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"36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
# Ahhhhhhhh!
Amé el Capitulo! Salimos la Sexy de Karlish and Mee! Me emocione! ahjdhsdjk ghk Sos porteña? Me meó, yo soy Entrerriana! Viva Yoo! Oknot! Seguilaaaaaaaaa Pronto! Me encanta esta Novela, aunque odié a la rayis por un momento, porque mi Niall Lloró, & yo tambien u.u
Peace & love
Amé el Capitulo! Salimos la Sexy de Karlish and Mee! Me emocione! ahjdhsdjk ghk Sos porteña? Me meó, yo soy Entrerriana! Viva Yoo! Oknot! Seguilaaaaaaaaa Pronto! Me encanta esta Novela, aunque odié a la rayis por un momento, porque mi Niall Lloró, & yo tambien u.u
Peace & love
#Fátima Ailén
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
#Maartu; aqui está el cap (: xx
#Cordobesa de mis fantasías)?; No es necesario comentar, boluda. Me deja feliz que te haya gustaaaaaado. No sabés lo que era yo, mal cuando lo escribía, sobre todo a imaginar la voz rota de Niall. Lav iu :B xx
#Natoo; un placer escribir para ustedes (: xx
#Andre; con un gusto :DD xx
#Paooooo; Un gustazo tenerte de lectoooooooora. Cuidaaaaado con la acosadora, Jajajajaja. Adorarte con la vida, Pao (: xx
#Micuu Preciosa Mía; me alegro que te gusteee. Aguantemos las porteñas! Jajajajaj. Te quiero, Micuuu(: xx
#Fatishh Sexy como nadie)?; no la odies a la rayis! es tu amiga )? Jajajajaj. Aparecieron sexys de mierrrrrrrrrrrda! Jajaja, si, soy de Bs As. Lovearte.
Disfruten, putas mías.
Capítulo 5
Quinta semana
La vida me puede quitar algo, pero me regala otra cosa mucho mejor.
Tercera semana de Agosto. 2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 14
― ¡A levantarse, hoy hay limpieza! – ¿podía haber algo peor que eso? La respuesta es sí. Mi mamá querida prendió el equipo de audio y puso su cd de Los Náufragos. Recordarme matar a Jessica por bajarle todos esos temas fieros. Empezó a sonar por toda mi casa el famoso tema de los ’70, De boliche en boliche. Mamita, esta mañana iba a ser larga. Por lo general, Avi sufría conmigo… o peor, porque inconscientemente ya me sabía las letras y las cantaba, haciendo el súper dueto con mi mamá. Este era el primer domingo de limpieza sin Avi desde que tengo memoria…
Me busqué un jean viejo y una remera. Mi casa era calentita, asique no necesitaría un buzo. Bajé y volví a subir. Mi mamá abrió las ventanas y abajo era una heladera. Me abrigué y volví a bajar.
― Quiero gritar que te quiero, que me desespero por ir a besarte, por ir a cantarte todas mis canciones, que hablan de amoooooooooooooooooooooooor –mi Dios…
― Mamá, ¡haceme el favor de no torturarme!
― ¿Vos me torturas con tu música y yo no puedo disfrutar una parte chiquitita del domingo con lo que me gusta? Agradecé que no me quejo, querida.
La miré como “¿Comparás mi música con esa cosa?” pero para completar el paquete le aumentó el volumen, regalando sus setenta por todo el barrio. Al momento que empezó la popular canción “De boliche en boliche” golpearon la puerta. Agradecí mientras me dirigía al equipo de música, bajé el volumen y me acerqué a la entrada.
― ¡Qué musiquita, gorda! –mi vecina, Nina, hacia su aparición en mi casa, temprano.
― Que tarada que sos… ¡no sabés lo que me hace sufrir!
― Che, mi vieja se fue a trabajar y me levantó temprano porque no sé qué mierda del cartero, pero el tipo y paso… ¿puedo hacer algo productivo con ustedes?
― Si, pasá amor. –me aparté para que pase.
― Ma, Ni vino a ayudar porque en la casa se aburría.
―Perfecto. Hagan arriba que yo termino acá abajo.
Subimos y empezamos por la pieza de mi mamá. Para suerte nuestra, era bastante simple, con pocos muebles. Cambiamos sábanas, quitamos el polvo de las dos mesas de luz, el modular y arriba del placard. Proseguimos por el baño hasta dejarlo brillante. Una vez listo, faltaba mi cuarto. Ahí faltaban el armario, los pufs, el futón y el escritorio. Solo quedaban la cama, la mesa de luz y un par de cajas. Vale decir que los tipos que iban a venir a bajar la cama jamás aparecieron. Por eso, este sábado, entre Niall, Liam, Zayn y mi papá iban a intentar.
― ¡Ay, me muero! Está re vacía. Ahora parece más grande. –dijo mientras repasaba las paredes que aún conservaban frases en marcador indeleble y fotos. Había frases como “Renunciar a vos, es amargo. Un deseo puede ser una compañía cruel.”, o “Gozar, es tan parecido al amor. Gozar, es tan diferente al dolor. Gozar, es tan necesario mi amor.” Mi mamá puso el grito en el cielo cuando lo vio. Entre una pelea nuestra, lo había hecho. Sobre todo, lo había hecho en letra grande. ¿Las fotos? Los cuatro juntos, con mis papás, mi hermana, mi cuñado, Avi, Liam, sobraban las que tenía con Niall… también estaba Nina. Había impreso pero no pegado, con Kaarly y Fati.
― ¡Ey! Me encontré –señalo la foto en la que estábamos juntas, en la pileta, pero no la miraba, sino a la de al lado. Estaba con Liam en mis 15.
― ¿Miramos algo? –le pregunté sonriendo mientras la vi sonrojarse.
― Nada que no me interese –me guiñó el ojo y siguió barriendo. Pensé en hacer de cupido, intentarlo al menos. Sé que pasó un día desde que Avi se fue, pero estas veinticuatro horas para Payne habían sido tortuosas, lo habían metido en un agujero negro de golpe.
― Está copada esa foto y hace casi dos años vengo diciéndote que amo ese color de vestido. Y te lo voy a seguir diciendo de por vida.
― Lo sé, todos amaron el color. Debo decir que Jessi me lo recomendó y me encantó.
La foto que tenía con uno de mis mejores amigos era algo que podría mirar y reír y jamás dejar de hacerlo. Tenía un vestido carmesí largo, armado, el típico princesa, y él de traje. Era el vals, asique él me tenía de la cintura, yo una mano en su hombro y los otros brazos extendidos al frente. Yo le daba un beso en el cachete, y el hacía esa cara sorprendida sonriendo ¿me siguen? Era una foto, natural, tierna.
De la misma ocasión había varias: con Niall, bailando, en un beso, en el eterno abrazo que me dio después de leer una carta; con Jess y Zayn en la botella, con mi futuro hermano en el vals, con Jessica abrazadas, y una comiendo; con Avi, bailando, en abrazos; del corte de torta, cuando a mi papá se le cayó su porción; en el carioca… definitivamente la mejor noche de mi vida.
Pero volviendo a mi plan “Lina”-ese plan que se me ocurrió rapidito para unirlos, que se conozcan, se enamoren, se casen y tengan muchos hijitos. Tenía dentro de mí un muy buen presentimiento.
Lunes 15.
¡Ya estamos a mitad de agosto! Se me hace casi imposible como todo vuela. Sentí un tirón en mis pechos, y me tuve que despertar. Tomé mi teléfono y marqué el número de la doctora. Me tranquilicé al oír que era algo normal, que pasaría por muchos cambios cada vez más notables, aumento de pechos y de peso, ensanchamiento de caderas, cansancio, las náuseas y sobre todo, me levantaría muchas veces al baño, sobre todo en la noche. Una vez cortada la llamada me miré al espejo. Tenía los pechos más grandes, me sentía más cuadrada, y anoche había ido al baño 4 veces.
Al entrar en el colegio, usando un jean ajustado sentí a todos mirarme. La blusa ya no me quedaba como antes, pero no me sentí gorda, me sentí que pese a todo eso en un par de meses tendría a la criatura más adorable del mundo conmigo. Me sentí como debía, embarazada. Me senté sola. Me giré para hablar dos segundos con uno de mis compañeros.
― Señorita, acá tiene dos compañeras nuevas. –me giré y ahí estaban, en frente mío, Karla y Fátima.
― ¡Turras de mi alma! –les grité y las abracé.
― Te dijimos que nos íbamos a venir a la tarde ¿viste? Acá nos tenés. Asique a partir de ahora vamos a andar las tres juntas para todos lados. Como esmalte, uña y dedo. Asipi. Y vamos a ir a dormir a tu casa, a tomar gancia y a hablar hasta las 8 de la mañana y en el medio de la noche vamos a ir al living porque escuchamos ruidos raros y romper algún jarrón y… –con Fati dejamos de escuchar todos los planes que Karla tenía, para sentarnos y charlar. Tocó el timbre y automáticamente nos levantamos para ir a formar.
―… y vamos a ir también a Japón. Esos son, básicamente, los planes que tengo para nosotras. ¿Qué les parecen?
―Nos encantan todos –dijimos al mismo tiempo, con Fa. Nos miramos y pensamos exactamente lo mismo… ¿en que nos habremos metido?
Martes 16
― Me duele la espalda, papi.
― Vas a ir a la escuela igual.
― Pero pa, me hace mal.
― Llevate una silla.
― Ay, ¡que ridículo que sos! De enserio te estoy hablando. Me tomé un paracetamol y no me hizo nada. ¿Vos te crees que no me duele?
― Bancatelá. Yo no te dije que tengas relaciones con ese chico.
― ¿Seguís enojado?
― Por supuesto.
― A mí eso me tiene harta. H-a-r-t-a.
― Oh, discúlpeme, señorita tuve sexo con mi novio y ahora no soporto mi embarazo. Discúlpeme, estar tan susceptible y que yo no tenga paciencia para tener que escuchar quejas.
― La que me faltaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaba. Me banqué quince años tus quejas por cualquier estupidez. Que el color de la milanesa, que tu bóxer te aprieta, que en el trabajo el tarado de tu compañero te mancho los papeles. Dale, que yo me chupo el dedo y me quedo calladita. Me cansé la verdad. Ahora soy la escoria más o menos, por esperar un bebé con alguien que amo y no soy una que no tiene ni puta idea quien es el padre. La verdad que una vez que esté allá atrás, no me vas a ver un pelo, tranquilízate.
Habíamos explotado, los dos. De la peor manera. Subí a mi habitación, donde ya había terminado de guardar todo. Comencé a bajar caja por caja.
― No me vas a decir que ahora te ofendiste… lo único que te digo querida, es la verdad. –lo miré por unos segundos y volví a subir.
― Yo nunca te dije que lo que me dijiste no fuera verdad. Asique, con su permiso. –Apilé las tres cajas –me voy a mi casa.
― No bajamos la cama.
―Tengo el colchón inflable.
― Te va a hacer mal.
― ¿Qué me puede hacer peor que lo que me decís? Que tu viejo piense de tal manera de vos, no tiene precio. O quizás sí, pero ese lo vas a pagar vos. ¿Querés que me vaya de ahí atrás? Me alquilo otro lugar, no tengo ningún problema. Pero pensá. Todas las macanas que te mandaste con quien sea, te las perdoné. Inclusive, te pasé por alto que la engañás a mamá–lo noté palidecer notablemente – ¿Qué, creíste que no lo sabía? Sabés que, no puedo creer como es que no le dije a mamá… pero a la vez, me hace sentir que si se lo digo ahora, ¿cómo pruebo que vos le fuiste infiel? ¿Qué destruiste esta familia? La verdad, es que… no sé qué hago acá hablándote, tengo que irme al colegio.
