Run in the dark || H.S || Capítulo 10 Publicado.

Capítulo 004

✖ByDecember.

—¿Así? ¿Vas a pelear por ella? —Hablo con tono de burla mientras aferraba fuertemente aquella cuerda.


—Sí.

—Vas a perder Tomlinson —amenazó. Sus labios ahora se encontraban unidos por una firme línea de disgusto hacia él y desprecio hacia Chlöe.

—No te tengo miedo —contraatacó.

Un joven de cabello corto y ojos color café oscuro interrumpió el principio de una pelea que solo los llevaría a un arrepentimiento luego, sobre todo por parte de Louis.

—Stephen, detente. 

El nombrado lo fulminó con la mirada pero aún sin soltar la soga de cuero se dirigió hacia la celda de ella. Louis no lo pensó dos veces y se abalanzó sobre éste, logrando que cayeran al suelo. El castaño tenía la ventaja por lo que no dudo en dar el primer golpe. La nariz de Steph comenzó a tornarse de un color diferente mientras que un líquido espeso salía de allí. 

Unos fuertes brazos tomaron a Louis por los hombros, permitiendo sacarlo del medio y así otro joven que había venido a ayudar, pudiera tomar a Steph. 

—¡Suéltame, Niall! —Exclamó molesto mientras que limpiaba su sangre —. Cuando mi hermano te vea, va a matarte.

—¿Qué no sabes hacer nada por ti mismo? —Preguntó con un tono de burla en su voz. 

—Ya basta —ordenó Liam, quien era el que sostenía a Louis —Stephen, vete antes de que se enteren.

El mayor soltó el agarre de Niall y fulminó con la mirada al castaño, quien las sostuvo por un tiempo hasta que decidió irse también. Cada uno por caminos diferentes.

Liam suspiró apenado y aquel joven de cabellera rubia se recostó en el frío suelo de mármol, contra una de las paredes blancas de cemento. Liam imitó su gesto pero solo que tomó asiento frente a él.

—También estoy en problemas —susurró Niall antes de observar hacia su derecha en busca de alguna persona que escuchara su conversación.

—¿De qué hablas? —Lo interrogó Liam confundido. Hacía años que lo conocía, había tenido que ser cuidador de una joven anteriormente, su nombre era Emily. Era lo único que recordaba, había perdido su cabeza a los dos años de estar encerrada en aquel lugar. Incluso una vez, arañó la puerta de su habitación tratando de hacer un agujero por el cual huir. Murió a los tres meses luego de aquel episodio, cuando golpeó demasiadas veces su rostro contra la pared, deseando quitarse la vida de una vez por todas. No fueron simples golpes, eran fuertes y continuos, la pared quedó teñida de un color rojo oscuro que, incluso en éste momento, continúa de esa manera. Niall jamás hablo sobre aquello, al principio tenía miedo de que lo castigaran por no haberla cuidado de la forma que tuvo que haberlo hecho. Después de todo, eso era lo único que le habían encomendado. Pero por suerte, Liam había logrado defenderlo con argumentos válidos y culpar a Scott por el estado de ella, ya que los castigos los cumplía él y Emily tuvo más de uno. Pero ahora, volvía a ver aquella preocupación en su rostro, sus ojos se encontraban agotados por falta de sueño y sus cejas siempre estaban fruncidas.

—¿Conoces a Lilly? —Preguntó y el joven asintió. La conocía a causa de que más de una vez, tuvo que reemplazar a Niall como cuidador. Este era su último año allí, ya que luego debían entregársela a aquella persona que la necesitaba. Por culpa de Niall, Lilly sabía lo que le esperaba y a partir de entonces, su actitud cambió demasiado —. No quiero que sufra, yo… No quiero entregarla —susurró aún más bajo con temor.

Liam lo observó por unos cortos minutos, sabía a lo que se refería. Tiempo atrás había tomado cariño de una de las jóvenes que debía cuidar, pero Scott hizo su trabajo sucio, entregándola por él. Jamás se despidió, no tuvo el valor necesario para decirle el final que tendría. 

—¿No sientes lo mismo por Christine? —El joven continuó sin responder. Tal vez si, lo único que sabía era que tenía sentimientos y odiaba hacerle aquello a las jóvenes que tuvo que cuidar alguna vez.  Pero, jamás había salido de aquel lugar, su padre, su único padre le había enseñado que el mundo del exterior era demasiado peor que la realidad en la que vivía. Había crecido allí, le habían enseñado a que aquellas jóvenes eran un peligro pero solo cuando sean mayores, debían morir. Nunca preguntó los motivos, jamás se lo permitieron. Pero era lo que tenía, y no podía cambiar aquello. Habían sido huérfanos y él los había rescatado cuando eran pequeños, eso era lo necesario a saber.

—No podemos cambiar nada —se apresuró a responder Liam mientras que Niall escondía su rostro entre sus piernas —Sabes lo que nos enseñaron… 

—¡Conozco las reglas! Crecí contigo idiota, es solo que… A veces me pongo a pensar que… —Nuevamente observó hacia ambos lados y bajó su voz —… Que nuestro padre se equivoca.

—Lo sé —fue lo único que respondió cuando se levantó —. Lo siento Niall, no puedo ayudarte.

EL rubio asintió apenado y comenzó a caminar para perderse en el corredor. Por otro lado, Liam tomó su bandeja de comida que había dejado a un costado antes de que Louis y Stephen comenzaran a pelear.

Abrió la cerradura de la habitación de  Christine. Se encontraba recostada en  el suelo, utilizaba su brazo como almohada, mientras que su largo y lacio cabello color castaño claro ocultaba sus finos labios color rosa y sus grandes ojos de color azulado. Sus largas piernas se encontraban extendidas por el frío suelo, mientras que su respiración era tranquila y constante.

Liam dejó la comida en el suelo, junto con un merecido vaso de agua fresca que le había conseguido. Dejo la puerta semi abierta, mientras que tomaba asiento a su lado. 

Había sido un problema desde el día que llegó. Jamás se había rendido, ni por un segundo. Siempre lograba notar como se le ocurrían pequeñas pero inútiles ideas para escapar de allí. Quería que lo hiciera, ella no era como le habían dicho, pero era curioso como también la quería allí, con el cómo cuidador.

—¿Qué le sucedió a Camille? —Preguntó una voz familiar. 

Le encantaría responderle que nada. Pero no era así, por algún motivo había logrado tomar desprevenido a Stephan y huír, mientras que abría las puertas de la mayoría de las jóvenes encerradas en aquel lugar.

—Steph era su cuidador, puedes imaginarlo —comentó sin humor. 

—Lo detesto. 

Liam no les respondió al instante por temor a que dijera que él estaba incluido en aquella frase.

—Han pasado dos años, y nunca supe tu nombre.

La joven se incorporó y tomó asiento a su lado, pero con una distancia apropiada.

—Liam —dijo luego de dudar por unos cortos minutos.

—De acuerdo, Liam. Esto es así, necesito salir de aquí y tú vas a ayudarme.

El joven volteó sorprendido, no por sus palabras, sino por la manera segura en la que las había pronunciado.

—No puedo.

—Poder, puedes. Pero idolatras demasiado a ese idiota que tienes como padre.

—No hables así —respondió apretando fuertemente sus puños.

—Entonces, ¿vas a dejar que muera? 

—¿Qué otra cosa puedo hacer? 

—Huir, pero conmigo… ¿Qué dices?

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