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Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 Empty Re: Trouble, love&shows {NC. 3er tema

Mensaje por Bart Simpson Sáb 28 Abr 2018, 4:39 am

CANDELA ISABELLA!!!!!!  Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 1054092304 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 1054092304 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 1054092304
¡Dios! Amé tantísimo tu capítulo Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 1022085747
De verdad, lo esperé con tantas ansias que leía de a poquito y lento durante toda la tarde. Me llevé el celular al súper y me quedaba ratos leyendo como estùpida hasta que mi roomie se adelantaba demasiado  Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 77880782 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 77880782
Igual reía como hiena leyendo sobre la barbacoa  Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3575345493 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3575345493 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3575345493 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3575345493 
Dejo este post sólo para decirte que amé el cap en lo que escribo el verdadero(?), con citas y todo, justo como se debe  Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 4171550386 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 4171550386 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 4171550386 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 4171550386 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 4171550386 




De rato Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3292025920 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3292025920 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3292025920 Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 3292025920

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Mensaje por Charlie. Mar 26 Jun 2018, 7:27 pm


*Se aclara la garganta *
 
He llegao *inserte risa malvada * voy a comentar lo que no he comentado y probablemente sea algo eterno, so, me disculpo por ello (¿
 
Querida Mily, EXTRAÑABA MUCHO LEERTE Y YO NO PUEDO CrEER QUE DEJÉ PASAR TANTO TIEMPO ANTES DE LEER EL HERMOSO CAPÍTULO QUE SUBISTE SOY LA PEOR PERSONA DEL MUNDO KANSJDAD LO SIENTO.
 
Yo amo a Cora, basta, es tan tierna y askdjakd no lo sé, su relación con Niall solo logra destrozar mi corazón una y otra vez, por todas las emociones que existen entre esos dos y su historia de amor ;----;
 
 Debo decir que me atraganté de la risa en esta parte, estaba tan concentrada leyendo que cuando me leí esto, comencé a reír como foca con asma Kajdhakjsdh
 
—Uy, ¿otra ronda? —chasquea Louise— Ahora voy a ser el réferi.
 
Y SCOTT. SCOTT VOLVIÓ A LAS PISTAS Y CREO QUE CASI ME HAGO PIPÍ DE LA RISA BJSHDAJHD BASTA
Aquí volví a morir y tuve que comenzar a juntar las esferas del dragón para revivir y continuar con mi lectura (¿)
 
—Realmente, tienen que agradecerle a Coraline y, presumo, a sus historias —dice después de la décima vez que le agradece
 
Y es aquí en dónde te das cuenta de que todo saldrá mal KHKJASD
 
—¿De qué hablas? —pregunta Harry.
—¿Qué no es obvio? ¡Hay que meternos en el departamento de Carrie!
 
ESTOY AMANDO LO IDIOTAS QUE SON KJSHDKAJSH POR EL AMOR DE DIOS
 
—Creí que te habías noqueado —suelta Harry.
—Sí, y te iban a dejar como carnada para cuando las chicas llegaran —confiesa Zayn.
—¡Calumnias! —exclama Louis.
—Pero si tú fuiste el de la idea —continúa el moreno, sonriendo.
—No jodan y busquemos donde escondernos —Liam rueda los ojos, avanzando por la sala.
—¡Esta decoración es parte minimalista! —chilla Louis, abriendo los brazos, como señalando a los muebles y pufs en la sala— ¿Dónde vamos a caber, el horno?
—¡Deja de gritar! —ordena Liam y le da otro zape en la nuca.
—No tienes por qué ponerte violento. Emma te ha vuelto un Liam hulk —solloza y se va hacia donde se encuentra Harry.
 
ESTO ES ORO
ORO PURO
 
—Hi Barbie —mira seductoramente a Louis.
—Hi Ken! —chilla Louis, saltando.
—Do you wanna go for a ride? —señala hacia un auto imaginario en la distancia.
—Sure Ken! —Louis vuelve a saltar.
—Jump in…
 
Y luego de todas las risas, de todo ese espectaculo que montaron los chicos con sus canciones y su karaoke, vuelves a destruir mi frágil corazón con esta parte
 
—Niall…—murmura.
—Te extraño —susurro contra su cuello. Ella deja de moverse y tiembla en mis brazos.
—Niall…
—Solo déjame abrazarte, ¿sí? —le doy un beso en la base del cuello.
 
Y SI LO HABÍA LEÍDO PERO JAMÁS DEJÉ UN COMENTARIO APROPIADO
AHORA VOY POR EL DE CANDE MUAJAKJHKJAHSKJAS
Charlie.
Charlie.


http://www.wattpad.com/user/Wickam
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Mensaje por Bart Simpson Mar 17 Jul 2018, 4:21 am



CANDELA!  baba :


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Mensaje por Bart Simpson Mar 17 Jul 2018, 4:26 am



CANDELA!   creepygusta |Parte 2|:


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Mensaje por Bart Simpson Miér 01 Ago 2018, 11:09 pm



CAPITULO 49.20

Louis Tomlinson



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Mensaje por Charlie. Jue 02 Ago 2018, 5:05 pm

CANDELAAAAA (?)

CANDEEE:

acabo de ver, Jen, que preferirías que no posteara, pero bueh YOLO
Charlie.
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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:14 pm


INDICACIONES PARA LEER EL CAP
HERE WE GO...
★ Preparen sus botanas y bebidas puesto que les va a tomar un buen rato leerlo por completo... a menos que sean fenómenos y comprendan las palabras mientras leen a la velocidad de la luz.(?)
★ El cap está en hide.
★ Tengan en cuenta que los diálogos en cursiva son recuerdos.
★ Coloqué links directos en ciertas partes del texto para que escuchen las canciones que me inspiraron a escribir específicamente esas partes del cap y sientan de algún modo lo que los personajes sienten.(?) Están escritas en letras pequeñas color cafesosas(?) (Número 7).
★ Cuando lleguen al link de la canción con el título "FLASHLIGHT", lean lento... luego recuerden que TL&S va a terminar pronto y sufran conmigo :'c.
★ Una vez que hayan leído hasta donde está el link de la canción con el título "QUESTIONS", lean mucho más lento y escuchen la canción mientras leen... muy lento(?). Así cuando termine esa parte, puedan sufrir y lo que resta de la canción las ayude a sufrir más.(?)
★ Pueden odiar a Jaymie y a Louis todo lo que quieran, les doy permiso... pero no me odien a mí o les pego.(?)
★ Dejen un post enorme, sino también les pego.(?)
★ Eso es todo... la siguiente es Cato. Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 77880782
thanks [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:15 pm


CAPITULO 50

Louis Tomlinson

Mi dedo índice continúa delineando el borde del vaso de vidrio que sostengo entre mis manos mientras suelto un suspiro aun pensando que es una buena idea esto que viene a mi cabeza y da vueltas justo como una abeja rondando su panal.

- En serio, amigo – Niall sorbe de su bebida y carraspea antes de seguir hablando – No creo que sea una buena idea ir a su casa.
- ¿Acaso olvidaste lo que pasó aquella noche en la casa de Carrie? – niega con rapidez – Seguramente él pateará tu trasero con tanta fuerza que quedará cóncavo.

Revoleo los ojos con frustración, en serio, para mí es un gran plan hablar con el papá de Jaymie, creo que es el único que puede hacerla quedarse.

- No puede odiarme tanto – me encojo de hombros.
- ¿Quién no puede odiarte tanto? – Zayn se acerca, toma mi vaso y antes de dar un gran sorbo, huele el contenido – ¡Mierda! Esto es como media botella de whisky.
- ¿Oh, en serio? Quizás sólo sea una bebida exclusiva para hombres de verdad – me da una mala mirada y después de un gesto se va hacia la reserva del rubio a preparar su propio trago.
- ¿Quién no puede odiarte tanto? – pregunta nuevamente dándonos la espalda mientras sirve hielos en un vaso.
- Hola – entra Liam cargando bolsas con ambas manos – ¿Siguen bebiendo?
- El alcohol cura el alma, amigo – el rubio levanta su vaso – Sírvete el tuyo.
- ¿Entonces quién no puede odiarte tanto? – pregunta con impaciencia en su tono de voz.
- ¿A quién? – ahora interviene el castaño dirigiéndose hacia los licores después de haber dejado las bolsas sobre la mesa de centro.
- ¡Cielos! – doy un gran sorbo de licor antes de prepararme para hablar.
- Louis va a ver a Arnold – interviene el rubio antes de que pudiera tragar el líquido.
- Estás demente, ¿cierto? – Zayn se sienta a mi lado – Quizás no recuerdes que nos molieron a golpes hace pocos días.
- ¿Qué quieres hablar con él? – ahora es Liam quien pregunta – Sabes que si tuviera sus garras te haría trizas en dos segundos.
- Ya lo sé – me paso una mano por la cabeza como si esto quitara cualquier rastro de frustración de mí – Pero debo hacer algo, ella no puede irse así como así.

Liam y Zayn se dan una mirada entre sí, en cambio el rubio, levanta ambas cejas mientras bebe el contenido de su vaso.

- Amigo, estás ebrio – el moreno revolea los ojos – Deja de beber por favor, te he visto más ebrio que sobrio estos días.
- No estoy ebrio.
- Bien – Liam llama mi atención – Quizás no lo quieres ver, pero es tiempo de que pongas los pies en la tierra, Lou. El contrato terminó y Jaymie no tiene la obligación de permanecer a tu lado, ninguna tiene la obligación siquiera de hablarnos, ¿por qué no lo puedes entender?
- Tú la quieres, ¿no es así? – la pregunta del duende llama la atención de todos, suspiro con pesadez antes de responder.
- ¿Tú no? Me refiero a Coraline – el chico se limita a dar otro trago a su bebida – ¿Y tú a Michelle? – observo a Zayn y después me giro hacia Liam – ¿Y qué hay de Emma?
- Lou…

El castaño observa el piso unos segundos, como si tratase de buscar las palabras correctas para hablar.

- No sabes qué decir, ¿verdad? – me mira entornando los ojos y a continuación niega.
- Liam tiene razón – el moreno se adelanta – Incluso si ellas quisieran… ella… Jaymie, quisiera seguir en contacto contigo, ¿te has puesto a pensar lo que sucedería si Simon se entera? Tú vas a estar bien, bastante regañado sí, pero qué hay de ella, ¿y si su papá llegara a enterarse? Él es abogado, Louis, seguro encontrará algo aceptable con lo que pueda hacerte pagar.
- ¡Basta de tanta negatividad! – levanto ambas manos en son de paz – Es sólo una idea que tengo en la cabeza, aún no he hecho nada.
- Rara vez tus ideas no se llevan a cabo – el castaño entrecierra los ojos.
- ¡Ya dije que es sólo una idea! – concluyo exasperado.
- Está bien, ya te escuchamos, no estamos sordos – ahora interviene mi rubio amigo – Y a todo esto, ¿dónde mierda está Harry?
- Me mandó un mensaje hace como quince minutos – observo mi teléfono celular – Dijo que no se tardaba.
- Qué bueno, ya tengo hambre – dice sobando su barriga.
- Sería una sorpresa para el mundo que no tuvieras hambre – el moreno revolea los ojos.
- Mi estómago está triste, ¿bien? – se encoje de hombros – Por eso he estado comiendo demasiado.
- ¡Oh vamos! En ese caso tu estómago tiene depresión crónica de hace mucho tiempo ya, tragas como cerdo.
Liam y Zayn sueltan una fuerte carcajada, sin embargo, el rubio me muestra su dedo índice lo que me provoca reír también.
- ¿De qué se ríen? – la ronca voz del rizado me hace girar a verlo.
- Creí que llegarías pasado mañana – el rubio le lanza un hielo de su trago.
- ¡Hey! – lo esquiva como todo un profesional – ¿De qué hablaban?

Se acerca hacia el preciado licor del duende, prepara un trago y después nos acompaña en la mesa.

- De una idea estúpida de Louis – Liam se gana una mala mirada de mi parte.
- ¿Y eso? – pregunta curioso.
- No es nada – revoleo los ojos – Ya dije que sólo era una idea.
- Está bien, entonces hablemos de un tema nuevo.
- ¿Dónde estuviste todo el fin de semana? – el rubio lo observa burlón.
- Me refería a otro tema nuevo.



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Detengo mi auto aproximadamente a media cuadra de la casa de Arnold, no es como si tuviera miedo de sus enormes brazos que pueden romper mi cuello al instante, pero de cualquier modo hay que ser precavidos por si sucede algo en cualquier momento.
Puedo observar la camioneta del papá de Jaymie y un camión de mudanzas, por reflejo mi entrecejo se frunce al ver varios muebles dentro del camión. Doy por sentado que quizás sean cosas que Jaymie se llevará con ella a América, o inclusive podrían ser muebles de sus tíos, hasta que veo a la pequeña Brittany salir con una maleta enorme, su expresión se ve decaída. Me agacho en mi asiento cuando gira su rostro en mi dirección. Pero qué mierda está sucediendo.
Estiro el rostro nuevamente y ahora observo a Amelia, de por sí sus rasgos son duros, pues ahora mismo se ve como si el mismísimo Satán se le hubiese cruzado por el camino. Ella lleva una maleta también, en el marco de la puerta se encuentra Arnold observándolas a ambas con expresión seria. ¿Se irán de viaje o algo por el estilo?
La pequeña rubia le da un abrazo que el hombre corresponde. No entiendo qué sucede, pero tampoco es como si tuviera demasiadas ganas de bajarme para ir hasta ahí y preguntar.
Pero, sin embargo, entiendo que ahora no es el momento de acercarme a él, por lo que enciendo el motor de mi auto y me alejo de ahí.

Este asunto se puso incómodo y bastante extraño. Observo la luz del semáforo en verde y emprendo camino sin siquiera razonarlo. Una vez que llego al local me estaciono y entro sin siquiera preocuparme de que alguien me vea, una vez dentro, varias señoras hacen fila.

- Lo siento, pero por el momento está lleno, aunque puede tomar asiento y si se desocupan pronto los turnos cabe la posibilidad de que puedan atenderla hoy – dice la recepcionista a una señora, camino hasta ella – De otro modo, puede agendar una cita para… ¡Oh dios!

La chica toma tanto aire que pudiera desmayarse debido a la sobrecarga de oxígeno, cubro mis oídos ante lo que se viene.

- ¡Eres Louis Tomlinson! – incluso la señora de al lado cubre ambos oídos ante los gritos de la chica - ¡No puedo creerlo! Primero Harry y Niall y ahora tú… – cubre su rostro unos segundos – ¡Es como un sueño hecho realidad!
- Necesito ver a Claudia por favor – intento sonar calmado pero esta chica es realmente atemorizante, no exactamente del atemorizante sexy, sino como aquellas que sacarán una guadaña o algo por el estilo para asesinarte.
- ¡Louis! – da unos cuantos brinquitos – ¡Por favor tómate una foto conmigo!
- ¡Ya cállate, niña! – una mujer adulta que se encuentra sentada se queja mientras las demás cuchichean entre sí.
- Claro que sí, pero de verdad necesito hablar con Claudia – la chica se abalanza por encima del escritorio sobre mí.
- ¡Espera!
- ¡La Jaymie esa no te merece, Lou!

Como puedo la sostengo para que no caiga directamente al piso como se suponía que iba a suceder. La chica se aferra a mí abrazándome y gritando como loca, las señoras que se encuentran sentadas reclaman entre sí por el mal servicio de la chica y una que otra grita “Ya suéltalo, niña”, sólo ruego a la Diosa Claudia que escuche todo este alboroto y salga a salvar mi vida.

- ¡Sally! ¡¿Qué estás haciendo, niña?! – su voz al instante me da calma – ¡Aléjate de él!

La chica se pone rígida y una vez que se aparta de mí arregla su cabello enmarañado. No puedo siquiera moverme, su simple contacto fue tal y como si una serpiente me hubiese mordido inyectándome un veneno inmovilizador.

- ¿Estás bien, cariño? – Claudia extiende su mano y se agacha tanto como sus tacones se lo permiten para ayudarme a levantar.
- Hola – carraspeo antes de tomar su mano y ponerme de pie.
- ¿Cómo permite que sus empleados le hagan esto a sus clientes? – pregunta una señora.
- Lamento mucho este inconveniente, por favor esperen a que termine de hablar con el joven, les daré a cada una un cupón para el spa totalmente gratis – las mejillas de la rubia se tornan un tanto rojas – Sally, de verdad esto no puede ocurrir. Hablaré contigo seriamente, señorita.

La chica observa el piso apenada, pero segundos después me da una mirada que me hace entrar mucho más rápido a la oficina de Claudia.

- ¡Cielos, esta niña! – niega mientras soba ambos temporales con sus manos – ¿Qué sucede, cielo?
- Oh, hola – me encojo de hombros sintiéndome repentinamente tímido – Es sólo que yo no sabía a dónde ir y usted se portó muy amable con nosotros…
- Oh, cariño – toma mi hombro – Tranquilo, ¿te ofrezco algo para beber?
- Agua estaría bien – la mujer se acerca hasta un mini refrigerador y de ahí toma dos botellas de agua, me acerca una y se dirige hacia su silla del otro lado del escritorio.
- Lamento mucho lo que sucedió allá afuera, tengo toallitas húmedas para que limpies tu rostro.

Abre uno de los cajones del escritorio y me entrega una toalla húmeda y un espejo. Al mirarme doy un pequeño brinco de la impresión, mi cabello está esponjado y enmarañado, y además hay marcas de labial rojo en mi cara y cuello.

- ¡Cielos!

Es lo único que puedo decir ante semejante desastre antes de comenzar a limpiar mi rostro.

- Entonces… ¿Qué sucede?
- Yo… – la observo y me siento extraño ante lo que estoy a punto de decir – Me siento raro.
- ¿Ah? – su ceño se frunce.
- Vengo de la casa de Arnold – me encojo de hombros y ella me da una mirada seria – Y miré algo que despertó mi curiosidad.
- Cuéntame – se recarga en el respaldo del asiento y cruza una pierna.
- Había un camión de mudanzas y la señora Collins y su hija salían de ahí con maletas – me observa sorprendida, pero logra esbozar una pequeña sonrisa.
- ¿En serio? – su voz suena con emoción, yo asiento – No te preocupes, cielo, quizás se van de viaje a algún lado o no sé – le resta importancia con la mano.
- ¿A usted no le agrada?
- No es eso, Lou – se acomoda en el asiento – Pero por favor, háblame de “tú”.
- Lo siento, Claudia.
- ¡Oh descuida! Cuéntame, ¿qué tal se la pasaron en la barbacoa? – se recarga sobre el escritorio esbozando una sonrisa enorme.
- Fue genial, pero tengo una duda – rasco mi barbilla – ¿Nos invitaste a propósito?
- ¿Disculpa? – ladea la cabeza confundida.
- ¿Nos invitaste para que los Avengers nos dieran una paliza? – me recargo sobre el escritorio también.
- ¿Avengers? – suelta una carcajada bastante fuerte.
- Perdón, me refiero a tu marido y sus amigos – la mujer vuelve a reír estrepitosamente y siento mis mejillas arder.
- ¡Claro que no! – niega – No quería que las cosas se pusieran así, creí que se comportarían como los hombres maduros que se supone son, pero verás, algunos hombres no terminan de evolucionar a tiempo.
- Comprendo – asiento – Pero de verdad fue doloroso.
- Lo siento – vuelve a soltar una risa – Ellos no suelen ser así, pero son celosos y aman a sus hijas.
- Lo sé – suspiro.
- ¿Qué hay de Jaymie? – su pregunta me toma por sorpresa, es casi como un balde de agua helada encima.
- Ella no quiere ni verme – bajo la mirada, no puedo evitar ser un cursi empedernido.
- Lo siento, cariño – toma mi mano – Esa niña puede llegar a ser demasiado terca, supongo que lo que pasó con su mamá sigue afectándola. Pero dale tiempo, es una buena niña, verás que con el tiempo dejará que sepas lo que siente y que permanezcas a su lado.
- Es que tiempo es lo que menos tengo – la observo, ella me mira confundida – Se va a América y no la veré, ¿tú podrías convencerla de que se quede o al menos aplace la fecha?
- Louis – suspira – Me temo que no puedo hacer lo que me pides, no podemos detenerla, ¿crees acaso que yo quiero que ella y mi hija se vayan? No cariño, no quiero eso, sin embargo, ambas tienen sueños y saben que deben hacer sacrificios, tú sabes más que nadie el esfuerzo que implica el luchar por cumplir nuestras metas. Y si están dispuestas a arriesgarse por aquello que desean, yo sólo estoy para apoyarlas, incluso si Emma, Coraline o Michelle decidieran emigrar para cumplir sus metas y realizar sus sueños, no puedo hacer otra cosa más que darles todo mi apoyo.
- Pero es muy pronto – niego – Y no necesita emigrar para cumplir sus sueños.
- Puede que tengas razón – bebe un poco de agua antes de continuar – Pero ella lo decidió así.
- Lo sé.

Cierro los ojos un segundo y suspiro con pesadez, eso ya lo sé, lo tengo muy claro en mi mente, pero hay algo dentro de mí que insiste en que hay algo que puedo hacer.

- ¡Demonios! Sé que los demás van a querer asesinarme – cubre su rostro – Ve mañana en la tarde a la casa de Rose, le mandaré la ubicación a Harry, pero sólo puedes llevarlo a él por lo pronto, ¿entendido?

Asiento sin entender la situación del todo, niega unas cuantas veces y después me observa y esboza una bella sonrisa.

- No entiendo lo que sucede.
- Sólo diré que tal vez esta sea tu última oportunidad, así que debes aprovecharla. Ahora, cariño, tengo que regañar a Sally y ofrecerles a las señoras de afuera un servicio gratis debido a la chiquilla. Ten cuidado al irte.

Asiento como bobo, de verdad sigo sin entender qué sucede. Me levanto de la silla, tomo la botella de agua que está a la mitad y salgo de su oficina, al instante mi mirada se topa con la de la tal Sally y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.
Salgo del local hasta llegar a mi auto, una vez en el asiento, cierro la puerta e introduzco la llave en el contacto, tomo el volante con ambas manos y un presentimiento bueno viene a mi cabeza cuando pienso en lo que Claudia me dijo.



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Observo inquieto el televisor, ahora mismo dan Los Simpson, no les encuentro la gracia, pero Jaymie los ama, y como soy un masoquista pues aquí me encuentro torturándome.

- ¿Por qué Claudia me mandó una dirección a mi teléfono? – Harry se asoma mordiendo una tostada, se adentra completamente al cuarto y antes de que pueda responder se gira hacia el televisor – ¡Ese capítulo me encanta!
- ¿Ya la mandó? A ver.

De un paso llego hasta él y le arrebato el celular, el rizado suelta una carcajada y me limito a observar su celular para reenviarme la ubicación al mío.


A las 5:30, Louis.


Devuelvo el celular al dueño y me encamino hacia la ducha.

- ¡Hey! Espera – me sigue – ¿Por qué Claudia te envió ubicación y hora?
- No seas metiche – giro la llave del agua caliente y me quito la playera.
- ¡Wow! ¿Por qué demonios te vas a bañar? – me señala con el dedo índice.
- La gente normal se ducha, Hazza – respondo obvio.
- ¡Pero te duchaste ayer! – su expresión de confusión me provoca darle un zape así que lo hago – ¡Auch! Eso me dolió.
- Lo siento, amigo. Pero desde el fin de semana entraste en un trance de idiotez extrema, si quieres ir a ver a tu suegrita conmigo ve y toma una ducha, pero ya.
- Todavía no es ni medio día – se excusa mordiendo nuevamente su pan.
- ¿Y qué?

Lo empujo fuera del baño, es verdad aún falta bastante tiempo, pero me emociona el hecho de que la mamá de Carrie me citara para quién sabe qué.

Cuando salgo de la ducha me coloco una bata de baño y enredo una toalla en mi cabello, acto seguido me encamino hacia mi armario, contemplo toda mi ropa, no tengo nada que me guste para vestir.

- ¡Mierda! Pareces una chica, amigo – Harry está recargado en el marco de la puerta con el cabello escurriendo agua sobre su rostro – ¿Qué demonios te sucede?
- ¡No tengo nada decente para vestir! – me quejo sin pena alguna.
- ¡¿Ves?! – su expresión se deforma – Creí que en esta relación ambos éramos chicos, pero acabo de darme cuenta que tú eres la chica, Boo Bear.
- No bromees conmigo, Harry. Estoy demasiado nervioso.
- ¿Por qué? – se sienta sobre la cama.
- Ayer fui a ver a Claudia…
- ¡¿Qué?! – sus ojos se abren como dos enormes platos – ¿Fuiste a ver a mi suegra y no me lo dijiste? ¿Qué te traes con ella?
- ¡No es lo que piensas, idiota! – sus ojos siguen entrecerrados – Es sólo que no me sentía bien, fui a la casa de Arnold…
- No me digas que hablaste con él – sus ojos se entrecierran aún más, tanto que apenas y puedo ver el iris y las pupilas de sus ojos – Ya hablamos sobre eso, ellos no saben sobre el contrato y si se enteran se va a armar la tercera guerra mundial, amigo.
- ¡Ya lo sé! – me echo sobre la cama exasperado – No pude hablar con él, miré un camión de mudanza y su mujer y a su hijastra con dos enormes maletas saliendo de su hogar.
- ¿Ah? – se recuesta bocabajo para mirarme – ¿Crees que se hayan separado?
- No estoy seguro, tal vez. Pero eso no es lo que me importa. Sólo quiero que ella se quede un poco más.
- Amigo, entiendo lo que estás pasando, Carrie también se va. Y no podemos detenerlas, pero si hablamos del contrato, hay algo que puedes hacer, que los demás pueden hacer…
- Habla, rizos…

El chico traga saliva y yo lo observo con los ojos entrecerrados.

- ¡Hola! – escucho la puerta de la entrada abrirse de repente.
- Luego te cuento.

Se levanta de la cama para salir de ahí, en cambio yo me levanto para vestirme. Elijo algo simple y cuando salgo me encuentro al rubio sentado sobre la mesa con dos cajas de pizza y dos paquetes de cerveza encima de ésta.

- ¡Hey! – saluda – Le preguntaba a Harry si ya habían comido.
- Aún no es medio día – observo mi reloj – Almorzamos hace como una hora.
- ¡Oh Vamos! No le dirán que no a esta deliciosa pizza y a esta refrescante cerveza – señala – ¿O sí?
- ¡Claro que no! – Harry se sienta de inmediato.

Me encamino hacia la cocina por platos para la pizza, después me siento entre el rubio y el rizado.

- ¿Qué pasa? – Niall me mira extrañado – ¿Ya maduraste o qué te pasó?
- ¿Por? – frunzo el entrecejo mientras me sirvo una porción de pizza.
- Fuiste por platos para comer pizza – responde obvio y a continuación abre una lata de cerveza y me la pasa – Sólo Liam hace eso.
- Tan sólo limítate a comer – lo miro de mala gana.
- Sólo digo que te estás amargando, amigo – se encoge de hombros.
- ¿Estás queriendo decir que Liam es un amargado? – pregunta burlón el rizado a mi lado.
- ¿No lo es?

Las primeras cuatro horas fueron amenas junto al rubio, pero mientras más transcurría el tiempo mi ansiedad aumentaba, sin embargo, no tanto porque fuera a ver a la madre de Carrie, sino porque Niall estaba muy cómodo y no se le veían ánimos de irse. Observo mi reloj nuevamente y marca las cinco de la tarde.
Le doy un vistazo a Harry quien mantiene una expresión de “Ya vete por favor”. Cuando él me mira señalo mi reloj para que vea la hora en el suyo.

- ¡Diablos! El tiempo se ha pasado volando – exclama de repente el castaño mientras se estira.
- ¿En serio? – el rubio lo observa mientras sigue introduciendo palomitas de maíz en ese hoyo negro que él llama boca – ¿Qué hora es?
- Pasadas las cinco – observa su reloj.
- Nah, es temprano – se recarga en el respaldo del sillón y Harry y yo nos volvemos a observar – Ya se terminó la cerveza, ¿no quieren más?
- No, ya fue demasiado.
- ¡Ay, sí! Cómo no – me mira frunciendo el entrecejo – Días atrás casi te terminaste mi reserva especial, ebrio.
- Bueno, días atrás me sentía muy deprimido – me excuso encogiéndome de hombros.
- Creo que yo me iré a dormir una siesta – el rizado se estira y finge bostezar.
- Está bien, me quedo aquí con Louis.
- Yo también tengo sueño – imito a Harry.
- ¡Esperen! – nos mira de mala gana a ambos – ¿Están tratando de deshacerse de mí?
- ¡No! – respondemos al unísono y sin expresión alguna.
- Me siento oficialmente ofendido – dice sin dejar de atragantarse.
- Ay, claro que no. Porqué querríamos deshacernos de tu agradable compañía – Harry aprieta su hombro.
- Eso me sonó a sarcasmo de sobra – voltea a mirarlo.
- ¡Claro que no, amigo! – lo abraza y se recarga en su hombro no sin antes echarme un vistazo.

Revoleo los ojos y observo nuevamente mi celular, son las cinco con quince minutos. Suelto un suspiro y busco el nombre de Liam en mi agenda, y empiezo a redactar un mensaje de WhatsApp.


Amigo, necesito que me hagas un enorme favor.


Observo el televisor nuevamente y no pasa ni un minuto cuando mi celular vibra.


No tengo dinero.


Revoleo los ojos ante tal respuesta, quién se cree éste que soy.


No es eso, necesito que por favor invites a Niall a hacer lo que sea que se te ocurra.


Observo la pantalla una vez que responde.


Louis, estoy por comenzar a grabar en el estudio, no me desocuparé hasta dentro de buen rato. Dile a Zayn.


- ¡Mierda!
- ¿Qué? – Niall se gira hacia mí.
- Nada, es que me gusta esa parte – observo la transmisión, el chico está pasando por uno de los canales infantiles.
- ¿Peppa Pig? – asiento y él me observa extrañado.

Me concentro nuevamente en mi celular y busco el contacto de Zayn.


Necesito un favor.


Muevo impaciente mi pie hasta que el chico se atreve a responder, observo la hora y ya son las cinco con veinte minutos.


No puedo, estoy ocupado.


Suspiro con pesadez antes de responderle.


Zayn, de verdad necesito que me ayudes con algo, ¡me urge!


Pasan otros cinco minutos antes de que me responda.


Estoy jugando videojuegos, no me levantaré para hacer otra cosa.

Este muchacho de verdad me exaspera.


No tienes que levantarte, sólo invita a Niall a jugar contigo. De verdad es urgente, juro que te explicaré en cuanto tenga la oportunidad.


Observo a Hazza quien mira su reloj aún recargado sobre el hombro del rubio.


Cómo jodes.


Muevo mi pie nuevamente, no tengo otra opción más que decirle a Niall que se vaya. Mi celular vibra de nuevo y esta vez es un mensaje en nuestro grupo “One Dream”.


Rubio necesito que vengas.


Bendito sea, Zayn.

- ¡Hey! – Harry llama la atención de ambos – ¿Ya viste lo que puso Zayn en el grupo?
- No – sigue observando el televisor.
- Pues míralo – me mira confundido.
- ¡Voy! – a regañadientes toma su celular de la mesa de centro – ¿Para qué me querrá?
- Ni idea.

Observo la respuesta del rubio.


¿Qué quieres?


Le echo otro vistazo a Harry quien señala su reloj, ya es demasiado tarde.


Tengo un nuevo videojuego, tienes que venir a jugar conmigo.


El rubio hace una mueca.


Qué flojera.


Revoleo los ojos, me provoca darle un zape ahora mismo.


Y acabo de ordenar comida china.


- ¡Diablos! – suelta todavía mirando su teléfono celular – Ya me tengo que ir, chicos.

Bendito sea Zayn y su estrategia, y bendito sea el estómago hambreado de mi amigo.

- Está bien, no hay problema – Harry se levanta e imito su acción para ayudar al rubio a levantarse también.
- Saluda a Zayn de nuestra parte.
- Y disfruta de la comida china – de la mesa tomo las llaves de su auto, y me encamino hacia él para entregárselas, Harry ya lo dirigió hacia la puerta de salida.
- Y para que veas que nos preocupa tu bienestar te encaminaremos hasta la salida.

Lo tomamos cada uno de un brazo y lo obligamos a salir, no sin antes tomar mi cartera y las llaves de mi auto y el departamento.

- ¿Qué es esto? – pregunta confundido una vez que estamos esperando el ascensor.
- Nada.

Una vez que se detiene y las puertas se abren, delante de nosotros se encuentran Carrie y Coraline, la ahora rubia Carrie asiente a modo de saludo y la otra rubia se limita a bajar la mirada. En cambio, mi rubio amigo, se encuentra petrificado así que lo obligamos a entrar ahí.
Observo a las chicas quienes se mantienen en silencio, pero puedo notar que Harry y Carrie se echan ciertas miradas entre sí.

- ¿Cómo están, chicas? – pregunta el rizado sin pena alguna.
- Genial – responde Carrie observando extrañada al rubio y después regresando la mirada hacia Harry.
- ¿A dónde van? – observa a Cora.
- Iremos de compras – la chica responde muy a la fuerza, quizás porque mi rubio amigo la está atravesando con la mirada. Le doy un codazo y de inmediato vuelve la vista hacia el frente.
- Que se diviertan, chicas – el ascensor se ha detenido y Harry y yo salimos casi volando – ¡Nos vemos luego!

El rubio se sube a su auto y emprende marcha hacia con Zayn.

- ¡Genial! – ambos chocamos las manos.

Giro el rostro y no veo a las chicas salir, me gustaría despedirme, pero no tengo tiempo ahora mismo, dirijo a Harry hacia mi auto y a regañadientes sube al lugar del copiloto, no es mi culpa que el tonto no haya tomado las llaves de su auto.
Conecto mi celular con el bluetooth de mi auto y pongo la aplicación con la ubicación de la casa.

Cada semáforo en rojo es como una eternidad.

- ¡Ya es súper tarde! – mi amigo mueve ambos pies mientras clava la mirada en el semáforo.
- Tranquilo, sí llegamos.

Intento animarlo, pero el reloj marca veinte minutos para las seis de la tarde. Continúo manejando hasta estacionarme frente a una enorme casa de tres pisos, bajamos del auto observando la casa y trago saliva al ver varios autos frente al hogar de los Radcliffe, por mi menta pasa la ligera sospecha de que Claudia reunió a los Avengers para que nos den otra paliza.

- ¿En qué nos hemos metido, amigo?

Suspiro y empiezo a caminar hacia la casa, una vez que cruzamos el extenso jardín delantero subimos las escaleras del pórtico y toco el timbre. No pasan más de dos minutos cuando una bella mujer abre la puerta.
Ella mantiene una sonrisa hasta que nos ve.

- ¿Qué hacen aquí? – Harry y yo sonreímos con inocencia.
- Yo los invité – Claudia se me adelanta y termina de abrir la puerta – Adelante, chicos. Están en su casa – nos saluda con un beso en la mejilla.
- ¡Claudia! – la madre de Michelle coloca ambas manos en sus caderas a modo de reproche.
- ¿Qué? Tú me has dicho que ésta también es mi casa, así que, si es mi casa, también es la de ellos – se encoge de hombros y nos encamina hasta la extensa sala.
- ¡Sabes a lo que me refiero, rubia tonta! – es como ver discutir a dos adolescentes.
- ¿Qué demonios…? – la madre de Coraline nos observa con bastante confusión desde el marco de un pasillo que supongo da hacia la cocina puesto que trae con ella algunas bebidas.
- Claudia… – continúa Rose – Sabes lo que pasó en la barbacoa, quién sabe qué les hagan si van con nosotros.
- ¡Oh vamos! Esos animales no les harán nada.

No entiendo de lo que están hablando, a qué se refiere con “Si van con nosotros”. Observo a Harry quien se encuentra aún más confundido que yo.

- No sabes en qué los estás metiendo, Claudia – Lisa se acerca y deja los vasos sobre la mesa de centro.
- No pasa nada – la otra rubia le resta importancia al asunto con la mano.
- No estoy de acuerdo – Rose se cruza de brazos.
- ¡Oh vamos! No sean así por favor, tan sólo mírenlos – la rubia y la castaña nos observan un instante antes de que el celular de Lisa empiece a sonar.
- Es Jennah – se aleja de ahí antes de responder.
- No puedes hacer esto sin consultarnos primero, Claudia – la castaña se nota bastante molesta – No después de todo lo que ha pasado.
- ¡Vamos, cariño! No te pongas así – se acerca para abrazarla. Mi castaño amigo y yo nos quedamos inmóviles observando la escena sin decir absolutamente nada.
- No puedes, Claudia – traga saliva y mira hacia otro lado con ambos ojos cristalizados – Esto es por Ciara, se supone que todo el drama debemos dejarlo a un lado.
- Sé que es por ella… – susurran, pero aun así puedo escuchar lo que dicen – Pero también es para divertirnos.
- No me digas que estas usando a los pobres chicos para tu diversión – la mira de mala gana.
- Claro que no, cielo. Creo que es terapéutico tanto para ellos como para las niñas  inclusive para nosotras – asiente, puedo ver una lagrima recorrer la mejilla de la castaña, intento mirar hacia otro lado y le doy un codazo a Harry cuando noto que es pésimo disimulando.
- ¿Entonces por qué no abres un consultorio y les das terapia ahí? – niega.
- Amiga, de verdad, necesito tu apoyo – la mira a los ojos – Has esto por Jaymie.
- Oh, Claudia. No pongas a Jaymie en medio de esto – levanta la voz un poco, pero vuelve a modularla nuevamente – ¿Crees que si Ciara estuviera aquí querría que su hija pasara por todo esto?
- Claro que la haría pasar por esto, más si puede aprender una buena lección – asiente sonriendo, a tal punto que Rose esboza una sonrisa también.
- Cierto, ella estaba loca… – niega sin dejar de sonreír.
- Anda, Rose. Tengamos otra aventura – le da un empujoncito, la castaña se ríe y nos da la espalda para limpiar cualquier rastro de lágrimas de su rostro. A continuación, se voltea hacia nosotros con una mirada seria.
- Haré esto – se acerca – Incluso voy a intervenir si es necesario pero las niñas siempre van a estar primero, ¿entendido?

