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"36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
ME MORIRE SI NO LA SIGUES Y MIS PADRES TE DEMANDARAN, okno!_ pero siguela pooorfaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
#Andre: gracias por comentar dos veces! Sos una ídola! xx
#Maartu: yaaa! no te me desesperes ni te me mueras aquí esta el cap! xx
#Paaao: te lo merecías, hija! de nadaa! acá estáaaaaa! xx
#Fatishh: Yo tambien quiero un baby D: el doble efecto hace en mí que me la paso leyendo sobre el tema! Jajaajajajaj, me cagué de risa yo con eso, te juro que no se de donde me salió! dfhdjghkdgdsk disfrutá tu estadía en la novela porque rayita te va a matar en cualquier momento con su histeriaa. Jaajaj, xx
#Evaa: oh, mi amor. Prometo intentar hacer una maratón, tendré que trabajar como en un taller de costura clandestino, pero si me voy de vacaciones un mes, que dudo poder subirles, vuelvo recargada con al menos tres capis. xx
He aquí el cap por el cual me rompíla concha toda, para terminarlo, sobre todo cuando mi hermano me rompió las hojas en las que estaban el sabado y domingo. Adorarlas!
Capitulo 7
Séptima semana
¡No lo mires, puta! ¡Quiero ravioles! ¡Voy a vomitar! ¡Tu perfume es asqueroso, Louis! La histeria nos asalta…
Cuarta semana de Agosto. 2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina
Domingo 28
Miré hacia atrás y hacia adelante, estaba a la mitad de una larga fila. Si salía, iba a perder el lugar, pero si vomitaba allí la gente me odiaría. Estaba embarazada pero no se notaba. Me salí de la fila y me puse en la de embarazadas.
― Nena, esta es una fila para embarazadas y discapacitados. –genial, simplemente genial. ¿Pueden creer quien me atendió? La ex de Niall. Él la dejó por mí.
― Si querés vamos al baño y hacemos un test, querida.
Salió corriendo y a los minutos volvió con un evatest. Hora de cerrarle el culo a esta tarada. Su cara al ver que daba positivo fue monumental. Me tenía que dejar pasar. Ella volvió a su caja y yo aproveche para vomitar. El olor que había en ese supermercado era demasiado fuerte. Mientras estaba a mitad del carro, llegó Niall.
― ¡Amor! –exclamó, algo cansado de esperarme en el auto, me imagino.
― Hola Niall. –saludó coqueta, la muy turra.
―Hola –le respondió cortante. -¿Qué pasó? ¿Por qué tardaste tanto?
― Es que ella siempre tan divina no me creía que estaba embarazada. ¡Y yo tengo derecho a esta caja! Pero igual no vamos a volver acá. Me descompone el olor, es muy fuerte. –puse cara de descompostura mientras terminé de pasar las cosas a la cinta negra.
― Séptima semana… si, la doctora nos dijo que más o menos por ahora, empezarías a estar algo más quisquillosa con los olores. –me besó la frente mientras cargaba las bolsas al carro ya vació.
― Son trecientos treinta y dos con sesenta. –saqué el dinero y le pagué, esperando el vuelto.
― Y… decime, Niall. ¿En ningún momento desconfiaste de ese bebé? –le preguntó, la muy caradura.
― No. –miró a su ex novia con desprecio. –Me parece que te estas desubicando bastante.
― No quería, es que, yo todavía siento algo por vos y…
― Pero yo no. Nos vemos nunca jamás. Chau. –salimos de allí y una rubia se paró en la puerta a mirar a Niall. Como si estuviese programada me zafé de los brazos de Niall y fui hacia la oxigenada.
― Escuchame, tarada. Él es MI novio, asique no lo mires, porque ese es mío. Y el culo que me miraste también es mío ¿ok? Asique no lo mires ¡puta!
Como si la hubiese saludado, me di vuelta y volví a la par de Horan, que miraba la escena anonadado.
― ¿Vamos o no? –le pregunté lo más pancha.
― ¿Eh? Ah, sí, sí.
Desde la llave abrió el auto y comencé a pasar las bolsas.
― ¿Qué fue ese ataque a la rubia?
― Mear.
― ¿Qué? –se ahogó con su saliva.
― Como los animales, que cuando mean marcan territorio, bueno, yo hice algo parecido. Le dejé en claro que vos y tu culo son míos. –estaba seria. Niall intentó reírse, pero no lo hizo al ver mi cara.
― ¿Te parece gracioso?
― No me par…
― Ah, bien. ¿No te parezco graciosa?
― ¡A ver! Me pareció gracioso como lo explicaste. Listo. Si tanto te molesta la joda y toda la risa lo dejamos acá. –se subió al auto y cerró de un portazo. Me senté donde correspondía y empezamos a volver a casa.
― ¿Te duele algo? ¿Por qué lloras? –Niall se preocupó al ver que yo lloraba tanto como si me hubiesen dicho que falleció alguien cercano.
― Es que te enojaste conmigo y… y… ahora ya no me querés más. –él estacionó el auto y me abrazó.
― Disculpame… me olvidaba que estas algo exaltada y con cambios de ánimo. –me abrazó mientras yo empapaba su camisa a cuadros blanca y azul.
― Es que… ya no sé cómo evitarlo. Inclusive relajada me pasa ¡y no quiero! –estuve llorando al menos quince minutos y cuando medianamente me calmé, seguimos camino.
Fui a abrir la puerta de la cocina mientras él bajaba las aproximadamente diez bolsas.
Cuando cada cosa estuvo en su lugar me senté a su lado, frente a la tele. Enviciado con Los Simpson. Tal para cual los dos. Lo extrañaba mucho, en un sentido particular. Siete semanas es mucho, ¿o me equivoco? Lo deseaba y eso todos los días me alejaba más y más de la cordura. Comencé a besarle el cuello, buscando su interés en mí. Me besó suavemente, sonrió y volvió su vista a la tele.
― ¿Me estas cargando, nene?
― ¿De qué? –no me entendió para nada.
― Antes te besaba el cuello y en tres minutos estabas como loco. Ahora nada…
― Vida mía, acabas de tener una pérdida. Tenés que hacer mucho reposo ¿y vos pretendes ponernos como locos?
― O es que vos tenés un pequeño problemita allá abajo.
― ¿Eh?
― Si, pero te aviso querido, que esta máquina sexual tan potente que tenés acá, ahora se arrepiente y se va a su pieza a mirar tele. Y vos te vas a quedar con las ganas, y vas a volver de rodillas rogándome por lo menos un beso hasta que agonices y te tires de un barranco.
― Emm… ¿María Elena Fuseneco? Te sale igual, mi amor. –me tomó del brazo, paso su brazo por mi hombro y me hizo quedar a ver la tele con él. Pero no me concentré en la programación, sino en la letra de la canción Dominguicidio de Tan Biónica, sobre todo cuando dice “ando perdido en un domingo deliraaaaaaaaante” era mi puto domingo, asi.
Lunes 29
Salí corriendo y vomité. Volví al comedor y todos me miraban.
― No es fácil decirlo pero… no vomité por la pizza. Hay alguien acá con un perfume horrendo. Siento decirlo pero es así.
― ¡Hoy no usé perfume, Ja! –Gritó Harry y todos nos dirigimos a él – ¿Qué? No me gusta pensar que soy la razón de los vómitos de alguien. O al menos hasta que tengamos un bebé con Kaarly que ahí si va a ser mi culpa.
― Ok, miren. Los voy a oler uno por uno como si fuera un lindo perrito asi todo bonito y chiquitito y… -había empezado a hacer ademanes y hablar con el mismo modismo que la Chilindrina cuando rogaba que Don Ramón no la retara. Todos quedaron mirándome y Faati largó una súper carcajada. Entre líneas se le escuchó un “que tarada”.
― El único que estoy segura que no es, es Niall. Él está todos los días conmigo y el perfume choto lo sentí cuando llegaron, para mi mala, todos juntos.
Abracé a Kaarly. No, usaba el Dove que usaba yo, de durazno y jengibre. Abracé a Faati. Tampoco, ella usaba el perfume de bebé, ese que amaba, tan divino. Siguió Harry. Lo sentía cerca, pero no era ese. Y su luz llegó, ahorrándose abrazos para Liam y Nina. Era Louis. Apenas hizo el amague su perfume la invadió y las náuseas llegaron con él.
― ¡Sos vos! –Le grité –degenerado, sos vos.
― ¿Te dije o no que tu perfume era un asco? ¿Eh, eh, eh? Pero como tarado que sos no me escuchas. Ese asqueroso perfume que comprás descompone a cualquiera. Lo comprás nada más porque te lo vende una rubia operada. Alejate de mí –Fatishh, estábamos seguros que perdió cualquier rastro de cordura que hubo alguna vez en ella.
― ¿Querés que me vaya a bañar? –Lou me preguntó incómodamente.
― Nono, te tiramos el frasco de Niall y fue.
He de decir que mi idea funcionó. El perfume asqueroso ese se evaporó en su gran mayoría gracias al cielo. Pero Fátima seguía enojada… ¡lo cual fue genial! Le tiró con un pedazo de pizza a Louis. Ah, sí solo hubiesen estado ahí. Pueden apostar que fue una noche genial. El tiempo comenzó a pasar rápido.
― Ustedes tres –señalé a Nina, Liam y Niall – ¿no tienen colegio mañana? Y ustedes dos –señalé a Harry y Louis – ¿no tienen trabajo?
― Si, pero es temprano.
― Son las dos, Lou.
― Por eso.
Mañana ninguno aparecería vivo. Sobre todo cuando decidieron que querían jugar a algún juego.
― Karla, no tengo ningún juego acá.
― Y andá a buscar a tu casa.
―Neeeeena. Son las dos de la mañana, ¿voy a ir a golpearle la puerta a mi mamá para un puto jueguito? ¡Dejame de joder! –me estaba exaltando y sin quererlo…
― Bueeno ¡vamos a jugar al dígalo con mímica!
― Ni ganas –hice cara de asco.
― ¿Entonces que tenés ganas?
― ¡Qué se vayan todos! –me largué a llorar y me metí en mi pieza. Estaba con una alteración importante. A los segundos oí a todos despidiéndose, a las chicas gritarme una disculpa y la puerta cerrarse.
― _____, mi amor. ¿Puedes abrir la puerta? –Niall habló casi en un susurro, como si tuviese miedo de que yo le tirara con algo.
Me levante de la cama pesadamente y saqué la llave. Abrí la puerta y me encontré con sus ojos, extremadamente preocupados. Lo abracé fuerte. No quería que se apartara de mí. Sacó mi rostro escondido entre su pecho y me besó dulcemente, intentando tranquilizarme.
― Perdón –le dije una vez separados y acostados.
― ¿Perdón por qué?
― Estaba tan enojada que agarré el cenicero ese feo que compraste y lo rompí.
― Te perdono, _____ –me dijo y acto seguido me besó.
― Puede que haya sido un poco a propósito.
Niall sonrió y me abrazó por la cintura. Me acomodé al lado de él y esperé a oírlo dormir. Fue ahí que me quedé tranquila.
Martes 30
El despertador sonó violentamente, haciéndome sacudir en la cama. Ya eran las seis y media. Estaba segura que apenas el de al lado se fuera al colegio, yo partiría de nuevo a la cama.
― Mi amor. Son las seis y media, levantate. –esta vez evité darle un beso para que se despierte. Estaba con la boca abierta y algo babeado. Mi amor hasta tantos límites no llegaba. O por lo menos no hasta ése.
Me senté en mi cama, mirando la nada. Me gustaba hacer eso ¿podría seguir haciéndolo cuando el bebé estuviera con nosotros? Luego recordé que para ese tiempo Niall tendría otros horarios, ya que él habría terminado la escuela y yo… yo no sé, no por hoy.
Hoy tendría una llamada de la escuela. Tendría que avisar mi decisión. Elegí empezar las clases en la biblioteca, por la tarde, unas tres horas con dos chicas más que están embarazadas, las dos pertenecían al turno mañana. Belén Quintana y Martina Blair tenían un año más que yo; Belén estaba de cuatro meses mientras que Martina ya estaba cerca de los siete.
Abrí la heladera y saqué la leche, la mermelada y la manteca. Me había despertado bastante. Y mientras preparé las tostadas, él llegó a la cocina. Me abrazó por detrás y besó con delicadeza mi cuello.
― Buenos días –su voz sonó amortiguada contra mi cuello. Sonreí y le respondí.
En cuanto terminé de preparar el desayuno nos sentamos juntos.
― Estas cabeceando de sueño. Ya te dije que no es necesario que hagas esto. Perfectamente me las puedo arreglar solo.
― ¡No! –le dije, algo dormida. –Me gusta hacerlo. Además tendré una llamada de la escuela, mejor no atenderlos con la voz dormida, ya veo que los dejo con vergüenza de haberme despertado.
― Si vos estas segura que querés hacerlo –me sonrió y depositó en mi nariz un pequeño beso.
