Primita, tranqui, no va a pasar nada-el resto del viaje transcurre en silencio, solo con la música de la radio de fondo. Aparco a dos coches de la puerta de mi edificio, no bajamos las maletas y subimos directamente a casa. Abro la puerta y pasamos.

-Bueno, no está mal-dice ella mirando todo.

-Para una persona-me encojo de hombros-, que más quiero-le sonrío y voy a la cocina a coger el fijo portátil-. Voy a llamar a Logan para que venga a por las maletas.

-Vale-dice ella paseándose por todo el apartamento. Marco el número y responde al segundo pitido.

-Dime.

-Londres, mueve tu culo hasta mi casa y coge las maletas de mi prima.

-A sus ordenes mi capitana-ríe.

-Venga, date prisa.

-Ya vooy-me cuelga y dejo el teléfono encima de la mesa.

-Dice que ya viene-sonrío.

[...]

Media hora después viene Logan y coge las maletas de mi prima. Me despido de los dos y los veo marchar. Me dedico al trabajo durante todo el día.

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