Ni siquiera sé a qué se refiere, pero su expresión me da miedo. Me limito a asentir, Harry imita mi acción.

- Dice Jennah que ya viene llegand… – observa la situación confundida – ¿De qué me perdí?
- De nada – Claudia aplaude dos veces con notable emoción – ¡Hay que traer más bebidas para los jóvenes!
Lisa la mira aún confundida, sin embargo, se encamina hacia la cocina seguida de Rose, la rubia nos da una sonrisa a ambos mientras quita los cojines de los sillones y nos indica que nos sentemos.
- ¡Ya llegué! – escucho la voz de Jennah y sus pasos dirigirse hacia la sala, cuando aparece en nuestra vista me apresuro a ayudarla con lo que carga – ¡Genial! ¡One Dream, One Direction!

Grita con bastante entusiasmo nuestro lema mientras se menea de tal forma que su abultada barriga parece ni interrumpir sus movimientos de ninguna manera.

- ¿Cómo están, chicos? – nos saluda de beso al tiempo que Rose y Lisa salen de la cocina, la primera con platos y la segunda con más bebidas – No esperaba verlos aquí.
- Nosotras menos… – Lisa le da una mala mirada a Claudia, ésta simplemente le envía un beso en el aire.
- Oh, pero es genial, ellos son chicos muy agradables – coloca su bolso sobre el sillón antes de dejarse caer sobre el mismo.
- ¡Ten cuidado! – la regaña Rose – Un día de estos se te va a salir esa criatura antes de tiempo por tus descuidos.
- Lo siento, estoy agitada y necesito sentarme – se echa aire con una mano – Las crías no salían de casa rápido y todavía llegué por el sushi.
- Está bien, Jennah, no te estreses – pide Claudia.
- Bien, comencemos con todo – ahora Lisa – Chicos, tomen un plato y sírvanse de lo que gusten.

Aún estoy lleno de tanta pizza, cerveza y palomitas de maíz. Pero temo que, si no como puedan enojarse, así que tomo un plato y sirvo de tres rollos diferentes de sushi.
Observo a Harry para que haga lo mismo.

- ¿Ya les explicaste cómo está el asunto? – pregunta la castaña.
- Algo así – Claudia sonríe de lado.
- No lo hiciste, ¿cierto? – ahora es Jennah la que pregunta con una sonrisa divertida, Claudia se encoje de hombros.
- Yo lo haré – Lisa se apresura a hablar – Cada año hacemos un viaje en conmemoración de Ciara, saben quién es Ciara, ¿no?

Ambos asentimos

- La mamá de Jaymie – Jennah y Rose dicen al unísono.
- ¡Me debes un chocolate! – casi grita la castaña.
- ¿Qué diablos? – la rubia revolea los ojos.
- Continúo – interviene nuevamente la madre de Cora – Creo que este viaje es aún más significativo tanto para las niñas como para nosotras y sus papás – las observa y ellas asienten – Porque Carrie y Jay se van hacia América.

Asiento, me es inevitable sentir un fuerte sentimiento de tristeza cada vez que me recuerdan a Jaymie, mucho más cuando se trata sobre su partida lejos de aquí.

- ¡Tengo planeadas varias actividades! – se apresura a decir la rubia con barriga abultada a mi lado.
- Cuenta – pide Claudia, acto seguido da un sorbo de su limonada.
- Bueno, en realidad sólo tengo dos – se encoge de hombros, las demás le lanzan lo primero que tengan al alcance y no sea dañino – Podríamos quedarnos en la casa de Rose que está en Poole y justo ahí tenemos muchas atracciones cerca.
- ¿En serio? – Rose se acomoda en su asiento, me limito a escucharlas.
- Está Splashdown – bebe de su limonada.
- Amiga, estamos por entrar a invierno, ¿no crees que vamos a congelarnos el trasero ahí? – las palabras de Claudia provocan risas en todos los demás presentes.
- Está todo techado, boba – Jennah le saca la lengua – Lo único que está abierto es la playa, pero habiendo tanto por hacer adentro quién quiere ir a la playa.
- Tu hija, cómo que quién – dice obvia Lisa.
- A Emma no le importará – resta importancia con la mano y continúa bebiendo de su limonada.
- Bien, ¿qué opinas? – pregunta la madre Carrie a la mamá de Michelle.
- ¿De qué?
- ¿Crees que esté bien para Andrew?
- ¿Crees acaso que mi marido manda en esta casa? – cuestiona sarcástica.

Creo que es un alivio que ellas estén de nuestro lado porque si sus maridos patearon nuestros traseros con tremenda facilidad, no quiero ni imaginar lo que ellas podrían hacernos.

- Justo eso quería oír – la rubia y la castaña chocan las manos.
- No le tomen importancia a eso, chicos – se excusa Lisa – Tan sólo imaginen que son personas normales.
- Descuide, no hay problema – Harry se apresura a hablar llamando la atención de todas – En realidad creemos que son geniales, ¿cierto? – asiento.
- ¡Aww qué linduras! – ahora es Jennah.
- Bien, ¿entonces qué? – interrumpe la señora Bouvier.
- Por la casa no te preocupes, llamaré para que le den mantenimiento – ahora es la señora Thompson quien se apresura a hablar – Y con respecto al parque acuático a mí me parece genial.
- ¿Qué opinan ustedes, chicos? – pregunta Jennah Woodhouse-Maddox.
- Por mí está bien – observo a Harry.
- Más que perfecto.
- Muy bien.

Siguen hablando y buscando en la web lugares para visitar, observo a Harry y me acerco un instante.

- ¿Crees que los demás estén bien con esto? – pregunto.
- ¿Acaso crees que me interesa? – introduce un rollo de sushi en su boca – Mientras pase tiempo con Carrie no me interesa si debo llevarlos en una bolsa de basura.
- Bien

Espero que sea Harry quien se apresure a comentarles que pasaremos todo el siguiente fin de semana en Poole junto a las chicas, sus hermosas madres y los Avengers.

- ¿Qué pasa si Simon se entera? – la mirada del rizado se endurece.
- Puede hacer lo que le venga en gana – se encoge de hombros y lo miro extrañado.
- ¿Compton Acres o Coy Pond Gardens? – pregunta Rose mientras teclea.
- Compton Acres… – es ahora Claudia y Lisa quienes hablan al unísono.
- ¡El derecho de mandar a tu marido! – se apresura la señora Marshall.
- ¡Ja! Ni loca, mujer – niega.
- ¡Oh, vamos! Tú mangoneaste a los nuestros por quién sabe cuánto tiempo y no dijimos ni pío – interviene Jennah con una sonrisa.
- ¡Está bien! – se acomoda un poco más cerca de la mesa de centro al igual que Lisa.
- ¡Piedra, papel y tijera! – canturrean al unísono.
- ¡Mierda! – maldice Claudia ante la repentina victoria de Lisa.
- ¡Sí! – se levanta con ambas manos en el aire – ¡Por fin te gané, rubia!
- Sí, felicidades – revolea los ojos – Continuemos, igual podemos ir a algún parque de diversiones.
- ¿A cuál? – pregunta Lisa aún emocionada por su victoria.
- No sé, ya estando allá vemos cuál estaría bueno – Claudia Bouvier toma un rollo de sushi y se lo come.
- ¿Los demás están de acuerdo con esto? – Jennah voltea a verme.
- Claro que sí – le resto importancia con la mano.
- Bien, entonces podemos partir el jueves a eso de mediodía para acomodarnos y cenar ahí, el viernes vamos al parque acuático, sábado al parque de diversiones y el domingo a Compton Acres para regresar temprano, podemos hacer alguna parrillada y proceder con el ritual de siempre y regresamos el lunes temprano – dice Lisa.

Las mujeres se observan entre sí y asienten, a continuación, nos observan fijamente a ambos. Ni siquiera me detengo a pensar en lo que dirán los demás cuando ya estoy asintiendo.

- Okay, entonces yo ahorita mismo llamo para lo de la casa – Rose toma el teléfono – ¿Tienen manera de llegar?
- Si no pueden ir con nosotras – ahora es Lisa – No es como si fuésemos demasiados en el viaje.
- Está bien, no hay problema por eso – me aclaro la garganta antes de seguir hablando – Tan sólo díganos la hora exacta de partida, de dónde saldremos y qué llevamos.
- Por eso no se preocupen – Jennah palmea mi espalda – No hay gasto alguno para los invitados.
- De verdad, no nos molesta ayudar – ahora es Harry quien interviene.
- Claro que no, los invitados no pagan.
- Y qué hay de… – mi amigo se encoge de hombros.
- No se preocupen por ellos, si se atreven a hacerles algo, se la verán con nosotras.
- Pero espero que no hagan nada imprudente, ¿entendido? – Lisa Thompson nos señala – Estoy de su lado – revolea los ojos.
- Ahora coman, ese sushi debe acabarse – la castaña nos apresura y acto seguido se va a hablar por teléfono a la cocina.
- ¡Me encanta cuando todas estamos en la misma sintonía! – Jennah se remueve en su asiento con gran entusiasmo.



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Estaciono el auto fuera del departamento de Zayn y me tomo unos segundos antes de apagar el motor. A continuación, dirijo la vista hacia el frente visualizando ambos autos, el de Liam y Niall, estacionados ahí. Carraspeo y después observo a Harry quien me sonríe con nerviosismo.

- No creo que se nieguen – intento animar el ambiente.
- Sí.

Bajamos del auto y caminamos hacia el edificio con lo que hemos comprado, una vez que estamos dentro y subimos al elevador comienzo a sudar, sé que Niall aceptará sin ningún problema, el problema o, mejor dicho, los problemas, serán Liam y Zayn.

Una vez frente a la puerta del departamento tocamos, es Liam quien abre y se hace a un lado para que pasemos.

- ¡Trajimos alitas picantes y cerveza! – canturreo mientras me muevo impaciente por el lugar.
- ¡Qué bien! Muero de hambre – Niall se acerca corriendo y ni siquiera espera a que Liam traiga platos cuando ya está comiendo.
- ¡Vas a manchar la mesa, duende! – advierte Zayn.
- ¿Cuántos años crees que tengo? – pregunta el rubio ofendido.
- Demasiados, pero actúas como un pequeño de tres años – Liam coloca un plato frente a Niall y los demás frente a nosotros – ¿Qué milagro que compran algo para los demás?
- ¡Oye! – me quejo – Nosotros somos personas muy bondadosas siempre, haríamos lo que fuera por ustedes.
- ¡Ja! Sí, claro.
- Límpiate la boca, rubio – Zayn le pasa una servilleta.
- Tenemos algo que decirles – es ahora el ruloso quien habla.
- Aquí viene… – Liam se cruza de brazos – ¿Ahora qué hicieron?
- Fuimos a ver a las mamás de las chicas – los padres de esta pequeña familia fruncen de inmediato el entrecejo – En realidad hablé con Claudia ayer y me citó el día de hoy para hablarnos sobre algo que nos interesa a todos.
- ¡¿Para eso querías que sacara al rubio de tu departamento?! – pregunta Zayn con notable enfado.
- ¡Hey! – se queja Niall sin dejar de atragantarse – Entonces sí estaban tratando de deshacerse de mí.
- Supera eso, rubio – Harry destapa una cerveza y la coloca frente a él en son de paz.
- Habla ya – Zayn comienza a tensarse – ¿Qué tramaron a nuestras espaldas? ¿Y por qué sospecho que cualquier cosa que hayan tramado va a doler más que mucho?
- Deja que les contemos antes de sacar conclusiones. Continúa, Boo Bear.
- Bien – aclaro mi garganta – Ellas están planeando un viaje en honor a Ciara y nosotros estamos invitados
- ¿Qué carajo? – Zayn me mira de mala gana – ¿Estás loco?
- Sabes que ese viaje no es sólo algo que se les ocurrió en el momento, ¿cierto? – la mirada penetrante de Liam parece quemarme.
- El punto aquí es que estamos invitados – interrumpe Harry.
- No, chicos. No hay punto que valga para nada. Deben saber que ese es un viaje familiar en honor a una persona que murió y que, por cierto, pertenecía a esa gran familia, por lo tanto, es más que significativo, ¿qué creen que vamos a andar haciendo ahí nosotros?
- ¡Oh vamos, Liam! Tampoco es para tanto – dice el rubio con una alita en la mano y una lata de cerveza en la otra.
- Simplemente está mal – ahora es el papá Zayn – En lo personal no creo que sea correcto tomar ventaja de eso, y digamos que lo hiciéramos, que no digo que lo haremos – nos advierte – Ahí estarán los Avengers, lo de la vez pasada fueron sólo unas cuantas horas, ¿creen que sobreviviremos a un viaje familiar?

Todos nos quedamos en silencio, en realidad estoy consciente de todo lo que han dicho, y hasta cierto punto estoy de acuerdo, pero es una enorme oportunidad como para dejarla pasar así nada más.

- Entiendo… – asiento – Pero aun así iré, debo ver a Jaymie y hablar con ella.
- Pues entonces deja de ser tan infantil y ve a verla aquí mientras tienes oportunidad, no esperes a que pase algo como un viaje milagroso o algo por el estilo para hacerlo porque las oportunidades se te irán – el moreno finaliza cruzándose de brazos.
- ¡Oh vamos! No discutamos por esto – interviene Harry – Tan sólo piénsenlo.
- Yo sí – Niall levanta la mano – Me apunto en el viaje, si voy a morir por los martillos de Steve, vale la pena si es por mi rayo de sol.
- Eso me provocó náuseas – Zayn lo mira de mala gana – Y no es tu rayo de sol, es el rayo de sol del señor Thor reencarnado en Steve.
- ¿Para cuándo es el dichoso viaje? – pregunta Liam ignorando las palabras del moreno.
- Pasado mañana – responde Harry.
- ¡¿Qué?! – levanta la voz – Quiero suponer que estás consciente que es demasiado pronto, ¿no?
- Carrie y Jaymie se van en menos de un mes, lo sabes, ¿cierto?
- No, no lo sabía – revolea los ojos – Lo pensaré toda la noche y mañana tendrán mi respuesta.
- Bien – asiento.
- Lo siento, yo no estoy dentro – Zayn se encoje de hombros y a continuación se levanta para dirigirse a lo de sus videojuegos.

Suspiro con pesadez, tiene razón al decir que debería hablar con Jay aquí. Pero si no se siente obligada a estar en cierto lugar, mi presencia la hará huir cual cenicienta, sólo que la zapatilla de cristal estaría clavada en mi rostro y no tirada en el piso.

Chasqueo la lengua de manera inconsciente mientras permanezco sentado frente a Harry, el castaño permanece quieto bebiendo de una lata de cerveza, a continuación, mi vista se va hacia Liam. Decir que está destrozado por Emma es poco, suspira una y otra vez sin retirar la mirada de un punto fijo, seguro ha de estar pensándolo demasiado.
Después observo a Zayn y a Niall jugar Gears Of War, el rubio ya aceptó, no le molesta ser un juguete para Steve, aunque digamos que Niall más bien sería algo como plastilina Play Doh para Thor. El moreno ya dejó en claro que no quiere saber nada al respecto, suele ser bastante reservado con sus asuntos y supongo que ver a Michelle, convivir con ella y su familia después de lo que pasó entre ellos, sería como caminar sobre vidrios rotos durante una eternidad.

Me pregunto cómo sería la situación si Jaymie y yo hubiésemos llegado a algo más… cómo se dice… a más bases…
Creo que me hubiese pedido comprarle una casa o un auto último modelo para algo así… ¡Esperen!… creo que las prostitutas hacen eso. ¡Mierda! Jaymie no es una prostituta… porqué estoy pensando en eso… pero, por otra parte, ella es bastante bella. Y su cuerpo es lindo, a pesar de ser tan delgada tiene un trasero prominente y sus bubis son como dos montañas… y me gusta su pelo, es largo, justo como para halarlo… ¡No! ¡Mierda!

- ¡Te estoy hablando! – trago en seco una vez que Harry logra sacarme de mis pensamientos.
- ¿Qué?
- Te pregunto que porqué estás tan rojo – entrecierra los ojos.
- ¿Yo? – me señalo.
- Pues sí, ni modo que Super Man. Eres el único en la mesa conmigo – dice obvio. Observo el lugar que ocupaba Liam y, efectivamente, él ya no está ahí – ¿En qué diablos estás pensando?
- En nada – me encojo de hombros y tomo una cerveza que aún sigue fría para desaparecer el calor en mis mejillas.



Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 8:35 pm, editado 1 vez

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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:16 pm


CAPITULO 50.2

Louis Tomlinson

Liam ya se ha ido y Niall se quedará con Zayn a seguir jugando. Me siento tan deprimido que ni siquiera quiero tocar el control de la consola de videojuegos, sólo quiero verla, aunque sea un momento pequeño.

- ¿Abren Cherry’s el día de hoy? – suelto sin pensar en nada.
- ¿Abren qué? – mi amigo me observa confundido.
- Cherry’s.
- ¿Qué es eso? – levanta la ceja con más confusión de la que ya tenía.
- Olvídalo – me encojo de hombros y continúo observando el semáforo en rojo.
- Dime – de reojo puedo distinguir que está volteado hacia mí – Anda.
- Ahí trabaja Jaymie – pongo el auto en marcha cuando la luz se vuelve verde – Es un bar.
- Pues vamos a ver.

Lo observo unos segundos y él me sonríe. No puedo evitar sonreír y aumentar la velocidad de mi auto evitando cualquier multa hasta llegar al local, las luces están encendidas y la música retumba fuera del lugar. Estaciono el auto y tomo una bocanada de aire para recuperar el valor que se me ha escapado hace dos segundos.

- Creo que la música responde a tu pregunta… – Harold sale del auto.
- ¡Espera! – me apresuro para llegar a su lado – Primero debemos localizarla, sería un caos si ella nos ve.
- De verdad algo te pasa, amigo – sonríe burlón – ¿Acaso tienes huevecillos de Liam en la cabeza?
- Eso sonó completamente repugnante – me coloco frente a él – Y no. Ella es mi chica, así que haremos lo que yo diga.

Levanta ambas manos en son de paz y camina a paso lento a mi lado. Observo desde uno de los ventanales en busca de Jaymie, hay bastante gente a pesar de ser martes, puedo distinguir en el escenario a una pareja cantando a dúo, el chico toca la guitarra mientras la chica canta. Harry golpea mi hombro y señala hacia un punto, sigo el lugar hacia donde apunta y ahí está ella, sus labios esbozan una sonrisa, pero su mirada parece vacía y muy dentro de mí empiezo a tener algo de esperanza.

- Hay que sentarnos lejos de ella.

Tomo el brazo de mi rizado amigo y lo jalo hasta una de las mesas más apartadas del lugar, gracias al cielo las luces neón no llegan tanto como para iluminar nuestros rostros, y Jaymie está tomando órdenes del otro lado del bar.

- Hay que pedir algo entonces – el castaño toma la carta de menú entre sus manos y se relaja sobre su asiento.

Imito su acción, pero mis ojos no obedecen mis órdenes, se ve tan bonita. En lo personal me fascina cómo se le ve ese atuendo, y esos tenis son sus favoritos. Su cabello está suelto y más largo de cuando la conocí… mierda, ¿por qué el pensamiento de hace unas horas con respecto a halar su cabello ha regresado a mi mente?

- ¡¿Jay es zurda?! – pregunta sorprendido y lo miro de mala gana – ¿Sabías que durante la santa inquisición perseguían las mujeres zurdas por creer que tenían lazos con el diablo y luego las quemaban en la hoguera?
- ¡Idiota! – alcanzo a decir por encima de la música y ahora fijo la mirada en el menú.
- Buenas noches, ¿están listos para ordenar?

Una voz ronca llama mi atención por completo, lo observamos y parece reconocernos al instante. Su boca se abre, pero no logra articular ni siquiera una palabra completa. Me mira y después señala a Jaymie; niego con rapidez.

- ¡No estamos aquí por ella! – Harry se me adelanta a hablar.
- Y no queremos que nadie sepa que estuvimos aquí – advierto – A cambio… recibirás una jugosa propina.
- Muy jugosa… – Harold alza repetidamente ambas cejas. El chico asiente intimidado.
- ¿Están listos para ordenar? – levanta la libreta en su mano izquierda y empuña una pluma en la otra mano, puedo notar que tiembla cual perro chihuahua.
- Dos whiskies en las rocas, por favor – observo extrañado a Hazza.
- ¿Algo más? – lo mira un instante y regresa la mirada hacia la libreta.
- Eso y tu silencio, nada más.

El chico asiente y se marcha de ahí. Apuesto que me veo tan intimidante que podría unirme al grupo de los Avengers tomando el lugar de Spiderman.
Observo una vez más y ella sigue haciendo lo suyo, a continuación, lleva las órdenes a la barra y espera ahí con el que distingo es el dueño. Se recarga sobre la barra y observa a ambos chicos cantar sobre el escenario. Sonríe a medias provocando una risita en mí, su sonrisa es demasiado bella. Tanto que podría mirarla todo el día y gran parte de la noche.
Observo de reojo a Harry quien extiende su brazo hasta colocar su mano debajo de mi barbilla.

- ¿Qué se supone que estás haciendo? – frunzo el entrecejo y lo miro fijamente.
- Tu baba está a punto de caer – sonríe burlón.
- ¡Oye! – le doy un manotazo – No tengo la culpa de que mi chica no sea como tu chica.
- ¿A qué te refieres, loco? – se recarga sobre la mesa.
- Carrie no es tan complicada – me encojo de hombros.
- ¿Que no lo es? – se exalta y sus ojos se abren enormes – ¿Estamos hablando de la misma Carrie?
- ¿Conoces alguna otra Carrie? – el mesero ha llegado a la mesa con nuestra orden – No creo que a la Carrie que ambos conocemos le agrade escuchar eso.
- ¡Estúpido! – revolea los ojos – No puedes quejarte.
- ¿Cómo que no? – doy un pequeño sorbo – Tal parece que no me has visto estas semanas.
- Bueno… – se encoge de hombros – Quizás pisotearon tu corazón, pero al menos no destrozaron tu alma como al pobre de Liam.
- Y tampoco me patearon tan fuerte las pelotas que por poco quedo estéril como al duende – me siento culpable por el hecho de que me causa gracia.
- O te abandonaron en una cama… desnudo… y sin dignidad – chasquea la lengua levantando las cejas y a continuación bebe de su trago.
- Mierda… tienes razón.

Creo que he sido afortunado en todo este asunto y lo único que la loca hizo fue lanzarme un zapato frente a una multitud… bueno, eso y usar mi corazón como cuerda de saltar.
La sigo con la mirada nuevamente, y siento asco de mí mismo por sentirme de esta manera, mi propia miel cursi me provoca diabetes.
Jay lleva algunos tragos sobre una bandeja hacia una mesa repleta de hombres, cuando se da la espalda varios observan su trasero y me provoca levantarme y partirles la cara.

Mis oídos han distorsionado cualquier letra de la música que están cantando en vivo hasta ahora, los acordes empiezan a sonar y al instante dirijo la mirada hacia el escenario.

ONLY
El chico comienza a tocar One and Only y después la chica comienza a cantar.

Volteo a ver nuevamente a Jaymie, hace tiempo le dije que esa era nuestra canción e inmediatamente se me viene a la mente ese día; recuerdo que no pude dormir en toda la noche, sabía que Simon iba a citarnos para recalcar el asunto del contrato y que éste estaba por expirar. Mi estómago se revolvió cuando miré el desayuno, Harry estaba llorando frente a mí y fue en ese momento cuando la realidad me golpeó tan fuerte que me sentí mareado. Le dije que no tenía hambre y me fui de ahí a mi habitación, y sí, lloré como una nenita.
No podía parar de pensar en otra cosa que no fuera en Jaymie y sentirme tan vacío porque ya no estaría conmigo. Me levanté y fui a la ducha, duré como cuarenta minutos y me sentí culpable por malgastar tanta agua, pero el tiempo se me fue en un abrir y cerrar de ojos. Me vestí lo más presentable que pude y me fui en mi auto hasta la oficina de Simon. Recuerdo estacionar el auto y encontrarme con Zayn en el estacionamiento, el moreno se encontraba fumando un cigarrillo y su expresión de mierda era bastante parecida a la mía.

- ¿Tienes otro? – le dije señalando el cigarrillo.

Él simplemente asintió y de su bolsillo trasero tomó una cajetilla y la extendió en mi dirección, tomé uno, lo coloqué entre mis labios y Zayn me ayudó a encenderlo, di la primera calada y el humo atravesando mi garganta ayudó a deshacer el nudo que se había formado horas atrás. Fumé lo más despacio que pude esperando que ella llegara y pudiera tener un momento para hablar antes de entrar a la oficina, pero no llegó.
Adentro Simon nos regañó durante diez minutos exactos, los conté, pero en eso llegaron ambas; Michelle y Jaymie.

Mi corazón latió un poco más rápido al verla, pero lo sentí estrujarse al ver su rostro, me sorprendió el hecho de que en todo este tiempo vi más de la Jaymie triste, mezquina y sarcástica que de la Jaymie amorosa y feliz. Pude apreciarla de lejos, cuando estaba en compañía de Coraline, Carrie, Emma y Michelle; pero cuando estábamos juntos, pareciera como si su alma saliera de su cuerpo junto con cualquier emoción positiva y viajara hasta sus amigas.

"Eso es todo, tienen como máximo dos días para hacerlo"

Fue lo que dijo Simon en el momento en que por sorteo nos tocó “romper” nuestra relación antes que Michelle y Zayn, jamás creí que esa oración fuera a afectarme tanto. Desde el principio estuve más que molesto por todo el asunto, pero me acostumbré demasiado rápido a ella y ahora estoy destrozado.
Fue también ese día cuando fuimos a la plaza donde aquellas chiquillas locas le lanzaron una bebida tan fría que por un momento sus labios se tornaron morados; ella se quejó sobre eso y me provocó una risa, pero juro que en el momento en que sucedió estaba tan cabreado que hubiese tomado a la chiquilla del brazo y la hubiese lanzado desde la cima del monte Everest. Pero soy un caballero, así que me limité a cuidar a mi chica e ignorar a la chica boba que lo hizo…

Recuerdo también que ese día sentí envidia, porque no tenía nada mío, en realidad me había sacado mucho dinero anteriormente, pero no tenía algo que yo hubiese deseado regalarle desde lo más profundo de mi corazón.  Así que cuando vi el brazalete en su muñeca pensé en comprarle algo, corrí rápido hasta la joyería y pagué una suma bastante exagerada, debo agregar, para que el encargado de grabar mensajes en el local se quedara un instante y grabara en el pequeño corazón esas palabras bobas, pero tan significativas. Cuando salí de ahí maldecí en voz baja por haber gastado en menos de diez minutos lo que me gano en una semana de trabajo, pero luego pensé en Jaymie y terminé cerrando el pico.

En el auto iba seria, su silencio era incómodo por lo que intenté charlar con ella hasta el momento en que la radio comenzó a sonar One and Only de Adele y sin pensarlo dije que esa era nuestra canción y ella la cantó en voz baja durante el camino, creyó que no la escuché, pero sí lo hice.
Me pidió detener el auto lejos de la casa de Coraline y yo lo hice, bajó rápido pero su paso era lento, me costaba dejarla ir sólo así, así que la detuve, sólo quería continuar mirándola un momento más.
Después tuvimos una pequeña charla sobre la relación extraña con sus amigas, después la abracé, pero se soltó de mi agarre y por primera vez me pidió un beso. Me pareció demasiado sospechoso, pero como el idiota que soy, simplemente acepté; y ella me jugó una broma, ingeniosa: sí, dolorosa para mi orgullo de macho alfa: sí. Pero luego la besé, le pedí ser mi Wendy y ella aceptó, me emocioné tanto que mi pie hizo “pop” … justo como una princesa… ¡Cielos! A veces me comporto como si realmente fuera Mary Jane y no Spiderman.
Mi tristeza se mezcló con la alegría provocando un sentimiento extraño que mi hambre se fue por completo y justo en ese momento, recostado sobre mi cama, tan sólo quería abrazarla un momento más. Tomé mi celular y cobardemente mandé un mensaje de WhatsApp.

“No sabes cuántas cosas siento por ti en este momento.”

Me sentí como un completo idiota cuando ella me dejó en visto al día siguiente, debí haberla llamado…


Aún con la mirada fija en ella, me pregunto por cuánto debe pasar una persona para cerrarse de esa manera a pesar de tener tantas personas maravillosas a su alrededor, quizás debería preguntarle a Zayn, pero es muy probable que me mande a comer mierda. Mi estómago se estruja y el nudo en la garganta vuelve a mí, justo ese sentimiento, el de aquel día… el amor es una mierda, pero aun así saltaría frente a un tren si ella me lo pidiera.

- ¿Sabes? – Harold se aclara la garganta llamando mi atención una vez que la canción termina – No te había preguntado esto porque creí que era algo muy estúpido, pero me entró curiosidad de repente – termino el contenido de mi vaso sin quitarle la vista de encima y hago una seña al mesero para que se acerque – Porqué el tipo de la cámara, tú sabes, el de la ruptura – mueve sus manos intentando ser más claro – ¿Por qué él tenía fotos de ti y Eleanor?

Alejo la mirada para observar por millonésima vez a Jaymie, a continuación, niego.

- ¿Qué les ofrezco? – el chico levanta nuevamente la libreta y está listo para escribir.
- Trae otras dos rondas de esto – señalo el vaso, el mesero asiente y después se va – Puedes hacer milagros con la tecnología de hoy en día, Hazza… no sé, supongo que fue todo plan de Simon.
- ¿No crees que ella debe saber? – se inclina hacia mí, el chico llega inesperadamente rápido y de un trago bebo todo el contenido de uno de los vasos.
- Ella ya lo sabe… y mírame – levanto la ceja – Yo estoy aquí así, y ella allá como si nada.

La señalo, el ruloso sigue con la mirada la dirección que mi dedo indica y después me observa sintiéndose apenado de alguna forma. Me encojo de hombros y bebo de tajo el licor de otro vaso.

- Creo que deberíamos irnos – imita mi acción – Hoy fue un día pesado.
- Lo fue… – mi mirada yace fija sobre la morena – Pidamos la cuenta.

Es el castaño quien habla con el mesero, me dispongo a terminar la última bebida y sin despegar la vista de Jaymie, justo como lo he hecho toda la noche, justo lo único que puedo hacer.

- Paga ya – pide el ruloso.
- ¿Ah?
- No traje mi cartera – se encoge de hombros y yo revoleo los ojos – Salimos corriendo del departamento para sacar a Niall.
- ¡Está bien! – me resigno, no es como si pudiera hacer algo más.
- Y no olvides la jugosa propina.

Lo miro de mala gana, pero aun así pago todo y ambos salimos de ahí, Harry se abraza así mismo al sentir el aire chocar contra él, pero no puedo sentirlo del todo, quisiera decir que se debe al alcohol, pero es más bien producto de un corazón roto.
Rebusco mis llaves en mi bolsillo y una vez que las tengo en la mano, Harry me las arrebata. No quiero discutir por algo tan bobo y me limito a subir al asiento del copiloto, tan sólo quiero llegar y recostarme.

Una vez que estoy sobre mi cama permanezco observando el techo de mi habitación, si cierro los ojos, Jaymie e incluso los momentos agradables compartidos con los demás me vienen a la mente, agito mi cabeza para sacar esos pensamientos de una vez por todas y después me estiro para alcanzar una libreta y un lápiz del cajón de mi buró. Empiezo dibujando cualquier cosa que se me venga a la cabeza para después escribir palabras y oraciones completas…



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Me despierto de un brinco, la libreta está sobre mi rostro y el lápiz lastimando mi espalda.

- ¿Estás bien? – son los golpes de Harry en la puerta los que me han despertado.
- Sí.
- Iré a desayunar con los chicos, ¿quieres acompañarnos? – pregunta desde el otro lado. Limpio los restos de saliva de mi boca y me siento sobre la cama con los pies en el piso.
- Los alcanzo en donde quiera que vayan a estar – tallo mis ojos un instante y acomodo un poco mi cabello despeinado.
- Está bien, te envío la ubicación al rato.
- Okay.

Escucho sus pasos alejarse y me tiro nuevamente de espaldas sobre la cama, una vez que la puerta de entrada se abre y se cierra me levanto, camino hasta la ducha y ahí hago desaparecer cualquier rastro de ayer. Me visto como ocasionalmente lo haría y me encamino hacia la sala por mi billetera y mis llaves.
Entro a mi auto y empiezo a manejar hasta llegar a un edificio alto, levanto la vista y no alcanzo a ver la cima del mismo, acto seguido trago en seco, probablemente sea un idiota, pero me queda el consuelo de que soy el idiota más sexy que ha pisado este planeta.

Me adentro al lugar sintiéndome pesado, pero sin dar marcha atrás. Arnold es CEO de W&W, siglas de Williams & Watkins, quizás el bufete de abogados más reconocido en Londres, y debo admitir que su presencia me intimida un poquito.
Me pierdo en el edificio como por veinte minutos antes de localizar su oficina, me resulta difícil preguntar puesto que todos aquí tienen expresiones bastante amenazantes, parece que lo han aprendido de su jefe. Mi corazón palpita tan fuerte que creo que se saldrá de mi pecho, pero aun así me acerco hasta la secretaria.

- Buenos días – me mira con semblante serio, elegante y estirado – Me pregunto si puedo ver al señor Williams por favor.
- ¿Tiene cita programada? – rebusco en mi cabeza las palabras precisas antes de hablar.
- No – diablos – Pero sólo será un momento.
- Lo siento, pero el señor Williams no puede atenderlo sin cita previa, que tenga un buen día.

Sonríe sin expresar alguna clase de sentimiento, después asiente y regresa la mirada al computador frente a ella, estoy comenzando a sospechar que es un robot y no una persona.

Retrocedo tres pasos y la puerta a dos metros de distancia de mí se abre de repente, un Wolverine sonriente aparece con una mujer que ha de rondar entre los treinta y cinco y cuarenta años de edad. Se despide de ésta con una sonrisa y un gesto de mano, pero cuando me observa sus facciones se deforman y se transforman en una mueca rara de odio, ahora mismo no sé quién me da más miedo entre el verdadero personaje de Marvel y el hombre frente a mí. Su mirada se dirige hacia la mujer y nuevamente forma la sonrisa hasta que desaparece de la vista de ambos.
Mi cerebro les ordena a mis pies moverse, pero no hay señal, simplemente no obedecen.

- ¡Tienes hasta tres para largarte de aquí! – se recarga en el marco de la puerta – Uno… - literalmente no puedo moverme – Dos… – observo a la secretaria quien ni siquiera ha volteado a vernos – Dos y medio…

Creo que he superado la velocidad de la luz, salí tan rápido como el correcaminos. ¡Cielos! Ese hombre es demasiado intimidante. Subo a mi auto y manejo sin dirección alguna hasta que tomo mi celular en un semáforo rojo, tengo un mensaje con la ubicación que Harry me ha mandado y manejo hasta ahí.

Bajo tan rápido como he estacionado el auto y a grandes zancadas llego hasta la entrada del restaurante, no tardo más de medio minuto en localizar la mesa y de igual manera, a grandes zancadas, llego hasta ahí. Me siento en la única silla vacía y tomo el menú entre mis manos, Liam detiene una papa frita a medio camino de su boca y me mira extraño.

- ¿Qué te pasó? – regresa la papa al plato y frunce el entrecejo.
- Nada, ¿por?
- Estás pálido – es ahora Zayn quien habla.
- ¿Sí? – observo a Harry y él asiente.
- Apuesto a que vienes de ver a tu suegrito querido – el rubio me observa burlón.
- ¡Creí que iba a morir ahí! – tomo mi frente y los demás sueltan una fuerte carcajada.
- ¿Eres idiota o qué? – pregunta el moreno sin parar de reír, me limito a mirarlos de mala gana hasta que sus risas paran.
- ¿Qué le dijiste? – Liam se inclina hacia mí con curiosidad.
- ¡Ni siquiera pude decirle nada! – tomo una papa frita de su plato y me la llevo a la boca – Apenas me vio, me advirtió que contaría hasta tres para que desapareciera de su vista.

Otra ronda de carcajadas estruendosas inunda el lugar y sin decir nada los miro con recelo.

- ¿Y qué hiciste? – el mandril frente a mí, sí, me refiero a Zayn, pregunta con más curiosidad.
- Pues salí corriendo.

Y eso bastó para que volvieran a reír durante otro rato, al parecer una vez más soy el payaso de estos chiquillos.

- ¡Qué nena! – expresa el rubio aún entre risas.
- ¿Es en serio? – le lanzo una papa que acierta en su nariz – El hombre mide un metro con noventa, ¿qué hubieras hecho tú?
- Me hubiera quedado a enfrentarlo – infla su pecho dramáticamente.
- No le hubieses servido ni de palillo de dientes – ahora es Harry quien habla.
Y gracias a que el rubio es un metiche con ego inflado, el bullying que inicialmente empezó hacia mí se volvió hacia él.
- Ya, déjenlo – interviene Liam.

Y sí, como era de esperarse, ahora el bullying es para él.
En lo que los demás siguen siendo odiosos con el Krilin, llamo a la mesera para pedir algo de almorzar, no diría que es la hora adecuada para llamarlo desayuno.

- Quiero el platillo tres por favor – la chica lo anota – Y un café.
- Enseguida traeré su orden – asiente con una sonrisa – ¿Los demás desean ordenar algo más?
- Yo quiero otra orden de papas fritas por favor – le sonrío inocentemente al castaño y saca la lengua.
- ¡Más café por favor! – el rizado señala las tazas sonriendo.
- Entendido – asiente y se aleja de ahí.
- Es bonita – dice Harold regresando la mirada después de haberla seguido con sus ojos pervertidos.
- Deja de ser odioso, Harry – regaña Liam.
- Le diré a Carrie – el rubio le lanza una servilleta hecha bolita.
- Ni le hablas – se la regresa.
- Le mandaré un mensaje entonces.
- No tienes su número.
- Sí lo tengo.
- No es cierto.
- Sí es cierto, menso.
- ¡Qué bien que los niños se divierten solos y no tenemos que pagar niñera! – el moreno revolea los ojos.
- Cambiando de tema… – me recargo sobre la mesa – ¿Qué pensaron con respecto a lo de ayer?