― El año que viene cambiará tanto…
― Muchísimo. Seremos el triple de felices que estamos ahora.
No pude evitar pensar, ¿Qué hubiese pasado si yo me hubiese cuidado? Era un pensamiento, que ahora tan feliz que estaba, me resultaba pecaminoso, prohibido.
― ¡Ya se me hace hora! –y dejó a la mitad su tostada, que gustosa tomé, para lavarse los dientes. Una vez listo, se acomodó la corbata y es sweater azul marino y salimos. Lo acompañé hasta las altas rejas negras.
― Chau mi vida, cerca de las 11 llego, hoy avisaron que había no sé qué, no presté atención, asique saldremos más temprano.
― Joya entonces –sonreí y nos besamos. –te amo chuchi.
― Te amo más, pikitina. –me volvió a besar y se subió a su auto.
Esperé a que arrancara y lo perdiera de vista. Sonreí. Me alegraba que en este momento todo estuviera saliendo bien.
Miércoles 31
―Desde antes que quedaras embarazada que no salíamos los cuatro juntos. ¡Ay, es tan tierno esto! –Jess acomodó el pañuelo de su uniforme, que consistía en un pantalón de vestir negro, camisa blanca, un pañuelo azul, violeta y blanco bastante bonito y una chaqueta azul. Trabajaba en un centro de diagnóstico por Imágenes, como una de las recepcionistas. Ella agradecía que su sueldo fuera bastante bueno, ya que tenía que tomar un taxi todos los días para que su ropa no se arrugara y le salía bastante, ya que el lugar quedaba en plena Capital.
Sonreí, dando veracidad a lo que decía. Hace bastante que no nos juntábamos los cuatro solos. Una vez que nos sentamos y estuvimos cómodos, comenzamos a charlar en la espera del menú.
― Asi que, ¿todo ok entre ustedes ahora? –preguntó Niall, contento de que todo haya terminado bien.
― Por suerte, si –extendió su mano hacia al frente, tomando la de mi hermana. Ella había insistido sentarse a mi lado.
― Nosotros estamos felices mal de que estén juntos otra vez. –les sonreí. Entre medio de la charla sentí como una mala sensación, que los buenos momentos estaban llegando ahora porque algo malo saldría a la luz.
A los quince minutos de espera apareció la atención, una morocha bastante atractiva a la cual casi se le salen los ojos al ver a mi cuñado. Jessi no pudo evitar su infinito desprecio hacia aquella chica y les apuesto que si Zayn hubiese sido un plato de comida, la supuesta Melany, según decía su id, no hubiese dejado una miga. La paciencia de mi hermana se tomó el palo y apareció una poco delicada y celosa Jessica Marianna Enrich.
―A ver, puta. Primero que nada, lo dejas de ver a mi novio como si te lo quisieras garchar hasta el año 2823 porque no lo vas a hacer él va a garchar conmigo nada más, ¿entendido?; y dos, quiero que nos atienda otro. Un hombre, de unos 50 o más, casado y que tenga canas, es que me parecen tiernas.
La pobre no sabía dónde meterse, y salió corriendo. A los pocos minutos llegó a atendernos el pedido de Jess. El hombre tomó con humor la situación, comentándonos que la chica, que en efecto se llamaba Melany, solía “enamorarse” de los clientes y que hubo una que le tiró el vino. No la podían despedir por eso, pero que habían perdido varias parejas regulares por lo atrevimientos de ella. Nos dio el menú y prometió pasar en diez minutos para tomar la orden. Pidieron una coca cola, pero yo estaba con antojo y le pedí un jugo de naranja.
― Quiero ravioles, voy a pedir ravioles y nadie me va a decir que no. Mañana empiezo clases de vuelta, pero en un curso especial, yo quería seguir con Fati y Kaarly… las voy a obligar a quedarse embarazadas asi están conmigo y somos las tres felices. Wii. –los tres me miraron dudando seriamente de mi salud mental. – ¿Y ustedes que cuentan? –empuje el hombro de mi hermana, no sé por qué.
Comenzamos a comer, tranquilos.
― ¿Y cuándo piensan casarse? –para buena suerte había terminado de tomar el jugo, pero Niall se ahogó con un pedazo de carne. Comenzó a ponerse colorado y Zayn palmeó su espalda. Una vez que pudo respirar miró espantado a mi hermana.
― ¿Qué? –le gritó, más o menos.
― Si, van a tener un bebé. En unos pocos días vas a cumplir dieciocho, entonces ante la ley, ella ya tiene 16, se pueden casar.
― ¡Pero rajá de acá! Sos una tarada, nena. Entonces con Zayn están viviendo juntos ¡cásense! –Zayn le escupió su bebida a mi hermana.
― Pero vos estás loca –me dijo mi cuñado.
― ¿Qué, no te querés casar conmigo? –mi hermana se unió a la histeria.
― Si, pero no ahora.
― ¿Dentro de cuánto entonces? Cuando yo tenga cuarenta, quizás.
― Pará un cambio, nena, tenes diecinueve, yo tengo veintitrés, falta bastante.
― ¡A mí no me digas que baje un cambio, querido!
― Te digo lo que tengo ganas.
― Ay, Jessica, eso dolió.
― Lo lamento, Niall. Era para Zayn. –se disculpó con una sonrisa.
― Pero, poniéndonos serios, En verdad deberían casarse. Se aman y piensen en el bebé, será mejor si crece en una familia establecida. –argumentó.
― Si lo hacemos sería por civil y si Niall quiere, por iglesia. –tomé su mano y sonreí, no era posible que alguien pudiera hacerme sentir tan bien.
― A mí me gustaría casarnos por iglesia.
― ¡Y luego fiesta! –chilló Jessica.
― Oh, no Jess. No tenemos suficiente dinero.
― Pues es fácil, pidan un préstamo –dijo cómo intentando solucionar todo de un solo golpe.
― Necesitamos una casa primero, Jess. –le dijo Niall, algo violento.
― Jessi, amor, relajate, estás exagerando demasiado todo. –Zayn puso una mano en el antebrazo de mi hermana.
― ¡No! Es la única hermana que tengo, no es justo.
― O sea, aclárame esto. ¿Pretendés que no tenga donde caerme muerta pero que haga una súper fiesta? Eso, te juro, que jamás lo imagine venir de vos. –me levanté y salí del restaurante.
Jueves 1 | ¡estamos en septiembre ya! ¿Pueden creerlo?
No pudimos estar mucho tiempo peleadas y anoche Jess me llamó. Hablamos largo rato. Me dijo que papá la llamo ofreciéndole cenar mañana, las dos con él y… su familia. Papá en secreto había tenido dos hijos. Un varón recién nacido y otro de cuatro años. ¿Pueden creerlo? ¡Tenía 12 malditos años cuando nació! Mi familia era una completa farsa. Algo que no valía la pena saber que alguna vez existió.
Me acomodé la ropa y miré a Niall por el espejo, que dormía la siesta. Eran las dos, tenía que estar en la escuela en veinte minutos. Me acerqué a él y besé su nívea espalda.
― Ya me voy amor, en un rato vuelvo. –se dio vuelta y paró su boca, pidiendo un beso pero no abrió sus ojos.
― No te vayas, por favor –su voz era ronca ya que llevaba una hora y media durmiendo. –Quedate durmiendo conmigo –me tomó de la cintura y me acostó al lado de él.
― ¡No! Niall me arrugás el uniforme. –me levanté y le di un beso en el cachete.
A punto estuve en llegar tarde. Entré en la biblioteca y allí estaban dos chicas esperándome.
― ¡Hola! –las saludé apenas entré, sonriéndoles. –Soy la nueva, me llamo ____ Enrich y –apoyé mis manos en mi plana panza –es Kimberly Alexandra o Colin James.
― Un gusto, cariño –sonrió una chica menudita, de cabello rubión, y ojos muy bonitos –soy Belén Quintana y esté –tocó su pequeña panza –es Ramiro Nicolás. Está de cuatro. ¡Todavía nos falta!
― Imaginate a mí, Bel que me faltan siete meses. La semana que viene ya son ocho semanas. Se pasa, ya a esta altura no sé si rápido o lento.
― ¡Te entiendo! –se nos unió a la conversación la otra chica que supuse que sería Martina. Ella era más alta, con el pelo castaño y ojos chocolate. Su vientre se veía mucho más grande que para seis casi siete. – Soy Martina Blair. Y estos son Caterina –apoyó su mano izquierda de ese lado y en el otro lado su otra mano – y Tadeo. ¡Son mellizos! Nacen en dos semanas por falta de espacio.
Seguimos hablando un ratito más. Era exactamente la misma teoría, con actividades más compactas. En los recreos me junté con Kaarly y Fati, las extrañaba. Estaba convencida que fui una tonta al pensar que todo seguiría igual.
Viernes 2
Me ajusté el vestido, me di un último vistazo. Respiré profundo tres veces. No me creía lo suficiente fuerte como para no insultarlo, pero si lo bastante diferente a él para dar la cara.
― ¿Listas? –preguntó mi mamá. Sonrió triste. Ella no se merecía nada de esto, pero el destino es cruel y nos manipula a su placer.
― Mamá, prefiero quedarme con vos. –le dije triste. Sentía como si estuviese eligiendo al otro bando.
― Andá, demostrale que sos diferente. Y si podés, rompé un plato. Tranquila mi amor. Todo va a salir bien.
Se despidió de Jessica y subimos al auto de mamá.
― La verdad que espero que sea como en las películas.
― ¿Qué cosa?
― Qué el hijo sea tranquilo, respetuoso…
― Dios te oiga, Jess, Dios te oiga.
Llegamos y pudimos notar que la casa estaba descuidada, como si estuviese abandonada. Nos bajamos, cerramos la puerta, encendimos la alarma y golpeamos la puerta. En efecto, era la casa correcta. Entramos y, por lo menos, por dentro había un poco más de orden. Su mujer apareció, cargando al bebé.
― Hola, preciosas – ¡otro gato! Vestida de mal gusto, uñas largas y pintadas de rojo adolescente… por favor.
― Emm, hola –dijimos con Jessica. Ambas nos miramos y pensamos lo mismo.
Luego de un par de minutos incómodos nos sentamos a la mesa a esperar por la comida.
― ¿Y cómo te va, _____ querida, en el embarazo?
― Bien, gracias. –en ningún momento dejé de mirar mis manos sobre mi falda. No estaba lista para este paso, no todavía. Esa tortura, sumada al tarado que tenían como hijo que no dejaba de hacer bochinche me estaba poniendo nerviosa.
― Si querés te puedo dar un par de tips…
― No, gracias Dolores. Mi mamá y la doctora me ayudan bastante.
― ¿Quieren tener a su hermanito? –Aunque el bebé no tenía la culpa, no podía tomarlo como hermano, aunque tuviese la mitad de los genes compartiendo.
― No puedo cargar nada. –me excuse.
― Vamos, si es livianito.
― No puedo más de dos kilos –le estaba inventando, pero no podía, era algo que me lastimaba.
― ¿Y se puede saber por qué rechazas a tu hermano así?
― Tuve una pérdida y por un mes no puedo cargar mucho peso, ni sentada ni parada.
― Ese Horan…
― A ver, mi paciencia llegó a un límite acá. Puedo intentar soportar al gato este y al pendejo que no dejó de gritar en la puta media hora que llevamos acá. Pero no me voy a bancar que insultes a mi novio cuando él ha sido el más considerado de todos. Asique yo me voy, ¿porque sabés cómo me tenés? Harta. Asi de simple. Es que no te voy a perdonar lo que le hiciste a mamá, es… es, hipócrita que me trates bien después de todo lo que hiciste. –Tomé el plato blanco y lo estrellé contra el suelo, partiéndolo en varios pedacitos y pedazos – ¿Ves cómo quedó el plato? Asi dejaste todo, nuestra familia, nuestra relación y sobre todo el amor y respeto que sentía por vos. Yo de acá me voy. –miré a Jess que se levantó, tomó una copa y la tiró al piso –Si ella rompe yo también.
Nos retiramos, pero con la sensación de haber hecho lo correcto.
Sábado 3
― Te juro, Avi, que cada vez que me acuerdo más orgullosa me siento.
― Obvio, querida, más que orgullosa te tenés que sentir. Lo que yo todavía no te creo es que tu viejo se haya elegido un gato. Y yo que pensaba que tenía buenos gustos.
― Y si, las cosas cambian.
Nos quedamos charlando al menos media hora hasta que tuvo que cortar porque se le hacía tarde para el taller de canto. La sentía cerca todavía y eso me gustaba. Cerré el slider y dejé el celular a mi lado, en el brazo del sillón. Miré una foto que tenía con Niall, en la playa, había sido el último verano, sonreí al pensar que podríamos llevar a nuestro hijo allí a jugar y armarían juntos castillitos de arena, y los tres iríamos al agua. Esas ilusiones las tenía más frecuentemente, de verdad estaba ilusionada. Oí tocar la puerta y grité un “pase”.
― Hey, _____.-saludó.