Mi familia se estaba cayendo a pedazos, pero yo solo me preguntaba… ¿Por qué no hable en el momento que lo supe, hace una semana atrás? Y al segundo hallé la respuesta. Porque si hablaba, mi mamá sufriría tanto que terminaríamos todos mal.
Miércoles 17
Llegué a casa, dejé mi mochila y fui a la casa de mi mamá. Entré y fue lo peor que vi. Mi mamá llorando en el piso del living y mi papá estaba allí también pero de pie.
― ¿Se lo dijiste, al final? –él solo asintió, pero al segundo agregó.
― También sabe que vos lo sabías. –la miré a mi mamá con miedo.
― Tranquila mi amor, sé que te preocupaste por mí y lo único que querías es que yo esté bien. Vamos a salir adelante, sin nada que nos complique, ni a vos, ni a mí, ni a Jessi, ni a nadie, ¿sí?
― Veo que te olvidas de mí, Elizabeth.
― No, mañana mismo, empiezo los trámites del divorcio. No voy a seguir con alguien asi.
― Después de veinte años de matrimonio no se puede terminar todo asi como asi.
― Si se puede, yo lo termino. ¿Te crees que engañándome pero tratándome bien podes alivianar el asunto? No, señor. Estas muy equivocado. Andate con la nueva, no tengo problema, yo sola voy a saber salir adelante, por no decir que esta casa la fui manejando por mi cuenta…
Salió enojado, dando un portazo. No sé a dónde iría ahora, pero tampoco me importaba. Nos miramos con mi mamá y nos abrazamos muy fuerte.
― No quiero que te quedes sola. Si querés vuelvo con todo y…
― No, mi vida. Estoy bien, voy a estar mejor. Total, ustedes van a estar acá atrás.
― ¿Y si te intenta hacer algo?
― Lo conozco desde los diez años, no va a hacer nada.
― ¿Ma, sabés que tendríamos que hacer? Llamar a Jessi y tener una noche las tres juntas, como cuando papá se iba de viaje.
― Me encantaría esa idea, mi amor.
Fui al fijo para llamarla a mi hermana. Le conté lo que pasó y me dijo que vendría rapidísimo. Una vez que terminé de hablar con ella, lo llamé a Niall. Se quedó preocupado. Me hizo jurarle que cualquier cosa que necesitemos con mi mamá por esta semana, se lo hagamos saber al segundo. Sonreí, el amor que Niall sentía por su suegra era parecido al que sentía por su mamá y mi mamá siempre trató a sus dos yernos como hijos. Jessi llegó a casa rapidísimo, le conté lo que yo había llegado a oír y mamá nos contó el resto. Pasamos una noche genial, entre risas, películas, anécdotas de cuando éramos chicas, hablamos también del futuro Horan. Ambas querían una niña, aunque mi querida progenitora se puso completamente en contra de que la llamara Kimberly Alexandra. Le gustaba Kimberly, por su mamá, pero Alexandra le sonaba a prostituta… ¡Las madres de hoy en día!
Jueves 18
Me subí al auto de Niall, el me miró, o eso creo ya que no podía verlo por sus lentes de sol completamente opacos, y me sonrió.
― ¿Lista? –me besó.
― Más que nunca.
Emprendimos marcha hacia la doctora Arquette. Estábamos los dos bastante nerviosos. Me apoyé en su hombro y entrelazó nuestras manos. Rogábamos a Dios que todo saliera perfecto. No era exactamente un mes, pero las próximas dos semanas se iría de vacaciones, decidió no dejarnos con la intriga.
― ¿Enrich? –llamó la secretaria y entramos.
― Hola, bellos. Siéntense. –le obedecimos y ella nos imitó en frente. –Bien, según los análisis, es positivo el embarazo, de valores estas bien y bastante equilibrada. Ahora voy a pesarte, tomarte la presión, escucharte el corazón, los pulmones, hacer la eco y nos vemos en un mes. Me molesta esto de no poder atender a la mañana, para que no pierdas clases, pero solo atiendo de 14 a 18.
Me senté en la camilla. Me pidió sacarme la remera y una vez la prenda fuera escuchó mis latidos, lo que me causo un escalofrío por la temperatura que tenía el metal, luego pasó el estetoscopio a mi espalda, donde me pidió que inspirara y exhalara fuerte un par de veces. Todo en orden, según me informó. Tomó la presión y me pidió que me cuidara con la sal y todo ese tipo de cosas, ya que estaba algo alta, aunque era normal en el embarazo, pasaba el límite. La cara de espanto que puso Niall cuando lo dijo hizo que me tentara pero muy mal, haciéndome llorar de la risa. Me midió, seguía en el metro cuarenta y ocho y aumenté tres kilos lo cual era excelente. Me acosté y levanté mi remera. ¡Mierda! El gel estaba frío. Miramos a la pantalla y no supimos a donde mirar.
― Ese, es su bebé. –nos señaló lo que parecía una semilla de sésamo
― Bien, todo en su perfecto estado y ya apuntado, se pueden retirar. Nos vemos el mes que viene. –nos saludó y salimos del consultorio.
― Bien, ¿tenés ácido fólico todavía o hay que comprar? Acordate de controlarte con la sal, los fiambres, los embutidos…
― Niall, te vas a ahogar si seguís hablando tan rápido mi amor. Tengo que comprar y si, sé de qué me tengo que cuidar. Tranquilo, ¿okay?
― Es que no quiero que les pase nada –dijo con voz de bebé y me miró haciendo pucherito, mientras esperábamos a que el semáforo cambiara a verde.
― No podes ser tan tierno –le di un beso y volvimos a la marcha.
Mi mamá se pidió el resto de la semana para empezar a arreglar el divorcio. Llegamos y Niall le boconeó todo sobre la consulta. Mi mamá se puso tanto como Niall de histérica cuando se enteró lo de la presión.
― Al final, ¿hoy venían Harry y Louis?
― Si, van a retirar a Fati y Kaar del cole, asi ellas vienen a ayudar también. –En este poco tiempo nos habíamos hecho muy amigos los seis. Mamá dice que somos un estilo de Friends, eso quisiéramos. Sentí vibrar mi celular.
― Hola.
― Eh, wachina. Te llama la Avi desde Venezuela para todo el mundo.
― Jajajajajaja, ¡qué pavota! ¿Cómo estás, nena?
― Bien, intentando no tener un acento nuevo, ¿vos? ¿Cómo va el mini Horan?
― Bien y excelente. Hace un ratito llegamos con Niall del médico ¡Ya lo vimos! Es un porotito, va, más chiquito. Ahora van a venir unos amigos para ayudarnos a bajar la infernal cama esa.
― ¿Todavía andan dando vueltas con eso? Jajaja. ¿Va a ir Liam?
―No –no supe si decirle la verdad, que en ese momento, él estaba en una cita con Nina o mentirle. Opte por decirle la verdad. –Salió con mi vecina, Nina.
― Ahh, bueno, mejor, ¿no? Sé que tuvimos lo nuestro muy intenso pero… yo quiero que él sea feliz, ¿sabés? Y no me gustó como quedó después de que rompimos. Yo quiero que tenga algo con esta chica, y vos lo vas a hacer posible, por mí, porfa.
― Por vos hago todo, sos mi mejor amiga… si me pedís que te baje la luna lo hago. ¡Ojalá nos veamos pronto!
― Ay, sí. Yo quiero ver como está la pan… –mientras Abril hablaba llegaron mi esmalte y uña.
― ¡Carrrrrrrrrne, estamos acá, uña y esmalte, vení a recibirnos que hoy nos abandonaste en la escuela, me tuve que sentar con Fati!
― Llegaron tus amigas. Nos vemos por Skype, prontito, ¿sí? Besito.
Cortó. Suspiré, esta amistad a distancia no iba a ser fácil.
― Bueno, a mí me gustaría irme… –dijo Fati en cuanto vió la tamaña cama que había que bajar. La habíamos desarmado, pero el elástico era enorme y la escalera angosta. Louis la tomó de la cintura y la acercó a él
― Vos de acá no te vas.
― Me llega a pasar algo, y me comprás una casa en Miami.
Reímos, podía jurar que jamás me cansaría de ellos, Nunca.
Viernes 19
Esta noche, mi mamá y la mamá de Nina saldrían a cenar y ella se quedaría en mi casa.
― ¿Y? Contame como te fue ayer.
― La verdad que mejor que lo que esperé. Pensé que iba a estar asi medio depre, pero la verdad que le puso onda, re simpático. Me dijo que le veía algo al asunto y vamos a salir a cenar la semana que viene.
― Les viene re bien a los dos. Che, Nina. Te voy a contar. Ayer hablé con Avi. Me pidió que por favor, estén juntos. Ella sabe que no va a volver y quiere que él esté bien. Prometeme que le vas a poner todo el cariño del mundo o que por lo menos lo vas a intentar.
― Te prometo que lo voy a súper intentar. Pero, cambiando de tema. ¿Cómo te sentís vos, en medio de todo esto? ¿Descansas bien? ¿Comés adecuado? El bebé está perfecto, me imagino.
― La verdad, estoy mejor de lo que esperé. Mi viejo era mi mundo. Lo re tenía en un altar y hace una semana me enteré que la engañaba a mi vieja. Eso me hizo pelota. La llamé a la doctora y me pidió que me calme, y que intente no pensar en esas cosas. No me iban a hacer bien y tiene razón. Tengo que aceptar que es mi viejo, sí. Pero también decir “Ya fue, loco. Metiste la pata, chau. Hacé tu vida.”
― La verdad… no conviene preocuparse por quien no vale la pena…
― Usted lo ha dicho, cariño.
Prendimos la tele y miramos los bananas en piyamas, hasta las tres de la mañana, quedando totalmente rendidas.
Sábado 20
Le pedí el finde a mi prima, ya que terminaríamos la casa, y me lo dio con gusto. Eran las 9 de la mañana y con mi novio nos helábamos en frente de mi casa. Yo estaba de pié junto a la puerta de nuestra futura casa y él sentado en un banco que mi mamá había puesto ahí. Llevábamos 15 minutos esperando, congelándonos.
― ¿Puede tardarse un poquito más este pibe? – pregunté bostezando. Me subí el cierre de la campera de Niall. Era una morada que se había dejado en mi casa y, obviamente, me la agarré para mí.
― Tranquila, mi amor. Ya va a venir. –me miró fijamente, escaneándome con sus ojos azules. Sonreí y me senté al lado de él, apoyando mi cabeza en su pecho y escuchándolo latir. Agrandé mi sonrisa.
― Imagina, terminaremos de armar nuestra casita.
― Oh, calláte, que voy a emocionarme.
― ¡Llegamos! –anunciaron Nina y Liam, al mismo tiempo.
― Espérennos, manga de turros. –pidió Louis, mientras entraba con Fati. –Kaarly y Harry no vienen. Tuvieron sexo y rock and roll anoche, y no contestan el celu ahora. –no había forma de no reírse. Abrimos la casa y entramos. Estaba todo ordenado, menos la cama. Estaban las tres partes en medio de todo y sobre la mesa de la cocina, los tornillos y el destornillador para armar.
― ¡Quiero ver mi piezaaaa! Desde hace más de una semana que no nos deja verla. –Payne se acercó a la puerta del lugar que pronto habitaría y la abrió. Entramos con Horan y no lo podíamos creer. Había quedado preciosa. Las paredes eran de color crema y tenían una guarda oscura. En la pared de la puerta estaban los dos armarios incrustados en la pared, de negro. Las cortinas del mismo color, contrastando con el crema de las paredes. En las mesas de luz, haciendo juego con los armarios y las cortinas, un marco de fotos en cada una, con una foto nuestra. Sobre los estantes que había en las paredes había libros, películas y se repartían un par de fotos que tenía en mi pieza. El resto, estaba en el living.
― La verdad, no puedo encontrarle una sola crítica negativa a este lugar, es… perfecto. Tenés madera para esto, viejo. –Liam sonrió muy feliz y con Niall se abrazaron.