Observo a Liam y Zayn ya que ellos eran los que dudaban sobre ir al viaje, el moreno baja la mirada y el castaño traga saliva antes de mirarme.

- Sabía que ibas a mencionar el tema – suspira.
- Entonces habla.
- Sabes que pienso que es incorrecto, pero de algún modo Claudia te invitó a pesar de la importancia del viaje para las familias…
- Incluso ellas están de nuestro lado – interviene Harry.
- ¿De verdad? – el rubio abre la boca sorprendido.
- Me sorprende igual, pero sí. Las cuatro dijeron estar de nuestro lado.
- ¿Qué hiciste para que Rose y Lisa cambiaran de opinión? – el moreno parece estar interesado en el tema ahora que lo de la decisión de las mamás salió a la luz.
- Nada, amigo. Es simplemente encanto natural.
- Tú no tienes encanto de nada.
- ¡Pero yo sí! – Harry sonríe egocéntricamente mientras cruza los brazos y se recarga en el respaldo de la silla.
- ¡Tú menos! – Zayn lo fulmina con mirada y el chico vuelve a la posición que tenía de mala gana.
- ¿Entonces cómo está el asunto? – pregunta Liam confundido.
- Claudia nos citó en la casa de Rose, ¡pero ahí no estaba Michelle! – me apresuro a informar antes de que Zayn pregunte – Se sorprendieron, pero Claudia intervino por nosotros, Jennah le llamó a Lisa y Rose tuvo una mini discusión con Claudia por invitarnos a algo que obviamente es exclusivo de ellos y deshonrar la memoria de Ciara, pero luego la convenció y llegó Lisa y luego Jennah y ya. Planeamos varias actividades para el viaje, bueno, en realidad ellas lo planearon y Harry y yo escuchamos y asentimos, y ya.
- ¿Sólo eso?

La mesera llega a la mesa y espero a que deje todo nuestro pedido y se vaya antes de comenzar a hablar, necesitamos ser reservados en cuanto a esto.

- Pues sí, básicamente.
- Está bien – observo a Harold sorprendido ante las palabras de Liam, él me mira con la misma expresión – Voy a ir, pero la primera estupidez y nos regresamos.
- ¿Qué pasa si el que hace la estupidez eres tú? – el rubio levanta las cejas repetidamente.
- No importa quién cometa la estupidez, a la primera nos regresamos sí o sí, ¿entendido?
- Sí, mami – lo observo burlón y él me muestra el dedo medio mientras bebe café.

Después de lo que pasó hace rato, me siento con más energía positiva ahora mismo. Ahora todos observamos a Zayn, en cuanto se percata de nuestras miradas niega un par de veces, como si ya estuviera arrepintiéndose de lo que dirá.

- Bien.

Se encoje de hombros mientras los demás, a excepción de Liam, festejamos por sus asertivas decisiones.

- Entonces le mandaré mensaje a Claudia – dejo el tenedor sobre el plato y tomo mi celular.
- ¡Claro que no! – Harold aparta mi celular de mi vista – Yo lo haré, tú sigue comiendo.

Obedezco y doy un bocado de lo que ordené mientras observo al rubio bailar en su asiento, al moreno reposar la frente sobre la mesa y a Liam mirarme de mala gana.

- ¿Y qué haremos o qué planearon para el viaje? – se cruza de brazos y a la par se acomoda en la silla.
- Pues la partida es mañana, hay que esperar a que Claudia responda el mensaje. Dijo que a eso de mediodía para llegar en la tarde y descansar, cenar y blah blah blah. El viernes está destinado para un parque acuático que no recuerdo cómo se llama. Para el sábado habían dicho algo sobre buscar un parque de diversiones, el domingo en la mañana visitaremos un parque de jardines que tampoco recuerdo cómo se llama, para estar libres toda la tarde, hacer una parrillada y después un ritual de no sé qué que se volvió tradición o algo así.
- Dijiste mucho, pero en realidad no dijiste nada – el moreno sonríe burlón – Lo único que sabes con exactitud son los nombres de los días que estaremos fuera.

Suelta una carcajada seguido del rubio, tomo dos sobres de azúcar, rompo la envoltura y les lanzo con fuerza uno a cada uno.

- ¡Mi ojo! – se queja mi moreno amigo quien no alcanzó a cubrir su rostro.
- ¡Justo en el blanco! – suelto una risa que los demás acompañan.
- Entonces, ¿quién de ustedes dos sabe con precisión las actividades que se van a realizar? – Harry y yo nos observamos confundidos.
- Pues es eso, tan sólo no recordamos los nombres de los lugares – el rizado se encoje de hombros.
- Está bien, de cualquier modo, pídele a Claudia que te mande por mensaje lo que tienen planeado para el viaje y qué es lo que nos tocaría llevar.
- ¡Ah, sí! – el castaño asiente y lo señala – Les preguntamos eso ayer y nos dijo que los invitados no tienen por qué llevar algo. Pero igual y podríamos llevar algunas golosinas o snacks.
- ¿Sólo eso? – Zayn frunce el entrecejo, a continuación, sirve café en su taza – Es muy poco comparado con lo que se va a gastar en el viaje.
- Podríamos llevar algunas botellas de champagne o algo para apaciguar las aguas con los Avengers.
- Es lo más inteligente que has dicho hoy, rubio.
- También ofrecieron llevarnos en sus vehículos, pero personalmente creo que el viaje es para prepararnos psicológicamente para lo que viviremos allá – bebo un poco de café – Y coincido con Harry, rubio.
- Yo coincido contigo – el rizado me manda un besito, finjo tomarlo y acercarlo a mi corazón.
- ¡Ay dios! Ya dejen de hacer eso – Zayn se queja irradiando su amargura por todo el lugar – Son molestos como no tienen idea.
- Bueno, y a todo eso, ¿en qué vehículo nos vamos a ir? – interviene Liam.
- En la camioneta de Zayn – el rubio se encoge de hombros después de hablar.
- ¿Y por qué en la mía? ¿No podemos viajar en avión?
- Es en Poole, no es tan lejos y los demás harán viaje en auto – bostezo antes de continuar – Creo que sería raro llegar allá mucho antes que los demás, y aparte no tener en qué transportarnos por nuestra cuenta.
- Coincido – Liam asiente y después me mira con su mirada de sabio sarcástico – Y gracias por decirnos que el viaje será a Poole veinte mil años después, cuando es lo primero que debes mencionar.
- Deja de regañarme, ni mi mamá me regaña de esa manera.
- Como sea, ¿entonces nos vamos en tu camioneta? – pregunta observando al moreno.
- Pues sí, ya qué – se encoje de hombros.
- Nadie te está obligando a hacer nada, si no quieres tan sólo dilo porque tienes una actitud de mierda y es agobiante.
- ¡UUUUUH! – el rubio recibe un golpe por parte de Zayn quien se encuentra justo a su lado.
- Está bien, ahí está la camioneta.
- Gracias.

Me encanta cuando Zayn y Liam discuten, es como una pelea de novios. Normalmente suelen ser tan largas que te da tiempo de preparar palomitas de maíz, tomar un refresco del refrigerador y regresar a ver el show.

- Termina de comer entonces, podemos pasar de una vez por lo que llevaremos.

Levanto ambas manos en son de paz, Zayn está insoportable la mayor parte del tiempo estos días y discutir con él es como pelear contra la pared o un poste de luz. Excepto cuando Liam discute con él… son como una pareja peleando, ¿ya lo había mencionado?

Dicho eso, devoro lo que queda en el plato y pedimos la cuenta; hoy invita el rubio. Manejamos hasta el estacionamiento de nuestro departamento, dejamos los autos ahí y subimos los cinco al auto de Harry, nunca está de más ahorrar gasolina.

Hazza pone un disco de nuestra música y el ambiente se pone tan bueno al instante que todos comenzamos a cantar todo el camino hasta llegar al supermercado. El ruliento estaciona el auto en el estacionamiento del lugar y bajamos manteniendo la misma vibra de hace un rato. Antes de entrar Niall toma un carrito y entra encima de éste, es tan infantil.
Me acerco hacia el carrito para dirigirlo, vamos directamente a los estantes con golosinas. Harry y Zayn se encargan de rellenar el carro con chocolates, gomitas dulces, papas y cualquier snack que pudiera antojársenos durante el camino y nuestra estancia allá.

- Sabes que no puedo comer cualquier cosa, ¿no?
- Ya lo sabemos, Liam, déjanos encargarnos de esto.
- Oigan, también esas papas – señala el rubio aún sentado dentro del carrito.

Liam toma el carrito de la parte de enfrente y empieza a jalarlo con ayuda de Harry y Zayn, ya es bastante fuerza de los tres así que me sostengo y subo ambos pies para que me lleven a mí también.

Llegamos hacia la sección de licores, me acerco y tomo cuatro botellas grandes de champagne.

- ¿Creen que con esto baste? – señalo las botellas.
- Agarramos otra, ¿no? Por sí las dudas.
- Sí, tráela – dicho esto, Zayn deja otra botella dentro del carrito.
- ¿Y de licor? – ahora Harry.
- A casi todos les gusta el ron – dice Liam tomando su barbilla.
- Y el vodka – el rubio tiene razón.
- Podríamos llevarnos una botella de ron, otra de vodka y algunas cervezas – me encojo de hombros.
- ¿No es demasiado alcohol? Supongo que los Avengers también llevarán.
- Nah.

Vamos por algunas cervezas y de ahí a pagar, dejamos todo en la cajuela del auto de Harry y emprendemos camino hasta el departamento.

- Pues subamos – empieza a decir Harold – Jugamos un rato, pedimos algo para comer y después a hacer maletas.
- Aquí dejamos todo esto – señalo el auto – Mañana que pase con la camioneta cambiamos las cosas.
- Está bien.

Caminamos hacia la entrada y doblamos el pasillo para tomar el ascensor, me detengo en seco cuando topo con Niall quien exclama una expresión de sorpresa. Sigo su mirada confundido y a la mitad del pasillo se encuentran Coraline y Jaymie observando el celular de la rubia, no tengo idea de qué estén observando, pero se ven completamente atrapadas.

Ninguno se mueve, puedo observar a Zayn buscar con la mirada, supongo que a Michelle, antes de echarnos un vistazo entre sí. Las miro nuevamente, es Coraline la primera que se percata de nuestra presencia. Levantamos la mano a modo de saludo y la chica lo único que hace es observar a Niall y a continuación desviar la mirada y caminar hacia el elevador dejando a una confundida Jaymie quien la observa alejarse sin entender qué sucede hasta que nos mira. Repetimos el saludo, Jay en cambio, nos mira extrañada, asiente respondiendo el saludo y se va. Pero casi a punto de llegar al elevador las puertas se cierran. Se golpea la frente con la palma de su mano, notablemente frustrada, y aprieta una y otra vez el botón para llamar el ascensor.

- ¿Qué hacemos? – pregunta Harry en susurros.
- Hay que esperar a que se vaya – me encojo de hombros.
- ¿No querías hablar con ella? – pregunta sarcástico el moreno.
- Sólo mírala – la señalo con los ojos – Está que atraviesa la pared. Sólo dejemos que se vaya.
- ¡Cobarde! – es ahora Niall.
- Tú ni hiciste nada por seguir a Coraline, ¿no que era tu rayo de sol?
- Es diferente.
- ¡Claro que no! – Liam se burla con los brazos cruzados.
- Pareciera que ambos tienen repelente contra mujeres – Niall y yo lo miramos de mala gana.
- Pues tú también tienes, amigo – defiendo mi dignidad y la del rubio – Y es más potente porque Michelle ni siquiera está cerca, nunca lo está.
- ¡UUUUUH!

Se burlan los demás, lo siento, pero se lo tiene bien merecido por ser tan odioso. El ascensor por fin abre sus puertas, la morena entra rapidísimo y presiona una y otra vez el botón que supongo da al piso de Carrie mientras esquiva mi mirada.

Las puertas se cierran y emprendemos camino hacia nuestro departamento.



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“A las 11:30 am frente a la casa de Rose, lleven algo formal pero no tan formal para el domingo”

Ni siquiera pude dormir bien a causa de la emoción que me causa este viaje, es apenas que la alarma de mi celular suena. Estiro el brazo y alcanzo mi teléfono para apagarla, lo coloco sobre mi pecho y suelto un suspiro antes de levantarme a terminar mi maleta. Llevo varios cambios de ropa aptos para las actividades que vamos a realizar, además, el cambio de ropa “formal pero no tan formal” que nos pidió. No estoy seguro de qué más podría agregar, parece que llevo todo lo necesario, pero siento que se me olvida algo…
Por instinto observo mi buró y pienso en llevar el dije de Jaymie, sin embargo, la idea sale de mi cabeza cuando pienso en que su padre estará ahí. A continuación, Harry toca la puerta de mi habitación llamando mi atención.

- ¡Liam y Niall ya llegaron! – grita desde el otro lado de la puerta – ¡Vente a desayunar!

¿Tan temprano? Qué raro.
Cubro la maleta con la tapa de la misma y cierro el zipper, después me encamino hacia el comedor, ahí están Liam y Niall sentados.

- ¿Aún no estás listo?
- Faltan dos horas para estar ahí, Liam.
- Desayunemos por lo pronto – Harold coloca cuatro platos y tres cucharas sobre la mesa – Puedo darte un tenedor si quieres.

El rubio y yo soltamos una carcajada y el castaño mira mal al ojiverde, parece nervioso. El ruloso coloca una caja de cereal sobre la mesa y luego se dirige hacia el refrigerador para sacar un galón de leche.
Tomo un plato y una cuchara y me sirvo un poco de Cheerios con leche. Ver a Liam sin hambre y a Niall tragar más que un marrano debido a la ansiedad de ver a las chicas, me relaja de alguna manera.

- Esto es jodidamente desesperante.

Toma la caja de cereal y come directamente de ahí, me esfuerzo de sobremanera para ocultar mi risa, pero mis intentos son fallidos.

- Tranquilo, todo saldrá bien.
- Lo dices porque tú estás bien con Carrie.
- Bueno, quizás esté bien con ella, pero su hermana me odia…
- Y sus papás… y los demás Avengers.
- Exacto, rubio, sin embargo, tenemos de nuestro lado a las personas que controlan a los Avengers – guiñe el ojo y continúa comiendo.
- ¿Asistirá Christopher después de lo que sucedió en la reunión pasada? – frunce el entrecejo.
- Yo supongo que sí – me encojo de hombros – Después de todo él fue un buen amigo de Ciara y a pesar de que mantiene una relación de mierda con Carrie, sus amigos estarán ahí.

Liam asiente, en cambio, el rubio esboza una mueca de confusión y preocupación.

- Iré a ducharme – anuncio levantándome del asiento. Llevo mi plato y cuchara al fregador y los lavo antes de comenzar a caminar a la salida – No mueras de desesperación.

Advierto al Krilin, él sólo me mira mal y me lanza tres Cheerios. Me encamino hacia mi habitación, tomo un cambio de ropa y me dirijo al cuarto de baño.
Me siento justo igual que Liam, pero puedo controlarme y no actuar como un tonto desesperado, es cierto que estoy demasiado intrigado y nervioso, pero si todo sale bien, después del viaje estaré mucho más que feliz. Una vez que he terminado de ducharme me visto tomándome todo el tiempo del mundo, justo ahora el tiempo está avanzando más lento que un caracol.

Me doy un último vistazo al espejo después de peinar por última vez mi cabello, justo hoy se puso más rebelde de lo habitual, creo que en realidad sólo extraña ser jalado por la loca de Jaymie… y justo aquel pensamiento estúpido me viene a la cabeza. Sin embargo, lo ignoro por completo y me dispongo a cepillar mis dientes para después encaminarme hacia mi habitación una vez más con cepillo para el pelo, cepillo para dientes y pasta dental en manos para guardarlos en una de las bolsas exteriores de la maleta.
Echo un último vistazo para asegurarme de que no olvido nada y después salgo cargando mi maleta para el viaje.

- ¡Zayn no me contesta! – me anuncia Harry con desesperación.
- ¿Crees que se haya arrepentido?
- No creo – ahora es Niall – Ayer que nos fuimos llegué a su departamento a jugar videojuegos y bueno, me preguntó en todo momento qué estaría bien llevar para vestir.
- ¿Y eso qué? – inquiere Liam – Ese hombre cambia de parecer como cambia de calzones.
- Ya llegará, mientras podríamos jugar Halo.

Me encojo de hombros, ellos asienten y a continuación nos vamos a la sala para matar lo que resta de tiempo.
Ya son pasadas las once de la mañana y el moreno aún no ha llegado, Liam ya está más que frustrado, no responde el teléfono a ninguno a pesar de que entra la llamada.

- ¡Es un idiota!
- Tranquilo, yo sé que va a venir – observo a mi amigo.
- Si no viene podemos irnos en el auto de cualquiera de nosotros – comenta el duende encogiéndose de hombros.
- Esperémoslo cinco minutos más – pide Harry observando el reloj en su muñeca.

Los cinco minutos pasaron y Zayn no llegó. Por lo que nos encaminamos hacia la salida resignados a que se perderá el viaje, me coloco primero y giro el pomo de la puerta…

- ¡Perdón! – aparece gritando provocando que todos los que estamos a punto de salir demos un salto y peguemos un grito del susto, incluso mi maleta cae al piso.
- ¡¿Qué mierda te pasa?! – me pongo la mano en el pecho y siento mi corazón palpitar aún más rápido de lo que ya lo hacía – Casi nos provocas un infarto a todos.
- Te golpearía si no estuviera tan aliviado de verte – Liam se acerca y lo abraza.
- Lo siento, me desvelé jugando y no escuché mi alarma.
- ¿Y por qué no respondiste nuestras llamadas? – regaña el ruloso.
- Mi celular estaba en vibrador, no lo escuché… lo siento.
- Está bien, tan sólo vámonos ya que aún debemos pasar lo que compramos a tu camioneta.

Y dicho esto salimos casi volando de ahí, primero metimos las maletas para después acomodar las compras, específicamente las botellas para que no se quiebren dentro de la cajuela.

- ¡Mierda! – comienza a hablar Liam quien está de copiloto – Estoy muy nervioso.
- ¿En serio, Liam? – pregunto sarcástico – Nadie lo había notado.
- Idiota – revolea los ojos – Ya vámonos.
- Bien – el moreno enciende el motor del vehículo – Oremos para que los Avengers no nos maten durante nuestra estadía allá.

Y eso es lo que hago en el camino a la casa de Rose, me pareció inesperadamente rápido, pero fue tortuoso. El moreno estaciona frente a la casa de la madre de Michelle, justo del otro lado de la calle puesto que hay una fila de camionetas estacionadas. Puedo ver a varias personas en el jardín delantero de la casa a través de los espacios entre los vehículos.

- Bien – suspiro – Hagámoslo bien, chicos.

Bajamos de la camioneta y caminamos hasta el jardín, antes de llegar escaneo toda la escena y hago un recuento de las personas que se encuentran ahí, algunos entran y salen de la casa, pero he podido contarlos a todos, coincide con el número de vehículos estacionados; los únicos faltantes son el señor Williams y el señor Benwik.

- ¡¿Qué hacen ellos aquí?! – la fina voz de Louise advierte a Jennah, Sheila y Xander sobre nuestra presencia.
- ¡Niños! – Jennah canturrea mientras se acerca hacia nosotros – Qué bueno que llegaron, ¿ya están listos?
- Así es señora – responde Liam más educado que de costumbre – Muchas gracias por la invitación.
- ¿Hay algo en lo que podamos ayudar? – ahora pregunta Zayn repentinamente amable.
- No – soba su barriga – Ya tenemos casi todo, de hecho, ya deberíamos estar saliendo. Louise, dile a mami que ya llegaron los chicos, que se apresuren.
- ¡Pero tía! – se queja – A qué van ellos.
- Cariño, ve dile a tu mamá que ya están aquí – observa a la otra adolescente a su lado quien nos observa de manera despectiva con los brazos cruzados – Acompáñala, Sheila.

A regañadientes, ambas adolescentes se encaminan al interior de la casa, de ahí Connor y Andrew están saliendo con bolsas ecológicas en las manos. Platican con sonrisas en los labios hasta que sus miradas se topan con nosotros.

- ¡Oh Dios! – el castaño se detiene de golpe y le da una mirada asesina a mi moreno amigo – ¿Qué se supone que es esto? – observa a Jennah y ésta sólo revolea los ojos.
- ¿Amor? – ahora su marido.

Ambos hombres comienzan a caminar nuevamente hasta quedar cerca de nosotros, ¿por qué tienen que ser tan corpulentos? Harry mide tan sólo unos centímetros menos, pero aun así, a su lado parece una hormiguita flacucha.

- ¿Qué? – la rubia responde de mala gana.
- Hablaremos de esto – advierte el hombre y ella los observa burlona hasta que llegan a uno de los vehículos.
- Sólo ignórenlos – pide esbozando una sonrisa.
- No queremos causar molestias.
- ¡Oh, cielo! No es molestia en lo absoluto – observa al castaño – Tan sólo concéntrense en divertirse y arreglar las cosas con ellas, ¿está bien?

Ahora caigo en cuenta de todo, el plan de Claudia…

- ¡Hola, chicos! – Claudia saluda mientras corre hacia nosotros, detrás de ella vienen Rose y Lisa junto a Steve y Sebastian.
- ¡Hola! – saluda Lisa con una sonrisa enorme mientras agitando la mano.
- ¡Buenos días! – sonamos al unísono y puedo notar el ligero temblor en nuestras voces.
- ¿Qué es esto, amor? – Sebastian se apresura hasta llegar al lado de su mujer y la abraza.
- ¡Oh! Ellos van con nosotros – las facciones de los cuatro hombres ahí presentes se deforman al instante – Lisa, ¿trajiste la casa de campaña?
- Claro, fue lo primero que guardé.
- ¡Cierto! – Rose observa a su marido – Amor, trae nuestra casa de campaña por favor, está en el sótano, a un lado del mueble donde tengo el jabón de la ropa.
- ¿Y yo por qué? – pregunta con fastidio y ella lo mira mal – Ya voy, amor.

Se acerca a ella para besar cortamente sus labios y después adentrarse nuevamente a la casa. La castaña nos guiña el ojo y siento un alivio enorme.

- No sacaste mis martillos del maletero, ¿cierto?
- ¡Steve! – la rubia le echa una mirada envenenada.
- Es sólo una pregunta, cielo – levanta ambas manos en son de paz.
- No, no los saqué – revolea los ojos.
- Bien – sonríe de manera tétrica en nuestra dirección – Gracias, amor.
- ¡Más te vale que no te comportes como un bruto animal, loco! – Claudia lo señala.
- ¡Yo no he hecho nada! – se coloca detrás de Lisa haciendo un puchero – Amor, defiéndeme.
- Defiéndete solo – quita su agarre y el hombre la observa ofendido – Ya háblenles a las chicas, ya tenemos que irnos y aún nos falta la oración, somos muchos.
- ¿Cuál oración? – me susurra Harry en el oído – No mencionaron nada sobre eso.
- No tengo idea, amigo.
- Yo voy – Rose empieza a caminar.
- ¡Trae a Candy!
- Claro.
- ¿Ya está todo en los vehículos? – pregunta Jennah.
- Ya – responde Lisa – Aunque siento que algo se me olvida, no sé por qué.
- Quizás porque algo se te está olvidando – Connor dice obvio.
- Menso – lo mira con recelo – ¿Por qué no salen esas crías?
- ¿Tú por qué crees? – responde Sebastian sin dejar de mirarnos y siento la indirecta.

Observo a los chicos, sé que esto no es nada y ya me siento bastante incómodo, pero hay un motivo por el cual soportaré todo… o al menos eso creo.

Observo la puerta de entrada, lo demás están saliendo, la primera es Rose cargando a Candy, después sigue Carrie quien camina a paso veloz en nuestra dirección. Cielos, la verdad siento tanta envidia de mi amigo el ruloso, la forma en que ella lo mira es la forma en que desearía que Jay me mire a mí.

- ¡Vaya sorpresa! – exclama la chica una vez que llega hasta nosotros – ¿Por qué no me dijiste nada?
- Era una sorpresa – responde Harold.

A continuación, la ahora rubia, saluda a mi amigo con un beso en la mejilla y después nos saluda a los demás. Dirijo la mirada hacia la casa nuevamente, Sheila y Louise vienen saliendo cada una al lado de Xander, creo que el chico se mantiene neutral pero ambas chiquillas nos observan con notable recelo. Después de ellas Emma, Michelle y Jaymie, la persona que más quería ver, salen con la expresión seria, a pesar de su mirada punzante en mi dirección, mi corazón late más rápido nuevamente, quisiera correr hasta ella y abrazarla fuertemente.

- ¡Qué carajo! – suelta el rubio de mala gana y todos voltean a verlo. Sigo su mirada y Coraline se acerca junto a Lukas, esto es tan jodido.
- ¿Qué carajo qué? – Steve lo observa con expresión dura.
- ¡No, nada! – se encoge de hombros de inmediato – Es que creo que me pico una hormiga.

Levanta la pierna hasta poder tocar su tobillo, el padre de Cora lo mira no muy seguro y después observa el piso para confirmar la presencia de los susodichos bichitos.

- ¡Parecen tortugas! – grita Claudia – ¡Apresúrense!
- Ya sólo falta Andrew – comenta Lisa notablemente desesperada.
- ¿Ya no falta nada? – pregunta el hombre parado en el pórtico sosteniendo una maleta grande, los demás niegan – ¡Cerraré la puerta!
- Okay, en lo que Andrew viene, vayan pensando sus palabras para la oración – Lisa nos observa – No importa si es una palabra, una oración o hasta una estrofa, expresen sus deseos para este viaje después de mencionar su nombre. Acomódense – todos forman una especie de círculo – Yo voy primero. Yo Lisa, deseo que este viaje sea maravilloso para todos aquí, que sea la oportunidad de abrir nuestras mentes y apreciar a las personas que están cerca de nosotros.
- Yo Coraline, deseo que nos traigamos hermosos recuerdos.
- Yo Lukas, deseo que este viaje esté lleno de paz.
- Yo Steve, deseo usar mis martillos durante nuestra estancia en Poole.
Su mujer golpea su hombro y recibe miradas de fastidio por parte de Claudia, Jennah y Rose.
- ¡Deja de ser un tarado! – advierte la madre de Emma – Sigues, pequeño.
Xander baja la mirada, sabía que el chico es tímido, pero no había notado en realidad cuánto.
- Está bien, amor – lo calma Rose – Tan sólo dilo en tu mente – el chico asiente y la mujer vuelve hablar un minuto después – ¿Listo? – el chico asiente nuevamente – Sheila…
- Bien. Yo Sheila, deseo un viaje lleno de aventuras.
- Yo Sebastian, deseo que los martillos de Steve tengan buena puntería… ¡Auch! – su mujer le da un codazo ylos demás, a excepción de las mamás y Xander, sueltan una carcajada.
- Yo Claudia, deseo que durante este viaje nadie se enferme para así poder disfrutar como nunca, y que Dios les dé más inteligencia a ciertas personas para que no hagan muchas estupideces, porque de que las van a hacer, de eso estoy segura.
- Yo Carrie, deseo que nuestra estancia en Poole se pase lentamente para así disfrutar de la compañía de las personas que vamos.
- Yo Niall – el rubio se aclara la garganta antes de seguir hablando, se ve notablemente nervioso – Deseo que nos divirtamos como nunca y que además haya comida deliciosa.

Observo a las chicas y a los padres revolear los ojos, incluso mis amigos y yo lo hacemos, el duende no deja de pensar en tragar ni en un momento como este.

- Yo Harry, deseo que todas las actividades planeadas resulten como se espera.
- Yo Louis, deseo que este viaje sea especial para cada uno.
- Yo Zayn, deseo que la diversión y amabilidad no falten durante este viaje.
- Yo Liam, deseo que este viaje nos haga mejorar como personas.
- Yo Jennah, deseo que el camino sea tranquilo, que Dios cuide y bendiga a aquellos que van manejando para que no haya ningún percance, además que no haga tanto frío y que haga que estos hombres no sean unos animales durante nuestra estancia en Poole – la mujer lo dice todo con una sonrisa – Ah, y que también haya comida deliciosa – guiña el ojo en dirección del rubio quien responde con una sonrisa.
- Yo Connor, deseo que podamos encontrar un buen lugar donde enterrar cinco cuerpos y que nadie jamás los descubra – ríe burlón, su mujer le da un pellizco, pero él sólo hace una mueca y soba su brazo.
- Yo Emma, deseo que podamos convivir como la familia que somos y podamos disfrutar mucho de la compañía de Carrie y Jaymie.
- Yo Jaymie, deseo que este no sea el último viaje que hagamos en familia, y que durante el tiempo en que Carrie y yo estemos en América – auch… eso de verdad me dolió – No dejen de viajar simplemente porque no estaremos nosotras dos.

Al instante la atmósfera ha tomado un sentimiento de nostalgia, Rose abraza a mi chica, le da una sonrisa y besa su frente.

- Yo Rose, deseo que nuestra estancia en Poole sea amena y que no se presente ningún tipo de percance.
Además, deseo que todos y cada uno de los presentes podamos divertirnos siempre teniendo en mente a Ciara y que todo esto es por ella. Y al igual que Lukas, deseo que haya paz durante todo el viaje.

- Yo Louise, deseo que no hayan malentendidos durante este viaje, y deseo que esta vez el tío Arnold asista.

Le echo un vistazo a Harry quien me observa tan confundido como lo estoy yo.

- Yo Michelle, deseo que haya un buen clima en Poole, además que podamos acercarnos un poco más como familia.
- Yo Andrew, deseo que el deseo de Connor se cumpla.
- ¡Qué gracioso! – Lisa a su lado le da un codazo, y su mujer alcanza a golpear su hombro derecho – Ahora que todos hemos dicho lo que deseamos para este viaje, es hora de irnos.
- ¿No les falta nada? – Claudia se nos acerca con Candy en brazos, nosotros negamos – Cualquier cosa Carrie estará en contacto contigo, Harry. Sólo síganos.
- Está bien.
- Gracias – decimos casi al unísono.

Los vehículos empiezan a llenarse y una vez que todas las puertas están cerradas todos encienden motores para comenzar el viaje hasta Poole.


Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 8:39 pm, editado 1 vez

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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:17 pm


CAPITULO 50.3

Louis Tomlinson

El orden dentro de nuestro vehículo es el siguiente: Zayn maneja, Liam es copiloto y atrás vamos Harry, Niall y yo. Me empieza a emocionar esto, y además me intriga la actividad que hicimos hace rato; doy por sentado que se trata de algo que están acostumbrados a hacer, algo así como una tradición familiar. Y me es imposible no pensar en mi familia, hace bastante tiempo que no visito a mi madre y hermanas, tan sólo llamo a mamá ocasionalmente para preguntar cómo se encuentra.

- ¿Por qué mierda tenía que venir él? – las palabras llenas de recelo del rubio me sacan de mis pensamientos.
- Tal vez no lo has entendido, pero Lukas es un amigo cercano de la familia también y es primo de Michelle – responde Liam sin voltear a verlo.
- Lo dices tan tranquilo porque él no anda detrás de Emma – revolea los ojos y es cuando Liam se gira y lo observa burlón.
- Así es, amigo.

Los demás reímos ante la expresión del rubio, sin embargo, está claro que a ninguno nos agrada la presencia de Lukas aún a sabiendas de que “anda detrás” de la pequeña rubia. El chico se limita a cruzar los brazos y mirar la ventana durante aproximadamente dos y media horas de camino, ni siquiera canta sus canciones favoritas cuando aparecen en la radio.

- Oigan, Carrie me mandó un mensaje – observo a mi amigo quien se encuentra entre Niall y yo.
- ¿Qué dice? – pregunta Zayn observándolo desde el espejo retrovisor.
- Dice… “No pierdan de vista la camioneta y síganos, vamos a llegar a comer a un restaurante” …
- Genial, porque me muero de hambre – interviene el rubio aún en la misma posición de enojo.
- Pues no se diga más.

No pasan ni dos minutos cuando la camioneta de enfrente se desvía de la carretera, Zayn la sigue y llegamos a un restaurante, no podría decir que se trata de uno para personas estiradas, pero si por fuera es hermoso, me imagino que por dentro lo es aún más. El moreno estaciona la camioneta y acto seguido, salimos para encontrarnos con los demás.

- ¿Tienen hambre? – pregunta Rose.
- Algo – me encojo de hombros.
- Aquí está muy rico, vengan – alcanzamos a los demás quienes han comenzado a adentrarse al local.
- Señora Rose – me acerco hasta ella – Disculpe las molestias, no queremos sonar groseros, pero, ¿sería mucho pedir una mesa que esté alejada de la gente?
- Descuida, eso es lo de menos – palmea mi hombro – Y no me llames señora, tan sólo “Rose”.

Vaya, conociendo así a la mamá de Michelle, puedo asegurar que es tan agradable como lo son Claudia y Jennah, en cuanto a Lisa, creo que aún me da un poco de miedo…

- Mesa para veintidós personas, por favor – la castaña pide al host – Donde haya menos gente, si no es mucho pedir.
- Un momento, por favor.
- ¿Por? – pregunta Steve frunciendo el entrecejo.
- Porque quiero – la mujer le saca la lengua haciéndonos reír.

Esperamos alrededor de cinco minutos sin siquiera hablar, y me refiero sólo a Liam, Harry, Niall, Zayn y yo. Estamos tan tímidos como la última vez que convivimos con las familias de las chicas.

- Síganme por favor.

Dicho eso nos adentramos al lugar, rebusco con la mirada para ver si no se encuentra alguien que nos conozca y pueda armar un escándalo y cada vez que siento peligro, como todo un hombre… me escondo en Claudia, Lisa, Rose o Jennah.

- Pidan lo que quieran, chicos – comenta Lisa sonriendo.
- Gracias.

Tomamos lugar lejos de los papás y cerca de las madres de las chicas, en cuanto nos sentamos, las chicas y el dúo dinámico empiezan a tomarse fotos con los hombres. El mesero se acerca a dejar los menús, me lo entrega y lo tomo entre mis manos sin poder quitar la vista de Jaymie, ella sostiene la carta entre sus delgadas manos y frunce el entrecejo, después toca el hombro de Andrew a su lado y el hombre la observa antes de mirar su menú y aclararle quizás una duda sobre la comida. Desvío la mirada cuando siento que la estoy viendo demasiado y por accidente hago contacto visual con Sebastian, éste señala sus ojos y después a mí, indicándome que me está observando a modo de advertencia, al instante vuelvo a observar mi menú, sin embargo, la miro de tanto en tanto a pesar de la advertencia de La Mole.

Qué patético, ¿no? Ella pareciera ignorar del todo mi presencia.

- ¿Ya decidieron lo que consumirán? – inquiere el mesero listo para anotar las órdenes.
- ¿Chicos? – pregunta Jennah.
- Yo quiero un Cottage’s Pie individual y una limonada, por favor.

El joven asiente y escribe la orden, dejo el menú sobre la mesa para que lo tome una vez que se vaya y me dedico a observar el diseño del mantel mientras anota los demás pedidos.
Justo ahora no me siento como yo mismo, estoy más que quieto y me frustra no estar gritando como cacatúa en este instante. Juego con mis manos por debajo de la mesa mientras muevo ambos pies para liberar un poco de la energía que llevo acumulada, espero poder liberarla en algún momento, de otro modo me volveré loco.
Las familias platican entre sí y sólo hacen una que otra pregunta ocasional que respondemos tímidamente, en cambio, ellos ríen plácidamente disfrutando de verdad lo poco que llevamos del viaje mientras continúan tomándose fotos, observo a Connor tomar una selfie con Jaymie y Andrew, después se les une el resto de los Avengers y las chicas. La comida ha llegado y simplemente me limito a comer lo que hay frente a mí. Doy un sorbo un sorbo de mi bebida y después mis ojos viajan instintivamente hacia Jay, ella está llevándose una papa a la boca, no puedo evitar esbozar una sonrisa por su expresión, la cual desaparece cuando noto que Andrew a su lado parece transformarse en Hulk. El hombre me observa de mala gana y después le da un vistazo a Jay, regresa la mirada a mí y abraza a mi chica sin quitarme esa mirada de “No es tuya”; acto seguido, su vista va hacia Zayn a mi izquierda, a continuación, observa a su hija Michelle a su lado, e imita la acción que hizo con Jaymie, las abraza mientras nos observa con recelo al moreno y a mí. Las chicas lo miran extrañadas y después se observan entre sí, Lisa, quien se encuentra cerca del hombre, nota esto y le propina un zape, al instante deja de hacerlo sin quitar esa mirada asesina de nosotros. Trago saliva y vuelvo a dirigir la vista hacia mi plato. Ya van dos advertencias.

Ni siquiera hemos llegado a nuestro destino, así que me limito a comer y sólo responder lo que nos preguntan, no quiero morir tan pronto.

- ¿Hay algo más que les pueda ofrecer? – pregunta el mesero una vez que llega después de que Jennah lo llamó.
- ¿Quieren algo más? – pregunta y todos ahí niegan – ¿Chicos? ¿Algún postre? – negamos y agradecemos – Sólo la cuenta, por favor.

El chico se aleja de ahí llevándose los platos que puede cargar, cuando regresa Claudia toma la cuenta.

- ¿De verdad ya nadie va a querer nada? Es la última vez que lo pregunto – advierte, pero todos niegan alegando que están satisfechos – Muy bien. Amor, paga – le entrega la cuenta a Sebastian.
- ¿Ah? – respinga en su silla – ¿Por qué yo debo pagar?
- Nosotros ayudaremos con dinero – anuncia Liam haciéndonos señas para que saquemos nuestras carteras y así hacemos.
- ¡No, no, no! – interviene Jennah – Ustedes son invitados y los invitados no pagan. Sebastian, paga para irnos ya.
- ¡Está escena vale oro! – ríe Steve sin dejar de observar a La Mole.
- Calla esa boca porque la siguiente cuenta la vas a pagar tú y si esto vale oro, esa escena va a valer diamantes.