― Hey, Liam. Sentate. –Le señalé el sofá de enfrente. –Recién terminé de hablar con Avi, empezó taller de canto.
― Es bárbaro, ella canta genial. Emm, mirá, vine para decirte algo muy importante. Quiero que lo sepas, nada más aunque no es algo reciente y no sé porque te lo vengo a decir recién ahora. Yo… –hizo un ademán –de vos.
― ¿Eh? No te entendí.
Repitió la acción tres veces hasta que se casó y me gritó.
― Que tengo un puto crush por vos, la concha de mi hermana, eso pasa. Y que no sé cómo puta deshacerme de él.
Fin semana 7: cada día más intenso todo… ¿cada día más loca?
#Maartu: yaaa! no te me desesperes ni te me mueras aquí esta el cap! xx
#Paaao: te lo merecías, hija! de nadaa! acá estáaaaaa! xx
#Fatishh: Yo tambien quiero un baby D: el doble efecto hace en mí que me la paso leyendo sobre el tema! Jajaajajajaj, me cagué de risa yo con eso, te juro que no se de donde me salió! dfhdjghkdgdsk disfrutá tu estadía en la novela porque rayita te va a matar en cualquier momento con su histeriaa. Jaajaj, xx
#Evaa: oh, mi amor. Prometo intentar hacer una maratón, tendré que trabajar como en un taller de costura clandestino, pero si me voy de vacaciones un mes, que dudo poder subirles, vuelvo recargada con al menos tres capis. xx
He aquí el cap por el cual me rompí
Capitulo 7
Séptima semana
¡No lo mires, puta! ¡Quiero ravioles! ¡Voy a vomitar! ¡Tu perfume es asqueroso, Louis! La histeria nos asalta…
Cuarta semana de Agosto. 2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina
Domingo 28
Miré hacia atrás y hacia adelante, estaba a la mitad de una larga fila. Si salía, iba a perder el lugar, pero si vomitaba allí la gente me odiaría. Estaba embarazada pero no se notaba. Me salí de la fila y me puse en la de embarazadas.
― Nena, esta es una fila para embarazadas y discapacitados. –genial, simplemente genial. ¿Pueden creer quien me atendió? La ex de Niall. Él la dejó por mí.
― Si querés vamos al baño y hacemos un test, querida.
Salió corriendo y a los minutos volvió con un evatest. Hora de cerrarle el culo a esta tarada. Su cara al ver que daba positivo fue monumental. Me tenía que dejar pasar. Ella volvió a su caja y yo aproveche para vomitar. El olor que había en ese supermercado era demasiado fuerte. Mientras estaba a mitad del carro, llegó Niall.
― ¡Amor! –exclamó, algo cansado de esperarme en el auto, me imagino.
― Hola Niall. –saludó coqueta, la muy turra.
―Hola –le respondió cortante. -¿Qué pasó? ¿Por qué tardaste tanto?
― Es que ella siempre tan divina no me creía que estaba embarazada. ¡Y yo tengo derecho a esta caja! Pero igual no vamos a volver acá. Me descompone el olor, es muy fuerte. –puse cara de descompostura mientras terminé de pasar las cosas a la cinta negra.
― Séptima semana… si, la doctora nos dijo que más o menos por ahora, empezarías a estar algo más quisquillosa con los olores. –me besó la frente mientras cargaba las bolsas al carro ya vació.
― Son trecientos treinta y dos con sesenta. –saqué el dinero y le pagué, esperando el vuelto.
― Y… decime, Niall. ¿En ningún momento desconfiaste de ese bebé? –le preguntó, la muy caradura.
― No. –miró a su ex novia con desprecio. –Me parece que te estas desubicando bastante.
― No quería, es que, yo todavía siento algo por vos y…
― Pero yo no. Nos vemos nunca jamás. Chau. –salimos de allí y una rubia se paró en la puerta a mirar a Niall. Como si estuviese programada me zafé de los brazos de Niall y fui hacia la oxigenada.
― Escuchame, tarada. Él es MI novio, asique no lo mires, porque ese es mío. Y el culo que me miraste también es mío ¿ok? Asique no lo mires ¡puta!
Como si la hubiese saludado, me di vuelta y volví a la par de Horan, que miraba la escena anonadado.
― ¿Vamos o no? –le pregunté lo más pancha.
― ¿Eh? Ah, sí, sí.
Desde la llave abrió el auto y comencé a pasar las bolsas.
― ¿Qué fue ese ataque a la rubia?
― Mear.
― ¿Qué? –se ahogó con su saliva.
― Como los animales, que cuando mean marcan territorio, bueno, yo hice algo parecido. Le dejé en claro que vos y tu culo son míos. –estaba seria. Niall intentó reírse, pero no lo hizo al ver mi cara.
― ¿Te parece gracioso?
― No me par…
― Ah, bien. ¿No te parezco graciosa?
― ¡A ver! Me pareció gracioso como lo explicaste. Listo. Si tanto te molesta la joda y toda la risa lo dejamos acá. –se subió al auto y cerró de un portazo. Me senté donde correspondía y empezamos a volver a casa.
― ¿Te duele algo? ¿Por qué lloras? –Niall se preocupó al ver que yo lloraba tanto como si me hubiesen dicho que falleció alguien cercano.
― Es que te enojaste conmigo y… y… ahora ya no me querés más. –él estacionó el auto y me abrazó.
― Disculpame… me olvidaba que estas algo exaltada y con cambios de ánimo. –me abrazó mientras yo empapaba su camisa a cuadros blanca y azul.
― Es que… ya no sé cómo evitarlo. Inclusive relajada me pasa ¡y no quiero! –estuve llorando al menos quince minutos y cuando medianamente me calmé, seguimos camino.
Fui a abrir la puerta de la cocina mientras él bajaba las aproximadamente diez bolsas.
Cuando cada cosa estuvo en su lugar me senté a su lado, frente a la tele. Enviciado con Los Simpson. Tal para cual los dos. Lo extrañaba mucho, en un sentido particular. Siete semanas es mucho, ¿o me equivoco? Lo deseaba y eso todos los días me alejaba más y más de la cordura. Comencé a besarle el cuello, buscando su interés en mí. Me besó suavemente, sonrió y volvió su vista a la tele.
― ¿Me estas cargando, nene?
― ¿De qué? –no me entendió para nada.
― Antes te besaba el cuello y en tres minutos estabas como loco. Ahora nada…
― Vida mía, acabas de tener una pérdida. Tenés que hacer mucho reposo ¿y vos pretendes ponernos como locos?
― O es que vos tenés un pequeño problemita allá abajo.
― ¿Eh?
― Si, pero te aviso querido, que esta máquina sexual tan potente que tenés acá, ahora se arrepiente y se va a su pieza a mirar tele. Y vos te vas a quedar con las ganas, y vas a volver de rodillas rogándome por lo menos un beso hasta que agonices y te tires de un barranco.
― Emm… ¿María Elena Fuseneco? Te sale igual, mi amor. –me tomó del brazo, paso su brazo por mi hombro y me hizo quedar a ver la tele con él. Pero no me concentré en la programación, sino en la letra de la canción Dominguicidio de Tan Biónica, sobre todo cuando dice “ando perdido en un domingo deliraaaaaaaaante” era mi puto domingo, asi.
Lunes 29
Salí corriendo y vomité. Volví al comedor y todos me miraban.
― No es fácil decirlo pero… no vomité por la pizza. Hay alguien acá con un perfume horrendo. Siento decirlo pero es así.
― ¡Hoy no usé perfume, Ja! –Gritó Harry y todos nos dirigimos a él – ¿Qué? No me gusta pensar que soy la razón de los vómitos de alguien. O al menos hasta que tengamos un bebé con Kaarly que ahí si va a ser mi culpa.
― Ok, miren. Los voy a oler uno por uno como si fuera un lindo perrito asi todo bonito y chiquitito y… -había empezado a hacer ademanes y hablar con el mismo modismo que la Chilindrina cuando rogaba que Don Ramón no la retara. Todos quedaron mirándome y Faati largó una súper carcajada. Entre líneas se le escuchó un “que tarada”.
― El único que estoy segura que no es, es Niall. Él está todos los días conmigo y el perfume choto lo sentí cuando llegaron, para mi mala, todos juntos.
Abracé a Kaarly. No, usaba el Dove que usaba yo, de durazno y jengibre. Abracé a Faati. Tampoco, ella usaba el perfume de bebé, ese que amaba, tan divino. Siguió Harry. Lo sentía cerca, pero no era ese. Y su luz llegó, ahorrándose abrazos para Liam y Nina. Era Louis. Apenas hizo el amague su perfume la invadió y las náuseas llegaron con él.
― ¡Sos vos! –Le grité –degenerado, sos vos.
― ¿Te dije o no que tu perfume era un asco? ¿Eh, eh, eh? Pero como tarado que sos no me escuchas. Ese asqueroso perfume que comprás descompone a cualquiera. Lo comprás nada más porque te lo vende una rubia operada. Alejate de mí –Fatishh, estábamos seguros que perdió cualquier rastro de cordura que hubo alguna vez en ella.
― ¿Querés que me vaya a bañar? –Lou me preguntó incómodamente.
― Nono, te tiramos el frasco de Niall y fue.
He de decir que mi idea funcionó. El perfume asqueroso ese se evaporó en su gran mayoría gracias al cielo. Pero Fátima seguía enojada… ¡lo cual fue genial! Le tiró con un pedazo de pizza a Louis. Ah, sí solo hubiesen estado ahí. Pueden apostar que fue una noche genial. El tiempo comenzó a pasar rápido.
― Ustedes tres –señalé a Nina, Liam y Niall – ¿no tienen colegio mañana? Y ustedes dos –señalé a Harry y Louis – ¿no tienen trabajo?
― Si, pero es temprano.
― Son las dos, Lou.
― Por eso.
Mañana ninguno aparecería vivo. Sobre todo cuando decidieron que querían jugar a algún juego.
― Karla, no tengo ningún juego acá.
― Y andá a buscar a tu casa.
―Neeeeena. Son las dos de la mañana, ¿voy a ir a golpearle la puerta a mi mamá para un puto jueguito? ¡Dejame de joder! –me estaba exaltando y sin quererlo…
― Bueeno ¡vamos a jugar al dígalo con mímica!
― Ni ganas –hice cara de asco.
― ¿Entonces que tenés ganas?
― ¡Qué se vayan todos! –me largué a llorar y me metí en mi pieza. Estaba con una alteración importante. A los segundos oí a todos despidiéndose, a las chicas gritarme una disculpa y la puerta cerrarse.
― _____, mi amor. ¿Puedes abrir la puerta? –Niall habló casi en un susurro, como si tuviese miedo de que yo le tirara con algo.
Me levante de la cama pesadamente y saqué la llave. Abrí la puerta y me encontré con sus ojos, extremadamente preocupados. Lo abracé fuerte. No quería que se apartara de mí. Sacó mi rostro escondido entre su pecho y me besó dulcemente, intentando tranquilizarme.
― Perdón –le dije una vez separados y acostados.
― ¿Perdón por qué?
― Estaba tan enojada que agarré el cenicero ese feo que compraste y lo rompí.
― Te perdono, _____ –me dijo y acto seguido me besó.
― Puede que haya sido un poco a propósito.
Niall sonrió y me abrazó por la cintura. Me acomodé al lado de él y esperé a oírlo dormir. Fue ahí que me quedé tranquila.
Martes 30
El despertador sonó violentamente, haciéndome sacudir en la cama. Ya eran las seis y media. Estaba segura que apenas el de al lado se fuera al colegio, yo partiría de nuevo a la cama.
― Mi amor. Son las seis y media, levantate. –esta vez evité darle un beso para que se despierte. Estaba con la boca abierta y algo babeado. Mi amor hasta tantos límites no llegaba. O por lo menos no hasta ése.
Me senté en mi cama, mirando la nada. Me gustaba hacer eso ¿podría seguir haciéndolo cuando el bebé estuviera con nosotros? Luego recordé que para ese tiempo Niall tendría otros horarios, ya que él habría terminado la escuela y yo… yo no sé, no por hoy.
Hoy tendría una llamada de la escuela. Tendría que avisar mi decisión. Elegí empezar las clases en la biblioteca, por la tarde, unas tres horas con dos chicas más que están embarazadas, las dos pertenecían al turno mañana. Belén Quintana y Martina Blair tenían un año más que yo; Belén estaba de cuatro meses mientras que Martina ya estaba cerca de los siete.
Abrí la heladera y saqué la leche, la mermelada y la manteca. Me había despertado bastante. Y mientras preparé las tostadas, él llegó a la cocina. Me abrazó por detrás y besó con delicadeza mi cuello.
― Buenos días –su voz sonó amortiguada contra mi cuello. Sonreí y le respondí.
En cuanto terminé de preparar el desayuno nos sentamos juntos.
― Estas cabeceando de sueño. Ya te dije que no es necesario que hagas esto. Perfectamente me las puedo arreglar solo.