― Niall, no le dijimos todavía –le guiñe el ojo en cuanto se separaron.
― ¿Decirme qué? –Liam nos miró ansioso.
― Vas a ser el padrino del bebé. –Y fue definitivo, nos largamos a llorar todos. Necesitamos un rato largo para calmarnos y cuando lo hicimos, pusimos música y mientras los hombres armaron la cama, nosotras limpiamos el polvo que se fue acumulando.
― Me alegro que todos nos llevemos bien, aunque faltan Harry y Karla, pero de seguro se va a llevar divino con ellos. –le sonreí a Nina.
― Yo creo lo mismo. Somos un grupo… interesante.
― Pero el mejor que pudimos armar.
Nos abrazamos y no pude evitar una lágrima, no me arrepentía de nada. Absolutamente nada.
Fin semana cinco: Soy feliz, pese a todo… lo soy.
#Cordobesa de mis fantasías)?; No es necesario comentar, boluda. Me deja feliz que te haya gustaaaaaado. No sabés lo que era yo, mal cuando lo escribía, sobre todo a imaginar la voz rota de Niall. Lav iu :B xx
#Natoo; un placer escribir para ustedes (: xx
#Andre; con un gusto :DD xx
#Paooooo; Un gustazo tenerte de lectoooooooora. Cuidaaaaado con la acosadora, Jajajajaja. Adorarte con la vida, Pao (: xx
#Micuu Preciosa Mía; me alegro que te gusteee. Aguantemos las porteñas! Jajajajaj. Te quiero, Micuuu(: xx
#Fatishh Sexy como nadie)?; no la odies a la rayis! es tu amiga )? Jajajajaj. Aparecieron sexys de mierrrrrrrrrrrda! Jajaja, si, soy de Bs As. Lovearte.
Disfruten, putas mías.
Capítulo 5
Quinta semana
La vida me puede quitar algo, pero me regala otra cosa mucho mejor.
Tercera semana de Agosto. 2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 14
― ¡A levantarse, hoy hay limpieza! – ¿podía haber algo peor que eso? La respuesta es sí. Mi mamá querida prendió el equipo de audio y puso su cd de Los Náufragos. Recordarme matar a Jessica por bajarle todos esos temas fieros. Empezó a sonar por toda mi casa el famoso tema de los ’70, De boliche en boliche. Mamita, esta mañana iba a ser larga. Por lo general, Avi sufría conmigo… o peor, porque inconscientemente ya me sabía las letras y las cantaba, haciendo el súper dueto con mi mamá. Este era el primer domingo de limpieza sin Avi desde que tengo memoria…
Me busqué un jean viejo y una remera. Mi casa era calentita, asique no necesitaría un buzo. Bajé y volví a subir. Mi mamá abrió las ventanas y abajo era una heladera. Me abrigué y volví a bajar.
― Quiero gritar que te quiero, que me desespero por ir a besarte, por ir a cantarte todas mis canciones, que hablan de amoooooooooooooooooooooooor –mi Dios…
― Mamá, ¡haceme el favor de no torturarme!
― ¿Vos me torturas con tu música y yo no puedo disfrutar una parte chiquitita del domingo con lo que me gusta? Agradecé que no me quejo, querida.
La miré como “¿Comparás mi música con esa cosa?” pero para completar el paquete le aumentó el volumen, regalando sus setenta por todo el barrio. Al momento que empezó la popular canción “De boliche en boliche” golpearon la puerta. Agradecí mientras me dirigía al equipo de música, bajé el volumen y me acerqué a la entrada.
― ¡Qué musiquita, gorda! –mi vecina, Nina, hacia su aparición en mi casa, temprano.
― Que tarada que sos… ¡no sabés lo que me hace sufrir!
― Che, mi vieja se fue a trabajar y me levantó temprano porque no sé qué mierda del cartero, pero el tipo y paso… ¿puedo hacer algo productivo con ustedes?
― Si, pasá amor. –me aparté para que pase.
― Ma, Ni vino a ayudar porque en la casa se aburría.
―Perfecto. Hagan arriba que yo termino acá abajo.
Subimos y empezamos por la pieza de mi mamá. Para suerte nuestra, era bastante simple, con pocos muebles. Cambiamos sábanas, quitamos el polvo de las dos mesas de luz, el modular y arriba del placard. Proseguimos por el baño hasta dejarlo brillante. Una vez listo, faltaba mi cuarto. Ahí faltaban el armario, los pufs, el futón y el escritorio. Solo quedaban la cama, la mesa de luz y un par de cajas. Vale decir que los tipos que iban a venir a bajar la cama jamás aparecieron. Por eso, este sábado, entre Niall, Liam, Zayn y mi papá iban a intentar.
― ¡Ay, me muero! Está re vacía. Ahora parece más grande. –dijo mientras repasaba las paredes que aún conservaban frases en marcador indeleble y fotos. Había frases como “Renunciar a vos, es amargo. Un deseo puede ser una compañía cruel.”, o “Gozar, es tan parecido al amor. Gozar, es tan diferente al dolor. Gozar, es tan necesario mi amor.” Mi mamá puso el grito en el cielo cuando lo vio. Entre una pelea nuestra, lo había hecho. Sobre todo, lo había hecho en letra grande. ¿Las fotos? Los cuatro juntos, con mis papás, mi hermana, mi cuñado, Avi, Liam, sobraban las que tenía con Niall… también estaba Nina. Había impreso pero no pegado, con Kaarly y Fati.
― ¡Ey! Me encontré –señalo la foto en la que estábamos juntas, en la pileta, pero no la miraba, sino a la de al lado. Estaba con Liam en mis 15.
― ¿Miramos algo? –le pregunté sonriendo mientras la vi sonrojarse.
― Nada que no me interese –me guiñó el ojo y siguió barriendo. Pensé en hacer de cupido, intentarlo al menos. Sé que pasó un día desde que Avi se fue, pero estas veinticuatro horas para Payne habían sido tortuosas, lo habían metido en un agujero negro de golpe.
― Está copada esa foto y hace casi dos años vengo diciéndote que amo ese color de vestido. Y te lo voy a seguir diciendo de por vida.
― Lo sé, todos amaron el color. Debo decir que Jessi me lo recomendó y me encantó.
La foto que tenía con uno de mis mejores amigos era algo que podría mirar y reír y jamás dejar de hacerlo. Tenía un vestido carmesí largo, armado, el típico princesa, y él de traje. Era el vals, asique él me tenía de la cintura, yo una mano en su hombro y los otros brazos extendidos al frente. Yo le daba un beso en el cachete, y el hacía esa cara sorprendida sonriendo ¿me siguen? Era una foto, natural, tierna.
De la misma ocasión había varias: con Niall, bailando, en un beso, en el eterno abrazo que me dio después de leer una carta; con Jess y Zayn en la botella, con mi futuro hermano en el vals, con Jessica abrazadas, y una comiendo; con Avi, bailando, en abrazos; del corte de torta, cuando a mi papá se le cayó su porción; en el carioca… definitivamente la mejor noche de mi vida.
Pero volviendo a mi plan “Lina”-ese plan que se me ocurrió rapidito para unirlos, que se conozcan, se enamoren, se casen y tengan muchos hijitos. Tenía dentro de mí un muy buen presentimiento.
Lunes 15.
¡Ya estamos a mitad de agosto! Se me hace casi imposible como todo vuela. Sentí un tirón en mis pechos, y me tuve que despertar. Tomé mi teléfono y marqué el número de la doctora. Me tranquilicé al oír que era algo normal, que pasaría por muchos cambios cada vez más notables, aumento de pechos y de peso, ensanchamiento de caderas, cansancio, las náuseas y sobre todo, me levantaría muchas veces al baño, sobre todo en la noche. Una vez cortada la llamada me miré al espejo. Tenía los pechos más grandes, me sentía más cuadrada, y anoche había ido al baño 4 veces.
Al entrar en el colegio, usando un jean ajustado sentí a todos mirarme. La blusa ya no me quedaba como antes, pero no me sentí gorda, me sentí que pese a todo eso en un par de meses tendría a la criatura más adorable del mundo conmigo. Me sentí como debía, embarazada. Me senté sola. Me giré para hablar dos segundos con uno de mis compañeros.
― Señorita, acá tiene dos compañeras nuevas. –me giré y ahí estaban, en frente mío, Karla y Fátima.
― ¡Turras de mi alma! –les grité y las abracé.
― Te dijimos que nos íbamos a venir a la tarde ¿viste? Acá nos tenés. Asique a partir de ahora vamos a andar las tres juntas para todos lados. Como esmalte, uña y dedo. Asipi. Y vamos a ir a dormir a tu casa, a tomar gancia y a hablar hasta las 8 de la mañana y en el medio de la noche vamos a ir al living porque escuchamos ruidos raros y romper algún jarrón y… –con Fati dejamos de escuchar todos los planes que Karla tenía, para sentarnos y charlar. Tocó el timbre y automáticamente nos levantamos para ir a formar.
―… y vamos a ir también a Japón. Esos son, básicamente, los planes que tengo para nosotras. ¿Qué les parecen?
―Nos encantan todos –dijimos al mismo tiempo, con Fa. Nos miramos y pensamos exactamente lo mismo… ¿en que nos habremos metido?
Martes 16
― Me duele la espalda, papi.
― Vas a ir a la escuela igual.
― Pero pa, me hace mal.
― Llevate una silla.
― Ay, ¡que ridículo que sos! De enserio te estoy hablando. Me tomé un paracetamol y no me hizo nada. ¿Vos te crees que no me duele?
― Bancatelá. Yo no te dije que tengas relaciones con ese chico.
― ¿Seguís enojado?
― Por supuesto.
― A mí eso me tiene harta. H-a-r-t-a.
― Oh, discúlpeme, señorita tuve sexo con mi novio y ahora no soporto mi embarazo. Discúlpeme, estar tan susceptible y que yo no tenga paciencia para tener que escuchar quejas.
― La que me faltaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaba. Me banqué quince años tus quejas por cualquier estupidez. Que el color de la milanesa, que tu bóxer te aprieta, que en el trabajo el tarado de tu compañero te mancho los papeles. Dale, que yo me chupo el dedo y me quedo calladita. Me cansé la verdad. Ahora soy la escoria más o menos, por esperar un bebé con alguien que amo y no soy una que no tiene ni puta idea quien es el padre. La verdad que una vez que esté allá atrás, no me vas a ver un pelo, tranquilízate.
Habíamos explotado, los dos. De la peor manera. Subí a mi habitación, donde ya había terminado de guardar todo. Comencé a bajar caja por caja.
― No me vas a decir que ahora te ofendiste… lo único que te digo querida, es la verdad. –lo miré por unos segundos y volví a subir.
― Yo nunca te dije que lo que me dijiste no fuera verdad. Asique, con su permiso. –Apilé las tres cajas –me voy a mi casa.
― No bajamos la cama.
―Tengo el colchón inflable.
― Te va a hacer mal.
― ¿Qué me puede hacer peor que lo que me decís? Que tu viejo piense de tal manera de vos, no tiene precio. O quizás sí, pero ese lo vas a pagar vos. ¿Querés que me vaya de ahí atrás? Me alquilo otro lugar, no tengo ningún problema. Pero pensá. Todas las macanas que te mandaste con quien sea, te las perdoné. Inclusive, te pasé por alto que la engañás a mamá–lo noté palidecer notablemente – ¿Qué, creíste que no lo sabía? Sabés que, no puedo creer como es que no le dije a mamá… pero a la vez, me hace sentir que si se lo digo ahora, ¿cómo pruebo que vos le fuiste infiel? ¿Qué destruiste esta familia? La verdad, es que… no sé qué hago acá hablándote, tengo que irme al colegio.
Mi familia se estaba cayendo a pedazos, pero yo solo me preguntaba… ¿Por qué no hable en el momento que lo supe, hace una semana atrás? Y al segundo hallé la respuesta. Porque si hablaba, mi mamá sufriría tanto que terminaríamos todos mal.