Las palabras de Lisa hacen estallar a todos en carcajadas, a excepción de nosotros y Steve claro. Muerdo mis labios para no reír de la misma manera que los demás lo hacen, es que simplemente estas mujeres son fantásticas.
El hombre toma su billetera y de ahí saca una tarjeta de crédito, la coloca encima de la cuenta a regañadientes y el mesero la toma y se va. Cuando ya está todo pagado, nos levantamos y salimos de ahí para regresar a los vehículos.

- En la siguiente estación de gasolina se detienen para rellenar los tanques – anuncia Carrie cerca de Harry y puedo notar cómo se despiden en secreto con un beso corto en los labios.
- ¡Cielos, Hazza! – exclamo una vez que la camioneta está en marcha – Eres jodidamente afortunado.
- ¿Por?
- Carrie – responde Niall – En serio, en qué momento ese tonto se va a alejar de mi Coraline.
- Cuando dejes de ser un cobarde y te acerques hacia ella – declara Zayn con la vista al frente.
- ¿Qué tal si se le ocurre volver a patearme? ¡No quiero perder las pelotas! – se queja.
- Entonces quédate viéndola desde lejos con Lukas – comento burlón, el rubio simplemente me muestra su dedo medio – ¡Ahí está la gasolinera! Deberíamos entregarles algunos dulces para el camino.
- Ah pues sí – Liam se voltea – Tú que puedes estira la mano hacia atrás.

Hago lo que me pide y tomo una cantidad suficiente de distintos dulces para entregarles a los demás en lo que cargan gasolina. Bajamos y dejamos a cargo de rellenar el tanque al duende cobarde.
De una de las bolsas aparto un paquetito de gomitas en forma de panda y me acerco hacia la camioneta donde viaja Jaymie. Liam ya ha llegado ahí y parlotea con Jennah, observo a Jaymie por la ventana, debo agregar que todos los vidrios están abajo y agradezco a los cielos por eso. Tomo el paquete de gomitas y lo pongo sobre las manos de Jay quien aún no nota mi presencia por observar el celular de Emma, al instante ambas chicas voltean a verme, pero Emma desvía la mirada hacia el frente como dándonos un momento “a solas”. La chica me observa confundida al inicio hasta que sonrío, observa el paquete en sus manos y acto seguido me devuelve la sonrisa provocando que los latidos de mi corazón se aceleren. Susurra un “Gracias” y devuelve la mirada hacia la pantalla del celular de la rubia.

Levanto la vista y me encuentro con Connor observándome con los ojos entrecerrados desde la otra ventana, asiento a modo de saludo y huyo de ahí antes de que la gasolina que está cargando a la camioneta la rocié sobre mí y después me prenda fuego. Me adelanto hasta el auto de los Dench. Steve, Cora, Lisa y Lukas están fuera de la camioneta y Xander dentro jugando videojuegos, el hombre carga gasolina mientras ambas mujeres platican entre sí y con el chico.

- ¡Hola! – saludo sin dejar de ver temeroso al hombre cuya vista está clavada sobre mí, alcanzo a divisar que mastica un chicle.
- ¡Hola, Lou! – saluda amablemente el rubio aumentando mi desprecio hacia él.
- ¿Qué hay, Lou Lou? – saluda Coraline con media porción del entusiasmo que normalmente tiene.
- ¿Qué pasa, cariño? – pregunta la mujer y creo que lloraré, ahora también me siento aceptado por ella.
- Traje algunas golosinas para el camino – entrego la bolsa y mi vista se dirige hacia Steve quien me mira con la misma expresión y hace una bomba con el chicle que se truena segundos después, es atemorizante.
- No debiste molestarte, Lou – declara la pequeña rubia.
- No es ninguna molestia, sirve que así no gastamos más en snacks – sonrío.
- Gracias, Louis – la madre de Cora da un apretoncito a mi hombro.
- Gracias, amigo – me fuerzo a sonreírle al rubio.
- Bien, volveré.

Me alejo de ahí sintiendo la mirada de Thor sobre mí, voy rezando para que no me lance uno de sus martillos mientras le doy la espalda.

- ¿Todo bien? – pregunto una vez que estamos en la camioneta.
- ¡Eso fue atemorizante! – tiembla Zayn tal y como si un escalofrío lo hubiese recorrido por completo.
- Creo que estamos avanzando, amigos – parlotea el rizado con orgullo en su tono de voz.
- ¡Yo quería ver a Coraline! – se queja Niall mirándonos con recelo.
- Cuando dejes de ser un cobarde vas a verla – lo regaña Liam.
- Esto es tan injusto.


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Me impresiona la enorme casa, de verdad es enorme. Desde que llegamos hasta ahora, no he tenido la oportunidad de recorrer bien el lugar, pero desde aquí puedo ver el inmenso jardín trasero.

- ¡¿Cómo puede ser posible que quieras mandarme a dormir afuera?! – se queja Steve mirando con reproche a su esposa.
- Es sólo una sugerencia, amor – la rubia se encoge de hombros – Ni siquiera hemos dicho que sí.
- ¡Tan sólo mira su expresión! – señala a Claudia quien ignora la fulminante mirada de su esposo – Es obvio que así se hará.
- ¡Oh vamos! Serán sólo cuatro noches – Jennah palmea la espalda de Connor – No es para tanto.
- ¿Y qué pasará cuando Christopher llegue? – cuestiona el padre de Michelle, a pesar de que no menciona nada al respecto, todos sabemos a qué se debe.
- Quedará una habitación disponible – Rose se encoge de hombros.

Las miradas de reproche tanto para las mujeres como para nosotros están presentes antes que nada y bueno, cuando mencionaron que estarían de nuestro lado, es así realmente. No me molesta dormir afuera, de hecho, sentí un alivio enorme en cuanto nos lo dijeron, pero, ahora quieren que los hombres también duerman afuera y eso me estresa a un nivel descomunal.

- ¡Okay! – Claudia corta de tajo el silencio incómodo – Comencemos a armar las casas de campaña.
- Tía, no me parece justo – oh no, Jay, por favor no te pongas de su lado.
- Ya está dicho, cielo – la rubia se coloca detrás de ella y comienza a masajear sus hombros – Falta poco para que Carrie y tú se vayan, las mamás debemos disfrutarlas lo más posible,
- ¡Hey! Yo también quiero pasar tiempo con mis niñas – se queja Andrew.
- No seas llorón.
- ¡Amor! No te pongas de su lado – el hombre la observa con recelo y la castaña se limita a mirar sus uñas.
- ¡Deberíamos parar ya! – interviene Carrie – Si seguimos así, vamos a terminar a altas horas de la madrugada. Vamos por las provisiones. Mientras algunos las guardan, y otros arman las casas de campaña – lanza un beso en el aire a cada uno de sus tíos – Los demás preparamos la cena.

Las mujeres, Lukas y Carrie, se levantan dando por finalizado el tema, sin siquiera dar entrada a cualquier comentario que los Avengers, Jaymie, Coraline, Emma, Michelle, Sheila o Louise pudieran tener.
Nos levantamos y las seguimos hasta las camionetas, ellas continúan más que felices y con sonrisas enormes.

- No sé cómo vaya a funcionar esto – la expresión preocupada de Zayn capta mi atención.
- Todo estará bien, tranquilo – Hazza palmea su espalda.
- No diré nada, tan sólo haré las cosas bien durante este viaje – el castaño de ojos pardos se encoge de hombros y comienza a bajar las cosas.
- ¡Señora Rose!
- Sólo Rose – frunce el entrecejo – ¿Qué sucede, chicos?
- Sólo quería saber si bajamos nuestras maletas ya o esperamos – mis amigos asienten detrás de mí.
- Bajen todo, ahorita les digo dónde podemos acomodarlas.
- Muy bien, gracias.

Regreso a la camioneta de Zayn y tomo algunas cosas que habíamos comprado para llevarlas a la mesa de la cocina. Una vez que lo único que queda en el maletero son maletas, cada uno toma la suya y nos adentramos nuevamente a la casa.

- Está abierto el armario, chicos – pueden meter sus maletas ahí, señala.
- Sí, muchas gracias.

Liam se propone para guardar el equipaje.

- Trajimos algunas botellas de champagne rosé – anuncio, las cuatro mujeres ahí me observa.
- No debieron molestarse – Lisa se acerca a las botellas – ¡Ay! Este me encanta.
- Y lo mejor es que yo puedo beber un poco – Jennah esboza un puchero de extrema felicidad.
- No es cierto, no puedes beber – puntualiza Rose y la rubia reprocha sacando la lengua.
- Gracias, chicos – Claudia nos da un pequeño abrazo
- Ya bajamos todo – informa Connor – ¿Ahora qué, jefas?
- Vayan a armar las casas de campaña – Claudia se cruza de brazos.
- ¡Pero, amor! – su marido revolea los ojos.
- ¡Ahora! – demanda Lisa ganándose una mala mirada por parte de los hombres, Claudia se limita a morder sus labios para que de éstos no salga una fuerte carcajada.
- Se llevan a las pequeñas, Xander y a Lukas para que les ayuden, además de estos talentosos chicos.
- ¿Cuáles? – Steve finge buscar – Yo no veo a nadie talentoso aparte de mí.
- ¡Qué gracioso, amor! – lo dice con sarcasmo – También se llevan a Jaymie.
- ¿Por? – cuestiona Connor.
- Porque la princesa no sabe ni siquiera hervir agua – se encoge de hombros.
- ¡Vas a ver! Le diré que dijiste eso – el rubio la señala y saca la lengua.
- ¡Ay ya! Ya váyanse y mándenos a las chicas… menos a Jaymie.
- ¡Esto es muy injusto! – exclama Andrew saliendo de la cocina a regañadientes junto a los demás hombres.
- Ignórenlos – Rose se acerca a nosotros – Pueden usar la casa de campaña que ustedes gusten.

Asentimos y salimos de ahí, cruzamos la sala y tomamos la bolsa que contiene la única casa de acampar que queda, después cruzamos el pasillo hacia el jardín que ahora se ve incluso más grande con las luces encendidas. Liam observa un instante el cuadernillo de instrucciones y antes de comenzar a armar todo, puedo notar que Xander, Lukas, Sheila, Louise y Jaymie son quienes arman la otra tienda, puesto que los Avengers están más que ocupados cuchicheando entre sí y observándonos de mala gana; no sé por qué, pero creo que están planeando nuestras muertes.

Es más complicado de lo que pensé, pero al menos nos llevó tan sólo veinte minutos hacerlo.

- ¿Deberíamos ofrecer nuestra ayuda? – susurra Niall.
- No, que lo hagan ellos – Liam se encoge de hombros.
- Pero los Avengers no están haciendo nada.
- Qué importa deja que ellos lo hagan – le resto importancia al asunto con la mano, hasta que veo a Lukas más junto de lo necesario con mi Jaymie, no lo pienso ni dos veces y ya he comenzado a caminar en su dirección – Hola, ¿necesitan ayuda?
- No – responde la chica sin siquiera observarme.
- Sí, amigo – Lukas se acerca dejando a Jay con las instrucciones – Tenemos algunos problemas técnicos.
- Lo solucionaremos en un segundo – me acerco hasta Jaymie para observar las instrucciones e intencionalmente toco sus manos cuando tomo el papel – Veamos…
- ¡Hey! – Steve se coloca en medio de ambos – Estás demasiado cerca, pequeño duende, no me tomaría más de dos segundos lanzarte lejos de aquí.
- Lo.. lo siento… señor – retrocedo dos pasos.
- No necesitamos su ayuda – interrumpe Connor – Nosotros lo tenemos.
- ¡Pues háganlo! – Louise me quita las instrucciones para dárselas al Capitán América, acto seguido, ella y Sheila entran molestas a la casa.
- Estas niñas.

Sebastian niega. Con ambas manos levantadas en son de paz, retrocedo hasta llegar con mis amigos cuando las miradas fulminantes de los hombres se concentran en mí, los hombres empiezan a armar y desarmar la casa de acampar una y otra vez, Jaymie y Lukas luchan por ser escuchados pero sus intentos son inútiles, los soberbios hombres no escuchan a nadie y hacen lo que pueden. Cuando Lukas y Jay se han rendido con ellos, se apartan del lugar y simplemente observan la escena. Doy un vistazo a los hombres quienes están sumamente concentrados en lo que están haciendo y sin que se den cuenta, me acerco a mi chica.

- Hola… – susurro y ella se sobresalta antes de mirarme de reojo.
- ¿Qué se te ofrece, Louis? – responde en susurros también.
- Estoy feliz de estar aquí – anuncio reteniendo las ganas que tengo por abrazarla y estamparle un buen beso.
- Sí, bueno. El que estés aquí fue una enorme sorpresa para mí – dice aún sin mirarme.
- Espero que este viaje sea especial y esté lleno de diversión – cruza sus brazos y me observa.
- Yo lo espero también.
- ¡Hey! Estás muy cerca, enanito – me advierte Sebastian, aunque es tan sólo unos dos centímetros más alto que yo.

Me alejo de ella con la satisfacción de que hemos charlado por lo menos unos segundos, tal vez suene estúpido, sí. Pero no me ha dirigido la palabra desde hace un buen tiempo y que lo haya hecho es sin duda algo que se siente bien.

- ¡Borra esa sonrisa! – parlotea el rubio con fastidio – Ni siquiera fueron más de dos minutos.
- Es más de lo que tú has logrado, tonto.

El rubio revolea los ojos y se cruza de brazos, pero cierra el pico. Sin dejar de sonreír observo a los hombres terminar de armar su tienda, se tardaron una eternidad, sin embargo, no diré nada al respecto puesto que en realidad no fue el trabajo más sencillo de la vida.
Cuando me adentro a la casa, capto un olor a canela y vainilla que me hace salivar al instante, me dirijo hacia el comedor acompañado de los chicos y se encuentra servida la cena. Sobre la mesa hay una cantidad exorbitante de pan francés, al lado hay mermelada de distintas frutas, chocolate, jarabe de arce, dulce de leche para untar y una larga variedad de complementos que van bien con los sabores del pan, además, hay varios vasos de vidrio con lo que parece ser malteada sabor fresa, lo doy por sentado puesto que el líquido es color rosa.

- Sírvanse lo que gusten – dice amablemente la madre de Michelle colocando los últimos dos vasos sobre la mesa – Ustedes – señala a los Avengers – Cenan allá junto a nosotras. Si necesitan algo más tan sólo avísenos.
- Ni se les ocurra hacer algo estúpido.

Dicho esto, por parte de Connor, los hombres se van a regañadientes a cenar a la cocina. Nadie ha tomado lugar y Niall ya está mordiendo un pan francés. Tomo un plato y me sirvo un pan, unto mermelada de fresa encima y con un tenedor en mano comienzo a cenar. Observo a Jay a unas tres sillas de mí, está sentada entre Zayn y Emma, bebe de su malteada antes de tomar un pan francés, cuando lo hace, unta un poco de queso crema y a continuación unta mermelada de zarzamora encima, después la da una gran mordida. No puedo evitar sonreír como bobo mirándola así, se ve tan tierna que me provoca abrazarla y consentir cualquier capricho…

- Se te van a salir los ojos – Michelle dice burlona.
- Esto es de lo más incómodo – Sheila se obliga a morder su cena sin dejar de mirar mal a Harry, a pesar de que él y Carrie están bien, la adolescente parece tener rencor hacia el ruloso.
- ¿Cómo va lo de su disco, chicos? – pregunta repentinamente Lukas al lado de Cora.
- Va bien – Niall responde de tajo su pregunta y Cora lo mira mal.
- Lukas… – el chico la mira – Prueba esto.

A continuación, le da de comer un trozo de pan en la boca y el chico acepta de lo más gustoso, observo a mi amigo quien se ha puesto rojo de la ira, me sorprende que no se haya atragantado con lo que ha comido e intenta guardar la compostura. Echo un vistazo a Liam, él podría intervenir en este momento de no ser que mantiene una charla visual con Emma, me refiero a que ninguno dice nada, pero mantienen la mirada puesta entre sí diciéndose quién sabe qué con los ojos.
Mi mirada viaja ahora hacia Zayn, observa de tanto en tanto a Michelle, sin embargo, ella simplemente evade su mirada al observar su cena, Harry y Carrie hablan amenamente evadiendo toda la tensión, en cuanto a las y el menor, el dúo dinámico se queja de todo mientras el Xander come en silencio. Observo por última vez a Jaymie y la descubro observándome, ella ni se sorprende, tan sólo me mira detenidamente un momento hasta que quita la mirada y la regresa a su plato.

Me encojo de hombros y me limito a terminar de cenar.

Una vez que pasa esto, ayudo a llevar los platos al fregador donde Lisa y Steve los lavan, mi ánimo ha decaído repentinamente.

- Pueden irse a dormir – anuncia Jennah – Estén preparados mañana a las ocho de la mañana ya con todas sus cosas listas para desayunar antes de irnos.

Cepillo mis dientes y me encamino a la tienda de acampar no sin antes tomar mi pijama, cuando estoy dentro, me visto y me adentro en uno de los sacos para dormir que Claudia nos entregó, tres minutos después llega Zayn y Niall, y dos minutos después Liam, Harry no ha dado señales de vida.

- ¿Por qué el olor aquí es tan agradable? – pregunta el rubio fingidamente extrañado.
- ¡Te dije que los Toms son cosa del pasado, rubio inútil! – le lanzo el pantalón que me he quitado apenas hace minutos.
- ¡Tranquilízate! – comienza a vestirse con su pijama – Sólo bromeaba, sigo jodido con el estúpido Lukas.
- Has algo entonces – obvia Zayn acostándose en la bolsa para dormir.
- Claro que lo haré – imita su acción.
- ¡Finjan dormir! – Harry entra rápidamente a la casa de campaña y cierra el zipper de la entrada – Los Avengers están viniendo.

Y cinco segundos después, las roncas voces de éstos aparecen en la atmósfera. Todos dentro de esta casa guardamos un silencio sepulcral. Harry se viste en silencio y se acuesta a mi lado.
Puedo escuchar a los hombres murmurar sobre lo injusto que es dormir afuera cuando podrían estar abrazados de sus esposas, además de hablar sobre lo mucho que odian nuestra presencia cerca de ellos, sus mujeres y sus hijas, incluso de Lukas. Esto de verdad es jodido, aunque, dejando de lado el hecho de que aman hacernos sufrir, esto es divertido en cierto punto.



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Después de reprocharles a las madres durante diez minutos por no dejarnos pagar nuestros boletos de entrada al parque acuático, terminamos entrando al lugar. Agradezco a los cielos porque está casi vacío y bueno, era de esperarse, es viernes y nadie ha salido de vacaciones aún. Además, llevamos puestos los lentes y sudaderas con capucha a pesar de que las nubes cubren los rayos del sol.

- Espero que nadie esté jodiendo con que tiene hambre – advierte Jennah girándose hacia nosotros – Y no quiero nada de sus chistecitos, tengo demasiadas hormonas encima y no tengo miedo de propinarles una buena paliza.

Su esposo sonríe burlón y se acerca a ella para besarla, Andrew abraza por encima del hombro a Rose y del otro lado a Louise, Sebastian carga a Candy con el brazo derecho y entrelaza su mano izquierda con la mano derecha de Claudia; en cambio, Lisa se mantiene distante de Steve, ella abraza a Xander quien corresponde el abrazo, y el hombre abraza por un lado a Coraline y por el otro a Emma, ambas rubias pelean juguetonas por ser la única en abrazar al hombre.

- Nosotras iremos a los vestidores – anuncia Claudia tomando en brazos a Candy – Busquen un lugar en el cual podamos sentarnos para convivir.

Las damas empiezan a caminar a la vez que entablan una conversación, las chicas juegan y corren entre sí como si fueran pequeñas de cinco años, en cambio el dúo dinámico, Sheila y Louise, parecen pequeños cachorros juguetones.
Los hombres comienzan a caminar en busca de una palapa improvisada dejándonos atrás, el único que nos espera es Lukas. El chico es tan amable que lo odio más por hacerme sentir culpable por odiarlo.

- ¿Trajiste cervezas? – pregunta Steve tomando asiento.
- No dejan introducir alcohol aquí – explica Connor.
- Hace un momento miré que vendían cervezas – Sebastian los observa extrañados.
- Precisamente por eso no permiten introducir cerveza – Connor se encoje de hombros – Debes consumirla aquí, seguro es porque cuesta una fortuna
- Qué importa, compremos algunas – el castaño padre de Coraline se encoge de hombros.
- Ya que lleguen las mujeres – el señor Radcliffe toma asiento en una silla grande para piscina.
- Vayan ustedes a cambiarse – es ahora que notan nuestra presencia – Lukas, cuida a Xander.

El rubio palmea la espalda del ojiazul y nos hace señas para que lo sigamos hasta los vestidores de hombres.

- ¡Me siento demasiado incómodo! – exclama Zayn a susurros.
- ¿Cómo crees que me siento yo con él aquí? – Niall le echa una mala mirada al otro rubio quien se cambia de manera natural sin siquiera sentir timidez ante nuestra presencia.
- ¡Vamos! No está tan mal – Harold se saca la playera.
- De hecho, podría estar peor – me coloco una camiseta de manga larga para surf – Ellos no han hecho nada para asesinarnos.
- ¡Exacto! – interviene Zayn con la misma expresión – Esperaron hasta este momento para aprovechar que hay agua y ahogarnos.
- Deja de ser tan paranoico – Liam se coloca una camiseta como la mía pero de manga corta – Todo saldrá bien… supongo.
- ¿Supones? – la expresión del rubio ha cambiado a terror.

Revoleo los ojos, de verdad están exagerando. Si los Avengers hubiesen querido hacernos algo, lo hubiesen hecho desde un principio… a menos que sean lo suficientemente psicópatas como para torturarnos con miedo y después dar el golpe final.

Me observo un instante en el espejo, me veo lo suficientemente decente. Me quedaré así vestido y una vez que tome un poco más de confianza me quitaré la camiseta.

- ¡Mierda! – digo para mí mismo – Me veo mejor que Peter Parker.
- ¡Estás loco! – Liam me observa burlón.
- Nadie pidió tu opinión, tía May.
- ¿Listos? – pregunta Lukas guardando una camiseta en su mochila.
- Así es – Liam se apresura a responder.

Los demás nos limitamos a asentir, regreso mi toalla a la mochila y cierro el zipper, a continuación, la cuelgo en mis hombros y me apresuro a caminar para alcanzar a Harry.

- Repentinamente me siento nervioso – anuncia una vez que llego a su lado.
- Creo que todos estamos así – admito divisando a los Avengers acercarse a los vestidores.
- Más les vale que esos lentes sean en realidad obscuros – advierte Connor dándole un zape en la frente a Liam.

Al instante soltamos una carcajada, incluso Xavier ríe, no tan estrepitosamente como nosotros, pero lo hace; Lukas deja de reír en el momento en que Liam lo fulmina la mirada.
Sigo sin dejar de burlarme del pobre pelón, es una suerte que Arnold no se encuentre aquí, y recordándolo, de verdad tengo curiosidad por saber la razón, igual de Christopher… llámenme chismoso pero estas familias me intrigan demasiado y no sólo es por Jaymie… bueno sí, sí es por Jaymie, pero sólo el noventa y cinco por ciento de mi curiosidad es por ella, lo demás es simplemente por el metiche que vive dentro de mí. Cuando entramos a los espacios donde se encuentran las sillas para piscina, a lo lejos diviso a las chicas junto a las madres. El dúo dinámico ya se encuentra haciendo clavados en la piscina de en frente.

Las chicas se toman fotos con un selfie stick junto a las hermosas mujeres, no puedo evitar desviar los ojos a sus trajes de baño, todos son de la misma marca, pero de distintos colores y diseños, podría decir que cada uno es complemento del otro, además porque la bandana que todas tienen en el cabello es del mismo diseño.

- ¡Ahora con estos!

Claudia y Lisa corren por unos mason jar de distintos colores y continúan con su mini sesión de fotos. Nadie se ha movido ni ha dicho nada, es simplemente celestial mirar a Jaymie así, aunque no puedo evitar sentirme como un pervertido sexual.

Xander carraspea tan fuerte que al instante volteamos a verlo.

- ¡Cuidado con esas miradas! – nos advierte de mala gana, a continuación, revolea los ojos y se encamina hacia donde las chicas lo reciben con abrazos y besos en la mejilla, después de todo, es el único hombre bendito entre las mujeres.
- Eso me tomó por sorpresa – concuerdo con Lukas, el chico no habla para nada, pero sí para advertirnos que no miremos como lobos hambrientos a las chicas.
- Okay, Spiderman – comienza a decirme Harry – Actúa y acércate a Jaymie, y tú a Cora – le avisa al rubio.
- ¿Spiderman? – esa voz… mis ojos se abren como platos y lentamente me giro – El único personaje de Spiderman que serías es el duende verde, enanito.

Arnold y Christopher se abren camino entre nosotros hasta llegar a las chicas quienes, con excepción de Jaymie, Carrie y Claudia, brincan de la emoción. Creo que mi cara justo ahora está completamente roja.

- ¡Qué mierda! – se queja Zayn – Ahora las cosas serán mucho peor.
- Al menos no tienes a dos contra ti – Hazza se encoge de hombros.
- Todos tenemos a seis en contra…
- Mas les vale que esos ojos no estén viendo lo que creo que ven – nuevamente nos giramos para encontrarnos con los demás hombres.

Me siento mucho más pequeño a comparación de ellos. Los hombres se abren camino entre nosotros y se van casi corriendo, a excepción de Sebastian, a saludar al resto de sus amigos seguidos de Lukas. Ahora son los seis, creo que la guerra infinita está a punto de comenzar…

Me obligo a caminar arrastrando los pies hasta llegar al lugar.

- ¡Oh! Ellos están aquí – anuncia de repente la madre de Carrie – Saluden.
- ¿Qué hay? – comienza Arnold tan amable como siempre, después se gira hacia Carrie – ¡Carrie, tu cabello está rubio! Te ves hermosa, cielo.

Y dicho esto, se aleja de ahí para saludar al resto de las chicas. Observo a Jaymie evitarlo y dirigirse hacia Christopher quien la recibe con los brazos abiertos ayudándola a escapar de la incomodidad de saludar a su padre.

- Louise pidió que vinieras al viaje en la oración – sonríe Andrew burlón.
- ¡¿En serio?! – el hombre esboza una gran sonrisa, el otro castaño asiente.
- ¡Louise! – grita el nombre de la chica quien hasta ahora no se había percatado de la llegada de los dos hombres – ¡Mira quién llegó!

Cuando la adolescente se percata de la presencia de ambos sujetos, corre tan rápido como sus pies mojados le permiten y se lanza hacia el hombre quien la recibe con un fuerte abrazo en el aire. Sheila quien ha llegado detrás de Louise, se limita a darle una mala mirada a su padre y esperar a que Louise termine de saludar a Arnold para después hacerlo ella.

- ¿Nadie pidió que el tío Chris viniera al viaje? – al instante todos se encogen de hombros y el hombre los mira con cara de pocos amigos – ¡Bien! Como sea.
- Extrañaron al más guapo, amigo – Arnold palmea su espalda.
- Sí, sí.


Rio en mis adentros por el bullying entre sí.

- ¡¿Por qué traes eso puesto?! – el enorme Wolverine señala la ropa de Jaymie.
- ¿Qué te importa? – la chica responde alejándose todo lo posible de su presencia.
- ¡Niña…!
- Esto no es la tundra, bobo. Yo se lo compré – Jennah levanta la ceja en modo advertencia.
- ¿No había algo que cubriera más piel? – ahora es Sebastian quien pregunta.
- No – responde su mujer dándole a Candy.
- ¡Vamos a nadar! – interviene Coraline intentando dispersar la densa niebla de tensión.
- Sí, luego se hará tarde y no habremos hecho nada… – Carrie toma la mano de Andrew y lo jala hacia la piscina.
- Espera un segundo, cielo – se encamina hacia una de las maletas y de ahí toma una camiseta para surf color verde obscuro – Sabía que tu madre inconsciente no se preocuparía por los rayos UV así que la traje para ti, amor, póntela.

Se la entrega a Michelle quien lo observa con tremenda confusión plasmada en el rostro.

- Quizás no lo hayas notado, pero aquí no entra el sol – su mujer señala el techo mientras lo fulmina con la mirada.
- No se sabe – anuncia Steve – Últimamente los ecosistemas están hechos mierda y bueno, no podemos estar tan confiados.
- Secundo eso – Connor levanta la mano desde atrás del grupo.
- Sí, por eso… – se acerca una vez más a su maleta y toma un par de camisetas más – Traje camisetas para las demás – a Cora le entrega la amarilla, la azul para Carrie, rosa para Emma y morada para Jaymie.
- Al menos podría ser de manga corta, ¿no? – se queja Emma.
- Mientras más cubiertas estén, mejor – Sebastian contempla la escena maravillado.
- Por lo menos es de mi color favorito – Jay se encoge de hombros.

Ante las miradas insistentes de los Avengers, las chicas se visten con la camiseta mientras Jennah y Rose niegan con enfado, y Lisa se limita a revolear los ojos, en cuanto a Claudia, fulmina con la mirada a los hombres.

- ¿Qué hay de los leggings para surf? – menciona Arnold antes de que las chicas empiecen a caminar hacia la piscina.
- ¿No creen que sea demasiado? – pregunta Coraline con inocencia, quizás la pequeña rubia no ha captado la intención de los viejos.
- ¡Es cierto! – Andrew camina nuevamente hacia la maleta, pero es interrumpido antes de que lleguen.
- ¡Por Dios! Ya es suficiente, déjalas en paz – Claudia se aleja de Sebastian y se coloca frente a las chicas – Ya vayan a divertirse, niñas… Jay, los inflables están en la mochila roja, ve por ellos – las chicas se van corriendo antes que terminen por usar incluso la ropa de los viejos, Claudia espera a que Jaymie tome los salvavidas y desaparezca de ahí para comenzar a regañarlos… supongo que será así porque Christopher sostiene el teléfono celular en su oreja aun cuando nadie está hablando con él - ¿Por qué no les pones un niqab?
- O un burka… – opina la madre de Cora de manera sarcástica.
- Eso es ofensivo para nuestros hermanos musulmanes – el castaño se dirige hacia su grupo de amigos.
- Tus ideas idiotas son ofensivas para nuestras hijas – exclama Jennah.
- ¿Amor? – voltea a ver a Rose en busca de defensa.
- Ni me mires, yo estoy del lado de las chicas – se encoge de hombros.
- ¡Esto es horrible! – se queja Steve – Ya mejor vámonos a nadar.
- Sí, mejor ya váyanse.

La verdad esperaba un regaño más violento, con golpes o zapes y pellizcos como mínimo, aun así, no me canso de ver la expresión de los hombres cuando sus mujeres los ven de esa manera.

- ¿Ustedes qué nos ven? – la expresión de Steve nos hace retroceder unos pasos – Ya vámonos, Lukas... Hijo, sigue a tu padre – ahora se dirige a Xander.

Los seis se encaminan hacia el estante hecho con pavimento, que es donde van las mochilas. Las acomodan ahí y justo como si fuese una escena de esas en la playa, donde los salvavidas con cuerpos esculturales corren en cámara lenta mostrando sus perfectos cuerpos, al sacarse la playera parece que lo hacen en cámara lenta. Siento mi mandíbula caer hasta el piso, todos ellos tienen el abdomen totalmente marcado, inclusive Sebastian quien parece un hombre de hogar y cervezas diarias; todos son altos, de entre un metro con ochenta y cinco centímetros, al metro con noventa centímetros de Arnold siendo el más alto. Los más bajitos, pero aún así altos, son Sebastian y Christopher con un metro y ochenta centímetros.

Mis manos se van directamente a mi abdomen y no puedo evitar sentirme tan gordo a su lado… ¡esto es malditamente injusto!, creo que me dejaré la playera. Escucho a Niall atragantarse a mi lado y de inmediato alejo la mirada de ellos, me dispongo a ver cualquier.

- Las esperamos allá – avisa Connor antes de mirarnos de arriba abajo e irse junto a los demás.
- No les hagan caso – la voz de Lisa nos saca del trance.
- Sólo están presumiendo – Rose toma de la botana que trajimos y sirve en unos platos.



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Ya han pasado varias horas y no me he animado a entrar al agua, me he pasado todo el tiempo viendo a Jaymie huir de su padre quien hace todo lo posible por ser agradable y aunque a mi chica eso le importa un comino, al menos Louise y Sheila le dan ánimos a su tío el gigante.

- ¿Deberíamos entrar ya? – pregunta con impaciencia el castaño de rulos.
- Esperaré un poco más – el rubio se encoge de hombros.
- Creo que yo también.
Zayn se hunde más en el asiento, estamos justo en frente de las madres de las chicas, ellas están platicando amenamente, pero no me atrevo a meterme en su plática, temo que me crean un metiche… aunque las escucho.
- Está bien, yo iré de una vez – Hazza comienza a caminar hacia la enorme piscina frente a nosotros.
- Espero que no le pase nada – Liam se encoge de hombros al igual que todos los demás.
- ¡Esa fue Emma! – el grito de Jennah nos hace voltear a verlas, la mujer nota nuestras miradas, pero no deja de sonreír – Acérquense, únanse a la plática.
- ¿De qué hablan? – duende chismoso.
- Volteen a ver – Claudia señala la piscina y la obedecemos – Jaymie está juntita a Emma y cada vez que Connor se acerca… ¡Miren! – señala nuevamente, Jay está efectivamente cerca de Emma y el padre de la rubia está tratando de llegar a mi chica, pero Emma lo impide.
- ¡Ya, papi! – lo empuja la rubia – No te hagas el graciosito…
- Pues eso – la miramos – Fue por algo que pasó hace ya varios años… tendrían unos ¿cinco?
- No, tenían cuatro años – corrige Lisa.
- Tenían cuatro años de edad y nos fuimos todos de vacaciones a las Bahamas…
- Fue en Bora Bora – corrige Jennah – En las Bahamas fue lo de los cangrejitos y Cora – al instante estallan en carcajadas recordando la anécdota.
- Gracias por recordármelo, prosigo… entonces, en Bora Bora – las observa y ellas asienten – Rentamos un yate para pasear porque el lugar es hermoso, pero las nenas no sabían nadar y todas queríamos meternos al agua, aunque por supuesto, no podíamos dejarlas solas con la niñera porque ella ya estaba cuidando a Xander, Louise y Sheila dentro del camarote, si entraban ahí iban a despertarlos y los tres, eran lo que le sigue de jodidamente llorones – suelta una carcajada antes de seguir – Y estos hombres, excepto Sebastian obviamente, insistían en que ellos podían enseñarles a nadar, pero ellas estaban muy asustadas y aún era el tiempo en que sólo querían estar con mamá.
- Cora era demasiado apapachada – se burla Rose.
- No, amiga. Emma lo fue mucho más – interviene Jennah – Hasta yo lo admito, Carrie cambió mucho conforme al tiempo, Michelle siempre ha sido un caso, y la más mezquina me parece que es Jaymie, ¿se acuerdan del tiempo de “Quiero a mi papito”?

Las mujeres sueltan otra carcajada mientras asienten, la verdad no entiendo un carajo, pero se hacen ideas en mi cabeza y no puedo evitar reír también.

- Continúa – pide Lisa con bastante interés en el asunto.
- ¡Es que no me interrumpan! – se queja aun riendo – Resulta que a Connor se le ocurrió una “estupenda idea” – hace las comillas en el aire – Para enseñarlas a nadar. El hombre, de una manera muy idiota y cavernícola debo agregar, tomó a ambas niñas, Emma y Jaymie, y las lanzó al agua así sin más.
- ¡¿Qué?! – Liam parece tan interesado como la madre de Cora – ¿Por qué?
- El muy bruto decía que, por cuestión de supervivencia e instinto, las niñas moverían brazos y pies, y que además no se hundirían puesto que por inercia el cuerpo flota.
- Es física elemental… – ambas rubias; Lisa y Jennah, imitan de manera graciosa la voz de Connor.
- Pero Jaymie rompió las leyes de la “física elemental” – ríe mientras hace las comillas en el aire – Y se hundió como piedra.

Me aterra pensar el simple hecho de que mi chica haya pasado por algo así a una edad tan temprana, con razón no puede entrar a una piscina de más de un metro con sesenta y cinco centímetros de profundidad sin usar flotis en los brazos o salvavidas. Aun así, carcajeo como hiena junto a mis amigos y a las mujeres.

- ¿Y qué pasó? – pregunto tomando una fritura y llevándomela a la boca.
- Las leyes de la “Física elemental” funcionaron en Emma por que terminó flotando a la fuerza. Pero Jay no y su papá, se lanzó al instante al agua por ella y la sacó casi inconsciente…
- Y Ciara se estaba riendo – interviene Jennah con un puchero – Fue muy cruel, yo estaba hasta temblando del susto.
- Era por nerviosismo, no creas que no quería matar al rubio – explica Rose.
- Todas las vacaciones las pasó pegada a su papá, era el único con el que entraba al agua, ni siquiera con Ciara, estaba enojada con ella porque se burló – la rubia suelta otra carcajada – Y Emma, le prometió que no dejaría que su papi volviese a aventarla al agua.
- Pero Jay sí sabe nadar – la madre de Cora observa a la morena.
- Pues sí pero aún le da miedo – Jennah empieza a servir soda en algunos vasos – Cómo se le ocurrió a este hombre hacerle algo así, pobre de mi Jaymie.
- Está loco, me sorprende que sigas negándolo – Claudia salpica de su bebida a la rubia embarazada.
- Bueno, sí está loco, pero así lo amamos, ¿verdad, amor? – acaricia su abultado vientre.
- ¿Y qué pasó con Cora y los cangrejos? – pregunta mi metiche y rubio amigo.
- Han visto lo de la playa rosa en las Bahamas, ¿no? – asentimos, es Rose quien se encarga de esta anécdota – Pues en otro de los viajes familiares, fuimos a turistear por allá y mientras estábamos en la playa, Coraline recogía conchitas de mar porque Christopher les dijo que por cada conchita les daría una libra, se acercaba el cumpleaños de su tía Ciara y quería comprarle un gran regalo – creo que esa pequeña ha sido una ternura andante desde siempre – Resulta que a las otras chiquillas ni les importó y dejaron de levantar conchas de mar para ponerse a jugar a Sailor Moon, saben de qué hablo, ¿no? – asentimos, al instante recuerdo sus disfraces de Sailor Moon en la fiesta de disfraces – La única que estaba ayudando era Michelle pero igual se aburrió y se fue a jugar. Estábamos sentados en la playa mirándola, ya tenía un balde de esos pequeños de plástico que usan para hacer castillos de arena y ella lo usó para guardar las conchitas que ya había recogido, lo dejó donde estábamos y se alejó para recoger más.
- Había recogido tantas que se apoyó en su pancita para que no se le cayeran – dicho esto, las cuatro sueltan una carcajada antes de que Rose continúe hablando.
- Pero entonces… – lucha contra sí misma para no reírse – Antes de llegar a donde estábamos, las conchitas comenzaron a subir por sus brazos y pancita, eran cangrejos pequeños y rosados. Eran demasiados y cuando la nena lo sintió, tiró lo que tenía en las manos y se fue corriendo mientras gritaba.