― ¡No! –le dije, algo dormida. –Me gusta hacerlo. Además tendré una llamada de la escuela, mejor no atenderlos con la voz dormida, ya veo que los dejo con vergüenza de haberme despertado.
― Si vos estas segura que querés hacerlo –me sonrió y depositó en mi nariz un pequeño beso.
― El año que viene cambiará tanto…
― Muchísimo. Seremos el triple de felices que estamos ahora.
No pude evitar pensar, ¿Qué hubiese pasado si yo me hubiese cuidado? Era un pensamiento, que ahora tan feliz que estaba, me resultaba pecaminoso, prohibido.
― ¡Ya se me hace hora! –y dejó a la mitad su tostada, que gustosa tomé, para lavarse los dientes. Una vez listo, se acomodó la corbata y es sweater azul marino y salimos. Lo acompañé hasta las altas rejas negras.
― Chau mi vida, cerca de las 11 llego, hoy avisaron que había no sé qué, no presté atención, asique saldremos más temprano.
― Joya entonces –sonreí y nos besamos. –te amo chuchi.
― Te amo más, pikitina. –me volvió a besar y se subió a su auto.
Esperé a que arrancara y lo perdiera de vista. Sonreí. Me alegraba que en este momento todo estuviera saliendo bien.
Miércoles 31
―Desde antes que quedaras embarazada que no salíamos los cuatro juntos. ¡Ay, es tan tierno esto! –Jess acomodó el pañuelo de su uniforme, que consistía en un pantalón de vestir negro, camisa blanca, un pañuelo azul, violeta y blanco bastante bonito y una chaqueta azul. Trabajaba en un centro de diagnóstico por Imágenes, como una de las recepcionistas. Ella agradecía que su sueldo fuera bastante bueno, ya que tenía que tomar un taxi todos los días para que su ropa no se arrugara y le salía bastante, ya que el lugar quedaba en plena Capital.
Sonreí, dando veracidad a lo que decía. Hace bastante que no nos juntábamos los cuatro solos. Una vez que nos sentamos y estuvimos cómodos, comenzamos a charlar en la espera del menú.
― Asi que, ¿todo ok entre ustedes ahora? –preguntó Niall, contento de que todo haya terminado bien.
― Por suerte, si –extendió su mano hacia al frente, tomando la de mi hermana. Ella había insistido sentarse a mi lado.
― Nosotros estamos felices mal de que estén juntos otra vez. –les sonreí. Entre medio de la charla sentí como una mala sensación, que los buenos momentos estaban llegando ahora porque algo malo saldría a la luz.
A los quince minutos de espera apareció la atención, una morocha bastante atractiva a la cual casi se le salen los ojos al ver a mi cuñado. Jessi no pudo evitar su infinito desprecio hacia aquella chica y les apuesto que si Zayn hubiese sido un plato de comida, la supuesta Melany, según decía su id, no hubiese dejado una miga. La paciencia de mi hermana se tomó el palo y apareció una poco delicada y celosa Jessica Marianna Enrich.
―A ver, puta. Primero que nada, lo dejas de ver a mi novio como si te lo quisieras garchar hasta el año 2823 porque no lo vas a hacer él va a garchar conmigo nada más, ¿entendido?; y dos, quiero que nos atienda otro. Un hombre, de unos 50 o más, casado y que tenga canas, es que me parecen tiernas.
La pobre no sabía dónde meterse, y salió corriendo. A los pocos minutos llegó a atendernos el pedido de Jess. El hombre tomó con humor la situación, comentándonos que la chica, que en efecto se llamaba Melany, solía “enamorarse” de los clientes y que hubo una que le tiró el vino. No la podían despedir por eso, pero que habían perdido varias parejas regulares por lo atrevimientos de ella. Nos dio el menú y prometió pasar en diez minutos para tomar la orden. Pidieron una coca cola, pero yo estaba con antojo y le pedí un jugo de naranja.
― Quiero ravioles, voy a pedir ravioles y nadie me va a decir que no. Mañana empiezo clases de vuelta, pero en un curso especial, yo quería seguir con Fati y Kaarly… las voy a obligar a quedarse embarazadas asi están conmigo y somos las tres felices. Wii. –los tres me miraron dudando seriamente de mi salud mental. – ¿Y ustedes que cuentan? –empuje el hombro de mi hermana, no sé por qué.
Comenzamos a comer, tranquilos.
― ¿Y cuándo piensan casarse? –para buena suerte había terminado de tomar el jugo, pero Niall se ahogó con un pedazo de carne. Comenzó a ponerse colorado y Zayn palmeó su espalda. Una vez que pudo respirar miró espantado a mi hermana.
― ¿Qué? –le gritó, más o menos.
― Si, van a tener un bebé. En unos pocos días vas a cumplir dieciocho, entonces ante la ley, ella ya tiene 16, se pueden casar.
― ¡Pero rajá de acá! Sos una tarada, nena. Entonces con Zayn están viviendo juntos ¡cásense! –Zayn le escupió su bebida a mi hermana.
― Pero vos estás loca –me dijo mi cuñado.
― ¿Qué, no te querés casar conmigo? –mi hermana se unió a la histeria.
― Si, pero no ahora.
― ¿Dentro de cuánto entonces? Cuando yo tenga cuarenta, quizás.
― Pará un cambio, nena, tenes diecinueve, yo tengo veintitrés, falta bastante.
― ¡A mí no me digas que baje un cambio, querido!
― Te digo lo que tengo ganas.
― Ay, Jessica, eso dolió.
― Lo lamento, Niall. Era para Zayn. –se disculpó con una sonrisa.
― Pero, poniéndonos serios, En verdad deberían casarse. Se aman y piensen en el bebé, será mejor si crece en una familia establecida. –argumentó.
― Si lo hacemos sería por civil y si Niall quiere, por iglesia. –tomé su mano y sonreí, no era posible que alguien pudiera hacerme sentir tan bien.
― A mí me gustaría casarnos por iglesia.
― ¡Y luego fiesta! –chilló Jessica.
― Oh, no Jess. No tenemos suficiente dinero.
― Pues es fácil, pidan un préstamo –dijo cómo intentando solucionar todo de un solo golpe.
― Necesitamos una casa primero, Jess. –le dijo Niall, algo violento.
― Jessi, amor, relajate, estás exagerando demasiado todo. –Zayn puso una mano en el antebrazo de mi hermana.
― ¡No! Es la única hermana que tengo, no es justo.
― O sea, aclárame esto. ¿Pretendés que no tenga donde caerme muerta pero que haga una súper fiesta? Eso, te juro, que jamás lo imagine venir de vos. –me levanté y salí del restaurante.
Jueves 1 | ¡estamos en septiembre ya! ¿Pueden creerlo?
No pudimos estar mucho tiempo peleadas y anoche Jess me llamó. Hablamos largo rato. Me dijo que papá la llamo ofreciéndole cenar mañana, las dos con él y… su familia. Papá en secreto había tenido dos hijos. Un varón recién nacido y otro de cuatro años. ¿Pueden creerlo? ¡Tenía 12 malditos años cuando nació! Mi familia era una completa farsa. Algo que no valía la pena saber que alguna vez existió.
Me acomodé la ropa y miré a Niall por el espejo, que dormía la siesta. Eran las dos, tenía que estar en la escuela en veinte minutos. Me acerqué a él y besé su nívea espalda.
― Ya me voy amor, en un rato vuelvo. –se dio vuelta y paró su boca, pidiendo un beso pero no abrió sus ojos.
― No te vayas, por favor –su voz era ronca ya que llevaba una hora y media durmiendo. –Quedate durmiendo conmigo –me tomó de la cintura y me acostó al lado de él.
― ¡No! Niall me arrugás el uniforme. –me levanté y le di un beso en el cachete.
A punto estuve en llegar tarde. Entré en la biblioteca y allí estaban dos chicas esperándome.
― ¡Hola! –las saludé apenas entré, sonriéndoles. –Soy la nueva, me llamo ____ Enrich y –apoyé mis manos en mi plana panza –es Kimberly Alexandra o Colin James.
― Un gusto, cariño –sonrió una chica menudita, de cabello rubión, y ojos muy bonitos –soy Belén Quintana y esté –tocó su pequeña panza –es Ramiro Nicolás. Está de cuatro. ¡Todavía nos falta!
― Imaginate a mí, Bel que me faltan siete meses. La semana que viene ya son ocho semanas. Se pasa, ya a esta altura no sé si rápido o lento.
― ¡Te entiendo! –se nos unió a la conversación la otra chica que supuse que sería Martina. Ella era más alta, con el pelo castaño y ojos chocolate. Su vientre se veía mucho más grande que para seis casi siete. – Soy Martina Blair. Y estos son Caterina –apoyó su mano izquierda de ese lado y en el otro lado su otra mano – y Tadeo. ¡Son mellizos! Nacen en dos semanas por falta de espacio.
Seguimos hablando un ratito más. Era exactamente la misma teoría, con actividades más compactas. En los recreos me junté con Kaarly y Fati, las extrañaba. Estaba convencida que fui una tonta al pensar que todo seguiría igual.
Viernes 2
Me ajusté el vestido, me di un último vistazo. Respiré profundo tres veces. No me creía lo suficiente fuerte como para no insultarlo, pero si lo bastante diferente a él para dar la cara.
― ¿Listas? –preguntó mi mamá. Sonrió triste. Ella no se merecía nada de esto, pero el destino es cruel y nos manipula a su placer.
― Mamá, prefiero quedarme con vos. –le dije triste. Sentía como si estuviese eligiendo al otro bando.
― Andá, demostrale que sos diferente. Y si podés, rompé un plato. Tranquila mi amor. Todo va a salir bien.
Se despidió de Jessica y subimos al auto de mamá.
― La verdad que espero que sea como en las películas.
― ¿Qué cosa?
― Qué el hijo sea tranquilo, respetuoso…
― Dios te oiga, Jess, Dios te oiga.
Llegamos y pudimos notar que la casa estaba descuidada, como si estuviese abandonada. Nos bajamos, cerramos la puerta, encendimos la alarma y golpeamos la puerta. En efecto, era la casa correcta. Entramos y, por lo menos, por dentro había un poco más de orden. Su mujer apareció, cargando al bebé.
― Hola, preciosas – ¡otro gato! Vestida de mal gusto, uñas largas y pintadas de rojo adolescente… por favor.
― Emm, hola –dijimos con Jessica. Ambas nos miramos y pensamos lo mismo.
Luego de un par de minutos incómodos nos sentamos a la mesa a esperar por la comida.
― ¿Y cómo te va, _____ querida, en el embarazo?
― Bien, gracias. –en ningún momento dejé de mirar mis manos sobre mi falda. No estaba lista para este paso, no todavía. Esa tortura, sumada al tarado que tenían como hijo que no dejaba de hacer bochinche me estaba poniendo nerviosa.
― Si querés te puedo dar un par de tips…
― No, gracias Dolores. Mi mamá y la doctora me ayudan bastante.
― ¿Quieren tener a su hermanito? –Aunque el bebé no tenía la culpa, no podía tomarlo como hermano, aunque tuviese la mitad de los genes compartiendo.
― No puedo cargar nada. –me excuse.
― Vamos, si es livianito.
― No puedo más de dos kilos –le estaba inventando, pero no podía, era algo que me lastimaba.
― ¿Y se puede saber por qué rechazas a tu hermano así?
― Tuve una pérdida y por un mes no puedo cargar mucho peso, ni sentada ni parada.
― Ese Horan…
― A ver, mi paciencia llegó a un límite acá. Puedo intentar soportar al gato este y al pendejo que no dejó de gritar en la puta media hora que llevamos acá. Pero no me voy a bancar que insultes a mi novio cuando él ha sido el más considerado de todos. Asique yo me voy, ¿porque sabés cómo me tenés? Harta. Asi de simple. Es que no te voy a perdonar lo que le hiciste a mamá, es… es, hipócrita que me trates bien después de todo lo que hiciste. –Tomé el plato blanco y lo estrellé contra el suelo, partiéndolo en varios pedacitos y pedazos – ¿Ves cómo quedó el plato? Asi dejaste todo, nuestra familia, nuestra relación y sobre todo el amor y respeto que sentía por vos. Yo de acá me voy. –miré a Jess que se levantó, tomó una copa y la tiró al piso –Si ella rompe yo también.
Nos retiramos, pero con la sensación de haber hecho lo correcto.
Sábado 3
― Te juro, Avi, que cada vez que me acuerdo más orgullosa me siento.
― Obvio, querida, más que orgullosa te tenés que sentir. Lo que yo todavía no te creo es que tu viejo se haya elegido un gato. Y yo que pensaba que tenía buenos gustos.
― Y si, las cosas cambian.
Nos quedamos charlando al menos media hora hasta que tuvo que cortar porque se le hacía tarde para el taller de canto. La sentía cerca todavía y eso me gustaba. Cerré el slider y dejé el celular a mi lado, en el brazo del sillón. Miré una foto que tenía con Niall, en la playa, había sido el último verano, sonreí al pensar que podríamos llevar a nuestro hijo allí a jugar y armarían juntos castillitos de arena, y los tres iríamos al agua. Esas ilusiones las tenía más frecuentemente, de verdad estaba ilusionada. Oí tocar la puerta y grité un “pase”.