Miércoles 17
Llegué a casa, dejé mi mochila y fui a la casa de mi mamá. Entré y fue lo peor que vi. Mi mamá llorando en el piso del living y mi papá estaba allí también pero de pie.
― ¿Se lo dijiste, al final? –él solo asintió, pero al segundo agregó.
― También sabe que vos lo sabías. –la miré a mi mamá con miedo.
― Tranquila mi amor, sé que te preocupaste por mí y lo único que querías es que yo esté bien. Vamos a salir adelante, sin nada que nos complique, ni a vos, ni a mí, ni a Jessi, ni a nadie, ¿sí?
― Veo que te olvidas de mí, Elizabeth.
― No, mañana mismo, empiezo los trámites del divorcio. No voy a seguir con alguien asi.
― Después de veinte años de matrimonio no se puede terminar todo asi como asi.
― Si se puede, yo lo termino. ¿Te crees que engañándome pero tratándome bien podes alivianar el asunto? No, señor. Estas muy equivocado. Andate con la nueva, no tengo problema, yo sola voy a saber salir adelante, por no decir que esta casa la fui manejando por mi cuenta…
Salió enojado, dando un portazo. No sé a dónde iría ahora, pero tampoco me importaba. Nos miramos con mi mamá y nos abrazamos muy fuerte.
― No quiero que te quedes sola. Si querés vuelvo con todo y…
― No, mi vida. Estoy bien, voy a estar mejor. Total, ustedes van a estar acá atrás.
― ¿Y si te intenta hacer algo?
― Lo conozco desde los diez años, no va a hacer nada.
― ¿Ma, sabés que tendríamos que hacer? Llamar a Jessi y tener una noche las tres juntas, como cuando papá se iba de viaje.
― Me encantaría esa idea, mi amor.
Fui al fijo para llamarla a mi hermana. Le conté lo que pasó y me dijo que vendría rapidísimo. Una vez que terminé de hablar con ella, lo llamé a Niall. Se quedó preocupado. Me hizo jurarle que cualquier cosa que necesitemos con mi mamá por esta semana, se lo hagamos saber al segundo. Sonreí, el amor que Niall sentía por su suegra era parecido al que sentía por su mamá y mi mamá siempre trató a sus dos yernos como hijos. Jessi llegó a casa rapidísimo, le conté lo que yo había llegado a oír y mamá nos contó el resto. Pasamos una noche genial, entre risas, películas, anécdotas de cuando éramos chicas, hablamos también del futuro Horan. Ambas querían una niña, aunque mi querida progenitora se puso completamente en contra de que la llamara Kimberly Alexandra. Le gustaba Kimberly, por su mamá, pero Alexandra le sonaba a prostituta… ¡Las madres de hoy en día!
Jueves 18
Me subí al auto de Niall, el me miró, o eso creo ya que no podía verlo por sus lentes de sol completamente opacos, y me sonrió.
― ¿Lista? –me besó.
― Más que nunca.
Emprendimos marcha hacia la doctora Arquette. Estábamos los dos bastante nerviosos. Me apoyé en su hombro y entrelazó nuestras manos. Rogábamos a Dios que todo saliera perfecto. No era exactamente un mes, pero las próximas dos semanas se iría de vacaciones, decidió no dejarnos con la intriga.
― ¿Enrich? –llamó la secretaria y entramos.
― Hola, bellos. Siéntense. –le obedecimos y ella nos imitó en frente. –Bien, según los análisis, es positivo el embarazo, de valores estas bien y bastante equilibrada. Ahora voy a pesarte, tomarte la presión, escucharte el corazón, los pulmones, hacer la eco y nos vemos en un mes. Me molesta esto de no poder atender a la mañana, para que no pierdas clases, pero solo atiendo de 14 a 18.
Me senté en la camilla. Me pidió sacarme la remera y una vez la prenda fuera escuchó mis latidos, lo que me causo un escalofrío por la temperatura que tenía el metal, luego pasó el estetoscopio a mi espalda, donde me pidió que inspirara y exhalara fuerte un par de veces. Todo en orden, según me informó. Tomó la presión y me pidió que me cuidara con la sal y todo ese tipo de cosas, ya que estaba algo alta, aunque era normal en el embarazo, pasaba el límite. La cara de espanto que puso Niall cuando lo dijo hizo que me tentara pero muy mal, haciéndome llorar de la risa. Me midió, seguía en el metro cuarenta y ocho y aumenté tres kilos lo cual era excelente. Me acosté y levanté mi remera. ¡Mierda! El gel estaba frío. Miramos a la pantalla y no supimos a donde mirar.
― Ese, es su bebé. –nos señaló lo que parecía una semilla de sésamo
― Bien, todo en su perfecto estado y ya apuntado, se pueden retirar. Nos vemos el mes que viene. –nos saludó y salimos del consultorio.
― Bien, ¿tenés ácido fólico todavía o hay que comprar? Acordate de controlarte con la sal, los fiambres, los embutidos…
― Niall, te vas a ahogar si seguís hablando tan rápido mi amor. Tengo que comprar y si, sé de qué me tengo que cuidar. Tranquilo, ¿okay?
― Es que no quiero que les pase nada –dijo con voz de bebé y me miró haciendo pucherito, mientras esperábamos a que el semáforo cambiara a verde.
― No podes ser tan tierno –le di un beso y volvimos a la marcha.
Mi mamá se pidió el resto de la semana para empezar a arreglar el divorcio. Llegamos y Niall le boconeó todo sobre la consulta. Mi mamá se puso tanto como Niall de histérica cuando se enteró lo de la presión.
― Al final, ¿hoy venían Harry y Louis?
― Si, van a retirar a Fati y Kaar del cole, asi ellas vienen a ayudar también. –En este poco tiempo nos habíamos hecho muy amigos los seis. Mamá dice que somos un estilo de Friends, eso quisiéramos. Sentí vibrar mi celular.
― Hola.
― Eh, wachina. Te llama la Avi desde Venezuela para todo el mundo.
― Jajajajajaja, ¡qué pavota! ¿Cómo estás, nena?
― Bien, intentando no tener un acento nuevo, ¿vos? ¿Cómo va el mini Horan?
― Bien y excelente. Hace un ratito llegamos con Niall del médico ¡Ya lo vimos! Es un porotito, va, más chiquito. Ahora van a venir unos amigos para ayudarnos a bajar la infernal cama esa.
― ¿Todavía andan dando vueltas con eso? Jajaja. ¿Va a ir Liam?
―No –no supe si decirle la verdad, que en ese momento, él estaba en una cita con Nina o mentirle. Opte por decirle la verdad. –Salió con mi vecina, Nina.
― Ahh, bueno, mejor, ¿no? Sé que tuvimos lo nuestro muy intenso pero… yo quiero que él sea feliz, ¿sabés? Y no me gustó como quedó después de que rompimos. Yo quiero que tenga algo con esta chica, y vos lo vas a hacer posible, por mí, porfa.
― Por vos hago todo, sos mi mejor amiga… si me pedís que te baje la luna lo hago. ¡Ojalá nos veamos pronto!
― Ay, sí. Yo quiero ver como está la pan… –mientras Abril hablaba llegaron mi esmalte y uña.
― ¡Carrrrrrrrrne, estamos acá, uña y esmalte, vení a recibirnos que hoy nos abandonaste en la escuela, me tuve que sentar con Fati!
― Llegaron tus amigas. Nos vemos por Skype, prontito, ¿sí? Besito.
Cortó. Suspiré, esta amistad a distancia no iba a ser fácil.
― Bueno, a mí me gustaría irme… –dijo Fati en cuanto vió la tamaña cama que había que bajar. La habíamos desarmado, pero el elástico era enorme y la escalera angosta. Louis la tomó de la cintura y la acercó a él
― Vos de acá no te vas.
― Me llega a pasar algo, y me comprás una casa en Miami.
Reímos, podía jurar que jamás me cansaría de ellos, Nunca.
Viernes 19
Esta noche, mi mamá y la mamá de Nina saldrían a cenar y ella se quedaría en mi casa.
― ¿Y? Contame como te fue ayer.
― La verdad que mejor que lo que esperé. Pensé que iba a estar asi medio depre, pero la verdad que le puso onda, re simpático. Me dijo que le veía algo al asunto y vamos a salir a cenar la semana que viene.
― Les viene re bien a los dos. Che, Nina. Te voy a contar. Ayer hablé con Avi. Me pidió que por favor, estén juntos. Ella sabe que no va a volver y quiere que él esté bien. Prometeme que le vas a poner todo el cariño del mundo o que por lo menos lo vas a intentar.
― Te prometo que lo voy a súper intentar. Pero, cambiando de tema. ¿Cómo te sentís vos, en medio de todo esto? ¿Descansas bien? ¿Comés adecuado? El bebé está perfecto, me imagino.
― La verdad, estoy mejor de lo que esperé. Mi viejo era mi mundo. Lo re tenía en un altar y hace una semana me enteré que la engañaba a mi vieja. Eso me hizo pelota. La llamé a la doctora y me pidió que me calme, y que intente no pensar en esas cosas. No me iban a hacer bien y tiene razón. Tengo que aceptar que es mi viejo, sí. Pero también decir “Ya fue, loco. Metiste la pata, chau. Hacé tu vida.”
― La verdad… no conviene preocuparse por quien no vale la pena…
― Usted lo ha dicho, cariño.
Prendimos la tele y miramos los bananas en piyamas, hasta las tres de la mañana, quedando totalmente rendidas.
Sábado 20
Le pedí el finde a mi prima, ya que terminaríamos la casa, y me lo dio con gusto. Eran las 9 de la mañana y con mi novio nos helábamos en frente de mi casa. Yo estaba de pié junto a la puerta de nuestra futura casa y él sentado en un banco que mi mamá había puesto ahí. Llevábamos 15 minutos esperando, congelándonos.
― ¿Puede tardarse un poquito más este pibe? – pregunté bostezando. Me subí el cierre de la campera de Niall. Era una morada que se había dejado en mi casa y, obviamente, me la agarré para mí.
― Tranquila, mi amor. Ya va a venir. –me miró fijamente, escaneándome con sus ojos azules. Sonreí y me senté al lado de él, apoyando mi cabeza en su pecho y escuchándolo latir. Agrandé mi sonrisa.
― Imagina, terminaremos de armar nuestra casita.
― Oh, calláte, que voy a emocionarme.
― ¡Llegamos! –anunciaron Nina y Liam, al mismo tiempo.
― Espérennos, manga de turros. –pidió Louis, mientras entraba con Fati. –Kaarly y Harry no vienen. Tuvieron sexo y rock and roll anoche, y no contestan el celu ahora. –no había forma de no reírse. Abrimos la casa y entramos. Estaba todo ordenado, menos la cama. Estaban las tres partes en medio de todo y sobre la mesa de la cocina, los tornillos y el destornillador para armar.
― ¡Quiero ver mi piezaaaa! Desde hace más de una semana que no nos deja verla. –Payne se acercó a la puerta del lugar que pronto habitaría y la abrió. Entramos con Horan y no lo podíamos creer. Había quedado preciosa. Las paredes eran de color crema y tenían una guarda oscura. En la pared de la puerta estaban los dos armarios incrustados en la pared, de negro. Las cortinas del mismo color, contrastando con el crema de las paredes. En las mesas de luz, haciendo juego con los armarios y las cortinas, un marco de fotos en cada una, con una foto nuestra. Sobre los estantes que había en las paredes había libros, películas y se repartían un par de fotos que tenía en mi pieza. El resto, estaba en el living.
― La verdad, no puedo encontrarle una sola crítica negativa a este lugar, es… perfecto. Tenés madera para esto, viejo. –Liam sonrió muy feliz y con Niall se abrazaron.