Una ronda de carcajadas se hace presente en todo el lugar, incluso los demás que están en la piscina voltean a vernos extrañados. Imagino a Coraline toda tierna, queriendo hacer algo especial por su tía y de repente la invade un ejército de mini cangrejos… nadie puede negar que eso es gracioso.

- No fue la única que se fue corriendo mientras gritaba – Lisa mira burlona a la rubia embarazada quien responde revoleando los ojos.
- ¡Yo pensé que eran arañas! – se excusa sobando su barriga – Y eran muchas, sabes que les tengo fobia.
- Pobre Cora – dice Liam aun riendo.
- Pasó como cinco horas llorando – su madre niega – Pero después volvió a seguir buscando conchitas sólo porque Ciara la llevó de la mano a recolectar más conchitas para su regalo.

La mujer asiente y por un momento la atmósfera se vuelve nostálgica, creo que estas mujeres vivieron demasiado junto a la madre de Jaymie, tanto que ha dejado un vacío tan enorme que el simple hecho de recordarla es tan feliz como lo es triste.

- Y de Tailandia, ¿se acuerdan? – las mujeres asienten con una sonrisa.
- ¿Qué pasó en Tailandia? – ahora es Zayn el metiche.
- Hay un santuario de elefantes llamado “Elephant Nature Park” – comienza ahora Lisa – Ahí puedes convivir con elefantes tanto adultos como bebés, que han sido maltratados y por consiguiente rescatados en su mayoría. Son hermosos, por cierto, estuvimos prácticamente todo el día ahí, alimentando a los elefantes y conviviendo con ellos. Yo estaba con Carrie puesto que Cora en ese tiempo estaba muy unida con su tía “Didi” – Claudia revolea los ojos ante el apodo, Lisa la observa burlona, en tanto Rose y Jennah, no se guardan las risas burlonas hacia la mujer – Y de repente ya no la vi. La tenía de la mano y no me di cuenta cuando me soltó, lo más raro fue que Claudia tampoco tenía a Coraline. Yo supuse que las niñas estarían con sus papás cuidando de su hermanita y hermanito, pero los hombres llegaron sin ellas; tenían sólo a los tres bebés en brazos – lleva la mano a su frente – Casi me desmayó, de verdad la sangre de la cabeza se me fue hasta los pies.
- No eres la única, Rose hasta escupió el agua que bebía encima de mí – se queja Jennah.
- Fuimos con los encargados del lugar a pedir ayuda, se supone que el lugar es cerrado y no podían salir de ahí, el problema es que es inmenso, es muy grande, y el problema, aún más grande que el anterior, es que había un montón de gigantescos elefantes. Yo estaba temblando de miedo, no voy a negarlo.
- Estabas hasta llorando – la sonrisa burlona de Claudia provoca que Lisa revolee los ojos y nosotros riamos.
- Tú también estabas llorando… Didi – al instante la rubia borra la sonrisa – Ahí andaban Ciara y Jennah, tratando de tranquilizarnos mientras Rose peleaba con cualquiera que le dijera que no sabía dónde se encontraban las niñas. Y para esto llegó un guía que nos acompañó a recorrer el lugar para buscarlas; nos tardamos dos horas, dos malditas horas de puro sufrimiento y agonía – vaya, la madre de Coraline es demasiado divertida para contar anécdotas – Y adivinen dónde las encontramos…
- ¿Dormidas quizás? – opina Niall y ellas niegan.
- No sé por qué supongo que estaban montando algún elefante – ahora Liam.
- No, está prohibido puesto que muchos elefantes que estaban ahí tenían lesionada la columna porque los que eran sus dueños, los obligaban a subir a demasiadas personas y algunos terminaban con la columna totalmente quebrada – explica Jennah.
- ¡Pobrecitos! – Liam chasquea la lengua y la mujer asiente.
- ¿Comiendo la comida para elefantes? – suelto sin más y las mujeres y mis amigos se ríen.
- No… ¡Las mocosas estaban jugando con tres elefantes bebés y sin supervisión! – nuestras bocas se abren de la impresión, los elefantitos son muy tiernos pero el hecho de que sean hermosos no evita que pesen demasiado, no me imagino a alguna de las chicas siendo aplastada por un elefantito bebé.
- Y lo peor es que Carrie fue quien se las llevó – Claudia cubre su rostro apenada – Las convenció de ir a buscar a Dumbo – noto sus mejillas rojas – Y las otras chiquillas encantadas la siguieron… no encontraron a Dumbo, pero sí a tres pequeños que medían y pesaban unas cinco veces lo que ellas; y ahí estaban, ellas corrían y los elefantes detrás de ellas, luego las niñas corrían detrás de ellos y los pequeños huían como si entendiesen por completo la dinámica del juego. Pobre de Carrie, la regañé como nunca, gracias a Dios no ocurrió ningún accidente, pero si hubiese pasado algo pudieron haber incluso muerto.
- Esas chiquillas no tienen control – Jennah se recarga en el respaldo de la silla – Siguen haciendo cosas estúpidas a pesar de que ya crecieron.
- Y arrastran a Coraline y Michelle – Claudia niega divertida.
- Al menos se cuidan entre sí – Rose toma una papa frita y se la lleva a la boca – De esa manera sé que Michelle no está ni estará sola.
- ¡Como en Sun City! – las mujeres la miran extrañadas por un momento hasta que recuerdan.
- ¿Qué es eso? – pregunto imitando la acción de Lisa quien ha tomado una papa.
- Es un safari de un complejo hotelero en Bofutatsuana en Sudáfrica, cerca de Johannesburgo – comienza a explicar ahora Jennah – Hay una tirolesa súper larguísima; pero para llegar a esa, debes recorrer el lugar y subir a otras antes. Las niñas subieron con sus papás, nosotras nos quedamos cuidando a los bebés; a Sheila, Louise y Xander. Fuimos al restaurante y ahí nos quedamos todo el día comiendo…
- Y bebiendo – interviene Claudia con una sonrisa.
- Exacto – asiente – Y en algún momento de la tarde, los hombres llegaron pálidos y con cara de estúpidos, pero llegaron sin las niñas.
- Esa vez, nuevamente la sangre de la cabeza se me fue hasta los pies – observo con una sonrisa a la madre de Cora.
- Nuevamente habían perdido a las niñas – la rubia golpea su frente – Ya imaginarán cómo nos pusimos y la regañiza que les dimos, por no decir la “enorme cagada que les pusimos” – soltamos una carcajada ante la forma tan cómoda de hablar de Jennah – Fuimos directamente con el personal para buscar ayuda ya que nuestros esposos, unos completos idiotas debo agregar, perdieron a las niñas. Hicimos el papeleo y pagos necesarios, eso fue como a las dos de la tarde, ¿no? – las demás asienten – Y terminaron encontrando a las niñas después de las once de la noche. Fue un tiempo de espera jodidamente abrumador, no diré que fueron las peores horas de mi vida puesto que esa y la vez del santuario no fueron las únicas veces que estos hombres perdieron a las niñas, pero fue horrible esperar.
- Además, se trataba de un safari en una reserva natural, no era como si cada árbol estuviese colocado estratégicamente – explica Rose – Por lo tanto, había animales salvajes que podrían haberlas lastimado.
- Ya cuando las encontraron, después de su debido regaño, Emma me explico que su papi y sus tíos, estaban preocupados porque Andrew iba con Michelle y de repente ya no la tenía agarrada de la mano; entonces, ellas decidieron buscarla porque pensaron que estaría muy asustada estando sola, aun así le di unas cuantas nalgadas, pero me sorprendió que las cuatro hayan encontrado a Michelle y los viejos inútiles no las hayan encontrado después de buscarlas un buen rato.
- Supongo que así es la amistad verdadera – Lisa se encoge de hombros – Ya ven con lo de Ciara, sentí un dolor muy fuerte en el pecho, incluso llegué a sospechar que estaba teniendo un paro cardiaco.
- Pues sea lo que sea, espero que esas chiquillas duren así toda la vida, queriéndose y cuidándose entre sí como hermanas – ahora habla Claudia.

Observo un instante a las chicas jugando con una pelota de plástico a algo parecido al voleibol. El equipo de Michelle, comprendido por ella, Arnold, Connor, Steve, Carrie, Louise, Sebastian y Sheila, está pateando el trasero del otro equipo.

- Coraline es especialmente buena jugando al fútbol, ¿hay una historia detrás de eso? – pregunta Niall con bastante curiosidad.
- Sí, lo sentí en sus patadas – me acomodo en mi silla recordando lo de la barbacoa en casa de Claudia y Sebastian, las mujeres sueltan una carcajada.
- Cada una está en un equipo – explica Lisa de manera relajada – Cora se interesó en el fútbol desde los diez años me parece, pero eso es porque a su papá le encanta el fútbol también.
- ¿Qué hay de las demás? – ahora cuestiona Liam preguntando intrínsecamente por Emma.
- Emma es buenísima en natación – ahora es la madre de la rubia – Le gusta mucho surfear y la playa, parece que a esa chiquilla la hubiese parido dentro del mar – otro estallido de carcajadas vuelve a llamar la atención de los demás – Michelle estuvo en el equipo de voleibol y Jaymie en el de básquetbol, no sé de las demás chicas, pero Emma está en el equipo de natación de la universidad.
- Cora en fútbol.
- Michelle en voleibol.
- ¿Jaymie juega baloncesto? – de verdad me sorprende saberlo, no tenía idea siquiera que a Jay le gustara algún deporte.
- ¿Qué hay de Carrie? – inquiere Niall con expresión desorientada.
- Bueno, pues Carrie comenzó con la actuación muy pequeña – explica Claudia – Llegaba a faltar demasiadas veces a clases por lo mismo, así que en realidad no tenía tiempo de pertenecer a algún club deportivo. Aunque si lo hubiera hecho, probablemente hubiese sido capitana de animadoras y pertenecido al club de teatro.
- Las demás estaban en la escuadra de animadoras – la mira Rose confundida.
- Lo sé, es sólo que, conociéndola, hubiese liderado al equipo – se encoge de hombros provocando una risa en las demás.


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Trouble, love&shows {NC. 3er tema - Página 30 Empty Re: Trouble, love&shows {NC. 3er tema

Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:18 pm


CAPITULO 50.4

Louis Tomlinson

- ¡Hey, pelón! – giro el rostro porque en realidad no me la creo – Necesitamos a alguien que juegue bien en el equipo, ven para acá. Ah, y a un inútil en el equipo de Michelle, así que úneteles, puro hueso.

Ni siquiera terminó de hablar cuando Liam ya estaba caminando hacia la piscina, en cambio Zayn no se mueve de su asiento hasta que Michelle le hace señas de que se acerque.

- ¡Qué bello! – Jennah aplaude emocionada.
- ¿Por qué Jaymie dejó el baloncesto? – lo siento, pero sigo intrigado y no dejaré de preguntar hasta saber la respuesta.
- Bueno pues… – Claudia duda un segundo en decirme al sentir la mirada de sus amigas – Sucedió lo de Ciara, demasiado repentino – asiento – Y ella siguió jugando por un tiempo, entró al equipo de básquetbol de la preparatoria incluso, luego Arnold conoció a Amelia – sus gestos me indican que es un tema incómodo de hablar – Pero aún seguía jugando, incluso cuando Amelia y su hija empezaron a vivir con Arnold, Jaymie duró todavía unos tres meses dentro del equipo pero, hubo una ocasión en que Arnold me pidió que fuera a una reunión de padres de familia, fui con Jaymie y mandé a Sebastian con Carrie; ese día me enteré que Jaymie tenía más de una semana sin ir a entrenar y además sus notas habían bajado aún más. Al menos a mí no me ha dicho la razón – se encoge de hombros – ¿A ustedes?
- No – responden casi al unísono.
- Muchas cosas de esa niña son un misterio para nosotras, supongo que Michelle, Coraline, Emma y Carrie han de saber – declara Jennah.
- Hay que darle su espacio, sólo eso – dice Rose.
- ¿Qué hay de ustedes, chicos? – Lisa cambia el tema – La última vez que los vimos a todos dijeron que estaban grabando un álbum, ¿cómo van con eso?
- Va genial, de hecho – el rubio me mira como pidiéndome que me calle antes de continuar a hablar – Ya está todo grabado, ahora es cuestión de esperar a que editen todo y ver el resultado.
- Seguro estará más que genial – la embarazada da un sorbo de su bebida – Me encanta su música, tanto que me considero una directioner.
- ¿En serio? – pregunto confundido y emocionado a la vez.
- Igual yo – Claudia levanta la mano, Jennah imita su acción y después observan a las otras dos mujeres quienes a regañadientes terminan por levantar la mano.
- Pero que los hombres no sepan – sentencia Rose volteando a ver a los susodichos quienes se acercan en compañía de las chicas, Lukas, Xander, el dúo dinámico y mis amigos.
- ¡Vamos a los toboganes! – chilla Sheila dando uno que otro brinquito
- Sabes que Jennah no puede subir – explica obvia su madre.
- Los acompaño, puedo esperarlos dentro de la piscina – responde la mujer poniéndose de pie.
- ¡Este lugar es una mierda! – exclama Christopher llegando de quién sabe dónde.
- ¿Qué traes? – pregunta Connor.
- Según las reglas, sólo puedo beber una lata de cerveza – explica cabreado mientras levanta una ceja.
- ¡¿Qué?! – los demás hombres sueltan un gritito ahogado.
- ¡Eso es tan injusto! – se queja Steve retorciéndose como gusano, lo he escuchado decir esas palabras unas mil veces.
- En la casa tienen toda una reserva de cervezas – Rose revolea los ojos – Tomen una aquí y llegando toman muchas más.
- ¿Pero cómo se supone que disfrutaré sin cerveza aquí? – pregunta con fingido drama su marido.
- Tan sólo mueve tu trasero, amor – la castaña le da una nalgada y lo abraza antes de llevarlo casi a rastras.
- ¿Por qué las pequeñas no llevan camiseta y nosotras somos obligadas a hacerlo? – se queja Emma adelantándose.
- ¡Porque somos geniales! – chilla Louise antes de desaparecer de ahí junto a Xander y Sheila.
- Antes de que empiecen a emparejarse, lamento anunciarles que Sebastian cuidará de Candy por lo que resta de nuestra estancia aquí – el hombre quien al parecer tenía bastantes ganas de trepar a todos los toboganes se desanima de inmediato, sin embargo, carga a la bebé y le da un beso en la mejilla, y los demás hombres se burlan de él.
- ¡¿Quién se quiere subir conmigo?! – pregunta Thor como un completo lunático y al instante siento ternura ante la reacción de las chicas.
- ¡Yo! – todas levantan la mano.
- Pues yo elegiré a la afortunada – el hombre se hace el digno.
- ¿Por qué no vas conmigo, Jay? – Arnold propone directamente hacia su hija quien evade su mirada.
- Porque quiero ir con el tío Steve – responde obvia y el hombre revolea los ojos con fastidio.
- Yo iré contigo, tío Arnold – Carrie se acerca hasta el hombre y lo toma por el guante – Después de todo no te veré en mucho tiempo, vamos – los observo alejarse y miro a Steve una vez que pierdo de vista a los otros dos.
- ¡¿Quién será la más afortunada?! – el hombre bien podría ser animador de eventos.
- ¡Yo, papi! – Coraline brinca para igualar la altura de las demás quienes la sobrepasan por aproximadamente de cinco a diez centímetros de estatura.
- ¡No, no, no! Tú no, mi amor – la chica lo mira de mala gana y al instante deja de brincar, el hombre aun con los ojos cerrados toca ambos temporales de su cabeza – Se me está revelando la respuesta… – es justo ahora que abre los ojos y observa a las chicas hasta detenerse en Jaymie – ¡Tú! Jaymie Williams, eres la afortunada de ir con el tío Steve quien velará por tu bienestar.
- ¡Sí! – la chica brinca de felicidad mientras hace una danza rara y después ella y Steve se van corriendo como locos, creo que no había visto así de feliz a Jay en mucho tiempo.
- Ese hombre está loco, deberías encerrarlo en el circo – comenta Sebastian a Lisa.
- Si lo mando al circo me lo devuelven – la mujer niega divertida.
- ¿Creen que debemos considerar encerrar a la pequeña Jaymie en un psiquiátrico junto con Steve?
- Sólo a Steve, Jaymie se queda – responde Connor – Yo subiré contigo, hermosa – el rubio abraza a Coraline llevándosela de ahí.
- ¿Tú no me vas a escoger, mi amor? – pregunta Andrew con los brazos abiertos.
- No está vez, pá – responde su hija encogiéndose de hombros, al instante los dos hombres restantes le hacen burla – Quiero ir con el tío Chris.
- ¡Eso! – festeja – ¡Dejé de ser invisible!
- Tipo loco – suelta Claudia al ver a su exmarido correr de la mano de Michelle hacia los toboganes.
- ¿Dónde está su celular? – pregunta Rose mirando hacia los lados – Tiene sin hacer llamadas tanto tiempo que creo que enloqueció.
- Supongo que se está divirtiendo – lo excusa Sebastian tomando a todos por sorpresa.
- ¿Lo estás defendiendo? – los ojos de Jennah están realmente abiertos.
- No – el hombre se encoge de hombros – Sólo no he mencionado que él es quien irá al psiquiátrico junto a Steve.
- Tío Andrew, te quedaste con la mejor opción de todas – Emma remueve su mojado cabello.
- Lo sé, cariño – el hombre se acerca hacia ella – Esa chiquilla traidora no recibirá regalos de navidad.
- ¡Hey! – regaña su mujer.
- ¡Es una broma! – levanta ambas manos en son de paz, toma a Emma de la mano y ambos se van a paso veloz – ¡O quizás no lo sea!
- Loco.
- ¿Van a subirse? – preguntan una vez que el espectáculo terminó.
- Claro que sí – responde Niall, las mujeres se adelantan y antes de poder avanzar Sebastian se coloca frente a nosotros; sostiene a la pequeña Candy y se acerca un poco a la pequeña oreja de la niña.
- ¿Sabes, amor? He estado viendo demasiado Investigation Discovery – finge susurrar al mismo tiempo que nos clava una mirada envenenada – Creo que papá ya sabe cómo cometer el crimen perfecto.

Se da media vuelta y empieza a caminar de lo más tranquilo dejándonos aquí como estatuas. Observo a Lisa quien nos hace señas para que nos acerquemos.

- Tranquilos – Harry intenta calmarnos – Sé que él me adora en el fondo de su ser, no nos hará nada.
- Muy en el fondo – dice el rubio después de tragar en seco.

Observo a las chicas deslizándose en los toboganes junto a los Avengers, ver sonreír a mi Jaymie de esa manera me produce una inmensa tranquilidad y alegría. Me debato unos minutos antes de ser arrastrado por Harry hacia los toboganes y comenzar a olvidar casi todo y divertirme como loco.
Amo el agua y me encanta nadar, a diferencia de Zayn quien no se despega de su marido Liam puesto que al igual que Jaymie, les tiene pavor a las piscinas, incluso él también tiene flotis en ambos brazos como la morena, lo cual en él me parece gracioso pero tierno en mi chica.

Los hombres se han ido con la excusa de que van en busca de comida, sin embargo, Carrie asegura que fueron a beber la única cerveza permitida, por lo tanto, cada uno de nosotros está aprovechando el momento, lo siento por Niall puesto que Lukas no ha dejado ni un momento sola a Coraline. Alcanzo a divisar a Jaymie a punto de deslizarse por el tobogán más alto, hay dos de quién sabe cuántos muchos metros, uno es cerrado y el otro abierto. Jay está a punto de subir al cerrado y aquí voy yo, todo tonto detrás de ella… la chica se sienta en el borde, lista para lanzarse y en un descuido rápido del empleado del parque acuático, me siento detrás de ella y nos empujo a ambos.

- ¿Qué mierda…?

Gira tanto como su columna y la posición en la que estamos lo permite, luego simplemente se queda callada y aprovecho para acortar la distancia y estamparle un beso. Tan sólo rozo mis labios con los de ella cuando se separa y me observa, no dice nada, tan sólo me mira a los ojos y puedo notarlo aún con la obscuridad que hay dentro del tobogán. Estoy esperando a que me abofetee o algo por el estilo, sin embargo, la chica vuelve a atraerme hacia ella y ahora el beso es más intenso, no asqueroso de esos en los que parece una batalla de lenguas, sino tierno, como si besándome estuviera gritando que me extraña.

Se separa rápidamente y toma mis manos para que la abrace, pero el abrazo no dura más de unos segundos cuando el tobogán ha terminado, me sumerjo en el agua y salgo lo más rápido que puedo, pero Jaymie me ha tomado ventaja y se ha ido, ¿qué le pasa a esa mujer?


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Jay ha actuado como si nada hubiese sucedido y eso de verdad me molesta, ¿cómo puede besarme, dejándome como un loco pensando en el asunto y después fingir que nada ha sucedido? ¿Está jugando conmigo acaso?
Miles de pensamientos continúan dando vueltas en mi cabeza, justo ahora estoy sentado entre Arnold y Connor, si no hubiese pasado nada entre Jaymie y yo estaría muriéndome de miedo, pero incluso mis pensamientos no dan paso a que el miedo me haga temblar como nenita.

Estamos viendo álbumes de fotos familiares, en realidad los Avengers las están viendo y nosotros nos conformamos con echarles un vistazo y que ellos no nos golpeen por querer observar las fotografías más detenidamente.

- ¡Me encanta esta! – exclama Steve.

En cuanto la pasa a Arnold observo lo más que puedo, ellos están sentados en lo que parece ser esta sala mientras parecen ver el televisor. Connor y Arnold sostienen vagamente a Jay y Emma entre sus brazos mientras ambas muestran sonrisas grandes, eso no es lo raro, ambos tienen puesta una corona en la cabeza y varias coletas sobresalen de la misma, además de que los labios de ambos están pintados de color rojo carmesí; Carrie abraza a Christopher por detrás, él hombre tiene labial rojo mal puesto en los labios y una corona en la cabeza, el hombre permanece concentrado mirando hacia el frente, en cuanto a Andrew y Steve, están al lado de Arnold en el sillón, ambos están siendo peinados por Michelle y Coraline quienes tienen las coronas puestas en la cabeza en lugar de ellos.

- Ese día ganó el Manchester United – dice Connor mientras sostiene la foto en una de sus manos – ¡Fue genial!

Hasta ahora, esa foto ha sido mi favorita. Comprendo totalmente a Jaymie, la relación con mi padre es una mierda también; su padre le hizo daño, pero, él se esfuerza por arreglar las cosas y ella ignora eso por completo. La siguiente foto es una de las niñas con coletas, las cinco tienen un maquillaje que parece ser realizado por ellas mismas y están desnudas vistiendo sólo ropa interior.

- ¿Qué ves, pervertido? – Arnold cubre la fotografía una vez que se ha dado cuenta que las estoy viendo.
- Nada, señor – regreso la vista al frente. Podría estar peor, como Liam o Niall.
- ¡Mi favorita es esta! – Christopher coloca frente a los hombres una fotografía en un estadio de fútbol, ellos y las chicas, quienes son muy pequeñas en las fotos, llevan puestas camisas del equipo del Manchester United y Christopher parece tomar la foto a modo de selfie.
- ¡Andrew, trae el botiquín de primeros auxilios! – Jennah grita, pero aun así su voz es calmada.
- ¿Qué pasó? – pregunta el castaño después de dar un sorbo de su cerveza.
- ¡Jaymie se cortó!
- ¡Mierda! – se levanta de inmediato y se dirige hacia uno de los baños y después sale con el botiquín entre sus manos. Los hombres ahí se dan una mirada.
- ¿Cuándo es que esa niña aprenderá a cocinar? – pregunta Arnold más para sí mismo.
- Aprenderá cuando la enseñes tú, idiota – responde Connor haciendo reír a los demás.
- ¡Qué gracioso! Ni siquiera quiere hablarme – creo que están ignorando el hecho de que existimos.
- Debes ser más tierno con ella – explica Steve – Es una mujer, a las chicas les gusta que los padres sean tiernos con ellas.
- Coraline es así – interviene Christopher – Carrie sólo quiere que la deje jodidamente en paz.
- ¿De qué hablan? – cuestiona Andrew una vez que ha regresado.
- De lo mismo, hombre – responde Steve, a continuación, da un sorbo grande de cerveza y nos observa – Ustedes cúbranse los oídos y no escuchen nuestra charla.

Simplemente obedezco, para qué causar guerra ahora que, según él, tiene un martillo especial para cada uno de nuestros “amiguitos”. Todos llevamos nuestras manos hacia nuestros oídos, comprendo que Rose se llevó a Lukas a ayudarlas en la cocina mientras nosotros intentamos hacer las paces con sus maridos, pero creo que eso nunca pasará.

- ¿Ya intentaste comprándole algo? – inquiere Chris quien parece pensar que con regalos se gana el cariño.
- ¡Lo hice, hombre! – Arnold se pasa una mano por el cabello con frustración – Le compré el dije y ni siquiera lo aceptó. Intenté darle una tarjeta de crédito para que comprase lo que quisiera y no la quiso, le regresé las malditas llaves del maldito auto y no aceptó… estoy más que frustrado.
- Quizás deberías comprarle un bolso caro o algo por el estilo – es ahora que Sebastian habla, mis amigos y yo nos miramos sin entender aun con las manos en los oídos a pesar de que escuchamos todo – A Claudia le fascinan.
- Claudia no es Jaymie – Christopher le responde de mala gana, en cambio Sebastian, levanta ambas manos en son de paz y acto seguido bebe de la lata de cerveza.
- A Jaymie ni siquiera le gustan los bolsos – se queja Arnold acomodándose en el sillón – Se la pasa siempre con la mochila esa fea que ya está hasta rota.
- ¡Hey! Yo le regalé esa mochila – Connor golpea su hombro pasando por encima de mí, me limito a fingir ser invisible.
- Sinceramente ya no sé qué hacer – el hombre a mi lado se encoge de hombros – Supongo que pediré ayuda de las mujeres.
- Podrías darme tu tarjeta de crédito, voy de compras con ella y una vez que acepte todo le revelo que lo compré con tu tarjeta – Connor lo observa con los ojos entrecerrados.
- Eso es jodidamente estúpido, amigo – le responde el castaño con la misma expresión de frustración en su rostro.
- ¡Mierda! Lo sé.
- No hay de otra – Steve le pasa una fotografía – Tendrán que intervenir las mujeres en esto.

Me parece gracioso cuando mencionan a “las mujeres” como si tratase de jefes de la mafia o algo por el estilo.

- ¡Ya vengan a cenar!

La voz de Lisa llama a todos como el silbato hizo con los perros de Pavlov; me dirijo a tomar el asiento que usé la noche anterior y a cenar en silencio. Observo de tanto en tanto a Jaymie, ella me mira y sostiene la mirada, pero cuando me acerco simplemente se va.
Ha sido un día jodidamente largo.


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Ya van dos veces que Zayn vomita después de subirnos a la montaña rusa. El pobre se marea con facilidad.

- ¿Te sientes mejor? – pregunta Liam una vez que el moreno sale del baño.
- Me siento de la mierda, amigo – enjuaga su boca con agua y sale de ahí después de escupir en el lavabo.
- ¿Qué sucede, cielo?

Pregunta Jennah preocupada, es la única aparte de los hombres que lo ha visto así, ellos se limitaron a burlarse de mi flacucho amigo. La rubia soba su abultada barriga mientras come algodón de azúcar.

- Estoy bien, sólo me encuentro mareado – la rubia asiente entendiendo el problema.
- Puedes quedarte conmigo, de cualquier modo, no puedo subir a las atracciones.
- Está bien… gracias.
- Vayan a disfrutar del parque, yo me quedo con Zayn.

Palmeo el hombro del moreno antes de irme de ahí, rebusco a Jaymie con la mirada y la encuentro bajando de una de las montañas rusas junto a Connor, creo que debo esperar un poco para acercarme a ella.

- Hola, cariño – me giro encontrándome con Claudia y Lisa, detrás de ellas Sebastian sostiene a Candy entre sus brazos – ¿Has visto a Jennah?
- Sí, ella se quedó junto a Zayn. Subimos a una de las atracciones y se mareó a tal punto que vomitó – las mujeres se miran entre sí con sorpresa.
- ¿Él está bien? – pregunta Lisa – Quizás deberíamos irnos temprano.
- Descuide, no es nada grave – interrumpe Liam detrás de mí.
- Está bien. Iremos a buscarlos, ustedes vayan a divertirse – asiento mientras empiezo a caminar – ¡Y tengan cuidado!

Pierdo de vista a Jaymie después de la pequeña charla con Claudia y Lisa, busco entre la gente ahí. No es como si los lentes obscuros ocultasen del todo mi identidad, pero al menos no hay nadie molestándome o paparazis tomando un millón de fotos cerca de mí, camino unos cuantos metros más y no hay señal de la loca.
Estoy observando hacia el frente cuando un grito detrás de mí me saca un susto de muerte, observo detenidamente la atracción, parece ser algo parecido a una casa de los espantos, ahora que sé a qué se deben los gritos me giro nuevamente, alcanzo a divisar a Connor intercambiando algunas palabras con Arnold quien está siendo jalado por Emma, la rubia señala una especie de tirolesa. Suspiro antes de comenzar a seguir buscando a mi chica en otro lado.

Suelto un grito ahogado cuando estoy siendo jalado hacia dentro de la casa de espantos, cierro con fuerza los ojos pensando que es uno de los Avengers listo para arrebatarme la vida, pero cuando nadie me ha golpeado o encajado en mi cuerpo ningún objeto punzocortante abro los ojos para encontrarme con Jaymie sonriendo socarrona, al instante me siento estúpido e intento guardar la compostura. Ella comienza a caminar y una vez más, la sigo como un tonto.

- Me diste un susto de muerte – admito una vez que he regulado mi respiración a su lado.
- Eres una nenita – suelta una ligera carcajada.
- ¿Para qué me trajiste aquí? Odio este tipo de atracciones – la observo, aún con la luz roja en su cara y el ambiente de muerte se ve hermosa.
- Nada en especial – se encoje de hombros – Me pareció divertido hacerte una pequeña broma.
- ¿Ah sí? – cuestiono ofendido – ¿Qué tal si yo te hubiese jugado la broma, tonta? Estarías llorando.

La chica ríe nuevamente y yo simplemente revoleo los ojos, pero después me relajo. Ambos seguimos el camino iluminado con las luces tétricas.

- Tranquilo, sólo fue algo estúpido.
- ¡Ah, mierda! – me sobresalto cuando una persona disfrazado de monstruo aparece de repente y se va corriendo de ahí – No es gracioso.
- Definitivamente lo fue – dice sin dejar de reír, ella ni siquiera respingó.
- ¿Por qué me besaste? – suelto de tajo y ella me voltea a ver.
- Tú me besaste a mí – levanta la ceja y después regresa la mirada al camino.
- ¿Por qué respondiste mi beso? – ordeno la pregunta.
- ¿Por qué no?
- No respondas mis preguntas con más preguntas – me encojo de hombros, la chica sonríe y me observa nuevamente – Dame respuestas, esto no es fácil de adivinar.
- Oblígame – se muerde el labio inferior juguetona y viéndose malditamente sexy.
- No te gustará – advierto intentando sonar misterioso, Jay levanta las cejas y a continuación su semblante se vuelve serio.
- Que eso no te detenga.

Sonríe de lado y después se adelanta.

- ¡Puta mierda!

Exclamó una vez que un zombie mecánico ha salido aparecido de repente frente a mí dándome un susto de infarto. Aún con el pecho acelerado, aumento la velocidad de mi paso hasta llegar hacia la loca y detenerla de manera brusca, intenta escapar y antes de que pueda hacerlo la tomo por el brazo y la llevo hacia la pared acorralándola con mi cuerpo. Una vez ahí rodeo su cintura con mis brazos y me acerco tanto a ella que puedo sentir su pecho inflarse y desinflarse al ritmo de su respiración.
Me observa retándome con la mirada, ¿está demente? ¿cree que simplemente me quedaré aquí observándola como idiota?

Sonrío de lado y acorto la distancia entre ambos con un beso lento, la morena coloca ambas manos sobre mi pecho y antes de que pueda empujarme lejos de ella tomo ambas muñecas y las llevo por encima de su cabeza, me separo un instante para observar su mirada fija en mí y después miro sus labios que esbozan una sonrisa malévola. Sin duda alguna, Jay es una loca que me tiene más loco de lo que está ella. Ahora es ella quien me besa, quiero imaginar que ha extrañado estar cerca de mí, pero mi cabeza está llena de dudas y no tengo idea alguna del porqué lo hace, sin embargo, el no saberlo no es para nada un impedimento para continuar haciendo esto. La chica muerde tan fuerte mi labio inferior que me hace incluso dejar de besarla, dolió sí, pero ni siquiera me importa. Es como con todo lo que ha hecho y me ha lastimado, ni siquiera me importa siempre y tanto siga cerca de mí, soy un maldito masoquista, no puedo negarlo.

Observo sus labios un segundo y es ella quien vuelve a terminar con la distancia, me besa de una manera tan jodidamente sexy que me hace desear más y más de ella, incluso si se me destina el mismísimo infierno por siquiera pensar en intentarlo. Jaymie me vuelve simplemente tan jodido.
Un escalofrío recorre toda mi espalda cuando aun rozando mis labios separa ligeramente las comisuras de sus labios y recorre mi labio inferior con la punta de su lengua, y todavía sosteniendo sus manos entre las mías, y sin siquiera pensarlo, me alejo de sus labios para ahora besar su cuello. Ella se queda quieta unos segundos y después se remueve bruscamente desconcentrándome de lo que estaba haciendo.

La observo interrogante.

- No.

Niega una sola maldita vez, se suelta de mi agarra y a continuación sale de ahí dejándome estúpidamente confundido. Salgo de la atracción metiendo mis manos en mis bolsillos delanteros y una vez que lo he sentido mi mirada viaja hacia mis pantalones.

- ¡Mierda, Jaymie!

Niego repetidamente antes de esconderme en uno de los árboles que se encuentran a un lado de la atracción de terror cuando me doy cuenta que están a punto de salir personas de ahí adentro, me saco la sudadera y la amarro en mis iliacos tratando de ocultar el bulto en mis pantalones y al mismo tiempo verme cool y despreocupado. Me encamino hacia el camino principal para buscar a los demás y alcanzo a escuchar las voces quejumbrosas de algunos visitantes. Me acomodo bien los lentes y me acerco a ver la pantalla que las personas ahí están mirando.

- ¿Cómo se atreven a hacer eso en un parque donde hay familias? – una mujer pregunta ofendida – ¡Los malditos mocosos de hoy en día no respetan nada!

Niego desaprobando hasta que caigo en cuenta de que esas personas somos Jaymie y yo, pero la foto de la atracción, donde se supondría deberíamos estar gritando y no besándonos, se ve tan pixelada que al instante suspiro aliviado.

- ¿Qué hubiera pasado si alguien los encuentra dándose ese asqueroso beso? – lo miro bastante extrañado, el hombre viste bastante recatado y tal parece que jamás en su vida lo han besado, cuando nota mi mirada me observa fulminante, su mirada se dirige a mi sudadera, que cubre todo a la perfección, debo agregar, y después a la foto – ¿Usted acaba de salir de esta atracción?

Doy un respingo cuando descifro que parece sospechar que el chico con capucha dentro de la casa de espantos se trata de mí.

- ¡No, señor! – cruzo mis manos al frente – Acabo de venir de comer un helado… y estoy de acuerdo con usted, esos chiquillos son repugnantes.

El hombre asiente y después regresa la mirada hacia el frente con la barbilla levantada, como si se sintiese orgulloso de que yo estuviera “de acuerdo” con él. Revoleo los ojos y me alejo de ahí justo al lugar donde se encontraba Zayn. Las chicas se toman fotos con los Avengers mientras las super mamás cuidan de mi amigo, los demás chicos están ahí, cabe mencionar que Niall atraviesa con la mirada a Lukas por su cercanía con Coraline.
Le doy un vistazo a Jaymie, quien se nota bastante feliz, aunque no sé si sea por lo que sucedió o simplemente porque está pasando un momento agradable con su familia, creo que simplemente me estoy dando demasiada importancia.


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Llevo más de diez minutos ensartando salchichas en palos para brocheta y Jaymie ni siquiera me ha volteado a ver, ¿es en serio, Jaymie Samantha? ¿ya olvidaste lo que sucedió? ¿Así nada más?

Dios, esta mujer es de verdad exasperante.

- Chicos, ¿podrían llevar las salchichas y los bombones al jardín? – pide amablemente la madre de Michelle.

Soy el primero en levantarse y caminar en dirección del jardín. Camino pesadamente y ni siquiera observo el frente hasta subir los escalones del área donde se encuentra la fogata, me quedo completamente paralizado y mis manos pierden fuerza, pero logro sostener la charola con las salchichas.
No alejo la vista de la escena, si el duende se entera de esto le va a dar un infarto y terminará por darse de golpes con Lukas, puesto que, el último mencionado, se encuentra de pie frente a Coraline sosteniendo la mejilla de la pequeña rubia entre sus manos a la vez que sostiene los labios de Coraline con los suyos, escucho a mis espaldas un grito que es ahogado por Zayn y Liam quienes cubren la boca ruidosa de Niall. Lo alejan de ahí para que no arme un alboroto, pero han alcanzado a ver todo, me giro instantáneamente a la par que los rubios se percatan de mi presencia gracias al duende.