― Hey, _____.-saludó.
― Hey, Liam. Sentate. –Le señalé el sofá de enfrente. –Recién terminé de hablar con Avi, empezó taller de canto.
― Es bárbaro, ella canta genial. Emm, mirá, vine para decirte algo muy importante. Quiero que lo sepas, nada más aunque no es algo reciente y no sé porque te lo vengo a decir recién ahora. Yo… –hizo un ademán –de vos.
― ¿Eh? No te entendí.
Repitió la acción tres veces hasta que se casó y me gritó.
― Que tengo un puto crush por vos, la concha de mi hermana, eso pasa. Y que no sé cómo puta deshacerme de él.
Fin semana 7: cada día más intenso todo… ¿cada día más loca?
[ Elea ]
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
¿WHAT? ¡ LA CONCHA DE LA LORA ! .O
SIGUELA!
SIGUELA!
{@idrunkniall.}
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
OMFG LIAM!!! dfghjkjhgjkhgfhjkfh No puedo tenes que seguirla!!
Wareva*
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
OMFG!!!!!! aaaaahhhhhel capitulo estubo GENIAL! siguela
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Hola !! Nueva lectora!! no puedo creer que empiece a leer esta novela recién ahora... Todavía no leí todo todo porque escribís como la puta madre y los caps son bastante largos que los voy a guardar para cuando esté aburrida :p Me tuviste de una cuando dijiste "Almagro", jaja yo no vivo ahí pero soy hincha de almagro .. Obviamente, soy argentina. Me llamo Marina, y no se por qué estoy presentándome.. en fin, me encantó la nove. La rayis se parece bastante a mí.. y niall.. bueno, niall es niall y siempre va a tener mi amor.
Seguí asi capa.
love, yo.
Seguí asi capa.
love, yo.
FearlessStayer
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Arreh Lu Amore, aun no termino de leer todo los caps, pero ya estoy en eso, no creo terminarlos pero de a poco shi)? Como te dije en el Mp No tengo compu y fshbafgvuah Muerooo! Amé los caps, y amo el que me hayas ppuesto *-* You're the best, y amo tu nombre *-* xD' JABGHBAHGVB Tienes que seguirla, pero no tan rapido please para ponerme al dia xD'
LOVEYOUSOMUCHAMORAAAAAAA♥
LOVEYOUSOMUCHAMORAAAAAAA♥
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
OMFG, AME EL CAPITULOOO SFNDJFNJSNDFJNS!!
Plis seguila Luuu! y gracias por avisarme cuando subiste, sos una tierna, fue un lindo detalle :3 Un beso linda, te adoro! :)
Plis seguila Luuu! y gracias por avisarme cuando subiste, sos una tierna, fue un lindo detalle :3 Un beso linda, te adoro! :)
Paola Agustinaa.-
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Amé El capitulo! Odio a Tomlinson, & el maldito perfume que usa! ahora me tiene que dar un hijo para que lo perdone? entonces puedo romper cosas, putear, llorar e ir al colegio con ella? ajjaajja Naaaaaaaaaaaaaaaaaah amé el Capi, tenes que seguirla cuanto antes..! es el cumple de Mi amante♥ que emocion!
#Fátima Ailén
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
*obviemos que la semana pasada no la comenté*
QUÉ DE QUESO? CÓMO QUE... ?
Sol no entender...
Bueno, querida vidriera, me vas a tener que explicar...
Pero por mensajito... o por facebook, porque mi Skype pasó a mejor vida
AAAAH, aprovecho para agradecerte por el tweet más lindooo (L)
Y les digo a todos los que lean esto, que la escritora esa puta, ES MI HERMANA, y no la comparto :D
you know I love you, sis (:
QUÉ DE QUESO? CÓMO QUE... ?
Sol no entender...
Bueno, querida vidriera, me vas a tener que explicar...
Pero por mensajito... o por facebook, porque mi Skype pasó a mejor vida
AAAAH, aprovecho para agradecerte por el tweet más lindooo (L)
Y les digo a todos los que lean esto, que la escritora esa puta, ES MI HERMANA, y no la comparto :D
you know I love you, sis (:
Duquesa de Miel
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
No pero arreh ya lei un poco mas Y TU NOVE ESTA EMOCIONANTE LUUU!
NO PERO COMO QUE ALEXANDRA ES NOMBRE DE PROSTITUTA FUE ASI)? MI HERMANA SE LLAMA ALEXANDRA XDD' WÉ SI TIENE SEIS AÑOS PERO TIENE ALGUNOS RASGOS DE SER UNA BITCH, WÉ SIN INSULTARLA XDD' NO PERO WEEE
OW! FSAJBGFASUHVGFSAUY YO QUIEERO TENER 23 HIJITOS CON LIAM 11 HOMBRES Y 12 MUJERES XDD' SBAHJSVAGHVSAGY TIENES QUE SEGUIRLAAA
TE RE AMOOOOOOOOOOO♥
NO PERO COMO QUE ALEXANDRA ES NOMBRE DE PROSTITUTA FUE ASI)? MI HERMANA SE LLAMA ALEXANDRA XDD' WÉ SI TIENE SEIS AÑOS PERO TIENE ALGUNOS RASGOS DE SER UNA BITCH, WÉ SIN INSULTARLA XDD' NO PERO WEEE
OW! FSAJBGFASUHVGFSAUY YO QUIEERO TENER 23 HIJITOS CON LIAM 11 HOMBRES Y 12 MUJERES XDD' SBAHJSVAGHVSAGY TIENES QUE SEGUIRLAAA
TE RE AMOOOOOOOOOOO♥
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
#Andree: Jajajaja, me tentó muchisimo tu comentario! xx
#Nato: AH JA JA. NADIE SE LA ESPERABA. xx
#Maartu: bella! aquí esta (:
#Marina: asdfghjklñ beella, BIENVENIDA! Lo que escribo como la puta madre, lo voy a tomar como un cumplido, jajaja, y si, escribo largo para compensar que me cuesta escribir largo, entonces necesito un poco de tiempo. Jajajaja, yo soy hincha de Velez y de Berazategui :B Te estas presentando porque sos nueva jajajaj! Me alegro que te guste xx
#Ninita Querida mía!: mi amor, te puedo esperar toda la vida... no hay apuro para que los leas, tomate todo tranquila. Los capitulos no se van a mover. Tantos hijos? Acaso planeas no tener tele? Lo de Alexandra me lo dijo mi vieja asique arreglate con ella :B Amarte máas.xx
#Paaao: Que diviina que sos! Adorarte más ! xx
#Fatiii: ahora sos rebelde)? por eso haces esas cosas. Nose, che. Voy a considerar tu oferta)? xx
#Hermana: No entendés que? Bueno cuando vuelvas me decís. Muchas gracias por lo de puta! Te amoooo (: Gracias por bajarte la actualización
Su capitulo, bellas!
Este se lo dedico a Andre. ¡Bonita! Es para pedir perdón por las veces que me cuelgo y no te comento y por siempre ser primera en comentar (: Te lo re merecés (:
Capitulo 8
Octava semana
Cuando se ansía tanto algún sueño, todo el universo conspira para ayudarnos, sobre todo si nuestro universo es nuestra familia.
Primera semana de Septiembre
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 4
―No debí habértelo dicho, ¿verdad? –había llamado a Liam para hablar sobre su confesión de ayer.
― Yo me alegro que lo hicieras. Sos mi mejor amigo y no me gusta tener secretos.
― Si soy honesto, Nina me ha ayudado bastante, no lo sabe, pero creo que me estoy enamorando de ella.
― Y yo me alegro que lo estés haciendo, Liam.
― ¿Sabes que es lo que me gusta de ella? Que no tiene miedo, a nada. Bueno, solo a las cucarachas pero me gusta como enfrenta al mundo. No debe ser fácil, por todo lo que le sucedió.
― Para nadie es fácil, hay gente que tiene la vida menos acomplejada, como nosotros dos, con padres separados, gente que casi no tiene, como Niall, que sus padres siguen juntos después de veintiocho años de casados, y hay casos como los de Nina, en el que el padre se borra y la mamá sale sola a dar la cara. Eso es lo que hace Nina, porque toda su vida vio eso, a una mujer no teniéndole miedo a nada porque sabe lo rudo que es el mundo. Y lo malo es que a veces te preguntas como es que gente que merece lo mejor termina tan mal. Eso es la vida, che.
Liam, al rato, se retiró para ir a casa de Nina. Dijo que quería ir a pasear con ella o algo así. Una vez que se fue, fui a la cocina y saqué del lavarropas la ropa húmeda y limpia. Mientras la colgaba pensé en la idea de Jessica, la de casarme con Niall. De más chica había deseado llegar al altar con el vestido blanco, el velo, los invitados, la gran fiesta. Pero para lo último no había tanto dinero como esperábamos. Anoche oí hablar a Niall con su mamá, diciéndole que se sentía mal por no poder pagar una fiesta y eso me hizo sentir peor. De repente salí corriendo a mi casa, pasé y subí a mi pieza. En el fondo de mi placard había una caja que de pequeña había ido guardando todo dinero que me dieran. Saqué la caja, que era bastante grande y comencé a contar, había allí cerca de cinco mil pesos. Bajé corriendo a buscar a mi mamá.
― ¡Mamá! Tengo ahorrados cinco mil pesos. Esto me sirve como para pagar las invitaciones, la fotografía, y los souvenirs.
― Yo anoche hablé con la mamá de Niall. Me dijo que ella quiere que tengan la fiesta, porque se la merecen. Decidimos que vamos a pagar entre todos un poco. Dividimos los gastos del salón, yo te voy a pagar el catering y ellos lo que son la mantelería y los platos, cubiertos, copas.
― Mamá, es mucho. Me siento como si fuera una mantenida.
― Mi amor, nosotros se lo pagamos gustosos ¿sí? Es como un regalo, por los hijos tan divinos que han sido todos estos años.
― ¿Están seguros?
― Ninguno de los dos se quedará pobre por eso, mi amor. Lo hacemos por gusto. Porque queremos.
― Gracias mamá –la abracé largo rato.
Lunes 5
Nos miramos fijamente y sonreímos ampliamente. No podíamos creer lo que diríamos en unos momentos.
― ¿Lista?
― Más que nunca. ¿Vos amor? Estás algo rojo.
― Nunca pensé que diría esto. Estoy feliz que seas vos.
Le diríamos a nuestros padres que consideraríamos lo de tomar su oferta de pagar la mayoría de los gastos. Me di una última mirada en el espejo. Tenía puesto un vestido negro a la rodilla, sin mangas, con apenas marcadas tablas y escote redondo. A la altura de la cintura, un cinto naranja claro. Unas chatitas negras. Sí, ya sé que de noche hace frío, pero estaba ahí nomás! ¿Cuánto sería? ¡50 metros máximo! Además conseguí el vestido de rebajas en abril y moría por usarlo. Niall me miró burlonamente.
― ¿No te llevas campera? Hace frío.
― Estamos acá nomas. Además no creo que haga taaaanto frío. –se rió y me besó mientras agarró su campera y después acomodó el cuello de su camisa. Al sentir el frío que Buenos Aires tenía, quise salir corriendo. Pero me hice la que no tenía frío. ¡Oh sí! El orgullo mío era muy grande.
― ¡Que valiente! –se burló Niall.
― No soy valiente es que no hace frío. –mi orgullo puso todas sus fuerzas para que la voz no le demostrara lo cagada de frío que estaba.
― Si vos insistís, te voy a creer, amor. Pero no te olvides que yo te conozco y se te congelas.
― ¡Mentira!
― Tranquila –apoyó mi cabeza en su hombro y me palmeó el pelo –a la salida te presto mi campera.
Entró él primero, lo seguí y cerró la puerta. Mi mamá apareció por el arco que separaba la cocina comedor del living.
― Tus papás llegan en un rato. Tu hermano no encontraba el cinto. –Dijo mirándolo y a continuación me miró –Jess iba a llegar un ratito más tarde porque le cayeron unos amigos sin avisar. Estaba histérica.
― ¡Me la imagino! –dije con voz aguda.
― La mesa ya está, estamos arreglados, la casa limpia… -mi mamá murmuraba para ella cuando estaba nerviosa por algo.
Esperamos diez minutos más y llegó mi futura familia política ¡uh ju ju! Lo que se siente al decirlo… Maura y Bobby simplemente adorables, si, todavía consideraba a mi suegra adorable después de que me haya preguntado a que edad tuve mi primera regla; por otra parte no habían compartido mucho con mi suegro, pero siempre fue agradable y me trato con respeto. El hermano de Niall, Greg, era de lo mejor. Siempre atento y muy gracioso.