― Niall, no le dijimos todavía –le guiñe el ojo en cuanto se separaron.
― ¿Decirme qué? –Liam nos miró ansioso.
― Vas a ser el padrino del bebé. –Y fue definitivo, nos largamos a llorar todos. Necesitamos un rato largo para calmarnos y cuando lo hicimos, pusimos música y mientras los hombres armaron la cama, nosotras limpiamos el polvo que se fue acumulando.
― Me alegro que todos nos llevemos bien, aunque faltan Harry y Karla, pero de seguro se va a llevar divino con ellos. –le sonreí a Nina.
― Yo creo lo mismo. Somos un grupo… interesante.
― Pero el mejor que pudimos armar.
Nos abrazamos y no pude evitar una lágrima, no me arrepentía de nada. Absolutamente nada.
Fin semana cinco: Soy feliz, pese a todo… lo soy.
[ Elea ]
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Oh mi Dios :') Niall es ...perfecto.
¡¡ S I G U E L A !!
¡¡ S I G U E L A !!
{@idrunkniall.}
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Me encantaaaaa. Me emocione, ¿sabes? Y es jodido que me emocione xD
Te quieeroo Luuu :) Mi porteña favorita.
Te quieeroo Luuu :) Mi porteña favorita.
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Luuuuuu!!!!! Diooooos me diste en el clavo!
Jajajajja a mi me fascinan las noves con bebes :3 (Creo que ya lo sabes) jajaja me encaaantaaaan!!!
Dioooos! anoche la empecé a leer y la dejé a medias porque mi mama me quito la laptop ¬¬
Así que Avi se fue a Venezuela, jajajja a mi pais... Yo no queria que se fuera u_u la verdad xd
Me encaaantaaaaa :D
Siguela porfa
Con amor
Eva :)
Jajajajja a mi me fascinan las noves con bebes :3 (Creo que ya lo sabes) jajaja me encaaantaaaan!!!
Dioooos! anoche la empecé a leer y la dejé a medias porque mi mama me quito la laptop ¬¬
Así que Avi se fue a Venezuela, jajajja a mi pais... Yo no queria que se fuera u_u la verdad xd
Me encaaantaaaaa :D
Siguela porfa
Con amor
Eva :)
Eva Ramos
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
OU MAI FAQUIN GAD (? afjdnfjdngj aiiiii Lu, amo como escribiiis, osea, es muy jfhdjfdkjfk, se entendio? jijiji seguila cuando puedaas, te adoro linda!
p.d: rayita tiene la re suerte, la odio ¬¬ ah se odiaba a si misma xd YO SABES CUANTOS HIJOS LE DOY A NIALL FKDJFKDFK OLVIDATE WACHIN (?
p.d: rayita tiene la re suerte, la odio ¬¬ ah se odiaba a si misma xd YO SABES CUANTOS HIJOS LE DOY A NIALL FKDJFKDFK OLVIDATE WACHIN (?
Paola Agustinaa.-
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Hooooola! Buenis, primero & principal, perdoname por no haber pasado antes, pero ando re despistada & ocupada ultimamente, pero recien ahora me etsoy poniendo al dia con las Novelas! & viendo cual voy a dejar de Leer, XD. si Son millones para Mi XD. Bueno ammmmmmmmó tu novela, asi que no puedo dejar de leer, & vos tenes que ser buena & subir another Caaaap! XD..
#Fátima Ailén
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
ASDUGJSDKJNSÑFK siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisterrrrr... Te quejás de mí, pero sos casi peor...
CÓMO VAS A SUBIR DOS SEMANAS EN MI AUSENCIA? ES INDIGNANTE! Sos una desubicada, hermana >.< (?
JAJAJAJ amé los caps... Destacable el "preguntale a Tan Biónica por sus pastillitas del olvido" del cap anterior xd me tuviste riendo un rato laaaaaaaaargo :D
Escribís genial, lo sabés... Quiero la otra semanaaaaaaaaaaaaaaaa :D dale que siiiii? ^^
Te amo, te amo, te amo, aunque te coma todo el crédito hablando 20 minutos con vos ^^ sos la mejor :3
CÓMO VAS A SUBIR DOS SEMANAS EN MI AUSENCIA? ES INDIGNANTE! Sos una desubicada, hermana >.< (?
JAJAJAJ amé los caps... Destacable el "preguntale a Tan Biónica por sus pastillitas del olvido" del cap anterior xd me tuviste riendo un rato laaaaaaaaargo :D
Escribís genial, lo sabés... Quiero la otra semanaaaaaaaaaaaaaaaa :D dale que siiiii? ^^
Te amo, te amo, te amo, aunque te coma todo el crédito hablando 20 minutos con vos ^^ sos la mejor :3
Duquesa de Miel
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
#Andre: ¿qué puedo decirte? Más que perfecto el Horan. (oh dios, amo tu Avatar asi todo asadsfkdgdklgj) xx
#Micuchi: wiii, te gustó! Pues si te emocionaste vas por buen camino, jaa. Te quiero más, porteña favorita! xx
#Evita: pues, con el clavo justo! Pude hacerme una idea que te gustaban Jaa. Pues, si tenes suerte te la encontras a Avi)? Ya la sigo mi amor (: xx
#Paao: mi vida entera! Feliz cumpleaños!! Este capitulo está enteramente dedicado a vos. Te mereces esto y mucho más. Ojalá la sigas y termines el día pasadolo hermossisisisisisissisiisisisimo. Te adoro Paao (: Sos un sol, divina. xx
#Faaatish: no es necesario que te pases si o si! Me quedo contenta con que lo leas y te guste. Me imagino pobre SexyFatishHoran, agotadisima. Acá esta el caaaaaaap. PD amo tu firrrrrrrrma ! xx Ah! YO QUIERO QUE VOS SEAS MODERADORAAA!
#HermanaaaMía: Si, si me quejo, sobre todo porque ayer me escribiste que me volvés a dejaaaaaaar. Estoy re a full con Tan Biónica, pero maaal Jajajajaj. Sino fijate mi firma. ASDfghjklñ no puede ser tan él. Te amo muchisimo más y te insisto que tengo crédito para bastante todavía. Pasate a movistarrr! ajajajaj. Vos sos la mejor heladerita portátil que nunca comió ensalada de fruta con tenedor, actúa como mishu y tiene una virgen en tamaño real. Jajajajaj. AH! Y QUE QUEMA REVISTAS! xx
Disfruten, esto es para ustedes nada más.
Capítulo 6
Sexta semana.
Treinta semanas todavía. ¿Sienten como yo que las semanas se pasan rápido, pero cuando se fijan cuantas semanas faltan parecen un montón?
Cuarta semana de Agosto.2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 21
Miramos la ventana fijamente. Alguna macana nos íbamos a mandar, tarde o temprano… temprano, en este caso. Bastante temprano. No podíamos creer que nos había pasado eso justo a nosotras. ¿Era alguna maldición? ¿Un karma acaso? Pero no era eso lo que nos taladraba la cabeza sino, la solución. En menos de una hora se tendría que solucionar. Es que con Kaarly, habíamos roto la ventana.
Les apuesto siete porotos mágicos a que no nos creen que jugábamos al futbol, pero la verdad es que no lo hacíamos. Honestamente, Kaarly me revoleó una olla azul y al agacharme fue a parar contra el vidrio, quebrándolo y saliendo para afuera, asi cayendo sobre la tortuga de Jessica, que estaba más muerta que viva, no es que no la quiera pero… ¡quiero un puto perrito! Tortuga fea, ¿Cuándo vas a morirte? Habíamos tenido un perro pero la tortuga lo mordía y tuvimos que llevarlo con mi abuela paterna. Esperamos que se muriera la muy lenta pero todavía resistía. Eso era ser basura.
Volviendo a la ventana… quedamos mudas. Todo comenzó en el sillón, molestándonos, siguió ya levantadas, ella me arrojó su media, yo mi zapatilla y así. Mi último movimiento fue un cucharón y ella reaccionó con lo que más próximo tenía, esa olla azul.
―Como que, estamos en un lío ¿no te parece?
― Jeje. –no pude evitar soltar una gran carcajada ante su risa y ella me secundó a los pocos segundos.
― ¡Te juro que te lo pago!
― Nee, ¡pago yo!
― ¡Miti y miti entonces!
― A ver –la frené. –Nuestros adorados pelotudos vuelven en menos de una hora. Es domingo. No hay una puta persona que arregle un vidrio en este día y menos a las dos de la tarde.
― ¡Vamos a morir!-gritó Mayer, exagerando su voz. –bueno, no tanto. ¡Ya se! Mi primo que trabaja con mi tío. Son vidrieristas, cobran barato, además de que me debe una cuando le escondí los porros.
La miré sorprendida. Pero por salir de esta, cualquier cosa.
― Ok, llámalo, entonces.
― Juancho. Soy tu prima más querida. No pelotudo, Karla. Necesito que me arregles un vidrio. Ya sé la hora que es pero es urgente. ¿Cómo qué no? ¡Me la debés, puto! Te escondí los porros con mi conejo cuando tenía cinco años por tres meses. ¡Le digo a la tía! Muchas graciassss. Asunto solucionado, es que mi tía me cree todo y por esos tiempos creía que mi primo andaba en algo raro. Además, mi conejo se murió porque comió uno de los que tenía escondido ahí y se murió. El muy puto me obligó a pagárselo. Con esos ahorros yo me iba a comprar una Barbie.
― ¿Cuánto te va a cobrar?
― No sé. Yo tengo cincuenta en la cartera. ¿Vos?
― Tengo cerca de $300 en la billetera.
― ¿Cambio tenés?
― Si, siempre.
― Entonces que nos cobre $50, yo le pago y fue.
― Y yo te doy $25.
― Bueno… tengo que cargar la tarjeta del colectivo asique, los necesito.
El primo Juancho vino y nos cobró $50 cuanto en realidad salía como cuatrocientos el arreglo. Pero tuvo que hacerlo por los porros… Ok, eso sonaba mejor en mi cabeza.
Lunes 22
― Me quedo a dormir en casa, otra vez. ¡Quedate también!
― No sé, Jess. Es que no tengo dónde.
― ¡En el sofá!
― Pero, morite, puta.
― No seas mala con tu hermana, _____.
― Si estuviera al lado tuyo te ahorcaría, de eso quedate segura.
Mi hermana se largó a reír del otro lado de la línea como si le hubiese contado el mejor chiste de la historia. Pero eso era mejor… asi no sospechaba de mis planes de asesinato.
― Jessi, ¿no estas descuidando un poco tu casa y a Zayn? La semana pasada casi no estuviste entre el trabajo y que estás acá… ¿acaso le contaste que lo haces por mamá?
― Se me re olvidó de decirle. Pero ¡que se va a sentir solo! Si antes vivía casi solo. Veía a la tía muy poco. Ahora menos le va a importar. Bueno voy a seguir trabajando. Beso. Te amo.
― Besito, te amo más –colgamos.
Zayn había perdido a sus papás en un accidente cuando era muy chiquito y su tía más chica había decidido hacerse cargo, aunque solo tenía 23 años. Tenía dos trabajos y apenas podía ver a Zayn, pero él siempre le agradeció todo lo que hizo y de grande, cuando comenzó a trabajar le devolvía de a poco todo el esfuerzo, cuando ella debería haber dejado que la justicia se lo adjudicara a otro familiar con más facilidad. Él nunca se lo había dicho a nadie, pero solo con verlo te dabas cuenta que pasar solo la infancia y adolescencia no era su mejor recuerdo.
Se había acostumbrado a estar con mi hermana cuando se levantara, cuando se acostara, al llegar del trabajo, para el almuerzo… que ahora Jessica empezara a preocuparse por mamá y por mí hacía que la cosa esté cada vez menos firme. Aunque Niall llegaba para el almuerzo, ella insistía en pasar y cocinar. Luego mi novio nos llevaba a la escuela y el trabajo. En la noche siempre se quedaba en casa a cenar hasta tarde, y había veces que se quedaba. Zayn nunca se lo diría, pero por un par de veces que llamó y le atendí, se sentía muy solo.