- ¡Yo no vi nada! – me excuso y ellos se separan uno del otro como de rayo.
- ¡Lou! – Cora se mueve inquieta e incómoda, yo no sólo estoy incómodo, sigo sin poder moverme.
- ¡Déjame ayudarte con eso! – Lukas se apresura a tomar la charola entre mis manos.
- Siéntate conmigo, Lou – pide amablemente la rubia y yo obedezco, después de todo, Niall no ha hecho nada realmente por acercarse a ella.
- Descuida – me encojo de hombros – No meteré mis narices en este asunto, después de todo, y de alguna manera, el rubio lo vio.

La chica abre la boca de la impresión, mira un minuto al vacío y después de susurrar un “Está bien” y se recarga sobre mi hombro. En cuanto a Lukas, él ha logrado encender la fogata en el disco que cuelga de una de las ramas del enorme árbol a nuestra derecha. No puedo evitar fulminar con la mirada al rubio; sin duda alguna, Niall debe estar sintiéndose como la mierda justo ahora.

- Aún hay comida adentro – Emma y Jaymie se quedan quitas frente a nosotros.
- ¿Qué mierda están haciendo? – pregunta la rubia, Cora a mi lado simplemente suelta un suspiro.
- ¿Qué le hiciste? – ahora la morena tomándome por sorpresa.
- Yo... no… nada – tal parece que no pudiera articular ni una oración coherente.

La rubia se levanta y se dirige hacia dentro de la casa, Lukas la observa y va detrás de ella provocando que Jay y Emma se miren entre sí de manera sospechosa, después la rubia se apresura a seguir a ambos rubios frente a ella.
Jay me observa y simplemente me quedo petrificado recordando lo de esta tarde.

- ¿Qué pasó? – toma asiento a mi lado.
- Uhmm… Yo…
- Por favor deja de actuar como idiota.
- Lo siento – comienzo a jugar con mis manos – Estoy demasiado nervioso.
- ¿Por?
- Supongo que por tu presencia – me mira extraña y me maldigo por no ser capaz de actuar como una persona normal.
- Sólo dime lo que sucedió – dice con voz firme provocándome sentarme erguido, ella puede ser un poquito atemorizante, no la culpo conociendo al padre y a los tíos.
- Coraline – asiente indicándome que continúe – Y Lukas…
- Ajá…
- Ellos dos pues… en realidad creo que Cora debería decírtelo.
- ¡Ash! – levanta la voz haciéndome sobresaltar – Eres exasperante. ¡Quiero que me lo digas tú!
- Pero no es algo que me corresponda – me encojo de hombros.
- ¡Eres un chismoso! Siempre estás parloteando cosas que no te corresponden – revolea los ojos – Así que habla de una maldita vez.
- ¡Está bien, loca! Deja de actuar como una maniática controladora.
- No actúo así – golpea mi hombro.
- Sí lo haces, te la pasas por la vida volviéndome loco.
- Claro que no.
- Sí lo haces.
- No lo hago, menso.
- Sí lo haces, mensa.
- Menso tú.
- No, tú.
- ¡Ya dímelo! – toma mis hombros y me zarandea, en realidad me agrada que haga eso. Sus impulsos por querer asesinarme me agradan más de lo que deberían.
- ¡Bien! – observo la casa y me acerco a ella como si de un secreto se tratase – Cora y Lukas se besaron.

Sus ojos y boca se abren, ella está claramente sorprendida, pero no muestra sorpresa de disgusto, sino todo lo contrario.

- ¡Genial! – voltea hacia adentro.
- No es genial.
- Claro que lo es.
- No para Niall – clava sus enormes ojos en mí y parece pensarlo, después simplemente se encoge de hombros – Pero hay algo más…
- ¿Qué?

Vuelve a acercarse y cuando está lo suficientemente cerca de mí aprovecho para robarle un pequeño beso inocente en los labios, obviamente esperando a que ella lo convierta en algo más intenso. El problema es que parece no funcionar, su entrecejo se ha fruncido, revolea los ojos y después me da un fuerte pellizco en el brazo.

- ¡Auch! – de inmediato llevo mi mano hacia la zona que comienza a doler.
- Idiota.

Se levanta y a grandes zancadas regresa a la casa dejándome solo una vez más. ¿Qué fue eso?
¿Qué no va así la dinámica? La beso, ella me regresa el beso. La vuelvo a besar y ella vuelve a besarme. La beso una vez más y luego ella me viola… ¿no?

Mierda, por qué las mujeres tienen que ser tan complicadas, unas más que otras; Jaymie, por ejemplo.

Me giro al escuchar pasos provenientes de la entrada y a continuación me apresuro a ayudar a las mujeres con las cosas que están cargando y las dejo sobre la mesa en la que está todo lo demás; también los hombres han salido, entre Andrew y Connor cargan una hielera grande, los demás cargan bolsas de hielo que vacían una vez que han colocado la hielera en su lugar, después, la rellenan con cervezas. Claudia aparece que unas copas y dos botellas del champagne que hemos traído, sirve en tres copas y después acomoda las botellas en una orilla de la hielera sobre el hielo, entrega una copa a Lisa y Rose, y a Jennah una copa con jugo de lo que parece ser guayaba.

- ¡Yo quería champagne! – se queja la rubia haciendo puchero.
- Debemos cuidar a esa criatura – Lisa masajea la barriga de la rubia.
- ¿Quieren una copa, chicos? – ofrece Rose.
- Los hombres no beben champagne, eso es para niñas – se queja Andrew destapando una cerveza y dando un sorbo.
- ¿Por qué crees que preguntó si querían?

Connor y Christopher chocan los cinco, maldigo en mis adentros puesto que quiero vivir todavía muchos años más. Harry aparece en el lugar junto a Carrie quien sostiene aún más copas, detrás de ellos están Liam y Niall, el rubio se ve muy normal considerando lo que sucedió con Lukas y Coraline, no sé por qué sospecho que Liam le dio alguna clase de discurso motivacional.

- ¿Quieren una cerveza? – pregunta Carrie observándonos. La verdad es que no sé si esté bien beber en frente de los Avengers, me preocupa la imagen que se hagan de nosotros y el alcohol – Ellos no dirán nada, ya están un poco entonados.
- Les trajimos una botella de ron – el rubio se acerca a una distancia segura y sonríe apenado.
- ¿Y quién te dijo que a nosotros nos gustaba el ron? – pregunta su suegrito levantándose del banquito y acercándose a él – A ver, dame eso.

El hombre le arrebata la botella y regresa a su lugar, mi amigo regresa con nosotros casi corriendo, es cuando se acercan los demás. Por alguna extraña razón, Jay y Zayn vienen hablando amenamente, me extraña puesto que normalmente sus personalidades tienden a chocar entre sí. Louis y Sheila aparecen corriendo y toman asiento cerca de los hombres, específicamente de Arnold y Connor, Xander camina tranquilamente hasta tomar asiento a un lado de su madre e inesperadamente Coraline se sienta a un lado del rubio quien por sus manos temblorosas puedo apostar que está más que nervioso; Emma y Michelle son las últimas en llegar y tomar asiento.

- ¿Puedo sentarme a tu lado? – pregunta Liam odiosamente cortés como siempre a la rubia, ella lo mira indiferente.
- No sé si puedas, a ver, inténtalo – el chico con la expresión confundida toma asiento al lado derecho de Emma – Ah, eso responde a tu pregunta, sí pudiste.

La chica regresa la vista a Michelle con quien continúa hablando de quién sabe qué cosa, en cambio mi pelón amigo, suspira pesadamente y se dispone a observar el fuego.

- Papi – Steve observa a su hija – ¿Puedo beber una copa de champagne?
- Bebe lo que quieras, mi amor – no podría decir con exactitud si el rubio ya está entrado en tragos o no, puesto que a pesar de lo que Carrie dijo, actúa de la misma forma cuando no ha bebido en lo absoluto.

Carrie se levanta y con ayuda de su madre, sirve champagne en cinco copas, una para cada una de las chicas y después de entregarlas, de la hielera toma seis latas de cerveza que nos entrega a los One dream y una a Lukas quien agradece amablemente, me jodería más de no ser porque he confirmado las habladurías de mi amigo el duende; Lukas anda detrás de Coraline.

- ¡Ya hay que comenzar con los juegos, tía! – pide Louise con un jugo entre sus manos.
- Chicos – Claudia se levanta – En cada viaje familiar, hay una noche de juegos frente a la fogata. Vamos a comenzar con la película muda; es una historia que se narra entre todos los integrantes. Les explico; el primero en hablar es quien elige a aquellos que van a actuar, pero ellos no deben hablar, van a actuar lo que las personas que no actuamos narran, a cada uno le corresponde sólo una oración y tiene que haber una temática. ¿Me explico?

La verdad es que no entendí bien cómo se juega esto, observo a Claudia confundido justo como mis amigos y Lukas, al parecer también es su primer viaje junto a las familias.

- Ahorita que lo hagamos seguro van a entender – comenta Rose sirviendo más champagne a su copa.
- Está bien, voy a comenzar yo y vamos hacia la derecha para cuando llegue su turno ya hayan entendido del todo, ¿les parece? – asentimos – Bien, los personajes serán... ¿Jay? – la chica se levanta y se coloca en medio – Hagamos una historia de hermanos, Zayn, ¿te unes? – el moreno acepta y se levanta colocándose junto a Jaymie.
- Ellos no parecen hermanos – opina Steve y a continuación destapa otra lata de cerveza – Alguien más joven debería actuar como hermano de la bella Jaymie, alguien joven como yo.
- ¡Tienes la edad del universo! – bromea su esposa provocándonos una carcajada, el hombre simplemente la mira de mala gana mientras hace un puchero.
- Para mí sí pasarían como hermanitos sino por lo menos como primos así que cállate, feo – la mujer se dispone a hablar, pero es interrumpida una vez más.
- ¡Estás loca, rubia! – ahora es Arnold quien niega. Los demás lo observamos divertidos, excepto Zayn, el chico está tan molesto que hará erupción tal cual volcán en cualquier momento – Si Ciara y yo hubiésemos tenido un hijo, hubiera sido apuesto como su padre. Si el crío estuviera feo chance y lo hubiese puesto en adopción, pero si fuera este pelado, yo mismo lo hubiera tirado a la basura.

Las carcajadas de los demás hombres estallan, inclusive las nuestras y las de Jaymie a un lado de mi amigo quien se limita a revolear los ojos.

- ¡Qué malo! – dice Jennah – Cómo puedes ser capaz de decir algo así, feo.
- Yo sólo digo – levanta ambas manos fingiendo inocencia.
- ¡Ya cállense!, al próximo que interrumpa con algo tan tonto como eso, lo golpearé tan fuerte que tendrá que descansar el trasero en ese hielo – Claudia señala la hielera.
- Yo opino que en esa historia debe haber un papá – Andrew levanta la mano mientras da su punto de vista.
- ¿Ah sí? – la rubia se cruza de brazos – ¿Y a quién propones?
- Pues a mí, Didi – palmea su pecho.
- ¡Ridículo! – revolea los ojos – Ven aquí.

El hombre se levanta y se pone en medio de Jaymie y Zayn, el moreno mantiene la compostura ante el hombre a su lado quien le saca casi diez centímetros de estatura. Entre risas, narran la historia y más risas aparecen con las oraciones sin sentido de los que estamos participando.
La historia terminó siendo sobre dos pequeños esqueletos que salieron de su casa en busca del país del Halloween eterno y su papá, un esqueleto granjero, en busca de sus pequeños… extraño pero divertido. La siguiente fue protagonizada por el dúo dinámico, la historia básicamente trató sobre dos uvas que se cayeron de su racimo, o algo por el estilo.

Yo terminé siendo Peter Pan en una de las historias y Niall fue Tinkerbell, sin embargo, y por alguna extraña razón, Lukas le dio vida a Wendy y fue un placer para mi amigo molestar al otro rubio, hasta que Wendy lo roció con insecticida para hadas.



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Los juegos han terminado y justo ahora parece ser la hora del karaoke, los hombres luchan entre sí por los micrófonos, hay un equipo de karaoke y la letra aparece en una pantalla que ni cuenta me había dado estaba ahí, aunque supongo que la colocaron hoy precisamente para esta actividad.

Las madres de las chicas platican entre sí animadamente, Louise, Sheila y Xander se rindieron y hacen compañía a la pequeña Candy quien duerme dentro de la casa. Alrededor de la fogata se encuentran Lukas, Coraline y Michelle platicando entre sí, frente a ellos, Niall los fulmina con la mirada sin dejar de tragar salchichas y bombones en compañía de Zayn. Harry y Carrie están juntos, ambos calientan bombones y se alimentan el uno al otro, cielos, qué afortunado es ese ruloso.

Cerca de la parejita, Liam y Emma están sentados, ninguno dice nada, tan sólo sostienen los palillos con salchichas cerca del fuego. Y más lejos de ahí, se encuentra Jaymie, soplando un bombón que se quema, echo un vistazo rápido antes de acercarme hacia ella y sentarme a su lado, tomo un palillo y acerco una bolsa de bombones.

- ¿Te gustan los bombones asados? – pregunto sin dejar de observar el fuego.
- No diría que son exactamente mi alimento favorito, pero sí – la chica esboza una sonrisa y a continuación muerde con cuidado el bombón.
- ¿Siempre son así los viajes familiares? – señalo con la cabeza al grupo de los mayores, ahora las madres se han acercado al karaoke junto a los hombres.
- No realmente – se encoge de hombros.
- ¿Por? – la observo.
- Bueno… es la primera vez que Arnold viene desde que murió mamá, supongo que eso es diferente – toma uno de los bombones que he traído, lo atraviesa con el palo para brocheta y después lo acerca al fuego.
- Me dejaste solo en la casa de espantos… – no puedo evitar tocar el tema, Jaymie observa a los demás que se encuentran cerca de la fogata como asegurándose de que no hayan escuchado, acto seguido, sonríe burlona.
- ¿Qué esperabas que hiciera? – su mirada traviesa y burlona se posa sobre mí.
- Al menos que me esperaras, no que me abandonaras ahí como un idiota y con…
- ¿Una erección? – me roba las palabras y después suelta una risita que bien podría ser la risa del demonio.
- ¡Shh! – observo a los demás.
- Tú lo provocaste – se encoge de hombros.
- Tú seguiste mi beso – frunzo el entrecejo – Y te alocaste ahí dentro. ¡Cielos! ¿En qué momento te volviste tan pervertida?
- ¿Qué clase de pregunta es esa? – me mira extrañada.
- No sé – retiro el bombón del fuego – Simplemente te desconocí.
- Más bien, en realidad nunca me has conocido bien – coloca su bombón en medio de dos galletas y después roba el mío.
- ¡Hey! Ese es mi bombón.
- Era – le da una mordida – Es delicioso, pruébalo.

Acerca la galleta a mi boca y le doy un mordisco, efectivamente es delicioso. Esto provoca un maremoto de preguntas en mi cabeza, qué le sucede a esta chica, ¿desde cuándo parece no ser alérgica a mi presencia?

- ¿Entonces la Jaymie real es una pervertida? – pregunto atravesando otro bombón y llevándolo al fuego.
- ¿Jaymie real? – me observa desconcertada terminando el último bocado – No entiendo a qué te refieres, sólo soy yo.
- Es que… – busco las palabras adecuadas antes de comenzar a hablar – ¿Por qué me besaste?
- Tú me besaste primero – se excusa.
- Pero, ¿por qué seguiste mi beso? – oh mierda, me arrepentiré de esto – ¿Sientes algo por mí? No te culparía, soy todo un galán – la chica ahoga una fuerte carcajada.
- No – revolea los ojos.
- Ahora que estás hablando conmigo, y parece que lo haces por tu voluntad, creo que sería un buen momento para hablar sobre el contrato y seguir en contacto.
- En realidad, no tengo nada para decir con respecto a eso – sopla el bombón apagando el fuego y a continuación lo regresa.
- Pero yo sí – su indiferencia con respecto al tema comienza a causar estragos en mí – Quiero seguir en contacto contigo.
- No es como si pudiésemos tener mucho contacto de cualquier forma, Louis. En poco tiempo me voy a América.
- ¿A qué vas a América? – entrecierro los ojos.
- Estás bromeando, ¿cierto? – niego – Me voy a Hollywood, amigo.
- ¿Amigo? – de alguna forma me siento un tanto ofendido.
- Es sólo una expresión – hace un gesto de enfado.
- No lo hagas, Jaymie – pido, aunque en realidad en mis adentros estoy rogando – Quédate conmigo.
- Louis… – su postura es rígida y su mirada está puesta en el fuego hasta que prosigue – Sabes que eso no va a suceder y ni tú ni yo podemos hacer nada.
- Pero si hubiese algo que pudiera hacer, ¿te quedarías conmigo? – duda un segundo antes de responder.
- ¡Mierda! Ya basta con eso, ¿por qué siempre tienes que arruinar el momento?

Se levanta enfadada de ahí y se aleja hasta quedar entre Michelle y Coraline. Justo en este momento estoy cabreado.

Me quedo un momento más ahí pero simplemente estoy aburrido y el sueño ha comenzado a pegarme duro.

Observo a Jaymie y mantiene la misma expresión que días atrás, justo como si yo hubiese hecho algo tan horrible contra ella. ¡A la mierda! Me largo a dormir.
Me levanto de ahí y me encamino hacia la casa, tomo mi cepillo y pasta de dientes y aún con las luces apagadas me encamino hacia el baño, revoleo los ojos antes de comenzar a cepillar mis dientes. Esa tonta es una demente, por más esfuerzo que hago para entenderla, simplemente no la entiendo, creo que ya me estoy cansando de tanta soberbia de su parte. Enjuago mi boca con agua y escupo en el lavabo, seco mis labios y apago la luz, a continuación, salgo de ahí topándome con alguien, ganándome un susto de muerte y dejando caer mi cepillo y la pasta quién sabe dónde.

FOREVER
- ¡Me asustaste! – exclamo antes de siquiera darme cuenta de quién se trata.
Pero adivinen quién es, así es, la reina del “Sí” y del “No”. Jaymie está frente a mí, puedo reconocerla por la poca luz que llega a filtrarse a través de los ventanales, la observo realmente confundido, ella se encoje de hombros y sin más me abraza.

- Lo siento… soy muy estúpida.

Dudo un momento antes de corresponder su abrazo, pero termino aferrándome a ella, después de todo, no es como si fuera a negarme; simplemente no podría.

- Descuida.

Me encojo de hombros ante mi estupidez y falta de orgullo y dignidad. Pero la necesito tanto como una planta necesita el agua y la luz del sol para vivir; qué estupidez, ¿no? Podría ser adicto al crack o la heroína, pero en lugar de eso me volví adicto a esta tonta.
Sube ambos brazos hasta rodear mi cuello, la observo un instante y después beso su frente.

- Bésame…

Niego.

No creo que esté pensando claramente, en realidad no creo que sea la Jaymie que yo conozco. Ella asiente y me ve nuevamente con aquella mirada, como si disfrutase armar líos en mi cabeza. Tomo sus manos y la alejo de mí.
Le echo un último vistazo antes de comenzar a caminar, pero no doy ni tres pasos cuando ella me detiene. Toma mis mejillas entre sus manos y me besa, quisiera tener la fuerza de voluntad para resistirme, pero creo que la he gastado toda en alejarla de mí hace un instante.

- Quédate conmigo…

Alcanzo a susurrar entre besos, ella se detiene un segundo y mirándome a los ojos asiente. Mi corazón comienza a latir tan rápido que pareciera haber recibido una descarga de electricidad. Ahora soy yo el que sigue el beso, qué puedo decir, me vuelve más estúpido de lo que ya estoy.
La Jaymie alocada se ha apoderado de mi chica, remueve mi cabello entre sus manos y muerde una vez más mi labio tan fuerte que me alejo un segundo de ella debido al dolor. Toma ese momento para estirar por detrás de mis hombros la chaqueta que llevo puesta, dundo un segundo y me pregunto si la situación es la adecuada, aunque en realidad termina por importarme un carajo. Una vez que mi chaqueta está en el piso la beso una vez, a continuación, me dispongo a sacarle la sudadera que lleva puesta y Jay levanta ambos brazos para que sea más fácil. Vuelvo a besarla profundizando aún más el beso entre ambos, sus manos frías tocan mi abdomen por debajo de mi playera y un escalofrío me recorre por completo, aunque dudo que se deba a la temperatura de su piel; la loca se detiene repentinamente, ver la forma en que su pecho se infla y desinfla debido a su respiración agitada me hace tener pensamientos bastante impuros e inapropiados.

Me mira sonriendo de lado, provocando una sonrisa también en mí. Toma el borde de mi playera con ambas manos y sin quitarme la vista de encima comienza a subirla lentamente acelerando inclusive más los latidos de mi corazón, estoy a punto de levantar los brazos para que saque la prenda con facilidad cuando de repente se enciende la luz y ambos nos miramos con expresión de pánico. Jay se agacha a la velocidad de la luz, toma su sudadera y mi chaqueta, lanza la última sobre mí y corre hacia el baño cerrando de un portazo la puerta.

- ¿Qué haces aquí? – me saco la chaqueta que ha caído en mi rostro.
- Estoy esperando a que se desocupe el baño – miento – Me aburrí y comencé a jugar con esto.

Levanto la chaqueta entre nosotros, el chico me observa dubitativo.

- ¿Por qué tus labios están tan rojos y parece que están a punto de sangrar? – entrecierra los ojos enfocando la mirada. Mierda, porqué carajo es tan fisgón.
- Estaba comiendo un dulce de cereza – levanta una ceja – Luego choqué contra el vidrio, estaba cerrada la puerta corrediza y no pude ver debido a que la luz estaba apagada.
- Ajá – se cruza de brazos.

Es la primera vez que me pongo más que nervioso frente a Niall, su presencia no me hace sentir incómodo en ningún momento, excepto ahora, se siente como si estuviese a punto de ser decapitado y él fuera mi verdugo. La puerta se abre de repente, Jay tiene puesta la sudadera con la capucha cubriéndole hasta los ojos.

- Ya pueden pasar – anuncia desapareciendo de ahí casi corriendo.
- ¿Qué le hiciste? – el rubio pregunta fulminándome con la mirada.
- ¡Nada!
- No te creo.
- ¡No le hice nada! ¿Bien?

El chico entrecierra los ojos un momento aun con los brazos cruzados y a continuación se adentra al baño. Recargo la espalda en la pared y acto seguido, hago la misma acción con la parte occipital de mi cabeza.
¿Por qué mierda hace eso conmigo? Si Niall no hubiese llegado, ¿Jaymie hubiese continuado?

¿A dónde espera llegar con esto? Mierda, esa mujer me confunde.

Observo el reloj en mi mano, van a dar las dos y media de la madrugada, el sueño se me ha ido por completo, y creo que necesitaré una ducha antes de tratar de dormir.


Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 8:56 pm, editado 1 vez

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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:19 pm


CAPITULO 50.5

Louis Tomlinson

Mi cabeza duele como los mil demonios, siento como si tuviese la resaca de veinte personas. Sin embargo, puedo asegurar que estos días no he bebido ni siquiera lo suficiente como para ponerme ebrio en lo absoluto.

- ¿Necesitan que las ayude en algo? – pregunto adentrándome a la cocina.
- Hola, cielo – saluda Claudia.
- ¿Dormiste bien? – ahora Lisa.
- Apagamos la música demasiado tarde, lo siento – se disculpa Rose guardando un frasco en la alacena.
- Sí, no obtuve problema alguno para conciliar el sueño – al menos no por es razón – Pero por alguna extraña razón me duele horrible la cabeza – las tres me observan de inmediato – Antes de que piensen mal, no bebí más que una lata de cerveza.
- Descuida – la rubia camina hacia uno de los cajones y de ahí toma un sobrecito – Puedes tomar esto y después sólo hacernos compañía, tenemos todo bajo control.

Asiento, sirvo agua en un vaso y tomo la pastilla esperando que actúe rápido. A continuación, tomo asiento en uno de los bancos de la barra. Las observo preparar el desayuno y me pregunto si responderán las preguntas que quiero hacer sobre Jaymie, sin embargo, descarto la idea de inmediato, estoy tomando demasiada confianza y siento que me estoy aprovechando de eso para acercarme a Jay.

- Buenos días – saluda Harry entrando mientras talla sus ojos, las mujeres saludan al unísono.
- Hola, buen día – ahora Liam. Se acerca hasta mí y a continuación observa a las mujeres – ¿Hay algo en lo que podamos ayudarles?
- Claro que no, cariño, tan sólo siéntate junto a los chicos.
- ¡Buenos días! – la radiante Jennah aparece vistiendo un vestido largo color blanco, chaqueta de mezclilla y sandalias blancas – ¿Cómo amanecieron?
- Mejor que genial – responde mi amigo el rizado, supongo que Carrie tiene algo que ver con su buen estado de ánimo.
- Bien – el otro castaño se encoje de hombros.
- Me alegro, chicos.
- ¿Y las niñas? – cuestiona Rose.
- Se estaban cambiando, ¿cómo va el desayuno?
- Ya está todo listo. Chicos – la observamos – ¿Podrían llevar todo eso al comedor?

Asentimos y obedecemos. Una vez dentro del comedor, tomo asiento y me recargo sobre la mesa, me siento jodido.

- ¿A ti qué te pasa? – escucho la voz de Liam, sin embargo, no levanto el rostro.
- Su pequeño corazón está sufriendo – Harry palmean mi espalda.
- Pero al menos estás hablando con Jaymie, ¿no? – asiento – ¿Entonces?
- Es una loca – lo miro – Y me confunde como no tienes idea.
- ¿Por qué?
- Para empezar…
- ¡Buenos días! – saluda Coraline entrando al lugar y tomando asiento.
- Hola, Cora – la saluda Liam.
- Hoy es nuestro último día aquí – se sienta a su lado.
- ¿Has visitado los jardines de Compton Acres? – pregunta el rizado.
- No, es la primera vez que lo haré – parece bastante contenta a pesar de lo que pasó ayer – Dicen que es hermoso, quiero verlo por mí misma… ¿Estás bien, Lou?
- Más que perfecto, pequeña – finjo una sonrisa y me acomodo en el asiento.

Al instante entran Emma, Jaymie y Michelle. Mis ojos persiguen a la morena quien camina sin pena alguna hasta sentarse a mi lado, incluso Harry y Liam la miran extrañados.

- ¿Te sientes bien? – susurro.
- ¿Por?

Una vez más está haciéndose la loca, eso es lo que más me jode de su actitud y comportamiento. Revoleo los ojos y fijo la vista hacia el frente esperando a que los demás lleguen para poder desayunar de una buena vez.


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El paseo en los jardines fue asombroso, no voy a negarlo, pero me sentí jodidamente incómodo durante todo el momento e ignorado por mi chica la tonta. Justo ahora me limito a seguir a Jay con la mirada mientras juega junto a las chicas y sus padres a algo que aún no puedo entender, simplemente corren atrapándose unos a otros, pero se ve divertido. A pesar de que tengo algo de rencor contra ella, sigo pensando que se ve bellísima. Lleva una especie de romper de manga larga a juego con el de Carrie, Emma, Michelle y Coraline, parece que se viste de esa manera a propósito, para joderme, aunque en realidad creo que simplemente le importo muy poco como para pensar en mí antes de vestir cualquier cosa.

- Estás demasiado serio – advierte Zayn a mi lado.
- No es fácil cuando te dejan las pelotas calientes – el rizado me defiende, sin embargo, no estoy seguro de si estoy en peligro o resguardado ante su “cuidado”.
- No deberías hablar sobre eso, el rubio chismoso lo sabrá y no dejará de joder – interviene Liam.
- Estamos contigo, amigo – Harry palmea mi espalda.
- Esa mujer me tiene jodido.

Y aunque mi comentario suena demasiado extremo y completamente ridículo, esa es la verdad. No me arrepiento de haber venido puesto que he podido ver a Jay todo el día cada día que hemos estado aquí, pero no puedo evitar sentirme muy confundido; me ignora, luego me habla, luego se enoja, después me besa y por un momento siento que quiere estar conmigo, pero después vuelve a ignorarme y actúa como si nada hubiese pasado, cuándo carajo se cansará de ser así.

Me levanto de la silla y me encamino hacia la cocina por un vaso de agua y privacidad, estoy enmarañando mi cabeza por nada. Doy el último sorbo de agua y me recargo en la pared con los ojos cerrados.

- ¿Qué pasa, cielo? – la voz de Jennah me hace voltear a verla – ¿Te sientes bien?
- Sí, no se preocupe.
- ¿Por qué no vas a recostarte un momento? Cuando esté lista la cena te hablaré para que vayas a cenar.
- ¿No es molestia?
- Claro que no, sube y elije la habitación que gustes.

Camino hacia las escaleras y subo lentamente mientras observo los cuadros colgados; todos tienen fotografías, tanto de la familia Radcliffe como de los demás. Hay una fotografía que llama mi atención, son las cuatro mujeres en compañía de Ciara; ella es tan parecida a Jaymie. Las cinco sonríen mientras se abrazan, me hubiera encantado conocerla.
Continúo mi camino hacia arriba, observo las puertas y me adentro en aquella cuya puerta es distinta a las demás. Hay una cama king size cubierta con una colcha negra con lunares verdes, me acerco y simplemente me dejo caer para dormir.

- Louis… – escucho entre susurros y abro los ojos de repente.
- ¿Qué pasó? – Carrie me observa recostada sobre la cama.
- Ya está todo servido, tengo despertándote como diez minutos.
- Lo siento – me siento un momento.
- Anda, vamos a cenar – se encoge de hombros.
- Claro, dame un momento.

Tomo mi cabeza y pienso un instante en sacudirla para que todos mis pensamientos se dispersen, me limito a apretarla un poco y después levantarme para ir hacia el jardín trasero de la casa, efectivamente todo está servido. La verdad es que no tengo muchos ánimos ni siquiera de comer, me siento triste, y no me apena admitirlo.
Al verme de esta manera, Harold sirve comida en mi plato y lo lleva hasta mi lugar mejorando mi estado de ánimo. Agarro un tenedor y empiezo a comer, nuevamente, la loca se sienta a mi lado.

- ¿Cómo te sientes? – cosas pequeñas como esta le dan esperanza a mi estúpido corazón.
- Estoy bien, descuida – sonrío y continúo comiendo.
- Carrie me dijo que estabas dormido, ¿sientes alguna molestia?
- Sí estaba dormido, pero estoy bien, ya te lo dije – levanto un poco la voz y después revoleo los ojos.
- Lo siento…

Tenía la intención de ignorarla, justo como lo hizo en el jardín, pero no puedo ser tan cruel como lo es ella.

- Perdón – me encojo de hombros y la miro – Actúe como un imbécil.
- Está bien – ahora parece ofendida.
- ¿No tienes frío con eso puesto?
- No… ¿sabes? – la observo una vez más, ella me mira fijamente – Sólo quería pedirte que olvides lo que ha pasado en este viaje.
- ¿A qué te refieres? – entorno los ojos.
- Tú sabes…
- Como sea – esto es exasperante – Lo haré, pero deja de comportarte como una idiota.

La chica deja de comer de repente, debo admitir que eso es lo que quería decir, pero no exactamente con las mismas palabras.
Me giro hacia ella para intentar cambiar mis palabras, pero incluso antes de que pueda balbucear cualquier cosa, se levanta y se va lo más lejos posible de mí, ahora me siento como un completo imbécil.
No es como si fuera a perseguirla ahora que está entre Connor y Steve, pero claramente las cosas no se quedarán así. Me limito a terminar de cenar y observarla de tanto en tanto.

FLASHLIGHT
La cena transcurre tan tranquila como puede serlo, los Avengers siguen con las indirectas completamente directas y las mujeres defendiéndonos. Si no me sintiera emocionalmente jodido quizás estaría disfrutando mucho más la noche.
Me ofrezco voluntario a ayudar a limpiar todo para el “ritual” que aún no sé de qué se trate. Estamos de pie en el pasto esperando a Claudia y Lisa quienes se adentraron a la casa para sacar quién sabe qué cosa. Me dispongo a observar a Jaymie, ella está nuevamente como si nada y eso me jode y re jode, cómo puede estar tan tranquila de un momento a otro.

- Listo – parece sostener algo a lo que no le tomo forma – Haremos todo esto en silencio.

Y a continuación se acerca hacia Jaymie y la lleva a regañadientes con Arnold, el hombre parece no tener idea de lo que debe hacer puesto que, según Jaymie, él no ha asistido a ninguno de los viajes después de que su esposa falleció.

- Cuando sea el momento lo encienden – Lisa le entrega algo raro a Liam.

Lo observo un instante, ahora al verlo más de cerca puedo notar que se trata de un globo de cantoya. Mi mirada viaja al frente, Claudia ayuda a encender el globo que sostienen Jaymie y Arnold mientras mueve sus labios, probablemente dándoles algunas indicaciones puesto que el hombre y la chica asienten, después camina hacia sus amigas y amigos, están en pareja, a excepción de Sebastian y Christopher, con el mismo encendedor prende fuego al globo que sostienen Jennah, Rose y Lisa, echa una mirada hacia Liam y él asiente, y con ayuda de Harry y Zayn prende el fuego. Observo a las demás chicas, junto al dúo dinámico, Lukas y Xander, imitan la misma acción.
Los demás se colocan cerca de nosotros formando un círculo. Transcurre un momento en silencio antes de que los globos sean soltados para dirigirse hacia el cielo, de reojo veo cómo las mujeres lloran en silencio y a continuación vuelvo a ver a Jay, ella hace lo mismo junto a su padre quien parece retener las lágrimas en los ojos mientras observa la manera en que los globos flotan hacia arriba. A continuación, las chicas caminan hacia su amiga y se unen en un abrazo, después sus madres se unen al abrazo grupal seguido por los hombres, Xander y el dúo dinámico.

Me pone nostálgico esta escena, además me impresiona la manera en que son tan unidos después de lo sucedido, el apoyo que se brindan los unos a los otros, me gustaría que mi familia fuese de esa forma, pero después de todo uno no puede tener todo lo que desea en la vida, ¿cierto?


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Han pasado unas cinco horas desde que llegamos del viaje y no puedo sentirme peor, he llamado a Jay unas siete veces y continúa sin responder mis llamadas. ¿Cómo puede enojarse de esa manera por algo tan tonto?
Por otra parte, definitivamente anularé mi parte del contrato, supongo que los demás harán lo mismo y seiscientos mil euros no son tanto, sería peor que Simon hiciera algo en contra de Jaymie por la estúpida cláusula que ni siquiera yo me tomé el tiempo para leer.

Escucho tres golpecitos en la puerta, la observo un instante y antes de que pueda decirle a Harry que pase, él se asoma.

- Hola, amigo – al verme recostado sobre mi cama se adentra y se tumba a mi lado – Me preguntaba si quieres ir a Cherry’s.
- ¿Por qué querría hacerlo?
- Bueno, hay micrófono abierto y a Jaymie le toca trabajar – se encoje de hombros – Supuse que te agradaría la idea.
- ¿Qué dicen los demás?
- No les he dicho, pero supongo que querrán ir puesto que Carrie llevará a las chicas – lo observo entornando los ojos.
- ¿Son los casamenteros? – sonrío.
- Algo así.
- No sé si pueda, ¿sabes? A Jay no le gustará verme ahí.
- Desde cuándo haces todo lo que Jay quiere – levanta las cejas repetidas veces.
- No sé – cubro mi rostro con la almohada.
- ¡Deja de actuar como una nena y ve por tu chica! – el rizado me arrebata la almohada.
- ¡Tienes razón! Iré tras ella una vez más.
- ¡Eso! – aplaude y me señala – Ese es mi amigo.
- No… ¡No puedo! – vuelvo a cubrir mi rostro con la almohada restante.
- ¡Sí puedes! – me zarandea – Eres Louis Tomlinson y harás que Jaymie la loca esté a tu lado. Sí – me pongo de pie sobre la cama – Soy Louis Tomlinson y obligaré a Jay a seguir a mi lado.
- ¡No, tonto! – se pone de pie también – No vas a obligarla, harás que ella desee estar a tu lado.
- Sí, eso también.

Mi ánimo ha subido al instante, Harry es bueno haciendo eso, seguro que hará lo mismo con los chicos. Salgo y me dirijo hacia la cocina para calentar un trozo de pizza y tomar una lata de cerveza del refrigerador, después regreso a mi habitación y me quedo quieto frente a mi ropa para elegir algo apropiado para la situación. He elegido una playera sencilla color negra, jeans y unos tenis.
Termino lo que resta de pizza y cerveza y me adentro al baño, giro las llaves de la regadera y entro sin esperar a que se caliente un poco. Me mentalizo para no dejarme llevar por la situación y comportarme como un idiota, lo menos que quiero es que Jay se vuelva loca y se aleje por completo de mí.

Una vez que salgo me envuelvo en una toalla y me dirijo hacia mi cuarto, tomo el control del buró y enciendo el televisor; justo ahora están dando Los Simpson, espero que eso sea una señal de buen augurio. Me visto rápidamente y observo el reloj en mi muñera, carajo, aún es demasiado temprano, escucho la puerta principal abrirse y doy por sentado que se trata de los chicos. Aun sin cepillar mi cabello camino hacia la sala donde están tumbados como reces.

- Estoy nervioso – empieza a decir el rubio, tomo asiento a su lado – No va a ir Lukas, ¿cierto?
- Nop, sólo las chicas – Harry peina su cabello en el reflejo de la pantalla de su teléfono celular.
- ¿Cómo es que aceptaron? – pregunta Liam aún dudoso – En realidad no sé si esto es una buena idea. Qué tal si Simon se entera.
- Me importa un carajo que Simon se entere – ahora Zayn – Decidí que pagaré el dinero.
- Igual yo – el rubio a mi lado se recarga sobre el respaldo del sillón – Ya me cansé de toda esta mierda.

Que ellos hayan llegado tan temprano me anima inclusive más. Regreso a mi habitación para terminar de arreglarme, peino un poco mi cabello y roció colonia sobre mí, a continuación, salgo una vez más.