Nos sentamos todos en el comedor, al pollo todavía le faltaba un toque para terminar de dorarse. Mamá y Maura comenzaron a charlar, por lo que pude escuchar sobre cómo iba la cosa ahora que estaba separada. A los pocos minutos se levantaron y fueron a la cocina. Decidí seguirlas, con honestidad me importaba bastante poco como le iba a River o a Boca. Dejé a los tres hombres Horan solos.
― Asique, ya de dos meses. ¡Pasa rapidísimo el tiempo! –me sonrió Maura.
― La verdad. Todavía no lo puedo creer. –mi mamá nos sonrió y salió de la cocina hacia la despensa.
― Te quería pedir disculpas _____, si en algún momento te hice sentir incómoda aquella vez, cuando recién te enteraste que estabas embarazada. Creo que estaba un poco apabullada por la idea y dije cosas que a cualquiera lo hubiese puesto tenso. Quería pedírtelas antes, pero no nos vimos por esto que se mudaron, estaban pintando y cosas asi.
― La verdad es que no hay problema. Yo también estaba abrumada por todo lo que había pasado y quizás me asusté. Está todo bien como siempre. –nos abrazamos cortamente y mamá volvió a la cocina.
― Yo espero que sea una nena. –dijo, contenta.
― Yo un varón –le dije –mirá, pensalo, va a ser fácil. No hay que gastar en toallitas y la charla se la va a dar Niall.
― Me sorprende cada día más esta chica. –entre las tres reímos y terminamos de preparar las ensaladas. Acondicionamos la mesa y llamamos a los otros tres a la par que llegaba Jessica y Zayn.
― ¡Perdón a todos! –gritó, la muy educada. –Hola, Maura, Bobby, Greg –los iba nombrando a la par que los saludaba. –Él es Zayn Malik, mi pareja. –mi cuñado saludó a mi suegra con un beso y a mi suegro y cuñado con un apretón de manos.
Se sentaron y comenzamos a comer, en silencio.
― Y… ¿ya decidieron?
― Si –comencé –decidimos que…
― Sí. –miré a Niall con los ojos como platos. No podía creer lo que dijo.
― Amor –le susurré –decidimos que lo pensaríamos.
― Yo estoy seguro que quiero hacerlo. Será algo precioso para recordar.
Miramos a los demás, sonreímos y al mismo tiempo dijimos lo que jamás imaginamos.
― Nos casamos.
Bien, voy a entrar suavemente en detalles para contarles que el padre de Niall se trió encima nuestro para felicitarnos, a mi mamá se le bajó la presión, mi hermana y mi suegra lloraban y mis cuñados sonreían y calmaban a las lloronas. Decidimos casarnos en un mes. Todavía no tendría panza, asique sería cómodo. Jessica insistía en pagarme el vestido y Greg el traje a Niall. Este sería un mes interesante.
Martes 6.
Tenía que empezar a preparar el cumpleaños de Niall antes que mi casamiento. ¡Vamos es racional contando que el cumpleaños está primero! Eran las diez de la mañana y Niall estaba en el colegio asique llamé a Kaarly y Fatishh Tardaron poco en venir, estaban en la panadería de a la vuelta.
― Y… contanos, ¡dijiste que tenías que contarnos algo importante y yo de acá no me voy hasta que me cuentes! –con Fati miramos a Karla y su importante alteración. De chusma.
― Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen, ¡me caso, chabonas! –al momento que terminé de hablar ambas gritaron como si les hubiese dicho que los Jonas Brothers las estaban esperando en tanga en su cuarto.
― ¿Cuándo?
― En un mes.
― ¿Dónde?
― En el Girardot. Tiene todo, asique se van a dividir el precio de todo por la mitad.
― ¿Vos que pagas?
― La fotografía, las tarjetas y lo souvenirs.
― ¿El cotillón?
―Mi tía.
― ¿No hay nada para pagar?
― Nada. Ni locas las dejaba pagar algo, no señor.
Suspiré ¿qué tenía la gente con pagarme las cosas? Ya, de seguro fue algo en mi otra vida. Debí haber sido La Madre Teresa de Calcuta o algo asi. Estuvimos hablando hasta cerca del almuerzo sobre que podíamos hacer para el cumpleaños de Niall, sería dieciocho, no era una edad cualquiera. Decidimos hacerle una fiesta sorpresa adelante. Algo chiquito, él siempre lo había preferido asi. Hicimos una lista y no éramos más de cuarenta. Eso era positivo y había lugar. Arreglamos más o menos el presupuesto y era bastante accesible.
― ¡Amor! –apenas llegó yo volvía de guardar los papeles en la casa de mi mamá.
― Mi vida ¿Qué hacías en lo de tu vieja? –le había pedido a mi mamá que me llame para avisarle de la idea, que le pareció bárbara. Notaba cuanto quería a Niall y a Zayn. Entre mi hermana y yo, mi mamá perdió un embarazo a los 3 meses e iba a ser un varón. Por eso les tenía tanto afecto. Ellos siempre dicen que les tocó la mejor suegra.
― Me llamó para pedirme que me fijara si no había unas boletas en su escritorio porque allá no las encontraba. Y efectivamente, las dejó acá.
― Uh, que macana. ¿Qué hay para comer?
― Para vos, nada. –me reí y salí corriendo siendo seguida por él.
Miércoles 7
― ¿Qué te parece ¡Nos casamos! Sí, nuestro amor es tan caprichoso que así lo quiso y…
― Rajá de acá, eso es una porquería. Quiero algo lindo, no que parezca sacado de internet, asique tirá todas esas frases que tenés en el bolso
― ¿Cóm…
― Te lo revisé cuando te fuiste al baño.
Estábamos con Jessica en mi casa, eran las nueve y cuarto y esperábamos a nuestros muchachos con la pizza.
― Es que, no sé. Nada es lo suficientemente bueno para vos, nunca. –no le di bolilla y seguí armando la lista.
― ¿Cuántas personas entran en el salón?
― Ciento cincuenta, ¿Cuántas llevás?
― Ciento trece.
― _____, ¿Qué vas a hacer con papá?
― La verdad que no sé. O sea, me gustaría que esté. Pero no con la señora.
― ¿Es por mamá?
― No, no. Es que ese gato me cae mal. Muy mal.
― Por suerte por parte de papá invitas a la tía Lucy que es con la que mejor nos llevamos y te dijo que estaba del lado de mamá. Pero por parte de mamá somos muchísimos. Eso más amigos, ¿hacemos ciento trece?
―Esto no es un quince. Los parientes de Niall.
― Ah, ahí está la cosa.
La puerta principal se abrió y por allí entró mamá. Venía con una sonrisa que en cualquier momento se estiraba más y le daba vuelta alrededor de toda la cabeza.
― ¡Chicas! ¿Se acuerdan de Sebastián Lucero, del trabajo?
― Si, el que es re buena onda, ¿que nos llevaba a mí y a _____ al parque cuando papá no estaba?
― El mismo. Llevamos saliendo una semana.
― ¡Me muero! –Chillé sonriendo –es lo mejor mamá, el tipo es perfecto. Me alegra muchísimo.
― ¿De verdad? Me alegro tantos que les guste.
― De una –dijo Jessi y me miró – ¿Qué esperás para agregarlo a la lista de invitados?
― Ya estaba, cariño.
Una vez que los chicos llegaron, comenzamos a armar las mesas. Lo hicimos rápido, para nuestra suerte. Solo faltaba la frase para las tarjetas.
― Y es que, nena. Vos no te conformás con nada.
― Saben, mejor la pensamos nosotros solos. Total, tenemos hasta mañana a la tarde.
― La verdad que pienso lo mismo –me apoyó Niall –es algo que siento que es personal.
― Ok. Chau, nos vemos –y Jessica se fue, enojada la muy pelotuda con Zayn atrás. Me imagiiiiiiiiiiino, pobre tipo, escucharla quejarse de que no la dejamos ayudarnos a elegir.
Jueves 8
Entré en la biblioteca y allí estaba Belu nada más.
― ¿Y la otra panzona?
― En reposo a partir de hoy y hasta que nazcan los bebés. El médico dijo que la quería internada y le tuvo que hacer caso. Hace un rato avisó a la escuela.
― Bel ¿vos no tenés novio? Perdón si me meto.
― No, y no me molesta tranquila. Con él era todo divino. Era lo más. Y una noche que volvía con los papás de viaje, los chocó un pelotudo que venía corriendo picadas. Los mató a los tres. Yo estaba de mes y medio en ese entonces, recién nos habíamos enterado. Según me pidió la hermana, el bebé tiene que tener su apellido, tuvimos que ir con el juez, hacer una prueba de paternidad y mucho lío que se solucionó hace tres semanas atrás. Lo extraño mucho. Se llamaba Ramiro.
― No tendría que haberte preguntado.
― No me molesta, en verdad. Prefiero decirlo a ocultarlo y decir que fue en una noche en el boliche, como quería que dijera mi mamá. Asique… ¿en un mes hay joda?
― En un mes hay joda –le sonreí. La verdad que ella no merecía eso por nada del mundo, siempre agradable… ¿por qué será que la vida se encapricha en lastimarnos?
Repasamos matemáticas, historia y un poco de química.
― ¿Te da miedo que en algún momento puedas encontrar otro chico que te acepte embarazada o ya con Ramiro?
― La verdad que sí. Sobre todo porque siento que le quito el lugar al padre biológico. Mi papá fue criado por mi abuelo, que no es el biológico, y dice que el padre está en quien te cuida, te da todo y te ama como si fueras suyo pero también me asusta que Ra no pueda sentir nunca eso. Es algo muy ambiguo. No quiero otro pero tampoco que se sienta solo. No estoy en una situación muy fácil que digamos… pero por algo será que me toca esto –dijo con una sonrisa triste. La abracé fuerte y la sentí lloriquear en mi hombro. Tenía que hacerle saber que estaba con ella sin importar qué.
Viernes 9
Me dejé caer pesadamente en la cama y volví a buscar su número. Apreté el botón y llevé el celular a mi oreja, comenzando a escuchar la espera. Tomé la mano de Niall que estaba a mi lado, él dormía tranquilamente, y eso que eran las siete de la tarde… pero el pobre se había quedado la siesta haciendo un deber bastante complicado. Se le notaba que había puesto todo de su mente para hacerlo.
― Hola –contestaron finalmente del
Otro lado de la línea.
― Papá, soy ______.
― Mi amor, ¿pasó algo?
― Si, ¡me caso! –intenté ponerle un poco de onda al asunto…
― ¿Qué?
― Que me c-a-s-o, viejo.
― Vos estás loca de remate. ¿Y tu madre?
― Me está ayudando a preparar las cosas. Ella, Jessi, Zayn, los papás de Niall, el hermano, Niall, el novio de mamá.
― ¿El novio de quién? –me preguntó, cortante.
― De mi mamá. –le contesté haciendo obviedad.
― ¡No me puede estar haciendo esto!
― ¿Hacerte qué? Están separados, cada uno por su parte, vos tenes una familia ya, no entiendo de que te quejás.
― Perdoname, me tomó por sorpresa. Y contame, ¿cuándo es?
― En un mes. Asique, si…
― ¿Estamos invitados? –inconscientemente, en mi preciosa cabecita, empecé a cantar la canción de tomar el té de María Elena Walsh.
― ¿estamos? –inquirí, con algo de cagaso, tenía que admitir.
― Si, Dolores, los nenes y yo.
― No. –fui directa. –No soporto a ese gato barato, el pibito es insoportable. O sin ellos o nada. –corté. Muchos pensarían que soy insensible, pero es que, ¿ustedes perdonarían tal cosa?
Me di vuelta y allí me estaba mirando Niall.
― No hay chance de que lo perdones ¿no?
― Ni a palo. Era un tipo que yo lo consideraba mi héroe y lo tiró todo a la mierda y ni le importó. Que no se venga ahora a hacer el arrepentido porque no se la voy a creer, jamás.
Niall me miró largo rato y depositó sobre mi cachete un beso largo, o más o menos. Sabía que no había pasado por una situación parecida, pero que intentaba comprenderme, aunque sea un poquito.
― Asique, ¿tu vieja con novio?
Sonreí, siempre intentaría que me olvide de mis problemas.
Sábado 10
Me senté en el banco de afuera y esperé su llamado. A los diez minutos el teléfono empezó a vibrar, lo deslicé y lo llevé a mi oído.
― ¡Avi! ¿Cómo estás?
― Bien, por suerte ¿ustedes?
― Niall agradeciendo y yo bien, las náuseas de siempre, ahora se calmaron, ya las tenía repodrida a Kaar y Fati obligándolas a acompañarme al baño.
― Ah, me gustaría estar ahí. ¡Yo tendría que acompañarte al baño para vomitar!
― Bueno, Av, por algo será. Igual, tienen que venir con tu mamá en un mes.
― ¿Por? ¿Va a nacer? ¿Tan rápido? ¡Si ayer estabas de dos meses!
― ¡Nos casamos tarada!