― ¡Hey, cuñado! –le dije en cuanto me atendió.
― Hey, ¿Cómo te va, nena?
― ¿Bien y a vos?
Tardó un par de segundos en contestar. ― Bien _____, gracias a Dios.
― Estaba pensando en que salgamos a comer, Niall, vos y yo. Siento que estas algo solo y no quiero que te sientas así si en un par de años vas a ser parte de la familia.
― Me encantaría, pero ya quedé con un compañero de trabajo. Perdón.
― ¿Y a la noche?
― No. Saldré también. Tengo que hacer algo, ahora que paso mucho tiempo solo ¿no, _____? –me cortó.
Me dijo lo último como si yo tuviese la culpa. Y era verdad… la tenía. Desde el vamos, tendría que haberle puesto un freno a Jessica.
Martes 23
La vecina de mi hermana me había mandado un mensaje, que se escuchaban gritos desde el departamento que compartía con Zayn. Él había explotado. Llegué lo más rápido que pude y se alcanzaba a oír a Jessica llorando mientras hablaba.
― ¿Tanto te costaba decirme “amor, mis viejos se separaron”? Parece que sí. No quería volver a sentirme así de solo como cuando era chico, pero gracias a vos lo reviví. No tenés ni una puta idea de cómo me sentía todos los días cuando entraba y escuchaba en la contestadora que no ibas a venir a almorzar o cenar porque estabas en tu casa. Asi era, por lo menos, una vez por semana, que mi tía Evelyn me llamaba y me pedía llorando que por favor la perdonara, que iba a hacer trabajo extra. Sabía que eso significaba que estábamos bastante ajustados. Tenía siete años, y no sabés la impotencia que sentía. Me preguntaba para que tanto lío con tu hermana. Si muchas veces comía sola y ni dos de bolilla de dabas. ¿Por qué mierda no me dijiste que tu viejo se fue?
― Zayn yo… -mi hermana lo miró a los ojos y vió que los verde pardos de él estaban rojos y algo que sé que la destrozó, él también lloraba. –yo ya sé que no tengo excusa, pero se me olvidó al ver como mi vieja trata de salir adelante. Me olvidé de todos y me centré en ellas dos. Mi mamá sola, mi hermana embarazada. No es fácil.
― Y para mí no es fácil entender que te olvidaste que existía en tu vida. Ayer me invitó tu hermana a comer –me señaló. –No soy tan tonto, _____ como para no darme cuenta que querías pedirme perdón de parte de tu hermana. Gracias por preocuparte y querer que todo siga bien, pero necesito pensar. –tomó su chaqueta negra y salió del lugar. Jessica se sentó en el sofá. Automáticamente la abracé y se largó a llorar con más intensidad.
― ¿Pensas que se va a ir para siempre? Porque no quiero que se vaya, no para siempre.
Se quedó dormida. Tenía miedo que otra cosa más se derrumbara. Pedía a Dios que no, por favor, que no.
Miércoles 24
― Asi que, tus viejos separados, Jessi y Zayn peleados. Por lo menos con Niall están bien, ¿no?
― Si, Faati. Estamos bien. Él realmente está preocupado. Es súper compinche con Jessi y re amigo de Zayn. Ayer insistió que me quede en lo de Jessi. Mi hermana le preguntó si no quería ir, para que no se quedara solo, y fue. Cree que lo mejor era no dejarla sola. La animamos contado historias y así y una vez que se durmió hablamos por un rato. Intentamos llamar a Zayn y no contesta. Estamos preocupa…
―…dos? –completó.
― Fati, llamame a Niall, urgente. –imagino que notó el temblor de miedo en mi voz y la escuché salir corriendo.
― ¿Qué paso, amor? –oí a Niall.
― ¿Está todo bien? –preguntaron Louis y Fati.
― No, chicos. Tengo pérdida. Estoy sangrando. –me saqué una toallita que tenía de reserva hace ya como dos meses. Salí del baño y lo vi llorando de miedo. Me abrazó mientras Fati me aclaró que Louis había ido a llamar a mi mamá para preguntarle por las llaves del auto.
En menos de quince minutos estuvimos en el hospital, me acostaron en una camilla y llamaron a mi doctora. Eran las nueve de la noche y yo dudaba que los fuera a atender, sobre todo porque se había ido de vacaciones. Me daba miedo ser atendido por otro profesional y respiré aliviada cuando me informaron que se encontraba en camino. No había podido irse de viaje por un paro de aeropuerto en su destino.
Niall no me soltó la mano en ningún momento y besaba mi frente. Un par de minutos antes que llegara la doctora llegaron Kaar y Harry junto a mi mamá y mi hermana.
― Bien, _____ -comenzó la doctora Arquette apenas llegó –depende de cómo haya sido el sangrado, será la gravedad. Lo que estoy segura es que no lo vas a perder. Llevas un embarazo muy sano y bien cuidado. ¿Cuánto sangraste?
― Un poco. Pero cuando empezó a sangrar estaba en el baño y empezó a doler.
― Bien. Vamos a hacer una ecografía para chequear que todo esté bien. El sangrado puede ser algo normal, que es lo que rogamos, o puede ser por desprendimiento de placenta o que el bebé esté creciendo fuera de lugar. Mamá, ¿tuviste complicaciones con algún embarazo? –mi mamá le contó lo de Jessi, pero fue al final, a los ocho meses, que hubo que hacerle una cesárea de urgencia, porque mi mamá rompió fuente, pero no dilataba y no había contracciones.
― Suele ser, muchas veces, por antecedentes. Pero si no los hay, hay que comenzar con la ecografía. Voy a pedir que se quede Niall nada más. En cuanto termine saldré y hablaré con la abuela y, me imagino, la tía –señaló a Jessica –y toooodos los tíos adheridos –señalando al resto.
Estaba en una habitación, esperando que Janice volviera con el ecógrafo. En la pared había una gran ventana y pude ver como llegaban desesperados Liam y Nina. Pude ver que mi mamá les explicaba y señalaba en dirección a nosotros. Miraron para este lado y nos saludaron, sonriendo y Liam nos mostró un cartel que decía “Fuerza, Horans!”. Con Horan reímos. Definitivamente teníamos los mejores amigos del universo.
Jueves 25
Todo estaba en su lugar, gracias a todos los cielos. Pero en caso de que hubiese otro, que volviéramos. Nada era seguro. Tendría una semana de reposo y posiblemente lo mejor que podía hacer era seguir las clases en casa. Sabía que no había comparación con la explicación de los profesores, pero tampoco queríamos arriesgarnos. Era un tire y afloje muy intenso.
― ¿Qué vamos a hacer? –me preguntó mamá, que se había pedido la semana de licencia por las mañanas, para cuidado familiar. – ¡Yo quiero que vos termines la escuela!
― Yo también. Creo que lo que me conviene es hacer las cosas a distancia e ir a rendir los exámenes, como ofrecieron.
― Si vos estas segura, lo hacemos _____. Pero, cambiando de tema. ¿Cómo te está yendo en tu nueva vida?
― Hasta ahora lo hemos manejado bien. Él insiste que no es necesario pero a la mañana me levanto con él, le preparo el desayuno y espero a que se vaya. Me hace como una ilusión hacer eso. Habíamos decidido turnarnos con la comida. Yo el almuerzo y él la cena. Los fines de semana siempre quiere cocinar él a todo el tiempo. Si quiero algo él lo hace… “para que no me canse”
― Tenés que admitir que cualquier mujer mataría por estar en tu lugar.
― Puede ser… –le respondí coqueta. Extrañaba charlas así con mi mamá. Donde solo estábamos las dos.
De la nada se levantó y automáticamente, como si estuviese programada, la seguí. Se quedó en el umbral de la puerta, mirando a como la pieza aún estaba vacía.
― Dentro de poco sabremos. Dentro de poco sabremos si será nene o nena.
― ¿Ansiosa, abuelita?
― ¡Oh Dios! –me abrazó y empezó a llorar. Estaba muy emocionada. –No puedo creerlo. ¡Solo tengo 40 años y ya estoy siendo abuela!
― Bueno… si te hace sentir mejor, en México hubo un caso de 6 generaciones de mujeres vivas. Todas tenían entre 16 y 18 cuando tuvieron las hijas. La abuela de la bebé tenía 32 años.
― La verdad es que estas creciendo muy rápido. En cualquier momento te vas a querer ir y me da mucho miedo perderte. Sos una nena todavía.
Nos abrazamos durante largo rato, hasta que llegó Niall. Apenas entró y anunció su presencia mi mamá corrió y lo abrazó. Él le correspondió sin tener media idea de lo que pasaba. Me golpeé la cabeza con el costado de mi mano como diciendo que “algo le fallaba”. Sonrió mientras mi mamá seguía llorando y lo estrujaba.
Viernes 26
― ¿Estas mejor? –asentí mientras le sonreí. Nina había pasado a visitarme por las cuatro más o menos. Ella estaba sentada en una de las sillas mientras yo me apoyaba en la mesada, al lado de las hornallas, esperando que el agua para el mate se caliente. –la verdad es que nos cagaste a todos hasta las patas.
― Si, perdón –me reí incomoda.
― No hay problema, tonta. Tengo ganas de ver otra vez el video de tus quince. ¡Porfi!
A los treinta minutos, estábamos en el futón, muy cómodas he de decir, mirando el video. Estamos en la parte de mi entrada. Aquel tema yo creo que fue perfecto. Había elegido, junto con Avi, Don’t Wanna Miss A Thing de Aerosmith. Había conocido esa canción gracias a Liam, que vivía cantándola. Gracias al cielo la encontramos. Mi mamá quería que entre con una de Luis Miguel y peor… mi tía con una de José Luis Perales ¡bendito seas Liam James Payne por iluminar mi vida con esa canción!
Lloré cuando vio que el primero que corrió a saludarme fue Niall, empujando a Jessica, que casi se mata por el vestido largo que tenía.
― ¿Ya estamos sentimentales? –preguntó Liam, al verme llorar a moco suelto.
― No puedo parar, son las hormonas –mi llanto era ese estilo de los nenes, que cuando lloran como que se ahogan, algo bastante raro.
― Apago el DVD, mejor –Niall tomó el control pero al segundo se lo quité. Quería verlo todo el video. Liam se acomodó al lado de Nina y pasó su brazo por sus hombros y ella apoyo la cabeza en el hombro de Payne. Niall me abrazaba por la cintura mientras yo seguía deshidratándome en su pecho.
Llegó el momento en el que Niall me leyó la carta. Sonrió. Nos miramos entre todos al recordar ese momento. Él estaba nervioso, se tropezó con el micrófono, se había olvidado la carta en la mesa. Era ese momento en donde su ternura estuvo más expuesta. No pude dejar de sonreir ampliamente mientras veíamos esa parte. No podía tener a nadie mejor a mi lado.
Sábado 27
― ¿No saben nada? –Jessi entró a casa y estábamos con Niall desayunando. Tenía los ojos rojos y estaba muy pálida. Con pesar, ambos negamos.
― Debe estar con su tía o algún amigo. ¿No fuiste a tu departamento, todavía? –Niall intentó calmarla, pero no sé si haya servido de mucho. Se sentó a mi lado y se aferró a mi brazo, acomodando su cabeza en mi hombro. Se la sentía cansada.
― Desde la pelea que no voy. Me da cosa.
― Quizás está ahí. Pero no fuiste, entonces no sabes. –Los ojos de mi hermana brillaron de ilusión y fue a casa rápidamente a cambiarse. Con Niall ya estábamos listos. En menos de quince estuvimos en la puerta del edificio de siete pisos con cinco departamentos en cada uno.
― ¿Y si no está? Debería sacar mis cosas y volver con mamá. Él no va a volver.