- ¿A qué hora se supone que nos iremos? – pregunto al verlos jugar Xbox.
- Un rato más – responde Harold con el control en manos.

Estoy impaciente. Me acerco y le quito el control al rubio quien maldice mi nombre, no es como si estuviese yendo bien en la partida de todos modos. Jugamos unas cuantas partidas de Halo y después cambiamos a Gears Of War hasta que Harold, quien es el que planeo esto, apaga la consola y la televisión de manera repentina después de observar su celular, se levanta y pide que lo sigamos, justo ahora mi corazón está latiendo muy rápido debido a la adrenalina.

Decidimos irnos en el auto de Liam y una vez que llegamos, bajamos del auto bastante rápido, hasta aquí se escucha la música que proviene del local. Froto mis manos debido al frío de la noche y empiezo a caminar seguido de los chicos. Abro la puerta y les cedo el paso, Harry se adelanta como si ya supiese dónde está la mesa que ocuparemos. Se detienen frente a una de las mesas, ahí están sentadas Carrie, Michelle, Coraline y Emma, cuyas expresiones, a excepción de Carrie, se deforman al mirarnos. Ahora sé que ellas no tenían la más mínima idea de que vendríamos, y dudo mucho que Jaymie sepa algo.

- Hola, hermosas – Harry comienza a saludar con toda la confianza del mundo.
- ¿Qué haces tú aquí? – Emma mira detrás del chico – Y tus perros… Creí que esta sería noche de chicas – ahora mira a Carrie.
- No te pongas así – le resta importancia con la mano y justo ahora se ve tan parecida a su madre – Tan sólo disfruta de buena compañía.
- ¿Qué pasa si Simon se entera? – pregunta Michelle alzando la voz debido al alto volumen de la música.
- Olvida a Simon – responde Zayn tomando lugar.
- Pero…
- Tranquila, pequeña. Todo estará bien.

Tomo asiento junto a Coraline recibiendo una mirada envenenada por parte de Niall, me sorprende que se encele de mí cuando sabe a la perfección que yo estoy poseído por la loca de Jaymie quien, por cierto, no tengo ni la menor idea de dónde se encuentra.

- ¿Cantarán algo? – pregunta Carrie con una sonrisa.
- Aún no sabemos – responde Liam intentando sonreír.
- ¿Qué cantaremos nosotras? – pregunta bastante emocionada.
- Ahora mismo, lo que menos quiero es cantar.

Observo a Emma mirar a Liam mientras él mira la carta de menú. Cuando se da cuenta levanto la ceja burlándome de su perfecta actuación de odio hacia mi amigo, la rubia saca la lengua y después se concentra en su mojito.
Busco por el lugar con la mirada hasta que Jay aparece con una charola y varias bebidas sobre ésta. Mis ojos se abren de sobremanera al notar su top y su falda de mezclilla, la loca muestra el abdomen y las piernas, y al instante hago un recuento de la cantidad de hombres que hay en este lugar. En realidad, son demasiados como para poder contarlos a todos. Regreso la mirada en su dirección y ella entrega una bebida a una pareja y después camina en dirección de donde estamos sentados sin siquiera observarnos, pasa por una de las mesas con una sonrisa y uno de los hombres sentados de ahí levanta su trago y ella sonríe inclusive más, quién mierda es ese.

- Los lindos chicos de aquella mesa – comienza a decir antes de darse cuenta que las chicas no están solas – Mandaron tragos para todas…
- Espero estar incluido en ese “todas” – comenta Harry con la expresión de pocos amigos, observo a Niall y Zayn buscar con la mirada a las personas que lo mandaron.
- Pero los regresaré y les diré que tienen compañía… Hola, chicos – sonríe burlona al ver las expresiones de mis amigos.
- ¡No! Déjalos – Emma toma uno de los cinco tragos en la bandeja – No podemos decir que no a un buen trago gratis.
- No tiene nada raro, ¿cierto? – pregunta Coraline.
- Sólo insinuaciones sexuales, amiga – Jay se pone en cuclillas y bebe uno de los vasos de un solo trago.
- ¡Nadie te va a dar insinuaciones sexuales a ti! – el castaño regaña a Carrie quien suelta una carcajada – Dame eso.
- ¡Eso es mío! – se queja la rubia.
- Yo te compraré un trago que no tenga insinuaciones sexuales de otro tipo.

Evito soltar una risa fuerte. Mi amigo es un celoso ridículo.

- No sé si deberían beber eso – advierte Niall.
- Tranquilo, rubio. Yo los preparé – la morena palmea su hombro para tranquilizarlo – ¿Qué van a pedir?
- Yo quiero… – Harold observa la carta una vez más – Un Rusty Nail. Pide algo, hermosa.
- Quiero el trago que te tomaste – la chica lo observa con un puchero.
- ¡Vamos, Carrie! Pide algo más y olvida ese trago sucio – su expresión de loco me provoca reír.
- En ese caso, quiero un daiquiri de fresa, amiga – Carrie la observa con una sonrisa.
- Aprovechando que Harry está invitando los tragos, yo quiero un Blue Hawaii – Emma sonríe de la misma manera sin mirar al rizado quien ahora ha deformado sus facciones ante inesperada situación.
- Estas oportunidades son invaluables, yo quiero un Cosmopolitan – ahora es Michelle quien aprovecha la situación – Gracias, rizos.
- Yo pediré una margarita y brindaré por la salud de Harry – ahora Coraline.
- ¡Coraline! – el chico la observa sorprendido.
- Gracias, Harry – la pequeña lanza varios besitos en el aire, el rubio finge tomarlos y ella deja de hacerlo y lo fulmina con la mirada.
- Aprovecharemos la amabilidad de rizos – guiño el ojo a Michelle y ella sonríe – Y pediremos cuatro Perlas Negras.
- Bien – lo anota y a continuación esboza esa sonrisa traviesa, sé que ella se aprovechará del rizado también – Eres genial, Harry – el chico quien discutía con todos y a la vez con nadie la observa – ¿Que si quiero un Zombie con porción extra de ron negro? – mi amigo la observa sin haber entendido aun lo que ella trata de hacer – Sí lo quiero, gracias. En un momento traigo todo.
- ¡¿Qué?! – es ahora que ella comienza a retroceder que entiende – Cuídate de la santa inquisición, zurda loca.

La chica le muestra su dedo medio y después se va corriendo de ahí, ahora todos en la mesa han dejado cualquier clase de odio y conviven en armonía gracias a los tragos gratis de mi amigo el rizado quien sigue quejándose.

- Descuida, Hazza – la pequeña rubia llama la atención del rizado – No tienes que pagar por todo.
- Está bien, Cora – el castaño se encoje de hombros – Me alegra al menos haber quitado la mala vibra de aquí.
- ¿Cómo va el disco? – pregunta ignorando del todo a Niall.
- Terminamos las grabaciones – responde Zayn con una sonrisa, qué raro – Sólo falta la edición.
- ¿En serio? – su boca se abre debido a la sorpresa, después sonríe y puedo notar que lucha contra sí misma para no volverse loca.
- Por favor díganme que los “Nanana” quedaron en el pasado – pide Emma integrándose a la plática.
- Los “Nanana” son lindos – interviene el rubio.
- Los “Nanana” tan sólo son relleno para canciones tontas – revolea los ojos.
- Claro que no – ahora Liam – Si nuestras canciones fueran tontas, no las cantarías como te he escuchado hacerlo.

La rubia lo fulmina con la mirada y se prepara para hablar, sin embargo, creo que no tiene argumentos para combatir eso puesto que prefiere quedarse callada.

- ¿Tú por qué estás tan serio? – me pregunta Carrie.
- Necesito alcohol para aflojar la boca – me encojo de hombros.
- Tú no necesitas nada para hablar todo el día como perico – exclama Zayn revoleando los ojos.
- Tienes razón, puro hueso.

Eso bastó para comenzar a ser nuevamente el payaso de la mesa. Jaymie llega con los tragos y al instante se lleva la orden de otras tres rondas.
Doy un sobro de mi trago y continúo con las bromas que hacen reír como hienas a las chicas.

- Oigan, deberían de hacer menos ruido – pide Jay trayendo los últimos tragos que encargamos.
- Nos estamos divirtiendo – la pequeña rubia arrastra las palabras y puedo adivinar que ya está entrando al mundo de la ebriedad.
- ¿Aquí venden comida? – el rubio se recarga sobre su mano.
- Es un bar, no un restaurante – explica con fastidio – ¿En qué momento se emborracharon tanto?
- En el momento que trajiste todas esas deliciosas bebidas – responde Michelle tomando su mano.
- Por cierto, ¿podrías traer otra ronda? – es ahora que noto mis palabras arrastradas – Y tu número… chiquita.
- Okay – me mira de mala gana – Primero, termínense lo que acabo de traer y segundo, ya tienes mi número, idiota.
- ¡Vayamos a cantar! – interrumpe Carrie levantando la mano – Yo quiero cantar.
- Nosotras ya pedimos una canción – Coraline y Michelle chocan los cinco.
- ¡¿Qué?! – Carrie, Emma y Jay las miran con expresión ofendida.
- Eso es traición, rubia – Emma la señala con el dedo índice.
- Lo siento, no se decidían.

Carrie se levanta y camina hacia la barra a pedir una canción, la verdad es que yo también tengo algo preparado… o algo así. Estoy un poco ebrio y hasta ahora tengo la seguridad de quizás haré el ridículo en el escenario.
Un grupo de cuatro chicas se encuentra cantando ahora mismo, lo hacen bien y el público parece animado puesto que aplaude. Una de ellas se baja del escenario con el micrófono en la mano y aun cantando se acerca a Liam, el chico sonríe amablemente observando a la castaña; al instante, Emma pasa la mano por sobre la mesa y gira el rostro de mi amigo hacia ella para que deje de observar a la chica. Es imposible no reír ante acciones como estas.
La castaña entiende las miradas de Emma y se retira de ahí para regresar al escenario y terminar la canción, a continuación, la gente dentro del bar aplaude.

- Ni te atrevas a chocar entre sí esas manos – le advierte la rubia a mi amigo quien con una sonrisa triunfante obedece.
- ¡Es nuestra canción! – anuncia Cora al observar en la pantalla el nombre de la canción que comenzará.

La rubia y la castaña suben y se colocan detrás del micrófono.  

EXES
La guitarra empieza a sonar y la primera en cantar es Coraline.

Cora: Well, I had me a boy, turned him into a man
I showed him all the things that he didn't understand
Whoa, and then I let him go
Now, there's one in California who's been cursing my name
'Cause I found me a better lover in the UK
Hey, hey, until I made my getaway

Las mesas de atrás empiezan a animar con pequeños aplausos y ambas chicas sonríen sin dejar de cantar. Nosotros nos concentramos en observarlas sin siquiera pestañear. Michelle se le une a los coros…

Cora y Michelle: One, two, three, they gonna run back to me
'Cause I'm the best baby that they never gotta keep
One, two, three, they gonna run back to me
They always wanna come, but they never wanna leave
Ex's and the oh, oh, oh's they haunt me
Like ghosts they want me to make 'em all
They won't let go
Ex's and oh's

De verdad, ¿hay algo que estas chicas no puedan hacer?
Me impresiona la facilidad que tienen para realizar lo que sea que se propongan. Excepto Jaymie, ella suele ser
bastante mala en los deportes, o eso es lo que me ha dicho, aunque en realidad creo que estaba mintiendo puesto que sus tías me contaron que la tonta perteneció al equipo de baloncesto de la secundaria y preparatoria… loca mentirosa.
La siguiente en cantar es la castaña.

Michelle: I had a summer lover down in New Orleans
Kept him warm in the winter, left him frozen in the spring
My, my, how the seasons go by
I get high, and I love to get low
So the hearts keep breaking, and the heads just roll
You know that's how the story goes

Observo a las chicas, incluso Jay, quien ha dejado de hacer su trabajo para observar a las chicas, las tres mantienen miradas llenas de orgullo hacia las chicas.

Coraline y Michelle: One, two, three, they gonna run back to me
'Cause I'm the best baby that they never gotta keep
One, two, three, they gonna run back to me
They always wanna come, but they never wanna leave
Ex's and the oh, oh, oh's they haunt me
Like ghosts they want me to make 'em all
They won't let go
My ex's and the oh, oh, oh's they haunt me
Like ghosts they want me to make 'em all
They won't let go
Ex's and oh's
Ahora observo a Zayn, su mirada está fija en Michelle y apuesto que no tardará mucho en empezar a babear. Se siente tan raro verlo así por alguien, el chico es reservado y misterioso, según él, pero cuando Michelle está presente, se transforma en el doble de Tontín.
Del rubio, qué puedo decir, él simplemente actúa como un idiota la mayor parte del tiempo, pero quiere tanto a Coraline que apuesto recibiría otra patada en sus pobres pelotas con tal de estar cerca de la pequeña.

Michelle: One, two, three, they gonna run back to me
'Cause I'm the best baby that they never gotta keep
Cora: One, two, three, they gonna run back to me
They always wanna come, but they never wanna leave
Cora y Michelle: My ex's and the oh, oh, oh's they haunt me
Like ghosts they want me to make 'em all
They won't let go
Ex's and oh's
My ex's and the oh, oh, oh's they haunt me
Like ghosts they want me to make 'em all
They won't let go
Ex's and oh's

Los últimos acordes de la canción suenan hasta terminar. Nos levantamos de la mesa para aplaudir justo como el resto de las personas dentro del bar hacen. Las chicas agradecen y apenadas bajan del escenario.

- ¡Dale!

Grita Carrie en dirección del chico encargado del karaoke.

- ¡Esto es por la traición, par de chiquillas!

Dice Emma en el micrófono, las chicas simplemente sueltan una carcajada. Me giro hacia atrás cuando la gente se levanta y empieza a gritar de emoción justo como si se tratase de un grupo ya conocido.
La música empieza a sonar y Carrie arrastra a Jaymie hacia el escenario junto a Emma. Jay se niega al principio, pero puedo escuchar un “Hazlo” por parte de su jefe.


PROBLEM
Jay: uh-huh
It's Iggy Iggs
I got one more problem with you, girl
Jay, Emma y Carrie: I got one less, one less problem
Carrie: Hey, baby even though I hate ya
I wanna love ya
Jay y Emma:I want you you you
Carrie: And even though I can't forgive ya
I really want to
Jay y Emma: I want you you you
La primera en cantar es Carrie con Emma y Jaymie haciéndole coros, ni siquiera nos sentamos, simplemente estamos ahí parados aplaudiendo y observándolas.
Emma: Tell me, tell me baby
Why can't you leave me
'Cause even though I shouldn't want it
I gotta have it
I want you you you

Creo que en realidad las palabras que salen de los labios de la rubia, son más que dirigidas hacia Liam y no simplemente letras sin importancia de una canción.

Jaymie: Head in the clouds
Got no weight on my shoulders
I should be wiser
And realize that I've got

Ahora mi chica canta fingiendo no verme, aunque en realidad me doy cuenta de las miraditas que me lanza.

Coro: One less problem without ya
I got one less problem without ya
I got one less problem without ya
Carrie, Emma y Jay: I got one less, one less problema
Coro: One less problem without ya
I got one less problem without ya
I got one less problem without ya
Carrie, Emma y Jay: I got one less, one less problem

Pareciera que las chicas han cantado varias veces la canción o que simplemente la han escuchado una infinidad de veces y han sacado una coreografía, o quizás simplemente están improvisando tan jodidamente bien que me siento avergonzado porque en nuestros conciertos lo único que hacemos es saltar como un montón de locos.

Emma: I know you're never gonna wake up
I gotta give up
Jay y Carrie: But it's you you you
I know I shouldn't ever call back
Or let you come back
Jay y Carrie: But I do
Jay y Emma:Every time you touch me
And say you love me
Carrie:I get a little bit breathless
Jay y Emma: I shouldn't want it
Jay, Emma y Carrie: But I do

La rubia canta sin dejar de observar a Liam quien la mira más que embobado. Y Carrie, bueno, ella no tiene problema alguno en expresar abiertamente sus sentimientos por el rizado, en cuanto a Jay, canta sin inhibiciones.

Jay y Emma: Head in the clouds
Got no weight on my shoulders
I should be wiser
And realize that I've got
Coro: One less problem without you
I got one less problem without you
I got one less problem without you
Jay, Emma y Carrie: I got one less, one less problem
Coro: One less problem without you
I got one less problem without you (Carrie: Ooh, babe)
I got one less problem without you
Jay. Emma y Carrie: I got one less, one less problem (Jay: Ooh, babe)
Jaymie: Smart money bettin' I'll be better off without you
In no time I'll be forgettin' all about you
You saying that you know but I really, really doubt you
Understand, my life is easy when I ain't around you
Iggy, Iggy to biggie to be here stressin'
I'm thinkin' I love the thought of you more than I love your presence
And the best thing now is probably for you to exit
I let you go, let you back, I finally learned my lesson
No half-stepping, either you want it or you just playin'
I'm listening to you knowin' I can't believe what you're sayin'
There's a million you's, baby boo, so don't be dumb
I got 99 problems but you won't be one
Like what

Rio al recordar que Jaymie estaba completamente cabreada por haber obtenido una parte de rap en una presentación, pero sin duda alguna lo hace bien.

Jay: Head in the clouds, got no weight on my shoulders
Jay, Emma y Carrie: I should be wiser and realize that I've got
Coro: One less problem without you (Emma:Hey)
I got one less problem without you (Jaymie: Oh, babe)
I got one less problem without you (Carrie: Woo)
Las chicas continúan bailando sin inhibición alguna, causando un problema en mí, en Liam y Harry al moverse así.

Jay, Emma y Carrie: I got one less, one less problem (Jaymie: Hooh, baby)
Coro: One less problem without you (Emma: Yeah, yeah)
I got one less problem without you (Carrie: Hooh, hey)
I got one less problem without you
I got one less, one less problem (Jaymie: Ooh)
One less problem without you (Carrie: Hey)
I got one less problem without you (Jaymie: I got one less, one less, yeah)
I got one less problem without you
Jay, Emma y Carrie:I got one less, one less problem

Yo soy quien tiene el problema sin ti, loca.

Aplaudo tan fuerte como las palmas de mis manos me lo permiten, la gente chilla emocionada porque lo hicieron genial, después de todo son la triada del mal. Israel, el dueño del bar, se apresura a tomar el micrófono.

- Brindémosles otro aplauso a estas talentosas jovencitas – incluso el aplaude y después nos observa, creo que ya sé a lo que va – El día de hoy, otros jovencitos talentosos nos acompañan – escucho voces femeninas gritar “1D” a lo lejos – ¿Les gustaría cantar una canción?
- ¡Sí! – se apresura Coraline más animada de lo que ya estaba, ante esto, el rubio ni siquiera lo piensa y ya se encamina al escenario.
- ¡Démosle un aplauso!

Caminamos arrastrando los pies, Liam le susurra algo en el oído a Israel, éste asiente y se va corriendo hacia la barra. Observo a la gente ahí, todos están de pie y con sus tragos en la mano. Mi vista viaja hacia Jaymie quien corre hacia una de las mesas para tomar una orden, anota algo en la pequeña libreta y después se va corriendo a la barra sin quitar la vista del escenario.
La música empieza a sonar y ahora caigo en cuenta de la razón por la cual Liam pidió la canción.

THINGS
Zayn: Your hand fits in mine like it's made just for me
But bear this mind it was meant to be
And I'm joining up the dots with the freckles on your cheeks
And it all makes sense to me

Mi vista se dirige hacia Michelle, quien observa a Zayn con una mirada enternecida y quizás ella ni siquiera se ha dado cuenta.

Liam: I know you've never loved the crinkles by your eyes when you smile
You've never loved your stomach or your thighs
The dimples in your back at the bottom of your spine
But I'll love them endlessly

La rubia mantiene una mirada endurecida, pero sus ojos no dejan de reflejar tristeza en dirección de su Krilin.

1D: I won't let these little things slip out of my mouth
But if I do, it's you, oh it's you, they add up to
I'm in love with you and all these little things

Me concentro en Jay quien atiende torpemente las órdenes de los clientes del bar por estar mirándonos, si eso no significa que siente algo por mí, no sé qué lo sea.

Louis: You can't go to bed without a cup of tea
Maybe that's the reason that you talk in your sleep
And all those conversations are the secrets that I keep
Though it makes no sense to me

La chica me mira y mueve los labios en los cuales puedo leer un “Yo no hablo cuando duermo” haciéndome sonreír tanto que creo que mi rostro necesitará un masaje para aliviar la tensión ocasionada por la misma posición de mis músculos faciales.

Harry: I know you've never loved the sound of your voice on tape
You never want to know how much you weigh
You still have to squeeze into your jeans
But you're perfect to me

El rizado tiene la mirada fija en Carrie quien tiene levantadas las manos y las mueve de un lado a otro en compañía de Coraline.

1D: I won't let these little things slip out of my mouth
But if it's true, it's you, it's you, they add up to
I'm in love with you and all these little things

Echo un vistazo al lugar, la mayoría de las mujeres cantan junto a nosotros con sus parejas al lado quienes mantienen una expresión de pocos amigos. Después observo a Jay una vez más, ella ha regresado al lado de sus amigas.

Niall: You never love yourself half as much as I love you
You'll never treat yourself right darling but I want you to
If I let you know, I'm here for you
Maybe you'll love yourself like I love you oh

La rubia no deja de observar a Niall, además da pequeños saltos de la emoción, pareciera que justo ahora cada sentimiento negativo en contra del rubio está descansando para cuando termine la canción.

Harry: I've just let these little things slip out of my mouth
Because it's you, oh it's you, it's you they add up to
And I'm in love with you all these little things

1D: I won't let these little things slip out of my mouth
But if it's true, it's you, it's you they add up to
I'm in love with you, and all your little things

Las chicas, incluida Emma quien hoy emanaba un aura de muerte, gritan emocionadas sin dejar de aplaudir. De alguna manera me siento tímido así que bajo rápido del escenario y tomo asiento.

- ¡Eso fue asombroso! – Cora toma asiento a mi lado – Ahora me siento más emocionada por el disco nuevo.
- Esa canción me encanta precisamente porque no tiene “Nanana” en ninguna parte de la letra – comenta la rubia con una sonrisa.
- Concuerdo – confiesa Michelle llevándose el popote de su bebida a la boca.
- ¡Fue perfecto! – Carrie toma la mano de Harold por encima de la mesa.
- ¿A qué hora cierran el bar? – pregunto buscando a Jay con la mirada.
- En unas horas, ¿por?
- Curiosidad.

Aunque no es precisamente por la curiosidad, pero aún no me siento lo suficientemente listo para cantarle a Jay, quizás después de unas cinco rondas más de alcohol.

De camino al baño me tomé unas diez fotos y de regreso di unos quince autógrafos. Busco una vez más a Jaymie con la mirada, pero ella sigue entregando tragos.

- ¿Tienen en qué regresar? – pregunta Liam de repente.
- Traje mi auto.
- Yo también.
- Yo me vine con Cora.
- ¿Y Jay?
- La esperaremos – responde Emma.

Observo a Liam quien parece estar pensando demasiado, espero que no se le haya ocurrido regresar ya porque el auto en el que llegamos es de él y si se va tendríamos que irnos también, podría regresar en taxi, pero este hombre nos obligaría a irnos con él.

Carrie capta la intención del Krilin y entre ella y Harry le sacan plática para que no arruine la noche ahora que Niall está sentado al lado de Coraline, no hablan en realidad, pero al menos están más cerca el uno del otro.
Ya pasa de media noche y el bar cerrará pronto por ser inicio de semana. Tamborileo mis dedos a un costado de mi trago, suspiro y lo tomo de un sorbo, después me levanto y camino hacia la barra para pedir una canción.

- Sigue después de esta.

Se refiere a la canción que está justo ahora. Doy un vistazo al escenario, un chico está cantando una canción de Shawn Mendes. Me acerco a la mesa y bebo del trago de Niall.

- ¡Oye!
- Lo siento, estoy por subir al escenario.
- ¿Para qué?
- A vender mariposas, tonto.
- Le cantarás a Jaymie, ¿no? – pregunta Carrie y asiento – ¡¿Ven?! – reprocha a los demás – Eso es tener pelotas y luchar por la persona que quieres, no como ustedes.

Suelto una carcajada ante las expresiones confundidas y de fastidio de mis amigos. Aunque sinceramente estoy de acuerdo con Carrie, y no me gusta mucho que digamos ser el segundo que manda todo a la mierda por su chica puesto que eso pone en duda lo macho que soy, pero al menos no soy el último porque si bien no es una competencia, sigue siendo competencia.

El chico de la barra me hace una señal y subo al escenario recibido por demasiados aplausos por parte del público, especialmente por parte de las chicas. Escucho a Carrie y Coraline darme ánimos, aunque supongo que la segunda simplemente quiere seguir escuchando parte de One Direction. A unas cuatro mesas de ahí, Jaymie me observa con la expresión confundida.

CRAZY
Come here, baby
You know you drive me up the wall
The way you make good on all the nasty tricks you pull
Seems like we're makin' up more than we're makin' love
And it always seems you got somethin' on your mind other than me
Girl, you got to change your crazy ways
You hear me?
No dejo de mirarla en ningún momento, levanto la ceja recalcando la pregunta y la morena revolea los ojos.

Say you're leavin' on a seven thirty train
And that you're headin' out to Hollywood
Girl, you been givin' me that line so many times
It kinda gets like feelin' bad looks good, yeah

That kinda lovin' turns a man to a slave
That kinda lovin' sends a man right to his grave
I go crazy, crazy baby, I go crazy
You turn it on, then you're gone
Yeah, you drive me crazy, crazy, crazy for you baby
What can I do, honey? I feel like the color blue

You're packin' up your stuff
And talkin' like it's tough
And tryin' to tell me that it's time to go, yeah!
But, I know you ain't wearin' nothin' underneath that over coat
And it's all a show, yeah!

That kinda lovin' makes me wanna pull down the shade, yeah!
That kinda lovin', yeah, now I'm never, never, never gonna be the same
I go crazy, crazy baby, I go crazy
You turn it on, then you're gone
Yeah, you drive me crazy, crazy, crazy for you baby
What can I do, honey? I feel like the color blue

I'm losin' my mind, girl, cause I'm goin' cra

I need your love, honey, yeah!
I need your love

Crazy, crazy, crazy for you baby
I'm losin' my mind, girl, cause I'm goin' crazy
Crazy, crazy, crazy for you baby
You turn it on then, you're gone
Yeah, you drive me

Ahora ni siquiera me mira, quiero pensar que se siente apenada y no enojada por algo absurdo. Me limito a terminar la canción sintiéndome como la mierda.

Ooh, ooh, ooh, Ooh, ooh, ooh
Ow, yeah, yeah, yeah, yeah, yeah
Yeah, yeah, yeah, yeah, yeah
Yeah, yeah, yeah, yeah
Yeah, now baby, baby, baby, baby

La gente aplaude, agradezco inclinándome y después regreso a la mesa sin dejar de ver a la loca, le quito el trago a Niall una vez más y lo tomo por completo.

- ¿Por qué no te bebes el trago de Liam? – reprocha.
- ¿Crees que le haya gustado? – pregunto a Carrie, la rubia voltea a ver a Jay y después me mira.
- Estará tonta si no.

Se acerca sólo a traer más tragos con el rostro serio, me obligo a simplemente no decir nada y dejar pasar lo sucedido. Ya no sé qué hacer con esta mujer tan loca y ambivalente.

Israel anuncia que el lugar está a punto de cerrar para que todos prevengan sus cuentas y tragos. Doy el último sorbo de mi bebida y coloco algunos billetes sobre la cuenta al igual que mis amigos, para que de esta manera las chicas no tengan que pagar nada. Carrie nota mi estado de ánimo de mierda y da algunas palmaditas sobre mi espalda en muestra de apoyo emocional.
Cuando se levantan de la mesa me obligo a seguir a los chicos hasta el estacionamiento y sin decir nada me adentro en el auto junto a Zayn, Niall y Liam puesto que Harry se está despidiendo de Carrie. Mi vista se clava en la palanca de velocidades y no puedo dejar de sentirme como un completo idiota.

Zayn y Niall agitan la mano despidiéndose, me limito a mirar hacia el frente hasta que Liam arranca el auto.

- ¿Por qué tiene que comportarse de esa maldita manera? – no puedo evitar el nudo formándose en mi garganta. Niall me abraza y Zayn sólo palmea mi espalda.
- No puedo juzgar a Jaymie – comienza a hablar el conductor – Ella es rara, amigo. Pareciera que sus únicas emociones son odio, tristeza y alegría maniática… no sé.
- Ya me cansé de intentar…

Ninguno de ahí dice nada, no es como si esperase alguna respuesta puesto que si yo me encontrara en su lugar tampoco sabría qué decir, lo único que haría serían idioteces para subirles el ánimo.

Una vez recostado sobre mi cama, dejo que algunas lágrimas salgan para poder dormir.


Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 8:57 pm, editado 1 vez

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Mensaje por Bart Simpson Lun 06 Ago 2018, 2:23 pm


CAPITULO 50.6

Louis Tomlinson

Simon deja caer sobre la mesa un periódico con nosotros de portada. Es de ayer, estábamos cantando, además de contener títulos que llaman la atención que el hombre quiere evitar.

- A mí ni me incluyas, yo estoy fuera de tu juego, yo ya estoy fuera.

Harold mantiene una posición relajada ante la mirada molesta de Simon. Tres golpecitos suenan en la puerta y la mirada en llamas del hombre se dirige hacia ésta.

- ¡Adelante!

En cuanto se abre, las chicas pasan en fila y toman asiento en el sillón grande frente a nosotros. Después de ayer, tengo bastantes dudas con respecto a seguir intentando con Jaymie, siento que debería darme por vencido, pero al verla mi decisión cambia, al parecer mi vista nubla mi juicio.

- ¿Qué se te ofrece, Simon? – Carrie pregunta despreocupada.
- ¿Qué se me ofrece? – el hombre entrecierra los ojos fulminándola con la mirada – ¿Acaso todas ustedes están ciegas?
- No – responde Emma.
- Yo supongo que miraron el periódico o las noticias, ¿no es así? – toma el periódico de la mesa.
- Lo hicimos – ahora es Michelle quién responde.
- ¡¿Entonces por qué mierda no están apegándose a lo que estipula el maldito contrato?! – levanta la voz de sobremanera y a continuación vuelve lanzar sobre la mesa el periódico haciéndolas sobresaltar.
- Por favor… – pide la pequeña rubia.
- Por favor qué – grita ahora inclusive con el tono más alto, observo a Niall tensarse.
- Basta – Jay se apresura a hablar antes de que pueda decirle algo más a Cora – Tan sólo olvidemos esto y sigamos de acuerdo al contrato.
- ¿Tú quién eres? – pregunta levantando la ceja.
- Jaymie – responde con fastidio.
- Sí, Williams… – asiente tomándose la barbilla molesto – Ese baresucho es donde trabajas, ¿no? – la chica asiente – ¿Por qué permitiste el espectáculo aun a sabiendas de todo lo que iba a costarte?
- Oiga yo…
- ¡Responde, niña! – mis puños se cierran con fuerza ante la impotencia de que no puedo decir nada – El contrato terminó. ¡El puto contrato terminó! ¡Quiero que alguien me diga porqué carajo siguen viéndose y creen que no me enterare con semejante espectáculo que arman! – nadie dice nada – ¡¿Qué tengo que hacer yo para evitar estas portadas de mierda?!
- Basta, Simon – dice Carrie observando el piso – No te lo tomes así contra nosotras.
- ¡¿Quién mierda te dijo que podías hablar?!
- ¡Ya basta! – se interpone Harold.
- Siéntate – lo señala y después se gira hacia las chicas – Yo me imagino que ya tienen bien en mente lo que deben hacer y lo que no deben hacer, ¿cierto? – asienten a regañadientes – Entonces, pongan a trabajar esas dos neuronas que tienen en la cabeza y hagan bien las cosas. Pueden irse – se encamina hasta su escritorio – Todos, excepto Styles y Benwik.

Me dirijo hacia la salida intentando alcanzar a Jaymie quien se adelanta tan rápido que tengo que correr, antes de salir diviso a Coraline llorando y siento rencor hacia Simon por no medir el tono de su voz con las chicas. Pido el ascensor, pero no lo espero más de un minuto así que me dirijo hacia las escaleras y bajo corriendo tan rápido como mis piernas me lo permiten.
Alcanzo a distinguir a Jaymie caminando por el estacionamiento así que apresuro mi paso.

- ¡Espera! – tomo su hombro y al instante ella aleja mi mano.
- ¡¡Aléjate de mí!! – dice con fiereza en su voz. Observo algunos segundos directo a sus ojos y lucen diferentes, más apagados de lo que estaban allá adentro.
- Necesito hablar contigo, Jaymie. Sólo unos minutos – digo con voz entrecortada debido a la falta de aire en mis pulmones.
- Me ocasionaste un problema enorme con Simon, no debiste hacerlo, es fácil seguir instrucciones como la que él nos dio, ¡pero no!, eres un imbécil, deja de pensar sólo en ti – mi entrecejo se frunce al instante, no entiendo por qué habla de esta manera tan despectiva.
- Lo siento, siento haberte metido en problemas. Juro que no fue mi intención, no fue nuestra intención, y no me importa lo que piense Simon, lo que él dijo con respecto a lo nuestro…
- ¡No hay “nuestro”! – me interrumpe haciendo comillas en el aire.
- Déjame hablar – avanzo un paso hacia ella – No me interesa nada de lo que Simon dijo, sabes lo que siento por ti…
- ¿Quieres parar ya? – se pasa las manos por el cabello con desesperación – Todo esto fue actuación, Louis. No pasó nada, no hay “nuestro” y mucho menos nada de “siento por ti”. Basta ya, por favor déjame en paz, me harta que estés detrás de mí, tu presencia me incomoda así que ya déjame tranquila, ¿quieres?
- No te creo ni una sola palabra – niego mirándola a los ojos, desconociendo su mirada hacia mí.
- Deberías… – suspira, acto seguido se da la vuelta y comienza a caminar.

Me quedo quieto mirándola, esa chica no es mi Jaymie, no es mi Wendy. La chica que va ahí es diferente a la que yo conocí durante el viaje.

- ¡Te amo! – suelto de repente y ella se queda estática. Siento cómo mi corazón se detiene y después comienza a latir con extrema rapidez, me bastan unos segundos para reaccionar y caminar hasta quedar frente a ella una vez más.
- Basta ya… – niega y puedo notar cómo sus ojos se aguaron.
- Te amo… – repito una vez más.
- Ya terminó, por favor para esto – me mira – Se acabó.
- No se ha terminado, Jaymie – tomo su mejilla y la primera lágrima rueda por la misma hasta toparse con mi mano.
- Basta por favor…
- No ha terminado, no quiero que termine. Haré todo lo posible, Jaymie. Voy a luchar por ti sin importar lo que me cueste. Sé que quieres que me aleje de ti porque supones que eso es lo que debemos hacer por las órdenes de Simon, pero no me importa desafiar sus leyes, yo voy a luchar por ti.
- Louis… – su voz se entrecorta y tomo su otra mejilla.
- Yo lo haré, hasta el fin del mundo – por un momento baja la mirada, pero hago que la regrese a mis ojos – Y necesito saber que tú estarás dispuesta a hacer lo mismo por mí.

Me mira unos segundos y titubea antes de apretar los labios, sé que siente lo mismo por mí, es como un sexto sentido del amor.

Cierra los ojos con fuerza unos segundos y acto seguido los abre mirando un punto ciego detrás de mí, le toman unos minutos para endurecer la mirada, después aleja mis manos de su cara y se limpia los restos de lágrimas en sus mejillas. Me mira directo a los ojos y una vez más la desconozco…

- ¡Tienes que parar esta ridiculez! – comienza a escupir con desprecio y cansancio – No puedes amar en tan poco tiempo a una persona que no conoces del todo. No eres más que un estúpido inmaduro que no sabe cómo poner los pies en la tierra. Debes parar con esto ya porque es demasiado tonto. Estoy cansada de ti y de todo esto, maldigo el día en que Coraline me convenció de hacer ese estúpido vídeo, sin embargo, no sabía que eso me traería hasta aquí. Basta ya, estoy cansada de ti y de todas tus alucinaciones en las que yo siento algo por ti, de verdad debes parar tus cosas de niño y dejarme seguir con mi vida de una buena vez.
- Jaymie…
- ¡No!, nada de “Jaymie” – hace las comillas en el aire – Esto se acabó.

La observo confundido unos minutos y ella mantiene esa expresión dura, ¿acaso Jaymie es bipolar o tiene algún trastorno en el que tiene varias personalidades? Porque es la única forma en la que puedo explicar su comportamiento tan frío y despreocupado hacia mí todos estos últimos días, y no me refiero al de siempre, me refiero a este que lastima. Niego desconcertado y ella se encuentra ahí revoleando los ojos con fastidio.

¿Me está jodiendo?