― ¿Qué? ¿Cómo? ¿De verdad? Ay, me muero morida y muerta. No te lo puedo creer. Nononono, ¡mamá! –la escuche gritar - ¡mamá! La puta madre ¿dónde se metió esta mina? ¡Mamá! Ahí estas nena, Niall y _____ se casan! Dice que muchas felicidades y que cuando tengan la tarjeta que avisen cuando es, que vamos y la buscamos ahí.
― Decile que muchas gracias y que se las voy a guardar.
― Y, contame. ¿Qué tienen listo?
― El salón, que eso se encargan de decorarlo la gente del servicio. Con la fotógrafa fuimos a hablar ayer y la semana que viene sacamos las fotos, el álbum de firmas estaría en una semana y media. Las tarjetas están listas el lunes, los souvenirs van a estar listos el jueves de esa semana, en todo se movilizó mi mamá.
― ¿Y el vestido?
― Meli me lo va a hacer. Entonces solo falta probar telas. Kaarly y Faati iban a pasar a buscar a Jessica y de ahí a buscar al Melissa, van a la casa de Nina acá al lado y finalmente, llegan a mi casa. Va a tomar las medidas y a probar telas.
― Yo voy a ver si puedo viajar una semana antes, para ayudar en algo.
― Me encantaría. Bueno, escucho la risa tan discreta de Jessica, nos vemos Avi, chaucito.
― Chaaaaaaaau. –cortamos.
― Allí están, mis bitches.
― Oh yeah. ¡A armar un vestido!
Nina, que era la mejor dibujando, me hizo el boceto para el producto final, mientras que Kaarly, Fatishh y Jessi miraban las telas y revistas que Meel trajo y mi súper diseñadora nos ayudaba con el dibujo.
― ¿Habías pensado en ser diseñadora y trabajar en conjunto? Ponele, conmigo. Yo soy un desastre haciendo los diseños.
― Sí, pero no me gusta, prefiero veterinaria de pequeños animales. Pero si querés, te ayudo, no tendría problema.
Seguimos charlando, mirando telas y revistas. Jessica chilló como siete veces cuál era su vestido indicado. ¡Siete vestidos distintos el indicado! Las cosas que se ven hoy en día… Niall llego una hora después y mi hermana lo sacó a patadas, literalmente, después de pegarle una cachetada y mandarlo a casa de Liam. No quería imaginarme que sería los días previos. Entró a casa riéndose como desquiciada. Sospeché seriamente de la salud mental. Seguramente el juez en el civil me preguntaría si mi testigo tenía todos los caramelitos en la bolsa.
Fin semana 8: en un mes seré la señora Horan. ¿Están tan ansiosas como yo?
#Nato: AH JA JA. NADIE SE LA ESPERABA. xx
#Maartu: bella! aquí esta (:
#Marina: asdfghjklñ beella, BIENVENIDA! Lo que escribo como la puta madre, lo voy a tomar como un cumplido, jajaja, y si, escribo largo para compensar que me cuesta escribir largo, entonces necesito un poco de tiempo. Jajajaja, yo soy hincha de Velez y de Berazategui :B Te estas presentando porque sos nueva jajajaj! Me alegro que te guste xx
#Ninita Querida mía!: mi amor, te puedo esperar toda la vida... no hay apuro para que los leas, tomate todo tranquila. Los capitulos no se van a mover. Tantos hijos? Acaso planeas no tener tele? Lo de Alexandra me lo dijo mi vieja asique arreglate con ella :B Amarte máas.xx
#Paaao: Que diviina que sos! Adorarte más ! xx
#Fatiii: ahora sos rebelde)? por eso haces esas cosas. Nose, che. Voy a considerar tu oferta)? xx
#Hermana: No entendés que? Bueno cuando vuelvas me decís. Muchas gracias por lo de puta! Te amoooo (: Gracias por bajarte la actualización
Su capitulo, bellas!
Este se lo dedico a Andre. ¡Bonita! Es para pedir perdón por las veces que me cuelgo y no te comento y por siempre ser primera en comentar (: Te lo re merecés (:
Capitulo 8
Octava semana
Cuando se ansía tanto algún sueño, todo el universo conspira para ayudarnos, sobre todo si nuestro universo es nuestra familia.
Primera semana de Septiembre
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 4
―No debí habértelo dicho, ¿verdad? –había llamado a Liam para hablar sobre su confesión de ayer.
― Yo me alegro que lo hicieras. Sos mi mejor amigo y no me gusta tener secretos.
― Si soy honesto, Nina me ha ayudado bastante, no lo sabe, pero creo que me estoy enamorando de ella.
― Y yo me alegro que lo estés haciendo, Liam.
― ¿Sabes que es lo que me gusta de ella? Que no tiene miedo, a nada. Bueno, solo a las cucarachas pero me gusta como enfrenta al mundo. No debe ser fácil, por todo lo que le sucedió.
― Para nadie es fácil, hay gente que tiene la vida menos acomplejada, como nosotros dos, con padres separados, gente que casi no tiene, como Niall, que sus padres siguen juntos después de veintiocho años de casados, y hay casos como los de Nina, en el que el padre se borra y la mamá sale sola a dar la cara. Eso es lo que hace Nina, porque toda su vida vio eso, a una mujer no teniéndole miedo a nada porque sabe lo rudo que es el mundo. Y lo malo es que a veces te preguntas como es que gente que merece lo mejor termina tan mal. Eso es la vida, che.
Liam, al rato, se retiró para ir a casa de Nina. Dijo que quería ir a pasear con ella o algo así. Una vez que se fue, fui a la cocina y saqué del lavarropas la ropa húmeda y limpia. Mientras la colgaba pensé en la idea de Jessica, la de casarme con Niall. De más chica había deseado llegar al altar con el vestido blanco, el velo, los invitados, la gran fiesta. Pero para lo último no había tanto dinero como esperábamos. Anoche oí hablar a Niall con su mamá, diciéndole que se sentía mal por no poder pagar una fiesta y eso me hizo sentir peor. De repente salí corriendo a mi casa, pasé y subí a mi pieza. En el fondo de mi placard había una caja que de pequeña había ido guardando todo dinero que me dieran. Saqué la caja, que era bastante grande y comencé a contar, había allí cerca de cinco mil pesos. Bajé corriendo a buscar a mi mamá.
― ¡Mamá! Tengo ahorrados cinco mil pesos. Esto me sirve como para pagar las invitaciones, la fotografía, y los souvenirs.
― Yo anoche hablé con la mamá de Niall. Me dijo que ella quiere que tengan la fiesta, porque se la merecen. Decidimos que vamos a pagar entre todos un poco. Dividimos los gastos del salón, yo te voy a pagar el catering y ellos lo que son la mantelería y los platos, cubiertos, copas.
― Mamá, es mucho. Me siento como si fuera una mantenida.
― Mi amor, nosotros se lo pagamos gustosos ¿sí? Es como un regalo, por los hijos tan divinos que han sido todos estos años.
― ¿Están seguros?
― Ninguno de los dos se quedará pobre por eso, mi amor. Lo hacemos por gusto. Porque queremos.
― Gracias mamá –la abracé largo rato.
Lunes 5
Nos miramos fijamente y sonreímos ampliamente. No podíamos creer lo que diríamos en unos momentos.
― ¿Lista?
― Más que nunca. ¿Vos amor? Estás algo rojo.
― Nunca pensé que diría esto. Estoy feliz que seas vos.
Le diríamos a nuestros padres que consideraríamos lo de tomar su oferta de pagar la mayoría de los gastos. Me di una última mirada en el espejo. Tenía puesto un vestido negro a la rodilla, sin mangas, con apenas marcadas tablas y escote redondo. A la altura de la cintura, un cinto naranja claro. Unas chatitas negras. Sí, ya sé que de noche hace frío, pero estaba ahí nomás! ¿Cuánto sería? ¡50 metros máximo! Además conseguí el vestido de rebajas en abril y moría por usarlo. Niall me miró burlonamente.
― ¿No te llevas campera? Hace frío.
― Estamos acá nomas. Además no creo que haga taaaanto frío. –se rió y me besó mientras agarró su campera y después acomodó el cuello de su camisa. Al sentir el frío que Buenos Aires tenía, quise salir corriendo. Pero me hice la que no tenía frío. ¡Oh sí! El orgullo mío era muy grande.
― ¡Que valiente! –se burló Niall.
― No soy valiente es que no hace frío. –mi orgullo puso todas sus fuerzas para que la voz no le demostrara lo cagada de frío que estaba.
― Si vos insistís, te voy a creer, amor. Pero no te olvides que yo te conozco y se te congelas.
― ¡Mentira!
― Tranquila –apoyó mi cabeza en su hombro y me palmeó el pelo –a la salida te presto mi campera.
Entró él primero, lo seguí y cerró la puerta. Mi mamá apareció por el arco que separaba la cocina comedor del living.
― Tus papás llegan en un rato. Tu hermano no encontraba el cinto. –Dijo mirándolo y a continuación me miró –Jess iba a llegar un ratito más tarde porque le cayeron unos amigos sin avisar. Estaba histérica.
― ¡Me la imagino! –dije con voz aguda.
― La mesa ya está, estamos arreglados, la casa limpia… -mi mamá murmuraba para ella cuando estaba nerviosa por algo.
Esperamos diez minutos más y llegó mi futura familia política ¡uh ju ju! Lo que se siente al decirlo… Maura y Bobby simplemente adorables, si, todavía consideraba a mi suegra adorable después de que me haya preguntado a que edad tuve mi primera regla; por otra parte no habían compartido mucho con mi suegro, pero siempre fue agradable y me trato con respeto. El hermano de Niall, Greg, era de lo mejor. Siempre atento y muy gracioso.
Nos sentamos todos en el comedor, al pollo todavía le faltaba un toque para terminar de dorarse. Mamá y Maura comenzaron a charlar, por lo que pude escuchar sobre cómo iba la cosa ahora que estaba separada. A los pocos minutos se levantaron y fueron a la cocina. Decidí seguirlas, con honestidad me importaba bastante poco como le iba a River o a Boca. Dejé a los tres hombres Horan solos.
― Asique, ya de dos meses. ¡Pasa rapidísimo el tiempo! –me sonrió Maura.
― La verdad. Todavía no lo puedo creer. –mi mamá nos sonrió y salió de la cocina hacia la despensa.
― Te quería pedir disculpas _____, si en algún momento te hice sentir incómoda aquella vez, cuando recién te enteraste que estabas embarazada. Creo que estaba un poco apabullada por la idea y dije cosas que a cualquiera lo hubiese puesto tenso. Quería pedírtelas antes, pero no nos vimos por esto que se mudaron, estaban pintando y cosas asi.
― La verdad es que no hay problema. Yo también estaba abrumada por todo lo que había pasado y quizás me asusté. Está todo bien como siempre. –nos abrazamos cortamente y mamá volvió a la cocina.
― Yo espero que sea una nena. –dijo, contenta.
― Yo un varón –le dije –mirá, pensalo, va a ser fácil. No hay que gastar en toallitas y la charla se la va a dar Niall.
― Me sorprende cada día más esta chica. –entre las tres reímos y terminamos de preparar las ensaladas. Acondicionamos la mesa y llamamos a los otros tres a la par que llegaba Jessica y Zayn.
― ¡Perdón a todos! –gritó, la muy educada. –Hola, Maura, Bobby, Greg –los iba nombrando a la par que los saludaba. –Él es Zayn Malik, mi pareja. –mi cuñado saludó a mi suegra con un beso y a mi suegro y cuñado con un apretón de manos.
Se sentaron y comenzamos a comer, en silencio.
― Y… ¿ya decidieron?
― Si –comencé –decidimos que…
― Sí. –miré a Niall con los ojos como platos. No podía creer lo que dijo.
― Amor –le susurré –decidimos que lo pensaríamos.
― Yo estoy seguro que quiero hacerlo. Será algo precioso para recordar.
Miramos a los demás, sonreímos y al mismo tiempo dijimos lo que jamás imaginamos.
― Nos casamos.
Bien, voy a entrar suavemente en detalles para contarles que el padre de Niall se trió encima nuestro para felicitarnos, a mi mamá se le bajó la presión, mi hermana y mi suegra lloraban y mis cuñados sonreían y calmaban a las lloronas. Decidimos casarnos en un mes. Todavía no tendría panza, asique sería cómodo. Jessica insistía en pagarme el vestido y Greg el traje a Niall. Este sería un mes interesante.
Martes 6.
Tenía que empezar a preparar el cumpleaños de Niall antes que mi casamiento. ¡Vamos es racional contando que el cumpleaños está primero! Eran las diez de la mañana y Niall estaba en el colegio asique llamé a Kaarly y Fatishh Tardaron poco en venir, estaban en la panadería de a la vuelta.
― Y… contanos, ¡dijiste que tenías que contarnos algo importante y yo de acá no me voy hasta que me cuentes! –con Fati miramos a Karla y su importante alteración. De chusma.
― Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen, ¡me caso, chabonas! –al momento que terminé de hablar ambas gritaron como si les hubiese dicho que los Jonas Brothers las estaban esperando en tanga en su cuarto.