Mi hermana estaba demasiado a la negativa. Algo dentro mío decía que nos encontraríamos con algo bastante interesante allí dentro. Rogaba que no fuera Malik con una mina. A ella le arranco las trompas de Falopio con la mano y a él le saco los ojos con una tijera. Y se la corto. Sin anestesia. Vamos, ustedes también lo harían si fuera su hermana. A Jess le tembló la mano.
Se apartó, evitando mirar la puerta y murmuró un “no puedo” y Niall procedió por ella. Entramos y estaba todo igual. Me dirigí al cuarto de ellos, y sonreí. Zayn estaba dormido profundamente, abrazado a un vestido de mí hermana. Los llamé para que vieran. Jessica volvió a lagrimear, esta vez “de felicidad, lo juro”.
― Yo eligo irme, asi los dejamos solitos. –dijo Horan, mientras Jessi le sacaba el vestido a Zayn y se colocaba ella en su lugar. Él la envolvió en sus brazos y sonrió dormido.
― Yo eligo lo mismo –pasó su brazo por mis hombros, yo por su cintura y salimos. Me sentí feliz de que todo haya terminado bien… tanto que a mitad de camino volví a llorar a moco suelto.
Fin semana seis: ¡Olvide contarles! Mi bebé tiene, esta semana, el tamaño de una lenteja. ¿No es tierno? Aunque, cuando cocine lentejas, lloré porque imaginaba que eran todos bebés…
#Micuchi: wiii, te gustó! Pues si te emocionaste vas por buen camino, jaa. Te quiero más, porteña favorita! xx
#Evita: pues, con el clavo justo! Pude hacerme una idea que te gustaban Jaa. Pues, si tenes suerte te la encontras a Avi)? Ya la sigo mi amor (: xx
#Paao: mi vida entera! Feliz cumpleaños!! Este capitulo está enteramente dedicado a vos. Te mereces esto y mucho más. Ojalá la sigas y termines el día pasadolo hermossisisisisisissisiisisisimo. Te adoro Paao (: Sos un sol, divina. xx
#Faaatish: no es necesario que te pases si o si! Me quedo contenta con que lo leas y te guste. Me imagino pobre SexyFatishHoran, agotadisima. Acá esta el caaaaaaap. PD amo tu firrrrrrrrma ! xx Ah! YO QUIERO QUE VOS SEAS MODERADORAAA!
#HermanaaaMía: Si, si me quejo, sobre todo porque ayer me escribiste que me volvés a dejaaaaaaar. Estoy re a full con Tan Biónica, pero maaal Jajajajaj. Sino fijate mi firma. ASDfghjklñ no puede ser tan él. Te amo muchisimo más y te insisto que tengo crédito para bastante todavía. Pasate a movistarrr! ajajajaj. Vos sos la mejor heladerita portátil que nunca comió ensalada de fruta con tenedor, actúa como mishu y tiene una virgen en tamaño real. Jajajajaj. AH! Y QUE QUEMA REVISTAS! xx
Disfruten, esto es para ustedes nada más.
Capítulo 6
Sexta semana.
Treinta semanas todavía. ¿Sienten como yo que las semanas se pasan rápido, pero cuando se fijan cuantas semanas faltan parecen un montón?
Cuarta semana de Agosto.2011
Almagro, Buenos Aires, Argentina.
Domingo 21
Miramos la ventana fijamente. Alguna macana nos íbamos a mandar, tarde o temprano… temprano, en este caso. Bastante temprano. No podíamos creer que nos había pasado eso justo a nosotras. ¿Era alguna maldición? ¿Un karma acaso? Pero no era eso lo que nos taladraba la cabeza sino, la solución. En menos de una hora se tendría que solucionar. Es que con Kaarly, habíamos roto la ventana.
Les apuesto siete porotos mágicos a que no nos creen que jugábamos al futbol, pero la verdad es que no lo hacíamos. Honestamente, Kaarly me revoleó una olla azul y al agacharme fue a parar contra el vidrio, quebrándolo y saliendo para afuera, asi cayendo sobre la tortuga de Jessica, que estaba más muerta que viva, no es que no la quiera pero… ¡quiero un puto perrito! Tortuga fea, ¿Cuándo vas a morirte? Habíamos tenido un perro pero la tortuga lo mordía y tuvimos que llevarlo con mi abuela paterna. Esperamos que se muriera la muy lenta pero todavía resistía. Eso era ser basura.
Volviendo a la ventana… quedamos mudas. Todo comenzó en el sillón, molestándonos, siguió ya levantadas, ella me arrojó su media, yo mi zapatilla y así. Mi último movimiento fue un cucharón y ella reaccionó con lo que más próximo tenía, esa olla azul.
―Como que, estamos en un lío ¿no te parece?
― Jeje. –no pude evitar soltar una gran carcajada ante su risa y ella me secundó a los pocos segundos.
― ¡Te juro que te lo pago!
― Nee, ¡pago yo!
― ¡Miti y miti entonces!
― A ver –la frené. –Nuestros adorados pelotudos vuelven en menos de una hora. Es domingo. No hay una puta persona que arregle un vidrio en este día y menos a las dos de la tarde.
― ¡Vamos a morir!-gritó Mayer, exagerando su voz. –bueno, no tanto. ¡Ya se! Mi primo que trabaja con mi tío. Son vidrieristas, cobran barato, además de que me debe una cuando le escondí los porros.
La miré sorprendida. Pero por salir de esta, cualquier cosa.
― Ok, llámalo, entonces.
― Juancho. Soy tu prima más querida. No pelotudo, Karla. Necesito que me arregles un vidrio. Ya sé la hora que es pero es urgente. ¿Cómo qué no? ¡Me la debés, puto! Te escondí los porros con mi conejo cuando tenía cinco años por tres meses. ¡Le digo a la tía! Muchas graciassss. Asunto solucionado, es que mi tía me cree todo y por esos tiempos creía que mi primo andaba en algo raro. Además, mi conejo se murió porque comió uno de los que tenía escondido ahí y se murió. El muy puto me obligó a pagárselo. Con esos ahorros yo me iba a comprar una Barbie.
― ¿Cuánto te va a cobrar?
― No sé. Yo tengo cincuenta en la cartera. ¿Vos?
― Tengo cerca de $300 en la billetera.
― ¿Cambio tenés?
― Si, siempre.
― Entonces que nos cobre $50, yo le pago y fue.
― Y yo te doy $25.
― Bueno… tengo que cargar la tarjeta del colectivo asique, los necesito.
El primo Juancho vino y nos cobró $50 cuanto en realidad salía como cuatrocientos el arreglo. Pero tuvo que hacerlo por los porros… Ok, eso sonaba mejor en mi cabeza.
Lunes 22
― Me quedo a dormir en casa, otra vez. ¡Quedate también!
― No sé, Jess. Es que no tengo dónde.
― ¡En el sofá!
― Pero, morite, puta.
― No seas mala con tu hermana, _____.
― Si estuviera al lado tuyo te ahorcaría, de eso quedate segura.
Mi hermana se largó a reír del otro lado de la línea como si le hubiese contado el mejor chiste de la historia. Pero eso era mejor… asi no sospechaba de mis planes de asesinato.
― Jessi, ¿no estas descuidando un poco tu casa y a Zayn? La semana pasada casi no estuviste entre el trabajo y que estás acá… ¿acaso le contaste que lo haces por mamá?
― Se me re olvidó de decirle. Pero ¡que se va a sentir solo! Si antes vivía casi solo. Veía a la tía muy poco. Ahora menos le va a importar. Bueno voy a seguir trabajando. Beso. Te amo.
― Besito, te amo más –colgamos.
Zayn había perdido a sus papás en un accidente cuando era muy chiquito y su tía más chica había decidido hacerse cargo, aunque solo tenía 23 años. Tenía dos trabajos y apenas podía ver a Zayn, pero él siempre le agradeció todo lo que hizo y de grande, cuando comenzó a trabajar le devolvía de a poco todo el esfuerzo, cuando ella debería haber dejado que la justicia se lo adjudicara a otro familiar con más facilidad. Él nunca se lo había dicho a nadie, pero solo con verlo te dabas cuenta que pasar solo la infancia y adolescencia no era su mejor recuerdo.
Se había acostumbrado a estar con mi hermana cuando se levantara, cuando se acostara, al llegar del trabajo, para el almuerzo… que ahora Jessica empezara a preocuparse por mamá y por mí hacía que la cosa esté cada vez menos firme. Aunque Niall llegaba para el almuerzo, ella insistía en pasar y cocinar. Luego mi novio nos llevaba a la escuela y el trabajo. En la noche siempre se quedaba en casa a cenar hasta tarde, y había veces que se quedaba. Zayn nunca se lo diría, pero por un par de veces que llamó y le atendí, se sentía muy solo.
― ¡Hey, cuñado! –le dije en cuanto me atendió.
― Hey, ¿Cómo te va, nena?
― ¿Bien y a vos?
Tardó un par de segundos en contestar. ― Bien _____, gracias a Dios.
― Estaba pensando en que salgamos a comer, Niall, vos y yo. Siento que estas algo solo y no quiero que te sientas así si en un par de años vas a ser parte de la familia.
― Me encantaría, pero ya quedé con un compañero de trabajo. Perdón.
― ¿Y a la noche?
― No. Saldré también. Tengo que hacer algo, ahora que paso mucho tiempo solo ¿no, _____? –me cortó.
Me dijo lo último como si yo tuviese la culpa. Y era verdad… la tenía. Desde el vamos, tendría que haberle puesto un freno a Jessica.
Martes 23
La vecina de mi hermana me había mandado un mensaje, que se escuchaban gritos desde el departamento que compartía con Zayn. Él había explotado. Llegué lo más rápido que pude y se alcanzaba a oír a Jessica llorando mientras hablaba.
― ¿Tanto te costaba decirme “amor, mis viejos se separaron”? Parece que sí. No quería volver a sentirme así de solo como cuando era chico, pero gracias a vos lo reviví. No tenés ni una puta idea de cómo me sentía todos los días cuando entraba y escuchaba en la contestadora que no ibas a venir a almorzar o cenar porque estabas en tu casa. Asi era, por lo menos, una vez por semana, que mi tía Evelyn me llamaba y me pedía llorando que por favor la perdonara, que iba a hacer trabajo extra. Sabía que eso significaba que estábamos bastante ajustados. Tenía siete años, y no sabés la impotencia que sentía. Me preguntaba para que tanto lío con tu hermana. Si muchas veces comía sola y ni dos de bolilla de dabas. ¿Por qué mierda no me dijiste que tu viejo se fue?
― Zayn yo… -mi hermana lo miró a los ojos y vió que los verde pardos de él estaban rojos y algo que sé que la destrozó, él también lloraba. –yo ya sé que no tengo excusa, pero se me olvidó al ver como mi vieja trata de salir adelante. Me olvidé de todos y me centré en ellas dos. Mi mamá sola, mi hermana embarazada. No es fácil.
― Y para mí no es fácil entender que te olvidaste que existía en tu vida. Ayer me invitó tu hermana a comer –me señaló. –No soy tan tonto, _____ como para no darme cuenta que querías pedirme perdón de parte de tu hermana. Gracias por preocuparte y querer que todo siga bien, pero necesito pensar. –tomó su chaqueta negra y salió del lugar. Jessica se sentó en el sofá. Automáticamente la abracé y se largó a llorar con más intensidad.
― ¿Pensas que se va a ir para siempre? Porque no quiero que se vaya, no para siempre.
Se quedó dormida. Tenía miedo que otra cosa más se derrumbara. Pedía a Dios que no, por favor, que no.
Miércoles 24
― Asi que, tus viejos separados, Jessi y Zayn peleados. Por lo menos con Niall están bien, ¿no?