- ¿Es en serio? – maldición, mis ojos se llenan de lágrimas.
- ¿Ya puedo irme? – levanta una ceja y yo no puedo creer que justo ella me esté tratando de esa manera tan diferente a la de ese viaje familiar.
- Estás bromeando, ¿cierto? – me acerco unos centímetros como si de esta manera pudiera entender mejor lo que está sucediendo.
- ¿Tienes retraso mental o algo parecido? – la miro como si fuese un alíen frente a mí, ella se limita a soltar un suspiro, girarse y comenzar a caminar, no tardo más que unos segundos en reaccionar y sentir mi pequeño corazón estrujarse. Corro una vez más hasta colocarme frente a ella y tomarla de los hombros.
- ¿Cómo puedes decirme eso? – niego – Acabo de confesarte lo que siento por ti una vez más y no tienes otra cosa para mí que no sea “pendejo” o “retrasado”.
- Es lo que hay – traga saliva como si se estuviera obligando a decir aquello o quizá simplemente a mí me gustaría pensar que ella se está obligando a ser así para que de esta manera me aleje de ella.
- ¿Es lo que hay? – repito confundido, ella levanta los hombros con despreocupación – ¿Me estás jodiendo?
- Ya déjame tranquila, ¿quieres? – empuja mis brazos soltándose de mi agarre.
- ¿Sabes?... – la observo por unos segundos intentando detener mi lengua, pero me es imposible – Eres la mujer más loca que conozco, no sabes poner en orden lo que sientes y te mientes a ti misma. Eres un ser humano y está en tu naturaleza tener sentimientos así que deja de pretender que puedes dejar de sentir como si apagaras tus emociones con un interruptor. Todo lo que te dije, lo dije con el corazón y nada fue mentira… pero tal vez Simon tenga razón después de todo y no valgas la pena como creí, intenté hablar contigo respecto a lo “nuestro” – hago comillas en el aire – Pero viéndolo bien puede que estés en lo cierto, yo lo intenté, quise luchar por ti pero ya me cansé de que me evadas, y admito que soy un idiota que no sabe distinguir entre la realidad y la actuación. Muy bien hecho, Jaymie. Eres buena actriz, mereces un globo de oro y quizá también un Oscar, no sé – entrecierra los ojos y yo sólo quiero gritar – Yo hubiera dado todo por ti, todo – las lágrimas ruedan por mis mejillas y me es imposible detenerlas – Pero no eres más que una malcriada desquiciada que no quiere tener nada que realmente valga la pena por creer que no lo merece y puede que estés en lo correcto y no lo merezcas… tu vida es jodida porque tú estás jodida también – limpio mis lágrimas con ira – Y aquí termina todo y bravo – aplaudo – Te felicito porque con tus acciones estúpidas me has perdido.

Me giro con rapidez y no doy ni dos zancadas cuando escucho su voz.

- No puedo perder algo que nunca fue mío, Louis – el tono aparentemente tranquilo de su voz fue la gota que derramó el vaso. Tomo aire y me doy vuelta una vez más, no doy ni tres zancadas cuando mi rostro está a unos diez centímetros del suyo.
- Yo era completamente tuyo, Jaymie. Era jodidamente tuyo.

Sus ojos se abren con sorpresa, pero no me quedo a ver lo que sigue porque estoy cansado de toda esta mierda, estoy cansado de esperar recibir algo que nunca llegará. Camino a grandes zancadas hasta llegar a la oficina de Simon. Balbucea unas cuantas palabras que no logro entender porque tan sólo me limito a tomar mi mochila y salir de ahí.
Cuando llego una vez más al estacionamiento ni siquiera me tomo la molestia de ver si Jaymie sigue ahí. Subo cabreado a mi auto y arranco de ahí, la música suena a un volumen impresionantemente alto y ni siquiera me importa. La necesidad de gritar me invade y no hago intento alguno por actuar calmadamente en ese momento. Grito tan fuerte como puedo mientras siento las lágrimas recorrer mis mejillas.

Es tan jodido sentirse así, es jodido morir de amor porque en realidad no mueres. Mis músculos se tensan y de reojo puedo notar cómo mis venas se sobresaltan en mi piel.
Me siento jodidamente triste y sé que mi rubio amigo beberá de su reserva especial por un sentimiento parecido, así que emprendo marcha hacia su departamento. Toco la puerta, pero al parecer él no ha llegado así que busco la llave que esconde en la maseta del pasillo, abro la puerta y la cierro de un portazo, a continuación, corro por una botella de vodka y la bebo sobre el sofá mientras me siento miserable.


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Han pasado dos días desde que decidí romper todo lazo con Jaymie y me siento terriblemente triste, no siento hambre ni ánimo alguno para salir de la cama. La extraño, la extraño tanto que creo que mi corazón va a explotar. No puedo concentrarme en nada y cada momento mis pensamientos giran en torno a ella, no puedo evitar evocar mis memorias del viaje familiar, desearía regresar tanto el tiempo para poder besarla una vez más y ella responda a mis besos justo como en esos días, pero no puedo, y simplemente me siento miserable y jodido al darme cuenta que ella muy probablemente se encuentre feliz, disfrutando la vida ahora que he salido del camino. Sin estorbos para largarse a América.

Mi teléfono suena e ignoro la llamada, sigo sin ánimos de responderle a cualquiera que me haya llamado, incluso Carrie llamó, pero me fue imposible responder, estoy seguro que si lo hago preguntaré por la tonta de Jaymie y me sentiré aun peor de lo que ya estoy.

- Louis, por favor sal a comer algo – observo la puerta y después me giro para darle la espalda – Es en serio, amigo. Debes comer algo, además cociné y no puedes despreciar mi comida.
- Déjame tranquilo, Harry. No estoy de humor…
- Okay, he escuchado eso tantas veces que ya me harté, vas a salir de ahí y voy a entrar por ti.

Me tomo un momento para pensar sus palabras, sin duda alguna entrará por mí. Pero es que en realidad no tengo ánimos de salir, aunque precisamente no gano nada quedándome en cama.

- Me ducharé antes de salir…

Lo escucho celebrar del otro lado de la puerta, obligo a mi enorme trasero a salir de la cama, voy hasta mi armario y tomo un pijama limpio y ropa interior, después me arrastro hasta el cuarto de baño y me ducho por aproximadamente diez minutos, me visto y salgo hacia mi habitación, de ahí intento acomodar lo poco que puedo y me encamino hacia la cocina.

- ¡Bendito sea Dios! – el rizado levanta las manos
- ¿Qué cocinaste? – me desparramo sobre la silla.
- Preparé pollo en salsa de crema con hongos y ensalada – sirve un plato y lo coloca frente a mí – ¡Soy todo un chef gourmet!
- Lo dices con tanto orgullo que me burlaré si sabe mal – levanto los hombros despreocupado.
- No sabrá mal, amigo.

Ni siquiera su buen entusiasmo me hace sentir un poquito mejor esta vez.

- ¿Tenemos vodka? – pregunto comiendo el primer bocado.
- No – corta un trozo de pollo y se lo lleva a la boca – Al menos no para ti, deberías dejar de beber.
- Lo dices porque tú estás bien con Carrie – niego sintiendo las lágrimas asomarse por mis ojos – Pero cuando las cosas estaban mal, te terminaste lo que había comprado para mí y ahora no puedo desahogarme con lo que quiero desahogarme.

El chico se queda en silencio, continúo comiendo ignorando del todo la mini discusión. Una vez que he terminado me levanto y lavo mi plato, abro uno de los cajones de la alacena para tomar una botella de licor y a continuación marcharme hacia mi habitación y beberla.
Mi teléfono suena como loco interrumpiendo mi sesión de bebidas embriagantes, una vez que deja de sonar estoy dispuesto a apagarlo, pero cuando lo tomo entre mis manos la pantalla se ilumina, entorno los ojos para leer, pero se ve tan borroso que no sé si dice “La muerte” o “Jaymie”. Aun así, mi corazón se acelera como un estúpido, deslizo el ícono para atender la llamada y llevo el teléfono a mi oído.

- ¿Hola?

Mierda, es ella, es su voz… qué más quiere de mí, tal parece que le encanta hacerme sufrir. Tomo una bocanada de aire y ruego a los cielos para que mi voz no suene como la de un borracho, justo como me encuentro en este momento.

- ¿Qué se te ofrece, Jay? – mi voz suena ronca, pero normal… creo.
- ¿Cómo estás?

Me está jodiendo, ¿no? Después de que pisoteó mi corazón me hace una pregunta tan estúpida.

- Tan bien como puedo estarlo. Repito, ¿qué se te ofrece?
- Uhmm… Quiero pedirte un favor…
- Creí que no querías volver a verme.
- Lo sé – se aclara la garganta – Pero necesito de tu compañía…

Al instante mi cabeza comienza a formular miles de pensamientos con respecto a las palabras “Necesito de tu compañía”.

- ¿A qué te refieres?
- Me gustaría que me acompañes a visitar a alguien…
- ¿Estás buscando transporte o algo por el estilo?
- No, no es nada de eso. ¿Podrías hacerlo?

Mierda, estoy seguro que me arrepentiré para siempre.

- Sí… ¿Dónde te veo?
- En Highgate.

La chica tranca la llamada y observo perplejo el teléfono, pero aun así no dudo ni un instante en levantarme y vestirme para salir de ahí; incluso Harold me mira extrañado cuando paso por la sala para salir del departamento.
Me monto en mi auto y pido perdón al cielo por manejar en semejante estado de ebriedad, pero necesito verla, después de todo lo que ha hecho, debo verla por al menos un minuto. Pongo la dirección en el GPS y manejo hasta llegar al lugar, me estaciono y observo la entrada, ella no se encuentra ahí, antes de empezar a pensar que esto es una broma, rebusco debajo de mi asiento hasta encontrar la botella de ron que había dejado ahí días atrás, necesito estar tan ebrio como pueda, de otro modo, no soportaré esto.

Minutos después observo a la chica caminar hasta la entrada sosteniendo un enorme ramo de girasoles, a continuación, salgo de mi auto, camino lo más normal posible hasta llegar a ella, uso todas mis fuerzas para contenerme de abrazarla, pero simplemente me abalanzo contra ella y la abrazo un buen rato, después de todo la suma de todas las fuerzas es igual a cero, ¿no?
Ella se aleja de mí y pide que la siga, yo obedezco sintiéndome vacío. ¿Cómo puede caber tanta frialdad en un cuerpo tan delgado?

Ella se detiene frente a una tumba, mi vista se dirige hacia la inscripción y entorno la vista para alcanzar a leer:

“Tu recuerdo palpita en la dulzura, el ejemplo y amor que nos dejaste. Duerme tranquila, en el sueño de la paz en espera del día soñado de la resurrección cuando juntos volveremos a estar; vivirás en la memoria y corazón de tu hija, marido, amigas/os y sobrinas/os, así como de tu madre, tu padre y tu hermana que te aman”.

Mi corazón se estruja al ver el nombre de su madre escrito en cursivas y me sorprendo al ver que tan sólo vivió treinta y cuatro años de edad, murió demasiado joven.
Jaymie coloca las flores sobre la tumba y observa el mármol un momento antes de observarme.

- Es la segunda vez que vengo aquí desde que ella se fue.

Me quedo quieto y sin decir nada, no puedo evitar cuestionarme a mí mismo por qué ella me llamó a que la acompañara y no le dijo a alguien más. Obligo a mi corazón a no tener esperanza de nada, pero es demasiado tarde… viéndola ahí, luciendo tan frágil me hace amarla inclusive más.

Camino hacia su lado y coloco una de mis manos sobre su hombro. La chica coloca su mano sobre la mía y se queda en silencio por unos cuantos minutos, después se limpia las lágrimas y camina hacia el pasillo por el que entramos, coloco una de mis manos sobre la lápida y rezo una pequeña oración en mi mente, a continuación, salgo de ahí y camino hacia la salida al lado de Jaymie.

- Agradezco que me hayas pedido venir contigo.
- Sinceramente creí que no aceptarías, pero gracias por tu compañía.
- Sabes que yo haría esto y mucho más – la chica asiente y observa el piso – ¿A dónde vas ahora?
- Debo trabajar.
- ¿Quieres que te lleve?
- No es necesario, puedo tomar el autobús.
- No tengo problema con llevarte, vamos.

La chica se encoje de hombros, pero me sigue. Es bastante irresponsable de mi parte tenerla como copiloto a sabiendas de que sigo ebrio, pero soy egoísta y no puedo dejarla ir sin haber estado con ella un momento más.
Abro la puerta del copiloto y una vez que entra la cierro, rodeo el auto por atrás y entro al asiento del piloto escondiendo rápidamente la botella que creo que no ha visto, acto seguido, pongo en marcha el vehículo.

- Gracias – susurra unos quince minutos después de haber empezado el viaje hacia el bar.
- No hay por qué – suspiro tomando la calle que va hacia Cherry’s.
- ¿Sabes? – la observo de tanto en tanto – Estuve pensando las cosas y creo que, de ser posible, me gustaría tener contacto contigo – la observo de inmediato, entro por el estacionamiento y apago el motor una vez que el carro está estacionado.
- ¿Te refieres a…?
- No me refiero a una relación, por si de casualidad lo estabas pensando – su tono de fastidio me fastidia aún más – Pero sí, a quizás saludarnos de vez en cuando.
- Eso no es suficiente para mí.
- No puedo ofrecerte más – su mirada se mantiene al frente con la misma actitud de días atrás.
- Respóndeme algo… – ahora estoy molesto – En el viaje, sí, me refiero a cuando nos besamos y comenzaste a provocarme – revolea los ojos – ¿Querías hacer el amor conmigo o sólo querías “sexo”? – hago las comillas en el aire, la chica me observa ofendida.
- Ninguna de las dos – entorno la mirada.
- ¿Entonces?
- Sólo estaba jugando – levanta los hombros despreocupada.
- ¿Estabas jugando? – levanto la voz – Pues búscate otro pendejo con el que puedas jugar porque yo ya me harté de ti.
- Pff…
- ¡Y no quiero tener contacto contigo, sal de mi vida y no vuelvas a hablarme, loca!

Noto la manera en que sus ojos se cristalizan, pero es algo que ya no es mi problema. Toma su chaqueta con desesperación y sale del auto.
Enciendo el motor y me largo de ahí. Piso el acelerador sin importarme nada, algún día dejaré de sentirme de esta manera, pero Jaymie tendrá en su conciencia que perdió a alguien que la amaba con sinceridad. Tomo la botella y le doy un largo sorbo antes de acelerar aún más.



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Mi cuerpo duele jodidamente demasiado, aunque puedo asegurar que no duele tanto como mi orgullo y sentimientos. Abro de repente mis ojos, estoy recostado en una camilla de hospital con un suero conectado a mi brazo por vía intravenosa… mierda, debí suponer que las cosas no saldrían a la perfección; después de todo, el alcohol combinado con la velocidad no mezcla para nada bien.

Giro la vista, ahí se encuentra Simon mirándome exasperado con los brazos cruzados.

- Me alegro de que hayas despertado. Los chicos se fueron hace diez minutos.
- ¿Qué día es hoy? – me siento tomando mi hombro derecho.
- Jueves – el hombre observa su celular.
- ¿Qué sucedió? – levanta la vista y me mira como si yo fuese un idiota.
- Chocaste tu auto – regresa la mirada a la pantalla de su celular – Por suerte todo está cubierto y no hay noticia alguna de lo sucedido. La noticia oficial de tu ingreso al hospital es que estás deshidratado.
- ¿Jaymie sabe lo que sucedió? – revolea los ojos.
- Williams está enterada.
- ¿Vino a verme? – pregunto con un deje de esperanza.
- No, Louis. Williams no ha venido a verte. Prepárate porque en cuanto se acabe el líquido – señala el suero – Nos iremos de aquí.

Nuevamente empiezo a sentirme de la mierda. ¿Por qué no puede preocuparse por lo menos un poquito por mí?
¿Es tan difícil tener sentimientos? Desearía que los míos hubiesen desaparecido en el momento en que terminé todo con esa estúpida loca, pero sigue volviendo a mi cabeza una y otra vez. Y si mi estado de ánimo estaba por los suelos, justo ahora debe estar enterrado a unas cuatro mil millas.
Simon me deja en mi departamento, a duras penas logro subir hasta el piso y entrar de una vez por todas, no tengo fractura alguna, sólo son fueron algunos golpes. Cuando Harold se da cuenta de mi presencia, tranca el teléfono y corre al sillón para entregarme un pequeño peluche con forma de unicornio.

- ¿En serio? – levanto la ceja.
- Es lindo – mueve su patita como si estuviese saludándome – Tuve que entrar y salir corriendo de ahí, había demasiadas fans escandalizadas.
- Supongo que sí – me encamino al sillón y me siento tomando mi hombro.
- ¿Duele demasiado?
- Duele como la mierda…
- ¿Recuerdas algo de lo que sucedió? – se sienta a mi lado – Carrie me ha preguntado como un millón de veces por ti, en serio, amigo. Comienzo a ponerme celoso.

Esbozo una sonrisa seguida de una risita, pero después mis labios se fruncen haciendo una mueca.

- No mucho – me encojo de hombros – Terminé todo con Jaymie y…
- ¡¿Qué?! – sus ojos se saltan hasta casi salirse de sus cuencas.
- Estoy harto de ella y sus juegos mentales – me hundo en el sillón a la vez que suspiro con pesadez.
- La verdad no sé qué decir, pero sabes que yo te apoyo – se recarga en mí y me abraza, yo me obligo a deshacer el nudo en mi garganta.
- Gracias, amigo – me levanto del sillón – Iré a descansar un poco.

Sin mirar atrás me dirijo hacia mi habitación y pongo el seguro de la puerta antes de echarme sobre la cama. Mi vista se fija en el techo de mi habitación y mi mente continúa dando vueltas, a continuación, dirijo la vista a mi buró donde se encuentra la mitad de la botella de vodka. Suspiro antes de agarrarla y tomar un trago.
Qué más da si me emborracho una vez más; terminé alejándome de la chica y mi auto está hecho mierda así que esto no será problema alguno.
Cuando termino lo que quedaba de la botella me dirijo hacia el mini bar a seguir con lo que queda ahí, pero no queda mucho para escoger. Observo el reloj y es demasiado temprano como para salir a algún lugar así que me limito a tomar una larga siesta antes de salir a buscar algo…

La alarma de mi celular suena a las nueve con treinta de la noche, me levanto y me encamino al baño para tomar una ducha, me visto simple; con playera, jeans, tenis y una chaqueta de mezclilla. Salgo de ahí y me encamino hacia la cocina donde encuentro a Harold cenando un tazón con cereal.

- ¿Vas a cenar algo? – dice entre masticadas.
- No tengo mucha hambre – levanto los hombros despreocupado – ¿Harás algo esta noche?
- Estoy a punto de ir al departamento de Carrie, ¿por?
- Préstame tu auto – detiene la cuchara a medio camino de su boca.
- ¿Crees que estoy loco? – niega y después introduce una cucharada con cereal a su boca.
- ¡Vamos! No le haré nada – me mira entornando los ojos.
- Estoy seguro de que lo harás mierda… y a todo esto, ¿a dónde vas? Tienes que descansar.
- Sólo saldré un momento…
- Creo que deberías quedarte en casa…
- Está bien – desbloqueo mi celular – Pediré un Uber…
- ¡Vamos, amigo! – se recarga en el refrigerador.
- Está bien, pediré un Uber de ida y otro para el regreso.

Estoy abriendo la aplicación cuando él se acerca a la cocineta donde yacen sus llaves y las toma, acto seguido se acerca y las deja sobre mi mano libre.

- No hagas nada estúpido.

Coloca el tazón sobre el fregador y sale de ahí, minutos después lo escucho abrir y cerrar la puerta principal, sonrío y comienzo a caminar hacia la salida, tomo mi cartera y me voy de ahí.
Antes de arrancar el auto, acomodo el asiento y el espejo retrovisor, a continuación, arranco en busca de un buen bar.
Me estaciono en uno cuya fachada se ve decente, bajo y pongo la alarma al auto. Me encamino hacia la entrara y cruzo la puerta, la música retumba en mis oídos tan fuerte que apenas y puedo escuchar mis propios pensamientos… justo lo que estaba buscando.

Continúo caminando echando un vistazo a la gente ahí dentro y tomo lugar en un banco de la barra.

- Whisky en las rocas, por favor – pido una vez que el barman se me ha acercado.

No pasan ni diez minutos cuando ya estoy comenzando la segunda ronda. Mi vista está fija sobre los licores acomodados en línea detrás de la barra, pero mis pensamientos saltan de recuerdo en recuerdo una y otra vez. Acerco la bebida a mis labios y paro en seco al reconocer la canción que está comenzando…

MY NAME
¿Acaso el bar tiene algo en contra de mí?
Hay una sola cosa que se me viene a la mente: Jaymie.

Esa tonta loca no deja de rondar por mi cabeza como una maniática acosadora; el único problema es que ella ni siquiera sabe que su recuerdo está en mi mente de manera tan constante como el palpitar de mi corazón. No entiendo qué fue lo que hice para terminar de esta manera tan jodida. Ni siquiera recuerdo en qué momento comencé a tener sentimientos hacia ella.

Un vago recuerdo se me viene a la mente…
Aquella vez que la vi cantar en Cherry’s, la primera vez que la vi tan vulnerable. No entendía del todo lo que sucedía puesto que ni siquiera me había contado nada al respecto de su madre. Pero ver sus lágrimas rodando por su mejilla fue simplemente jodido de todos los modos posibles.
Tengo este estúpido sentido de la protección y de algún modo sentí que ella debía ser protegida por mí, aunque no quisiera que estuviese cerca de ella.
Fue cuando la abracé que sentí la necesidad por seguir abrazándola y continuar reconfortándola de alguna manera, y de alguna forma su compañía me reconfortaba a mí y terminaba olvidando mis propios problemas.

Sigo rebuscando en mi memoria, intentando explicar por qué estoy sufriendo tanto por alguien que definitivamente no vale la pena, pero las mismas memorias vienen a mi cabeza. Ella siendo vulnerable y yo siendo el idiota que quiere arreglar sus problemas, a pesar de que es algo que está fuera de mi control.
No puedo llenar el vacío dentro de ella, jamás podré llenarlo por más amor y protección que le proporcione, Jaymie es una persona rota, no en el sentido literal, sin embargo, necesita enmendaduras que sólo ella puede lograr hacer.
Me jode el hecho de que parta hacia América, pero me doy cuenta de que no hubiese podido obligarla a quedarse. Tiene familia y quiere pasar tiempo con ellos, además de trabajar duro para lograr sus metas; yo no puedo evitar eso y, de cualquier modo, aunque estuviera en mis posibilidades, ella jamás permanecería a mi lado y ya lo ha dejado bien en claro.

Al instante se me viene a la mente la ocasión en que confirmé que sentía algo por ella. Me invitó a comer a su casa, siendo obligada por su padre, y yo fui, recuerdo haber sido una mierda de persona hasta que vi el altar improvisado hacia Ciara. Quería correr desde ese instante porque estaba seguro de que, si ella seguía actuando de esa manera tan solitaria y triste, terminaría por querer aferrarme a su lado y no querer salir de su vida jamás. Sin embargo, me quedé.
Me quedé y escuché toda la mierda que Jay solía escuchar día con día en esa casa llena de personas llenas de odio y egocentrismo, pero quién era yo para juzgarlos, ¿no?

Temí un segundo que Jay pudiera hacer algo estúpido como pinchar con el tenedor la mano Britt o Amelia, aunque con palabras tan arrogantes y ofensivas, yo hubiese ayudado a que el tenedor entrara con más fuerza… mierda.
Pero, a fin de cuentas, terminé permaneciendo a su lado, incluso después de que huyó a la zona de línea verde cerca de su casa…

- Creo que me estoy acostumbrando a ser tu chofer personal – dije lanzándole una mirada.
- Nadie te obliga a hacerlo – su vista seguía dirigida a la ventana mientras se aferraba al peluche entre sus manos.
- Tonta – revoleé los ojos estacionando el auto fuera de su casa, ella abrió la puerta disponiéndose a salir - ¡Cuídate, Jay!
- Tú no me dices qué hacer – y dicho eso cerró de un portazo la pobre puerta de mi bebé.
Me quedé observándola durante un momento, ¿qué clase de respuesta para un comentario de apoyo es esa?


¿Qué hice mal? ¿Qué me faltó hacer para que ella se enamorara de mí?

Sacudo mi cabeza y me concentro en beber el resto de licor antes de pedir una ronda más. Debo sacarme de la cabeza a esa chica porque de otro modo me volveré un completo desquiciado. Giro el rostro hacia atrás en busca de una chica bella con piernas largas y un trasero grande.
Después de todo, un clavo saca a otro clavo y yo necesito un clavo lo suficientemente sexy para que Jay salga de mi cabeza y mi corazón por al menos una noche.

Mi trago ha llegado y le doy un sorbo para tomar inspiración y buen tino. Me giro recargando los codos sobre la barra, hay bastantes chicas hermosas, pero ninguna se parece a Jaymie… y ahora me siento estúpido por pensar en el clavo viejo cuando debería elegir uno nuevo rápido.
Tengo que elegir a alguien completamente contraria a Jaymie, por lo tanto, me concentro sólo en las chicas rubias y que, por lo menos, parezcan tontas.
Observo la gran cantidad de rubias dentro del bar hasta que mi vista se fija en una que no deja de mirar en mi dirección.

- Quiero que le mandes una bebida a una chica a mi nombre – hablo por encima de la música.
- Con gusto, ¿a quién será y qué bebida deseas pedir? – giro una vez más.
- La rubia de aquel grupo – señalo – La de vestido negro. Llévale un daiquiri de cereza y dile que yo lo envío.
- Claro.

Me giro con mi trago en mano y sonrío en su dirección, doy por sentado que me está viendo puesto que sonríe y después baja la mirada, creo que será fácil llevarla a la cama. Observo al mismo barman llevar la bebida en una bandeja, cuando llega con la chica, le entrega la bebida y le dice algo al oído, al instante la rubia me mira, yo levanto mi vaso y asiento, a continuación, me giro y espero un momento a que llegue el barman para pedir mi cuenta; es cuestión de segundos para que la chica caiga.
Pago con mi tarjeta de crédito y observo al barman llevársela, después siento peso sobre mi hombro izquierdo.

- Gracias por el trago – la miro de reojo y asiento – Eres muy amable.
- Sólo soy amable con las chicas hermosas.

La observo morderse el labio antes de tomar asiento a mi lado. El barman llega con mi tarjeta y la guardo en mi cartera, observo a la chica con una sonrisa, ella me mira mordiendo su labio una vez más, como si pensara que eso la hace ver sexy, sin embargo, debo admitir que esa acción baja de más mi líbido.

SACRIFICE
Levanto la vista observando una de las bocinas, toda la noche he escuchado canciones que me recuerdan a Jaymie, pero está simplemente me hace querer gritar sin parar.

- ¿Quieres irte de aquí? – susurro en su oído.
- Claro – asiente – Espérame en la entrada.

Asiento y me levanto para salir de ahí, es como si la letra de la estúpida canción labrara en mi cabeza el nombre de “Jaymie” una y otra vez.
Me encojo de hombros un segundo, cuando veo a la chica acercarse a mí empiezo a caminar en dirección del auto de Harold. Quito la alarma y el seguro para que ella entre por su cuenta al lado del copiloto. Tomo asiento y arranco el auto en dirección del departamento sin decir palabra alguna, escucho que la rubia balbucea una y otra vez, pero no logro captar ninguna palabra, me siento aturdido, enojado y dolido, y necesito aliviar con urgencia esos síntomas.

Estaciono el auto y bajo lo más pronto posible, la chica me imita y me sigue por el estacionamiento hacia el departamento, llamo el ascensor y éste llega de inmediato, subo y espero a que la chica esté a mi lado para presionar el botón que lleva al piso del departamento. Una vez en el piso, tomo la mano de la chica para caminar más rápido, ella tropieza una vez con sus tacones, pero aun así la jalo dentro del departamento. Dejo las llaves sobre la mesita de la entrada y cierro de un portazo, la encamino hacia mi habitación y cierro la puerta con seguro.
Me quito la chaqueta y la lanzo al piso sin ver dónde es que cae, observo a la chica y me acerco para tomar sus mejillas y besar sus labios con desesperación, la misma que tengo por desaparecer a Jaymie de mi mente.

- ¡Tranquilo!

Me aleja un segundo, sin embargo, supongo que ella sabía que no la traería a recorrer un camino con pétalos de rosas hasta la cama.
Alejo sus manos de mi pecho y acorto la distancia para seguir besándola, la encamino hasta topar con la cama y casi arranco su vestido y lo lanzo hacia alguna parte del piso. Ella se recuesta sobre la cama sonriendo de manera traviesa, continúo besándola y después hago un camino por su cuello bajando hasta su abdomen. Regreso a sus labios y al momento lucho contra el broche de su sostén para quitarlo. Cuando logro desabrocharlo lo lanzo al piso, ella empieza a subir mi playera, pero la detengo y lo hago yo mismo quitándole el control de todo.
Empiezo a besarla una vez más y no puedo evitar evocar el recuerdo de Jaymie en el pasillo del baño en casa de la madre de Michelle, la manera en que me hizo sentir cuando me sacó la chaqueta y tocó mi abdomen con sus manos. Maldigo en mis adentros, pero de un modo agradezco que esa sensación va ayudarme a hacer lo mío, puesto que, por más que esta chica me toque, no logra provocar ninguna reacción física o emocional en mí.
Me alejo un segundo para desabotonar y bajar la cremallera de mi pantalón de mezclilla y sacarlo junto a mis calzoncillos, la rubia por su parte, se saca las bragas tan rápido como yo quiero terminar esto. Me coloco entre sus piernas y empiezo a hacerlo tan duro como mi furia me lo permite, observo su rostro, sus labios están abiertos y sus ojos cerrados, sin embargo, he abierto paso a mi dolor y enojo, tanto así que estoy aturdido y no puedo escuchar otra cosa que la voz de Jaymie mandándome a la mierda una y otra vez. Fijo la vista en la cabecera de mi cama sin sacarme a aquella chica estúpida de la cabeza, es como una sanguijuela que se aferra a mis pensamientos y succiona mi tranquilidad por completo. Acomodo a la chica en otra posición, pero no puedo estar cómodo haciendo esto, es justo ahora que escucho sus gemidos. Me detengo sin siquiera terminar y me recuesto debajo de las cobijas, estoy cansado de esta mierda, sólo falta que el recuerdo de Jay termine volviéndome impotente con el transcurso del tiempo.

- Fue asombroso.

La rubia se recuesta a mi lado y me abraza, ni siquiera la volteo a ver, me limito a obligarme a dormir.

Lo primero que siento al despertar es el brazo de la rubia sobre mi abdomen, la observo recordando la noche anterior y al menos debo admitir que es bella. Alejo su brazo sin siquiera procurar no despertarla, a continuación, camino rápido hacia la ducha… ¿es correcto para un chico sentirse de alguna manera sucio? Porque si no es correcto entonces lo retiro.
Tomo una ducha rápido y después me visto con unos pantalones flojos para ejercicio y una playera, cuando estoy frente a la cama, la chica ya está vestida.

- Agradecería que mantuvieras esto en secreto – ella suelta una risita.
- Seré como una tumba.

Su voz es suave y más aguda que la de Jaymie… mierda, ¿por qué con cualquier cosa estúpida se me viene a la cabeza?

- Bien.

Camino hacia la puerta y quito el seguro, la observo para que me siga y ella lo hace. La dejo pasar primero y la sigo, al parecer memorizó el camino de la entrada a mi habitación. Escucho los gritos de Harry y el rubio en la sala, además del sonido que proviene del home heather y uno de los videojuegos del Xbox.

- ¡Hola!

La chica saluda sin pena alguna, bridándoles incluso una sonrisa coqueta. El rubio y el castaño se quedan petrificados, observándola justo como el fantasma de la ópera fuese quien estuviera atravesando la sala.

- ¿Hola?

Balbucea el rubio en tono de pregunta sin dejar de verla. Ella se detiene frente a la puerta y se gira hacia mí.

- No olvides llamarme…

Se acerca a darme un beso el cual esquivo provocando que bese mi mejilla, tomo el pomo de la puerta y lo giro abriéndola, a continuación, la chica simplemente sale de ahí y cierro la puerta detrás de ella. Me giro hacia los chicos y camino hasta el sillón, le quito el control a Niall y me dispongo a jugar por lo menos una partida.

- ¿Qué mierda hiciste? – pregunta el rizado a mi lado sin dejar de observarme con terror.
- Me la tiré.

Alzo los hombros con despreocupación.

En realidad, me importa un pepino si mis amigos creen que lo que hice estuvo mal a pesar de que saben toda la mierda que soporté con la innombrable, a excepción de Niall, él sabe mucho, pero no todo.
Cuando termino la partida me levanto del sillón y camino hacia la cocina por una píldora para el dolor de cabeza y por algo para desayunar. Escucho desde la cocina el timbre de mi celular y dejo pasar las primeras cinco llamadas. Cuando empieza a sonar como loco la sexta vez, me levanto y camino hasta mi habitación, tomo el celular del buró y paro al ver un número de teléfono escrito con un plumón indeleble, el cual yace justo al lado. La rubia se aseguró de que no pudiese borrar su número, al parecer no es tan tonta como creí.
Revoleo los ojos y a continuación vuelvo a la realidad del teléfono, el nombre de Boss Simon brilla en la pantalla, aun no respondo y ya me siento fastidiado con lo que saldrá.

- ¿Qué hay?
- Se dice buenos días – corrige con un tono de voz molesto – ¿Por qué no respondías el teléfono?
- No lo escuché – miento – Lo siento.
- Como sea… necesito que vengas a la oficina ya.
- Sabes que no tengo en que moverme por ahora.
- Entonces pídele a Harry su auto y trae tu trasero a la oficina.
- Bien.

¡Carajo! ¿Habrá salido algo relacionado con la chica?
Me visto con algo más presentable y a continuación me encamino hacia la sala.

- Necesito que alguno de ustedes dos me preste su auto.
- ¿Para qué? – pregunta el rubio observándome.
- Tengo que ir con Simon.
- Llévate el mío – dice Harry sin dejar de observar el televisor – Y por favor, no hagas algo idiota.

Revoleo los ojos y tomo las llaves de la mesita que está cerca de la puerta de entrada, a continuación, salgo y tomo el ascensor hasta llegar al estacionamiento y montarme sobre el auto de mi amigo. Enciendo el motor y manejo hasta la oficina de Simon.
Toco antes de entrar y una vez que escucho su voz pidiéndome que entre, lo hago. Lo observo hasta que mi vista repara en la morena que permanece sentada frente al hombre, mi corazón comienza a palpitar y las palmas de mis manos comienzan a ponerse sudorosas. Trago en seco antes de caminar hasta la silla frente el escritorio, de alguna manera me siento victorioso por haber hecho lo que hice para dañarla, a pesar de que ella no tiene idea alguna.

- Gracias por hacernos el honor de acompañarnos con tu presencia – comenta con sarcasmo – Los llamé a ambos porque hay un problema.
- ¿Con qué? – el hombre levanta una carta en la que puedo leer escrito en cursivas las letras “W&W”, al instante siento un fuerte peso sobre mis hombros.
- Esto… – lo lanza sobre el escritorio frente a la chica.
- No sé qué sea eso – levanta ambos hombros con desdén.
- Te lo resumiré… es una carta que proviene de tu padre, básicamente amenaza con demandar la empresa.
- ¿Por? – a continuación, me observa.
- Él.
- ¿Ahora qué hice? – revoleo los ojos.
- Te acusa de acosar a su hija – lo que me faltaba.
- Eso es mentira – me cruzo de brazos.
- Lo sé – se recarga sobre el respaldo de su cómoda silla – Por eso quiero que tú lo arregles – ahora observa a Jay.
- ¿Yo por qué? – entrecierra los ojos y lo fulmina con la mirada – Ese es tu problema, no mío.
- Hay mucho en medio, si entra algo legal con respecto a su “relación” – hace las comillas en el aire y yo simplemente fijo la mirada en otro punto – Lo del contrato saldrá a luz y tanto tú, como las demás terminarán perdiendo mucho.

Sonríe con arrogancia, observo de reojo a Jaymie quien baja la mirada y parece pensarlo bien antes de hacer una mueca de desagrado. Después de todo lo que les ha hecho, ella sigue creyendo que puede dañar a sus amigas y hace lo que puede por protegerlas. Si supiera que la cláusula que podría "dañarlas" también puede romperse...

- Bien – se encoje de hombros – Lo haré.
- ¿Simon? – la secretaria del hombre se asoma por la puerta sin tocar, él simplemente revolea los ojos – Necesito que atiendas un asunto urgente, no tardarás más de cinco minutos.
- Esperen un momento.

Dicho esto, sale de ahí dejando una tensión tremenda que muero por romper para terminar acumulando más tensión.

- Esto es incómodo – balbucea sin dejar de observar una de las fotos de Simon junto a los integrantes de One Direction, empiezo a tamborilear los dedos sobre la silla.
- No me parece en lo absoluto – me giro a verla, ella evita mi mirada un momento y cuando se siente incómoda me mira.
- ¿Qué?
- Ayer me tiré a una rubia hermosa – sus facciones se deforman durante unos segundos, acto seguido, de alguna manera que aún no logro entender, endurece la mirada.
- Bien por ti y tu amiguito – echa un vistazo a mis pantalones – Felicidades por dejar de ser virgen.

Regresa la mirada nuevamente hacia el frente, incluso cuando la ataco con algo fuerte, ella contrataca cerrándome el pico, es odiosa. Observo un segundo su mirada y noto sus ojos más cristalizados de lo que normalmente deberían estar, justo ahora siento como si hubiese ganado la batalla, ella lo oculta, pero sé que se siente como yo o quizás peor, después de todo, ella no tiene nada aún y yo lo tengo todo.



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QUESTIONS
Observo hacia afuera por mi ventana con el pequeño dije de corazón entre mis dedos, ver Londres de noche solía hacerme sentir una calma que no podía explicar. Pero ahora tan sólo me siento como un completo imbécil observando la ventana tal cual iluso de mierda.

Doy una calada al cigarrillo sintiendo el humo del tabaco llenar mis pulmones y después exhalo llenando el ambiente con humo. Dirijo la vista hacia mi cama donde descansa una morena y después la regreso observando una vez más el famoso puente de Londres iluminado con luces neón color violeta… al instante Jay se me viene a la mente.

¿A cuántas tipas me debo tirar para sacarme a Jaymie de la cabeza?

Es tan injusto que ella pueda congelar lo que siente y actuar de la manera más normal del mundo. En cambio, yo estoy aquí como idiota sin poder sacármela del pensamiento.
Qué patético, sentía satisfacción por saber que ella no tenía nada seguro y yo lo tengo todo, y aun así me siento tan jodidamente vacío.

Observo a la chica una vez más, probablemente sus rasgos sean parecidos a los de Jay, pero a fin de cuentas no es ella.

Estoy tan cabreado y cansado de todo, no quiero ni amarla, ni tenerla cerca, verla o extrañarla, pero de todos modos lo hago. Aun así, no dejo de pensar que no importa cuántas chicas pasen por mi cama, jamás serán Jaymie.


Última edición por Hades. el Sáb 10 Nov 2018, 8:58 pm, editado 1 vez

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Mensaje por hange. Lun 06 Ago 2018, 9:23 pm

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Mensaje por Charlie. Mar 07 Ago 2018, 9:36 am

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