― ¿Cuándo?
― En un mes.
― ¿Dónde?
― En el Girardot. Tiene todo, asique se van a dividir el precio de todo por la mitad.
― ¿Vos que pagas?
― La fotografía, las tarjetas y lo souvenirs.
― ¿El cotillón?
―Mi tía.
― ¿No hay nada para pagar?
― Nada. Ni locas las dejaba pagar algo, no señor.
Suspiré ¿qué tenía la gente con pagarme las cosas? Ya, de seguro fue algo en mi otra vida. Debí haber sido La Madre Teresa de Calcuta o algo asi. Estuvimos hablando hasta cerca del almuerzo sobre que podíamos hacer para el cumpleaños de Niall, sería dieciocho, no era una edad cualquiera. Decidimos hacerle una fiesta sorpresa adelante. Algo chiquito, él siempre lo había preferido asi. Hicimos una lista y no éramos más de cuarenta. Eso era positivo y había lugar. Arreglamos más o menos el presupuesto y era bastante accesible.
― ¡Amor! –apenas llegó yo volvía de guardar los papeles en la casa de mi mamá.
― Mi vida ¿Qué hacías en lo de tu vieja? –le había pedido a mi mamá que me llame para avisarle de la idea, que le pareció bárbara. Notaba cuanto quería a Niall y a Zayn. Entre mi hermana y yo, mi mamá perdió un embarazo a los 3 meses e iba a ser un varón. Por eso les tenía tanto afecto. Ellos siempre dicen que les tocó la mejor suegra.
― Me llamó para pedirme que me fijara si no había unas boletas en su escritorio porque allá no las encontraba. Y efectivamente, las dejó acá.
― Uh, que macana. ¿Qué hay para comer?
― Para vos, nada. –me reí y salí corriendo siendo seguida por él.
Miércoles 7
― ¿Qué te parece ¡Nos casamos! Sí, nuestro amor es tan caprichoso que así lo quiso y…
― Rajá de acá, eso es una porquería. Quiero algo lindo, no que parezca sacado de internet, asique tirá todas esas frases que tenés en el bolso
― ¿Cóm…
― Te lo revisé cuando te fuiste al baño.
Estábamos con Jessica en mi casa, eran las nueve y cuarto y esperábamos a nuestros muchachos con la pizza.
― Es que, no sé. Nada es lo suficientemente bueno para vos, nunca. –no le di bolilla y seguí armando la lista.
― ¿Cuántas personas entran en el salón?
― Ciento cincuenta, ¿Cuántas llevás?
― Ciento trece.
― _____, ¿Qué vas a hacer con papá?
― La verdad que no sé. O sea, me gustaría que esté. Pero no con la señora.
― ¿Es por mamá?
― No, no. Es que ese gato me cae mal. Muy mal.
― Por suerte por parte de papá invitas a la tía Lucy que es con la que mejor nos llevamos y te dijo que estaba del lado de mamá. Pero por parte de mamá somos muchísimos. Eso más amigos, ¿hacemos ciento trece?
―Esto no es un quince. Los parientes de Niall.
― Ah, ahí está la cosa.
La puerta principal se abrió y por allí entró mamá. Venía con una sonrisa que en cualquier momento se estiraba más y le daba vuelta alrededor de toda la cabeza.
― ¡Chicas! ¿Se acuerdan de Sebastián Lucero, del trabajo?
― Si, el que es re buena onda, ¿que nos llevaba a mí y a _____ al parque cuando papá no estaba?
― El mismo. Llevamos saliendo una semana.
― ¡Me muero! –Chillé sonriendo –es lo mejor mamá, el tipo es perfecto. Me alegra muchísimo.
― ¿De verdad? Me alegro tantos que les guste.
― De una –dijo Jessi y me miró – ¿Qué esperás para agregarlo a la lista de invitados?
― Ya estaba, cariño.
Una vez que los chicos llegaron, comenzamos a armar las mesas. Lo hicimos rápido, para nuestra suerte. Solo faltaba la frase para las tarjetas.
― Y es que, nena. Vos no te conformás con nada.
― Saben, mejor la pensamos nosotros solos. Total, tenemos hasta mañana a la tarde.
― La verdad que pienso lo mismo –me apoyó Niall –es algo que siento que es personal.
― Ok. Chau, nos vemos –y Jessica se fue, enojada la muy pelotuda con Zayn atrás. Me imagiiiiiiiiiiino, pobre tipo, escucharla quejarse de que no la dejamos ayudarnos a elegir.
Jueves 8
Entré en la biblioteca y allí estaba Belu nada más.
― ¿Y la otra panzona?
― En reposo a partir de hoy y hasta que nazcan los bebés. El médico dijo que la quería internada y le tuvo que hacer caso. Hace un rato avisó a la escuela.
― Bel ¿vos no tenés novio? Perdón si me meto.
― No, y no me molesta tranquila. Con él era todo divino. Era lo más. Y una noche que volvía con los papás de viaje, los chocó un pelotudo que venía corriendo picadas. Los mató a los tres. Yo estaba de mes y medio en ese entonces, recién nos habíamos enterado. Según me pidió la hermana, el bebé tiene que tener su apellido, tuvimos que ir con el juez, hacer una prueba de paternidad y mucho lío que se solucionó hace tres semanas atrás. Lo extraño mucho. Se llamaba Ramiro.
― No tendría que haberte preguntado.
― No me molesta, en verdad. Prefiero decirlo a ocultarlo y decir que fue en una noche en el boliche, como quería que dijera mi mamá. Asique… ¿en un mes hay joda?
― En un mes hay joda –le sonreí. La verdad que ella no merecía eso por nada del mundo, siempre agradable… ¿por qué será que la vida se encapricha en lastimarnos?
Repasamos matemáticas, historia y un poco de química.
― ¿Te da miedo que en algún momento puedas encontrar otro chico que te acepte embarazada o ya con Ramiro?
― La verdad que sí. Sobre todo porque siento que le quito el lugar al padre biológico. Mi papá fue criado por mi abuelo, que no es el biológico, y dice que el padre está en quien te cuida, te da todo y te ama como si fueras suyo pero también me asusta que Ra no pueda sentir nunca eso. Es algo muy ambiguo. No quiero otro pero tampoco que se sienta solo. No estoy en una situación muy fácil que digamos… pero por algo será que me toca esto –dijo con una sonrisa triste. La abracé fuerte y la sentí lloriquear en mi hombro. Tenía que hacerle saber que estaba con ella sin importar qué.
Viernes 9
Me dejé caer pesadamente en la cama y volví a buscar su número. Apreté el botón y llevé el celular a mi oreja, comenzando a escuchar la espera. Tomé la mano de Niall que estaba a mi lado, él dormía tranquilamente, y eso que eran las siete de la tarde… pero el pobre se había quedado la siesta haciendo un deber bastante complicado. Se le notaba que había puesto todo de su mente para hacerlo.
― Hola –contestaron finalmente del
Otro lado de la línea.
― Papá, soy ______.
― Mi amor, ¿pasó algo?
― Si, ¡me caso! –intenté ponerle un poco de onda al asunto…
― ¿Qué?
― Que me c-a-s-o, viejo.
― Vos estás loca de remate. ¿Y tu madre?
― Me está ayudando a preparar las cosas. Ella, Jessi, Zayn, los papás de Niall, el hermano, Niall, el novio de mamá.
― ¿El novio de quién? –me preguntó, cortante.
― De mi mamá. –le contesté haciendo obviedad.
― ¡No me puede estar haciendo esto!
― ¿Hacerte qué? Están separados, cada uno por su parte, vos tenes una familia ya, no entiendo de que te quejás.
― Perdoname, me tomó por sorpresa. Y contame, ¿cuándo es?
― En un mes. Asique, si…
― ¿Estamos invitados? –inconscientemente, en mi preciosa cabecita, empecé a cantar la canción de tomar el té de María Elena Walsh.
― ¿estamos? –inquirí, con algo de cagaso, tenía que admitir.
― Si, Dolores, los nenes y yo.
― No. –fui directa. –No soporto a ese gato barato, el pibito es insoportable. O sin ellos o nada. –corté. Muchos pensarían que soy insensible, pero es que, ¿ustedes perdonarían tal cosa?
Me di vuelta y allí me estaba mirando Niall.
― No hay chance de que lo perdones ¿no?
― Ni a palo. Era un tipo que yo lo consideraba mi héroe y lo tiró todo a la mierda y ni le importó. Que no se venga ahora a hacer el arrepentido porque no se la voy a creer, jamás.
Niall me miró largo rato y depositó sobre mi cachete un beso largo, o más o menos. Sabía que no había pasado por una situación parecida, pero que intentaba comprenderme, aunque sea un poquito.
― Asique, ¿tu vieja con novio?
Sonreí, siempre intentaría que me olvide de mis problemas.
Sábado 10
Me senté en el banco de afuera y esperé su llamado. A los diez minutos el teléfono empezó a vibrar, lo deslicé y lo llevé a mi oído.
― ¡Avi! ¿Cómo estás?
― Bien, por suerte ¿ustedes?
― Niall agradeciendo y yo bien, las náuseas de siempre, ahora se calmaron, ya las tenía repodrida a Kaar y Fati obligándolas a acompañarme al baño.
― Ah, me gustaría estar ahí. ¡Yo tendría que acompañarte al baño para vomitar!
― Bueno, Av, por algo será. Igual, tienen que venir con tu mamá en un mes.
― ¿Por? ¿Va a nacer? ¿Tan rápido? ¡Si ayer estabas de dos meses!
― ¡Nos casamos tarada!
― ¿Qué? ¿Cómo? ¿De verdad? Ay, me muero morida y muerta. No te lo puedo creer. Nononono, ¡mamá! –la escuche gritar - ¡mamá! La puta madre ¿dónde se metió esta mina? ¡Mamá! Ahí estas nena, Niall y _____ se casan! Dice que muchas felicidades y que cuando tengan la tarjeta que avisen cuando es, que vamos y la buscamos ahí.
― Decile que muchas gracias y que se las voy a guardar.
― Y, contame. ¿Qué tienen listo?
― El salón, que eso se encargan de decorarlo la gente del servicio. Con la fotógrafa fuimos a hablar ayer y la semana que viene sacamos las fotos, el álbum de firmas estaría en una semana y media. Las tarjetas están listas el lunes, los souvenirs van a estar listos el jueves de esa semana, en todo se movilizó mi mamá.
― ¿Y el vestido?
― Meli me lo va a hacer. Entonces solo falta probar telas. Kaarly y Faati iban a pasar a buscar a Jessica y de ahí a buscar al Melissa, van a la casa de Nina acá al lado y finalmente, llegan a mi casa. Va a tomar las medidas y a probar telas.
― Yo voy a ver si puedo viajar una semana antes, para ayudar en algo.
― Me encantaría. Bueno, escucho la risa tan discreta de Jessica, nos vemos Avi, chaucito.
― Chaaaaaaaau. –cortamos.
― Allí están, mis bitches.
― Oh yeah. ¡A armar un vestido!
Nina, que era la mejor dibujando, me hizo el boceto para el producto final, mientras que Kaarly, Fatishh y Jessi miraban las telas y revistas que Meel trajo y mi súper diseñadora nos ayudaba con el dibujo.
― ¿Habías pensado en ser diseñadora y trabajar en conjunto? Ponele, conmigo. Yo soy un desastre haciendo los diseños.
― Sí, pero no me gusta, prefiero veterinaria de pequeños animales. Pero si querés, te ayudo, no tendría problema.
Seguimos charlando, mirando telas y revistas. Jessica chilló como siete veces cuál era su vestido indicado. ¡Siete vestidos distintos el indicado! Las cosas que se ven hoy en día… Niall llego una hora después y mi hermana lo sacó a patadas, literalmente, después de pegarle una cachetada y mandarlo a casa de Liam. No quería imaginarme que sería los días previos. Entró a casa riéndose como desquiciada. Sospeché seriamente de la salud mental. Seguramente el juez en el civil me preguntaría si mi testigo tenía todos los caramelitos en la bolsa.
Fin semana 8: en un mes seré la señora Horan. ¿Están tan ansiosas como yo?
Última edición por - Lucianna Ainsworth el Dom 15 Ene 2012, 8:16 am, editado 1 vez
[ Elea ]
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
AY DIOS, ESTOY EMOCIONADA.
¡¡ S I G U E L A !!
¡¡ S I G U E L A !!
{@idrunkniall.}
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
LUUUUU!!!!!! perdon por no entrar antes, creo que ya sabes lo que paso con mi laptop y eso xddd
Esta bastante leeeeeenda!
Ya queiro que se caseeen *-----*
ajsdnaksdnjadsjasd
BESOS Y SALUUUUUDOOOOOOTES
Eva
Esta bastante leeeeeenda!
Ya queiro que se caseeen *-----*
ajsdnaksdnjadsjasd
BESOS Y SALUUUUUDOOOOOOTES
Eva
Eva Ramos
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