― Si, Faati. Estamos bien. Él realmente está preocupado. Es súper compinche con Jessi y re amigo de Zayn. Ayer insistió que me quede en lo de Jessi. Mi hermana le preguntó si no quería ir, para que no se quedara solo, y fue. Cree que lo mejor era no dejarla sola. La animamos contado historias y así y una vez que se durmió hablamos por un rato. Intentamos llamar a Zayn y no contesta. Estamos preocupa…
―…dos? –completó.
― Fati, llamame a Niall, urgente. –imagino que notó el temblor de miedo en mi voz y la escuché salir corriendo.
― ¿Qué paso, amor? –oí a Niall.
― ¿Está todo bien? –preguntaron Louis y Fati.
― No, chicos. Tengo pérdida. Estoy sangrando. –me saqué una toallita que tenía de reserva hace ya como dos meses. Salí del baño y lo vi llorando de miedo. Me abrazó mientras Fati me aclaró que Louis había ido a llamar a mi mamá para preguntarle por las llaves del auto.
En menos de quince minutos estuvimos en el hospital, me acostaron en una camilla y llamaron a mi doctora. Eran las nueve de la noche y yo dudaba que los fuera a atender, sobre todo porque se había ido de vacaciones. Me daba miedo ser atendido por otro profesional y respiré aliviada cuando me informaron que se encontraba en camino. No había podido irse de viaje por un paro de aeropuerto en su destino.
Niall no me soltó la mano en ningún momento y besaba mi frente. Un par de minutos antes que llegara la doctora llegaron Kaar y Harry junto a mi mamá y mi hermana.
― Bien, _____ -comenzó la doctora Arquette apenas llegó –depende de cómo haya sido el sangrado, será la gravedad. Lo que estoy segura es que no lo vas a perder. Llevas un embarazo muy sano y bien cuidado. ¿Cuánto sangraste?
― Un poco. Pero cuando empezó a sangrar estaba en el baño y empezó a doler.
― Bien. Vamos a hacer una ecografía para chequear que todo esté bien. El sangrado puede ser algo normal, que es lo que rogamos, o puede ser por desprendimiento de placenta o que el bebé esté creciendo fuera de lugar. Mamá, ¿tuviste complicaciones con algún embarazo? –mi mamá le contó lo de Jessi, pero fue al final, a los ocho meses, que hubo que hacerle una cesárea de urgencia, porque mi mamá rompió fuente, pero no dilataba y no había contracciones.
― Suele ser, muchas veces, por antecedentes. Pero si no los hay, hay que comenzar con la ecografía. Voy a pedir que se quede Niall nada más. En cuanto termine saldré y hablaré con la abuela y, me imagino, la tía –señaló a Jessica –y toooodos los tíos adheridos –señalando al resto.
Estaba en una habitación, esperando que Janice volviera con el ecógrafo. En la pared había una gran ventana y pude ver como llegaban desesperados Liam y Nina. Pude ver que mi mamá les explicaba y señalaba en dirección a nosotros. Miraron para este lado y nos saludaron, sonriendo y Liam nos mostró un cartel que decía “Fuerza, Horans!”. Con Horan reímos. Definitivamente teníamos los mejores amigos del universo.
Jueves 25
Todo estaba en su lugar, gracias a todos los cielos. Pero en caso de que hubiese otro, que volviéramos. Nada era seguro. Tendría una semana de reposo y posiblemente lo mejor que podía hacer era seguir las clases en casa. Sabía que no había comparación con la explicación de los profesores, pero tampoco queríamos arriesgarnos. Era un tire y afloje muy intenso.
― ¿Qué vamos a hacer? –me preguntó mamá, que se había pedido la semana de licencia por las mañanas, para cuidado familiar. – ¡Yo quiero que vos termines la escuela!
― Yo también. Creo que lo que me conviene es hacer las cosas a distancia e ir a rendir los exámenes, como ofrecieron.
― Si vos estas segura, lo hacemos _____. Pero, cambiando de tema. ¿Cómo te está yendo en tu nueva vida?
― Hasta ahora lo hemos manejado bien. Él insiste que no es necesario pero a la mañana me levanto con él, le preparo el desayuno y espero a que se vaya. Me hace como una ilusión hacer eso. Habíamos decidido turnarnos con la comida. Yo el almuerzo y él la cena. Los fines de semana siempre quiere cocinar él a todo el tiempo. Si quiero algo él lo hace… “para que no me canse”
― Tenés que admitir que cualquier mujer mataría por estar en tu lugar.
― Puede ser… –le respondí coqueta. Extrañaba charlas así con mi mamá. Donde solo estábamos las dos.
De la nada se levantó y automáticamente, como si estuviese programada, la seguí. Se quedó en el umbral de la puerta, mirando a como la pieza aún estaba vacía.
― Dentro de poco sabremos. Dentro de poco sabremos si será nene o nena.
― ¿Ansiosa, abuelita?
― ¡Oh Dios! –me abrazó y empezó a llorar. Estaba muy emocionada. –No puedo creerlo. ¡Solo tengo 40 años y ya estoy siendo abuela!
― Bueno… si te hace sentir mejor, en México hubo un caso de 6 generaciones de mujeres vivas. Todas tenían entre 16 y 18 cuando tuvieron las hijas. La abuela de la bebé tenía 32 años.
― La verdad es que estas creciendo muy rápido. En cualquier momento te vas a querer ir y me da mucho miedo perderte. Sos una nena todavía.
Nos abrazamos durante largo rato, hasta que llegó Niall. Apenas entró y anunció su presencia mi mamá corrió y lo abrazó. Él le correspondió sin tener media idea de lo que pasaba. Me golpeé la cabeza con el costado de mi mano como diciendo que “algo le fallaba”. Sonrió mientras mi mamá seguía llorando y lo estrujaba.
Viernes 26
― ¿Estas mejor? –asentí mientras le sonreí. Nina había pasado a visitarme por las cuatro más o menos. Ella estaba sentada en una de las sillas mientras yo me apoyaba en la mesada, al lado de las hornallas, esperando que el agua para el mate se caliente. –la verdad es que nos cagaste a todos hasta las patas.
― Si, perdón –me reí incomoda.
― No hay problema, tonta. Tengo ganas de ver otra vez el video de tus quince. ¡Porfi!
A los treinta minutos, estábamos en el futón, muy cómodas he de decir, mirando el video. Estamos en la parte de mi entrada. Aquel tema yo creo que fue perfecto. Había elegido, junto con Avi, Don’t Wanna Miss A Thing de Aerosmith. Había conocido esa canción gracias a Liam, que vivía cantándola. Gracias al cielo la encontramos. Mi mamá quería que entre con una de Luis Miguel y peor… mi tía con una de José Luis Perales ¡bendito seas Liam James Payne por iluminar mi vida con esa canción!
Lloré cuando vio que el primero que corrió a saludarme fue Niall, empujando a Jessica, que casi se mata por el vestido largo que tenía.
― ¿Ya estamos sentimentales? –preguntó Liam, al verme llorar a moco suelto.
― No puedo parar, son las hormonas –mi llanto era ese estilo de los nenes, que cuando lloran como que se ahogan, algo bastante raro.
― Apago el DVD, mejor –Niall tomó el control pero al segundo se lo quité. Quería verlo todo el video. Liam se acomodó al lado de Nina y pasó su brazo por sus hombros y ella apoyo la cabeza en el hombro de Payne. Niall me abrazaba por la cintura mientras yo seguía deshidratándome en su pecho.
Llegó el momento en el que Niall me leyó la carta. Sonrió. Nos miramos entre todos al recordar ese momento. Él estaba nervioso, se tropezó con el micrófono, se había olvidado la carta en la mesa. Era ese momento en donde su ternura estuvo más expuesta. No pude dejar de sonreir ampliamente mientras veíamos esa parte. No podía tener a nadie mejor a mi lado.
Sábado 27
― ¿No saben nada? –Jessi entró a casa y estábamos con Niall desayunando. Tenía los ojos rojos y estaba muy pálida. Con pesar, ambos negamos.
― Debe estar con su tía o algún amigo. ¿No fuiste a tu departamento, todavía? –Niall intentó calmarla, pero no sé si haya servido de mucho. Se sentó a mi lado y se aferró a mi brazo, acomodando su cabeza en mi hombro. Se la sentía cansada.
― Desde la pelea que no voy. Me da cosa.
― Quizás está ahí. Pero no fuiste, entonces no sabes. –Los ojos de mi hermana brillaron de ilusión y fue a casa rápidamente a cambiarse. Con Niall ya estábamos listos. En menos de quince estuvimos en la puerta del edificio de siete pisos con cinco departamentos en cada uno.
― ¿Y si no está? Debería sacar mis cosas y volver con mamá. Él no va a volver.
Mi hermana estaba demasiado a la negativa. Algo dentro mío decía que nos encontraríamos con algo bastante interesante allí dentro. Rogaba que no fuera Malik con una mina. A ella le arranco las trompas de Falopio con la mano y a él le saco los ojos con una tijera. Y se la corto. Sin anestesia. Vamos, ustedes también lo harían si fuera su hermana. A Jess le tembló la mano.
Se apartó, evitando mirar la puerta y murmuró un “no puedo” y Niall procedió por ella. Entramos y estaba todo igual. Me dirigí al cuarto de ellos, y sonreí. Zayn estaba dormido profundamente, abrazado a un vestido de mí hermana. Los llamé para que vieran. Jessica volvió a lagrimear, esta vez “de felicidad, lo juro”.
― Yo eligo irme, asi los dejamos solitos. –dijo Horan, mientras Jessi le sacaba el vestido a Zayn y se colocaba ella en su lugar. Él la envolvió en sus brazos y sonrió dormido.
― Yo eligo lo mismo –pasó su brazo por mis hombros, yo por su cintura y salimos. Me sentí feliz de que todo haya terminado bien… tanto que a mitad de camino volví a llorar a moco suelto.
Fin semana seis: ¡Olvide contarles! Mi bebé tiene, esta semana, el tamaño de una lenteja. ¿No es tierno? Aunque, cuando cocine lentejas, lloré porque imaginaba que eran todos bebés…
[ Elea ]
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Siguela porfavooor!!! Me dices mas o menos cuando aparezco plis??
Invitado
Invitado
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
LUCIANAA DIAZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ SOS UNA TIERNAAAAAA, ME DEDICASTE EL CAPITULOOO ADEMAS LO QUE PUSISTE AHII EN LAS RESPUESTAS :')
ME ENCANTÓ, TENÉS QUE SEGUIRLAAAA PORFIIIS, TE ADORO CON LA VIDA <3
ME ENCANTÓ, TENÉS QUE SEGUIRLAAAA PORFIIIS, TE ADORO CON LA VIDA <3
Paola Agustinaa.-
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Heeeeelou! Lamento mucho, no haber comentado antes, pero ando muy desaparecida, & con pasta, XD.. Realmente no eh tenido tiempo ni de seguir mis novelas u. ... En fin amé el Capitulo! me ah encantado, & prometo no desaparecerme mas! .. Si me desapareci otra vez porque soy una potato, Naaaaaaaaah me encanto lo de las lentejas, pobres babys-lentejas? XD.. ajdhkjshgjk mi querer un baby too, estas novelas me dan ganas de tener bebes, oknot! XD.. seguila pronto!
#Fátima Ailén
Re: "36 semanas para crecer" (NiallHoran&___Enrich)
Owwww que lindo que Zayn y Jess esten bien de nuevo. Me partio el corazon la pelea de ellos dos :'(
Luu, simplemente me encanta
deberias subir un maraton por esas lectoras que ya estan en clases D: TEN PIEDAD DE NOSOOOTRAS!
Jajajajjajajaj beesos mi adorada :3
Eva
Luu, simplemente me encanta
deberias subir un maraton por esas lectoras que ya estan en clases D: TEN PIEDAD DE NOSOOOTRAS!
Jajajajjajajaj beesos mi adorada :3
Eva
Eva Ramos
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